UNIVERSIDAD ANDINA SIMON BOLÍVAR
Sede Ecuador
DOCTORADO EN ESTUDIOS CULTURALES
LATINOAMERICANOS
“CIUDADANÍAS CULTURALES Y USOS PÚBLICOS DE LA
CIUDAD. PRÁCTICAS SOCIALES CRÍTICAS EN MANIZALES –
COLOMBIA”
JAIME BUITRAGO ALBA
2014
1
CLAUSULA DE CESION DE DERECHO DE PUBLICACION DE TESIS
Yo, Jaime Buitrago Alba, autor de la tesis intitulada “Ciudadanías culturales y usos
públicos de la ciudad. Prácticas sociales críticas en Manizales – Colombia”, mediante el
presente documento dejo constancia de que la obra es de mi exclusiva autoría y producción,
que la he elaborado para cumplir con uno de los requisitos previos para la obtención del
título de Doctorado en Estudios Culturales Latinoamericanos en la Universidad Andina
Simón Bolívar, Sede Ecuador.
1. Cedo a la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, los derechos
exclusivos de reproducción, comunicación pública, distribución y divulgación,
durante 36 meses a partir de mi graduación, pudiendo por lo tanto la
Universidad, utilizar y usar esta obra por cualquier medio conocido o por
conocer, siempre y cuando no se lo haga para obtener beneficio económico. Esta
autorización incluye la reproducción total o parcial en los formatos virtual,
electrónico, digital, óptico, como usos en red local y en internet.
2. Declaro que en caso de presentarse cualquier reclamación de parte de terceros
respecto de los derechos de autor/a de la obra antes referida, yo asumiré toda
responsabilidad frente a terceros y a la Universidad.
3. En esta fecha entrego a la Secretaría General, el ejemplar respectivo y sus
anexos en formato impreso y digital o electrónico.
Fecha. 11 de mayo de 2014
Firma:
2
UNIVERSIDAD ANDINA SIMON BOLÍVAR
Sede Ecuador
DOCTORADO EN ESTUDIOS CULTURALES
LATINOAMERICANOS
“CIUDADANÍAS CULTURALES Y USOS PÚBLICOS DE LA
CIUDAD. PRÁCTICAS SOCIALES CRÍTICAS EN MANIZALES –
COLOMBIA”
JAIME BUITRAGO ALBA
Director de Tesis:
JOSÉ LUIS GROSSO LORENZO
Manizales
2014
3
RESUMEN
Este trabajo de investigación pretende generar elementos reflexivos para la
construcción de una propuesta de ciudadanía cultural en la ciudad de Manizales- Colombia,
mediante la utilización de la fenomenología social que permite generar observaciones
reflexivas sobre el mundo de la vida. En este caso se parte de reflexiones críticas sobre un
fenómeno urbano, de gran impacto para la ciudad, que sucedió a finales del año 2011,
denominado la “tragedia grecocaldense”. Se trató de una serie de acontecimientos
coyunturales, generados por las acciones extremas de fenómenos climatológicos, que se
combinaron con problemas administrativos de la ciudad, lo que ocasionó una impactante
crisis, con consecuencias de todo tipo.
Uno de los elementos interesantes de esta crisis lo constituyó la manera como se
expresaron muchos ciudadanos, que en otras circunstancias nunca lo hubieran podido
hacer, que además cuestionaron notablemente muchas de las “verdades”, construidas por la
cultura urbana, desde los poderes hegemónicos. Se reflexionó bastante acerca de temas que,
aparentemente eran incuestionables, relacionados con la historia, los símbolos y los
imaginarios, entre otros, de una ciudad que se precia de una gran tradición cultural dentro
del contexto nacional e internacional.
Los Estudios Culturales Latinoamericanos, en su vertiente derivada de las prácticas
sociales críticas, contribuyen a vislumbrar nuevos elementos analíticos para la
investigación sobre la variada y extensa realidad sociocultural de los contextos urbanos
actuales.
4
AGRADECIMIENTOS
Al profesor José Luis Grosso Lorenzo por su invaluable colaboración y gran aporte
intelectual en su calidad de Director
A la doctora Catherine Walsh por la paciencia demostrada durante este proceso
A mi amada esposa Flor Adelia, por su permanente solidaridad, colaboración, comprensión
y amor
A mis hijos, Diana Lucía e Iván David, a pesar de tolas las vicisitudes propias de sus
edades juveniles.
A Romeo, el fiel perro de la casa, por su permanente compañía
En general a todos los que me colaboraron con su inestimable información
5
TABLA DE CONTENIDO
TABLA DE CONTENIDO ........................................................................................................ 5
TABLA DE CARICATURAS ..................................................................................................... 7
TABLA DE ILUSTRACIONES .................................................................................................. 8
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 9
CAPITULO UNO ............................................................................................................... 18
1.1 ASPECTOS METODOLÓGICOS: LA FENOMENOLOGÍA SOCIAL LOCALIZADA .............. 18
1.2 CONOCIMIENTO LOCALIZADO DESDE AMÉRICA LATINA. ........................................... 34
1.3 TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN .................................................................................... 59
1.3.1 LA OBSERVACIÓN UNIPERSONAL ............................................................................ 59
1.3.2 LOS FOROS DE INTERNET ......................................................................................... 59
1.3.3 LAS CARICATURAS .................................................................................................... 62
1.4 POBLACIÓN Y MUESTRA ............................................................................................. 63
CAPITULO DOS ................................................................................................................ 65
2.1 INTRODUCCIÓN A LA TRAGEDIA GRECOCALDENSE .............................................. 65
2.2 ELEMENTOS COMUNICATIVOS SOBRE LA TRAGEDIA ................................................. 78
2.3 EL RELATO DE LA TRAGEDIA ....................................................................................... 84
2.4 ALTERACIONES DE LA VIDA COTIDIANA ................................................................ 99
2.5 PRACTICAS SOCIALES ........................................................................................... 100
2.6 LO COTIDIANO .......................................................................................................... 103
2.7 LAS TACTICAS ............................................................................................................ 105
2.8 LOS HABITUS ............................................................................................................. 113
2.9 LOS CUERPOS ............................................................................................................ 115
2.10 LA NATURALEZA ...................................................................................................... 130
CAPITULO TRES ........................................................................................................... 134
6
3.1 ALGUNOS RASGOS DE LA CULTURA MANIZALEÑA ............................................. 134
3.1.1 EL BUEN VIVIDERO ................................................................................................. 145
3.1.2 SER MUY CULTOS ................................................................................................... 146
3.1.3 PRINCIPIOS Y VALORES .......................................................................................... 149
3.1.4 EL AVE FENIX .......................................................................................................... 149
3.1.5 CIUDAD PUJANTE ................................................................................................... 152
3.1.6 EL CHISME .............................................................................................................. 155
3.1 LAS IDENTIDADES ................................................................................................ 156
3.2 LAS IDENTIDADADES EN MANIZALES .................................................................. 162
3.3.1 ORIGENES ANTIOQUEÑOS ..................................................................................... 163
3.3.2 ORIGENES ESPAÑOLES ........................................................................................... 168
3.3.3 OTRAS INFLUENCIAS IDENTITARIAS ....................................................................... 171
CAPITULO CUATRO ..................................................................................................... 174
4.1 LO URBANO Y LAS RELACIONES SOCIALES EN LA CIUDAD ........................................ 174
4.1.1 PROYECTO URBANÍSTICO ....................................................................................... 175
4.1.2 PROYECTO URBANO .............................................................................................. 176
4.1.2.1 LA INTERCULTURALIDAD .................................................................................... 184
4.1.2.2 LA SUBALTERNIDAD ............................................................................................ 187
4.1.2.3 LO POPULAR........................................................................................................ 194
4.1.2.4 LOS INMIGRANTES AFROS E INDÍGENAS ............................................................ 200
4.1.2.5 CIUDADANOS DE CLASE POPULAR NACIDOS EN LA CIUDAD .............................. 207
CAPITULO CINCO ......................................................................................................... 214
5.1 ESPACIOS Y USOS PUBLICOS DE LA CIUDAD ....................................................... 214
5.2 USOS DE LA CIUDAD COMO CAMPOS ...................................................................... 233
5.2.1 USOS COMO CAMPO DE PODER ..................................................................... 241
7
5.2.2 USOS COMO CAMPO COMUNICATIVO ........................................................... 257
5.2.3 USOS COMO CAMPO DE CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA ........................... 266
5.2.3.1 CIUDADANIA CULTURAL ..................................................................................... 272
5.2.3.2 PROYECTO CIUDAD EDUCADORA ....................................................................... 285
5.2.4 USOS COMO CAMPO DE REFLEXIÓN ............................................................... 293
5.2.4.1 MANIZALES: ¿QUE PASA CON LA CIUDAD? ........................................................ 302
5.1.4.2 PROPUESTAS CRÍTICAS ....................................................................................... 317
5.1.4.3 LA DE(S)COLONIZACIÓN...................................................................................... 323
CONCLUSIONES ............................................................................................................... 342
BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................. 346
ANEXOS DOCUMENTOS .................................................................................................. 381
“Ay Manizales del agua”. ................................................................................................ 381
“Respuesta a un irrespetuoso” ....................................................................................... 383
“Las siete plagas de Manizales”. ..................................................................................... 384
¿Qué está pasando en Caldas? ....................................................................................... 387
La maldición de Caldas.................................................................................................... 389
Arrieros semos ................................................................................................................ 392
Fiel surtidor de hidalguía ................................................................................................ 394
ANEXOS ENTREVISTAS .................................................................................................... 395
ANEXOS OBSERVACIONES............................................................................................... 497
TABLA DE CARICATURAS
Caricatura 1 .......................................................................................................................... 66
Caricatura 2 .......................................................................................................................... 85
Caricatura 3 .......................................................................................................................... 85
8
Caricatura 4 .......................................................................................................................... 87
Caricatura 5 .......................................................................................................................... 90
Caricatura 6 .......................................................................................................................... 91
Caricatura 7 .......................................................................................................................... 92
Caricatura 8 .......................................................................................................................... 96
Caricatura 9 .......................................................................................................................... 97
Caricatura 10 ...................................................................................................................... 112
Caricatura 11 ...................................................................................................................... 124
Caricatura 12 ...................................................................................................................... 132
Caricatura 13 ...................................................................................................................... 151
Caricatura 14 ...................................................................................................................... 165
Caricatura 15 ...................................................................................................................... 247
Caricatura 16 ...................................................................................................................... 249
Caricatura 17 ...................................................................................................................... 252
Caricatura 18 ...................................................................................................................... 262
Caricatura 19 ...................................................................................................................... 263
Caricatura 20 ...................................................................................................................... 306
TABLA DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1 ........................................................................................................................ 130
Ilustración 2 ........................................................................................................................ 153
9
INTRODUCCIÓN
Inicialmente la propuesta de investigación se había planteado a partir de las
representaciones sociales, en el contexto de los Estudios Urbanos. Pero, dentro de su
proceso de desarrollo fueron surgiendo otros elementos analíticos y metodológicos
novedosos e interesantes, que era importante tener en cuenta, tales como la fenomenología
social y la semiopraxis popular. Estos últimos contribuyeron a cambiar y mejorar la
propuesta inicial, que paulatinamente derivó hacia un enfoque basado en las prácticas
sociales críticas, que representa un campo de exploración muy interesante para los Estudios
Culturales Latinoamericanos desde la perspectiva urbana. De igual manera surgió en el
panorama de la ciudad de Manizales, donde se realiza el estudio, un fenómeno de gran
impacto social e interesante de reflexionar, denominado por algunos ciudadanos como la
“tragedia”, manizaleña, caldense o grecocaldense, que se convirtió en un caso digno de ser
estudiado, donde fueron protagonistas de primer orden las clases populares.
En América Latina se debe reconocer la existencia de muchas comunidades
populares que reivindican las prácticas sociales dentro de sus vivencias cotidianas,
apoyadas también por los estudios que han realizado muchos investigadores de estas
temáticas como Michel de Certeau, Michel Foucault, Rodolfo Kusch y José Luis Grosso,
entre otros. A las prácticas sociales, se le suman diversos enfoques sobre los usos de la
ciudad, que son temas que se abordan dentro del campo de los estudios urbanos.
Además, se debe reconocer que en la época actual, gran parte de la población de
América Latina se encuentra en las ciudades, donde se generan grandes problemáticas
sociales, culturales, económicas y políticas. En este contexto son muy importantes los
sectores populares, porque son mayoritarios, además de que son sometidos por diversos
mecanismos de poder que les impiden expresar sus diversas formas de conocimiento. De
igual manera, no se les tiene en cuenta para la toma de decisiones sobre la gobernabilidad
urbana, ni sus acciones forman parte de la construcción de la cultura urbana “oficial. Por
ese motivo, los diversos grupos humanos que habitan Latinoamérica, constituyen una veta
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inagotable de conocimiento empírico, que requiere ser visibilizado y escuchado, tomando
como referencia el enfoque fenomenológico social para el estudio de sus prácticas sociales,
desde una perspectiva crítica. En ese aspecto se pretende visibilizar formas de
conocimiento de grandes cantidades de poblaciones marginadas que pertenecen a los
sectores populares, conformados por sujetos ordinarios, que tradicionalmente han sido
sometidos a diversos mecanismos de poder que los ubica en condiciones de subalternidad
El enfoque investigativo tendrá en cuenta elementos teóricos y conceptuales
retomados de los Estudios Culturales, que contribuyan a la construcción de los ECL. En ese
sentido, se trata de utilizar categorías analíticas que sean novedosas para el estudio de las
prácticas sociales, dentro de los estudios urbanos, que valoren las manifestaciones de la
pluriculturalidad y la reivindicación de grupos humanos invisibilizados, desde las
construcciones epistémicas de la historia y la cultura modernas.
En este aspecto se pretende reconocer formas de conocimiento consideradas como
no científicas, propias de sociedades tradicionales, pequeñas o empequeñecidas por
diferentes acciones de poder. Estas comunidades asumen su cotidianeidad, primordialmente
desde las prácticas sociales, el saber popular, las construcciones colectivas, la dialéctica
histórica concreta, los saberes localizados y los rituales, entre otros componentes culturales.
Todo esto producido en los márgenes de la historia, en contacto con la realidad inmediata,
en interacciones cara a cara, anónimo, particulares, marginales, “débiles”, diversos,
transmitidas por la tradición oral, donde se utiliza el relato como principal herramienta de
expresión. Se trata de reivindicar una modalidad de conocimiento basado en el pluralismo
racional, el conocimiento arraigado en las costumbres, vivenciado y practicado, propio de
las sociedades tradicionales y comunidades populares, marginadas tradicionalmente de/por
la historia. Todo esto, contrapuesto a la visión moderna e ilustrada que pretendía imponer
una racionalidad única, válida para todas las culturas.
En concreto, se trata de analizar algunas posibilidades de construcción de nuevas
formas de conocimiento, más ajustadas a los tiempos que corren, a las nuevas perspectivas
de la relación objeto-sujeto y a la reivindicación de pueblos y culturas que no siempre
fueron reconocidos, ni valorados por la modernidad logocéntrica. No se trata de jerarquizar
los niveles de conocimiento individual y colectivo sino darle prioridad a las prácticas
sociales, para contribuir al desarrollo dela ciudad y sus componentes ciudadanos,
11
especialmente los de clase popular. En ese sentido, América Latina constituye un lugar
ideal para explorar formas de conocimiento alternativo, que detecten nuevas formas de
acceso a la realidad, menos encubiertas por discursos dominantes y hegemónicos,
impuestos por los sectores más visibles de la sociedad. También fue necesario retomar
diversos elementos teóricos y conceptuales de los Estudios Culturales, a pesar de que son
cuestionados a partir de la percepción de que el espectro temático que cubren se centra
demasiado en estudios de tipo teórico, histórico y literario.
De esa manera se reunieron una serie de circunstancias que prefiguraron un nuevo
enrutamiento de la investigación, que además contribuye a la introducción y desarrollo de
elementos analíticos que aportan a la construcción de posibilidades temáticas y
metodológicas de los Estudios Culturales Latinoamericanos. Esto, a partir de visiones
alternativas, cimentadas con otros referentes epistemológicos, arraigados, localizados y
practicados, que reconozcan los saberes marginados históricamente. Todo esto con el fin de
valorar categorías y conceptos propios, para hacer visibles los conocimientos que han sido
ocultados y acallados con la intencionalidad de descalificar y someter. Dentro de estos
abordajes teóricos y conceptuales es necesario destacar el aporte que hacen autores
pertenecientes al grupo modernidad/colonialidad, como Catherine Walsh, Arturo Escobar,
Walter Mignolo, Enrique Dussel, Aníbal Quijano y Santiago Castro-Gómez,
complementados con autores de diferentes tendencias latinoamericanistas como José Luis
Grosso, Jesús Martín Barbero, Eduardo Restrepo, Jorge Brower, Rodolfo Kusch, Beatriz
Sarlo, Mabel Moraña, Silvia Rivera entre otros. También es importante destacar la
contribución desde las teorías decoloniales de Nelson Maldonado y Ramón Grosfoguel.
También se trabaja sobre propuestas de abordajes críticos más recientes como la
semiopraxis popular y la decolonización complementadas con el contexto de lo popular,
que constituye el campo de estudio concreto de esta investigación.
Sin embargo se debe aclarar que no se trata de negar el conocimiento que llega de
otras latitudes, donde es importante el complemento analítico de autores pertenecientes a
las teorías críticas europeas como Mijail Bajtín, Pierre Bourdieu, Michel Foucault, y
Michel De Certeau, entre otros. Todos ellos, sumados a muchos otros, que no aparecen en
este apartado pero que son parte activa de la investigación, contribuyen a generar campos
de conocimiento donde se sustentan las prácticas sociales críticas. Además, esta
12
investigación expresa múltiples opiniones y vivencias de escritores y de ciudadanos
comunes y corrientes, que se enfrentaron en un campo, en el sentido de Bourdieu, donde
afloraron innumerables visiones sobre las ciudades que existen dentro de la ciudad.
Todo este caudal de conocimiento debe ser contextualizado, valorado y confrontado
en su verdadera dimensión, para que pueda desde posiciones subalternas, contribuir a los
procesos de decolonización. Esto se logra desde las prácticas de uso, ancladas a lugares
específicos donde se construyen relaciones ligadas directamente a los territorios, que a su
vez, construyen visiones culturales particulares. En este caso se analizarán algunas
prácticas de uso de las ciudades, teniendo en cuenta sus complejidades urbanas y sus
relaciones con los manejos del poder. Todo esto, para determinar los cambios que se
originan en el conocimiento de la ciudad y en sus construcciones de sentido.
Las ciudades actuales, especialmente las intermedias de América Latina, poseen, no
sólo una gran gama de problemas sino muchas posibilidades de generar espacios de
participación y nuevas modalidades de gobernabilidad. Pero esto requiere el estudio de sus
propias prácticas sociales, que generen elementos para la construcción de propuestas
críticas y transformadoras.
Un campo de estudio de las prácticas sociales, muy importante, es el que aparece de
manera coyuntural en la escena urbana, denominado la “tragedia”, manizaleña, caldense o
grecocaldense, que en su momento impacta significativamente la vida cotidiana de sus
ciudadanos. Esto ocurrió debido a problemas derivados de la prestación de servicios
públicos, pero también a situaciones trágicas, ocasionada por los efectos del invierno.
Dentro de este fenómeno social aparece una gran variedad de cuestionamientos, no sólo a la
administración municipal, sino de manera especial a diversas manifestaciones, tanto de la
historia, como de la cultura tradicional de Manizales.
El objetivo general de la investigación es, analizar algunos elementos coyunturales
del fenómeno urbano, denominado la “tragedia grecocaldense”, que mediante el enfoque de
la fenomenología social, las prácticas sociales críticas y los diversos usos públicos de la
ciudad, contribuyan a la generación de propuestas de construcción de ciudadanía cultural en
Manizales.
El problema de investigación se relaciona con el interrogante acerca de ¿Cómo
obtener, mediante el enfoque de la fenomenología social, elementos analíticos que permitan
13
estudiar los impactos causados por la “tragedia” manizaleña, para generar una propuesta de
construcción de ciudadanía cultural desde el ámbito de lo popular?
La “tragedia” manizaleña es la denominación de un fenómeno social, relacionado
con una serie de sucesos que alteraron significativamente la tranquilidad de los ciudadanos
de esta urbe. La famosa “tragedia”, se inició el 19 de octubre de 2011, asociada a
problemas relacionados con el suministro de agua, que luego se extendió al servicio de gas
domiciliario. Pero no se quedó sólo en un problema de servicios porque luego sobrevino
una verdadera tragedia generada por un derrumbe en el barrio Cervantes, que causó la
muerte de 48 personas. Estos acontecimientos tuvieron una duración de casi tres meses y se
extendieron hasta el mes de diciembre.
Todos esos acontecimientos dieron origen a múltiples reacciones de escritores,
comunicadores y ciudadanos de todas las clases sociales, que cuestionaron no sólo las
actuaciones de los políticos y los administradores de la ciudad, sino que se extendieron
hacia los imaginarios y símbolos históricos de Manizales. Todo esto impactó los cimientos
culturales y llevó a los habitantes hacia comportamientos inéditos en sus vidas cotidianas.
De igual manera, los efectos de la tragedia se extendieron hacia el cuestionamiento de
diversos aspectos críticos de la administración local en cuanto a la realización de proyectos
de infraestructura, que no salen muy bien librados.
La investigación se realiza mediante relatos que dan cuenta de observaciones
reflexivas de la “tragedia”, con el propósito de construir puentes entre diferentes temáticas
con la pretensión de construir una visión panorámica general de la cultura urbana de
Manizales. La pretensión no es profundizar sobre aspectos históricos, culturales o
simbólicos de la ciudad ni de privilegiar, ni exaltar la visión de ciudad construida
institucionalmente, a partir de imaginarios y discursos tradicionales. Más viene se trata de
construir una ruta de observación-reflexión-acción, mediante las prácticas sociales y los
usos públicos de la ciudad, con el propósito de visibilizar elementos de las construcciones
culturales de sectores populares. Esto, a partir de acciones cotidianas y vivencias, mediante
relatos que usualmente no trascienden hacia los mass media oficiales ni las expresiones
institucionales.
La “tragedia” manizaleña se presenta como un fenómeno social muy interesante
para la reflexión, teniendo en cuenta la serie de sucesos desafortunados que ocurrieron en la
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ciudad, en un lapso de tiempo bastante corto, que impactaron significativamente a la
ciudadanía de Manizales en sus aspectos culturales, históricos, simbólicos, económicos,
sociales y políticos, entre otros. De igual manera, se cuestionaron muchas de las verdades
que se había tenido como tales a lo largo de la historia de la ciudad.
La “tragedia” también generó profundas reflexiones sobre la cultura urbana de
Manizales, sus símbolos, su historia y su identidad. En ese sentido, la ciudad se convirtió en
un escenario o campo, en sentido Bourdieusiano, que sirvió para múltiples usos, tales como
la protesta, la reflexión, el diálogo, la solidaridad, el cuestionamiento de las estructuras
administrativas. Pero, más allá de esto se evidenció la existencia de una gran cantidad de
elementos importantes para caracterizar la ciudad actual, que se encuentra en una etapa
decisiva de su historia donde se presentan grandes oportunidades de desarrollo, pero
también de desorientación y crisis de gobernabilidad.
En este sentido se requiere generar proposiciones reflexivas y prácticas, con el
propósito de imprimirle nuevas dinámicas a la administración municipal de Manizales, que
contribuyan a cimentar su identidad como ciudad, mediante procesos que integren la
interculturalidad, la inclusión y la participación. De esa manera, se pretende generar
conciencia decolonizante, que permita cuestionar los manejos de poder hegemónico
tradicional, teniendo en cuenta que las ciudades crecen, no sólo en población sino en sus
grandes problemas, lo cual, a su vez, debe generar alternativas para la consolidación de la
cultura urbana.
La unidad de estudio corresponde, a los ciudadanos de las clases populares, que
fueron protagonistas de primer orden de la “tragedia” porque se expresaron y cuestionaron
muchas de las “verdades” existentes e inamovibles, lo que generó discusiones de toda
índole, respecto a la construcción histórica de la cultura urbana de Manizales.
El problema de investigación se estudia durante un periodo de tiempo relativamente
corto, de apenas tres meses, pero que se puede considerar bastante significativo debido a
que porque generó grandes impactos, en todo sentido, con consecuencias duraderas hasta el
presente.
El contexto de estudio es la ciudad de Manizales, cuyo estudio de caso se puede
replicar en otros territorios urbanos, en situaciones similares, especialmente en la franja
poblacional y de desarrollo que corresponde a las denominadas ciudades intermedias. Estas
15
tienen la particularidad de copiar los modelos de desarrollo de las grandes ciudades pero
también de imprimirle sus propias características distintivas. En este último sentido es
donde se pueden aportar elementos reflexivos que contribuyan a un mejor y mayor
conocimiento sobre Manizales.
La metodología, explicada en extenso, más adelante se basa en la puesta en práctica
de la fenomenología social, mediante la fórmula “volver a las cosas mismas”, que pretende,
por medio de la observación reflexiva y activa, generar un mayor nivel de conocimiento
sobre la ciudad. Esto implica la necesidad de que los ciudadanos participen, especialmente
los de clase popular, que generalmente no lo hacen, porque no se les permite. Esto,
mediante la expresión de sus opiniones como grupos culturales e individuos, respecto a sus
vivencias e identidades, como a las diferentes clases de manejos que se le dan a la ciudad.
Ya no basta con tener un sistema de gobierno determinado, sino que las complejidades de
las ciudades actuales requieren que los ciudadanos contribuyan a su desarrollo, pero
estableciendo previamente mecanismos que permitan su visibilización. En este aspecto, a
los ciudadanos tradicionalmente se les ha inculcado su participación en la búsqueda de los
derechos que les corresponden, pero hoy en día se pretende la ampliación de su espectro,
por ejemplo, con la incorporación de los derechos culturales. En esa perspectiva, la
ciudadanía cultural constituye una propuesta de construcción de ciudadanía que busca
ampliar los espacios de participación, mediante el reconocimiento, tanto de los derechos
individuales como los colectivos, mediante la libre afirmación de sus identidades. Se
pretende entonces demostrar que los ciudadanos, no sólo pueden sino que deben participar
en la construcción de la cultura urbana mediante mecanismos que les reconozcan su valor
como ciudadanos, que tienen derecho a expresar sus opiniones sobre los grandes y
complejos problemas urbanos.
La investigación está estructurada en cinco capítulos distribuidos de la siguiente
manera:
En el capítulo uno se propone la metodología de investigación, que en este caso se
basa en la fenomenología social, donde se utiliza la estrategia de observación reflexiva
localizada. De igual manera se complementa con elementos metodológicos que pretenden
generar acciones de localización en el contexto latinoamericano. Enfoques como el
pensamiento heterológico de Brower, las propuestas de Kusch y la semiopraxis popular de
16
Grosso, obran en este contexto como elementos reflexivos de ubicación de la metodología
principal.
Dentro de las técnicas utilizadas se destacan el relato, la encuesta y la observación
personal, que sirven como contexto de ubicación de algunos elementos reflexivos sobre la
ciudad de Manizales. Pero la técnica más utilizada son los testimonios de los ciudadanos,
algunos conocidos y otros anónimos, que expresaron sus opiniones acerca de la “tragedia”,
mediante los foros virtuales de algunos periódicos, revistas y emisoras de radio, tanto
nacionales como locales. Esta última información se contrasta durante todo el relato de la
“tragedia” con elementos reflexivos extractados de la teoría, pero también de las vivencias
personales.
En el capítulo dos se desarrolla mediante un relato que narra los acontecimientos
que dieron origen a la denominada “tragedia grecocaldense”. También se esbozan algunos
aspectos sobre la manera como fue informado este suceso por los diferentes medios de
comunicación. En este aspecto también es importante explicar la forma como se asume el
relato de los acontecimientos relacionados con la “tragedia” y sus relaciones con los
discursos. De igual manera se bosquejan los componentes cotidianos que fueron alterados
durante el transcurso de este suceso, mediante el abordaje de las prácticas sociales, las
tácticas, los habitus y los cuerpos. También se retoman categorías más concretas,
relacionadas directamente con las prácticas como lo cotidiano, el habitus, las tácticas, los
campos y aspectos relacionados con el lenguaje y la comunicación, tales como los discursos
y los relatos.
En el capítulo tres se plantean algunos rasgos que caracterizan la cultura
manizaleña, tales como el hecho de ser un buen vividero, ser muy cultos, tener principios y
valores, las menciones constantes a la figura emblemática del ave Fénix y el hecho de ser
una ciudad pujante. Estos elementos son constantemente reflexionados a partir de las
diferentes opiniones de los ciudadanos. De igual manera, se propone una síntesis acerca de
las identidades que son parte de la construcción histórica y cultural de la ciudad, mediante
las influencias antioqueñas, españolas y de otras regiones cercanas.
En el capítulo cuatro se pretende realizar una caracterización general respecto a la
ciudad y lo urbano, estableciendo algunas diferencias y complementariedades conceptuales,
lo mismo que sus relaciones con algunos aspectos de las prácticas sociales. De igual
17
manera, se desarrollan algunos aspectos sobre los modelos de desarrollo desde las
perspectivas del proyecto urbanístico y la crisis por la que atraviesa en el presente. En ese
sentido se destaca el proyecto urbano, mediante la importancia que le concede a los
aspectos subjetivos. Además, se retoman algunos temas relacionados con las relaciones
sociales, donde son importantes los conceptos de interculturalidad y subalternidad,
aplicados al campo de lo popular. En este sentido, se pretende tener un acercamiento a la
ciudad desde una perspectiva más vivencial, más próxima a las actividades que desarrollan
los ciudadanos, comunes y corrientes, dentro de su cotidianeidad. Además, se trabaja sobre
algunos aspectos de lo popular y la manera como se configuran sus subjetividades en el
ámbito urbano. Se pretende también reivindicar a ciudadanos que han sido invisibilizados y
segregados por la historia y la tradición del conocimiento occidental, pero que tienen
relatos e historias para contar, mediante sus voces, experiencias, cuerpos, pensamientos y
conocimientos. De igual manera se pretende reconocer sus sentimientos y emociones,
negados por la racionalidad occidental hegemónica. También se plantea el abordaje de
algunos aspectos importante de los Estudios Culturales Latinoamericanos y los Estudios
Culturales, en general, donde son importantes las propuestas poscoloniales y subalternas.
En el capítulo cinco se trabaja sobre temas como los espacios públicos y los usos de
la ciudad, relacionados con los territorios urbanos y el concepto de campo de Bourdieu.
Además, se abordan algunos elementos sobre diferentes modalidades de ciudadanía, que
contribuyen a la reflexión sobre una propuesta de ciudadana cultural para Manizales. Por
último se hacen algunas reflexiones sobre los usos de la ciudad como campos: de poder,
comunicativo, de construcción de ciudadanía cultural y de reflexión.
18
CAPITULO UNO
1.1 ASPECTOS METODOLÓGICOS: LA FENOMENOLOGÍA SOCIAL
LOCALIZADA
Nosotros tomamos nuestro destino en las manos, nos convertimos en
responsables de nuestra historia mediante la reflexión, pero también
mediante una decisión en la que empeñamos nuestra vida; y en ambos
casos, se trata de una acto violento que se verifica ejercitándose.
MERLEAU-PONTY
Si nos fijamos en las normas que nos prescriben las reducciones
fenomenológicas, si desconectamos rigurosamente, como ellas requieren,
todas las trascendencias; si tomas, pues, las vivencias puramente en su
esencia propia, se nos abre un campo de conocimientos eidéticos. Este
campo se presenta, cuando se han superado las dificultades del comienzo...
La multiformidad de las vivencias, con sus componentes esenciales,
ingredientes e intencionales, es una multiformidad inagotable.
HUSSERL, 1949
La propuesta investigativa se plantea a partir de los elementos que proporciona la
fenomenología social en cuanto a la estrategia de observación reflexiva, que pretende
generar conocimiento basado en la percepción de las “cosas mismas”. Pero esta propuesta
no se implementa en un campo de conocimiento estructural, idealizado sino que se sitúa en
un tiempo-espacio concreto, en este caso de la ciudad de Manizales, mediante aportes de
algunos autores latinoamericanos que contribuyen a su localización concreta.
En la época actual existe una marcada tendencia hacia la exploración de enfoques
alternativos para el análisis de la realidad, sustentadas en la crítica a las concepciones
modernas, idealizadas desde la razón y en el agotamiento paulatino de sus fundamentos,
relacionados con la primacía del ser. Este asunto también se relaciona con las críticas hacia
algunas tendencias posmodernas, que le otorgan una importancia excesiva a enfoques de
conocimiento basados en textos, imaginarios y representaciones. Se requiere la formulación
de propuestas novedosas, que resulten de una “lucha epistemológica y psicológica y una
lucha por medios alternativos de sociabilidad y transformación social” (De Sousa Santos,
1998: 449). En ese sentido es importante explorar nuevas fuentes de conocimiento donde se
19
puedan “integrar dialécticamente las racionalidades parciales: las dimensiones empíricas,
interpretativas y críticas de una orientación teorética que se dirige hacia la actividad
práctica” (Martínez, 2006). Desde luego, sin desconocer la importancia de la teoría, pero
con mayor tendencia hacia la profundización de las prácticas como forjadoras de
conocimiento por lo cual es necesario crear “esferas de permeabilidad” (Richard, 2010: 49)
entre las dos.
De acuerdo con estos planteamientos, en la época actual existe un interés bastante
marcado por la utilización de la fenomenología como método de investigación dentro de
algunas disciplinas sociales como la sociología, la antropología y la psicología social, entre
otras. En ese sentido, Alfred Schütz la retomó por “considerarla el medio más adecuado
para la fundamentación filosófica de las ciencias sociales” (Dreher, 2010: 2). De esa
manera se le considera como uno de los fenomenólogos que más contribuyó a la
consolidación de las propuestas sobre la fenomenología social y sus aplicaciones.
Las relaciones entre fenomenología y cultura son muy recientes, por lo que apenas
están en una fase de consolidación y se requiere seguir indagando al respecto, teniendo en
cuenta que se abre un gran abanico de posibilidades para el análisis de la realidad social,
tomando como referencia, por ejemplo las experiencias dentro del campo de las prácticas
sociales.
Uno de los aspectos más complejos de la propuesta metodológica de la
fenomenología social se refiere a la transición disciplinaria que se presenta desde la
filosofía, donde se origina el concepto, hacia las ciencias sociales, teniendo en cuenta que
son dos campos de conocimiento bastante diferentes en cuanto a concepciones y prácticas
sobre investigación. Las concepciones filosóficas son basadas en la razón y los argumentos
racionales, de tipo ideal, científico, objetivo, con un carácter más especulativo, respecto a
las que corresponden a las ciencias sociales, donde se utilizan enfoques más subjetivos,
empíricos y con base en realidades más tangibles y concretas.
De igual manera es importante tener en cuenta que los principales desarrollos de la
fenomenología inicialmente parten desde la filosofía hacia las disciplinas sociales, pero no
lo contrario. Por eso, “mientras que las disciplinas fuera de la filosofía han adaptado
conceptos, distinciones, métodos, terminologías, etc. de los fenomenólogos filosóficos, es
relativamente poco lo que los fenomenólogos filosóficos han aprendido de las disciplinas
20
más allá de la filosofía” (Embree, 2011: 16). En este mismo sentido, otro aspecto que se
debe ponderar es la competencia que se presenta a nivel disciplinario, donde la filosofía se
trata de imponer sobre las otras disciplinas. A ese respecto, “a menudo, debo confesarlo,
advierto, en mí mismo y también en otros, un “complejo de superioridad disciplinar”, como
podría llamárselo” (ibíd., 2011: 21). De esta manera se hace una crítica a los filósofos que
se posicionan en su disciplina y desde allí aprecian el mundo como si no existieran otras
formas de abordarlo. Por eso manifiesta que
Ser disciplino-céntrico (o sea, estar centrado en una disciplina) parece inevitable
y probablemente no sea algo malo allí donde se trata del conocimiento y la
destreza especializados, mas, al igual que con la clase, la etnicidad, el género y
la nacionalidad, donde también hay tendencias a la arrogancia y al complejo de
superioridad, es sabio practicar la tolerancia, la “tolerancia disciplinar”, como
podría llamársela, pues entonces se torna más probable que lleguen para todas
las partes los beneficios de la interdisciplinariedad (ibíd., 2011: 22).
De esta manera, salvadas las “distancias” disciplinares, se presenta la exigencia de
una revisión de los objetos de estudio, para explorar puntos de encuentro, mediante las
similitudes y diferencias entre los dos campos de estudio. En este aspecto se requiere de un
trabajo interdisciplinario o multidisciplinario, donde la filosofía, dentro de su función
histórica, sea una guía teórica para el abordaje de los temas sociales. Pero también es
fundamental reconocer que en los últimos tiempos existe un interés muy fuerte de parte de
los filósofos hacia el conocimiento de los problemas sociales, como una exigencia de la
realidad, donde las disciplinas se complementan. De esa manera, la filosofía, desde la
perspectiva de la “epistemología crítica, puede ayudar al investigador científico de la
acción humana a fundamentar la propia disciplina que practica; a enmarcarla dentro del
sistema de su cultura, y a enmarcar dicha cultura en la sociedad” (Antúnez, 2002). Todo
esto también debe tener en cuenta la realidad social cambiante que necesariamente obliga a
las disciplinas sociales a actualizarse y abrirse constantemente a otras perspectivas de
investigación. Por lo tanto,
los conjuntos de cuestiones que caen bajo los rubros de arte, clase, medio
ambiente, género, moralidad, política, religión, ciencia, tecnología, y similares,
son extraordinariamente complejos y multifacéticos. Cada vez más, están
recibiendo un tratamiento multidisciplinario en las que, en conformidad con ello,
pueden llamarse «multidisciplinas». Los filósofos fenomenólogos pueden
contribuir a conformar y a desarrollar de otras formas esas multidisciplinas
(Embree, 1999: 24).
21
La fenomenología social, en términos concretos y prácticos es una propuesta muy
reciente, tanto así que sólo en 2007, durante una serie de conferencias en el lejano oriente,
Embree afirma que “encontré que la fenomenología era practicada efectivamente por
colegas provenientes de disciplinas de fuera de la filosofía. Es sorprendente que no haya
dado con ello antes” (2011: 19). La fenomenología es uno de los componentes de la
filosofía que más se desarrolla en esta época cuando se requiere de nuevos y variados
instrumentos para analizar los entornos urbanos, que son por naturaleza complejos y
cambiantes. De esa manera, “debido a su extensión a otras disciplinas y asimismo a su
difusión por todo el planeta, la fenomenología puede considerarse como el mayor
movimiento filosófico del siglo XX” (Embree, 2011: 19). En este aspecto, permite que se
exploren sus posibilidades metodológicas con la colaboración de diversos enfoques de las
ciencias sociales.
Para determinar la manera como la fenomenología social se propone y se asume
como metodología, es necesario plantear algunos componentes que la caracterizan en esta
función práctica, pero reconociendo que en este aspecto existen variados enfoques. De esa
manera se puede tener un acercamiento al sujeto, al fenómeno, y a las diversas actividades
prácticas que se pueden realizar alrededor de ellos, en función del develamiento de sus
relaciones significativas.
Uno de los elementos fundamentales de la fenomenología es el rescate del sujeto,
con todas las consecuencias que se generan alrededor, tanto de la epistemología como de la
producción de conocimiento social. Por eso la fenomenología es
un retorno a la subjetividad como fuente de la constitución del sentido. Que éste
recaiga sobre lo lógico, lo fáctico, lo cultural, lo subjetivo mismo es, sin más,
campo de referencia, pero no altera el hecho de que es la subjetividad la que en
todos los casos despliega el sentido de lo dado (Vargas, 2012: 7).
De esa manera el sujeto se convierte en protagonista de los hechos sociales, lo que
permite la indagación sobre sus diferentes facetas en relación con la realidad social y el
conocimiento. En ese aspecto es importante destacar que las
investigaciones se realizan volviéndose hacia el sujeto, describiendo sus
experiencias, el sentido que da a ellas en el mundo de la vida; y,
simultáneamente, cuanto más detallada es la descripción subjetiva de la
22
experiencia de mundo y su sentido: más logra captar estructuras universales que
valen para uno y valen para todos (ibíd., 2012: 9).
Para el enfoque fenomenológico “el objeto de estudio son los sujetos y la
especificidad del objetivo de la investigación viene dada por el problema concreto que se
quiere investigar. […] expresa aquella relación dialéctica que surge en la relación entre las
personas que conforman la unidad de estudio” (Marí, et al: 2010: 115). Pero no se trata
únicamente de percepciones del mundo mediante la participación activa del sujeto sino que
también se avanza hacia “las interacciones cotidianas en el mundo de la vida y el proceso
resultante de construcción de sentidos y significados compartidos” (Rizo, 2010: 11). De esa
manera se pueden adentrar en interpretaciones de la realidad social, aunque no sea
concretamente su propósito. Esto se complementa con el hecho de que el objeto de análisis
para Schütz lo constituyen “las experiencias y las acciones humanas” (Dreher, 2010: 72).
Todo esto sucede dentro del contexto donde se toma el fenómeno como un objeto de
estudio, donde para Langeweld, “nosotros... no tomamos como punto de partida un
concepto general o un axioma, sino el fenómeno mismo, en tanto que lo descubrimos por la
experiencia, en la que podemos tomar parte” (Fermoso, 1988-89: 131). En este sentido,
como premisa básica para la iniciación de cualquier estudio de tipo fenomenológico es muy
importante delimitar el fenómeno que se va a investigar para intervenirlo adecuadamente.
De manera que la fenomenología “se propone la fijación y examen de los fenómenos que,
como estructuras objetivas y actividades humanas, se exhiben de modo inmediato en tanto
que fundamenta cuanto el hombre conoce y practica” (Montero, 1987: 22). En este aspecto,
hay un mayor acercamiento al fenómeno como “fijación y examen”, lo que permite conocer
mejor el fenómeno dentro de una dinámica social, en este caso. Dentro de este examen, una
de las posturas actitudinales primordiales se refiere a tomar los datos de la realidad como
algo totalmente natural. Por eso
Yo encuentro constantemente ahí delante, como algo que me hace frente, la
realidad espacial y temporal una, a que pertenezco yo mismo, como todos los
demás hombres con que cabe encontrarse en ella y a ella están referidos de igual
modo. La 'realidad' la encuentro —es lo que quiere decir ya la palabra— como
estando ahí delante y la tomo como tal como se me da, también estando ahí.
Ningún dudar de datos del mundo natural, ningún rechazarlos, altera en nada la
tesis general de la actitud natural" (Husserl 1931:69).
23
La “actitud natural” es importante porque constituye la base de la propuesta
fenomenológica, que le permite alejarse de las concepciones cientificistas sobre la
producción del conocimiento mediante el “rescate del sujeto” y la libertad sin límites que
tiene para observar los fenómenos. La fenomenología implica “radicalización y potencia
del sujeto que sólo reivindicado como tal funda intersubjetividad con sentido y
autenticidad” (Vargas, 2012: 23).
Desde la perspectiva de Husserl, la fenomenología integra otros planos del
conocimiento, por lo que pretende “adquirir una comprensión de las estructuras esenciales
de estos fenómenos sobre la base de ejemplos mentales proporcionados por la experiencia o
la imaginación” (Martínez, 2004: 6). Las estructuras esenciales contribuyen a delimitar el
fenómeno pero también a indagar respecto a su naturaleza y profundizar más en su esencia.
De acuerdo con Schütz, también la fenomenología penetra en otras dimensiones de
la vida social, mediante la “Teoría del significado” que se operacionaliza
[…] en un fluir de tiempo, lleno, sin duda, con hechos físicos, pero dotado de la
naturaleza de una conciencia temporal interna, una conciencia de la propia
duración. Es dentro de esta duración donde el significado de las vivencias de una
persona se constituye para ella a medida que las va vivenciando. Aquí y sólo
aquí, en el estrato más profundo de la vivencia que es accesible a la reflexión
debe buscarse la fuente última de los fenómenos de significado y comprensión
(Schütz, 1993: 42).
La vivencia del sujeto también es importante porque escapa de los esquemas rígidos
de la ciencia objetivista y comienza a develar la existencia de un sujeto que está vivo y que
se le reconoce el valor que tienen sus experiencias. Luego de determinado el sujeto se
deben destacar las acciones que se pueden implementar en función de la obtención del
conocimiento social. En ese sentido es importante tener en cuenta que el fenómeno es lo
que “se manifiesta directamente a los sentidos, lo que puede ser objeto de una observación
empírica” (Glosario de filosofía, sf.). Esta es la base fundamental de la fenomenología, que
permite observar fenómenos concretos como los que suceden en el contexto urbano.
En términos muy generales la fenomenología social pretende construir
conocimiento “acerca del mundo de la vida cotidiana, un mundo empírico concreto” (Rizo,
2010: 4), donde se debe rescatar la vida cotidiana, pletórica de fenómenos susceptibles de
diversas indagaciones vivenciales y desde prácticas sociales. En este sentido, Schütz
24
describe la fenomenología como una filosofía del ser humano, “capaz de explicar el sentido
de este mundo vital de una manera rigurosamente científica. Su objeto es la demostración y
la explicación de las actividades de conciencia […] de la subjetividad trascendental dentro
de la cual se constituye este mundo de la vida” (Dreher, 2010: 73). Este es un concepto
fundamental de la fenomenología, donde se comprenden cabalmente las prácticas sociales.
El “mundo de la vida” es “el suelo de lo mediatamente familiar y lo que damos por sentado
sin hacernos cuestión de ello [...] del olvidado fundamento de sentido que son la práctica de
la vida diaria y la experiencia que tenemos del mundo” (Habermas, 1990: 88). El olvidado
fundamento de sentido es un gran filón de conocimiento que se relaciona directamente con
las clases populares y las diferentes actividades que realizan desde sus experiencias
cotidianas, aplicadas en este caso a la ciudad. Por su parte, el mundo de la vida para Schütz
consiste en que
Cada paso de mi explicitación y comprensión del mundo se basa, en todo
momento, en un acervo de experiencia previa, tanto de mis propias experiencias
inmediatas como de las experiencias que me transmiten mis semejantes, y sobre
todos mis padres, maestros etc. Todas estas experiencias, comunicadas e
inmediatas, están incluidas en una cierta unidad que tienen la forma de mi
acervo de conocimiento, el cual me sirve como esquema de referencia para dar
el paso concreto de mi explicitación del mundo. Todas mis experiencias en el
mundo de la vida se relacionan con ese esquema, de modo que los objetos y
sucesos del mundo de la vida se me presentan desde el comienzo en su carácter
típico (Schütz y Luckmann, 1973: 28).
Las experiencias también es uno de los campos de conocimiento olvidado o no
reconocido, que adecuadamente asumido, suministra información nueva sobre muchos
ciudadanos subalternizados.
La utilización metodológica de la fenomenología ha sido objetivo de largas
discusiones, respecto a las diversas maneras como se puede adaptar a los requerimientos de
las ciencias sociales. Esto, partiendo de la premisa de que la filosofía nunca ha estado
asociada a un método concreto, mientras que las ciencias sociales dependen esencialmente
de los métodos para su propio desarrollo. También es necesario establecer que, aunque la
fenomenología no tiene un método determinado, si goza de algunas aproximaciones
metodológicas. Por eso se dice que
25
la fenomenología no tiene método, sino que ella es en sí un método que se rige
por clausulas o principios metodológicos que fundan a cada paso nuevas
aproximaciones a las cosas mismas en el sentido aristotélico de que es sólo la
investigación de ellas lo que abre el camino (Vargas, 2012: 23).
Es dentro del mismo proceso de producción de significados donde se va
construyendo el “método”. La propuesta de construcción de una metodología
fenomenológica no ha sido un camino fácil, debido principalmente al cuestionamiento
sobre el excesivo uso de los textos en la filosofía, que en un principio fue heredado por
aquella, de tal forma que “pareciera que el llamado de “ir a las cosas mismas” se hubiera
olvidado, centrándose únicamente en el análisis de textos, alejándose del análisis de
hechos” (Aguirre, 2003: 7). Este es un aspecto vital de la fenomenología, que se relaciona
con hechos y prácticas, mientras que “el abuso en el análisis de textos […] degenera en
erudición; por el contrario, el ser fiel a las cosas mismas, la auténtica indagación
fenomenológica es llamada por él: investigación” (Ibíd., 2003:7). En este aspecto todavía
queda mucha investigación por realizar desde las perspectivas de las “cosas mismas”,
donde también se pueden generar conocimientos que contribuyan a los procesos de
descolonización. En este mismo sentido, para ser un fenomenólogo se requiere abordar las
cosas mismas y en este aspecto es necesario recalcar que muchos fenomenólogos “tratan de
hacer fenomenología en lugar de hablar acerca de ella” (Embree, 2009). Es importante
tener en cuenta el hecho de “hacer fenomenología” porque es un asunto que la relaciona
directamente con las prácticas sociales y las vivencias, importantes para el análisis del caso
urbano.
Hacer fenomenología necesariamente requiere superar el intelectualismo de los
textos para centrarse en realidades más cercanas a las prácticas sociales críticas. Este es un
fuerte cuestionamiento por ejemplo, a muchos de los abordajes de los Estudios Culturales,
en sus corrientes más intelectuales, que se pretende superar desde las propuestas de los
Estudios Culturales Latinoamericanos, construidos desde esta parte del continente, a partir
de vivencias cotidianas y prácticas sociales.
Uno de los elementos importantes de la fenomenología es ver el mundo como
realidad fáctica, por lo que “reflexiona sobre cómo es el mundo con el que nos
relacionamos a la vez que reflexiona valorativamente sobre las distintas formas de
26
relacionarnos con el mundo” (Pintos, 2007). En este mismo sentido, uno de los más
importantes tratadistas de la fenomenología como método es Schütz,
[…] Schütz ocupó ese cuarto de siglo de su vida con una investigación intensiva
de los fundamentos de las ciencias sociales. Adquirió la creciente certeza de que
la solución adecuada para los problemas metodológicos básicos de las ciencias
del hombre sólo podría hallarse en una descripción precisa de la peculiar
constitución humana del “objeto de estudio” de esas ciencias. Se afirmó en su
convicción inicial de que la fenomenología de Husserl ofrece un método
riguroso para el análisis descriptivo de la constitución del mundo de la vida
cotidiana en la experiencia humana; pero advirtió que faltaba aplicar el método
fenomenológico al mundo social, el producto de la acción simbólica del hombre
y del trabajo material. Así, Schütz se basó en el pensamiento de Husserl, pero en
su intento de aclarar la relación entre los métodos y las teorías de la ciencia
social y su base empírica, el mundo de la vida cotidiana, aplicó anticipadamente
a las ciencias sociales ideas que Husserl elaboró en sus últimos tiempos (Schütz
y Luckmann, 1973: 8).
Se trata de un reconocimiento de la importancia que adquieren los estudios sobre la
cotidianeidad, desde una perspectiva aplicada a la indagación sobre aspectos sociales.
También es importante reconocer que la aplicación del método fenomenológico implica
trabajar sobre aspectos concretos de la vida social, tales como la cultura, que servirán como
contexto. Esto, a partir de que “los humanos desenvolvemos nuestro vivir diario; un mundo
que ante todo es un mundo sociocultural, nuestro “mundo de la vida” sociocultural
humano” (Pintos, 2007). Se trata de un mundo pletórico de relaciones de diverso tipo donde
suceden todos los acontecimientos cotidianos.
La relación entre filosofía y cultura no ha sido tan cercana como debería, teniendo
en cuenta que Husserl y sus discípulos “se centraron abstractamente en la constitución de la
naturaleza experienciada, por lo que no alcanzaron a dar plenamente a la cultura y a la
sociedad la atención que merecen” (Embree, 2011: 15). En este aspecto es importante
retomar la cultura como núcleo central de la relación entre la fenomenología y las ciencias
sociales, partiendo del hecho de que el mundo social inmediato está constituido por la
cultura, un campo de trabajo donde se pueden descubrir múltiples elementos que se dan por
“verdaderos” o incuestionables, pero muchas veces sin conocerse a profundidad el propio
contexto en el que se producen.
En los aspectos culturales existen muchos temas susceptibles de ser abordados por
la fenomenología social, que a su vez, tocan aspectos relacionados con los Estudios
27
Culturales, lo que puede significar un desarrollo conjunto, en especial desde la perspectiva
latinoamericana. En este sentido, por ejemplo,
El poder y la eficacia de los prejuicios consisten en que, desde el principio de
sus vidas, los nuevos sujetos los tomarán como “naturales” siendo como son
únicamente “culturales” —esto es lo que en fenomenología se denomina
técnicamente “actitud natural ingenua”. La ingenuidad natural con la que inicia
su vida cada nuevo sujeto le posibilitará —e, irremediablemente, le llevará a—
hacer suyos los prejuicios de su cultura (Pintos, 2007).
Se podría plantear que las clases populares son las que se encuentran más cercanas a
esa “actitud natural ingenua”, teniendo en cuenta que no tienen muchas posibilidades de
reflexionar sobre su propia cultura y que la asimilan de una manera incuestionable. En el
caso concreto de la “tragedia grecocaldense”, sucedieron una serie de eventos que se
pueden caracterizar como pertenecientes también a lo que se denomina “cultura básica”. En
ese sentido,
Creo que el mundo es cultural de dos maneras. En el nivel superior hay, como lo
ha mostrado Alfred Schütz, construcciones conceptuales de cosas en el sentido
común que recibimos principalmente de los contemporáneos y los predecesores
por medio del lenguaje ordinario. Más debajo de dicho nivel del lenguaje y el
pensamiento habitual, hay un nivel subconceptual al que llamo “cultura básica”.
En este nivel más profundo, la reflexión puede desvelar encuentros y los valores
y usos de las cosas en cuanto encontradas, tanto si éstas han sido captadas en las
construcciones de sentido común o no lo han sido, y tales cuestiones de cultura
básica en lo esencial se aprenden de y se comparten con los otros, individuos y
colectivos (Embree, 2011: 14).
El concepto de “cultura básica” se relaciona con los usos públicos de la ciudad y
con las relaciones sociales que se construyen en ese entorno, lo que puede generar múltiples
exploraciones temáticas concernientes con las vivencias cotidianas y las diferentes
percepciones que tienen los sectores populares en ese contexto. De esa forma, la
importancia de la cultura es incuestionable y se hace imprescindible en los entornos
urbanos, de tal manera que para Embree “ya ha empezado esta nueva etapa en la tradición
fenomenológica: la etapa de la fenomenología cultural” (Pintos, 2007). Pero Embree,
avanza un poco más en sus planteamientos sobre la fenomenología, en su sentido social
práctico, ya que para él no es “una disciplina cultural más, “sino también la fundamental
disciplina cultural específicamente práctica, toda vez que culmina en la acción” (ibíd.,
2007). El hecho de que se culmine en la acción significa un avance significativo hacia el
análisis de las prácticas sociales y de las vivencias cotidianas, ya que tratándose de la
28
cultura, se debe indagar acerca de la realidad inmediata que se vivencia para desentrañar los
diversos tipos de relaciones que se construyen socialmente. En ese sentido Embree
va identificando y desenmascarando como tal, entre otros, prejuicios tales como
el del racismo y el del clasismo, y aportando un enriquecedor análisis sobre
diferencias e interrelaciones de individuos y de grupos por su pertenencia a una
u otra generación, a un grupo étnico, a un estatus social, a un género y a una
cultura determinada (Pintos, 2007).
El fenomenólogo “no desprecia a los inventores de las teorías, pero opta por
prescindir de ellas, para lograr la libertad de pensamiento, de la que muchos filósofos y
muchos científicos han alardeado” (Fermoso, 1988-89: 131), pero también se trata de la
libertad que tiene el sujeto para observar los fenómenos de los que trata.
Dentro de los enfoques fenomenológicos, el elemento más importante en relación
con las ciencias sociales se refiere a la implementación de metodologías, que son
propuestas de reciente formulación y elaboración, por lo que se encuentran todavía en fase
de exploración. Todo esto, teniendo en cuenta que la fenomenología no puede quedarse en
una actitud de reflexión mental permanente, de tipo especulativo, sino que debe adentrarse
en un “análisis reflexivo […] no acerca de textos sino acerca de las cosas mismas”
(Embree, 2009: 166).
En sentido estricto no existe una metodología de aplicación de la fenomenología
social sino que se trata de aproximaciones, que pueden ser muy útiles en las investigaciones
urbanas. De esa manera se pueden aplicar al análisis de estudios de caso, como el que nos
ocupa, relacionado con la “tragedia grecocaldense”, mediante la observación reflexiva de
los eventos concretos que alteraron significativamente la vida cotidiana de sus habitantes.
En ese sentido los acontecimientos sucedidos en la ciudad, poseen subjetivamente muchos
significados y sentidos en el presente, que implican reflexiones profundas, entre otras,
sobre las concepciones acerca de su historia, imaginarios, tradiciones e identidades urbanas.
En necesario aclarar que la fenomenología, en sus aplicaciones metodológicas “es
sistemática en su enfoque, así como cualquier otra ciencia empírica, pero su recorte es
completamente diferente, es egológica y se centra en los procesos por los que el mundo se
configura como específicamente humano” (Dreher, 2010: 94). De esa manera, también se le
aplica rigurosidad científica, pero teniendo en cuenta que se desarrolla dentro del campo de
conocimiento de las ciencias sociales, las cuales “reclaman la categoría de cientificidad,
29
conscientes de que su metodología investigadora y su racionalidad es diferente” (Fermoso,
1988-89: 126). De esta manera se le otorga el carácter de rigurosidad a las producciones
sociales generadas desde las relaciones intersubjetivas.
El método fenoménico social pretende generar procesos de pensamiento que tiendan
hacia la objetividad, que permitan el análisis de una realidad concreta con el propósito de
generar “aproximaciones a la verdad”, partiendo del hecho de que para la fenomenología,
la noción de verdad se sustenta en un concepto amplio de razón humana, esto es,
al lado de la cognitiva incluye las esferas subjetivas del sentimiento y de la
voluntad, así como las esferas objetivas de sus correlatos (la interacción
humana, los valores éticos, jurídicos, o normas prácticas), esferas tan
categorizables como la esfera racional del conocimiento teórico (Rizo-Patrón,
2004).
En este aspecto también priman elementos de la subjetividad relacionadas con el
sentimiento y la voluntad. Respecto a la primera, se considera un elemento de primer orden
dentro de una perspectiva de las ciencias humanas que incorporan las emociones y los
sentimientos que rompen con los esquemas racionales de las ciencias clásicas modernas. En
ese sentido,
El método fenomenológico, calificado a veces de subjetivo, no es participe de la
huida de la objetividad: antes al contrario reclama la vuelta a las cosas mismas.
Quiere decirse, cuando se le atribuye la subjetividad, que solo en la consciencia
del Yo es posible recrear el mundo y conocer la realidad. En cambio, a través de
las sucesivas reducciones va purificando y desprendiéndose de las adherencias
fomentadoras de las fuentes del error. La búsqueda de objetividad, no obstante,
desautoriza al científico fenomenológico para universalizar y extrapolar sus
conclusiones, porque el marco de referencia y la interacción social, tan
importantes en las Ciencias Sociales, se difuminarían (Fermoso, 1988-89: 127).
Es un método “observacional y flexible, aplicándosele las técnicas de observación,
abandonadas en las décadas 1920-1960 y revitalizadas desde entonces” (ibíd., 1988-89:
127). Este es un elemento importante para la indagación sobre las ciudades.
Pero también es necesario avanzar hacia el campo de las significaciones y las
construcciones de sentido. En este aspecto Weeks, (1984) considera que “la comprensión
de los significados de las organizaciones y de los individuos […] se obtiene a partir de la
percepción de la interacción entre ellos y los significados que los individuos dan a su
experiencia” (Marí et al, 2010: 115). Es importante destacar que es en el campo de la
30
experiencia donde se pueden generar nuevos tipos de conocimiento y relacionamiento entre
los individuos, especialmente referidos a la cultura urbana.
La aplicación de la fenomenología a las ciencias sociales todavía se encuentra en
fase de formulación y uno de los autores que más ha trabajado en esta relación es Embree,
para el cual son fundamentales tres enfoques metodológicos: reflexivo, descriptivo, y
apreciador de la cultura.
El primer elemento o momento metodológico de la fenomenología parte de la tesis
de Embree, en el sentido de que para que un estudio sea fenomenológico se debe comenzar
por un análisis reflexivo. Esa reflexión sobre las vivencias es fundamental para detectar la
manera como los sujetos, ciudadanos ordinarios, se desenvuelven dentro de sus vidas
cotidianas. Tiene relación con los contenidos que existen en la mente con el propositivo de
que se puedan excluir todos los demás e “incluye la observación, en uno mismo y en el
grupo propio, así como en otros y en sus grupos, de encuentros de cosas y de cosas-en-
cuanto-encontradas, y también de los sujetos colectivos e individuales que encuentran
cosas” (Embree, 2011: 12). El encuentro se refiere a las relaciones sociales, lo mismo que
las elaboraciones colectivas que se realizan en función de la cultura y la identidad de los
grupos y en sus relaciones con otros. Por ese motivo, “los encuentros incluyen
concretamente, además del experienciar, componentes cuyo mejor nombre puede ser
creencias, valoraciones y quereres” (Embree, 2011: 12), como elementos fundamentales de
la cultura. En este sentido, también se exploran elementos de tipo emocional que
generalmente no son considerados como científicos, tales como los “quereres”.
De esa manera la ciudad, vista desde un acontecimiento como la “tragedia”,
constituye un escenario ideal para “encontrar cosas”, de toda clase, especialmente las que
producen las clases populares. Se trata de un proceso novedoso, que rompe con los
esquemas racionales de la investigación social y pretende “descubrir” o visibilizar las
“cosas” nuevas que contiene la realidad social.
La reflexión se refiere a un amplio campo de análisis que tiene como objetivo
[…] describir […] nuevos hechos en lugar de explicarlos […] cuando nos
volvemos del pensamiento a la reflexión, abandonamos las certezas anteriores.
Por tanto, no hay nada definido que requiera ser explicado, o incluso, que pueda
serlo. En cambio, hay hechos que antes sólo observábamos casualmente o que
quizás no observamos en absoluto, que necesitan ser examinados o re-
examinados para separar lo que es evidentemente dado en nuestra experiencia de
31
lo que es mera opinión asociada o lisa y llanamente ficción. Una vez que el
revolucionado cuestiona su anterior visión de mundo, los hechos pierden el
significado preconcebido que sus teorías previos les habían dado. Remplaza el
mundo anteriormente inteligible por experiencias desconectadas que se rehúsan
a encajar en ningún tipo de patrón, y su primera tarea es prestar cuidadosa
atención a la observación para descubrir cómo es realmente su sociedad, qué
parte de su experiencia anterior era genuino y qué era simplemente supuesto o
interpretación (Schmitt, 2009).
La reflexión significa una notable profundización en el conocimiento social, que
escapa de los esquemas racionales, inteligibles para dar paso a “experiencias
desconectadas”, donde se produce una gran variedad de fenómenos sociales complejos, que
no siempre son visibles a la ciencia, pero importantes como conocimiento de tipo popular.
En el caso de la “tragedia” de Manizales, precisamente afloraron esas clases de
conocimientos que se encontraban represados.
La base de la fenomenología social es entonces la reflexión que luego se debe
complementar con la observación, para constituir la observación reflexiva, como “una
destreza que ha de cultivarse, hace patente gran cantidad de cosas que esta taxonomía
apenas comienza a diferenciar” (Embree, 2011: 12). En este caso también es importante
saber algo sobre la reflexividad, de tal manera que el mismo Embree dice que
Uno de los elementos básicos para la implementación de la reflexión y la
observación reflexiva es la denominada reducción fenomenológica, que se refiere al “ser
humano que mira al mundo desde una actitud natural” (Schütz, 1993:128). Para Schmitt, la
reducción
nos conduce a cuestionar lo que previamente parecía evidente [...]. Esto
involucra un cambio de actitud, debemos mirar el mundo con 'ojos nuevos'.
¿Qué es exactamente esta nueva actitud que adopto al realizar la reducción
fenomenológico-trascendental? Aquí Husserl nos provee de una variedad de
frases pensadas para mostrar esta nueva actitud al lector: ya no le atribuyo
ninguna validez a la 'creencia natural en la existencia de lo que experimento';
'invalido', 'inhibo', 'descalifico' todos los compromisos con referencia a objetos
experimentados; 'yo pongo entre paréntesis el mundo objetivo'. Esta última es
una de las frases más conocidas usadas en este contexto (Schmitt, 2009).
El hecho de ver la realidad “con ojos nuevos” significa que se abren nuevas
posibilidades de reconocimiento de los saberes y conocimientos que han sido soslayados
por los poderes dominantes mediante sus diferentes mecanismos de imposición de
32
versiones oficiales de la realidad social. De todos modos también se debe reconocer que la
reducción fenomenológica explora nuevas posibilidades de acceso al conocimiento dentro
del “mundo de la vida”, pero no se aparta de posiciones estructuralistas. En ese sentido, por
ejemplo, Luckmann plantea que “las estructuras universales e invariantes del mundo de la
vida, las cuales se revelan por medio de la reducción fenomenológica, conforman una
matriz general que posibilita la extracción de conclusiones acerca de las acciones humanas”
(Dreher, 2010: 2). Pero un paso muy importante dentro de la investigación social es
reconocer la validez que se le otorga a las acciones humanas como fuentes de
conocimiento. La reducción fenomenológica pretende reducir todas las cosas que existen a
fenómenos y pone al investigador en situación de asombro e indagación permanente,
mediante la remisión a las fuentes del conocimiento directo, libre de prejuicios. Se puede
considerar que
es llamada 'trascendental' porque desvela el ego para el que todo tiene
significado y existencia. Es llamada 'fenomenológica' porque transforma el
mundo en mero fenómeno. Es llamada 'reducción' porque nos hace retroceder
(lat. reducere) a la fuente del significado y la existencia del mundo
experienciado en cuanto es experienciado al descubrir la intencionalidad
(Schmitt, 2009).
En este aspecto se debe destacar el significado de reducción como retroceder a las
fuentes del significado que en términos concretos y aplicados, se puede comprender, por
ejemplo, como estudiar la ciudad en sus significados presentes y en su manifestación
sincrónica y factual. Todo esto, retomando los significados de las experiencias de los
ciudadanos que tuvieron que padecer la llamada “tragedia” de Manizales para develar sus
significados prácticos.
El segundo elemento de la propuesta de Embree es la descriptividad. Su principal
condición está basada en las experiencias subjetivas del investigador. La descripción
comprende “la transición mental del captar las cosas reflexivamente o no reflexivamente, a
las palabras que las nombran y las caracterizan” (Embree, 2011: 12). La descriptividad
implica relacionarse con las cosas, pero también trasciende hacia los hechos de la
experiencia, que pueden ser expresados mediante el lenguaje y sus diferentes modalidades.
Por ese motivo, “la influencia beneficiosa de la filosofía, psicología y sociología del
lenguaje ha inducido a considerar a algunos fenomenólogos la vía abierta hacia la mejor
33
comprensión de las cosas mismas a través de la expresión simbólica lingüística” (Fermoso,
1988-89: 133). Las descripciones son otro amplio campo de indagación, que implican una
gran variedad de elementos de la realidad, ya que pueden ser “de esencias, de conceptos y
de cosas reales, o sea, de hechos, experienciados fictiva o seriamente” (Embree, 2011: 12).
Su principal condición está basada en las experiencias subjetivas del investigador.
La descripción también constituye un amplio campo de exploración de
conocimiento, relacionada con la interpretación, donde también cabe el análisis de textos
que constituye un objeto central de indagación sobre la “tragedia” de Manizales.
Luckmann, retomando a Schütz planteó que “la solución adecuada para los problemas
metodológicos básicos de las ciencias del hombre sólo podría hallarse en una descripción
precisa de la peculiar constitución humana del objeto de estudio de esas ciencias” (Schütz y
Luckmann, 1973:8). De esa manera se requiere la descripción pero teniendo en cuenta que
en este campo existen muchas dificultades debido a la gran cantidad de elementos de
análisis posibles.
El tercer elemento que propone Embree se refiere a que la fenomenología es
apreciadora de la cultura, teniendo en cuenta que “Occidente se diferencia de otras culturas
debido a que, en efecto, aprendió muy pronto a hacer abstracción de la cultura para obtener
naturaleza […] el mundo de la vida, originaria y concretamente, no sólo es natural sino
también socio-cultural” (Embree, 2011: 13). De esa manera se requiere que la investigación
social vuelva a trabajar la cultura en su sentido vivencial y experiencial, en búsqueda de
nuevas fuentes de conocimiento y de realizaciones prácticas.
En términos concretos la metodología fenomenológica social se desarrolla con base
en la “descripción-reflexión-valoración-acción” (Pintos, 2007). Esto significa que no se
queda sólo en el nivel de las descripciones y reflexiones sino que también plantea acciones
prácticas luego de la valoración que realiza acerca de los fenómenos estudiados.
La fenomenología tiene un amplio recorrido por los caminos de la filosofía pero al
aplicarse a las ciencias sociales cambia su naturaleza de tal manera que “esencialmente es
método, tiene principios, pero no procedimientos” (Vargas, 2012: 6). En este sentido le
otorga cabida a la creatividad recursiva en función de la obtención de datos acerca del
conocimiento empírico. La fenomenología no se puede considerar como una recopilación
ordenada de elementos sociales sino que se centra en un tema determinado, por lo que
34
“tematiza; no sistematiza […] Tematizar es “volver la atención a algo” […] la mirada se
dirige siempre en una dirección determinada. ¡Ir a las cosas mismas!” (ibíd., 2012: 9). La
fenomenología es entonces una metodología adecuada para el estudio de fenómenos
concretos en el ámbito urbano, porque es de su misma naturaleza, cambiante, líquida, que
no se deja encerrar dentro de esquemas rígidos.
Retomando todos estos elementos metodológicos se puede sintetizar que la presente
investigación se realiza mediante un relato de observación reflexivo, que luego se
complementará con una propuesta de acción para la construcción de la ciudadanía cultural
como fase práctica.
De esa manera se puede concluir que la metodología fenomenológica, aplicada a las
ciencias sociales se puede concebir como una aventura del conocimiento, creativa,
despojada de requerimientos y de imposiciones “externas” a ella misma, que no tiene una
ruta formal trazada, lo que pueden generar muchas elaboraciones de conocimiento con
elementos sorpresivos, contingentes, importantes para la determinación de nuevas
realidades. En ese sentido, sus aplicaciones le permiten gozar de mucha libertad para
realizar sus indagaciones subjetivas e intersubjetivas.
1.2 CONOCIMIENTO LOCALIZADO DESDE AMÉRICA LATINA.
La propuesta general de investigación se basa en aplicaciones de la fenomenología
social, de carácter exploratorio, mediante observaciones reflexivas. Pero también se
complementan con enfoques epistémicos generados en América Latina, para logar un tipo
de estudio de carácter contextualizado y localizado. Se trata de propuestas asentadas en la
variada y rica realidad cultural de esta parte del continente, que involucran a las
comunidades y las hace participes, tanto de sus pretensiones políticas, como de la
generación de sus propios destinos.
En este aspecto es importante, la contribución que realiza la Educación Popular,
mediante metodologías participativas y de sistematización de experiencias, que se
convierten en herramientas eficaces para la autorreflexión de las comunidades, generadoras
de procesos de conocimiento y acción. Además, contribuyen decisivamente a las
expresiones sociales de la observación reflexiva como base de la epistemología social. De
35
esa manera, adquieren gran importancia aspectos como “la recuperación del saber mediante
los relatos, la forma de organizar el trabajo participativo de sistematización de las
experiencias, la manera como se pueden comunicar dentro de la comunidad y hacia el
exterior, la evaluación de las prácticas sociales y culturales y el mejoramiento de las
propias prácticas”(Carvajal, 2005: 4). Por ese motivo, la sistematización de experiencias
sigue teniendo validez, porque
“se trata de un proceso de reflexión e interpretación crítica sobre la práctica y
desde la práctica, que se realiza con base en la reconstrucción y ordenamiento de
los factores objetivos y subjetivos que han intervenido en esa experiencia, para
extraer aprendizajes y compartirlos” (Jara, 2010).
La sistematización de experiencias, de esa manera, no se puede convertir en una
“receta”, válida para todo momento y contexto, sino que se utiliza como una herramienta de
recolección y análisis de información que genera procesos de autorreflexión y revaloración
de conocimientos producidos localmente. En este aspecto, contribuye a “recrear las
prácticas de los movimientos sociales y a renovar la producción teórica de las ciencias
sociales, desde la experiencia cotidiana de los pueblos de América Latina” (Jara, 1994). De
esa forma, se pretende establecer unas bases firmes para la generación de nuevos
conocimientos localizados y descolonizados. El ideal es que cada comunidad establezca sus
propios principios y criterios de generación de conocimientos, basados en sus tradiciones
culturales y vivencias prácticas, sin desconocer la existencia de otras formas de concebir la
realidad social desde la mirada de otras culturas y desde la multidisciplinariedad. Todo
esto, desde perspectivas críticas y cuestionadoras, aplicables a los contextos populares
latinoamericanos.
Como se puede constatar, la sistematización de experiencias tiene como base las
prácticas sociales críticas, ya reconocidas como fuentes de conocimiento. Pero es necesario
retomarlas, mediante observaciones reflexivas, que actúan como elementos de análisis para
visualizar conflictos encubiertos y contribuir a la generación de cambios sociales. La
mirada al interior de las prácticas críticas es fundamental, tanto para la producción de
conocimiento, como para la reflexión comunitaria, mediante el abordaje de experiencias
significativas y discusiones sobre las mismas, que enriquecen a sus integrantes para la toma
de decisiones democráticas.
