8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
1/172
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
2/172
opolones
Director: HeraldoMufloz
Comit de
Redaccin: Rodrigo
Alvayay,
Enri-
que
d'Etigny, Cristin
Gazmuri,
CarlosHuneeus,
Carlos Bascufln,Heraldo Muiioz,
Carlos
Ruiz,
Sol Serrano.
Opciones
es
la
revista
acadmica del
Centro
de
Estudios
de
la Realidad
Contempornea
(CERC),
de
la
Academia de
Humanismo
Cris-
tiano.
El
titulo de
la
publicacin
simbolizava -
rios de los propsitos del CERC, como, por
ejemplo, el deseode
representar
decuadamente
las
distintas
disciplinas
presentes
en el
trabajo
del Centro,
a intencin de introducir
y
discutir
diversas opciones tericas
en el
anlisis de los
problemasplanteados,
el
propsito
de recoger
aportes
acadmicos nacionales
y
extranjeros
tendientes a
la formulacin
de visiones
alterna-
tivas de
la
sociedad
chilena.
La Academia de
Humanismo
Cristiano
(AHC)
es
una
corporacinde
rabajo
ntelectual,destinada
a
promover
la
investigacin,
esarrollo comu-
nicacinde as ciencias ociales humanas, fu e
creadaen noviembre
de 1975
por
resolucin
de l
entoncesArzobispo de
Santiago,Cardenal
Raril
Silva
Henrfquez.
Actualmente,
la
AHC
est
dirigida
por
un
Di -
rectorio
presidido
por
el Exmo.
Arzobispo de
Santiago,
MonsefrorJuan FranciscoFresno.
La
administracinde
la
Academia est
constituida
por:
Vicepresidente: nrique
d'Etigny
Secretario
jecutivo:
Duncan
Livingston
Secretario
e Finanzas:
Reinaldo
Sapag
CoordinadoraAcadmica:
Maria Teresa ladser.
Director
de Administracin
y
Finanzas:
Carlos
Santa
Maria
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
3/172
Opciones
aparece
regularmente res
veces
al aiio, aunque
ocasionalmente e
contempla
a
publicacin
de
nirmeros e-
mticos
o monogrficos
especiales. a
revistaaceptamanus-
critos
originales
para posible publicacin,
siempre
que
se
ajusten a
los
propsitos
antesmencionados
se
enmarquen
en
las reas
actualmente epresentadas
n el CERC: ciencia
politica,
estudios internacionales,
historia
y
filosofia.
La s
contribuciones debern
entregar
informacin
e interpreta-
cin, pero sin entrar en temas demasiadoespecializado s e
cada disciplina.
Los
trabajos,mecanografiados
doble
espa-
cio, debern
cefrirse la
estructura
y
esti lo
que
se
observa n
los articulosde la
revista.
Toda
correspondencia
elativa
a la
revistadeber
dirigirse
a:
Revista
Opciones,
Centro
de
Estudios de
la Realidad
Con-
tempornea,
Academia
de Humanismo
Cristiano,
Catedral
1063, 50
piso,
Fonos:
6980864
-
6989915
Santiago,
hi le.
Valor de
la subscripcin
anual
(tres
nmeros
ms volumenes
especiales):
Chile:
Amrica
Latina:
EstadosUnidos,
Europa
y
otras
egiones:
40 dlares
via
area)
Enviarcheque
cruzado
a
nombre
de
a
Academia
de Humanis-
mo Cristiano
a
la direccin
de
a revista.
Valor de
cada ejemplar:
Chi le:
AmricaLatina:
EstadosUnidos,
Europa
otras
egiones:
$
I
. s00
30
dlares
v ia
area)
$
400. -
I 0 d lar esv iaarea)
I 2 dlares
via
area)
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6
30
57
73
87
OPCIONES
Mayo
-
Agosto 1985
No
6
MARXISMO
Y DEMOCRACIA
Ignacio
Walker
El
Joven Marx
y
la
Democracia.
Frank
Cunningbam
Marxismo
y
Reduccionismo
de
Clase.
Norbert
Lecbner
De
la
Revolucin
a
la
Democracia.
El
Debate
Intelectual
en
Amrica
del Sur.
Claude Lefort
El Problemade a Democracia.
Carlos
Ruiz
Tres Crfticas
a
la
Teorfa Elitista
de la
Democracia
(C.
B. Macpherson,
Peter
Bachrach,
Carole Pateman).
ARTICULOS
Sofia Cotea
Algunos Antecedentes Histricos del
Proyecto
Neoliberal
en
Ctrile
(1955-
19s8) .
Cristin
Gazmuri
I"as Tesis Historiogr:ificas
de Don Gon-
zalo
Vial.
106
r17
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
5/172
ACERCA
DE
LOS
COLABORADORES
N
ESTE
NUMERO
Ignacio
Walker
P.
Abogado.
Licenciado
en
Ciencias
urfdicas Sociales
Univer-
sidadde Chile).Master candidato Doctor en Ciencias oliti-
cas
(Princeton
University).
nvestigador
sociado
e
CIEPLAN.
Profesor
e
Ciencias
oliticas
Universidad
at6lica)'
Frank
Cunningham
Director
del Departamento
de Filosofia
de
la Universidad
de
Toronto.
Autor
de
numerosos
estudios sobre
epistemologia
y
filosoffa
politica. Entre sus
obras
ms
importantes
se
cuentan
Objetivity
in
Social
Science,
University
of Toronto
Press, 1973
y
Understanding
Marxism:
A Canadian
Introduction,
Progrest
Publ ishers, 977.
Claude
Lefort
Fil6solb
francs.
Profesor
de
la
Universidad
de
Paris, miembrc
de
la
revista Socialismo
y
Barbaie,
autor
de
importantes
librot
como
"Maquiavelo,
el
Trabajo
de
la Obra"
y
"La
Invenci6n
De '
mocrtica".
Norbert
lchner
Licenciado
en Derecho
y
Doctor
y
Ciencia
Politica
(Freiburg,
RFA),
es desde
1974
profesor
del
Programa
Santiago
de
FLACSO.
Carlos
Ruiz
Licenciado
en Filosofia.
Doctor
(C)
en Filosofia,
Universidad
de
Paris,
Investigador
del
Centro
de Estudios
de
la Realidad
Contempornea
(CERC),
Academia
de Humanismo
Cristiano'
Autor
de
trabajos
sobre
filosofia
politica e historia
de
las ideo-
logias
politicas
en
Chile.
Sofia Correa
Profesora en Historia. Universidad Cat6lica, autora de numerosos
trabajos sobre
Historia
de Chile.
Cristin
Gazmuri
Abogado
y
hofesor de
Historia.
Master
en Historia' Universidad
de
Cal i fornia
(Berkeley,
EE.UU.).
Invest igador
del Centro
de
Estudios
de
la Realidad
Contempornea
(CERC)
de
la
Acade
mia
de Humanismo
Cristiano.
Autor
de investigaciones
sobre
historiosrafia
chilena
e historia
de
las deas
en Chile.
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8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
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..EL
JOVENMARX
Y
LA
DEMOCRACIA''*
Ignacio llalker P
En las ltimas dcadas a surgidoun creciententersaca-
dmico
por
la obra
del
joven
Marx.
Ello
no
es
de
extraflar
si
consideramos
ue
buena
parte
de los trab ajos escritos
por
Marx en
el
periodo
1843-1844, uandobordeabaos
25
afros
de
edad,
slo
fueron
publicados
en
la dcadade los veinte
y
de los treinta.
Es
asi,
por
ejemplo,
como la
"Critica
de la
fi-
losofia
del
estado
de
Hegel", a
la
que
nos referiremosen las
prximas
pginas,
y
nada menos
que
los
"Manuscritos
eco-
nmicos
y
filosficos",
slo
fueron
publicados stumamen-
te, en 1927
y
1932, respectivamente. s
interesante onsta-
tar
por
lo tanto,
que
los marxistas
clsicos, e
Plekhanov
a
Lenin,
pasandopor
Kautsky
y
Bernstein,no tuvieron acce-
so, en su etapade formacin ntelectual,a estosvaliososes-
critos
del
joven
Marx.
Su
conocimiento
de
Marx
gir
espe-
cialmente
en
torno a las deascontenidasen
"El Capital",
y
en
general
n los escritos conmicos.
En
estas ineas nos
concentraremos
rincipalmente
en
la
"Critica
de la
filosofia
del estadode Hegel",
escrita
en 1843,
y
ms especificame nte n el
problema
de la democracia. a
crit ica de Marx al estadomoderno es
doble:
por
un lado, es-
t la
separacin divorcio
entre a
sociedad
ivil
y
la vida
po -
litica,
y por
otro lado,
el
sistemade
representacin st
i-
gado
a la
propiedadprivada.
