PERCEPCIÓN AUDITIVA
2. SISTEMA AUDITIVONos permite
adquirir el lenguaje, aprender los sonidos,
los conceptos, el vocabulario, la gramática
de nuestro idioma, las inflexiones de la
voz, es decir, nos pone en contacto con el
mundo lingüístico en el que estamos
inmersos.Los niños con problemas de
audición van a experimentar un retraso en
su proceso de aprendizaje y adquisición
del lenguaje, pues un niño con dificultad
para entender lo que escucha tiene
problemas para comprender el significado
y por tanto va a presentar problemas en el
lenguaje expresivo.El escuchar bien juega
un papel importante en el desarrollo y
adquisición del habla y lenguaje
3. AUDICIÓNEs un proceso donde el oído
percibe sonidos del entorno para darles un
significado que el cerebro pueda
interpretar.El sistema auditivo percibe las
ondas sonoras de dos formas:Conducción
aérea: sonido percibido por el cae y el
mecanismo del oído medio.Conducción
ósea: transmisión directa de las ondas
sonoras a la cóclea a través del cráneo.
4. AUDICIÓNEl proceso de la audición
implica que se conjuguen dos tipos de
procesos:Fisiológicos: Se capta el sonido y
se envía al cerebro. Los órganos que
participan en esta parte del proceso
conforman el sistema auditivo periférico.
Psicológicos: Interpretan estos sonidos, los
reconocen y los dotan de significado. Los
órganos que permiten esta percepción del
sonido conforman el llamado sistema
auditivo central.
5. AUDICIÓNLas características
perceptuales que permiten al sistema
nervioso diferenciar los sonidos :el tono:
depende de la frecuencia de la vibración,
medida en ciclos por segundo o hercios
(Hz). A mayor frecuencia, el tono será más
agudo y a menor frecuencia será más
grave.la intensidad: dependerá de la fuerza
.el timbre: es el resultado de diferentes
frecuencias de vibración.
6. PROCESO DE AUDICIÓNEl sonido
entra por el pabellón auricular, pasa por el
CAE hasta chocar con la membrana
timpánica, esta emite una vibración que
llega a la cadena oscicular (huesecillos:
yunque, estribo y martillo). Esta vibración
llega la caracol y de éste al nervio auditivo,
llevando la sensación al cerebro el cual da
un significado a ese estímulo.
7. ESTRUCTURA DEL OIDO
8. EL OIDOÓrgano principal de la
audición.Se divide anatómicamente en tres
partes:Oído externoOído medioOído
internoY fisiológicamente, se divide en dos
partes: Conductora (oído externo y oído
medio)Receptora (oído interno)
9. ESTRUCTURA: OIDO EXTERNOParte
visible, compuesto por el pabellón auricular
y el conducto auditivo externo (CAE)Su
función es conductora y protege el oído
medio.El CAE es el canal por el que llegan
los sonidos desde el exterior al oído medio,
su función es protegerlo.Dentro del CAE
están unas glándulas lubricante que
secretan el cerumen, que junto con los
pelos sirven de protección contra cuerpos
extraños.
10. ESTRUCTURA: OIDO
MEDIOConstituido por la membrana
timpánica, cadena de huesecillos, ventana
oval, trompa de Eustaquio.Su función es
transmitir y amplificar el sonido (por la
acción de los huesecillos).
11. ESTRUCTURA: OIDO INTERNOSe
conoce como laberinto y en él se realiza el
registro de los cuatro aspectos del sonido
(intensidad, duración, tono y
timbre).Consiste en una cavidad llena de
líquido, la onda o vibraciones sonoras se
convierten en impulsos nerviosos.
12. ESTRUCTURA: OIDO INTERNOEstá
conformado por la cóclea o caracol, los
canales semicirculares, nervio auditivo y
nervio vestibular.Nervio auditivo: lleva
estímulo al cerebro.
13. ESTRUCTURA: OIDO INTERNO -
CÓCLEAConocida como el aparato de
percepción.Es la parte interna que se usa
para oír, produce la audición.Tiene forma
de espiral que se va haciendo más
estrecha hacia el final.Está llena de un
liquido llamado endolinfa o peri linfa que es
el que recibe las vibraciones.Contiene el
órgano de Corti.
14. DISCAPACIDAD AUDITIVALimitante
que tiene la persona en el proceso de
audición que le genera un mal registro de
los cuatro aspectos del sonido (intensidad,
tono, timbre y duración),dando como
resultado, ausencia o deficiente percepción
auditiva repercutiendo en la adquisición y
desarrollo del lenguaje.
15. DISCAPACIDAD AUDITIVA:
HIPOACUSIADiferentes grados de pérdida
auditiva que pueden darse de forma leve
hasta severa.
17. CLASIFICACIÓN DE LAS
HIPOACUSIA
18. Tipos de sorderaDISCAPACIDAD
AUDITIVA: SORDERASe puede definir
como la incapacidad para oír.La persona
sorda es aquella que presenta un grado
muy severo de pérdida auditiva y por lo
tanto su oído no es funcional.
19. DISCAPACIDAD AUDITIVA:
SORDERACongénita:Se gesta en el
momento de la fecundación.Adquirida:Se
presenta después de la fecundación,
cuando la madre sufre de alguna
enfermedad como rubéola, toxoplasmosis,
sida y se la transmite al feto.
20. DISCAPACIDAD AUDITIVA:
SORDERAPre post natalSe da en el
momento del parto, por causas de
hemorragias en el oído, utilización de
fórceps, sufrimiento fetal por pelvis
estrecha. Hipoxia, ictericia.Post
natalDespués del parto, a cualquier edad
por enfermedades como meningitis,
paperas, sarampión, epilepsia, otitis, ruidos
de gran intensidad, etc.
21. DISCAPACIDAD AUDITIVA:
SORDERAPost locutivaSe presenta la
sordera posterior al aprendizaje del
lenguaje, han escuchado antes y tienen
rastros de audición en su cerebro.Pre
locutivaSordera de nacimiento o que ha
aparecido en los primeros años de vida y
por tanto no hay rastros auditivos en su
cerebro, no se ha adquirido el lenguaje en
forma natural, espontánea.
22. DISCAPACIDAD AUDITIVATrauma
acústico: Considerado un accidente. Es
causado por un ruido único de corta
duración pero de muy alta intensidad
(explosión) y resulta en una pérdida
auditiva repentina y generalmente
dolorosa. Hipoacusia inducida por ruido
(HIR): Disminución de la capacidad
auditiva de uno o ambos oídos, parcial o
total, permanente y acumulativa, de tipo
sensorioneural que se origina
gradualmente, durante y como resultado
de la exposición a niveles perjudiciales de
ruido, de tipo continuo o intermitente de
intensidad relativamente alta (> 85 dB
SPL) durante un periodo grande de tiempo
23. DISCAPACIDAD AUDITIVA:
CAUSASCerumen: acumulación de
cerumen obstruyendo el CAE, queda
sellado, funciona como un tapón.Otitis
media aguda: infección aguda ocasionada
por la infección de la garganta y nariz
provoca pérdida auditiva y dolor intenso
Otitis media crónica: repetidas otitis media
aguda, afecta los oscículos y las partes
importantes del tímpano, puede afectar el
cerebro. No hay dolor pero sí pérdida
considerable de audición.
24. DISCAPACIDAD AUDITIVA:
CAUSASPerforación de la membrana
timpánica: causada por infección de oído
medio, explosión o traumatismo y punción
mecánica. Suele acompañarse de dolor y
secreción.Mastoiditis: se da cuando la otitis
no es tratada puede afectar el área de la
mastoides generando una apófisis y
provocando una mastoiditis.Otosclerosis:
calcificación de los huesecillos, común en
mujeres, se desarrolla en la etapa adulta,
síntomas de perdida auditiva .
25. DISCAPACIDAD AUDITIVA:
CAUSASPerdida auditiva congénita y
hereditaria: son las que se presentan en la
familias, edad adulta. Presbiacusia
relacionada a la edad debido a un deterioro
natural de la audición se da en forma
gradual.
26. DISCAPACIDAD AUDITIVA:
CAUSASMedicación ototóxica: uso de
drogas en grandes cantidades: aspirina,
antibiótico, quimioterapia.Patología
retrococlear. Tumor que crece en el nervio
auditivo, incluye sordera súbita, vértigo,
perdida auditiva unilateral, mala
discriminación verbal y tinitus.
27. FACTORES QUE INFLUYEN LA
LESIÓN AUDITIVAIntensidad del ruido:Se
considera que el límite para evitar la
hipoacusia es de 80 dB para una
exposición de 40 h. semanales, a un ruido
constante. Aunque no es un punto de total
seguridad, por encima de esta cifra, la
lesión aparece y aumenta en relación con
la misma. Frecuencia del ruido:Las células
ciliadas más susceptibles corresponden a
las frecuencias entre 3000 y 6000 Hz,
siendo la lesión en la banda de 4000 Hz el
primer signo en la mayoría de casos.
28. FACTORES QUE INFLUYEN LA
LESIÓN AUDITIVATiempo de
exposición:La lesión auditiva inducida por
ruido sigue una función exponencial. Si el
deterioro es importante puede continuar
tras la exposición.Susceptibilidad
Individual:Se acepta como un factor de
riesgo, aunque es de difícil demostración
por la cantidad de variables que
intervienen en el desgaste fisiológico de la
cóclea. La susceptibilidad al ruido puede
ser hereditaria, debida a ototóxicos,
meningitis, diabetes mellitus, hipertensión
arterial y otros.
