PLAYA GRANDE
Antigua elegancia en el Perú
Pre-Tiahuanaco
Título original:
“Playa Grande: Primitive elegance in Pre-Tiahuanaco Peru”. (1953)
Autor: Louis M. Stumer. Archaeology, Vol. 6 (1): 42-48.
Traducción: Victor Falcón Huayta. Julio de 2013
PLAYA GRANDE: antigua elegancia en el Perú Pre-Tiahuanaco
Por más de un año Louis Stumer ha estado ocupado en prospectar y excavar
en las vecindades de Lima, Perú, donde también estuvo estudiando en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es un graduado de Yale (B.A.,
1936) y sus excavaciones están siendo conducidas bajo los auspicios de esta
universidad (asistido por la Wenner-Gren Foundation) y con la cooperación de
la Dirección de Arqueología del Ministerio de Educación Pública del Perú. El
reporte completo de las excavaciones en Playa Grande aparecerá como parte
de un informe sobre la secuencia Pre-Tiahuanaco de la Costa Central del Perú.
Este incluirá los sitios de Márquez (excavado entre septiembre de 1952-
febrero de 1953) y Vista Alegre, donde el trabajo ha estado progresando esta
primavera.
LA COSTA CENTRAL PERUANA de tiempos pre-incaicos, frecuentemente, ha
sido descrita como “una región de primitivos pescadores aldeanos”1 y,
arqueológicamente hablando, ha sido comparativamente descuidada a pesar
de los numerosos sitios con fácil alcance desde Lima. Ha sido considerada un
área relativamente simple en la cual fuertes corrientes culturales del norte y
del sur giraron y se arremolinaron casi sin impedimento, hasta que la
invasión Tiahuanaco trajo algún grado de fusión e interrumpió el desarrollo
de las culturas regionales.
El belicoso y poderoso reino Mochica de la costa norte con sus grandes
templos y sus magníficos huaco-retratos, los textiles Paracas de la costa sur,
brillantes con preciosos colores y las maravillosas vasijas polícromas de la
cercana región de Nazca, con sus raras figuras estilizadas y brillantes tejidos,
han capturado la mayor parte de la atención al presente. Y con justa razón,
1 “a region of primitive fisher-folk”. Todas las notas a pie de página son del
traductor.
desde un punto de vista artístico; pero ahora está haciéndose evidente que la
costa central no estuvo matando el tiempo mientras pasaban estas cosas.
Fig. 1. Fotografía Aérea del área Ancón-Playa Grande mostrando el pueblo
moderno y balneario de Ancón a la derecha y las excavaciones a la
izquierda.
Pachacamac, Cajamarquilla y las necrópolis de Ancón son bien conocidos por
los peruanistas y americanistas en general pero han sido consideradas
mayormente como centros religiosos aislados en un área de pequeña
importancia. En sus excavaciones en el valle de Chancay el tardío gran Max
Uhle encontró una fina vajilla decorada con dignas y serias combinaciones de
negro, rojo y blanco y distinguidas por los muy estilizados peces interlocking2
o cabezas de serpientes usados como los principales elementos de diseños.
En 1941-42 Duncan Strong encontró este estilo fuertemente arraigado en los
niveles más bajos de sus cortes estratigráficos debajo del Templo de Sol en
Pachacamac. Al mismo tiempo Gordon Willey lo encontró en el Cerro de la 2 Entrelazado.
Trinidad, al norte, durante su buen trabajo para establecer el estilo Blanco
sobre Rojo, el cual floreció en el Perú central y norte algunos siglos antes de
Cristo. Sin embargo, desde que la arqueología peruana aún está en su
juventud y hay mucho trabajo para pocos arqueólogos, la cultura del
interlocking y su área no ha recibido la atención que merece.
Fig. 2. (Izquierda) Playa Grande Corte 1. Un área de pequeñas casas
distinguibles por bajos conchales o montículos de cenizas. Se hizo un corte
estratigráfico en el sitio habitacional del primer plano y los trabajadores
están extendiendo la trinchera al próximo montículo. Se puede ver la
naturaleza desértica del terreno en el presente, pero hay abundante
evidencia de pozos en tiempos prehistóricos.