Esto
produce
una alienacin a-
dical del
pueblo
respecto de la
estructura
politica.
A
partir
*
Agradezco
los comentarios
del
profesor
Sheldon
bre marxismo
(Universidad
de
Princeton) escribi
bilidad sobre el contenido es s6lo
del
autor.
6
Wolin,
para
cuyo
curso
so-
este
trabajo. La responsa-
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
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de
esta doble
real idad
del
estadomoderno,
Marx
plantear
una
"sintesis superior",
eu
estardada
por
la
"democracia
real o verdadera".
En esta, a sociedad
ivil
recupera
u
"exis-
tencia
politica
autntica",
de la
que
ha
sido
privada
bajo
el
estado
epresentativo
moderno.
En el "Rhenische Zeitung"
En 1841. a s nuevasnstrucciones obre a censura,mpar-
tidas
por
el
rey Federico
Guil lermo,
fueron recibidas
on
en -
tusiasmo
en toda Alemnia,
pues
estaban
dirigidas
a mejorar
la
precaria
i tuacinde
la l ibertad
de expresin.
u en este
contexto
que
Marx
pas
a
desempefrarse
omo
editor
del
"Rhenisclte
Zeitung"
(R.2.), puesto
en el
que
permaneci
entre
Abri l de
1842
y
Marzode 1843.
Influido
por
la ilustracin
y
la
revolucin
rancesa,
l
pen-
samiento
de
Marx experiment
una
fuerte radicalizacin
du-
rante su desempeflo omo
periodista.
Despus e cinco
aflos
en la Un ivers idade
Ber l in
(1836-1841) ,
luegode
haberse
sumado
a los
"Hegel ianos venes", ntre
quienes
as deas
de la "monarquia l iberal" atin pesabanuertemente,Marx 11e-
g
a oponerse
decididamentea
las nuevas disposiciones
seudo-liberales
elacionadas
on la
prensa,
doptando
una
po -
sicin
en favor
de
la democracia
olitica:
"Marx
se
vali del
periodismo
para
afirmar
los
principios
del
liberalismo
alemn
y
europeo, en una
versinmarcadamente emocrtica
en -
cubiertamente
epubl icana"(
) .
Sus
primeros
articulos
fueron una defensadecididade
la
libertad
politica, que
no
erams
que
una lusin
en la
Alema-
nia
de la dcada
e 1840.
En
un comentario obre
a censura
prusiana,
Marx recordaba
as
palabras
de
Tcito: "
;Oh
rara
felicidad de los tiempos,
donde
es
pe,rmitido
pensar
o
qu e
quierasy
decir 1o
que
piensas"
2).
La
necesidad e abrir
el
espacio
polit ico
lo ms
posible.
u
para
Marx una
preocupa-
cin
fundamental n ese
periodo.
La censura obre
a
prensa
alemana
oncit
especialmente
u inters, onsiderando
ue
"sin l ibertad
de
prensa,
as
dems
ibertades
e
ransforman
n
una ilusin"
(3).
Como
otros l iberales
de su
tiempo, enfati-
z el rol
de
los
part idospol i t icos,
y
la
necesidad
e
un reco-
nocimiento amplio de a
libertad de
asociacin.
n
uno
de sus
primero
articulos en el R.2.,
Marx sefralaba
ue
"sin
partidos
(1)
Richard Htnl.
The
Political deas
of
Marx
and
Engels.
University
of Pitts-
burgh
Press, 97 )
p
39 .
(2) I-awrenceand Wishart (eds.)Karl Marx - Frederick Engels;collected works,
(Vo l .
1 ,London,1975.
nero, 842)p.131.
(3)
Hal
Draper.Karl
Marx's
theory
of revolution,
Vol
1. Monthly
review
press,
197 '7)
.38.
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
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no
hay
desarrollo,
y
sin separacinde
poderes
no hay
con-
greso" 4).
Como
peridico progresista
de su tiempo,
el
R.Z. daba
cuenta de las ms
avanzadas
deas iberales uropeas.
unque
se
trataba de un
peridico
iberal,
que
no
se
dentif icabaco n
ningn
sistema
polit ico
especifico,estaba
decidido a defen-
der la libertad
polftica
frente al
gobierno
autoritario
de
la
poca.
En
sus
notas
personales
Marx sefrala
ue
"en
gene-
ral . . . el R.Z. nunca ha dado atencinpreferencial alguna
forma
de estado en
especial.
Su
inters estabadado
por
la
existencia
e una comunidadmoral
y
racional;
mirabaa
las
aspiraciones
rovenientes
e
ese
ipo de
comunidad
como
as -
piraciones
que
debian
realizarse
ajo cualquiera
orma
de
es-
tado"
(5) .
Aunque
es un hecho
que
ciertas deas iberales
i
existian
en el
pensamiento
e Marx,
estono
significa
que
en esosafros
l mismo
fuera
un
liberal. Junto
con
su
adhesin la idea de
libertad,
puso
mucho nfasisen el
problema
de la
igualdad,
llegando a consideraral mismo R.Z. como un medio de
ex-
presin
"popular". En una
carta
escrita en Noviembre
de
1842, seflalaba ue el R.Z. procurabaexpresar la verdadera
voz del
pueblo",
en una forma independiente
6).
Estaesun a
afirmacin
nada ingenua,si consideramos
ue
por
esosdias
la l inea
polf t ica
del R.Z. estaba
iendocuestionada
or
las
autoridades
prusianas.
Como algo similar ocurrfa con
otros
peridicos,
a travsde
sus articulos Marx insisti
en la nece-
sidad
de defenderel
derechode
expresin
del
pueblo.
Escri-
biendo
sobre
la
clausura del Leipziger
Allgemeine
Zeitung,
impuesta
por
la autoridad
politica,
sefralaba
ue
"condenar
la
prensapopular,
es condenar el espiritu
polftico
del
pue-
blo"(7).
La idea de
una
prensapopular
est
basada
n un
principio
democrtico ms
amplio, segn
el
cual todos deberian
ener
acceso ibre e igual a la prensa.De estamanera,es a prensa
misma
la
que
debe llegara ser una institucin democrtica:
"en
el mbito
de
la
prensa,gobernantes
gobernados
ndis-
tintamente
tienen la
oportunidad
de criti car sus
principiosy
demandas, o ms en
relacin
de subordinacin, ino
en
tr-
minos
de gualdad, omo ciudadanos el
estado"
8).
Una de las cosas nteresantes obre a
posibilidad
de una
Iawrence ndWishart.
op.
cit. Junio,1842)p.202.
Ibid.
Febrero,
843)
.
363.
Cartaa Oberprasidenton Schaper.bid. p. 285.
Ib id .
Enero,
843)
.
313.
Ibid.
Enero,
843)
.
349.
(4)
(s)
(6 )
(7)
(8)
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8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
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Marx desarrollar
l contenido
bsico
de
un sistema
demo-
crtico
real o verdadero,
en
que
el
pueblo
pueda
superar
su
alienacin
especto
de
la
estructura
polftica.
Es al estudio
de
estosaspectos
ue
dedicaremos
as
prximas
ineas,ba-
sndonos
undamentalmente
n las deasde
Hegel,
el
joven
Marx
y
Rousseau.
La
cuestin
de
la soberania
En su critica de la filosofia del estadode Hegel,es a tra-
vs del
concepto
de soberania
ue
Marx nos leva
a la discu-
s in
sobre
a
democracia.
echazando
a
"mist i f icacin"de
la soberania
monrquica
Hegeliana,
que
ignora
a los seres
humanos concretos,
Marx desarrollar
n
argumento
en
fa-
vor d e la soberania
popular,
en
que
las
"personas eales",
en
su
"part icular existencia
humana", consti tuyen
el cuerpo
soberano.
Tambin
veremos
cmo la
nocin de sober ania
expuesta
por
Marx, difiere
de la
de Rousseau,
uya
obra
ley
durante sus
dias
en Kreuznach.
En
trminos
muy
generales,
i la soberania
dice
relacin con la
nocin de
"auto-determinacin",
ntonces a
pregunta que
surge
es:
a la auto-determinacin e quin, o de quienes, os esta-
mos
refiriendo.
En otras
palabras, quin
es
el
soberano.
Es a este
problema,
a su
relacin
con
el estadomoderno
y
la democracia,
l cual
pasamos
referirnos.
Hegel distingue
res
poderes
diferentes
al interior
del
esta-
do:
el
legislador,
on
el
poder para
determinar
establecer
1o universal;
el
eiecutivo,
con el
poder para
subsumir
casos
particulares
y
las
esferas
de
particularidad
bajo
lo universal:
y
la corona,
que
es
el
"poder
soberano",
a instanciade
"riltima decisin
de la
voluntad",
el
"acto absoluto de
auto-
determinacin".