29. FACTORES QUE INFLUYEN LA
LESIÓN AUDITIVATraumas craneales:En
lo que concierne al oído, un golpe severo
en la cabeza equivale a una explosión y,
por lo tanto, puede originar
hipoacusia.Edad:No hay acuerdo. La
mayor probabilidad de lesión es a partir de
la mediana edad, se contrarresta con
estudios en animales jóvenes que sugieren
lo contrario, planteando que el mecanismo
y las estructuras dañadas por ruido difieren
en adultos jóvenes y personas de edad
avanzada.
30. FACTORES QUE INFLUYEN LA
LESIÓN AUDITIVAEnfermedades del oído
medio:Si existe una hipoacusia de
conducción se necesita mayor presión
acústica para estimular el oído interno,
pero cuando la energía es suficiente
penetra directamente y provoca un daño
superior al esperado.Naturaleza del
ruido:Es evidente que la exposición a
ruido, de forma intermitente, es menos
lesiva. Otros:Habito de fumar,
hipercolesterolemia.
31. SIGNOS DE DISCAPACIDAD
AUDITIVADificultad para oír en ambiente
ruidosos.Dificultad para escuchar
conversaciones telefónicas, máxime ante
la presencia de ruido ambiental.Dificultad
para la apreciación musical.Dificultad en
idiomas extranjeros.Dificultad para seguir
conversaciones.Dificultad para localizar el
sonido.
32. EL RUIDOEl sonido es algo
consustancial con la vida. Hoy se puede
considerar al ruido como el principal
contaminante de la actualidad, dando lugar
a una clara patología específica.3232
33. EL RUIDO
34. EPIDEMIOLOGIA Se estima que un
tercio de la población mundial y el 75 % de
los habitantes de ciudades industrializadas
padecen algún grado de sordera o pérdida
auditiva causada por exposición a sonidos
de alta intensidad. La OPS refiere una
prevalencia promedio de hipoacusia del
17% para América Latina, en trabajadores
con jornadas de 8 horas diarias, durante 5
días a la semana con una exposición que
varía entre 10 a 15 años.
35. EPIDEMIOLOGIAEn EUA, la pérdida
auditiva inducida por exposición al ruido de
origen industrial es una de las
enfermedades ocupacionales más
frecuentes. Se ha estimado que la
exposición a un nivel de ruido ocupacional
superior a 90 decibeles afecta a una
población de 2.9 a 3.4 millones de
trabajadores, mientras que en el intervalo
de exposición de 85 a 90 dB se encuentran
entre 5.2 y 8.9 millones de trabajadores.
En Europa se estima que alrededor de 35
millones de personas están expuestas a
niveles de ruidos perjudiciales.
36. EFECTOS DEL RUIDO SOBRE EL
HOMBREEfectos sobre el sistema
auditivo.Efectos psicosociales.Efectos en
la comunicación.Efectos en otros
órganos.Efectos en el rendimiento laboral.
37. EFECTOS DEL RUIDO SOBRE LA
SALUDDificultad para la comunicación
oralCefaleaDisminución de la capacidad
auditiva o hipoacusiaPerturbación del
sueño y descanso.EstrésFatiga, neurosis,
depresión.Molestias o sensaciones
desagradables que el ruido provoca.
38. EFECTOS DEL RUIDO SOBRE LA
SALUDEfectos sobre el
rendimientoAlteración del sistema
circulatorio (hiperpresión arterial y
vasoespoasmo) y digestivo (aumento de
secreciones y peristaltismo
intestinal).Aumento de secreciones
hormonales: tiroides y suprarenales
(cortisol)Trastornos en el sistema
sensorioneuralDisfunción sexualOtros
efectos.
39. EFECTOS DEL RUIDO SOBRE LA
SALUDFatiga auditiva: Después de estar
expuesto a un alto ruido persiste cierto
tiempo después.Los acúfenos: Pitido
interior constante causando ansiedad y
cambios de humor.Efectos sobre el
rendimiento y la memoria. Perturbación de
la personalidad y aumento del stress.Ruido
y el sueño. Una motocicleta a escape libre,
deja a su paso decenas de miles de
personas que han sufrido taquicardia,
cambios en la presión arterial.
40. EFECTOS DEL RUIDO SOBRE LA
SALUDAlteraciones psíquica: irritabilidad,
agresividad, alteraciones del carácter,
etc.Un estudio sobre el ruido de la OMS
recoge la investigación realizada sobre
historias clínicas de unas 124.000
personas que vivían en una zona ruidosa,
y en zonas más silenciosas, revela un
índice más elevado de ingresos en
hospitales mentales entre los habitantes de
la zona ruidosa.
41. EFECTOS PSICOSOCIALES DEL
RUIDOEl ruido es uno de los pocos
estímulos que desde el nacimiento provoca
reflejos de defensa.Dificultad en la
comunicación.Perturbación del reposo y
descanso.Disminución de la capacidad de
concentración.Malestar, ansiedad, stress.
42. EFECTOS PSICOSOCIALES DEL
RUIDOEstos efectos alteran la vida social
del hombre y pueden modificar su relación
con el entorno.Los efectos psicosociales
que el ruido produce dependen de:La
actitud del sujeto.La sensibilidad
personal.La actividad del sujeto respecto al
tipo y las condiciones del trabajo.El
momento de la jornada
Desarrollo de la percepción auditiva
Siguiendo con las pautas señaladas por J. Gassier, se pasa a
describir cómo evoluciona la percepción auditiva en el niño:
Recién nacido
Es muy sensible a la intensidad de los sonidos; se excita y
sobresalta, ya antes de nacer, ante ruidos fuertes; en cambio, la música suave,
baja y rítmica, y la voz de la madre le tranquilizan.
Percibe sonidos, pero no los localiza ni dirige su cabeza hacia la
fuente sonora; por ello resulta difícil saber cuándo atiende realmente al sonido.
Delval afirma que el recién nacido nace con predisposición hacia
determinados sonidos, y coincide con otros investigadores en que prefiere la
voz humana y los sonidos del lenguaje, que más tarde imitará.
Primer mes
El bebé ya oye muy bien, pero todavía no puede localizar la fuente
del sonido. Va afinando su capacidad auditiva.
Segundo mes
Ya localiza la fuente sonora y empieza a interesarse por diferentes
sonidos. Según Palacios, los bebés de apenas unos días discriminan unas
voces de otras, reconociendo voces familiares, como la de la madre, y a los
dos meses hacen discriminaciones tan finas como para
distinguir ma de na, ba de pa y ga.
Tercer mes
Vuelve la cabeza hacia la fuente sonora, lo que indica que localiza el
sonido.
Empieza a diferenciar la voz humana de otros sonidos y a mostrar
preferencia por ella, lo cual le permitirá, más tarde, prestar atención e imitar los
sonidos del lenguaje.
Cuarto mes
La percepción auditiva del niño ha adquirido agudeza y madurez y ya
logra identificar sonidos familiares con lo que puede localizar la dirección
exacta de sonido.
Quinto mes
El bebé se fija en la persona que habla. Empieza a distinguir los
tonos de la voz y es sensible a la música.
A partir de este momento la audición del niño discrimina tonos e
inflexiones de voz.
La educación sensorial es de vital importancia en la escuela infantil,
porque sólo a través de las sensaciones se llega a los conceptos y a las
definiciones de las cosas.
El profesor R. Delgado afirma que «el cerebro no es capaz de sentir,
reaccionar y pensar normalmente si se encuentra en un vacío sensorial». La
información sensorial es absolutamente esencial para el desarrollo de las
funciones mentales en el niño, porque la actividad cerebral depende
esencialmente de los estímulos sensoriales.
Para Piaget, la inteligencia práctica y el desarrollo cognitivo se
fundamentan en experiencias sensoriales. Además, hay que distinguir, según
este autor, entre la «percepción pura», que sería el conocimiento de objetos a
través del contacto directo con ellos, y la «actividad perceptiva», basada en las
comparaciones y transposiciones.
Por tanto, la riqueza de estímulos sensoriales beneficia al
pensamiento, a la inteligencia y al lenguaje del pequeño. Las funciones
superiores dependen de la educación de los sentidos. Por eso, hay que
conocer y utilizar técnicas de entrenamiento a fin de desarrollar las
capacidades perceptivas y sensoriales. Así mismo, es fundamental la
intervención educativa en aquellos niños que poseen algún tipo de déficit
sensorial.
A. Objetivos
• Mejorar las capacidades sensoriales, quinestésicas y cenestésicas
en el niño.
• Lograr rapidez en la transmisión sensorial (de los sentidos al
cerebro) y en las respuestas motoras (del cerebro a los órganos efectores del
movimiento).
• Potenciar el desarrollo cognitivo a través de una buena educación
sensorial.
• Favorecer los aprendizajes básicos (lectura y escritura) a partir de
la educación de los sentidos.
• Mejorar la discriminación de estímulos sensoriales mediante el
tacto, la vista, el olfato, el oído y el gusto.
