LA ENDURA DE LOS CÁTAROS
Valle de Ussat.- Ariege
Mucho se ha escrito sobre el misterio de la endura, son numerosos los que afirman que los Perfectos
Cátaros se quitaban la vida en éxtasis místico una vez alcanzado el estado de iniciado, otros sostienen la
idea de que lo hacían para abandonar este mundo de sufrimiento y de dolor para así poder volver a la casa
del padre, y aun otros opinan que lo hacían para que la pureza adquirida, no fuera contaminada por las
fuerzas del mal que dominan en este mundo.
Nosotros pensamos que estas afirmaciones son fruto de una la total incomprensión de la esencia espiritual
del catarismo.
En el suicidio se atenta contra la vida, muere el cuerpo, pero no el resto de la personalidad que sin
vehículo físico para expresarse, pasa a ciertos campos del mas allá donde debe permanecer lleno de
miserias y de sufrimientos hasta el momento en que debiera haber tenido lugar la muerte natural.
Luego sigue una reencarnación inmediata en la cual el hilo de la vida, roto de manera forzada, se prosigue
en peores circunstancias. ¡Ningún Cátaro!, ¡ningún Iniciado en la Fraternidad de la Vida, cometería un acto
semejante!
Los servidores de la Fraternidad Universal, en sus diferentes manifestaciones y épocas, conservaron su
personalidad, su vehículo material, hasta el límite más extremo de lo que es prácticamente alcanzable con
tal de poder servir de ayuda a los hombres.
Y cuando acabada su tarea, muchas veces forzados por las persecuciones y torturas, abandonaban esta
naturaleza, su tumba era encontrada totalmente vacía: aquí quedaban solamente las vestiduras de la
antigua naturaleza pues el cuerpo en el que se manifestaban, era desde hacía años únicamente un
camuflaje, un vestido, un manto...
En el iniciado cátaro, el resto de la personalidad había desaparecido desde hacía tiempo en el proceso de
la endura. Lo que quedaba era sólo un camuflaje, la apariencia exterior de la antigua constitución física,
empleado el mayor tiempo posible al servicio de los hombres.
Lo que pretendieron las hordas de Roma con su guerra contra los Cátaros fue el aniquilamiento del manto,
la destrucción de la apariencia exterior de los Cátaros, pues partían de la mistificación de que bajo ese
manto latía el corazón vivo de la Gnosis.
En realidad no era así, después de haber cumplido su tarea el mayor tiempo posible, yendo en ello hasta
límites extremos, los Cátaros abandonaban a sus enemigos el manto, y liberados de su vestido material, se
elevaron hasta las serenas alturas del silencio sagrado.
El secreto de la endura ha permanecido velado e incomprendido para la masa durante siglos, hasta que
Antonin Gadal, el 16 de Marzo de 1.944, al dar cumplimiento a la antigua profecía, abrió la puerta que
conducía del misterio a la comprensión, la aurora de un nuevo día aparecia otra vez a través del espacio y
el tiempo.
Ussat, camino a las grutas.- (Sabarthez)
EVOCACION
Habían pasado 40 días desde que el joven aspirante fuera conducido por el anciano maestro hasta la pequeña
cueva de la Acacia.
Esta gruta, formaba parte del conjunto de cuevas iniciáticas situadas en la Montaña Sagrada de Ussat-Ornolac.
En ella residía una pequeña comunidad de perfectos y también alojaba a los aspirantes de la Escuela Espiritual
Cátara.
La gruta, estaba orientada al hacia el sur, iluminada por los rayos del sol hasta que este se ponía justo detrás de
las montañas que estaban al otro lado del valle, un pequeño lecho de hojas era todo su mobiliario, las acacias y
los terebintos que crecían en la entrada fueron su única compañía durante todo ese tiempo.
Fueron días de soledad, de meditación y ayuno. Solamente agua para calmar la sed, ninguna cosa más. Hacia el
atardecer del último día, se presentó el anciano ante el para anunciarle que su retiro en aquella pequeña gruta
había terminado.
El buen cristiano (*) le pidió que lo siguiera y sin mediar palabra, lo precedió por el estrecho y abrupto sendero
que franqueaba la montaña hacia el este, hacia la Puerta Mística, antesala de la gruta de Belén.
Pasaron de largo por su muy bien conocida gruta del Ermitaño y continuaron franqueando la montaña pegados
a la roca hasta llegar a una pequeña oquedad situada a la altura del suelo.