36
En el caso de América Latina, uno de los aportes alternativos, bastante interesante y
complementario a la fenomenología social, es el pensamiento heterológico de Brower, que
utiliza “lógicas flexibles e informales, cuyo objetivo tiene que ver con la comprensión de la
multiplicidad de manifestaciones culturales y su vinculación con el mundo-hogar en el que
estas se expresan como un haz de líneas de sentido en fuga permanente” (Brower, 2008).
Esto significa que hay muchos elementos culturales que están en trance de ser
“descubiertos” y comunicados hacia el exterior. El “mundo-hogar”, por su parte, se puede
relacionar con el “estar siendo” (Kusch) y con las propuestas de los ECL que reivindican
los lugares concretos y las localizaciones. El pensamiento heterológico también genera
propuestas críticas, agregando elementos culturales contextuales al estudio de los
fenómenos sociales. De esa manera, se basa en la “capacidad de producir sistemas de
significación simbólicos y de interpretarlos, mediante acciones cognitivas que superan,
desbordan y eventualmente contradicen el aparato-dispositivo logocéntrico construido a
partir de los sistemas culturales hegemónicos europeos” (Brower, 2008). De esta manera se
identifica con posiciones decoloniales, para reivindicar un campo epistémico construido
desde Latinoamérica. También se trata de una propuesta que se desarrolla a partir de la
crítica radical a la lingüística convencional, para explorar otros caminos de interpretación.
En ese sentido propone que es necesario construir otros procesos significativos, tales como
una “semiosis que sólo puede ser comprendida desde una antisemiología, que tensione y
finalmente destruya las taxonomías sígnicas propias de una tradición heurística y
hermenéutica que vuelve estático el inaprensible fenómeno del sentido producido e
interpretado” (Brower, 2008). En ese contexto también se relaciona con la semiopraxis
popular de Grosso, “devolviendo la cuestión del sentido a las luchas en la pre-comprensión
semiológica (no “lingüística”) del lenguaje” (Grosso, 2007: 37). En ese sentido, el
pensamiento heterológico tiende hacia la búsqueda de realidades cognitivas que trascienden
las diversas modalidades del lenguaje, concebidas como formas privilegiadas de
sometimiento. También, al igual que la semiopraxis popular “enfrenta a la Ciencia Social a
un reconocimiento dialógico más amplio de los lugares de enunciación y las interacciones
discursivas” (Grosso, 2009c: 1), lo cual implica la ampliación de los lugares epistémicos
tradicionales de las ciencias sociales clásicas.
37
La semiopraxis popular (Grosso, 2009a: 8) es una propuesta planteada desde
Latinoamérica a partir de algunos aportes del pensamiento crítico marxiano con el
formalismo, la fenomenología y la semiología franceses (Barthes; Kristeva; Foucault;
Derrida; Bourdieu; De Certeau), como así también la semiología política de las culturas
populares de Mijail Bajtin, el “materialismo cultural” de Raymond Williams, la “economía
moral” de E. P. Thompson y la “geocultura” fenomenológico-hermenéutica de Rodolfo
Kusch”. De igual manera trabaja sobre una “crítica del formalismo, del objetivismo, del
elitismo y del etnocentrismo” (Grosso, sf.). Todos estos elementos cuestionan desde
posiciones críticas, los soportes de las dominaciones coloniales e imperiales.
Como síntesis se puede plantear, de acuerdo con el mismo Grosso que la
Semiopraxis recupera: el énfasis marxista en una praxis crítica; la genealogía de lo
simbólico, las fuerzas corporales y la secundariedad de estilo de la sospecha, la risa y la
danza nietzscheanos; el desplazamiento de la Lingüística de la analítica formalista de la
lengua a las prácticas discursivas de significación-acción (Bajtin, Wittgenstein, Foucault,
De Certeau); el develamiento fenomenológico de la dinámica de reproducción
/transformación social y cultural operante en el “sentido común” (Schütz, Merleau-Ponty,
E.P. Thompson); la deconstrucción popular-intercultural de la enquistada hegemonía
poscolonial en las verdades primarias de las creencias y en la forma de conocimiento
dominante (Raymond Williams, Derrida, Kusch, Spivak, Guha y los Subaltern Studies)
(Grosso, 2007:35-36). Se trata de una propuesta amplía que genera nuevos horizontes a las
ciencias sociales latinoamericanas.
La semiopraxis popular, en su sentido crítico, contribuye a los procesos de
desmontaje de mecanismos de poder, mediante la búsqueda de espacios “otros” de
conocimiento, porque “se desplaza hacia esas zonas fronterizas que todo lo rodean, asolan
e invaden: todo el discurso y todos los discursos, especialmente los discursos disciplinarios
y disciplinados de las Ciencias” (Grosso, 2009: 58). Y es precisamente en estos lugares
donde se pueden originar conocimientos críticos respecto a los sistemas de poder, que
también se asocian con propuestas de los Estudios Culturales, que pretenden “cuestionar y
desafiar la lógica académica y la autoridad de una razón –y ciencia– universal y única […]
que nos ponen en un lugar siempre marginal, en los bordes y siempre en disputa” (Walsh,
38
2010: 104). Pero es precisamente en esos bordes donde se generan las fisuras por las cuales
se pueden generar procesos para desmontar los conocimientos hegemónicos.
La obra De Certeau, historiador francés, también aporta elementos analíticos en este
campo del conocimiento como “un gran esfuerzo intelectual por aunar rigor y amplitud de
miras, con el objetivo de dar cuenta de aquellas zonas de sombra que suelen pasar
desapercibidas en los discursos sociales, científicos o religiosos” (Ibíd, 2010: 12). Esas
“zonas de sombra”, igualmente generan espacios propicios para la generación de
conocimiento alternativo.
Todo esto significa que en las ciudades actuales se amplían las posibilidades de
generación de conocimiento, desde perspectivas heterópicas, no oficiales, que escapan al
control, tanto de los sistemas institucionales de conocimiento, como de los esquemas
racionales de planeación y de gestión. Se trata de generar análisis social desde lugares
epistémicos no reconocidos “oficialmente”, por la ciencia o la historia, que no
corresponden a los “lugares comunes” de la modernidad racionalista. Esto permite, ante
todo, la visibilización de “contextos otros”, donde se ubican amplios sectores sociales,
generalmente subalternizados y olvidados por la historia oficial.
En ese sentido, lo heterotópico se refiere a los “lugares otros”, no sólo territoriales
sino también epistémicos, que no son visibilizados por la cultura “oficial”, ni cubiertos por
las noticias “oficiales”, pero que forman parte de la cultura urbana. Estos elementos rompen
con los esquematismos logocéntricos, formalizadores y universalistas, y proponen la
construcción de conocimiento, a partir de una “razón antiestructural líquida que pueda
reconocer los bordes más extremos y transgresores de diversas expresiones simbólicas, así
como de penetrar en los pliegues, intersticios, fracturas y discontinuidades de dichas
expresiones simbólicas” (Brower, 2008). Estos se ubican preferencialmente en los
perímetros, los límites, los flujos, lo residual, las fronteras y los desajustes, donde se
presentan fisuras, liminalidades, extremos, bordes, entre otros. En este sentido, las miradas
otras, los espacios otros, las heterotopías, el humor, las figuras retóricas, las metáforas en
acción, y todos los elementos que rompen con el lenguaje formal, son un componente
importante de estas “matrices epistémico-prácticas” (Grosso, 2010), que son maneras de
actuar desde la perspectiva de lo popular, en función de un conocimiento “otro”.
39
Otro elemento que se debe resaltar para la construcción de conocimiento alternativo
es la importancia que tienen las localizaciones, para detectar las diferencias y las
particularidades en la construcción de identidades. Todos estos movimientos e intercambios
intensos, que se presentan dentro de la cultura urbana, le otorgan características especiales a
este ámbito, que muchas veces escapan al ojo avizor del investigador, por lo que se debe
acudir directamente a los protagonistas de los sucesos, que en este caso son los ciudadanos.
Esto, teniendo en cuenta que “la “historia” del conocimiento está marcada geo-
históricamente, geo-políticamente y geo-culturalmente; tiene valor, color y lugar “de
origen” (Walsh, 2004). Este es un elemento básico para determinar las maneras como se
asumen las diferentes perspectivas de la cultura urbana, de acuerdo con el ámbito territorial
e histórico en el que se desarrollan. En ese sentido, para la formulación de propuestas que
contribuyan a la consolidación de los ECL, lo primero que se debe establecer es su locus de
enunciación, de tal manera que deben ser localizados, anclados a un lugar histórico-
geográfico, que en este caso es el territorio denominado América Latina, mediante miradas
autorreflexivas hacia sus procesos. Todo esto justifica, por ejemplo, que los ECL sean
trabajados a partir de las experiencias vivenciales cotidianas, mediante análisis que se
generan “desde la misma realidad de lo local, rescatando los vínculos de los sujetos y las
estructuras sociales” (Castro-Gómez, 2001). En este caso, el vínculo referido a los
contextos locales, tales como los de la ciudad de Manizales.
Por estas consideraciones, los Estudios Culturales Latinoamericanos constituyen el
más importante campo alternativo de construcción de conocimiento pertinente que se puede
desarrollar en esta parte del continente. Por eso, retomando los EC, se trata de un lugar
“donde ocurre la acción social, el foco localizado e históricamente especifico, la atención
dada a las especificidades y particularidades articuladas a una coyuntura histórica
determinada” (Escoteguy, 2002: 35), desde el cual se deben producir sus propias formas de
conocimiento. Una de las instituciones pioneras en el desarrollo de los ECL es la
Universidad Andina Simón Bolívar de Ecuador y se trata de un campo epistémico que
pretende renovar enfoques de las ciencias sociales. De esa manera, se pueden considerar
como un campo de estudio que “resulta de conexiones y diálogos que procuran ser, en lo
posible, incomodantes y descolocadores, que provocan a las seguridades disciplinares (y
disciplinarias) y que pueden abrir las preguntas y renovarlas” (Portocarrero y Vich, 2010:
40
25). Esta clase de diálogos se han desarrollado en América Latina durante muchos años de
su historia anticolonial. En este aspecto, retomando los EC, se requiere para los ECL la
búsqueda de “nuevos objetos de estudio” […] (y) “renovar las visiones de los objetos
tradicionales” (Portocarrero y Vich, 2010: 31). Esto significa la implementación de
enfoques sociales novedosos y frescos, que exploren la diversidad y variedad cultural de
esta parte del continente, que constituyan como un campo epistémico bastante creativo, de
acuerdo con la realidad cultural de América Latina.
Esta propuesta de investigación sobre sectores populares en el ámbito urbano de
Manizales se enfoca desde los Estudios Culturales Latinoamericanos (ECL).
Históricamente, se pueden considerar el punto de llegada de un viaje que se inicia en
Birmingham, que pasa por los estudios literarios y latinoamericanistas en Estados Unidos y
que tratan de asentarse en América Latina, buscando su propia identidad. Por ese motivo,
más que plantear lo que son los ECL, se pretende retomar algunos elementos de los
Estudios Culturales (EC) y aplicarlos a la realidad latinoamericana, para contribuir a la
consolidación de un campo de estudio propio.
Es importante el reconocimiento a algunos autores, antecesores del pensamiento
crítico como Waman Poma y Ottobah Cugoano, que “abrieron un espacio-otro” (Mignolo,
2007: 33), desde perspectivas históricas y posiciones políticas más consecuentes. De igual
manera, se debe destacar el pensamiento producido “en los otros “Sures”, incluyendo los
que se sitúan dentro del Norte, y por intelectuales no sólo provenientes de la academia sino
también de movimientos y comunidades” (Walsh, 2010: 95-96). Pero también se requiere
asumir posiciones desde la realidad actual, respecto al pensamiento y acción de indígenas,
afrodescendientes, grupos comunitarios y “etnias otras”, lo mismo que visibilizar el
componente criollo y/o mestizo, teniendo en cuenta la presencia de estos componentes
fenotípicos de la mayoría de la población latinoamericana, donde existe una extensa
producción de conocimiento. Por ese motivo, es importante tener en cuenta sus
antecedentes, donde sobresale “la diáspora intelectual latinoamericana en la academia
estadounidense” (Szurmuk y Mckee, 2009: 18). Sin embargo, un elemento bastante crítico
de estos orígenes está relacionado con las controversias que suscita el tipo de conocimiento,
histórico y literario, que se produce desde Estados Unidos, con respecto a América Latina.
En este aspecto es notoria en los EC la “falta de evidencia empírica, de estudios cimentados
41
que en algún modo avalen sus postulados, siendo reemplazados por largas diatribas que
responden a precarias percepciones personales de los autores y su alrededor” (Auza
Garrido, sf: 10). Todo esto teniendo en cuenta que los latinoamericanos “valoran mucho
más la capacidad de las clases populares y de la cultura popular para restringir e interpretar
las ideologías hegemónicas en términos de intereses sociales de dichas clases” (Quirós,
2004). Es en estos espacios cotidianos donde se pueden detectar las desigualdades, que son
evidentes, especialmente cuando se reflexionan desde miradas vivenciales.
Es necesario especificar que los ECL se encuentran en proceso de consolidación,
especialmente en sus concepciones teóricas y metodológicas, asentadas en esta parte del
continente, lo que implica el reconocimiento de los contextos en los cuales se desarrollan.
En ese sentido, se consideran una propuesta de construcción epistémica, generada desde las
entrañas de la “América indígena y popular” (Kusch, 1973), sin restricciones de ninguna
clase en cuanto a la participación de todos los sectores subalternizados, ya sean los que
proponen las teorías clásicas o los que pueden ser considerados como alternativos. Por esos
motivos se plantea que, en general, los ECL se caracterizan como una “empresa
interdisciplinaria y multifacética enfocada en la cultura latinoamericana” (Szurmuk y
Mckee, 2009: 9).
De esa manera, se pretende consolidar campos de trabajo multi, inter, e in-
disciplinario, donde se reconozca que “pensar claro recién se da al cabo de un largo
itinerario que pasa por una penosa gestación donde de nada valen los métodos” (Kusch,
1978: 10). Esto, partiendo de la base de que no es posible tener métodos únicos para
cualquier situación concreta sino que es importante desmetodologizar para volver a
metodologizar, de acuerdo con los análisis locales, desde el enfoque de las prácticas
sociales críticas.
Los ECL constituyen entonces un amplio y dinámico campo de generación, no sólo
de conocimientos sino de prácticas, que permiten novedosos y abundantes movimientos
epistémicos y metodológicos, donde se pueden retomar los EC, para “transgredir la
hegemonía disciplinar y […] afianzar […] los asuntos de poder, las luchas de
enfrentamiento simbólico y por el control de sentidos” (Walsh, 2010: 94). De esa manera
asume un amplio campo de actuación que se compagina con la variedad de riquezas
culturales que posee América Latina. En este aspecto, los ECL poseen una amplitud
42
temática incontrovertible, de tal manera que se forman muchas fisuras y resquicios, donde
se pueden explorar lugares y “conocimientos otros”, que “deberían potenciar la práctica
transversal, el cruce archipiélago, los espacios entre e intersticiales que agujerean las
fronteras de las disciplinas y colocan brechas en el saber instituido” (Silva Echeto, 2010:
87). Estos espacios liminales constituyen una importante veta, para la construcción
epistémica de otras visiones del mundo.
Para la cabal comprensión de los ECL, es necesario deslindar campos con respecto a
otros tipos de EC y en ese sentido, Yúdice establece una diferencia entre los Cultural
Studies y los llamados Estudios Culturales Latinoamericanos, donde se presenta “el mayor
peso de las ciencias sociales y los análisis empíricos en estos últimos frente a la preferencia
de los estadounidenses por los textos” (García Canclini, 2010: 129). Este proceso se
convierte en uno de los puntales para la construcción de los ECL que surgen mediante “un
desgaste del análisis textual” (Auza Garrido, sf: 8), lo que implica un gran margen de
maniobra para las perspectivas de estudios desde las prácticas sociales críticas. Existe una
tendencia a sobredimensionar los textos escritos y subvalorar las realidades concretas, por
lo que también es necesario “ampliar la categoría de “texto” a múltiples prácticas sociales y
artefactos culturales” (Richard, 2010: 69). En las ciudades abundan estos artefactos
culturales que pueden ser objetos de indagación pertinente.
En este aspecto los análisis latinoamericanos de esta época se amplían
considerablemente con el estudio de comunidades concretas, donde se retoman los EC que
vienen de “los vínculos con la práctica social y la contestación política; y el sentido de
incomodidad con la rigidez y ensimismamiento de la academia” (Quintero, 2010: 42), pero
paradójicamente, en general, siguen conservando esta última característica, aunque la
pretensión es que se vinculen más estrechamente a los procesos comunitarios, desde las
prácticas sociales.
De esta manera, se debe partir de que los EC realicen una autocrítica que implique
el cuestionamiento de sus modos de actuar y pensar la realidad latinoamericana, para que
no sigan operando como “conocimiento ostentoso, cuyo único fin sería el atesoramiento de
conocimiento sin mayor razón que la satisfacción de la curiosidad intelectual o el
engrosamiento de las carreras académicas de sus practicantes” (Restrepo, 2010: 110). Esto
sucede en la actualidad, dentro de una gran variedad de instituciones académicas que no
43
realizan investigaciones aplicadas dentro de las comunidades, sino que apenas se dedican a
“extraer” determinados conocimientos con fines particulares. Se requiere que los EC se
puedan considerar como un “conocimiento-herramienta, situado y puntual en el forcejeo
teórico y empírico por evidenciar y transformar condiciones concretas de explotación,
dominación y sujeción” (Restrepo: 2010: 110). El concepto de “conocimiento herramienta”
remite a la construcción de campos de actuación donde se utilizan instrumentos analíticos,
tanto para conocer la realidad como para generar cambios y transformaciones en las
relaciones entre conocimiento y acciones prácticas. De igual manera se deben generar
mecanismos de acción social, que sean amplios, inclusivos, heterogéneos y participativos,
que permitan la reorganización social desde las bases, para trascender hacia acciones
políticas pertinentes.
La pretensión de los EC no es remplazar los saberes de las disciplinas tradicionales
sino presentarse como “algo que las desplaza y las emplaza a responder por el trazado de
sus fronteras y por sus criterios de reparto y selección del valor” (ibíd., 2010: 76). De esa
manera, actúan como activadores de nuevas propuestas disciplinares para la renovación de
las Ciencias Sociales, por lo que trabajan por “un desplazamiento de las tradiciones
disciplinares, como una mirada a sus fisuras, a sus resquicios” (ibíd., 2010: 40). En este
aspecto se relacionan con las propuesta heterotópicas de Brower y con la semiopraxis
popular de Grosso.
Pero es importante precisar que las temáticas que abordan los EC se asumen desde
la crítica a los objetos de estudio tradicionales de las ciencias sociales y asumen la
interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad desde adentro de su campo de estudio. En
este caso, a pesar de que poseen una amplia cobertura y relación con varias de las
disciplinas de las Ciencias Sociales, requieren mantener su autonomía como campo de
conocimiento, razón por la cual no sería adecuado convertirlos en “una nueva disciplina o
en una cerrada teoría de la cultura. Si ello ocurriera […] se perdería ese componente
liberador, dinámico, abierto y transversal que los caracteriza” (Silva Echeto, 2010: 84).
Esto es lo que les confiere una característica especial como campo de experimentación
epistémica y de creatividad reflexiva.
Uno de los atributos más importantes que tienen los EC es su amplio espectro de
aplicación desde enfoques teórico-prácticos, lo mismo que su visión crítica, teniendo en
44
cuenta que nacen de “inquietudes que se formulan de manera «indisciplinada», las rutas de
investigación, en consecuencia, requieren de una multitud de aproximaciones: etnográfica,
histórica, análisis textual, etc.” (McKee y Cabrera, 2010). Esta se constituye en una de las
grandes posibilidades analíticas por el abordaje de múltiples problemáticas sociales que
suceden en la vida cotidiana. De esa manera los EC proponen una mirada interdisciplinaria
a la sociedad, que entiende los procesos culturales como “interdependientes y no como un
fenómeno aislado” (Escoteguy, 2002: 38). Este es un paso importante para la renovación de
los estudios sobre la cultura y su integración con respecto a otros temas esenciales para los
análisis actuales de la realidad actual latinoamericana, especialmente en el ámbito urbano.
De igual manera los EC son generadores de opciones sociales críticas y
transformadoras, directamente ligados a las comunidades, donde “la transversalidad –
transdisciplinaria– permite la apertura del conocimiento y de la práctica de investigación; la
toma de posición política y su compromiso crítico; […] la desjerarquización de los saberes
y la desterritorialización de las prácticas académicas” (Silva Echeto, 2010: 87-88). Se trata
de procesos que implican las valoraciones de diferentes modalidades de prácticas sociales
críticas y reconstructivas, que constituyen alternativas de incidencia real sobre las
comunidades y factor de cambio social, a nivel de la sociedad. Por esos motivos, los EC,
pueden ser caracterizados como “espacio de encuentro entre disciplinas y proyectos
intelectuales, políticos y éticos” (Walsh, 2010: 94). Esto significa que se deben generar
procesos de colaboración entre la academia y las comunidades, que excluyan las
imposiciones de formas de conocimiento, y por el contrario se establezcan fórmulas de
retroalimentación continua, con base en los trabajos sobre las prácticas. Los EC, de esa
manera requieren trascender las prácticas intelectuales, o sea “aquello que los intelectuales
hacen/mos” (Mato, 2002: 1), muchas veces desde enfoques basados en textos, sin tener en
cuenta los contextos concretos, como ya se había señalado.
Los EC, a pesar de las innumerables críticas, siguen siendo un campo de trabajo
interdisciplinario muy interesante, con una visión bastante amplia. En ese sentido aportan
elementos significativos a la construcción de los Estudios Culturales Latinoamericanos,
como propuesta creativa y de gran proyección sociocultural y política, asentados en las
prácticas cotidianas de comunidades locales.
45
Los Estudios Culturales, también buscan nuevas perspectivas para los análisis
sociales latinoamericanos, que puedan dar cuenta de la diversidad de riquezas epistémicas
ocultas, por lo que “se ubican en las fronteras, en los intersticios y en los desajustes de la
mirada binaria, lineal y mecánica” (Silva Echeto, 2010: 84). En este sentido, se trata de
penetrar en otras racionalidades, que den cuenta de “realidades otras” para ahondar en las
prácticas de la América sometida y “desconocida” epistémicamente. Por ese motivo, se
debe “dar atención a la pluralidad de conocimientos, lógicas y racionalidades presentes
históricamente subyugadas y negadas” (Walsh, 2010: 96). Es en esa pluralidad de formas
de pensar y de hacer donde se generan mecanismos de cuestionamiento de las diferentes
expresiones del poder.
Existe también otra veta de conocimiento, relacionada con hechos históricos, bajo la
forma de elementos estratigráficos, ocultos debajo de una supuesta realidad “verdadera”,
donde es importante, escuchar las “voces bajas” y el “resurgir los afectos de los cuerpos
enterrados” (Grosso, 2008: 3). Esto configura, otra serie de pistas para indagar la realidad,
donde se destacan las voces de pensadores y luchadores por la libertad que fueron
desaparecidos, silenciados o no escuchados, pero cuyas voces siguen resonando en los
paisajes de América Latina. También Martín-Barbero, propone para este contexto que “en
éstas tierras no son acabados ni definitivos las lindes o los bordes […] no porque no los
haya o no sean reconocidos sino porque la vida social, política y cultural está
continuamente desbordándolos” (Richard, 2010: 134). Se trata de un fenómeno
posmoderno, ligado a esta época, caracterizada por las dinámicas constantes y las aperturas
de fronteras, en todos los sentidos.
De esa manera, es necesario re-cordar, buscar, esculcar, re-conocer, inventar
arqueologizar, y prospectar, nuevas formas de pensamientos y conocimientos propios, para
descifrar los elementos constitutivos de una identidad expoliada, que permitan dilucidar y
reconstruir historias que no fueron posibles de realizar en su momento. Todo esto, para
“ahondar nuestra “ciencia”, nuestro pensamiento y nuestra política, porque nos debemos
otro país, el de otras verdades, otros territorios, otras comunidades y otra justicia” (Grosso,
2008: 5). De esta manera, en el caso de América Latina se deben implementar procesos de
reconstrucción y revaloración de los componentes sociales “otros”: “lugares otros”,
“historias otras”, “lógicas otras” y “pensamientos otros”, que permitan el reconocimiento
46
de “sujetos otros”. En fin, se pretende revalorar todos esos elementos epistémicos que
subyacen a una realidad, que generalmente se presenta como extraña, para indagar en las
expresiones de los cuerpos y de las voces. En ese aspecto, también
[…] se trata de la negación de la “Historia”, una historia que rescata historias
pequeñas, historias otras, la que “brilla y alumbra en la esperanza de todos
nuestros desaparecidos y masacrados: los viejos y los recientes, ese poder de
ausencia que podrán matar pero que se abre camino desde abajo en esa
heteroglosia de espantos que pueblan la vida social de nuestras tierras
latinoamericanas poscoloniales” (Grosso, 2008).
En ese sentido, los Estudios Culturales y la semiopraxis, actúan en los márgenes, en
los límites, por lo que es importante tener en cuenta los lugares de acción de “la
semiopraxis de lo tenebroso, donde espacio-tiempos otros agencian las oblicuas y dolientes
luchas de lo posible, y renuevan la política” (Grosso, 2010a: 9). Este último es un aspecto
fundamental, desde la perspectiva decolonial, porque permite la generación de acciones
transformadoras desde las discursividades y necesidades propias.
Todos estos elementos reflexivos se relacionan con las teorías decoloniales, donde
se pretende la producción de conocimiento propio, partiendo de los márgenes, el sinsentido
y la transgresión de los estrechos marcos de la ciencia logocéntrica, desde una racionalidad
“otra”, “regida aquí por el imperio de la improvisación, la intuición y el oportunismo
respecto de los desafíos específicos que presenta la vida” (Brower, 2008). En este último
sentido, América Latina, que posee una gran riqueza y variedad cultural se presenta como
el lugar propicio para el abordaje de estás temáticas, lejanas, extrañas y propias que
contrastan radicalmente con el pensamiento moderno eurocentrista.
De esa manera, existen también diversas propuestas “decoloniales” en América
Latina, entre las que se destaca el grupo denominado de la “filosofía inculturada” al que
pertenecen, entre otros, R. Kusch, C. Cullen y J.C. Scannone. Estos autores asumen como
categoría central el “estar” que, “a diferencia del «ser», en el sentido de destacarse y
dominar, propio de la tradición occidental, señala la raíz telúrica de nuestra América
profunda y el sentido de arraigo y pertenencia a su cultura” (Marquínez Argote, sf: 73).
Este es un aporte muy importante de América Latina a la epistemología universal, teniendo
en cuanto las raíces culturales, que aún subsisten y que ya tienen una larga tradición,
aunque no reconocida suficientemente.
47
La observación reflexiva localizada, como su nombre lo indica, no se basa en
enfoques universalistas, generados mediante elaboraciones racionales, de tipo esquemático
sino que se encuentran más cerca de un “estar siendo kutscheano”, lo que le otorga ese
carácter de localizada, especialmente en el contexto latinoamericano. El filósofo Rodolfo
Kusch, a pesar de que todavía no logra el crédito intelectual que se merece, es en la
actualidad uno de los referentes fundamentales de los estudios latinoamericanos. Propone
una mirada epistémica desde el “estar siendo” (1976: 153), contrapuesta al “ser”, que ha
sido, en la tradición filosófica, la punta de lanza del pensamiento racional moderno y
eurocéntrico. El “estar siendo” se origina en los múltiples estudios que realiza Kusch en
comunidades indígenas del norte de Argentina y de Bolivia, donde concluye que el “estar
es primero que el ser”, de tal manera que se requiere primero estar para luego ser, el estar es
un prerrequisito del ser, el estar es un comienzo. En ese sentido, reconoce la condición de
existencia del estar antes que la posibilidad de pensar en ser o simplemente de ser,
calificado “como aspiración […] en el plano del estricto ser alguien” (Kusch, 1999:108).
Este último concepto que lo cataloga como la característica fundamental del ser occidental.
También el ser es cuestionado desde posiciones posmodernas, por el "parecer", que
en las corrientes psicológicas actuales se conoce como la "cultura del simulacro”
(Baudrillard, 1978). El parecer también se puede catalogar como un instrumento de
ocultamiento y de invisibilización de realidades no reconocidas, pero también permite
develar conocimientos que se encuentran en trance de aparecer.
Una de sus fuertes críticas contra el pensamiento racional moderno se centra en el
análisis del ser desde el punto de vista de las acciones y no sólo como una mera categoría
filosófica trascendental, lo que lo convierte en un eje epistémico reflexivo, generado a
partir de prácticas contextualizadas, en este caso en América Latina. Esta reflexión se
genera a partir del cuestionamiento del “pienso, luego existo” de Descartes, que Kusch lo
interpreta como “existo, luego pienso”, que es la inversión de-colonial” (Maldonado, 2007:
193). El estar y el existir son entonces predecesores del ser y del pensar, lo que genera
nuevas posibilidades de pensamiento localizado, con pretensiones decoloniales. El “estar”,
de esa manera posee “desde el punto de vista fenomenológico, una inusitada riqueza”
(Kusch, 1973: 13), aplicable al tipo de pensamiento de los pueblos latinoamericanos, desde
las acciones, prácticas y maneras de hacer, ya que no se relacionan con “creación sino con
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instalación” (Kusch, 1978: 90). Esto implica realizar análisis desde lugares arraigados,
donde se realizan acciones de echar raíces, establecer “polos a tierra”, aterrizar, volver a la
tierra y re-conocerla, mediante miradas críticas que indaguen sobre los conocimientos que
se asientan en sus suelos. En ese sentido, la propuesta de Kusch, para la generación de
conocimiento pretende “anclar” los procesos, donde “su aparato reflexivo emerge desde
una perspectiva a ras de suelo” (Brower, 2008). De esa manera, se reconoce el trabajo de
grandes masas de población que laboran la tierra, que tienen contacto directo con el suelo y
desde allí construyen sus propias formas de indagar acerca de la realidad social, en este
caso la latinoamericana. En este aspecto son fundamentales las localizaciones territoriales,
como expresión del “estar siendo”, pero desde el reconocimiento de toda la magnitud
creativa que implican. En este aspecto es importante destacar, por ejemplo, el arraigo, como
elemento esencial para la construcción de identidad de diversas comunidades, entendido
por Weil, como “la necesidad más importante y al mismo tiempo más desconocida del ser
humano [planteando además que] el desarraigo, es a la larga, la peor enfermedad de las
comunidades humanas” (De Lucas, 1996: 35). El arraigo se considera uno de los elementos
primigenios de la conformación social de los seres humanos, que sigue siendo importante
en el caso de América Latina, ya que significa un “domicilio existencial, una zona de
habitualidad en la cual uno se siente seguro” (Kusch, 1978: 14). En el presente de muchas
comunidades planetarias el arraigo también alude a una búsqueda de seguridad, dentro de
una sociedad caracterizada por las incertidumbres y los cambios constantes. Todo esto se
expresa en la vivencia cotidiana y en las valoraciones simbólicas de las luchas indígenas
latinoamericanas, que aluden al arraigo como consigna vital para la subsistencia, tanto para
los individuos como para las comunidades. De esa manera, históricamente se presentan
oscilaciones continuas y permanentes entre el arraigo y el desarraigo, representadas
mediante las configuraciones de posesiones, despojos y conflictos por la tierra, que
subsisten a pesar de las virtualizaciones posmodernas que insisten en la subvaloración de
los aspectos territoriales clásicos.
Estos elementos analíticos implican la apreciación del planeta tierra como gestor de
vida y como esencia del “estar”, porque supone “regresar además a la conciencia natural y,
por consiguiente, implica un nuevo comienzo” (Kusch, 1978: 106). Este nuevo comienzo,
se genera a partir del reconocimiento de lo que se tiene y de lo que se siente, ubicado sobre
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un lugar seguro, al servicio de lo humano, pero también resguardado por dioses e historias
tradicionales. Por ese motivo es necesario también, buscar otro espacio-tiempo,
representado por el “suelo crítico bajo nuestros pies” (Grosso, 2008: 6). Ese suelo crítico,
componente de la madre tierra, la pacha mama, con toda su amplia variedad de
sentimientos, emociones, significaciones y elementos trasformadores de las realidades
opresivas.
También Kusch destaca las indagaciones constantes que realiza acerca de la
construcción de un sujeto de conocimiento latinoamericano, “inserto como protagonista en
el conato por la existencia” (Kusch, 2008). Este es un aspecto fundamental para la
construcción de conocimiento pertinente en América Latina que implica, no sólo revalorar
los contextos locales, sino ante todo, reconocer al sujeto latinoamericano con todas sus
connotaciones contextuales históricas y epistémicas. En este aspecto es importante la
valoración del “discurso de una cultura que encuentra su sujeto” (Kusch, 1976: 123). Este
último se debe buscar mediante la reivindicación de varios clases de pensamiento de tipo
popular, como el indígena, el afrodescendiente o el “criollo” (o mestizo). Todo esto implica
el rompimiento de esquemas estructurales hegemónicos y sobre todo, el reconocimiento de
la existencia de multitudes de hombres ordinarios, que son subalternizados y que luchan
cotidianamente por la subsistencia, especialmente en los abigarrados contextos urbanos. La
localización implica también reivindicar un tipo de hombre y de mujer, ordinarios, no en el
sentido de burdos, sino de seres “comunes y corrientes”, de pensamiento “débil”, “anclado”
a sus cuerpos y sus tierras, en busca de un sentido peculiar de vida.
Para analizar estas temáticas, América Latina requiere incorporar nuevas
metodologías de indagación sobre su propia realidad, que no sólo cuestionen las “verdades”
tradicionales, sino también le impriman una gran dosis de creatividad, expresada desde la
diversidad cultural existente en esta parte del continente. De igual manera, se deben
implementar acciones críticas y transformadoras, pletóricas de acciones no planificadas,
porque “indagar la vida cotidiana para traducirla al pensamiento constituye una aventura
peligrosa, ya que es preciso […] incurrir en la grave falta de contradecir los esquemas a los
cuales estamos apegados” (Kusch, 1973: 15-16). No es una tarea fácil el desmontaje de
esos esquemas de dominación, muchos de los cuales ya se han “petrificado” con el tiempo,
50
pero se pueden derruir lentamente mediante un trabajo constante por parte de las
comunidades afectadas, desde sus prácticas cotidianas.
Es necesario reconocer que las propuestas de construcción de una filosofía
Latinoamericana, en sus aspectos epistemológicos y metodológicos, no tienen la pretensión
de “negar la filosofía occidental, pero sí de buscar un planteo más próximo a nuestra vida”
(Kusch, 1973: 14). Ese planteo, necesariamente hay que buscarlo en las raíces
latinoamericanas, que implica, tanto la valoración de las esencias históricas tradicionales
como de las complejas realidades actuales. En ese sentido, se trata también de “recoger un
diálogo crítico”, entre el “pensamiento social occidental y latinoamericano”, con “los
saberes sociales y etnoculturales de las comunidades, movimientos y organizaciones
sociales en sus luchas y resistencias” (Grosso, 2009a: 8). Esta se presenta como una ardua
tarea donde se pueden valorar la variedad de cosmovisiones que atraviesan en la actualidad
la vida de las comunidades latinoamericanas. Pero esto a partir del hecho de que “sin raíces
no se puede vivir pero muchas raíces impiden caminar”, tal como lo plantea el antropólogo
Edward Delgado.
Y es precisamente en estos procesos donde se condensa la propuesta epistémica de
la “filosofía latinoamericana”, partiendo del rescate de un pensamiento propio, sin caer en
esencialismos, folklorismos, ni exaltación gratuita de lo popular. De esa manera, “los que
realizan el gesto creativo de conocimiento y rompen nuevos campos de acción son esos
―”otros” que agencian con su violentación otras maneras de conocer de una semiopraxis
crítica (Grosso, 2010: 22). Los nuevos campos de acción nacen de las prácticas sociales
críticas y comunitarias, caracterizadas por la creatividad en sus a acciones cotidianas, en las
cuales, los pueblos sometidos se convierten en maestros de la improvisación. Atentos
siempre a salirse de los esquemas prefigurados, de las ideas preconcebidas, prestos a darle
rienda suelta a sus emociones y sentimientos represados.
En este sentido América Latina se convierte en un lugar de renovación teórica y
epistemológica dentro de la ciencias sociales, a partir del reconocimiento de sus
particularidades, la reivindicación de las “historias otras” y la búsqueda de canales de
expresión propios. Esto se puede se expresar en el estudio de caso de Manizales
denominado la “tragedia grecocaldense”, que puede convertirse en un ejemplo en ese
aspecto. El variado campo cultural latinoamericano, puede ser una importante veta de
51
conocimiento social, teniendo presente que “en aquellas artes populares está la historia otra,
que no sabemos escuchar y que a fuerza de “ciencia”, “intelectualidad” y “conocimiento”
silenciamos, bloqueamos y ponemos bajo control” (Grosso, 2008). Por ese motivo, la
semiopraxis popular pretende ahondar en la construcción de nuevas relaciones culturales,
dándole curso a la creatividad y a las expresiones de los cuerpos, mediante las prácticas y
las artes de hacer.
Además, se deben generar espacios donde lo más importante sea la búsqueda, y
donde prime la aventura y la exploración. Se pretende entonces identificar esos lugares
epistémicos “otros”, que permitan asumir posiciones políticas, liberadoras y
transformadores, mediante la crítica de los lugares tradicionales que hegemonizan, donde
“la razón socio-lógica no alcanza para estos contextos que ella misma colonizó” (Grosso,
sf.a: 13). Se trata de esos lugares, que en términos de Mignolo, pertenecen, al “lado oscuro
de la modernidad” (Castro-Gómez, 2005: 74), detrás del cual se han escondido grandes
segmentos de la historia universal, que es necesario visibilizar.
También es importante mencionar la contribución que hacen otros autores, aunque
no sean latinoamericanos, a la construcción de campos de conocimientos alternativos. En
este aspecto, por ejemplo, Bourdieu propone que "para llegar a ver y a decir un poco del
mundo tal cual es, hay que aceptar estar siempre en lo complicado, lo confuso, lo impuro,
lo vago, etc., e ir de este modo contra la idea común del rigor intelectual" (2005: 64). El
mismo Bourdieu, también pretende transgredir los límites en los que se genera el
conocimiento cuando se refiere a los juegos sociales, que son un “arte de jugar con los
equívocos, los sobreentendidos y los dobles sentidos de la simbólica corporal o verbal que
es necesario poseer” (1991: 138). En estos lenguajes “otros” se encuentran muchas claves
de conocimiento que hay que descifrar. Guha, de igual manera, aporta elementos respecto a
la posición del subalterno, que […] “emerge en dicotomías estructurales inesperadas; en las
fisuras que dejan las formas hegemónicas y jerárquicas” (Castro-Gómez y Mendieta, 1998:
71). Un vez más se recalca la importancia de los lugares heterotópicos, para ubicar fuentes
de conocimiento alternativo y crítico.
Uno de los aspectos más importantes para la construcción de perspectivas críticas en
América latina es el abordaje de la investigación social desde las prácticas sociales. Pero
hay que advertir que al interior de la epistemología clásica las prácticas generalmente han
52
sido relegadas como modalidades de conocimiento válido. Esto es debido a que la
producción de conocimiento en la sociedad occidental moderna funciona a partir de
elaboraciones mentales, racionales y teóricas, con pretensión de universalidad. Esto impide
que las prácticas sean consideradas como modalidades de conocimiento reconocidas, ya
que “no es fácil hablar de la práctica excepto de manera negativa; y sobre todo, de la
práctica en lo que aparentemente tiene de más mecánico, de más opuesto a la lógica del
pensamiento y del discurso” (Bourdieu, 1991: 137). Esta oposición que no necesariamente
implica una consecuencia negativa, debería ser revisada en términos de diversas opciones
de conocimiento.
Por estos motivos, más que definir lo que son las prácticas, se pretende reunir
algunos elementos conceptuales ubicados dentro del campo epistémico en el que estas se
desenvuelven a nivel social. De esa manera se pretende recoger y describir algunos
elementos reflexivos sobre prácticas sociales, propuestos por autores como Michel de
Certeau, Michel Foucault, Pierre Bourdieu, Roger Chartier, Rodolfo Kusch y José Luis
Grosso, entre otros. Se trata de diversas visiones sobre las prácticas, donde se presentan
posturas complementarias pero también divergentes. En este sentido por ejemplo, De
Certeau arremete contra Foucault y Bourdieu, acusándolos de caer en una “fragmentación
etnológica”. Esto se expresa, por una parte en los procedimientos “panópticos”, aislados en
una multitud, en el caso de Foucault; y por otra en la utilización de “estrategias” por
Bourdieu, localizadas en los bearneses y los cabileños, que “convierten prácticas aisladas,
afásicas y secretas en las piezas maestras de las teorías” (De Certeau, 1996: 115). A partir
de allí, se afirma el lugar epistemológico desde el que este autor pretende trabajar sobre las
prácticas, aunque sin la intención de construir una semiótica, sino de esbozar los elementos
de “una teoría de las prácticas cotidianas” (1996, XXI), relacionadas con maneras de hacer
y los usos de esas mismas prácticas. Para De Certeau, es importante señalar la diferencia
que existe entre sociedades demasiado esquematizadas por la influencia de la razón,
respecto a las que se caracterizan por su activismo y sus prácticas, en las cuales “el ser se
mide por el hacer” (1996:151), que se relaciona la propuesta de Kusch del “estar siendo” y
su insistencia sobre la importancia de las prácticas. De esa manera también Kusch y Grosso
fundamentan sus propuestas sobre las prácticas críticas en la potencialidad que tienen para
generar conocimientos localizados y des-univerzalizados, lo mismo que reivindicar el
53
derecho al disenso, a la rebelión del pensamiento y a la necesidad de reconocimiento de las
clases subalternizadas, en el contexto de América Latina, a partir de posiciones
decoloniales.
Todo esto se relaciona con las actividades que desarrollan cotidianamente muchos
ciudadanos que no se guían estrictamente por las lógicas del pensamiento moderno
occidental, sino que mediante las prácticas pueden tener acceso a otras visiones de la
realidad. Por ese motivo,
las prácticas transcurren siempre de manera azarosa, no previsible ni encasillable
en los parámetros del análisis denominado científico. La ciencia positiva trabaja
sobre la base de la verificación de regularidades y la sistematización de las
mismas, para obtener conclusiones. Pero más allá de estas, la necesidad de
encontrar alternativas hace que el ser humano saltee permanentemente tales
barreras haciendo ingresar en el escenario posibilidades laterales de la realidad,
nunca antes previstas o imaginadas (Uranga, 2001: 2).
El uso de las prácticas sirve para liberar fuerzas ocultas, especialmente en los
estratos bajos de la sociedad, que les permiten generar formas de lucha diferentes, inéditas,
no calculadas, espontáneas, “propias”, mediante mecanismos transgresores del lenguaje, las
acciones y los comportamientos. Estos son algunos de los motivos que explican el hecho de
que esta investigación, surgida de los acontecimientos conocidos como la “tragedia
grecocaldense” en Manizales, con su variada gama de acciones que trascendieron las
perspectivas propias de la ciudad letrada y moderna, se realice a partir de las prácticas
sociales críticas.
Las prácticas sociales son un campo de conocimiento bastante utilizado por los
analistas sociales, a pesar de que su uso metodológico es relativamente reciente, ya que se
remonta a los años ochenta del siglo XX. Se presentan como una tendencia mucho más
amplia, que “parte de asumir los tópicos de la práctica, la acción, la experiencia y el
performance” (Torres Guillén, 2011: 50). De esa manera, el estudio de las prácticas se
convierte en una tendencia novedosa para los análisis sociales, donde la verdad se
construye, como “expresión de prácticas sociales concretas dotadoras de sentido de una
realidad cuyo significado, […] sólo se produce por medio de dichas prácticas y dentro de
un consenso” (Rorty, 1996: 28). Es dentro de los consensos surgidos en las comunidades
54
donde se puede destacar el importante papel que cumplen las prácticas para el
conocimiento de la cultura urbana.
El relato es una de las metodologías predilectas para extraer conocimiento
pertinente desde las perspectivas de las prácticas y las maneras de hacer, porque permite
adentrarse en las actividades que realizan los ciudadanos en su cotidianeidad.
Dentro de las Ciencias sociales, la narrativa, es considerada como la especialidad
literaria que se dedica a contar historias, eventos y sucesos mediante modalidades como el
cuento, la novela, la leyenda y el mito. Pero esta modalidad literaria adquiere gran
importancia, a través del relato de vida de corte social, que no sólo se puede considerar
como una metodología sino también como una forma de conocimiento, cada vez más
importancia. El relato, en este aspecto, ha logrado su reconocimiento como instrumento de
indagación social, debido a que se refiere a hechos protagonizados por unos personajes,
ubicados dentro de unas coordenadas de espacio y tiempo muy específicas, combinados con
descripciones del entorno. El relato penetra profundamente en actividades que no se han
considerado muy importantes, ni para la historia, ni para la ciencia, porque pertenecen al
ámbito de lo pequeño, cercano y privado.
Por todos esos motivos, McEwan ve a la narrativa como "la forma propia para
caracterizar las acciones humanas" (Bolívar, 2002). Esto le otorga a los relatos su
calificativo como la forma expresiva que más se ajusta a las actividades cotidianas,
mediante el abordaje de “rutinas, momentos de acción, instancias de trabajo, experiencias y
actividades” (De Angelis y Sarlé, 2009). Es en estos contextos donde comienzan a tener
sentido las práctica sociales.
Los relatos son un instrumento técnico utilizado, tanto en antropología como en
sociología y uno de los primeros autores que los utilizó como metodología de investigación
social fue Oscar Lewis, de la Escuela de Chicago, en las primeras décadas del siglo XX,
“quien dio voz a los pobres y divulgó esas vidas a partir del discurso oral de los sujetos, sin
mediaciones conceptuales o disciplinares” (González Monteagudo, 2007). En este sentido,
destaca aspectos novedosos de un sujeto popular, que es estudiado en su vida cotidiana,
mediante historias espontáneas e improvisadas que construye sobre sus vivencias
inmediatas.
55
Después de la segunda guerra mundial los relatos entran en desuso, por el auge de
los métodos cuantitativos y de las encuestas, en detrimento de la observación y la
teorización. Pero, con los movimientos sociales de los años 60 se inicia una nueva fase de
surgimiento de los relatos de vida, debido a la presión social sobre los enfoques
cientificistas que monopolizaban la producción de conocimiento. A partir de ese momento,
el relato comienza a penetrar en los lugares recónditos de la historia y de las memorias
colectivas, donde generalmente no accede el “conocimiento oficial”, sino que se constituye
en “un espacio para “darle voz” a lo inédito, a lo silenciado, a lo aún no descrito (De
Angelis y Sarlé, 2009). En ese sentido, los relatos constituyen modalidades de análisis
social novedosas y creativas, que se adentran en formas de conocimiento, construido desde
“racionalidades otras”, denegadas, ocultadas e invisibilizados por la modernidad, mediante
“prácticas sociales arriesgadas y contingentes” (De Certeau, 1996: 137). Esto permite la
exploración de la realidad desde múltiples perspectivas que contribuyen a visibilizar los
conocimientos no revelados por la historia “oficial”.
Para la construcción de un pensamiento latinoamericano es importante la
revaloración de los relatos, como instrumentos para el reconocimiento de la historia propia,
como construcción desde el sí mismo y no como copia o imposición de formas de ser desde
el “otro dominante”, donde se asume “toda la paradoja del vivir mismo” (Kusch, 1978:
146). Esto implica recoger y revalorar historias que cotidianamente pugnan por
manifestarse y expresarse, por lo que es preciso salir a buscarlas en todos los espacios
“otros” donde sean susceptibles de manifestarse porque “están allí afuera”….y las hacen
“con sus lenguas, con sus rituales, con sus relatos, con sus creencias, con su música y con
su danza”, poniendo el cuerpo” (Grosso, 2008: 4). Por ese motivo, en América Latina
existen diversas modalidades de valoración de las manifestaciones culturales, festivas,
cotidianas, especialmente en las clases populares, donde se expresan las voces y los
cuerpos, mediante sus innumerables riquezas expresivas. Por ese motivo es fundamental
tratar de penetrar en lo profundo de esas historias “otras” del continente, mediante la
observación de costumbres y rituales, donde lo humano “sólo puede connotarse como
práctica, o sea como un operar incesante” (ibíd., 1978:11), donde es esencial la mirada bajo
social hacia lo cotidiano y la sistematización de sus experiencias.
56
Los relatos, por su parte, también constituyen una herramienta metodológica
esencial para la consolidación de unas ciencias sociales alternativas, ya que implican el
reconocimiento de comunidades olvidadas, donde se les otorga “voz a los vencidos y los
dominados (campesinos, obreros, mujeres y todas las formas de minorías” (Jiménez, 1978).
En este aspecto, favorecen la construcción de conocimiento “no oficial”, porque penetran
en espacios “otros” e historias “otras”, donde se pueden reconocer saberes “otros”,
tradicionalmente vedados por la visión cientificista. El relato produce un tipo de
conocimiento no racional, ni esquematizado sino más bien improvisado y oculto, y “sus
relaciones no están pensadas y forman, por eso, un conjunto simbólico. Se articulan por
medio de lagunas” (ibíd., 1996: 120). Y es en esas lagunas donde se pueden explorar las
cosas no dichas, las historias no contadas y las experiencias no compartidas que forman
parte del rico mundo urbano. Desde este punto de vista, dentro del relato también se
privilegia una “lógica de la ambigüedad” (ibíd., 1996: 140), que escapa de todo control y
orden, característicos de la ciudad modélica, dando paso a una ciudad que transcurre
constantemente, formada por fragmentos. De ese modo, los relatos de vida sirven como “un
pretexto para describir un universo social desconocido” (Bertaux sf.), que contribuye al
reconocimiento de historias y conocimientos “otros”. De esa manera, el relato se convierte
en “delincuente” […] si tiene como especificidad vivir no al margen sino en los intersticios
de los códigos que desbarata y desplaza, si se caracteriza por el privilegio del recorrido
sobre el estado” (ibíd., 1996: 142). También los relatos, mediante sus mecanismos propios
relacionados con la renovación constante se constituyen en un “vagabundeo” de la
semántica” (De Certeau, 1996: 115). Esto permite que la ciudad sea leída mediante una
hermenéutica social, liberada de esquemas racionales, más cercanos a la errancia, no sólo
de los cuerpos sino de las mentes, donde se prefiguran otras opciones de conocimiento
sobre lo urbano. Por estos motivos, el relato constituye la técnica más adecuada para narrar
la vida urbana, porque al estilo de esta, están formados por fragmentos, que son dinámicos,
donde siempre se presenta lo inesperado y lo contingente. De esa manera, el relato tiene la
característica de no ser aprehensible, de no dejarse modelar ni encasillar, por lo tanto tiene
la función de “autorizar el establecimiento, el desplazamiento o el rebase de límites” (De
Certeau, 1996: 136), que lo convierte en un mecanismo epistémico en constante dinámica
creativa.
57
Además, los relatos contribuyen a develar acciones sociales que tradicionalmente
han sido encubiertas por la historia o que escapan del ojo avizor de la razón, de los
investigadores y de las instituciones. Por ese motivo, se les reconoce también un gran
potencial epistémico, que contribuye a desmontar historias con intenciones colonialistas y
romper con esquemas institucionalizados y de conocimientos hegemónicos, donde prima la
libertad de interpretaciones, no académicas, intelectuales o institucionales.
El mundo se ha constituido a través de grandes relatos que tratan de explicar la
realidad social, desde los mitos de origen de los grupos humanos hasta los pequeños
detalles de la vida cotidiana, derivados de las ideas religiosas, la historia, la política y la
ciencia, entre otras. En este aspecto, los relatos implican situaciones expresivas que
transgreden los estrechos marcos de la razón y del conocimiento científico, basados en la
precisión, la medida y la “verdad”, mediante discursos con pretensiones universales y
atemporales. Este aspecto de los relatos, aparentemente cuestiona su validez científica, pero
Hayden White afirma que “tanto la historiografía como la literatura son relatos de
ficción, no sólo porque en ambos casos el historiador o el narrador escoge qué incluir y qué
excluir de tales relatos, sino porque el sistema discurso de ambos es el mismo” (Puñales
Alpízar, 2008). Este constituye un punto de vista interesante que rompe con la separación
que instaura la modernidad entre la historia y los relatos, a pesar de que los dos tipos de
narración tienen orígenes comunes. En este aspecto es importante destacar que
paradójicamente, se tiende a olvidar conscientemente, que las ciencias surgen a partir de
relatos, por lo que en el origen de los principales conceptos del pensamiento sociológico
“hay una experiencia humana primero vivida, y luego reflexionada, ya sea personal o muy
cercana” (Bertaux, 1999: 17). Y es en esa reflexión donde las comunidades trazan sus
perspectivas de acción a partir de las experiencias propias.
La semiopraxis popular también es una propuesta alternativa, que pretende
transformaciones sociales, mediante “una acción social crítica, por medio de “un operar, de
un gesto-que-hace-sentido” (Grosso, 2010: 20). Por ese motivo es una categoría de análisis
social amplia, que indaga en lugares otros y pretende generar transformaciones desde
posiciones críticas, mediante el recurso a las prácticas.
La semiopraxis popular es un campo de indagación bastante amplio sobre la
realidad latinoamericana desde un punto de vista crítico, debido a que es un lugar
58
geográfico donde se han expresan diversas formas de dominación. En ese aspecto
“reconoce que las formaciones hegemónicas colonial y nacional y sus discursos
logocéntricos, en América Latina, han hundido en los cuerpos, pliegue sobre pliegue,
identidades hechas en la descalificación, estratificación, borramiento y negación” (Grosso,
2007: 3). Estas son manifestaciones de poder hegemónico que no han desaparecido sino
que por el contrario se fortalecen y mutan dentro de nuevas estrategias de control.
Entre algunos de sus elementos constitutivos parte de una concepción determinada
acerca del conocimiento, su génesis y sus prácticas, relacionados con las formas de
manifestación del poder-saber. Constituye también una propuesta crítica hacia las ciencias
sociales y humanas, pero en especial respecto a las concepciones sobre la lingüística
clásica.
Por todo esto, se pretende que la Ciencia Social “se abra a un reconocimiento
dialógico más amplio de los lugares de enunciación y las interacciones discursivas”
(Grosso, 2009c). Esta es una manera de reconocer la existencia de amplios sectores
sociales invisibilizados, de los cuales se deben escuchar sus voces, especialmente las que
tratan de expresarse en el ámbito urbano.
También, es importante reconocer los aporte disciplinarios, en este caso de la
antropología urbana, que trata asuntos acerca de lo “inestable, de lo no estructurado”
(Delgado, 1999: 12), donde se deben reconocer ante todo, las constantes dinámicas urbanas.
Por último es necesario resaltar que Embree, uno de los epistemólogos sociales más
importantes del presente, reivindica las relaciones epistémicas que existen entre esta campo
de estudios y la investigación antropológica, a pesar de que no se ha desarrollado
adecuadamente. Por ese motivo propone que se le debería dar el título de
“etnofenomenología” a una serie de investigaciones “en torno a grupos que difieren entre sí
en cuanto al lenguaje, la raza, la religión, la política, la historia, etc. dentro de una
sociedad” (2009: 167). Se trata de una propuesta interesante que vincula una visión de la
filosofía práctica con los numerosos aportes que hace la antropología al estudio de las
sociedades humanas. También es importante el acercamiento de la fenomenología social a
los Estudios Culturales Latinoamericanos. En estos aspectos podrían ser bastante benéficas
estas alianzas disciplinares y metodológicas. Por todo esto, Latinoamérica constituye un
campo de investigación social bastante interesante debido a la diversidad, tanto cultural
59
como de problemáticas sociales, por lo que Embree, afirma que “parece haber diferencias y
relaciones complejas entre los pueblos criollos, mestizos e indígenas, acerca de las cuales
tengo mucha curiosidad” (Embree, 2009: 167). Esta afirmación reconoce el gran campo de
exploración metodológica que existe y que se podría consolidar desde la fenomenología
social.
1.3 TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN
Teniendo en cuenta que es un trabajo con una metodología de tipo exploratorio, se
utilizaron varias técnicas que permiten captar información acerca de las prácticas de uso de
la ciudad, pero se privilegian las siguientes:
1.3.1 LA OBSERVACIÓN UNIPERSONAL1
Es una técnica diferente de la observación etnográfica, que también contribuye a la
generación de conocimiento desde las prácticas. Se trabaja con base en las actividades
cotidianas que desarrolla una persona, donde lo más importante no es la interacción sino las
reacciones del cuerpo y del lenguaje de la persona observada. No se trata de una
observación etnográfica sino de generar espacios de reflexión a partir de las rutinas
cotidianas que realizan seres humanos anónimos y ordinarios.
1.3.2 LOS FOROS DE INTERNET
Es necesario reivindicar algunas de las propuestas alternativas en comunicación que
se manifiestan en la actualidad con mucha fuerza, tales como los periódicos electrónicos
que funcionan a través de internet, y los foros de discusión que les son inherentes. Estos
pretenden constituirse como mecanismos de participación ciudadana, amplios e
incluyentes, a través de los cuales pueden expresar sus opiniones “libremente”, aunque sin
desconocer que también existen formas de censura. Aun así, permiten una mayor
visibilización de las opiniones de sectores sociales silenciados, que asumen posiciones
1 Esta técnica se utilizó para obtener información contextual sobre las opiniones que tienen
algunos ciudadanos inmigrantes, indígenas, afrodescendientes y mestizos, lo mismo que algunos nacidos en Manizales, dentro de estas mismas clasificaciones, acerca de la ciudad. Esta información fue utilizada para conocer aspectos contextuales sobre la ciudad y sus componentes sociales urbanos, pero dichos grupos humanos no fueron consultados acerca de las implicaciones que tuvieron para ellos, los impactos de la “tragedia grecocaldense”.
60
bastante críticas, con contenidos decoloniales, donde son importantes nuevos modos de
pensar, actuar y sentir. Se trata de novedosas formas de participación ciudadana que
rompen con los esquemas de conocimiento impuestos por las instituciones estatales, y que
se caracterizan por expresiones del sentido común, la espontaneidad y la emocionalidad,
muchas veces desbordadas, pero que conducen hacia la expresión de toda clase de
opiniones. Al mismo tiempo son mensajes de alcance inmediato, bastante agiles, que se
divulgan masiva y velozmente, que generan interacciones y que impactan
significativamente sobre las opiniones de otros ciudadanos. De esa manera también son
formas de lenguaje por lo cual pueden ser fácilmente refutadas, criticadas o acogidas por
otros. Además, generalmente tienen la intención de expresar opiniones subjetivas, más
emocionales que racionales. Estos escritos o relatos, se realizan mediante formas de
lenguaje muy directas donde, en muchos casos, se destaca la escasa elaboración de
expresiones propias del lenguaje escrito, y son notables las carencias a nivel de redacción y
ortografía. Pero, es importante destacar que el valor de esas opiniones no estriba tanto en la
forma en que están escritas, como en la fuerza con las que se emiten y el impacto que
generan sobre los lectores.
Esta “tragedia” fue bastante cubiertas por medios de comunicación no sólo locales y
regionales sino también nacionales e incluso internacionales, lo que dio a entender que
nunca, como en el curso de estas situaciones anormales, Manizales estuvo en boca de tantas
personas, preocupadas por lo que estaba sucediendo.
Los territorios virtuales, en ese sentido, constituyen campos comunicativos con sus
propias características, que permiten que se pronuncien cada vez en mayor medida los
ciudadanos. En ese sentido, la palabra vinculada con los discursos, los signos y las
ideologías, como componentes fundamentales de las expresiones culturales, contribuyen
con las luchas de posicionamiento dentro de los campos de poder y de saber, constituidos
por ciudadanos que tienen voz, historias, relatos para contar y que requieren de
interlocutores. Esto, partiendo del hecho de que todas las herramientas y acciones
tecnológicas aplicadas a los medios de comunicación se han convertido en elementos
importantes para generar opinión pública y conocimientos dentro de los procesos de
globalización. Se trata de romper “la escisión que persiste en la conceptualización y
teorización de la cultura entre estudios de la producción letrada y la mediático-digital”
61
(García Canclini, 2010: 130). En este aspecto se incorporan las TICs como instrumentos
interesantes para los análisis que realizan las ciencias sociales contemporáneas, donde se
deben tener en cuenta los elementos comunicacionales y tecnológicos. En ese sentido, el
uso de internet se ha convertido en una herramienta importante para escuchar y apreciar las
voces de ciudadanos anónimos, para transmitir mensajes que convocan masivamente, con
la sensación de permanecer en el anonimato, mediante mensajes encubiertos. En estos
medios se presentan grandes volúmenes de información, basada en comentarios de noticias
sobre sucesos que impactan la ciudad, donde los ciudadanos expresan opiniones,
generalmente de carácter espontáneo.
En ese sentido, se puede plantear si el acceso o no a internet se ha convertido en una
nueva forma de discriminación, teniendo en cuenta que, a pesar de las facilidades de acceso
tecnológico, los abonados a este servicio a nivel mundial todavía son escasos en relación
con el número de habitantes del planeta. A pesar de reconocerse que el acceso a internet es
todavía un privilegio, también se presenta el fenómeno relacionado con su rápida expansión
y masificación, lo que a su vez, permite nuevas formas de comunicación a gran escala. En
Colombia, la situación es diferente porque los suscriptores aumentan significativamente. De
esa manera el internet se ha convertido en un medio propicio para escuchar otras voces,
para plantear formas organizativas de comunicación y de organización de la sociedad, lo
mismo que generar actitudes y prácticas críticas, que implican cambios sociales. Para
pensadores como García Canclini y Martín- Barbero, es fundamental la relación existente
entre la tecnología y la ciudad. En ese sentido, es importante el contacto que establece el
emisor de mensajes de internet con respecto a una ciudadanía, interesada en participar, por
encima de censuras institucionales, más evidentes en otros medios de comunicación. De
igual manera, las redes sociales, a pesar de ser bastante cuestionadas con respecto al respeto
de la privacidad y el uso de información reservada, generan comunicación inmediata y
expedita, disponible para muchos ciudadanos.
Dentro de las nuevas metodologías y técnicas de investigación, relacionadas con los
medios de comunicación se destacan, por ejemplo, la etnografía digital o netnografía y la
etnografía virtual, como métodos válidos para trabajar sobre información que circula en los
foros de internet. Estos últimos se conciben como una reunión virtual para “discutir asuntos
de interés actual ante un auditorio que a veces interviene en la discusión” y son importantes
62
por “las posibilidades de captar rápidamente dificultades y problemas asociados a un
concepto, susceptible de ser resuelto por cualquiera de los foristas” (Diccionario de la
Lengua Española). Lo más importante no es el conocimiento experto que se produce allí
sino el hecho de que los ciudadanos puedan expresarse libremente, de acuerdo a sus
posibilidades personales, mediante el acceso a las versiones online de los periódicos y sus
foros de discusión, donde existe un alto margen de participación e interacción, que no se
tenía con los periódicos impresos. Todo esto, a pesar de que se consideran modalidades
comunicativas bastante cuestionadas debido a la exaltación del anonimato, que puede
encubrir diversas motivaciones, nobles unas y perversas otras. De todas maneras, los foros
virtuales constituyen un instrumento comunicativo muy valioso para la libertad de
expresión y la formación de opinión ciudadana, donde se cuestiona, libre y anónimamente,
la actuación de los políticos y administradores públicos, lo que genera un ambiente propicio
para generar propuestas de cambio novedosas y participativas.
1.3.3 LAS CARICATURAS
Uno de los elementos analíticos importantes de la semiopraxis popular es la
valoración de las acciones y situaciones de humor como fuentes de rebeldía contra los
poderes hegemónicos. En ese sentido, las caricaturas son elementos gráficos bastante
impactantes, que se originan a partir de la exageración, no sólo de los rasgos físicos de una
persona, sino de situaciones sociales, en general. En la actualidad cumplen un papel crítico
fundamental para el cuestionamiento de las instituciones sociales y políticas por la
característica que tienen de abordar problemas cotidianos, coyunturales y prácticos.
Las caricaturas se convirtieron en un elemento clave para analizar, desde la
perspectiva de la semiopraxis popular, donde son notables los géneros discursivos en
acción, que en general se pueden agrupar en la categoría, más general de humor. Se trata de
“torsiones de estilo y entonaciones populares, tales como la burla, el sarcasmo, (y) la
inmersión ritual” (Grosso, 2008a: 2). Se trata de construcciones sociales que actúan como
fórmulas desgastantes y cuestionadoras de los mensajes del poder, pero también sirven
como mecanismos de adaptación a situaciones donde las prácticas de convivencia se tornan
complicadas. Este se expresa, por ejemplo, con mucha fuerza en épocas de crisis,
represiones y luchas populares, como tácticas de contención y sublimación de las masas. Lo
63
cómico y lo carnavalesco son elementos que tienen un lugar fundamental en las acciones
cotidianas de los grupos humanos, bajo la forma de burlas, ironías y chistes, que actúan de
manera sutil en función de derruir los cimientos del poder establecido y desestabilizar los
poderes hegemónicos, especialmente en comunidades en situaciones de dominación.
Mediante su utilización se pretende hacerle el quite a circunstancias de la realidad que son
intolerables, o por el contrario, enfrentarlas mediante situaciones humorísticas y burlescas.
Estos mecanismos de desfogue se han convertido en mediaciones sociales importantes
porque congregan, se multiplican, se replican y poseen diversos medios y mecanismos de
propagación dentro de la sociedad. Dentro de las prácticas sociales se constituyen en
acciones que se realizan a partir del “sucesivo martilleo demoledor de la risa, el insistente
desmoronamiento retórico de la burla, el paso de boca en boca (boca-oído-boca) del rumor,
con sus universalizaciones contagiosas” (Grosso, sf.a: 5). Estos géneros discursivos son
algunas de las formas de comunicación preferidas de las comunidades barriales,
mecanismos de alta efectividad que involucran a grandes masas y que circulan con gran
rapidez. Son formas del lenguaje popular, nacidas de la espontaneidad pero que llegan a
tener grandes elaboraciones estéticas y políticas. La burla, por ejemplo, es un mecanismo
del lenguaje corporal y verbal, que reta, que cuestiona, es “ese vínculo del lenguaje (en
sentido amplio: sémico; el que enfatiza la semiopraxis) consigo mismo en el que no
coincide, no se calca, no se duplica, sino que se replica, se desplaza, se desvía” (Grosso,
2009b).Se sale de los esquemas rígidos de la razón y genera reacciones emotivas, no
racionales, que a su vez generan formas “otras” de conocimiento sobre lo humano y sus
diversas formas de actuación. También, se presenta otra serie de formalizaciones que están
representadas por “los géneros de la burla, el sarcasmo, el sacrificio, la añoranza, la
“cantaleta” y la ironía, entre otros” (Grosso, 2009a: 1), susceptibles de ser humorizados y
convertidos en dispositivos contra el poder.
1.4 POBLACIÓN Y MUESTRA
1. Grupos poblacionales:
Afrodescendientes, nacidos en Manizales e inmigrantes
Indígenas, nacidos en Manizales e inmigrantes
64
Mestizos, nacidos en Manizales e inmigrantes
Dos integrantes por cada grupo, sin distingo de clase social, estrato
económico o edad, mayores de edad. Se les realizaron entrevistas y observaciones,
aunque los grupos no fueron los mismos.
2. Construcción de la muestra:
CONVENCIONES:
An: afrodescendientes nacidos en Manizales
Am: afrodescendientes migrantes
Mn: mestizos nacidos en Manizales
Mm: mestizos migrantes
In: indígenas nacidos en Manizales
Im: indígenas migrantes
Las designaciones E son para las entrevistas y O para las observaciones.
MESTIZOS INDIGENAS AFRODESCENDIENTES
NACIDOS EN
MANIZALES
Mn1 – Mn2 In1 – In2 An1 – An2
INMIGRANTES Mm1 – Mm2 Im1 – Im2 Am1 –Am2
65
CAPITULO DOS
2.1 INTRODUCCIÓN A LA TRAGEDIA GRECOCALDENSE
¿Cómo hacer entrar en juego los saberes locales, discontinuos,
descalificados, no legitimados, contra la instancia teórica unitaria que
pretende filtrarlos, jerarquizarlos, ordenarlos en nombre del conocimiento
verdadero?
(Michel Foucault, El orden del discurso).
al leer día tras día los acontecimientos cotidianos, al pasar del discurso
político al deporte, de la televisión al «beaugeste» terrorista, no se parte de
hipótesis teóricas para evidenciar ejemplos concretos, sino que más bien se
parte de acontecimientos para hacerlos «hablar», sin que se esté obligado a
llegar a conclusiones en términos teóricos definitivos.
Umberto Eco: La estrategia de la ilusión
El objetivo de este capítulo es narrar, mediante un relato, la denominada “tragedia
grecocaldense”, para dar cuenta de algunos de los sucesos que acontecieron en Manizales.
Esto, mediante la realización de observaciones reflexivas localizadas, que lleven al lector a
que se forme su propia interpretación sobre los fenómenos ocurridos en la ciudad.
La famosa “tragedia”, se inició el 19 de octubre de 2011y se extendió hasta el mes
de diciembre, aproximadamente durante tres meses. Aunque aparentemente se trata de un
tiempo bastante corto, sucedieron demasiadas cosas que interrumpieron radicalmente la
vida cotidiana de los manizaleños. La “tragedia grecocaldense” se refiere a una serie de
situaciones anómalas, impactantes y trágicas sucedidas en la ciudad, que generaron entre
los ciudadanos inquietudes, contrariedades y reacciones de diverso tipo. Además, fueron
sucesos que cuestionaron significativamente muchas de las verdades históricas y culturales
de la ciudad y trascendieron hacia el cuestionamiento de aspectos relacionados con la
administración municipal y su gobernabilidad. Pareciera que sus impactos, aún permanecen
en la memoria de todos los ciudadanos, debido a las múltiples referencias y reacciones que
suscitaron.
66
La “tragedia” se inició con los problemas en el suministro de agua, que luego se
extendieron al servicio de gas, pero lo más grave de todo fue la verdadera tragedia, en su
sentido literal, que se presentó en un barrio de la ciudad, probablemente generada por fallas
técnicas ocasionadas por el proceso de restablecimiento del servicio de agua.
La “tragedia” grecocaldense se refiere, en este caso, no sólo a los acontecimientos
sucedidos a finales del año 2011, sino que se puede extender a otros proyectos, que
impactan positiva y negativamente a la ciudad, tales como la renovación urbana de San
José, la construcción del aeropuerto del café, el Paisaje Cultural Cafetero, el Cable Aéreo,
el TIM, entre otros.
Ante todo ese panorama, la prestación de los servicios públicos de Manizales, tal
como lo ilustra la caricatura, entraron en cuidados intensivos.
CARICATURA 1
(Fuente: Ricky. Cuadro clínico. Diario La Patria. Manizales: Noviembre 27 de
2011).
Toda esta situación generó el cuestionamiento a los administradores de los servicios
públicos y a los líderes políticos de la ciudad. De igual manera es necesario señalar la
importancia que tuvo la participación activa y crítica de una significativa cantidad de
ciudadanos de todas las clases sociales, muchos de los cuales nunca se habían manifestado
sobre acontecimientos de este tipo, a pesar de que puedan suceder cotidianamente en los
ámbitos urbanos.
67
La denominación greco-caldense, que aparece en esta tesis, proviene de una
interesante coincidencia, o tal vez una sincronicidad2, tal como lo plantearía C. G. Jung.
Esta sincronicidad se manifiesta mediante la relación que se establece entre la lectura de un
blog de internet donde se mencionan los sucesos acontecidos en Manizales, bajo el título de
“una tragedia grecocaldense”, donde se plantea que
la primera vez que mencioné el estilo greco-caldense nadie pudo soportar la risa.
Hasta ese momento no había caído en cuenta de lo ridículo que suena el nombre,
greco-caldense es, en sí mismo, un nombre que hace honor a ese estilo
complicado y barroco de escritura. Sin embargo nunca lo había encontrado
ajeno; era sólo abrir La Patria y leer las columnas de opinión para darme cuenta
que es un estilo que aún vive en tantos escritores y periodistas caldenses. Incluso
sólo es escuchar la radio y ver como no es sólo Londoño Hoyos el que habla en
un idioma que parece sacado directo del siglo XVII. Los manizaleños, sin
importar la edad u orientación política, hablamos greco-caldense cuando
creemos que decimos cosas importantes. La palabra clave es "creemos". La
fuerza de nuestros mitos es suficientemente grande como para alterar la forma en
que nos expresamos (Vinasco, 2010).
Esta es una interesante descripción de lo que significan los elementos de la cultura
greco-caldense, que ha sido un estilo, no solamente que ha sobrevivido en la historia de la
ciudad sino que también representa la cultura urbana hegemónica.
Todo esto, configura una sincronía, con respecto a la fotografía que retrata la
lamentable situación de un indigente parapléjico griego que duerme en la banca del
aeropuerto de Atenas. En esa imagen se podía apreciar, no sólo su enorme tragedia personal
sino que también aludía a la grave situación económica por la que atraviesa Grecia, ese
gran pueblo del pasado, creador de la filosofía y símbolo cultural de occidente.
De la asociación entre la lectura del blog y la impactante fotografía de la Grecia
actual surge una profunda reflexión, sobre los significados actuales de la cultura
grecocaldense, mediante la asociación con elementos fuertemente arraigados a la historia y
la simbología cultural, por una parte, y por otra, los resultados de una realidad vivencial,
totalmente distinta. Se trataría entonces de asociar al Departamento de Caldas, como
componente de la América actual con la Grecia antigua en todo su esplendor, o por el
contrario con una Grecia actual y decadente, asociada a uno de los países más pobres de
2Mediante el Principio de sincronicidad, C. G. Jung intenta dar cuenta de una forma de conexión
entre fenómenos o situaciones de la realidad que se enlazan de manera acausal, es decir, que no presentan una ligazón causal, lineal, que responda a la tradicional lógica causa-efecto.
