Niépce. 1825.
Tartan Ribbon. Maxwell en 1861.
Qué es fotografía.Es dibujar con luz. Y la luz, el color y la composición, siguen siendo los mismos. En la medida que seamos capaces de conocerlos y utilizarlos, la tecnología se convertirá en puro oficio y las imágenes en arte.
De qué se alimenta.De la ambigüedad de su significado:
-la capacidad de testimoniar, de registrar con fidelidad. -la posibilidad de expresar, de manifestar estados de ánimo, necesidades y urgencias íntimas individuales, personales y/o colectivas.
Migrant Mother. Dorothea Lange. 1936
“Muerte de un miliciano”. Por Robert Capa.1936
Captura de los ideales de una época y de una generación. 1960
Protesta silenciosa. Por Malcolm Browne. 1963
Ejecución en Saigon. Por Eddie Adams. 1968
La niña de Vietnam. Por Nic Ut. 1972
La niña afgana, por Steve Mccurry. 1984 Mirada hipnótica; ¿miedo?, ¿odio?, ¿esperanza de los niños en los conflictos bélicos?
La agonía de Omayra. Por Frank Fournier. 1985
El hombre del tanque de Tiananmen. Stuart Franklin. 1989
Acechando la muerte. Por Kevin Carter. 1994
The Falling Man.Richard Drew. 2001
American Girl in Italy. Ruth Orkin.1951
“Lo más importante no es apretar el obturador, sino congeniar con el motivo”.
“El beso de Time Square”. Alfred Eisenstaedt. 1945
Charles Ebbet. 1932. Empatizando con el momento.
“Almuerzo en la cima de un rascacielos”. Charles Ebbet. 1932
“Dalí atómico”. Por Philippe Halsman. 1948
“Dovima con elefantes. Richard Avedon”. 1955
Juego de contrastes: el blanco el negro, la sensación de pesadez, de ligereza de las figuras… Avedon, por ello, rompió con todo. Se llevó la fotografía a las calles, usándolas de estudio. Abre la puerta a todo tipo de tomas mucho mas interesantes que vendrían después.
Marilyn Monroe. Tom Kelly. 1953
Abbey Road. Ian McMillan. 1969
Jonh Lennon: el predicador.
Ringo Starr: amigo del difunto.
Paul McCartney: el fallecido.
George Harrison: el enterrador
"Tras la estación de St. Lazare" H. Cartier-Bresson. 1932
Tal vez, a la vuelta de la esquina, encuentre algo inesperado que cuente las maravillas de la vida, para una mente cómplice, dispuesta a emocionarse…
Robert Doisneau.
“El beso del Hotel de Ville”. Robert Doisneau. 1950