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LA BURBUJA INMOBILIARIA, REPERCUSIONES
SOCIALES Y POLÍTICAS: UNA VISIÓN DESDE EL
SURESTE ESPAÑOL, EL CASO DE LA REGIÓN DE
MURCIA Jesús Esteban, Cárcar Benito, Profesor Asociado del Área de Ciencia Política
y de la Administración de la Universidad de Murcia, Sociólogo.
El llamado "milagro del levante español" se ha revelado, a la luz de los datos, como
un auténtico problema dentro del desarrollo regional. La dilapidación de cantidades de
gasto público en infraestructuras, algunas cuestionadas en su necesidad, nos lleva a una una
posible socialización de las deudas privadas y públicas de entidades financieras, promotoras
y cosntructoras, que se traduce en una pérdida de calidad de los servicios públicos, que son
los qeu centran la cohesión social y la sociedad civil. Todo ello motiva importantes
repercusiones sociales, desigualdad y fractura. n otro orden de cosas ,la crisis económica
iniciada en 2008 ha modificado sustancialmente el paisaje social de la exclusión.
Numerosos colectivos que se encontraban en situación de integración socia inician desde la
crisis procesos de exclusión social en distintas áreas: trabajo, vivienda, ingresos, etc
Por tanto, desde una perspectiva multidisciplinar (sociología política) se abordan los
principales rasgos de los procesos de exclusión social, a la vez que analizan los principales
desafíos para la mejora de indicadores, que debería afrontar la sociedad murciana para
avanzar hacia un modelo de desarrollo con mayor cohesión social En consecuencia,
destacaré la necesidad de ruptura del patrón de hegemonía política y escasa participación
por otro diferente que permita un desarrollo social armónico y disuelva las prácticas
clientelares.
Palabras clave: sureste, sector inmobiliario, repercusiones, sociales, políticas.
Keywords: southeast, real estate, impact, social, political
Índice LA BURBUJA INMOBILIARIA, REPERCUSIONES SOCIALES Y POLÍTICAS:
UNA VISIÓN DESDE EL SURESTE ESPAÑOL, EL CASO DE LA REGIÓN DE
MURCIA ................................................................................................................................ 1
1. Introducción ........................................................................................................ 2
2. Una larga supremacía conservadora ................................................................... 5
3. El regionalismo hidráulico.................................................................................. 6
4. Burbuja, éxito electoral y evolución del PIB ...................................................... 8
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5. Burbuja y evolución del empleo: la precarización ........................................... 11
6. Consecuencias del estallido de la burbuja en el Estado de Bienestar ............... 13
7. El efecto clientelar (redes, economía sumergida, promoción del
conservadurismo y desmotivación de la juventud). ......................................................... 18
7.1. Redes clientelares ...................................................................................... 21
8. Conclusiones para los nuevos problemas: deuda y exclusión social ................ 23
8.1. La deuda: el lastre ...................................................................................... 23
8.2. La exclusión social .................................................................................... 24
8.4. Inmigrantes y emigrantes .......................................................................... 31
9. Un apunte final ................................................................................................. 32
Bibliografía ........................................................................................................... 33
Datos estadísticos ................................................................................................. 34
1. Introducción La urbanización, como avaricia y descontrol del territorio, tenía como proyecto
extender y maximizar el beneficio a través de la urbanización y reordenación del territorio
regional; emergió, por tanto, como la forma más efectiva de vencer la incertidumbre
económica, reorientando el sector inmobiliario con el fin de conectarlo a los flujos globales
de capital. El geógrafo inglés David Harvey ha señalado que la urbanización del territorio
es una salida recurrente a las crisis del beneficio. Según Harvey (1992), el capitalismo,
desde sus inicios, habría impulsado olas urbanizadoras para absorber el excedente de
capital. El estallido inmobiliario, junto a políticas especialmente irracionales, con un
especial énfasis en las grandes infraestructuras de movilidad, necesitaría la producción de
espacio como inversión fija a largo plazo, pero también como lugar privilegiado para el
intercambio de mercancías. Ahora bien, ¿cuál sería la novedad, si es que hay alguna, de la
ola urbanizadora que arranca a mediados de los 90 y rompe con la crisis de las hipotecas
subprime?. Siguiendo de nuevo a Harvey (2010), podemos decir que la política urbana
neoliberal se ha caracterizado por someter la ordenación del territorio a lógicas de
competitividad, más propias del mundo de las finanzas. Así, frente al urbanismo de
posguerra que inquiría cierta redistribución y homogeneidad en el territorio para apuntalar
la industria local y el mercado interno, el proyecto de urbanización neoliberal provocaría la
competición entre territorios y para aprehender los movimientos de capital transnacional.
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En las transformaciones experimentadas por Murcia, vemos esto claramente. La
reestructuración de la economía urbana mostraba: las interacciones ligadas a los servicios
de gestión oficinas y empresas; el crecimiento del sector financiero; la multiplicación de
grandes superficies comerciales; y hostelería etc. El avance de la construcción de viviendas
fue apoyado por un incremento muy notable del endeudamiento de las familias, que se
había situado a un nivel tal que los gravámenes financieros y obligaciones contraídas
comprometían una porción ya muy elevada de su renta disponible. La tendencia creciente
no pudo sostenerse, indefinidamente; en la acumulación de endeudamiento que fue posible
por el prolongado deslizamiento de los tipos de interés, nominales y reales, y por el fácil
acceso a la financiación internacional de nuestro sistema bancario. Todo parece indicar que
la vivienda, que estimuló el crecimiento económico y el empleo durante un largo periodo,
influyó en sentido contario en los siguientes años.
En todo este bosquejo, como es bien sabido, el protagonismo de promotores
inmobiliarios, entidades financieras y bancos ha resultado central. El proceso urbanizador
de la Región de Murcia, por bajar a lo concreto, no habría sido posible sin la Ley del Suelo
del Gobierno de José María Aznar (1998), que revelaba que todo el suelo no especialmente
protegido era susceptible de ser urbanizado, ni sin la Ley del Suelo regional (2001), que
daba una vuelta de tuerca y descatalogaba el 20% de los espacios protegidos. Lo primero
que habría que entender, por tanto, es que el llamado “boom inmobiliario” de finales de los
90 no fue el resultado mecánico de un supuesto mercado inmobiliario liberalizado, sino más
bien una apuesta política por un determinado modelo de desarrollo y de sociedad. Algunos
autores han denominado a este modelo como “neodesarrollista”, presentándolo como una
actualización del desarrollismo franquista de los años 60, mientras que otros prefieren
calificarlo como monocultivo del ladrillo.
En cualquier caso, no cabe duda de que a partir de la promulgación de las leyes
estatal y regional del suelo, la “fiebre del ladrillo” alcanzó sus cotas más altas., entre 1995-
2005 la superficie urbanizada aumentó en la Región de Murcia un 58% (la más alta del
país). Se recalificaron espacios naturales protegidos, se multiplicaron las promociones
urbanísticas y proliferaron los resorts con campos de golf. La llamada huerta de Europa se
convirtió en un solar urbanizable y Murcia comenzó a promocionarse como el “geriátrico
de Europa”. Durante este periodo, la Región de Murcia creció por encima de la media
nacional y su modelo fue calificado desde diversos foros económicos como “éxito
impresionante” y “milagro económico”.