68
Europa. En el caso de Manizales también podría ser válida esta comparación, si se pretende
que los ciudadanos sigan atados a unos símbolos gloriosos de la cultura grecocaldense,
pertenecientes a “otros tiempos históricos”, que fueron muy importantes y básicos en el
pasado para la construcción de sus identidades, o por el contrario tener una visión más
nítida, vivencial y representativa del presente.
Es importante plantear algunos elementos sobre los orígenes de los grecocaldenses,
que fueron un grupo de intelectuales pertenecientes al partido Conservador, uno de los
grupos políticos tradicionales del país, que se destacaron por su gran capacidad oratoria y
de escritura y que ocuparon posiciones políticas importantes. De esa manera,
El más destacado de los “grecocaldenses” es el maestro Silvio Villegas, hombre
de alta cultura literaria y política, y quien hizo parte de los Leopardos. Cada uno
de sus integrantes tenía una imaginación deslumbrante. Dejaron demasiadas
frases caminando en la memoria de los escuchas, que las consideraban excesivas
por la abundancia de adjetivos o de acrobacias verbales para referirse a cualquier
suceso de la vida común (Morales Benítez, 2010).
De esta manera, los “grecocaldenses” como tendencia literaria y política tuvieron,
en su momento gran influencia sobre la ciudadanía. Pero muchos de sus impactos aún se
siguen sintiendo, porque en la ciudad del presente se conservan múltiples referencias a ese
pasado glorioso, manifestado como permanencias culturales, que es invocado
constantemente. Esto genera dentro de la cultura manizaleña la alabanza, algunas veces
desmesurada, no sólo por esas glorias literarias que ya no existen, sino también por el estilo
de escritura que practicaban.
Todo esto se puede tomar como referencias a otros tiempos, que dejan la sensación
de que la ciudad tuvo momentos de apogeo, que lentamente se han venido perdiendo. Estas
constantes referencias a los atributos que ostentaron en el pasado, se relacionan con
estrategias para seguir ejerciendo manifestaciones de poder hegemónico, en lo económico,
político y cultural. Esto les permite mantener a las masas controladas, mediante el recurso
de que asuman unos imaginarios que les son impuestos y adoptados en función de mantener
el statu quo. Esto, teniendo en cuenta que probablemente en la actualidad, estas
construcciones simbólicas ya no tengan tanto significado para la cultura urbana actual como
lo fueron en el pasado.
69
Un aspecto importante, por el cual se destacan bastante los “grecocaldenses” es su
estilo literario, del cual se dice que “les dio por escribir raro y florido, en el célebre estilo
greco-caldense, una especie de culteranismo trasnochado, lleno de arcaísmos aprendidos en
los libros de retórica” (Abad, 2011). Esto, a partir de que eran muy influenciados por
corrientes modernas europeas, por circunstancias que en su momento así lo raquearían.
También es interesante tener en cuenta los orígenes de la denominación de
“grecocaldenses”, que el poeta José Mar, lo refiere de la siguiente manera:
Se discutía en el Senado un proyecto relacionado con problemas de la realidad
colombiana […] José Mar, un parlamentario de formación marxista, que tenía
vocación crítica sonreída, se levantó y dijo que nuestros paisanos habían hablado
con mucha elocuencia, pero que no se habían referido a los problemas
colombianos que se discutían en la propuesta. Pero, que, en cambio, habían
hecho grandes reminiscencias de las culturas griegas y latinas. Que podría
afirmarse que aparecía una generación de grecolatinos. Así nació el nombre
(Morales Benítez, 2010).
Es bastante sugestiva la mención que hace, respecto al hecho de que los
parlamentarios en sus discursos “no se habían referido a los problemas colombianos”, tal
como lo afirma uno de los más importantes intelectuales de esa época. Esto, aparte de ser
un dato histórico interesante también significa que las jergas grecocaldenses, ampulosas y
barrocas, coadyuvan a encubrir realidades evidentes, que probablemente sean menos
susceptibles de conocerse en medio de ese lenguaje pletórico de arabescos. Este es uno de
los rasgos destacados de la cultura manizaleña que generalmente desdeña las referencias a
los problemas concretos, para tener solo presentes los temas de un pasado glorioso que ya
no existe, además de esconderlos en medio de estos estilos literarios.
En este sentido es muy importante relacionar la cultura grecocaldense con la ciudad
letrada, de Ángel Rama, para establecer algunas de las maneras como las élites intelectuales
se convierten en propulsoras de la hegemonía política. Por ese motivo, resulta que “la
tradición letrada en Latinoamérica está marcada por el peso de su origen colonial y que el
desarrollo cultural de Hispanoamérica ha estado condicionado por una visión de mundo que
privilegia la escritura (Colón, sf: 1). En ese contexto se dice que
Visto en perspectiva, los procesos escriturales en el Gran Caldas tienen su mayor
asentamiento en Manizales. El hecho de que allí haya surgido el movimiento
Grecolatino o Grecocaldense en las primeras décadas del siglo XX, con fuertes
connotaciones políticas, refiere la propiedad de un escenario donde las prácticas
70
políticas y literarias parecían ir de la mano y en consonancia, por su puesto, con
lo que hacía carrera en Bogotá y Popayán, a través de la creación humanística y
el ejercicio político y periodístico (Valencia Solanilla, 2005).
Todos los herederos de la cultura grecocaldense pertenecían a las elites, dentro de
un concepto universal de cultura urbana, que detentaba el poder, mediante la creación y
recreación de imaginarios sociales basados en instrucciones escritas. En ese aspecto, “la
ciudad letrada quiere ser fija e intemporal como los signos, en oposición constante a la
ciudad real que sólo existe en la historia y se pliega a las transformaciones de la sociedad”
(Rama 1984: 63). De esa manera, en la época colonial muchos sectores intelectuales se
alían con los políticos, para establecer la primacía de lo escrito sobre lo empírico, en un
contexto donde era muy fuerte el predominio de las masas analfabetas. Por eso la ciudad
letrada “no es la Ciudad Ideal sino […] un dispositivo jerárquico de control del saber y de
negociación con el poder. Para Rama […] nunca será una ciudad feliz, mientras traicione
un destino crítico y/o esclarecedor” (Colombi, 2006). Estos mecanismos de poder,
impuestos mediante la influencia de los letrados, se convierten en dispositivo de dominio
colonial y de sometimiento de grandes masas de población, que aún subsiste en su versión
poscolonial. Este es un aspecto importante para entender la cultura urbana, no sólo de
Manizales, sino de muchas ciudades tercermundistas donde prima todo lo oficial, lo
institucional y en general, lo escrito. En este aspecto a la ciudad letrada hay que
contraponerle la ciudad vivenciada y practicada, donde se pueden generar procesos de
reconocimiento a partir de acciones y prácticas concretas.
Las prácticas en general, llámense sociales o culturales, constituyen lugares
epistémicos para la producción de conocimiento, que cubren un amplio espectro. Pueden
ser hegemónicas o dominantes y subalternas o dominadas, dependiendo de las instancias de
poder donde se generen. De esa manera se establece un dispositivo de dominio
hegemónico, mediante las relaciones entre poder y saber, a través de prácticas sociales
dominantes. En este aspecto, es importante analizar los contextos de formación del poder,
que inciden sobre la cotidianidad de los ciudadanos, en forma de métodos e instituciones, a
partir de sus prácticas. También, es importante incorporar la noción de "dispositivo", que
“es la red que implica discursos, disposiciones, instituciones, reglamentos, leyes,
enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales” (Fernández, 1999). Esto
71
significa que el poder se encuentra disperso por todas las instituciones de la sociedad, tales
como la escuela, el cuartel, la fábrica y la cárcel, entre otras, según los afirma Foucault.
Además, todas estas manifestaciones del poder, se relacionan con un “engranaje por el cual
las relaciones de saber dan lugar a un saber posible, y el saber prolonga y refuerza los
efectos del poder” (Foucault, 2005: 36). De esa manera se establece una alianza indisoluble
entre el poder y el saber, donde estos dos componentes y sus diversas manifestaciones se
retroalimentan constantemente, en función de generar prácticas hegemónicas. Por ese
motivo también, el poder ligado al saber es una relación donde “no es posible que el poder
se ejerza sin el saber, es imposible que el saber no engendre poder” (Foucault, 1979: 100).
De esa manera, el poder se esconde, oculta y disfraza preferentemente, en determinados
lugares epistemológicos que relacionan la producción del saber y del conocimiento, en
todas sus manifestaciones, con respecto a los manejos del poder político. Esto sucede en
todas las épocas históricas, pero en el caso de América Latina se acentúa dentro de las
prácticas que implementan las teorías coloniales y poscoloniales, pero es un fenómeno que
se sigue conservando hasta el presente.
En este sentido, prácticamente todos los tipos de conocimiento impuestos
históricamente se encuentran, dominados por esos dispositivos de poder, que no se ubican
en un lugar determinado de la vida social sino que depende de las posiciones jerárquicas
que ocupan los actores sociales, tanto los que luchan por su imposición como los que se
convierten en sus víctimas. Por este motivo se puede afirmar que “el poder-saber, los
procesos y las luchas que lo atraviesan y que lo constituyen, son los que determinan las
formas, así como también los dominios posibles del conocimiento" (Foucault, 2005: 34).
En este caso se trata de luchas de poder que suceden en todos los ámbitos de la sociedad, a
partir de los ámbitos cotidianos, situación que es más notoria en las ciudades, donde
abundan los instrumentos de todo tipo para que se impongan determinadas formas de poder.
En las ciudades actuales, donde se desarrollan diversas relaciones sociales, la
comunicación constituye un referente fundamental para los estudios urbanos. En este
sentido, también es necesario destacar el rol social que cumplen los medios de
comunicación como generadores de poder. Por ese motivo, la ciudad en su totalidad se
puede considerar como un sistema comunicativo de amplias dimensiones, constituida por
redes invisibles y deslocalizadas que siempre están presentes. De esa manera, las ciudades
72
son como un “caleidoscopio donde se entrecruzan diversas dimensiones, que incluyen
relatos y prácticas. Los planos: espacial, sensual (urbano, arquitectónico, topográfico,
climático, social); de los discursos simbólicos y culturales” (Remedi, 2003: 66). Son
entonces un amplio escenario de indagación posible, que debe expresar toda su riqueza
comunicativa.
Los discursos, son un componente fundamental de la comunicación, lo mismo que
un medio expedito para generar manifestaciones de poder, además de que se consideran
básicos como manifestaciones del lenguaje. Por tal motivo, pueden ser considerados como
la “primera unidad del lenguaje y el pensamiento” (Ricoeur, 2003: 15). Esto los cataloga
como elementos básicos, tanto para la explicación de los hechos sociales, como para los
análisis de la sociedad en su conjunto.
En este aspecto, este trabajo no pretende definir concretamente lo que son los
discursos sino aportar algunos elementos de discusión sobre las maneras como contribuyen
a la explicación de los procesos sociales, en este caso dentro del contexto urbano. En este
sentido es importante mencionar dos elementos comunicativos que se destacaron
notablemente dentro de la “tragedia”: los discursos y los relatos, que fueron claves en las
confrontaciones que se suscitaron por la construcción de sentido dentro de este fenómeno
urbano.
Los discursos se entienden como construcciones de lenguaje, que se generan
preferencialmente, aunque no siempre, desde instancias de poder hegemónico. Se refieren a
construcciones institucionalizadas, que son catalogados como “oficiales” e implican
determinadas concepciones acerca de la historia y de la cultura. Además son divulgados y
reproducidos ampliamente por los medios de comunicación. En el caso de la “tragedia” de
Manizales, se divulgaron muchos discursos, entre los cuales, por ejemplo, se encuentra que
No es que nos creamos mejores que los demás, sino que quienes nos visitan
salen a hablar de nuestras cualidades: que somos amables, cultos y cálidos en el
trato (Cardona Gutiérrez: 2011).
Este es uno de los ejemplos típicos, acerca de los discursos que se crean sobre
Manizales, que llegan a formar parte de los imaginarios y de la construcción de las
identidades urbanas, mediante la gran influencia de intelectuales como el mencionado.
73
Un aspecto muy importante del discurso es que se considera como una construcción
de lenguaje de carácter abstracto, por lo que “rehúye toda relación de dependencia con la
acción” (García Landa, 1998: 126). Sin embargo, a pesar de que no tenga dependencia con
la acción sí genera consecuencias prácticas, que no son neutrales sino que implica
determinadas intenciones y acciones, que dependen de los lugares de poder desde los que
se producen, lo mismo que las maneras como se les utiliza. En ese sentido, los discursos
como unidades de lenguaje, contribuyen a construir la realidad colectiva y las identidades,
que “se producirían unas veces en el campo verbal, y otras en el campo de las acciones”
(De Certeau, 1996: 88). Esta relación entre lenguaje y acciones proviene de las crisis del
representacionismo como principio de correspondencia entre lenguaje y realidad, a la que
Richard Rorty se refiere con el concepto de "giro lingüístico", propuesta que también es
muy significativa en autores como Austin, De Certeau, Foucault, Wittgenstein, Heidegger y
Ricoeur, entre otros. Para explicar este concepto, D. La Capra y M. Jay, sostienen que “toda
realidad está mediada por el lenguaje y los textos, y que toda reflexión histórica depende de
la reflexión sobre el discurso” (Noiriel, 1997). De este modo los discursos se convierten en
un punto de partida fundamental para cualquier clase de reflexión sobre la sociedad, a partir
de los cuales se puede acceder a otras esferas del conocimiento. En este sentido, los
discursos forman parte de las relaciones funcionales de la sociedad, y para Foucault, se
pueden considerar como “prácticas que obedecen a reglas de formación y de
funcionamiento” (Chartier, 1996: 27), lo que los convierte también en componentes
fundamentales del andamiaje estructural de la sociedad.
Pero es necesario también tener en cuenta una de las principales funciones de los
discursos en el sentido de que no sólo actúan sobre la realidad social sino que, ante todo,
contribuyen con su construcción. Por lo tanto se pueden considerar como "prácticas que
forman sistemáticamente los objetos de que hablan" (Foucault, 2006: 81). En ese sentido,
como manifestaciones prácticas inciden significativamente sobre los comportamientos
sociales y penetran profundamente en las conceptualizaciones que poseen los ciudadanos
sobre el mundo. De esa manera se relacionan con las “representaciones de los sujetos: las
divisiones de verdad, poder, saber, normalidad, salud, legalidad, etc., materializadas a
través de prácticas sociales” (Marafioti, sf.). De esa manera se puede afirmar que los
74
discursos son fundamentales para la construcción de la realidad social e incide sobre
muchas de las acciones cotidianas que realizan los ciudadanos.
La semiopraxis popular también trabaja sobre los discursos en relación con las
prácticas, de modo que “estudia las “prácticas discursivas” en la corporalidad irreductible e
irrebasable de las relaciones sociales; investiga la semiosis social a nivel de las prácticas”
(Grosso, 2007: 33). La semiosis social constituye un amplio campo de reflexión, que
involucra tanto el cuerpo físico de los ciudadanos como el cuerpo social. Además, a un
nivel más concreto, dentro de los análisis del discurso, Fairclough (1989), considera al
lenguaje como “una forma de práctica social” (Londoño y Frias, 2011), que genera
acciones que inciden directamente sobre las relaciones sociales. De esa manera, los
discursos no se pueden reducir sólo a las expresiones de la lengua hablada o de los textos
escritos, sino que tienen fuertes implicaciones al interior de las prácticas sociales. Por todo
esto es importante dejar de ver la lingüística “como receta puramente técnica para observar
el funcionamiento profundo de las prácticas discursivas en una formación social” (Galindo
Cáceres, 1998: 125). En este aspecto, el discurso actúa como un agente que crea
mecanismos, tanto para dominar y generar procesos de sometimiento, como también para
instigar rebeliones y procesos de liberación. También es importante su rol como agente de
negociación intercultural, porque contribuye a forjar acercamientos entre las partes y a
unificar criterios de tipo comunicativo. Por todos estos motivos, siempre tendrá
motivaciones políticas.
Los discursos, se pueden utilizar de diversas formas, dependiendo de las prácticas
que los sustentan y de las intenciones que se propongan. Por eso “deben ser tratados como
prácticas discontinuas que se cruzan, a veces se yuxtaponen, pero que también se ignoran o
se excluyen” (Foucault, 2002: 53). Esto implica la realización de jugos de poder, ubicados
en campos determinados, que dependen también de las intenciones ideológicas que se
propongan, lo que incide directamente sobre sus procesos, tanto de producción como de
reproducción de conocimientos, saberes y prácticas sociales. En ese sentido, operan como
“dispositivos estratégicos en los procesos por los cuales las personas aprenden, adquieren,
modifican, confirman o articulan sus perspectivas ideológicas sobre el mundo (Dellamea,
2000). Esto significa que los discursos pueden ser utilizados indistintamente para reforzar
75
elementos de las tradiciones y las identidades de los grupos sociales, o para generar
cambios ideológicos y culturales.
De igual manera, los discursos se convierten en prácticas sociales, que tienen la
intención de generar poder, no sólo desde perspectivas teóricas sino que inciden
directamente sobre las prácticas, “en la medida en que buscan y logran fijar ciertos
conocimientos y sus significados en la manera de pensar y sentir de las gentes” (Orozco
Gómez, 1996). Este es un elemento de reflexión importante porque además de penetrar en
los sistemas de pensamiento, involucran reacciones emocionales, tales como las formas de
sentir, donde se manifiestan aún más los mecanismos de dominación.
Esto explica las maneras como los discursos, mediante diferentes mensajes y
prácticas, contribuyen con la instauración de sistemas de dominación y de poder, que
penetran dentro de las diversas manifestaciones y representaciones prácticas del mundo
cotidiano de los ciudadanos, especialmente de los grupos subalternizados.
En este caso, si los sujetos que emiten el discurso lo hacen a nombre de los sistemas
de poder, se genera una creencia que implica certeza y validez que, a largo plazo se puede
convertir en una verdad incuestionable e incontrovertible. Estos procesos son importantes
por ejemplo, en el caso de muchos intelectuales que actúan como “voceros” o “creadores”
de “verdades”, al servicio de los sistemas de poder hegemónico. En ese sentido, los
discursos pueden ser considerados como poderosas armas al servicio del poder, ya que “no
es simplemente aquello que traduce las luchas o los sistemas de dominación, sino aquello
por lo que, y por medio de lo cual se lucha, aquel poder del que se quiere uno adueñarse”
(Foucault, 2002: 15). Este aspecto, dentro de la institucionalidad municipal se entiende muy
bien este tipo de mecanismos, que además cuentan con la colaboración de medios de
comunicación, afectos a sus causas. De esa manera los discursos se convierten en preciados
objetos para los que detentan el poder, donde cuentan además con diversas manifestaciones
del lenguaje como las palabras, las imágenes, los mensajes y los símbolos, entre otros.
Los discursos en sus componentes ideológicos, contribuyen a la generación de
dominio de masas, mediante la doble función que cumplen de comunicar y persuadir, lo
que los convierte en eficaces intermediarios entre los agentes de dominación y los
dominados.
76
Dentro de todos los acontecimientos que sucedieron durante la “tragedia” fue muy
significativa la reflexión acerca de la representación que tienen los ciudadanos sobre la
ciudad, ya que esto forma parte de la construcción de su patrimonio y de su memoria
histórica. En este aspecto es importante tener en cuenta que “la representación, el discurso y
la práctica se generan mutuamente” (Abric, 1994: 102). Los discursos, también contribuyen
a la construcción de los imaginarios culturales que posee la ciudad, mediante determinadas
acciones que son institucionalizadas.
Uno de los elementos importantes que se deben destacar dentro de la “tragedia”, es
el hecho de que se expresó la voz del sujeto urbano. Y es precisamente allí donde se
comprende más nítidamente la relación entre discursos y prácticas, y se asume el lenguaje
“como práctica social productora de sentido” (Aparicio et al, 2010: 58). La construcción de
sentido se puede considerar como el objetivo central de intervención de las prácticas
discursivas dentro del campo de lo social. Esto es aplicable, en este caso, a los ámbitos
urbanos, que como ya se ha establecido son cambiantes e inaprehensibles, por lo tanto se
encuentra en construcción permanente. De esa manera “el significado es lo dado, lo que ha
quedado cristalizado; el sentido es lo inferido, lo que está continuamente transformándose”
(Montañés Serrano, sf.). Esto último es esencial para las reflexiones sobre la cultura urbana,
que en el curso de la “tragedia” de Manizales reveló, mediante sus prácticas la diversidad
de posiciones que existen para la construcción de su sentido como ciudad, pero también de
su ciudadanía.
Esto necesariamente se relaciona con el concepto de “experiencia vivida”, que se
estudia desde la perspectiva de los análisis culturales en autores como Thompson, Hoggart
y Williams. Para Thompson, desde los primeros Estudios culturales de Birmingham, la
“experiencia vivida”, tiene relación con “aquellos conocimientos históricos, sociales y
culturales que los individuos, los grupos sociales o las clases ganan, aprenden al vivir su
vida, elementos que se constituyen en nutrientes de sus relaciones mentales y emocionales”
(Thompson, 1981: 16-22). Se trata de conocimientos surgidos de las experiencias vitales
que se desarrollan cotidianamente, que se reconstruyen mediante los relatos de lo que
sucede sincrónicamente, pero que muchas veces pasan desapercibidos para el analista
social. Este tipo de estudios contrastan con la “experiencia percibida”, la más usual en los
análisis sociales modernos, relacionada con los elementos “históricos, sociales y culturales
77
que los hombres, los grupos y las clases toman o aprenden del discurso político, filosófico o
religioso de los medios, de los textos y de los distintos mensajes culturales e ideológicos"
(ibíd., 1981: 16-22). En ese sentido se trata de dos posturas que históricamente pueden ser
complementarias pero que, al ser ideologizadas se han convertido en antagónicas e
irreconciliables.
En el caso de Manizales, la “tragedia” se convirtió en un fenómeno especial de
experiencia vivida, directamente conectada a sus prácticas, donde fueron reconocidas un
sinnúmero de experiencias “no oficiales”, para abordar relaciones emergentes de lo social,
dentro del ámbito urbano. Este tipo de experiencia se nutre de elementos tales como los
lugares comunes, lo cotidiano, las maneras de hacer y las acciones vitales de una
significativa cantidad de ciudadanos en busca de reconocimiento e identidad, pero ante todo
de subsistencia. La vivencia es un hecho que se mantiene en la memoria individual y
colectiva, lo que también contribuye a la afirmación de los procesos de identidad. De
manera que “algo se convierte en una vivencia en cuanto que no sólo es vivido sino que el
hecho de que lo haya sido, ha tenido algún efecto particular que le confiere un significado
duradero” (Gadamer, 2003: 97). Este es un elemento fundamental para la valoración del
conocimiento de tipo vivencial.
De esa manera las experiencias llegan a convertirse en historia mediante las
sistematizaciones y registros que elaboran los ciudadanos. En este aspecto es posible que
algunos resultados y reflexiones, originados por la “tragedia”, permanezcan registrados en
el inconsciente colectivo, o en “mundo subyacente” de Schein, que “se encuentra en lo más
profundo de su estructura de valores, actitudes y creencias”, (Páramo y Ramírez, 2009: 79),
para que puedan llegar a tener significados duraderos. Se debe procurar entonces que estos
datos productores de conocimiento reaparezcan en la conciencia ciudadana, para que sean
susceptibles de ser valorados adecuadamente.
La “experiencia vivida”, también se relaciona con el sentido de pertenencia por lo
que se hace, se posee y se valora como propio, por lo que se relaciona con actos en los
cuales “el conocimiento se contempla a sí mismo” y se considera “un mecanismo para
aprehender la realidad y entender su sentido” (Cassirer, 1998: 19). Estos datos de la
experiencia vivida, se presentan entonces como argumentos epistémicos válidos, dentro de
la dinámica constante que caracteriza a las ciudades. Esto, ante la necesidad imperiosa de
78
comprenderla e interpretarla, desde la visión subjetiva de los ciudadanos. La experiencia
vivida, en el caso de Manizales debe contribuir a la construcción de identidades en sectores
populares, contrapuestas a las imposiciones de poderes hegemónicos.
Entonces se puede afirmar que las prácticas sociales son un campo de trabajo
epistémico muy amplio, donde se complementan dialécticamente dos clases de sentidos: “el
sentido objetivo (el sentido de las estructuras sociales externas e independientes de la
conciencia y de la voluntad de los agentes) y el sentido vivido (lo que los agentes se
representan, sienten, piensan, creen, viven)” (Gutiérrez, 1997). En estas dos clases de
sentidos se encuentran las claves para descifrar los elementos que puedan generar una cabal
comprensión de los procesos urbanos de producción de conocimiento. En este aspecto
también es importante tener en cuenta como elemento de análisis social, la propuesta de los
Estudios Culturales Latinoamericanos, ligada directamente a las prácticas sociales, que
Alejandro Grimson, llama la perspectiva “experiencialista”. Esta trata de “indagar en las
sedimentaciones de la experiencia histórica que generan sentidos de lo colectivo”
(Quintero, 2010: 44). El concepto de sedimentaciones, se refiere, en este caso, a
indagaciones profundas de la esencia social de un sector urbano de América Latina, como
es el caso de Manizales.
2.2 ELEMENTOS COMUNICATIVOS SOBRE LA TRAGEDIA
Una de las características estratégicas de las ciudades actuales, donde se concentra
una inmensa cantidad de personas y de elementos tecnológicos, es la importancia creciente
de la comunicación. Su configuración actual, gobernabilidad y relaciones entre los
ciudadanos, dependen en gran medida de los grados de comunicación existentes entre estas
instancias, a partir de la constatación de que “el espacio de la ciudad es, fundamentalmente,
el ámbito de la multiplicidad y la comunicación (o la falta de comunicación) entre sus
habitantes” (Gregori, 2006). Este es un factor esencial, no sólo para la construcción de
ciudadanía sino también para la buena marcha de la gobernabilidad mediante la
participación. En este aspecto, se destaca igualmente, que no sólo existe la contradicción
entre las acciones de comunicación o incomunicación, sino ante todo, el surgimiento de
canales de comunicación “emergentes”, propios de la actual sociedad tecnológica y de la
información. Uno de los aspectos más importante de la “tragedia” fue la manera como la
79
ciudad fue relatada, porque se convirtió en ciudad “otra”, que la condujo, por lo menos
coyunturalmente, a salir de los estrechos marcos que caracterizan las ciudades formalizadas
y tradicionales.
Los usos de las diferentes modalidades del lenguaje determinan, tanto los manejos
del poder, como también sus efectos y consecuencias. Por ese motivo, el lenguaje se
considera esencial para la construcción de la vida social, donde “el hombre no habla el
lenguaje, sino que el lenguaje habla al hombre, de manera que lejos de dominar una lengua,
como suele decirse, una lengua domina nuestro pensamiento y nuestras prácticas” (Scavino,
1999: 12). Así, las ciudades, conformadas por territorios y lugares, producen historias,
mediante la participación activa de sus habitantes, que las llevan a perdurar en el tiempo y a
ser objeto de patrimonio. En este sentido se considera importante la relación entre lugares y
lenguajes, mediados por las prácticas sociales, que los lleva a penetrar en espacios más
amplios que los marcados por la lingüística tradicional y trascender hacia elementos
analíticos socioculturales.
Estos acontecimientos, conocidos como la “tragedia” serán narrados, a través de un
relato, construido mediante las múltiples voces de ciudadanos y observadores, donde lo más
importante es la voz de los protagonistas, relacionado con sus prácticas sociales y acciones,
vivenciales, dentro de su mundo cotidiano. Los relatos se definen como “la acción tal como
es expuesta mediante el discurso” (García Landa, 1998: 125). En ese aspecto se conciben
como construcciones cotidianas, producto de acciones inmediatas y espontáneas,
relacionadas con la percepción de un fenómeno determinado. Los relatos no pueden ser
objeto de análisis sólo desde sus connotaciones lingüísticas, sino que también son
fundamentales sus relaciones con las prácticas y con los ámbitos de lo cotidiano, que les
otorga una de sus principales fortalezas analíticas.
De esa manera, los relatos expresan “las motivaciones, sentimientos, deseos y
propósitos que dan sentido a aquello que se hace diariamente” (De Angelis y Sarlé, 2009),
donde la narración expresa una gran variedad de elementos cotidianos, tales como los
matices de la voz, las acentuaciones, las emociones y los metalenguajes corporales, entre
otros.
Los relatos son fundamentales para comprender las “verdades” expresadas sobre la
“tragedia”, desde las perspectivas vitales de los ciudadanos, porque implican procesos de
80
reconocimiento de los sujetos urbanos, que requieren manifestarse y aportar elementos
reconstructivos de la cultura urbana, mediante nuevas maneras de interpretar y transformar
la realidad social. En este sentido, el relato se convierte en un método ideal para la
recuperación de conocimiento producido a partir de las prácticas sociales, las vivencias y
las maneras de hacer.
Los relatos son antecesores de las acciones sociales, de tal manera que “marchan
delante de las prácticas para abrirles un campo” (De Certeau 1996: 138). De esa manera
originan y transmiten nueva formas de conocimiento, generado directamente de la realidad
percibida, a partir de las actividades sociales cotidianas. Estos elementos reflexivos que
relacionan prácticas y relatos, se deben analizar también desde perspectivas de percepción
del mundo con todos los sentidos, ya que también expresan sentimientos y emociones. Por
ese motivo, el relato posee una cualidad muy importante como factor reflexivo porque
amplía las miradas analíticas de los aspectos sociales y articular “significados subjetivos de
experiencias y prácticas sociales” (Cornejo, et al, 2008). En este caso el ciudadano se
convierte en protagonista central de la construcción de lo urbano. Por ese motivo, aparte de
su inmenso valor como reivindicador de los aspectos subjetivos del conocimiento, el relato
se puede considerar como “una construcción personal recreada y un instrumento para
conocer las prácticas” (de Angelis y Sarlé, 2009). De esa manera establece una conexión
entre los aspectos subjetivos individuales y los objetivos sociales prácticos.
Los relatos reivindican a los ciudadanos, pero especialmente a los seres ordinarios,
que no tienen canales de comunicación adecuados, ni sofisticados dentro de sus contextos
específicos cotidianos, lo que permite que se escuchen las voces de los que no tienen voz.
De esa manera, la ciudad de Manizales se convirtió, dentro de la “tragedia” en un escenario
de construcción de relatos, que relacionan espacios, cuerpos y discursos, como elementos
que se asocian a las “prácticas de espacio”, según Augoyard, como “arte moderno de la
expresión cotidiana (De Certeau, 1996: 113). De esa manera, los espacios son
fundamentales para la construcción de los relatos, por ser los contextos prácticos donde se
producen. Todo esto se asienta dentro de la infinita gama de actividades que se desarrollan
en al ámbito urbano, donde los ciudadanos establecen infinidad de relaciones, mediante “un
relato de viaje, una práctica del espacio, por lo que tiene una importancia significativa para
el estudio de las prácticas cotidianas” (ibíd., 1996: 128). En este aspecto, relatos y
81
prácticas, mediados por las vivencias de los ciudadanos contribuyen decisivamente a la
construcción de la cultura urbana, a partir de la gran diversidad de acontecimientos
espaciales que contiene. Todo esto tiene relación con la crítica que realiza De Certeau, a la
cartografía moderna que “significó el triunfo de la geometría abstracta del discurso
científico frente al sistema narrativo de la experiencia del viaje” (Badenes, 2009). Además,
es una experiencia creativa, no prefigurada que está atenta a las contingencias de la vida
cotidiana. En este aspecto, la ciudad se puede leer como un texto social, de corte
hermenéutico, mediante una “retórica del andar” (De Certeau, 1996: 151). Se trata de ese
texto que construyen los ciudadanos todos los días, mediante sus recorridos y paseos.
En términos comunicativos, de acuerdo con la propuesta de De Certeau, también es
interesante señalar la relación que existe entre la ciudad narrada y los usos de los espacios,
pero no desde una concepción clásica de la geografía espacial, de tipo modélico. Esto
significa que los diferentes grupos socioculturales, asentados en la ciudad construyen sus
propios espacios narrativos, desde sus vivencias y simbolismos. De igual manera, los
relatos sirven para diferenciar los lugares, porque procuran “unir espacios y prácticas
espaciales, exaltando algunos puntos de la ciudad en detrimento de otros” (Carman, 2006:
139). Todo esto porque en la ciudad actual existen desigualdades territoriales y sociales,
donde los modelos absolutos, que pretendían ver la ciudad como una totalidad, pierden su
eficacia.
En estos aspectos es necesario recalcar, que existen algunas prácticas sociales que
no están enmarcadas dentro de un orden sino que obedecen a la configuración de “espacios
otros”, dentro de un no-orden o un des-orden, por lo que las personas “no son coherentes
respecto al espacio construido, escrito y prefabricado en el que se desplazan” (De Certeau,
1996: 84). Esto quiere decir que los ciudadanos recorren la ciudad sin ser conscientes del
“texto” que escriben cotidianamente, pero que siempre se encuentra disponible para ser
interpretado.
Por todo lo anterior, se puede afirmar que lo urbano se caracteriza, a nivel general,
como un espacio que “existe sólo y en tanto alguien lo organice a partir de sus prácticas,
que se genera como resultado de acciones específicas” (Delgado, 2002: 96). De esa manera,
son las prácticas las que señalan el camino de la construcción de lo urbano. Esto último, se
puede equiparar, apelando a la figura del símil, a un gran rompecabezas armado con piezas
82
que se generan desde las prácticas sociales, o también con un gran jeroglífico que es
necesario descifrar. Esto fue lo que sucedió en Manizales, durante el transcurso de la
“tragedia”, donde aparecieron múltiples elementos reflexivos que surgieron
espontáneamente y luego se convirtieron en claves para comprender e interpretar mejor las
vivencias de la ciudad. En ese sentido, la comunicación se convierte en un procesos vital
“para salir del ghetto al que nos ha confinado la intolerancia, la negación del otro, el miedo
y la indiferencia” (Reguillo, 1997: 20). Por esto, se requiere generar procesos de
comunicación alternativos, novedosos e inclusivos, que impliquen la participación de todos
los ciudadanos.
Un aspecto muy destacable fue que se utilizaron formas de lenguaje bastante
llamativas para calificar esta serie de fenómenos urbanos, tales como: “las siete plagas de
Manizales”, “la maldición de Caldas”, el “apocalipsis”, entre otros. La utilización frecuente
de estos calificativos y su constante asociación con “fenómenos extraños” o “maldiciones”,
logró que se manifestara en los ciudadanos un efecto de intranquilidad y de zozobra, lo
mismo que un clima generalizado de incertidumbre. Esto, teniendo en cuenta que pocas
veces en la historia de Manizales se habían manifestado, a la vez, tantos sucesos extraños,
trágicos y cuestionadores, que generaron múltiples incomodidades para los ciudadanos,
alteraron significativamente sus actividades cotidianas, pero también cambiaron algunas
perspectivas sobre la ciudad.
El periodismo escrito de Manizales está representado por el periódico La Patria, que
se ha convertido en un símbolo de poder económico y político, bastante cercano a los
intereses de los dirigentes tradicionales y a la defensa del statu quo. Dentro de la “tragedia”,
uno de los resultados más palpables, fue el hecho de que salió a relucir la crisis informativa
de este periódico, el principal de la región, que en un principio informaba acerca de los
problemas relacionados con la prestación de los servicios públicos, en muchos casos,
justificando su demora, luego generaba falsas expectativas con las fecha de
restablecimiento de los servicios, pero finalmente, ante las fallas en los pronósticos, optó
por un silencio cómplice. En general, tanto este periódico, como los medios de
comunicación locales, trataron en un principio de informar adecuadamente, pero poco a
poco fueron perdiendo objetividad y credibilidad, por lo que fueron los periódicos
nacionales lo que tomaron la iniciativa en este sentido. Esto generó situaciones de
83
inconformidad, que no trascendieron más allá de lo que se decía en los Foros, donde
también se vislumbró la incapacidad de los ciudadanos para generar acciones de rechazo a
estas situaciones. También, algunos escritores que escriben sobre la ciudad se quejan, de tal
manera que
Quienes vivimos en la Capital de la República, desde hace varios años, nos
duele ver, cómo todos los días, los diferentes medios de comunicación se
refieren a Caldas, no sobre logros ni obras de progreso, siempre lo hacen con
serios cuestionamientos que van en contra de la moral y las buenas costumbres
(Ortiz Soto, 2011).
El hecho de ir “contra la moral y las buenas costumbres”, de nuevo se relaciona con
los discursos, reducidos al lenguaje propio de la urbanidad, que genera determinadas
formas de comportamiento social. De igual manera el escritor siente la añoranza de los
buenos escritos propios de los grecocaldenses, lo mismo que la primacía de la ciudad
letrada en relación con los tipos de escritura que son exigibles.
Sobre el papel informativo de los medios locales, uno de los episodios que más
impactó a nivel nacional, porque fue divulgado por varios noticieros de televisión, se
relaciona con la tergiversación de informaciones respecto a lo sucedido en el Barrio
Cervantes. De esto también fue víctima el propio Presidente de la República, porque
como tampoco pudieron ponerse de acuerdo en qué versión darles al Presidente
Santos y sus asesores sobre el desastre, la ciudad quedó ante el país como un
villorrio de imbéciles que no acatan las alarmas de las autoridades. ¡Qué putería!
(Samper, 12 de noviembre de 2011).
Un elemento importante para destacar fue el manejo de los discursos, en este caso
referidos a los acontecimientos institucionales “oficiales”, aunque sabemos que también se
construyen discursos no oficiales, por parte de los medios de comunicación.
Dentro de la narración de la tragedia manizaleña también es importante destacar el
papel del relato en cuanto a su capacidad de improvisación, de creación y de recreación de
las realidades narradas, por lo que para Lotman “más que un acto de fijación”, es “un acto
culturalmente creador” […] con una fuerza performativa” (De Certeau, 1996: 135). En este
aspecto el relato favorece la generación de nuevas reflexiones prácticas y simbólicas sobre
la ciudad, que contribuyen a su reconstrucción cultural, desde perspectivas epistémicas
alternativas.
84
2.3 EL RELATO DE LA TRAGEDIA
El relato de esta “tragedia” se inicia con un escrito de Héctor Abad Faciolince,
bastante cuestionante y cuestionado, que expresa en un lenguaje muy crudo sus
apreciaciones sobre Manizales y algunas de sus características identitarias. Entre otros
asuntos que menciona se refiere al momento en que los caldenses “se volvieron personas de
rancio abolengo”; que salieron de Antioquía “descalzos y en alpargatas” y llegaron a
Manizales “vestidos de toreros o Manolas”, además de que “les dio por escribir raro y
florido en el célebre estilo grecocaldense”, y que “se creen de mejor familia que el resto de
colombianos”. De igual manera menciona, respecto a los ciudadanos, que “eligieron (¡otra
vez¡) un alcalde de la misma mafia corrupta que los gobierna hace decenios”, que los ve
como “indolentes, vacíos por dentro, ridículamente resignados”; y con una “inercia pasiva
de una población sumisa y resignada”. Por otra parte, afirma que la política caldense “ha
tenido una triste historia”, y acusa al Departamento de Caldas de que “se haya convertido
en un pueblo pasivo que se deja imponer por el miedo o por el clientelismo corrupto unos
gobiernos infames”. Por último afirma, entre otras cosas, que “esta desgracia de una gran
ciudad sin agua durante semanas debería ser el detonante que saque a la población de su
abulia y de su indiferencia”.
Todo este tipo de lenguaje se explaya a partir del mismo título: “Ay Manizales del
agua”, referido en un tono burlesco, al famoso pasodoble “ay Manizales del alma”, uno de
los símbolos tradicionales, equiparable, para muchos a un himno propio de la ciudad.
Algunas de estas afirmaciones de Abad Faciolince generaron múltiples reacciones de
ciudadanos y escritores, no solo de Manizales sino de varias partes del país, y también
suscitaron bastantes controversias, como nunca había sucedido en la historia reciente de la
ciudad. Algunas posturas se radicalizaron notablemente, mediante voces de apoyo o de
repudio, lo que convirtió al artículo en una especie de “guía de ofensas y adhesiones”.
El gran detonante de esta situación anómala para la ciudad fue el problema causado
por la falta de agua, que se inició el 19 de octubre, cuando se anunció esta lamentable
noticia:
Varios deslizamientos que han caído sobre la planta de abastecimiento de agua
de Manizales, provocaron el daño en las tuberías, lo que produjo el corte del
suministro del líquido en más del 80% de la ciudad […]. Se teme que ante la
85
gravedad de los daños el resto de la ciudad se quede en la misma situación
(Manizales sin agua por daños en la tuberías, 19 de octubre de 2011).
CARICATURA 2
(Fuente: Ricky. Seco. Diario La Patria. Manizales: Octubre 23 de 2011).
Una de las paradojas más interesantes en esta situación consistió en que
precisamente el servicio de agua se suspendió en un momento en el que el invierno llegó a
la ciudad con toda su furia y se convirtió en otro de los protagonistas de estos sucesos.
CARICATURA 3
(Fuente: Ricky. El tubo tuvo la culpa. Diario La Patria. Manizales: Octubre 10 de
2011).
En ese sentido es interesante consultar un artículo de revista denominado: ¿Por qué
la capital mundial del agua sigue sin agua?, referido a la crisis de 2010, en el que se plantea
que:
86
Paradójico resulta ingresar a la página web de la Alcaldía de Manizales y
encontrar que siempre la administración se ha podido regodear con las
condiciones especiales para la producción de agua: “Manizales cuenta con todos
los atributos, cualidades, valores y acciones que demuestran por qué esta ciudad
es la capital Mundial del Agua (¿Por qué la capital mundial del agua sigue
sin agua?, sf).
Esta extraña paradoja fue uno de los sucesos que más despertó inquietud, tanto entre
los ciudadanos de Manizales, como dentro de diferentes comentaristas de otras partes del
país. Fue interesante indagar acerca del gran dilema de porque la capital mundial del agua
sigue sin agua, ya que este hecho lamentable se constituyó en un acontecimiento demasiado
significativo para la simbología cultural de la ciudad. Esto puso en tela de juicio el
imaginario urbano que la catalogaba como la “capital mundial del agua”, que ha sido desde
mucho tiempo atrás un mito urbano, que probablemente se encuentre en proceso de
revisión. Esto sucede porque en la memoria colectiva existe el imaginario de una ciudad
que, en cuanto a la prestación del servicio de agua, posee muchas ventajas comparativas
con respecto a otras. Por ese motivo se espera que respecto al líquido, exista una provisión
permanente, buena disponibilidad, excelencia en la calidad y el aseguramiento del
suministro mediante un buen servicio. Este imaginario, de todos modos se basa en una
premisa inicial verdadera, de la que nadie tiene duda, acerva de la existencia de grandes
cantidades de agua que pueden garantizar una buena provisión para la ciudad. Dedeo luego
que estas condiciones generaban un gran margen de seguridad en los ciudadanos con
respecto a un servicio efectivo y donde existía un alto grado de certeza de que nunca
aparecería la palabra escasez. De esa manera,
87
CARICATURA 4
(Fuente: Ricky. Desarrollo. Diario La Patria. Manizales: Octubre 27 de 2011).
La misma Alcaldía de la ciudad pregona este imaginario, hecho que lo hace más
impactante para los ciudadanos, pero lo es aún más, la evidencia de que los problemas
estriban, precisamente en las actuaciones cuestionantes de la administración municipal.
Todos estos mecanismos simbólicos de seguridad fueron amenazados
repentinamente por los eventos que sucedieron, cuando los ciudadanos tuvieron que
someterse a determinadas prácticas no registradas con anterioridad dentro de su memoria
colectiva y a las cuales tuvieron que acogerse para la provisión del agua. Todo esto a partir
de la certeza de que “en la historia reciente del municipio no hay reportes de una crisis de
esta magnitud. Es que son 400.000 personas sin agua potable” (Entre disturbios y ataques,
Manizales vive la peor crisis por falta de agua, 30 de octubre de 2011). Se trata de un
volumen bastante significativo de personas perjudicadas. Además, esto sucede, no tanto por
las acciones de la naturaleza o la falla en la prevención de desastres de esa magnitud, sino
ante todo por falta de previsión de los funcionarios municipales. Por ese motivo,
Dos de los pilares sobre los que se funda el reconocimiento que queremos para
esta ciudad quedaron mancillados. La capital mundial del agua, con excelencia
en la calidad del servicio y del producto que les llega a todos sus hogares; y el
ejemplo mundial en prevención de desastres, son dos características que hoy
están en entredicho” (El orgullo herido, 2011).
Manizales, es verdad que constituye una gran fuente de agua natural y “es llamada
“Capital del Agua” por las reservas acuíferas en las montañas que la rodean, principalmente
las ubicadas en el Parque Nacional Los Nevados, cuya cima más importante es
88
precisamente, el nevado del Ruiz”. Es una ciudad rodeada de fuentes naturales de agua,
como no las posee ninguna otra ciudad en el país.
Luego de esta disertación alrededor de las bondades del agua de Manizales, es
necesario volver al relato. De esa manera, en medio de este caos generado por la falta de
agua, el día 31 de octubre aparece, por fin, una buena noticia sobre el restablecimiento del
servicio ¡aleluya!, que generó gran júbilo en la ciudadanía, luego de más de una semana sin
el líquido vital. Por eso,
El regreso del agua al 70 por ciento de la ciudad, según el alcalde, Juan Manuel
Llano, luego del corte total del suministro debido a un daño en el acueducto, fue
todo un acontecimiento para los 370 mil habitantes de esta capital (Ayer volvió
el agua a casi toda Manizales, 30 de octubre de 2011).
La ciudadanía se aprestaba a retornar a sus actividades corrientes, porque se suponía
que la emergencia ya había sido superada positivamente. Pero todo ese ambiente caótico,
padecido en tiempos recientes, volvió a reactivarse y se afirmó aún más, cuando el día 6 de
diciembre, luego de que la población de Manizales comenzaba a ilusionarse con el regreso
del servicio de agua y el restablecimiento de la confianza en sus administradores, volvió a
colapsar la planta de tratamiento, por lo que
Una gran parte de Manizales volvió a amanecer sin el servicio de agua potable
debido a los daños que sufrieron las dos conducciones que van de la planta Luis
Prieto a la planta Niza, que se vieron afectadas por la avalancha del río
Chinchiná que se registró en la madrugada de este martes (Una parte de
Manizales, de nuevo sin agua, 6 de diciembre de 2011).
Para muchos ciudadanos ya era el colmo que luego de un corto periodo de
entusiasmo sobre la regularización del servicio de agua, de nuevo volviera a colapsar la
planta. La exasperación ya estaba a llegando a límites imposibles, pero de todos modos los
ciudadanos seguían resignados y tomando la situación con mucha paciencia.
Una vez más se debió volver a las costumbres tradicionales, tales como las de
bañarse a totumadas. Esta última es una práctica muy común en las zonas rurales de
Colombia, donde generalmente se utiliza la corteza del fruto del totumo3, como vasija para
sacar agua de los tanques, especialmente usada en las labores del baño corporal.
3Totumo, es un arbusto del trópico americano que produce unos frutos que, al secarse, son
utilizados para fabricar recipientes, que generalmente se usan para el baño corporal en zonas rurales.
89
Pero, por fin, de nuevo, el día 18 de diciembre se restablece servicio de agua potable
en Manizales, tal como lo anuncia la siguiente noticia:
Poco a poco se irá restableciendo el servicio de agua potable en Manizales,
gracias al empalme que se logró realizar del tubo de 30 pulgadas en la planta
Luis Prieto Gómez.
Según el reporte técnico de la empresa Aguas de Manizales, a las 6 de la tarde se
empezó a transportar 300 litros por segundo a la planta Niza, que producía 600
litros.
El incremento permitirá abastecer a toda la ciudad del vital líquido y levantar de
manera paulatina el plan de choque que se había implementado para superar la
emergencia que se presentó el pasado 6 de diciembre por un deslizamiento de
tierra en la finca La Marmolera (Este lunes se restablece el servicio de agua
potable en Manizales, 19 de diciembre de 2011).
Uno de los aspectos notables de esta “tragedia” es que Manizales es considerada
como una de las pocas ciudades del mundo con bastante disponibilidad de agua y, además,
con dos plantas de tratamiento disponibles. Se trata de un hecho bastante inusual, por lo que
resulta aún más paradójico, que llegó el momento en que ninguna de las dos plantas estaba
funcionando adecuadamente. Por eso se plantea que
Las políticas perversas de los administradores de turno no han permitido que al
menos otra planta sustituta sirviera de alternativa a la colapsada en el sector de
Gallinazo; “la obra en la Planta Niza “cogió con los calzones abajo” a los
responsables de suministrar el agua tratada”, se oye decir en las filas (¿Por qué
la capital mundial del agua sigue sin agua?, sf).
En el mal manejo de la Planta de Niza, se mezclaron, la desidia administrativa, la
carencia de gestión, los malos manejos, la improvisación, la falta de previsión, y la escasa
coherencia en la planificación. Estos fueron apenas, algunos de los calificativos que se le
endilgaron a la administración. Porque
La irresponsabilidad del señor gerente de la empresa Aguas de Manizales no
tiene límites. Cómo es posible que en la única ciudad de este país donde se
consume la mejor agua y la más pura, estemos en las que estamos; que pasó con
la planta Niza?? ...porqué no la repararon ?? se dedicaron a politiquiar....y no les
quedó tiempo de hacerlo...??? ó es que la corrupción de se extiende también a
esa empresa......??? (mayita48, 20 de octubre de 2011).
El asunto referido a la planta de Niza se relaciona con el hecho de que esta no
estuviera disponible en el momento que se necesitaba, como reemplazo en el
funcionamiento de la planta Luis Prieto. Todo esto sucedió porque no hubo previsión, ni
90
agilidad administrativa, debido a que no se le reparó a tiempo, para que funcionara como
una opción alternativa.
Todos estos acontecimientos relacionados con la prestación de servicios públicos,
fueron una experiencia insignificante en relación con lo que sucedería después. El día 5 de
noviembre, luego de restablecido el servicio de agua sucedió algo inesperado, una
verdadera tragedia, ocasionada por un gran derrumbe en el barrio Cervantes, que le causó la
muerte a 48 personas. Por eso,
CARICATURA 5
(Fuente: Ricky. Seco. Diario La Patria. Manizales: Noviembre 10 de 2011)
Parafraseando el famoso pasodoble, “Ay Manizales del alma”, que se uno de los
símbolos más importantes de la ciudad.
Fue una tragedia que golpeó sensiblemente a la ciudadanía y sobre todo, generó
muchas especulaciones alrededor de las causas que la originaron. De tal manera que,
La duda tiene que ver con que horas antes del derrumbe, vecinos del barrio
llamaron a la […] empresa que opera el acueducto- para reportar “el
empozamiento de agua que brotaba sobre la calzada y los andenes”, dijo el
personero […]. La gente dice que habría estallado un tubo debido a la presión
del agua que se produjo cuando se restableció el servicio de acueducto (La
maldición de Caldas, 12 de noviembre de 2011).
Todo esto también sucede por la calidad de los suelos que posee esta región, que
aparte de que son bastante deleznables, son de origen volcánico, muy susceptibles a los
derrumbes. Por eso la caricatura ilustra esta situación así,
91
CARICATURA 6
(Fuente: Ricky. Aplastante. Diario La Patria. Manizales: Noviembre 23 de 2011)
Esta caricatura expresa sus verdades acerca de los terrenos de la ciudad, poco
propicios para las construcciones y por lo tanto susceptibles de quedar a merced de las
acciones impredecibles de la naturaleza y de causar estas dolorosas tragedias. En ese
sentido siguen siendo una “voz” de alerta, como componentes de la planeación municipal,
que deben ser tenidos en cuenta de manera constante.
Fueron muchas las versiones que circularon acerca de esta tragedia que causó gran
conmoción, no sólo en la ciudad sino a nivel nacional. La mayoría, culpaban a la Empresa
de Aguas por las graves fallas administrativas, ocasionadas porque no se tuvo en cuenta la
fuerte presión que del agua, luego de restablecido el servicio. Esto originó que “la Fiscalía
y la Procuraduría abrieron investigaciones para establecer si se presentaron irregularidades”
(La maldición de Caldas, 12 de noviembre de 2011). Lo más paradójico de esta situación es
que, luego de la tragedia, a los habitantes del Barrio Cervantes les llegaron las facturas de
cobro de servicio como si no hubiera pasado nada. Esta caricatura ilustra la situación.
92
CARICATURA 7
(Fuente: Ricky. Seco. Diario La Patria. Manizales: Noviembre 18 de 2011)
Pero, el día 11 de noviembre de 2011, mientras la ciudad apenas se estaba
reponiendo de los traumatismos asociados a la falta del servicio de agua y a los efectos de
la tragedia del barrio Cervantes, se anuncia otro suceso negativo que se sumará a los
problemas que ya la afectaban. La mala noticia dice que:
Las intensas lluvias que han caído en las recientes semanas sobre el sector de
Sabinas, a 7 kilómetros de Manizales, en la vía que de esta ciudad conduce a
Bogotá, provocaron un deslizamiento de tierra que desplazó un tramo del
gasoducto Mariquita-Cali, y afectó el suministro de gas domiciliario y vehicular
a un millón de usuarios en 48 municipios del Eje Cafetero y del Valle (Un
millón de personas del Eje Cafetero y Valle, sin gas por derrumbe, sf.).
Manizales, como la mayoría de las ciudades del sur occidente de Colombia, se surte
del servicio de gas domiciliario, que proviene del gasoducto Mariquita – Cali, que colapsó.
Los efectos de la falta de servicio de gas no se hicieron esperar y los habitantes de muchas
partes de la ciudad se volcaron hacia los almacenes a conseguir estufas eléctricas, o por lo
menos las “pipas”4 para obtener el gas que se vende en las calles, mediante los carros
surtidores. Por eso en muy poco tiempo se llegó a una situación en la que
“No hay una estufa de luz en Manizales, mi esposo recorrió todos los almacenes
y en ninguno había", comentaba ayer Leticia Arango, habitante del barrio
Fátima, quien desde la mañana se las arreglaba calentando lo que podía en el
horno microondas. Se ayudaba también con la estufa de gas propano de los bajos
de su casa, donde vive una de sus hijas (Un millón de personas del Eje Cafetero
y Valle, sin gas por derrumbe, sf.)
4Recipientes donde se vende el gas por medio de los carros proveedores
93
El 22 de noviembre se anuncia que “de manera gradual se restablece el servicio de
gas natural en las ciudades de Manizales y Cali, tras la emergencia registrada en uno de los
tubos de conducción” (Se restablece el servicio de gas en Manizales y Cali, 22 de
noviembre de 2011). Desde luego que esta noticia alegra a los ciudadanos quienes creen
que esta sumatoria de experiencias desagradables está llegando a su fin. En ese momento,
pareciera que todas las actividades cotidianas de la ciudad vuelven a la normalidad.
Pero, en el mes de febrero de 2012 se presenta otra noticia muy preocupante para
los ciudadanos, consistente en que los precios del gas fueron aumentados
significativamente, a pesar de que el servicio había sido muy deficiente, debido a las
condiciones ya conocidas. De ese modo los habitantes de Manizales, aparte de que tuvieron
que soportar la escasez del servicio de gas, también debieron que someterse a un inusitado
aumento en el costo lo cual, como se podría esperar, no fue bien recibido por los
ciudadanos. En ese sentido se afirma que, “los directivos de las firmas distribuidoras y
comercializadoras de gas domiciliario anunciaron un aumento entre un 20 y un 30% en las
tarifas del servicio de gas domiciliario en el centro y sur del país” (Aumento de entre 20 y
30% en tarifas de gas domiciliario, 16 de febrero de 2012). También se informó que, causó
mucha indignación el hecho de que “la compañía decidió aumentar las tarifas, entre el 25 y
el 50% en el gas domiciliario para el Eje Cafetero” (Piden a Superservicios revisar aumento
‘desmedido’ en tarifas del gas, en Manizales, sf.). Pero esta situación no se quedó sólo en
estas cifras tan incomprensibles para la situación que se presentaba sino que además
también se informa que “hay incrementos hasta del 100 por ciento” (Protestas en
Manizales, por alzas en el gas, 24 de febrero de 2012). Además de las malas noticias en
cuanto a los incrementos es necesario resaltar las contradicciones existentes sobre los
montos en las alzas del servicio, lo cual también. En este aspecto, se volvían a revivir las
malas noticias para la ciudadanía, como se hubiera naturalizado una situación recurrente,
que nunca fuera a terminar.
Pero además, siguiendo con estas tendencias, los cobros exagerados no sólo se
presentaron en el servicio de gas, sino que ahora se le sumaban también los que
corresponden al servicio de agua. Aunque estos no fueron “aumentados”, se les cobró la
tarifa fija mínima como si el servicio se hubiera prestado normalmente. De nuevo los
ciudadanos volvieron a cuestionar a la administración municipal y a calificar estos abusos
94
como productos de otra “tragedia”. Al respecto hubo una polémica entre el alcalde y el
gerente de la empresa de aguas. Por ese motivo
En rueda de prensa esta mañana el alcalde de Manizales Jorge Eduardo Rojas,
aseguró que se ordenó una auditoria para verificar si es cierto o no la reducción
en las tarifas de la factura de agua en la ciudad.
"No vamos a permitir que una empresa nuestra como es Aguas de Manizales le
cobre lo que no debe ser a los manizaleños".
Según el Alcalde de Manizales la Superintendencia establece que después de 15
días continuos sin servicio de agua se puede rebajar el cargo fijo.
"Las personas de comercial y facturación de Aguas de Manizales me dicen que
sí rebajaron, pero con todo el respeto de la empresa no creo que lo hayan bajado.
Así que hoy le doy la instrucción al doctor Juan David (nuevo gerente de Aguas
de Manizales) para que haga una auditoría detallada, factura a factura, de si hubo
reducción o no, y si hubo tal disminución, pues ofreceré disculpas a la empresa,
pero primero vamos a estar de lado de la comunidad", puntualizó el primer
mandatario (Manizales capital mundial del agua, 13 de enero de 2012).
Lo que causó mayor impacto fue el hecho, demasiado contrastante, de que antes de
la “tragedia” la prestación del servicio de gas domiciliario era considerada bastante
eficiente y económica, lo que favorecía especialmente a las capas bajas de la población.
Mientras que la administración de esta la compañía, trata de justificar los aumentos, aunque
no de manera convincente. Además, no presentan explicaciones válidas acerca de la manera
como escogieron esta coyuntura trágica para desarrollar estas acciones que van totalmente
en perjuicio de la ciudadanía. Algunas de las razones que invocan para justificar la toma de
tales decisiones, son las siguientes:
El gerente de Efigas, Carlos Macenet, indicó que la decisión está relacionada
con el nuevo contrato suscrito con las empresas industrializadoras del gas en el
país que incluyó un incremento en los costos del combustible cercano al 40 por
ciento lo que obligó a modificar el precio base al usuario final y la Comisión
Nacional de Regulación de Energía y Gas autorizó el aumento […] La
aclaración se hizo ante las reiteradas quejas de los usuarios en el Eje Cafetero en
especial de los estratos residenciales cuatro, cinco y seis que no son subsidiados,
cuya alza es del 30 por ciento, y en muchos casos según las denuncias de los
usuarios supera esa cifra (Aumento de entre 20 y 30% en tarifas de gas
domiciliario, 16 de febrero de 2012).
Esta fue una noticia totalmente inesperada, salida de toda lógica, que no se
compadecía con las numerosas situaciones de incomodidad por las que tuvieron que pasar
los ciudadanos de todos los estratos, que sumaban una molestia más a su ya extenso e
inaguantable calvario. Pero, a pesar de todo lo que había sucedido, las malas noticias aún
95
no habían terminado. El día 14 de mayo de 2012, llegan las malas noticias, una vez más,
para los sufridos ciudadanos de Manizales, ya que se informa que
A las 4:30 a.m. de hoy el gasoducto Mariquita-Cali se rompió en el sector de
Sabinas, cerca de Manizales, lo que provocó que esta ciudad, Chinchiná y Neira
(Caldas) se quedaran sin el servicio (Manizales se quedó sin gas por daño en
gasoducto Mariquita-Cali, 14 de mayo de 2012).
De nuevo, hubo que apelar a los mecanismos de sobrevivencia, propios de estos
casos. Volver a sacar las “pipas” guardadas, cocinar con leña, apelar a la olla comunitaria y
seguir soportando las “tragedias”. Afortunadamente el día 18 de mayo de 2012 se informa
que:
Poco a poco se restablece el gas natural en Manizales, Villamaría y Neira, y
vehicular en el Eje Cafetero y el Valle tras la suspensión del servicio por un
deslizamiento que afectó el gasoducto Mariquita-Cali. (Paulatinamente se
restablece el gas en el Eje Cafetero y el Valle, 18 de mayo de 2012).
Los caricaturistas sacaron a relucir toda su creatividad humorística y artística, donde
se puede apreciar irónicamente la manera como se trabaja en las reparaciones de los
oleoductos, mediante soluciones coyunturales. Esto, teniendo en cuenta que los tubos de
conducción se encuentran en una zona de gran complejidad topográfica, muy agreste y
deleznable, propicia para que se presente una sensación permanente de que en esas
circunstancias pueden seguir ocurriendo los problemas de suministro.
En este aspecto aparece el oleoducto, como un paciente adolorido y maltrecho, que
podría diagnosticarse como entrando en fase terminal, en un estado que puede dar la
impresión de que difícilmente se puede recuperar, especialmente en épocas de invierno
cuando ocurren bastante derrumbes. Por ese motivo, en cualquier momento puede ocurrir
una situación desagradable puede volver a presentarse.
96
CARICATURA 8
(Fuente: Homez. Manizales sin gas. Diario La Patria. Manizales: Noviembre 20 de
2011).
De igual manera se siguen criticando las posiciones ambiguas y elusivas que toman
las autoridades públicas ante las actuaciones erradas de la entidad que suministra el servicio
de gas domiciliario.
Luego de todos estos acontecimientos tan complejos, que pareciera que nunca iban a
terminar, se comenzaron a conocer algunos documentos, que revelaban situaciones bastante
preocupantes acerca de la prestación del servicio, especialmente el de suministro de agua.
Paradójicamente el servicio local en extremo deficiente, contrastaba significativamente con
proyectos de expansión internacional de la compañía. En su página web aparece la
siguiente noticia: “Aguas de Manizales exporta creatividad, innovación y nuevas
tecnologías”.
Aguas de Manizales S.A.E.S.P. en asocio con el Parque de la Creatividad y bajo
el liderazgo del científico colombiano Raúl Cuero desarrollaron una nueva
tecnología para el tratamiento de las aguas residuales, que próximamente se
utilizará y comercializará en los Estados Unidos.
Esto será posible ya que la licencia de la tecnología fue adquirida por la empresa
estadounidense Rose’s Engineering. Su presidente, Robert Lilly manifestó su
confianza con el negocio ya que es un desarrollo económico para todos.
Para el gerente de Aguas de Manizales, Juan David Arango Gartner “se han
construido relaciones de confianza con este gremio en los Estados Unidos y se
abre un camino muy importante para que podamos avanzar en la generación de
nuevas tecnologías, que puedan ser aplicadas en otros países, con beneficios
97
comerciales y económicos para Colombia pero también, haciendo un aporte muy
importante desde el punto de vista ambiental”.
Aguas de Manizales trabaja conjuntamente con el Parque de la Creatividad
desde hace cuatro años. En las instalaciones de la Planta de Tratamiento Niza se
trabaja en el desarrollo de invenciones en el tratamiento del agua. Hasta la fecha
hay dos tecnologías más en desarrollo (Aguas de Manizales exporta creatividad,
innovación y nuevas tecnologías, sf.).
Todas estas informaciones, que en otras circunstancias deberían contribuir a que la
empresa de aguas de Manizales fuera destacada por este tipo de realizaciones, por el
contrario generó todo tipo de críticas, especialmente dirigidas contra su gerente. Por ese
motivo la caricatura ilustra esta elocuentemente esta situación.
CARICATURA 9
(Fuente: Ricky. Le cayó toda. Diario La Patria. Manizales: Noviembre 4 de 2011)
La pregunta que se hacen los ciudadanos se relaciona con en el hecho de que la
Empresa tiene muy buenos contactos con el exterior y maneja también tecnologías bastante
sofisticadas, pero paradójicamente el servicio básico que prestan a la ciudad es bastante
controvertido. También se le cuestionó, en el sentido de que hubiera descuidado la
prestación adecuada del servicio en la ciudad, mientras realizaba grandes inversiones en
otras regiones del país y del exterior. Por eso,
Hace más de un año esta planta tampoco aguantó los embates del invierno y sus
tuberías fueron destruidas, pero el tiempo pasó y mientras que los directivos de
Aguas de Manizales abrían su portafolio de negocios a Magdalena, a Cesar y
hasta a Perú, sus obligaciones fueron retrasadas a paso de tortuga, porque ni
98
siquiera programaron turnos nocturnos para recuperar la infraestructura de la que
hubiera sido parte de la solución a esta emergencia (¿Por qué la capital mundial
del agua sigue sin agua?, sf).
De esa manera se vislumbra el interés que tiene ésta compañía por ampliar sus
servicios desde las perspectivas globalizantes y posicionarla a nivel internacional pero en
perjuicio de la eficiencia y prestación a cabalidad de sus funciones en el ámbito local.
Luego de sucedida esta inmensa cadena de hechos trágicos, perturbadores y difíciles
para la ciudadanía, se anuncia con gran boato el restablecimiento de los servicios públicos,
como dando a entender que todas las dificultades por fin se han superado. De igual manera,
los reproches a la administración pública han bajado su tono, o hasta se puede tener la
sensación de que hubieran desaparecido. A pesar de eso queda en la ciudadanía, muy en el
fondo de sus impresiones más profundas, la sensación de que situaciones como estas
pueden volver a ocurrir en cualquier momento. El problema no se encuentra en los hechos
que suceden sino en los personajes que los pueden evitar o intervenir.
Además, todo lo que sucedió en los últimos tiempos, deja en los ciudadanos la
sensación de que existe alguna clase de fuerza sobrenatural que se ha ensañado contra la
ciudad, para la cual no existen explicaciones lógicas. Por eso se dice que
En menos de mes y medio el departamento de Caldas ha vivido una especie de
abrebocas de lo que sería el apocalipsis. En apenas seis semanas le ha tocado
padecer cuatro grandes tragedias.
Primero, el 21 de septiembre, una explosión en una subestación eléctrica mató a
seis obreros. Ocho días después, un incendio casi acaba con la licorera del
departamento. El 20 de octubre, toda Manizales se quedó sin agua durante 16
días. Y la semana pasada, una avalancha dejó 48 muertos y 111 familias
damnificadas (La maldición de Caldas, 12 de noviembre de 2011).
De esa manera se sigue reconociendo la profundidad de la “tragedia”, con todas sus
manifestaciones. Todo esto significa una gran asociación de circunstancias fortuitas e
impredecibles que movieron, por lo menos por un tiempo corto, todos los cimientos de la
cultura urbana de Manizales. Por una parte, respecto al presente, mediante sus prácticas
sociales, como también respecto al a pasado, a través de procesos de recuperación de la
memoria histórica.
99
2.4 ALTERACIONES DE LA VIDA COTIDIANA
La ciudad se paralizó, casi en su totalidad en estos días de asombro e incertidumbre,
por lo que muchas de las actividades cotidianas se alteraron significativamente. Esto por su
puesto generó muchas inquietudes de la ciudadanía porque siente que su seguridad se
encuentra en entredicho. Por ejemplo, se suspendieran las actividades académicas, los
negocios funcionaron a media marcha y en algunos casos cerraron totalmente. De esa
manera,
Estudiantes de todos los niveles no pueden asistir a clases, las empresas han
programado jornadas continuas, cafeterías y restaurantes han cerrado y las
pérdidas económicas no pueden ser estimadas; porque sin agua es difícil hacer
cálculos (¿Por qué la capital mundial del agua sigue sin agua?, sf).
Todo esto alteró significativamente, tanto las prácticas sociales, como la vida
cotidiana de los ciudadanos de Manizales, que son dos conceptos que guardan mucha
relación. También se afectaron las actividades de la gran mayoría de instituciones, por lo
que en la administración pública se impuso la jornada continua para que los empleados
pudieran trabajar en la mañana y en las horas de la tarde tuvieran el tiempo disponible para
conseguir el agua para su consumo doméstico. En este aspecto, “la vida en Manizales
cambió de manera abrupta. Los niños ya no van al colegio y según una funcionaria de la
Gobernación de Caldas, algunas empresas les ordenaron a sus empleados quedarse en casa”
(Villamil, sf.). Desde luego que esta situación genera alteraciones significativas en los
hogares porque muchos padres no tuvieron con quién dejar a sus hijos en las casas.
También se alteró significativamente la vida escolar y hogareña de los manizaleños, ya que
para muchos padres de familia constituyó una gran preocupación el hecho de que
inesperadamente sus hijos tuvieran que interrumpir sus actividades académicas, con la
preocupación adicional de que no sabían qué hacer con ellos, mientras trataban de ir a sus
trabajos. Todo eso generó una “parálisis cotidiana” de las actividades acostumbradas, de
sus habitus, porque
Debido al problema, las clases en colegios y universidades fueron canceladas en
la ciudad, al mismo tiempo fueron solicitados a los municipios cercanos a
Manizales carro tanques para que suministren el líquido a los ciudadanos
(Manizales sin agua por daños en las tuberías, 2011).
100
Esta escasez de agua también generó grandes impactos en otros sectores, como el de
los “rumbiaderos”, que son los lugares donde los jóvenes salen a divertirse, no sólo los
fines de semana. La principal afectación en este caso, se presentó por las grandes
restricciones que hubo para la prestación de los servicios sanitarios.
2.5 PRACTICAS SOCIALES
Foucault mostraba que la vieja alternativa entre resistencia y
revolución estaba muerta: sólo resistiendo se podía transformar; la
revolución no es un mito abandonable, sino una práctica que
desplegar mediante una destrucción activa de las redes de poder,
singulares y colectivas, en las cuales estábamos presos.
Toni Negri, "Tres encuentros con Michel Foucault".
Las prácticas sociales son un componente social, un tanto ambiguo, del cual no
existen mayores precisiones conceptuales o especificaciones de sus contenidos. En general
se refieren a “las acciones y comportamientos concretos que se privilegian y se construyen
en las relaciones interhumanas de la vida cotidiana” (Botero, Salazar y Torres, 2006: 46).
Las prácticas no se pueden entender desde definiciones precisas o el escudriñamiento del
concepto sino que lo deben hacer desde las prácticas mismas, donde expresan sus propias
formas de generar conocimiento, de acuerdo con las lógicas que le son inherentes. Se puede
partir de la idea de que las prácticas sociales” son el resultado de los acontecimientos que
ponen en relación tres categorías objetivas: “hombres, mujeres y condiciones materiales”
(Castro et al, 1996: 35). Se trata de un tipo de relaciones básicas para la sociedad, que se
asocian de inmediato con procesos de producción y reproducción, que son fundamentales
para la sobrevivencia cotidiana, tanto de los grupos como de los individuos.
Las prácticas sociales críticas se consideran como herramientas que actúan al
servicio de los ciudadanos subalternizados porque dan cuenta de los conocimientos “no
dichos, las estrategias de silencio, las resistencias” (Uranga, 2001: 1), que sirven, entre
otras cosas para luchar cotidianamente contra los poderes hegemónicos establecidos, desde
posiciones de sometimiento.
El análisis de toda práctica social supone, tener en cuenta, al menos dos factores
esenciales: “por una parte, las condiciones sociales, históricas y materiales en las que ella se
101
inscribe, y por otra; su modo de apropiación por el individuo o grupo respectivo” (Abric,
1994: 213). Este aspecto es fundamental para la explicación, tanto de la “tragedia” en sí
misma, como de su contexto, para determinar a partir de allí sus efectos e impactos a corto
y largo plazo y las maneras como estos elementos pueden afectar el futuro de la ciudad. De
igual manera se debe determinar si todos estos aspectos críticos pueden ser asimilados,
desapasionadamente, o por el contrario, seguirán siendo el sello distintivo de una sociedad
que no aprende de sus experiencias, y peor aún de sus “tragedias”. De manera que en este
aspecto son fundamentales las interpretaciones que “implican procesos de significación y
producción de sentido” (Uranga, 2001: 6). La “tragedia”, desde el punto de vista de sus
innumerables prácticas sociales, necesariamente fue una rica fuente de producción de
sentidos, lo cual además contribuye, no sólo a develar lo que sucedió, sino ante todo para
medir los impactos futuros dentro del contexto urbano.
En este último sentido, se puede afirmar que las prácticas sociales se constituyen en
torno a “valores culturales, modos de vida y construcciones de sentido (más allá de
intereses de clase o sectoriales) y en oposición a modos de organización y comunicación
verticales, burocráticos y rígidos” (Rueda, 2008: 14). En este aspecto se puede afirmar que
las prácticas sociales constituyen un campo epistémico caracterizado por sus posibilidades
creativas, dinámicas y espontáneas. Además porque se salen de los esquemas tradicionales
que corresponden a las estructuras institucionales y burocráticas con las cuales se
administran las ciudades.
