Retos de las ciencias administrativas desde las economías emergentes: Evolución de sociedades.
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Estrategias para la formación de clusters agrícolas en zonas rurales: El
caso de la Región San Quintín y su Valle.
Luis Alberto Morales Zamorano*, Lizzette Velazco Aulcy*, Seidi Iliana Perez Chavira*
Universidad Autónoma de Baja California.
San Quintín, Baja California. México.
Email: [email protected]
Teléfono: 01 (646) 117 0515
Resumen:
Debido a que existe en México muy poco trabajo relacionado con la formación de
clusters en empresas agrícolas rurales, éste estudio se realiza con el propósito de
plantear estrategias para la formación de redes empresariales articuladas, distritos
industriales o clusters para el desarrollo de economías emergentes de zonas rurales.
Se parte de la definición conceptual de cluster, sus beneficios y principales
obstáculos a vencer. Este trabajo de investigación es documental, de tipo
exploratorio descriptivo y se desarrolla bajo un análisis de caso, el del Valle de San
Quintín, Baja California. La región agrícola rural mencionada es descrita y utilizada
como un ejemplo para la implementación de una serie de estrategias que fueron
propuestas para la creación de un cluster agrícola. Se discuten las ventajas de
implementarlas y el problema para su implementación, los alcances de este trabajo y
sus limitaciones. Al final se concluye que, las estrategias aquí señaladas son
adecuadas para implementarse en una zona agrícola rural como la descrita en el
caso de estudio, indicando algunas posibles de investigaciones futuras que pudieran
dar seguimiento a este trabajo.
Palabras clave: Cluster agrícola, Estrategias, Zonas rurales.
Capítulo 6. Administración del Desarrollo Regional y Sustentabilidad
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Introducción.
―Es difícil identificar los elementos que hacen exitoso a un cluster y es difícil
combinar todos los elementos que pueden contribuir a lograr dicho éxito, sobre todo
cuando el cluster arranca desde cero‖ (Palazuelos, 2005).
La experiencia de agrupamientos o formación de clusters industriales en México se
describe ampliamente por Neri-Guzmán (2008), en donde destacan agrupamientos
de la industria electrónica en Jalisco, de Tecnologías de la Información en Querétaro
y Baja California, clusters en la industria automotriz, electrodomésticos, eléctrico-
electrónico, metal-mecánico, acero, vidrio y cemento y TI y Software en Nuevo León
(estado que más experiencia tiene en la operación de clusters) e indica muy
particularmente el caso de Chihuahua que representa la primer experiencia en la
formalización de clusters en el país y data de inicios de los años noventa con una
zona lechera de gran impacto, encadenando las actividades agrícolas con la
producción de alimento para ganado, la crianza de ganado y la producción de leche
para la empresa Alpura. El estudio de clusters ha sido un trabajo globalizado y se ha
extendido muy particularmente al sector turismo, en donde la creación de los
mismos ha hecho con el fin de hacer más competitivas a las empresas turísticas
asociadas (Rosenfeld, 1997; Rivas, 1999; Malakauskaite & Navickas, 2010). Los
estudios de esta teoría han llegado a dar lugar a la construcción de modelos, como
el de formación de clusters por el Sistema de Administración Económica Global
(GEMS) propuesto por Kamath, Agrawal & Chase (2012).
Uno de los motivos, si no el principal, que induce a la formación de clusters en las
diferentes industrias surge cuando se identifica la necesidad de operar en un mundo
global, altamente competido, donde sus actividades ya no van a depender sólo de
las actividades que realiza cada empresa sino de su entorno (Corrales, 2007). Es
entonces que las empresas buscan la creación de alianzas estratégicas para realizar
un trabajo en equipo con las ventajas competitivas que implica (Andersen, 2006).
Enright y Ffowcs-Williams (2000) resumen la razón fundamental de promoción de
clusters como sigue:
―La membrecía en clusters y redes puede ampliar la productividad, tasa de
innovación y competitividad de las empresas. Las redes y los clusters brindan
la posibilidad a las pequeñas empresas de combinar las ventajas de las
pequeñas escalas con algunos beneficios de la producción a gran escala. Las
políticas públicas sobre clusters y redes pueden ayudar a las PYMES a
evidenciar las oportunidades y enfrentar los retos asociados a la globalización.