Un crecimiento económico basado en el expolio del trabajo y la naturaleza. Más allá
de las cifras macroeconómicas; podemos afirmar que el modelo desarrollista-especulativo
regional presentó una contracción del capital social. Ciertamente, el predominio de la
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agricultura intensiva, la construcción y los sectores asociados, implicó la utilización de una
gran cantidad de trabajo barato y con baja cualificación a menudo en condiciones de
precariedad Es decir, facilito el paso la herramienta inmobiliaria básica para que el dinero
siguiera manando, el endeudamiento popular creciendo y los procesos de acumulación
hipertrofiándose
Según El otro estado de la Región, elaborado por el Foro Ciudadano, el salario
regional era en 2004 un 14,27% inferior al del conjunto del país y en el año 2007 esa
diferencia se elevó al 15,78%. Ese mismo año las tasas de temporalidad se situaban en el
41,1% en la Región frente al 32% de la media nacional. El trabajo inmigrante fue otro
elemento clave para la acumulación de la riqueza regional. Este subproletariado, fácil y
vulnerable, fue empleado en aquellos segmentos del mercado laboral caracterizados por
unas condiciones laborales altamente degradadas.. Se instauró lo que los sociólogos
denominan una etnificación del mercado de trabajo (inmigración), transformando ciertos
trabajos (normalmente los más intensivos y peor valorados socialmente) en trabajo
específico para inmigrantes.
El sector hortofrutícola, por ejemplo, creció en buena medida sobre la
sobreexplotación laboral de miles de inmigrantes, lo que ha permitido actualmente
mantener el margen de ganancia de los cultivos intensivos. Pero la expropiación del trabajo
no sólo se llevó a cabo a través de los bajos salarios y de la sobreexplotación, sino también
a través de las viviendas compradas con esos salarios. Y es que, con la denominada
liberalización del suelo, la vivienda dejó de ser considerada como un derecho y se convirtió
en una inversión especulativa, lo que trascendió en un empobrecimiento y endeudamiento
de las familias. Se calcula que durante la pasada década los ciudadanos tuvieron que
destinar como media el 40% de sus ingresos familiares para comprar una vivienda libre.
Así, el incremento del PIB autonómico durante el ciclo expansivo, lejos de
traducirse en una mejora de los índices educativos, vino acompañado por un notable
retroceso de la eficacia del sistema educativo regional. La apuesta política por una Región
de albañiles y camareras/os tiene mucho que ver con que la Región haya tenido una tasa de
abandono escolar de 6 puntos por encima de la media nacional (37%), o de que presentara
la tasa más baja de trabajadores activos con estudios superiores del país. El ciclo de
crecimiento económico tampoco sirvió para reducir las desigualdades ni para reducir la tasa
de pobreza. Un vistazo a la distribución de la renta regional muestra a las claras quiénes
fueron los ganadores y los perdedores del modelo neodesarrollista. El quintil superior de
renta (el 20% de la población con mayores ingresos) aumentó su participación en la renta
de España 33,5% en 1999 al 38,4% en 2008. Paralelamente, el quintil inferior (el 20% más
pobre) pasó de disfrutar el 10,3% de la renta a tan sólo el 4,1%. A esto habría que añadir la
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economía sumergida.. En cualquier caso, la Región de Murcia, que en 1999 tenía un índice
de desigualdad inferior a la media española, ocupa actualmente el primer puesto de la
desigualdad.
La naturaleza fue considerada como “capital natural” que había que poner a
producir y, consecuentemente, fue tratada como un activo a explotar especulativamente,
trasladando todas las “externalidades” al estado y a la sociedad, incrementando la huella
ecológica. Pues bien, según estudios posteriores al boom del ladrillo (Martínez & Esteve,
2009) mientras que en el año 1995 la huella ecológica de la población regional era de 2,45
veces la superficie regional, en el año 2004, la huella ecológica se incrementó a 4,47 veces
la extensión regional, situándose en la mitad superior del rango en el conjunto de las
provincias españolas. La investigación puesta en marcha por la Fiscalía sobre la
contaminación que destruye el Mar Menor, 2016, ha hecho que este asunto salte a primer
plano en la actualidad medioambiental de esta Región. Sin embargo, la Comunidad
Murciana sufre otros focos: Pórtman, situación insostenible en Alcantarilla y en Caravaca
por malos olores, Valle de Escombreras, Rambla de las Moreras, Saladar de lo Poyo, El
Estacio. (Informe de Anse y Ecologistas en Acción con motivo de la celebración, hoy, del
Día del Medio Ambiente, La OPINION, 05/06/2016)
Además, el ladrillo produjo desajustes en el mercado hipotecario y, según la
estadística de ejecuciones hipotecarias publicada por el Instituto Nacional de Estadística
(INE), atendiendo a las ejecuciones hipotecarias de viviendas, el 0,25 por ciento de las
hipotecas constituidas en la Región sobre viviendas en el periodo 2003-2015 han iniciado
una ejecución hipotecaria en el primer trimestre de 2016, la mayor tasa por comunidades,
por encima de la media nacional del 0,14 por ciento. Por otro lado, la Región registró 1.366
ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre el total de fincas, la cuarta mayor cantidad por
comunidades en términos absolutos. En el periodo 2003-2015 sobre el total de fincas, el
0,22 por ciento de las hipotecas constituidas en la Región han iniciado una ejecución
hipotecaria en el tercer trimestre de 2015, la mayor tasa de España por comunidades.
2. Una larga supremacía conservadora Dos décadas de gobiernos conservadores no sólo transformaron la estructura social
y económica de la Región de Murcia. En efecto, la Región de Murcia se ha consolidado
como la región más conservadora del país. Desde 1995 el Partido Popular ha ganado todas
las elecciones autonómicas con mayorías absolutas, en 2011, con un nuevo record de votos
y escaños (33 diputados de 45 y un 58,8% de los votos emitidos). ¿Cómo podemos explicar
esta hegemonía de la derecha en la Región de Murcia y el gran consenso de masas que se
levantó alrededor del nuevo proyecto neodesarrollista? Hay fundamentalmente, tres
elementos: 1) la emergencia de nuevas clases medias ligadas al sector de la construcción; 2)
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la configuración de una identidad regional a partir de la demanda de un nuevo PHN (Plan
hidrológico nacional); y 3) la implantación territorial de una amplia red clientelar entre el
poder político, el poder económico y una parte de la ciudadanía.
En este punto resulta muy interesante el papel de los nuevos autónomos y los
pequeños empresarios de la construcción en la extensión ideológica de este modelo de
sociedad entre las clases medias y populares. Este grupo social, en buena parte, proveniente
de la clase trabajadora, habría tenido un protagonismo político e ideológico muy especial en
la conformación hegemónica de los valores de lo que Fernández Steinko (2014) llama un
“capitalismo popular inmobiliario”. En su paso de asalariados a empresarios, dicho grupo
habría modificado su status social y su trayectoria ideológica, derechizándola y
extendiéndola a otros ámbitos de la sociedad debido al fuerte dinamismo del sector de la
construcción que le dio soporte..
Steinko ha mostrado su peso cuantitativamente superior en Murcia respecto a la
media española (los autónomos aumentaron un 28% en el periodo 1999-2008, frente a un
13% de media nacional, y las sociedades limitadas un 120% frente a un 105%), y ha
evidenciado la correlación entre el ascenso de este grupo social y el aumento de voto al PP.
No obstante, el fuerte impacto de la crisis en este grupo social, debido al fuerte
apalancamiento en créditos que no pueden devolver, apunta a un importante desclasamiento
de este estrato, que tendrá efectos en la base social que ha apoyado este proyecto y en los
acatamientos políticas tradicionales.
3. El regionalismo hidráulico El agua, o más en concreto el problema de la escasez agua, ha sido otro de los
principales temas de la disputa política regional y una de las demandas fundamentales de
las que el Partido Popular hizo bandera y pueblo. Mientras que en 1990 el llamado
“problema del agua” era la mayor preocupación sólo para el 0,4% de los ciudadanos, en
2005 el 60,4% lo señalaba como uno de los “principales problemas para el desarrollo de la
Región”. Ciertamente, la aparición de novísimas macrourbanizaciones (con sus respectivos
campos de golf), junto con el crecimiento vertiginoso e insostenible de los nuevos regadíos
y la multiplicación de los pozos ilegales, aumentaron exponencialmente la demanda de
agua. Se generó el llamado “déficit hídrico” estructural, que fue utilizado para demandar la
construcción de un nuevo trasvase desde el Ebro.
