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agosto 2009 Número 9
ALCAZABA DE ORZA (GRANADA)
2
DIRECCION: ALFREDO PASTOR UGENA
LUIS MANUEL MOLL Y JUAN
WEB: www.laalcazaba.org
EMAIL: [email protected]
Pág. : 3 EL GENOCIDIO COMBOYANO
Pag.: 8 LUIS TRISTÁN
Pág.: 14 KYOTO (JAPÓN)
Pág.: 22 SEGUNDO CENTENARIO DE LA BATALLA
DE TALAVERA
Pág.: 28 PECADOS Y DANZANTES DE CAMUÑAS
Pág.: 33 CASTILLOS DE LA EDAD DEL BRONCE…
Pág.: 34 ERMITA DE SAN TIRSO Y SAN BERNABÉ
Pág.: 36 CARRANQUE, ESQUIVIAS E ILLESCAS.
Pág.: 41 POESÍA
Pág.: 43 JARDINES BARROCOS DE VIENA.
(AUSTRIA)
Pág.: 47 LA COCINA
NOTA:
Agradecemos las felicitaciones que por parte de muchos
lectores nos hacen llegar, así como los ofrecimientos por
difundir la revista LA ALCAZABA
3
EL GENOCIDIO CAMBOYANO DE POL POT.
EL RÉGIMEN DE LOS JEMERES ROJOS
(1975-1979).
Este año se cumple el treinta aniversario (1979-2009) del final del Régimen, en Camboya, de
Pol Pot, cuyo verdadero nombre era Saloth Sar. Un buen momento para recordar a este
“iluminado” comunista de tendencia maoísta responsable de la muerte de miles de inocen-
tes . Fue el principal líder de los grupos guerrilleros armados conocidos como Jemeres Ro-
jos .Convirtió al actual Reino de Camboya en la "Kampuchea Democrática", bajo el poder
de su régimen entre 1975 y 1979. Abanderó durante la época señalada lo que se conoce como
el genocidio camboyano, que en la actualidad es la principal razón de la constitución de un
tribunal internacional desde 2006 para juzgar a los líderes supervivientes del régimen. Du-
rante tres décadas la justicia internacional ha dado la espalda a Camboya y el holocausto
ocasionado ha permanecido impune.
Mapa de Camboya elaborado con calaveras de seres inocentes represaliados por Pol Pot y los Jemeres Rojos.
Este genocidio humano tuvo lugar entre 1975 y 1979 muriendo en el país asiático de Camboya casi dos millo-
nes de personas. Fueron ejecutadas o fallecieron por agotamiento en los campos de trabajos forzados o de ina-
nición dentro de una drástica política de reubicación de la población de los principales centros urbanos hacia el
campo como una medida determinante hacia el tipo de comunismo que deseaba implantar el líder del régimen,
Pol Pot, quien tenía una conocida máxima para sus enemigos: "Mantenerte no es ganancia, destruirte no es
pérdida".
Alfredo Pastor Ugena
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Terminada la Guerra de Vietnam (1958 - 1975), Pol Pot conquis-
ta el poder en Camboya, en 1975. Llevó a cabo una drástica política de
reubicación de la población de los principales centros urbanos hacia el
campo como una medida determinante hacia el tipo de comunismo que
deseaba implantar: un maoísmo ortodoxo y particular. Los medios em-
pleados incluyeron el exterminio de los intelectuales y otros "enemigos
burgueses". El resultado de ello fue la desaparición de al menos un
millón y medio de personas, entre ejecutados, desaparecidos, muertos
por malnutrición, trabajos forzados y enfermedades Su política incluía
asimismo la oposición a Vietnam que hizo efectiva con numerosos ata-
ques a ese país, [lo que causó una invasión masiva de Camboya por los
vietnamitas, en 1979, que precipitó la caída de este régimen.
En marzo de 1969 Estados Unidos llevó a cabo bombardeos se-
cretos al norte de Camboya (autorizados por el recién elegido presiden-
te Richard Nixon y liderados por su director de seguridad nacional
Henry Kissinger), tratando de destruir los refugios del Vietcong y cor-
tar el final de la Ruta Ho Chi Minh.. Dichos bombardeos no hicieron
otra cosa que incrementar la popularidad de los Jemeres Rojos entre los
campesinos camboyanos en esta zona del país. Estos guerrilleros, en su
afán de conquistar el país, iban cerrando desde todos los puntos a
Phnom Penh, la capital ,como una tenaza, llegando a sitiarla el 17 de
abril de 1975.
Los Jemeres Rojos argumentaban que su lucha era para defender
y restituir al poder al depuesto príncipe Norodom Sihanouk que hacía el
papel de gobernante en su exilio de China. Fueron recibidos, en Phnom
Penh, con la esperanza de que la paz llegaría por fin al país. A los ojos
de Pol Pot, los habitantes de la ciudad representaban la clase opresora,
mientras que el pueblo legítimo era sólo el campesinado.
Dos millones de habitantes de la capital y de las poblaciones prin-
cipales del país fueron obligados a ir al campo. Pol Pot y declaró a
1975 como el año cero, con lo que quería indicar el inicio de
un proceso de "purificación" de la sociedad camboyana de
“males” como el capitalismo, la cultura occidental, la religión
y cualquier influencia extranjera, en cuya
mira estaban principalmente los vietnami-
tas. Estuvo siempre a favor de un comple-
to aislamiento del país, una economía au-
tosuficiente y un estado agrario. Para ello
puso en práctica su maoísmo radical, des-
alojando las ciudades y confinando a la
población en comunas agrarias. Durante
1975 y 1979 Camboya se convirtió en el
primer productor mundial de arroz, mien-
tras quienes lo cosechaban morían de ham-
bre y desnutrición
Grupo de Jemeres Rojos durante el sitio de Phnom Penh
(1975)
Campo de concentración de Phnom Penh
Pol Pot. Responsable de Camboya bajo
el régimen de los Jemeres Rojos. Mu-
rió de forma natural en 1998
5
Entre las “grandes realizaciones como
estadista”de Pol Pot, estuvieron la puesta en
marcha de este éxodo de las ciudades al cam-
po-como ya he indicado anteriormente- la
abolición del libre mercado capitalista, las
escuelas y la cultura , las formas de vida ur-
banas y la conversión forzada de toda la po-
blación camboyana en cultivadores y , por
tanto, la expansión y consolidación de las for-
mas de vida rurales y atrasadas, el hambre y
las epidemias, la ruda colectivización de la
producción y la colectivización de la vida
cotidiana (“todos tenían que vivir juntos, bajo
los mismos ideales”), la abolición de la mo-
neda,los ataques cotidianos a las religiones y
a las tradiciones culturales, la realización ruti-
naria de ejecuciones sumarias, entre otras ac-
ciones.
El 5 de enero de 1976 los Generes Rojos de-
clararon el nacimiento del nuevo Estado con
el nombre de Kampuchea Democrática. El
Príncipe Norodom Sihanouk, quien había re-
gresado como un supuesto jefe de Estado res-
tituido al poder después de la dictadura, había
ya perdido cualquier capacidad de influencia
sobre los asuntos políticos de su país y era tan
sólo una figura protocolaria, casi al mismo
estilo del tiempo colonial. Fue pronto obliga-
do a renunciar a su cargo como Primer Minis-
tro y es puesto literalmente en prisión en el
Palacio de Phnom Penh. Asumió entonces la
presidencia Pol Pot.
Comienza así un período de la historia
camboyana en el que, según la mayoría de las
fuentes, perecería una cuarta parte de la po-
blación, lo que ha sido generalmente califica-
do de genocidio camboyano. Este periodo fue
ignorado por la comunidad internacional en
su tiempo, en parte por el movimiento de mu-
chos grupos occidentales que veían con sim-
patía a un país que había logrado derrotar al
imperialismo yanqui.
El 7 de enero de 1979 Vietnam toma Phnom
Penh. El Príncipe Norodom Sihanouk huye a
China y Pol Pot y sus hombres huyen a las
selvas del norte. Vietnam funda la llamada
República Popular Camboyana. Saloth Sar,
quien pasaría a la historia como Pol Pot, mu-
rió el 15 de abril de 1998 a los 73 años de
edad, en medio de las selvas camboyanas que
en su juventud habían inspirado sus ideales.
Norodom Sihanouk o Preah Bat Samdech Preah Norodom
Sihanouk Varman nació el 31 de octubre de 1922 en Phnom
Penh. Hijo del rey Norodom Suramarit y la reina Sisowath
Kossamak, es conocido como el Padre de la Patria por diri-
gir a Camboya hacia la independencia del dominio francés
en 1954
“Duch, el primer alto cargo del régimen de Pol Pot en ser juzga-
do, afirmó que acepta su responsabilidad en la muerte de niños, que están entre las decenas de miles de personas que fueron ejecutadas en la prisión, pero remarcó que sólo cumplía órdenes. Cuando los niños llegaron al centro di la orden de matarles porque teníamos miedo de que esos niños se tomaran venganza" Los
bebés, por ejemplo, eran asesinados golpeándoles contra los troncos de
los árboles
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La primera conse-
cuencia del sanguinario
régimen es, sin duda, la
invasión de Vietnam en
1979 y, con ello, el forta-
lecimiento de la política
exterior vietnamita en la
región, contrastada por
China. La guerra civil y
la guerra contra la ocu-
pación vietnamita pro-
longaron el tiempo de
violencia en el país por
un periodo incluso más
largo del que duró el
régimen. En consecuen-
cia, Camboya se convir-
tió en el país más pobre
del Extremo Oriente,
predispuesto a vivir de la ayuda internacional
El total aislamiento del país-prácticamente sumido
en la Edad Media- hizo difícil mantener una ob-
servación internacional de los sucesos. Sería des-
pués de la invasión vietnamita de 1979 y el ingre-
so en la Organización de las Naciones Unidas en
1993 cuando el mundo abriría los ojos a la reali-
dad del drama humano vivido allí en la época a la
que hago referencia.