* Así se daban a conocer los Perfectos
Al llegar a ella, el joven Belissen dirigió espontáneamente su mirada hacia lo alto, atisbó más arriba colgando al
vacío otra pequeña gruta; y todavía más arriba otra un poco más grande.
El anciano le dijo:
— «Hijo mío, ante ti se encuentran las Tres Grutas Sagradas: Kepler, Mes Naut y Ka ».
En rojo, Kepler, MesNaut y Ka
El maestro continúo:
— « El hombre, aunque no lo sepa, es portador de dos campos de existencia.
En esta naturaleza, bien lo sabes, todo nace, crece y muere, ¡nada permanece! Lo que llamamos vida, no es
más que una serie interminable de nacimientos, ilusiones, desilusiones y muerte.
Nuestra vocación no es otra, que llamar al hombre a despertar de su sueño de muerte, en este despertar, se
dará cuenta de que porta en él a un “dios dormido”, la chispa en estado latente del glorioso hombre original.
¡El hijo que el padre llama a volver a casa!
La iglesia Romana, habla de Adán y Eva como padres de la humanidad. Sostiene que fueron expulsados del
paraíso con toda su descendencia. ¡Pero en realidad no fue así!
Al perder los dioses caídos sus alas a causa de su desobediencia, ya no pudieron seguir manifestándose en su
universo. Estos dramáticos acontecimientos generaron un dilema, o bien se creaba para ellos un lugar donde,…
aunque despojados de sus vestimentas divinas pudieran seguir manifestándose, o se corría el riesgo de
extinción para todas aquellas entidades que quisieron experimentar al margen “del Plan Original”.
Los Dioses que se mantuvieron fieles, hablaron con el Padre e intercedieron por sus hermanos. Y así fue como
se decidió crear para ellos un espacio cerrado al universo divino para que así, se pudieran expresar, aunque
fuera a través de los toscos vestidos materiales en los que nos envolvemos.
En sintonía con el “Uno”, cantaron la música creadora. En la música estaba la idea y de la idea surgió la
imagen, de la imagen la manifestación de este universo, un espacio provisional y dialectico y no contemplado
en el Plan Original, pero que contiene en sí mismo el Plan de retorno.
La intención de esta creación, de este universo, de este mundo con sus espacios, constelaciones y estrellas,
sistemas solares, planetas, ríos, valles y montañas, solo tiene un objetivo: crear un vehículo, un cuerpo, un
soporte capaz de albergar en el al dios caído, para que así, tras muchas encarnaciones y a través de muy duras
experiencias pueda un día despertar en su glorioso estado original.
El hombre vivirá muchas vidas, pasara por duras pruebas, experiencias y desengaños.
En este mundo no encontrara nunca la paz, pues en realidad este no es su mundo, esta no es su casa. Pero
todo esto es necesario para que un día pueda despertar “el dios en él”.
Al despertar, recordará, sentirá la añoranza, el anhelo de volver a casa y suspirara por retornar a ella. Será
entonces cuando buscara el camino de vuelta.
El joven Belissen, miro al venerable anciano; este le pregunto;
—« ¿Sabes ahora, para qué te has preparado durante estos cuatro años, desde que atravesaste la muralla
simbólica hasta hoy?».
Muralla simbólica.-
Puerta de entrada a las iglesias de Ussat, en este lugar el aspirante pasaba los dos primeros años de su iniciación
El Joven aspirante, contesto al anciano: —« ¡Si, maestro!, ¡para morir! La muerte digna, la muerte útil. La
muerte en el otro en mí. ¡El que debe vivir, el que debe volver a casa es el, no yo!».
El anciano hizo un gesto de aprobación con la cabeza y respondió, —« Tú ya sabes, que el Espíritu solo se
manifiesta cuando el hombre dice adiós a esta naturaleza.
Mira… No es posible acceder a Belén sin antes abandonar todo lo pertenece a esta naturaleza.
Debes entregar tu alma mortal para que el hombre inmortal, pueda renacer.
No olvides las palabras de Jesús cuando iba hacia la tumba de Lázaro».
Te encuentras ante la última prueba; aquí, en “Kepler”, durante tres días, podrás ver con plena consciencia
como desprenderte de todo lo que se opone al renacimiento del alma inmortal que yace latente en lo más
profundo de tu ser”.