Fig. 3. (Derecha) Playa Grande Corte 2. Corte estratigráfico en basural. Aquí
se encontró aproximadamente tres metros de basura doméstica compacta
y ceniza. En primer plano a la derecha se encuentran los restos de una
pared de una habitación doméstica de cañas y barro. Hoy se usa el mismo
tipo de construcción en casas muy pobres a lo largo de la costa peruana. La
pala da alguna idea de la profundidad de la excavación.
Recientes excavaciones en Playa Grande echan algunas luces sobre esta
cultura poca conocida la cual, con su descendiente y aliada cultura, los Proto-
Lima o Nievería, existieron sobre la costa central desde el fin del Blanco
Sobre Rojo hasta el tiempo de Tiahuanaco. Hablando en términos generales,
este periodo parece datar entre 200 a.C. y 600 d.C. siendo contemporánea
con Salinar, Virú y Mochica en el norte y Nazca A y B en el sur.
Fig. 4 Un entierro simulado en el Corte 3 con un tronco tomando el lugar del
cuerpo. La camilla es típica de los entierros de la cultura Interlocking, pero
el entierro está orientado este-oeste, mientras que todos los entierros
reales están orientados norte-sur. El tronco no carece de importancia como
puede parecer a primera vista, puesto que maderos de este tamaño fueron,
y son, extremadamente escasos, a lo largo de la árida y virtualmente estéril
costa peruana.
Playa Grande se ubica unas veinte millas al norte de Lima y dos millas al sur
de Ancón (Figura 1). Es una playa en forma de herradura dividida por un
promontorio rocoso y rodeada por sus tres lados por las desérticas colinas
aserradas de los Andes, las cuales avanzan hacia el mar a lo largo de la costa
del Perú. Al oeste las olas del Océano Pacífico rompen sobre ella, impedidas
sólo por varios islotes rocosos, blancos con el guano de un tremendo número
de aves marinas. Tomó a una gran población de peces sostener a las aves
quienes, a su vez, contribuyeron a la agricultura con un fertilizante muy
efectivo. Estas dos necesidades, pescado y guano, parecen haber sido
importantes factores en el temprano asentamiento del sitio. El único factor
ausente al presente es el agua, pero las excavaciones revelaron evidencia de
antiguos pozos, hace mucho tiempo secos, y cada sitio habitacional tuvo su
gran cántaro de arcilla para almacenarla para el uso diario.
Fig. 6. (Abajo) Dos vasijas Interlocking clásico encontradas en el entierro
simulado del Corte 3. El cuenco de la derecha fue roto y reparado, una
práctica bastante común entre los antiguos habitantes de Playa Grande.
Fig. 5. (Izquierda) Cerámica encontrada
en el entierro simulado del Corte 3. La
olla de abajo es un buen ejemplo del
tipo Blanco en Zonas del estilo Blanco
sobre Rojo, mientras que el cuenco
pequeño superior, es un fino ejemplo
del tipo clásico del estilo Interlocking,
mostrando coexistencia de estos dos
estilos por un tiempo. La olla Blanco en
Zonas está ilustrada abajo.
Cerca de doscientas yardas3 desde el mar, la playa propiamente se levanta
abruptamente unos cincuenta pies4 y se hace un llano semicircular cubriendo
aproximadamente una milla cuadrada. La mitad –en dirección al mar– está
cubierta con filas regulares de conchales extendiéndose en una dirección
norte-sur. El nivel de la ceniza en los montículos usualmente está cerca de
dos pulgadas debajo de las conchas, pero a menudo se distingue sobre la
superficie. Durante el reconocimiento de superficie se recolectó gran número
de tiestos, aquellos identificados fueron del estilo Interlocking. El examen de
las fotos aéreas tomadas por Fuerza Aérea Peruana reveló que cuatro
montículos aislados fueron, en realidad, templos cuadrangulares con plantas
bien definidas. Con la cooperación y permiso del Ministerio Peruano de
Educación Pública, se comenzaron las excavaciones el 2 de junio de 1952. A
mediados de agosto fueron suspendidas hasta que los hallazgos pudieran ser
comparados con otros especímenes del mismo periodo y con los resultados
del trabajo, ahora en marcha, en un importante sitio del mismo periodo en
Márquez, hacia la desembocadura del río Chillón, a sólo nueve millas del
centro de Lima.