Las prácticas sociales no se refieren sólo a condiciones materiales sino que también
integran el extenso campo de lo cultural, donde actúan como “interrelaciones
multidimensionales que condicionan los cuerpos humanos en el espacio social; se
componen pues de acciones físicas y psicológicas inmersas en campos simbólicos” (Del
Búfalo, 2009). En ese sentido, las prácticas sociales son muy significativas dentro de la
vida social, y se inician a partir de acciones cotidianas. De esa manera Freud plantea que
“la gente ya sabe todo. Son sus prácticas las que lo saben: acciones, conductas, maneras de
caminar o de hablar, etcétera” (De Certeau, 1996: 81). Esto plantea un sinnúmero de
situaciones urbanas que son susceptibles de describirse y reflexionarse, a partir de las
vivencias de ciudadanos comunes y corrientes, de clases populares y subalternizadas, que
asumen diversas miradas y posiciones sobre la vida urbana.
102
De igual manera, las prácticas sociales desde la teoría adquieren en los últimos
tiempos solidez conceptual, ligada a otras categorías sociales tradicionales, por lo cual se
entiende como “el conjunto de actividades que caracterizan la reproducción de los hombres
particulares, los cuales a su vez, crean la posibilidad de la reproducción social” (Heller,
1977: 19). Las diversas formas de la reproducción son la esencia en la cual se fundamentan
todas las construcciones sociales. Esto para connotar la importancia potencial que tiene
para los estudios sociales actuales, en especial desde el campo de construcción de la
ciudadanía, relacionado con las diversas formas de reproducción. En ese sentido,
la reproducción biológica, que en plano familiar significa el tener hijos y en el
plano social, se refiere a los aspectos socio-demográficos de la fecundidad; la
reproducción cotidiana, o sea el mantenimiento de la población existente a partir
de las tareas domésticas de subsistencia; y la reproducción social, o sea todas las
tareas extraproductivas dirigidas al mantenimiento del sistema social (Jelin,
1984: 10).
La reproducción, en sus amplias manifestaciones, incluye una gran variedad de
prácticas sociales cotidianas, fundamentales para la sobrevivencia, especialmente dentro del
contexto complejo de las ciudades, que amplían considerablemente las posibilidades
analíticas en el campo social. De igual manera, se considera que los espacios urbanos, son
innumerables para la realización de múltiples prácticas sociales, donde se conectan los
territorios físicos con los virtuales, relación fundamental dentro de las condiciones actuales
de sobrevivencia urbana.
Por ese motivo, las prácticas deben ser entendidas no sólo como expresión de
acciones cotidianas, sino que se pueden convertir en verdaderas alternativas de
conocimiento. Además, tienen plena validez en función de la investigación social y
contribuyen al desarrollo de la sociedad, mediante la creatividad, recursividad y acción
política que les son propias. En ese aspecto es necesario penetrar en lo recóndito de las
experiencias, y desde allí, “exhumar las formas subrepticias que adquiere la creatividad
dispersa, táctica y artesanal de grupos e individuos (De Certeau, 1996: xlv). En este aspecto
es importante reconocer la existencia de muchas formas de conocimiento propias, críticas y
reivindicativas que poseen las clases populares, a pesar de que muchas veces no se les
concede la oportunidad de expresarlas.
103
2.6 LO COTIDIANO
Lo cotidiano ha sido un campo de conocimiento empírico muy importante para las
comunidades, pero dentro de las ciencias sociales ha sido muy despreciado por que no
corresponde a los cánones de la indagación científica de carácter objetivo y exacto. En ese
aspecto el sujeto cotidiano ha sido estigmatizado como una representación social, que “no
podrá jamás salirse de su conocimiento inmediato, vivencial y pragmático; no llegará a
investirse con los requerimientos de la acción social o de los actores organizados; no saldrá
de los subcampos, de la cultura popular, masiva o folklórica” (Lindon, 2000: 58). En ese
aspecto se valoran otras posibilidades de relaciones sociales que se desarrollan en la ciudad,
conformadas por ciudadanos comunes y corrientes, ordinarios, que poseen unos habitus
concretos y actúan mediante tácticas, en defensa de sus intereses. De esa manera es muy
importante el enfoque social de De Certeau, que es un “convencido de las maravillas que
oculta el quehacer cotidiano” (1996: XLIV), lleno de riquezas expresivas, de actos
espontáneos, de creatividad.
A pesar de que lo cotidiano no ha sido estimado en todo su valor, se le reconoce
paulatinamente su status científico, teniendo en cuenta que “la vida cotidiana no está ‘fuera’
de la historia, sino en el ‘centro’ del acaecer histórico: es la verdadera ‘esencia’ de la
sustancia social” (Heller, 1985: 42). La historia siempre se origina a partir de las vivencias
de la vida cotidiana, que es su contexto natural, donde se producen formas de conocimiento
primario que luego se convierten en ciencia. De igual manera, lo cotidiano permite la
exploración de múltiples posibilidades de conocimiento, ya que es en estos contextos donde
se puede “penetrar en la propia experiencia del tiempo y el espacio en que nos hemos
formado para reconocer en ella todo lo que hay de determinación histórica y por tanto de
relatividad social y cultural” (Lindon, 2000: 74). De esa manera, lo cotidiano, se desarrolla
dentro de espacios y tiempos, que dependen esencialmente de las actividades prácticas que
asume el ciudadano. Por ejemplo, durante la “tragedia” manizaleña fueron muy importantes
los espacios asociados a la búsqueda de satisfacción de las necesidades ciudadanas en
cuanto a servicios de agua y de gas.
El tiempo de la urbe, exige que las actividades se lleven a cabo de inmediato y que
los ciudadanos se “contagien” de ese ritmo frenético, donde se percibe de inmediato la
dialéctica entre el cambio y la obsolescencia. Las actividades de la ciudad se asocian con
104
dinámicas constantes, donde prima el acelere y lo desechable respecto a objetos,
tecnologías, ideologías y teorías, entre otros. Por otra parte, el tiempo cotidiano, desde sus
connotaciones simbólicas, transcurre de manera diferente al tiempo normal de la urbe,
donde “la sucesión de eventos y la fugacidad de las imágenes que invaden la vida cotidiana,
generan una sensación de fluidez temporal, de curso continuo de las cosas” (Lindon, 2000:
132). Son dos clases de tiempo que se conjugan en el mismo escenario, pero que le otorgan
al tiempo cotidiano una mayor cercanía con las vivencias naturales de los seres humanos,
bastante diferentes de algunas características de las ciudades que se asemejan a artefactos.
Dentro de la “tragedia”, se presentó una sobreposición de diversas clases de tiempos
urbanos. Por una parte, fue notable la prevalencia de un tiempo más pausado y lento,
propicio para hablar con los vecinos, comentar y chismosear. También, los ciudadanos
tuvieron que someterse al cambio de sus horarios, de tal manera que debían, en muchos
casos, cumplir con sus compromisos laborales en medio tiempo, mientras que el otro, lo
debían dedicar a las prácticas inherentes a la consecución del agua para su subsistencia. En
ese sentido, donde tuvieron que apelar a la imaginación y a procesos de adaptación
intensiva de los cuerpos a estas situaciones extrañas.
Lo cotidiano entonces se convierte en un elemento esencial para los análisis
sociales, culturales y políticos. Esto, a pesar de que todavía no es suficientemente
reconocido dentro de los estudios urbanos, ni dentro de los campos de conocimiento de las
ciencias, ni mucho menos que se la haya valorado en toda su dimensión epistémica. Pero se
le reconoce como un “campo privilegiado de formación del sentido” (Amendola, 2000: 69).
Es en la formación de sentido donde lo cotidiano se conecta con las prácticas para generar
conocimiento pertinente para las reflexiones y análisis urbano, que le permiten explorar
formas de conocimiento “otro”, más cercanas a las que corresponden a la ciudad vivida y
practicada.
Lo cotidiano también se relaciona con otras visiones de la historia, ligadas a los
relatos, las rutinas, la habitualidad, lo cercano, lo inmediato, lo vivencial y los procesos
temporales de corta duración. Estos elementos se pueden analizar en mayor medida, desde
la perspectiva de los grupos subalternizados, ya que estos poseen muchos elementos
analíticos “desconocidos”, que pueden generar muchos aportes a la reconstrucción de la
ciudad. Con la reivindicación de estos grupos, se puede asumir que lo cotidiano “se
105
convierta en historia para que la historia sea historia de todos” (Ferrarotti, 1991: 13). Así, lo
cotidiano se constituye en un eje de integración social lo mismo que de nueva colonización
de conocimientos, o descolonización de visiones universalistas.
Todo esto supone un gran campo de indagación de conocimiento pertinente que
contradice los esquemas eurocéntricos, racionales y cientificistas, que dejaron “un margen
bastante reducido para razonar, nombrar y elaborar problemas de estudio sobre otros
patrones de sociedad y cultura que pueden no haber nacido ni ajustarse a ese recorte
espacio temporal” (Lindon, 2000: 53). También es necesario reconocer que el campo de lo
cotidiano ha sido despreciado por la historia, ya que trata acerca de seres ordinarios a los
que se les menciona como “un sujeto sin historia porque no pueda hacerla, solo la padece”
(ibíd., 2000: 58). Pero es, precisamente en este hecho de padecerla, donde abundan una
gran cantidad de elementos analíticos de carácter subjetivo y emocional, que hoy en día son
fundamentales para conocer al ciudadano que habita en las urbes.
Las posibilidades de lo cotidiano para los estudios urbanos se presenta como un
campo de estudio tan exuberante que esta “sembrado de maravillas, espuma tan
deslumbrante [...] como la de los escritores o los artistas” (De Certeau, 1996: XXIII). Esto
permite que la ciudad pueda ser creada y recreada desde diversas perspectivas analíticas.
2.7 LAS TACTICAS
Todos los acontecimientos sucedidos dentro de la “tragedia” generaron inicialmente
un estado de parálisis casi total, en el sentido de que a los ciudadanos no se les ocurría
hacer nada, por la perplejidad que les causaba la abundancia de hechos y acciones que
cambiaron, por lo menos por algunos momentos, el rumbo de sus vidas cotidianas. Pero
pasado el asombro inicial de esta experiencia fuera de lo común, a medio plazo resulto
bastante creativa y recursiva, o táctica, en términos de De Certeau. Así por ejemplo,
“Ahora, desde hace dos semanas, el agua se vende en las esquinas de la ciudad
como si fuera importada de otro país, a precios que oscilan entre 2.000 y 3.000
pesos la bolsa de 1.000 centímetros cúbicos.
Los vendedores ambulantes ofrecen agua en carretas que transitan por las calles
del centro. Es agua potable traída desde poblaciones cercanas y con precios más
altos que los de los supermercados.
“La idea es ayudar a la gente y hacer una utilidad”, dice un vendedor que grita:
“¡agua, agua!”, en la carrera 23, la más concurrida de la ciudad” (¡Ay Manizales
sin agua!, 30 de octubre de 2011).
106
Mientras tanto los impactos también se sintieron en los negocios dedicados a la
venta de recipientes para el transporte y almacenamiento del agua. En ese aspecto muchos
ciudadanos apelaron a todos los medios posibles para sacar provecho de la situación
coyuntural. Por eso
Quienes también han asegurado un buen negocio son los vendedores de baldes,
canecas y timbos. Montañas de estos elementos han llegado de otras partes y se
venden en la Plaza de Mercado y en almacenes populares. El rango de los
precios sí varía.
En un almacén del centro por un timbo o galón piden $7.000 y en la Plaza de
Mercado uno de la misma calidad, tamaño y hasta color se puede negociar por
$5.000. ¡Ay Manizales sin agua! (¡Ay Manizales sin agua!, 30 de octubre de
2011).
Estas acciones coyunturales que se relacionan con las tácticas, en el sentido de De
Certeau, son imprescindibles de estudiar, especialmente en el campo de estudio de los
grupos subalternos de la ciudad. Esto debido a que las tácticas, al interior de las relaciones
sociales, se consideran como operaciones de los débiles ante las imposiciones del poder,
que son construidas cotidianamente como mecanismos de sobrevivencia. Son
implementadas, especialmente por las clases populares, que además asumen la creatividad
como una de sus características. Las tácticas se entienden como
procedimientos que valen por la pertinencia que dan al tiempo: en las
circunstancias que el instante preciso de una intervención transforma en
situación favorable, en la rapidez de movimientos que cambian la organización
del espacio, en las relaciones entre momentos sucesivos de una ‘jugarreta’, en
los cruzamientos posibles de duraciones y de ritmos heterogéneos, etcétera (De
Certeau, 1996: 45).
Se trata de acciones donde prima la imaginación, la improvisación, la “viveza” y
todos los elementos que reivindican las acciones defensivas de los ciudadanos que se
encuentran en situaciones de sometimiento o desventaja con respecto a las imposiciones del
poder.
Las tácticas se pueden caracterizar como un juego de astucia donde lo más
importante es desplegar las capacidades creativas para dominar al adversario, o por lo
menos tratar de neutralizar sus pretensiones de dominación. Todo esto tiene relación con
acciones contestarías, burlescas, carnavalescas, que pueden transformar momentáneamente
107
las condiciones de sometimiento. Esto se puede lograr, por ejemplo, mediante la realización
de actos festivos, que escapan de los controles de la razón y rompen con las formalidades
de las instituciones, mediante el humor y la creatividad. En ese sentido, en la edad media el
Carnaval, como institución social utiliza una gran variedad de tácticas contrahegemónicas y
se considera como “un espacio circunscripto y unos días específicos, que contiene muchos
elementos que amenazan el orden establecido. Retórica de la burla, de la danza, del humor
popular, de la fiesta” (Grosso, 2008d). Pretende implementar acciones encaminadas a
invertir la pirámide del poder, así sea transitoriamente, pero también para crear la sensación
de que se pueden transformar las condiciones de sometimiento, mediante tácticas y
prácticas, que constituyen elementos revolucionarios en contra de manifestaciones del
poder a pequeña escala, o micropoderes en términos de Foucault. Estos son escenarios que
debidamente utilizados pueden generar, así sea a largo plazo, acciones decoloniales,
mediante la toma de conciencia acerca de las manifestaciones del poder, por parte de los
ciudadanos.
Dentro de las acciones tácticas son muy importantes las prácticas, ya que aquellas se
basan en que “su síntesis intelectual tiene como forma no un discurso, sino la decisión
misma, acto y manera de 'aprovechar' la ocasión. Caza furtivamente. Crea sorpresas. Le
resulta posible estar allí donde no se le espera. Es astuta” (De Certeau, 1996: 43). De esa
manera, las tácticas se relacionan directamente con las prácticas y es allí donde ejercen sus
acciones improvisadas y espontáneas. No se basan en el discurso sino en el acto, por lo que
se consideran un dispositivo práctico, al servicio de un pensamiento débil y para el débil.
En ese sentido, la táctica constituye el lugar desde el cual De Certeau propone investigar las
prácticas de los hombres comunes, ordinarios, mediante ardides para gestionar opciones
cotidianas, relacionadas con el “arte del hacer”. Entendiendo la práctica como “el uso
habitual y no reflexivo de las mismas reglas” (ibíd., 1996: 76). Dentro de este contexto de
lo cotidiano es donde tienen cabida las tácticas, usadas como recurso defensivo contra los
mecanismos que imponen formas de actuación del poder.
Respecto a la provisión de agua, se presentaron situaciones conflictivas en varios
sitios de la ciudad, que se pueden catalogar como tácticas. En este caso, algunos ciudadanos
tuvieron que apelar a lo que en Colombia se denomina “malicia indígena”, que se llevó a la
108
práctica mediante el “secuestro” de uno de los carros repartidores de agua. Uno de los
diarios de circulación nacional lo describe así:
No importa que al tercer día de estar allá le ‘secuestraran’ su carro tanque. O que
al cuarto día le pincharan las llantas para obligarlo a detenerse. Tampoco que el
pasado miércoles haya quedado en medio de fuego cruzado porque dos pandillas
se disputaron, en una frontera imaginaria, el líquido que llevaba para otra
comunidad (Entre disturbios y ataques, Manizales vive la peor crisis por falta de
agua, 30 de octubre de 2011).
Situaciones como estas se pueden caracterizar, desde la perspectiva de De Certeau,
como tácticas. En ese sentido, son propuestas prácticas al servicio de los sometidos, que se
manifiestan como “buenas pasadas del ‘débil’ en el orden construido por el ‘fuerte’, arte de
hacer jugadas en el campo del otro, astucia de cazadores, capacidades maniobreras y
polimorfismo, hallazgos jubilosos, poéticos y guerreros” (De Certeau, 1996: 46). En este
aspecto se puede identificar toda la carga creativa de las tácticas, que las convierten en un
arma política de gran significación. De esa manera, reivindica ejercicios de micro-
resistencias y micro-libertades, donde “habitar, circular, hablar, leer, caminar o cocinar,
todas esas actividades parecen corresponder a las características de astucias y sorpresas
tácticas” (ibíd., 1999: 46). Las tácticas son un elemento esencial de las prácticas cotidianas
donde se aprenden los juegos para contrarrestar el poder.
Todo esto se relaciona con maneras de actuar de los sectores populares, que la
semiopraxis popular denomina las “políticas del débil” (Grosso, 2008a: 2), que se
construyen mediante sus propias vivencias y tácticas. En ese sentido, fueron muchos los
elementos significativos de los ciudadanos “otros”, que se visibilizaron y reaparecieron, a
nivel social. Por todos esos motivos es significativo el “quehacer ordinario, su retorno
crítico que debe destruir todos los tipos de brillos retóricos de poderes que jerarquizan y de
disparates que tienen autoridad” (ibíd., 1996: 17). Las acciones cotidianas, de esa manera se
convierten en mecanismos que cuestionan el poder constantemente, desde la sencillez del
diario vivir y de las actividades asociadas a la sobrevivencia cotidiana. Las tácticas,
además, por el hecho de jugar con las improvisaciones, no se ubican en un lugar
determinado sino que aparecen de pronto, por lo que son impredecibles y juegan con
elementos contingentes y creativos. Las tácticas se contraponen abiertamente a las
estrategias, ubicadas en un lugar contrario dentro de las relaciones de poder. Se refieren al
109
cálculo de relaciones de fuerzas que se vuelve posible a partir del momento en
que un sujeto de voluntad y de poder es susceptible de aislarse de un 'ambiente'.
De igual forma postula un lugar susceptible de circunscribirse como un lugar
propio y luego servir de base a un manejo de sus relaciones con una exterioridad
distinta. Además, se encarga de distinguir en un 'medio ambiente' lo que es
'propio', y de construir una racionalidad política, económica o científica de
acuerdo con este modelo estratégico (ibíd., 1996: 42).
Estas tácticas implementadas se relacionan con el “rebusque”5, que se entiende
como una modalidad de “trabajo” bastante arraigada a la tradición colombiana, asociada
con la realización de diversas actividades “creativas”. Estas se sustentan en el adagio
popular que afirma que "ningún colombiano se muere de hambre" y expresa la capacidad
de los habitantes de este país para generar mecanismos de subsistencia, a toda costa.
La tragedia de Manizales, demostró que en esta clase de sucesos son
imprescindibles las tácticas que, generalmente aparecen por requerimientos coyunturales.
Esto, tomando como referencia las dificultades que se generaron alrededor de la
distribución del agua, en el momento en que más se necesitaba, debido a que algunos
“avispados” se apropiaron de estos bienes que, siendo públicos, se destinaron para usos con
el fin de obtener ganancias. Por eso
Algunos ya se apropiaron de los cerca de mil manantiales que hay en la
localidad. Luis Albeiro Narváez cuenta que aunque en la cuadra en la que vive
hay una fuente natural, está obligado a desplazarse casi una hora hasta el barrio
Samalia porque los avivatos no lo dejan acercarse allí. Relata que dos días
después de la emergencia una familia se apoderó de ese nacimiento de agua y
sólo se pueden surtir los amigos de ‘los propietarios’ o quien quiera pagar unos
pesos para obtener la licencia de abastecimiento permanente (Entre disturbios y
ataques, Manizales vive la peor crisis por falta de agua, 30 de octubre de 2011).
Con respecto al uso del agua, se presentaron entonces situaciones donde fue
importante la creatividad del pueblo para contrarrestar la inequitativa distribución del
producto. Los ciudadanos en ese sentido, tuvieron que acudir a la imaginación con el fin de
realizar acciones tácticas para tratar de subsanar la situación. Por ese motivo, una
característica de la ciudad se presentó como
Ataques a distribuidores, manantiales con dueños y ropa sin lavar, parte del día
en la ciudad sin agua. La mitad de las horas de los manizalitas, desde el pasado
5El rebusque es una modalidad de trabajo informal, no reconocida, sin salarios fijos, sin
prestaciones y, en la mayoría de los casos, sin ningún tipo de seguridad social estable, que se ejerce sin ningún tipo de contrato laboral.
110
19 de octubre, se va haciendo filas para recibir un poco de líquido (Entre
disturbios y ataques, Manizales vive la peor crisis por falta de agua, 30 de
octubre de 2011).
Fue tanto el desespero por la falta de agua, que esta situación ha llevado a muchos
ciudadanos de clase popular, a buscar el agua por todos los medios posibles. Esto sin
importar mucho los lugares de donde provenga, así se trate de los más absurdos y
desmedidos. En este sentido es importante presentar el siguiente testimonio, que a pesar de
que sea un tanto extenso, expone crudamente la realidad que se vivió. Por eso se dice que
Hasta del agua que baja de las tumbas se abastecen los manizaleños después de
completar ocho días sin el servicio.
Antes de que el sol irradie sus primeros rayos, José ya está listo con sus botas
pantaneras para ir a cargar agua, y como los carrotanques no llegan cerca a su
casa, la forma más rápida y sencilla que encuentra es recoger la que baja de la
ladera del Cementerio San Esteban, el más tradicional y antiguo de la ciudad.
Este campesino, que hasta la semana pasada madrugaba todos los días para ir a
trabajar la tierra y ganarse el sustento para su familia, ahora intercala sus horas
en el campo con las largas caminadas que hace desde su casa hasta la principal
fuente que como él encontraron los habitantes del barrio Colombia, ubicado al
sur de la ciudad.
Agotado, y sin esperanzas de irse a descansar un rato porque de ahí sale a
'camellar', José también se encarga de ordenar la fila y dejar pasar a la gente
dependiendo de su hora de llegada, así evita que los más grandes se aprovechen
de los niños que se ven llegar, no para jugar, sino para cooperar con la poca
cantidad de líquido que sus pequeñas espaldas soporten cargar.
Mojado, pero con sed y mucho calor, este hombre sigue cargando el agua para
abastecer a las tres familias que ayuda, entre ellas la suya, llenando poco a poco
las canecas que compró en la galería por 8 mil pesos, y que se cercioró de tener
limpias para su trabajo, pues cuenta que antes de utilizarlas las enjuagó con
"agüita hervida".
La esquina de la carrera 28 B con calle 46 es el punto donde las personas se
acercan listas con sus baldes y ollas para aprovechar los pequeños asomos de
agua que ofrece la montaña del cementerio, casi como un gesto de bondad con
quienes llevan días sin ver una sola gota de agua en sus tuberías.
"No, pero eso no es malo", exclama don Ignacio al escuchar que tal vez pueda
ser perjudicial para la salud el uso de estos nacimientos hídricos. "Ante ayer
vinieron unos señores y nos dijeron que el agua no tiene ningún germen, además
nos repartieron las pasticas que hay que echarle y listo", agrega, y recuerda que
antes de la emergencia, descansaba y pasaba sus días de pensionado en su casa,
ubicada a unas siete cuadras del lugar.
111
Preparado para la tarea del día, y vestido como si fuera a practicar deporte
durante muchas horas, don Ignacio baja hasta la mitad de la calle empinada
donde se encuentra uno de los chorros de agua, y paciente como sus vecinos,
espera su turno.
Más adelante, se observan a unas treinta personas organizarse en tres filas para
recoger el agua de otros tubos que salen de la ladera; allí se encuentra Carlos
Alberto López, el técnico que delegó la Secretaría de Salud para repartir las
pastas de cloro, de las cuales, cada una sirve para desinfectar hasta 20 litros de
agua.
A medida que entrega las pequeñas pastillas, indica que les están recomendando
a las personas "que después hiervan el agua y que únicamente la utilicen para los
baños y la ropa, no para consumirla, pero la situación es normal".
Aunque él se muestra más tranquilo y optimista, la personera delegada del
medio ambiente, Tulia Hernández, sugiere la intervención de expertos para que
hagan un análisis más profundo a estas aguas, que por recorrer una zona donde
se encuentran cadáveres en descomposición, podrían contener calcio, fósforo,
amoníaco, entre otras sustancias nocivas para la salud de las personas.
Ciertas o no las sospechas que se tienen del líquido que destilan las tumbas del
camposanto, los habitantes del barrio Colombia seguirán abasteciendo sus
necesidades mientras esperan una pronta solución a la desdicha que tiene sin
agua a toda la ciudad (En Manizales recogen agua de un nacimiento cerca de un
cementerio, sf).
Esta demuestra los extremos a los que se puede llegar en situaciones de este tipo,
pero también los recursos tácticos a los que tienen que apelar algunos de los ciudadanos.
Pero en este caso, es necesario aclarar que esta clase de padecimientos sólo los sufren los
habitantes de barrios populares. Sería inconcebible que esto sucediera en estratos altos de la
sociedad.
A propósito de esta noticia, otro de los aspectos destacables de esta “tragedia”, fue
la generación de amplios debates sobre la calidad del agua para el consumo en Manizales,
donde se pregonaba de manera incuestionable, acerca de sus bondades y de ser uno de los
mejores servicios del país. Pero, durante el transcurso de la “tragedia”, los ciudadanos
perdieron muchas de esas certezas. Además todo esto era incentivado por las maneras en
que eran preparados los alimentos en muchas cafeterías y restaurantes, lo que no les
permitía consumir esos alimentos con absoluta confianza. En ese sentido, uno de los
propietarios de los innumerables negocios que han sido afectados por las crisis cuenta que
112
sus ventas cayeron en un 50%. Dice que la gente no quiere comprar café o
bebidas naturales porque le da miedo la procedencia del agua. Asegura que ya
son comunes los casos de vecinos con males gastrointestinales. Por eso el
viernes fue declarada la emergencia sanitaria (Villamil, sf.).
Estas situaciones fueron muy bien ilustradas por las caricaturas.
CARICATURA 10
(Fuente: Ricky. Pantano. Diario La Patria. Manizales: Noviembre 16 de 2011)
La “tragedia”, de esa manera, generó muchas dudas acerca de las pregonadas
bondades de la calidad del agua, además de que fue un aspecto magnificado notablemente
por la prensa tanto, durante el transcurso de esta coyuntura crítica, como en sus
consecuencias posteriores. Todo esto se expresó mediante noticias que también tuvieron
cierto ribete de misterio, porque se trataba de un tema tabú en Manizales, debido a su fama
de “capital mundial del agua”. Por eso,
Manizales no tiene agua potable desde hace más de 3 años. Desde 2008 algo
extraño sucede en Aguas de Manizales. Las autoridades lo mantienen oculto y
no hacen nada. De acuerdo con el índice de calidad del agua -IRCA- en 2007, el
agua no tuvo ningún riesgo (fue de 3.1%), pero después de 2008 siempre ha
estado por encima del 49%, lo que significa que es de alto riesgo y no es apta
para consumo humano […].¡Esto es muy irresponsable por el riesgo en que pone
la salud de las personas de la ciudad, quienes siguen tomando agua de la llave
tranquilamente, pensando que es cristalina! No sé cómo hacer llegar esta
información para que se hierva el agua, por lo menos, ¡porque esperar claridad
ya es mucho! (comunica, 28 Oct de 2011).
Este es un tema muy sensible para la ciudad, tanto que no se tocaba públicamente y
se supone que en otras circunstancias nunca hubiera aflorado, porque se suponía que la
113
buena calidad del agua jamás estaría en discusión. Todo esto se relaciona con el hecho de
que el agua de Manizales era una de las pocas que tenía suficiente potabilidad en el país,
para ser consumida directamente del grifo. Esta verdad queda en entredicho, ya que en
muchas casas se volvió costumbre hervir el agua por prevención. Además de esto, era
evidente, durante la crisis, que cada vez que el servicio era suspendido y luego restablecido,
el agua llegaba en un estado de turbiedad bastante considerable. Esto también contribuyó a
sembrar dudas respecto a la superior calidad del agua suministrada a la ciudad.
2.8 LOS HABITUS
El agua se convirtió, de esa manera, en uno de los temas favorito de las discusiones
de los ciudadanos, debido a que su carencia afectó sensiblemente sus actividades cotidianas
y desencadenaron toda suerte de acciones y reacciones, donde primó, en un principio la
desesperación y la desubicación por el rompimiento de sus habitus. Para Bourdieu, el
habitus es un tipo de relación donde “lo social” tiene una doble connotación como “historia
objetivada en las cosas, en forma de instituciones, y la historia encarnada en los cuerpos, en
forma de esas disposiciones duraderas” (Bourdieu, 1990: 69-70). De esa manera es en el
cuerpo donde se siente más intensamente la presencia de los habitus. Pero el habitus
también reproduce determinados comportamientos, formados desde las vivencias grupales
donde se pueden “prever las prácticas”, de acuerdo con Bourdieu (Giménez Montiel, 1997).
En ese sentido, para los Manizaleños cambiaron muchas de sus prácticas, que son producto
de la relación entre la estructura social y el habitus, que siempre están referidas a las
condiciones materiales de existencia de los agentes, como factor primordial de la
reproducción de las relaciones sociales. De esa manera, la conformación del habitus se
expresa mediante prácticas que realizan los ciudadanos, comprendidas como un entramado
complejo donde se reúnen muchos elementos de lo social, relacionados con la historia, la
sociedad y los cuerpos.
A partir de esta “tragedia”, se presentaron tendencias más notables hacia reconocer,
vivenciar, practicar y recorrer la ciudad, lo mismo que reterritorializar y apropiarse en
mayor medida de sus territorios. En ese sentido los ciudadanos de Manizales tuvieron que
alterar sus habitus significativamente, a pesar de que se trató de una situación coyuntural y
adaptarse a otras circunstancias. Todo esto implico, entre otros hechos, realizar grandes
114
recorridos para conocer los lugares donde se podía extraer naturalmente el agua para
asegurar su provisión, acomodarse a horarios más flexibles en las instituciones de trabajo,
acostumbrarse a realizar largas filas y, especialmente a la “cargada” del agua, ente otras
prácticas derivadas de estas inesperadas circunstancias.
Dentro del mundo cotidiano los individuos realizan acciones prácticas mediante los
habitus, creados a partir de los mapas mentales, individuales y colectivos, con la pretensión
de actuar adecuadamente, de acuerdo con su "sentido práctico". El habitus, se puede definir
como un
sistema de esquemas adquiridos que funcionan en estado práctico como
categorías de percepción y de apreciación o como principios de clasificación al
mismo tiempo que como principios organizadores de la acción, era constituir al
agente social en su verdad de operador práctico de construcción de objetos
(Bourdieu, 1996: 26).
En este sentido, los habitus se constituyen como una categoría muy importante para
el análisis de las prácticas sociales, porque son un “sistema de esquemas incorporados que,
constituidos en el curso de la historia colectiva, son adquiridos en el curso de la historia
individual y funcionan en la práctica y para la práctica (y no para unos fines de puro
conocimiento)” (Bourdieu, 1998: 478). De esa manera se convierten en un elemento
esencial para el estudio de las prácticas sociales en la ciudad. En ese sentido, los individuos
poseen unos habitus que dependen de una vivencia histórica determinada dentro de un
grupo social, pero también de las maneras como asumen sus relaciones colectivas, por ese
motivo, "la historia de cada individuo no es sino una cierta especificación de la historia
colectiva de su grupo o de su clase" (Sánchez de Horcajo, 1979: 93). Por ese motivo los
habitus tienen una fuerte connotación cultural, lo que los convierte en un componente
fundamental de las relaciones individuales y colectivas, donde “el cuerpo está en el mundo
social, pero el mundo social está en el cuerpo” (Bourdieu, 1990: 69-70). Y allí
precisamente esta la validez del habitus, en el caso de lo urbano, porque proporciona
elementos para establecer la relación entre cuerpo y ciudad, entre carne y piedra (Sennett,
1997). Pero los grandes cambios en las prácticas cotidianas no se presentaron sólo a nivel
de las actividades que se desarrollaban en las calles y en las instituciones, como los
cambios de horarios en las actividades laborales sino que impactaron significativamente en
actividades sencillas y cotidianas. En este aspecto, se relacionan, no tanto con los símbolos
115
propiamente dichos, sino con “prácticas simbólicas como entrar y salir, llenar y vaciar,
cerrar y abrir, atar y desatar, etc.” (Bourdieu, 1991: 26), que, asociadas a acciones prácticas
se relacionan con las artes de hacer de De Certeau. De igual manera, es importante señalar
que un componente importante del habitus es la ‘vaguedad’, “característica que garantiza la
espontaneidad y la improvisación en ‘las relaciones corrientes de las personas con el
mundo’” (Lull, 1997:97). De esa manera, los habitus contribuyen a desarrollar determinado
tipos de reflexiones urbanas, donde son notables sus características dinámicas, cambiantes
e inaprehensibles, dispuestas siempre a la novedad, especialmente relacionados con el
conocimiento social.
2.9 LOS CUERPOS
Los cuerpos se convirtieron en notables protagonistas de esta “tragedia”, no sólo
porque fueron los directamente afectados, sino que también se expresaron de diversas
maneras. En ese aspecto, la historia “encarnada en los cuerpos”, como lo plantea Bourdieu,
se convirtió en un elemento reflexivo muy importante para determinar la manera como los
ciudadanos padecieron los problemas de la prestación de los servicios públicos y tuvieron
que cambiar muchas costumbres asociadas a sus cuerpos. En este sentido, fue importante el
proceso de adaptación de los cuerpos ciudadanos a las condiciones de baño restringido, lo
mismo que a la alimentación con agua de muy dudosa calidad.
Es importante tener presente el habitus de Bourdieu que, mediante las prácticas se
convierte en “un cuerpo socializado, un cuerpo estructurado, un cuerpo que se ha
incorporado a las estructuras inmanentes de un mundo o de un sector particular de este
mundo, de un campo, y que estructura la percepción de este mundo y también la acción en
este mundo” (Bourdieu, 1997: 146). En la construcción, tanto de la ciudad como de las
subjetividades urbanas es imprescindible la participación de los cuerpos. Por ejemplo, en la
ciudad antigua, griega y romana, existía una conexión muy importante entre el cuerpo y la
ciudad, entre carne y piedra (Sennet, 1997), pero también, entre el cuerpo de la ciudad y el
cuerpo del ciudadano. Todo esto, dentro de un orden establecido por las autoridades, ligado
a la cultura, en el que también era importante la presencia de los dioses y las figuras
míticas. Por esos motivos, la construcción histórica de los cuerpos está impregnada de
marcas y huellas, generadas mediante diferentes modalidades de conocimientos y
116
representaciones impuestos, bajo diversas manifestaciones de violencia. Esto se expresa
mediante determinadas formas de lenguaje que hablan de la historia de los cuerpos, de las
circunstancias particulares que han vivido, de sus padecimientos y alegrías. Por ese motivo,
existe una articulación que “debe mostrar al cuerpo impregnado de historia y, a la vez, a la
historia como destructora del cuerpo” (Foucault, 1992a:15). En este último sentido los
cuerpos se encuentra siempre atravesados por marcas palimpsésticas, que reaparecen todo
el tiempo, bajo manifestaciones de segregacionismo, racismo y discriminación.
Dentro de los ambientes urbanos los cuerpos se fragmentan para actuar socialmente,
creando la sensación de que se requieren varios cuerpos, uno para pasear, otro para
conquistar, otro para rumbear. De ese modo, se presenta “una verdadera semiótica de los
cuerpos que demuestra cómo las posturas corporales pueden ser distintas en cada ocasión
urbana” (Badenes, 2009). Por ese motivo, “pasear por el centro comercial requiere de un
cuerpo, una postura, y una actitud que disuena y se vuelve inútil en la plaza de mercado, y
viceversa” (Lozano, 1998: 174-175). Lo urbano se puede interpretar entonces como una
sinfonía de cuerpos, con libertades limitadas, donde cada ciudadano pretende ganar sus
propios espacios, de apropiárselos, material o culturalmente, de hecho o de derecho, por
conductos legales o muchas veces también ilegales, lo que permite explorar nuevas
maneras de análisis social desde perspectivas críticas. La “tragedia” manizaleña fue una
buena ocasión para reflexionar sobre y desde los cuerpos, cuando repentinamente se ven
sometidos a prácticas que los sacan de sus habitus cotidianos, relacionadas con actividades
para satisfacer sus necesidades primarias.
Además, los cuerpos fueron bastante mencionados por los medios de comunicación
y en muchos de los escritos sobre la “tragedia” aparecen siempre relacionados con prácticas
cotidianas, como las de baño, de cocina, de esfuerzo físico excesivo, de recorridos por la
ciudad. En estas situaciones tuvieron que asumir nuevos habitus, como ya se ha
mencionado, que representaron, no sólo mucho esfuerzo, sino también cansancio, dolor e
impotencia. Los ciudadanos, mediante sus cuerpos tuvieron que recorrer, buscar, cargar y
participar de la búsqueda del agua, realizando estas actividades varias veces consecutivas.
Esto significó para muchos ciudadanos el sometimiento a esfuerzos físicos no calculados y
el reconocimiento de sus “nuevas” capacidades corporales. Pero también se trató de un
redescubrimiento de sus cuerpos, mediante acciones cotidianas, donde existía la sensación
117
consciente de que debían ser alimentados, aseados y cuidados en circunstancias difíciles.
Los ciudadanos quedaron solos, a la deriva, respondiendo por sus propios cuerpos, en
momentos de soledad, de resignación y de reflexión.
Pero los cuerpos no sólo se pueden analizar desde sus componentes físicos, sino que
también generaron muchas prácticas donde se expresaron, se quejaron, opinaron y dejaron
escuchar sus protestas, dando muestras de rebeldía, aunque no la suficiente. En ese sentido,
por ejemplo, la semiopraxis popular realiza sus análisis sociales desde la “trama cuerpo-
sentido-poder-conocimiento” (Grosso, 2009c: 173), donde se establecen unos ejes de
relaciones que articulan muchas de las formas de sometimiento, mediante las relaciones
poder-saber. En este último aspecto, dentro del recorrido histórico por la existencia de los
cuerpos, se tiene la sensación existencial de que estos no les pertenecen a sus legítimos
“dueños”, que siempre estarán a merced de alguien o de algo que pretende dominarlos y
apropiárselos. En ese sentido, los cuerpos son dominados por “otros cuerpos” físicos, pero
también por “cuerpos sociales”, mediante acciones de tipo institucional, en aspectos
religiosos, ideológicos, psicológicos y culturales, entre otros. Desde la más remota historia
los cuerpos le pertenecen a la naturaleza, a Dios, al Estado o a las instituciones sociales. De
esa manera, dentro de la cultura occidental, los cuerpos han sido “instrumentos”
privilegiados para el sometimiento cultural, mediante mecanismos de fragmentación, uso,
abuso y disciplinamiento. Se trata de sistemas de dominación que permanecen hasta el
presente, ocultos, camuflados, con “contenidos históricos que fueron sepultados o
enmascarados dentro de coherencias funcionales o sistematizaciones formales” (Foucault,
1992: 21). En este aspecto se establecen mecanismos muy sofisticados y efectivos de
dominio sobre los cuerpos, y una de las maneras más expeditas ha sido mediante su
fragmentación, desde múltiples perspectivas disciplinares y de conocimiento. El cuerpo
generalmente no existe como totalidad, sino que a lo largo de la historia se han privilegiado
determinadas partes en detrimento de otras. Desde la modernidad occidental, se ha
construido una visión dualista del hombre donde “han realzado la mente o alma y
despreciado el cuerpo” (Porter, 1996: 256). El ser humano entonces fue seccionado,
desmembrado, fragmentado en sus partes constitutivas: mente, cuerpo y espíritu. La mente
gobierna sobre un cuerpo “empequeñecido” por las acciones de la historia y reducido por
dispositivos de disciplinamiento. De esa manera, se impone la dupla racionalidad-mente
118
como principal generadora de conocimiento, en detrimento del cuerpo físico, además
negando o invisibilizando otra de sus partes constitutivas, como lo es su emocionalidad.
Esto, teniendo en cuenta que “desde la filosofía griega se ha quitado al cuerpo y a los
sentimientos el status de conocer, la experiencia y el sentir han quedado desplazados por el
logos” (Falleti, 2006). El logos se ha convertido en el gran dictador, que no permite la
expresión de otras partes del cuerpo, o de otras corporalidades que existen dentro del
mismo cuerpo, tal como lo afirman los orientales. En esas culturas “otras”, es muy
importante, por ejemplo, el espíritu, como componente olvidado de la corporalidad
totalizadora en occidente, que vagabundea en los laberintos del esoterismo. En este aspecto,
no se habla de cuerpo en singular sino de cuerpos en plural: físico, emocional, mental y
espiritual.
De esa manera, existen muchos medios a través de los cuales se generan
mecanismos de dominación mediante lo que González Stephan ha definido como prácticas
disciplinares de los ciudadanos latinoamericanos del siglo XIX y que siguen
la línea planteada por Michel Foucault (1992), Michel De Certeau (1993) y
Norbert Elías (1987) en relación con el proceso de disciplinamiento y control de
las sociedades a través de la institucionalización homogeneizante (escuelas,
hospicios, talleres, cárceles), con el lugar que ocupa la palabra escrita en la
construcción de estas leyes e identidades nacionales y con las topografías y
normas del comportamiento adecuado (mapas, gramáticas, constituciones,
manuales, tratados de higiene, etc.), respectivamente (Aranguren-Romero, 2009:
601-613).
En estos casos, la ciencia y las disciplinas sociales han contribuido decisivamente, a
moldear las acciones, prácticas y discursos, tales como las que se refieren a “la higiene, la
moda, la salud, la alimentación y la cultura física, entre otras” (Pedraza, 1999), que
penetran profundamente en la cotidianeidad de los ciudadanos y coadyuvan decisivamente
en la instauración de mecanismos de imposición de poder hegemónico.
En ese mismo sentido, también en la ciudad se instauró la urbanidad, con la
pretensión de imponer una corporalidad diseñada, construida y transformada, mediante
aprendizajes y modos de comportamiento “adecuados” a la naciente cultura urbana. Así, se
moldearon las costumbres y los deseos, con base en el control sobre los cuerpos y las
mentes. De igual forma se exige a los ciudadanos que deben asumir determinadas formas
corporales que se interiorizan desde la infancia, impuestas por la sociedad y la cultura,
119
como sinónimos de buen comportamiento. En este aspecto es importante destacar los
procesos de sometimiento del cuerpo por medio de la religión, bajo la forma de
“domesticación de los instintos” y la sumisión a los castigos corporales de toda índole para
expiar los pecados.
La medicina, también ha sido una fuente de fragmentación analítica de los cuerpos,
mediante los procesos de extrema especialización, en los cuales se pierde la conciencia de
totalidad y los cuerpos quedan reducidos a partes de un todo despedazado y desarticulado,
que debe ser analizado y retribuido económicamente en sus partes constitutivas.
La ley, también somete al cuerpo, de diversas formas que varían históricamente y se
“aplica con los cuerpos y sobre los cuerpos, “encarnada” en prácticas físicas” (De Certeau,
1996: 161). Este ha sido uno de los mecanismos más implacables contra los cuerpos con la
pretensión de que deben ser reincorporados, resocializados y reintegrados a la sociedad.
En el aspecto económico también el cuerpo es sometido a determinadas reglas del
aparato productivo, por lo que desde la ilustración se “pretendía legitimar, a través de la
ciencia, la instauración de aparatos disciplinarios que permitieran normalizar los cuerpos y
las mentes para orientarlos hacia el trabajo productivo” (Castro-Gómez, 2005: 67). De esta
manera se originan muchas de las formas de esclavización, no sólo físicas sino ideológicas
o psicológicas. De igual manera se presenta la instrumentalización del cuerpo por medio de
la publicidad, el consumo y el mercado, que imponen modas y convierten al cuerpo en un
aparejo para colgar, tanto ropas como representaciones simbólicas e ideológicas. Se trata de
cuerpos que cada vez tienen menos mente y se instrumentalizan constantemente al servicio
del capital. En este sentido los cuerpos son “modificados”, no sólo entendidos en el sentido
de cambio instrumental, sino en relación con la moda, como cuerpo-objeto de consumo y
de uso.
De igual forma, dentro de la política, impera el discurso sobre la seguridad, el
territorio y la población, que se transforma en biopolítica y está en política de la policía, es
decir, “política de control del cuerpo, tanto individual como social” (Richard, 2010: 89). El
cuerpo social se convierte así en un ente de control muy poderoso sobre el cuerpo de los
ciudadanos, que mediante la colaboración efectiva de algunas corrientes de las ciencias
sociales, contribuye a consolidar formas sutiles y efectivas de sometimiento.
120
En la actualidad, dentro de los procesos de globalización capitalista se presentan
nuevas tendencias de sometimiento, enajenación y alienación de los cuerpos, asociadas a
procesos de sobrevaloración del cuerpo físico, como principal instrumento de consumismo.
Todos estos mecanismos de fragmentación e instrumentalización del cuerpo,
implementados por la razón moderna, con la colaboración cómplice de la ciencia, tienen
como propósito, imponer estrategias de colonización. En este caso ejerciendo el “control de
los cuerpos mediante una desvalorización de los haceres o de los decires que recaía sobre el
estamento, el género, la cultura y la etnia de los agentes ubicados en los últimos escaños de
la sociedad colonial” (Cebrelli, 2005: 387). De esa manera, la historia condena a
determinados cuerpos a ocupar lugares restringidos dentro de la sociedad, muy bien
establecidos, donde se encasillan y se someten de tal manera que no puedan actuar
libremente. En términos generales, dentro de los contextos actuales, se deben someter aún a
muchos de los requerimientos de la cultura urbana institucionalizada.
Pero en épocas de crisis y de desajustes sociales, como los sucedidos en el
transcurso de la “tragedia”, se presenta una serie de prácticas, no reconocidas por el orden
establecido, ni esquematizadas, donde reaparecen los cuerpos, tomando otras posiciones,
improvisando, creando, protestando, diciendo. Son cuerpos que se rebelan contra “el
ejercicio velado del poder: simular y controlar desde el dominio, simular y burlar desde la
resistencia” (Grosso, 2008d). La burla, junto con el sarcasmo, la ironía, la risa, tienen como
propósito quitarle la impostura al poder, desarmarlo, ridiculizarlo, de acuerdo con la
semiopraxis popular. En ese sentido, la ciudad se puede reconocer, por ejemplo, mediante
“la experiencia corporal de las personas” (Sennet, 1997: 17), pero esto, dentro de una
corporalidad múltiple, que integra cuerpos físicos, prácticas, discursos, acciones, que
buscan diversas maneras de comunicarse, a pesar de que muchas de ellas permanecerán
ocultas para la historia. Todo esto se refiere a los cuerpos en acción, que buscan la
solidaridad y que no se expresan a partir de tratados, esquemas o recetas para ser buenos
ciudadanos, sino que lo hacen mediante sus experiencias cotidianas, relacionadas con los
lugares por donde se desplazan. En ese sentido, la calle, el centro comercial o el parque, se
convierten en la actualidad, en lugares preferenciales para las expresiones de los cuerpos,
porque actúan como pasarelas, donde lo más importante es el desfile y la exhibición. Esto,
con el fin de mostrar lo que se tiene, buscar lo que no se tiene, o simplemente para no hacer
121
nada o para “hacer de todo”. Estas situaciones se relacionan con los fenómenos de
masificación extrema de las grandes ciudades, donde son fundamentales las luchas por los
territorios y la búsqueda de libertad corporal, dentro del campo de la proxemia6. De esa
manera los cuerpos se comunican en muchos espacios de la ciudad, en los que se presenta
“una aprehensión táctil y cinética” de la realidad (De Certeau, 1996; 109). Este tipo de
aprehensión rompe de inmediato con concepciones individualistas, ya que en las ciudades,
donde los espacios son bastante limitados, los cuerpos siempre estarán cercanos, en
contacto con otros, pero también con los innumerables objetos cotidianos de la vida urbana.
Por eso, dentro de las relaciones espaciales urbanas, es importante “la manera en que las
personas reaccionan unas respecto a otras, la forma en que se ven y escuchan, en si se tocan
o están distantes” (Sennet, 1997: 19). Por eso, en las ciudades actuales, masificadas,
abigarradas, tumultuosas se presentan cuerpos de todas clases, en diferentes posiciones
espaciales. Esto genera diversas sensaciones, tales como una de estar demasiado juntos,
ahogados, pero también las de estar juntos pero distantes, donde son notables las soledades
o los vacíos existenciales. En estos contextos, se generan relaciones que contribuyen a la
convivencia o por el contrario, a la generación de conflictos sociales, donde es oscilara
constantemente entre las necesidades individuales y las pretensiones de colectivización.
Durante la “tragedia” se presentaron situaciones inesperadas de acercamientos entre
los ciudadanos, mediante el objetivo común, de buscar la satisfacción de necesidades
primarias como las relacionadas con la provisión de servicios públicos vitales. Todo esto
respecto a prácticas cotidianas como las de aprovisionamiento de agua, el baño corporal, la
preparación de los alimentos y la lavada de la ropa, entre otras, en función de la
sobrevivencia cotidiana.
Uno de los aspectos más notables de manifestación colectiva de la “tragedia”,
relacionados con los cambios de habitus y que obró como una especie de catarsis, se refiere
a las muestras de creatividad de las que fue protagonista el hombre ordinario. En este
aspecto, se presentaron diferentes manifestaciones de humor, nacidas de las profundidades
de la crisis, como una manera de burlarse de situaciones difíciles, con la intencionalidad de
6La proxemia es el concepto propuesto por el antropólogo Edward T. Hall en 1963 para
describir las distancias medibles entre las personas mientras estas interactúan entre sí. El término se refiere al empleo y a la percepción que el ser humano hace de su espacio físico, de su intimidad personal; de cómo y con quién lo utiliza.
122
hacerlas más soportables. Por ejemplo, dentro de las prácticas de realización del aseo
personal, una de las actividades cotidianas más impactantes para la población, surgieron
muchas muestras de buen humor a pesar de las situaciones tan complicadas. Por ejemplo,
“no todos tienen gesto de angustia. Jesús Zapata bromea con el drama que vive desde hace
doce días: “Pues yo me hago el baño del avioncito. Sólo me lavo las alitas y el motor”
(Villamil, sf.). Este es una muestra de humor popular, espontáneo y coyuntural.
Los chistes, por ejemplo, constituyeron un aporte muy interesante a las reflexiones
sobre las actividades cotidianas de los manizaleños, con una notable referencia a los
cuerpos y las prácticas de baño, donde por supuesto también estuve presente, o mejor si se
puede decir literalmente, ausente el agua. En ese sentido se dice que “para la mayoría de los
habitantes es la primera vez que en sus viviendas cumplen con su baño diario utilizando
una vasija a falta de la ducha” (¿Por qué la capital mundial del agua sigue sin agua?, sf).
En Manizales a esta práctica la denominan el baño de “coca”, que es el nombre que se le da
en esta región a los recipientes para sacar agua. Esta palabra fue muy mencionada en esos
días porque también se asocia con la coca, de donde se extrae la cocaína, que es la base del
narcotráfico colombiano. En ese sentido.
Otra vaina bien jarta es tener que recurrir a diario al ahora famoso baño tipo
traqueto7: a punta de coca. Debido al clima de Manizales toca poner a calentar
un poquito de agua, para después mezclarla con fría en un recipiente más
grande. Sale uno bien despacio hacia el baño, para no regarla, y mientras busca
la toalla y se empelota, el agua ya está destemplada. Entonces procede a echarse
de a poquitos con una coca, por partes, para jabonarse cara, sobacos y horqueta;
ahí empieza a tantear con los ojos cerrados a ver dónde está el recipiente para
dosificar el agua y quitarse por completo el jabón, labor que siempre requiere
más cantidad de la disponible. Mientras tirita de frío coge la toalla y al secarse,
repara que le quedó espuma en una oreja, en las corvas y la espalda. Aquí la
diferencia con la ducha es que mientras en ella uno canta y tararea, en este caso
echa madres, reniega y despotrica (Mejía Arango, 2011).
Estas situaciones, también están enmarcadas dentro de las costumbres regionales,
con todos sus elementos picantes y picarescos, donde se pretende pasar “más allá de los
fundamentos objetivos de una ciencia que dice lo que ve, hacia aquello que se las rebusca
para sacar una praxis crítica burlona, maliciosa y cimarrona” (Grosso, 2008: 3). Estos tipos
de praxis denotan la manera como un acto tan cotidiano y sencillo como el baño diario,
7 “Traqueto” es el nombre con el que se conoce en Colombia a los narcotraficantes de los
mandos medios, que se caracterizan por ser bastante ostentosos.
123
genera toda una serie de interpretaciones, generadas a partir de la desestabilización de la
seguridad cotidiana de la que fueron víctimas tantos manizaleños.
Con respecto al baño corporal de los manizaleños, en esta coyuntura, surgieron
bastantes modalidades para realizarlo, tales como las que siguen:
1. El de la moneda: solo la cara y el sello
2. El Polaco: cara, cu y sobaco
3. El del avión: las alas y el motor
4. El del torero: rabo y orejas
5. El del policía: cabeza y bolillo (Al mal tiempo, buena cara, 2011).
Las redes sociales también fueron protagonistas, teniendo en cuenta que en la
actualidad y en sucesos de este tipo, se han convertido en órganos de expresión alternativos
y privilegiados, para muchos ciudadanos a lo largo y ancho del mundo. Se trata de
expresiones propias de un campo virtual que convoca, difunde, visibiliza y moviliza, por lo
cual se ha convertido en un preciado objeto para los mecanismos de represión de los
poderes hegemónicos a nivel nacional y mundial. En el caso concreto de Manizales, se
presentaron muchos trinos bastante graciosos, como los que siguen (Al mal tiempo, buena
cara (2011):
"Me voy a hacer el baño del traqueto: a punta de coca" (@luis_arias); "Saben que!!!
Nos olemos luego" (@Alejoalvaran); "Las cosas no huelen bien en Manizales sin agua"
(@Lejosilva24); "Mi niño interior no se ha bañado" (@animesa); "El Apocalipsis tiene mal
aliento" (@Richitelli); "Y desde hoy a incorporar el balde a mis extremidades"
(@lizramirezc); "Siento que me falta algo: S... Ah si! Agua!!" (@sylvanablancoe); y, por
último: "Hoy será a lo vikingo: Barbado y sin bañarme! jajajajaja"(@alejoalvaran).
Estas fueron algunas de las muestra jocosas que crearon los ciudadanos para tratar
de aminorar los efectos de la “tragedia”.
También fue muy importante dentro de estas expresiones creativas las relaciones
que se establecieron entre el cuerpo y los instrumentos utilizados para conseguir el agua.
Un ejemplo es este: “las partes del miembro superior de un manizaleño son: brazo,
124
antebrazo y balde" (Manizaleños se desahogan en las redes sociales, 2011). Con este chiste
se manifiesta la relación intensa y cotidiana que se estableció entre el cuerpo y el balde, que
es un instrumento utilizado para recoger el agua. En este caso se articularon de una manera
simbiótica, no sólo dentro de las prácticas cotidianas, sino ante todo como fórmula de
creatividad humorística y burlesca.
Sobre los origenes europoes de los manizaleños, la siguiente caricatura ilustra de
manera jocosa la situacion con respecto a la carencia de agua.
CARICATURA 11
(Fuente: Ricky. Regularidad Diario La Patria. Manizales: Diciembre 13 de 2011)
También es importante destacar que en el transcurso de la “tragedia” se presentaron
diversas manifestaciones de la inteligencia práctica, que en América Latina son
fundamentales dentro del ámbito de lo popular, como “la “malicia” indígena, la
“cimarronería” negra, la “ladinería” mestiza, la “viveza” criolla” (ibíd., 2009a: 1). En ese
sentido existen testimonios, que sintetizan muchas de las actividades que los ciudadanos
debieron realizar apelando a su creatividad, o utilizando la malicia indígena. Así por
ejemplo,
Basta pensar qué soluciona una madre de familia que logra llenar un par de
baldes con agua, después de perder medio día por hacer una fila interminable al
sol y al agua, para que al llegar a su casa con el cargamento note que después de
tanto esfuerzo los recipientes perdieron buena parte de su contenido. Mayor será
su desencanto al percatarse de que el remanente le alcanza para vaciar el
inodoro, preparar una sopa y después lavarse los dientes (Mejía Arango, 2011).
125
De igual manera, teniendo en cuenta la escasez del agua, se generaron diversas
prácticas para establecer unos usos más racionales del líquido. Por esos motivos, “Juliana
Castillo explica que en su casa se bañan dentro de un balde grande y el agua es reutilizada
en el inodoro” (Villamil, sf.). Esto por lo menos generó, aunque fuera en menor medida,
una conciencia ambiental, respecto a la importancia que tiene, no sólo el ahorro del agua,
sino ante todo, su óptima utilización. Pero también, en este aspecto es importante tener en
cuenta el aporte que hace De Certeau para las reflexiones sobre estos acontecimientos,
donde “reclama que se tomen en consideración no sólo las prácticas que actúan contra el
poder establecido, sino más bien aquéllas que se erigen como estrategias de supervivencia
en el marco de la vida cotidiana” (Rizo, 2004, 119). Aquí fueron importantes las muestras
de solidaridad, colaboración mutua y recursividad, en relación con la consecución del agua
y sobre todo de las acciones para transportarla. También a nivel de estrategias de
supervivencia, fueron momentos propicios para el desarrollo de actividades colectivas, por
ejemplo en el uso de la olla comunitaria para cocinar en la calle. Además de las acciones de
conseguir el agua, reunir los ingredientes para el sancocho, conseguir la leña, fueron
importantes los momentos de compartir, de contar historias, de producir chistes, entre otras
actividades. Todo esto se relaciona con actos cotidianos como la “procreación, la parición,
la alimentación, la cocina con sus procesos de sancochos y estofados, el dar-de-comer, el
contacto, la comunidad, los sueños y esperanzas, el levantamiento, el seno-tumba-seno, la
posteridad, los muertos convocados, la pugna de lo persistente” (Grosso, sf.a: 23). En este
aspecto se puede decir que fueron momentos especiales para tomar conciencia acerca del
sentido de pertenencia a determinados grupos, para recobrar el sentido comunitario, pero lo
más notable es que sucede en contextos donde generalmente priman relaciones que
marginalizan e individualizan a los ciudadanos.
Todos estos testimonios representan muchas de las actuaciones cotidianas de las
clases populares de América Latina. Se trata de manifestaciones de una praxis crítica
popular que no actúa dentro de la seriedad, sino que está representada por una
“tragicomedia”, donde se mezclan la tragedia histórica simbolizada por el olvido y la
invisibilización, y una comedia, nacida de las necesidades de expresión propias, para
burlarse de las condiciones de sometimiento.
126
Los cuerpos, en ese sentido, no son sólo sometidos por otras clases de fuerzas
físicas sino mediante procesos que se originan en los discursos, que a su vez generan
prácticas de poder hegemónico. De esa manera se ha pasado por diversas manifestaciones
de la relación cuerpo-discurso, tales como los discursos sobre los cuerpos, los cuerpos
como escritura, el discurso de los cuerpos y, finalmente a los cuerpos que buscan ser
liberados mediante discursos “otros”.
En el discurso sobre los cuerpos, estos últimos son tomados como meras
referencias, desde una perspectiva hacia el otro donde prima el distanciamiento. Desde esa
mirada se producen procesos epistémicos descriptivos y universalizantes. Son los cuerpos
que, por ejemplo, deambulan por la ciudad, sin referencias históricas “invisibilizados a
fuerza de idealidad, enunciados y escritura” (Grosso, 2009a: 7). Estos cuerpos son
abordados escrituralmente sin el reconocimiento de sus vivencias, ni emociones, por lo que
se reducen a ser sólo corporalidades plasmadas en escrituras. En este sentido también son
reducidas sus funciones, de tal forma que son “cuerpos acallados e invisibles de la
enunciación” (Grosso, 2007: 3), que no tienen presencia discursiva y, por lo tanto, es
posible que emitan voces que no son escuchadas, ni registradas, no porque no tengan nada
que decir sino porque carecen de interlocutores.
En otro momento aparecen los símiles que relacionan el cuerpo con la escritura,
donde son representados como libros en los que se escribe la historia, además de que actúan
como receptores y emisores de mensajes, mediante una sémica corporal. Esto se relaciona
con formas de imposición del poder, que “se traza primero sobre la espalda de los sujetos
[…] la ciencia etnológica occidental se escribe sobre el espacio que le proporciona el
cuerpo del otro” (ibíd., 1996: 153), donde aparecen las diferentes concepciones sobre los
acercamientos o las separaciones, de unos y otros.
En este aspecto, se pasa “del lenguaje sobre el cuerpo -es decir, de un determinado
discurso performativo alusivo a una corporeidad doblemente sexualizada y medicalizada- al
cuerpo como lenguaje, como “cárcel escrita”, en el plano de la nueva alianza tecnocrática
entre genética y economía” (Vidal, sf.). Este se puede considerar como un avance en las
concepciones acerca del cuerpo porque se visibilizan algunos de los mensajes que este
emite, aunque no sean nítidos ni perfectamente interpretables. De esa manera, se perfila una
“semántica” o “cronotopía del cuerpo” (Zavala, 1991, 71), donde este se expresa, lo que lo
127
lleva hacia una situación donde comienza su proceso de manifestarse y completarse, porque
ya tiene expresiones propias, y donde se configura como un enunciado y sus gestos como
enunciación. De esa manera, se configura una relación donde “ya no se escribe sobre el
cuerpo. El cuerpo es el que debe transformarse en escritura” (De Certeau, 1996: 213). En el
caso de Manizales, los cuerpos fueron espacios gráficos de escritura, donde se manifiestan
en todo momento sus necesidades pero también sus posibilidades creativas con base en sus
vivencias e historias cotidianas.
También sobresalieron los cuerpos que “hablaron”, lo que corresponde a una visión
del “discurso de los cuerpos” (Grosso, 2009), que expresaron, dijeron y sintieron. En este
aspecto, son cuerpos que no necesitan intérpretes que hablen por ellos, sino que se expresan
mediante sus propios cuerpos mediante sus acciones y prácticas sociales, asociados a la
satisfacción de necesidades. En este sentido, la semiopraxis popular busca las
reivindicaciones de los sectores populares, con énfasis en los cuerpos, las prácticas y las
mediaciones lingüísticas, de manera que “lo que existe es el lenguaje inscripto en unas
relaciones entre cuerpos, amarrado a materialidades, a sentidos prácticos” (Grosso, 2008e).
Se trata de manifestar lenguajes que se escriben históricamente sobre los cuerpos, mediante
las relaciones sociales, pero especialmente referidos a los sectores subalternizados, que son
los principales receptores de estos mensajes. Los detentores del poder siempre tienen las
otras formas escriturales para sus expresiones y manifestaciones de poder.
Todos estos elementos que aluden a los cuerpos y sus formas expresivas,
contribuyen a generar conciencia de sí mismo, y de las diversas formas que adquieren las
corporalidades. En este aspecto, son muy importantes las acciones y prácticas, asociadas a
determinados actos festivos, en los que se cuestionan algunas manifestaciones del poder
institucionalizado y se expresan emociones reprimidas históricamente. En ese sentido, las
luchas populares de esta época se pueden equiparar, en alguna medida, a “la carnavalesca
cotidiana medieval, con su ‘segundo mundo’ alternativo y simultáneo al mundo serio y
oficial, con su risa que todo lo invertía, lo corroía y lo volvía plástico por detrás de una gran
promesa de renovación universal” (Bajtin, 1990: 91). Son espacios que, a pesar de ser
meramente coyunturales, permitían tomar conciencia acerca del cuerpo, sus formas de
expresión y sus mecanismos de sometimiento, que trascendían hacia el cuerpo social. Por
ese motivo, la carnavalización es “un término cargado de contenido político, revela una
128
contraideología, una contracultura que se opone a la norma y a la autoridad”, donde se
“privilegia y fecunda el discurso de los oprimidos” (Zavala, 1992: 70-77). De esa manera,
los carnavales son procesos pedagógicos de liberación de los cuerpos. Pero estas prácticas
se pueden replicar en actividades como las desarrolladas durante la “tragedia”, que fueron
coyunturales, espontáneas, creativas y liberadoras. Por eso, las realizaciones de los “rituales
de recogida del agua”, se asemejaban a un gran carnaval, que reunía a todas las clases
sociales, donde los estratos se confundían y las diferencias sociales se ocultaban en función
de la satisfacción de las necesidades colectivas. En esos espacios, por ejemplo, se
representaban los discursos de lo no dicho sino de lo practicado, donde los cuerpos
expresaban todo el sentido represado, no sólo en el presente sino dentro de la memoria
histórica. Desafortunadamente, tal como las crisis de estas características, los carnavales
también terminan, ya que tienen un tiempo de duración estrictamente estipulado. Por eso,
muchas veces solo queda la sensación de las satisfacciones corporales, lúdicas o liberadoras
pero también se manifiestan las limitaciones del poder pedagógico de estas celebraciones,
debido a las debilidades de la memoria colectiva, que en variadas ocasiones no permiten la
permanencia de estas experiencias vitales.
Dentro de estos actos cotidianos, aunque en pequeña escala, se generan prácticas de
liberación de los cuerpos, mediante la toma de conciencia acerca de las acciones históricas
que les son impuestas. En las clases populares, por ejemplo, se presentan procesos
encaminados a la liberación de los cuerpos de sus ataduras institucionalizadas y convertirse
en “un terreno fundamental de lucha política y también un medio de emancipación”
(Giddens, 1995: 165). Esto se expresa mediante diversas manifestaciones de las acciones
corporales, tales como los cuerpos que se manifiestan, las voces que expresan, las
presencias activas, los esfuerzos inesperados, las nuevas sensaciones y las acciones tácticas
inesperadas. Es en estos campos de micropoderes donde se concientizan los ciudadanos, de
tal manera que los cuerpos que se pasean por los territorios citadinos sientan la necesidad
de comprender y rebelarse, para contrarrestar las acciones de una sociedad desigual donde
se manifiestan “luchas culturales”, “polémicas ocultas”, “pluriacentuaciones” y “luchas
simbólicas”, latentes en las formaciones de “violencia simbólica” (Grosso, 2007: 4). Los
cuerpos en ese sentido, deben asumir la misión histórica de romper esquemas sociales
impuestos, que han terminado por despersonalizarlos, ahogarlos, saturarlos o
129
desidentificarlos. Por eso deben asumir nuevos procesos, mediante la participación en un
texto urbano múltiple, que escriben a través de “procedimientos multiformes, resistentes,
astutos, pertinaces” (De Certeau, 1996: 108), que se desarrollan cotidianamente.
En este aspecto se requiere también la recuperación de las sensaciones corporales,
como creadores de sentido, de expresión de sentimientos y emociones. Esto, ante todo
requiere el reconocimiento del sí mismo, que conduzca hacia “la libertad, la individuación,
el mirarse dentro de uno/a mismo/a, la introspección, la reflexibilidad, la autoafirmación, la
autoestima, el autoconcepto, el estar bien consigo/a mismo/a” (Fernández Poncela, 2010).
Por supuesto que estos procesos deben contraponerse a las tendencias consumistas,
utilitaristas y egocentristas que priman como construcciones sociales dentro del modelo de
producción capitalista.
Estos procesos se deben complementar con prácticas de recuperación de los
cuerpos, para arrebatárselos a las instituciones, los discursos y las prácticas, que
históricamente los han colonizado, usado y abusado. Esto se debe convertir en prácticas
constantes, cotidiana, donde “debemos construirnos a nosotros mismos, fabricarnos,
ordenarnos como una obra de arte” (Foucault, 1991a: 194). Esto requiere ante todo de
apoderarnos de nosotros mismos, mediante la conciencia corporal que integre elementos
espirituales, emociones y sentimientos, entre otros.
En este aspecto, las convenciones sociales juegan un papel muy importante, dentro
de estos procesos que pueden generar la sensación de pérdida de identidad individual en
aras de procesos de adaptación sociocultural a los requerimientos de nuevas formas de
urbanidad.
Por último, es necesario retomar la vida cotidiana, pero reconociendo a este campo
su valor epistémico, teniendo presente que “en toda sociedad, hay pues, una vida cotidiana:
sin ella no hay sociedad" (Heller, 1998: 9). De esa manera, lo cotidiano contribuye a
visibilizar cuerpos, prácticas, maneras de hacer, discursos, relatos y saberes, no sólo que
han sido ocultados sino que también se han presentado como conocimientos
subalternizados. Además, lo cotidiano se presenta como un campo epistémico, lleno de
contradicciones, conflictos y luchas por la sobrevivencia de diversas comunidades donde
“discierne siempre un movimiento browniano de microrresistencias, las cuales fundan a su
vez microlibertades, movilizan recursos insospechados, ocultos en la gente ordinaria” (De
130
Certeau, 1996: XXII). Es precisamente dentro de esta “gente ordinaria” donde se deben
buscar nuevas posibilidades de construcción de ciudadanía, para la mejor gestión de la
ciudad.
2.10 LA NATURALEZA
Uno de los elementos importantes dentro de las relaciones cotidianas, que muchas
veces pasa desapercibido es la naturaleza, que fue una de las protagonistas de primera línea
de esta serie de acontecimientos urbanos y factor fundamental para las reflexiones sobre la
“tragedia”. Los territorios urbanos se caracterizan por los usos asociados a lugares donde se
expresan algunas manifestaciones de la naturaleza, que en las grandes urbes tienden a ser
escasas, debido a la necesidad de generar condiciones de habitabilidad para los ciudadanos.
Pero, los impactos de la naturaleza son notables en esta región porque a nivel nacional es
bastante reconocida la belleza de sus paisajes, por lo que Manizales “semeja un balcón
natural desde donde se observa un paisaje espectacular. Pablo Neruda (no nosotros) la
bautizó como “una fábrica de paisajes”” (Cardona Gutiérrez, 2011). Pero también fue muy
mencionada porque supuestamente muchas de las manifestaciones de la “tragedia” fueron
provocadas por su acción incontrolable, generadora de varios de los derrumbes que
ocasionaron daños en las plantas de agua y gas.
Este montaje fotográfico ilustra muy bien la situación de los políticos con respecto a
la naturaleza, utilizada como mecanismo de defensa, ante su incapacidad administrativa. En
este aparecen el gerente de la empresa de aguas y el alcalde.
ILUSTRACIÓN 1
131
(Sin título, circa año 2011, Manizales).
La naturaleza se considera como un componente importante de las prácticas
sociales, ya que tiene que ver con “la actividad del ser humano sobre el medio en el que se
desenvuelve” (Camacho Ríos, 2006: 133). Esto implica que las prácticas se deben analizar
desde las relaciones entre los factores sociales y los ambientales. En este caso, por ejemplo,
es interesante analizar estos componentes a partir de una concepción ampliada de lo
ambiental, que en términos de Augusto Ángel Maya (1996), está conformado por el sistema
ecológico y el sistema socio-cultural, que explican las diferentes relaciones que se
establecen entre estas dos clases de sistemas. Las actividades prácticas de esa manera se
manifiestan de dos formas una es “la acción de la naturaleza y, la otra, las prácticas sociales
que los seres humanos ejercen sobre el conocimiento” (Camacho Ríos, 2006: 134). En este
sentido, los contextos urbanos elaboran sus propias formas de expresión de lo ambiental en
sus aspectos socioculturales. En el caso de Manizales, por ejemplo, se trata de prácticas
asociadas a una ciudad con vocación universitaria donde los jóvenes son protagonistas,
especialmente los fines de semana cuando acuden a realizar sus acciones en la “Zona
Rosa”.
También es importante mencionar que muy pocos ciudadanos tienen verdadera
conciencia acerca de los “comportamientos” de la naturaleza, que no dependen
exclusivamente de sus “caprichos” sino de las acciones antrópicas, que generan diferentes
formas de usos, abusos y explotaciones.
De igual manera, se ha convertido en uso corriente endilgarle todos los problemas
ambientales a la naturaleza, en defensa de las actuaciones de algunos políticos por parte de
sus adeptos, lo que se quiere desmentir con la afirmación que dice que “si Manizales está
sin agua no es culpa de la naturaleza si no de la politiquería”, rezaba un cartel” (Villamil,
sf.). En este aspecto, muchos de los cuestionamientos de los ciudadanos apuntaban hacia
los políticos, por lo que somos, “un país donde el clima sirve de disculpa a la ineptitud de
sus gobernantes. Caldas departamento fallido” (Manizales empezó noveno día sin agua, 28
de octubre de 2011). La relación entre naturaleza y política sirvió para que las culpas se
132
repartieran entre estos dos factores, pero teniendo en cuenta que la primera siempre actuará
como testigo mudo de las acciones negativas de los gobernantes.
Realizado este recorrido por los acontecimientos que suceden en Manizales y
Caldas es necesario entonces, dilucidar si todo lo sucedido puede ser atribuible sólo a las
actuaciones inesperadas y no previsibles de la naturaleza, mediante sus manifestaciones
catastróficas. Además que los problemas asociados a los cambios climáticos se agudizan en
el país y golpean con preferencia a los departamentos ubicados en la zona Andina donde se
encuentra el Departamento de Caldas. O por el contrario, todo esto se debe a acciones
antrópicas, que mediante construcciones simbólicas y culturales, continúan encubriendo las
actuaciones erróneas de los gobernantes.
Sobre las acciones de la naturaleza, representadas por la Quebrada Manizales, esta
caricatura ilustra muy bien la temática, ya que es constante la ocurrencia de estas crisis,
especialmente en las épocas de invierno. Todo esto, por supuesto que genera grandes
impactos económicos y sociales en la región. Por eso,
CARICATURA 12
(Fuente: Ricky. Arrastrados. Diario La Patria. Manizales: Marzo 23 de 2011)
También es necesario reconocer muchas de las ventajas naturales que tiene
Manizales, debido a la topografía montañosa y abrupta de la ciudad y su ubicación cercana
al Nevado del Ruiz y en general al parque Natural de los Nevados. En ese sentido, un hecho
bastante interesante, derivado de la misma “tragedia”, fue el reconocimiento y la valoración
de los lugares naturales y sobre todo la notoria importancia que adquirieron los manantiales
133
naturales, muy abundantes en la ciudad. Todo esto para aminorar algunos de los efectos de
la crisis y en la búsqueda de solución provisional de algunos de sus efectos.