En torno a esta petición, el Partido Popular, junto a una parte importante de la
sociedad civil (el papel de los medios de comunicación fue aquí concluyente), fue
generando una identidad regional murciana, que algunos analistas han calificado como de
“nacionalismo hidráulico” o regionalismo hidráulico. La idea era relativamente simple. Con
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el desarrollo urbanístico y agricultura intensiva, la Región encontraba por fin una vía de
modernización y ésta no podía malograse por falta de recursos hídricos.
Eran necesarios, por tanto, aportes hídricos externos que complementaran los del
trasvase del Tajo. En torno a esta demanda, articuló en oposición a los que criticaban o se
oponían al trasvase del Ebro, una identidad. La oposición, los ecologistas, los aragoneses o
el Gobierno de Zapatero, eran el enemigo, el “afuera” del sistema, que impedía a Murcia su
desarrollo y prosperidad. Actualmente, el mensaje del agua falla, por dos razones; porque
ya nadie identifica los problemas económicos regionales con la falta de aportes hídricos, y
la no creencia en la apelación a la solidaridad, sobre la que se basan estas políticas, bien
sean de reformas institucionales, de inversiones o de iniciativas de cualquier tipo
Los récords electorales de Valcárcel (PP) fueron paralelos a los datos de crecimiento
económico de la Región, que se acercó a una situación de pleno empleo técnico en el año
2008, una realidad muy diferente del 23,6% de paro con el que Valcárcel había comenzado
su mandato allá por 1996. Murcia ha crecido más que ninguna otra región de España a una
media del 3,9% entre 2000 y 2005. Ha sido un motor estaba impulsado por un crecimiento
exponencial de la actividad inmobiliaria: 300 convenios urbanísticos se han firmado en
Murcia en los años dorados, con una previsión de viviendas para 800.000 personas..
Se firmó el 24 de julio de 2006 con la patronal y los sindicatos un plan estratégico
denominado Horizonte 2007-2013 que suponía una era de optimismo político. El pleno
empleo desapareció y la tasa de paro amenaza con superar el 25% (23,95% en el tercer
trimestre de 2010) Murcia pasó de liderar las alzas a liderar las caídas en el crecimiento del
PIB. En números redondos, Murcia ha vivido el trance de contar con 100 nuevos parados
cada día desde el inicio de la crisis.
Y en el paradigma también de las consecuencias de una economía excesivamente
dependiente del ladrillo: hay más de 35.000 viviendas sin vender. Según el Consejo
Económico y Social de la Región de Murcia, se iniciaron 43.776 viviendas en 2004 y solo
4.931 en 2009. El lado oscuro del urbanismo tiene otra estadística: 23 de los 45 municipios
murcianos han sufrido casos de corrupción.
Las diferencias en la especialización productiva de cada región constituyen el
principal factor de las desigualdades territoriales en términos de crecimiento económico. De
hecho, durante los últimos años de crisis se ha constatado que las regiones que han
mostrado una mayor resistencia al deterioro económico han sido aquellas cuya estructura
sectorial se centraba en sectores de alto valor añadido
El causante, por tanto, del frenazo murciano fue la excesiva exposición al sector
inmobiliario. No se diversificó el crecimiento., y tomó posesión del poder económico. Hay
que desmontar la idea de que aquellas comunidades autónomas que más se beneficiaron de
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este fenómeno económico no fueron las que más crecieron. Pues bien, esto viene a
corroborar parte de esta hipótesis defendida por Llaneras, centrándonos en un caso
particular paradigmático: la evolución del contexto político y económico de la Región de
Murcia del antes y después de la burbuja inmobiliaria. El periodo elegido comprende desde
1995 hasta 2014, haciéndolo coincidir además con la llegada y salida del ya expresidente
regional, Ramón Luis Valcárcel.
Por último, para impulsar el sector residencial inmobiliario, en la época precrisis,
2007, se realiza la construcción de desoladoras (desoladora de Escombreras) cuyo valor se
desconoce, porque no se ha anotado correctamente el deterioro de sus activos. Según
fuentes de la Intervención de la comunidad Autónoma de Murcia, de mayo de 2016, en
estos momentos se adeudan por impagos 42 millones a las dos empresas del grupo ACS 32
(28 a Hydro Management y 14 a Tedagua), con los que contrató el Ente Público del Agua.
4. Burbuja, éxito electoral y evolución del PIB Observando la figura, las supuestas consecuencias de la burbuja inmobiliaria en lo
electoral, tuvo un efecto positivo para los gobernantes populares de la Región de Murcia.
Ramón Luis Valcárcel (PP), quién llegó al poder en 1995, durante la época del boom
(2000-2007) vio con sus resultados electorales crecieron de manera exponencial, llegando a
rozar 60% del voto en los comicios de 2011.
Gráfico 1
Figura I. Elaboración propia a través de los datos de la Web de la Asamblea Regional de
Murcia, Gabriel Vegara Real
El comportamiento de la Región de Murcia (Llaneras, 2014). en cuanto a evolución
de renta durante los años de la burbuja: supone una subida del PIB durante la burbuja
(2000-2007): 22,2%; cambio del PIB entre 2000-2011: 3,4%; caída del PIB tras el pinchazo
(2007-2011): -15,4%.
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Si observamos el siguiente gráfico, Murcia no es de las regiones donde el PIB
aumentó más durante la burbuja, sino que incluso está por debajo de la media nacional.
Murcia con una superficie de 11.314 Km2, es una comunidad autónoma de tamaño
mediano. Tiene una población de 1.463.773 habitantes, es decir es la 10 Comunidad de
España en cuanto a población se refiere. Presenta una densidad de población de 129
habitantes por Km2, muy superior a la densidad de población de España y a la del resto de
las Comunidades Autónomas.
Si acudimos a la EPA para comprobar las cifras del desempleo (2015) en Murcia,
vemos que tiene un porcentaje de paro del 23,5% de la población activa, una tasa superior a
la nacional, y en la 14ª posición en el ranking, de menor a mayor, de Paro de las
comunidades autónomas. Su PIB es de 27.733 m. € euros, lo que la sitúa como la 11
economía de España por volumen de PIB. En cuanto al PIB per cápita, que es un buen
indicador de la calidad de vida, en Murcia en 2015, fue de 18.929 € euros, frente a los
23.300 € euros de PIB per cápita en España.
En 2015 su deuda pública fue de 7.601 millones de euros, un 27,30% de su PIB y su
deuda per cápita de 5.193 € euros por habitante. Si ordenamos las comunidades autónomas,
de menor a mayor deuda, vemos que Murcia se encuentra en la 15ª posición de la tabla de
Comunidades Autónomas y en la 11ª posición en cuanto a deuda por habitante se refiere.
Gráfico 2
Figura II. Fuente: artículo “La burbuja en las provincias españolas”, de Kiko Llaneras.
De hecho además, el PIBpc regional de Murcia siempre ha estado por debajo de la
media nacional. Es decir, en 1995 el PIBpc regional era de unos 9.394€ mientras que el
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nacional ascendía a unos 11.254€. Recogiendo el índice “España igual a 100” – 100
representa el PIBpc medio a nivel estatal, es decir, si las regiones están por debajo de 100
significa que su riqueza es inferior a la media estatal, y viceversa – el PIBpc de Murcia se
situaba en 1995 en un 82,7% respecto a la media, o sea, un 17,3% más pobre que la media
nacional. Esta diferencia se fue acortando durante los primeros años del boom, hasta el
2003 cuando Murcia se encontraba respecto a la media nacional a un 15,3% –en el año
2005, en pleno boom, sorprendentemente esta diferencia no se estrechó, sino que se
contuvo en un 15,6% -. Y desde entonces, en plena recta final del boom, esta diferencia ha
ido agrandándose. En el 2008 – año de inicio de la crisis en España – la diferencia se
ensanchó a un 17,5%, superando el 17,3% de 1995, y en el año 2010 se alcanzó una
diferencia del 19,1%.