3 Medida de longitud equivalente a 0,914 m (Fuente: RAE).
4 30,48 cm. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Pie_(unidad)
Se hicieron cuatro cortes. El primero (Figura 2) fue un corte estratigráfico en
uno de los pequeños conchales. Este, como esperamos, resultó ser un sitio
habitacional. Se hizo un análisis de la estratigrafía para determinar el periodo
de ocupación y se extendió una trinchera a la próxima casa para examinar un
típico ejemplo de área de vivienda. El segundo corte (Figura 3) fue un simple
corte estratigráfico atravesando el centro de un gran basural en el lado del
área orientado al mar. El Corte tres, un esfuerzo frustrado para encontrar el
cementerio del asentamiento, reveló la interesante y casi desconocida
práctica del entierro simulado (Figuras 4 y 5). En el Corte cuatro, en el
cementerio finalmente localizado en el centro del área habitada, fueron
excavadas doce tumbas que proporcionaron treinta cuerpos para el examen
antropológico.
Las fotografías para este artículo fueron hechas por Pamela Stumer, Abraham
Guillén y el autor. Para un breve informe sobre las excavaciones de Stumer
en Márquez e ilustraciones de la pintura encontrada allí ver “Archaeological
News”, página 53.
Fig. 7. La olla Blanco en Zonas
mostrada in situ en la Fig. 5. La
forma es típica de su estilo (el
Blanco sobre Rojo) y, menos el
blanco, superó el periodo Lima
Temprano. Luego de la invasión
Tiahuanaco, nunca se encuentra
sobre la costa central.
Como los análisis estratigráficos todavía están incompletos, los hallazgos de
los cortes tres y cuatro son hasta hora lo más significativo y, ciertamente, lo
más fascinante. La práctica del entierro simulado (confirmado por Marino
González en sus actuales excavaciones en Ancón para el gobierno peruano),
desde luego, es provocativa. ¿Conmemoró así esta gente, que vivía cerca del
mar hace dos mil años, a uno de su grupo perdido en el océano?, ¿o este es
un rito religioso o mágico de cuyo significado nosotros no somos
conscientes?, Todavía no tenemos respuesta pero, excepto por el cadáver,
allí hubo un entierro, completado con la camilla o litera de madera atada con
cuerdas, encontrada con el ochenta por ciento de los cuerpos excavados
actualmente. El contenido de la tumba incluyó mates o calabazas decoradas,
un cuenco de barro no cocido, materiales de ceramistas e innumerables
Fig. 8. Tumba 8, un típico entierro
doble encontrado en el Corte 4. El
cuerpo en primer plano está
envuelto con simples tejidos de
algodón, mientras que el cuerpo
debajo de la camilla está envuelto
en algodón con diseños
entrelazados y tiene collares. Esta
aparente relación amo-sirviente se
conoce en dos casos. La cerámica
fue encontrada sobre el cuerpo y
ha sido removida.
nidos de yerbas, cabellos o textiles que rodearon el cadáver simulado en
manera circular y parecen ser ofrendas.
Fig. 9. Tumba 9 en el Corte 4 mostrando en el primer plano la típica estaca
marcadora de tumba. El cuerpo de un infante envuelto a la izquierda está
sobre una camilla en su propia depresión –poco profunda– y con una vasija
cerámica quebrada, mientras a la derecha aparece la camilla de un adulto.
En esta tumba se encontraron cinco cuerpos, dos adultos y tres infantes,
junto con joyas, loros y piezas de cerámica cruda y cocida.