De esa manera, en el transcurso de la “tragedia”, por todas partes de la ciudad y
especialmente en las zonas de pendientes más pronunciadas, se veían ciudadanos de todas
clases y condiciones sociales y económicas, tratando de recoger el agua de las fuentes
naturales. Por esa razón, “al recorrer la ciudad se ve gente pegada de las montañas
esperando que brote un poco de agua de ellas para suplir sus necesidades básicas” (ibíd., 30
de octubre de 2011). Este hecho, puede ser que haya marcado la historia de la ciudad,
mediante la construcción de novedosas formas de solidaridad que difícilmente se hubieran
presentado en circunstancias “normales” de la ciudad.
Se puede afirmar entonces que en Manizales existen lugares naturales muy
apetecidos, especialmente por los inmigrantes, que en algunos casos pueden llegar a
conocerlos mejor que los ciudadanos nacidos en Manizales. En este aspecto, los relictos
naturales citadinos se convierten para aquellos en lugares de añoranza de otros paisajes y
otros ambientes más amables y tranquilos que los que representan la “selva de cemento”.
Para un indígena migrante, “el bosque, es un lugar de preservación porque […] uno es
naturaleza, entonces se respeta, el valor respeto a la vida, ellos nos brindan dignidad […]
sabiduría, y sobre todo ellos producen, lo que nosotros necesitamos” (Im1).En este aspecto
también son una especie de conciencia naturalista que se expresa en la ciudad y que es
necesario atender.
De igual manera, todos estos acontecimientos fueron una buena ocasión para
reflexionar sobre lo que ocurre con la ciudad, más allá de las malas influencias de la
naturaleza y de las actuaciones salvadoras y reivindicativas del Ave Fénix, lo mismo que de
los moralismos de muchos de los áulicos de otrora.
134
CAPITULO TRES
3.1 ALGUNOS RASGOS DE LA CULTURA
MANIZALEÑA
En este capítulo se pretende realizar algunas reflexiones sobre manifestaciones de la
cultura manizaleña, lo mismo que sobre aspectos relacionados con la construcción de sus
identidades para generar una caracterización general sobre la cultura urbana de Manizales.
Tanto en el artículo de Abad, como en otros que replicaron sus argumentaciones,
son importantes las menciones a reminiscencias de un pasado pletórico de imágenes
tradicionalistas como el abolengo, la nobleza, la sangre azul, el honor, la cuna limpia y
noble, la ciudad culta y los buenos modales, que develan muchos de los elementos
histórico-culturales de la ciudad.
Todos estos conceptos, tienen una marcada preponderancia de referencias a un
pasado de auge del colonialismo, con su misión civilizadora, donde fueron fundamentales
los argumentos de tipo racial, social y económico para la generación de poderes
hegemónicos, que aún se mantienen.
Uno de los principales escritos en contra de Abad, fue el de Alzate Palacios,
denominado: “Respuesta a un irrespetuoso”, realizado en un lenguaje “raro y florido”
(Abad, 2011). Además, como siempre sucede en estos casos, cuando se cuestiona algún
asunto referido a la ciudad, se generan innumerables ataques personales. Por eso afirma que
fue así como en medio del dolor recibimos como una bofetada, un escrito en el
que un individuo llamado Héctor Abad, en una mezcla enfermiza de odios y
envidias publicó en El Espectador su columna habitual, en la que en lugar de una
voz de aliento, o al menos ofrecer una ayuda de cualquier clase a los cientos de
seres humanos que vienen padeciendo la carencia de muchos elementos
necesarios para su supervivencia, expulsó todo el veneno de su abyecta pluma,
dedicándose a insultarnos en forma irrespetuosa y vulgar, muy de acuerdo con
su personalidad sin honor y sin vergüenza (Alzate, 2011).
Esa “mezcla enfermiza de odios y envidias” revela una vez más las rivalidades
territoriales, que llevan a extremos donde surgen los chovinismos, mezclados con alusiones
personales. De igual manera, Alzate pide respeto a Abad, pero al mismo tiempo lo
irrespeta, cuando dice de él que tiene una personalidad sin “honor y sin vergüenza” (Alzate,
2011), por el estilo de José Joaquín Fernández de Lizardi en sus obras del siglo XIX (1824-
135
1827). Todo esto, al más puro estilo de los caballeros de las épocas medievales.
Por otra parte, es interesante interpretar la afirmación de que “no confunda, señor
Abad, la prudencia y los buenos modales, con los insultos y la bellaquería que parece son
los que manejan su forma de ser” (Alzate, 2011). Esto significa que este último autor
comienza a mezclar en sus comentarios, las referencias a la ciudad con respecto a los
asuntos personales del escritor Abad. En ese aspecto, por ejemplo, los buenos modales
tienen relación con “la decencia, moderación y oportunidad en nuestras acciones y palabras,
y aquella delicadeza y gallardía que aparecen en todos nuestros movimientos exteriores,
revelando la suavidad de las costumbres y la cultura del entendimiento” (Carreño, 2005).
Se trata de unas formas de comportamiento que implican determinadas actitudes muy
“civilizadas” respecto a los otros, pero que esconden intenciones de dominio también.
También son muy mencionadas las prácticas asociadas a la Urbanidad de Carreño,
el famoso tratado sobre comportamiento social ya desaparecido como texto oficial. Uno de
los componentes de tipo social más importante para la consolidación de la cultura urbana,
en América Latina en la segunda mitad del siglo XIX, fue la implementación de la
urbanidad, que en esa época constituyó una interesante, aunque no muchas veces efectiva,
guía de actuación de los ciudadanos, pero que también desapareció por sus excesos de
etiqueta y protocolo y sus sesgos clasistas. Esta fue concebida como
una emanación de los deberes morales, y como tal, sus prescripciones tienden
todas a la conservación del orden y de la buena armonía que deben reinar entre
los hombres, y estrechar los lazos que los unen, por medio de impresiones
agradables que produzcan los unos sobre los otros" (Carreño, 2005: 9)
Desde luego que la “buena armonía” no depende sólo de las buenas intenciones de
los ciudadanos o de recetas de comportamiento social, sino que existen diversos factores
contextuales e históricos que la condicionan.
Sin embargo en la época actual este manual, a pesar de ser muy cuestionado,
también tiene sus seguidores que siguen esgrimiendo muchos argumentos sobre su
aplicabilidad. En ese sentido se propone que debería ser actualizado y adecuado a los
contextos urbanos del presente. Este último aspecto es bastante complejo de llevar a cabo,
teniendo en cuenta que no es posible aplicar un esquema de comportamiento de carácter
136
universalizante, dentro de sociedades urbanas que reclaman el derecho a la diferencia, que
choca precisamente con esas concepciones de lo urbano, de corte tradicional.
En el caso de la cultura urbana de Manizales, pareciera que la urbanidad sigue
siendo un factor importante de distinción (Bourdieu), ligado a las estructuras de poder y al
dominio hegemónico de las clases altas de la sociedad. Por eso motivos, también la
urbanidad proponía que
Por medio de un atento estudio de las reglas de la urbanidad, y por el contacto
con las personas cultas y bien educadas, llegamos a adquirir lo que
especialmente se llama buenas maneras o buenos modales, lo cual no es otra
cosa que la decencia, moderación y oportunidad en nuestras acciones y palabras,
y aquella delicadeza y gallardía que aparecen en todos nuestros movimientos
exteriores, revelando la suavidad de las costumbres y la cultura del
entendimiento (ibíd., 2005: 10).
Esa “suavidad de las costumbres” probablemente se relacione con un sustrato
cultural, que se ha arraigado tanto en la ciudad, que no permite que los ciudadanos actúen
libre y críticamente, lo que en términos prácticos los lleva a sufrir de “parálisis social”. Esto
es más notable en momentos cruciales como la “tragedia”, en los que se requería exigir el
cumplimiento de los derechos ciudadanos o rebelarse ante las evidentes injusticias.
También se puede afirmar que desde los más ilustres personajes de la ciudad reconocen que
aquello del “abolengo”, que se relaciona con la “ascendencia de una persona, especialmente
si es ilustre” (WordReference.com, sf), es una alusión a un pasado “ilustre” del cual no se
tienen antecedentes históricos, sino referencias literarias que fueron reforzadas por
costumbres asociadas, por ejemplo, con la Feria de Manizales.
Por ese motivo, el columnista, Humberto de la Calle Lombana, nacido en
Manizales, exministro de Justicia de Colombia y personaje destacado a nivel nacional
también afirma, refiriéndose a Abad, que
Tiene razón en que los nacidos allá somos todos descendientes de campesinos
alpargatudos y niguateros. No cabe el abolengo. Es verdaderamente
sorprendente que, con ese pasado, muchos de los portadores de apellidos
supuestamente ilustres se sientan venidos del sobaco del Espíritu Santo (De la
Calle, 2011).
Una vez más se reafirman los orígenes antioqueños de los manizaleños y se
cuestiona el “abolengo”, que también se refiere a un imaginario muy fuerte desde las
perspectivas coloniales. Pero también, se debe destacar la alusión al “sobaco del espíritu
137
santo”, que en tono burlesco, se relaciona con la mentalidad tradicionalista y de profunda
raigambre religiosa, de algunos sectores de manizaleños, muy cercanos a los poderes
hegemónicos.
Con respecto al “abolengo, también vuelven a reaparecer los orígenes distinguidos
de los manizaleños, comparados con los de los ciudadanos de Medellín, que son temas
relacionados con la identidad, que se tratarán más adelante. Mientras tanto se afirma que
Qué culpa tenemos los manizaleños de ser de mejor familia que la de él, si esto
no es ninguna gracia, cualquiera lo es; qué culpa tenemos de haber nacido con
alpargatas y pobres, pero de cuna limpia y noble, como lo podemos demostrar a
través de los tiempos; ni habernos vuelto cultos trabajando duro y honradamente,
evitando caer en los lazos del peor flagelo del siglo XX como es el narcotráfico,
en el cual tantos conocidos suyos están metidos, así la inmensa mayoría de
nuestros ancestros antioqueños, de quienes nos sentimos orgullosos, sigan
luchando por sacudirse de esta mortal serpiente, sin haberlo conseguido del todo
(Alzate, 2011).
Es sugestivo el hecho de que Alzate plantee que los manizaleños son de “mejor
familia” que los de Medellín, representados por Abad, al mismo tiempo que menciona la
“cuna limpia y noble”. Una vez más se presenta la referencia a permanencias culturales de
la época de la colonia, cuando se debatían insistentemente los temas referidos a la pureza de
la sangre y el origen de los apellidos, como símbolos de distinción y de referencias
clasistas, que siguen siendo importantes en Manizales. Por eso afirma que
Deje de lado señor Abad el tratar de insultarnos, porque tenemos una de ferias
más reconocidas en (sic) mundo: la de Manizales, porque, y para que destile más
envidia, también tenemos la fama de ser una ciudad de verdad culta con el
internacionalmente famoso Festival de Teatro; con programaciones culturales de
diversa índole y con la presencia como invitados muy especiales de personajes
famosos, entre ellos Pablo Neruda, quienes solo han dejado palabras de
admiración para una ciudad que se ha levantado varias veces de las cenizas, pero
que con la frente en alto sigue buscando su ruta hacia el futuro, aunque a veces
se atraviesen víboras de la calaña suya” (Alzate, 2011).
Es interesante analizar el significado de la afirmación que hace el autor sobre
Manizales y el hecho de ser “una ciudad de verdad culta”. Esto una vez más reafirma el
lenguaje con el que está escrito el artículo, que representa el estilo literario “grecocaldense”
que, generalmente hace referencia a valores y símbolos de otras épocas. En este aspecto,
sería interesante confrontarlos, tanto con situaciones concretas, como con prácticas sociales
actuales.
138
Sobre la referencia que hace al Festival de Teatro, habría que reflexionar sobre
varios aspectos, tales como la clase de público al que va dirigido; si, en general a los
manizaleños les interesa el estilo de teatro que se presenta, y analizar los aportes reales que
le hace a las actividades culturales de la ciudad. Esto también se relaciona con las
contribuciones que hace a la formación teatral de actores, dramaturgos, directores y
públicos, entre otros. Por ese motivo es necesario tener en cuenta que
El teatro latinoamericano le debe mucho a Manizales, porque ha hecho aportes
fundamentales para nuestro desarrollo en momento en que "hay vacíos en cuanto
a posibilidades de "encuentro de los trabajadores del Continente. Pero hemos
visto el peligro de que se convierta el Festival en una simple vitrina. Hay que
defender este espacio contra lo peligro de banalización, entre otras cosas por
falta de espacios para el encuentro entre teatreros (Rastreando las huellas del
Festival de Teatro de Manizales, 1987).
En este sentido, se puede notar que el Festival de Teatro se menciona en los escritos
como un factor que representa para Manizales una buena imagen ante el país, por la
proyección internacional de la ciudad y el nombre que representa como actividad cultural.
Pero todo esto se afirma sin mencionar los aportes que le hace a la cultura de la ciudad.
Para algunos críticos, este es un evento cultural que se organiza, pensando más en los
asistentes foráneos que en los propios manizaleños.
De igual manera, sumado a todas las características anteriores, existe en Manizales
una notable manifestación de clasismo social, probablemente también generado por la
persistencia de muchos intelectuales en que los demás los perciban como originados dentro
de un orden social superior. Por eso,
A tal catástrofe se suma la odiosa y tradicional exclusión social. En esta
Manizales del alma, los apellidos rimbombantes, generalmente acompañados de
un innumerable carrusel de privilegios que les brinda desde la iglesia hasta la
corrupta clase política, pasando por el sector financiero y bancario, lo tienen
todo para sí. Tanto aquí, en este suburbio dizque de románticas callecitas
empinadas, como en la Bogotá capital. Nada dejan suelto. Todo lo atan, con
avaricia y sofisticadas costumbres sociales, a sus abultadas cuentas bancarias.
Esta rancia clase social no considera manizaleños a los demás… a los ñucos, a
los hijos de los provincianos, a los desarrapados paridos con dolor en estas
mismas montañas, a los mestizos y morenos, al hombre común de la calle. Llega
a tanto su pretendido esplendor, que de Caldas no saben nada… ni les interesa
(Arias, 2011).
139
El tema de la exclusión social en Manizales es bastante conocido, tanto que por
mucho tiempo ha constituido un elemento histórico y de identidad sociocultural muy
importante. Todo esto a pesar de que en los últimos tiempos, se hayan disminuido un tanto
sus alusiones e impactos, debido a las crisis económicas generadas por los problemas
asociados a la producción del café. En este aspecto
Manizales se ha caracterizado por ser una ciudad elitista, apegada a los
privilegios de clase, en la cual los apellidos juegan papel destacado. Las buenas
maneras, la amabilidad y la “finura” en el trato personal son importantes en
todos los niveles de la sociedad, a esto se suma el interés por la calidad del
ambiente intelectual en especial por el arte, la literatura y la política (Jaramillo,
2009: 238).
Estas referencias a las “buenas maneras, la amabilidad y la finura”, que
generalmente se asocian a las clases sociales pudientes y a la defensa de las desigualdades,
también se consideran rezagos de las épocas en que fue importante la urbanidad.
Todas estas elaboraciones simbólicas, han sido representativas de un pasado
glorioso, desde el punto de vista de la política, la economía, la literatura y la construcción
de la cultura urbana. Pero su defensa acérrima en esta época conduce hacia la
caracterización de esta sociedad como bastante cerrada sobre sí misma. Esto,
probablemente también se debe a cierta influencia que aún pesa sobre Manizales, del
controvertido y devaluado concepto del determinismo geográfico, a partir de su
construcción sobre una topografía muy abrupta y aislante, y el hecho de que la ciudad sea
una ruta terminal, lo que la lleva a ser caracterizada como encerrada en un estrecho
territorio. Por eso se plantea que
Las difíciles condiciones topográficas por la condición abrupta de su geografía y
las dificultades de comunicación por la situación de atraso de las vías, hacen que
Medellín, Pereira y Bogotá ejerzan un epicentrismo y que Caldas sea poco
integrado (Jaramillo, 2009: 233).
Esto genera una condición de aislamiento cultural relativo, lo que en muchos casos
impide que la ciudad se apropie de unas características de desarrollo adecuadas a la época
que transcurre, con tendencias hacia la subsistencia de demasiadas permanencias del
pasado. También disuade a sus dirigentes de no retomar los adelantos en desarrollo urbano
producidos en otros ámbitos. Además de todo eso, se tiene la sensación de que en muchas
circunstancias, el tiempo se ha detenido, lo que no permite que se generen condiciones
140
propicias para asimilar los cambios propios de la condición urbana. En ese sentido por
ejemplo se generan chistes como este: “¿saben cómo llaman la carretera que conduce de
Bogotá a Manizales? El túnel del tiempo, sale uno de Bogotá en 2011 y llega a Manizales
en 1950” (Salguero, Hernando, 12 de noviembre de 2011). Esto se puede interpretar en el
sentido de que ciudad posee un imaginario asociado con el aislamiento o el atraso, que para
algunos se puede denominar como “provincianismo”.
Por esos motivos es posible que Manizales sea una ciudad que no despega en su
desarrollo urbano porque en muchos aspectos se encuentra prisionera de unos imaginarios
apegados al pasado. El escritor Alberto Morales escribió una novela sobre Manizales
llamada “Y la neblina estaba ahí”. Uno de los lectores opina sobre la reseña que escribe
Héctor Rincón y al respecto dice que,
como me gustaría saber en donde conseguir el libro... seguramente serviría para
demostrar que se puede promocionar a Manizales con el "slogan" que propone
un amigo: "Galápagos, el lugar de la tierra en donde la evolución se detuvo...
Manizales, el lugar de la tierra en donde la civilización lo hizo"... este si es un
pueblito típico... (tejodiaz, 14 de febrero de 2011).
Estas percepciones de los ciudadanos comunes y corrientes, sin que tengan ánimos
de ser connotados intelectuales, son muy importantes, ya que constituyen miradas críticas y
muchas veces penetrantes acerca, no solo de imaginarios y representaciones, sino ante todo
de las prácticas de ciudad. De igual manera cuestionan los manejos administrativos de la
ciudad por parte de una clase social de estrato social alto y hegemónica en sus actuaciones,
que tuvo una singular importancia en el pasado y disfrutó de grandes momentos de
prosperidad económica, de poder político y de enorme producción intelectual. Todo esto,
dentro de un contexto conformado por muchos eventos históricos que le marcaron un
rumbo específico a la ciudad, tales como la colonización antioqueña, la Urbanidad de
Carreño, la cultura grecocaldense, los azucenos, los orígenes españoles que llegaron con de
la Feria de Manizales y la bonanza cafetera, que fueron acontecimientos importantes para el
desarrollo de la ciudad.
En ese sentido, por ejemplo, la bonanza cafetera y su posterior crisis, que
prácticamente se generalizó a todos los aspectos de la vida social, fue muy significativa en
cuanto a sus impactos dentro de la región. Esta situación afecto especialmente a las capas
141
altas de la sociedad, que estaban acostumbradas a ostentar un gran poder económico y la
adopción de mecanismos de dominación en aspectos sociales, intelectuales y políticos. Esta
nueva situación, incómoda para muchos, generó grandes cambios en la economía regional.
Por tal motivo,
Caldas soporta la peor crisis de orden público, de delincuencia común y de
descomposición social y tiene en Chinchiná la peor zona de tolerancia. Se ha
afectado seriamente el paraíso económico, social y cultural que forjaron más de
70 años de producción cafetera, que había permitido los niveles más altos de
todo el país y donde organizaciones como el Comité de Cafeteros, llenaron todos
los vacíos que dejaba el Estado en presencia y gestión (Jaramillo, 2009: 248).
Esta situación conllevo además un gran impacto, especialmente en el sector de la
finca raíz, donde se realizaron granes volúmenes de transacciones, por lo que Lizcano
afirma que
El senador Barco, quien conocía como ninguna otra persona la idiosincrasia de
las gentes de la región del Eje Cafetero, me decía que como consecuencia de la
caída de los precios del café en la década de los años 90, muchas familias
propietarias de grandes fincas tuvieron que vender sus propiedades (Lizcano,
2012).
Muchos de esos antiguos potentados, que vivieron en todo su esplendor la época de
auge de la región, por cuenta de los cultivos de café, tuvieron que someterse a vivir bajo un
régimen económico, muy diferente al que estaban acostumbrados a llevar. Algunos apenas
pudieron conservar algunas propiedades en la ciudad que escasamente podían mantener.
Esta nueva situación impactó notablemente en el desarrollo sociocultural de la ciudad. Por
eso algunos
No se atrevieron a vender sus lindas y grandes casas. Primero, porque tenían que
aparentar que seguían siendo de estrato alto y así continuar yendo al club de
Manizales a tomar el té con sus amigas. Segundo, porque simplemente el ser
grandes morosos del impuesto predial no les permitía vender sus casas (Lizcano,
2012).
Esta difícil situación generó un nuevo tipo de característica cultural, denominada
como “vivir de las apariencias”, que proviene, en la práctica, de la culminación de un
periodo de gran prosperidad económica, que sólo quedó en el recuerdo de muchos
ciudadanos prósperos que se negaron a asumir su nueva condición social. El hecho de haber
142
perdido sus prebendas, fue difícilmente asimilable, por lo que esta nueva situación, pasó a
quedar impresa dentro de los símbolos culturales de la ciudad. Por eso se afirma que
somos una sociedad que se cuida y mira con desconfianza lo nuevo, que se
protege de los extraños, que no permite fácilmente la entrada, que Manizales es
una sociedad cerrada, un poco tradicional, que cuida las apariencias. Y no diría
que esto es bueno ni malo, solo diría que es algo que pasa. En el pasado ha
protegido a la sociedad de un mayor deterioro y también ha impedido explorar
nuevos caminos y posibilidades (Velásquez, 2012).
Con relación a las “apariencias”, dentro de la columna de Aura Lucía Mera, un
lector se refiere al tema como rasgo de la cultura manizaleña, asociado a un ambiente
económico, social y político en decadencia. Por eso,
La decadencia de Manizales es asombrosa y en la ciudad nadie dice nada, pues
preocupan más las apariencias. Al manizaleto (sic) le preocupa más el prestigio
de los bandidos que administran la ciudad y el departamento que el bienestar de
los habitantes. Ya veremos que su columna y la de Héctor Abad unirán a los
manizaletos para defenderse de sus "detractores" que "quieren deteriorar la
imagen de la ciudad". Y que viva España! (Robleton, 9 de noviembre de 2011).
De esa manera, la costumbre de “vivir de las apariencias”, se “posiciona” como un
rasgo importante de la cultura de Manizales, que se reconoce abiertamente y genera todo
tipo de comentarios. También muchos de los inmigrantes conocen estas facetas de los
manizaleños y afirman que “la ciudad te muestra una infinidad de cosas, muchas
apariencias” (E: Im1). De igual manera uno de los foristas de un periódico señala que
Con todo el respeto y todo el cariño que me asiste asia (sic) Manizales, por haber
vivido 10 años en esa ciudad, me preocupe por analizar un poco el
comportamiento de la gran mayoría de personas con las que me relacione de
alguna manera. Primero les asiste mucho la envidia, 2o) Muy poco solidarias en
lo humano, 3) enredadoras y de poco fiar, 4) viven de las apariencias y solo
quieren sacar provecho de los demás” (dona mora, 13 de noviembre de 2011).
La “apariencia” entonces se ha convertido en una característica de la cultura urbana,
donde se manifiesta una permanente nostalgia del pasado, que impide que la ciudad asuma
adecuadamente sus procesos de desarrollo, de acuerdo con los tiempos actuales. El hecho
de “vivir de la apariencias” también se relaciona con otra designación producto de la crisis
cafetera: “los pobres vergonzantes”. En ese aspecto,
Hace años la pobreza, o si se quiere insolvencia, se apoderó de una amplia esfera
social media desempleada y apartada de las fuentes naturales de trabajo de la
ciudad, donde es común oír el lamento de mujeres y hombres buenos y
preparados que asumen por un puñado de billetes, oficios informales con los que
143
se abusa de su talento y su integridad amparados en una farsante ley laboral
responsable total de la explotación y de la tristeza que vino a llenar la vida de
estos seres que asumen tal sacrificio por amor a su familia. “Pobres
vergonzantes”, decían las beatas de antaño. No, ya no. Ahora son simplemente
pobres procurando en solitario una supervivencia mínima (Arias, 2011).
Este rasgo de los “pobres vergonzantes”, es otro rasgo cultural que se presenta en la
clases altas, que es muy conocido pero paradójicamente también bastante ocultado. Se
relaciona con el hecho verdadero de que en algunas ocasiones en la celebración de las
misas de barrio, los habitantes de estas zonas, aportan contribuciones voluntarias en las
iglesias para ser donadas para la compra de mercados con destino a familias “pudientes” (o
mejor que lo fueron), que no tienen dinero para sostenerse. Lo más interesante es que esta
es una costumbre muy española, que por los datos que existen, parece que todavía existe
como permanencia cultural. Por ese motivo se dice que,
En el medievo los “pobres vergonzantes” eran aquellos que estando en situación
de pobreza no se atrevían a hacerlo público y recurrían a terceros para
socorrerse. Posiblemente en el reino de España nunca, a lo largo de su historia,
haya habido tantos como los hay en la actualidad. Son personas que pasan a
nuestro lado, con las que incluso coincidimos en diversos ámbitos de nuestra
vida, a las que saludamos y deseamos “feliz navidad” sin percatarnos de que
para ellas la nochebuena fue una noche mala (Pobres vergonzantes, 2011).
Como dice Javier, que “Reza el dicho popular “es triste pedir pero más triste es
robar” pero para los “pobres vergonzantes” es más triste que se enteren que pides. Es un
salto al vacío o, mejor dicho, un empujón que es difícil asimilar” (Javier, 3 de noviembre de
2010). Este es un hecho cierto, pero a pesar de que estos pobres no quieren que se enteren
de su condición, es paradójico que muchos ciudadanos ya están enterados.
Este es un tema interesante para el análisis cultural porque significa, en este caso,
que algunas veces las pirámides sociales son construcciones meramente simbólicas, y no
tienen mucha relación con las realidades económicas. Pero también es cierto que son tan
fuertes las “apariencias”, como construcciones culturales, que siguen teniendo un peso muy
significativo en función del ejercicio del poder político y administrativo. Por ese motivo es
muy interesante el testimonio de un lector virtual, que dice que,
Hola, yo soy Manizaleño, pienso que la columna de Hector Abad, tal vez había
imprecisiones pero la idea general es muy certera, Manizales es una que desde
hace años se la están repartiendo, es una ciudad donde el cura de Palermo recoge
mercado para llevarle a unos impresentables que prefieren aguantar hambre que
dejar de vivir en un estrato 6. (Jbetancurt, 11 de noviembre de 2011).
144
Por ese motivo, algunas tendencias nuevas, generalmente traídas de otros lugares,
son asumidas, en algunas ocasiones, de manera subrepticia. Esto indica que existe un
mecanismo de “defensa cultural”, contra las “modas” externas, aunque esto también ha
venido cambiando los imaginarios de la ciudad, especialmente por influencia de las nuevas
generaciones, que ya no asumen con mucha convicción el hecho de “vivir de las
apariencias”.
Todo esto, reiterando que son situaciones que suceden por cuenta de los fuertes
impactos socioculturales ocasionados por las crisis cafeteras. Desde luego que también es
importante reiterar sobre su incidencia en la pérdida de competitividad a nivel
internacional, lo que no sólo se perjudica a la economía nacional sino que la región cafetera
se ve abocada a buscar alternativas productivas, más acordes con una realidad internacional
mucho más compleja e incierta. Estos factores a su vez, impactan sobre la percepción de la
ciudad como “capital mundial del café”, el símbolo económico por excelencia en el pasado.
En ese sentido es muy importante tener en cuenta las cifras, por lo que
de una producción de 16 millones de sacos anuales a principios de los 90,
Colombia pasó a 12 millones de sacos en el año 2006/2007. Desde entonces, la
caída ha sido progresiva, hasta ubicarnos en los 7,8 millones de sacos del último
año, menos de la mitad de lo que cosechamos en los tiempos de bonanza (Baena,
Alejandro, sf.).
Esta situaciones económicas bastante negativas, derivadas de las crisis, también
tienen implicaciones sobre la generación de empleo, lo que conduce hacia la precepción de
una ciudad que atraviesa por situaciones bastantes complejas. Como resultado de estos
procesos ya se habían generado notables descensos en las actividades económicas locales.
Todo esto incide sobre las dinámicas de la ciudad que también deben ser analizadas
en sus funciones de consumo, como “patio de los objetos”, retomando la propuesta de
Hartmann (Kusch, 1986: 129), que tiene relación, no sólo con las tendencias hacia la
saturación de objetos, sino con los mecanismos que se instauran para adquirirlos. Por eso se
supone que la ciudad, dentro del modelo capitalista actual, es un denso territorio diseñado
para la abundancia, la exhibición y el mercadeo, donde muchas personas sólo son valoradas
sólo por los objetos que poseen en términos económicos. Por ese motivo un indígena se
queja de su situación, donde “es una necesidad de conseguir lo que es para la alimentación,
145
todo es comprado, todo es el dinero” (E: Im2). Pero también se debe entender en este
contexto, que donde no hay dinero no se desarrolla la economía y esto último incide sobre
los desarrollos socioculturales de la ciudad.
A una escala mayor, otras versiones sobre las consecuencias de la “tragedia” son
aún más radicales a nivel económico. Por eso
Fenalco divulgó una encuesta con los números en rojo de la crisis. Las ventas
bajaron un 70% y la mitad de los comerciantes consultados consideraron que el
suministro de agua por las autoridades “ha sido malo”. El promedio de ventas de
productos para el hogar cayó un 87%; hoteles y empresas de turismo perciben un
30% de los negocios; el sector textil y de cuero redujo sus ganancias un 45% y
en supermercados la disminución en la compra ronda el 20%.(Manizales, con la
garganta reseca, 29 de octubre de 2011).
Por todos esos motivos se puede considerar que el factor económico ha sido
esencial para determinar los impactos de la “tragedia”, aunque en este campo no se han
realizado estudios muy detallados.
3.1.1 EL BUEN VIVIDERO
Todos estos hechos de carácter económico se relacionan con otro de los principales
imaginarios que se le endilgan a Manizales como “un buen vividero”8, debido a las
condiciones de las que disfrutó en otras épocas, por lo que se piensa que es una designación
propia de esta región y adquirida desde la época de la “bonanza cafetera”. Por eso, de
Manizales “afirman que es el mejor lugar de Colombia para criar hijos. A sus 160
“octubres”, la capital de Caldas mantiene intacta su fama de 'buen vividero', aunque padece
los mismos problemas del país, desempleo, pobreza, drogadicción, entre otros” (Manizales,
el 'buen vividero', celebró su cumpleaños 160, 12 de octubre de 2009). En el testimonio del
ciudadano forista se devela la notable contradicción que existe en la ciudad, por una parte,
entre el hecho de ser un “buen vividero”, pero por otra, el reconocimiento de los múltiples
problemas de la ciudad. En este último caso, un gran interrogante que se abre entre los
habitantes de esta ciudad se refiere a la preocupante posibilidad de que se esté derrumbando
lentamente este imaginario, construido durante una larga historia de bonanzas.
8En otras épocas se consideraba una ciudad bastante tranquila para vivir, segura, con una
buena situación económica y una clase dirigente bastante capaz.
146
Otro cuestionamiento que aparece en el escrito del ciudadano, tiene relación con una
problemática, demostrada con estadísticas, acerca de los altos índices de consumo de
alcohol y sustancias ilícitas que existe en el Departamento de Caldas, incluyendo su capital.
En ese sentido la tendencia que se presenta es la de “estar por encima del nivel de consumo
nacional tanto para las sustancias legales de alcohol 88,2% y tabaco 45,4%, así como de las
sustancias ilegales, con excepción de la cocaína y la heroína” (Situación de consumo de
droga en Caldas, sf.). Estos datos se refieren al año 2008, aunque se conoce que esta
problemática no sólo sigue vigente en el presente, sino que además se ha acentuado.
Por estas y otras razones, habría que investigar más a fondo si en verdad Manizales,
que fue un “buen vividero”, tiene las condiciones adecuadas para que lo siga siendo.
Además se debe indagar acerca de lo que esto significa en términos prácticos, al igual que
las condiciones específicas que posee la ciudad para que se le pueda conceder este
calificativo. Todo esto, debería generar acciones encaminadas a recoger, no sólo los
elementos críticos generados por la “tragedia”, sino lo más importante, los impactos,
positivos y negativos, que suscitaron en la ciudadanía. De igual manera, develar las
debilidades administrativas de la ciudad y lo que supone esto para las condiciones de
habitabilidad urbana.
Ese imaginario de “buen vividero”, también es cuestionado por los migrantes,
mediante las percepciones y tratos por los que han pasado y las sensaciones que les deja la
ciudad, principalmente si son étnicamente diferentes de los nativos de esta urbe. En ese
aspecto, un indígena migrante afirma que “...mucho […] que me trame la ciudad, casi no”
(E: Im2), donde se percibe un nivel de atracción, bastante bajo, sobre su relación con el
contexto urbano.
3.1.2 SER MUY CULTOS
Otro de los rasgos culturales importantes de los manizaleños es el hecho de que se
consideran a sí mismos como “muy cultos”. Por eso se afirma, refiriéndose a Abad, que
“lejos de ser lo que él dice en su artículo, somos una sociedad culta, que reclama con
respeto, se sobrepone al dolor y a la tragedia como la que hoy estamos lamentando por la
muerte de 48 de los nuestros” (Cardona Gutiérrez: 2011). De igual manera se afirma que el
147
rasgo de identidad como “cultos” es otorgado por personas ajenas. En ese sentido vale la
pena volver a mencionar la cita que sigue porque es muy interesante, cuando dice que
No es que nos creamos mejores que los demás, sino que quienes nos visitan
salen a hablar de nuestras cualidades: que somos amables, cultos y cálidos en el
trato. Claro que, como en todas las ciudades del mundo, en la nuestra también
habitan antisociales, corruptos e inmorales (Cardona Gutiérrez: 2011).
Es interesante la interpretación que realiza este escritor, desde una posición en la
que justifica los buenos epítetos sobre Manizales, como los de ser “amables, cultos y
cálidos”, no desde su propia mirada sino amparándose en otros, mediante su afirmación de
que “quienes nos visitan salen a hablar de nuestras cualidades”. Vista esta situación desde
la perspectiva del escritor, es bastante paradójica, ya que él mismo forma parte del
andamiaje de esas construcciones mentales, aunque pareciera que le fuera complicado
asumirlas por cuenta propia. En el caso de Manizales existe una gran cantidad de población
que “ha estado oculta detrás de la fachada de una ciudad culta”. Pero esto no es un simple
juego de palabras sino una realidad palpable, especialmente dentro de las crisis generadas a
partir de la “tragedia”. Todas esta características de “ciudad culta” contrastan notablemente
con los argumentos que se esgrimieron durante la crisis del agua, tales como lo se
expresaron de esta manera.
La situación ha ido pasando de claro a oscuro! nadie tenía pensado un plan de
contingencia, no alcanzaron a aperarse para resistir esta crisis por la falta del
preciado líquido. En el cabildo del agua 2003 hablaba de la "revolución azul" y
me imaginaba una toma de todas las fuentes por parte de los cascos azules; algo
similar ocurre porque todas las fuentes están custodiadas. Aguas de Manizales
ha querido mantener el control de la distribución del agua en los puntos que ellos
han determinado, sin tener en cuenta la facilidad de aprovisionamiento para las
niñas, las señoras y las viejas y viejos, los niños jugando pelota y divirtiéndose,
los muchachos y muchachas pues el parche con el parlante a todo volumen.
Todos hacen el bloqueo! desde hace días, y les han suministrado el agua; anoche
fue diferente, nunca llegó el carrotanque, a nadie le importó y los dejaron con la
esperanza deshecha en pedazos! Esa comunidad tal vez no sienta los factores
adversos que empiezan a cernirse cuando el otro cae en el desespero, lo ataca la
angustia, entra en pánico, se asusta o en este caso cuando lo privan de un
derecho fundamental. El derecho al agua potable: toda persona tiene derecho
fundamental prima facie a disponer y acceder a cantidades suficientes, y de
calidad, de agua apta para el consumo humano! Creo firmemente que solo en las
guerras o las urgencias se empiezan a violar los derechos fundamentales.
Digamos que lo de anoche solo es el principio de lo que la soberbia de Alcalde y
de Aguas de Manizales puede hacer manifestar. No hay poder humano, ni divino
que detenga una turba encendida! Por esto pido su ayuda para que la situación la
empiecen a controlar las fuerzas del orden y los organismos de socorro. Socorro,
148
Agua! SOS. Agua! Ayuda, Agua! (Disturbios en Manizales. Crisis o Guerra del
Agua?, sf.).
La “tragedia” desde luego, creó bastantes situaciones conflictivas donde eran
previsibles las manifestaciones y las protestas ciudadanas, aunque estas fueron acciones que
no se presentaron, o por lo menos en la cantidad que se esperaba, teniendo en cuenta la
calidad y cantidad de los sucesos que acontecieron. Por eso
Es apenas lógico preguntarnos en los actuales momentos de tanta crisis e
incertidumbre institucional: ¿dónde están los prohombres de Caldas? Y ¿los
dirigentes honestos que se hicieron? ¿Así, estamos de mal y huérfanos, que a
ningún estamento social, político, religioso o educativo, se le ha ocurrido salir a
protestar y organizar las comunidades para exigir más honradez y pulcritud en el
manejo de la cosa pública? Recordemos, que en otras épocas, cuando esto
ocurría, las gargantas de ilustres dirigentes se henchían de protestas y las
tribunas públicas se convertían en verdaderos púlpitos de cátedra moral, las
manifestaciones no cesaban hasta que el responsable o acusado explicara su
conducta o hiciera dejación del cargo (Ortiz Soto, 2011).
Es interesante la mención que se hace a la reivindicación de la protesta social para
exigir “honradez y pulcritud”, ya que tiene fuertes connotaciones culturales. En este
sentido, es un lugar común escuchar en Manizales, que por el hecho de ser una “ciudad
culta” no caben las protestas sociales. Este imaginario, en la práctica, genera una notable
incapacidad de los ciudadanos para manifestarse, lo que da como resultado una “parálisis
social”.
Este imaginario de ciudad culta se asocia, desde luego con lo “culto”, concepto
bastante cuestionado dentro de los estudios sobre cultura, que generalmente se explica
mediante su relación directamente proporcional con tener más cultura. A partir de allí, se
supone que el hecho se ser culto representa un rasgo de la cultura de las elites, asociado
también con la civilización. En ese sentido, por ejemplo se dice que “la persona que es culta
es la que tiene cultura”, pero en sentido antropológico todos los seres humanos poseen
cultura por el hecho de pertenecer a la sociedad.
Es probable entonces que en Manizales se piense en protestar pero de tal manera
que no se deje de ser cultos o que se haga de manera tan pacífica que no se note. Esto tiene
que ver con una incapacidad de expresar lo que se siente, respecto a las situaciones sociales
anómalas, para no quedar mal, o de negar la protesta social para seguir siendo una ciudad
que “tiene cultura”.
149
3.1.3 PRINCIPIOS Y VALORES
Uno de los elementos críticos para la reflexión es el cuestionamiento que se hace a
los principios y valores, que también se vuelve lugar común, cuando es posible que no se
les entienda como construcciones culturales. En ese aspecto, es muy posible que cambien
con el tiempo y con las nuevas costumbres que se van adquiriendo dentro de la sociedad.
En este aspecto se dice que
Aunque nos duela reconocerlo, en nuestro departamento, desde hace varias
décadas se viene acrecentando una crisis de principios y valores, que ha traído
como consecuencia lógica un concepto equivocado de lo que debe ser el
ejercicio noble y altruista de la administración pública (Ortiz Soto, 2011).
De todos modos es importante el reconocimiento que se hace sobre la crisis de
“principios y valores”, porque cuestiona muchas de las prácticas sociales y culturales de la
ciudad, concebidas desde imaginarios y representaciones actuales. También es necesario
debatir respecto a la insistencia en plantear soluciones morales, cuando en realidad no se
pasa a las prácticas, por lo que las situaciones anómicas continúan sucediendo. En ese
sentido también se hace un reconocimiento explícito al hecho de que no todo lo que existe
como referente de comportamiento ciudadano es beneficioso para la cultura urbana de
Manizales. De esa manera, se siguen añorando unos valores, como un concepto en plural,
pero que en pocas ocasiones se mencionan concretamente. Por eso es interesante la
pregunta: “¿Será que estamos viviendo un segundo Robo a Caldas... no solo en lo
económico sino en los valores y perdiendo la percepción de gente pujante??? (Jose Oriz
(sic), 12 de noviembre de 2011). La mención al “robo” de los valores es interesante, porque
implica cuestionar si los valores son una “cosa”, si en verdad están siendo robados, si los
valores han cambiado o nunca han sido verdaderamente tenidos en cuenta.
3.1.4 EL AVE FENIX
Uno de los elementos simbólicos que llama la atención, dentro de las referencias a
las “tragedias” de Manizales, herencia de la cultura grecocaldense, se refiere a la
invocación constante de la mitología griega, especialmente representada por la figura del
Ave Fénix. Esta, generalmente se invoca en situaciones de desastres, en la cual siempre
aparece muy nítida y victoriosa, renaciendo de sus cenizas. De alguna manera, este
150
personaje mitológico actúa como un soporte simbólico que le otorga continuidad al
imaginario grecocaldense, especialmente como referente del pasado histórico, donde
siempre se está dispuesto a seguir en la lucha. Por ese motivo,
Tras padecer guerras, incendios, y desastres naturales, pese a su fragilidad, la
ciudad ha logrado sobreponerse y salir airosa, al emprender una ruta de aciertos
en materia de desarrollos tecnológicos y conceptuales en los temas ambientales.
Sabemos que la historia de Manizales ha estado marcada por desastres, como:
1‐ los incendios de 1925 y 1926, que consumieron cerca de la mitad del poblado.
2‐ la erupción del Ruiz en 1985, que solo en Caldas causó un número cercano a
las 2000 víctimas.
3‐ los terremotos profundos de 1962, 1979 y 1995, y el sismo superficial de
1999 del Eje Cafetero que causó la muerte a 1185 personas.
4‐ El Niño de 1992 y las Niñas de 2007/8 y 2010/11 con sus devastadoras consecuencias
hidrogeológicas para el suministro de agua y la conectividad de la ciudad (Duque, 2012).
El hecho de que la ciudad pueda “sobreponerse y salir airosa” significa que en el
fondo del imaginario siempre está presente el Ave Fénix, y que seguirá retomándose
históricamente. En este aspecto habría que reflexionar si en verdad la ciudad se sobrepone a
todas estas situaciones anómalas, o por el contrario las sigue acumulando para que
reaparezcan, con todos sus ímpetus, en épocas de “tragedia”. De esa manera se puede
hablar de una “amnesia histórica”, donde se olvidan parcialmente las historias de las
tragedias, para que reaparezcan de nuevo, en situaciones coyunturales catastróficas. En este
sentido, se apela a la figura del Ave Fénix como símbolo de un constante renacer.
A propósito de esta figura mitológica, otra de las manifestaciones de la “tragedia”
de Manizales, se relaciona con el tema de las cenizas. El día 29 de mayo de 2012, en
tiempo presente, se presentó una emisión de cenizas del Volcán nevado del Ruiz, que se
anunció de la siguiente manera:
La Alcaldía de Manizales informa que según reporte del Observatorio
Vulcanológico y Sismológico de Manizales, a las 3:07 minutos de esta
madrugada se presentó una nueva actividad de liberación de energía al interior
del volcán Nevado del Ruiz.
Debido a esta valoración y a la continua sismicidad, a las 5:30 de la mañana de
hoy el nivel de actividad pasó de amarillo a naranja.
De inmediato las autoridades activaron todo el protocolo de evacuación en las
zonas delimitadas como de alto riesgo a lo largo de las cuencas hidrográficas,
cuyos afluentes nacen en las laderas del volcán. La comunidad de la zona
ribereña ya se encuentra evacuada y fuera de peligro.
La actividad se ha acompañado de emisiones de ceniza que, debido a la
dirección del viento, se están desplazando hacia algunos sectores de Manizales,
151
sin embargo, este hecho no afecta las actividades normales de los habitantes en
la ciudad (Se incrementa el nivel de actividad del volcán nevado del ruiz, sf.).
En este aspecto es interesante mencionar el imaginario del Ave Fénix, para decir
que Manizales, resurge de las cenizas emitidas por el Volcán Nevado del Ruiz, que son
productos de la naturaleza que no tienen una consistencia simbólica, sino absolutamente
real. Esto hace que la ciudad quede impregnada de cenizas, y que impacte
significativamente sobre los carros, las casas, las calles, los ojos y las gargantas de los
ciudadanos. Un caricaturista ilustra esta situación,
CARICATURA 13
(Fuente: Homez. El Ruiz vuelve a frenar el turismo. Diario La Patria. Manizales:
junio 7 de 2012)
Pero también, la actividad del Volcán genera muchos impactos económicos porque,
desde el día que comenzó la emisión de cenizas, quedaron suspendidas las actividades del
Aeropuerto La Nubia, que constituye otro factor más de la condición de aislamiento
relativo de la ciudad, lo que genera grandes perjuicios al turismo y en general a la economía
de la región. Aparte de esto hay que señalar que este Aeropuerto permanece cerrado
durante el 60% del año, lo que constituye una situación insostenible, pero que no se puede
solucionar hasta que sea construido el Aeropuerto de Palestina. Aquí el problema es que
éste último tampoco se sabe cuándo pueda ser terminado.
152
3.1.5 CIUDAD PUJANTE
Otro de los imaginarios de Manizales se relaciona con la característica que se le
otorga como una ciudad “pujante”. Esta es una afirmación que se reitera en varios escritos,
por ejemplo, que Manizales es “ciudad pujante, emprendedora y alegre” (Cardona
Gutiérrez, 2011). La ciudad “pujante” es un calificativo que se puede aplicar a muchas
ciudades de Colombia como: Barranquilla, Rionegro (Antioquia), Pereira, Medellín,
Barrancabermeja, Armenia, Duitama (Boyacá) en Colombia, pero también del mundo
como: Culiacán (México), Santa Cruz (Bolivia), Ascalon (Israel). Sería extenso nombrarlas
a todas, pero tan solo se trata de plantear que no es un adjetivo sólo atribuible a una ciudad
específicamente, y mucho menos colombiana. Esta característica que siempre se le ha
endilgado al habitante de Manizales, generalmente se relaciona con la “pujanza” (fuerza,
potencia, energía, vigor, brío, poder). Por eso se plantea que “durante esta semana
Manizales ha demostrado otra vez que es una raza pujante, que sabe enfrentar con coraje y
con estoicismo los a veces muy duros golpes que nos da el destino” (Alzate, 2011). Pero en
el caso de Manizales habría que cuestionar si en verdad sigue siendo una ciudad pujante, lo
que se puede constatar a partir de sus prácticas sociales. O por el contrario, habría que
analizar si sólo se trata de otro de los imaginarios que aún permanecen en la memoria
colectiva, propuesto desde la colonización antioqueña, que en verdad fue una época donde
se necesitaba gente de recio carácter, aventurera y dispuesta a realizar grandes hazañas. Por
otra parte, la “raza pujante”, también significa que “se desarrolla con mucha fuerza y cada
vez tiene más importancia” (thefreedictionary.com, sf.) En este último sentido, habría que
plantear, por lo menos durante esta coyuntura trágica y debido a estos sucesos predecibles e
impredecibles, que la ciudad si tiene más importancia, porque se realzó su imagen por
circunstancias negativas y cuestionantes de la cultura urbana.
Todas estas referencias a la raza pujante, no se dejaron vislumbrar efectivamente
durante el periodo de vigencia de la “tragedia” y, por el contrario, se convirtieron en
sinónimo de burlas.
153
ILUSTRACIÓN 2
(Sin título, 27 de octubre de 2011, Manizales).
Esta fotografía corresponde al Monumento a los Colonizadores “Esta gigantesca
obra de maestro Luis Guillermo Arias (sic), rinde homenaje a los fundadores del municipio,
refleja la fuerza y temple de los mismos, quienes con su trabajo, hicieron de estas tierras
una región productiva” (Monumento a los colonizadores, 2008). Pero es necesario aclarar
que en realidad el apellido del escultor es Vallejo.
Este fotomontaje, muy ilustrativo de la “raza pujante”, se convirtió en uno de los
símbolos de la crisis. En su interpretación se presenta un significativo contraste entre la
figura emblemática de la familia típica de la colonización Antioqueña donde
se consolidó históricamente el oficio de la arriería, que consistía en transportar
toda clase de mercaderías: materias primas de minería y de agricultura,
especialmente café y objetos de manufactura, sobre el lomo de las mulas. Los
arrieros emprendían largas y agotadoras jornadas haciendo cruzar las mulas por
los caminos y llevando no sólo las mercancías sino también su propio legado
cultural (Colonización antioqueña, sf.).
Tuvieron que realizar grandes esfuerzos, muchas veces sobrehumanos por la
conquista de territorios agrestes. Todo esto se compara con la familia de estos tiempos, que
tuvo que desplegar todas sus fuerzas, para arrastrar y cargar los recipientes (bidones,
baldes, canecas) para la consecución del agua para el consumo cotidiano, por las empinadas
calles de Manizales. Las burlas, de esa manera fueron un elemento fundamental de regocijo
para los ciudadanos, pero también representaron un episodio vergonzoso para la buena
imagen de la ciudad. Todo esto dentro de un tono propio de la semiopraxis popular, donde
se presenta una situación
154
que no enfrenta pero hace ruptura, que no se petrifica en la imagen perpendicular
sino que se desvía, se deshilacha, evade la seriedad autocontrolada del discurso
del logos hacia los deslices de la risa, de la burla, del sarcasmo, de la gambeta y
el juego de cintura”(Grosso, 2008: 7).
Todos esos “deslices” conforman determinadas modalidades del lenguaje en acción
que pretenden cuestionar el poder hegemónico, pero también sirven como mecanismos de
escape creativo de los ciudadanos en momentos de crisis. En este aspecto, este episodio de
la “tragedia grecocaldense” también dejó traslucir muchas manifestaciones de los géneros
discursivos, como manifestaciones de humor, que propone la semiopraxis popular como la
burla, el sarcasmo, la ironía, entre otros. Estos impactan significativamente sobre los
lectores y observadores y cuestionan de manera directa los mecanismos de poder que les
son impuestos. Las opiniones en contra de Abad contienen elementos interesantes de
análisis, en forma de ironías. En este aspecto, por ejemplo
No podemos permitir que columnistas y opinadores insensatos, con versiones a
control remoto y sin mayor rigor, desplieguen en medios nacionales verdades a
medias y mentiras completas sobre lo que está sucediendo en la ciudad, y que
además aprovechen con sorna la tragedia ajena para tratar de parecer inteligentes
(El orgullo herido, 2011).
Para contrarrestar las afirmaciones que nacen sólo de los impulsos emocionales
inmediatos, se requiere la elaboración de versiones con “mayor rigor” y profundidad, que
se basen en análisis profundos de la realidad actual, desde el punto de vista de las prácticas
sociales que afectan, en sentido positivo y negativo, a los ciudadanos de Manizales. Estas
propuestas se pueden lograr sin la formulación de adjetivos descalificadores contra los que
expresan opiniones contrarias, que cuestionan algunas supuestas “verdades absolutas”. Se
trata de actitudes que provocan prevenciones y no contribuyen al diálogo constructivo, ni
mucho menos a la superación de los problemas inmediatos de la ciudad.
Esta última opinión corresponde al editorial del periódico local con más tradición en
la ciudad, del cual el periodista Abad9 también recibe bastantes cuestionamientos
comenzando por el calificativo de “opinador insensato”. Estos discursos demuestran una
línea de actuación muy determinada, basada en unos valores culturales bastante
9Este periodista tiene una fama bastante bien ganada por su labor literaria, en el ámbito
nacional e internacional. Ha obtenido muchas distinciones. premio Casa de América Latina de Portugal, premio a la mejor novela extranjera del año (China), Premio Simón Bolívar de Periodismo de Opinión, Premio Nacional de Cuento, Premio Casa de América de Narrativa Innovadora.
155
tradicionalistas esencialistas y muy escasamente debatidos. Todo esto también demuestra
que el hecho de que la ciudad de Manizales se considere como culta, también debería serlo
en la práctica, mediante los escritos de personajes de esta región.
3.1.6 EL CHISME
Existen también menciones a otros elementos de corte “comunicativo” como el
chisme que, en este caso, sirvió como mecanismo de escape de las tensiones ciudadanas, a
pesar de que este es una práctica cotidiana muy común. En ese sentido el periodista
Eduardo Arias A., nacido en Manizales, pero residenciado hace mucho tiempo en Bogotá,
escribe el artículo titulado: “Las siete plagas de Manizales”, que resume algunas de las
situaciones que suceden en la ciudad y en algunos casos asume posiciones bastante críticas
sobre ésta. En primer lugar plantea que las plagas de Manizales son: “corrupción,
desempleo, pobreza, exclusión social, desarraigo, falta de liderazgo, apatía” (Arias, 2011).
Esta es sólo la introducción del escrito porque después comienza sus críticas, donde reitera
que
También se podría afirmar que la otra plaga que por siempre ha golpeado a
Manizales es el chisme, el señalamiento mal intencionado y a mansalva que se
promueve contra personajes que se destacan en cargos públicos, privados o en
otras actividades de la ciudad, y que nacen de la envidia y de la frustración de
los mismos que a diario se sientan en los cafetines del centro a ver pasar la vida
sin hacer nada por transformarla en su propio beneficio o de la comunidad. Pero
decidí sacarlo de la lista por considerar que el chisme se transformó en un mal
genético incrustado en todas sus escalas sociales, políticas y culturales… es ya
una pandemia irreversible (Arias, 2011).
El chisme se asocia, por una parte, con lo que se dice y tergiversa sobre alguien sino
que, por otra, también implica tomar posiciones clasistas y descalificadoras, con respecto,
por ejemplo, a los migrantes de otras regiones, teniendo en cuenta su forma de hablar o su
color de piel. El chisme, se refiere a una “noticia o comentario, verdadero o falso, sobre las
vidas ajenas, con el cual se pretende hablar mal de alguien o enemistar a unas personas con
otras” (thefreedictionary, sf.). Se puede considerar como uno de los componentes de la
comunicación, que se desarrolla esencialmente en comunidades pequeñas, que tiene como
fin informar, desinformar o deformar, pero que tiene una gran efectividad comunicativa.
Por eso,
156
Y volvamos a sumar… corrupción + desempleo + pobreza + exclusión social +
desarraigo + falta de liderazgo = apatía. Y esto es prácticamente el suicidio de
una población. Porque cuando a nadie le interesa lo que sucede en su vecindario,
cuando nada es vital, cuando todo se lo dejamos hacer a otros, la ciudad se
desploma. Peor: nadie propone un verso para rescatarnos de la apatía y lo único
que tenemos, al parecer, es una mesa en un café para seguirnos matando a punta
de chismes y rumores” (Arias, 2011).
En ese sentido, algunos analistas consideran a Manizales como un pueblo grande,
que apenas está entrando en el proceso de convertirse en ciudad, con todas las
consecuencias de adaptabilidad que esto implica.
Otro de los elementos culturales que se destacan dentro de los imaginarios
culturales de la ciudad es el hecho de que hay que tener paciencia. Esto dentro de una
situación de crisis donde lo único que esperaban los ciudadanos era que la situación se
arreglara para volver, lo más pronto posible, a sus acostumbradas actividades cotidianas. En
ese aspecto,
el alcalde explicó que la distribución del agua será gradual y habrá
racionamientos mientras se estabiliza el sistema, lo que tardará una semana más.
Por eso les pidió paciencia a los habitantes (Ayer volvió el agua a casi toda
Manizales, 31 de octubre de 2011).
La paciencia, entendida como la “capacidad para soportar con resignación
desgracias, trabajos, ofensas, etc.” (WordReference.com, sf), fue uno de los conceptos,
relacionados con las acciones humanas que más se invocó en este periodo por parte de las
autoridades municipales. Pero todo esto, generaba reacciones contrarias de tal forma que se
expresaba mejor la impaciencia, aunada a situaciones de total escepticismo, donde eran
muy poco convincentes las afirmaciones institucionales, que generaban cada vez más
zozobra.
3.1 LAS IDENTIDADES
Un elemento importante que resurgió durante el transcurso de la “tragedia
grecocaldense”, fue la discusión en torno a las construcciones de la identidad manizaleña.
Estos temas fueron importantes, como manifestación de una crisis, ya no sólo relacionada
con la prestación de los servicios públicos, sino que también impacto muchos elementos de
la cultura urbana y las vivencias cotidianas. En el caso de Manizales se comprueba, que a
157
pesar de la apariencia de ser una sola ciudad, contiene en su interior otras, que no coinciden
con la imagen turística o histórica tradicional, sino que son “ciudades otras”, más
subjetivas, que pugnan por emerger y darse a conocer.
La construcción de los sujetos urbanos se encuentra íntimamente ligada a la
construcción de identidad(es), entendidas como constructos sociales, donde los individuos
comparten territorios, se identifican con sus grupos de pertenencia y se diferencian de otros,
al mismo tiempo que construyen ciudadanía. En este aspecto es necesario aclarar, que al
igual que muchos conceptos de las ciencias sociales, este se encuentra siempre en
construcción, de tal manera que no es la pretensión de esta investigación plantear
definiciones precisas.
Las identidades surgen por la “emergencia de movimientos sociales que han tomado
por pretexto la identidad de grupo (regionales, étnicos, etc.) o de una categoría social (los
movimientos feministas, por ejemplo) para cuestionar las relaciones de dominación y
reivindicar una autonomía” (Rizo Patrón, 2004: 123). En ese sentido es un constructo social
de tipo crítico y reivindicativo de poblaciones sometidas.
Las identidades también se pueden pensar como “el conjunto de prácticas
sedimentadas, configuradoras de sentido, que establecen, a través de un mismo proceso de
diferenciación externa y homogeneización interna, solidaridades estables” (Laclau, 2005).
Este último, el de las “solidaridades estables” es un rasgo esencial de la identidad que se
debilita constantemente dentro de los marcos de sociedades capitalistas donde priman los
rasgos individualistas y utilitaristas.
Además, dentro de las tendencias globalizadas y posmodernas se presenta, tanto una
“pluralización del concepto” (Giddens, 1995) de identidad, como su cuestionamiento
permanente, debido a situaciones de ambigüedad, en contextos donde prima la
fragmentación, el simulacro, la búsqueda permanente de sentido, las crisis y las
alternatividades. El paradigma de la globalización, que permea fuertemente la esfera
cultural, cambia muchas de las percepciones tradicionales acerca de las identidades, donde
“ya no podemos concebir la sociedad como un contenedor organizado estatalmente” (Beck,
2000: 13-14). Así, aparecen en escena otros actores sociales que rompen con la concepción
de identidades basadas en la cultura nacional y arraigadas a territorios concretos, que son
dos conceptos bastante cambiantes en las situaciones actuales. Todo esto, teniendo en
158
cuenta que también “la propia noción de espacio se transforma […] el referente para la
construcción de la identidad, pierde centralidad y de ahí provendría la sensación de crisis
que atraviesa al debate contemporáneo” (Schuttenberg, 2007; 15). Todo esto relacionado
con los procesos de desterritorialización, reterritorialización y en especial, por la
importancia creciente que adquieren los territorios virtuales, que transforman las
concepciones tradicionales sobre la cultura. Por ese motivo, desde la “modernidad-mundo”
de Ortiz (sf), “la identidad fuertemente estructurada pierde su posición privilegiada de
fuente productora de sentido (y) emergen otros referentes, que cuestionan su legitimidad”
(Schuttenberg, 2007: 14). Esto significa que la identidad es un concepto cada vez más
difícil de aprehender y por lo tanto, de servir como referentes para interpretar los cambios
sociales.
Muchos de estos argumentos se manifestaron durante la “tragedia” manizaleña,
donde fue permanente la confrontación entre los componentes que conforman la tradición
desde la perspectiva hegemónica y los que proponen otras visiones más críticas,
transformadoras y dinámicas, enmarcadas dentro de sus manifestaciones culturales. De esa
manera, las concepciones sobre las identidades colectivas tradicionales arraigadas a
territorios determinados pierden su consistencia y los análisis se desplazan a componentes
sociales que no se centran en las permanencias sino en los cambios. De igual forma, se
reconfiguran hacia estudios de tipo más simbólico que territorial y a asuntos relacionados
con la pertenencia a movimientos sociales. Desde las teorías críticas, es necesario tener en
cuenta procesos de construcción de identidades que sean móviles, recreados y en
permanente negociación y reelaboración, donde la propia noción de identidad se puede
considerar como “un perpetuum, es decir, […] constitutivamente incompleta; de ahí su
plasticidad, su dinamismo, su contingencia, su impureza” (De Lucas, 2003: 21). Todos
estos elementos de análisis son muy importantes, aunque parecería que las identidades
tienden a desaparecer, pero esto no puede ser cierto mientras existan rasgos socioculturales
que identifican a determinados grupos de personas. Por el contrario, en la época actual se
puede plantear más bien, que el concepto de identidades no tradicionales, contribuye a abrir
las perspectivas analíticas de la sociedad, ya que tienen una extraordinaria fuerza y se
convierten en motores de cambio. Por esos motivos, para Zigmunt Bauman, “la identidad
tiende a ser algo tan provisorio, endeble, vulnerable, que obliga repetidamente a revisar los
159
‘planes a largo plazo'” (Vieites, 2006). Se podría entonces plantear que a pesar de que las
identidades son cada vez más efímeras y cambiantes como las modas, también pueden ser
factores importantes, tanto de reconocimiento de los grupos urbanos, en este caso, como de
generación de conflictos culturales.
De acuerdo con todos estos argumentos se podría afirmar que las identidades,
irónicamente, se ven abocadas en el presente a “crisis de identidad”, que surge también,
entre otros elementos, de la “muerte de los grandes sujetos colectivos como la clase, el
partido, la revolución, a la vez que se daba lugar a la aparición de los pequeños relatos en
beneficio de una pluralidad de voces” (Schuttenberg, 2007: 16). En el caso de la “tragedia”
de Manizales, fueron esas “otras voces” las que trataron de ser escuchadas, que
reaparecieron y se visibilizaron, tratando de buscar su propio espacio en los campos de la
construcción identitaria.
En estos aspectos, también habría que cuestionar la validez de conceptos asociados
a las identidades tradicionales como los de género, parentesco o etnicidad, frente a otros
sistema de pertenencias, nuevas y contemporáneas como las “relacionadas con el empleo,
con organizaciones de entretenimiento o con “comunidades virtuales”, (que) tienden a ser
efectivamente más efímeras y fluidas (ibíd., 2007: 23). Las voces que se escucharon y se
vieron por internet, mediante las redes sociales y los foros virtuales fueron “voces otras”,
con otras tonalidades y visiones del mundo cultural urbano. En estos relatos de la “tragedia
grecocaldense” fueron destacados los testimonios, tanto de escritores y periodistas como de
ciudadanos ordinarios o los sectores populares, que se expresaron con todo el
apasionamiento posible, mediante sus vivencias cotidianas y prácticas sociales. En este
último aspecto fueron muy importantes las intervenciones en los foros de discusión de
algunos periódicos y revistas que abordaron extensamente el tema. Esta clase de
conocimientos se pueden catalogar “emergentes”, donde se mezclan la popularización de
las TICs y las expresiones en lenguaje popular, no académico ni intelectual. Por este
motivo, las identidades se manifiestan de muchas formas, entre ellas como “una
construcción que se relata” (Martín-Barbero, 2003). En este aspecto los episodios sucedidos
en Manizales forman parte de un gran relato, que debe ser armado y construido, mediante
las voces de todos los que pueden y pretende hablar. Este relato también tiene la pretensión
de generar procesos de deconstrucción y reconstrucción de las identidades.
160
En ese sentido, la recuperación de los relatos de los ciudadanos es fundamental para
identificar las historias cotidianas, las actividades que realizan, la construcción de sus
propias percepciones y las maneras como pretenden darlas a conocer, muchas veces
mediante los mensajes anónimos, que denotan todavía muchas prevenciones comunicativas.
Estas modalidades de comunicación fueron divulgadas extensamente en medios de
comunicación de diverso tipo a escala local, nacional e internacional, generando una mayor
cobertura informativa, pero también grandes niveles de acción y reacción, lo mismo que
significativos impactos de todo tipo.
Volviendo concretamente al tema, se le hace un fuerte cuestionamiento a la
identidad manizaleña, con relación a las críticas que recaen sobre los grupos tradicionales,
“dueños de las identidades” en la ciudad, llámense hegemónicos, grecocaldenses, “cultos” o
cualquier designación que pretenda asegurar sus puestos “fijos” en la historia oficial. En ese
sentido, también es interesante indagar si esos grupos poseen elementos culturales en
común o, de acuerdo con Grimson, “todo lo que supuestamente compartían era un invento,
como si la gente manipulara conscientemente los símbolos y las identidades, engañándose y
tratando de engañar a los demás (Schuttenberg, 2007: 25). Esto también permitiría
cuestionar, si existe correspondencia entre los símbolos, los conocimientos compartidos y
sus prácticas, por lo que es pertinente la pregunta:
¿Vivimos en sociedades que tienden a incrementar la homogeneidad social
mediante mecanismos infraestructurales inmanentes o, por el contrario,
habitamos en un terreno histórico donde la proliferación de antagonismos y
puntos de ruptura heterogéneos requieren formas cada vez más políticas de
reagrupamiento social –es decir, que éstas dependen menos de las lógicas
sociales subyacentes y más de las acciones?” (Laclau, 2005: 285).
La respuesta puede ser obvia, en el segundo sentido, donde se propone la existencia
de una mayor valoración de las acciones para la construcción de las identidades. Esta
postura se genera, no tanto desde lo que los ciudadanos piensan o se representan sino, desde
sus prácticas y “maneras de hacer”, pero también teniendo en cuenta las perspectivas
contestatarias a las acciones tradicionales de los grupos de poder hegemónico. Por ese
motivo, se trata de crear nuevas formas de “reagrupamiento social” para dejar de pensar
menos en lo que somos (identidad “fuerte”), pensamos (representaciones) e imaginamos
(imaginarios) y más en lo que somos y hacemos (prácticas).
161
En este sentido, el entorno urbano más bien se puede explicar a partir del concepto
de Hall de “identidades fragmentadas” (ibíd., 2007: 16), importante para los análisis
urbanos, donde tratan de convivir numerosos grupos con identidades diferenciadas. Dentro
de este contexto, en las ciudades actuales, con grandes concentraciones de personas,
también se puedan generar fenómenos de desidentificación, que corresponden a individuos
que no se sienten partícipes de un proyecto cultural colectivo. Esto último puede generar
fenómenos críticos como el abandono, el rebusque, la soledad, el deambular constante,
entre otros.
De estas tendencias se puede generar otro cuestionamiento importante al concepto
de identidades en la actualidad, que se relaciona con la tendencia a darle mayor valor a las
identidades individuales, lo cual impacta significativamente el campo de las relaciones
colectivas. Esto, a su vez, genera una transición desde los análisis socioculturales hacia los
basados en la psiquis de los individuos, por lo que los problemas de identidad se resuelven
“en la mente del individuo […] no tienen una existencia objetiva externa, observable y
medible; su naturaleza es cognitiva y perceptiva” (Barrera, 2000: 11). En este sentido, se
puede asumir que las reacciones de los ciudadanos de Manizales se pueden ubicar en un
punto crítico donde se cuestionan las identidades tradicionales, pero tampoco se convierten
en manifestaciones de identidades personales, sino que más bien se trata de búsquedas. Este
es un asunto que le imprime nuevas fuerzas al concepto de identidad, teniendo en cuenta
que se vive una época en la que se necesita reconocimiento de nuevas formas de identidad,
donde prima, por ejemplo, el mundo, por momentos desconocido y permanentemente
renovado, de los jóvenes que se convierte en un foco de interés social. Por tal motivo, la
identidad deja de ser un “hecho subjetiva y objetivamente dado para convertirse en el
proceso de elaboración interior” (Schuttenberg, 2007: 14). Pero, esto sin desconocer la
importancia que siguen teniendo las identidades colectivas, por ejemplo, dentro de los
contextos urbanos. Más bien se trata de la recuperación de espacios “otros”, referidos a los
ámbitos personales, dentro de los procesos dinámicos de construcción de las identidades
urbanas.
A pesar de la crisis de las identidades, los grupos humanos requieren la posesión de
referentes colectivos para asumir sus luchas cotidianas y la defensa de sus intereses. En ese
sentido, siguen siendo fundamentales como puntos de referencia para la sobrevivencia
162
cultural y para “recuperar las experiencias compartidas, lo social estructurado en los sujetos
y las reconstrucciones históricas, que permitan dotar de sentido a las acciones del presente”
(ibíd., 2007: 33). En ese sentido, la construcción de identidades implica que la propuesta
narrativa no se queda sólo en el discurso sino que debe “compartir marcos interpretativos
para orientar la acción” (Melucci, 2002). De tal manera que las construcciones identitarias
también se pueden considerar como construcciones vivas y reales, enmarcadas dentro de las
prácticas sociales.
Las identidades, en esta época de incertidumbre, de todos modos sigue siendo una
categoría importante para las discusiones sobre la cultura. De esa manera, constituye para
Zigmunt Bauman un “interminable campo de batalla entre el deseo de libertad y la
demanda de seguridad” (Vieites, 2006). Esto referido a los paradigmas vigentes donde
priman los cambios constantes, específicamente en contextos urbanos. Las identidades
también son un tema que cobra mucha importancia para la construcción de nuevas opciones
de ciudadanía que generen formas más eficaces de convivencia al interior de las ciudades.
3.2 LAS IDENTIDADADES EN MANIZALES
Un aspecto interesante que salió a relucir durante la “tragedia” se relaciona con las
discusiones que se suscitaron acerca de las identidades de los Manizaleños. Respecto a este
tema se podría afirmar que sobre los orígenes, en general de los caldenses, pareciera que
existe una especie de “ambigüedad identitaria”, entre sus orígenes antioqueños, por una
parte, y españoles, por otra. En este sentido, pareciera que se acomodaran, hacia uno u otro
lado, de acuerdo a las circunstancias del momento.
Por ese motivo, el artículo de Abad, comienza formulando algunos
cuestionamientos acerca de los orígenes de los manizaleños, pero generalizándolos también
a los caldenses. Por esa razón afirma que “en Medellín nunca hemos podido entender en
qué momento los caldenses se volvieron personas de rancio abolengo, nobles y de sangre
azul” (Abad, 2011). Esta es una serie de elementos identitarios que se comenzaron a
consolidar como resultado de las influencias de la cultura grecocaldense y de los azucenos.
163
3.3.1 ORIGENES ANTIOQUEÑOS
Abad es uno de los autores que reafirma los ancestros antioqueños, pero
concretamente, refiriéndose a los Manizaleños, dice que
salieron de Sonsón y Abejorral10
descalzos y en alpargatas, pobres de
solemnidad, tan mestizos y montañeros como todos, pero después de una
caminata entre las breñas de la cordillera central llegaron a Manizales de botines
y mantilla, vestidos de toreros o Manolas, más blancos y castizos que todos los
otros antioqueños juntos (Abad, 2011).
Estos son aspectos importantes de las construcciones identitarias, que como es
conocido, nunca terminan, pero que en este caso, referido a los Caldenses, se pueden
desplazar desde Antioquia (Colombia) hasta España. Aunque hay que reconocer que
tradicional e históricamente, los habitantes del departamento de Caldas siempre han sido
muy orgullosos de sus ancestros localizados histórica, geográfica y culturalmente dentro del
proceso migratorio que se conoce como la “colonización antiqueña”, que fue
un fenómeno expansivo de población que marcó un hito social y económico en
el siglo XIX, implicó la aparición y fundación de centros urbanos y la
consolidación de lo que hoy conocemos como el eje cafetero. Geográficamente,
esta expansión hizo que antiguos Departamentos como Antioquia y el Gran
Caldas dieran lugar a nuevos Departamentos y el crecimiento poblacional de
otros. Los Departamentos nuevos fueron Risaralda, Caldas y Quindío
(Colonización antioqueña, sf.).
La colonización antioqueña fue un fenómeno migratorio del siglo XIX, hacia el
denominado el eje cafetero, donde comienza a consolidarse el café como uno de los más
importantes productos de la agricultura colombiana, debido a su alta calidad y prestancia en
los mercados internacionales. Todo esto contribuyó para que esta región se desarrollara
económicamente, mediante la “bonanza cafetera”, que fue muy importante para la
economía colombiana, convirtiendo al café en un símbolo de Colombia en el exterior. De
esa manera,
Manizales fue la ciudad modelo en las primeras décadas del siglo XX; y la
actividad bancaria se fue moviendo de una manera paralela a las regiones donde
el café se hizo cultura. En los años 50, las ventas del grano a nivel internacional
superaban el 70% del valor total exportado por Colombia. No en vano, para
distinguir al país se le denominaba ‘La nación cafetera’ (De la bonanza a la
crisis, un siglo de economía cafetera, 2013)
10
Poblaciones pequeñas del departamento de Antioquia cuya capital es Medellín.
