FEDERACIÓN DE COLEGIOS DE VALUADORES, A.C.
LIII CONGRESO NACIONAL DE VALUACIÓN
Tema central: VALUADOR INDEPENDIENTE
Con el lema: LA INDEPENDENCIA DEL VALUADOR PROFESIONAL
“LOS INTANGIBLES EN LA VALUACIÓN DE INMUEBLES HISTÓRICOS”
Presenta: Mtra. Arq. María del Rocío Furlong Salgado
Colegio de Valuadores de Puebla A. C. (COVAPUE)
Puebla de los Ángeles, 26 de Junio de 2017
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LOS INTANGIBLES EN LA VALUACIÓN DE INMUEBLES HISTÓRICOS:
CÁLCULO DEL FACTOR POR VALOR HISTÓRICO.
En el México actual, la valuación de inmuebles históricos se encuentra en un escenario
estático y limitativo porque no considera valores intangibles propios de los inmuebles
como historicidad, autoría, estética, autenticidad, ornamentación y estilo por nombrar
algunos así como los valores de su contexto como por ejemplo imagen urbana - paisaje,
su ubicación con respecto a un nodo o entorno histórico por éstas razones, es necesario
que las metodologías para valuar inmuebles históricos comúnmente usadas en la
actualidad evolucionen estableciendo nuevos paradigmas abandonando los prototipos
conocidos en el pasado para encontrar nuevos referentes y poder crear bajo el marco de
la investigación científica y analítica un nuevo modelo valuatorio para la obtención de un
factor al que llamaremos por valor histórico.
Los espacios arquitectónicos creados por el hombre en tiempos y lugares
determinados son la identidad del ser humano, reflejan la sociedad que vivió en un tiempo
y lugar de acuerdo a condiciones propias de esa época, todas estas edificaciones son su
memoria histórica. Estos espacios arquitectónicos deben ser protegidos y salvaguardados
por la sociedad actual que los vive y que los alberga de tal manera que, los inmuebles
históricos al ser valuados desde esta concepción se deben considerar dentro del conjunto
patrimonial en que se encuentran o aislados según sea el caso, además de sus propias
características arquitectónicas, sistema constructivo y diseño así como las intervenciones
a las que han sido sometidos a través de su vida.
En las metodologías de valuación de inmuebles históricos utilizadas actualmente en
México, todos estos rubros mencionados no son considerados y las menos que son
incluidas como por ejemplo, es si el inmueble está catalogado o si se encuentra dentro de
un conjunto de inmuebles declarado como patrimonio cultural además de incluir la
antigüedad, son los escasos conceptos que se califican para determinar un factor de
premio por tratarse de un inmueble histórico sin embargo, si el sujeto de estudio se
encuentra no restaurado, fuera de un conjunto de inmuebles declarado patrimonio cultural
de la humanidad, las metodologías valuatorias mencionadas no incluyen estos casos así
que estos inmuebles son etiquetadas como ruinas inservibles, edificaciones en desuso,
obsoletas, inseguras y peligrosas, logrando desvalorizarlas totalmente y en gran medida
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para justificar su destrucción con la finalidad de utilizar éstos espacios de terreno los
cuales generalmente son idóneos e importantes por su ubicación, dentro de las zonas
urbanas, con el fin de obtener grandes rendimientos monetarios.
La metodología para la obtención del factor por valor histórico propuesta elaborará
los soportes teóricos para la valuación, unificando criterios entre los valuadores además
de incluir los valores intangibles propios de inmuebles patrimoniales históricos y de su
entorno; también incluirá todos los inmuebles con características patrimoniales:
restaurados o sin restaurar, que se encuentren dentro o no de un perímetro delimitado por
la autoridad competente, inmuebles catalogados o no catalogados además de contener el
patrimonio del siglo XX hasta ahora, poco respetado.
Para establecer la metodología para la obtención del factor por valor histórico, los
avalúos deben elaborarse de manera conjunta, debe ser un trabajo interdisciplinario entre
el valuador y restaurador (conservador), aceptando los puntos de vista del profesionista
independiente mencionado, requiere ser un trabajo interdisciplinario y amplio, ya que
actualmente no considera diversos aspectos como su historia que definitivamente haya
repercutido en el desarrollo de la comunidad o que hayan sido testigos de sucesos
importantes por su trascendencia.