De tal
manera
que,
para
Hegel,
e l
monarca
es
el soberano.
La
soberania
es
"lo
individual
del
estadoco-
mo tal, el cual slo en estoes uno . . Estemomentoabso-
lutamente
decisivo
de la
totalidad
no
es,
pues,
a individuali-
dad
en
general,
ino
un individuo,
el monarca"
12).
La co-
rona es en sf
mismael
estado.
Esteesel
poder
"real"
dentro
del
estado, a
personif icacin
el
estado:
" la
personal idad
del
Estado,
se
hace
real slo como
persona,
en el monar-
ca"
(13).
De
acuerdo
a
esto,
a "sociedad",
a
"comunidad",
y
la "familia",
son todas
ellas"
personas
artificiales"
(per-
sonas
morales),
que,
como
Hegel seflala, erivan
del
estado,
que
es el
"todo". El monarca
es el
nico
poder
"no
deriva-
do, sino algo
que
simplemente
oma su
comienzo
en
si
mis-
m o "
( 1 4 ) .
( 1 2 )
b i d .
. 3 2 .
(1
3) Ib id .
p .
37.
(14)
b id .
.
38
l 0
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
12/172
La
rplica
de
Marx
es
que
esto no es
ms
que
una "mistifi-
cacin",
que
corresponde
las contradiccion es
el sistema
e-
presentat ivo
moderno,
en el
que
la consti tucin parece
o-
mo una "esfera
eligiosa",
desligada
e a
"existencia
oncre-
ta de
su
real idad
ctual"
(15).
La ideahegel iana
e
a
sobera-
nia monrquica
es
una inversin de la realidad,en
que
lo
"feal"
es
considerado
omo
"abstracto",
lo
abstracto omo
real:
"Hegel
describecomo
abstracto a misma
forma
de la
especie,en que la personaconcreta realizasu contenido en
ex is tenc ia
c tua l "
16) .
Es
cierto
que
Hegel
se
refiere
a algunas
ormas
de
sobera-
nia
popular,
pero
Marx
dir
que
no todasel las
orresponden
a la idea
genuina
de soberania
popular.
En
efecto, Hegel su-
giere
cuatro formas
posibles
de soberania
opular:
1.
Soberan[a omo
"nacionalidad".
De acuerdoa
esto,
se
puede
hablar
de
soberania
opular
en el
sentidode
que
un
pueblo
es
autnomo
para
el
exterior
y
constituye
un estado
part icular"
(17).
MientrasHegel
considera
ue
esta
nocin
de soberania
opular
no es
del
todo
ncompatible on
su
dea
de
soberaniamonrquica,Marx replica
que
en
verdad
esto
no
correspondea un concepto correcto de soberaniapopular.
No es ms
que
una
"trivialidad".
y
slo significa
que
un
esta-
do
es
soberano
n relacina otr os estados,
in
que
tenga
a-
da
que
ver con
a
soberanfa
opular;
2. Soberania
en
"asuntos
domsticos'1Hegel aflade
que
tambin
"Puede
decirse
que
la
soberania
ntrinseca eside
en
el
pueblo,
cuando
se
habla en
general
de
una totalidad, asi
como
precedentemente
e demostr
que
la soberania orres-
ponde
al Estado"
(
I B).
Pero esteesel
caso e
"soberania
el
estado"
ms
que
de "soberania
opular",
dir
Marx.
Considerando
ue
para
Hegel
el
monarca
es "el estadomis-
mo",
aiiadeMarx,
la soberania
el
estadono esotra cosa
que
la
soberaniadel monarca.
De tal
manera
que
esta
segunda
o-
cin tambin correspond e una mistificacin,que ignora a
existencia
umana: "
;Cmo
si
el
pueblo
no fueseel Estado
real El Estado
es
1o abstracto.
Slo
el
pueblo
es o concre-
to"
(
19). De
tal manera
ue
ambas
ociones e
soberania
o-
(15)
Texto
en
ingls.Karl
Marx.
Critique
of
Hegel'sDoctine of
the
State.
F,n
Quintin
Hoare
(ed.),
KARL
MARX; EARLY
WRITTINGS.
Con introduc-
cion
de Lucio
Collett i .
Vintage
Books,Neu,' ork,
1975).
p.
89
(Nota:
as
traducciones
e
os
extos
en ngls onhechas
or
el autor).
(16)
b id .
.
84.
(17) "Crit icade a Fi losofia . .", op.cit. p. 38 .
( 1 8 )
b i d .
. 3 8 .
(19)
b id .
p .38.
l 1
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
13/172
pular
son
rechazadas
or
Marx,
por
su
traccin".
respectivamente.
3. Soberania
en el
sentido
"vulgar".
Aflade Hegel:
"Pero
la soberania
el
pueblo,
omada
como anti tesis
e a sobera-
nia
que
reside
en el monarca,
en el sentido
vulgarcon
el cual
se
ha empezadoa
hablar
de
soberania
opular
en los
tiltimos
tiempos;
en esta
oposicin, la sob erania
del
pueblo
forma
parte
de las
confusas deas
a las
que
sirve de
fundamento a
representacinnculta del pueblo" (20). Esta nocin, propia
de
las deasde la
revolucin
rancesa,
muy cercana
al
pen-
samiento
de Rousseau,
es
ciertamente
ncompatible
con
el
concepto
orgnicodel
estadode
Hegel,
pues
"el
pueblo
con-
sideradosin su
monarca
y
sin
su
autorizacin,
que
es
su
com-
plemento
necesario inmediato,
constituye
a masa
nforme
que
no es
ya
un
Estado
."
(21).
Sin
su
insercin
en
el
"todo", el
pueblo
se transforma
en una "aglomeracin
de
tomos", una
"abstraccin ndeterminada".
Lo
que
ha
sido
desechado
or
Hegel como
inconcevible,
en
relacin a la "Idea del
Estado", esconsiderado
or
Marx
como
la interpretacin
correcta
de la soberania
popular.
Ambos conceptos, "soberania del monarca" y "soberania
del
pueblo",
son
de
hecho incompatibles,
y
en
este
sen-
tido Hegel
es correcto.
Pero
esto es
precisamente
e lo
qu e
toda
la discusinse
trata:
"soberania
del
monarca
o del
pue-
blo
-he
aqui
el
dilema"
(22),
dir Marx. Lejos
de ser
un a
cuestin
"trivial",
es bastante
crucial.
Es asf como
llega-
mos,
finalmente,a una interpretacin
democrtica
e
a
sobe-
rania
popular,
dentro de
la
ri lt ima caTegoria
eflalada
or
Hegel;
4.
Soberania
en su
"formn
democrdtica".
"Si
se
entiende
por
soberania
del
pueblo
la
forma
de
la
repblica, con ma-
yor
precisin,
a
forma de
la democracia,
o es
posible
ra -
tar una nocin semejanteen lo
que
concierne
a la Idea del
estado en su desarrollo
otal
."
(23).
Dentro de
estal-
tima
categoria,
podemos
distinguir
tres
formas
de
gobierno
a las
que
nos
referiremos
n esta s ineas
y
que
corresponden
nociones diferentes
de soberania:
el
gobierno
monrquico,
que
corresponde
la
"Idea
de estado
en su desarrollo
otal",
apoyado
por
Hegel;el
gobierno
democrtico,
espaldado
or
Marx;
y
el republicano, poyado
por
Rousseau.
De
acuerdo
a Marx, la
ltima nocin
de soberania
opu-
(20)
b id .
.39.
(21) b id . . 39.
(22)
Ibid.
p.39.
(23)
Crit ique
of
Hegel 's . .",
op.
cit.
p.
87 .
12
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
14/172
lar
sefralada
or
Hegel, como incompatible con el
principio
monrquico,
"es
perfectamente
orrecta siempre
que
se
ten-
ga
una
nocin
semejante'
obre a democracia no una
"Idea
totalmente desarrollada' e la misma"
(24).
Aparte del
ue-
go
exquisito
de
palabras,
ue
expresa
u ntencin de contra-
poner
la
"Idea
del estado" a la
"Idea
de democracia", st a
afirmacin es
bastante
elevante,no
slo
porque
Marx
rei-
vindica
una
nocin
semejante" e a democracia omo
esen-
cialmente correcta,sino porque declarasu intencin de dis-
cut ir enseguida una idea totalmente
desarrol lada e
la de-
mocracia".
El
punto
de
part ida
de
la
discusin
st
dado
por
la cues-
t in de la consti tucin
ol i t ica.