164
Manizales, fue una de las ciudades más favorecidas por estas bonanzas, que la
llevaron a gozar de una sólida posición económica y llegó a figurar ante el país como una
ciudad bastante poderosa, donde se acumularon enormes fortunas provenientes del cultivo y
exportación del café. En ese sentido,
El desarrollo de la caficultura a partir de los años treinta y la organización del
gremio en la Federación Nacional de Cafeteros, permitió que el campo caldense
fuera uno de los más modernizados del país por los beneficios de una
infraestructura que facilitó su producción y comercialización (Jaramillo, 2009,
233).
Pero todo eso se difuminó por cuenta de los cambios económicos mundiales,
asociados al comienzo de la globalización, donde se dio un viraje radical desde el sistema
de cuotas hacia el mercado libre. De esa manera
el punto de quiebre fue la caída del pacto internacional de cuotas en junio de
1989 que regulaba la producción mundial del grano y que obligó a un esquema
de mercado libre después de 29 años de acuerdo. De ahí en adelante, a pesar de
la creatividad de los cafeteros, el negocio no volvió a ser el mismo (De la
bonanza a la crisis, un siglo de economía cafetera, 2013)
Los cambios a nivel internacional generaron una gran crisis de producción, debido a
fenómenos como la competencia, la revaluación del peso, además de las enfermedades del
café como la roya y la broca, que también perjudicaron fuertemente los cultivos. Es por eso
que se plantea que “Colombia empieza a pensar que ya no es más el país cafetero de antaño
y que debe buscar nuevas alternativas para cerrar el ciclo” (ibid, 2013). Este es el actual
panorama que tiene la caficultura colombiana.
Todo esto generó grandes impacto en Manizales, no sólo económico sino también
en lo político, social y cultural. De esa manera, la situación de la ciudad cambió
radicalmente y en el presente se encuentra en la búsqueda de alternativas productivas,
mientras sufre altas cifras de desempleo. En ese sentido, esta caricatura es muy ilustrativa
con respecto al desempleo en Manizales, que en los últimos años ha sido uno de los más
altos del país, pero además relacionado con la carencia de agua.
165
CARICATURA 14
(Fuente: Ricky. Impacto. Diario La Patria. Manizales: Noviembre 2 de 2011)
Además de todo esto, ha pasado a ser una ciudad relativamente peligrosa, debido a
la violencia generalizada que aqueja a la sociedad colombiana, particularmente por la
persistencia de fenómenos de delincuencia, inseguridad y sicariato. Por eso,
Con el fin de frenar la creciente guerra que han mantenido desde hace varios
meses y que deja ya varios muertos y heridos las pandillas de la comuna norte de
la ciudad de Manizales, las autoridades de la ciudad han implementado medidas
[...] Tres pandillas de jóvenes de esta zona firmaron un pacto por la paz, a
instancias de las autoridades civiles, la policía y la iglesia católica (Crece la
violencia en Manizales, sf.)
Todos estos fenómenos, derivados de la “bonanza cafetera” y su posterior crisis han
dejado huellas muy profundas en la cultura regional. Pero, a todos estos problemas hay que
sumarle otro que impactó fuertemente en los años 80 y 90 del siglo XX, el narcotráfico, que
según las tendencias actuales “llegó para quedarse”. De ese modo, el origen paisa de los
manizaleños, que en un pasado remoto fue motivo de orgullo, se ha convertido en rivalidad
por culpa de este fenómeno, uno de los males endémicos de la sociedad colombiana, que
floreció, principalmente en Medellín. Por ese motivo, en los últimos tiempos, se ha
generado un notable afán de los manizaleños por diferenciarse de los medellinenses
teniendo en cuenta la influencia notable del narcotráfico, que también se asocia con
fenómenos de violencia y sicariato. Por ese motivo se dice que
A los paisas los pablos escobares y los galianos, ¡cuántas veces no los han
capado! Pero ahí van. Y cuando empezó la mafia a meterse al Parque de Berrío,
sí que hubo indiferencia y coqueteos de los del Club Unión (Restrepo, 2011).
166
Estas afirmaciones se refieren al posicionamiento de los narcotraficantes en los
clubes sociales de Medellín, que es uno de los motivos de alejamiento de las dos ciudades,
porque los manizaleños utilizan estos recintos sociales como símbolos de distinción y como
mecanismos para mantener su hegemonía económica y cultural. De esa manera, para
Manizales este fenómeno significó un buen pretexto para alejarse de esas “malas
compañías”, asociadas a Medellín.
Estos son aspectos interesantes acerca de las maneras como se construyen las
identidades especialmente por la transformación que se hace de los imaginarios y las
tradiciones históricas. Estos procesos identitarios no son muy claros, ni lógicos, pero son
puntos de inflexión que cambian las formas de percibir la realidad cultural histórica,
construida en un remoto pasado pero que impregna muchas de las actuaciones del presente.
De igual manea es importante tener en cuenta que los manizaleños, en épocas
recientes, tratan de construir su propia identidad, a partir del establecimiento de sus
diferencias, en sus rasgos culturales, con respecto a los “paisas”11
, sus antiguos ancestros.
Por eso sucede
Que a través del tiempo, quizás, hemos conformado nuestra propia personalidad.
Por ejemplo. Hablamos más pasito que los paisas. No nos creemos el ombligo
del mundo. Somos estoicos y resignados y cuando protestamos, lo hacemos en
orden y sin violencia. ¡Dios nos libre de los paisas alebrestados! (Restrepo,
2011).
Esto a partir de la fama que tienen los “paisas”, de ser escandalosos, mentirosos y
prepotentes, que son características culturales muy diferentes a las que tienen los
manizaleños.
En los procesos de construcción de identidades también es necesario reflexionar
sobre las diferencias que tratan de establecer los manizaleños con respecto a los ciudadanos
de ciudades vecinas, en este caso de Pereira. Esta es una ciudad, que a nivel regional se
considera su rival más fuerte, aunque sus confrontaciones se pueden asimilar más a peleas
entre hermanos. Esto, teniendo en cuenta que en el pasado, las dos ciudades compartían la
jurisdicción territorial que correspondía al Departamento del Antiguo o Gran Caldas, pero
11
Es el nombre que se le da a los habitantes de Antioquia y la zona cafetera, que por
influencia de Juan Valdés, como símbolo de la Federación Nacional de cafeteros, ha traspasado las fronteras nacionales para referirse, en algunos casos, a todos los colombianos.
167
luego de que este se disolvió, se convirtieron en rivales. Esta rivalidad se manifiesta en una
compulsión casi enfermiza y muchas veces exagerada por diferenciarse, no solo por
aspectos territoriales y productivos, sino ante todo, culturales. Esto, teniendo en cuenta que
Pereira es una ciudad de ambiente más tropical, y sus ciudadanos son de carácter
extrovertido, tanto que se le denomina “la querendona, trasnochadora y morena”. Mientras
tanto Manizales es una ciudad más Andina y montañosa, donde sus ciudadanos son
introvertidos y conservadores y conocida como la ciudad de los “azucenos”. En ese sentido
es de anotar el contraste entre “la morena” y “los azucenos”, donde se pueden develar
diferencias de carácter racial. Por eso se plantea que
Érase una vez un departamento que era gobernado por una pujante clase
dirigente, a la que se conoció bajo el nombre de Los Azucenos. Tenían fama de
ser hombres intachables, cultos, visionarios. Sin embargo, un meteorito cayó
sobre Caldas y los extinguió hace más de 25 años (¿Qué pasa en Caldas?, sf.).
Con esta ironía burlesca se puede cuestionar a muchos prohombres de la ciudad que
siguen empecinados en rememorar acontecimientos históricos, que fueron importantes en
su tiempo, pero ahora son sólo recuerdos de realidades que ya no existen. Pero, así se hayan
extinguido los azucenos siguen siendo un referente importante, no sólo desde el punto de
vista de los orígenes de la producción industrial de la ciudad, sino también de sus
identidades y construcciones sociales. De esa manera,
Manizales ha tenido a lo largo de su historia una competencia con Pereira
reflejada en el deporte y en el desarrollo económico. Manizales afianzada en un
cierto linaje proveniente, como una quimera, de sus fundadores, la cual, si
existió, ha quedado sepultada por la fuerte evolución social. Las gentes de
Pereira se ríen de esa pretensión, porque sus fundadores eran primos cercanos de
los de Manizales (Prieto, 2012).
Ese “cierto linaje”, una vez más remite a unos ancestros que históricamente no son
muy claros, ya que si se refieren a los españoles, estos sólo son afirmados a partir de la
creación de la Feria de Manizales. También es interesante la referencia a una “fuerte
evolución social”, donde se podría establecer que Manizales debería ser representada por
otros símbolos, probablemente más actualizados y acordes con estas épocas.
168
Por último, la sentencia de Augusto León Restrepo, integrante de la sociedad de
Mejoras Públicas, es bastante categórica respecto a este tema, cuando afirma que “en
puridad nuestra colonización fue paisa, para bien o para mal” (Restrepo, 2011). Esta podría
ser una afirmación concluyente, de acuerdo a la importancia de quien la expresa.
3.3.2 ORIGENES ESPAÑOLES
Aquí se presenta entonces una transición identitaria, tal como lo afirma Abad, que
se inicia con la influencia antioqueña y termina con la española. Los orígenes españoles de
los manizaleños, históricamente no son muy claros, teniendo en cuenta que su influencia
fue generalizada en todo el país y sería un tanto complejo determinar las zonas donde se
presentaron las influencias “más puras” en el sentido racial”. En este aspecto es muy
notable la alusión, no tanto a migraciones históricas, sino a la creación de la Feria de
Manizales, donde se podría ubicar la “identidad española”. La Feria, es una copia de las que
se realizan en España y a partir de 1951, la fecha de su creación, se prefigura el imaginario
tradicional como “la ciudad de las ferias en América”. Manizales comienza entonces a
considerarse a sí misma como una ciudad de “origen español”, regodeada de símbolos
extraídos de esas tradiciones y, asume como propias muchas de las costumbres
programadas dentro de la Feria. De todos modos, en esta celebración conviven las manolas
españolas con las arrierías paisas. Este evento tradicional, de esa manera, reúne muchos de
los componentes de la identidad de Manizales, que se ritualizan periódicamente en función
de mantener las tradiciones que se deben rememorar. De esa manera,
La Feria de Manizales nació en 1951, con ocasión del centenario de la ciudad y
fue creada al estilo de la Feria de Sevilla, en España. El evento […], debido a la
imitación de muchas costumbres, tiene unas claras raíces hispano-mediterráneas
que en el transcurso de los años se fusionaron con otras tradiciones colombianas,
provenientes de la región andina (Feria de Manizales: lo más destacado de la
tradición taurina en América en el escenario del café, sf.).
Desde luego que también existen muchas críticas de los mismos manizaleños sobre
esto orígenes étnicos, ya que no tienen comprobación histórica, como si la tienen de la
influencia antioqueña. Al respecto, un lector de periódico virtual opina que
Manizales, ciudad hermosisima, un clima frio de envidiar, para mi el perfecto
vividero en Colombia. He estado desde mi niñez muy relacionado con esta
169
ciudad de inmensos recuerdos para mi. Fui a la Universidad Nacional y luego,
en ella, inicie mi etapa profesional. Pero jamas he entendido la indiosincracia
(sic) del manizaleño al creerse de ancestros españoles e hijos de la mejor madre.
Mire usted las Ferias de Manizales. No falta si no que hablen arrastrando las
´zetas´. Tal vez este falso ´orgullo chapeton´ no les permita mirar lo que sucede
y reclamar con justicia a su clase dirigente (Alfonso sesudo, 8 de noviembre de
2011).
El “falso orgullo chapetón”, referido a los supuestos orígenes españoles, resume uno
de los mayores cuestionamientos a la identidad cultura local, que contrasta con los
requerimientos que se le hacen a la ciudad para que también defiendan su identidad como
colombianos. Por eso,
Y hablando de la pérdida de identidad de los manizalitas que todos se creen de la
mejor familia española y que hasta su himno es un pasodoble y todo allí
especialmente en las ferias es español, es tal vez la ciudad que ha renegado más
escuetamente de la verdadera patria Colombia porque desde la Virgen hasta las
mulas de las ferias son de España. Por allí no pasaron nuestros aborígenes con
sus flechas, ni tampoco los negros africanos, allí sólo llegó la realeza española a
fundar la "nobleza colombiana". Pero es enfermedad o tal vez complejo de la
mayoría de colombianos que todos tienen a sus abuelos llegados con blasones y
coronas de España y Europa en general a dejar su noble descendencia en esta
tierra de cafres (karissa, 8 de noviembre de 2011).
Este es un comentario muy interesante porque también alude a determinadas
manifestaciones racistas que se presentan en Manizales. Mientras tanto, algunos de los
representantes de las clases poderosas del departamento de Caldas defienden sus orígenes
nobles, de ancestro español, donde aparecen, por ejemplo, elementos relacionados con la
“pureza de la raza”. Por eso,
Que nos sintamos más blancos, de sangre azul, nobles, de rancio abolengo que
los de nuestra propia estirpe, los antioqueños, risaraldenses y quindianos, en
parte puede ser cierto. Algunos manizaleños son de dedo parado y las señoras
“culifruncidas” (Restrepo, 2011).
Ese “puede ser cierto”, para referirse a la pureza de la raza y que sean de “sangre
azul, nobles y de rancio abolengo”, es una afirmación que deja un manto de duda sobre los
orígenes, como si no hubiera convicción total en sus afirmaciones. Pero, ¿qué significa ser
de “sangre azul”? Se trata de permanencias culturales de un pasado noble, que difícilmente
puede ser comprobado. Además en estos temas existen otras opiniones sobre los supuestos
“orígenes nobles”, también bastante cuestionables, porque
170
Nos sentimos muy orgullosos de ser descendientes de montañeros aguerridos y
emprendedores que a mediados del siglo XIX fundaron la ciudad. Eso de
creernos de sangre azul es un estigma que han querido imponernos debido a que
nuestra raza se distingue por sus buenas maneras (Cardona Gutiérrez, 2011).
Estas expresión que se relaciona con un “estigma” que fue impuesto y que termina
con la reaparición de la Urbanidad de Carreño y de la cultura grecocaldense. Las “buenas
maneras”, es un concepto bastante usado entre los manizaleños, que se relaciona con “el
contacto con personas cultas y bien educadas y que pretende mantener el orden
establecido” (Carreño, 2005). Esto significa, más allá de sus pretensiones
comportamentales, un importante elemento de tipo político y social, encaminado a
mantener el statu quo, y los sistemas de poder hegemónico. Esto implica además, que se
debe educar a los ciudadanos para que no subviertan el orden, con lo cual demuestran que
son “cultos” y poseen “buenas maneras”. De igual manera se cuestiona cual es el tipo de
“orden establecido” que se debe mantener, pero lo más importante es determinar si es
necesario mantenerlo. Todo esto, a pesar de que la sociedad “pide a gritos” los cambios que
sean necesarios para que la ciudad se puedan adaptar adecuadamente a las tendencias del
desarrollo contemporáneo.
En ese sentido, la “tragedia” obró como un espejo, que fue un instrumento mediante
el cual la sociedad manizaleña se observó a sí misma y, en ese rostro reconoció que los
tiempos han cambiado demasiado. En ese sentido, Manizales, como ciudad intermedia,
requiere asimilar procesos que surgen, tanto desde su interior, como de otras latitudes, para
determinar si pueden ser adaptados en función de cambios necesarios, lo que significa
tomar posiciones mucho más realistas respecto a los tiempos que corren.
Otro elemento cultural muy importante y relacionado con la Feria de Manizales,
tiene que ver con una discusión actual en Colombia. Mientras se discute respecto a la
abolición de las corridas de todos, Manizales se autoproclama como la abanderada de estas
prácticas en el país, donde se percibe la necesidad de mantener sus relaciones con las
costumbres españolas. Todo esto, a pesar de que en muchas partes, no sólo de Colombia
sino también de España ya se está prohibiendo esta clase de prácticas sangrientas de castigo
animal. En ese sentido, por ejemplo, Adolfo Zableh dijo de Manizales que es “una villa
apenas, sin sol, sin mar, sin gracia. Tan atrasada es que a muchos de sus habitantes aun le
171
gustan los toros” (2009). Esta sencilla afirmación generó una gran polémica entre los
ciudadanos manizaleños, por la cual su autor fue descalificado e insultado de todas las
formas posibles. Pero de todos modos siguen siendo bastante vigentes las tendencias
antitaurinas de igual manera que sus contrapartes.
3.3.3 OTRAS INFLUENCIAS IDENTITARIAS
Dentro de la construcción de identidades también es necesario reconocer que en el
departamento de Caldas y en Manizales, existen relaciones históricas muy cercanas con
otras regiones. En este aspecto, por ejemplo, se mencionan las “influencias tolimenses,
vallunas y caucanas, hasta conformar la “mariposa verde” de Luis Carlos González
(Restrepo, 2011). Esto último se refiere a una canción costumbrista de la región, en ritmo
de Bambuco, llamada Caminos de Caldas, que dice:
Jadeantes los caminos por las sierras de mi Caldas,
son machetazos de hombría sobre carne de barrancas,
añorando van su fuga de bueyes, mulas y enjalmas,
y ariscas coplas de arrieros que amaron mozas y santas.
Sobre su lomo bermejo los hidalgos de mi raza
tatuaron más herraduras que el Quijote de la Mancha,
y alentaron sus orillas bravas fondas y posadas
donde fue huésped nocturno el Sebastián de las Gracias.
Por los caminos caldenses llegaron las esperanzas
de caucanos y vallunos, de tolimenses y paisas,
que grabaron en Colombia, a golpes de tiple y hacha,
una mariposa verde que les sirviera de mapa.
Jardinero ya sin rosas y montañero de casta,
siembra en el alma recuerdos como caminos de Caldas
que se aferran con cariño a la planicie y la falda
como caricias de arriero que amaron mozas y santas.
Esta canción describe de una forma muy fiel lo que es la cultura y los paisajes de
Caldas, pero también reconoce a las “otras” influencias culturales, diferentes a las paisas y
“españolas”, que marcaron a los manizaleños. Por eso se afirma que
Desde el punto de vista lexicográfico, etimológico y fonético, las voces del
glosario tienen espíritu y acento señalada y particularmente caldenses;
pertenecen al catálogo natural de nuestro argot dialectal criollo; son musicales
172
porque no tienen el deje paisa e incluso, la grafía de muchos vocablos es
diferente a la de nuestros vecinos federados del parque Berrío. Porque debemos
partir de la base de que la colonización del viejo Caldas no fue exclusivamente
antioqueña, sino además caucana, santandereana, cundiboyanse, valluna y de
otras latitudes extranjeras, que elaboraron en “una retorta de pueblos y etnias”
un conglomerado humano con nuevas costumbres típicas, autóctonas,
características y diferenciales (Marín, 2011).
Este es un aspecto interesante para tener en cuenta, porque aparecen las referencias
a “identidades otras”, que en el pasado fueron muy importantes, pero que no se han
investigado adecuadamente, ni mucho menos, reconocidas por la historia oficial.
A todo esto se le debe sumar que a la ciudad de Manizales llegan actualmente
ciudadanos inmigrantes de diferentes regiones del país, que plantean elementos muy
importantes para la caracterización de las identidades culturales de la ciudad.
Todos estos elementos de las identidades tradicionales llevan a las élites de Caldas y
de Manizales a pensar que se “se creen de mejor familia que el resto de los colombianos (y
sobre todo de mejor sangre que los de su misma estirpe: antioqueños, risaraldenses,
quindianos). Más blancos, de sangre azul, y por supuesto más limpios” (Abad, 2011). Este
concepto de “limpios”, si es asumido en un sentido racial, se discute a partir del
cuestionamiento sobre la existencia de “razas puras”, luego de muchos siglos de mestizajes,
a nivel del género humano. Además de la certeza de que la población colombiana en su
mayoría es mestiza en mayor o menor grado, sin que Manizales sea la excepción. En este
sentido el concepto de “limpios” tiene connotaciones racistas. Por ese motivo,
Cuando alguien presume mucho por su limpieza (de sangre y de piel), el hecho
de que no pueda disponer de agua corriente, más que compasión, genera cierta
risita despectiva, de esas que significan: se lo merecen. Pero no. Ya llevan
mucho tiempo sin agua, más de dos semanas, y su molestia empieza a
convertirse en desgracia, sobre todo para los más pobres, que nunca tuvieron
agua a diario, ni tienen con qué comprarla en botellas (Abad, 2011).
Estos comentarios desde luego van enfilados contra el poder hegemónico que
percibe su cotidianeidad desde sus tronos y curules, lo cual no les que no les permite divisar
hacia abajo, donde se encuentran las mayorías, representadas por ciudadanos
subalternizados.
Es necesario tener presentes las crisis permanentes y recomposiciones por las que
pasan los conceptos como también “las identidades grupales fuertes […] han sido
173
deslegitimadas, con lo que han perdido parte de su poder de dominio” (ibíd., 2009: 20). En
este aspecto, es importante tener en cuenta que la búsqueda de la ciudadanía contribuye a la
afirmación de la sociedad y al diseño de las identidades, pero al mismo tiempo puede
generar discriminaciones, mediante la formación de escenarios de inclusión y exclusión.
Con respecto a la construcción de identidades, lo que sucede en Manizales y en
general en Caldas se puede relacionar con algo que se podría estar configurando, una
especia de “complejo de Edipo de la identidad”, que consistiría en matar al padre
(antioqueño) y enamorarse de la madre (española). Pero a esto además habría que agregarle
el hecho de desconocer a los hermanos (caucanos), mientras que Manizales se puede seguir
considerando como una ciudad que se cree de “mejor familia”.
De todos modos en estos acontecimientos salieron a relucir muchas de las
características de la identidad cultural de Manizales, algunas reafirmadas, otras
cuestionadas, pero en general fueron momentos de mucha discusión y reflexión sobre la
ciudad.
174
CAPITULO CUATRO
4.1 LO URBANO Y LAS RELACIONES SOCIALES EN LA CIUDAD
Ciudades reales que se oponen a ciudades metafóricas e
imaginarias
Claudio Lobeto
"Las ciudades son un conjunto de muchas cosas: memorias,
deseos, signos de un lenguaje; son lugares de trueque, como
explican todos los libros de historia de la economía, pero estos
trueques no lo son solo de mercancías, son también trueques de
palabras, de deseos, de recuerdos".
(Calvino: Las ciudades invisibles)
En este capítulo se explicitan algunas características sobre la ciudad y lo urbano,
desde la perspectiva de las relaciones subjetivas y la gran variedad de manifestaciones
culturales que se presentan en la ciudad.
Las ciudades actuales se desarrollan en contextos bastante complejos, donde
suceden los principales acontecimientos sociales y se manifiestan los grandes problemas de
la convivencia humana. Todo esto debido entre otras variables a los altos índices de
crecimiento poblacional, a la inmensa cantidad de transacciones económicas y las difíciles
condiciones de gobernabilidad, entre otros, que generan crisis de convivencia y afecta los
comportamientos de los ciudadanos en sus dimensiones culturales y psicológicas.
La presente propuesta de investigación se ubica dentro de la variada y extensa
temática relacionada con la ciudad en sentido genérico, pero concretamente en Manizales.
Esta es considerada como uno de los principales centros cafeteros del país y capital del
departamento de Caldas, perteneciente a la categoría de ciudades intermedias en Colombia.
Es una ciudad bastante agradable para visitar debido a sus hermosos paisajes y al clima
templado, que cuenta con una gran variedad de pisos térmicos, de tal manera que en poco
tiempo se puede llegar a las nieves perpetuas del Nevado del Ruíz, o al calor agobiante de
las riberas del río Cauca.
El gentilicio es Manizaleños (as) o Manizalitas. Se encuentra ubicada a una altura
de 2150 msnm metros sobre el nivel del mar. Manizales es la capital del departamento de
175
Caldas. Es una ciudad en el centro occidente de Colombia, ubicada en la Cordillera Central,
cerca del Nevado del Ruiz. Forma parte de la llamada Región paisa y del llamado Triángulo
de oro. Fundada en 1849 por colonos antioqueños, hoy es una ciudad con gran actividad
económica, industrial, cultural y turística. Igualmente resalta por su actividad cultural en la
que se destacan su Feria anual, el Festival Internacional de Teatro y numerosos
espectáculos y convenciones. Manizales es denominada la "Ciudad de las Puertas
Abiertas". También se le conoce como "Manizales del Alma" debido a un pasodoble
taurino que lleva su nombre. El origen del nombre Manizales es diferente a la mayoría de
las demás ciudades de Colombia. La mayor parte deriva de circunstancias históricas,
santos, personas ilustres o nombres indígenas. Este nombre proviene de la abundancia de
las llamadas "piedras de maní", que son rocas graníticas de color gris, compuestas por
mica, feldespato y cuarzo. Un conjunto de estas piedras de "mani", sería llamado manizal.
Por lo tanto, Manizales significa: conjunto de conjuntos de piedras de maní. Así como se
dice que en el Valle del Cauca hay cañaduzales, en la ciudad de 1849, se habla de
"manizales". De acuerdo con las cifras presentadas por el DANE del último censo,
Manizales cuenta con una población de 386.931 habitantes. La ciudad cuenta con una
densidad poblacional de aprox. 0,6 habitantes por kilómetro cuadrado, debido mayormente
al poco espacio adaptable para construir que deja la topografía. El 47,1 % de la población
son hombres y el 52,9 % mujeres. La ciudad cuenta con una tasa de analfabetismo del 5%
en la población mayor de 5 años de edad (Alcaldía de Manizales, sf.).
Para tener una comprensión general de lo que ocurrió durante el transcurso de la
“tragedia” es necesario conocer algunos aspectos relacionados con la cultura urbana para
determinar los impactos que puede generar un fenómeno de esta naturaleza dentro de sus
ciudadanos.
4.1.1 PROYECTO URBANÍSTICO
Manizales, como la mayoría de las ciudades modernas, fue construida bajo la
influencia de los modelos de planificación urbana de tipo clásico, desde una concepción
arquitectónica e ingenieril. Esta les confiere las características de ser técnicamente
construidas, ordenadas, homogéneas y funcionales, con espacios diseñados racionalmente,
que implican orden, cálculo y simetría. A esta concepción de construcción de la ciudad se
176
le denomina Proyecto Urbanístico, una de cuyas características más notables es que
generalmente “carecen” de presencias humanas, por lo que tampoco estas son valoradas
adecuadamente. Los ciudadanos, por su parte también le hacen eco a estas concepciones de
tal manera que, por ejemplo, para un afrodescendiente nacido en Manizales “la ciudad es el
espacio físico […] es la coordinación física que tienen entre calles y carreras, grandes
edificios” (E: An2). Se trata de una percepción inmediata que capta imágenes visuales e
infraestructurales de la ciudad donde, en primera instancia no aparecen los ciudadanos. De
esa manera se tiene una perspectiva basada, ante todo en la valoración de los patrimonios
tangibles, donde son importantes los estilos, los modelos, las configuraciones y los
trazados, entre otros elementos.
Todo esto sucede dentro de un territorio que paulatinamente ha perdido su modelo y
orden, lo que genera situaciones diferentes y grandes retos para la sobrevivencia, tanto para
los ciudadanos como para la gestión y la gobernabilidad urbanas. Desde luego, se debe
aclarar que el espacio urbano no posee sólo unas características constructivas y libres de
conflictos, sino que su puesta en práctica genera también anomias, que llevan a desacuerdos
y fragmentaciones sociales. De esa manera las ciudades también sufren procesos de
degradación y de desgaste en su conformación social por lo que pueden pasar a ser “un
lugar de angustia existencial […] cambiando lo sublime, lo trascendente, por lo trivial"
(González Casas, 1991: 77). La ciudad entonces es el lugar por excelencia en el que todo
puede suceder, desde lo sublime a lo trivial, lo cual le otorga la posibilidad de que se valore
adecuadamente su diversidad, generadora de nuevas formas de convivencia.
4.1.2 PROYECTO URBANO
Por su parte, el Proyecto Urbano, corresponde a los componentes propiamente
humanos de la ciudad, representados por los grupos que viven y conviven en ella, lo mismo
que sus relaciones sociales y manifestaciones culturales. Teniendo en cuenta la crisis de los
modelos tradicionales, dentro de las sociedades contemporáneas, es importante la
comprensión de esta clase de proyectos dentro de la conformación de las grandes
metrópolis. Estas son caracterizadas como conglomerados disímiles y heterogéneos, que en
su carrera desarrollista involucran a las ciudades medianas que, así como tratan de imitarlas
o tomarlas como modelos, también les transfieren algunos de sus innumerables problemas.
177
De esa manera, en las ciudades intermedias como Manizales, se crea un escenario complejo
donde se representan hologramáticamente todos los avances y conflictos humanos.
En ese sentido, lo urbano puede ser entendido como “la ciudad menos su
arquitectura” (Delgado, 2007), lo que implica la valoración de sus aspectos humanos y
supone un campo social y cultural mucho más amplio y heterogéneo que la estructura
material de la ciudad, abarcando espacios mayores a sus límites geográficos.
De esa manera, asistimos a la eclosión de una “nueva” ciudad, escondida tras la
tradicional ciudad modélica, de preeminencia de lo arquitectónico e infraestructural, que
constituye un campo social donde “la ciudad-concepto se degrada” (ibíd., 1996: 107). Estas
características “otras” de la ciudad le dan paso a una concepción que nace a partir de las
propuestas de sus propios ciudadanos. En ese aspecto, el proyecto urbano se relaciona con
la vida cotidiana de los ciudadanos, y “deja cada vez más de hacer reaparecer lo que el
proyecto urbanístico excluía” (De Certeau, 1996: 107). Son muchos los elementos
excluidos por lo modelos urbanos tradicionales y una de las vías más importantes para
lograrlo es indagar sobre lo que le acontece a los ciudadanos, sus prácticas y vivencias
cotidianas. Es por eso que trabaja sobre “el espacio urbano real -no el concebido- que
conoce la heterogeneidad incalculable de las acciones y de los actores” (Delgado, 2002:
94). Es en ese espacio donde verdaderamente se conocen los componentes de la cultura
urbana con todos sus elementos dinámicos.
De esa manera, la ciudad concebida desde la arquitectura y asociada a los modelos
clásicos de planeación “trabaja sobre espacios representados o concebidos, opuesta a las
otras formas de espacialidad que caracterizan la práctica de la urbanidad: espacio percibido,
practicado, vivido, usado” (Delgado, 2002: 92). Este es el espacio ideal para conocer las
historias de los ciudadanos, desde las cuales se construyen sus identidades.
En Manizales, durante el transcurso de la “tragedia grecocaldense” se visibilizó ese
tipo de escenario urbano, practicado, vivido y usado, en el que se manifestaron muchos
ciudadanos, de manera espontánea, que permanecían ocultos detrás de los modelos de tipo
racional y esquemático. Este acontecimiento, aunque no se le reconozca como tal,
constituyó un momento histórico, bastante propicio para la vivencia cotidiana de la ciudad
y para “analizar las prácticas microbianas, singulares y plurales, que un sistema urbanístico
debería manejar o suprimir y que sobreviven a su decadencia” (De Certeau, 1996: 108).
178
Esas “prácticas microbianas”, que fueron reveladas por esta serie de hechos impredecibles
y coyunturales, pueden ser sistematizadas y expresadas, en perspectiva de conocimiento,
desde sus aspectos vivenciales.
Todo esto significa que dentro de las ciudades actuales existen “otras ciudades”, tal
vez ubicadas en dimensiones paralelas, donde es posible que no se puedan captar, que no se
observen, pero que están ahí, siempre presentes y también ausentes. Por eso se puede
afirmar que “tal vez estamos acercándonos a un momento de crisis de la vida urbana y Las
ciudades invisibles son un sueño que nace del corazón de las ciudades invivibles” (Calvino,
2007). El gran reto consiste entonces en develar lo que ocurre en esas ciudades invisibles,
antes que las grandes ciudades se conviertan mucho más en ciudades invivibles. En ese
aspecto es necesario tratar de aproximarse a esas ciudades invisibles, que no pueden ser
sólo creaciones poéticas sino que también existen en algunos lugares de las memorias
colectivas y de las prácticas cotidianas.
Las ciudades actuales, en ese sentido, se presentan como cada vez menos
homogéneas, bajo la forma de ser contenedores de contenedores, al estilo de las muñecas
conocidas como las matrioskas rusas, que albergan otras, de diversos tamaños en su
interior. Son esas ciudades “otras”: ideales, soñadas, imaginadas, representadas, pero
también, reales, cotidianas, practicadas, que se recorren y padecen todos los días. En ese
sentido, existen muchos elementos subjetivos que pugnan por salir, manifestarse,
visibilizarse, por lo que se puede afirmar que la ciudad es, ante todo una construcción
humana, donde se destacan todas sus virtudes y miserias, encarnadas en sus habitantes. Por
eso, la ciudad
es algo más que un conjunto de individuos y de conveniencias sociales, más que
una serie de calles, edificios, luces, tranvías, teléfonos, etc.; algo más también
que una mera constelación de instituciones y cuerpos administrativos,
audiencias, hospitales, escuelas, policías y funcionarios civiles de toda suerte. Es
más bien un estado de ánimo, un conjunto de costumbres y tradiciones, con los
sentimientos y actitudes inherentes a las costumbres y que se transmiten por esta
tradición. La ciudad, en otras palabras, no es un mecanismo físico ni una
construcción artificial solamente. Está contenida en el proceso vital del pueblo
que la compone, es un producto de la naturaleza y particularmente de la
naturaleza humana (Park, sf: 28-29).
179
Se trata de ciudades que son construidas desde sus habitantes y no desde modelos
arquitectónicos o ingenieriles, por lo que se pueden equiparar a “un recipiente de
experiencias sociales, […] un continente lleno de memoria social, […] es como una piel
que va registrando las diferentes formas como se presentan los acontecimientos históricos.
Y esa piel queda consignada como mapa” (Zambrano, 2000: 137-138). Dentro de la cultura
urbana, esta figura de la piel es bastante significativa, ya que representa una posibilidad de
ser descifrada, como si fueran mensajes impresos al estilo de tatuajes que no se borran o de
palimpsestos que reaparecen reiterativamente.
Las ciudades actuales entonces, tratan por todos los medios, de reivindicar sus
componentes subjetivos, que para Leroi Gourhan, son “la expresión simbólica de un
comportamiento globalmente humano” (Peláez, 2007: 92). Son construcciones netamente
culturales, que a pesar de los intentos históricos por modelarlas y ordenarlas, siguen
manifestando comportamientos humanos impredecibles. De igual manera, es en este
espacio de convivencia donde se pueden reconocer y escuchar las voces de los otros, la
heteroglosia en acción, teniendo en cuenta que es el “proscenio sobre el que se negocia, se
discute, se proclama, se oculta, se innova, se sorprende” (Delgado, 2002: 94). Este es un
aspecto interesante de lo urbano, construido como escenario donde confluyen voces y
presencias, que buscan caminos ideales de convivencia.
Las ciudades también se consideran como lugares propicios para detectar los
cambios, muchas veces imperceptibles, donde se manifiesta un continuo devenir y unas
dinámicas constantes y crecientes. Todo esto en relación con manifestaciones de una época
cuya característica fundamental es “la incertidumbre como experiencia cotidiana […] que
es generadora de prácticas sociales urbanas” (Reguillo, 1997a). La incertidumbre, es
asociada a la vivencia cotidiana de muchos ciudadanos, en su mayoría ordinaria, común y
corriente, que viven en la ciudad pero no viven la ciudad, que la divagan, pero no poseen
mucha seguridad acerca de su destino. La incertidumbre fue una característica notable
durante el transcurso de la “tragedia” de Manizales, ya que durante este periodo de tres
meses, temporalmente bastante corto, pero vivencialmente muy extenso, se tuvo entre los
ciudadanos la sensación de que nadie sabía lo que pasando en la ciudad y con la ciudad.
Todo esto, que en general se ubica dentro de los fenómenos urbanos de la época actual,
lleva a una condición de “inestabilidad de los sujetos citadinos” (Cavallín, sf.), que viven
180
dentro de ambientes de incertidumbre y abigarramiento, donde el orden es cada vez más
escaso. Estas inestabilidades son generadas por los ajustes a los que se ven sometidas las
ciudades debido a su crecimiento desordenado y las acciones administrativas que no
cuentan con la participación de sus ciudadanos, ente otros factores.
La cultura urbana no se puede concebir sin la participación de sus componentes
subjetivos, representados por los ciudadanos. Esto, mediante la verificación de que las
ciudades contemporáneas son receptáculo de diversas culturas, que se estructuran a partir
de divisiones, tanto territoriales como sociales, unas producidas en la ciudad y otras que son
portadas por los inmigrantes. En ese sentido, son territorios donde coexisten grandes
concentraciones de seres humanos, supuestamente con el propósito de establecer relaciones
de convivencia, mediante sus diferentes prácticas cotidianas. Pero, dentro del contexto de la
relación local-global, que caracteriza el mundo actual, se presentan situaciones
contradictorias. Por una parte, se refuerzan las tendencias hacia la homogeneización
cultural, pero por otra, se asiste a la emergencia de diversidades étnicas y populares. En este
sentido se presentan tensiones entre “la integración cultural y lingüística, de un lado, y la
diversidad, la confusión y el caos, de otro” (Jelin, 1996: 1). De esa manera, la ciudad se
presenta como un escenario donde se manifiestan por una parte, las posibilidades de la
multiculturalidad o de la interculturalidad, y por otra, del desconocimiento, la marginación
y la discriminación. Constituye un escenario donde los ciudadanos son participes de
múltiples estímulos y experiencias positivas, pero también de generación de crisis de
convivencia y de luchas por la afirmación de la ciudadanía. Todo esto, con el propósito de
que los ciudadanos se igualen en sus derechos y se diferencien, teniendo en cuenta sus
identidades individuales y colectivas.
Pero también se debe especificar que la cultura urbana es un escenario donde
priman divisiones de clase, étnico-culturales, sociales, económicas, de condición sexual,
entre otras. Además aparecen nuevas formas de segregación, relacionadas con la ubicación
territorial, el estrato socioeconómico, o la apariencia física. Estos fenómenos sociales
generan, tanto intercambios, alianzas, reciprocidades, hibridaciones y convivencia pacífica;
como también conflictos, guerras, diferencias y desigualdades, que impactan sobre la
sociedad en sus esferas: económicas, sociales, culturales, tecnológicas, entre otras.
181
En los contextos urbanos, dentro de los procesos de construcción de ciudadanía y
afirmación de identidades, uno de los elementos primordiales para la reflexión es el cuerpo.
En este sentido, se presentan ambivalencias notables, entre la perspectiva del nativo de la
ciudad, amo y señor de sus territorios y los migrantes o “extraños” a los que se les mira y
trata con recelo. De esa manera se considera que es importante la mirada sobre el “otro”.
Por ejemplo, desde el punto de vista estético, donde el erotismo tiene relación con “la
naturaleza infinitamente metafórica del discurso urbano. […] erotismo en un sentido más
amplio. La ciudad es el encuentro con el otro” (Barthes, 1990: 265). Pero hay que tener en
cuenta la manera como se desarrolla el encuentro, donde aparece el fenómeno de las
diferencias bajo dos aspectos, como reconocimientos donde al otro se le respeta, y como
amenaza, donde al otro se le tienen prevenciones. En esos territorios los cuerpos se
moralizan, desde una moral entendida como “consecuencia, como síntoma, como máscara,
como tartufería, como enfermedad, como malentendido; pero también la moral como causa,
como medicina, como estímulo, como freno, como veneno” (Nietzsche, 2005: 28). De esa
manera, existe una “relación de los buenos con los poderosos (especie superior
dominadora), en relación con un abajo en el origen de la antítesis bueno y malo” (Ibíd.,
2005: 38). Estos estereotipos generan marcas históricas que se reproducen cotidianamente
mediante prejuicios contra las minorías étnicas, que a su vez llevan a prácticas
segregacionistas. Por ejemplo, los afrodescendientes, aparecen con una carga cultural
negativa, que históricamente cataloga al hombre de piel negra como vulgar (Nietzsche,
2005: 42) y son señalados como flojos para el trabajo, inferiorizados, pertenecientes a
estadios primitivos de la evolución, que despiertan deseos salvajes y primitivos. Pero
también sus cuerpos son vistos como símbolos de sensualidad, esbeltos y altivos, objetos
sexuales. Son grupos étnicos, considerados en Colombia, en muchos casos sin cultura, en el
sentido antropológico, al perder sus raíces y orígenes africanos y no reconocerse como
afrodescendientes.
Mientras tanto, los indígenas son catalogados como pasivos y perezosos. Sus
cuerpos son vistos de otra manera, más exóticos, probablemente más atrasados, tímidos,
degradados, con trajes floridos, con la angustia dibujada en sus rostros, representados en
algunos casos como símbolos de mendicidad. Soportan una carga histórica negativa, como
““humanidad primitiva”, entendidos como groseros, toscos, “estrechos” de un modo no
182
simbólico” (Nietzsche, 2005). Esto significa que la carga negativa abarca todos los
componentes de su existencia.
En el contexto urbano, también existen los cuerpos de los nativos de la ciudad, que
representan a los mestizos de clase popular. Estos también son degradados e invisibilizados,
rotulados en muchas ocasiones, como carentes de perspectivas. Son discriminados por ser
pobres, rebuscadores o de origen campesino, sin estrato, o son considerados, en términos de
los nuevos tipos de segregación, como feos físicamente, lo que le da mala apariencia a la
urbe.
Estos grupos subalternizados son víctimas de prácticas reales de exclusión, bajo la
modalidad de segregaciones espaciales o territoriales, o de prohibiciones de acceso a
determinados lugares públicos, tales como los bares donde muchas veces son rechazados.
Se trata de lugares que se convierten en “ámbitos de amenaza, de conflicto o por el
contrario se han ido “privatizando” dando lugar a espacios de ciudad privados de uso y
disfrute […] ciudad exclusiva (…que excluye) está dando lugar a […] ciudadanos
excluidos (Millán, Millán, sf.). La ciudad, de esa manera se convierte en una sumatoria de
territorios fragmentarios, donde generalmente no caben todos los ciudadanos.
Estos estereotipos se acentuaron durante los procesos coloniales, a partir de los
conceptos de cuerpo y de raza, pero luego invadieron otras esferas de la vida social,
convertidos en “requisitos” para tener derechos y ser ciudadanos. Los cuerpos, de esa
manera, son colonizados por los discursos del poder, mediante representaciones de lo
“indio”, “negro” y “criollo”, entre otros, que son los cuerpos-objetos de estudio
antropológico. Todo esto afirmado por Nietzsche, retomando a Spencer, a partir de la
relación bueno-útil y malo-inútil y la relación útil-conveniente e inútil-inconveniente (ibíd.,
2005: 39). Estas relaciones, que son basadas en esquemas clasificatorios, también
contribuyen a las manifestaciones de segregación, en todas sus modalidades.
A pesar de que estos procesos son dirigidos hacia los cuerpos, no se deben asumir
únicamente desde posiciones individualistas, sino que implican todas las relaciones
sociales, o el cuerpo social en su conjunto. En ese sentido se deben asumir desde posiciones
donde tenga cabida la liberación y recuperación compartida de los cuerpos, a partir de la
valoración de las comunidades, sus lugares de enunciación, territorios y diferencias
culturales. Se trata de recuperar, tanto el cuerpo del ciudadano como el cuerpo social, pero
183
reconociendo las dificultades por las que atraviesan muchas comunidades, en las que se
presenta descomposición de lo colectivo, marginación económica, acentuadas diferencias
generacionales, fragmentaciones e hibridaciones culturales y la pérdida de tradiciones, entre
otras.
Un elemento a destacar es que la “tragedia” no respetó condiciones económicas, de
tal manera que muchos ciudadanos pudientes y de clases altas tuvieron que acomodarse a
situaciones que se podrían catalogar como “denigrantes”. De esa manera, se podía observar
ciudadanos de todas las clases sociales tratando de conseguir el líquido vital, haciendo la
misma fila y soportando incomodidades similares, de tal forma que se podía ver a los
señores ejecutivos con corbata de trabajo haciendo fila ante un carro abastecedor al lado de
los habitantes de sectores populares. También se debe reconocer que la ocurrencia de todos
estos fenómenos generó, aparte de las innumerables incomodidades, muchas ganancias
dentro de las relaciones sociales y las expresiones de solidaridad. Por tal motivo, fue una
experiencia interesante ver reunidos en una misma fila a representantes de diversas clases
sociales, en función de un fin común y para suplir las mismas necesidades básicas. Por eso,
La gente pasa la mayor parte de su tiempo haciendo fila en las esquinas y
rodeada de tarros. Las hermosas manizalitas cambiaron sus bolsos por botellas,
tarros, ollas. Ancianos, adultos, jóvenes, niños, ricos, pobres cargan un balde
con la esperanza de encontrar una fuente (Villamil, sf.).
Otros ciudadanos, de clases altas, que por lo menos tenían opciones alternativas,
tuvieron que migrar hacia las fincas aledañas, situadas en sitios campestres como
Chinchiná, Palestina y Santágueda, donde sí funcionaba normalmente el suministro de
agua.
Dentro de la misma ciudad se presentó una situación paradójica en el sentido de que
los sectores más favorecidos por el aprovisionamiento de aguas naturales se encontraban en
la periferia, cercanos a las montañas, donde generalmente viven los ciudadanos de estratos
bajos. Mientras tanto, los habitantes del centro de la ciudad que pertenecen a estratos
medios y altos, se sintieron muy perjudicados por la falta del líquido, ya que tuvieron que
realizar largos y extenuantes viajes hacia las zonas donde existen las fuentes naturales, que
se convirtieron en las surtidoras por excelencia para toda la ciudad.
184
4.1.2.1 LA INTERCULTURALIDAD
La ciudad es un territorio donde tratan de convivir múltiples grupos sociales, pero
también se presentan y representan, fenómenos culturales complejos. Uno de los elementos
importante por indagar con respecto a estos temas se relaciona con los procesos de
interculturalidad, partiendo del hecho de que las culturas no se desenvuelven aisladamente,
mucho menos en el ámbito urbano, sino que son mediadas por relaciones de diverso tipo:
multiculturales o interculturales, entre otras.
La interculturalidad, en general se refiere a “la construcción de relaciones
equitativas entre personas, comunidades, países y culturas. Para ello es necesario un
abordaje sistémico […] que incluya elementos históricos, sociales, culturales, políticos,
económicos, educativos, antropológicos, ambientales, entre otros” (Unesco, sf). La
interculturalidad, que trata de relaciones entre grupos culturales, debido a su propia
naturaleza, es un proceso que establece diferencias sociales en cuanto a los manejos del
poder, de acuerdo con las complejidades culturales de cada grupo en particular.
En este aspecto se pueden plantear como el “complejo histórico de las relaciones
asimétricas entre actores culturales diferentes” (Grosso, 2007). De esa manera no se busca
la igualdad entre los grupos sino el respeto por sus diferencias y el establecimiento de
óptimas relaciones intergrupales. Por eso, en el campo de la interculturalidad es importante
indagar acerca de los múltiples “otros”, que siempre están presentes, donde “hacer-creer en
historias otras es escuchar y replicar otros cuerpos y otras voces; dejarse atravesar, sin
coartada posible, por esas voces y cuerpos, sus emociones y torsiones” (Grosso, 2008: 3).
De esa manera la interculturalidad se construye mediante las prácticas sociales pero
valorando las historias y tradiciones localizadas.
Para el caso de la interculturalidad en América latina, es necesario reconocer y
valorar su “patrimonio relacional” (Tunes da Silva, Tunes y Bartholo, 2006), concebido
como aquella “sedimentación y tipificación intercultural y pedagógica que los grupos
sociales y comunidades acumulan y renuevan a lo largo y ancho de sus aprendizajes y
tácticas en las relaciones históricas con los otros” (Grosso, 2009a: 2). Este es un patrimonio
fundamental para todos los grupos humanos en sus procesos de socialización e identidad.
185
En este sentido se requiere identificar otras formas de relacionamiento, que rompan
con los esquemas eurocéntricos, modernos y racionalistas, derivadas, por ejemplo, de los
intercambios generalizados que produce la globalización donde se presenta “una
producción transcultural de significados y símbolos culturales” (Moneta, 1999: 22). En
estos campos de acción de la globalización aparece un sinnúmero de grupos que buscan su
reconocimiento y luchan por la consolidación de sus identidades, desde posturas de tipo
sexual, artístico, juvenil, ambiental, por ejemplo. En ese sentido, se puede catalogar como
“un “denso escenario” donde se propende por el reconocimiento de “nuestras historias,
subalternizadas, silenciadas y desconocidas” (Grosso, 2009c: 167). En este caso se puede
afirmar que los procesos de colonización y poscolonización han dejado sus huellas en
innumerables comunidades dispersas por todo el mundo, que requieren asumir los procesos
de liberación. Todo esto, como manifestación de una interculturalidad crítica, que también
“nombra el oscuro trabajo de las diferencias entramadas en las relaciones de significación y
poder” (Grosso, 2007a: 3). En este aspecto, la interculturalidad avanza en los procesos de
análisis social sobre la manera en que los diferentes grupos sociales tratan de expresar sus
conocimientos, pero mediados por imposiciones del poder. De esa manera, reconociendo
las acciones de sometimiento que se implementan institucionalmente, se pretende construir
una interculturalidad, basada en las diferencias, a partir de la búsqueda de diversos lugares
epistémicos, que se encuentra “enterrada bajo la violencia simbólica (Bourdieu) de las
políticas coloniales y, sobre todo, de las políticas nacionales de “mestizaje” y de
“blanqueamiento” (Grosso, 2007a: 1). Estas políticas no se terminan sino que son
“recicladas” e implementadas por otros medios más sutiles, donde son importantes los
impactos que generan las TICs., como mediaciones poscoloniales.
Todos estos elementos críticos son importantes para el estudio de los fenómenos
socioculturales de la ciudad, teniendo en cuenta que se presenta el tránsito de un tipo de
estudios basados en la estructura social, hacia el “interés por el vínculo social, que adopta
todo tipo de formas, desdoblamientos y despliegues” (Delgado, 1999a: 82). Vinculo que es
fundamental para asumir los estudios sociales dentro de la cultura urbana.
El proyecto de Estudios Culturales Latinoamericanos, en ese sentido, propone el
abordaje de temas que son imprescindibles para develar las relaciones interculturales,
teniendo en cuenta que se hace “pensando desde esta región, desde las luchas, prácticas y
186
procesos que cuestionan los legados eurocéntricos, coloniales e imperiales y pretenden
transformar y construir condiciones radicalmente distintas de pensar, conocer, ser, estar y
con-vivir” (Walsh, 2010: 95). En este aspecto se encuentran implicadas innumerables
acciones y prácticas cotidianas, que se desarrollan desde perspectivas subjetivas.
La interculturalidad implica también la valoración de diversas formas de
conocimiento, que se puedan aplicar a las relaciones sociales, pero generadas desde
contextos particulares, desde donde se propone la “construcción de nuevos marcos
epistemológicos que incorporan y negocian conocimientos occidentales y conocimientos
no-occidentales, indígenas pero también negros […] manteniendo como fundamental la
necesidad de enfrentar la colonialidad del poder” (Walsh, 2004). En el caso de América
Latina, desde el enfoque de los Estudios Culturales se pretende reconocer el pensamiento
de indígenas y afrodescendientes, aunque en muchas ocasiones se excluye a los otros
sometidos, entre ellos los mestizos, a pesar de que son la población mayoritaria en América
Latina. En este caso, la construcción de la interculturalidad debe ser más inclusiva, donde
quepan todos los sectores que han sido sometidos y explotados, pero que no caben dentro
de las “clasificaciones sociales” tradicionales, de tal manera que se reconozcan sus maneras
de pensar y de construir conocimiento. La categoría de subalternidad puede dar cuenta de
estos “otros excluidos”, tomada desde una posición crítica.
La interculturalidad, como proyecto contrahegemónico, mediante la explicitación de
los diferentes papeles históricos que asumen los subalternos, necesariamente debe
trascender hacia la transformación de situaciones de sometimiento, por lo que requiere de la
puesta en marcha de un “proyecto político, ético y epistémico […] en el cual son esenciales
el conocimiento colectivo, el análisis colectivo y la acción colectiva” (Walsh, 2004). De esa
manera la interculturalidad se convierte en un proyecto reivindicativo de los sectores
marginados en América Latina, desde la mirada cultural y política.
Todos estos mecanismos de dominación se relacionan con la formación de un
“vacío intercultural” (Kusch, 1976: 1978), que nace de los procesos históricos de
sometimientos, hegemonías y subalternidades, que se camuflan y adquieren nuevas formas,
mutan, se adaptan, pero siguen actuando en función de la dominación. Por ese motivo, el
vacio intercultural está hecho de “descalificaciones, desprecios, correcciones,
subestimaciones, condescendencias, desconocimientos, borramientos, silenciamientos,
187
invisibilizaciones, los desajustes y anomalías, los giros y abismos simbólicos en que
vivimos unos y otros en estos contextos interculturales poscoloniales” (Grosso, 2008a: 5).
Todo esto genera vacíos comunicativos, distanciamientos, creación artificiosa de sospechas,
prevenciones que distancian y no permiten acciones colectivas.
4.1.2.2 LA SUBALTERNIDAD
Un concepto importante, asumido por los EC es el de subalternidad, que fue muy
importante en la década de los años ochenta del siglo XX. El interés por este nuevo campo
de estudio surge dentro de los Estudios Poscoloniales en el sur de la India, propuesto por
Ranajit Guha pero inspirado en los conceptos de Antonio Gramsci. Este grupo generó ideas
que se dispersaron por el mundo y en América Latina dieron origen al grupo de estudios
subalternos, dirigido por John Beverley, que funcionó en un comienzo desde el interior de
los Estudios Culturales, pero luego se independizó.
Uno de los elementos de discusión en este aspecto, como en muchos casos de las
ciencias sociales es la dificultad de precisar el concepto de subalternidad porque es “tan
resbaladizo como controversial” (Rodríguez, 1998: 85), por lo que apenas se pueden
intentar aproximaciones. Por ese motivo, se puede catalogar como “un término genérico
que abarcaba clase, género, casta, oficio, etnia, nacionalidad, edad, cultura y orientación
sexual” (Ibíd., 1998: 86). Estas son las categorías clásicas que caracterizan la subalternidad
desde un punto de vista un tanto clasificatorio.
En el caso de los Estudios Culturales Latinoamericanos, que trabajan sobre temas de
subalternidad, se sigue insistiendo en la importancia epistémica de los indígenas y
afrodescendientes, que no se puede negar, a pesar de que las estadísticas los relegan a
segundo plano en cuanto a población e impacto político, en esta parte del continente, a
nivel general. Se estima que en América Latina la población indígena se encuentra en el
orden de 50 millones de personas (que hablan entre 400 y 500 idiomas amerindios), lo que
equivale más o menos, al 10% de la población regional, mientras que los afrodescendientes
representan entre el 20% y 30% de la población. Esto significa que en algunos países estos
grupos étnicos son minorías y en otros, a pesar de que su población es significativa, no
representan políticamente a las mayorías, exceptuando Ecuador y Bolivia para el caso de
los indígenas.
188
En esta época es importante reconocer la aparición de nuevas subjetividades
subalternas y el cuestionamiento a los análisis sociales, que se siguen realizando desde
esquemas estructurales que ya no coinciden con la realidad social. Todo esto, teniendo en
cuenta que el subalterno es “un sujeto mutante y migrante” (Castro-Gómez, 1998: 80),
relacionado con las maneras como se transforman los mecanismos de poder en una
sociedad tan compleja como la actual. Ese sujeto subalterno, “mutante y migrante”, es el
prototipo de muchos de los ciudadanos que habitan las urbes y que cada vez, exigen el
reconocimiento de sus derechos. Este es un aspecto interesante porque permite estudiar
diferentes formas de manifestación del poder, donde los subalternos adoptan diversos
artificios o ardides tácticas, para contraponerse a sus manifestaciones.
Una de las preguntas fundamentales desde la “historiografía contrahegemónica”
tiene relación con el cuestionamiento acerca de quiénes son los subalternos. En este aspecto
se plantea que la subalternidad surge a partir de las categorías clásicas coloniales y
poscoloniales, tales como clase, raza y sexualidad, entre otras, y sus posturas frente a los
mecanismos de poder hegemónico. Pero estas categorías se cuestionan, tanto desde su
vigencia histórica como de las poblaciones que incluye. Así, por ejemplo, la categoría clase
social, es bastante discutible, a partir de la crisis del marxismo y de las propuestas sobre la
sociedad poscapitalista de Drucker (1999), por ejemplo. Lo mismo sucede con la
perspectiva antropológica de remplazar las razas por las etnias, teniendo presentes los
procesos de hibridación constante y sostenida (continuum), que también pretenden superar
las manifestaciones del racismo contemporáneo. También las categorías sexuales son
discutidas por los movimientos alternativos, que buscan la defensa de sus identidades y
reivindicaciones de derechos.
Una de las aproximaciones más importantes para la comprensión de la subalternidad
corresponde a Ranajit Guha, quien plantea que es “una condición de subordinación,
entendida en términos de "clase, casta, género, oficio, o de cualquier otra
manera"(Rodríguez, 1998: 84). La afirmación de “cualquier otra manera”, significa que
existen muchas otras formas de subalternidad, que en el caso de la ciudad se multiplican
debido a la fragmentación social, las migraciones y las grandes concentraciones de
población.
189
En general, es necesario cuestionar el papel de las humanidades donde “se
"produce" discursivamente al subalterno, se representan sus intereses, se le asigna un lugar
en el devenir temporal de la historia y se le ilustra respecto al sendero "correcto" por el que
deben encaminarse sus reivindicaciones políticas” (Castro-Gómez, 1998: 129). Esta es una
crítica bastante fuerte porque corresponde al apoderamiento del subalterno por parte de los
intelectuales que le “prestan su voz”, para que pueda expresarse.
Desde otras perspectiva se puede plantear que la subalternidad es una condición
estructural dentro de los poderes estatales, donde la historia se concibe, de acuerdo con
Guha, (1995), como “una narrativa del poder estatal, configuradora de ciudadanías o
subalternidades, hegemonías o dominios” (Rodríguez, 1998: 87).
Uno de los elementos más importantes de la discusión sobre el subalternidad es la
ya famosa pregunta de Spivak ¿Puede hablar el subalterno?:
¿Puede realmente hablar el individuo subalterno haciendo emerger su voz desde
la otra orilla, inmerso en la división internacional del trabajo promovida en la
sociedad capitalista, dentro y fuera del circuito de la violencia epistémica de una
legislación imperialista y de programa educativo que viene a complementar un
texto más temprano? (Spivak, 1998: 15).
La respuesta es que no puede hablar, pero no porque no quiera sino que las
condiciones de sometimiento no se lo permiten. A pesar de que sobre el tema se especula
mucho, se puede afirmar que
la pregunta y su consiguiente respuesta no deben ser tomadas de manera literal,
ya que el argumento en general apunta al silenciamiento estructural del
subalterno dentro de la narrativa histórica capitalista. Es claro que el subalterno
“habla” físicamente; sin embargo, su “habla” no adquiere estatus dialógico […],
esto es, el subalterno no es un sujeto que ocupa una posición discursiva desde la
que pueda hablar o responder (Giraldo, 2003: 298).
Posiblemente sea el caso de los intelectuales latinoamericanos en Estados unidos,
que para “poder hablar”, tienen que hacerlo en inglés. En este mismo sentido, en el caso de
América Latina se puede plantear, si existen interlocutores dentro de los Estados
Nacionales que escuchen las demandas de los sectores populares.
En este aspecto es importante recalcar que tanto los Estudios Culturales, como la
semiopraxis popular reivindican los sujetos subalternos y las expresiones de sus
emotividades y sentimientos que han permanecido en el lado oculto, subjetivo y personal
190
del conocimiento, donde son notables las manifestaciones de creatividad, improvisación y
espontaneidad. Todo esto, contrapuesto al conocimiento que se produce desde las
instituciones, llámense, ciencia, escuela o Estado, entre otras, mediante lógicas de
conocimiento racional. En ese sentido, realiza una fuerte crítica a la concepciones de
ciencia que le fueron heredadas a América Latina, como instrumento de producción de
conocimiento y de generación de sometimientos y desigualdades, pero también de
imposiciones de formas de pensar y de actuar, donde la ciencia se instaura como “esa trama
social de silencios, denegaciones y subalternaciones que nos constituye” (Grosso, 2008a:
2). Esto constituye un elemento fundamental de crítica, porque apunta a la esencia de todas
las formas de sometimiento social por las que han pasado muchos pueblos.
En este aspecto es muy importante la propuesta de Kusch, que plantea que “detrás
del silencio popular, y de su decir cualquier cosa, hay una verdad que rige su combinatoria
y que nosotros perdimos” (Kusch, 1978: 9). Ese silencio popular se ha convertido en una
pesada carga histórica, pero que no significa que no quieran comunicarse, sino que ante
todo se deben sopesar las condiciones contextuales para que lo puedan hacer. De esa forma,
el pueblo, en sentido genérico, ha avanzado significativamente en la toma de conciencia
sobre su papel histórico y sus diferencias con los dominadores donde el “saber culto apunta
a la confusión. No se sabe qué hacer. Pero el pueblo si lo sabe, aun cuando no quiera hacer
nada” (ibíd., 1978: 9). Pero es necesario explicitar que es posible que el pueblo no diga
nada con sus palabras pero dice mucho con sus prácticas y sus maneras de hacer, donde
expresan ampliamente sus deseos y frustraciones. También es importante aclarar que, el
hecho de no querer actuar no depende de sus propias decisiones sino de situaciones de
sometimiento que no se lo permiten y donde siempre ha imperado “un silencio lleno del
discurso popular” (ibíd., 1978: 9). Lleno de infinidades de elementos que conforman las
prácticas sociales, lleno de necesidades, de inquietudes, de angustias, de voces atragantadas
y no expresados, pero también de luchas y rebeliones no consumadas.
También, en ese aspecto se presenta una fuerte crítica a la construcción de la
identidad Latinoamericana, por parte de Paulo Freire, cuando se refiere a las masas mudas:
“aunque puedan, de manera circunstancial, leer y escribir porque les hayan “enseñado”
en…campañas… humanitarias…de alfabetización, se encuentran, sin embargo, alienados
del poder responsable por su silencio” (1972: 30). Habría que preguntarse si los habitantes
191
de América Latina no han sabido escribir su propia historia, o no los han dejado hacerlo,
pero también por las maneras de salir de esa condición.
En el caso de Manizales, y en general, dentro de las condiciones comunicacionales
actuales es posible plantear que el subalterno si puede hablar, aunque el alcance de sus
palabras y reflexiones aún esté por establecerse y validarse. La imposibilidad de que hable
el subalterno proviene de los contextos de poder en los que ha actuado históricamente, que
también son cambiantes como en el caso de los contextos urbanos. De igual manera, se
debe determinar si el hecho de hablar significa que las situaciones sociales se puedan
cambiar, o por lo menos le permitan tomar conciencia acerca de su situación de
sometimiento. Todo esto genera interrogantes acerca de la condición del subalterno y de las
posibilidades históricas, no sólo de que pueda hablar sino, ante todo, de que pueda ser
escuchado. De esa manera, los subalternos deben seguir insistiendo en la posibilidad de
“hablar”, “partiendo de la dificultad e imposibilidad de que lo hagan, o bien lograr un tipo
de discurso que en los diferentes registros humanísticos y científicos permita su visibilidad”
(Beverley, 2004). La visibilización se puede lograr mediante los relatos cotidianos, que
rompan con los discursos hegemónicos y, a su vez, generen otro tipo de discursos
liberadores. El logro de estos tipos de discursos, significa que para los subalternos existen
maneras de participar en los juegos de lenguaje del poder, tal como ha sucedido con los
discursos producidos desde el ámbito de lo popular, que paulatinamente han logrado
reconocimiento por parte de las culturas de elite. En ese sentido, desde luego que existe la
posibilidad de que el subalterno pueda hablar, no sólo asimilando las posiciones teóricas de
los dominantes para conocerlos, como propone Dussel (1995), sino buscando la expresión
de sus propias voces, desde sus discursos, prácticas y acciones críticas,
Todo esto implica, la toma de conciencia del subalterno sobre sus relaciones de
conocimiento respecto a las clases hegemónicas, pero también, sobre su decisión para
hablar por sí mismo y recuperar las palabras, producidas desde sus experiencias y
vivencias, que le permitan expresar lo que hacen, dicen y sienten.
También es necesario reconocer que el subalterno no necesita interlocutores ni
traductores de sus propias acciones ni que debe dejarse “representar”, asumiendo la crítica
de Spivak al trabajo del intelectual, que “actúa, consciente o inconscientemente, a favor de
la dominación del subalterno, manteniéndolo en silencio sin darle un espacio o una posición
192
desde la cual pueda “hablar”” (Giraldo, 2003: 299). De esa manera, también se debe
comenzar a reivindicar al subalterno a partir de la crítica al intelectual, que se ha tomado su
vocería y no le permite actuar libremente.
Por todos esos motivos, las ciudades actuales se pueden considerar como
territorios propicios para las resistencias, donde “surgen nuevas posibilidades políticas
agenciadas por movimientos sociales algunos de los cuales son de carácter contestatario y
hasta oposicional” (Lao Montes, 2006). La variedad característica de lo urbano también
genera diferentes modos de analizar la realidad, lo que permite que los grupos sometidos
por diferentes modalidades de poder, busquen sus propias formas de expresión y
reconocimiento. En este último caso, los denominados actualmente como “indignados”,
constituyen una categoría de la subalternidad, que se puede asimilar a esos sujetos
“mutantes y migrantes”. Son movimientos sociales que, debido a las crisis generalizadas
actuales en muchos países del mundo, se manifiestan contra la gobernabilidad, la
acumulación de capital por parte de las empresas multinacionales en perjuicio de los
Estados y la decepción hacia los partidos políticos y sindicatos. Se trata de movimientos
sociales compuestos principalmente por jóvenes, en los que también participan ciudadanos
de diversas condiciones sociales, sexuales, económicas, políticas o religiosas. Son
movimientos de desesperanza, que no encuentran proyecciones hacia el futuro y que no
gozan de libertad para implementar sus proyectos de vida, por lo que pretenden “la creación
de una conciencia colectiva de que existen posibilidades, recursos e individuos para alterar
el aquí y el ahora” (De Roa, 2011), mediante acciones espontáneas o muy poco
organizadas.
Los indignados son ejemplo de grupos subalternizados alternativos, que asumen la
indignación como sinónimo de protesta, ante diversas condiciones de sometimiento por
parte de los Estados, lo que implica una “relocalización de la subalternidad en los procesos
de generación de conocimiento dentro del paradigma de la globalización” (Rodríguez,
1998: 85). En este mismo sentido es importante destacar el "boom del subalterno", como
fenómeno de “diseminación ideológica de una categoría englobante, esencializante y
homogeneizadora por la cual se intenta abarcar a todos aquellos sectores subordinados a los
discursos y praxis del poder” (Moraña, 1998: 237). En este aspecto, en la sociedad actual
son múltiples los grupos sociales que entrarían dentro de esta categoría, teniendo en cuenta
193
que las formas de sometimiento se han venido sofisticando, dentro de una sociedad cada
vez más fragmentada, donde se manifiestan muchas clases de grupos que pugnan por su
reconocimiento identitarios.
Los movimientos de indignados que se encuentran esparcidos por todo el planeta,
también se manifestaron, aunque tímidamente en Manizales. De esa manera,
“Los indignados”, el movimiento que empezó en España y que se ha extendido a
otras latitudes, está en Manizales. Indignados están los más de 400.00
manizalitas porque están sin agua, debido a los daños en el sistema del
acueducto y en el día de ayer (martes) realizaron un Plantón en la Plazoleta de la
Alcaldía y hoy una marcha por las principales calles de la ciudad protestando
por la negligencia, la imprevisión y la mala administración municipal, que los
tiene sin agua (Videos, sf.) (Planeta Paz)
Este fue un intento por organizar a la ciudadanía de Manizales, inspirado en muchos
de los principios que han adoptado los movimientos que a nivel mundial luchan por
reivindicaciones populares. Por eso
En la capital de Caldas se realizó el denominado “plantón de las ollas y de los
indignados” como una muestra del rechazo de los ciudadanos ante la emergencia
que registra la ciudad hace cinco días por el desabastecimiento de agua.
Esta iniciativa fue organizada por varios líderes entre los que está el dirigente
comunitario Germán Vallejo, organizador de la jornada, quien señaló a Caracol
Radio que la protesta se realizó a partir de las tres de la tarde en la plazoleta de
la alcaldía, donde los ciudadanos, con los elementos básicos para recoger agua,
protestaron y cuestionaron lo que denominaron un trato “ humillante e
indignante” de la administración municipal, además de criticar la falta de un
plan B para superar la emergencia.
En ese sentido, los “Indignados” repartieron volantes en diversos sectores de la
ciudad, en donde invitaban a la gente para que participara de la jornada y se
dirigiera al sector céntrico de la ciudad. En la citada reunión, se insistía en que el
restablecimiento del servicio de agua debe ser total y no parcial, como se
pretende implementar este jueves.
Ante esta situación, el secretario de Gobierno de Manizales, Julián Andrés
Vasco, denunció que los organizadores pretendían deteriorar el orden público y
dijo que en la jornada participaron políticos que están en la contienda electoral
por la alcaldía y el concejo de la ciudad, los cuales lideran las protestas (Vela,
sf.).
Fueron algunos intentos, tal vez mínimos pero muy significativos, de acuerdo con
las características culturales de Manizales, por equipararse a los movimientos de indignados
en otras partes del mundo. Aunque realmente no tuvieron la fuerza suficiente para
convertirse en alternativa política, por lo menos fueron asomos de los ciudadanos por
194
globalizarse políticamente. Esto se puede considerar un avance en cuanto a la toma de
conciencia política.
4.1.2.3 LO POPULAR
Uno de los componentes fundamentales del contexto urbano, para la construcción
de nuevas ciudadanías, se relaciona con los sectores populares. Teniendo en cuenta que la
categoría social de la cultura popular ha sido un tanto tergiversada y malinterpretada,
conceptualmente es más adecuado indagar acerca de lo popular, que se puede caracterizar
como un campo social más amplio e incluyente. Pero aclarando que no se trata de un
concepto acabado, ya que
no corresponde con precisión a un referente empírico, a sujetos o situaciones
sociales nítidamente identificables en la realidad. Es una construcción
ideológica, cuya consistencia teórica está aún por alcanzarse. Es más un campo
de trabajo que un objeto de estudio científicamente delimitado” (García
Canclini, 1987: 2).
Lo popular constituye, en esta época, un extenso campo de trabajo,
interdisciplinario, que reúne una gran cantidad de elementos analíticos. Combina,
concepciones tradicionales con manifestación culturales modernas, presentadas bajo la
forma de hibridaciones, por lo que “se limita a lo manual, lo tradicional y las relaciones
íntimas de pequeñas comunidades, […] se entremezcla con las comunicaciones y las otras
formas modernas de vida urbana” (ibíd., 1987: 16). Es importante reconocer, que a pesar de
que no trata sobre grupos homogéneos, de igual manera, poseen muchas afinidades en su
condición de explotados, subordinados, invisibilizados o subalternizados. De esa manera,
sigue siendo una categoría fundamental dentro de las ciencias sociales por la
capacidad de reunir a grupos tan diversos, cuya común situación de
subalternidad no se deja nombrar suficientemente por lo étnico (indio), ni por el
lugar en las relaciones de producción (obrero), ni por el ámbito geográfico
(cultura campesina o urbana). Lo popular permite abarcar sintéticamente todas
estas situaciones de subordinación y dar una identidad compartida a los grupos
que coinciden en ese proyecto solidario (García Canclini, 1987: 2).
Se trata entonces de una categoría fundamental para examinar la situación de
grandes masas de población en los contextos urbanos. De esa manera, en esta época, de
primacía del paradigma globalizador se generan cada vez más polarizaciones sociales, entre
los pocos que tienen mucho y las grandes mayorías que tienen muy poco, o nada. En este
195
contexto, lo popular se asimila con “lo masivo, lo segregado, lo arraigado, y además, lo
opuesto a uno, en virtud de connotaciones específicas de tipo cultural” (ibíd., 1978: 7). Esto
implica que los sectores populares, a nivel mundial, constituyen inmensas mayorías, que
poseen un gran peso específico, tanto por sus luchas reivindicativas, como por los aportes
críticos que pueden realizar a nivel social. Pero también, se debe advertir que, lo popular se
relaciona con la comercialización de productos culturales, al servicio de los mercados
globales, que bajo el auspicio de las TIC, lo convierten en fuente de manipulación y de
alienación de masas.
Lo popular, como masivo, establece una relación intensa con lo urbano, teniendo en
cuenta que las grandes ciudades albergan crecientes volúmenes de población, además de la
existencia de grandes migraciones transnacionales, y sobre todo, el reconocimiento de que
los problemas derivados de la relación, inclusión-exclusión cultural, son inmensos. El
campo de lo popular, dentro de los Estudios Urbanos se reconoce como un factor que puede
y debe transformar de relaciones de dominación dentro de las tendencias de la
interculturalidad. En este último aspecto, se debe indagar en profundidad, dentro de
procesos sociales complejos, para “reconocer la interculturalidad invisible y desigual en la
que vivimos y a movilizar la oscura y agitada densidad de luchas simbólicas en que se
hunde lo popular potenciando una praxis crítica” (Grosso, 2007: 33-34). Esa praxis crítica
puede generar nuevo conocimiento sobre la ciudad pero también acciones encaminadas a
generar cambios sociales significativos. Para este propósito se requieren también otras y
múltiples miradas analíticas desde diferentes enfoques disciplinarios, tales como los
Estudios Culturales, que de acuerdo con Walsh, “apelan a la movilidad de lo “trans”
(cruces, hibridez, travesías)” (Richard, 2010: 68). Lo popular, como campo; requiere
entonces su abordaje desde propuestas inter y transdiciplinarias, pero también
indisciplinarias, donde necesariamente deber estar presente el “pueblo”.