Esencialmente, una política sobre clusters provee un marco para el diálogo y
cooperación entre las empresas, el sector público (particularmente a nivel del
gobierno local y regional) y ONGs. Este diálogo puede conducir a ampliar de
una forma más eficiente, la cooperación entre las empresas, tales como
iniciativas de mercadeo conjunto, la creación de asociaciones para garantizar el
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crédito conjunto, diseño conjunto y patrocinio de entrenamiento, una división
más eficiente de la fuerza laboral entre las empresas, etc. Tal diálogo puede
conducir también a una mejor calidad de las políticas y acciones del gobierno,
tales como en educación, información e infraestructura" (Enright y Ffowcs-
Williams, 2000).
A pesar de todos los motivos y razones expuestas para la formación de clusters en
México, el desarrollo de redes articuladas de empresas agrícolas rurales no ha sido
suficientemente promovido bajo el concepto de cluster (Arón & Martínez, 2003). En
zonas rurales mexicanas ya han sido desarrollados diferentes clusters turísticos,
asociados por ejemplo con el cultivo de la Vid, debido a la estrecha relación que
tiene el vino con el turismo (Morales, 2011; Sánchez, 2007). Sin embargo, al no
estar contemplado el cultivo de la vid, ¿qué atractivos se pueden ofrecer en una
zona rural que fortalezcan comercial y turísticamente una ruta agrícola, como para
considerar la posibilidad de organizarla bajo el concepto de cluster?
Con base en el panorama anteriormente descrito se plantea la siguiente pregunta de
investigación: ¿Qué estrategias deben ser consideradas como fundamentales
cuando se presenta la necesidad de formar un cluster agrícola en una zona rural?
La metodología de este trabajo consistió en realizar una investigación documental
exhaustiva que permitiera explorar y describir las bases conceptuales y contextuales
de la problemática. Con ello nos permitimos formular estrategias que pudieran dar
lugar a la formación de clusters agrícolas en zonas rurales, sin contar con el
atractivo que ofrece el enoturismo. Este trabajo se inicia desarrollando el marco
conceptual de cluster, señalando las ventajas de la clusterización, principales
obstáculos a vencer y un ejemplo del entrelazado interdependiente que representa
un cluster de agronegocios. Posteriormente se describen algunas características del
sitio que se utiliza como estudio de caso para continuar con un listado de posibles
estrategias por utilizar y el papel de las universidades en la realización de clusters
agrícolas. A continuación se discuten las estrategias propuestas con base en el
análisis FODA de la zona, considerando que el caso de estudio ha sido considerado
como ruta agrícola, haciendo comentarios sobre alcances y limitaciones de este
estudio. Finalmente se concluye el trabajo haciendo propuestas de investigaciones
futuras.
Marco conceptual.
¿Qué son los clusters?
Como respuesta al cambio en el entorno de las organizaciones y al creciente
conocimiento de los límites e insuficiencias de las políticas industriales tradicionales,
los gobiernos y los organismos internacionales comenzaron a impulsar no sólo
políticas basadas en la visión de clusters, sino estudios y grupos de trabajo que han
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permitido conocer mejor el nuevo entorno y cómo adaptarse mejor al mismo
(Roelandt & Den Hertog 1998; OECD 1999). Inicialmente estos desarrollos nacieron
y se aplicaron en los países avanzados, pero posteriormente se han realizado
también en los países en vías de desarrollo.
La OECD (1999, p. 85) define los cluster como ―redes de producción de empresas
fuertemente interdependientes (incluyendo proveedores especializados), ligadas
unas a otras en una cadena de producción que añade valor‖. Los Clusters son
sistemas al que pertenecen empresas y ramas industriales que establecen vínculos
de interdependencia funcional entre sí, para el desarrollo de sus procesos
productivos, así como para la obtención de determinados productos, su distribución,
publicidad e imagen del conglomerado industrial.
Porter (1998) define los clusters como "concentraciones geográficas de empresas
interconectadas, suministradores especializados, proveedores de servicios,
empresas de sectores afines, e instituciones asociadas (por ejemplo universidades,
agencias de las normas, y las asociaciones de comercio) en campos particulares
que compiten pero también coperan".
El cluster (conglomerado, En español), alude a un conjunto de empresas que, por su
actividad especializada, conforma un complejo integrado, cuyo dinamismo se
caracteriza por la retroalimentación constante de un círculo virtuoso generador de
innovación. Generalmente están formados por Productores, proveedores (de
insumos críticos como componentes, maquinaria y servicios), distribuidores, clientes,
fabricantes de insumos complementarios, organismos gubernamentales,
Universidades, Asociaciones comerciales, etc.