• Desarrollar la capacidad para estructurar la información recibida a
través de los sentidos, lo que posibilita el conocimiento posterior.
• Posibilitar el conocimiento de los objetos mediante el contacto
directo con ellos
DEFINICIÓN:
La sordera es la perdida total del sentido del oído y puede afectar a uno de los oídos o a los dos.
Puede ser un síntoma o consecuencia de otras enfermedades o infecciones, aunque también puede estar causada por algún factor hereditario o por la exposición a ruidos intensos.
Según la OMS persona sorda es aquella que no es capaz de percibir los sonidos ni con ayuda de aparatos amplificadores.
DIAGNÓSTICO :
En la mayoría de los casos, son los padres quienes sospechan la sordera. Se dan cuenta porque desde los primeros meses su bebe no reacciona, no se sobresalta con ruidos fuertes, no vuelve la cabeza cuando se le llama o hay un ruido. Hay que tomar siempre en consideración sus dudas y practicar un examen que a veces confirman la sordera desde el primer año de vida.
CLASIFICACIÓN:
Según la parte afectada:
Hipoacusia de transmisión: la zona alterada es la encargada de la transmisión de la onda sonora. La causa se sitúa en el oído externo o medio, también las producidas por lesión de la trompa de Eustaquio, que es un conducto que une el oído medio con la rinofaringe.
Neurosensorial: en el oído interno y/o en la vía auditiva. Se llama también Hipoacusia de percepción y la causa radica en el oído interno o estructuras centrales (nervio auditivo, etc.).
Mixta.
Según intensidad:
Leves
Moderadas
Severas
Sordera y cofosis: no oyen nada.
Según la causa:
Hereditarias o genéticas:
o Recesivas. los padres son portadores de la enfermedad pero no son hipoacúsicos
o Dominantes: uno de los padres es portador del gen afecto y es hipoacúsico.
Adquiridas:
o Prenatales. : Enfermedades de la madre durante el embarazo. Entre las más graves nos encontramos con la rubeola, sarampión, varicela, toxoplasmosis, alcoholismo, etc.
o Neonatales. Traumatismo durante el parto, anoxia neonatal (falta de oxígeno), prematuridad, ictericia (aumento de a bilirrubina en la sangre por incompatibilidad Rh)
o Postnatales: otitis y sus secuelas, fracturas del oído, afecciones del oído interno y nervio auditivo, intoxicaciones por antibiótico, meningitis y encefalitis, tumores, etc.
Según el momento de aparición:
Prelocutivas: antes de que aprenda el lenguaje.
Postlocutivas: ya se ha adquirido el lenguaje,(mejor que la prelocutiva.)
DESARROLLO COGNITIVO EN NIÑOS SORDOS:
El niño sordo en su desarrollo cognitivo pasa por las mismas etapas que el niño oyente, aunque se puede observar algún retraso en la adquisición de algunas nociones. Hay que tener en cuenta que los órganos sensoriales proporcionan informaciones importantes que inciden en un desarrollo evolutivo adecuado; el aislamiento y la falta de información a la que se ve sometida por causa del déficit auditivo pueden representar implicaciones relevantes para su desarrollo intelectual, lingüístico, social y emocional. Como consecuencia, tendrá un retraso madurativo que supondrá una serie de dificultades en el desarrollo cognitivo, aspecto en el que me voy a centrar.
Estas dificultades van a ser más acuciantes en cuanto mayor va siendo el niño, por lo que en las primeras etapas evolutivas, su desarrollo es más equiparable al de niños oyentes, pero a medida que va creciendo, en etapas posteriores, habrá más distanciamiento. Esto es debido a la falta de un lenguaje que sea interiorizado por el niño y que funcione como base del pensamiento. El lenguaje es un elemento muy ligado al desarrollo simbólico y cognitivo, es una
herramienta clave que nos permite representar mentalmente la información, planificar y controlar nuestra conducta. Sin embargo ese retraso madurativo irá superándose a medida que el niño vaya adquiriendo e interiorizando un código lingüístico que le permita acceder a la comunicación e interacción social. Por ello la importancia del aprendizaje de la lengua de signos por parte de los niños con deficiencia auditiva desde los primeros años, ya que además de ser la lengua natural de la comunidad sorda y estar considerada como un auténtico lenguaje, el acceso al lenguaje oral no es posible hasta los 6 o 7 años aproximadamente, e incluso imposible de aprender para personas con grados de sordera muy altos.
La inteligencia en personas sordas es igual que en personas oyentes, puesto que la única diferencia que se puede encontrar en este aspecto se debe al conjunto de experiencias vividas que normalmente reciben menor estimulación y poco efectiva. Como consecuencia, en cuanto mayor riqueza de experiencias de enseñanza-aprendizaje podamos ofrecer a un niño sordo y cuanto más normalizado sea su desarrollo, menos limitada estará su capacidad intelectual.
Destacar que:
El menor conocimiento que tienen del entorno y su dificultad para acceder al mundo de los sonidos, derivan en la necesidad de tener experiencias directas y una mayor información de lo que sucede a su alrededor.
La dificultad de representar la realidad a través de un código oral plantea la necesidad de utilizar un código lingüístico de representación.
La entrada de información se produce por vía visual, hace que tenga que recurrir primordialmente a estrategias visuales aprovechando también otros canales.
En investigaciones de juegos simbólicos, pruebas de combinatoria, representación espacial, etc., se observa que el niño sordo obtiene mejores resultados si dispone de un código de comunicación que le posibilite la formulación de hipótesis, la representación mental y la planificación de estrategias.
Afirmaciones como “el sordo es muy concreto, no tiene pensamiento abstracto” manifiestan que el entorno familiar y educativo no ha sido capaz de ofrecer al niño un instrumento lingüístico eficaz para organizar su pensamiento.
Todo esto nos lleva a insistir en la necesidad de dotar de forma temprana a los niños sordos de instrumentos de comunicación y de pensamiento. Pero no serviría de nada si no se difunde el lenguaje o idioma signado y si el entorno del niño no lo aprende y lo utiliza con frecuencia.
DESARROLLO LINGÜÍSTICO EN NIÑOS SORDOS:
El período especialmente sensible para el aprendizaje del lenguaje es 0-3 años, entre los 12-18 primeros meses es de enorme importancia, siendo un período especialmente productivo. Contar con una audición empobrecida en estas edades complica el aprendizaje natural de la lengua oral, sin embargo, con una audición correcta será más fácil al apropiarse de información y estar más conectado con el entorno.
Las habilidades lingüísticas que hay entre los 34-40 meses no están consolidadas y pueden verse afectadas si se adquiere una sordera junto a una falta de estimulación verbal, lo que provoca que éstas habilidades se desvanezcan y desaparezcan. De ahí la importancia de intervenir precozmente.
Lo más urgente, es que el niño cuente con un sistema de comunicación eficaz, un auténtico lenguaje que le sea asequible desde los primeros años. La lengua de signos posibilita el aprovechamiento lingüístico de estos períodos y se hace imprescindible en la comunicación con el niño sordo. Si carece de lenguaje, se perjudicará su desarrollo cognitivo y puede verse también afectado su desarrollo personal y social.
El objetivo central de la educación precoz es la adquisición del lenguaje. Cualquier método empleado ayudará al niño a construir el lenguaje “en su cabeza”.
Los métodos orales, dan prioridad a la realización oral del lenguaje, lo que implica producir el habla y comprender el habla de otros. Se ayuda de la lectura labial, a veces complementada por el cued-speech.
La lectura labial es captar las informaciones que se pueden leer en los movimientos de los labios, pero no aporta más que los mínimos conocimientos de un lenguaje que aún no conoce el niño sordo.
Cued-speech , se basa en la utilización de gestos convencionales que aclaran las ambigüedades de la lectura labial, ya que ciertos fonemas llevan a confusión.
Los métodos gestuales son verdaderos sistemas de comunicación, sus signos son gestos convencionales con un nivel de complejidad similar al de las lenguas orales.
La comunicación gestual con un niño sordo se basa en la lengua de los signos o el idioma signado.
La lengua de los signos es aquella que adquiere naturalmente un niño sordo de padres sordos, de un modo inevitable. Puede constituir un buen lenguaje si el nivel de los padres es elevado y si su aprendizaje se completa con la ayuda de un educador.
El idioma signado, (lengua oral acompañada de signos realizados con las manos) se establece entre el niño sordo y sus padres oyentes, siendo los gestos un complemento del habla. Este idioma no es suficiente, siendo necesario para su buen desarrollo que el niño aprenda la lengua de los signos.
La dactilología (alfabeto manual), sirve como complemento al lenguaje gestual mediante la posición de los dedos y las manos representando todas las letras del alfabeto. Es un método lento y no tiene cabida en el niño pequeño.
Tarde o temprano, el habla oral será una necesidad absoluta para el niño sordo que va a pasar su vida en un mundo de oyentes, un mundo estructurado por y para oyentes.
Llevar al niño a la construcción del lenguaje implica:
Construir las formas de la lengua que habla el entorno en el que vive.
Las estructuras profundas de la lengua las adquirimos inconscientemente enriquecidas por nuestras experiencias lingüísticas, por lo que el niño sordo no las tiene y necesita la construcción mediante los métodos explicados anteriormente. Los modelos de la lengua que se le enseñan a los niños sordos son mucho más “obligados” que a los oyentes, quienes tienen un margen de creatividad dentro del código de la lengua.