Gráfico 3
Mientras que el PIBpc regional de 2010 se estimaba en 18.654€, el nacional era de
23.063€. Es decir, el PIBpc nacional creció más estos años que el PIBpc de una de las
provincias más expuestas a la burbuja de construcción de viviendas.⁴
Todos estos datos comparativos de evolución de la riqueza entre la Región de
Murcia y el resto de España, vienen a complementar los datos ya expuestos por Llaneras: la
caída del PIB regional, un 15,4%, es de la más alta de todas las regiones, e incluso el PIBpc
de Murcia en precios reales de 2011 es inferior al mismo PIBpc en 2002.
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Gráfico 4
Figura III. Fuente: artículo “La burbuja en las provincias españolas”, de Kiko
Llaneras.
5. Burbuja y evolución del empleo: la precarización La tasa de paro en 1995, cuando Valcárcel se hizo cargo de la dirección de la
CARM, estaba en un 22% de la población activa. En la siguiente legislatura, en 1999, el
paro bajó en 9 puntos respecto a 1995 y se quedó en un 13,1%. En 2003, al comienzo de la
tercera legislatura de los populares murcianos, el paro se redujo a un 10,7%, y esta cifra
siguió bajando al inicio de la cuarta legislatura (2007) de Valcárcel a un 8,3%. Los mejores
años relativos al desempleo los encontramos en 2005 y 2006, con tasas del 7,42% y del
7,41% respectivamente. Aunque la mejor cifra de empleo se da en pleno boom, la mayor
reducción del paro paradójicamente se produce justo en el periodo anterior al boom, entre
1995 y 1999, con una bajada de 9 puntos.
Los datos de paro de Murcia mejoraban la media nacional, la cual no consiguió
bajar del 8% en ningún momento. Estos años coinciden con el punto álgido del boom
inmobiliario. Entre 1995 y 2007 podemos hablar de éxito en la creación de empleo en la
Región de Murcia, aunque este empleo se caracterizaría por su precarización y carácter
coyuntural.
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Gráfico 5
Figura IV. Fuente: Elaboración propia. Datos extraídos del INE. Gabriel Vegara Real
Si comparamos la evolución del número de desempleados desde que comenzó la
crisis en 2008 hasta el 2013, vemos como en Murcia se ha destruido un 1,5% más de
empleos que la media nacional, es decir, el número de desempleados en este periodo crece
un 85,3% en la Región de Murcia frente a un 83,8% de la media nacional.
Así pues, podemos sacar la siguiente conclusión: el empleo en Murcia se ha
comportado de manera muy volátil, debido al efecto perverso de la burbuja inmobiliaria,
creando puestos de trabajo tan rápido como los destruye. Se creó una gran cantidad de
empleos desde 1995 hasta el inicio de la crisis de 2008.Pero durante el periodo del estallido
de la burbuja, 2007-2011, se destruyó empleo a mayor ritmo que la media nacional,
volviéndose a tasas de paro peores que antes del inicio del boom (en 1995 la tasa de paro
estaba en un 22%).
En la actualidad, 2016, la contratación temporal ha alcanzado en este mes de abril el
94% de todos los contratos realizados. Al mismo tiempo casi el 64% de las personas
paradas no reciben ningún tipo de prestación. En la Región de Murcia, se celebraron
durante el mes de abril 70.184 contratos: 4.155 de carácter indefinido y 66.029 de carácter
temporal, por lo cual, el 94% de los contratos realizados en abril fueron contratos de
carácter temporal (casi cuatro puntos por encima de la media nacional).
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Gráfico 6
Fuente SEF Murcia 2016.
6. Consecuencias del estallido de la burbuja en el Estado de
Bienestar El gobierno de la CARM destinó una gran cantidad de recursos a consolidar las
políticas del bienestar, con presupuestos ascendentes en el tiempo tanto en sanidad como en
educación. La memoria del CES (agosto 2015) precisa que por primera vez desde 2011, en
los presupuestos de 2015 aumenta la media nacional en gasto sanitario.
Gráfico 7
En el caso de la Región de Murcia, se ha producido una subida presupuestaria en la
sanidad, en concreto de un 1,55%, pero dicha subida también está por debajo de la media
española, que se sitúa en el 1,82% (ver tabla). Sin embargo, los ciudadanos de Murcia, aún
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esperan 19 días más que la media nacional para someterse a una intervención quirúrgica,
teniendo en cuenta esos mismos datos del Ministerio, de diciembre de 2015, que cifran en
89 los días de espera en el conjunto del país. Una brecha que sitúa a Murcia como una de
las regiones donde más tiempo emplean los pacientes hasta que pueden someterse a una
mera operación.
Gráfico 8
Evolución del sistema sanitario
Unidad responsable de la Estadística de Gasto Sanitario Público Subdirección General de Cartera Básica de Servicios del SNS
y Fondo de Cohesión. Dirección General de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia. Secretaría General de Sanidad y Consumo.
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Elaboración del informe José María Lillo Fernández de Cuevas María del Carmen
Rodríguez Blas
Gráfico 9
Fuente: Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
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Gráfico 10
Figura V. Fuente: Elaboración propia. Datos de la CARM , Gabriel Vegara Real
El dinero destinado a educación y sanidad representan en conjunto el 61,3% del
presupuesto total de la CARM en 2014, siendo la deuda pública la tercera partida más
grande, un 18,7%. Es decir, solo con estas tres partidas, se consume la mayoría del dinero
público de los murcianos, un 80% del presupuesto.
Pero los efectos de la crisis económica sobre el Estado del Bienestar han tenido
mayor incidencia desde 2011. La característica de este contexto es aplicar tanto políticas de
restricción del gasto público, bajo presiones externas del gobierno central y de la Unión
Europea, que afectan directamente a las políticas del bienestar y a su carácter de
redistributivo.
Este esfuerzo en términos de gasto ha sido considerable, sobre todo en salud donde
se duplicó el gasto por habitante entre 2004 y 2011.Si comparamos la evolución de los
porcentajes de gasto público en educación, sanidad y deuda pública durante los peores años
de la crisis – el periodo de consolidación fiscal 2011/2014 -, podemos observar en la figura
11 por un lado la reducción significativa del peso presupuestario del gasto tanto en
educación como en sanidad, los cuales decrecen un 1,5 y 5 puntos respectivamente,
mientras que, por otro lado, la partida destinada al pago de la deuda pública se quintuplica
en apenas tres años, pasando de un 3,7% a un 18,7%.
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Gráfico 11
Figura VI. Fuente: Elaboración propia. Datos de la CARM. Gabriel Vegara Real
La especialización de la economía tuvo efectos negativos sobre la instrucción y el
nivel educativo de los murcianos. El gasto en educación, sobre el total del presupuesto
autonómico, pasó de un 17% en 1999 a un 31% en el año 2011. El nivel de abandono
escolar en la Región de Murcia, sin embargo, sigue siendo alto pese a que se ha logrado
bajar en 14,1 puntos desde 2008, según datos de la Consejería de Educación, lo que supone
5,7 puntos más de reducción que la media nacional.
Por otra parte, el porcentaje de jóvenes murcianos entre 18 y 24 años que tienen
como máximo el título de la ESO y no cursan ningún tipo de formación desciende 0,8
puntos en 2013 respecto al año anterior, hasta situarse en el 26,9%.(una tas alta).