De acuerdo Marx,
1o
carac-
terist ico del estado
democrtico
es
que
la consti tucin pa-
rece
como la
expresin
de la
"auto-determinacin
del
pue-
blo". No
son
as consti tucionesas
que
hacena los
pueblos,
sino los
pueblos
os
que
hacen
as consti tuciones. a cons-
titucin,
como creacindel
pueblo,
representa
lo una
for-
ma
particular
de
su
existencia.
En
ella,el
pueblo
es el
sujeto,
el
actor
principal:
" la democracia
arte
del hombre
y
hace
del Estadoel hombr e objet ivado" 25). Estoes adicalmente
opuestoal
sistema
Hegel iano, n
que
el ho mbre es el estado
subjet ivado.
e
acuerdo
a Hegel,es a
consti tucin
sujeto)
la
que
haceal
pueblo (predicado);
quel laes el " todo"
y
no
una
forma
particular
de la
existencia
de ste. Marx seflala
que
la
democracia
s la cons ti tucin
genrica",
en la
que
concurren
orma
y
contenido:
"La
democracia
s el enigma
descifradode todas
las
consti tuciones.
n el la
la consti tu-
cin
no
slo
es
en si, segn
u
esencia,
ino
ambin
segun
u
existencia,
egnsu
real idad
constantemente
eferida a
su
fondo real:
al hombre
real,
a l
pueblo
real,
y
planteada
omo
su
propia
obra.
La constitucin aparece omo lo
que
es: un
producto ibre del hombre" (26).
En consecuencia,
o caracteristico
e a forma
democrtica
de
la
soberania
opular
es
que
la consti tucinconsidera l
hombre
como un ser "concreto"
y
no como
"abstraccin",
como ocurre
con
el resto
de
las consti tuciones n el estado
moderno.
Slo bajo
un sistema emocrtico l hombre
"es
una existenciahumana,mientras
que
en las otras formas
pol i t icas,
el hombre es a existenciaegal. al es a
diferencia
fundamental
e
la
democracia"
2 '7) .
Si
estaes a
caracterist i -
(24)
b id .
.
87.
(25) "Crit icade a Fi losofia . .", op. cit.p.40.
(26)
Ibid.
p.
40 .
(2'7)
bid.
p.
41 .
l 3
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
15/172
ca
fundamental
e
la
democracia,
a
conclusin e Marx es
aun ms relevante.
Desde
que
lo caracterist ico
el sistema
democrtico s el
protagonismo
e
las
personas
oncretas n
su
e'xistenciaumana,
el
estado
deja de
ser
el
"todo",
y
d-
viene
en
una
forma "part icular"
de
a existencia
e as
perso-
nas.
A su vez,esto
conduce
la
desaparicinel estadomis-
mo,
lo
que
a estasalturas
de
la
vida de Marx
es
una idea
bastante
revolucionaria, aunque
ya
ha
sido sugerido
por
otros; "Los franceses
odernos
an
nterpretado sto
dicien-
do
que
en
la verdadera
emocracia esaparecel
Estado
po-
l i t ico.
Es
cierto, en el
sentido de
que
en
tanto es
Estado
pol i t ico,
en
tanto
es
consti tucin,
a
no vale
para
la
tota-
l idad"
(28).
De tal manera
que
la
"democracia
eal
o verda-
dera"
es incompatible
con
el "estado
moderno representa-
tivo". De hecho,
como
veremos,
aquellaes a
superacin e
ste.
Vemos
pues,
que
es a travs
de
la nocin
de
soberania
o-
pular,
en
su
forma
democrtica,
ue
Marx
se
ha
aproximado
a
una
"idea
totalmente
desarrol lada
e la democracia",
n a
que
las
personas
oncretas, n
su
verdadera
xistencia uma-
na, aparecen omo "la caracteristica istintiva undamental".
En esta
"sintesis
superior".
que
corresponde
la ideade una
democracia eal
o verdadera, l
pueblo,
como
cuerpo sobera-
no, recupera
u
existencia
ol i t ica,
de
a
que
ha
sido
privado
ba-
jo
el estado epresentat ivo oderno.
Como sabemos,
sta
ue-
va
sintesis er
osteriormente
esarrol lada
or
Marx,hasta l
punto
de
pretender
bol ir,no
slo
a
al ienacin
el
hombre
respecto
e la
estructura
ol i t ica,
como ocure en
estacri t i -
ca a Hegel,
sino con toda otra forma
de alienacin,
ncluyen-
do la
religin. Es
asi como llegar
afirmar
que
para
el hom-
bre, "el
ser supremoes el hombre". Esta
nocin
de un hom-
bre
totalmente
soberano onduce
a
la necesidad
de
derri-
bar todas as condiciones n lasque el hombreaparece omo
ser
esclavizado,
lvidado,
abatido
y
menospreciado"
29).
Si
dentro
del Crist ianismo,
e acuerdoa Marx, a
soberania el
hombre no es
ms
que
una
"fantasia",
un "sueflo",
dentro
de
una
"democracia
perfeccionada"
el
hombre
pasa
a
ser
"una
real idad
resente
material ,
na mxima
secular"
30).
lCorresponde
a nocin
de soberania
opular
de
Marx
a
una nuevaversin
del concepto
de sobrania
popular
desarro-
l ladoantes
or
Rosseau?
Sabemos
ue
Marx
ley al
pensador
rancs
n
susdias
en
(28) b id . . 42.
(29)
Karl Marx. A contribution
to the critique of H egel's
philosophy
of risht
Intoduction.
In
Quintin
Hoare,
p. cit.)
p.
251.
(30)
KarlMarx.On
he
Jewish
uestion.
In
Quintin
Hoare, p.
ciT.)
.226.
t 4
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
16/172
Kreuznach.
No obstante,
aunque hay
evidentes
simil itudes
entre
ambos
autores
este especto,
ensamos
ue
a nocin
democrtica
de
soberania
popular
expuesta
or
Marx,
va ms
all
de las ideas
epublicanas
de Rousseau.
ncluso
creemos
poder
llegar a
sostener
que
el
concepto
de Marx es radical-
mente
dist into
al de Rousseau,
n el
sentido
que
las deas
"republicanas"
de
ste
irlt imo,
an
se sitan,
desde la
perspectiva
de Marx,
en el
mundo
pol i t ico
"abstracto".
De acuerdoa Rousseau,a soberania, que no esotra cosa
que
el ejercicio
de la voluntad
general,
nunca
puede
ser
ena-
jenada;
.
. .
el
soberano,
ue
es
simplemente
l
ser
colect ivo,
no
admite epresentacin"31
.
Esto
seaproxima
bastante
la nocin
de Marx, en
cuanto
a
que
la
soberania o
puede
ser enajenada,
no
admite representacin.
unque ambos
autores
omparten
estos
aspectos
entrales,
u aproximacin
a la
cuestin
de la
soberaniaes ms
bien diferente.Mientras
que
Rousseau
e concentra
bsicamente
n
su "existencia"
-la
soberania o es
otra cosa
que
el
"ejercicio"
de la volun-
tad
general-,
Marx
se
remite
a
su
"esencia",
su
"naturaleza
verdadera".Pero
hay
otras
diferencias,
dems
e
esta
de en-
foque.
Una
de
las
diferencias
sicas
e
efiere
a la
separacin
ue
hace
Rousseauentre "cuerpo
politico"
y
"miembros". Esta
separacin,
erdadera
"alienacin"
desde a
perspectiva
de
Marx, nos
aproxima
ms
al
Leviatn
de Hobbes,
que
a la
"democracia
real
o
verdadera"
de
Marx.
Como seflala
Rousseau,
el
mismo "acto
de
soberania",
basado
en
el
* 'pacto
social", es un
"convenioentre
el
cuerpo
y
cadauno
de
sus
miembros"
(32).
Es
propio
de toda convencin
con-
trato
el
de ser un acto entre
diferentes
personas,
iferentes
voluntades.
Rousseau a
incluso
ms all,
al
sostener
ue
"el
pacto
social
confiere
al cuerpo
politico
un
poder
absoluto
sobre odos susmiembros,
es
estemismo
poder
el
que,
dir i -gido por la voluntad general,
leva,
como he
dicho, el nombre
de
soberania"
33).
En
consecuencia,
l
"soberano",
es un
"poder
absoluto",
dirigido
por
la "voluntad
general",
ncluso,
si fuere
preciso,
en
contra
de los
"miembros"
del
"cuerpo
politico".
De
tal
forma
que
no
slo os
miembros
de la
socie-
dad
pueden
legar a dejar
de ser
el
cuerpo
soberano,
ino
que,
de hecho,
pueden
llegar
a transformarse
n
'Ifctimas"
de l
poder
soberano, l
que
es "totalmente
absoluto,
otalmente
(31)
J.J. Rousseau.
he socialcontract.
p . 69.
(32)
Ibid.
p.
77
(33)
b id .
.
7a.
(St.