La cerámica simple está bellamente hecha y muy pulida, y lleva la fina versión
clásica de las cabezas de peces interlocking mencionado arriba (Figura 6). Sin
embargo, un pequeño cuenco fragmentado es el fino tipo negro muy pulido
que será definido en un siguiente reporte sobre la Cultura Interlocking. Un
exquisito cuenco rojo, portando el clásico borde con interlocking, se usó
como tapa y cubre la boca de una típica olla del tipo Blanco en Zonas del
estilo Blanco sobre Rojo (Figura 7). Esto tiende a confirmar las conclusiones
de Gordon Willey en sus excavaciones en Cerro de la Trinidad (Strong, Willey
y Corbett, Archaeological Studies in Peru 1941,42) este tipo de Blanco sobre
Rojo es el más antiguo y continúa en el periodo Interlocking. Ayuda a
establecer el tiempo comparativo del clásico estilo Interlocking,
especialmente cuando se combina con el descubrimiento de una olla para
almacenar Blanco en Zonas, en un hoyo en el Corte uno, que también
contuvo clásicas vasijas Interlocking rotas. Carbón del Corte tres se someterá
a análisis de carbono 14 para chequear esta teoría. Un extraño rasgo final del
entierro simulado fue la orientación este-oeste en lugar de la invariable
norte-sur de los actuales entierros.
El Corte cuatro se hizo en un montículo centralmente localizado que fue
identificado con un lugar de entierros debido a la relativa ausencia de tiestos
y otra basura habitacional normal y la presencia de un pozo de piedra bien
construido, adobe y techo de cañas treinta pulgadas debajo de la superficie.
Quizás debido a que se ha publicado tan poco sobre esta cultura, los
hallazgos en el Corte cuatro fueron sorprendentes, por lo menos aquellos
comprometidos en las excavaciones. La sorpresa más grande fue el método
de entierro, el fino trabajo en la lapidaria, la calidad de los textiles, la extraña
costumbre de incluir pájaros en las tumbas y los tipos cerámicos.
Fig. 10. Una costumbre bárbara en un –de otro modo– pacífico pueblo. Dos
cabezas trofeo u ofrendas funerarias del Corte 4, consiste de cestos bien
hechos cubiertos con la piel de cabezas humanas, con cabello y todo,
estiradas y cosidas sobre ellos. La nariz sobre la cabeza izquierda está
levantada con madera, la de la derecha con hueso. Estando menos
preservada, ¡esta última es una bendición para los de estómago débil y
también para aquellos que desean estudiar su confección!.
Los entierros fueron localizados en suelo no disturbado previamente, de uno
a cinco pies debajo del nivel del techo arriba mencionado (Figuras 8 y 9). Sin
embargo, todas las bocas de las tumbas estuvieron en el mismo nivel y no se
encontró evidencia de superposiciones o de alguna tumba cronológicamente
anterior. La condición de los cuerpos y sus textiles acompañantes fue
uniformemente mala – los huesos friables y los textiles carbonizados. La
mayor parte de las tumbas contuvieron entierros múltiples, sólo dos fuera de
los doce son individuales. Los entierros horizontales estuvieron a la orden del
día, los envoltorios se limitaron, cuando mucho, a tres capas y no hubo
evidencia de entierros secundarios. La mayor parte de los niños, doce de los
treinta cuerpos encontrados tuvieron sus propias literas o camillas de
madera, así como todos los adultos de importancia. Esto nos trajo a un punto
extraño: en las dos tumbas de adultos más ricas, se encontraron cuerpos
envueltos pobremente en posturas que sugieren que fueron enterrados
esclavos o servidores vivos con sus amos o señoras. La cabeza del personaje
más importante, en casi cada tumba, está marcada por estacas no decoradas
de doce a dieciocho pulgadas de largo, sus puntas superiores alcanzaban
justo debajo del nivel del techo.
Encima de las tumbas se ubicaron numerosos objetos en forma de cebolla
envueltos con pancas de maíz o finas cuerdas de cabello humano. Los
contenidos fueron casi siempre pelotas de finos hilos d algodón y los objetos
mismos parecían ser ofrendas de las tumbas. Fueron encontrados justo
debajo del nivel del techo en compañía de una sola o varias vasijas de
cerámica de excelente calidad, pero usualmente rotas y reparadas. En este
nivel también aparecieron un gran número de puntas de madera, algunos
piensan que son trompos de niños y otros que son flotadores de redes.
También se descubrieron aquí las extrañas e intimidantes máscaras de
cestería mostradas en la Figura 10.