Y su tasa de abandono escolar en el año 2009 (37,3%) superaba con creces la media
española (31,2%). Este dato confirma la tendencia a la baja de la Región de Murcia en este
ámbito, ya que desde el 2008 el abandono escolar temprano se ha reducido 14,1 puntos
frente a una disminución nacional de 8,4 puntos en este mismo periodo, lo cual ha
permitido acortar, escasamente, la distancia con la media nacional. Si en el año 2008 la
diferencia con la media española era de algo más de 9 puntos, en el año 2013 esa diferencia
se queda en 3,4 puntos.
Los resultados del Informe PISA (Programme for International Student Assessment)
correspondientes a 2012, que mide los conocimientos en Matemáticas, Lectura y Ciencias
de los alumnos de 15 años de 65 países y regiones, cosechando las segundas peores
calificaciones de España (solo por delante de Extremadura) y a años luz de la media de los
países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).
La caída del sistema educativo murciano es acusada en todos los parámetros, tanto
si se comparan los resultados de Murcia con la media española, como si se cotejan con los
17
otros países o se ponen en contraste con los obtenidos por los alumnos murcianos en el
Informe PISA de 2009. Se analice como se analice, la Región ha empeorado su media y el
nivel de los estudiantes murcianos de 15 años ha caído en picado. Hasta el punto de que,
entre 65 países y regiones, los estudiantes murcianos solo superan a los de Extremadura,
Israel, Grecia, Turquía, Chile y México en Lectura y Matemáticas. El declive de la Región
no tiene equivalente en España, donde muchas comunidades han mejorado sus
calificaciones y las que han bajado lo han hecho apenas unos puntos.
Gráfico 12 datos INE
La Región de Murcia suspendía en la aplicación de la Ley de Dependencia con una
nota de 2,9 en una escala de cero a diez que cruza variables como el gasto público, la lista
de espera o equilibrio entre prestaciones y servicios. Se trata de la quinta nota más baja,
solo superior a las de Baleares (2,1), Aragón (2,1), Canarias (0,7), y la Comunidad de
Valencia, que obtiene cero puntos, frente a la media nacional de 4,01.
Gráfico13.
18
Fuente Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
De las más de 1,1 millones de personas que en España tienen reconocido algún tipo
de dependencia (el 2,5% de la población) un tercio, 384.326 ciudadanos, no recibe ninguna
prestación o servicio del sistema, (Informe de la Asociación de Directores y Gerentes de
Servicios Sociales,se desprende que en 4 años, 125.000 personas han muerto esperando que
llegasen las ayudas)
Gráfico 14
Todas las Comunidades Autónomas experimentan una reducción del abandono
temprano en 2013, excepto Cataluña, que sube casi medio punto, superando por primera
vez la media española. Murcia se sitúa entre las diez Comunidades Autónomas con un
mayor descenso de la tasa de abandono en este último año, por encima de Asturias,
Navarra, Andalucía, Baleares, Castilla La Mancha, Canarias y Cataluña.
7. El efecto clientelar (redes, economía sumergida, promoción del
conservadurismo y desmotivación de la juventud).
La corrupción no solo socava la confianza de los ciudadanos en el sistema
democrático, sino que es una variable fundamental en el desarrollo económico. Y en
España se convirtió en uno de los principales problemas del país que, según las encuestas
del CIS (2012 y anteriores), alcanza a ser el cuarto mayor problema para los ciudadanos
Según el Consejo Económico y Social, de las 43.776 viviendas iniciadas en 2004 se ha
pasado a 4.931 en 2009. El lado oscuro del urbanismo tiene otra estadística: 23 de los 45
municipios han sufrido casos de corrupción. No fue un episodio separado. Y lo ha hecho
con más virulencia que en otras partes del país, dado que Murcia era el paradigma del
ladrillo.
19
Gráfico 15
Fuente: La VERDAD: 31 ENERO, 2013 CORRUPCIÓN MAPA MURCIA REGIÓN DE MURCIA
Murcia fue la comunidad autónoma con más ayuntamientos implicados en casos de
corrupción (según un estudio de la Universidad de La Laguna para el período 2000-2010)
los casos de corrupción alcanzaron al 57,8% de los municipios de la región, siete veces el
porcentaje medio nacional). Las redes clientelares, las “puertas giratorias” y el
“amiguismo” han sido, lamentablemente, otro de los elementos centrales que explican la
hegemonía y capilaridad social del bloque de poder que ha dirigido la Región de Murcia
estos años.
Este azote de corrupción hunde sus raíces en la persistencia del caciquismo
oligárquico, heredado de la estructura social franquista, así como en la falta de
modernización económica e institucional. Rodríguez Llopis (2008), refiriéndose al ciclo
desarrollista de los años 60, señala que en la región surgieron y crecieron numerosos
patrimonios al amparo de la actividad política de sus creadores, que manejaban información
privilegiada a través de la ostentación de alcaldías y cargos provinciales; la creación de
inmobiliarias con políticos como socios fue uno de los mejores ejemplos de todo ello.
Porque la corrupción no ha sido algo aislado, como siempre se dice, sino que ha constituido
el aceite irremplazable del modelo económico.
20
Gráfico 16
. Así, lo pone de manifiesto Villoria que ofrecía una radiografía completa del tema:
todos los municipios obtienen ingresos importantes a través de los convenios urbanísticos
(acuerdos entre un particular y el Ayuntamiento en los que el primero cede terreno o paga
dinero por el cambio de calificación de un suelo). Ha existido poca vigilancia sobre
construcciones ilegales y desviaciones de los proyectos; las sanciones suelen ser multas, no
demoliciones; al amparo de intereses urbanísticos, llegar a los Ayuntamientos e influir en
planes y decisiones. El informe abogaba por la necesaria reforma de la ley de financiación
de partidos. El problema de fondo, a su juicio, no estaba en las actuaciones corruptas de
actores individuales, sino en la corrupción institucionalizada vinculada a los partidos.
La Región ocupaba el penúltimo lugar, por encima solo de Madrid, en el Índice de
Transparencia de las Comunidades Autónomas correspondiente al año 2014. Murcia recibe
una valoración global de 78,8 puntos sobre 100, casi diez puntos por debajo de la media
nacional, que se sitúa en 88,6 puntos. No obstante, la Región es la tercera comunidad
autónoma que más avanza en este índice, que Transparencia Internacional publica cada dos
años, lo que le ha valido para abandonar el farolillo rojo de las comunidades menos
transparentes, que ahora ocupa Madrid, como vemos en el 2016. el portal de transparencia
de la Región de Murcia aparece como el mejor valorado de las 17 comunidades autónomas
estudiadas.
21
Gráfico 17
7.1. Redes clientelares
Así, si en el franquismo la promoción de los intereses de las élites se lograba a
través del autoritarismo, durante estos años se ha logrado a través de redes clientelares que
articulaban una íntima conexión entre políticos, constructores y financieros. Es lo que el
Naredo (2011) ha denominado “neocaciquismo democrático”, subrayando que, lejos del
presunto liberalismo, dicho modelo requiere una fuerte intervención pública, a través de la
legislación urbanística y la transferencia permanente de dinero público a manos privadas.
Es evidente, decía Max Weber en 1919, que los funcionarios y empresarios de un partido
esperan del triunfo de su jefe una retribución personal en cargos o en privilegio (Guiddens,
1976). Lo decisivo, añadía, es que "lo esperan de él, de que el efecto demagógico de la
personalidad del jefe gane votos y mandatos, dándole así poder y aumentando hasta el
máximo las posibilidades de sus partidarios para conseguir la ansiada retribución". La
exaltación de un jefe que ha sabido en tres años convertir una precaria llegada al Gobierno
en una sólida conquista del poder, o sea, en una ilimitada capacidad de retribuir a los
partidarios con cargos o privilegios.