En la gran mayoría de los casos referentes para valuar el patrimonio edificado, son
predios ubicados en zonas de alta plusvalía así dando paso a la destrucción del
patrimonio histórico y por consiguiente, a la identidad de las naciones. Otras más por
ejemplo, no han sido apreciadas en sus instancias históricas o artísticas, y solo se les ve
como espacios inaprovechados. Se debe valuar el patrimonio edificado de manera
diferente a lo tradicionalmente usado con las metodologías aún vigentes hasta este
momento, y a los procedimientos comunes de edificaciones que no tienen características
patrimoniales, es decir, proporcionar una metodología que contemple la riqueza
arquitectónica y la armonía con su entorno urbano su valor desde las variables de la
estética, funcionalidad, ambiental, constructiva e historicidad para darle su justo valor de
cambio.
En la actualidad, los procedimientos o metodologías utilizados por el valuador no
consideran estas variables, en el ámbito valuatorio no se cuenta con una herramienta útil
o una metodología que unifique los criterios que vislumbren todas las variables
mencionadas para elaborar un avalúo sobre el patrimonio edificado histórico apegado a
su realidad, esto genera una serie de inconsistencias y una gran diversidad de criterios en
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el momento de obtener un valor comercial a este tipo de inmuebles ya que se obtienen
estos valores comerciales de manera apreciativa y no sustentada bajo el marco de la
investigación científica, con diferentes criterios no sustentados.
El planteamiento de la metodología para la obtención del factor por valor histórico
considera tres grupos:
1. Factores de Zona: Incidencia social, imagen urbana / paisaje,
ubicación y entorno histórico.
2. Factores Arquitectónicos: época, historicidad, autenticidad, uso,
funcionalidad, autoría, estilo, ornamentación / decoración, calidad
edificación y estética.
3. Factores por intervención: intervenciones y eficiencia proyectual.
1.- Factores de Zona: El entorno urbano arquitectónico es el espacio que rodea,
envuelve o limita al ente humano de manera imaginaria, todo aquello con lo que nos
encontramos arquitectónicamente así como urbanísticamente, las calles, el equipamiento
urbano y las edificaciones que en ese espacio imaginario se encuentran; el medio urbano,
la forma física de la arquitectura y la ciudad podrían interpretarse como la traducción de
imaginarios y donde expresan sus aspectos sociales, culturales, económicos y hasta
políticos de quienes habitan esos espacios de donde este ambiente, revela una serie de
estructuras de pensamiento que regulan las relaciones entre las personas y la estructura
física de su hábitat. Las dimensiones imaginarias urbana – arquitectónica donde se
expresa una sociedad con características específicas de cultura, relaciones sociales y
económicas y políticas que se entrelazan las relaciones físicas, materiales, tangibles
como las calles, los edificios y las casas con éstas intangibles, la economía y las
relaciones sociales siendo una dimensión material y subjetiva.
La urbe no sólo es una dimensión espacial material que además de ser capturada
por los sentidos a la misma percepción del hombre, además se capturan las condiciones
de la sociedad que la creó, su cultura, su economía y su política que son percibidas por
los sentidos del hombre, las interioriza identificándose con la existencia espacial de
acuerdo al lugar y momento que esté viviendo el ser humano lo que hace que pueda
comprender lugares y espacios en diferentes épocas luego entonces, el ser humano es
capaz de entender el hábitat en el que se encuentra a partir de las experiencias y
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significados así como emociones identificando un territorio y comprendiendo las formas
espaciales además de asociarlo con las relaciones culturales, sociales, políticas y
económicas de los individuos conjuntándolo con el tiempo. Por estas razones, es muy
importante la valorización del espacio ya sea urbano arquitectónico o de paisaje donde se
encuentran los inmuebles con características patrimoniales objetos de estudio.
El análisis de los valores económicos, sociales y culturales dentro de los cuales
se crea el inmueble a valuar será el valor económico refiriéndonos al método de
capitalización de rentas, el ingreso posible o real que tiene y desde los ojos del
conservador, es el poder adquisitivo que tuvieron los creadores del inmueble histórico
abarcando además el dominio que alcanza la sociedad en la que se construyó. Este punto
es muy importante porque es un excelente indicador económico que refleja la situación
económica que poseían los propietarios de los inmuebles patrimoniales en el momento de
su construcción así como de la sociedad en la que se desenvolvían, este aspecto desde
los ojos del valuador será la clasificación que podrá asignarle al inmueble en cuanto a la
calidad constructiva.