Llegar a producir el habla.
El niño sordo no tiene medio alguno para descubrir por si mismo cómo se utilizan los órganos de la fonación para producir el habla. Sólo llegará a hablar oralmente si es alentado en sus pequeñas tentativas. El bebé con éste tipo de deficiencia, produce algunos sonidos o vocalizaciones en la etapa común del balbuceo (a partir de 3-4 meses) menos rico y abundante. A medida en que el bebé no oye las respuestas de sus familiares ni a si mismo, sus posibilidades vocales no se desarrollarán y acabarán por extinguirse. Siendo muy difícil conseguir que un niño que ha permanecido largo tiempo en la mudez llegue a producir la voz o sea capaz de controlarla. Por lo que son necesarios recursos para mantener el balbuceo. El papel del adulto consiste en estar a la escucha y reforzar tanto como sea posible todas las pequeñas producciones vocales del niño. Dar una respuesta, ya que, gracias a ese interés el adulto entrena al bebé a prestar gran atención a sus percepciones
Desarrollar aptitudes de percepción que pueden ayudar a las adquisiciones lingüísticas, es decir, la educación auditiva.
Es siempre posible e indispensable. Sea con prótesis o sin ella, cualquiera que sea el grado de su sordera se le enseñará a escuchar, a tomar conciencia de la presencia de un sonido en relación con el silencio. Esto se consigue con la producción de sonidos graves y fuertes (tambor, bongos), ayudándonos de la percepción táctil de las vibraciones. El objetivo final es despertar el interés del niño por la voz y extenderlo a la “escucha” de todos los ruidos del mundo sonoro que nos rodea, consiguiendo que se interese en el lenguaje.
DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO
Para un normal desarrollo social, emocional, cognitivo y lingüístico es necesario que el niño tenga un interacción normal y natural con otros.
Todo ser humano ha de establecer interacciones con las personas que le rodean de cara a favorecer el desarrollo personal, los vínculos sociales, la amistad, el ajuste personal, etc.
El niño sordo necesita tener adultos sordos cerca para que le puedan ayudar a entender este mundo mediante la experiencia visual y la lengua de signos, además de facilitarle la entrada en el complicado mundo de las normas sociales que rigen las relaciones humanas. Estos adultos les servirán como modelos de identificación.
Pero la interacción no puede limitarse a personas sordas, también necesita a su alrededor personas oyentes, el niño necesita aprender la lengua universal, la lengua oral, para desarrollar habilidades orales.
Sin embargo, un niño no puede desarrollarse adecuadamente si solo esta en contacto con adultos, necesita contacto con sus iguales, aprender mediante el juego, las conversaciones, las actividades de grupo, etc. Este contacto permite a niño compartir con los otros niños aprendizajes, ideas sobre el mundo y proporcionar seguridad emocional al sentirse igual que los demás. Pero como ya hemos dicho hay que tener en cuenta que los intercambios sociales y la relación con otros se basa en una alta proporción en intercambios lingüísticos, a la que los niños con déficit auditivo difícilmente acceden en sus primeros años de vida.
Debido a esto, las investigaciones que se han hecho sobe el desarrollo social de individuos sordos parece indicar que estos poseen un conocimiento social más limitado en comparación con los oyentes.
En los primeros años de vida del niño el sonido tiene un gran importancia en el desarrollo social: la voz de la madre, los ruidos externos, las estimulaciones producidas por sonidos (sonajeros, móviles de cuna…), además tranquilizan y dan seguridad al niño. El niño sordo por su falta de audición tiende a aumentar sus temores.
En su desarrollo psico-afectivo son importantes las interacciones que se desarrollan entre el niño sordo y los padres, la cual posee dos factores de importancia para determinar el grado de interacción padres-hijo:
La actitud paterna ante el déficit del niño : muchos padres se sienten frustrados ante la falta de respuesta por parte del niño, a sus intentos de comunicarse, lo que conlleva a una reducción en la frecuencia de interacción y a un empobrecimiento progresivo de la mismo, que unido a un aumento de la ansiedad provoca una situación de aislamiento por parte del niño y de sus padres.
Estrategias utilizadas para la comunicación con su hijo: como usar la comunicación bimodal, o el lenguaje de signos entre otros.
Por este problema comunicativo, los padres no suelen compartir información con él, lo que lleva a una comprensión más limitada del funcionamiento social, son menos permisivos y más didácticos, sólo hablan con el niño sobre el aquí y ahora y no son capaces de informar a su hijo sobre acontecimientos futuros que van a ocurrir, a todo esto hay que añadir que los padres tienden a sobreproteger al niño.
Normalmente reciben explicaciones muy limitadas acerca de los sentimientos, roles, razones para las acciones y consecuencias de las mismas, por esto, el niño sordo se muestra desconfiado y vive cualquier situación no habitual como una amenaza.
Como resultado es de esperar que los niños sordos presenten limitaciones en la comprensión de la causa y el significado de muchos acontecimientos.
Con todo esto, los niños sordos hijos de padres sordos controlan mejor su conducta, presentan menor impulsividad, una mayor madurez social y un grado más alto de responsabilidad. Debido todo a la adquisición temprana del lenguaje de signos, como forma natural de comunicación, y a las interacciones padre-hijo que son similares a la de los oyentes.
DESARROLLO MOTOR
El niño deficiente auditivo pasa por las mismas fases motoras que el niño oyente: gatea salta se sienta, camina, se sube a los sitios, etc. Tampoco hay diferencias en la motricidad fina, aunque al no tener control auditivo existe una torpeza motora y un andar pesado y poco seguro.
¿ES UN NIÑO COMO LOS DEMAS?
Hemos de contestar que no, ya que un niño sordo está privado de una importante faceta de la experiencia que en otros casos existe con toda normalidad y también porque la mayor parte de las adquisiciones que en otros niños se producen “naturalmente” y sin esfuerzo (en particular en la construcción de lenguaje) le exigirán un enorme esfuerzo, dedicación, aplicación y voluntad.
En la actualidad se sabe que el despertar del niño sordo, su curiosidad y su deseo de aprender se hacen patentes durante los primeros años, en la edad preescolar, antes de los 4 o 5 años.
No puede utilizarse un programa para cultivar al máximo las posibilidades del niño sordo, ya que no se trata de enseñar nada en concreto al bebé, no hay que aprovechar al máximo las cualidades del bebé y lo que sabe hacer, es más importante que el adulto disfrute jugando con el niño y compartiendo con él sus actividades y experiencias. Gracias a esto podemos desarrollar y facilitar en el niño una serie de adquisiciones como preocuparse por su capacidad de atención, la práctica de imitación… aspectos que en un niño sin esa deficiencia auditiva no tienen tanta importancia, pero que en un niño sordo no han de pasarse por alto para su correcto desarrollo. Algunos de los aspectos a trabajar son:
a) La atención del niño… se educa:
La atención del niño sólo se moviliza ante una ocupación que le interese. Es preciso que ocurra algo interesante, nuevo o alguna situación familiar que al niño le guste vivir repetidamente, una actividad que le divierta, teniendo en cuenta siempre, que lo que le interesa al niño no es siempre lo que el adulto considera más interesante.
Es por lo tanto, más interesante introducirse de las ocupaciones del niño sobre todo las que él mismo ha elegido de forma espontánea.
Las posibilidades de atención se cultivan, cuando nosotros escuchamos y respondemos a las preguntas y propuestas de juego del niño. Poniéndonos al nivel de conocimientos que le son posibles adquirir al niño según su edad.
Como resumen a lo dicho anteriormente, estas son algunas de las cosas que se deben y no se deben hacer a la hora de educar la atención del niño
b) Lo que se debe hacer:
Introducirse en sus ocupaciones, con discreción, y ver que es lo que le interesa espontáneamente, no debemos imponerle actividades porque si no se siente atraído por
estas no prestará atención
Presentar como un juego las ocupaciones, por medio de las cuales se le quiere enseñar algo. Hay que animarlo, y no esperar a que se canse.
c) Lo que no debe hacer:
Molestarle cuando realiza algo que le gusta para proponerle algo que nos parece mejor.
Ignorar sus preguntas (no entraremos en sus intereses)
Evitar los comentarios negativos (no sirven para nada)
a) Al igual que los demás niños, es un imitador nato:
El niño es un imitador maravilloso. No hace falta enseñárselo, bastante antes del año se divierte reproduciendo las caras, gestos y entonaciones
La adquisición del lenguaje es en algunos aspectos un juego de imitación: imitación de los sonidos de la lengua, de las palabras, de los giros, de las estructuras gramaticales, de la entonación, no se trata de una imitación absolutamente fiel al modelo, puesto que el niño reorganiza y recrea a partir de los modelos su propia lengua. Pero claro está que en el niño sordo se alteran parte de las conductas imitativas (sonidos) por eso hay que fomentar la imitación de expresiones, del movimiento de los labios que se le hacen observar.
b) Algunas de las cosas que se deben hacer:
Animarlo en sus intentos de imitación
Felicitarlo en sus aciertos.
Intervenir si es necesario con demostraciones discretas y no demasiado insistentes.
Dejar que el niño emplee todo el tiempo que sea necesario para sus actividades, ya que obtendrá una enorme satisfacción por un éxito personal.