En muchos casos estas nuevas redes clientelares entrelazadas con intereses
financieros, empresariales y políticos llegaban a situaciones de “secuestro” de parte de los
ámbitos institucionales de decisión (podemos poner muchos ejemplos en el urbanismo de
municipios como Murcia capital, Águilas, Librilla, San Javier, Totana, Lorca, Alhama,
Torre Pacheco y un largo etcétera) que ha dejado una densa estela de corrupción y
22
económica que sólo ahora empieza a juzgarse. Esta corrupción estructural tiene su
correlato, retroalimentado como causa y efecto, en la apatía y la sumisión de amplios
sectores sociales. No obstante, la caída de la construcción y el estrangulamiento financiero
de las corporaciones locales, pone en cuestión la permanencia de este neocaciquismo (Julia
S., 1999) y, de nuevo, amenaza con disolver las lealtades políticas tejidas durante el ciclo
de crecimiento.
La economía sumergida en la Región de Murcia aumentó durante la crisis hasta
situarse en el 26,3% de su Producto Interior Bruto (PIB), según los últimos datos, 2008-
2012. Esto supone más de 7.005 millones de euros ocultos, atendiendo a los datos del
informe “El avance del fraude en España durante la crisis', (Gestha)” y dirigido por el
profesor Jordi Sardà de la Universitat Rovira i Virgili.
Por último el conservadurismo insaturado, se sirvió del plano religioso, si es verdad
que 69,3% de la población española se declara católica, el1, 9% creyente de otra religión,
el 16% no creyente y el 10,3% atea, según los datos del barómetro del mes de enero de
2015 del CIS. La religiosidad popular y el relevante papel que la Iglesia católica, ha jugado
en la sociedad civil murciana tiene que ver con posturas oficialistas Entre los creyentes, el
13,7% es practicante habitual -afirma que asiste a misa u otros oficios religiosos casi todos
los domingos y festivos o varios días entre semana-, cuando en octubre de 2011 ese
porcentaje era del 18,4%. Actualmente, el 60,8% de los católicos o creyentes de otra
religión no asiste casi nunca a oficios religiosos. Ahora bien, por comunidades autónomas,
las más católicas son Murcia (85% de la población), Canarias (84,9%) y Aragón (82,4%).
En la parte baja de este ranking se encuentran Catalunya (60,7%), País Vasco (58,6%) y
Melilla (46,3%).
Gráfico18 (CIS).
.
Ante esta situación clientelar, el fenómeno ni-ni rebrota, la Región de Murcia es la
cuarta comunidad donde más porcentaje de jóvenes de entre 15 y 29 años ni estudian ni
23
trabajan (22,5%), solo superada por Canarias (24,2%), Andalucía (24,1%) y Extremadura
(23,3%), según actualiza el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, basándose en la
Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al último trimestre de 2015. La media
española se sitúa en el 19,4 por ciento. Los porcentajes se refieren, a personas que durante
la semana de referencia no han tenido un trabajo por cuenta ajena o ejercido una actividad
por cuenta propia y que no han seguido ningún tipo de estudio o formación en las cuatro
semanas anteriores a la de entrevista (Fuente MEC).
8. Conclusiones para los nuevos problemas: deuda y exclusión
social La burbuja inmobiliaria trajo consigo un crecimiento económico rápido, pero fugaz.
La renta per cápita en la Región de Murcia creció, pero a menor ritmo que la media
nacional y ahora vuelve a niveles inferior de 2002. Se crearon gran cantidad de puestos de
trabajo, pero que se demostraron ser muy vulnerable al ciclo económico particular del
boom de la construcción, teniendo tasas de desempleo actualmente superiores a las de antes
del boom. Y lo peor de todo, es que este crecimiento vano de los años del boom ha traído
nuevos problemas a la administración autonómica regional. Ésta tiene que hacer frente a
pagos de una ascendente deuda pública la cual palia las falsas expectativas de gasto público
generadas durante “los felices años del boom”, a la vez que retrae recursos públicos hacia
otras partidas propias del Estado de Bienestar de los murcianos y murcianas.
8.1. La deuda: el lastre
La falta de recursos estaría para financiar la sanidad, la educación y las políticas
sociales, y como consecuencia de la falta de dotación para atender los servicios públicos
transferidos. La Región terminó el año 2015 con una deuda de 7.601 millones de euros, 736
más que el año anterior, lo que supone que el endeudamiento de la Administración regional
se ha incrementado en dos millones cada día a lo largo del pasado ejercicio. Esta cifra
representa casi el doble del presupuesto de la Comunidad para 2016, que asciende a 4.100
millones de euros.
El endeudamiento de la Comunidad Autónoma supone, actualmente, el 27,3% del
PIB regional, mientras que la media nacional está en el 24,2%, a pesar del crecimiento que
ha experimentado la deuda en los últimos años. Murcia es la décima comunidad autónoma
en volumen de endeudamiento». Los 7.601 millones acumulados hasta diciembre de 2015
representan una media de 5.180 euros por habitante, que resulta inferior a la media
nacional, situada en los 5.604 euros por habitante. Pese a estar situada en el décimo puesto
en volumen de deuda, Murcia se encuentra entre las autonomías que deben más dinero en
proporción a su PIB. El primer puesto lo ocupa la Comunidad Valenciana, que debe el
24
41,3%; seguida de Castilla-La Mancha, con el 35,5%; Cataluña, con el 35,3%; y Baleares,
con el 30,4%.
Gráfico 19
Empero, gran parte de la deuda acumulada por Murcia se debe a la caída de los
ingresos de la Comunidad, que ha impedido disponer de recursos suficientes para costear
los servicios transferidos por el Estado. Según algunas opiniones, la Región en una de las
comunidades peor tratadas en el reparto financiero, dado los gobiernos conformistas y poco
reivindicativos. Por otra parte, el trasvase de créditos ha convertido al Estado en el principal
acreedor de la Comunidad Autónoma, dado que el FLA y los créditos del ICO representan
el 65% de la deuda total de la Administración regional. El FLA (préstamo blando) han
permitido reducir la factura de los intereses financieros a 95 millones en 2016, cuando en
2015 costó 220 millones.
Con datos de 2015, la presión de la deuda por habitante sitúa a Murcia en el cuarto
lugar, ya que alcanza el 27% del PIB regional. (Fondo Monetario Internacional (FMI)
recogidos por EAE Business School).
8.2. La exclusión social
Actualmente, 13.657.232 personas viven en España en riesgo de pobreza y/o
exclusión social (el 29,2 % de la población) y de ellos, 3,2 millones están en situación de
pobreza severa y más de un millón se encuentran en la peor situación económica y social
posible. Respecto a la tasa de pobreza (monetaria) cabe resaltar que en la Región de Murcia
el 6% de la población vive bajo el Umbral de Pobreza Extrema, lo que supone que 86.949
personas en la Región viven prácticamente sin ingresos. Estos hogares están en una
25
posición difícil, muy especialmente si tienen que hacer frente a gastos de vivienda (alquiler
o hipoteca).
Además, la crisis está teniendo un considerable impacto en los hogares con niños,
cuyos sustentadores se han quedado sin empleo; y dentro de éstos, muy especialmente, los
hogares monoparentales, aquellos en los que los padres están separados o los que se
refieren a familias numerosas. La tasa de pobreza infantil se sitúa en la Región de Murcia
en el 37,7%, de acuerdo con el informe sobre la infancia en España 2014, elaborado por
UNICEF. Murcia es la comunidad autónoma con mayor riesgo de pobreza infantil, según
alerta un informe de la ONG Educo. El 42% de los menores de la Región se encuentran en
una situación de riesgo, señala el estudio. Andalucía (40%) y Canarias (38%) se sitúan
detrás de Murcia en este 'ranking'. En el conjunto de España, el riesgo de pobreza afecta al
29,9% de los niños y niñas. Las comunidades con menor pobreza infantil son Navarra
(15,9%), Madrid (20,2%), País Vasco y Cantabria (20,7%) y Asturias (20,9%).