Con respecto al punto de valor social, será desde el enfoque de la integración de
sus usuarios a la sociedad en la que se desarrollaban en cuanto a sus funciones o
actividades sociales que desarrollaban es decir, sus labores o quehaceres. También se
debe contemplar en la manera de lo posible, a los usuarios de ese inmueble, individuos
que lo crearon porque explicará el partido arquitectónico del inmueble con respecto a las
funciones de cada área.
Por último el valor cultural, de la misma jerarquía que el valor económico y que el
social pero tal vez el más difícil de cuantificar por su naturaleza cualitativa. En este punto
se debe realizar una indagación sobre los sucesos ocurridos en el entorno al inmueble
valuado desde su creación y durante el transcurso de su vida misma hasta la actualidad.
Habrá que describir usos y costumbres de cada época.
En cuanto a la integración urbana es imprescindible hacer un reconocimiento del
entorno desde su origen tal vez rural, suburbano o urbano, lugar donde se edificó de
inicio. Esta actividad se solventará con una investigación documental sobre la historicidad
de la zona, el origen y su importancia dentro de la población o ciudad en la que se
encuentra, revisar con especial cuidado los cambios que ha sufrido durante el paso del
tiempo, reconocer nodos, identificar factores externos que provoquen cambios en el
desarrollo urbano de la zona en que se encuentra el inmueble, analizar el comportamiento
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del cambio de uso de suelo de la zona y del propio inmueble porque esto indudablemente
son factores importantes que le afectan; este reconocimiento y comprensión del
comportamiento del entorno nos arrojará las razones del partido arquitectónico del
inmueble, sus cambios interiores tanto de usos en sus espacios como de la decoración lo
que nos conducirá a reconocer su integración arquitectónica a la vez de su integración
urbana.
A continuación se explican los cuatro rubros que forman los factores de zona:
1.- Incidencia Social: es la influencia del inmueble objeto de
estudio dentro del entorno en el que se encuentra, pudo haber
sido un detonante para el desarrollo social, económico o político
en su época repercutiendo en la vida de la población que lo
alberga y en beneficio de varias generaciones.
2.- Imagen urbana o paisaje: este concepto se analiza con
respecto al entorno urbano, si el inmueble analizado se integra o
no al contexto urbano – rural o de paisaje, si es parte de un
conjunto de inmuebles patrimoniales en zona urbana y si se
encuentra en zona rural o alejado de la mancha urbana, el
inmueble está integrado al paisaje en el caso de estar fuera de
un entorno patrimonial o grupo de inmuebles patrimoniales.
3.- Ubicación: ésta no sólo considerada dentro del perímetro
señalado por una autoridad competente o un catálogo, se refiere
al inmueble objeto de estudio como un nodo dentro de un
poblado o ciudad, analizando en su entorno las actividades
económicas, sociales y culturales que se realicen para valorar su
importancia de ubicación con respecto al resto de los inmuebles
de la localidad.
4.- Entorno Histórico: son los datos históricos del conjunto
arquitectónico donde se encuentra inmerso el inmueble objeto
de estudio, se debe valorar este concepto en cuanto al espacio
urbano - arquitectónico en su conjunto, la importancia respecto
al aspecto histórico del entorno donde se encuentra y la
importancia que pudo haber tenido en un tiempo y espacio
determinados.
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2.- Valores arquitectónicos propios del inmueble: Se refiere a los exclusivos de la
edificación a valuar los cuales fueron diseñados y creados en un tiempo y espacio
determinados específicos del propio inmueble; los que se incluirán en la metodología
propuesta son los que a continuación se describen:
5.- Época: Definido como el espacio de tiempo en el que fue
creado el inmueble valuado, la metodología propone que se
debe realizar una investigación documental en archivos públicos
o privados para obtener la fecha o período de tiempo en que el
inmueble se construyó con el fin último de obtener la edad
cronológica del inmueble que en muchas ocasiones, se debe
considerar que no siempre corresponderá al sistema
constructivo, acabados o estilo que podría tener el inmueble en
el momento de su inspección porque el inmueble ha sufrido
cambios y transformaciones durante su vida. La época
corresponderá a la datación del inmueble obtenida de fuentes
documentales fehacientes que lo acrediten. Ahora bien, para
plantear el modelo de valorización con respecto a la época
variará de acuerdo a la antigüedad, es razonable considerar que
un inmueble con mayor antigüedad tendrá más valor que uno de
época más reciente, independientemente de valorar el resto de
los conceptos, la razón es que a mayor edad el inmueble será
más valioso por su misma permanencia en el tiempo. Se debe
tener un especial cuidado en clasificar al analizar este rubro
porque los inmuebles van sufriendo ampliaciones en tiempos
diferentes y se deben diferenciar dichas construcciones.