La herencia de todo este
proceso hoy en día, se
plasma en que Camboya
es actualmente un país
eminentemente rural, con
tan sólo un 20% de la po-
blación urbana, sumido en
la pobreza, donde se vio-
lan constantemente los
Derechos Humanos (por
ejemplo, la “trata humana
con fines de explotación
sexual”), dependiendo su
progreso de sus nuevas
generaciones a las que es
necesario educar respon-
sablemente en derechos y
libertades, verdaderas de-
ficiencias democráticas
que impiden que este país
prospere.
Angkor, la ciudad de los templos. Actualmente Camboya está haciendo un es-
fuerzo económico muy importante para promocionar el turismo de su zona
Palacio de Phnom Penh.Con el juicio, en estos
días, a los líderes del Temer Rojo, Camboya cierra
la etapa más negra de su historia , la del genocidio
aludido que además dejó al país sumido en la po-
breza y en la violación de los derechos Humanos.
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Luis Tistán (Toledo 1585 - Toledo 1624 )
fue un pintor español y toledano por excelen-
cia de la generación siguiente a la del Greco, y
que imitó el estilo de éste, dentro de un Manie-
rismo exaltado (“ el estilo manierista es consi-
derado sencillamente como el resultado de la
aplicación hasta su último extremo de las re-
glas fijadas durante el Renacimiento) A Luis
Tristán se le considera el único discípulo de El
Greco, aparte del hijo de aquél, Jorge Manuel.
Pudo estudiar con él de 1603 a 1606 pero tras
su aprendizaje en Toledo, marchó unos años a
Italia (1606-1613) regresando después a Espa-
ña. Trabajó toda su vida en Toledo, donde
practicó el estilo personal aprendido de El
Greco, aunque con un mayor control a la hora
de estilizar esas figuras melancólicas que ca-
racterizan la obra del maestro, en un intento
por matizar el Manierismo, ya pasado de mo-
da con el enfoque naturalista que provenía de
la península italiana y los ecos de la Contra-
rreforma. enclavado en este estilo manierista
impregnado con su enfoque naturalista. Yepes
(Toledo) es una localidad blasonada por los
pinceles de este interesante pintor, donde deja
huellas de lo mejor de su obra.
En el breve espacio disponible para presentar a los lectores la figura de Luis Tristán, no me
es posible sino hacer un esbozo de su personalidad y de su obra, muy claro y conciso sin profundi-
zar, como es lógico, en otros aspectos interesantes que harían estas líneas complejas y prolijas.
A Luis Tristán, hijo de comerciantes y artesanos toledanos, le incluye Lafuente Ferrari en el capí-
tulo que denomina “Hacia la formación de la escuela española de pintura”1, que considera comen-
zaría hacia 1614, cuando El Greco muere. Esta escuela continuaría el estilo iniciado por Navarrete,
consistente en un naturalismo, dice Lafuente, que según Post “es un antiidealismo, antiformalismo,
una ejecución suelta y nada dibujística y una aceptación del mundo visual, prosaico”.
A esta generación de pintores que prepara la llegada de los grandes maestros de nuestro Siglo de
Oro (que, si queremos ser precisos, no es un siglo sino dos, ya que se extiende a lo largo del XVI y
XVII) se ha llamado “Generación de 1560” y, en ella, queda incluido Luis Tristán.
También Alfonso Pérez Sánchez2 denomina primer naturalismo a este movimiento pictórico en el
que encuadramos a nuestro artista, destacando como pintor de la escuela toledana de la primera
mitad del siglo XVII.
“Toledo, durante los primeros años de dicho siglo, crea una escuela de cierta personalidad en deu-
da, por supuesto, de la escuela escurialense, impregnada de un matiz caravaggiesco que se trans-
mite a través de Sarraccini”.
Autoretrato
Concepción Pinillos.
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Junto a Sánchez Cotán y Orrente, que aunque nacido en
Murcia, su formación es absolutamente toledana, encon-
tramos a Luis Tristán de Escamilla, toledano de naci-
miento, sin embargo, y cuya fecha no sabemos con exac-
titud, aunque deducimos que su vida fue corta. Fijamos,
tal vez, el año de su nacimiento hacia 1585. Como los
artistas citados, la influencia de El Greco en su pintura
es evidente aunque con ciertos matices. Tuvo con él una
estrecha relación y familiaridad que se mantuvo hasta los
últimos días del cretense. Formado en el taller de dicho
maestro, marcha, sin embargo, a Italia donde conoce la
técnica de Caravaggio a la que antes nos referíamos. Se
le considera el único discípulo de El Greco, aparte del
hijo de aquel, Jorge Manuel, y excepto Cossío, que en su
deseo de enaltecer al maestro, dice de Tristán que es un
pintor mediocre, creemos que su pintura le muestra, sin
duda, como un pintor nada vulgar, ni carente de un gran
mérito y valor artístico.
Tristán sirve de puente entre El Greco y los grandes pin-
tores del Siglo de Oro español. El manierismo exaltado
de éste, que ya había pasado de moda y no se realizaba
en España, lo transforma Tristán con novedades estilísti-
cas que constituirán la base del nuevo concepto pictórico
español con su enfoque naturalista proveniente de Italia
y los ecos de la Contrarreforma.
El tratamiento de sus cuerpos nos da la sensa-
ción de dureza y de piel tostada, lograda por el
color, fuertes musculaturas, tratamientos de
partes del cuerpo de intenso realismo, e ilumi-
naciones intensas también, que diferencia al
pintor de las formas alargadas del maestro
(aunque no debemos olvidar la etapa miguelan-
gelesca que tuvo El Greco). De todas formas,
aunque esos alargamientos no los abandona del
todo, debemos recurrir a otras inspiraciones
que Tristán adopta, como podría ser la de Bor-
gianini, como Pérez Sánchez apunta. También
Milicua observa que el grupo de ángeles de la
Adoración de los pastores está copiado de una
estampa de Guido Reni, fechada en 1607, aun-
que distribuidos de forma diferente.3 En este
sentido alude a Guido Reni, Sánchez Cantón,
refiriéndose a las medias figuras de Santas que
hay en el Museo del Prado.4
Estas características se encuentran en casi todas
sus obras, como “El Bautismo” del retablo de
Santa Clara de Toledo; en la Trinidad de la Ca-
tedral de Sevilla y en el “Santo Domingo peni-
tente” de la Casa del Greco en Toledo.
EL BAUTISMO
Parte del retablo del convento de Santa Clara en Toledo
Santo Domingo penitente.
Museo Casa del greco en Toledo
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En este último, nos presenta al Santo desnudo de medio
cuerpo ante un paisaje plenamente tenebrista. El contraste
de luces y sombras crea la realidad y el volumen de las
formas. Un foco de luz en el lado superior derecho ilumi-
na el verde oscuro de los árboles y una banda roja a mane-
ra de nube, de factura muy suelta, en el ángulo superior
izquierdo, ilumina el rostro y el lado izquierdo del Santo
penitente. Su rostro es menos dramático, aunque sí dolien-
te y su mirada hacia el crucifijo que parece caer sobre él y
sus rasgos finos, delicados y alargados pueden recordar a
su maestro El Greco, pero la musculatura de su cuerpo
desnudo se interna en ese naturalismo “realista” al que
aludíamos. Como Caravaggio, realza la figura y escena
por los efectos de luz haciéndoles destacar sobre el fondo
oscuro. La luz no se difunde suavemente, sino que sur-
giendo de un lateral cae crudamente sobre la escena, deli-
mitando claramente las formas iluminadas en las que los
colores adquieren vivas tonalidades. La escena se simpli-
fica y la importancia de la figura se halla establecida en
función de la luz. La distorsión del torso, las diagonales
que cruzan el cuerpo del Santo, en primer plano la mesa
que profundiza el espacio y los instrumentos que se
colocan sobre ella, en los que no podía faltar la cala-
vera forman un conjunto altamente significativo de lo
que será la pintura posterior española, llena de
“realismo”5 e incluso patetismo.(“utilizamos el térmi-
no “realismo” refiriéndonos a la fidelidad con que re-
presenta sus temas y personajes” sin connotaciones,
como es lógico, con el movimiento pictórico posterior
que conocemos como Realismo”).
Estas características, únicas del Siglo de Oro español,
sí se justifican por ese tema religioso tan del gusto de
los españoles de la época, y que la Iglesia financia, no
sólo por su poder económico, sino por su deseo de
adoctrinamiento.