Sin embargo, mientras que el término aglomeración se refiere principalmente a la
concentración geográfica de compañías o actividades, el término cluster incluye,
sobre todo, los vínculos y la cooperación entre las organizaciones involucradas.
Las dimensiones que pueden ser utilizadas en un análisis cluster, que pueden
permitir clasificar los estudios cluster y precisar el concepto de cluster empleado, son
las siguientes:
a. Tipo de relación (interdependencia y/o similitud) entre empresas o sectores;
b. Tipo de flujos (de productos o difusión de de conocimientos innovadores);
c. Nivel de análisis (micro, meso o macro);
d. Límites espaciales del cluster (nacional, regional o local);
e. Organizaciones e instituciones tomadas en consideración.
En el enfoque cluster basado en la interdependencia se parte de la idea de que los
actores tienen requerimientos diferentes y que las competencias o productos de
unos son necesarios para la producción o innovación de los otros. Siendo así, las
empresas se encuentran interconectadas horizontalmente (en el caso de que
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realicen actividades similares) o verticalmente (por su calidad de proveedoras o
compradoras de insumos).
Hoen (1999, p. 1) afirma que la relación entre empresas en un cluster se puede
referir a:
a. Vínculos productivos: empresas o sectores que conforman una cadena de
producción,
b. Esfuerzos innovadores: empresas o sectores que cooperan en el proceso
de difusión de innovaciones tales como nuevas tecnologías o productos,
El nivel micro del análisis cluster hace referencia a vínculos entre empresas.
Generalmente este tipo de estudios analiza la competitividad de una red de
proveedores en torno a una empresa núcleo. Esta clase de análisis se usa para
análisis estratégicos de la empresa y para identificar eslabones perdidos o socios
estratégicos cuando los proyectos de innovación abarcan toda la cadena de
producción.
Los análisis cluster de nivel meso se fijan en las vinculaciones intra e
intersectoriales. Normalmente consisten en llevar a cabo una especie de análisis
FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas,) o un análisis de
benchmarking (de mejoras prácticas) en ramas interrelacionadas en una cadena de
valor. Cabe señalar que este es el nivel de análisis de clusters más habitual (Hoen,
1999).
Un ejemplo de cluster agrícola puede estar representado en la siguiente figura, en
donde el Banco Mundial, por medio del Departamento de Comercio Internacional
representa un ―Agronegocio‖ que surge de los productores o procesadores de
productos agrícolas.
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Figura 1. Representación esquemática de un cluster de agro negocios.
Fuente: International Trade Department of The World Bank (2009)
También el Plan Estratégico de Desarrollo para Ensenada Baja California (2005)
presenta un modelo conceptual de cluster, el cual se presenta en la siguiente Figura.
Figura 2. Representación de un Modelo Regional de clúster.
Fuente: Velázquez, 2010.
Otros constructos también han sido definidos por otros autores como: "Cluster
Industrial Regional", referido a la concentración geográfica de negocios, proveedores
de bienes, partes y proveedores de servicios e instituciones asociadas en un campo
en particular, así como "Iniciativa de Cluster" como un esfuerzo formalmente
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organizado para promover el crecimiento de clusters y la competitividad por medio
de un trabajo colaborativo entre los participantes (Mills, Reynolds, & Reamer, 2008).
Ventajas de la clusterización.
Facilitan el desarrollo de la industria y economía local mediante la obtención de
ventajas competitivas (Corrales, 2007).
Estimulan la innovación y mejoran la productividad (Mills, Reynolds, & Reamer,
2008) y competitividad (Malakauskaite & Navickas, 2011).
Pueden facilitar la comercialización y formación de nuevos negocios (Vera,
2006).
Se amplía el mercado para todas, más allá de lo que lo haría en el caso de que
cada una estuviese operando aisladamente.
Se fortalecen las posibilidades de tener acceso a financiamientos y
capacitaciones.
Se estandariza la calidad de productos y servicios.
Se reducen los costos de producción y de comercialización.
Se genera mayor confianza y reputación, lo que redunda en menores costos de
transacción.
Se incrementa la capacidad negociadora.
Se obtiene un mayor valor agregado del conjunto de empresas asociadas.
Fomenta el desarrollo de los flujos de conocimiento y de capital humano.
Proporciona evidentes mejoras de los procesos y las capacidades de
organización.