Generalmente, los cuerpos estuvieron echados boca abajo con sus camillas
sobre ellos. ¡Se encontró una vasija de cerámica antropomorfa
cuidadosamente colocada en la misma posición! Posiblemente esta posición
surgió de la proximidad del asentamiento al mar y hace referencia a la
posición usual de un cuerpo ahogado. En alguna medida no es accidental,
posee algún significado determinado.
Fig. 11. Cuatro collares de la Tumba 4, 9 y 10. De izquierda a derecha:
cuarzo rosado, jadeíta y turquesa; cuarzo rosado lapislázuli y concha de
Spondylus; cuarzo rosado y lapislázuli; obsidiana y concha de Spondylus.
Es notable el uso de piedras semipreciosas y raras para pequeños objetos.
Son frecuentes torteros de cuarzo rosado y alabastro y todos los torteros son
de piedra pulida, frecuentemente decorados con líneas incisas o chevrones.
Dos pequeños cuencos de piedra, de sólo dos y tres cuartas pulgadas de
diámetro, perfectamente hechos y muy pulidos, son otros ejemplos de la
habilidad en la lapidaria. La
La piedra parece ser una variedad de roca volcánica muy dura, negra y
nervada similar a la obsidiana. Son comunes los collares que combinan el
cuarzo rosado, la turquesa, el lapislázuli y la jadeíta (Figura 11). Las cuentas
son bien pulidas y perforadas, muchas tienen orificios muy pequeños aún
para la aguja moderna más fina. Siendo las herramientas de metal
desconocidas en esa época, el método para hacer estos orificios es
incomprensible, aunque se ha encontrado algún ornamento de oro
finamente trabajado en un sitio importante del periodo. Los ornamentos de
conchilla de Spondylus, collares y cuentas fueron completamente populares y
las figulinas de hueso mostradas en la Figura 12 son notables ejemplos de los
pequeños objetos tallados en aquél tiempo.
Los textiles bordados de fina lana de llama o vicuña tuvieron tantos colores
como cinco o seis. El algodón más común es de excelente calidad y bien
tejido, y tie-dye5 con patrones circulares. Algunas veces, éstos han sido
bordados en el estilo Interlocking. Desafortunadamente, los textiles están en
un pobre estado de conservación.
Frecuentemente, en las tumbas del Corte cuatro se encontraron pájaros,
usualmente de brillante plumaje, procedentes de la Amazonía a unas 250
millas6 de distancia (Figura 13). Con frecuencia, los adultos tuvieron
papagayos de brillantes colores cerca de sus cabezas, mientras los niños
tuvieron aves más pequeñas envueltos próximos a sus cuerpos. Sólo dos
entierros no tuvieron evidencia de alguna forma de vida aviar. En un entierro
un exótico guacamayo azul y anaranjado anidaba en un hoyo poco profundo
5 Teñido reservando zonas circulares a través de anudados en la tela.
6 Medida de longitud que, en tierra, equivale a 1,609 m. (Fuente:
http://www.wordreference.com/es/en/translation.asp?spen=milla)
Fig. 12. Dos figulinas o amuletos de
hueso, del interior de la mortaja de
un niño de la Tumba 10. Otro
ejemplo de la insospechada
habilidad artesanal encontrada.
Estos no se parecen a ningún otro
artefacto peruano conocido hasta
ahora.
cerca de la cabeza de un adulto, sus alas envolvían firmemente seis vasijas de
variadas formas, de barro crudo en miniatura. Estas pequeñas vasijas de
barro crudo son comunes (se han encontrado cerca de veintidós) y son muy
útiles como clave para las formas de cerámica en el periodo. El curioso
aspecto ornitológico tropical de Playa Grade debe esperar la excavación de
otros sitios Interlocking para determinar si es típico de la cultura o si es un
símbolo tribal o parte de un rito religioso. ¡Todo lo que puede decirse es que
parece improbable que allí hubo una colonia prehistórica de elegantes aves
selváticas!
La cerámica sugiere que el Corte cuatro es posterior al Corte uno, dos y tres.