Su obra, desde luego, más importante (sin olvidar las
ya citadas de Sevilla y Toledo) es el Conjunto realiza-
do para el retablo mayor de la Iglesia parroquial de
Yepes, llamada “La Catedral de la Mancha”, en la que
trabajó el insigne arquitecto toledano Alonso de Cova-
rrubias. El retablo está fechado en 1616 y en sus cuer-
pos y calles se despliegan diferentes episodios de la
vida de Cristo. De abajo a arriba, y de izquierda a de-
recha:
“La Adoración de los Pastores”, “La Adoración de los
Reyes”, “La Flagelación”, “El Camino al Calvario”,
“La resurrección” y “La Ascensión”. Completan el
conjunto ocho medias figuras, dos de las cuales (Santa
Mónica y Santa Magdalena) quedaron en el Museo del
Prado después de la restauración que se hizo por los
daños sufridos en la guerra civil, como testimonio del
valor artístico del maestro.
Adoración Reyes Magos. Museo-bellas artes Budapest (Hungría)
La Trinidad (1624) Catedral de Sevilla
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La Adoración de los Pastores. Obra
muy apta para compararla con la Ado-
ración de los Pastores de El Greco, en
el Metropolitan Museum de Nueva
York. Su comparación muestra grandes
similitudes, pero también grandes dife-
rencias en su desarrollo. El Greco
muestra su intenso manierismo, gran
tensión, agobio espacial, cromatismo
intenso y volumetría, personajes alar-
gados que tienden a la espiritualización
y formas distorsionadas y musculosas.
El foco de la luz señala al centro del
cuadro y un corderillo blanco prolonga
(gran símbolo) la figura del niño sobre
la sábana, blanca también.
Luis Tristán divide el cuadro en tres
partes. La primera, los fuertes y mus-
culosos cuerpos de los pastores que
son, sin embargo, tipos típicamente
españoles, gente del pueblo trajeado al
gusto de la época y donde los colores
terrosos quedan perfectamente realiza-
dos. Naturalismo y claro — oscuro ita-
liano se muestran nítidamente. El cen-
tro del cuadro está definido, como en
El Greco, por el Niño Jesús, la Virgen
y San José. Ya nada tienen que ver es-
tas figuras con las del Maestro. Son
extraordinariamente naturalistas, llenas
de candor humano, de rostros españo-
les, que se sienten arrobados por la
presencia del Niño y que se presentan
ataviadas como cualquier personaje
español de la época. Iluminada la esce-
na en El Greco con una intensa luz que
deslumbra y desmaterializa a las figu-
ras, es tratada por Tristán con una luz
más apagada, más llena de misterio,
menos brillante, que conserva la forma del cuerpo y la belleza naturalista de los rostros.
El lenguaje artístico del maestro es ya nuevo. Nos está hablando de nuevos planteamientos que
llevará a su máximo esplendor Velázquez. Pero también a la manera de su contemporáneo Orren-
te, no olvidará lo anecdótico extraído de la naturaleza el cesto de huevos y el perrillo finamente
definido en primer plano. Por último, en la parte superior, la movida gloria de ángeles niños des-
truye el agobio espacial de El Greco, abriendo paso a las infinitas escenas del cielo y la gloria del
barroco
Detalle
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En la “Flagelación” conserva el equilibrio y
la simetría clásica. Con un Cristo desnudo
muy manierista en el centro, coloca en el mis-
mo plano a dos sayones corpulentos, bajo una
arquitectura de cubierta de crucería y colores
pastosos y opacos
El “Camino al Calvario”, en el que intenta dar a la escena
un mayor dramatismo, con dos focos de luz intensos, en el
paño blanco de la Verónica y el velo de la Virgen. La figura
de Cristo, corpulenta y alargada, con una túnica en la que se
observan curvas y contra curvas marcadas y un cielo oscuro,
tormentoso que completará el sentido de la trágica escena
Queda referirnos ahora a la
“Santa Mónica” del Prado, procedente
del retablo de Yepes. Nos presenta a
esta Santa, en oración, cubierta su ca-
beza con un doble manto, con pliegues
gruesos y con ondulado volumen, que
enmarcan un rostro anguloso, de pro-
fundas arrugas, piel cuarteada por el
tiempo y el sacrificio. Sus ojos, sus
labios entreabiertos y su fija mirada
nos descubren esa tensión interior que
nos sumerge en un profundo realismo
y que complementan las manos gran-
des, cruzadas, en donde venas y uñas
son tratadas con gran precisión.
Todo ello, nos aleja ya de El Greco, el
maestro, y nos dice que un nuevo sen-
tir se abre en la pintura española de
este momento.
Como retratista, diríamos de Tristán
algo semejante. El Greco, su maestro,
es más abstracto, más idealista.
Tristán, el discípulo, es más humano,
más realista.
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REVISTAS EMITIDAS EN EL NÚM 7, JUNIO 09…….54.839 ENVIOS
LOS ARTÍCULOS MÁS LEIDOS: GIBRALTAR, UNA NOSTALGIA (Arturo Vinuesa)
EXPULSION DE LOS MORISCOS (Alfredo Pastor)
LA COCINA (Sergio Fernández)
VILLANUEVA DE SIGENA (Francisco Rivero)
FIESTA DE LAS MONDAS (José María Gómez)
.ALBA DE TORMES (Adelina Arranz)
POESIA (Nicolás del Hierro)
...OCAÑA (TOLEDO)
...LA GARROTXA (GIRONA) (Luis M. Moll)
LO MÁS LEIDO EN LA ALCAZABA
14
La ciudad de Kioto, está ubicada en
el suroeste de la isla de Honshu, la principal
del archipiélago japonés. Fundada en el año
794 como Heian-kyo (capital de la paz y la
tranquilidad) ocupó la sede del Imperio
nipón del siglo VIII al XIX, lo que explica su
desbordante riqueza cultural, la exuberante
belleza de sus jardines y el cuidado de sus
monumentos.
El emplazamiento privilegiado de
Kioto no es casualidad, sino elegido con cui-
dado, según las estrictas normas del feng sui:
En una llanura inclinada al sur, protegida por
montañas de los malos espíritus y atravesada
de norte a sur por el río Kamo.
Kioto concilia esa modernidad y su
apuesta por el futuro, con el afán de perfec-
ción de una civilización milenaria, en la que
el sincretismo espiritual sigue presente y es
tangible. La filosofía de Confucio y las reli-
giones budista y sintoísta impregnan por
igual cada rincón de la antigua capital nipona.
Con un millón y medio de habitantes, alberga
más de dos mil templos y pagodas, una varie-
dad indecible de jardines y una sólida tradi-
ción que representa fielmente a la compleja
sociedad japonesa, emanando de ella el bus-
hido, el estricto código ético del samurái. De
sus Templos, jardines y centros de interés,
destacaremos 12 Referencias:
Como ejemplo de su modernidad destacamos su torre de 131 metros de
alura. La Torre de Kioto se terminó de construir en 1964, el mismo año en
que se inauguró el primer servicio de shinkansen (el tren bala japonés) y los
Juegos Olímpicos de Tokio. Cuenta con una plataforma de observación
ubicada a unos 100 metros del suelo, que permite una vista de 360º de toda
la ciudad e incluso de la Bahía de Osaka si, al momento de subir, el día está
claro y hay buena visibilidad.
Tomás Martín-Consuegra Naranjo
15
.- Pabellón de Oro o Kin-
kaku-ji es uno de los 17 monu-
mentos Patrimonio de la Humanidad.
Data del siglo XIV y tras el incendio
que sufrió en 1950 fue reconstruido
minuciosamente. El brillo de sus
láminas doradas de pan de oro, que
recubren la construcción, se refleja en
un lago artificial. Una maravilla que
el tiempo y su magnificencia han con-
vertido en el máximo símbolo de Kio-
.- Sanjusangen-do. Denominado
también Templo de los 33 espacios. Este
templo budista es célebre en todo el mundo
por conservar la figura hecha en ciprés ja-
ponés de la diosa de los mil brazos y a su
lado: mil y una estatuas labradas en made-
ra, situadas en gradas y que representan a
Kannon, la deidad budista de la compasión,
completándose con cincuenta columnas
custodiadas por 28 guardianes de protoco-
lo.
.- Ryoan-ji no es pre-
cisamente. verde pero es uno de
los mejores representantes de la
austeridad del jardín budista, desti-
nado a la meditación de los mon-
jes. El paisaje, que se presenta con
un extenso espacio de grava blanca
trufado con 15 piedras, es general-
mente considerado la máxima ex-
presión del budismo zen. Construi-
do a finales del siglo XV, el crea-
dor de este paradigma del arte ja-
ponés no dejó ninguna explicación
sobre su significado, por lo que
durante siglos se ha elucubrado
con múltiples teorías para descu-
brir el misterio de su belleza. ¿La
búsqueda del subconsciente? ¿El
vacío? ¿Un tigre cruzando un río?
16
.-Castillo Nijo-jo. Es una residencia
palaciega. Su principal atractivo se halla en sus
suelos de ruiseñor, que al pisarlos producen un
sonido idéntico al canto del ruiseñor. Eran uti-
lizados para vigilar la presencia de intrusos. El
castillo está formado por dos anillos concéntri-
cos de fortificación protectores de su interior:
El Palacio Ninomaru consistente en cinco
edificios conectados entre sí y fabricados ente-
ramente con madera de ciprés Hinoki, con gran
cantidad de adornos de oro. Y las ruinas del
Palacio Honmaru dividido en residencias,
salones de recepción y entretenimiento y cocinas
unidos entre sí por pasillos y porches, junto a sus
estupendos jardines con multitud de cerezos. Este
castillo fue construido a principios del siglo XVII
como residencia temporal del Shogun Tokugawa y
finalizado en 1626 gracias a las contribuciones de
los señores feudales del oeste de Japón.