Más de tres de cada diez murcianos son pobres o disponen de ingresos tan bajos que
corren el riesgo de caer en la exclusión. Así lo señala la Encuesta de Condiciones Vida
(ECV) correspondiente al año 2015, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística
(INE). El informe sitúa a la Región como la segunda comunidad con mayor tasa de pobreza
de España, solo por detrás de Andalucía. En concreto, el 31,8% de la población murciana se
encuentra en riesgo de pobreza, un porcentaje que supera en diez puntos la media nacional.
Siguiendo las tasas de riesgo de pobreza, las más elevadas en la Encuesta de Condiciones
de Vida de 2014 se dieron en la Región de Murcia (37,2%), Andalucía (33,3%) y
Extremadura (33,1%). Por su parte, País Vasco (10,2%), Comunidad Foral de Navarra
(11,9%) y Comunidad de Madrid (14,7%) presentaron las más bajas.
En cuanto a las carencias materiales, Andalucía (24,3%), Región de Murcia (22,7%)
y Galicia (20,8%) tuvieron los mayores porcentajes de hogares que llegaban a fin de mes
con "mucha dificultad", frente a Navarra (4,2%), Principado de Asturias (4,6%) y Aragón
(9,8%), en el lado opuesto. En el 68% de los hogares de Canarias, el 58,3% en Andalucía y
el 55,6% de la Región de Murcia no tenían capacidad para afrontar gastos imprevistos; y las
mayores tasas de hogares con retrasos en los pagos relacionados con la vivienda se
registraron en Baleares (18,1%), Canarias (16,0%) y Comunidad Valenciana (15,5%). La
Región de Murcia además fue la segunda comunidad con más hogares incapaces de
mantener un coche en 2014.
Los datos de la encuesta del INE reflejan, con todo, una cierta mejoría: entre 2014 y
2015 la población en riesgo de pobreza en la Región se ha reducido cinco puntos. Pero ese
descenso no es suficiente para sacar a Murcia del furgón de cola de España. Los resultados
de la encuesta son, un año más, demoledores. Dos de cada diez hogares murcianos llegan a
26
fin de mes con mucha dificultad, una proporción solo superada por Canarias, donde el
34,9% de la población presenta este problema. Además, el 55% de las familias de la Región
no se pueden permitir unas vacaciones fuera de casa, el 13% se retrasa alguna vez en el
pago de la hipoteca o el alquiler, y el 47% no tiene capacidad para afrontar gastos
imprevistos.
Todos estos datos no sorprenden si se tiene en cuenta que, según el INE, Murcia es
la comunidad con los ingresos medios más bajos de España. Así, mientras en la Región
esos ingresos se sitúan en 7.924 euros anuales, en el conjunto de España la cifra llega a los
10.419 euros.
Gráfico 20
Aunque las fronteras entre la exclusión y la vulnerabilidad no son sencillas de
establecer (González, J.J., 2008). Determinados “momentos críticos” se convierten en
“puntos de inflexión” en la trayectoria vital de un sujeto, provocando la movilidad hacia
otro espacio social, ya sea ascendiendo o descendiendo dentro del continuo integración‐
vulnerabilidad‐exclusión.
La exclusión social, sin embargo, en la Región de Murcia tiene algunas
peculiaridades. A lo largo de estos últimos años, cuando el contexto económico ha sido
muy favorable (fase expansiva), alrededor de un cuarto de la población murciana ha estado
en situación de pobreza. Buena parte de esta población pobre lo es de forma crónica o sufre
privación material en diversos ámbitos de condiciones de vida. De esta manera, la Región
de Murcia se posiciona por encima de la media española en todos los indicadores utilizados
para medir las situaciones de pobreza y privación material. Además, en este mismo período,
la Región de Murcia ha sido receptora de un notable flujo de personas extranjeras, de
diversa procedencia nacional. Este fenómeno inmigratorio se ha reflejado en la realidad de
la exclusión social en nuestra Región, produciendo notables cambios en los perfiles de
27
usuarios de servicios sociales y en las necesidades que han de atender los centros de apoyo
social públicos y privados.
Un crecimiento económico moderado durante los próximos años no será suficiente
para combatir las tasas de pobreza y de exclusión social de la Región extrapolando el
informe de la Fundación Foessa, de 27 noviembre 2014 y que es aprovechado para
extrapolar esos datos a la Comunidad Autónoma a través de un informe interno elaborado
por la organización caritas. Dicho documento recoge que el 27,5% de los niños murcianos
están en riesgo de pobreza.
Gráfico 21
Solo el 34% de la población de la Región no está afectada por ninguno de los 35
indicadores de vulnerabilidad del informe de la Fundación Foessa. De manera que el 40,6%
presenta una integración social precaria y el 25,1% está en riesgo de exclusión -moderado
un 14,2% y severo un 10,9% de la población-.
La crisis no ha afectado a todos por igual, al cierre de 2013 había 500.000
murcianos en situación de extrema vulnerabilidad o exclusión social. Harían falta políticas
de apoyo a la familia, detectamos falta de ayudas en la enseñanza, como becas de comedor,
libros y material escolar.
El riesgo de pobreza y exclusión es similar en hombres y mujeres, pero hay
diferencias entre los grupos de edad. Así, afecta a 3 niños de cada 10.La situación es
heterogénea a nivel territorial como consecuencia del PIB regional diferente, pero sobre
todo de las políticas sociales y de protección de cada comunidad autónoma, según el
informe. De esta forma, las tasas de AROPE alcanzan el 44,9 % en Murcia, frente al 14,5 %
de Navarra o el 15,3 % del País Vasco. Este índice “divide a España de norte a sur (EAPN
España), que son de la parte más dura de la pobreza severa”.
En 2014 ha subido 3 puntos el porcentaje de quienes no pueden calentar
adecuadamente sus casas. El tercer indicador (hogares con baja intensidad de trabajo) en
cifras absolutas, en 2013 en Murcia, de una población total de 1.454.910 habitantes,
1.064.904 (73,2 %) no eran pobres; 303.056 podían considerarse como tales (20,8 %) y
86.949 (6 %) sufrían pobreza severa.
Sumando estos dos últimos porcentajes se obtiene uno del 26,8, al que se ha llegado
desde el 29,1 % de 2009, que subió al 29,8 en 2010 y bajó sucesivamente al 25,8 % en
28
2011 y al 25,2 % en 2012, hasta repuntar de nuevo en 2013 1,6 puntos porcentuales más,
que en población se traducen en 26.428 personas pobres menos en todo el período
analizado, que coincide con los años más duros de la crisis económica.
A este respecto, personas que tienen trabajo no consiguen salir de la pobreza por la
precariedad del empleo.El estudio revela también un alto nivel de desigualdad, dado que el
10 % de la población con ingresos más altos tiene 14 veces más renta que el 10 % con
ingresos más bajos. Más aún, el 10 % más rico posee el equivalente a la mitad de todo el
ingreso de la población.
El informe recogía que el nivel de estudios de la población de la Región de Murcia
es inferior al de España en su conjunto. Poniendo el acento en la tasa de analfabetismo de
un 3,8% regional frente al 1,9% estatal y en la población con estudios superiores, que es 4,9
puntos inferior a la media nacional. En el ámbito laboral, los que más problemas tienen para
encontrar un empleo son los jóvenes con menos de 35 años, mujeres y mayores de 45 años.
Hay que estudiar el empleo precario que se está creando porque la gente contratada
sigue en situaciones de vulnerabilidad El informe expone que la renta media anual de los
hogares murcianos es de 11.000 euros, frente a la media española de 23.000 euros.
