DE AMUSICDIRECTORES,
INSTRUMENTOS,JAZZ
Definitivamente la directiva de la Orquesta Filarmónica de la UNAM tuvoun acierto al invitar a Eduardo Diazmuñoz a dirigir dos pares de conciertoscon el conjunto universitario. En la segunda serie de dichos conciertos . Diazmuñoz reafirmó lo que había demostrado en la primera. y sacó algunos otrosaciertos en su-técnica de dirección. Subatuta tuvo la necesaria y suficiente angulosidad para extraer de la orquestalos pulsos que subyacen la partitura deRedes. de Revueltas. y la suficiente mesura para conceder al Zvi Zeitlin el espacio sonoro adecuado para su interpretación del Concierto No. 2 para violín v orquesta de Prokofieff. Menciono,estas obras sólo brevemente para dedicar un poco más de extensión a lo quesin duda resultó lo mejor de este programa: la interpretación que Diazmuñoz hizo de la Cuarta sinfonía de Johannes Brahms. Muchas veces he dicho (y lo sostengo en estas circunstancias) que existe una tendencia en nuestro medio a la repetición constante deciertas obras en los programas sinfónicos; ésta Cuarta sinfonía de Brahms esuna de ellas. Por ello. uno suele acudir aoir estas piezas consagradas del repertorio con cierta precaución. cuando nocon franca resignación. Es por ello quede' pronto resulta una sorpresa escuchar una interpretaCión como la queahora comento. 'Lo insólito no resultóde que se hayan logrado gloriosas sor'Ioridades a la cultura de un conjuntoamericano o europeo ; sería falso afirmar que tal cosa sucedió. Lo que constituyó la sorpresa. hasta cierto punto .fue encontrarnos con una versión que.a diferencia de la mayoría de las otrasque hemos escuchado recientemente.se distinguió principalmente por la granprecisión de los ataques del director Vla buena dosis de disciplina con que laorquesta los ejecutó. Y me atrevo a decir que esto es infrecuente 'porque en
RESEÑAS
algunas de las versiones que he escuchado en los últimos meses me ha parecido que los directores han borrado (odejado borrarl los límites y las fronterasde la música de Brahms. dando origena versiones carentes de matices. En resumen. :Eduardo Diazmuñoz demostróque sí es posible para el público escuchar una obra trillada bajo una luz unpoco diferente . Ojalá que Diazmuñoz ysu segura batuta regresen pronto aMé·xico.
Siguiendo con la Filarmónica de laUNAM quisiera mencionar un asunto alque también le he dedicado atención enotras ocasiones. En el fin de semanaqúe siguió al segundo programa dirigido por Eduardo Diazmuñoz. la OFU·NAM' tuvo como director huésped at.aszlo Rooth. Si bien resultó hasta cierto punto una novedad el hecho de queen el programa estuvieran incluidas lasVariaciones sobre un tema de Mozart.de Max Reger (autor pr ácticamentedesconocido en nuestro medio). lo verdaderamente insólito resultó ' que la.parte concertante del programa no es-
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tuvo a cargo de un violín ni de un piano.Ni siquiera de un violoncello o una flauta. No. Lazslo Rooth programó el Concierto para trompeta de Johann Nepomuk Hummel. obra que fue interpretada por Wayne Baughman. que actual mente ocupa el primer atril de la sección de trompetas de la OFUNAM . Merefiero a este hecho como algo fuera deserie porque. a riesgo de ser repetitivo.no puedo dejar de mencionar algo queen mi opinión es una de las grandes fallas de la programación musical en México: los responsables de nuestros programas sinfónicos insisten en hacer decuenta que no hay más instrumentossolistas que el violín y el piano. en detrimento del público . del repertorio y delos propios inst rumentistas. Es por esoque recuerdo con particular interés unconcierto que tuvo lugar hace ya muchos meses. en el que Jorge Velazco dirigió a la entonces Academia de Músicadel Palacio de Minería y en el que fueron interpretados conciertos para trornpeta. trombón. oboe. corno y fagot.cosa inaud ita en una sala de conciertosde estas latitudes. En fin. para no alejarme demasiado del caso concreto queme ocupa. diré que la interpretación deBaughman al concierto de Hummel fuemuy coherente. sin alardes de poder·neumát ico pero con la suficiente clari dad y equilibrio para lograr una versiónsólida de la obra. En esta ocasión. losaplausos que el solista recibió de partede la orquesta fueron merecidos. y nosimplemente protocolarios.
