A12. el comercio jueves 11 de junio del 2015
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Vraem. “En esta guerra hay que leer y releer la doctrina del ene-migo”, explica un oficial del Ejército destacado en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Manta-ro (Vraem). Y luego cita a Mao: “Cuando el enemigo avanza, retrocedemos; cuando el ene-migo acampa, lo hostigamos; cuando no quiere pelear, lo ata-camos y, cuando huye, lo perse-guimos”. Y eso es exactamente lo que sucede en este momento en esta convulsionada zona de la selva. La lucha contra el nar-cotráfico y el terrorismo, en es-tas últimas semanas, ha cam-biado de escenarios.
Rutas paralelasDesde marzo de este año, la presión de las Fuerzas Arma-das contra las pistas de aterri-zaje clandestinas (PAC, en jerga militar) se intensificó, y hasta el momento han sido inhabili-tadas más de 120. Fuentes mi-litares del Comando Especial Vraem aseguran que, en los úl-timos días, no se ha reportado el ingreso ilegal de avionetas des-de Bolivia.
Pero como la droga tiene que seguir circulando desde el Vraem (donde se produce un promedio de 300 toneladas al año de pasta básica y clorhidra-
to de cocaína) hacia sus destinos inmediatos, se ha reanudado el transporte terrestre a través de los ‘cargachos’ o ‘mochileros’. Estos conforman grupos de has-ta 20 hombres que recorren lar-gas distancias (ver infografía) cargando, cada uno, de 10 a 15 kilos de droga en mochilas.
Y los ‘cargachos’ necesitan rutas seguras. La única manera que tienen los clanes de la dro-ga para asegurar que la carga llegue completa y sin contra-tiempos es contratando los ser-vicios de seguridad de colum-nas de Sendero Luminoso. Esta ecuación funciona con tarifas más o menos fijas: los ‘mochile-ro’ cobran en promedio S/.100 por kilo cargado, y los senderis-tas reciben aproximadamente S/.150 por kilo de droga ‘res-guardado’.
En este momento, patrullas militares persiguen a estas co-lumnas de Sendero Luminoso que trabajan junto al narcotrá-fico. “La protección al narco-tráfico es una de las fuentes de ingreso de dinero de Sendero. Lo que se busca es ahogar ese fi-nanciamiento”, comenta la mis-ma fuente.
Ataque diurno“Cuando suena a lo lejos como si estuvieran preparando can-chita, es que nos están dispa-rando”, refiere un comandante del Ejército apostado en un ce-rro aledaño a la carretera Hua-
El escenario en el Vraem cam-bia constantemente: la lucha contra el narcotráfico se fun-de con la persecución a terro-ristas que protegen las cargas de droga. Las Fuerzas Arma-das y Sendero Luminoso (SL) intentan imponer su presen-cia en el mismo territorio.
ricardo león
fotos: dante piaggio
Tensión. todos los días, patrullas militares resguardan los alrededores de la mayor vía de acceso al Vraem. aquí, el 15 de mayo, de día y cerca de san francisco, una columna terrorista hostigó a un convoy policial.
en alertaSe calcula que unos 40
senderistas se esconden en los alrededores de la
carretera ayacucho-San Francisco.
La gueRRa diaRia en eL vRaem
Sobre pistas y un SenderoLa destrucción de pistas de aterrizaje en el Vraem ha provocado que el narcotráfico retome el transporte de droga a pie, protegido por SL.
Satipo
Mazaroquiari
Sangareni
Anapati
Yaviro
Río Ene
Pariahuanca RanrapataHuancayo
Pampas
Surcubamba
Tintaypuncu
Bidón
Ayacucho
Quinua
Palmapampa
LloqueguaPuerto Cocos
Tircos
LuricochaHuanta
Huancavelica Carhuarán
CUSCO
JUNÍN
HUANCAVELICA
AYACUCHO
LAS RUTAS DE LOS ‘CARGACHOS’
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se buscan. Letreros como este se observan en el Vraem. Las ff.aa. buscan nuevos informantes.
orden de ‘josé’el 14 de mayo, en la localidad de Ca-rrizales (distrito de Santo domin-go de acobamba, en Huancayo), Percy Pérez escobar, un agente de inteligencia infiltrado como profe-sor, fue asesinado por una colum-na de Sendero luminoso.por airedesde el 25 de mayo, y durante al menos tres días, la Fuerza aérea bombardeó el cerro tinkuy, en ayacucho, donde se presumía que se escondía ‘josé’. la violencia recrudece ‘lucio’, un cabecilla senderista, fue asesinado por orden de ‘josé’, por rencillas entre ambos. también fueron victimadas otras tres per-sonas, acusadas de ser informan-tes del ejército.
AtAque y defensA
manga-San Francisco. Esta vía es diariamente utilizada por quienes se desplazan desde la capital ayacuchana hacia el co-razón del Vraem. El 15 de mayo, poco antes de las 2 de la tarde –una hora de tránsito bastante fluido–, una columna terrorista escondida en un cerro notó que una camioneta con policías se desplazaba por esta carretera y, a la altura del kilómetro 168, en un sector conocido como Ba-dén, abrió fuego.
Por suerte, una patrulla mi-litar circulaba cerca de la zona y, tras varios minutos de inter-cambio de disparos, logró re-peler la emboscada. No hubo bajas policiales ni militares (se-gún información de inteligen-cia, un terrorista resultó con heridas de bala), pero sí mucha sorpresa: Sendero Luminoso atacaba de día y a menos de cinco minutos de distancia de San Francisco, una ciudad im-portante en la zona.
Desde aquel día, varias pa-trullas militares permanecen apostadas en diversos puntos de la carretera (donde el Con-sorcio Vial Quinua lleva a cabo trabajos de asfaltado). Según información reciente, un terro-rista identificado como ‘Yuri’ estaría al mando de hasta tres columnas apostadas cerca de la carretera.
Al mismo tiempo, en Tinkuy (provincia de Huanta, en Aya-cucho), otro contingente mili-tar ha bombardeado, en los úl-timos días, posiciones donde podría encontrarse Víctor Quis-pe Palomino, ‘José’, el cabecilla terrorista. En el Vraem, como en la doctrina de Mao, cuando uno retrocede, el otro avanza.