Respetar su ritmo y no decir: “ya lo haré yo, eres demasiado lento”.
La repetición y el placer:
Hacia los 7 o 8 meses, el juego de repetición con sus rituales es una gran diversión que se pone en marcha a voluntad del niño.
Porque por ejemplo qué niño no ha tirado un juguete al suelo repetidas veces esperando y provocando al adulto para que se lo recoja un vez y otra.
Ejemplos: llenar recipientes, transvasar líquidos, colocar y descolocar las cosas del cajón…
Estos juegos son importantes ya que por medio de estos, el niño adquiere el dominio de ciertos gestos y actividades.
Gracias a estos juegos, el niño posee un sistema ideal de aprendizaje: ya que supera una tras otra las etapas que llevan al dominio de la práctica.
Los padres han de convencerse de que toda adquisición requiere un número de repeticiones siempre superior al que esperan. Antes de que un niño sordo pueda comprender una palabra tiene que haberla oído repetir un número mucho mayor de veces que un niño sin déficit auditivo, ya que este a diferencia del primero no tiene que asociar elementos informativos mucho menos perceptibles y evidentes.
Como conclusión, hay que repetir muchísimas veces una palabra antes de que sea captada, comprendida y asimilada por el niño. Y además esta ha de ser empleada en el momento oportuno (con el objeto delante).
a) El encanto de la novedad:
todo lo que es nuevo, inesperado o divertido se manifiesta por expresiones, gestos y actitudes por parte del niño sordo con una intensidad mucho mayor que en el que no lo es, ya que el niño sordo privado inicialmente de los recursos del lenguaje, cultiva mucho más la expresividad que discurre por las vías no lingüísticas.
b) Entonces respecto a lo dicho anteriormente, ¿el niño sordo progresa?
Cada nuevo paso adelante del niño implica una contradicción entre las necesidades infantiles y la necesidad de satisfacer su tendencia a progresar.
Esta última es la que finalmente se impone, sobre todo en los padres interesados por avanzar que sin darse cuenta fuerzan el ritmo normal, sin tener en cuenta que el entrenamiento más paciente logrará más cosas. Pero en el caso del niño sordo se introducen matices particulares, los padres tienden a ocuparse tan intensamente del niño, que en algunos aspectos se acercan a la superprotección porque el adulto está siempre al lado del niño para tratar de aprovechar todas las situaciones y repetir los aprendizajes.
Hay que vigilar mucho para evitar que esta prestecita activa se convierta en un obstáculo que inhiba el dinamismo del propio niño.
Por el contrario, todas las actitudes de los padres, deben conducirse a reforzar sus recursos personales y a ayudarle a ser autónomo.
c) Prohibiciones y obligaciones:
si se siguen algunos de los consejos anteriores al pie de la letra, el resultado será que los padres perfectos son aquellos que dan rienda suelta a sus manifestaciones, aquellos que cultivan sus espontaneidades, respetando su gusto por la aventura, iniciativas, curiosidad, turbulencias…
la solución a esto puede pasar por:
otorgar el máximo valor al respeto de la personalidad del niño, su propio dinamismo…
aunque sin olvidar que siempre estaremos obligados a imponerle limites y obligaciones.
Ambos aspectos son necesarios para que se desarrolle el niño y su personalidad.
Para conseguir esto los padres necesitan unos puntos de referencia, unos principios que el niño ha de respetar:
- prohibir al niño lo que representa un peligro para él o para otros.
- exigir cierta consideración hacia el hogar, los objetos de los demás y lo que puede alcanzar a su alrededor.
LA VIDA DE CADA DÍA
Hablar al niño:
Algunos padres al enterarse de que su hijo es sordo, tienden a no hablarle más. Pero deben convencerse de que esto no es así por muchas razones:
-el niño pese a su sordera advierte indicios que le muestran que ocurre algo: movimiento de la boca, mímica expresiva, gestualidad, actitud, emociones en su rostro.
-porque la expresión agradable y complacida del adulto que habla, hace que el niño en sus primeras etapas mantenga la atención y el interés por la comunicación
-el niño tiene que ver hablar, la comunicación con el implica una proximidad absoluta, un contacto visual indispensable.
El niño ha de ver nuestro rostro de gente a una distancia de 60 a 120 cm. Sin hablarle deprisa sino de forma pausada y clara.
Cuando hablemos con el niño, el lenguaje no ha e ser extremadamente simplificado, no hay que caer en un estilo telegráfico o artificialmente simplificado.
El adulto ha de utilizar palabras simples, frases breves sin subordinadas, pero ha de ser un lenguaje estructurado sin el cual el niño jamás adquirirá los modelos de la lengua en su forma terminada.
Como el niño que oye, el discurso que le dirige el adulto consiste en hablar sobre lo que está pasando, sobre los objetos que tiene a la vista o que está manipulando. Se exageran mucho los gestos que sirven para destacar, señalar, describir a la vez que facilitan la comprensión y la asociación de las palabras con el objeto al que se refiere.
Al dirigirse al niño que todavía no habla, el adulto asume un papel lingüístico polivalente. El adulto suple el discurso del niño, creando un monólogo a dos voces en el cual plantea las preguntas y da las respuestas atribuyéndole intenciones y adivinando sus necesidades.
Posteriormente el adulto respetara los turnos del habla aún cuando no sepa expresarse del todo, el niño oyente acompaña el dialogo con sus vocalizaciones y parloteo.
Problemas en el comportamiento:
a ) La inestabilidad :
Un niño sin deficiencia auditiva, mientras juega o está inmerso en sus actividades, es capaz
de oír caer un objeto, abrirse la puerta, a su madre llamándole…
La situación del niño sordo difiere bastante, ya que no es capaz de recibir esas informaciones auditivas.
Muchas veces, se ve obligado a abandonar continuamente su ocupación con rápidas miradas para explorar el entorno y ver lo que ocurre a su alrededor. De este modo está permanentemente distraído respecto a lo que hace, por lo que le resulta difícil centrarse en una actividad durante mucho tiempo.
Pueden llegar a mostrar indiferencia hacia los cambios del entorno, porque son poco accesibles para el.
b) la ansiedad:
la ansiedad que manifiesta el niño sordo, puede deberse a muchos factores
- es notables el desasosiego, angustia e inquietud que experimenta el niño sordo a la hora de acostarse, cuando se le retira la prótesis que lo mantiene en contacto con el mundo sonoro.
- Otras veces la ansiedad del niño es una réplica de la de sus padres.
- La ausencia de información acústica del medio provoca inquietud y cierta pasividad. Por eso los adultos deben de anticiparse e informarles de que es lo que sucede, a dónde se dirigen, porqué hacen eso o lo otro, de este modo evitan que el niño se sienta desorientado y angustiado.
La organización de la percepción auditiva varía mucho de una persona a ot
NC&T) La investigación puede contribuir a desarrollar dispositivos más sofisticados de ayuda a personas con problemas de audición, y también conducir a sistemas de reconocimiento del habla más efectivos.
El equipo de investigación, en la Universidad de Oxford, dirigido por el Dr. Jan Schnupp, ha estudiado la corteza auditiva del cerebro, y descubierto que sus respuestas no están determinadas meramente por las propiedades acústicas, como el tono, sino también por propiedades estadísticas del paisaje sonoro. En el mundo que nos rodea, la intensidad y el tono de las señales acústicas están cambiando de modo constante. Las variaciones en los sonidos suelen poder predecirse con regularidad estadística. Por ejemplo, los cambios sutiles y graduales son estadísticamente más regulares que los cambios grandes y repentinos.
El equipo de Schnupp ha comprobado que nuestro cerebro está adaptado a lo primero; las neuronas en la corteza auditiva parecen anticipar mejor los
cambios graduales en el paisaje sonoro, así como también responder con más eficacia a ellos. Estos cambios graduales constituyen además los patrones sonoros más comúnmente hallados en la naturaleza y en las composiciones musicales.
La investigación ha demostrado que las neuronas auditivas en el cerebro son adaptables y que aprendemos cómo localizar e identificar sonidos. La corteza cerebral auditiva de cada persona está adaptada a la forma en que sus oídos le entregan los sonidos y también a su experiencia sobre el mundo que le rodea. Si usted tuviera que ponerse los oídos de otra persona, tendría verdaderas dificultades para localizar la fuente de cada sonido, al menos hasta que su cerebro hubiera aprendido a realizar tales tareas de procesamiento con esos oídos nuevos.
Trastornos centrales de la percepción auditiva: Vista general de las formas de evaluación y de las prácticas para sobrellevar los trastornos
Por Mignon M. Schminky y Jane A. BaranDepartment of Communication DisordersUniversity of Massachusetts, Amherst, Massachusetts(Departamento de Trastornos de la Comunicación, de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Massachusetts)
del ejemplar de otoño,1999 de Deaf-Blind PerspectivesPublicado por Teaching Research Division of Western Oregon University (División de Investigación en Enseñanza de la Universidad de Oregon) para DB-LINK
La audición es un proceso complejo que a menudo damos por sentado. Cuando los sonidos llegan al tímpano, esos sonidos (señales acústicas) comienzan a sufrir una serie de transformaciones a través de las cuales se convierten en neuroseñales. Estas neuroseñales pasan desde el oído, a través de las complicadas redes neurales, hasta otras partes del cerebro para nuevos análisis y, finalmente, reconocimiento o comprensión. Cuando alguien habla sobre capacidades auditivas, la mayoría de nosotros pensamos en el proceso que ocurre dentro del oído, es decir, la habilidad para detectar la presencia de un sonido. De la misma manera, cuando oimos que alguien tiene una pérdida de audición, creemos que la persona ha perdido completa o parcialmente su capacidad para detectar sonidos. Sin embargo, esta habilidad es solamente una parte del proceso que tiene lugar dentro del sistema auditivo.