“Has nacido de Dios. Durante el tiempo de tu alumnado, el alma inmortal ha despertado en ti, ha nacido, pero
Herodes, el Herodes de tu personalidad no admite otro rey que así mismo, has de proteger al niño recién
nacido, has de comprender que en ti viven estos dos, uno que tiene que morir, para que el otro, el retoño, el
hijo de dios, pueda crecer y vivir.
Entonces, serás digno de elevarte a la Gruta superior, “Mès Naut”, ¡más arriba!”. Para “Morir en Jesús”, tu
alma mortal, ha de dejar paso a la inmortal; Kepler será su tumba, y este sacrificio es necesario para que lo
inmortal, se pueda liberar en Cristo de sus ataduras terrestres y se eleve hacia lo más alto, “Mes Naut”.
Finalmente tendrá lugar el “Renacer por El Espíritu”. El alma, despertada de su sueño de muerte, liberada de
todas sus ataduras, se elevará todavía más arriba, hasta “Ka”, la morada del Espíritu, y las puertas de Belén se
abrirán para ella”.
Pero… no pienses que tras esta prueba, saldrás iluminado, elevado, renacido o transfigurado. ¡No!, ¡tú no
saldrás nunca de ella!, todo lo que tú eres, toda tu esencia, inteligencia conocimientos y virtudes, morirán
aquí, se desvanecerán en Kepler, se quedaran en esta tumba.
El que salga será el hijo de Dios renacido, el que siempre has portado en lo más profundo de tu ser, que ya
despierto tomará de ti el manto en el que te envuelves para servir y ayudar durante todo el tiempo que sea
posible a todos sus hermanos caídos antes de partir de vuelta a casa ».
Las palabras del anciano evocaron en el joven Belissen, la visión de las Fraternidades precedentes; los
Misterios Egipcios Herméticos, Esenios, Maniqueos, Druidas, Caballeros de la Tabla Redonda, la Orden del
Santo Grial, La Fraternidad Catara, Templarios y los Rosacruces, todos eran hijos del mismo Padre, la misma
verdad brillaba en todos ellos sin importar la época ni el país por el que transitaron.
Su evocación le traslado a Egipto, ante el apareció una gran pirámide, sus paredes eran blancas y brillaban con
una luz cegadora cuando los rayos del sol la tocaban. Era lisa, totalmente pulida, no se veía ninguna puerta de
entrada, pero al poyar su mano sobre la blanca pared de la cara norte, se abrió una gran puerta de piedra
basculante, invisible hasta entonces al ojo humano.
Se encontró ante un estrecho pasaje de un metro cuadrado, que descendía hacia abajo, muy abajo, hasta
llegar a una pequeña cueva, “Kepler”. Es la tumba del alma tosca, esta se disuelve en la gruta, una vez
desprendido de ella, el embrión de una nueva Alma, asciende, se eleva sin que nada la retenga.
Los bloques de granito que bloquean la entrada a la galería ascendente no son problema para aquel que se ha
desprendido de su alma material, los secretos de la materia le han sido desvelados, Mès-Naut, “más arriba”.
Llegado al final del pasaje, aparece otro pasillo, este le lleva a una cámara pentagonal. Es “La Cámara del
Almao original, desde hace mucho tiempo aprisionada en la materia”, es “La Reina” que abre los ojos y
despierta. Pero enseguida comprende que no se puede quedar aquí, tiene que seguir, ¡”Mes Naut”, “Mes
Naut”, ¡arriba!, ¡arriba!
Saliendo de la cámara, vuelve por el pasillo hasta su final y allí, frente a él, aparece una “gran galería” que se
eleva hacia lo alto y le conduce a otra cámara. Esta es cuadrada, sus paredes son de pulido granito rosado, al
fondo, un sepulcro, “Ka”; la cámara del “Rey”, El Espíritu.
El candidato entra en el sepulcro, es entonces cuando su ser Espíritual, hasta entonces aprisionado se libera
de sus cadenas y se encuentra cara a cara con el joven aspirante, el cual cumplida su mision, reposara allí para
siempre. Pero,… Alguien sale de la cámara, el que sale de la piramide ya no es el hombre anterior, este se ha
ido desvaneciendo progresivamente en su ascenso hasta la camara de Rey, el que sale es el Hombre Dios
renacido, liberado ya de todas sus vestiduras mortales
Las palabras del anciano resonaban en su interior. Los cataros, fieles discípulos del Divino Maestro, ¡eran a la
vez los continuadores de los Misterios egipcios! En Egipto, el iniciado, tras largas y duras pruebas, era inmerso
por el hierofante en un sueño letárgico, y pasaba tres días en un sarcófago situado en el templo. (El sarcófago
místico, símbolo del misterio, de la Gran Pirámide).