En este sentido, se asiste a una dualización del perfil de usuario, coexistiendo dos
grandes tipos de usuarios de ONGs claramente diferenciados. Por un lado, un perfil
masculino y español, asociado a adicciones (alcohol y drogas), muy similar al tradicional
perfil de “pobre y marginal” de hace unas décadas. Y, por otro lado, un nuevo perfil donde
predominan más los extranjeros y las mujeres, algunas con enfermedad mental; si bien, en
mejor posición social respecto a la mayoría de esferas vitales de exclusión.
En cuanto a los principales factores de riesgo de exclusión en la Región de Murcia:
ser extranjero, estar parado, tener un bajo nivel estudios o escaso apoyo sociofamiliar, entre
otros, son algunos de los que han sido señalados por todas la técnicas de análisis
empleadas. A su vez, esta investigación señala la valoración negativa e insuficiente de los
recursos de apoyo social en la Región de Murcia, sobre todo en los servicios que vienen a
paliar desventajas sociales en las dimensiones de vivienda, ingresos y trabajo Asimismo, el
factor “tiempo en la situación” comporta un nuevo riesgo, el de la cronificación en la
vulnerabilidad o en la exclusión El modelo actual difícilmente recupera a las personas por
lo que es importante una serie de prestaciones universales destinados a la familia que
permitan la generación de un entorno favorable; un elemento de estabilidad respecto a la
situación económica puntual de cada familia, dependiente de la renta de los progenitores,
que pasa por una política pública que ayude a la"activación de los padres".
El análisis pone de manifiesto que los hogares con menores a su cargo son más
sensibles a padecer situaciones de pobreza, ya que la incidencia de la pobreza es del 16% en
29
los hogares sin menores, del 28% en los hogares con menores, del 42%en las familias
monoparentales y del 44% en las familias numerosas, a nivel nacional (Foessa, 2016). Una
fuerte asociación entre las condiciones de vida de padres e hijos lleva a que la igualdad de
oportunidades queda más como una aspiración que como una realidad (Flores Martos R.;
Gomez Morán M.; Renes Ayala R.,2016), siendo primordial el gasto por habitante en
servicios públicos fundamentales.
Gráfico 22
Gráfico 23 (riesgo de pobreza)
30
En este contexto, nos encontramos con que los procedimientos previstos en la
Región de Murcia orientados a paliar o amortiguar la dramática situación social y
económica existente son insuficientes, ya sea porque sufren graves retrasos en su
tramitación o por la falta de fondos para hacer frente a los pagos o porque se han eliminado,
siendo los más dramáticos los relativos a la prestación de la renta básica de inserción o los
retrasos en la valoración y el pago de las prestaciones de la Ley de Dependencia.
Deviene en fundamental que la Administración de la Región de Murcia actúe para
procurar que se garantice la efectividad de la prestación de servicios públicos, y una manera
de llevar a cabo esa garantía de mínimos puede constituirla una declaración como
Procedimiento de Emergencia Ciudadana (PEC) de aquellos que se refieran a la
supervivencia de las personas en condiciones de dignidad.
Gráfico 24
El carácter gradual y procesual de la exclusión social se constata, tanto desde la
perspectiva sociológica (trayectoria vital) como desde la económica (cronicidad en la
pobreza o acumulación de privaciones), validando la importancia del enfoque longitudinal
en el análisis de la exclusión social y la oportunidad de la investigación interdisciplinar..
Además, existe un problema de inseguridad ciudadana, según datos ( Unespa, Pilar
González de Frutos, Memoria Social del Seguro correspondiente a 20 provincia donde se
dan los asaltos más graves a las viviendas, si bien es Orense, donde son los asaltos a
viviendas el 82,41% más graves que en el resto de España, seguido de Murcia (73,33%) y
de Almería (58,41%).
31
Gráfico25
http://blogs.lavozdegalicia.es/nomepidancalma/2015/02/10/10-razones-sobre-la-pobreza-en-espana-
un-pais-fracasado/
8.4. Inmigrantes y emigrantes
Siguiendo al INE, la población inmigrante de la Región de Murcia se ha
cuadruplico, pasando de 50.000 en 2001 a 215.000 en 2011, y en la actualidad el 16 por
ciento de las personas empadronadas en municipios de la Comunidad proceden de otros
países. A fecha de 1 de enero de 2016, había un total de 35.828 ciudadanos españoles
nacidos o cuya última residencia en España fue la Región de Murcia inscritos en el Padrón
de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE), un 76% más que el primer día de 2009,
año en el que la crisis económica comenzó a golpear con especial virulencia, según los
datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).Esto supone que, en los últimos siete años,
la colonia murciana en el extranjero registrada oficialmente ha crecido en 15.538 personas.
El PERE es un medidor indirecto de la emigración, pues la inscripción en este registro es
voluntaria y muchos de los emigrantes no se dan de alta.
Esto explicaría que 2015 sea el año en que más ha crecido el PERE desde 2009, al
aumentar en 121.987 los españoles registrados en el extranjero (un 5,6 % más) y en 2.881
en el caso de los nacidos o inscritos en la Región de Murcia. Por autonomías el cuarto
aumento más acusado en el último año de españoles en el extranjero tuvo su origen en la
Región de Murcia con un crecimiento del 8,7 %. Solo Baleares (12,2 %), Cataluña (9,1%) y
32
la Comunidad Valenciana presentan un mayor porcentaje que Murcia, según los datos que
se pueden consultar en la web del INE (www.ine.es).
De las 35.828 personas nacidas o inscritas en la Región de Murcia que viven en el
extranjero y están en el PERE, la gran mayoría (21.958) están en la franja de edad
comprendida entre los 16 y los 64 años. Un total de 18.067 son hombres, mientras que hay
17.761 mujeres. Entrando al detalle, el PERE registró a lo largo de 2015 un total de 3.929
nuevas inscripciones de ciudadanos de la Región. Esta cifra supera la variación interanual
porque no tiene en cuenta las bajas por defunción o retorno. La mayoría de las nuevas altas,
más del 60%, son de nacidos en el extranjero
.Para esta medida, hay que tener en cuenta que el crecimiento de la población
influye en la variación del índice del PIBpc. Por ejemplo, en Murcia la población creció un
35% entre los años 1995 y 2010 mientras que la población del conjunto de España creció
un 17% en este mismo periodo.
9. Un apunte final El llamado “milagro económico” murciano se ha revelado, a la luz de la crisis, como
un auténtico “saqueo” de riqueza social y natural”. Los años de crecimiento no sólo no
sirvieron para fortalecer su sistema de bienestar y converger con el resto de regiones
españolas, sino que aumentaron las desigualdades internas y la distancia con el resto del
país, poniendo las condiciones, para que una vez agotado el cultivo del ladrillo, la sociedad
murciana se deslizara por la pendiente del paro, la pobreza y la incertidumbre. El brusco
final del proyecto neodesarrollista ha dejado a las élites locales paralizadas y sin recambio a
la vista. La obstinación del Gobierno Regional con futuribles macroproyectos, como el
parque Paramount, aeropuerto, complejos turísticos son síntomas claros de que todo se fía a
una improbable reedición de la burbuja inmobiliaria. El bloque de poder asiste a toda una
serie de movimientos que permitan operar un cierre político continuista
La ciudadanía murciana, mientras tanto, despierta lentamente del sueño del ladrillo
y comienza a entender que el mundo del ayer no volverá. Sin embargo, las inercias pesan
todavía demasiado y el sistema “neocaciquil”, aunque a medio gas, sigue funcionando.
Mucha gente vive aún de los restos de la economía especulativa y, sencillamente,
identifican la supervivencia del bloque de poder con la suya propia. En cualquier caso, la
desafección social hacia las instituciones regionales es notable, y la ventana de otra visión
es posible. Es importante que sigamos analizando desde la sociología política que ha
pasado y realicemos un estudio comparativo.
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