En la misma semana en que WayneBaughman interpretó a Hummel. la Orquesta Sinfónica Nacional ofreció unprograma que también ofrece oportunidad para hacer un comentario sobrenuestras programaciones sinfónicas .Bajo la batuta de James Paul, directorhuésped. la OSN interpretó las danzassinfónicas de West Side Story , de Leonard Bernste in. y cuatro obras deGershwin: dos arias de Porgy and BessConcierto en Fa para piano y Un americano en París . Durante el concierto. fueobvio que la Sinfónica Nacional tocócon más ganas que de costumbre . V elpúblico que aslstió a él se divirtió bastante. Lo que quisiera destacar es el hecho de que toda la música de este programa. de una forma u otra. está relacionada con otros medios distintos dela música estrictamente de concierto:West Side Story nació y vivió en Broadway y en Hollywood. Porgy and Bess es
una ópera urbana similar a un filme delcinéma noir, Un americano en París seconvirtió en una película bastante desafortunada. y el Concierto en Fa ha pasado a ser parte del repertorio coreográfi co de la compañía de danza de Alvin Ailey. Si menciono todo esto es porque anuestras orquestas casi nuñca se lesocurre recurrir a otros medios para darun poco de variedad a sus programaciones . Cuando hablo de otros mediosme refiero a la música de teatro. de comedia musical . a la música cinematográfica . a la música contemporáneacompuesta para danza y. en fin . a tantas otras posibles fuentes de buenamúsica sinfónica que en México estánprácticamente olvidadas. Para los escépticos que piensen que esta no seríauna muy buena idea. quisiera recordarque hace un par de años la Filarmónicade la UNAM interpretó un programacon música de comedias musicalescantada por los Hermanos Zavala. y laSala Nezahualcóyotl registró un llenoimpresionante. de esos que la OFUNAM no suele producir con frecuencia .
RESEÑAS
y como muestra de que la idea funciona también en otras partes. paso al costo el siguiente dato : hace unas semanas. a!lá en el estado de Texas. la Orcuesta Sinfónica de Houston ofreció unconcierto con música cinematográfica 'de diverso origen. El programa incluíala música de Shostakovich para Hamlet, la música de John Corigliano para lapelícula Altered States de Ken Russell.y la música de John Will iams para StarWars y Close Encounters. Ahora bien.esto no quiere decir que cualquier música teatral o cinematográfica se convertiría en un éxito al ser interpretadaen un concierto ; haría falta un buen criterio de selección para no dejarse deslumbrar por nombres y reputaciones.cosa que puede producir decepcionesgraves. Por ejemplo, actualmente seestán exhib iendo en los EstadosUnidosdos películas que han tenido bastanteéxito : Supermán 11 y Outland; por unaparte. la música de Supermán 11 ya noes original de John Williams. sino queha sido realizada por otro compositorsobre los temas originales de aquél. y la
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partitura resulta finalmente tan mediocre como el propio film. Por otro lado. lamúsica de Outlsnd, original de JerryGoldsmith. es de primerís ima calidad. ysigue la misma línea que la muy efectiva partitura que el autor compuso paraAlien . Así. pues. las posibilidades sonmúltiples. y la última que voy a mencionar es una que quizá también seríaefectiva en cuanto a su éxito de públi co: formar programas sinfónicos conuna selección de la música clásica quese ha utilizado en el cine.
Finalmente. quisiera dejar constancia del paso de Lionel Hampton y suconjunto por la Sala Nezahualcévctl,Independientemente del hecho de quese diga que el corazón del jau es la improvisación y la libertad del jam session. también es cierto que un espectáculo de jazz puede basar su efectivi dad en la organización y la planeación :una secuencia de piezas perfectamente
.establecida. músicos con part ituras.etc. Quizá para los puristas esto resulteanatema; sin embargo. en el espectáculo de Lionel Hampton fue bastanteefectivo. El prop io Hampton participóde lleno en la comedia. apartándose enocasiones de su vibráfono para atacarla batería y el piano. para cantar. parabailar su muy personal versión del shuftle, para bajar a besar niños y ensayarpasos con las muchachas y. en fin. paradarle ambiente a su música. músicaque. por otra parte. ofreció momentosjazzisticos muy buenos que no fueronopacados ni por la luz estroboscópica nipor las baterías transparentes iluminadas por dentro con foquitos rojos yamarillos. Durante la sesión de jau de,Lionel Hampton, vi y oí por primera vezun instrumento verdaderamente genial:una trompeta de dos pabellones gl!e sibien funcionan con la misma columnade aire. pueden ser modificados por separado según las necesidades del intérprete. Así. hubo pasajes en que el trompetista tocó con los dos pabellones 'abiertos y otros en los que puso sendassordinas en cada pabellón . Pero lo 'verdaderamente llamativo fue cuando eltrompetista tocó con un pabellón abierto y el otro con sordina . logrando unacombinación sonora irnpectante. Nocabe duda de que todos los díasse puede aprender algo nuevo en esto de losinstrumentos musicales.
Juan Arturo Brennan