Durante esos tres días, el cuerpo físico, frío como el mármol, tenía toda la apariencia de la muerte, mientras
que el cuerpo astral se separaba completamente y podía expandirse libremente por el cosmos. En cuanto al
cuerpo etérico, sede de la vida y de la memoria, también se desprendía, dejando en el cuerpo físico apenas lo
necesario de sí mismo para impedir la muerte.
A su despertar del sueño producido por el hierofante, el hombre que salía del sarcófago ya no era el mismo: su
alma había viajado al otro mundo y lo recordaba. Se había convertido en un verdadero iniciado, miembro 'de la
Cadena Mágica de las fraternidades...
En esta evocación se sintió transportado a Betania, ¡la resurrección de Lázaro!, el hermano de Marta y
María de Betania, aquel personaje tan enigmático y singular de los Evangelios. .
Sólo Juan lo menciono; los demás evangelios no hablan de él. El joven Belissen, comprendió que el
catarismo pirenaico, la rosacruz egipcia y el cristianismo original, estaban unidas por un mismo lazo, un
mismo misterio, el misterio de la muerte del antiguo Egipto de Hermes.
Atravesando el velo de las apariencias, el joven alumno, comprendió el misterio.
Lázaro era el Apóstol Juan... Su gran modestia le impidió relatar a título personal, el mayor
acontecimiento de su vida, aquel que lo convirtió en un iniciado de primer orden...
Aquel que se levantó ante la multitud sorprendida no es el Lázaro legendario, pálido fantasma que
carga aún sobre sí la sombra de la tumba… sino ¡un hombre transfigurado con la frente radiante!...
¡Es el Apóstol Juan que porta al Cristo en el! Y desde entonces las luces de Patmos resplandecen en sus
ojos.
Su personalidad terrestre se había quedado en la gruta del sepulcro, “Kepler”, liberando así a su alma
divina de las ataduras que la retenían prisionera en esta naturaleza.
Había renacido en un alma nueva, que despertada se elevaba. ¡Más arriba!, “Mes Naut”, hasta “Ka”,
donde se une al Espíritu. Es entonces cuando “el Hombre Divino” aparece ante él, en toda su gloria y
esplendor, le saluda y le dice; ¡la paz sea contigo!
A partir de este momento, el nuevo perfecto se presentará ante los hombres en un nuevo estado, los
demás verán en el a una persona normal, su apariencia es la habitual, pero solo es apariencia, pues a
través de él, brilla y se extiende la Luz Divina, ¡el Cristo vive en el!
Él ha visto la Luz divina; durante su sueño, ha vivido lo Eterno. Su supuesta mortaja se ha convertido en
'la túnica de lino del iniciado...'
Se ha convertido en un resucitado en alma y cuerpo. Juan sabe ahora por qué es el, el discípulo que Jesús
ama por encima de los demás, pues sólo él, como un igual, lo comprende a fondo.
¡Será el iniciado y el vidente que seguirá al Maestro hasta el pie mismo de la Cruz, hasta la noche de la
tumba y los esplendores del Padre!
Saliendo de su ensoñación. ¡El joven aspirante comprendió!
“Iglesias de Ussat, (La Capilla)”
Pasaje escarpado de la senda que conduce desde las iglesias superiores a la gruta del Hermitaño
Ussat, Montaña Sagrada
GRUTAS EN LA PARTE OESTE DE LA MONTAÑA SAGRADA
A la izquierda, complejo de grutas del grupo “Las Iglesias”, del nº 32 al 47.
Más arriba, el nº 34, gruta cuya entrada se halla en la cima de la montaña y que conecta desde dentro, después
de un largo y vertical pasaje con la gruta de “La Iglesia Superior”
Nº 48, La Acacia.
Nº 49, La gruta del Gran Maestro.
A la derecha, cuevas del Grupo “Ermita”, el nº 54, es una salida aérea de la gruta “El Ermitaño “que sale
directamente de la pared de la montaña y cae en vertical hasta las termas.
58, Kepler.
58.- Mes Naut
60, Ka
En rojo, Kepler, MesNaut y Ka
Similitud Kepler – Gran Piramide
Senda que conduce a la entrada oeste de la gruta del Ermitaño
Para que nos hagamos una idea de la angosta entrada al nicho de Kepler,
KEPLER