Hay muchas personas que no tienen dificultad en detectar la presencia de un sonido, pero que tienen otros tipos de problemas auditivos (dificultad para entender conversaciones en ambientes ruidosos, problemas para seguir instrucciones complejas, para aprender nuevos vocabularios o un nuevo idioma) que pueden afectar su capacidad para desarrollar capacidades de lenguaje normales, tener éxito académicamente o comunicarse en forma efectiva. A veces, no se reconoce que estas personas tengan un problema de
audición porque tienen la capacidad de detectar los sonidos o reconocer el habla en situaciones ideales de audición. Como parece que "oyen normalmenté", los problemas de estas personas son considerados resultado de un déficit de atención, un problema de comportamiento, una falta de motivación u otras causas. Si esto sucede, la persona puede ser tratada con tratamientos y medicamentos que no atacan el problema auditivo.
Los procesos centrales de percepción auditiva son los mecanismos y procesos del sistema auditivo, causantes de los siguientes fenómenos de conducta.
Lateralización y localización de sonidos Discriminación auditiva Aspectos temporales de la audición, incluyendo
o -resolución temporalo -enmascaramiento temporalo -integración temporalo -ordenamiento temporal
Desempeño auditivo con señales acústicas rivales Desempeño auditivo con señales degradadas
Estos mecanismos y procesos se aplican a señales tanto verbales como no verbales y pueden afectar muchas áreas de funcionamiento, incluyendo el habla y el lenguaje (ASHA, 1996, pg. 41).
DEFINICIÓN DE PROCESO DE AUDICIÓN CENTRAL
Katz, Stecker y Henderson (1992) describen el proceso de audición central como "lo que hacemos con lo que escuchamos". En otras palabras, es la capacidad del cerebro (del sistema nervioso central) para procesar las señales sonoras que recibe. El cerebro identifica los sonidos analizando sus peculiaridades físicas distintivas, frecuencia, intensidad y características temporales. Estas son las características que percibimos como tono, volumen y duración. Una vez que el cerebro ha terminado su análisis de las características físicas del mensaje o sonido que recibió, construye una imagen de esa señal usando dichas partes componentes, para compararla con imágenes guardadas. Si encuentra otra igual, entonces entendemos lo que se dice o reconocemos los sonidos que tienen significados importantes en nuestras vidas (sirenas, campanillas, llantos, etc.).
Esta explicación es una simplificación de los procesos complicados y multifacéticos que ocurren dentro del cerebro. La complejidad de este proceso, sin embargo, puede ser apreciada si consideramos la definición del proceso de audición central elaborada por la Asociación Americana del Habla, el Lenguaje y la Audición, la ASHA (American Speech-Language-Hearing Association).
Esta definición reconoce que en el procesamiento de información auditiva están involucradas muchas funciones neurocognoscitivas. Algunas son específicas al proceso de señales acústicas, mientras que otras son de naturaleza más global y no necesariamente únicas al proceso de información auditiva (es decir, la atención, la memoria, la representación del lenguaje). Sin embargo, estas
últimas funciones son consideradas componentes del proceso de audición cuando participan en el procesamiento de la información auditiva.
DEFINICIÓN DE TRASTORNOS DEL PROCESO DE AUDICIÓN CENTRAL (CAPD)
El CAPD puede ser definido como una deficiencia en cualquiera de los fenómenos arriba mencionados. No existe una sola causa del CAPD. En muchos niños está relacionado a retrasos de maduración de ciertos centros auditivos importantes dentro del cerebro. A menudo, la capacidad de procesamiento de estos niños se desarrolla cuando crecen. En otros, el déficit está relacionado a diferencias benignas en la forma en que se desarrolla el cerebro, las cuales eneralmente representan problemas más estáticos (es decir, es más probable que persistan durante toda la vida de la persona). En otros niños, el CAPD puede ser atribuido a problemas neurológicos o a procesos de enfermedades, los cuales pueden estar causados por traumatismos, tumores, trastornos degenerativos, infecciones virales, compromiso quirúrgico, envenenamiento con plomo, falta de oxígeno, falta de estímulo auditivo, etc.
Se estima que la incidencia de CAPD en niños es de 2 a 3% (Chermak y Musiek, 1997), el doble en varones que en niñas. Con frecuencia coexiste con otras discapacidades, como trastornos o retrasos del habla y el lenguaje, dislexia o problemas del aprendizaje, déficit de atención con o sin hipercinesia y problemas emocionales y sociales.
ALGUNAS DE LAS MANIFESTACIONES DEL CAPD EN EL COMPORTAMIENTO
A continuación, se detallan las características de algunas de las conductas más comunes en niños con CAPD. Aunque debemos remarcar que muchas de estas características no son exclusivas al CAPD y que algunas se encuentran presentes en personas con otros tipos de déficits o trastornos, tales como déficit de atención, pérdida de audición sensorial, problemas de conducta , dificultades en el aprendizaje o dislexia. Por lo tanto, no debemos asumir que la presencia de cualquiera de estos comportamientos determina que el niño tiene un CAPD. No obstante, si se nota la presencia de algunos de estos comportamientos, se debe considerar que el niño corre el riesgo de tener un CAPD y que debería ser derivado para realizar las pruebas correspondientes. No se puede realizar un diagnóstico definitivo de un trastorno de audición central hasta que no se haga la prueba de audición especializada y se hayan descartado otras etiologías.
Dificultad para oír en situaciones ruidosas Dificultad para seguir conversaciones largas Dificultad para escuchar conversaciones telefónicas Dificultad para aprender una lengua extranjera o un vocabulario difícil Dificultad para recordar información oral (es decir, déficit de memoria
auditiva) Dificultad para tomar apuntes
Dificultad para mantenerse enfocado en una actividad, si existen otros sonidos en el ambiente (es decir, el niño se distrae fácilmente con otros sonidos)
Dificultad con la organización Dificultad para seguir instrucciones con varios pasos Dificultad para dirigir, mantener o dividir la atención Dificultad para leer o deletrear Dificultad para procesar información no oral (ej., falta de apreciación
musical)
Existen varias listas de comportamientos elaboradas para controlar sistemáticamente las conductas que puedan sugerir un CAPD (Fisher, 1976; Kelly, 1995; Smoski, Brunt, & Tannahill, 1992; Willeford & Burleigh, 1985). Algunas de esas listas fueron hechas para maestros y otras para padres; las mismas pueden ayudar a determinar si un niño deber ser enviado a consultar a un audiólogo para que éste haga una evaluación del proceso de audición central.
COMO SE EVALDAA EL CAPD
El CAPD se evalúa utilizando pruebas especiales diseñadas para medir las varias funciones auditivas del cerebro. Sin embargo, antes de comenzar este tipo de prueba, es importante que a la persona se le haya hecho un examen auditivo de rutina, por razones que más adelante serán obvias.
Existen varias pruebas de audición que el audiólogo puede usar para evaluar la función de audición central y se dividen en dos categorías: pruebas de comportamiento y pruebas electrofisiológicas. Las pruebas de comportamiento se dividen a su vez en cuatro subcategorías, incluyendo las pruebas monoaurales de comprensión del habla con bajo nivel de redundancia, pruebas de habla dicótica, pruebas de patrones temporales y las pruebas de interacción biaural. Debe notarse que los niños evaluados no pasarán necesariamente por una prueba de cada categoría, sino que el audiólogo elegirá un grupo de pruebas para cada niño. Dicha selección dependerá de varios factores, incluyendo la edad del niño, las dificultades auditivas específicas del mismo, la lengua materna del niño y su nivel cognitivo. En la mayoría de los casos, los niños menores de 7 años no son aptos para este tipo de pruebas de diagnóstico. Además, las evaluaciones del proceso de audición central, pueden no ser adecuadas para niños con retrasos de desarrollo serios (es decir, con déficits cognoscitivos).
La falta de espacio nos priva de una discusión exhaustiva de cada una de las pruebas disponibles para uso clínico. Sin embargo, damos una breve descripción de las categorías más importantes, junto con una descripción abreviada de algunas pruebas que son consideradas representativas de las muchas disponibles para las evaluaciones de audición central.
PRUEBAS ELECTROFISIOLÓGICAS
Las pruebas electrofisiológicas son mediciones de las respuestas del cerebro a los sonidos. Para estas pruebas se colocan electrodos en los lóbulos de las orejas y en la cabeza del niño para medir el potencial eléctrico que surge del sistema nervioso central, como respuesta a un estímulo auditivo. Generalmente este estímulo es el sonido de un clic que se hace escuchar al niño para registrar la respuesta eléctrica. Algunas pruebas electrofisiológicas se usan para evaluar procesos del cerebro inferior (audiometría por potenciales evocados del tronco cerebral, o BERA por sus siglas en inglés); otras evalúan el funcionamiento en partes más altas del cerebro (potenciales evocados de latencia media, potenciales evocados tardíos, potenciales cognoscitivos auditivos o P300). Los resultados obtenidos en estas pruebas se comparan con normas según la edad para determinar si existen anomalías.
