EL ZAGUÁN DE ORO PUQUIO ��.��.��
Agustín Zúñiga Página 1
MALY DE BLANCO Y VERDE
VIVE ETERNAMENTE
A dónde se van los amigos
Cuando mueren.
A dónde quedan los amigos
Que dejan
A dónde se cobijan sus hijos
A dónde se consuela su esposo
No hay comprensión
No hay explicación
No hay sosiego
Dime si Jircán no se va a poner triste!
Dime si el Tarapacá no se va poner a llorar!
Dime si Chiquián no va a quebrarse de pena!
EL ZAGUÁN DE ORO PUQUIO ��.��.��
Agustín Zúñiga Página 2
El Club Chiquián, La Asociación Chiquián,
Las fiestas de Santa Rosa y, San Francisco,
Añorarán tu alegría y solidaridad.
Tu amado Tarapacá,
En los noviembres, cantará tu nombre,
Y junto a Faustino, tus hermanos e hijos,
huayllisharemos, en febrero,
bajo los árboles multicolores de carnavales,
O bajos los castillos de fuegos artificiales de Agosto.
Porque la vida no se corta con la muerte
Sino es el inicio de la vida eterna.
Todos los amigos de Maly
Estamos tristes, la lloramos,
la necesitamos.
El blanquecino Yerupajá y
El verde Mishay,
Estrujan su corazón
Y sufriendo su valentía
Claman con dolor y orgullo
Maly, representa nuestros colores
Maly es Chiquián,
Maly es Tarapacá,
Maly es de nosotros.
Maly, vive eternamente
La Pluma del Viento
Lima, 4 de enero de 2014
EL ZAGUÁN DE ORO PUQUIO ��.��.��
Agustín Zúñiga Página 3
MARÍA NUÑEZ DIAZ (MALY), NOS DEJO REPENTINAMENTE VIVE POR SIEMPRE
Con el corazón doliente, y la pluma cargada de lamento, comparto
con ustedes esta nota, que representa en parte, el dolor que nos
trae la pérdida de una persona querida, y amiga, de aquellas
personas que tienen sabor a nuestro Chiquián, a nuestras nieves, a
nuestros prados, a nuestras costumbres, a nuestra historia. Y eso
es lo que representa la muerte de María Núñez Díaz. Maly.
Desde niña en su barrio Jircán vivió de cerca las emociones más
sentidas de los chiquianos, como ver campeón a su equipo el
Tarapacá en las competitivas tardes de la fiesta de Santa Rosa, o
participar en las entradas inigualables de agosto, cargadas de
historia, a veces defendiendo al Inca en otras al Capitán.
Nuestras costumbres chiquianas, afincaron con fuerza en su
corazón, de adolescente y juventud, cuando estudiaba en el
histórico colegio Coronel Bolognesi, donde hoy como ayer su
EL ZAGUÁN DE ORO PUQUIO ��.��.��
Agustín Zúñiga Página 4
promoción, sus profesores, recordarán con emoción su alegría y
amabilidad, en el aula o fuera de ella.
Con esa agitación y añoranza por su tierra, llegó
a Lima, igual que todos nosotros jóvenes, a
obtener mayores oportunidades de trabajo y
estudio. Aquí en la capital buscó compartir su
Chiquián que vibraba en sus sentimientos,
uniéndose a las actividades del Club Chiquián,
en los días de la madre, del maestro, de Santa
Rosa, y también en la Asociación Chiquián, en
las fiestas de San Francisco, al lado de nuestras
costumbres, junto a su amado esposo, cerca de
alguna banda de músicos, entonando
Tarapaqueño Soy, o junto a la orquesta,
huayllisando, al pie del árbol de febrero en
carnaval, o en agosto al pie de los inmensos
castillos.
Ahora que tan repentinamente nos ha dejado, y mientras repaso
sus recuerdos, no puedo retener lágrimas de nostalgia y dolor. Pero
también reconocer que en medio de eso nos deja la enseñanza, de
aceptar que en cualquier momento nos toca partir a cualquiera de
nosotros, de modo que cuando nos reunamos demostrémonos el
afecto que guardamos por cada uno de los amigos, sin reparos, pues
tal vez sea la última oportunidad que nos veamos.
Ahora en estos momentos de soledad y vacío, nos queda
aproximarnos a Faustino su esposo a sus hermanos, Amelia,
Antonio, Fernando y sus hijos, Pepe, Miguel y Patrick, a fin de
hacerles sentir que su dolor y consternación son los nuestros, y que
estamos compartiendo cada minuto su pesar.
Y también decirles, sobreponiéndonos de alguna manera al
momento, que con el tiempo la presencia de Maly, crecerá porque
la recordaremos como fue siempre, alegre y solidaria,
comportamiento que nos enorgullece y caracteriza al chiquiano.
Hasta cualquier momento Maly. Tú vives en nuestros corazones por
siempre.
La Pluma del Viento
Lima, 5 de enero de 2014