Martin'sPress,
ew York,
1964),
l 5
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
17/172
sagrado,
otalmente
inviolable"
(34).
En este
sentido
pode-
mos
hablar no
slo
de
"separacin"
entre el cuerpo
politico
y
sus miembros,
sino incluso
con mayor
propiedad
de
un a
virtual
"oposicin"
entre los
mismos, tal
que
"quienquiera
rehuse
obedecera
la voluntad
general,
er
obligadoa obede-
cer
por
el cuerpo total,
lo
que
significa implemente
ue
ser
forzadoa ser
ibre"
(35).
Es
asi
como, dentro
de
estemomento
Hobbesiano, o
slo
se oponen a "voluntad general"a la 'Voluntad particular",y
al "inters comtln"
al
"inters
privado",
sino
tambin
los
"sribditos"
al "soberano"
de
hecho Rousseause
referir
a
la "relacin de
sujeto
a
soberano"
36).
El
mismo concepto
de
Rousseau e la
' loluntad
general"
"cuerpo pol i t ico",
"cuerpo
total", "ser colectivo")
es
fundamentalmentedis-
tinto a aquel de
Marx de
as
"personas
oncretas"
en
su
"exis-
tencia
humana"
real. Detrsde
estasdiferencias,
st a dis-
tincin
fundamental
entre
"ciudadanos"
(repitblica)
y
"pue-
blo"
(democracia),
n
la
que
aquel los
aparecen omo
una
abstraccin e
ste.
La separacin
ntre
"soberano"
y
"pueblo"
se
hace
aitn
ms evidenteen relacin al concepto de Rousseau e poder
ejecutivo,
"que
no
puede
pertenecer
la
generalidad
el
pue-
blo como
legislador
o soberano"
(37).
De
hecho, el mismo
gobierno
aparece
como
una
"persona ficticia",
un "cuerpo
intermedio
establecido
entre
sribditos
y
soberano"
(38).
Es -
te
rgano,
"recibe
del soberano
as rdenes
que
transmite
al
pueblo" (39).
En
consecuencia,
l
rinico mbito
en
que
el
pueblo
es eal-
mente soberano,
no
puede
caberduda
alguna
a este espec-
to,
es aquel de
la legislatura:
hemos visto
que
el
poder
le -
gislativo
pertenecey
slo
puede pertenecer
al
pueblo"
(40).
Es en
esta esfera, slo
en estaesfera, iquiendo
a
Rousseau,
en que la soberaniaefectivamenteno se puedeenajenar, i
admite
representacin.
En el mbito
de la legislatura
a
voluntad
popular
es a voluntad
suprema,
ontra
la
que
nin-
guna
otra
fuerza
puede
actuar: "el
pueblo,
desde
que
debe
(34)
Ibid.
p.77
(3s)
Ibid.
p.
64
(36)
b id .
.63.
( 3 7 )
b i d .
. 1 0 1 .
( 3 8 )
b i d .
. 1 0 2
(39)
b id .
.
103.
(40)
b id .
p .101.
l 6
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
18/172
sujecin
as eyes,
ebeserel autor
de
asmismas"
41).
Hasta
aqui,
y
gf,
relacin a Rousseau, emos esbozado
a
diferencia entre la
"forrna
democrtica"
de
la
soberania
po -
pular, y
la
"forma
republicana"
de
la
misma,
representadas
por
Marx
y por
Rosseau, espectivame nte.
a
primera
de
es-
tas
es
radicalmente
diferente a la segunda esde
que
supera
las "abstracciones"
contenidasen la nocin republicana .Fi-
losficamente, sto
es, desde
el
punto
de
vista
de
a
"natura-
leza verdadera" de las cosas,no hacia gran diferenciapara
Marx
que
un
principio
"republicano"
o uno
de tipo
"monr-
quico",
estuvieraen
discusin.
Ello, en razn
de
que
ambos
se
ubican
en el mundo
pol i t ico
"abstracto".Es
asi
como
Marx
seflala
que
"la
repirblicaes a democracia
dentro de
la
forma
abstractadel estado.
En
consecuencia,a repriblicaes
la forma
politica
abstractade la
democracia"
42).
Este
no
es el caso
del sistemademocrtico,
en
el
que
"el
estadoabs-
tracto ha
dejado de
ser
el momento dominante.
El
confl icto
entre monarquia
y
repirblica
permanece
como
un confl icto
en el marco
del
estadoabstracto"
(43).
En
otras
palabras,
l
conflicto en tre Hegel
y
Rousseau,
or
ponerlo
de algunama -
nera, es todavia un confl icto al interior del estadopol i t ico
abstracto.
En
todo
caso,
es evidente
que
Rousseau enia
poderosas
reservas especto
de la democraciamisma:
"si
hubiera una
nacin formada
por
Dioses,
e
gobernarfa
emocrticamente.
Un
gobierno
tan
perfecto
no
est
al alcance de los hom-
bres"
(44).
Como sabemos, a
forma
de
gobierno preferida
por
Rousseau ra la
de
una
"aristocracia
electiva"
45), y
el
estado
democrtico
slo
lo veia
posible para
"paises
peque-
flos
y
pobres"
(46).
En relacin a
su
propia
nocin de
"de-
mocracia
real o verdadera",
muy diferente de
la
de
Marx
por
cierto, Rousseau
eflala
que
"en el
sentido
estricto del
trmino, nunca ha exist ido una
democracia
erdadera,
nunca va a existir. Es
contrario al
orden natural
que
el
mayor nmero
gobierne
el
menor sea
gobernado" 47).
Si
la democracia s
slo
para
los Dioses,o
para
los
paises
pobres y pequeflos,
es evidente
que
la
nocin
de soberania
(41)
b id .
p .
83.
(42)
Crit ique
of
Hegel 's .
."
(op.
cit.)
p.
89.
(43)
Ibid.
p.
89 .
(44)
"The
social
ontract",
p. cit.
p.
114 .
(4s) b id .p . 114.
(46)
b id .
.
12s .
(47)
lbid.
p.
112.
T7
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
19/172
popular
de Rousseau e aproxima
ms a la idea
republicana
que
a
la idea democrtica.Ni los
principios
monrquicos
de
Hegel, ni los republ icanos e
Rousseau. e
acuerdoa
Marx, resuelven n trminos
eales, no
slo
en
apariencia,
l
principal problema
del
estadomoderno:
el
divorcio
entre so-
ciedadcivi l
y
existencia
ol i t ica.
Slo
una nocin democr-
t ica de
soberanfa
opular,
basada
en
las
personas
oncretas
y
su
existenciahumana
particular,
es capaz de superar
este
divorcio radical: "En la democracia,el principio formal es
a la vez el
principio
material.
Por esta azn es a
primera
ver-
dadera nidad
de
lo
part icular
lo
universal. anto
en a mo-
narquia
.
como
en
la
repi.rblica
. .
el hombre
polit ico
con-
duce
su
existencia
particular
al lado del
hombre no
politi-
co,
el
ciudadano
rivado"
(48).
Representacin
sufragio
universal
Habiendo
ya
establecido
ue
en un estado erdaderamente
democrtico
es el
pueblo
el
soberano,
an se
hace necesario
descubrir as contradicciones sicas
el sistema
epresentati-
vo, dentro del estado moderno. Si a travs de la discusin
sobre a
monarquia u
que
Marx l leg a su
nocin de sobera-
nia
popular,
en su
forma
democrtica,
s en relacin a la
le -
gislatura
que
desarrollarsus
objeciones ms
importantes
al sistema
epresentativo.
De acuerdoa Hegel, a legislatura,
ue
es el
poder
de
de-
terminar
y
establecer ouniversal,
a total idaddel
estado
o-
l i t ico,
est
compuesta
or
el monarca,
quien
pertenece
a
"ltima
decisinde
la voluntad",
el ejecutivo,como
"cuerpo
asesor", los
estados, n cua nto "l t imo
momento"
de
la
legislatura.
s
ustamente
n
relacina este
lt imo
momen-
to",
que
la discusin
obre
a
representacin
parece. as
do s
secciones
ue
integran
os estados, on
a claseagricola
la
clasecomercial.Mientrasque los primerosparticipanen la ls-
gislaturapor
derecho
propio,
los segundos
o
hacen a travs
de sus
delegados. os "slidos
principios"
en
que
se
basa
a
clase
agricola
(familia,
tierra,
primogenitura),
a hacen sufi-
cientemente ndependiente
como
para
part ic ipar
por
si
misma en la legislatura: esta clase
es
particularmente
apro-
piada
para
una
posicinpol i t ica
de
signif icacin,
n
el
sen-
t ido de
que
su
fortuna es
gualmente
ndependiente
anto
de
la
fortuna
del
estado,
como
de la inseguridad
e
la
industria,
de
la
sed de
ganancia,
cualquier
ipo de
fluctuacin
de la
riqtteza"
(49).