6.- Historicidad: Siendo éste uno de los principios teóricos de la
conservación que señala puntualmente “el respetar las distintas
etapas históricas y constructivas del inmueble”. Para ello,
desarrollaremos una investigación documental en archivos
públicos o privados veraces sobre la historia del inmueble,
analizando todos los aspectos, sociales, culturales y económicos
tratando de descubrir personajes o hechos importantes ocurridos
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en dicho inmueble de manera sustentada. Esta metodología
valuatoria plantea con respecto a este principio teórico de la
conservación un valor intangible que será incluido
considerándolo de suma importancia porque no en todos los
inmuebles con características patrimoniales han ocurrido
sucesos históricos y de acuerdo al hecho ocurrido en el
inmueble, en la calle o zona, al personaje que en el inmueble
haya habitado se clasificará el hecho histórico siendo
trascendental y de acuerdo a la importancia o magnitud en que
haya inferido dentro de la vida de una población o grupo social,
de acuerdo a estos elementos, se obtendrá el porcentaje
extraordinario que incrementará el valor monetario de cambio del
inmueble.
7.- Autenticidad: Este término se refiere a lo que es verdadero en
sí mismo, aplicando al ámbito arquitectónico del inmueble a
valuar será lo que es auténtico al mismo inmueble. Para este
estudio se analizará principalmente el partido arquitectónico, el
diseño, los sistemas constructivos y acabados; se examinará al
inmueble para identificar sus diferentes etapas constructivas, sus
alteraciones, ampliaciones todo ello considerando también las
intervenciones en los acabados y la decoración con la finalidad
última de identificar claramente cada etapa de construcción o
modificaciones realizadas al inmueble ya que es evidente que no
se puede establecer una autenticidad a lo que se llamará pura,
siendo desde la construcción primera la única verdadera y
dejando a un lado las construcciones posteriores es decir, ¿cuál
sería la autenticidad de un inmueble que se erigió en el siglo
XVII y tuvo ampliaciones en el siglo XVIII?, ¿cómo se puede
explicar que este inmueble es auténtico del siglo XVII o del siglo
XVIII?. Así establecemos que el análisis apropiado para obtener
la autenticidad del inmueble es obtener del total de la superficie
de construcción el porcentaje correspondiente al siglo XVII y el
propio al siglo XVIII según el este ejemplo planteado debido a
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que no se puede establecer que un siglo es mejor que otro. Este
concepto no tiene relación en cuanto a la edad o estilo
arquitectónico, simplemente es establecer claramente los
porcentajes de cada etapa constructiva con respecto a la
totalidad del inmueble.
8.- Uso: Si el uso para el que fue creado el inmueble en su
totalidad es el mismo que tiene en el momento de la inspección
se valorará mejor que aquel que haya cambiado de uso la razón
es que el uso, es parte de la esencia del inmueble; con esto no
se quiere llegar al extremo de establecer que si el inmueble ha
cambiado su uso por ello es desvalorizado, de ningún modo
puede ser adecuado establecerlo de esta manera, plantearemos
usos mixtos siendo adecuados como también encontraremos
usos peligrosos o que puedan perjudicarlo sin embargo,
planteamos una matriz para establecer claramente como se
establece el criterio a seguir.
9.- Funcionalidad: Se debe establecer con cuidado este criterio
para analizarlo adecuadamente, no será igual la funcionalidad
habitacional de un inmueble del siglo XVIII con respecto a la
funcionalidad de un inmueble habitacional del siglo XX, las
razones son obvias, tan sólo si imaginamos el número de
habitantes por familia de cada una, los servicios de aseo o bien,
los vehículos por ello, iniciando del análisis del partido
arquitectónico del inmueble, del uso o usos que tenga en el
momento de la inspección se determinará si es funcional para el
uso o usos que se tuviere el inmueble valuado y de acuerdo a
ello, formaremos rangos que vayan acordes.
10.- Autoría: Si el inmueble tiene alguna placa con el nombre del
arquitecto y/o constructor será un elemento de valorización sin
embargo, esto no deja a un lado la investigación documental que
se pueda realizar en cuanto a la autoría del inmueble que
posteriormente si se cuenta con el nombre del constructor, se
deberá completar con una segunda investigación documental
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sobre el autor y sus obras otorgando un valor intangible a
aquellas que procedan de expertos reconocidos.