.- Santuario de Fushimi-Inari.- Santuario sintoísta, dedicado al espíritu de
Inari, protector de las cosechas. Para llegar al mismo miles de toriis, arcos sagrados, donados
por los creyentes, delimitan el sendero, lo que imprime una atmósfera ancestral al recinto. Hay
varios puestos de comida donde ofrecen kitsune udon, una sopa de tallarines con tofu que toma
su nombre de los zorros (kitsune), que son los mensajeros de Inari.
17
.- Referencia a las geishas. Este oficio está en decadencia por la crisis económica y
los largos y duros años de aprendizaje que suponen el dominio de sus artes. No obstante, en Kioto
y concretamente en el barrio de Gion, son omnipresentes. El callejón de Ponto-cho es la mejor
medicina contra el empacho de templos. Esta zona es la que mejor refleja ese ambiente de calles
estrechas y bares marcados por lámparas de papel del Kioto antiguo. Es un rincón para el deleite
de los viajeros que gusten de placeres mundanos.
.- Referencia al Kabuki.- Otro atractivo de Kioto, es el del arte y la perfec-
ción que se esconde entre las bambalinas del kabuki o teatro japonés, declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en 2005, esta forma teatral combina los recursos propios del canto
(ka) la danza (bu) y la interpretación (ki). Sin salir de citado barrio de Gion, nos encontramos el
célebre teatro Minami-za, fundado en 1610, el más antiguo de esta ciudad en realizar representa-
ciones teatrales. El evento más importante que acoge en todo el año este teatro, es el festival
Kaomise, del 1 al 26 de diciembre, reuniendo en Kioto a los mejores actores de kabuki de Japón.
18
.-Referencia: Su cocina.- Visitar Kioto
es adentrarse en la cuna de la cocina palaciega kaise-
ki, la máxima sofisticación de la gastronomía japo-
nesa, en la que el ambiente, la elaboración y la pues-
ta en escena tienen un único fin: el logro de la per-
fección.
Sin necesidad de tan altas pretensiones, podemos
disfrutar de su rica variedad de alimentos en uno de
los sitios más pintorescos de Kioto: Nishiki, Un
mercado callejero que está ubicado en una estrecha
calle repleta de tiendas (más de 100), que venden
alimentos frescos y envasados. Muchas de las espe-
cialidades gastronómicas de Kioto pueden ser
halladas aquí: los pickes japoneses, varios tipos de
dulces, comida seca, comida a base de pescado fres-
co y muchos vegetales. Los olores son variados, al-
gunos buenos y otros no tanto, pero esta estrecha
calle atiborrada de gente, puestos y olores se la
conoce con el nombre de la “cocina de Kioto”
y es en verdad un sitio bastante antiguo y por
.-Nanzen-ji, (o Nanzenji Hojo) y la ceremonia del Te.- Diseñado
por Ogawa Jihei, creado en el Periodo Edo, está considerado uno de los cinco monasterios Zen
más importantes de Kyoto. La residencia del abad, en el complejo principal, posee importantes
pinturas de la escuela Kano, a su arquitectura austera se unen jardines de arena y roca (agua y
montaña), destinados a la contemplación: imitan la esencia interna de la naturaleza y no sus ma-
nifestaciones externas. Disfrutar de este entorno maravilloso, uno de los menos turísticos, tiene
el atractivo añadido de poder degustar un auténtico té japonés, servido por una mujer vestida con
el kimono tradicional, según el ritual auténtico del Té, en un lugar centenario. No encontrarás
mejor escenario para conocer esta importante tradición japonesa. Te lo sirven acompañado por
un dulce con azuku (judías rojas).
19
.- Templo Chionin 0ª: y la
flor del cerezo: Es el templo princi-
pal del grupo budista Jodo (Tierra
Pura) fundado en el año 1175 por el
monje Honen, cuyas sencillas ense-
ñanzas atrajeron un gran número de
seguidores, siendo hoy uno de los
grupos budistas más numeroso del
país. Fue construido en 1234, aun-
que los edificios más viejos que hoy
podemos ver pertenecen al siglo
XVII. Destacan su Puerta Sanmon,
con sus 24 metros de alto y una de
las campanas más pesadas de
Japón. Este entorno no se cierra
ningún día de la semana y tampoco
hay que pagar entrada para deambu-
lar por el mismo, siendo especialmente hermoso durante el florecimiento de los cere-
zos en la ciudad (SAKURA LA FLOR DEL CEREZO), el árbol presente en el arte y la
literatura de todo Japón. Su flor: sakura, junto con el crisantemo (símbolo impe-
rial), tiene un interés nacional. Este florecimiento es la ocasión esperada para reunir-
se con amigos y familiares bajo la copa de estos árboles, preparar un simple picnic
y pasar unas horas agradables festejando la vida.
20
.- El Palacio Imperial
de Kyoto, fue la residencia de
la familia del emperador desde 794
hasta 1868, cuando la corte fue tras-
ladada a Tokio. El recinto, que cuen-
ta infinidad de edificios ceremonia-
les y administrativos, fue destruido
varias veces por incendios, siendo la
construcción actual de 1855, habién-
dose respetado su estilo original. Su
espacio más significativo es el Pala-
cio Interno o Dairi (zona residen-
cial), con la Sala del Trono, en su
día, reservada para funciones oficia-
les. Para su visita se requiere reser-
va previa, que se consigue en el
mismo día. El palacio está rodeado
de un inmenso parque, ideal para
pasear y comer al aire libre.
.-La Villa Imperial de
Shugakuin. Si antes hemos des-
tacado la primavera, por sus colores
suaves, ahora nos toca resaltar el otoño
con sus colores ocres, dorados y rojos,
como otra de las estaciones en que con-
viene visitar Kioto. Y ninguna visita
más especial para poder apreciar esa
belleza que los jardines de Shugakuin.
Construidos entre los años 1655 y 1659
por orden del emperador Gomizuno.
Hoy día es administrado por la
agencia imperial. Dada su enorme ex-
tensión está dividida en tres áreas y cada
una de ellas tiene jardines y edificios
construidos en el estilo imperial tradi-
cional.
Las visitas son guiadas. El re-
corrido dura unos 90 minutos, a través
de las tres áreas de la villa. Inconve-
niente: explicarlo en japonés (se puede
solicitar audio en inglés). Ventaja ser
gratis. Tienen lugar a las 9h., 10h, 11h.
y 15h., de lunes a viernes. Para hacer la
reserva hay que acercarse a alguna de
las oficinas de la agencia en el Parque
Imperial de Kioto, presentando el pasa-
porte.
21
22
Los días 27 y 28 de julio de 1809 tuvo
lugar uno de los enfrentamientos más especta-
culares de los muchos que jalonaron la larga y
feroz Guerra de Independencia. Se conoce co-
mo BATALLA DE TALAVERA. El mariscal
Víctor mandaba el ejército francés. Las tropas
aliadas, españoles e ingleses, eran comandadas
respectivamente por el General Cuesta y por el
General Wellesley , más tarde nombrado Duque
de Wellington. La batalla que se libró en Tala-
vera se inscribe dentro de la llamada Campaña
del Tajo.
Conocemos la razón y el origen de aquella
cruenta guerra. Napoleón, que se había erigido
en Francia con todos los poderes, soñaba con
una Europa, cuyas monarquías estuviesen bajo
su dominio, para lo que se autoproclamó empe-
rador. Aprovechó la debilidad de la monarquía
española y, con la excusa de ocupar Portugal,
ocupó España en marzo y abril con una impre-
sionante invasión militar de 130.000 soldados.
Los españoles empezaron a inquietarse. A co-
mienzos del mes de mayo tuvo lugar la burla
de Bayona. Napoleón consiguió atraer allí al
Príncipe Fernando, que ya se titulaba rey
(Fernando VII) y a su padre Carlos IV, obte-
niendo de ambos la abdicación. Acto seguido
Napoleón nombró rey de España a su hermano
José Bonaparte. El estallido popular no tardó
en producirse. Todo empezó en Madrid. El día
2 de mayo. Primero fue el Parque de Artillería,
luego se combatía en la Puerta del Sol y calles
adyacentes… Al anochecer los Alcalde de
Móstoles lanzaban un bando dirigido a todos
los pueblos de España incitando al levanta-
miento general y guerra sin cuartel contra los
franceses invasores.
José María Gómez Gómez
23
Tras el Alzamiento del 2 de Mayo de 1808 y
la situación general de guerra generada en
España, y tras el éxito de las tropas españolas
en Bailén (julio de ese año 1808), se produjo
la ocupación y represión general de España
por las tropas napoleónicas. Los primeros
meses de 1809 no se veía ninguna salida para
la situación.
Sin embargo, la Junta Suprema Central Gu-
bernativa del Reino entiende que, a pesar de
la evidente superioridad militar francesa, no
hay que dar tregua a la defensa y dispone que
por doquier se combata al enemigo: los ejér-
citos napoleónicos. En 1809 va a tener lugar
la llamada Campaña del Tajo, que tendría sus
momentos culminantes con las batallas de
Talavera, Puente del Arzobispo, Almona-
cid… y el epílogo de Ocaña. Fue dirigida por
el general Cuesta, bajo cuyo mando se pusie-
ron el Ejército de Extremadura y el de La
Mancha.