Aumenta la competencia, inducida por la concentración de empresas en el
mismo espacio geográfico (Doeringer, & Terkla, 1995).
Genera una mayor especialización y división del trabajo, y, por ende, una mayor
productividad (Vera, 2006).
La fuerte interacción entre productores, proveedores y usuarios facilita e induce
un mayor aprendizaje productivo, tecnológico y de comercialización.
Facilita la acción colectiva del conjunto para lograr metas comunes
(internacionalización, capacitación, centros de seguimiento y desarrollo
tecnológico, campañas de normas de calidad, etc.).
Proporcionan mayor flexibilidad y reacción más rápida ante situaciones
adversas, etc.
A pesar de tantos beneficios que han sido reportados, y muchos de ellos de manera
teórica, un problema que aparentemente se presenta al momento de establecer
iniciativas de formalizar algún cluster industrial es que no existen suficientes análisis
empíricos rigurosos que respalden dicha teoría (Martin & Sunley, 2003).
Principales obstáculos a vencer:
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a. Existe muy arraigada una cultura empresarial de no cooperación. Es muy
difícil pasar a una modalidad de cooperación (Meyer & Harmes, 2005). Suele
suceder que quienes no participan en los clusters se benefician de los
esfuerzos cooperativos de otros bajo una condición ―oportunista‖ o de
―beneficiario gratuito‖. Se requiere una nueva forma de ver a los negocios.
b. El ambiente legal no está en su etapa de madurez óptima en materia de
formalización de clusters agrícolas.
c. En las micro empresas se tiene muy limitado al recurso humano, como para
introducirlos a nuevas actividades.
d. La concentración geográfica parece fortalecer la conducta competitiva de tipo
predatorio (predatory behavior). Ésta se refiere a la competencia intensa que
existe entre empresas del mismo tipo o que atienden al mismo mercado
(Pacheco, 2004, p. 697).
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¿Cómo puede estar conformado un cluster agrícola?
Un cluster agrícola debe estar conformado por todas las empresas involucradas en
el concepto que los une, la agricultura, es decir, por todos los entes económicos que
forman parte de la cadena de valor que participa en hacer llegar hasta el consumidor
final los bienes que se producen, así como las empresas de otros sectores
(comercial, de servicios, turística, etc.) que conviven en el entorno interdependiente
del cluster y sacan ventaja de los procesos, necesidades y hasta del mercado
asociado al proceso comercial de los productos agrícola, como el turismo, en este
caso, rural. Un ejemplo de los participantes en este tipo de cluster se detalla en el
siguiente listado:
Productores de frutas, verduras y hortalizas, así como empresas de la industria
de la transformación que genera productos agrícolas enlatados o en cualquier
otra presentación.
Proveedores de materiales, equipo, maquinaria, servicios e información,
Instituciones financieras especializadas,
Productores o comercializadores de productos o prestadores de servicios
complementarios como formuladores y aplicadores de fertilizantes y plaguicidas,
Proveedores de infraestructura especializada, como invernaderos, malla sombra,
micro y macro túneles, etc.
Gobierno y otras instituciones que proveen capacitación especializada,
educación, información, investigación y apoyo técnico, por ejemplo:
universidades, centros de investigación y otros proveedores de capacitación
técnica,
Agencias gubernamentales con influencia. Aquellas que fijan normas y están
involucradas en la creación de políticas públicas relevantes,
Asociaciones comerciales y otras entidades del sector privado,
Empresas comerciales que se incorporan con la venta a menudeo de productos
agrícolas crudos o transformados, artesanías,
Distribuidores de productos, insumos, material de oficina, limpieza, etc.
Servicios de transportación y exportación de productos,
Empresas de servicios que le dan vida al sector turismo como hoteles y
restaurantes, empresas de entretenimiento y diversión,
Empresas de servicios administrativos y contables, etc.
Un ejemplo en Baja California de empresas agrícolas que ha desarrollado de
manera emergente y exitosa una asociación articulada de empresas tipo cluster es
la Ruta del vino del Valle de Guadalupe (Morales, 2011). Esta ruta fue desarrollada
en un sector rural muy próximo a la ciudad de Ensenada y aún más de la frontera
con USA, motivos que han influido mucho en el éxito de este desarrollo agrícola
(Sánchez, 2007). Como es de esperarse, en este ejemplo, la influencia del sector
turismo ha sido determinante para el buen desarrollo de esta ruta agrícola rural, que
más bien podría ser considerada como ruta turística.