11.- Estilo: Siendo éste el carácter propio de la obra
arquitectónica, de la época y lugar de su creación y desarrollo.
Dentro de este concepto planteamos identificar el o los géneros
que posea el inmueble valuado de la misma manera que se
trabaja la autenticidad se plantea el estilo, si fuera el caso en el
cual confluyeran varios estilos arquitectónicos en el mismo
inmueble, se analizará e identificará cada uno de ellos conforme
a los lineamiento y características que reflejan con el fin de
obtener el porcentaje de estilo o estilos que pudiera poseer un
inmueble de acuerdo a la totalidad del mismo ya que si fuera el
caso de que existiera más de uno en el mismo inmueble, no se
podría establecer que un estilo es superior a otro simplemente
es su identificación y la tipificación de los mismos apegados a
las características de cada uno de ellos.
12.- Ornamentación / Decoración: Se identificará si es
decoración u ornamentación con la que cuenta el inmueble y si
va de acuerdo a la tipología general del mismo o simplemente
son anexos que lejos de sumar a los valores tangibles e
intangibles del inmueble, puede disminuirlo en cuanto hace a la
totalidad del mismo. Lo esencial de este concepto es la
identificación de los elementos arquitectónicos.
13.- Calidad de la edificación: Se deben clasificar por separado
las superficies de construcción de acuerdo a la calidad de
construcción o tipos que pudieran tenerse en el inmueble porque
de ello dependerá el valor de reposición nuevo y por ende el
valor neto de reposición.
14.- Estética: Este concepto por su misma naturaleza como
varios de los establecidos con anterioridad, es intangible. Ahora
bien, si la estética es lo perteneciente a lo bello, bonito, relativo
al buen gusto, nociones que por su esencia son intangibles
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porque para la apreciación o a la vista de un ser humano puede
verlo hermoso, de buen gusto para otro puede considerarlo todo
lo opuesto. Así, es correcto apegarnos a los parámetros más
cercanos que cubran con las características del estilo del
inmueble tratando de cubrir con los modelos establecidos de
acuerdo a su época y estilo(s) arquitectónicos y con las menores
intervenciones, modificaciones o alteraciones sufridas o bien,
agregados que pudieran en lugar de sumar, restarle al valor.
3.- Valores por intervención al inmueble: Es importante darle una calificación desde
el punto de vista del conservador llevando dos vertientes, la primera referente a elevar y
sobresaltar los valores propios del inmueble valuado así como los referentes a la zona
donde se ubica repercutiendo en un progreso tanto social como económico o bien, la
segunda con respecto a una intervención errónea que además de llegar a un punto
fatídico de destrucción del patrimonio que además repercute en la zona en la que se ubica
retrocediendo el sector de manera económica por ello, esta metodología ha creado un
apartado especial a los factores por intervención esenciales para valorar o desvalorar el
inmueble valuado basados en los principios teóricos de la conservación y que deben
cumplirse en cualquier intervención que se haga a un inmueble histórico, no se considera
por demás mencionarlos a continuación:
15.- Intervención: Siguiendo la línea del conservador y no
perdiendo de vista los principios teóricos, la metodología
evaluará las intervenciones de acuerdo a que se cumpla la
historicidad, la no falsificación, respeto a la pátina, conservación
in situ y su reversibilidad.
Liberación: supresión de elementos agregados sin valor cultural
o natural que dañen o alteren al bien cultural, que afecten la
conservación.
Consolidación: Es la intervención más respetuosa de la
restauración y que tiene por objeto detener las alteraciones en
proceso dando solidez a un elemento que la ha perdido o la está
perdiendo.
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Restructuración: es la intervención que devuelve las condiciones
de estabilidad al inmueble.
Reintegración: La forma teórica ideal de la reintegración es la
anástilosis o la reubicación de los elementos que han sido
desplazados de su posición original del inmueble, se aplica al
proceso de reconstruir un inmueble.
Integración: Aportación de elementos claramente nuevos y
visibles.
Reconstrucción: Volver a edificar elementos que han sido
perdidos dentro del inmueble.
16.- Eficiencia Proyectual: Este concepto califica la eficiencia del
proyecto que se diseñó para la integración del inmueble valuado
a la vida moderna de la edificación. Su integración del proyecto y
uso sin alterar al inmueble histórico así como su adaptación
respecto a los inmuebles aledaños y a la zona urbano –
arquitectónica.