PRUEBAS DE COMPORTAMIENTO
Pruebas monoaurales del umbral de inteligibilidad verbal: gracias a la riqueza de las vías neurales en nuestros sistemas auditivos y la redundancia de la información acústica en la lengua hablada, un oyente normal puede reconocer el habla aún cuando ciertas partes de la señal estén ausentes. Sin embargo, esta capacidad a menudo se ve comprometida en la persona con CAPD. Las pruebas monoaurales del umbral de inteligibilidad verbal representan un grupo de pruebas destinadas a evaluar la capacidad de una persona para lograr coherencia cuando falta información. Los estímulos orales en estas pruebas han sido modificados cambiando una o más de las siguientes características de la señal oral: frecuencia, intensidad o característica temporal.
Un ejemplo de prueba en esta categoría es la prueba de lenguaje comprimido (Compressed Speech test, Beasley, Schwimmer, & Rintelmann, 1972), en la cual las señales del lenguaje han sido alteradas electrónicamente quitando partes de la señal original. La prueba se hace en cada oído individualmente y se pide al niño que repita las palabras que se le presentan. Se saca el porcentual de respuestas correctas para cada oído y esto se compara con las normas para la edad correspondiente.
PRUEBAS DICÓTICAS
En estas pruebas se presentan diferentes elementos del habla a cada oído, ya sea simultáneamente o de manera superpuesta y se pide al niño que repita todo lo que escucha (atención dividida) o que repita lo que escucha específicamente en un oído (atención dirigida). La tarea será más difícil, cuanto más similares y alineados acústicamente estén los elementos de la prueba.
Una de las pruebas más comúnmente usadas en esta categoría es la prueba de dígitos dicóticos (Dichotic Digits, Musiek, 1983), en la que el niño escucha cuatro números presentados a los dos oídos, a un volumen cómodo. En cada elemento de prueba se presentan dos números a un oído y dos números al otro oído. Por ejemplo, en la figura uno, el número 5 es presentado al oído derecho al mismo tiempo que el 1 es presentado al izquierdo. Luego los números 9 y 6
son presentados simultáneamente a ambos oídos. Entonces, se le pide al niño que repita todos los números que ha escuchado y así se determina el porcentual de respuestas correctas para cada oído, que será luego comparado con las normas según la edad correspondiente.
Dígitos dicóticos
5, 9 ---> <---- 1, 6
(Para los que solamente leen el texto: La figura 1 muestra los números 1 y 6 entrando al oído izquierdo y los números 5 y 9 entrando al derecho).
PRUEBAS DE PATRONES TEMPORALES
Estas pruebas están diseñadas para evaluar la capacidad del niño para detectar señales auditivas no verbales y reconocer el orden de presentación (o sea, el patrón) de estos estímulos. Se puede solicitar al niño que simplemente tararee el orden de presentación. En este caso el procesamiento de los estímulos ocurrirá mayormente en el hemisferio derecho del cerebro. En cambio, si se solicita al niño que describa el orden usando palabras, entonces el hemisferio izquierdo del cerebro también participará, así como las fibras auditivas más importantes que conectan las porciones auditivas de los dos hemisferios del cerebro.
Pruebas secuenciales de patrones de frecuencia (Musiek y Pinheiro, 1987) es una de las pruebas temporales que más se usan en niños. Los elementos de la prueba son secuencias de tres tonos súbitos que son presentados a un oído o a ambos. En cada una de la secuencias, dos tonos son de la misma frecuencia, mientras que el tercero es de frecuencia diferente. En esta prueba se usan solamente dos frecuencias diferentes: una es un sonido de alta frecuencia y la otra un sonido de baja frecuencia. Por lo tanto, el niño escucha un orden tal como alto, alto, bajo o bajo, alto, bajo y luego se le pide que tararee o describa el orden que escuchó. Como en otras pruebas centrales, los elementos de la misma son presentados a niveles que son cómodos para el niño. Se determina el porcentual de respuestas correctas para ser comparado con las normas según la edad correspondiente.
Pruebas de interacción biaural. Son también denominadas pruebas de integración biaural. Estas pruebas evalúan la capacidad de las estructuras en la parte inferior del cerebro (tronco cerebral) para recibir información incompleta presentada a los dos oídos e integrarla de alguna manera. La mayoría de las pruebas en esta categoría presentan partes diferentes de una señal hablada a cada oído separadamente. Si se presenta solamente una parte de la señal, el niño generalmente no puede reconocer el elemento de la prueba. Sin embargo, si las dos partes diferentes del estímulo son presentadas simultáneamente, una porción a cada oído, el niño con capacidades de procesamiento normales no
tiene dificultad en reconocer el elemento de la prueba. Esto es así porque las dos partes (que son irreconocibles presentadas aisladamente) están integradas en un único estímulo identificable, por el sistema nervioso auditivo.
Ejemplo en esta categoría es la prueba de percepción del habla que alterna rápidamente (Rapidly Alternating Speech Perception, Willeford, 1976). En esta prueba algunas partes de la oración son divididas en segmentos breves que son alternados rápidamente entre los dos oídos. El ejemplo a continuación es una aproximación de lo que sucede en una oración cuando es segmentada de tal manera. En este ejemplo, el primer sonido en la oración put a dozen apples in the sack (representada por pu), se presenta al oído derecho, y el sonido T al izquierdo y así sucesivamente. Si el niño oye solamente los segmentos presentados en un oído o el otro, es probable que no sea capaz de reconocer la oración. Sin embargo, si los segmentos de ambos oídos son presentados al niño en forma cohesiva, el reconocimiento de la oración mejora notablemente, siempre y cuando esta función del cerebro en particular esté intacta.
Percepción del habla que alterna rápidamente
PU A ZE AP S N SA ---> <--- T DO N PLE I THE CK
(Para los que solamente leen el texto: La figura 2 muestra una representación visual del ejemplo arriba mencionado, con las letras PU, A, ZE, AP, S, N, SA, presentadas al oído derecho y T, D, O, N, PLE, I, THE, CK, presentadas al oído izquierdo).
LAS INFLUENCIAS DEL CAPD SOBRE LA EDUCACIÓN
La lista de observaciones de comportamientos mencionada anteriormente en el artículo señala muchos de los problemas de lenguaje, de habla y problemas académicos que pueden aparecer en el niño con CAPD. No es inusual observar problemas en el lenguaje y el habla y problemas académicos (muchos de ellos fundados en el lenguaje), en niños con CAPD, puesto que las habilidades lingúísticas se desarrollan más eficientemente a través de la audición. Si un niño tiene dificultades en procesar los sonidos acústicos breves y rápidamente cambiantes de la lengua hablada, es probable que tenga problemas para reconocer los sonidos hablados del lenguaje. Si se encuentran dificultades para reconocer el sistema de sonido del lenguaje, entonces es probable que se encuentren otros problemas cuando se le pida al niño que junte los sonidos del habla con sus representaciones alfabéticas (habilidad básica para el desarrollo futuro de la lectura y la escritura). Esto, a su vez, puede conducir a problemas de comprensión y a un bajo rendimiento académico. Conviene recordar en este punto que no los niños con CAPD no siempre tendrán todos estos problemas. Existe una gran variedad de problemas que pueden aquejar a los niños con CAPD; no obstante, debe
reconocerse que la presencia de un CAPD acarrea el riesgo de desarrollar muchos de estos problemas académicos y de lenguaje.
ESTRATEGIAS PARA SUPERAR EL CAPD
Existen varias maneras de ayudar a los niños a superar el CAPD. Los procedimientos o métodos exactos dependerán de varios factores, entre ellos la naturaleza del CAPD, la edad del niño, la presencia paralela de otras discapacidades o problemas y la disponibilidad de recursos. En general, las estrategias pertenecen a tres categorías principales: (a) realzar la percepción auditiva de la persona, (b) realzar el lenguaje y los recursos cognitivos, (c) mejorar la calidad de la señal auditiva.
A continuación presentamos algunos de los procedimientos que pueden ser usados para un niño con un CAPD. Una información detallada iría más allá del alcance de este artículo, pero la misma puede encontrarse en las referencias al final del artículo.
Muchos de los niños con CAPD se beneficiarían del entrenamiento auditivo y de saber cómo se producen los sonidos. La intervención también puede incluir la identificación (y entrenamiento del uso) de estrategias que puedan ser usadas para superar dificultades académicas, de habla y lenguaje y auditivas específicas. Varias son las acciones a las que podemos recurrir para mejorar la calidad de la señal que llega al niño. Se les pueden facilitar dispositivos de ayuda auditiva que deberían servir para ampliar la voz del maestro y reducir la interferencia de otros ruidos y sonidos de la clase. Se pueden realizar modificaciones acústicas en la clase (p.ej., alfombras, losas acústicas para el cielo raso, tratamientos en las ventanas) que ayudarían a minimizar los efectos negativos del ruido, sobre la capacidad del niño para procesar el habla en el medio educativo.