Los comienzos fueron desalentadores. El ma-
riscal napoleónico Víctor diseñó una especta-
cular maniobra a mediados de marzo de 1809
para contrarrestar y detener el posible avance
del Ejército de Extremadura. Una parte de su
ejército se dirigió a Almaraz por la orilla nor-
te del Tajo, mientras las tropas de Lasalle y
Leval cruzaban el río por Talavera el día 15,
uniéndose al día siguiente en Puente del Ar-
zobispo con el resto de las tropas de Víctor.
Desde Puente este gran ejército francés fue
ocupando todo el territorio a su paso, por la
comarca extremeña de los Ibores, hasta Méri-
da. El general Cuesta no pudo evitar el en-
frentamiento. En Medellín (28 de marzo) fue
derrotado estrepitosamente el Ejército de Ex-
tremadura. En Ciudad Real (27 de marzo)
sufrió bastantes bajas el Ejército de La Man-
cha. No obstante, el general Gregorio Cuesta
fue confirmado en el mando de ambos ejérci-
tos.
Inesperadamente las circunstancias cambia-
ron en el mes de abril. Un ejército británico
llegaba a la Península a las órdenes de sir
Arthur Wellesley, más conocido por
Lord ,Wellington. Cuando éste llegaba a Lis-
boa, ya le esperaban cartas del general Cuesta
proponiéndole una acción conjunta de fuerzas
aliadas contra el común enemigo francés en
la región del Tajo.
Claude Perrin Victor (Lamarche, Vosgos, 1764 – París,
1841), Duque de Belluno, Mariscal de Francia
Gregorio García de la Cuesta y Fernández de Celis (9 de
mayo de 1741, Santander – 26 de noviembre de 1811, Palma
de Mallorca)
24
Las instrucciones entregadas a Wellington
por el Gobierno Ingléass el 2 de abril no des-
echaban la posibilidad de una acción conjunta,
aunque el objetivo principal de los ingleses debía
ser la defensa de Portugal: “Considerará la de-
fensa de Portugal como su primer e inmediato
objeto de atención; pero dado que la seguridad
de Portugal sólo puede conseguirse efectivamen-
te en relación a la defensa de la península en su
más amplio sentido, Su Majestad (…) deja a su
juicio decidir cuándo su ejército avanzará, y
cómo sus esfuerzos pueden ser combinados de la
mejor manera con las
tropas españolas y tam-
bién con las portuguesas
en apoyo de la causa
común”. He aquí cómo,
en el trascurso de menos
de un año, se trastocaron
las alianzas. Ahora Espa-
ña actuará conjuntamen-
te con Inglaterra y Portugal: el enemigo
común es Francia o, mejor dicho, Napoleón
y su ambición sin límites.
Wellington llegó a Lisboa el 22 de abril,
cuando aún el norte de Portugal permanecía
ocupado por el ejército del mariscal francés
Soult con cuartel general en Oporto. La res-
puesta de Wellington a las cartas de Cuesta
aprueban la idea de una acción conjunta,
pero antes el inglés debe combatir a Soult,
que tiene atenazado el norte de Portugal.
Conseguida la liberación de Portugal, será el
momento de una acción conjunta contra las
tropas de Víctor en la región del Tajo.
Efectivamente, a mediados de mayo, We-
llington inicia una ofensiva de tanteo por el
Duero obligando al mariscal francés Soult a
huir hacia Galicia. Entonces el general
inglés empezó a diseñar una acción conjunta
con el ejército español. Y ello obligó al ma-
riscal Víctor a replegar su ejército hacia Ta-
lavera después de reagrupar todas las tropas
de nuevo en Puente del Arzobispo, sembran-
do el terror en toda la comarca. Sucedía que
guerrilleros y milicianos asaltaban los desta-
camentos y convoyes franceses, llegando
incluso a matar si podían. Ante esta prolife-
ración de la guerrilla, el mariscal Víctor
dictó un bando (13 de abril de ese año 1809)
en que se decía que ante la muerte de un
francés serían apresados indiscriminada-
mente cuatro habitantes del pueblo, los cua-
les serían ejecutados si no aparecía el culpa-
ble en cuarenta y ocho horas; y en caso de
reincidencia, la villa, ciudad o aldea sería
entregada al saqueo y los habitantes pasados
a cuchillo: además, nadie podía circular por
los caminos sin un pasaporte expedido por
las autoridades francesas y todo aquel que
fuese encontrado con armas sería ahorcado
en el término de veinticuatro horas.
Cerámica talaverana representando a los generales
Wellington y Cuesta
Arthur Wellesley, 1r duque de Wellington, 1r marqués de Douro, 1r príncipe de
Waterloo, 1r duque de Ciudad Rodrigo, Grande de España, Caballero de la Jarre-
reta, Caballero de San Patricio, Gran Cruz de la Orden del Baño, Gran Cruz de la
Orden Güelfa, Consejero Privado, Caballero de la Real Sociedad Británica
(Dublín, Irlanda, 1 de mayo de 1769 — 14 de septiembre de 1852), fue un militar
irlandés, político y hombre de estado.
25
Como es lógico,
nuestra comarca vivía ate-
rrorizada y más aún cuan-
do tuvieron lugar los
trágicos sucesos de Calera
y Chozas el 27 de junio de
1809. He aquí cómo se
recoge el episodio en el
reciente libro “Calera
1809”: “Con motivo del
avance conjunto que a
través de Extremadura
hicieron los ejércitos es-
pañol y británico, coman-
dados respectivamente
por los generales Cuesta y
Wellesley, el mariscal
francés Víctor, duque de
Bellune, había ordenado
preventivamente la retirada de sus tropas des-
de el Guadiana hasta la línea del Alberche.
Cuando el grueso del ejército francés había
sobrepasado los límites de Calera y Chozas,
cuentan distintas crónicas que una unidad de
su retaguardia fue acosada por las guerrillas
que actuaban en la zona y por algunos enar-
decidos vecinos del lugar, que previamente
habían sido convocados en la plaza pública a
toque de campana, muriendo en la acción al-
gunos soldados franceses que habían quedado
rezagados. Como resultado la tropa descargó
sobre la población una cruenta represión
mientras una gran parte del caserío y muchos
campos cercanos fueron pasto de las llamas,
el saqueo y la destrucción. Las fuentes hablan
de al menos veinte víctimas mortales de todo
tipo y condición entre los pocos habitantes
que no habían podido huir, que fueron cruel-
mente pasados a cuchillo o arcabuceados”.
La iglesia, cuyo toque de campanas había
convocado a la gente, fue especialmente que-
mada y destruida.
A primeros de julio de 1809 Wellington está
en Plasencia, desde donde se desplaza a Ca-
sas del Puerto (Miravete) para entrevistarse
con el general Cuesta. Ambos establecieron
un plan conjunto para hacer frente a las tro-
pas francesas que el mariscal Victor (padre
del célebre Víctor Hugo) había desplazado y
dispuesto entre Talavera y el río Alberche, en
espera de los refuerzos que habían de llegar
desde Madrid y Toledo.
Mientras tanto, avanzando desde Plasencia los
ingleses y portugueses de Wellington, y los espa-
ñoles de Cuesta desde Almaraz, ambas fuerzas
aliadas se encontraron el 21 de julio en Oropesa.
Y en esa noche acamparon en Velada, Casar y
Gamonal. Avisado y prudente, Víctor retiró su
ejército francés al otro lado del Alberche, entre
Cazalegas y Casar de Escalona, abandonando la
ciudad quemando las casas y los campos. En la
mañana del día 22 hubo refriegas entre las van-
guardias de los dos ejércitos
Cerámica talaverana, representando la Batalla de Talavera
Saqueo de la ermita del Prado (Talavera)
26
El ejército francés se
componía del ejército del
mariscal Víctor (unos
22.000 soldados), más los
5.000 que se unieron desde
Madrid al mando del pro-
pio José Bonaparte, a los
que se añadieron desde La
Mancha y Despeñaperros
otros 18.000 soldados al
mando de Sebastiani. Un
total de 44.643 soldados:
35.909 de infantería, 8.014
de caballería y 720 de arti-
llería. Era un ejército bien
adiestrado, bien equipado y perfectamente
entrenado para los terrenos españoles.
El ejército aliado estaba formado por el ejérci-
to español del general Cuesta (25.258 solda-
dos) y el ejército británico con contingentes
portugueses al mando del general Wellington
(20.580 soldados). Un total de 45.838: unos
38.000 de infantería, unos 6.000 de caballería
y cerca de 2.000 artilleros. Todos ellos acam-
paron durante la noche del día 22 de julio en
los olivares entre Talavera y el río Alberche.
Al amanecer del día 23, Cuesta y Wellington
inspeccionaron el despliegue de los franceses
En los días 23 y 24 el ejército francés del ma-
riscal Víctor se replegó hacia Toledo en espe-
ra de los refuerzos del rey José y de Sebastia-
ni. Cuesta con los españoles salió en su perse-
cución, pero fue víctima de una emboscada.
En la mañana del día 26 la caballería española
del regimiento Villaviciosa, al proteger la reti-
rada, sufrió una sangrienta derrota en Al-
cabón. No obstante el ejército español de
Cuesta consiguió reunirse de nuevo con We-
llington en Talavera.