Capítulo 6. Administración del Desarrollo Regional y Sustentabilidad
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Análisis FODA del sector agrícola en una zona rural de Baja California, México.
Por acuerdo de cabildo del XVIII Ayuntamiento de Ensenada, en sesión
extraordinaria del día 12 de enero de 2006, se aprobó la creación de la
Administración Regional denominada Región San Quintín y su Valle, la cual quedó
integrada dentro de la demarcación que comprenden las Delegaciones Municipales
Camalú, Colonia Vicente Guerrero y San Quintín, B.C. La población total de esta
región es de 81,339 habitantes repartidos en 13,746 para Camalú, 27,373 en la
Colonia Vicente Guerrero y 40,220 en San Quintín (CONEPO-COLEF, 2003). Como
respuesta a las necesidades de desarrollo de esta región, el Valle de San Quintín ha
sido declarado como “Ruta Agrícola” por el Gobierno de Estado de Baja California.
En el Programa de Desarrollo Regional San Quintín (Gobierno del Estado de Baja
California, 2007; COPLADE, 2008; Morales & Flores, 2009) se han hecho análisis
FODA de la Región de estudio. Entre los resultados de dicho análisis se destacan,
en el siguiente listado, los resultados más relacionados con una posible formación
de un distrito industrial agrícola (cluster):
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Debilidades
• Economía con base en un solo rubro: la agricultura.
• Utilidades que se reparten sólo con el distribuidor extranjero.
• Aun predomina el "cacicazgo", con sus consecuencias asociadas.
Fortalezas
• El potencial de desarrollo económico a través de la agricultura
altamente tecnificada con calidad de exportación. Se han diversificado
las estrategias de producción, desarrollando tecnologías de cultivo
controlado con el uso de invernaderos, malla-sombras, micro y macro
túneles, tecnologías de hidroponía, etc.
• Amplia experiencia en tecnologías de cultivos regionales
• La presencia de instituciones de los tres órdenes de gobierno como
impulsoras del desarrollo.
• Potencial humano profesional y en preparación en centros universitarios
locales.
• Carácter de la población, con deseo a desarrollarse.
• Gran número de vocaciones de uso de suelo (agricultura, ganadería,
pesca, acuacultura, forestal, turismo y ecoturismo).
Amenazas
• El agua, como insumo básico, es escaso y ha limitado el crecimiento
de muchas empresas agrícolas.
• Apoyos y programas de las autoridades municipales y estatales escasos
por la centralización en zonas urbanas fuera de la región.
• Existencia de boicots y dumping de los productos y cierre de la frontera
nacional.
Oportunidades
• Ubicación geográfica estratégica de la península, por la cercanía con el
mercado de Estados Unidos.
• La municipalización del Valle de San Quintín está muy cerca y solo va a
suceder con la demostración de la independencia económica de esta
región.
• Grandes posibilidades de desarrollo del Proyecto Punta Colonet.
• Demanda externa de productos regionales (orgánicos, acuícolas,
extractivos, etc.).
• Interés de empresas y capitales para invertir en desarrollos turísticos e
industriales en la Región.
• Se cuenta con una afluencia continua de Turismo internacional y nacional
que pasa por carretera con destino a las zonas turísticas del sur de la
península que pueden ser parte del mercado potencial.
¿QUÉ ESTRATEGIAS UTILIZAR?
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La estrategia es una disciplina que está adquiriendo cada vez mayor importancia en
el pensamiento comercial y económico. A este respecto, Porter (2002) señala que
una estrategia competitiva es una combinación de metas que buscan las empresas y
políticas que permitan alcanzarlas.
A continuación se describen una serie de consideraciones, que bien algunas podrían
ser posibles estrategias de retomar por las empresas interesadas en participar para
la formalización de un cluster en la zona del caso de estudio:
a. ACTUAR (ocuparse) hacia "adentro".
Tanto el empresario como las instituciones públicas, deben entender que la base de
la competitividad se encuentra dentro de la misma empresa. Las actividades
prioritarias a desarrollar deben incluir: la minimización de costos a lo largo de toda la
cadena de valor (Porter, 2002), el conocimiento constante del mercado, optimizar la
estructura organizacional de cada empresa, desarrollar innovaciones en la calidad
de bienes y servicios de manera continua y elegir las estrategias adecuadas que les
permitan competir.
b. Investigar continuamente la Demanda de los mercados nacionales e
internacionales.