Finalmente, los maestros y los padres pueden ayudar al niño a superar su déficit auditivo tratando de hablar claramente, reformulando la información, dejándole un asiento preferencial, usando ayuda visual para complementar la información y así sucesivamente. El programa debe estar diseñado para satisfacer las necesidades del niño y debe tener un enfoque interdisciplinario. Los padres, maestros, especialistas en educación y otros profesionales, según corresponda, deberían participar en la elaboración e implementación del programa del niño.
LOS NIÑOS CON CAPD PUÉDEN O NO TENER UNA PÉERDIDA DE AUDICIÓN
Los niños con CAPD no tienen pérdida de la audición en términos de pérdida de sensibilidad auditiva. La mayoría de los niños con CAPD tienen sensibilidad auditiva normal y sus problemas de audición no serán detectados con las pruebas de audición de rutina, a menos que se realice alguna de las pruebas especiales ya descritas. Estos niños, sin embargo, tienen una pérdida de audición en el sentido de que no procesan normalmente la información oral. Tienen déficits de audición que pueden ser tan debilitantes como una pérdida
auditiva no identificada. Si el déficit no es descubierto a tiempo y tratado como corresponde, muchos de estos niños tendrán retrasos en el habla y el lenguaje, bajo rendimiento o fracaso académico, pérdida de su amor propio y problemas emocionales y sociales.
NIÑOS CON CAPD Y PÉERDIDA DE AUDICIÓN
Es posible que un niño tenga un CAPD y una pérdida de audición. Afortunadamente, la mayoría de aquéllos examinados para pruebas de audición central, tienen capacidad auditiva normal (es decir, sensorial). Sin embargo, los niños con pérdida de audición sensorial, también pueden tener un CAPD. En realidad, la presencia de una pérdida auditiva sensorial puede colocar al niño en situación de riesgo de ser afectado por un CAPD. Esto se debe a que los centros y vínculos cerebrales se desarrollan con el estímulo del sonido. Una pérdida de audición sensorial puede limitar la cantidad y el tipo de estímulo auditivo necesario para un desarrollo óptimo del sistema nervioso auditivo. Si esto sucede, es probable que se produzcan déficits de audición.
Muy a menudo se le pregunta a los audiólogos si "es posible realizar una prueba de pérdida de audición, en un niño con CAPD es posible realizar una prueba de CAPD en un niño con una pérdida de audición sensorial," y la respuesta no es un simple "sí" o "no". Se pueden realizar las pruebas en niños conpérdida de audición, siempre y cuando tengan alguna capacidad auditiva (es decir, sensorial). La interpretación de los resultados de las pruebas se hace más difícil si existe una pérdida de audición sensorial, pero hay distintos modelos de resultados de pruebas que pueden indicar la presencia de un CAPD. Aún más, existen ciertas pruebas que el audiólogo puede usar que no son afectadas de la misma manera que las otras por la presencia de una pérdida auditiva. Estas pruebas deberían ser realizadas siempre que sea posible. Desafortunadamente, hay algunas personas con pérdidas tan serias que la prueba no puede llevarse a cabo. Como regla general, si la persona tiene una pérdida auditiva que se encuentra en el rango entre seria a profunda, la prueba no podrá hacerse.
FUENTES DE INFORMACIÓN ADICIONAL
Los libros en la lista de referencias son buenas fuentes de información. Además, hemos elaborado una lista de sitios que pueden ser de ayuda.
SELECCIÓN DE SITIOS PARA MAESTROS Y PADREShttp://www.kidspeech.com/tips.html http://www.ldanatl.org/factsheets/Auditory.html http://www.healthtouch.com/level1/leaflets/aslha/aslha024.htm http://www.ldonline.org/ld_indepth/process_deficit/table_deficits.html http://www.ldonline.org/ld_indepth/process_deficit/pro_deficits.html/ http://www.Kidshealth.org/parent/healthy/central_auditory.html
BIBLIOGRAÚDA
American Speech-Language-Hearing Association (1996). Central auditory processing: Current status of research and implications for clinical practice. American Journal of Audiology, 5 (2), 41-54.
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Dirección para comunicarse con los autores de este artículo: Jane A. Baran, Ph.D., Professor, Department of Communication Disorders, University of Massachusetts, 127 Arnold House, Amherst, MA 01003-0410. Telephone: (413) 545-0565; Fax: (413) 545-0803; [email protected]
Ahopetik
alfonso garcía de la torre
Percepción auditiva
Trataré de exponer brevemente algunos conceptos básicos que hacen referencia a esta interesante materia. Pondré varios ejemplos prácticos para hacer más comprensible un campo de estudio en constante evolución.
En la audición siempre se deben tener en cuenta varios factores, tanto fisiológicos como psicológicos, que inciden en la percepción final del sonido. El primer factor sería el hecho de que disponemos de un sistema periférico innato por naturaleza: el aparato auditivo. El oído es el órgano receptor en donde comienza el camino a través del cual el estímulo acústico se va a convertir en sensación sonora. Se trata de un complejísimo sistema, el cual trabaja en combinación con otros transductores sensoriales (ojos, tacto, etc.) Todos ellos nos van a facilitar una gran cantidad de información finalmente procesada en el cerebro.
Un buen ejemplo de la interacción de los sentidos en el proceso de la percepción se da en los conciertos: una buena audición se verá favorecida si la visión del escenario es óptima.
El segundo factor que influye es la configuración del sistema nervioso por medio de cual se transmite toda la información recibida en el aparato auditivo. Del oído interno parten miles de fibras nerviosas hacia el cerebro: una conexión de 30.000 neuronas.
Existen tal cantidad de grados de intensidad y de alturas reconocibles (300.000 aprox.) que sería imposible discriminar todos estos datos en un área tan pequeña de nuestro oído (la cóclea). Sin embargo somos capaces con mayor o menor éxito de codificar y procesar una extraordinaria cantidad de información.
La historia se complica mucho más cuando comprobamos que el sonido no posee solamente dos atributos unidimensionales como son la altura (alto o bajo) y la intensidad (fuerte o débil). Escuchamos un sonido e inmediatamente utilizamos un adjetivo para acotarlo: brillante, oscuro, suave, compacto, apagado, hiriente, limpio, retumbante, seco, claro, transparente, preciso,... Aparece el timbre como atributo multidimensional básico en la percepción sonora. Un concepto ambiguo, siendo imprecisa su explicación con una sola palabra.
Ante un sonido cualquiera preguntemos varias personas cómo lo catalogarían. Después añadamos a los adjetivos empleados sus contrarios. Finalmente busquemos un sonido que se ajuste a cada contrario: difícil y entretenida tarea. Si la formación musical de cada persona es variada el proceso se enredaría mucho más.
Llegamos al tercer y último factor al encontrarnos con un sistema central ubicado en el cerebro. Hablemos de la inteligencia: no se hereda y depende siempre de los estímulos recibidos desde que nacemos, de las condiciones en las que se haya desarrollado nuestra educación, etc. Esto quiere decir que desde muy pequeños la vamos configurando, y por tanto, nuestra capacidad cerebral presente va a responder de una forma u otra a una gran variedad de estímulos acústicos. La percepción será entonces el proceso mediante el cual asignamos una información sensorial a toda una serie de datos previamente almacenados en nuestra memoria gracias a la propia experiencia, al aprendizaje individual.
Un aspecto no menos interesante es la distinta respuesta a los estímulos sensoriales según la etapa de nuestra vida. En la infancia poseemos una mayor facilidad para el aprendizaje de idiomas; en la música citemos al “oído absoluto”, una habilidad (alcanzable en menor grado en la madurez), que poseen menos del 1 % de la población que consiste en reconocer y nombrar la altura de un sonido sin ninguna referencia.
Alcanzado este punto cabría preguntarse qué tiene más importancia en la audición: la estructura interna del sistema receptor o la experiencia musical propia. La conclusión es que se deben tener en cuenta tanto los diferentes grados de educación musical como la propia naturaleza del aparato auditivo, para evaluar en su justa medida la fisiología y la psicología de la audición.
Concluyamos con algunos ejemplos que sugieren otras derivaciones acerca de este tema:
- ¿una orquesta posee mejor sonido si los músicos van correctamente uniformados? (por favor, no permitamos que el ojo prejuzgue al oído)
- algunos melómanos de toda la vida dicen que en sus tiempos las orquestas sonaban mejor (en ocasiones consecuencia de una severa reducción de la capacidad auditiva en agudos, producto de la edad)
- somos capaces de “enfocar” con la mente el sonido: una eficiente concentración en un concierto puede evitar que la tos del de al lado moleste la escucha (el técnico de sonido que está grabando no puede decir lo mismo ya que el micrófono realiza una escucha pasiva)
- la música provoca diversas emociones, cambia la frecuencia respiratoria y cardíaca, pone la carne de gallina o nos causa sudores (variadas respuesta del cuerpo ante un conjunto de sonidos ordenados en el tiempo y en el espacio
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Esquema
Percepción Auditiva
Oído y estructura
Audición
Sordera
El niño Sordo Desarrollo socio afectivo y motor
Cual es la verdadera diferencia entre el sordo y el oyente
Lenguaje en el sordo
Lenguaje en el oyente
Componentes fonéticos, semánticos, pragmáticos, y sintácticos.