Y las inmediaciones de Talavera van a
ser escenario de la gran batalla: la BATALLA
DE TALAVERA. Tuvo lugar los días 27 y 28
de julio en el terreno comprendido entre Tala-
vera y los montes de Segurilla. Concretamente
se combatió en los cerros de Medellín y Cas-
cajal, el arroyo de la Portiña y el Pajar de Ver-
gara. Los aliados combatieron desde el oeste y
los franceses desde el este con el arroyo en
medio. Los combates fueron muy violentos.
Por la noche los cañonazos se confundían con
los relámpagos y truenos de una tormenta for-
midable. La batalla fue un infierno.
El panorama resultante, tras retirarse los
ejércitos, fue espantoso. Hubo cerca de 14.000
muertos: 7.283 franceses, 5.367 ingleses y
1.250 españoles. Los franceses se replegaron
en señal de derrota. Españoles y británicos
enterraron a los muertos de ambos bandos y
recogieron a los varios millares de heridos,
que fueron atendidos en hospitales dispuestos
en Talavera y en casas particulares. Pero el
ejército aliado no aprovechó la victoria sobre
los franceses: éstos poseían muchas fuerzas en
la retaguardia. Wellington, que más tarde reci-
biría el título de Vizconde de Talavera, deci-
dió retirarse con sus tropas a Portugal. La
Guerra de Independencia no hacía más que
empezar. Aún quedaban cuatro años de bata-
llas y guerrillas que dejaron a España prácti-
camente arrasada.
Batalla de Talavera
Medalla militar
conmemorativa de
la batalla de Tala-
vera
27
28
En estos fragmentos de penumbra que pretendemos arrebatar al tiempo habitan los
vagos reflejos de una realidad inaccesible al exiguo poder de los sentidos: La eterna con-
frontación entre el bien y el mal. Esta incesante batalla que imprime movimiento a todo lo
creado, y que sólo podemos ver figurada en complejos rituales, como este, que se nos ofrece
vivo.
La extensa colección de símbolos que mostramos a vuestros ojos y a vuestra inteligen-
cia forman un sólido brocal desde donde podemos atisbar las profundidades de nuestro ser
como un hondo resplandor que pugna por escapar del pozo y regresar a la fuente solar de
donde fue irradiado. Adheridas al espejo de los siglos, emanan estas máscaras un compacto
rumor de caos y equilibrio, de materia y de espíritu que sugiere virtudes y pecados, tránsi-
tos entre estados de conciencia en viaje interminable hacia la Luz Divina. Si miráis bien, no
dejaréis de reconoceros en sus rasgos
Florentino Caballero Santacruz - Asociación Danzantes y Pecados
Vienen de la profundidad del tiempo. En sus ropas se aprecian las marcas de la histo-
ria. Son los Pecados y Danzantes de Camuñas. Población de 1772 habitantes que se localiza
al Suroeste de la provincia de Toledo, lindando ya con la de Ciudad Real, en la comarca de
La Mancha.
NUESTRAS FIESTAS
29
Es probable que estas danzas tengan su ori-
gen durante los siglos XVI y XVII, pero no
puede ir más allá del pontificado de Urbano
IV que en el 1264 decretó la bula
“Transiturus de hoc mundo”. Instituyendo en
la Iglesia Universal la celebración del Corpus
Christi en el jueves posterior al domingo de
la Santísima Trinidad del Cuerpo y la Sangre
del señor.
La representación comienza mucho an-
tes de la misa de la mañana, comienza
dentro en cada grupo, independiente-
mente en cada una de las casas donde
se reunen para celebrar estos días,
haciendo un recorrido previo a la misa
con motivo de recoger al párroco del
pueblo y a las autoridades del mismo.
Una vez comenzada la misa son los pe-
cados los únicos que quedan fuera del
Templo y es al término de esta cuando
comienza la procesión. En la Plaza del
Reloj, o de Ramón y Cajal, los Pecados
lanzan una ofensiva contra el bien, y un
diparo anuncia la llegada de "La Peca-
dilla", parece buena, para engañar a los
Danzantes, peor la parte superior de su
vestimenta revela su maléfica misión.
Después de la Pecadilla viene el
"Pecado Mayor", Su vestido negro y su
careta de cerdo simboliza al demonio,
un horrible aullido acompaña a su ata-
que. Luego entra el resto del grupo, que
intenta encarnar a a las fuerzas malig-
nas y los pecados del mundo. A conti-
nuación llega "El Correa", que acaba la
batalla, su serenero rojo viene a emular
los Pecados del mundo, después todos
los Pecados caen humillados
30
. Luego los "Danzantes" comienzan
a "Tejer el cordón", una danza muy
trandescental. Las filas están encabe-
zadas por la Prudencia, a la fila iz-
quierda, y el cordel, a la derecha que
representa la justicia. También parti-
cipa el judío mayor, un personaje in-
móvil que emula la ceguera de la fe.
El "Capitán" que representa la cari-
dad, el "alcalde" tiene a su cargo la
interpretación de la esperanza. El
"Tambor" encarna la Templanza y la
"Porra", la fortaleza. En el centro de
la formación está la "Madama", de
importante influencia francesa en el
nombre, es un personaje femenino,
de careta lampiña. La "Madama" va
recorriendo las 2 filas de danzantes,
y los toma tras ella para formar una
larga columna, cerrada por la cari-
dad. Luego viene la procesión por las
calles del pueblo, atra-
viesan casi toda la lo-
calidad, sobre todo por
la zona oeste, y pasa
por calles principales
como Veracruz, Gran-
de o Alcázar.
31
Dionisio Urbina
Motilla del Azuer, Daimiel, Ciudad Real
Desde hace siglos han venido llamando la atención del hombre unos montículos que se eleva-
ban en medio de las llanuras manchegas. Se trata de las Motillas, pequeños cerretes artificiales que
se elevan en mitad de los erráticos cursos fluviales de La Mancha o junto a las lagunas y zonas pa-
lustres. Los estudiosos y eruditos las interpretaron antiguamente como túmulos funerarios, aunque
hoy sabemos que son unas manifestaciones peculiares de la cultura de la Edad del Bronce (hace
entre 4.000 y 3.500 años) que no tienen paralelos en la Península ibérica.
Se trata de verdaderas fortalezas que se levantan sobre terrenos encharcados de la llanura man-
chega. Están formadas por una torre central que puede alcanzar hasta los 10m de altura sobre el
nivel del suelo, de forma cuadrangular y a la que se accede por medio de tramos de escaleras que
se van enroscando a sus paredes por el interior embutidas en estrechos pasillos. Esta torre está cir-
cundada por dos o más anillos pseudo-concéntricos de murallas, que confieren al conjunto la for-
ma circular característica que puede llegar a los 100m de diámetro. Toda la obra está realizada en
mampostería de piedra caliza unidas a hueso.
32
Hoy se conocen más de medio centenar de estos asentamientos, como la Motilla de Las Cañas,
en pleno parque nacional de las Tablas de Daimiel, la de Zuocorta, cercana e ésta, de los Palacios,
o la decena de ejemplos en torno a las lagunas de Ruidera, entre las que destaca la Motilla del Re-
tamar de Argamasilla de Alba. De todas ellas, la mejor conocida es la llamada motilla del Azuer,
por situarse junto al cauce de ese río, en el término municipal de Daimiel, en Ciudad Real. Se co-
menzó a excavar en los años setenta del pasado siglo por un equipo de la Universidad de Granada,
y tras varios años de inactividad se han reiniciado hace unos pocos años las investigaciones por el
mismo equipo bajo los auspicios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con el doble
fin de estudiarla y restaurarla para abrirla al público. En esta motilla se conserva la torre central
con lienzos de pared de casi 10m de altura,. Alrededor de esta torre existe un muro que la rodea, y
otro al exterior mucho más grueso. Dentro de la fortificación se abre un espacio vacío o patio en
uno de sus lados, y al exterior se conservaban los restos del poblado propiamente dicho.
Estamos por tanto ante un castillo que se construyó hace cuatro milenios con el fin de almace-
nar dentro de sus muros las reservas de cereales de la comunidad, trigo y cebada que al principio
se guardaban en almacenes o silos de planta rectangular y luego dentro de grandes recipientes
cerámicos fabricados a mano. También existen indicios que indican que se estabulaba o guardaba
el ganado dentro de los muros cuando era necesario: ovejas, cabras y cerdos. En el patio se ha en-
contrado un pozo que buscaba los niveles freáticos del río para garantizar el abastecimiento de
agua dentro de la fortaleza. También la fortaleza servía como vivienda, al menos puntualmente, ya
que entre los restos arqueológicos hallados se encuentran algunos hornos para cocinar y restos de
actividades alfareras, y también se han hallado algunos enterramientos.
Vista aérea de la Motilla del Azuer
33
Pero el poblado se ex-
tendía en el llano contiguo
al río, alrededor de la forti-
ficación. Las casas son de
planta oval o rectangular
con paredes de barro que
tienen un zócalo de mam-
postería. En una de ellas se
halló un conjunto de vasijas
de almacenaje de pequeño y
mediano tamaño que forma-
ba parte de un vasar situado
junto a la puerta. Como es
común en esta época, no
existe un urbanismo propiamente dicho, sino que las casas se distribuyen aleatoriamente dejando
grandes espacios abiertos en donde se realizaban las actividades cotidianas, quedando numerosos
restos de hogares y hornos, junto con fosas y agujeros en donde de vertían los desechos. Estos ba-
sureros son una fuente de información extraordinaria para conocer los hábitos de vida y la dieta de
estas gentes. Por ejemplo, en Azuer se han hallado numerosos restos de huesos de caballo descuar-
tizados, animal que por entonces se utilizaba esencialmente para consumir su carne.