(48)
"Crit ique
f Hegel 's
(49)
Ibid.
p.
140.
18
" ,
op.c i t .
p .
88.
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
20/172
Esta
no es
a si tuacin e la clase omercial ,
ue
carece e
la
"independencia"
e la anterior:
" la
segunda eccin
e os
estados
omprende l elemento luctuante
de la
sociedad
i-
vi l .
Este
elemento
slo
puede
entrar en
pol i t ica
a travsde
sus delegados"
50).
De tal manera
que
por
la naturaleza e
la act iv idad
e
esta
clase,
ue
necesariamente
onl leva
l
ape-
go
a intereses
art iculares,
si como
por
la mult ipl ic idadde
su miembros
y
su
carencia
de independencia,
sta
seccin
est mpedidade part ic ipardirectamente n la vida pol i t ica.
Deben
"entrar"
en
la
pol i t ica
a travs
e
a eleccin e
"de-
legados",
ara
cumplir
con la
funcin
que por
si mismos
no
pueden
ealizar.
Hegel aflade
que
estos
delegados o representan
la so-
ciedad
civil como tal, sino a las corporacion es n
las
que
la
sociedad
se
organiza: "a veces
os delegados
on
considera-
dos
'representantes',
pero
slo son representantes n
un sen-
tido orgnico
y
racional
si se constituyen en representantes
no
de
individuos
de un conjunto
de ndividuos,
inode
una
de las esferas senciales
e la sociedad
de sus
grandes
nte-
reses"
51).
De
tal manera
que
dentro
de
este
oncepto rg-
nico del estado, on las corporaciones s que la sociedad
civil en
cuanto tal, las
que
son
representadasn
a legislatura:
"en
consideracina la naturaleza
de
la
sociedadcivil, sus
delegados
on
los
delegados e lasvarias orporaciones.
"
(52).
De acuerdoa
Hegel, a sociedad ivil es un "campo
de
batal la",
por
lo
que
es
nconcebible, n
virtud de
su
concep-
cin orgnica
del
estado,
una
representacin
e algo
que
no
es
otra
que
una
"aglomeracin
e tomos".
Este
es
su
concepto acercade la
"naturaleza
de la
sociedad ivil"; una
nocin
Hobbesiana
e
un estado
de
guerra
de todos contra
todos
(bellum
omnium contra omnes).
Esta es
tambin la
raz6n
por
la cual Hegel
sospecha e
cualquiera
participacin
directa de
la
"masa
nforme" en la
esfera ol i t ica, medianteeleccionesirectas: la ideade elec-
ciones l ibres
y
universales
eja
esta
importante
considera-
cin
(representacin
rgnica)a
merced
del
azar"
(53).
La
sociedad
civil,
en
cuanto tal, carece
de la cualidad
para par-
t ic ipar en el
sistema
ol i t ico.
En
si misma,es enteramente
"no
pol i t ica", y
el r inico
intersde
sus
miembros
es el
de
satisfacer us intereses
articulares,
in mayor
preocupacin
por
el inters
universal,
ue
es
de
la
competencia
e
la le-
(50)
b id .
.
180.
(s1) b id .p . 97.
(s2)
b id .
.
196.
(53)
b id .
.
197.
t 9
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
21/172
gislatura.
Es
asi como la idea
del sufragio
popular
se
hace
inpensable,
pues
"se
llega necesariamen te
la indiferencia,
en
consideracin
que
cadavoto, no
teniendoms
que
un
efecto insignificante en el conjunto, hace
que
muchos
que
poseen
l,derecho
e
votar no
acudana las
elecciones.
.
y
partido;
es
decir, del inters
particular,
contingente,
l
que
se
trataba de neutralizar"
(54).
Sostener
que
todos, como
in-
dividuos,
debierandeliberar decidir en materias
politicas
de
intersgeneral, es equivalentea una proposicinde colocar
el elemento
democrtico sin
forma
racional algunaen
el or-
ganismo
el
estado"
55).
Debemos ecordar
que
la
soberania
popular,
en
su "forma
democrtica", no tenia
sentido
frente
"a
la Idea del estado
en su
desarrollo
otal",
de acuerdoa Hegel.
Algo similarocu-
rre
aqui
en
relacin al
sufragio
popular,
que
es equivalente
"a una
proposicin
de
colocar el
elemento
democrticosin
forma racional
algunaen el organismo
del
estado",
como he-
mos sefralado. e esta orma, la "irracionalidad"
de
a
demo-
cracia
es opuesta
a la
"racionalidad"
de la
nocin orgnica
del estado.
No slo la sociedad ivil, en cuanto tal, es incapazde de-
sarrollar
una funcin
politica,
ya
sea
eligiendo a
sus
repre-
sentantes
directamente
a travs
del sufragiouniversal,
ino
que
os
propios
delegados,
ue
son
elegidos
por
las
corpora-
ciones en las
que
la
sociedadse organiza,no representan
los intereses
particularespropios
de
la
sociedadcivil.
Ms
bien representan l
inters
universal
propio
de la legislatura:
"como la delegacin
e
realizaa los fines
de discutir
y
resol-
ver
los
asuntos
generales,
ignifica
que
la
confianzadesigna
para
ese
papel
a individuos
que
comprenden
mejor esos
asuntos
que
los mandantes,como
tambin
que
debenhacer
valer no el inters
particular
de una comuna o
de una corpo-
racin,
contra
el
inters comn, sino esencialmente este
inters. La situacin de los mismosno consiste, ues,en se r
mandatarios
omisionados con instrucciones
."
(56).
De
tal manera
que
llegamosa la
pradoja
de
que
los electores,
al
designar
a
sus
"representantes",
ebern servir el
inters
del
"todo",
ms
que
el
propio
inters: debe asegurarse los
electores
ue
susdelegados
elarn
or
el nters
eneral" 57).
Habindonos
ya
referido
al
concepto de
soberania
popular
en Marx, no es
dificil
imaginarcul
sersu
reaccin rente
a
(54)
"Cri t lca
de la
f i losof ia
. . . "
op. c i t .
p.
158.
(55) "Cri t ique of Hegel 's . ." op. ci t . 185.
(56)
"Cri t ica de
la f i losof ia
. . . " ,
op. c i t .
p.
152.
(57 )
"C r i t i que
o f Hege l ' s . .
"
op . c i t . P .
195 .
20
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
22/172
este
sistema
peculiar
de "representacin".
Richard
Hunt nos
sefrala
ue
Marx
"no
se
opuso
a la representac in
omo
tal,
sino slo a la r epresentacin
e
propietarios"
58),
de o
que
se colige
que
Marx
no
se
habria opuesto
a la verdadera
epre-
sentacin e ciudadanos.
1o
abria
echazado l
sistema
e
representacin
de "estados"; esto es,
reducida
a la s seccio-
nes agricola
y
comercial.
Afradeel autor,
que
Marx
no com-
partia
con Rousseaua
"aversin"
de
este iltimo
a a represen-
tacinpol i t ica.Pretendemosemostrar n
as
fneas
iguientes,
en contradiccin
a 1o
que
sugiereHunt,
que
Marx
si se
opusoa
la
"representacin
omo
tal". Aunque estim
que
el verdade-
ro
sistemade
representacin,
asado n
ciudadanos no en
propietarios,
era
efectivamente
un "paso
adelante",
si
cues-
tion
el
principio
de representacin
en cuanto tal". No
en
trminos
pol i t icos,
pues
en este
entido ra
un
progreso, ero
si
en
trminos filosficos
en
consideracin
su
"naLuraleza
verdadera"),
pues
cualquiera
sea
el
grado
de
perfeccin
de
un
sistema epresentativo,
lo constituye
una
solucin en apa-
riencia";
una
solucin
que
en todo
caso es
propia
de
la l-
gica
del
estado
politico
moderno,
estado
que
presupone
a
separacin e la vida politica y la sociedad ivi l.
La
primera
objecin
de Marx al
sistema representativo"
de
Hegel,
es
que
en
verdad ni
siquiera e rata
de un verdade-
ro
sistema
epresentativo.
sta "i lusin"
de
representacin,
est
basada
en
una
doble contradicci n,
que
debe ser descu-
bierta. De un lado, hay
una contradiccin
"formal",
en
cuanto a
que
los representantes,
ebiendo
ser delegados,
n
verdad no lo
son. De acuer do
a esto,
"los delegados
e la
sociedadcivil
son
una
sociedad
que
no
est elacionada
on
los mandantes,
en forma
de
'instrucciones'
o
de mandato.
Son
formalmente
comisionados,
ero
desde
que
son
reales,
no
son
ya
comisionados.
eben
erdelegadosno
o son"
(59).