Para entender al mercado y la demanda tanto local como internacional es crucial
mejorar la calidad de los productos y que se diversifique la oferta ya existente. Eso
implica que se deba atender la demanda local y regional con productos procesados
de excelente calidad (Aragón & Rubio, 2005). Si se piden certificaciones que abran
puertas comerciales al mercado europeo o asiático, no debe quedar otra opción que
certificarse.
c. Formación de nuevas empresas.
Para mejorar la fortaleza de los sectores de apoyo del sector agrícola de zonas
rurales es importante fomentar la creación de otras empresas de la transformación
como todo tipo de procesadoras de alimentos agrícolas, empresas comerciales
(proveedoras de insumos) y de servicios (como de transporte, refrigeración, de
alimentación y hospedaje y servicios turísticos, entre otros).
d. Evitar la sobre-especialización.
Este es un elemento muy importante que se debe considerar, sobre todo en el
proceso de planeación del desarrollo regional integral de una economía. Si una
región se especializa en un solo tipo de industria, como en el caso del sector
agrícola con monocultivos o cultivos extensivos, las probabilidades de que dicha
industria colapse aumentan, cuando dicho sector industrial se enfrenta a condiciones
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adversas. Ante esta estrategia de desarrollo es altamente recomendable fomentar el
surgimiento de empresas asociadas a las actividades agrícolas como son aquellas
relacionadas con el turismo, intensificando el comercio de productos así como la
industria de la transformación de dichos productos.
e. Desarrollo de la industria Turística.
Debido a que un cluster debe incorporar la muy valiosa integración de turistas
nacionales e internacionales al proyecto de desarrollo agrícola por medio de la
creación de clusters, es importante destacar el objetivo específico descrito en el
Programa de Desarrollo Regional San Quintín (Gobierno del Estado de Baja
California, 2007) que resalta la necesidad de Posicionar a la Región como un centro
turístico, estatal, nacional e internacional. Integrar a empresas comerciales turísticas,
así como contar con más y mejores ofertas de servicios (hoteles, restaurantes, etc.)
para los turistas, todos bajo un mismo ambiente agrícola, daría pauta para que la
ruta agrícola se hiciera cada vez más atractiva e incrementara con ello el desarrollo
económico de la región.
La estrategia general propuesta.
El desarrollo de una estrategia de implantación debe incluir metodologías exitosas
utilizadas en el desarrollo de clusters (Meyer & Harmes, 2005), ya sea de México o
de otros países.
Porter (2002) describe los pasos para formular una estrategia competitiva, en este
caso que induzca a la formación de clusters agrícolas, tal como se requiere en
nuestro caso de estudio, con empresas dispersas.
Como primer paso de la estrategia general que se debe considerar para formalizar el
trabajo de cluster consiste en realizar un análisis exhaustivo de la industria y de la
competencia, a fin de lograr identificar las fuerzas competitivas, así como la
estructura dentro de la industria y la posición de los rivales poderosos. De esta
manera se evalúa la situación del cluster que se quiere desarrollar; Es en este
primer paso que las empresas empiezan a tomar conciencia del concepto y a
diseñar planes de trabajo conjunto.
En el paso dos se descubren las causas más probables de la fragmentación,
mientras que en el paso tres se examinan las causas encontradas. Ante este
panorama se procede a dar respuesta a preguntas como: ¿es posible superar cada
una de las causas mediante la innovación o el cambio? ¿Existe la manera de
retomar las mejores prácticas y políticas a nivel mundial, relevantes para el sector?
Durante estos dos pasos se inicia el proceso de ―articulación‖ de forma que se
establezcan compromisos en las relaciones de colaboración entre empresas e
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instituciones de apoyo. Los grados de sofisticación de tales relaciones dependerán
del grado de compromiso de los miembros del cluster (Hughes & Weiss, 2008).
El paso cuatro procede siempre y cuando, con la respuesta a las preguntas
planteadas, se indique que si se puedan superar las causas principales de la
fragmentación. De ser así, se evaluará si la estructura futura de la industria aportará
rendimientos atractivos. Es entonces que se comienzan a producir relaciones de sub
contratación, "outsourcing" investigación tecnológica, acciones de promoción
conjuntas. etc., en función de los intereses del grupo.
¿Cómo podrían apoyar las universidades?