Junto al poblado se hallaba el cementerio o necrópolis, formado por simples fosas excavadas
en el terreno o construidas con pequeñas paredes de piedras calizas o lajas hincadas. Dentro de
ellas se hallan los difuntos inhumados, en posición encogida y colocados de lado. Se enterraban
con escasos ajuares aunque han aparecido algunos entre los
que se halla un puñal de cobre arsenicazo con remaches y un
punzón también de cobre. Estas tumbas se encuentran a ve-
ces adosadas a las viviendas e incluso a la muralla exterior
de la fortificación. No faltan algunos restos de niños en el
interior de vasijas, siguiendo la costumbre común a muchos
pueblos antiguos, de separar a los jóvenes que aún no han
llegado a la edad adulta en cementerios o espacios separados
de los del resto de la comunidad.
El hecho de que el trabajo para levantar las fortificacio-
nes supera con mucho las necesidad de las comunidades que
las construyeron y que las motillas se distribuyan por las
cauces fluviales, lagos y zonas encharcadas, a intervalos de
4-5km, parece indicar que se trata de un sistema plenamente
estructurado correspondiente a sociedades jerarquizadas,
para las que la guerra y la rapiña eran partes importantes de
sus formas de vida, de ahí que las motillas busquen la altura
por medio de sus torres centrales a fin de obtener
una buena visión sobre el entorno y el dominio
visual de otras motillas desde la que podrían avi-
sarse de incursiones extranjeros a cualquier otro
peligro. En estos casos, la población buscaría re-
fugio dentro de los anillos de la fortificación, en
donde se guardaban también los víveres, no tanto
para aguantar un asedio, sino para evitar el pillaje
de los alimentos y bienes más preciados del gru-
po.
Detalle de la torre central y los anillos concéntricos de la
fortificación de la Motilla del Azuer.
Enterramiento en el interior de la
Motilla del Azuer.
34
En el pueblo de Merin-dad de Sotoscueva, en la provincia de Burgos. Está situada junto a la entrada principal del Complejo de Ojo Guareña y es parte de las cuevas. Se desconoce la fecha de su construcción, unos la sitúan en los siglos VIII-IX, pero Gómez Grinda cree que es del siglo XIII. Comenzó estando dedicada a San Tirso sólo. En el siglo XVIII reúne las dos advoca-ciones. Las reformas de acondicionamiento comien-zan a mediados del siglo
XVII. Las bóvedas poseen pintu-ras, algunas deterioradas por las filtraciones del agua de las co-rrientes de la gran cueva. Tam-
bién hay frescos y un retablo. El conjunto fue de-clarado Monu-mento Histórico Artístico Nacional el 23 de abril de 1970 . El sábado más cercano al día 11 de junio, día de San Ber-nabé, se celebra la fiesta.
Un trozo del cielo en la tierra
La ermita rupestre de San Tirso y San Bernabé tiene sillar al exterior y es de nave única. En el interior de la ermita hay pinturas murales en la bóveda natural de los martirios de San Tirso y los milagros de San Tirso y San
Bernabé que están datados entre los siglos XVIII y XIX.
TURISMO CULTURAL
35
36
CARRANQUE.
Su historia, se puede remontar a los Celtas aunque la que reza y deja realmente plasmado su
paso por la historia de este pueblo, es la cultura romana, después pasaron los visigodos y
fueron los árabes los que asentaron la villa a orillas del río Guadarrama y le denominaron
“Carranque de Yuso”. Las huestes de Alfonso VI, sobre el año 1085, conquistaron la villa y
lo desplazaron a un lugar algo más arriba y saludable, pasándose a llamar “Carranque de
Suso”. Fue cedida a la “Orden de San Juan” y llegó a pertenecer al señorío jurisdiccional de
Segovia durante el reinado de Alfonso VIII de Castilla. Posteriormente hay datos socioeconó-
micos a partir de Carlos I y su hijo Felipe II así como el Catastro del Marqués de la Ensena-
da en el año 1752.
Nuestros Pueblos.
37
En el año 1983, y de forma casual hubo un
descubrimiento de un mosaico que después
fue el detonante de lo que hoy en día es el
“Parque Arqueológico de Carranque”.
Este parque es uno de los mejores conser-
vados de España. Un interesante conjunto
monumental de la Hispania Romana del
siglo IV, la época tardoromana. Gracias a
ese descubrimiento, podemos hoy en día
ver los mosaicos de la casa que perteneció
a Materno Cinegio, tío del Emperador Teo-
dosio, y que bajo la tutela de este tuvo el
cargo de Prefecto de Pretorio de Oriente.
Materno murió en Constantinopla y desde
allí fueron trasladados sus restos hasta su
villa, en Carranque.
Carranque es hoy en día un pueblo moder-
nizado , que sabe sacar fruto al turismo.
Sus gentes quieren a su tierra que está re-
pleta de cereales, vid y olivos.
El parque arqueológico
Vista de Carranque
Algunos mosaicos del Parque Arqueológico, así
como uno de los molinos.
38
ESQUIVIAS.
Se han fundido en un tipo que se llama
como el auténtico quizá Quijada, quizá
Quijano y acabará denominándose D.
Quijote. El pueblo donde nació es Esqui-
vias, pero ya la pista era demasiado clara
para completarla con ese detalle. Será un
lugar de la Mancha de cuyo nombre...” Fernando Díaz-Plaja
Su fundación se pierde en el origen de los tiem-
pos, pues se han encontrado restos de las culturas
paleolítica, neolítica, céltica, romana, visigoda e
islámica.
Tras la reconquista de La Sagra por Alfonso VI
en 1085, sería repoblada por mozárabes toleda-
nos.
La población perteneció los reyes de Castilla,
desde Alfonso VI a Alfonso VIII quien decide
donarla en 1188 a la Iglesia de Toledo. En 1218
sería confirmada esta donación por Fernando III
el Santo, debiendo pagar el municipio cier-
tos tributos en concepto de vasallaje. En
1480 los vecinos consiguen dejar de pagar
los tributos, pero no pueden librarse de su
vasallaje hasta el 23 de junio de 1650.
Durante la guerra de las Comunidades en
1521, Esquivias fue el último pueblo que se
rindió a las tropas de Carlos V.
El 12 de diciembre de 1584 Miguel de Cer-
vantes se casa en la iglesia parroquial con
Catalina de Palacios, natural de Esquivias.
Cervantes se inspiraría en vecinos de la vi-
lla para algunos de los personajes de “El
Quijote”.
En 1768 Esquivias consigue el
título de Villa Realenga.
Durante Guerra Civil Española
los bandos nacionalista y repu-
blicano entablaron batalla en las
cercanías de la población, lle-
gando a ocupar la misma.
Iglesia Parroquial
Casa-Museo de Miguel de Cervantes En
esta casona , pudo inspirarse Cervantes
para la creación de su obra universal:
“Don Quijote de la Mancha”
Monumento a Miguel de Cervantes
39
ILLESCAS.
Los restos arqueológicos de esta villa, nos dicen que estuvo habitada en la prhistoria.
Paso de gentes, también estuvo habitado por el pueblo celtíbero. E inclusive los griegos
que funda Ilacuris (ciudad de los curetes). En el siglo V, la villa fúé abandonada por los
romanos . De sus ruinas surgió una pequeña villa llamada “Dundiense”, Ésta, la arrasaron
los árabes durante el ímpetu de su conquista en el año 714 . Mas adelante la escogieron
como lugar de descanso llamándola “Illescas” ya entrado el año 960
En los documentos que tratan de Illescas, se encuentran repetidas declaraciones de los
pueblos, en los que se alaba la fertilidad de los campos y la benignidad de su temple.
Quizás estos fueron los motivos
del temprano asentamiento del
hombre en estos parajes..
Alfonso VI la recupero para la
cristiandad en 1083, donándola a
la iglesia de Toledo. Este rey co-
menzó la repoblación, y dispuso
de una fortificación, rodeándola
de una muralla de cinco Puertas,
una de la cuales aún conserva, la
llamada de Ugena.
Para ver las fotos en grande pincha sobre ellas ...
Igleia parroquial.
Foto: Sixto Rivas
Puerta de Ugena
40
Alfonso VII, en 1137 le
otorgó el título de "Villa
Imperial", y en 1154, le
concedió la Carta Puebla.
En esta época, adquirió
nuevamente esplendor, y
fue visitada por las fami-
lias reales. Carlos V fue
uno de los monarcas que
con mayor frecuencia vi-
sitó la villa, y alojo en el
Palacio Real de la calle
Mayor, a su prisionero de
la batalla de Pavía Francis-
co I de Francia, que des-
pués se casó en esta villa con doña Leonor, hermana del
emperador.
El Cardenal Cisneros, fundó en 1514 el convento de Reli-
giosas franciscanas.
Felipe II toma posesión de la Corte en 1575, que en lo
sucesivo no perderá el carácter de Villa Real. En esta
época las reinas e infantas donan mantos y joyas a la Vir-
gen de la Caridad.
El día 4 de Junio de 1600, domingo, fue inagurado el
nuevo Santuario de la Caridad, en el cual el Greco pintó 5
de sus celebres cuadros.