Es necesario valorar lo popular desde la perspectiva epistémica, teniendo en cuenta
que cualquier clase de conocimiento, incluido el de occidente, en algún momento de su
existencia tuvo su origen en este campo. Por ese motivo, Kusch plantea que “el
pensamiento popular y no el pensamiento culto, es en gran medida fundante, por cuanto
posiblemente contiene las líneas generales del pensar humano en su totalidad” (1975: 6).
196
Esto significa que el reconocimiento de lo popular necesariamente remite a la historia y la
tradición de todas las culturas, pero también a la generación de sus formas de conocimiento.
En el caso de América Latina, se plantea que el descubrimiento de lo popular “nos
lleva a un futuro imprevisto, que ninguna fuerza puede detener” (Kusch, 1978: 9). Esta es la
importancia y la novedad que se le concedía a lo popular a finales del siglo XX, que sigue
vigente en la época contemporánea, mediante las luchas de los movimientos de
“indignados”, dispersos por todo el planeta.
Una de las propuestas de Kusch, también se relaciona con la construcción de un
prototipo de lo popular en América. De esa manera, se trata de gestar a partir de la
construcción simbólica del “hombre real”, un individuo que “no es totalmente moderno ni
totalmente indígena,...alude a un tipo medio del cual participa la clase media y el
campesino” (Kusch, 1977: 225). Esto supone, por ejemplo una crítica a algunas corrientes
de los Estudios Culturales que centran sus indagaciones en las poblaciones indígenas y
afrodescendientes, desconociendo muchas veces la existencia y los aportes de los criollos o
mestizos. En ese sentido, también es necesario reconocer que en América Latina se usa un
concepto restrictivo de interculturalidad, reducido a “los movimientos sociales o
comunidades “indios” y “negros”, silenciando a “campesinos”, “mestizos”, “afromestizos”,
“cholos”, etc.” (Grosso, 2008c: 237). Por ese motivo se debe explorar en “historias otras”,
no reconocidas, para generar procesos incluyentes con base en el reconocimiento de los
subalternos. El “hombre real” de Kusch se construye a partir de los aportes teóricos y
prácticos de la sabiduría popular y de los seres “ordinarios”. Por este motivo es necesario
indagar, desde el pensamiento popular, la revaloración de los saberes propios y el
cuestionamiento acerca de lo que significa el “episodio local de ser hombre” (Kusch, 1978:
101). En ese aspecto también lo popular se localiza, en territorios y lugares concretos,
donde se deben escuchar sus propias y particulares historias.
Lo popular, aparte de ser un campo de trabajo bastante amplio, tiene su principal
valor como elemento cuestionador y transformador de la sociedad contemporánea, donde es
necesario apreciar su fuerza epistémica y crítica, teniendo en cuenta que se potencialidad es
muy grande. Esto, en el sentido de sus aportes, tanto a la reconstrucción de la sociedad
como en su papel de cuestionador masivo, espontáneo y coyuntural de los mecanismos de
poder hegemónico. De igual manera, para generar pensamientos propios y “recuperar toda
197
la potencialidad del saber pensar y saber apostar al futuro” (ibíd., 1978: 10). Este último es
un aspecto fundamental de las luchas sociales porque es un ideal que le apuesta a los
procesos de larga duración, que implican la sumatoria constante de las pequeñas luchas
cotidianas.
Lo popular también es un campo de estudio que rompe con los criterios estrictos de
la ciencia y actúa más a nivel de lo operativo, por lo que se convierte en un escenario de
luchas prácticas y simbólicas, con innumerables posibilidades temáticas, teóricas y
metodológicas prospectivas. En ese sentido, representa un tipo de conocimiento
contestatario, reivindicativo y visibilizador de grandes masas de población, de luchas
emancipatorias, donde “hay una ‘voluntad de poder’ que anima tropos y cursos críticos no-
dominantes, nocturnos y masivos (proliferantes en el número), ‘rizomáticos’ […]
silenciosos en la solidaridad reticular del con-tacto” (Grosso, 2007b). De esa manea existen
muchas modalidades actuación en contra del poder, desde perspectivas creativas.
Todos los componentes de ese mundo alternativo que pugna por manifestarse y
expresar sus padecimientos y alegrías. De esa manera se trata de construir nuevas formas de
ciudadanía, dentro de un mundo que tiende inexorablemente hacia la primacía del
fenómeno urbano, tomando como referencia a los sectores populares.
Todos estos componentes analíticos de lo popular se pueden expresar mediante lo
que Vattimo denomina: “pensamiento débil”, entendido como “una anarquía no sangrante.
Es demasiado débil para organizar atentados. Se trata de propiciar áreas de libertad para los
sujetos débiles, de emancipar al hombre” (Martín, 1989). En ese sentido se trata de
reconocer la debilidad para enfrentar los poderes hegemónicos con toda la convicción
posible.
Todos estos mecanismos se contraponen a las formas de poder impuestas, “duras”,
mediante la apelación a formas de no violencia de los sujetos débiles, de los seres
ordinarios, dentro del ámbito de lo urbano. En este contexto también el estudio del
“pensamiento ingenuo, del sentido común se torna esencial” (Abric, 1994, 4). Se pretende
la valoración de formas de conocimiento “otras”, que no se encuentran dentro de las
categorías científicas. Pero también son las posturas de un sujeto que puede tomar
conciencia sobre su situación como ciudadano y se rebela. Por ese motivo, “si nos
ubicamos entonces en lo local […] con movimientos sociales, vamos a ver las cosas de una
198
forma muy distinta, vamos a ver que hay cambios, que hay posibilidades reales de cambios,
que la gente está luchando” (Escobar, sf.). Todas estas luchas localizadas son de diversas
clases, tanto las que se realizan por la subsistencia cotidiana, como las que pretenden la
búsqueda de mejores posibilidades de vida, dentro de un escenario de constante
aprendizaje.
El estudio de lo popular constituye entonces un campo de indagación bastante
interesante, en el cual, la semiopraxis popular aporta una significativa cantidad de
categorías para estudiar estos fenómenos. De esa manera, la “mancha semántica” de lo
“popular” se presenta como símbolo histórico de todo lo que ha sido relegado, rebajado,
proscrito, colocado en segundo plano, tergiversado, manipulado, condicionado, entre otros.
Todo esto como manifestaciones del poder que se ejerce históricamente sobre los grupos
subalternizados. En general representa simbólicamente a todo lo bajo (Nietzche, 2005), lo
contrario, lo que se opone, lo que no corresponde, lo no lógico, lo que ha sido negado o
degradado. Pero es precisamente desde esos lugares situados en los niveles de lo “bajo”,
desde los que se deben explorar las condiciones de existencia de estos grupos, para detectar
las formas de sometimiento a partir del lenguaje, que luego se convierten en prácticas, o
viceversa, como un círculo de dominación intencionalmente controlado. Todo esto
contribuye al análisis social, para buscar mecanismos de reinversión de estas situaciones de
dominación. Uno de los ejemplos de estas manchas semánticas es “el exceso intercultural
de lo “bajo” y de lo “femenino” como topos populares” (Grosso, 2009d: 32), donde el
poder actúa amparado en estratificaciones y jerarquizaciones de los órdenes dominantes.
Un aspecto importante, en el caso de la “tragedia” manizaleña, fue la posibilidad de
examinar muchos aspectos urbanos, que mediante las prácticas sociales críticas contribuyen
a la visibilización de grandes masas de población olvidadas y excluidas. En ese sentido,
“pueden ser leídas también como enunciaciones que surgen de las experiencias de vida de
los hombres y mujeres convertidos en sujetos sociales” (Uranga, 2001: 1), que pretenden
expresarse mediante acciones y discursos cotidianos. De esa manera, se deben asumir
posiciones críticas y pasar a una “economía crítica del conocimiento formalizada en las
matrices epistémico-prácticas de nuestros vicios y deformidades subalternos” (Grosso,
2008a: 9). Este es un esencial punto de arranque hacia las luchas cotidianas por
reivindicaciones posibles.
199
Por lo anterior, es posible cuestionar la vigencia actual del concepto de
subalternidad, con la pretensión de ampliar sus alcances, o si es posible otorgarle otras
interpretaciones, teniendo presente que su lugar “empieza a ser desplazado hacia una teoría
de la recepción, de la lectura, de la interpretación, que subraya los modos de construcción
en la sintaxis, los hitos, las censuras y los silencios” (Rodríguez, 1998: 88). En este aspecto,
se puede interpretar que se presentan movimientos de desplazamiento de la subalternidad
hacia lugares de comprensión más subjetivos e interpretativos, donde esta categoría se hace
un tanto difusa, menos centrada dentro de esquemas racionales, que se constituye en “un
lugar epistemológico presentado como límite, negación, enigma” (Ibíd., 1998: 191). Se
puede entonces hablar de lugares “otros”, heterópicos, que se tornan interesantes como
fuentes de conocimiento alternativo. En el caso urbano es interesante analizar la
proliferación de grupos poblacionales que no caben dentro de las categorizaciones
“clásicas”, a pesar de que son subalternizados. Por ejemplo, desde el punto de vista de las
relaciones económicas y laborales surgen nuevas subalternidades, referidas a “la masa de la
población trabajadora y de los estratos intermedios, (sin) excluir a los sujetos
"improductivos” (Castro-Gómez, 1998: 80). De igual forma son importantes los empleados,
los desempleados y las amas de casa, entre otros. Pero son los jóvenes los que
generacionalmente se sienten subalternizados y representan un gran segmento de población,
que busca reconocimiento y expresión de sus identidades personales, principalmente a
través de las redes sociales o la pertenencia a sectas o tribus urbanas, donde manifiestan sus
ideas, gustos musicales, vestuarios o formas de relacionarse, entre otros. Son formas de
rebeldía, que desde luego no son nuevas, teniendo presente que los jóvenes fueron
protagonistas del mayo de 68 en Francia, el hippismo o los orígenes del rock. También,
dentro de la cultura urbana se subalterniza a grandes masas de población, que no se
encuentran enmarcadas dentro de los cánones estéticos fabricados desde los massmedia,
relacionados, por ejemplo, con la presencia física, la obesidad, la fealdad y, en general,
algunos elementos asociados al cuerpo y sus formas de expresión. De igual manera, existe
otro segmento de población, mayoritario en América Latina, un tanto ocultos, ya que los
mismos subalternistas afirman que estaban “profundamente insatisfechos con la ausencia de
los pobres en su propia historia” (Szurmuk y Mckee, 2009: 257). Se trata de un segmento
de población que debe visibilizarse, para que deje de ser simplemente un número en las
200
estadísticas negativas, y que sea reconocido dentro de la categoría de personas en condición
de subalternidad.
El subalterno también ha adquirido un status social, lo que le permite en los
momentos actuales, una capacidad de resistencia pero también de negociación. Así, “la
cultura y la diferencia cultural […] han constituido el diagrama de poder desde donde
ciertas subalternidades […] establecen sus resistencias” (Restrepo: 2010: 113). Pero
también debe quedar claro, así como el subalterno tiene diversas posibilidades de acción,
también posee una gran capacidad negociadora, porque “no es un sujeto pasivo […] sino un
sujeto negociante, activo, capaz de elaborar estrategias culturales de resistencia y de
acceder incluso a la hegemonía” (Castro-Gómez, 1998: 17). De igual manera, se debe
reconocer que la existencia del poder exige que sean dos los adversarios, uno dominante y
uno dominado, aunque se puede cambiar de rol siempre se necesitan, por lo que para dos
para Ileana Rodríguez, “la lógica de la dominación occidental posee siempre "otra cara",
que es donde se localiza el subalterno y sus estrategias de negociación con el poder” (ibíd.,
1998: 17). En este sentido, el subalterno históricamente ha aprendido a asumir
innumerables formas de negociación, nacidas de sus permanentes luchas y enfrentamientos
con el poder, que en términos concretos corresponden a las tácticas de De Certeau.
4.1.2.4 LOS INMIGRANTES AFROS E INDÍGENAS
Los inmigrantes pueden ser agrupados dentro de son una categoría bastante amplia,
que incluye a todos los ciudadanos que llegan a la ciudad. Necesariamente poseen una
percepción externa, y por lo tanto una visión diferente sobre la cultura urbana, lo cual
significa que pueden penetrar en asuntos y detalles que escapan a las interpretaciones de los
que han nacido y permanecido mucho tiempo en la ciudad. Esos inmigrantes de diversas
condiciones culturales, le aportan nuevos elementos a las construcciones de la ciudadanía.
A pesar de que la intención de la construcción social de lo urbano es acoger a todos
los ciudadanos que llegan a la ciudad, también en las prácticas se constituyen como
escenarios de exclusiones sociales. Por ese motivo es importante especificar que, a partir de
estos fenómenos urbanos se configura un contexto donde se presentan heterogeneidades,
estratificaciones, desarraigos, diferenciaciones sociales, crisis de identificación,
marginalización y comportamientos violentos, entre otras. Esto cuestiona, en el caso de
201
Manizales, si en verdad se puede considerar como “la ciudad de las puertas abiertas”, con
todas las implicaciones que tiene este imaginario urbano. Por todo esto, la ciudad se torna
como “un caleidoscopio al cual es necesario darle coherencia” (Arturo, 1994: 25). Esa
coherencia la otorgan las vivencias y las prácticas sociales, de acuerdo con las adaptaciones
a los contextos urbanos específicos.
El inmigrante también requiere de procesos de adaptación a nuevas circunstancias,
donde son importantes los imaginarios y representaciones que construyen sobre la ciudad,
mediante los usos que le otorgan a los espacios y las relaciones sociales que establecen. En
ese aspecto, se debe valorar la cultura del “otro” desde la perspectiva de búsqueda de
condiciones de igualdad y de derechos ciudadanos. En ese sentido también existe, para
algunos inmigrantes, la sensación de sentirse cómodos con respecto a la convivencia en la
ciudad y sus posibilidades de aprovecharla. Por eso, un afrodescendiente migrante conoce
las diferentes maneras como se puede adaptar a la ciudad y llevarlas a la práctica.
Es muy amable, simpático y le gusta entablar amistad con las personas, trata muchos
temas de conversación pero al mismo tiempo es recochero, bromista, alegre, casual,
improvisa temas y chistes durante toda la conversación, es muy conocido, tiene amigos
de todas las carreras de la universidad, es amigo de todos los docentes que imparten
clase en su pregrado, conoce los nombres de todas la secretarias con las que tiene trato,
conoce a las personas de la cafetería, de servicios de aseo de la universidad, los
celadores y los vendedores de los carritos de dulces. Disfruta el día a día en la
universidad y lo aprovecha al máximo porque siente y manifiesta que la amistad es muy
importante para los hombres. Le gustan las mujeres blancas (O: Am1).
Todos estos son mecanismos que utilizan los inmigrantes para “visibilizarse” de
alguna manera. En ese sentido, la ciudad actúa como un ente regulador de relaciones
sociales, que cumple la doble función de incluir o excluir, mediada por el juego de poderes
entre hegemonía y sometimiento, donde se presentan como esenciales la palabra, el
discurso y las voces de los ciudadanos no reconocidos.
También, existe mucha prevención por parte del citadino respecto a los inmigrantes,
especialmente los indígenas, por su biotipo, a los cuales se les consideran bastante extraños,
de tal manera que se les indaga con insistencia respecto a las intenciones que tienen cuando
llegan a la ciudad. Por eso,
Mire que en su mayoría hay lugares más o menos grandecitos, y si usted llega a
ese lugar y es usted es una persona desconocida a usted de una lo van indagando,
como que usted que es, usted a que viene, usted que sucede, que anda
202
estudiando, que... o sea, que es que profesión, usted porque viene acá... entonces
sí, pero pues... acá, “la equidad se ha perdido” (Im1).
Así, los inmigrantes van descubriendo situaciones en las cuales necesariamente
deben adaptarse, especialmente cuando perciben de manera directa las divisiones sociales
que existen en las ciudades y el hecho de que no perciban correctamente sus
comportamientos cotidianos.
Los indígenas también cuestionan el tratamiento que se les brinda, respecto a las
diferencias culturales, de modo que
nosotros no somos objetos de estudio, nosotros somos igual de seres humanos a
ustedes[…] no nos traten así... no nos traten como un elemento que pueden
venir, estudiar y chao y chao si si y entonces, eso es pa que, si los mismos seres
humanos somos elementos de los demás, pero nosotros mismos nos usamos […]
(E: Im1).
En muchos casos los inmigrantes o los que se sienten “diferentes” en la ciudad,
deben convertirse en ciudadanos “forzadamente”, mediante procesos de adaptación a
situaciones que escapan de sus modos de vida habituales. Por eso deben asimilar
determinadas normas de urbanidad para ser aceptados por la “cultura urbana”, muchas
veces radicalmente extraña y someterse a unas rígidas normas de convivencia
preestablecidas. Pero esto no se puede tomar sólo en su sentido negativo, porque existen
casos en que ciudadanos nacidos en Manizales, que se sienten diferentes, tratan de
adaptarse, tal como sucede con un afrodescendiente manizaleño, que afirma que,
me di cuenta definitivamente porque me gustaba estar con la gente, la gente me
distrae, me divierte, me hace reír, me hace pensar, me hace llorar, la gente me
construye, me destruye, la gente me usa, me utiliza, me deshace, eso me
pareciera que no es nada agradable, pero cuando uno se da cuenta que a la
medida que están haciendo con uno, uno también sale con ello […] hasta aquí ha
llegado la sociedad de consumo (E: An2).
Al inmigrante se le presenta la ciudad como un ambiente pletórico de estímulos
novedosos y atractivos, por lo que también debe permanecer en un continuo estado de
alerta, con cierto grado de desconfianza, para detectar con mayor efectividad los “peligros”
y situaciones desfavorables que se les presentan. Todo esto como mecanismos psicológico
para adaptarse mejor a esta situaciones.
203
El inmigrante, al arribar a la urbe, debe tener muy claros sus objetivos vitales y la
seguridad respecto a sus valores culturales, con el propósito de que no los “pierda”, en el
sentido simbólico. En el caso de los indígenas puede significar que no sólo algunos
integrantes de sus comunidades las van abandonando sino, que esto está sucediendo con los
jóvenes, que deberían ser los garantes de la sostenibilidad cultural. Estos son seducidos por
las múltiples oportunidades que tienen en la ciudad. En el largo plazo, la influencia sobre
las sobre las nuevas generaciones se va perdiendo paulatinamente, en función de mantener
los valores culturales, lo que genera situaciones complejas para las comunidades. Por eso
un indígena afirma que
hay muchos […] estudiantes indígenas que vienen acá, les gustó la ciudad, se
dejaron maravillar […] porque acá pueden supuestamente conseguir un trabajo y
se pueden desenvolver, sabiendo que acá la vida en la ciudad es ¡más dura!, que
allá... y se quedan, y […] no tiene como como sentido de pertenencia de ir allá a
la comunidad otra vez a seguir trabajando (E. Im1).
El hecho de que uno solo de los indígenas no regrese a su comunidad significa la
pérdida de un potencial líder y el desestimulo para otros integrantes de la comunidad en la
función del mantenimiento de las tradiciones culturales. Para los afros las situaciones son
diferentes. Sobre estos temas, uno de los inmigrantes que viven en Manizales piensa que:
A pesar de ser una ciudad fría, muy diferente topográficamente a la zona
atlántica de donde proviene Raúl, él considera que Manizales le proporciona más
de lo necesario como para radicarse después de graduarse de la Universidad. La
Universidad le proporciona a Raúl una mirada diversa sobre el entorno cultural
del país” (O: Am1).
Los afrodescendientes, al parecer se pueden adaptar mejor a las condiciones de la
ciudad ya que no tienen arraigos culturales tan marcados como los de los indígenas, para el
caso colombiano.
Por otra parte, una de las formas de abordar el tema de los usos de la ciudad, se
relaciona con las maneras como se sienten “tratados” los inmigrantes. En este aspecto, en
las ciudades también se generan prevenciones, en las cuales se trata de ver al “otro”, al que
no pertenece al territorio propio, como un extraño y algunas veces como un invasor. De esa
manera se originan formas de prevención que probablemente, dentro de los procesos de
adaptación, van desapareciendo, aunque no siempre sucede esto. Mientras tanto, por
204
ejemplo: “uno se siente extraño con los otros y también le parece como peligroso la gente
de acá, […] por el mismo desconocimiento que hay” (E: Im1). Esto demuestra alguna clase
de dificultad que tienen los inmigrantes para adaptarse a las condiciones sociales de la
ciudad, lo mismo que para expresar sus manifestaciones culturales. Este es un elemento
importante que pone en entredicho el papel que han asumido las ciencias sociales en cuanto
a considerar a los “otros” como “objetos de estudio”, donde se presentan abusos y usos
utilitaristas.
Esta ciudad, como muchas de su tamaño y condiciones de desarrollo, no es ajena a
manifestaciones sociales excluyentes, donde imperan mecanismos de clasificación
territorial, de clase, de condición económico o sexual. En ese sentido es necesario tener en
cuenta la situación de indígenas migrantes que se han sentido rechazados, por lo que uno de
ellos afirma que “por lo menos a mí me contaban, muchos de los estudiantes que […]
indígenas que apenas llegaron acá […] hubo una rechazo total” (E: Im1). Pero no
solamente se trata de historias contadas sobre otras experiencias de rechazo, sino que
también las han sentido en sus propios cuerpos, debido a sus diferencias físicas y de
comportamientos, por ejemplo, “como usted es de la comunidad indígena […] entonces si a
veces uno se siente excluida” (E: Im1). Se puede establecer que en la ciudad existen formas
de segregaciones raciales, por ejemplo asociadas al derecho de entrada de los inmigrantes a
determinados lugares, mediante la famosa reserva del derecho de admisión. Por ejemplo,
para una mestiza nativa, Manizales es
una ciudad en la que se vive diferente, por su religión (sic) buscan espacios solos en
donde no existan personas de raza negra ni mestiza, frecuentan bares de rock, en las
reuniones realizan rituales paganos en casas de cada uno de los del grupo o en bosques
alrededor de la ciudad (O: Mn1).
El sólo hecho de tener un color de piel diferente, genera reacciones entre los citadinos,
a pesar de que se trate de un afro nativo de la ciudad. Por eso, “no hay manizaleños afro,
entonces es muy raro […] eso también genera un impacto […] y más si se enteran que uno
es de acá […] ¡como así que usted es da acá! No mentiroso, pues […] es que es lo difícil de
creer en esa vaina” (E: An2). Esto plantea que en Manizales existe un proceso histórico de
“blanqueamiento” (Grosso, 2007a: 1), que no ha culminado, por lo que es extraño que
existan afros que se consideren manizaleños. De igual manera, en el comportamiento hacia
los “otros”, existe discriminación hacia la población afrodescendiente, tal como lo
205
manifiesta una mestiza: “en sus sitios de reunión en la zona rosa no se encuentran con
negros pues visitan bares de rock o metal que los negros casi nunca frecuentan” (O: Mn1).
En esa forma, existen lugares a donde solo pueden acudir determinas personas, lo que ya
prefigura situaciones de discriminación
Esto significa que las relaciones culturales al interior de la ciudad se deben construir
con base en el respeto por las identidades que se asientan en su interior, ya que si ocurre lo
contrario, se puede convertir en una amenaza para los inmigrantes y para la estabilidad
social de la cultura urbana. Esto debido al hecho de que la ciudad “absorbe”, no solo
personas, sino también culturas que hibridiza o recicla, creando nuevas perspectivas
culturales, diferentes a las de pertenencia. Por este motivo, lo que sucede en la ciudad
puede repercutir profundamente en comunidades aparentemente muy sólidas como las
indígenas, que son víctimas de procesos de aculturación o de transformación cultural, de tal
manera que “me deje llevar por unas personas, entonces como que perdimos esa solidez”
(E: Im1). También, esto tiene que ver desde luego con los desarraigos en la ciudad.
Los grupos marginados o subalternizados, tratan de expresar sus identidades
culturales, buscando el reconocimiento por parte de los “otros”, que al sentirse segregados,
tratan de “romper con esos prejuicios, ese estigmatismo (sic) que tienen” (E: Im1),
refiriéndose a los “otros” ciudadanos.
Uno de los mecanismos que utilizan los inmigrantes, tanto indígenas como
afrodescendientes, para adaptarse a situaciones excluyentes es la adopción de posiciones
defensivas, para mantener sus valores y principios culturales. En ese aspecto, por ejemplo,
un afrodescendiente nacido en Manizales, afirma que “o tu te autorrechazas porque en parte
de no comprender (sic) algunas ideas también es aceptar que el otro piensa diferente pero
cuando tu no aceptas eso, tu te autodefiendes y ya” (E: An2). De igual manera es muy
importante profundizar en el conocimiento de la ciudad, por lo que “es necesario
especialmente conocer el territorio, la población, la historia... entonces cuando usted se
enriquece con eso, entonces no cae como en esas trabas de ignorancia de ingenuidad (risas)
si se podría decir así” (E: Im1). Esto constituye un paso importante hacia la adaptación
urbana, donde también quedan impresas las sensaciones corporales y las huellas de
determinados tipos de rechazo.
206
Todo esto se debe localizar dentro de contextos urbanos específicos donde se
expresan relaciones sociales de inclusión-exclusión, de visibilización-invisibilización, de
reconocimiento-desconocimiento. Todo esto con el propósito de buscar condiciones
ideales de convivencia, que reduzcan las posibilidades de que unos ciudadanos sean
sometidos por otros, a pesar de que se debe reconocer la realidad de las sociedades
estratificadas, donde “a veces si, me he metido en […] grupos que […] empiezan a verse
como esas ramas de jerarquización” (E: Im1). En este aspecto también aparecen formas de
prevención contra los grupos étnicos diferentes, que tienen una triple condición que
atender, respecto a mantener sus costumbres tradicionales, establecerse en un nuevo
territorio y estar sometidos a muchas influencias culturales. Por ese motivo,
si como que dicen, esta persona no me brinda nada... y o uno está hablando y a
esta persona está hablando bobadas... si también, pero como te digo a veces
uno... desde que usted sinceramente se sienta... se conozca, y sepa la importancia
que usted tiene […] son muy poquitas las cosas que, que usted puede determinar
de la otra persona, solamente dice, él no tiene la suficiente capacidad, para poder
reconocer... para poder conocer, entonces, dejémoslo que madure, y ya […] (E:
im1).
Esto se relaciona con retiradas tácticas que implementan los migrantes para que las
situaciones complicadas no les impidan mantener la tranquilidad. Por ese motivo, perciben
que deben alejarse y reconocer que “no se... como que hay un rechazo […] no, acá no es el
lugar...me siento como amenazada, entonces, el único lugar que a veces uno siente
sinceramente […] es el lugar donde haya tranquilidad, no haya bastante gente (E: Im1).
Para el caso de los estudios urbanos de América Latina, estas situaciones se relacionan con
caracterizaciones de la ciudad como un territorio sometido a los avatares de la violencia,
que provocan en sus habitantes la búsqueda de refugios, que los aíslen y les den seguridad.
En ese sentido un afrodescendiente migrante construye su refugio en la casa, en la cual se
siente dueño de su mundo y puede mantener una conversación que
Es fluida y tranquila sin temor a equivocarse por la seguridad que le brinda estar en su
hogar, es más desenvuelto y omite opiniones a distintos temas a tratar es calmado, habla
más rápido con sus compañeros de casa, ve los noticieros, habla mucho de fútbol y de
las discotecas de ciudad a las que vista casi todos los fines de semana. Habla también de
mujeres y de amigas con sus compañeros, la comida que hace cuando está en casa
siempre refiere a elementos de su región como tortas de pescado, arroz con coco,
patacón, cerveza, jugo de tamarindo entre otros (O: Am2).
207
También es necesario recalcar que no todo lo que sucede en la ciudad puede ser
negativo para los inmigrantes, sino que también se generan posibilidades de realización,
donde son fundamentales las prácticas. Para un afrodescendiente,
me dejó toda la práctica y la teoría política que tengo hoy en día, me ayudó a
crecer más como persona, que la misma academia. Porque cuando tu tratas con
la gente que finalmente quiere es ayudar, te das cuenta de cuáles son las
necesidades de la gente, […] sino que comprendes que el problema inmediato, la
solución inmediata, pero también a largo plazo construyes teorías, construyes
problemas, construyes un montón de cosas pero eso te lo enseña la gente, la
sociedad informal a la que nadie ve, a la que nadie mira (E: An2).
En la búsqueda de un nivel de vida más tranquilo y llevadero en la ciudad, los
inmigrantes tienden hacia la integración con otros ciudadanos, y en el caso de los indígenas
buscan afinidades con los sectores populares, porque también les gusta habitar en esos
territorios. Por eso, “vamos por el lado popular o sea... por las personas del cotidiano (Im1),
desde una perspectiva de cercanía a sus relaciones vitales de tipo comunitario. Esto sucede
porque en las ciudades existen barrios populares que se asemejan a pequeñas comunidades
donde se presenta más proximidad entre las personas, se comparten bastantes actividades y
se desarrollan vínculos sociales duraderos. En ese sentido, los integrantes de los sectores
populares poseen cualidades sensibles que invitan a la convivencia, de tal manera que “a
veces hablar con ellos es más rico que hablar con las personas que estudian en la
universidad (risas) porque usted encuentra con... ellos más […] más confrontación (sic)”
(Im1). De esa manera, establecen relaciones con otros ciudadanos, que pueden ser de
carácter utilitario, para lograr algo y obtener satisfacción personal, pero también para
compartir, satisfacer necesidades propias, o servir a otros.
4.1.2.5 CIUDADANOS DE CLASE POPULAR NACIDOS EN LA CIUDAD
Los ciudadanos ordinarios de la ciudad, que nacieron en la urbe y no tienen la
condición de inmigrantes, por sus propias condiciones sociales, son un importante sector de
población que padece muchas de las consecuencias generadas por las malas
administraciones. A las actitudes displicentes hacia los sectores populares marginados, se le
suman las tendencias hacia la concentración del poder en la toma de decisiones sobre la
administración de la ciudad. Así, se establece una evidente diferenciación entre los poderes
hegemónicos y los subalternizados que se manifiesta en polarizaciones entre unos
208
ciudadanos que gobiernan y otros que son gobernados, unos que construyen los símbolos
culturales y otros que los acatan, entre unos que construyen discursos y otros que se
dedican sólo a escucharlos.
En ese sentido, el Proyecto de Renovación Urbana de San José, constituye un
ejemplo bastante interesante, respecto a las maneras como muchos ciudadanos de sectores
populares, son marginados de las decisiones sobre las propuestas de desarrollo de la ciudad.
De igual manera es muy notable el desconocimiento de sus opiniones, y desde luego su
participación. De esa forma, los sectores populares se encuentran en evidente desventaja
con respecto a las decisiones que toman otros, pero que influyen de manera radical sobre
sus vidas.
Con respecto al Proyecto, se plantea en muchos círculos ciudadanos que es un
proyecto tan mal implementado que ya se están realizando cálculos sobre sus grandes
impactos negativos, especialmente en los componentes sociales y económicos. En ese
aspecto, los mismos órganos de control de la ciudad le formulan, tal como sucede con el
Personero Municipal, que considera que “San José es una bomba de tiempo y que las
implicaciones sociales del desorden del proyecto se refleja en las familias desplazadas y en
los problemas de inseguridad” (ibíd., 2012). De igual manera, se ha pronunciado el
Contralor Municipal de Manizales, al afirmar que:
además del problema social de la zona, del abandono y de los problemas de
inseguridad, en las 10 auditorías realizadas en el último mes se estableció que
algunos contratistas que recibieron los pagos se quedaran con los recursos y que
la demolición de las viviendas fue desorganizada y sin rigor urbanístico (ibíd.,
2012).
Por estos motivos se puede colegir que, en la ejecución de este proyecto se notan
protuberantes fallas en su consulta y malos manejos en su administración, entre otros
elementos. Pero el más grande impacto que ha suscitado se refiere a la nula participación de
las comunidades, que pertenecen en su mayoría, a los estratos más bajos de la población,
que se sienten bastante afectadas, lo que las lleva hacia estados de desconcierto total y les
genera muchas vicisitudes con respecto a su futuro.
Este Proyecto ha sido un foco de atención muy importante porque, aunque no
guarda relación directa con los acontecimientos respecto a la escasez, tanto de agua como
209
de gas, que se han denominado como la “tragedia grecocaldense”, forman parte de los
elementos que cuestionan la administración municipal.
Así como existen evidentes intereses de muchas clases, también se presentan
bastantes justificaciones para realizar el proyecto. En ese aspecto se pretenden generar
acciones para la “recuperación” de una zona de la ciudad que siempre ha pertenecido a
estratos bajos de la población. En una referencia a la Alcaldía de Manizales se dice que
Hablar hoy del macro proyecto de interés social nacional de renovación urbana
de la comuna San José en la ciudad de Manizales, despierta una gran variedad de
posiciones frente a la concepción sobre progreso en la región, pues la Alcaldía y
los organismos oficiales, ven en este proyecto la solución a la calidad de vida de
los habitantes del sector, en la medida en que dicho proyecto "permite un
adecuado desarrollo físico, ambiental, social y económico: garantizando una
vivienda sin riesgos, disminuyendo la pobreza extrema, generando nuevas
fuentes de ingresos, optimizando la movilidad del sector y creando espacio
público" (Comuna San José en Manizales: los sueños de unos, son las pesadillas
de otros, sf.).
Inicialmente se proponía como un proyecto que pretendía “la solución de la calidad
de vida de los habitantes del sector”, cuando en realidad, ha sido, casi en su totalidad, lo
contrario, ya que ha generado descontento en la ciudadanía, además de desplazamiento,
desarraigo cultural, desempleo, problemas de reubicación, reestratificación forzada, entre
otros. Luego aparecen también otros factores que comienzan a cuestionar los propósitos y
los objetivos de la renovación, por eso,
Siguiendo políticas del Banco Interamericano de Desarrollo, la ley 1151/07 del
Plan de Desarrollo del actual gobierno, en su artículo 79, decidió impulsar "los
macro proyectos de interés social nacional [...] con el fin de promover la
disponibilidad de suelo para la ejecución de programas, proyectos u otras obras
de utilidad pública o interés social", en esta medida la "renovación urbana de la
comuna de San José", se presenta como urgente y prioritaria para el avance de la
ciudad (Comuna San José en Manizales: los sueños de unos, son las pesadillas
de otros, sf.)
Este concepto de “disponibilidad de suelo”, constituye uno de los temas más
polémicos del proyecto, ya que se encuentra ubicado en una zona céntrica de la ciudad, con
muchas facilidades de acceso y, en general con todos los requerimientos para constituirse
en un lugar de estrato alto. Además, pertenece a una zona de gran valorización espacial y
desde luego, asociada a los altos precios del suelo. Todo esto, teniendo en cuenta que
210
Manizales es una ciudad ubicada en terrenos, que en su mayoría son montañosos y
escarpados, lo cual genera grandes dificultades para encontrar buenos terrenos para la
construcción. Además, resalta mucho dentro de la ciudad, que siendo una comunidad
bastante pobre, se encuentre ubicada en un lugar privilegiado. Por eso se plantea que
“donde se construirán las edificaciones son tierras planas u onduladas, lo cual es un lujo en
esta ciudad y en parte nos conlleva a la explicación del por qué estos terrenos son tan
apetecidos” (Comuna San José en Manizales: los sueños de unos, son las pesadillas de
otros, sf.) Esto significa que en esta clase de proyecto se mueven demasiados intereses
particulares, con hondas repercusiones económicas, que son factores que inciden
significativamente sobre sectores ciudadanos bastante desprotegidos, como en este caso.
Una de las dificultades más importantes que ha sufrido el proyecto se relaciona con
la manera como se le ha manejado, teniendo en cuenta que su presentación “no se ha hecho
de forma clara, despertando en los habitantes muchos interrogantes sobre las obras y sus
respectivos espacios” (Comuna San José en Manizales: los sueños de unos, son las
pesadillas de otros, sf.). Este el asunto que mayores sentimientos encontrados despierta,
porque aparentemente es una obra de desarrollo muy importante, pero por otra, se nota
demasiado su manejo amañado y manipulado hacia intereses particulares. En ese sentido,
un vocero del cabildo abierto, en su Ponencia: la renovación urbana de la comunidad de
San José: ¿desarrollo o desplazamiento?", dice que: “Desarrollo significa que todo lo que se
haga sirva para el bienestar de la gran mayoría de los ciudadanos, y no para el
enriquecimiento de unos pocos ciudadanos" (Comuna San José en Manizales: los sueños de
unos, son las pesadillas de otros). Por ese motivo, se plantea que la ciudadanía ya conoce
las verdaderas intenciones que se esconden detrás de proyectos, que supuestamente
benefician a toda la ciudadanía.
Uno de los elementos más controversiales del proyecto, durante la etapa de
implementación y desarrollo, se relaciona con la carencia de consulta y participación de los
sectores populares, que habitan el sector, establecidos en zonas muy vulnerables, no sólo en
aspectos ambientales muy evidentes, sino también en sus componentes sociales. Esto,
teniendo en cuenta que se desarrolla
211
En una ciudad de 387 mil habitantes una construcción de esta magnitud afectará
inminentemente 233 manzanas y se derribarán 2.569 edificaciones, lesionando la
vida de muchos ciudadanos, los cuales, además de ser pobladores de bajos
recursos económicos habitan en zonas de alto riesgo (Comuna San José en
Manizales: los sueños de unos, son las pesadillas de otros, sf.)
Este proyecto, que se considera como uno de los más importantes para la ciudad en
los últimos tiempos, está valorado en $630 mil millones (aproximadamente 360.000
dólares). Pero también se considera muy ilustrativo respecto a la manera como la
administración municipal de Manizales, desconoce los derechos de los sectores populares.
Se pretende implementar una obra de gran magnitud y de amplio impacto para la
ciudadanía, pero no se realiza una adecuada consulta previa, al mismo tiempo que en su
implementación no se cumplen los compromisos establecidos. Por ese motivo se dice que
“considerado por el gobierno nacional como el más importante de este tipo en el país, está a
punto de fracasar” (A punto de fracasar el que era considerado “modelo de renovación
urbana” de Colombia, 1 de mayo de 2012). A pesar de que es un proyecto de renovación
urbana en una zona que le genera “mal aspecto” a la ciudad, “no se ha construido ni la
primera vivienda. Hay caos urbanístico y un desplazamiento interurbano sin precedentes en
la historia de Manizales” (ibíd., 2012). Todo esto genera traumatismos sociales, de acuerdo
con las evidencias recolectadas hasta ahora, especialmente porque los habitantes no han
sido tenidos en cuenta, ni forman parte de los mecanismos donde se generan las decisiones
de este tipo. Los ciudadanos son muy conscientes de los perjuicios que se les causan con la
reubicación en lugares diferente a los que tradicionalmente han habitado con todas las
consecuencias socioculturales como el desarraigo, la fractura de las relaciones sociales y
comunitarias, la perdida de sus referentes territoriales, lo mismo que de sus fuentes de
sobrevivencia económica.
En ese sentido, un integrante del comité de voceros de la comuna San José,
introduce en la discusión, el tema social, que se convierte en uno de los más sensibles para
la población afectada. Por eso dice que
lo más preocupante es la afectación del tejido social de dos mil familias
humildes que recibieron la plata y se la gastaron, que no se aceptaron la
reubicación en otros barrios y que esperan con ansiedad la construcción de los
apartamentos en el sector de donde salieron (A punto de fracasar el que era
considerado “modelo de renovación urbana” de Colombia, mayo 1 de 2012).
212
Esto tiene relación con algunas de las acciones que se han implementado hacia las
comunidades pero donde no se vislumbran unas metas muy precisas, en el aspecto
administrativo. Por ese motivo, los ciudadanos detectan las evidentes improvisaciones que
se han presentado durante su desarrollo, pero lo más serios reparos que se le hacen tiene
relación con el hecho de que, a corto y mediano plazo, no se vislumbran soluciones
adecuadas. Por eso
los habitantes están preocupados pues ven este proyecto como contrario al
desarrollo de su comunidad, ya que producirá un desplazamiento masivo al no
garantizar viviendas dignas, al no ofrecer claros manejos de los terrenos de
quienes no están en zonas de riesgos, subsidios nacionales y municipales
insuficientes para la adquisición de una vivienda digna, falta de un estudio serio
de movilidad en la ciudad que justifique la construcción de la Avenida Colón,
injusticia social al valorizar las tierras de los pobladores perjudicados al quedar
dicha plusvalía en manos del municipio, entre otras cosas(Comuna San José en
Manizales: los sueños de unos, son las pesadillas de otros, sf.)
Por esos motivos, las comunidades se han organizado para exigir sus derechos y
garantías dentro del desarrollo del proyecto, lo que ha causado mucho revuelo en toda la
ciudad, por las consecuencias que puede tener para la tranquilidad ciudadana. En tal
sentido,
La movilización de los habitantes de la comuna ha logrado despertar el interés
sobre el tema de muchos organismos nacionales e internacionales que
promueven los derechos humanos, la dignidad y la concientización de toda la
comunidad, pues muchos de ellos no estaban totalmente enterados de las graves
afecciones que para su comunidad y familias implicaría un megaproyecto de esta
magnitud (Comuna San José en Manizales: los sueños de unos, son las
pesadillas de otros, sf.).
Este proyecto ha generado un gran impacto en la población municipal, en vista de
que son evidentes los intereses particulares, que riñen completamente con los intereses
comunitarios. Todo esto ha generado la necesidad de que las comunidades afectadas se
organicen para que, de alguna manera, se les escuchen sus peticiones y propuestas de
solución. Por eso,
se ha conformado el Comité de Voceros de la comuna de San José, quienes
llevando la voz de su comunidad, convocaron un cabildo abierto el 27 de
noviembre del 2008, donde de las 30 ponencias 25 pertenecían a los pobladores
y, en consecuencia, se plantearon 90 preguntas sobre el megaproyecto y las
preocupaciones sobre el mismo, que fueron dirigidas a la alcaldía de Manizales;
213
también se realizaron un foro popular el 7 de junio del 2008 (con la asistencia de
800 habitantes de la comuna y diferentes organizaciones sociales), varias ruedas
de prensa y una gran movilización de los habitantes de la zona el 27 de marzo
del 2009. Así mismo tramitaron un derecho de petición dirigido al ministro de
ambiente y vivienda el 1 de diciembre del 2008 y otro dirigido con 15
solicitudes al alcalde de Manizales, el doctor Juan Manuel Llano (Comuna San
José en Manizales: los sueños de unos, son las pesadillas de otros, sf.)
En este aspecto proponen, desde sus saberes populares, algunas maneras de hacer
que se relacionan con propuestas de construcción de una ciudadanía cultural participativa, a
partir de sus organizaciones comunitarias.
Por todo lo anterior, la situación se ha hecho insostenible, de tal manera que ya se
habla del fracaso total del proyecto. Por ese motivo se anuncia que “mientras se definen
responsabilidad y responsables el proyecto no tiene gerente […] en el sector reina la
incertidumbre, el abandono y la pobreza” (A punto de fracasar el que era considerado
“modelo de renovación urbana” de Colombia, 1 de mayo de 2012). Este sector en la
actualidad sufre el abandono de la administración municipal y el deterioro de las
condiciones de vida de sus habitantes.
Por todo esto, se puede plantear que el caso de Manizales se replica en muchas
ciudades, donde se presentan actitudes displicentes hacia los sectores populares
marginados, a lo cual se le suman las tendencias hacia la concentración del poder en la
toma de decisiones a nivel municipal. De esa manera se establece una evidente
diferenciación entre los poderes hegemónicos y subalternizados, donde se manifiesta una
gran polarizaciones entre unos ciudadanos que gobiernan y otros que son gobernados, unos
que construyen los símbolos culturales y otros que los acatan, unos que construyen
discursos y otros apenas de dedican a escucharlos.
214
CAPITULO CINCO
5.1 ESPACIOS Y USOS PUBLICOS DE LA CIUDAD
Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de
lo que se trata es de transformarlo.”
Carlos Marx
Este capítulo realiza diferentes acercamientos a los espacios públicos y los diversos
usos de la ciudad y desde allí, generar propuestas de abordaje de los problemas urbanos de
Manizales desde diversos campos reflexivos.
La ciudad como escenario donde se desarrolla la vida urbana, es un territorio
complejo en el que interactúan multitud de ciudadanos, que buscan canales propios de
expresión para la afirmación de sus subjetividades e identidades. En este contexto, son muy
importantes los territorios como asiento de los ciudadanos, donde se generan procesos de
“espacialización” de las relaciones sociales, con respecto a su entorno y sus usos sociales.
Se parte del hecho de que el ser humano, es casi por naturaleza e instintivamente, un ser
territorial, lo cual manifiesta mediante acciones vitales, en defensa de sus patrimonios
individuales o colectivos. También requiere de la posesión de un lugar donde se exprese su
sentido de propiedad, que le brinde seguridad para habitarlo, y que lo pueda llenar de
objetos. Esto se relaciona con el sentido de pertenencia al lugar, lo mismo que con las
diferentes manifestaciones de poder y su ejercicio. En este contexto, se “insinúa un
conjunto de vínculos de dominio, de poder, de pertenencia o de apropiación entre una
porción o la totalidad espacio geográfico y un determinado sujeto individual o colectivo”
(Montañez, 2001: 20). En el caso de las ciudades son fundamentales para los ciudadanos
los aspectos relacionados con las propiedades y las apropiaciones, que afectan
sensiblemente a las comunidades y a los individuos.
De esa manera, es importante indagar acerca de los territorios, que en general, son
espacios sometidos a procesos antrópicos, que implican transformaciones constantes, tanto
en sus aspectos físicos como en sus contenidos culturales y simbólicos. El territorio es un
elemento imprescindible de las relaciones sociales en la ciudad, porque esto se debe, según
215
Augé, a que “uno de nuestros problemas es que no somos capaces de pensar en términos de
tiempo. Todos los conceptos son espaciales: global, local, lugar, no lugar” (Aragay, 2009).
Todo esto se acentúa en el capitalismo, donde se incentiva el sentido de posesión.
El territorio urbano se refiere a un espacio que se construye y transforma en la
ciudad y que posee sus características propias. Por este motivo,
entendemos que el territorio, y en concreto el territorio urbano, no puede ser
considerado meramente como un espacio “urbanizado”, construido, ordenado,
sino que es sobre todo el uso social lo que lo convierte en territorio integrado por
lugares, utilizando la noción propuesta por Marc Augé (Cantero et al, 2000).
Es importante destacar los usos sociales del territorio como elemento fundamental
del componente urbano, que puede ser delimitado, intervenido, administrado, habitado y
transformado para beneficio y satisfacción de las necesidades de los ciudadanos. Además,
dentro de visiones muy recientes, de carácter crítico, también suele plantearse que el
territorio es “cada vez menos un dato preexistente y cada vez más un producto, es decir, el
resultado de una fabricación” (Giménez Montiel, 1996: 11), a lo que habría que agregar que
se trata de una fabricación sociocultural.
Uno de los primeros usos de la ciudad, se relaciona con su característica como
habitáculo, que puede usarse para beneficio propio. En ese sentido, una manera práctica de
conocer la opinión de los ciudadanos sobre la ciudad y su proyecto urbano es la indagación
respecto a las maneras, motivaciones, tipos y prácticas de uso de la ciudad. Esto, teniendo
en cuenta que el ciudadano vive, disfruta o usufructúa la ciudad, pero muy pocas veces
reflexiona sobre sus significados y los numerosos impactos que genera el hecho de vivirla.
Por ese motivo, no siempre tiene conciencia de la “carga de significados que la propia
acción produce sobre un territorio” (Halbwachs, 2004: 132). Por tal motivo, los territorios
urbanos se pueden usar desde el momento en que son paseados, transitados, caminados,
apropiados y recorridos. Por ese motivo, se convierten en sinónimo de movimiento
constante, de recorridos y de prácticas, donde aparecen: mirones y paseantes, lugares y
espacios, mapas y recorridos.
Es importante establecer diferencias entre el territorio y el espacio geográfico,
considerado este último como natural, contenedor básico y primario, y “un conjunto
indisoluble de sistemas de objetos y sistemas de acciones” (Santos, 2000: 18). Los objetos
216
pueden ser edificaciones, viviendas, casas, plazas, parques y calles, mientras que los
sistemas de acciones, tiene que ver con relaciones de los ciudadanos entre sí, y de estos con
los objetos urbanos. En este aspecto también es necesario plantear que toda relación social
tiene ocurrencia en un territorio determinado y se expresa como territorialidad, entendida
como “ejercicio de acciones de expresión, marcación, instauración y consolidación,
protección y defensa, que dan sentido al territorio” (Echavarría y Rincón, 2000: 28). Son un
sinnúmero de operaciones que son susceptibles de desarrollarse en el territorio. La
territorialidad también la propone Lobato Correa, como un "conjunto de prácticas y sus
expresiones materiales y simbólicas capaces de garantizar la apropiación y permanencia de
un determinado territorio por un determinado agente social, o Estado, los diferentes grupos
sociales y las empresas" (Montañez y Delgado, 1998). La territorialidad, de esa manera,
expresa formas, tanto de uso y de propiedad como también de afectividad e identidad.
Una particularidad importante de estos territorios urbanos es que son escasos,
restringidos, abigarrados, difíciles de poseer, y desde luego bastante disputados, tanto física
como socioculturalmente, mediante acciones como apropiación, recuperación y
reterritorialización, entre otras. Esto determina las formas en que se relacionan el poder y el
uso territorial, que son fundamentales para los análisis de los aspectos urbanos
contemporáneos. De esa forma, los territorios se defienden mediante la fuerza o por medio
de señales simbólicas, de tal manera que los usos, en este último sentido, son bastante
complejos de analizar. Además, constituyen, desde la perspectiva de Bourdieu, un campo,
de luchas físicas y simbólicas por la defensa y el mantenimiento de posiciones y
posesiones.
El territorio se puede asociar, en mayor medida, con apropiación y la territorialidad
con “identidad y afectividad espacial, que se combinan definiendo territorios apropiados de
derecho, de hecho y afectivamente” (Montañez y Delgado, 1998). La territorialidad, en ese
sentido, tiene relación con la construcción y el uso de los espacios de la ciudad, donde son
muy importantes sus “apropiaciones culturales”12
.
12
Las “apropiaciones culturales”, se relacionan con las acciones que emprenden algunos ciudadanos, especialmente los jóvenes, sobre determinados espacios geográficos que los territorializan, los usan, los hacen suyos, transitoria y coyunturalmente y luego los abandonan para tomarse otros, dependiendo de las modas o la utilización consumista de los espacios.
217
Este constituye un concepto fundamental para entender la cultura urbana, donde
aparecen espacios que son “apropiados” no sólo material sino, ante todo, cultural y
simbólicamente. Muchos de los usos públicos de la ciudad se pueden considerar como
coyunturales, momentáneos, o de apropiaciones transitorias, realizadas mediante relaciones
espontaneas e informales, pero esenciales en la construcción cultural de la ciudad. En estos
espacios públicos, también se presentan innumerables usos sociales y culturales, en función
de determinadas prácticas urbanas.
El espacio urbano, por su propia naturaleza, no puede ser predeterminado, sino que
se encuentra en construcción y elaboración permanente, de tal manera que “no puede ser
leído […] no es sino pura potencialidad, posibilidad abierta de juntar, que existe sólo y en
tanto alguien lo organice a partir de sus prácticas” (Delgado, 2002: 96). Se trata entonces de
la precepción de un gran mapa territorial que debe ser dotado de sentido, mediante acciones
y prácticas ciudadanas. Teniendo en cuenta que la ciudad actual se construye a sí misma y
la construyen sus habitantes desde una visión menos modélica y estructurada, pero más
caótica y libertaria, si se quiere. El espacio urbano se relaciona con elementos subjetivos,
por ser el resultado de “una articulación de cualidades sensibles que resultan de las
operaciones prácticas y las esquematizaciones espacio-temporales en vivo que procuran los
viandantes” (ibíd., 2002: 94). En este aspecto se establece una importante relación entre los
territorios urbanos y sus prácticas sociales, por lo que se puede afirmar que en el espacio
urbano hay “una coherencia lógica y una cohesión práctica, pero éstas no permitirían algo
parecido a una "lectura" o a una "interpretación" (Delgado, 2002: 97). Todo esto se aparta
de las concepciones tradicionales de tipo racional moderno, para dar paso al estudio de lo
urbano desde las prácticas sociales y sus usos.
En ese escenario urbano dinámico y cambiante es importante percibir la relación
que tienen los ciudadanos con sus lugares, donde se lucha por la sobrevivencia y la
pertenencia, pero también por los usos, permitidos y no permitidos. Pueden ser lugares
antropológicos, patrimoniales, no-lugares, parques, centros comerciales, plazas, calles o
zonas Rosa. En ese sentido, “la organización del espacio y la constitución de lugares son,
en el interior de un mismo grupo social, una de las apuestas y una de las modalidades de las
prácticas colectivas e individuales” (Augé, 2000: 28). Este es un elemento clave para la
218
explicación sobre lo que sucede con los territorios urbanos, que necesariamente son
dinámicos y complejos.
Se puede resumir que los espacios son inconmensurables, los territorios productos
de las acciones humanas y los lugares localizaciones específicas y concretas de carácter
existencial. En este último sentido, el lugar es concebido como una “construcción concreta
y simbólica del espacio […] que es al mismo tiempo principio de sentido para aquellos que
lo habitan, y principio de inteligibilidad para aquel que lo observa” (Augé, 2000: 57-58). La
ciudad es el escenario por antonomasia donde se manifiesta la diversidad de lugares en toda
su riqueza expresiva, donde hay lugar para todo y para todos.
Los lugares antropológicos, representados, por ejemplo, por el “(barrio, mercado,
templos, escuelas, etcétera) tienen por lo menos tres rasgos comunes: son identificatorios,
relacionales e históricos” (Ibíd., 2000: p.58). Son lugares que contienen historias y que
están prestas a ser descifrados, mediante la participación activa de los ciudadanos que los
habitan. En ese sentido, los lugares son
historias fragmentarias y replegadas, pasados robados a la legibilidad en el
prójimo, tiempos amontonados que pueden desplegarse pero que están allí más
bien como relatos a la espera y que permanecen en estado de jeroglífico, en fin,
simbolizaciones enquistadas en el dolor o en el placer del cuerpo (De Certeau,
1996: 121).
En ese sentido los lugares son espacializaciones, relacionadas con elementos de
orden subjetivo y emocional, que son utilizados por determinados ciudadanos para fines
particulares. Mientras tanto, los no-lugares, importantes en la sobremodernidad son “tanto
las instalaciones necesarias para la circulación acelerada de personas y bienes (vías rápidas,
empalmes de rutas, aeropuertos) como los medios de transporte mismos o los grandes
centros comerciales” (Augé, 2000: 20). En la época actual abundan los no-lugares debido a
las tendencias a la homogeneización, que es una de las características sobresalientes de la
globalización. Pero de igual manera es importante mencionar que “en la realidad concreta
del mundo de hoy, los lugares y los espacios, los lugares y los no-lugares se entrelazan, se
interpenetran” (ibíd., 2000: 559). Es esta sumatoria de espacios urbanos la que le confiere,
tanto la variedad como la cantidad, a la dinámica constante de la construcción de lo urbano.
La manera más adecuada para conocer una ciudad es mediante sus prácticas de uso,
especialmente las que se refieren a la fuerte relación que se establece entre los territorios y
219
los cuerpos, entre carne y piedra, como lo afirma Sennett, que es una relación bastante
dinámica. Esta configuración de la ciudad en movimiento se puede representar mediante
cuatro metáforas, que pueden dar cuenta de elementos analíticos de antidisciplina, de
acuerdo con Zygmunt Bauman: “el paseante, el vagabundo, el turista y el jugador, que
permiten usar la metáfora de la vida moderna como peregrinaje” (2003: 53). El peregrinaje
tiene relación con migraciones hacia lugares significativos, inicialmente con connotaciones
religiosas, pero que se ha generalizado, con respecto a las dinámicas de la ciudad. También
el nomadismo y el vagabundeo son metáforas asociadas a las maneras de recorrer la ciudad,
para determinar los ritmos, dinámicas y movimientos de los ciudadanos en función de la
exploración y búsqueda de novedades. En este sentido, se puede afirmar que una de las
acciones más interesantes son los recorridos, donde se puede
invitar a todos los ciudadanos a la transurbancia, a recuperar la dimensión del
viaje y del descubrimiento en el interior de la ciudad. Si se afronta a pie, la
metrópoli se convierte en un mundo inexplorado en muchas de sus partes, un
mundo hecho de territorios caóticos (Tiberghien, sf).
La mejor forma de experimental la ciudad es mediante los recorridos que se realizan
sin tener unos objetivos concretos, donde lo más importante es tomar conciencia de lo
imprevisto que sucede y las improvisaciones que se pueden realizar. Por eso,
La transurbancia vuelve a otorgar al ciudadano y al turista el título de viajero,
permitiéndole explorar unos recorridos inéditos, llenos de contradicciones
estridentes, de dramas que a veces componen unas armonías inéditas. Se trata de
volver a encontrar en el territorio metropolitano un sentido que surja de la
experiencia de lo real y de sus contradicciones, a través de una mirada libre de
opiniones, una mirada que no busque justificaciones históricas o funcionales
tranquilizadoras y al mismo tiempo frustrantes, que no reduzca su propio
horizonte a las selecciones de las guías turísticas, sino que descubra el potencial
de los acontecimientos urbanos en su inimaginable complejidad (Tiberghien, sf).
La transurbancia constituye un acceso directo a múltiples prácticas ciudadanas,
relacionadas con acciones como las de apearse, viajar a pie, desplazarse, andar, pasear,
vagabundear, entre otras. Todo esto permite sentir más intensamente los ritmos y tiempos
vitales de la ciudad, para establecer relaciones más cercanas con los componentes físicos,
sociales, simbólicos y culturales de la ciudad. En ese aspecto, por ejemplo, los fines de
semana la ciudad acelera sus movimientos cuando aparecen las mareas de jóvenes
dispuestos a experimentarla y vivenciarla, a usarla y abusarla, a lanzarse a la aventura y
220
tragarse la noche. Por ese motivo, “los adolescentes tal vez sean los más inquietos viajantes
y exploradores de los lugares en los que viven” (Urresti, 2002: 10), pero no solamente los
físicos, sino también “otros lugares” como los virtuales y ciberespaciales. Por todo eso,
mientras que la ciudad física, planificada y modelada trata de mantener el orden, las masas
citadinas actúan como mareas que van y vienen al vaivén de las circunstancias coyunturales
y espontáneas, donde “las prácticas del espacio tejen las condiciones determinantes de la
vida social” (De Certeau, 1996: 108). Es en los territorios urbanos, mediante recorridos,
donde se siente el ritmo de la ciudad y se construyen las relaciones sociales. En ese aspecto,
los caminantes son los “practicantes ordinarios de la ciudad” (De Certeau, 1996: 105). Los
cuerpos de los ciudadanos deben estar sincronizado con el ritmo de la ciudad, en constante
movimiento y en permanente estado de alerta, donde son fundamentales acciones como
situarse, caminar, desplazarse, moverse, arraigarse y desarraigarse. Dentro de la dinámica
de la ciudad es muy importante el papel que cumplen los caminantes, los practicantes
ordinarios de la ciudad, que participan de un texto urbano múltiple que escriben a través de
“procedimientos -multiformes, resistentes, astutos, pertinaces- que escapan a la disciplina”
(De Certeau, 1996: 108). Estas prácticas ciudadanas son muy importantes porque se
relacionan con la búsqueda de libertad que proporciona la calle, lugar propicio para escapar
del refugio hogareño pero también de los lugares de trabajo.
De esa manera, se pretende generar y/o recuperar espacios para los transeúntes,
mediante paseos, ciclovías o fiestas populares. Esto contribuye a establecer nuevas formas
de relacionamiento entre los ciudadanos pero también entre estos y los componentes
urbanos, que revaloren los espacios para el disfrute y no sólo para el tráfago mecánico e
instrumental de los asuntos institucionales o económicos.
La ciudad es un lugar susceptible de innumerables usos públicos, comenzando por
los usos territoriales, que sirven para desplazamientos, recorridos y paseos, de tal manera
que el ambiente urbano se hace incomprensible solo hasta el momento en que se le transita.
La calle, en ese sentido, es uno de los lugares emblemáticos de la ciudad y el más indicado
para la realización de los recorridos. Es un espacio privilegiado para el acontecer urbano y
el medio más importante de expresión de los ciudadanos, porque posee un significado de
libertad, protesta e improvisación. Su sola mención remite a muchedumbres, aventuras,
negocios, sitios para mirar (flanear), vagabundeos, paseos, movimientos, flujos,
221
intercambios y saludos, donde se expresa toda la riqueza de la cotidianeidad y se realizan
múltiples prácticas de uso de los espacios. De esa manera se puede afirmar que “el paseante
moderno observa, describe y participa de lo maravilloso-cotidiano que la calle le ofrece a
su práctica más recurrente: una combinación de observación dispersa, contemplación
ensoñadora y andar errante” (Garrido, 2007: 180). En ese sentido, la calle también
constituye un lugar heterotópico, que rompe con los esquemas de orden y racionalidad,
propios de los territorios urbanos y genera conocimiento sobre lo urbano.
Entre los jóvenes, la ciudad es un territorio en constante dinámica, que sigue los
ritmos propios de una juventud siempre dispuesta a las novedades. Un ejemplo importante
de su uso es el que le dan los jóvenes a la calle, lugar emblemático de la ciudad, que puede
ser sinónimo de libertad, revuelta, búsqueda, paseo o simplemente para deambular. En ese
sentido, la ciudad le pertenece a todos los ciudadanos, que tienen libertad para usarla a su
manera, para beneficiarse de ella. La calle es el sitio preferido por los jóvenes para realizar
sus rituales urbanos, teniendo en cuenta que son los que “menos se atan a rutinas y los que
más tiempo se dan para salir a explorar la ciudad, buscar en sus recovecos, mirar negocios y
entrar en galerías, locales y recintos situados en barrios alejados” (Urresti, 2002: 10). Son
exploradores por excelencia, lo que en muchas ciudades representa peligro porque también
tienen posibilidades de acceso a lugares, conocidos como “territorios del miedo”13
, donde
también se desarrollan prácticas peligrosas. Se trata de lugares que son apropiados (cultural
e ilegalmente), privatizados, no transitables o que requieren autorización para realizar tales
acciones.
La calle también es sinónimo de paseo, una de las actividades preferidas por los
ciudadanos de todas las condiciones, que se considera como un “instrumento y metáfora
moderna de reconstrucción y de uso subjetivo y ‘abierto’ de la ciudad en contraposición a
la visión de conjunto orgánica de la ciudad medieval y a la racional y cartesiana de la
ciudad moderna industrial” (Amendola, 2000:101). En este aspecto, el paseante, mediante
esos desplazamientos de carácter recreativo, rompe con los esquemas planificadores y
ordenadores de las cartografías tradicionales y se sumerge en el mundo del azar, de la
13
Los “territorios del miedo” son un concepto bastante utilizado en Colombia para referirse a territorios que en las ciudades son vedados para los ciudadanos porque se encuentran tomados por el hampa.
222
indeterminación y de la lúdica. De esa manera, el lugar del paseo es concebido como un
“sitio liberado en el que eventualmente se da la aventura” (Urresti, 2002: 10). En ese
sentido, tanto los migrantes como los nativos, disfrutan del paseo por la ciudad, porque
significa escapara de las rutinas, conocer lugares y cosas nuevas, o simplemente caminar.
Por eso, “digamos que […] me ha gustado caminar […] a mí no me gusta correr, no me
gusta andar despacio, no me gusta dar vuelta […] a mí me gusta es caminar” (E: An2). De
esa manera, el paseo se convierte en uno de los usos básicos de la ciudad, como territorio
que se recorre y se disfruta, de igual modo que acerca a los paseantes a conocer la esencia
de lo urbano.
En estos contextos territoriales urbanos se desataca la figura del flâneur, que
representa al típico paseante de la ciudad, cuya actividad es “básicamente mirar y describir”
(Garrido, 2007: 185). Pero no se trata de la actuación de un actor urbano especifico, sino
que “flanear”, se ha convertido en una actividad realizada, cada vez más generalizada, por
ciudadanos de toda condición. Para este personaje la ciudad se presenta como “una vitrina
de sensaciones que aprehender, oler, tocar y sentir, y con mayor énfasis descifrar” (Garrido,
2007). En este sentido, el flaneur, “se aproxima a la ciudad con la mirada de quien ve un
objeto en exhibición” (Ramos, 1989: 128), por lo que también se puede convertir,
especialmente los fines de semana, en un “gancho” para las actividades consumistas. Se
trata de observar productos para el consumo, que quedan fijos en la retina para comprarlos
en otro momento, cuando se disponga de capacidad adquisitiva. En ese sentido, es un
personaje anónimo, que actúa subrepticiamente, que se camufla y es empujado por el deseo,
por la curiosidad, por los objetos, por las mercancías y su trayectoria urbana es gobernada
[…] por las corrientes y la casualidad” (Amendola, 2000:101). El flâneur, de esa manera,
representa a muchos ciudadanos que cotidianamente actúan bajo la forma de un
“enunciatario lúdico” (Garrido, 2007), que juega con la ciudad, que juega a la ciudad y que
fundamentalmente trata de divertirse, pero también se puede convertir en un juguete de las
tendencias consumistas, por ser sujeto de manipulación y explotación. Por todo lo anterior,
es trascendental conocer la cultura urbana, la ciudad vivenciada, desde las perspectivas del
sujeto caminante, del mirón, del flâneur, de los paseantes que vitrinean, del vagabundo o
del hombre ordinario que simplemente recorre la ciudad por gusto, necesidad o curiosidad.
223
En ese aspecto durante la “tragedia”, Manizales fue el escenario predilecto del
flâneur, que se paseaba por la ciudad, buscando solución a sus problemas cotidianos, en el
suministro de agua y gas, o simplemente buscando a otros ciudadanos con los que pudiera
compartir sus inquietudes.
Todo esto se relaciona con prácticas de espacio, que remiten a una forma específica
de operaciones (“de maneras de hacer”), a “otra espacialidad” (una experiencia
antropológica, poética y mítica del espacio) y a una esfera de influencia opaca y ciega de la
ciudad habitada” (De Certeau, 1996: 145). En ese sentido corresponde también a las
miradas de la ciudad desde lugares “otros”, que generalmente no están contemplados dentro
de los sistemas de planeación. Desde esa perspectiva la ciudad se convierte en el lugar de la
aventura, de la búsqueda, del “¿qué hay que hacer?”, tan común en los jóvenes de esta
época. Esto remite a una experiencia subjetiva y recreativa, donde el “usuario de la ciudad
(que somos todos) es una especie de lector que según sus desplazamientos aísla fragmentos
del enunciado para actualizarlos” (Barthes, 1990: 264). La calle en este sentido se convierte
en el lugar para el paseo y la recreación incesante que permite generar diversos puntos de
vista sobre la cultura urbana, que pueden ser complementarios para una buena gestión y
gobernabilidad de la ciudad.
Por todos esos motivos, es fundamental recuperar la ciudad como campo de
conocimiento y de relaciones sociales. En ese sentido “Stalker asegura que la práctica del
recorrido se está consolidando en la actualidad como un sentido modo de expresión y un
útil instrumento de conocimiento de las transformaciones del territorio metropolitano”
(Tiberghien, sf). Mediante el recorrido, no solamente se conoce la ciudad sino que también
se construye su esencia urbana, con la participación activa de los ciudadanos. Por todo esto,
el sujeto urbano es un personaje común que mediante las prácticas, usa la ciudad, donde la
figura del “caminante-ciudadano singulariza la ciudad que se convierte así en o «su»
ciudad, aquella que se padece y se goza, que se teme y se domina, que fastidia y encanta”
(Reguillo, 1997a). Es la ciudad que posee múltiples significados y perspectivas y por ello se
convierte en polo de atracción para cualquier ciudadano.
Para usar la ciudad se requiere recorrerla, conocerla, disfrutarla, pero también tomar
conciencia acerca de sus prácticas y usos. Se trata de enfoques de la percepción, que
generan mapas mentales, desde los cuales, el ciudadano “ordena su imagen de ciudad en
224
torno a los elementos como barrio, límites, caminos, puntos de referencia y nudos” (Vara
Muñoz, 2008: 374). Estos mapas, por supuesto que son de carácter subjetivo porque allí
también van implícitas sus apreciaciones emotivas.
Al momento de indagar sobre la realidad social de la ciudad, de inmediato se
identifican sus componentes territoriales y materiales, los lugares de interacción y sus
respectivas prácticas sociales. Por eso, es necesario, desde las prácticas, develar las maneras
mediante las cuales los usuarios se “reapropian del espacio organizado por los técnicos de
la producción sociocultural (De Certeau, 1996: XLIV). En el caso de Manizales, por
ejemplo, los jóvenes se apropian de territorios como los que circundan las universidades o
la Zona Rosa, que es un extenso territorio que los fines de semana es literalmente
“invadido” por jóvenes, ávidos de experiencias vitales, propias de su edad. Por ese motivo,
Los jóvenes […] piensan que los centros comerciales son un gran lugar para
pasarla. Ellos no se conciben a sí mismos como objetos de una visión panóptica,
sino que usan los centros comerciales en un acto de apropiación cultural, como
si fuesen plazas donde la principal actividad social es el paseo, donde saludan a
amigos, flirtean, y pasan el tiempo viendo y siendo vistos (Winocur, 1997: 252).
De esa manera, los usuarios de la ciudad se apropian “literal” y culturalmente de los
espacios, los convierten en sus territorios y modifican constantemente su funcionamiento,
real y simbólico. En este campo son expertos los jóvenes que se “toman” determinados
territorios para usos coyunturales, transitorios y nómades, que son apropiados,
reapropiados, usados, abusados y desechados desde la perspectiva cultural. Un ejemplo de
esto son los centros comerciales que pasan de la tradicional función de consumo hacia
actividades de mayor cobertura e impacto social, de acuerdo con la moda, que por
naturaleza es cambiante, donde los usos tienden a ser efímeros. Todo esto, partiendo del
hecho de que muchos espacios urbanos tienden a comportarse como una “entidad
resbaladiza, que nunca se deja atrapar” (Delgado, 2009). Pero estos territorios no son sólo
físicos, sino también emocionales, intelectuales y simbólicos, que impregnan todas las
actuaciones de los ciudadanos. Así como se desarrolla en ambientes de dinámica
permanente, el territorio urbano posee características del territorio en general, por lo que se
puede afirmar que “no es fijo, sino móvil, mutable y desequilibrado” (Montañez y Delgado,
225
1998: 122, 123), lo cual significa que su desarrollo es paralelo a la sociedad, con su
dinámica permanente.
El campo de estudio de las prácticas es bastante complejo, porque en su gran
mayoría se trabaja sobre prácticas de todo tipo que no son asumidas conscientemente sino
que sólo se practican. En ese sentido, las prácticas se deben analizar a partir de las prácticas
mismas. En ese sentido, para De Certeau, los ciudadanos son paseantes "cuyo cuerpo
obedece a trazos gruesos y finos (caligrafía) de un texto urbano que escriben sin poder
leerlo" (Ortega, 2004: 263). Este aspecto es importante porque el ciudadano común no
percibe conscientemente sus relaciones espaciales, teniendo en cuenta que sólo se dedica a
vivirlas.
Dentro del contexto urbano existen espacios que, debido a sus constantes
dinámicas, escapan a los mecanismos de control, donde se puede reconocer lo
insospechado, contingente e inaprehensible e impera una “sociabilidad holística, hecha de
ocasiones, secuencias, situaciones, encuentros y de un intercambio generalizado e intenso”
(Delgado, 2002: 97). En esta perspectiva, las comunidades urbanas sufren las
consecuencias del acelere, el desorden y la fragmentación. Uno de los efectos de estas
situaciones es la sensación de que los ciudadanos se pierden en la gran ciudad, “se aíslan o
son aislados, dentro de una ciudad-retazo, ciudad-deshecho, reino de lo efímero, de lo
líquido” (Delgado, 1999a), de lo que siempre está cambiando, por lo que existen muchos
dificultades para su aprehensibilidad.
Esto sujetos-ciudadanos o ciudadanos-sujetos, realizan múltiples recorridos para
descubrir o redescubrir las diversas caras, no siempre visibles, que tienen las ciudades, que
están siempre presentes pero también ausentes, eternas desconocidas, mutantes y
cambiantes. En ese sentido, la ciudad es asiento de la cultura pero en el sentido de Clifford,
como un “hogar en movimiento” (Plata Caviedes, 2000), que muchas veces es difícil de asir
y por lo tanto de comprender, debido a sus cambios constantes.
En medio de este aparente caos posmoderno es necesario reconocer la existencia
de grandes posibilidades epistémicas para indagar acerca de las diversas manifestaciones de
la cultura urbana, lo que a su vez conlleva inmensas posibilidades creativas y expresivas.
Estas se manifiestan como un “accionar creativo, autopoiético, constructor de narraciones
que dan cuenta de espacios íntimos resistentes a la inercia, al ordenamiento y la disciplina,
226
bajo una apariencia de individualismo” (Smith, 2009). Todo esto plantea un gran margen de
maniobrabilidad de la diferentes expresiones urbanas, de todo tipo, especialmente a las que
reivindican los sectores subalternizados y sometidos tradicionalmente en y por la ciudad.
La ciudad actual se construye a sí misma y la construyen sus habitantes desde una
visión menos modélica, menos estructurada, más caótica y libertaria, si se quiere. En este
aspecto es fundamental la visión cultural de la ciudad, que se puede considerar como
“medio codificado y dotado de sentido” (Echavarría y Rincón, 2000: 28). Los códigos
también son construidos mediante las relaciones sociales, que le otorgan sentido a las
apropiaciones territoriales y simbólicas.