Ahora cabe hacer la pregunta ¿Cuál es el papel de las instituciones locales para
promover el desarrollo de clusters? Para responder a esta pregunta Molina, López &
Guía (2002) se dieron a la tarea de investigar la respuesta bajo el nombre de
distritos industriales. En el Programa de Desarrollo Regional San Quintín (Gobierno
del Estado de Baja California, 2007) se indica que para Impulsar efectivamente la
actividad agropecuaria es necesario seguir la línea de acción referente a fomentar
que las universidades formen profesionistas en áreas acordes a las necesidades de
los sectores productivos de la Región y Gestionar la capacitación de los productores
y trabajadores en una nueva cultura laboral para el desarrollo de la empresa y el
incremento de la competitividad.
Es en este sentido que, las universidades, como promotoras del desarrollo
económico regional deben tomar el compromiso de involucrarse con las necesidades
de las empresas agrícolas y comerciales a fin de ayudarles a impulsar su
organización, eficiencia e incrementar su competitividad. Algunas de las acciones a
seguir, para que las universidades puedan participar en darles apoyo a manera de
centros consultivos (fortaleciendo con ello su vinculación con el sector productivo),
pudieran estar contenidas en el siguiente listado:
Apoyar a las empresas agrícolas en investigación y desarrollo tecnológico
agropecuario, así como la transferencia de tecnología a los productores y la
inducción de prácticas sustentables.
Asesorarlas para la implantación de agricultura bajo condiciones protegidas;
Ofrecer pláticas, cursos y talleres que conduzcan a empresas comerciales y de
servicios (que participen en encadenamientos productivos con las
agropecuarias) a mejorar su desempeño contable y administrativo.
Ayudar a los empresarios a encontrar los medios adecuados para enfrentar de
manera más eficiente el proceso de globalización;
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Inducir a emprendedores de la sociedad rural para que formalicen sus proyectos
agrícolas y actualicen su tecnológica para que permitan incrementar su
productividad y su mejora continua;
Actualizar a los productores en los procesos de extracción o cosecha,
acondicionamiento con grados de calidad del producto, empaque, acopio y
comercialización, a fin de mejorar la eficiencia en sus procesos;
Apoyar en el fortalecimiento de servicios de apoyo a la producción, en particular
el financiamiento, el aseguramiento, el almacenamiento, el transporte, la
producción y abasto de insumos y la información económica y productiva;
Fomentar los sistemas familiares de producción;
Apoyar y guiar al emprendedor agroindustrial en la integración de cadenas
productivas;
DISCUSIONES.
Antes que nada, es necesario destacar que la Región San Quintín y su Valle ya está
reconocida con el nombre de ―Ruta Agrícola‖ por el gobierno del Estado de Baja
California. La importancia de ello radica en que ya están definidas oficialmente las
dimensiones geográficas del cluster, delimitadas, como se dijo, por 3 delegaciones.
De esta manera, todas las empresas e instituciones localizadas o con injerencia en
cada una de estas 3 delegaciones deben ser organismos potenciales a considerar
como participantes en el cluster.
De esta región ha sido realizado un análisis FODA en el cual se pueden apreciar
más fortalezas y oportunidades que debilidades y amenazas. Bajo la consideración
de dicho análisis se puede deducir que la integración de un cluster agrícola puede
favorecer enormemente al desarrollo económico de esta región, lo cual repercutiría
en la aceleración del proceso de municipalización de San Quintín. Por otra parte,
dicha integración también puede actuar como punta de lanza en el momento que se
haga realidad el desarrollo portuario de Punta Colonet. Si la amenaza del agua se
percibe como tal, debe ser considerada más bien como una oportunidad que ya ha
estado siendo aprovechada por muchos agricultores con el desarrollo de la
agricultura protegida y el uso de sistemas de hidroponía. Por lo tanto, la creación de
un cluster agrícola vendría a fortalecer la economía regional en esta zona rural.
Con respecto a los obstáculos a vencer se puede argumentar lo siguiente. La
arraigada cultura empresarial de no cooperación, que si es cierto que es muy difícil
de sobrellevar, debe superarse (López & Calderón, 2006). Decir que se puede lograr
con labores de educación, involucramiento o simple convencimiento es muy fácil. Sin
embargo, es probable que al darles a conocer la existencia de clusters exitosos en
México y explicarles la necesidad de su involucramiento en términos de costo-
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beneficio, es decir, con las ganancias que se pueden lograr, puede resultar más
convincente.