Del otro lado, hay contradiccin "material", pues "son
comisionados
como representantes
e los asuntos
genera-
les,
pero
en
realidad
representan
suntos
particulares" 60).
En otras
palabras,
os
degadosno nece sitan esponder
a
su s
mandantes,
sino ms
bien
al "todo".
De estamanera,
a
so -
ciedad civil no
slo est
enajenada
especto
de
la estructura
politica,
sino tambi n en relacin
a
sus
propios
delegados. e
hecho,
a
rinica
existencia
olitica
de a sociedad ivil est
da -
da
por
el
acto
rinico
de
elegir
a
susdelegados. na vez
que
stoshan
sido elegidos,
ejande
ser
"representantes"
la
so-
ciedad civil
vuelve a
su condicin de cuerpo "no
politico".
(58)
Richard Hunt. op. c i t .
p.
41 .
(59)
"Cri t ica de
la f i losof ia
. . . "
op. c i t .
p.
153.
(60)
Ibid.
p.
1s 3.
21
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
23/172
Dicha
eleccin,
or
lo tanto,
no
esms
que
un
"acto
sensa-
cional,
un
momento de
xtasis e
la sociedad
ol i t ica"
(61).
Es claro
entonces
ue,
para
Marx,
el
sistema
e
representa-
cin
de
estados
o
corresponde
ara
nadaa
un verdadero is-
tema
representat ivo.
eroentonces,
a
pregunta
ue
surge
s:
i ,que
ocurrecon
un verdadero istema
e
representacin,
n
que
los delegados
an
sido
comisionados,
n virtud de
un
mandato,
por
la sociedad
para
representarla?
a hemos di-
cho
que.
segn
Hunt,
Marx no se habria opuesto a la re-
presentacin
omo ta1,sino
slo
a la
representacin
asada
en
la
propiedad.
Segrin
veremos,
ambin se
opuso
a un sis-
tema
representat ivo
perfeccionado",
a
una representacin
"como
tal".
Ya en Diciembrede
1842,
como
periodista
el
R.2.,
Marx
habia manifestado
sus
eservas obre
el
principio
de represen-
tacin:
"en
general,
er
representado
s algo
pasivo:
lo o
que
es material,
sin
vida, incapaz
de descansar
obre sf
mis-
mo
requierede
representacin . .
la representacin
o
debe
ser
concebida
como
la representacin
e algo distinto
a
las
personas
mismas.
Debe
ser
concebida
como
la auto-
representacin el subrayadoes de Marx) del pueblo . . . la
representacin
o
puede
ser
vista
como
una concesin
la
debi l idad
ndefensa,
la impotencia,
ino
mas
bien
como
la
vital idad
propia
de
a
fuerza uprema"
62).
Si
a esas
alturas
Marx
se
oponia
a la
representacin
en
general",
en la critica a
Hegelsostendr
ue
ascontradiccio-
nes
del sistema
epresentat ivo.
ue
son las contradicciones
del
estado
moderno,
han de
encontrarse
n la misma
natura-
leza de dicho
sistema,
no slo
en
el
sistema
equivocado"
(no-representat ivo)
e
Hegel. Sobre
la di ferencia
entre la
consti tucin
epresentat iva
la
consti tucin
basada
n los
estados.
Marx nos sefrala:
la
consti tucin
epresentat iva
s
un gran avance, ueses a expresinabierta, gicay sin dis-
torsionesde
la si tuacin
del
estado
moderno.
Es una co n-
tradiccin
indisimulada"
63).
En
consecuencia,
l inters
de
Marx
por
el
sistema
representativo
adica
precisamente
en descubrir
sus
contradicciones
aturales, on
el objeto de
facilitar
el desarrollode
una
nuevasintesis
ue
pueda
superar
la separacin
ntrev ida
pol i t icay
sociedad
ivi l .
No
pueden
exist i r dudas
pues
de
que
un sistema
e
repre-
sentacin
de
ciudadanos
s
superior
a
un
sistema
e
represen-
tacin
de
propietarios.
erocon la
mismaclaridad
debesos-
tenerse
que
aqul
es slo
una
solucin
aparenteal
divorcio
( 61 )
"C r i t i que
o f Hege l ' s . . "
op .
c i t .
p .
181 .
(62)
Laivrence
nd
Wishart .
op. c i t .
p.
306.
(63)
"Cri t ique
of Hegel 's . . "
op.
ci t .
p.
141.
22
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
24/172
cntre existencia
ol i t ica y
sociedad
ivi l .
En
una c arta a
su
amigo Arnold Ruge,
en
Septiembre e
1843, Marx
seflala
que "este
problema
(la
dist incin
entre la repre sentacin
tle
ciudadanos de
propietarios)
lo
expresa l nivel
pol i t i -
co la dist incinentre
el
gobierno
de
personasel
que
Marx
no
se
opone, de acuerdo
a Hunt)
y
el
gobierno
de la
pro-
piedad
privada
.
.
Al
demostrar a
superiodad el sistema
representat ivo obrc
e1
sistema
stadual, l
(el
cri t ico)
va a
obtener a adhesin rctrcade un part ido.Al elevarel sis-
tema
representat ivo
esde
u
forma
pol i t ica
a un nivel
gene-
rai ,
y
al demostrar
el
signif icado
erdadero
ue
subyace
n
ste.
orzar
a
este
part ido
a transcenderse
a
ir ms al l
de si misrno
y
del sistema
epresentat ivo)
pues
su victoria
es ambinsu derrota'.
64).
Es claro
puesque,
aunqueel sistema epresentat ivo
s
su-
perior
al
sistema
stadual,
l inters i l t imo
de
Marx no radi-
ca en
el
sistema
epresentativo
mismo,
sino
en
"el
significa-
do
verdadero
ue
subyace
n ste".Al descubr ir l "signif i -
cado verdadero"del
sistema
epresentat ivo,s
posible
cues-
t ionar al sist ema
epresentat ivocomo tal".
En
principios,
y ba.io el estadomoderno. este sistemaes contradictorio
en
si
mismo,
sin
que
ptteda
mportar
o
"perfecto" que
pueda
l legar
a ser.
S1o
uando
el estado e ransform e
n
"el
cuer-
po y
la sangre e
sus
conciudadanos"
65).. y
el
pueblo
sea
"lo verdaderamenteeterminante"
66),
ninguno
de los
cua-
les
es
posible
ajo
el
sistema
epresentat ivo,
odr
a
sociedad
recuperar u
existencia
ol i t ica
autntica.
l,Pero
si no esa travsdel
sistema epresentativo, mo
po-
dr la sociedad
ecuperar u
existencia
ol i t ica?
Recordare-
mos
que
una vez
que
Hegel
hubo
desechado
a
posibi l idad
de
que
"todos
en
cuanto
individuos"
pudieran part ic ipar
en las del iberaciones
decisiones
en materias
pol i t icas
de inters
general
lo
que
seria
"irracional"
desde
su
pers-
pectivaorgnica), pt en cambio por un sistema e repre-
sentacin
travsde delegados.
e ta l manera
que
el
di lema
para
Hegel era si
la
participacin
en
la
cstructura
politica
debia
tener ugar
por parte
de
"todos en cuanto ndividu os",
o bien
mediante delegados".
ara
Marx. en cambio,
este o
es el
di lema: "
el
problema
de saber i la sociedad ivi l debe
part ic ipar
en el
poder
legislat ivo,
a
sea
por
intermedio
de
delegados,
por
la
part ic ipacrn
irecta
de
' todos
indivi-
dualmente'
es un
Droblema
en el
interior de la abstra ccin
(64)
Kul
Marx.
Letters
from
the
Franco-German Yearbooks.
(In
Quintin
Hoare,
op .
c i t . )
p .
208 .
(65 )
R icha rdHun t .
op . c i t .
p .41 .
(66)
"Cri t ique
of Hegel 's . . " op.
ci t .
p.
192.
1. )
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
25/172
del
Estado
pol i t ico
o en
el
interior
del '
Estado
pol i t ico
abstracto;
sun
problema ol i t ico
abstracto"
61).
E-n a opinin de
Marx, la sociedad
ivil deberia deliberar
y
decidir
sobre
estasmaterias como
tal". Ni "todos
en
cuan-
to individuos",
ni a travsde
"delegados",
ino
como
cuerpo
social.
El
problema
para
la
sociedad
ivil
no es el de ser
re -
presentada
por",
o
el
de
participar
"en", sino
el de l legar
a
"ser"
una
sociedad
olit ica,
recuperandoasi su
existencia
autntica.De hecho, el que todos en cuanto individuosas-
piren
a
participar
en la legislatura,
no
significa
otra cosa
que
la voluntad
de todos de ser
miembros
eales
miembros
ac-
t ivos) del
Estado,
o de darse
una existencia
ol i t ica,
o de
demostrar
y
realizar su
existencia,como
existencia
polit i-
ca .