Los dieciséis conceptos explicados anteriormente son los que serán calificados en
la metodología de valuación para la obtención del factor por valor histórico mismos que
arrojarán por resultado un número porcentual de incremento en el valor neto de reposición
de las edificaciones históricas así como de las obras complementarias. Las calificaciones
irán variando de acuerdo al impacto que tenga cada uno de ellos en el inmueble valuado o
en su defecto, el que más se acerque o asemeje, en la intersección del rubro, con la
incidencia se colocará el valor de la unidad, uno, haciendo énfasis que sólo se debe
señalar una característica porque no podrá existir más de una que cubra con el análisis de
estudio. El modelo trabaja proporcionando los porcentajes de incidencia entre el número
de conceptos analizados, multiplica el número de veces que repite un porcentaje de
incidencia y lo suministra de acuerdo a éste, finalmente realiza la sumatoria de cada parte
proporcional a cada porcentaje de incidencia para obtener un porcentaje final que será el
incremento el cual sufrirá sólo el valor final de las construcciones conocido como el valor
neto de reposición solamente de las construcciones o las instalaciones especiales. El
motivo de aplicarlo sólo a este rubro es debido a que por el método de capitalización de
rentas, es porque la propia renta refleja el mercado inmobiliario en el que se está
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desenvolviendo el inmueble. En el método comparativo de igual manera el mercado
refleja el valor o bien, los referentes no son comparables con el inmueble valuado y por el
método directo o físico, se aplicará sólo al valor neto de reposición de las construcciones
históricas, se excluye totalmente del valor de terreno y de construcciones que no sean
históricas.
El modelo propuesto para la obtención del factor del valor histórico es una matriz
de dos entradas compuesta por los ejes X y Y; en el eje X se establecen porcentajes que
se cuentan en parámetros de diez puntos que van del 100% al 0%, por el eje Y son los
dieciséis rubros mencionados lo que se obtiene en total de ciento setenta y seis opciones
de clasificaciones de acuerdo a las características propias del inmueble valuado, del
entorno en el que se encuentra y de sus intervenciones todo esto con la finalidad de
obtener el factor de incremento en número porcentual aplicable al valor neto de reposición
obtenido por el indicador directo o físico sobre las construcciones, obras complementarias
e instalaciones especiales del inmueble que se está valuando, exclusivamente de los
elementos históricos, este mencionado incremento porcentual se le denominará factor por
valor histórico.
A continuación se presenta la metodología:
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CONCLUSIONES.
La utilización de la metodología de valuación para el patrimonio edificado
propuesta recomienda ser utilizada por valuadores con conocimientos básicos en
conservación e historia de la arquitectura, capaces de analizar, distinguir y separar los
estilos arquitectónicos que se pudieran presentar en los inmuebles a valuar, además de
reconocer el partido arquitectónico así como la funcionalidad propia de ese tipo de
inmuebles o bien, el valuador deberá apoyarse de un especialista conservador o
restaurador, si bien el valuador además de tener la capacidad de reconocer los elementos
arquitectónicos como el partido arquitectónico, estilos, etapas constructivas y sistemas
constructivos entre otros, es fundamental que tenga pleno conocimiento de los principios
teóricos de la conservación debido a que el análisis a las intervenciones que posiblemente
presentaran los inmuebles analizados, se premian o demeritan a los mismos de acuerdo a
la ejecución de las intervenciones que deben estar apegadas a los principios elementales
de la conservación siendo la base fundamental para su valorización y que se reflejará
indudablemente en el valor comercial del inmueble.
Esta metodología sugiere la implementación inaplazable de la figura de Valuador
de Inmuebles Históricos independiente porque los inmuebles analizados reflejan la
identidad de una población en un tiempo y lugar determinados y que de ninguna manera
pueden ser analizados con la misma metodología que los inmuebles comunes.
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BIBLIOGRAFÍA.
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elaboración de trabajos valuatorios que permitan dictaminar el valor de inmuebles
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Nogueira, M., Pérez Moreno, J. I., del Rey, T., & López, A. (1992). Diccionario
Enciclopédico Universal. Madrid, España: Cultural, S.A. de ediciones.
Raluy Poudevida, A., & Monterde, F. (1976). Diccionario Porrua de la Lengua
Española. México: Editorial Porrua S.A.
Valuación, C. d. (2011). Normas Internacionales de Valuación. España:
Asociación Profesional de Sociedades de Valoración (ATASA), Unión
Panamericana de Asociaciones de Valuación (UPAV).