Por otra parte, si es cierto que el ambiente legal no está en su etapa de madurez
óptima en materia de formalización de clusters agrícolas, también es cierto que no
es un impedimento para que se gestione la autorización y apoyo, ante autoridades
gubernamentales para la formación de un nuevo cluster.
Con respecto a la limitación de las microempresas de recurso humano calificado que
pudiera ser el medio involucrado responsable de cada microempresa para la
formación de clusters, es posible considerar que la eficiencia en los actuales medios
de comunicación, así como la forma sistemática de trabajar en equipo con reuniones
que generen minutas o actas detalladas de acuerdos, pueden no sustituir la falta de
recurso humano, pero si permitir que aun con el mismo personal se mantengan
informados y participando activamente en el cluster.
La parte más delicada a considerar pudiera ser la considerada por Pacheco (2004)
quien afirma que la ventaja de estar concentrados geográficamente fortalecería la
conducta competitiva de tipo predatorio (predatory behavior). Ésta se refiere a la
competencia intensa que existe entre empresas del mismo tipo o que atienden al
mismo mercado (Pacheco, 2004, p. 697). Ante esta imposibilidad de control por
parte del cluster, debería solucionarse considerando la primera estrategia explicada
anteriormente en este documento. Es decir, para competir con calidad y eficiencia
todas las empresas deben actuar hacia adentro. Esto se refirió anteriormente como
la necesidad tanto de los empresarios como las instituciones públicas, por entender
que la base de la competitividad se encuentra dentro de la misma empresa.
El mayor riesgo en la creación de clusters es generar expectativas poco realistas, en
cuanto al grado de innovación (de bienes y/o servicios) que se puede esperar de
micro y pequeñas empresas, agrupadas o no, y cómo se puede dar apoyo a tales
iniciativas (Meyer & Harmes, 2005).
Finalmente, si hay autores que afirman que los gobiernos, deben actuar como
catalizadores o agentes intermediarios que faciliten el establecimiento de vínculos
entre empresas, ofreciendo las estructuras de apoyo necesarias para facilitar el
proceso de cluster y la innovación, también es necesario enfatizar que el papel de
las universidades e institutos de investigación es crucial en la realización de análisis,
estudios y capacitaciones. Los gobiernos pueden ayudar a vincular la investigación
con la acción. Una política efectiva de clusters debe considerar la interacción entre
investigadores, capitales de la industria, científicos, políticos y gestores,
constituyendo foros para el diálogo constructivo.
Alcances y limitaciones del presente trabajo.
Retos de las ciencias administrativas desde las economías emergentes: Evolución de sociedades.
Página 17
El presente estudio presenta posibilidades de ser retomado por los diferentes
conglomerados de empresas agrícolas de zonas rurales de toda la república
mexicana. Sin embargo, debido a que la interpretación de las estrategias de
formación de clusters agrícolas se realizó considerando como caso de estudio al
Valle de San Quintín, en Baja California, como limitación es aconsejable considerar
que se adapten las estrategias propuestas, debido a que las facilidades de
adquisición de tecnologías y restricciones de insumos indicadas en este caso de
estudio pueden ser diferentes. Además es importante considerar que el sector
asociado de transportes de productos agrícolas, pudiera tener una influencia mucho
más fuerte, debido a las diferentes distancias para la exportación de sus productos a
USA.
Conclusiones e investigaciones futuras.
En el desarrollo del presente trabajo se han podido apreciar tanto argumentos a
favor o ventajas en la formación de clusters como posibles impedimentos u
obstrucciones para su constitución. Después de haber discutido detalladamente los
resultados expuestos es posible concluir que las estrategias antes descritas son
adecuadas para implementarse en una zona agrícola rural como en el caso de
estudio del presente trabajo. La necesidad de proyectar el desarrollo agrícola a nivel
global y con ello hacer más competitivo el desarrollo económico regional, dichas
estrategias pueden favorecer la posibilidad de formación de un cluster agrícola en la
zona rural de la Región de San Quintín y su Valle.
Con el fin de poder darle seguimiento a este trabajo puede resultar atractivo realizar
investigaciones causales y correlacionales con información proporcionada por
empresarios y ejecutivos institucionales potenciales de integrarse al cluster
propuesto. Resultados de estas investigaciones en esta ruta agrícola pueden
ayudar a definir con mayor precisión el estado actual en que se encuentran las
empresas agrícolas del Valle y con ello poder dar un diagnóstico más realista del
interés y disponibilidad de participación de los empresarios que pudieran estar
involucrados.
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