Que
la
sociedad
civil
penetre,
pues,
en masa
y
si
es
posible
fntegramente
n el
poder
legislativo,
ue
la sociedad
civil real
quiera
sustituir
a
la
sociedad
ivil
f icticia
del
poder
legislativo,
o es otra cosa
que
la
tendenciade la sociedad
i
vil a darse
una
existencia
olitica
o a
hacer
de la
existencia
pol i t ica
su
existencia
eal"
(68).
De tal
manera
que
el
problema
de la cantidad
("pocos",
"muchos", "todos"), adquiereuna importancia cualitativa,
pues
mplica
"el
cuestionamiento
el
principio
de
representa-
cin desde
gu
propio
interior"
(69).
Una
vez
que
a
sociedad
civil deviene
en la "socieda d
polftica
real", la legislatura eja
de ser mportante
como cuerpo
epresentativo.
Pero
entonces,
cmo
es
posible
ransformara la
sociedad
civil
en la
"sociedad
politica
real"? Habindose
a
opuesto
al
principio
de
representacin,Marx seflala
que
es a travsdel
"sufragio
universal"
que
la
sociedad
uede
recuperar
u
exis-
tencia
politica
autntica: "se
trata de la extensin
y
la
ge-
neralizacin
amplia
del voto;
tanto del sufragio
activo como
pasivo" (70).
Esta
proposicin,que
puedeparecer
hasta nge-
nua,
tomada dentro de su
contexto
histrico,
y
desde
el
pun-
to de
vista
ilosfico,
lega
a
serbastante
rucial.En la Alema-
nia de 1843,
esta afirmacin
aparece omo bastante
adical.
Pero no
fu en un
sentido
politico
o de contexto
histrico
que
Marx entendi
esta
proposicin,
sino
filosfico:
"consi-
derar
el voto
slo
en
relacin al
poder
de
la coronao del
eje-
cutivo,
es faltar a
su sentido
ilosfico, en cuanto
a
su
natura-
leza
particular" (71).
En definitiva,
el inters de
Marx no
(67)
Crft ica
de a fi losoffa
.
."
op.cit.
p.
145.
(68)
Ibid.
p.
147.
(69) Crit iqueof Hegel 's . ." op. cit.p. 189.
(70)
b id .
.
191.
(71)
b id .
p .
191.
24
8/12/2019 Lefort- El Problema de La Democracia
26/172
radica en e l voto mismo,
s ino en el
signif icado las conse-
cuencias
e
su
extensin
universal, entro
de
una
sociedad
determinada. si como
su inters
esidia
en el
"signif icado
verdadero"del
sistema
epresentat ivo,
s
que
en el
sistema
mismo, asi tambin
su ntersestaba
ado
por
la "naturale-
za
parTicular"
el sufragiouniversal,ms
que
en
voto mismo:
"La eleccin
es
a
relacin
eal de la
sociedad ivil
real
co n
la sociedad ivil del poder egislativo, n el elemento epre-
sentat ivo. a eleccines
a
relacin
nmediata,
irecta, a
relacin
que
no representa
olamente, ino
que
es,
de a so-
ciedadcivi l con el Estado
ol i t ico.
Es
evidente
ues,
ue
a
eleccin
onsti tuyeel
principal
nters
ol i t ico
de
la ver-
dadera
sociedadcivil.
Slo
en
la
eleccin
absoluta, anto
activa como
pasiva,
a sociedadcivil l lega realmente
a
la
abstraccin
e si misma, a la existencia
olf t ica
como
su
existencia
esencial, erdadera
y general.
Pero
la termina-
cin de
esta
abstraccin salavez la
supresin
aufhebung)
de la abstraccin.
Por
el hecho
de
que
la sociedad ivil ha
formulado
realmente su
existencia
polit ica
como su exis-
tencia verdadera,al mismo tiempo tiene que plantear su
existencia
civil,
en
su
diferenciacon
su
existencia
olitica,
como inesencial. la desaparici n
e una de las
partes
se-
paradas
entrafla
a desaparicin
e
la
otra, su contraria.
La
reforma
electorales
por
consiguiente, n
el interior
del
Es -
tado
pol i t ico
abstracto, l
pedido
de
su disolucin, anto
como el
de
a
disolucinde a
sociedad ivil"
(J2).
En otras
palabras:
-
El
inters
de
Marx radica en
la
del sufragiouniversalms
que
en el
vo to ;
"
naturaleza
p
articu ar"
significado
polit ico
del
Lo
que
expresa a natur alezaverdadera
del voto es la
relacin
ambin verdaderaentre la
"sociedadcivil real"
y
la
"sociedad
civil
ficticia
de
la legislatura":es
decir, expresa a
verdadera
situacin del
estado representativo
moderno, cu-
ya
caracteristic
rincipal
es el
divorcio
entre
vida
polftica
y
sociedad ivil;
-
Con la
extensin
generalizada
el
sufragiouniversal, a
sociedad ivil se
elevaa
si misma
hasta
el
punto
de "abstrac-
cin de si misma".
En
otras
palabras,
eja
de
ser "no
politi-
ca",
que
es
su
condicindentro
del
estado
ol i t ico
moderno.
En
consecuencia,
lcanza u
existencia
erdadera, u
existen-
cia
politica.
La sociedad ivi l, habiendo
dejadode ser
"no
po-
(72)
"Critica
de la
filosofia
"
o p .
i t .
. 1 5 0 .
25
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l i t ica".
deja
tambin de
ser sociedad
civi l" ,
como dist inta
de
a sociedad
pol i t ica";
Fluye de lo
anterior
que
el
"estado representativo
mo-
derno"
es
sustituido
por
la
"democracia eal o verdadera",
de
forma tal
que
el
divorcio
entre
existencia
olitica
y
socie-
dad
civi l
queda
esuelto
n trminos
eales
no slo
en apa-
riencia.
Volviendo
a
Rousseau,
s
evidente
que
existen
grandes
semejanzason las deasde Marx sobre a representacin. e-
cordaremos
ue,
de acuerdo
Hunt,
Marx
no habriacompar-
t ido
con
Rousseau
a "aversin"de
ste l t imo a la
represen-
tacin. Sostenemos
ue
Marx
no
slo
compart i a aversin
de
Rousseau
la
representacin,
ino
que
incluso
u ms
al l
que
steen su cri t ica
al sistema
epresentat ivo.
De acuerdo
a Rousseau,
la
idea de la
representacin
s
una
idea
moderna.
Nos viene
del
gobierno
feudal, de
ese
sistema
absurdo
e inicuo
que
degrada
a
la raza
humana
y
deshonra
al
hombre.
En las
repitblicas
hastaen las monar-
quias
de
la
antigedad,
l
pueblo
nunca uvo
representantes;
la
palabra
misma
era
desconocida"
73).
Aunque
anto
Marx
como Rousseau e refirieron a la representacin esdepers-
pectivas
distintas,
ambos
se
opusieron
decididamente
ella.
Mientras
que
Rousseau e
opuso a
una institucin
de origen
"feudal",
desde
el
punto
de
vista
"republ icano",Marx se
opuso
al
"estado
epresentativo
moderno",
desde
el
punto
de
vista
de la
"democracia
eal o verdadera".
Pero
ste u in-
cluso
ms
all
que
aqul,
en cuanto
excluy,
en definitiva,
toda
forma de
representacin.
o
que
no
es el caso
con
Rousseau.
Aunque
el
pensador
rancs
si
se
opuso al
principio
de
re-
presentacin,
onsider,
sin
embargo, algunas
excepciones.
En
principio
Rousseau
stim
que
la
representacin
ra
in -
concebible esdeel
punto
de vistade las
deas
epubl icanas:
"desde
el momento
en
que
un
pueblo
el ige epresentantes,
deja de ser
libre: deja
de
tener
existencia"
(74).
Aflade
el
autor,
que
"la soberania
no admite
representacin
or
la
misma
raz6n
que
no
puede
ser
enajenada; u
esencia
es la
voluntad
general,
y
la
voluntad
no
puede
ser
representa-
da
-o
bien
es a
voluntad
general
es algo dist into;
no
hay
posibilidad
intermedia.
En
consecuencia
os
delegados
del
pueblo
no son
y
no
podrfan
ser sus
epresentantes;
on
me-
ramente
sus
agentes;
y
no
pueden
decidir
nada definiti-
vo"
(75) .
(73)
"The
social
contract"
(74)
'Ct i t ique
of Hegel 's
(7s )
Ib id .
p .
141 .
26
o p . c i t .p . 1 4 1 .
. op .
c i t .
p .
143
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Dijimos
anteriormente