Los motivos interlocking puros han degenerado, aunque sobre los textiles
aún mantienen su forma original. Sin embargo, su ejecución es descuidada y
ya no son más el tema dominante. El pintado en negativo, el doble pico, las
formas modeladas y otros rasgos sugieren a las culturas Virú y Gallinazo del
Norte, aunque la calidad y pulido de la vajilla todavía es tan fino como en el
periodo Clásico. Se sugerirá una tipificación definida para el estilo
Interlocking en el informe final sobre esta serie de excavaciones.
Fig. 13. Se encontró
un loro verde y rojo
casi perfectamente
preservado en el
entierro de dos
niños en la tumba 2,
Corte 4. La estaca
marcadora de la
tumba se encuentra
en la parte superior
de la foto.
Es fuerte la tendencia hacia las vasijas de engobe negro, rojo y negro pulido
(Figura 14). Notablemente, entre estas últimas están una serie de tazas de
forma acampanulada, una forma diferente a alguna otra encontrada, aunque
ellas tienen un vago parecido a algunas descubiertas por Wendell C. Bennett
en el Callejón de Huaylas. También se parecen a algunas tazas del estilo
Nazca “B”, cerca de cuatrocientas millas al sur del Callejón. ¡Así, si insistimos
en trazar la derivación de la forma realmente uno puede pagar para elegir!.
Las vasijas modeladas (Figura 15) definitivamente parecen ser los
antecesores de la excelente cerámica del estilo Nievería o Proto-Lima.
Probablemente la técnica del modelado viene de la costa norte donde
alcanzó su cénit en los maravillosos huaco retratos de la cultura Mochica,
contemporánea con la cultura Proto-Lima de la costa central. Suficiente para
decir que la vasija modelada de Playa Grande fue inesperada y ayuda a
explicar la excelencia de las vasijas modeladas posteriores.
Fig. 14. Dos tazas de las tumbas 5 y 8 del Corte 4. La copa de la mano
izquierda tiene decoración interna y externa con círculos pintados
negativos y positivos sugiriendo el teñido tie-dyed de los textiles del
periodo, mientras el borde tiene un motivo Interlocking decadente. Es alfar
anaranjado con engobe negro. A la mano derecha, una copa negra llana y
muy pulida, probablemente de datación posterior.
El Corte cuatro reveló la comparativa elegancia de aquel tiempo. Se
combinaron la cerámica, las joyas, los textiles y los artefactos para crear una
atmósfera de elegancia, mayor que aquéllas de muchas culturas posteriores
tecnológicamente más desarrolladas en el Perú. Aunque cubrió una gran área
Playa Grande no fue un asentamiento populoso ni muy importante. Las casas
son simples y bien separadas, los templos pequeños y sin pretensiones y la
profundidad de los basurales en las áreas de vivienda, generalmente, no es
grande; alrededor del sitio, estuvo ocupando y moviéndose una población
bastante pequeña, no obligada por la presión demográfica a continuar
construyendo sus casas sobre aquellas previamente destruidas o
abandonadas. Definitivamente, no tenemos un lugar abarrotado o
importante tal como Cerro de la Trinidad con sus torteros de lapislázuli y
máscaras de oro, o Márquez con su templo trapezoidal decorado y muy
formalizado, y los artefactos aún no revelados, de sus múltiples componentes
y cementerios. Pero incluso en esta aldea de pescadores hay mucha
evidencia de una civilización artísticamente avanzada para este tiempo, con
habilidades y prácticas que necesita de estudios más profundos antes que se
narre la historia completa de la costa central pre-Tiahuanaco.
Fig. 15. (Derecha) Botella antropomorfa
femenina, decorada con colores negro, rojo,
blanco, anaranjado y rojo oscuro, encontrada
en la tumba 9 del Corte 4. Aunque tosca para
los estándares peruanos tardíos de otras
áreas, esta botella con pico y silbadora es
notablemente avanzada para este periodo de
la costa central. La mujer sostiene la tira de
una bolsa bordada similar a aquellas usadas
por los indios peruanos en la actualidad. Las
cerámicas modelas tardías del Interlocking
parecen los predecesores de gran parte –de
lo mejor conocido– del estilo Nievería.