En este periodo Illescas es motivo de atención por parte
de literatos importantes; Lope de Vega en el "Caballero
de Illescas", Tirso de Molina en "Marta la Piados", El
Rey don Pedro en Madrid", "El Infanzón de Illescas", y
Fernando de Moratín en el "Barón".
Carlos III, el 1 de Febrero de 1770, concede definitivamente la ad-
ministración del Hospital- Santuario al pueblo.
En el siglo XIX, se destruyó el convento de Franciscanas Descalzas
en la guerra de La Independencia, y posteriormente desaparecerá la
parroquia del Salvador en 1838.
En 1925 el Conde de Cedillo reorganiza la Real Hermandad de In-
fanzones.
El 12 de Octubre de 1955 fue coronada canónicamente por el Carde-
nal Primado Pla y Demiel la imagen de la Virgen de la Caridad.
Santuario de la Virgen de la Caridad
San Idelfonso-El Greco– Santuario de
la Virgen de la Caridad
Virgen de la Caridad-El Greco-Santuario de la Virgen de la Caridad
41
PÁGINA AL CUIDADO DE NICOLÁS DEL HIERRO
Luis Barahona de Soto (1548-1595)
El poeta lucentino debe su fama al
poema épico-narrativo Las lágrimas
de Angélica (1586), largo poema en
octavas reales inspirado en el Orlando
furioso de Ariosto, concretamente en
el episodio de Angélica y Medoro,
historia a la que añadirá una acumula-
ción excesiva de nuevos episodios
plagados de anacronismos e italianis-
mos. La obra de Barahona, especial-
mente su poema épico tuvo gran im-
portancia en su época. Cervantes lo
elogió en el pasaje de la quema de
libros del Quijote, de la que salvó a
Lágrimas de Angélica- “porque su
autor, fue uno de los mas famosos
poetas del mundo”- y Lope de Vega
se inspiró en él para su obra La her-
mosura de Angélica
De dos contrarias reinas casi inmenso
poder, que a la India y Citia tan distantes
juntó, y de dos guerreros más aun, pienso
mostrar, de vuestra casta y semejantes;
que si no son por quien se os paga hoy censo
del mundo, son por quien pagárseos antes
debiera, en cuya heroica valentía
lo mucho que os da el cielo os prometía.
Pues ¡oh, vos, grande y única esperanza
de espíritus gentiles, y columna
de sus memorias vivas!, do no alcanza
olvido, tiempo, muerte ni fortuna;
a cuya voluntad, ceño y mudanza,
responde tierra, y agua, y aire, y luna,
dad favorable espíritu a mi canto,
que comenzando en vos se atreve a tanto. (…)
Las lágrimas de Angélica (Fragmento)
CANTO PRIMERO
Las lágrimas salidas de los ojos
más bellos, que en su mal vio amor dolientes,
y de los que siguiendo sus antojos
vagaron por desiertos diferentes,
entre las armas, triunfos y despojos
gloriosos, cantaré, de aquellas gentes
que tras su error, por sendas mil que abrieron,
del fin de Europa, un tiempo, al de Asia fueron.
42
MARÍA SANZ
AHÓRRATE EL DOLOR, NO TIENES MODO...
ahórrate el dolor, no tienes modo de convencer al mundo de tu huida hacia aquellos placeres donde te desangraste. Los inviernos se siguen sin descanso, trazan la soledad de tantas horas como heridas, imponen sus manos en tus sienes tumefactas. Ahora no hay dulzor para más noches. Ese fin al que nunca renunciabas por mantener abierto tu desvelo, ya diluyó sus límites en un gozo transido, negándote el amor interminable después de la amargura. Los inviernos alivian el paisaje febril que te rodea, pero no es suficiente para alejar del mundo tu partida
hacia el delirio donde agonizaste.
ARGONAUTA
Intrépido muchacho aquél... Buscó mi templo entre cientos de islas para verme de cerca, por saber si era cierto que yo estaba desnuda entre unas míticas columnas cuyo blancor se alzaba sobre el índigo sereno de las olas. Bello muchacho aquél... Rozó mis piernas que ardían con el sol, tentó mi talle ceñido por la brisa, y en mis manos sus dorados cabellos se prendieron. Dulce muchacho aquél... Llegó a dormirse junto a mi pedestal, mas con el alba -siempre hay un alba-, regresó a su nave. Nunca se han explicado los arqueólogos estas huellas extrañas en mi cuerpo de mármol.
"Acuérdate del día en que un poema te liberó del mundo y sus engaños..."
43
Schönbrunn, Belvedere, Augarten: estos parques barrocos brindan
amplios espacios para largos paseos.
El palacio barroco de
Schönbrunn, que en los
tiempos de Maria Theresia
(1717-1780) servía de resi-
dencia veraniega de los Em-
peradores, dispone de unos
jardines de dos kilómetros
cuadrados: aquí se puede
descansar, pasear y hacer
jogging recorriendo la ad-
mirable naturaleza refina-
da, podada y estructurada
según el modelo francés del
arte de la jardinería del si-
glo XVIII. En los jardines
del palacio, las flores y ar-
bustos están distribuidos de
tal forma que se ven como
una sofisticada textura
simétrica. De ambos lados
de la arteria principal del
jardín salen alamedas diago-
nales y transversales con mu-
chos bancos donde hacer un
descanso. Una visita a la
„Bergl-Zimmer“ - la sala de
pinturas del palacio, donde
se representa el Mundo de
jardines de fantasía - es la
forma ideal de prepararse a
la excursión por los espléndi-
dos jardines de Schönbrunn.
Colaboración
de la Oficina
de Turismo de
Austria
El palacio de Schönbrunn,
DE ESTE A OESTE
Invernadero de el palacio de Schönbrunn,
44
Palacio alto Belvedere
El palacio Belvedere está compuesto de dos edificios, el Alto Belvedere y el Bajo Belvedere. Este
complejo arquitectónico barroco fue erigido en el siglo XVIII por Johann Lukas von Hildebrandt
como residencia de verano del príncipe Eugenio de Saboya, que servía al Imperio de Habsburgo
como mariscal de guerra. El jardín del palacio se extiende desde el Bajo Belvedere hasta el repre-
sentativo Alto Belvedere siguiendo un eje central con exactitud simétrica. Este parque también di-
señado al modelo francés se caracteriza por la precisión con que se ha dado forma a las copas de
los árboles y los arbustos, así como por sus esculturas y fuentes con juegos de agua. Junto al inver-
nadero de tipo “orangerie”, que se conserva hasta hoy, había también un recinto para pájaros y otro
para otras especies de animales.
Palacio bajo Belvedere
45
El jardín barroco más antiguo de Viena
es el Augarten en el distrito 2. Además de
unos jardines al estilo francés, este gran
parque de 52 hectáreas dispone también de un
amplio espacio con alamedas flanqueadas de
castaños, tilos y pequeños bosques. El jardín
amurallado alberga en el palacio que lleva el
mismo nombre la sede de los Niños Cantores
de Viena, la manufactura de porcelanas Au-
garten, el archivo de cine de Austria y la sala
de exposiciones Augarten Comtemporary,
que funciona como dependencia del Belvede-
re para exponer arte contemporáneo. Los jar-
dines barrocos, el palacio y la parte conservada
de la muralla original de Augarten, de princi-
pios del siglo XVIII, son patrimonio histórico
desde el año 2000.
Jardin y torre de defensa de Augarten. En el corazón del segundo barrio de Viena, conocido como Leopoldstadt, surge en estilo
barroco el segundo parque más querido por los vieneses por detrás del Stadtpark; el Augarten. Una verde área de dilatada histo-
ria. En el hay torres antiaéreas”, conocidas como las Flaktürme. Estos colosos de imponente arquitectura fueron construidos
entre Julio de 1944 y Enero de 1945 con el fin de proteger a la población civil de los bombardeos aliados.
Murallas y entrada a los jardines de
Augarten
Palacio en los jardines de Augarten
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Sergio Fernández. Colaborador del
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linario, nos muestra su sencillez y habi-
lidad para enseñarnos recetas sencillas
y económicas con las que podamos dis-
frutar en nuestro hogar.
INGREDIENTES:
PREPARACION:
Copas de cebolla rellenas
de garbanzos salteados
4 cebollas.
2 lonchas lacón.
1 bote de garbanzos cocidos.
500 gr. mejillones.
4 huevos codorniz.
4 dientes ajo.
Cebollino.
Aceite, sal.
Pelar las cebollas y cocerlas en agua abundante,
sal y azúcar durante 35-40 minutos debiendo
resultar tiernas pero no deshechas. Una vez co-
cidas, se vaciará parte de su interior, creando
una especie de copa.
Escurrir los garbanzos cocidos y lavarlos en el
chorro de agua fría. En una sartén doraremos
los ajos picados finamente, cuando empiecen a
tomar color, agregaremos el lacón cortado en
tiras finas, el cebollino picado y los garbanzos.
Saltear todo a fuego vivo y sazonar con sal.
Los huevos de codorniz se cocerán durante 2
minutos en agua con sal. Otros dos minutos ne-
cesitaremos para cocer los mejillones al vapor.
Rellenar las cebollas con el salteado y con los
huevos de codorniz pelados. Hornear 10 minu-
tos a 160ºC para que se temple la cebolla.
Servir caliente acompañada por los mejillones.