HOMOGENEIDAD Y DIVERSIDAD COMO TENDENCIAS EN EL
PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE.
S
e entiende por Homogeneidad cuando hacemos hincapié a las semejanzas
que existen entre las personas y actuamos como si se comportaran de la
misma forma.
H
ablamos de Diversidad cuando prestamos atención a la variación individual
y no solo la admitimos sino que empezamos de ella para llevar a cabo
estrategias útiles en las aulas y en el ambiente del cual estamos rodeados.
L
a etnicidad también es un término relacionado con los dos
anteriores en cuanto a educación. Así pues los alumnos no solo
designan etiquetas a los demás, sino que además se las aplican a
ellos mismos, como por ejemplo decir de qué religión somos o el
país de origen son cuestiones que se utilizan en el proceso de
construcción de la identidad del yo.
LA DIVERSIDAD CULTURAL COMO UN PARADIGMA EN EDUCACIÓN
P
odemos hablar de Diversidad cultural, asociándose esta en el
ámbito de educación, cuando nos referimos a las diferencias
individuales pero sólo cuando derivan en un problema de
comportamiento de los educandos, es decir, no dejan que el
alumno se integre al modelo de comportamiento que esperamos
de él.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA HOMOGENEIDAD EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE
I
mpartir la clase en grupos homogéneos es más sencillo que en uno
diverso, puesto que la homogeneidad posibilita al docente tratar al
grupo como si fuese una sola persona. De antemano se entiende
que todos los alumnos tienen que comprender, aprender y utilizar
los conocimientos a la vez, y por ello serán evaluados con el mismo
método y esperar unos frutos semejantes.
L
a homogeneidad se da a entender en muchos casos de que los
alumnos son todos iguales y que para ser justos hay que tratarles
de igual manera.
VENTAJAS DE LA DIVERSIDAD EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE
A
umentar la diversidad significa incrementar la presentación de los educandos
a situaciones distintas y a diferentes bagajes y por ello se intensifica el
número de estrategias y habilidades a adquirir.
L
a diversidad nos llevaría a rechazar la idea del estudiante modelo. Por ello si
se dejará de buscar el alumno ideal, quizás el aprendizaje se transformaría en
algo fluido y deseable, en el cual sería más fácil admitir el mérito individual.