Es importante destacar que uno de los elementos fundamentales para la
construcción de la ciudadanía se refiere a la relación entre los usos de la ciudad y los
espacios públicos, donde los ciudadanos despliegan todos sus mecanismos de
empoderamiento de los componentes urbanos. El uso más inmediato de los ámbitos
urbanos se relaciona con sus aspectos físicos y territoriales, pero a partir de allí se
despliegan innumerables clases de usos, lo que la convierte en un territorio disponible para
ser usado. En ese sentido, la ciudad se puede considerar como un “espacio de derechos, de
configuración real de una ciudadanía con capacidad y espacios para habitarla y con
oportunidades distintas pero equitativas de uso y consumo” (Betancur y Sarmiento,
1998). Aquí se establece esta triple relación entre construcción de ciudadanía,
espacios públicos y uso de la ciudad.
Los usos de la ciudad se centran principalmente en los espacios públicos,
caracterizados como escenarios donde se generan todas las interacciones cotidianas. De esa
forma, en estricto sentido, “el ámbito de lo urbano por antonomasia, su lugar, es, no tanto
la ciudad en sí misma como su espacio público” (Delgado, 2009: 3). En este aspecto el
espacio público cobra singular importancia, a pesar de que en las ciudades actuales, son
espacios cada vez más restringidos. Por eso,
El estudio de los diversos usos sociales que se desarrollen en los espacios
públicos: usos comerciales o simbólicos, formales o informales, es un requisito
fundamental a la hora de connotar el interés patrimonial que representen. Deben
tenerse en cuenta no solo los usos ordinarios, sino también los más puntuales e
incluso los excepcionales, caracterizando cada espacio en relación a los usos que
en ellos se produzcan, los individuos, colectivos o grupos que los protagonicen,
de qué forma sirven de marco para la expresión de la cultura local y en qué
227
modo facilitan la articulación entre diversos grupos y sectores de la ciudad
(Cantero et al, 2000).
Lo urbano se puede condensar como parte de las relaciones que existen entre los
usuarios y los espacios públicos, que le concede primacía a lo humano sobre lo
arquitectónico, dentro de un contexto de actuación de los ciudadanos, desde una perspectiva
subjetiva. También lo urbano se desarrolla en la intersección que hay entre el manejo de la
ciudad y los servicios que les presta a los ciudadanos, de tal manera que se debe orientar al
servicio de este. En ese sentido, el manejo de lo público en la ciudad se convierte en un
espacio que se debe conquistar y que reconozca la contradicción entre “el modo colectivo
de la administración y el modo individual de una reapropiación (De Certeau, 1996: 108).
En este último sentido se pretende que haya una reapropiación de la ciudad, que se supone
que es “de todos”, pero que también en su esencia es excluyente.
En general se dice del espacio público que es “pro indiviso; es de todos, pero no
pertenece a nadie” (Arango, 2004: 32), lo cual significa una situación paradojal que
muchas veces se utiliza para sacarle provecho. El hecho de ser de todos les otorga ciertas
ventajas a los ciudadanos, que pueden acceder a espacios sin límites visibles, disfrutarlos y
usarlos, porque el espacio público sólo existe en tanto que es usado. Pero también existe la
contraparte, como manifestación de la crisis de lo público, que “se traduce en un abandono
de los espacios colectivos donde se ejerce la ciudadanía y en un atrincheramiento de las
personas en el ámbito doméstico” (Palladino, 2004). En este último sentido es necesario
reivindicar dos clases de espacios que existen en la ciudad, los exteriores e interiores, donde
el espacio exterior “es el espacio de la actividad en el mundo en el cual hay que superar
siempre dificultades y defenderse del enemigo, es el espacio del desamparo, de los peligros
y el abandono” (Bollnow, 1964). Se trata de un espacio abierto, que se supone diseñado
para la libertad y el disfrute. Pero también “se precisa del espacio de la casa […] espacio de
la tranquilidad y de la paz, en el cual el hombre deja de estar continuamente frente a una
posible amenaza (y) […] puede retirarse para tranquilizarse” (ibis, 1964). En esta época de
grandes conflictos sociales y de aumento de la violencia urbana, el hogar se convierte en un
refugio, donde el ciudadano puede contar con muchas facilidades tecnológicas que le
permiten adaptarse mejor a estas situaciones.
228
Se supone que los espacios públicos necesariamente se asocian a los usos que les
otorguen los ciudadanos, pero en realidad también existen restricciones de uso, ya que
dentro de las prácticas sociales urbanas, existen espacios que se tornan propicios para la
segregación, el dominio, la “apropiación” y el abuso, entre otros. En esos espacios que “no
le pertenecen a nadie”, se establecen barreras de acceso y límites infranqueables, tal como
sucede con los denominados “territorios del miedo”, que son apropiados territorial y
culturalmente, controlados, vedados y que funcionan mediante códigos y señales
predeterminados. Generalmente son zonas tomadas por pandillas o por el hampa
organizada, donde priman los “cercamientos” y las acciones ilegales. En ese sentido es
necesario cuestionarse acerca de los espacios públicos que aún le quedan al ciudadano para
su uso y disfrute, llámense, ciclovías, parques, plazas y calles, entre otros.
En Manizales, tal como en otras ciudades por ejemplo, existe mucha controversia
acerca del uso de los espacios públicos, a partir de las obras públicas y privadas que se
construyen, pensando más en la circulación de los vehículos, que en los desplazamientos de
los transeúntes. También se refiere a la “privatización” de las calles para favorecer el
funcionamiento de las zonas azules, en una ciudad que carece de suficientes vías para el
transporte. De igual manera, las especializaciones de los territorios en actividades
institucionales, comerciales, industriales o habitacionales, establecen restricciones, tal como
sucede con los centros comerciales e hipermercados que se presentan como espacios
privados con apariencia y funciones de públicos.
De acuerdo con todo lo anterior, uno de los temas más controvertidos de Manizales
se refiere al uso que se le da a la ciudad como espacio público, donde es muy frecuente que
dentro de los procesos de planeación del desarrollo urbano, se privilegia el tránsito de los
vehículos particulares en detrimento de los desplazamientos de peatones. Por eso,
La movilidad vehicular, especialmente de los autos privados es por desgracia la
heroína en Manizales, a quien se le debe rendir pleitesía y admiración. Se busca
que los carros puedan llegar hasta los lugares más inhóspitos, de ser posible
parquear al frente del almacén o de la tienda. Se le abren nuevos espacios
públicos para que descansen y se construyen nuevas vías y túneles para que
circulen. Cualquier antejardín es susceptible de convertirse en parqueadero
gratuito y la autoridad está dispuesta a perdonar toda infracción con tal de no
debilitar el usufructo del espacio público por parte de estas máquinas en
detrimento de los ciudadanos. Si es necesario expropiar a pequeños propietarios
para construir nuevas avenidas, se hace, no importa si con ello se desarraigan o
229
se expulsan familias enteras a las periferias hacinadas. De esta manera los
gobernantes piensan que la ciudad “progresa” y se vuelve atractiva y
competitiva a los ojos de los visitantes, principalmente extranjeros (Acebedo,
2013)
Todo esto impacta no sólo a los ciudadanos en el sentido de que les genera
incomodidades, sino que repercute negativamente sobre su patrimonio cultural, generando
la sensación de que la ciudad poco a poco se deteriora, no sólo en cuanto a sus espacios
sino también con respecto a sus paisajes urbanos. Por eso
Bajo esta lógica, el centro histórico se llena cada vez más de vías y de vehículos,
pero pierde paulatinamente su riqueza cultural e histórica; los escasos espacios
públicos y las casas deterioradas se convierten en parqueaderos mal diseñados y
concebidos. La calle se volvió un excelente negocio, dicen algunos, susceptible
de vender o alquilar por metro cuadrado. Entre tanto, los policías vigilan las
mercancías privadas pero ignoran la protección al buen uso del espacio público.
En época de ferias, todos se sienten con el derecho de apropiarse del espacio
público, y en no pocas oportunidades la administración concesiona las aceras a
quienes comercian con la venta de licores, convirtiendo la ciudad en una cantina
con derecho a música de altos decibeles en cada esquina (Acebedo, 2013).
Un elemento fundamental para el uso y disfrute de los espacios públicos es la
reivindicación de los componentes humanos de la cultura urbana, teniendo en cuenta que
existen tendencias muy fuertes de corte infraestructuralista, que privilegian las obras
materiales en contra del bienestar de los ciudadanos. En ese sentido, basta referirse, por
ejemplo, al “Paseo de los Estudiantes” en Manizales. Este es un “paseo”, lo que en términos
sencillos, sería un lugar para pasear, pero que debido a sus condiciones de construcción es
muy difícil de transitar. Al mismo tiempo, por este “paseo” circulan muy pocos estudiantes,
o lo hacen en medio de grandes dificultades. Por eso se parte de
una solución soportada en la dignificación del peatón y en aumentar
significativamente las calidades del espacio público, garantizando la movilidad
vehicular, a otra cuya característica es la venia genuflexa al vehículo particular,
manteniendo las dificultades de accesibilidad peatonal a los centros
universitarios y demás equipamientos públicos de escala municipal y regional
(Acebedo, 2009).
Por lo demás se puede afirmar que la segunda opción fue la que primó, dentro de las
decisiones político-administrativas en materia de espacios públicos. Todo esto, a pesar de la
oposición de ciudadanos expertos en el tema, como el mencionado profesor Acebedo, de la
Universidad Nacional de Colombia y el hecho de que esta última se encuentra dentro de la
230
zona de cobertura del “paseo”. En este aspecto es necesario destacar el gran peso específico
que tienen las decisiones tomadas por algunos ciudadanos de estratos altos de la ciudad,
respecto a los usos de los espacios públicos que los benefician a ellos, pero que deberían
servir a los intereses de todos los ciudadanos. Por eso,
De un tajo, desapareció la única posibilidad que existía de avanzar en una
solución de integración urbanística de los campus universitarios con la ciudad,
inspirado en la defensa de los intereses públicos y colectivos. El mercado le
impuso sus reglas al conocimiento, y éste, vacilante, tímido e inseguro, se quedó
sumido en las aulas, expectante. Hay que reconocerlo, faltó liderazgo, iniciativa
y capacidad de respuesta colectiva de las instituciones educativas para buscar
soluciones de fondo (ibíd., 2009).
Y ¿dónde queda la opinión de los estudiantes, que deberían ser los primeros
beneficiados de esta obra? A ellos no se les consultó, pero lo único cierto es que hoy en día
es más complicado circular por este “paseo”, que en la conformación anterior de estas
zonas peatonales. Por eso se afirma que
[…] Otra chambonada más. Manizales se convirtió en un museo de
chambonadas. […] No hay obra que se pueda calificar de decente en los últimos
60 años!!! Para los estudiantes de urbanismo, Manizales es un excelente ejemplo
de "cómo no debe planearse una ciudad" (Juan David Cardona, 15 de julio de
2009).
Pero, esto tiene relación con los manejos del espacio público en muchas ciudades,
que no tiene en cuenta la participación de los ciudadanos y los beneficios que de ello se
derivan. Por eso Monnet afirma que
el mensaje que manda el diseño de este espacio público es que la prioridad es el
transporte vehicular, y tal vez habría que imaginar un diseño del espacio que
mandaría el mensaje de que la convivencia peatonal es prioritaria, es un asunto
democrático, depende de la gente decidir esto (Arias, 2012).
En ese sentido, es necesario reivindicar los componentes humanos dentro de la
cultura urbana, por lo que se debe volver a pensar en el ciudadano, en las posibilidades que
tiene de desarrollarse como persona y como integrante de unos colectivos, pero también en
la satisfacción de sus múltiples necesidades. En suma se trata de construir un sujeto urbano
que sea el “dueño” de la ciudad, en el sentido de que la pueda usar, pero también disfrutar.
En los contextos urbanos actuales es importante analizar el tema de los espacios
públicos, no solo desde sus connotaciones teóricas, sino desde sus prácticas sociales, como
231
objetivo que se debe conquistar. Este es un tema fundamental dentro de los diversos foros
globales convocados acerca del futuro de las ciudades. En ese aspecto, La Carta Mundial
por el Derecho a la Ciudad (sf.) es una propuesta dirigida a fortalecer los procesos
reivindicaciones y las luchas por la conquista de lo urbano. Esta carta se ha debatido en el
Foro Social de las Américas de Quito (2004), en el Foro Mundial Urbano de Barcelona
(2004), en el Foro Social Mundial de Porto Alegre (2005) y fue sometida a revisión previa
en Barcelona (2005). Esta declaración constituye una carta de navegación hacia la
conquista de la ciudad por parte de los ciudadanos con base en la exigencia de sus
derechos. De esa manera la Carta14
plantea en el artículo primero que, “todas las personas
tienen derecho a la ciudad sin discriminaciones de género, edad, condiciones de salud,
ingresos, nacionalidad, etnia, condición migratoria, orientación política, religiosa o sexual”.
La ciudad es de todos y para todos, podría ser la conclusión de este apartado, fundamental
para entender la función social de lo urbano.
El derecho a la ciudad, en el artículo segundo, es definido como “el usufructo
equitativo de las ciudades dentro de los principios de sustentabilidad, democracia, equidad
y justicia social”. El usufructo, o uso de los frutos, significa el derecho real de goce o
disfrute de una cosa ajena, de tal manera que, el usufructuario posee la cosa pero no es de
él, por lo que tiene la posesión, pero no la propiedad. Puede utilizarla, disfrutarla y obtener
sus frutos, tanto en especie como monetarios, pero no es su dueño, por lo que no podrá
enajenarla ni disminuirla sin el consentimiento del propietario. El usufructo se puede
relacionar con los espacios públicos, en el sentido de que son espacios que “son de todos y
de nadie”. Por ese motivo, la ciudad que pertenece a todos, es territorio de “ejercicio y
cumplimiento de derechos colectivos como forma de asegurar la distribución y el disfrute
equitativo, universal, justo, democrático y sustentable de los recursos, riquezas, servicios,
bienes y oportunidades”. La ciudad es para el disfrute de todos sus ciudadanos, con todas
las potencialidades que contiene.
De igual manera, la ciudad se concibe como un “espacio colectivo culturalmente
rico y diversificado que pertenece a todos sus habitantes”, y se consideran ciudadanos (as) a
“todas las personas que habitan de forma permanente o transitoria en las ciudades”. Por ese
14
Todas las referencias que aparecen entre comillas, de aquí en adelante, pertenecen al mismo documento.
232
motivo, el fin principal de la ciudad es “ejercer una función social, garantizando a
todos sus habitantes el usufructo pleno de los recursos que la misma ciudad ofrece”.
También se plantea que “en la formulación e implementación de las políticas urbanas se
debe promover el uso socialmente justo y ambientalmente equilibrado del espacio y el
suelo urbano, en condiciones seguras y con equidad entre los géneros”. Por todo esto, la
Carta y sus acciones prácticas constituyen un gran avance en las posibilidades de uso y
usufructo de las ciudades dentro de unas condiciones de convivencia enmarcadas por los
derechos que otorga la ciudadanía.
Los usos de las ciudades también se relacionan con las múltiples maneras que
existen para aprovecharlas, por lo que también se pueden considerar como “objeto de uso”
(Santos, 2000). La ciudad vista desde la perspectiva de los usos posibles, se asocia también
con objetos, de tal manera que para Santos “las cosas son productos naturales, mientras que
los objetos son productos de una elaboración social, un resultado del trabajo” (2000: 55-
56). En ese sentido, la ciudad sería un objeto de objetos o el “patio de los objetos”, donde
“el patio supone el lugar vacío donde conversamos y convivimos con los vecinos, para lo
cual ponemos muebles, o sea las cosas que hemos creado para estar cómodos en el mundo.
Y la ciudad crea esa posibilidad” (Kusch, 1986:130). Esto, teniendo presente que en la
ciudad abundan los objetos que “han tomado el lugar de las cosas” (Santos, 2000: 56). En
este aspecto la ciudad se llena cada vez más de objetos, que antes que generar comodidades
para los ciudadanos, los colma y satura.
Pero también es necesario explicitar que el objeto aparte de su uso como “utensilio,
también constituye un símbolo, un signo” (ibíd., 2000: 57), por lo tanto, no son sólo
materializaciones, sino que trascienden hacia significaciones y se inmiscuyen
significativamente en las relaciones sociales. De esa manera se relacionan con las funciones
de consumo (Sassen, 2007), que no es un tema meramente económico sino que implica
otras clases de relaciones sociales donde, por ejemplo “el consumo sirve para pensar”
(García Canclini, 1995: 41), lo que implica nuevas y profundas relaciones, y más, entre la
economía de mercado capitalista y los procesos socioculturales.
Dentro de este campo de estudio de las prácticas sociales, asociadas a recorridos,
calles y paseos, es interesante el enfoque de la “geografía de la percepción”, que pretende
detectar elementos vivenciales y subjetivos, que contribuyen a la reconstrucción de la vida
233
urbana. Por ese razón, el ciudadano “decide su comportamiento espacial, no en función del
medio geográfico real, sino de la percepción que posee del mismo” (Capel y Urteaga, 1985:
42). Esa percepción implica la referencia a todos sus elementos asociados.
Este concepto surge en los años 50 del siglo XX, con la segunda Escuela de
Chicago y se basa principalmente en las propuestas de Lynch, que combina elementos de la
arquitectura, la psicología social y la antropología. Considera el espacio, “no como una
concepción objetiva y abstracta, sino en función de su valor subjetivo, como espacio
conocido, aprehendido individualmente; es el espacio vivido” (Vilá Valentí, 1983: 355). De
esa manera, existe una relación muy importante entre las prácticas y las vivencias y
Sloterdijk reivindica este aspecto dentro de las relaciones espaciales, cuando “comienza
convocando los sentidos, las sensaciones y el entendimiento de lo cercano; aquello que la
filosofía suele pasar por alto: el espacio vivido y vivenciado […] La experiencia del espacio
siempre es la experiencia primaria del existir” (Safranski, 2003: 13). De esa manera es
importante destacar los componentes del espacio y las maneras como los ciudadanos los
pueden usar y disfrutar.
5.2 USOS DE LA CIUDAD COMO CAMPOS
A partir de la reflexiones sobre espacios públicos, la Carta Mundial por el Derecho a
la Ciudad y de las funciones utilitaristas del sistema capitalista, se puede colegir que la
ciudad, concebida como un lugar construido por el ser humano y puesto a su servicio, si se
puede usar. Además, de múltiples maneras, que dependen de los intereses particulares y
colectivos de los ciudadanos, que a su vez están condicionados por su situación económica
social, étnica o sexual. De igual manera, los usos se relacionan con acontecimientos de
lugar, tiempo, moda, publicidad, circunstancia, coyuntura o necesidad de los usuarios. En
ese sentido, el ciudadano se apresta a “dominar un espacio. Crear un territorio, explotarlo,
exprimirlo” (Zambrano, 2000: 31). De esa manera, las prácticas de uso de la ciudad están
ligadas a territorios, objetos, instituciones, grupos humanos y personas, dentro de entornos
físico-ambientales, socioculturales y simbólicos específicos. En estos contextos son
múltiples las actividades que realiza, de tal manera que
234
al usar la ciudad el actor inscribe la huella de su propio hacer. Cotidianamente
en las decisiones para trazar desplazamientos, en los desplazamientos mismos,
en los relatos que narran para otros los avatares del día, el actor-autor «escribe»
su experiencia de ciudad, la comparte, la opone a la de otros, la negocia
(Reguillo, 1997a).
En ese sentido, el hecho de vivir en la ciudad y de experimentarla, ya de por sí,
constituye modos de usarla. También existe una relación estrecha entre las maneras de usar
la ciudad y aprovechar todas las posibilidades que les brinda a los ciudadanos. Un
afrodescendiente nacido en la ciudad, a pesar de que muchas veces se siente “extraño”,
posee un sentimiento especial por su territorio. Por ese motivo dice que
¿Aprovecho la ciudad? […] claro […] yo aprovecho ciertas características […]
que brinda la ciudad […] el que sea relativamente pequeña […] es aprovechable,
el que tenga, entre comillas […] tantas universidades es aprovechable, el que
sea tan pequeña también es aprovechable para darse una buena caminata, para
conocer gente […] que de pronto tiene unos unas características […] que otras
ciudades no tienen también es aprovechable (E: An2).
Los usos de la ciudad se encuentran ligados a prácticas sociales, por lo que se
pueden considerar como actos donde se pone a prueba la creatividad y la capacidad de
improvisación de los ciudadanos, como “artes de hacer”, que son acciones que ponen en
juego “una manera de actuar, un arte de combinar indisociable de un arte de utilizar” (De
Certeau, 1996: XLV). Acá se establece entonces una interesante relación entre las prácticas
y las acciones transformadoras, mediante las funciones de uso. Por esas razones, las
prácticas de uso de la ciudad se concretan en “maneras de hacer” cotidianas, donde “el acto
de usar, apropiarse y practicar todo objeto producido, tiene como característica sus ardides,
su desmoronamiento al capricho de las ocasiones, sus cacerías furtivas, su murmullo
incansable” (ibíd., 1996: 38). Esto necesariamente se concreta en una perspectiva de la
ciudad, centrada más en los sujetos. Por eso, se trata de
mirar la ciudad a través de sus actores, indagar en la experiencia colectiva los
modos en que se participa, de ese espacio social, en las formas como esa
relación es "narrada" por un lado, y por otro, en los usos que los ciudadanos
hacen del espacio urbano. Decir la ciudad, usar la ciudad, para encontrar en este
doble movimiento los elementos que ordenan la relación de los actores con el
espacio habitado (Reguillo, 1992).
Por todo lo anterior, el espacio urbano, con toda su infinita gama de elementos
analíticos se puede considerar como un “escenario de luchas entre contendientes
235
desnivelados y posicionados históricamente en un enfrentamiento por el poder de
enunciación, capaz de imponer, mediante la coerción o la seducción, una representación a
las prácticas sociales” (Reguillo, 1991:29). Se trata de confrontaciones discursivas que
pretenden la imposición de determinados tipos de prácticas, en las cuales se establece el
juego de poderes entre sectores hegemónicos y subalternos. Son luchas de poder donde los
ciudadanos ordinarios, pueden y deben manifestar sus críticas a los poderes hegemónicos
mediante el posicionamiento de sus voces, desde sus prácticas cotidianas. En ese sentido, se
requiere tener un conocimiento más profundo y crítico de la ciudad, mediante lo que se
puede definir como “manuales de sobrevivencia urbana”, entendidos como “códigos no
escritos que prescriben y proscriben las prácticas en la ciudad” (Reguillo, 2000: 201). Este
es un elemento que permite, no sólo conocer mejor la ciudad sino también generar espacios
de convivencia mediante el estudio de las prácticas sociales críticas.
Respecto a la indagación realizada a los ciudadanos sobre los usos de la ciudad, la
primera reacción sobre el tema es de sorpresa y confusión y pareciera que el interlocutor se
interrogara a sí mismo sobre lo que se puede usar. De esa manera, un afrodescendiente
nacido en Manizales afirma, que “uno piensa que […] es una herramienta […] desechable o
es desechable […] entonces a uno le queda un poco difícil pensar que la ciudad es una
herramienta que usa o que puede durar o que desecha” (An2). En este aspecto el uso se
relaciona con la acción de desechar, probablemente nacida de los simbolismos consumistas
de los mecanismos publicitarios.
Se puede concluir respecto a este tema que el sentido de pertenencia a la ciudad
“alcanza su máxima expresión en el uso y consumo según criterios de igualdad de
oportunidades, pluralidad y diversidad” (Gross, 1998). Es muy importante la relación que
se establece entre uso y consumo, teniendo en cuenta que en las ciudades contemporáneas,
existen muchos productos para el consumo, por lo que “es necesario identificar el uso que
hacen de ellos grupos e individuos” (De Certeau, 1996: XLII). De Certeau centra sus
análisis en el uso que hacen los consumidores ordinarios de los productos de la sociedad de
consumo, donde abre una brecha liberadora de la capacidad crítica y creativa de los
usuarios. En ese sentido, De Certeau ve en los consumidores un gran potencial
revolucionario y antidisciplinario, mediante la utilización de las tácticas de consumo, donde
236
las “ingeniosidades del débil para sacar ventaja del fuerte, desembocan entonces en una
politización de las prácticas cotidianas” (ibíd., 1996: XLVIII)”. De esa manera se establece
una relación importante entre las prácticas cotidianas y los factores de cambio que se
pueden asumir dentro de la ciudad, mediante acciones pequeñas y puntuales que en el largo
plazo significan grandes transformaciones.
Una de las principales propuestas de De Certeau es la relación que establece entre
tácticas y consumo, donde pretende “sugerir algunas maneras de pensar las prácticas
cotidianas de los consumidores, al suponer de entrada que son de tipo táctico" (ibíd., 1996:
46). Por ese motivo, el hombre ordinario no es un consumidor pasivo sino que es un agente
transformador, que trata de desestructurar las versiones “oficiales” o hegemónicas.
Lo problemas asociados al consumo de agua y gas, durante el transcurso de la
“tragedia”, generaron toda una serie de manifestaciones de descontento, que en algunos
casos se pudieron encausar, pero en otros, solo quedaron en intentos de búsqueda de
explicaciones. Por eso, el consumo se considera como una práctica donde se construyen
significados y sentidos del vivir, definida como “el conjunto de procesos socioculturales en
que se realiza la apropiación y los usos de los productos” (García Canclini, 1999:34). Las
concepciones tradicionales de ciudad se expresan a partir de miradas sobre imaginarios y
representaciones, generadas desde los estudios sociales tradicionales, a partir de
concepciones modélicas. Pero, los ciudadanos, que cotidianamente hacen uso de la ciudad,
la interpretan desde perspectivas prácticas, relacionadas con una ciudad recorrida, vivida y
usada. Esto se puede confirmar, por ejemplo, en los Centros Comerciales, los
supermercados e Hipermercados, que se convierten en lugares, tanto para comprar como
para recrearse, mediante el vitrineo, la pasarela y el encuentro, que no necesariamente
tienen una función netamente comercial. Esto quiere decir que los consumidores no son
entes pasivos sino que utilizan el consumo para satisfacer sus fines particulares y
necesidades vitales, pero también en sus relaciones sociales. Todo esto teniendo en cuenta
que dentro del proceso de globalización, se presenta una acción implacable de consumir
que puede desbordar todos los límites posibles.
De esa forma es muy importante recalcar que es en la manera de emplear los
productos donde adquieren importancia las prácticas, por lo que De Certeau, habla de
237
“practicantes y no de consumidores” (Abal, 2007: 2). Esto significa que la función de
consumo trasciende lo meramente económico y se instala en muchas de las actividades
cotidianas y prácticas de los ciudadanos. Además se presenta como una acción creativa, que
se relaciona con una producción que “es astuta, se encuentra dispersa pero se insinúa en
todas partes, silenciosa y casi invisible, pues no se señala con productos propios sino en las
maneras de emplear los productos” (De Certeau, 1996: XLIII de la Introducción general).
Es una función que se relaciona con las actividades cotidianas que realizan los ciudadanos
para generar modos de sobrevivencia propios, alejados de los esquemas que proponen y
regulas las instituciones.
En este sentido, la función económica de consumo presenta contrastes
significativos, por ejemplo, entre la función mayorista de los supermercados, que impactan
con sus mecanismos publicitarios, atractivo y mecanismos generación de consumo,
respecto a la tienda de barrio que vende productos de consumo popular en dosis mínimas,
donde priman las acciones vitales de sobrevivencia. En esta última se pueden observar, las
funciones creativas del consumo que relacionan los aspectos sociales con los productos
para la subsistencia cotidiana, mediante intercambios, préstamos, obsequios o acciones,
tales como las de fiar. Lo más importante, en estos aspectos, es detectar las formas creativas
que utilizan los ciudadanos comunes y corrientes para aprovecharse de todos los
componentes urbanos, para su sobrevivencia o subsistencia en medio de una feroz
competencia por los espacios, los objetos y los recursos escasos, mediante sus prácticas
sociales críticas. Este es un asunto fundamental para la consolidación de las luchas sociales
de las comunidades, que utilizan mecanismos de poder como las prácticas consumistas para
generar acciones reivindicativas. De esa manera, “procedimientos populares (también
“minúsculos” y cotidianos) juegan con los mecanismos de la disciplina y solo se conforman
para cambiarlos” (De Certeau, 1996: XLIV). Se trata de la eterna lucha contra las diferentes
manifestaciones del poder, que es necesario enfrentar, en aras de la sobrevivencia cotidiana.
Los excesos en el consumo, que son la otra cara de las reivindicaciones críticas del
consumo que propone De Certeau, son el resultado de un sociedad capitalista, consumista,
donde prácticamente “todo” es susceptible de venderse, por lo que también permean las
actividades culturales. Por eso,
238
En ferias, dicen, Manizales es una fiesta; los ciudadanos pierden su condición y
se convierten en consumidores. Poco a poco el consumo invade la vida cotidiana
y expulsa lo público del espacio citadino. Por eso muchos de sus nativos
prefieren huir de la ciudad en esas festividades que en vez de dejar cultura
agreden la convivencia, atraen la delincuencia y le producen a la ciudad la resaca
de una semana de excesos etílicos y maltratos a algunos animales. Todo ello
impulsado y patrocinado por quienes deberían ser los adalides de la cultura, la
civilidad y el buen vivir (Acebedo, 2013).
Todo esto plantea una reconfiguración de las fiestas populares en las ciudades
donde prima el consumo y la cultura se presenta, muchas veces, apenas como un señuelo
que atrae a los clientes potenciales. La ciudad es entonces un escenario donde se presentan
diversas modalidades de usos, privadas y públicas, donde los ciudadanos tienen el derecho
de utilizar esos usos para su provecho, en igualdad de condiciones. El conflicto sobre el
agua reveló estas relaciones entre consumo y tácticas por la manera que tuvieron los
ciudadanos que apelar a su creatividad para solventar la carencia del vital líquido.
Por último, es necesario plantear que el tema de los usos de la ciudad no se agota
sólo en las funciones del consumo sino que constituye un amplio campo de indagación,
donde “sólo a través de ejercicios continuados de investigación, y de cara al registro de la
participación ciudadana en su construcción simbólica, podemos averiguar cómo usan los
ciudadanos su ciudad” (Silva, 1992: 14). Este trabajo es parte de la contribución que se
puede hacer a la indagación sobre el extenso y complejo campo de usos de la ciudad.
La ciudad es un escenario privilegiado de observación de las prácticas sociales,
especialmente relacionadas con las diversas manifestaciones del poder-saber. En este
contexto se pueden generar actos de reconocimiento, expresiones de júbilo y celebraciones,
o por el contrario, manifestaciones de violencia, agresiones, desafueros y estallidos
sociales, donde se insinúa un “sistema anárquico y arcaico de signos y símbolos” (Harvey,
1998: 83). En este aspecto siempre será importante la búsqueda de sentido dentro de las
manifestaciones y explicaciones acerca de las actuaciones del “homo urbanus” (Rifkin,
2007), especialmente de los que se encuentran en situaciones de sometimiento y
subalternización.
La ciudad constituye un escenario por excelencia donde se manifiestan los campos,
en sentido bourdieusiano, en sus relaciones con las prácticas sociales. De esa manera es
imprescindible examinar la categoría de campo, porque constituye el lugar propicio para
239
estudiar las diversas manifestaciones de las luchas de poder. Esto permite explicar la
función que ejerce la ciudad como un territorio, donde luchan diversos contendientes por
posicionarse dentro de la cultura urbana, tal como le sucede a muchos ciudadanos
inmigrantes, sometidos y subalternizados. Pero la ciudad también se considera un lugar de
resistencia, de luchas ideológicas, políticas, de construcción de identidades individuales y
colectivas; espacio de configuraciones y reconfiguraciones culturales. Por ese motivo se
debe caracterizar a la ciudad como un “haz más o menos organizado, más o menos
piramidalizado, más o menos coordinado de relaciones” (Foucault, 1983: 188). Las
relaciones se pueden considerar en este sentido, como la base fundamental de la
construcción de la cultura urbana.
Existe una relación sistémica entre las ciudades y las relaciones que se construyen al
interior de los campos, por lo cual estos, son definidos como “redes o configuraciones de
relaciones objetivas entre posiciones, que existen independientemente de la conciencia y la
voluntad individuales” (Bourdieu y Wacquant, 1995: 64). De esa manera, los campos
actúan como espacios de luchas de significación y de sentido, que en el ámbito urbano
contribuyen a explicar los usos de los espacios públicos, y en general de la ciudad, desde
perspectivas críticas.
Los campos también constituyen espacios sociales donde actúan agentes dotados de
habitus, que luchan por la defensa de posiciones dentro de estos. Su función es la de
conservar los capitales en juego, teniendo en cuenta su ubicación y la de sus adversarios.
Para Bourdieu, todos los aspectos de la vida social, donde ocurra una práctica, son
susceptibles de ser delimitados en términos de campo, en los que se presentan luchas de
posicionamiento social, mediante el habitus y los capitales, cultural, social y simbólico. En
este aspecto, se debe especificar que también existen campos concretos como los que
pertenecen al arte, la ciencia, la religión y la política, entre otros.
En el abordaje de los campos es importante tener en cuenta el papel significativo
que cumplen las prácticas, que para Bourdieu y Elias, “han de entenderse como producto de
la relación entre el sujeto estratégico y el campo donde produce su estrategia” (Brunet y
Morell, 2001:130). Dentro de esta concepción de campo, se construyen espacios de
relaciones, mediante las prácticas, más allá de las nominaciones, que tienen que ver con las
posiciones que los agentes ocupan en el campo social. Se podría decir, que en el caso de la
240
“tragedia” se manifestaron muchas clases de campos que fueron muy importantes para
descifrar sus efectos sobre la cotidianeidad de los ciudadanos.
Se puede afirmar que, durante el transcurso de esta sonada “tragedia”, Manizales se
convirtió en un gran campo, que propició las expresiones masivas de sus habitantes, lo que
as su vez develó, una significativa cantidad de problemas, que siempre han estado presentes
pero se pretende ocultarlos en función de mantener una imagen de ciudad idealizada,
uniforme y ordenada.
Las ciudades también se pueden concebir como “espacio de juego” (2006), desde
las propuestas de Bourdieu, donde los agentes "juegan" en los distintos campos sociales y
tienden a reproducir y transformar la estructura social. El símil del juego remite a unas
condiciones determinadas, donde los contendientes o agentes deben conocer las reglas, que
les permitan actuar adecuadamente y obtener unos resultados óptimos.
En el caso de Manizales, como se evidenció dentro de las “tragedia grecocaldense”,
la ciudad se convirtió en un gran estadio donde se realizó un juego, un tanto largo, en el que
participaron dos bandos ciudadanos, bastante diferenciados. Unos, representantes de las
minorías, defienden los intereses de la historia y la cultura “oficiales”, que pregonan
verdades incontrastables y pretenden mantener el statu quo. Pero, por otra parte, están los
“otros”, los representantes de las grandes mayorías, que han permanecido ocultos, pero que
quieren ser reconocidos, visibilizarse y expresarse. Pero este juego resultó bastante sui
generis, porque no existieron reglas y fue muy evidente que las clases populares no tienen
una clara concepción de su propio juego, sino que juegan al estilo de los que les ofrecen los
detentadores del poder, y algo más impactante es que ni siquiera conocen las reglas del
juego. Por todo esto, fue muy importante determinar las maneras como se constituyen estos
campos sociales en función de intereses, no necesariamente comunes, las maneras como se
establece el juego de lo individual y lo colectivo, de la pertenencia y la exclusión.
Luego de estos acontecimientos sucedidos en Manizales es necesario realizar
reflexiones para determinar la manera en que ha quedado la ciudad y a partir de allí indagar
acerca de lo que se puede hacer por la ciudad, teniendo en cuenta que es un campo donde
luchan varios contendientes: la administración municipal, los medios de comunicación y los
ciudadanos, ente otros.
241
5.2.1 USOS COMO CAMPO DE PODER
La ciudad se constituyó entonces en un campo de expresiones de poder, en todas sus
manifestaciones, de tal manera que la política y los políticos fueron temas recurrentes
durante el transcurso de la “tragedia”, ya que se convirtieron en el centro de la polémica y
en el punto de mira de las críticas ciudadanas, por su excesivo protagonismo, en los asuntos
de la administración municipal, pero muchas veces en sentido negativo.
Es necesario tomar en cuenta los ECL, por su vocación política, especialmente en
un subcontinente que presenta marcadas diferencias en los manejos del poder. Por ese
motivo es necesario retomarlos como “una práctica crítica, política […] interesada en
comprender la complejidad de este sistema y hacer ver tanto su operación como las
prácticas, vivencias y modos de existencia que aparten de, enfrentan, transgreden o resisten
a ello” (Walsh, 2010: 101). Estas afirmaciones son importantes para la reflexión sobre las
acciones y las consecuencias políticas derivadas de la “tragedia”. Por eso, es importante
plantear algunos elementos que ayuden a comprender el contexto político regional y local.
En el departamento de Caldas y específicamente en Manizales, uno de los elementos
críticos, no sólo de esta coyuntura, sino de la historia de la ciudad, se relaciona con la
persistencia de los políticos tradicionales por mantener el poder. Esto lo logran mediante un
sistema de alianzas entre políticos de diferentes partidos tradicionales, paradójicamente
contradictorios en sus ideologías, que han establecido un dominio permanente durante
muchos años en todas las instancias de la administración pública y la política regional. Este
sistema de hegemonía política lo mantienen, realizando cualquier clase de acciones en pro
del mantenimiento del poder, donde priman los intereses personales y la ya larga
“tradición” en esta materia. Mientras tanto la ciudad sigue siendo sometida al olvido y al
caos administrativo porque no se solucionan los apremiantes problemas de las
comunidades. Todos estos elementos de la cultura política se manejan como si se tratara de
una herencia o una tradición, que con el transcurso del tiempo se ha llegado a convertir en
una costumbre. Por ese motivo se dice que
Todo empezó, cuando la actividad política perdió su razón de ser como
institución humanística, y se amangualó con los vicios de la corrupción. Sus
artífices generaron el engendro maléfico de la llamada tripleta: Yepo - Giraldo
Barquista, para manejar y robar a su acomodo el departamento y sus municipios
(Ortiz Soto, 2011).
242
De esa manera los viejos “caciques electorales”15
, a pesar de que ya no ejercen el
poder directamente, siguen vigentes, mediante la utilización de métodos “politiqueros”.
Esto significa que son deformaciones de la cultura política que se perpetúan, patrocinadas
por algunos ciudadanos que han sido sus beneficiarios. Lo más grave es que este tipo de
prácticas políticas siguen siendo bastante utilizadas por las nuevas generaciones, como
costumbres heredadas, que le ocasionan un inmenso daño administrativo a la región, al
mismo tiempo que siguen empañando la maltrecha imagen de la política. Esto no permite
que haya una renovación, tanto de las costumbres políticas, como del ejercicio del poder a
nivel municipal y departamental. En ese sentido no se vislumbra un cambio político radical,
a pesar de algunos intentos que se han realizado en los últimos tiempos, teniendo en cuenta
que
En casi 30 años no ha habido renovación política, ni confrontación política
regional, lo que hay es un acomodamiento a la política nacional, sus dirigentes
se acomodan a los lineamientos de los diversos candidatos y a que sus intereses
locales no se descarrilen. No son estos dirigentes, por tanto, generadores de
cambio, ni en lo económico, ni en lo político, ni en lo social, a diferencia de los
antiguos dirigentes (Jaramillo, 2009: 247).
Cuando se menciona a los “antiguos dirigentes” es posible que el autor se refiera a
los viejos referentes “grecocaldenses”, del pasado que de todos modos fueron muy
influyentes, en todas las esferas de la sociedad.
De igual manera, es necesario analizar la gran contradicción que se presenta en la
política local, entre lo que se dice y lo que se hace en la práctica. Esto, teniendo en cuenta
los grandes impactos que suscitaron la “tragedia”, por una parte y el hecho incontrovertible
de que la ciudadanía haya elegido a un nuevo alcalde, que pertenece a la misma corriente
política del partido que dirigía los destinos de la ciudad durante el transcurso de estos
lamentables sucesos. En ese sentido, un ciudadano opina que, “tenemos lo que nos
merecemos por imbéciles... Votamos por la misma maquinaria después de todo y ahora de
que nos quejamos...” Caléndula (12 de noviembre de Caléndula, 12 de noviembre de 2011).
En la época de la “tragedia”, la ciudad de Manizales se encontraba en campaña
política para elegir al nuevo alcalde. En ese sentido, se hicieron algunos intentos para que la
15
Políticos tradicionales que manejaban a su antojo la política regional mediante el
aseguramiento del poder electoral.
243
población ejerciera su derecho al sufragio con el voto de protesta o el voto en blanco. De
igual manera, se escucharon algunas voces de protesta en contra de las elecciones. Por eso
se afirmaba que
No votemos! yo no voto! y ayer nos dejaron muy solos en la manifestación 3
dias de asamblea en la alcaldía y nada de la gente
manizales, eres muy sumisa (sic) ..... Mira como nos maltratan!!!! (Jessica
Zambrano, 29 de octubre de 2011).
De igual manera se realizaban bastantes críticas a los grupos políticos tradicionales
y todas sus maquinarias electorales, exigiendo mejores propuestas administrativas para la
ciudad. Por eso,
Ad portas de la elección de alcalde, gobernador, concejales y diputados en
Caldas hay expectativa entre quienes han asistido como borregos a votar por los
de siempre y los que conforman el grupo de abstencionistas o el llamado voto de
opinión. Qué mejor escenario entonces para hacer un profundo análisis y decidir
si quieren de lo mismo o cambian por quienes tienen mejores procederes
inmediatos en la administración de lo público y están dispuestos a hacer las
inversiones para permitir a la acosada sociedad una mejor sobrevivencia; porque
además, es evidente que está sedienta de la recuperación de sus valores (¿Por
qué la capital mundial del agua sigue sin agua?, sf).
Pero todo esto fue en vano, teniendo en cuenta que una vez más ganaron los grupos
políticos tradicionales, con todas sus costumbres políticas cuestionadas. Esto ratifica que la
corrupción y la politiquería prácticamente han entrado a formar parte del paisaje urbano, lo
que implica que su erradicación puede ser un proceso bastante largo, que requiere no sólo
altos niveles de reflexión, sino ante todo de acción. Por ese motivo
Tan importante actividad está devaluada y mal concebida por las generaciones
de los últimos tiempos, porque se han formado y educado en medio de los
laberintos escandalosos de la corrupción, provocados por sus mayores,
promotores de malos manejos en los cargos de dirección y mando (Ortiz Soto,
2011).
De esa manera se demostró que a la conocida pasividad de los manizaleños, en
función de la protesta popular, se suma ahora el hecho de que generalmente votan por los
mismos grupos políticos, que siempre han sido cuestionados y, no sólo ahora en la época de
la “tragedia”. Sobre estos temas existen variedad de opiniones, pero en general se califica a
las actitudes asumidas por la administración municipal, como de indiferencia casi total,
debido a que no aparecieron en los momentos en que más se les necesitaba. El
244
cuestionamiento a los políticos y dirigentes de la ciudad y sus actitudes displicentes,
constituyeron un elemento muy destacable de esta difícil situación, por parte de las
comunidades, bastante vigilantes sobre lo acontecido. En ese sentido, fueron múltiples las
reacciones, de tipo espontáneo, que de todos modos generaron alguna clase de conciencia
crítica acerca de las situaciones administrativas irregulares, vividas cotidianamente, pero
que en general no son objeto de cuestionamientos directos. Valga el ejemplo de lo que dice
un ciudadano “ojala la gente de Manizales, se diera cuenta de la realidad, y despertáramos
del letargo, la pasividad, el conformismo, la lambonería para elegir este tipo de
gobernantes” (C4tik45, 12 de noviembre de 2011). Esta es una opinión común a muchos
ciudadanos, pero que desafortunadamente en épocas electorales, cambia para dar paso a
actitudes de resignación, o lo que es peor, a seguir patrocinando a los políticos corruptos.
De esa forma la situación política continúa igual, o peor, por lo que
Un manto de duda se cierne en la región con la llegada de los relevos que son
apoyados por los mismos grupos de quienes dejan el poder.
A Juan Manuel Llano lo sucede en la alcaldía de Manizales, Jorge Eduardo
Rojas, de su mismo grupo político, Salvación Nacional. Llano fue uno de los
alcaldes más cuestionados del país (En Caldas y Manizales siguen las
maquinarias, 2 de enero de 2012).
Por ese motivo tampoco es muy prometedor el panorama que se vislumbra durante
la gestión del próximo alcalde, partiendo de la certeza de que la solución de las dificultades
que enfrenta la ciudad no dependen exclusivamente de las acciones que ejerce el
mandatario. Es necesario reconocer que los grandes problemas de la administración
municipal se encuentran enquistados dentro de las costumbres de la cultura política de la
ciudad. En ese aspecto se puede decir que
En conclusión, a su salida Juan Manuel Llano deja una Manizales con serios
problemas de imagen y corrupción, que deberá afrontar el entrante alcalde, Jorge
Eduardo Rojas, si quiere marcar un camino distinto al de su antecesor. Rojas ha
manifestado su interés de cambio y anunció desde el día de su elección que
cambiará a todos los jefes de secretarías e institutos descentralizados del
municipio. Amanecerá y veremos (En Caldas y Manizales siguen las
maquinarias, 1 de enero de 2012).
Esta noticia, respecto a la propuesta del nuevo alcalde para cambiar a sus
funcionarios subalternos, es una situación bastante lógica en la política, donde el nuevo
gobernante tiene su propio grupo de colaboradores. Esto lleva a pensar que lo más seguro
245
es que la situación de Manizales continúe de la misma manera como se ha desarrollado
siempre y también como se manifestó durante la “tragedia”. En ese aspecto, se puede
afirmar con convicción que “se propone un cambio para que nada cambie”.
En este sentido, las actuaciones de los políticos inciden significativamente sobre las
decisiones administrativas de la ciudad, que son bastante cuestionadas por la ciudadanía.,
teniendo en cuenta que no son las que la puedan beneficiar. Por ese motivo,
Estamos indignados con esta situación y las mentiras de nuestros gobernantes
"mediocres", que juegan con la inocencia de las personas. Si fuera otra ciudad u
otro país ya habrían protestas fuertes haciéndose sentir, pero nos estamos
dejando engañar como cuando engañan a los niños con un dulce, no permitamos
mas esto...YA ES HORA DE RECLAMAR LO NUESTRO. Ahora solo
interesan las elecciones, el País solo apunta a eso, mientras acá los ancianos,
mujeres y niños sufren las consecuencias de algo que se pudo EVITAR...Esto
pronto será olvidado y en las noticas solo pasaran reinados y deportes (jacam1,
28 de octubre de 2011).
De esa manera se puede plantear la existencia de una suerte de imaginario colectivo
que persiste en el tiempo, relacionado con los malos manejos administrativos y la
corrupción, que se repite cíclicamente y que pareciera que nunca va a desaparecer. Todos
estos sucesos del presente, también contribuyen a visibilizar conflictos del pasado, que se
encuentran fuertemente incrustados en la memoria colectiva. Por esa razón, con respecto al
robo de Caldas en 1984, se dice que
Infortunadamente no aprendimos la lección -. Todo continúa igual o peor, con
raíces tan profundas que para solucionar la delicada situación, se requiere de
toda una reingeniería de ordenamiento moral, donde se comprometan las fuerzas
vivas regionales y locales (Ortiz Soto, 2011).
Se podría afirmar que los malos manejos de la administración, se han naturalizado,
de tal manera que se han convertido casi en un “patrimonio” y forman parte de la tradición
de la ciudad. En este sentido se han enquistado dentro de la cultura urbana fenómenos de
corrupción que si no se analizan críticamente, pueden llegar a considerarse “normales”, o
peor aún pasar desapercibidos en el tiempo y repetirse ad infinitum.
La corrupción política, es una de las causas primarias de muchos de los problemas
que ha soportado y sigue soportando la ciudad, cuyos efectos se siguen sintiendo en todas
las esferas de la administración pública. Por ese motivo, una síntesis de los periodistas que
han sido asesinados en Colombia por denunciar la corrupción política, recuerda a uno de
246
los periodistas de Manizales, bastante crítico del sistema político regional y local. Afirma
que
El 30 de enero se cumplieron 10 años del asesinato de Orlando Sierra,
subdirector de La Patria de Manizales, quien con valentía se atrevió a cuestionar
la corrupción política en Caldas. Estudiantes universitarios manifestaron su
indignación con pancartas que decían “Asesinos cobardes, que no soportan ver
reflejada en el espejo la desnudez de su miseria” (Ayola, 2012).
Un ejemplo concreto de corrupción, que más impactó a la ciudadanía, se refiere a
las preferencias en el servicio extraordinario de agua para algunos ciudadanos privilegiados
en perjuicio de la mayoría silenciosa. Se trata de una clase se comportamiento social
derivado de épocas pasadas, donde priman las prerrogativas especiales para determinadas
persona e individuos. De esa manera,
En la Escuela de Carabineros, normalmente se encuentran residiendo, en estos
momentos alrededor de 500 personas. Ahora bien. Les parece a los colombianos
justo, que lleguen carros-tanques a esa institución, cada cuatro días, para
proveerles de agua, sabiendo que son muchachos con edades entre los 20 y los
22 años, en tanto que mujeres, niños y ancianos cargamos el líquido sin
descanso, mientras éstos haraganes se la pasan allá rascándose las pelotas?. No
hay derecho. Que cada uno coja su balde y salga a recoger agua como lo
hacemos todos. Jamás he podido entender ese manido cuento, que nos habla de
la igualdad de los ciudadanos ante la ley. Saludo respetuoso. Obviamente, esto
ocurre en mi Manizales sin agua y olé (xirin, 28 de octubre de 2011).
Estas manifestaciones de corrupción, sumadas a la falta de eficacia administrativa,
para una ciudad considerada en transición hacia metas más altas de desarrollo territorial y
demográfico, no se compadecen con la indiferencia, casi total, hacia los ciudadanos
ordinarios. En este sentido es importante destacar que
La corrupción es una peste que empobrece y destruye los valores cívicos por los
que todos deberíamos luchar. Con el poder en la mano, manejan a su antojo la
oferta de trabajo que generalmente termina beneficiando a copartidarios de clase
media semiprofesional que al igual que los “tres monos místicos” del Japón,
nada oyen, nada ven, nada dicen, convirtiéndose en cómplices de este desmadre
político que transita por unas calles atiborradas de desempleados parlanchines
atormentados por un ocio, que al parecer, reinará por mucho tiempo ante la falta
de frentes de empleo formal y digno (Arias, 2011).
La corrupción sigue avanzando porque los habitantes de la ciudad no despiertan de
un letargo histórico, bastante largo y carente de objetivos claros respecto al futuro. En ese
sentido es notable la contradicción que existe, a nivel de los ciudadanos, entre un orgullo
247
por la ciudad, muchas veces exacerbado y exagerado, por un lado, y por otro la
displicencia, con respecto a sus malos manejos administrativos. Por eso, la ciudad es el
Resultado de la exclusión, el desarraigo, que no es otra cosa que la falta de
interés con el entorno en que se vive. Y con este sentimiento atravesado en el
pecho, manizaleños de todos los pelambres decidieron marchar a otras tierras,
casi sin dolor y en muchas ocasiones maldiciendo la vida que llevaron con sus
mayores. La principal razón… aquí no hay futuro. Y la ciudad, entonces, se
transforma en una urbe de gente grande y mayor que llora la ausencia de hijos y
nietos (Arias, 2011).
Pero la pasividad de los ciudadanos no es generalizada porque algunos reiteran la
necesidad de generar cambios en las costumbres políticas, que permitan luchar contra la
corrupción, aunque se trata de una labor bastante complicada, que requiere buscar y
encontrar fórmulas para lograrlo. Por eso se plantea que
Caldas, desde las carreteras (intenten ir a Arma o a Aguadas) hasta el agua, es un
claro ejemplo de la corrupción y el fracaso de la política en el centro de
Colombia. Esta desgracia de una gran ciudad sin agua durante semanas debería
ser el detonante que saque a la población de su abulia y de su indiferencia
(Abad, 2011).
También las caricaturas fueron protagonistas de estos episodios que develaron
realidades sobre la institucionalización de la corrupción, que muchas veces quieren ser
ocultadas, pero que también los ciudadanos las conocen suficientemente.
CARICATURA 15
(Fuente: Ricky. Corriente. Diario La Patria. Manizales: Enero 19 de 2011)
248
Esta caricatura ilustra una situación cotidiana de la ciudad, en la cual los actos
ilegales de las altas clases “pudientes” no son noticias que sean “dignas” de divulgarse
masivamente.
Todos estos manejos administrativos de la ciudad, poco a poco han sido
transformando en acciones politiqueras, que se manifiestan como degradación de la
prácticas políticas y electorales. La politiquería, se puede entender como “la acción de
hacer política por caminos sinuosos y corruptos” (Lozano, 2012), que han generado una
innumerable cantidad de prácticas sociales negativas dentro de la cultura política. Esta
situación, muchas veces, puede llevar a pensar que la politiquería, como estado permanente
de corrupción, se ha convertido en un sinónimo de la política local. Por eso, hasta los más
fuerte críticos de la administración de la ciudad reconocen que “hemos entrado al escenario
vergonzoso de la tolerancia y la convivencia con la corrupción” (Ortiz Soto, 2011). Esta se
ha convertido en una serie de prácticas sociales perversas, que se han puesto al servicio del
mantenimiento del poder y que se retroalimenta constantemente mediante las acciones
cómplices de los mismos ciudadanos. Por ese motivo
Me enfoco en lo otro que apalea con más fuerza la salud pública de una sociedad
donde a diario estallan escándalos de corrupción protagonizados por los hombres
oficiales más visibles y menos respetados, mismos que desde hace miles de días
se apoderaron de los cargos administrativos buscando vergonzosos y criminales
beneficios para sí y sus aliados (Arias, 2011).
En este contexto la administración de la ciudad también deja de lado, muchas de las
acciones de prevención que se deberían llevar a cabo para acabar con la corrupción, o como
decía el expresidente de la República de Colombia, Julio César Turbay Ayala, hay que
“reducir la corrupción a sus justas proporciones”.
Las caricaturas también sirvieron como elemento cuestionador de la gestión
municipal y las actuaciones del alcalde, que mediante lenguaje irónico le critican su actitud
pasiva y elusiva, y el hecho evidente de no afrontar directamente los problemas suscitados
por estas tragedias:
249
CARICATURA 16
(Fuente: Homez. Indignados. Diario La Patria. Manizales: Noviembre 13 de 2011)
Pero estos manejos políticos de Manizales no se encuentran supeditados al estrecho
marco territorial y administrativo de la ciudad, sino que traspasan las fronteras locales,
cuestionando también las actuaciones de los gobernadores del Departamento de Caldas16
,
donde también suceden fenómenos cuestionables para la administración pública. Por eso,
La ocurrencia de cuatro tragedias en menos de mes y medio y los descalabros
del gobernador, del aeropuerto y de la posible quiebra de la capital muestran que
este departamento vive su peor cuarto de hora. ¿Qué pasa? (La maldición
de Caldas, 12 de noviembre de 2011).
Pero ese peor cuarto de hora pareciera que se ha vuelto eterno, o que llegó para
quedarse, porque se presentan situaciones recurrentes en el departamento, lo cual significa
que todos esos fenómenos anómalos también repercuten a nivel local en las pequeñas
poblaciones de esta entidad territorial. Todo esto sucede necesariamente por la primacía de
la politiquería a nivel regional.
En este sentido, una manera de resolver todos estos asuntos es que los asuman
responsablemente los que ejercen la administración de la ciudad, quienes son los directos
responsables. Por ese motivo, por lo menos en los asuntos relacionados con el servicio de
agua, “la Procuraduría General de la Nación tiene en la mira al alcalde […]:
Determinaremos si hubo omisión de funciones al no contemplar un plan de contingencia
para evitar el desabastecimiento”, dijo el Procurador (Villamil, sf.). Habría que esperar si
las investigaciones conducen hasta los culpables, teniendo en cuenta que en este aspecto
16
Manizales es la capital del departamento de Caldas. Los departamentos son la división territorial más importante del país.
250
hubo muchas fallas de previsión, con el agravante de que ya se habían advertido
previamente.
Todos estos acontecimientos impactantes llevaron a que, tanto los manizaleños
como los caldenses, en general, recobraran la memoria histórica sobre algunos hechos
lamentables, sucedidos en el pasado, especialmente a comienzos del siglo XX. Son
acontecimientos que aparentemente se olvidan, pero que al contrastarlos con lo que ha
sucedió en el presente, actúan como activadores de la memoria histórica. De esa manera se
crean asociaciones que llevaron a pensar que la ciudad sigue siendo sometida a situaciones
de tragedia constante. Por eso se afirma que “desde 1926 cuando Manizales enfrentó dos
devastadores incendios que redujeron la ciudad a cenizas, los manizaleños no padecían
tantas calamidades juntas” (400.000 personas sin agua en Manizales: alerta nacional,
diciembre de 2011). De esa manera se juntaron muchas circunstancias que obraron en el
sentido de rememorar la historia, lo cual condujo a su vez a la ciudadanía hacia profundas
reflexiones sobre las circunstancias críticas del presente, donde también se destacaron otros
desastres, que se pueden relacionar con la “tragedia. De esa manera se siguen presentando
otras panorámicas de los “Desastres en Manizales en 2011”
Con excepción de los incendios, los desastres de este año en Manizales
evidencian carencia de una política de manejo y control de las aguas en la ciudad
y sus alrededores:
Avalanchas en zona industrial, marzo 21 y abril 13: destruyeron 14 viviendas y
afectaron 170 familias.
Deslizamiento en Villa Kempis, marzo 26: destruyó 10 viviendas. No hubo
víctimas.
Avalancha de la quebrada La Mula arrastró un bus de Expreso Bolivariano, abril
14: dejó 22 víctimas.
Simultáneamente se presentó otra avalancha de la quebrada Manizales
Incendio en barrio Galán, 2 de mayo: 7 viviendas incineradas y 38 familias
damnificadas.
Incendio en barrio El Aguacate, septiembre 1: destruidas 16 viviendas y 57
familias damnificadas.
Hundimiento en barrio Marmato, septiembre 30: dejó 8 familias damnificadas
(El pulso).
251
Deslizamiento en barrio Cervantes, noviembre 5: destruyó 17 viviendas, causó
48 muertes y dejó 150 personas damnificadas (400.000 personas sin agua en
Manizales: alerta nacional, diciembre de 2011).
En este sentido también se recordaron otros sucesos, ya no atribuibles a la
naturaleza como los incendios, sino a la corrupción, cuando el Departamento fue víctima de
un sonado caso a nivel nacional, conocido como el “robo a Caldas”. Por este motivo
algunos afirman que
La situación que vive Caldas coincide con una especie de 'conmemoración' de
los 25 años del llamado "robo a Caldas", denunciado en 1984 por el entonces
procurador Carlos Jiménez Gómez. Entonces como ahora, la Industria de
Licores de Caldas fue el principal objetivo de negocios turbios. Y entonces
como hoy, la administración pública fue convertida en fuente de favores para
pagos políticos y personales. Estas coincidencias demuestran que las costumbres
políticas en Caldas no han cambiado (Gobernador de Caldas en líos por usar
recursos del presupuesto para pagar deudas personales, 2009).
En aquellos tiempos se realizaron investigaciones alrededor de los malos manejos
administrativos y financieros de la Industria Licorera de Caldas, donde se descubrió que los
Distribuidores de licor estaban pagando cuantiosas bonificaciones a
gobernadores, congresistas de la región y funcionarios de gran influencia para
que les reservaran el derecho exclusivo de venta de los productos, según consta
en algunos apartes del informe entregado por el entonces Procurador (El robo a
Caldas, 12 de febrero de 1998).
De esa manera, es posible que este suceso del pasado haya inaugurado un periodo,
caracterizado por una “una manera propia de hacer las cosas”, que tiene su trasfondo
cultural, relacionado con determinadas prácticas sociales que incitan a la corrupción. En ese
aspecto, se plantea que
Las heridas y cicatrices sobre el robo a Caldas, aún, están latentes. Con ocasión
de los últimos episodios ocurridos en la actual, y anteriores administraciones,
donde aparecen comprometidos funcionarios departamentales y municipales;
dirigentes cívicos y empresariales, encartados con la justicia; siempre se trae a
colación tan vergonzoso episodio que hizo temblar todas las estructuras de
nuestro departamento (Ortiz Soto, 2011).
A pesar de que se cuestionan constantemente esas actuaciones inadecuadas de las
administraciones municipales en el pasado, por parte de los escritores que se constituyen
252
como los “líderes morales” de la región, las condiciones de la ciudad cambian muy poco,
especialmente en relación con la corrupción.
El “robo a Caldas” se puede considerar históricamente como el comienzo de la
corrupción que aún no termina, ya que actualmente se sigue realizando, desde las
administraciones municipales, actividades bastante cuestionadas, en alianzas con los
políticos de la región. Por eso,
La intervención de la Contraloría Departamental, la Procuraduría General y la
Fiscalía pidió el gerente de la Licorera de Caldas, Miguel Trujillo Londoño, con
el fin de que revisen su gestión.
De acuerdo con el dirigente, su interés se genera ante los enfrentamientos que
hoy se tienen con el sindicato y con el propio gobernador encargado, Juan
Martín Hoyos Villegas, y ante las denuncias en su contra de supuestos procesos
malintencionados y perversos, por lo que aseveró que no permitirá que empañen
su nombre y su trabajo (Gerente de ILC pide intervención de las "ías", 2013).
Esta es una prueba de que las cosas no cambian, en el sentido de mejorar sino que
siguen su rumbo caracterizado por la improvisación y el cuestionamiento de las
administraciones departamentales y municipales. Al problema relacionado con el
suministro de agua, se le agregan sus consecuencias legales, tal como lo ilustra la
caricatura.
CARICATURA 17
(Fuente: Ricky. Necesidad. Diario La Patria. Manizales: Noviembre 5 de 2011)
253
Es importante señalar también que, tanto a nivel municipal como departamental,
existe la convicción de que la corrupción ha avanzado hasta límites insospechados. Por ese
motivo se plantea que
Como si fuera poco, otros tres grandes descalabros del departamento salieron a
flote en septiembre: el gobernador Mario Aristizábal fue suspendido por la
Contraloría por supuestos actos de corrupción; el alcalde Juan Manuel Llano
reveló que Manizales podría ir a la quiebra por el pago de una demanda de más
de 100.000 millones de pesos (La maldición de Caldas, 12 de noviembre de
2011).
Todo esto puede plantear que la corrupción se ha naturalizado dentro de las
costumbres, pero no sólo de la ciudad sino también del departamento y de la nación. Se
trata de un problema generalizado que es necesario reflexionar, de tal manera que desde allí
se comiencen a generar soluciones.
Es importante remarcar el hecho de que existen ciertas prácticas administrativas que
conducen hacia actos de corrupción, que implican grandes impactos sobre algunos de los
más importantes proyectos de desarrollo regional. Algunos de estos tienen marcadas
deficiencias en su concepción y ejecución, lo mismo que de carencias muy marcadas en su
planeación, además de sobrecostos o demoras no justificados en el desarrollo de las obras.
En este aspecto, el Aeropuerto del Café, es el prototipo de las obras que se demoran
en su terminación, muy por encima de los tiempos calculados, lo que implica también
grandes sobrecostos en su presupuesto y la consiguiente generación de perjuicios
económicos para la región. Por estos motivos este proyecto, anteriormente denominado
Aeropuerto en Palestina, “amenaza con convertirse en un gran elefante blanco, pues su
costo se incrementó 10 veces y no se sabe cuándo se terminará” (La maldición de Caldas,
12 de noviembre de 2011). Todo esto se debe a las fallas protuberantes que se tuvieron en
los estudios de factibilidad, que luego derivaron en innumerables problemas técnicos. De
esa manera,
La obra, que en sus inicios causó controversia por la debilidad en los diseños y
la falta de previsión ante fallas técnicas, costará 1,2 billones de pesos en sus dos
fases iniciales (Si arranca, Caldas entraría a competir con los aeropuertos
internacionales de El Edén y Matecaña, 2013).
Aparte de los datos importantes que aportan sobre el diseño y las fallas técnicas, es
interesante analizar el título del artículo, donde se destaca la aseveración de “si arranca”, ya
254
que se trata de un proyecto que ha sufrido demasiadas demoras, prorrogas e investigaciones
jurídicas, que la fecha de su probable culminación es totalmente incierta. Esto implica que
existen dos alternativas con respecto a su futuro, suspender definitivamente la obra y perder
toda la inversión realizada o seguir la construcción asumiendo sus sobrecostos
incalculables. Por ese motivo, en junio de 2013,
la contralora Sandra Morelli lanzó una nueva advertencia sobre el detrimento
patrimonial que podría causarse por las demoras en la entrega de las obras de
ampliación del Aeropuerto del Café […]
La Contralora dio un plazo de 10 días hábiles para tomar decisiones que
garanticen un (sic.) gestión eficiente, económica y eficaz para completar esta
obra que debería haberse entregado en diciembre de 2011 (Contraloría lanza
llamado de atención por demoras en Aerocafé, 2013).
Hasta el momento, las obras del Aeropuerto continúan a media marcha o
suspendidas, sin que se vislumbre un buen futuro para el proyecto.
Además, también es importante mencionar otros proyectos, vitales para la región,
como la Autopista del Café, que ha sido una de las obras más cuestionadas, tanto por las
demoras en su ejecución, como por los costos que ha acarreado. Por eso se dice que
El proyecto vial del eje cafetero, que se construye desde hace 14 años entre
Manizales, Pereira y Armenia, es, también, la obra que tiene más demora, según
el mismo centro de estudios en un informe sobre lo que denomina las 'Joyas de
la infraestructura vial en Colombia' (Conozca las obras con más atraso y altos
sobrecostos, sf.)
El Paisaje Cultural Cafetero es un proyecto regional de gran alcance que plantea un
desarrollo sustentable para la zona cafetera. Sin embargo, ya se ha cumplido un año de que
la UNESCO le hiciera el reconocimiento, como Patrimonio Cultural de la Humanidad, sin
que sean muy palpables sus resultados. Este proyecto fue planteado mediante la realización
de trámites político-administrativos ante la UNESCO y los gobernadores de los
departamentos que pertenecen a la zona de influencia cafetera. Pero todo esto se llevó a
cabo sin una investigación previa, de gran profundidad, sobre las características sociales,
económicas y culturales de la región. Además, uno de los requerimientos principales, por
parte de la UNESCO, consistía en un estudio serio sobre su sostenibilidad. De esa manera,
comienzan a surgir grandes problemas que amenazan la declaratoria, tal como ya se había
advertido desde el mes de octubre de 2012, donde se decía que
255
En la reunión realizada, la semana pasada en Chinchiná, con los congresistas, las
autoridades departamentales y locales y los gremios del sector privado, el
Ministro de Comercio, Industria y Turismo y la Viceministra de Cultura
recordaron el gran riesgo que se puede correr, si por falta de acciones, en los
territorios de los municipios que componen el PCC, nuestra zona llegase a ser
declarada como un paisaje de la humanidad en riesgo” (Gómez, 2012).
Esto implica además, que no se realizaron a tiempo las acciones encaminadas a
fortalecer el proyecto en su ejecución práctica. Por ese motivo, en tiempos recientes, de
nuevo sonaron las alarmas al respecto, ya que
Dos años después de que la Unesco lo declarara como Patrimonio de la
Humanidad, y con una nominación a octava maravilla del mundo, el Paisaje
Cultural Cafetero (PCC) enfrenta una serie de riesgos que vienen de años atrás,
pero que hoy se hacen más evidentes.
Temas como la minería, la crisis cafetera, el deterioro ambiental y los proyectos
ecoturísticos influyen en la conservación del mismo.
Este proyecto corre entonces el riesgo de que no llegue a ser sostenible, debido a la
crisis cafetera, en todas sus dimensiones, que es una problemática bastante compleja de
superar.
De igual manera hay que señalar el estruendoso fracaso del proyecto de Transporte
Integrado para Manizales (TIM), desde el mismo momento en que fue puesto en marcha, lo
cual significa que tuvo muchas fallas en su concepción e implementación. En ese aspecto,
El Sistema de Transporte Integrado de Manizales, TIM, una propuesta para
organizar y mejorar el sistema de transporte público de buses, busetas y
colectivos en la ciudad, operó solo 48 horas.
El fallo de un juez a una acción popular lo suspendió por haber desconocido la
norma elemental de socializarlo con las comunidades, también tuvo en cuenta la
sentencia judicial que el proceso de adjudicación del sistema de tarjetas para el
pago no dejo otra opción al ciudadano y que fue un proceso sin mayor claridad
jurídica.
Con una inversión inicial de 20 mil millones de pesos que prácticamente se
perdieron, la plataforma tecnológica no fue utilizada y hoy reposan los equipos
en unas oficinas de la alcaldía de Manizales cerrada y sin quien la administre
(Medellín, el buen ejemplo. En Manizales, el TIM duró 48 horas, 2012).
Dos aspectos para destacar son el hecho de que haya sido suspendido a las 48 horas
de funcionamiento, entre otros motivos porque no había sido consultado con las
comunidades. El primero de estos puntos significa que se presentaron grandes fallas en su
planeación, donde además primó la improvisación y la existencia de intereses particulares
256
muy marcados. Con el fracaso del TIM se pudo constatar, paradójicamente, que siendo un
proyecto de transporte público, suscito más muestras de organización de la ciudadanía y de
protesta social, que las presentadas durante la “tragedia”, donde se presentó el caso de la
carencia de servicios más prioritarios como los de agua y gas. Esta es una situación
inexplicable, pero que también demostró que en Manizales, el pueblo si se puede
manifestar masivamente el pueblo, aunque en este caso eran muy notables los intereses
particulares que había en juego, por parte de la administración municipal. Así,
La estrategia, que incluía cambio de rutas, uso de tarjetas inteligentes y aumento
en el costo de los pasajes, volcó a la ciudad hacia protestas y disturbios que la
paralizaron hasta que la implementación fue revocada por un juez municipal.
(En Caldas y Manizales siguen las maquinarias).
Además, la ciudadanía no estaba preparada para un cambio tecnológico tan
intempestivo, pero sobre todo a un proyecto que dejaba traslucir manejos económicos no
muy adecuados para la ciudad.
El cable aéreo, es otro de los proyectos que se cuestionan con insistencia. Este surge
de las reminiscencias que siempre ha tenido Manizales respecto a un servicio de Cable
Aéreo que existió en la región, con una longitud de 73 kilómetros, que fue considerado
como el más largo del mundo para su época. Su construcción se inició en 1912, fue
inaugurado en 1922 y prestó servicio a la región hasta 1961. De este sólo quedó la historia,
algunas fotografías y un monumento en la ciudad. Otro hecho importante, que incentivó su
construcción fue la inauguración de un servicio de Cable Aéreo en Medellín, del cual se
tomaron algunos aspectos tecnológicos y la experiencia como solución para el servicio de
transporte. De esa manera el
gerente de la Asociación Cable Aéreo de Manizales, explica que en el 2005 la
Alcaldía hizo un primer cálculo de por lo menos 17 mil pasajeros diarios, y que
un año más tarde hizo otro más acertado que determinó que se moverían 14 mil.
No obstante, reconoce que solo están viajando entre 4 mil y 4 mil 500. "Estamos
trabajando a pérdida. No tenemos la movilidad suficiente de pasajeros para
llegar al punto de equilibrio".
La implementación del proyecto del Cable Aéreo, debido a que se construyó por
tramos y no existió una planeación adecuada, no ha sido una solución ni de transporte ni de
desarrollo turístico, como se pretendía. Además de que sus resultados económicos son un
fracaso como ya se ha señalado.
257
De esa manera se puede afirmar que la “tragedia”, no constituyó sólo un evento
coyuntural para la ciudad, sino que contribuyó a rememorar y confirmar muchas de las
incongruencias en los grandes proyectos regionales y su falta de planeación por parte, no
sólo de la administración municipal de Manizales, sino también del departamento de
Caldas. En este aspecto, uno de los resultados más interesantes de todo lo sucedido, fue la
conjunción de muchas perspectivas de reflexión sociocultural, política e histórica, que
sacaron a relucir diversas “verdades” ocultas, pero también otras muy otras evidentes que
no se mencionaban y que probablemente no hubieran salido a la luz en otras circunstancias.
Todo esto significa para la cultura urbana, inmensas posibilidades de miradas “otras”,
donde afloraron conocimientos pertinentes a partir de las prácticas sociales y ciudadanas,
que contrastan significativamente con los enfoques sobre la ciudad tradicional.
Por último es necesario especificar algunos tipos de usos de la ciudad, dentro de su
innumerable variedad, pero que puedan dar cuenta de algunas reflexiones sobre la cultura
urbana de Manizales, durante la vigencia, y un poco más allá de la “tragedia”. De esa
manera se trabajará desde cuatro aspectos, relacionados con los campos: de poder,
comunicativo, de construcción de ciudadanía y de reflexión.
5.2.2 USOS COMO CAMPO COMUNICATIVO
Los efectos de la comunicación, son inherentes a las diferentes concepciones y
construcciones de la cultura urbana, ya que sirve de canal de expresión, creación y
recreación de los ciudadanos, en sus interrelaciones cotidianas.
El uso de los productos, dentro de la propuesta de De Certeau, también es retomado
por los Estudios Culturales, referido, por ejemplo, al uso de las telecomunicaciones o de los
objetos culturales, donde se establece una estrecha relación entre el campo cultural y las
funciones económicas. En ese sentido, el consumo ha dejado de ser una función netamente
económica, asociada a la producción capitalista y adquiere mucha importancia dentro de los
intercambios de bienes simbólicos, como “espacio clave para la comprensión de los
comportamientos sociales” (Mata, 1997: 7). El consumo, dentro del modo de producción
capitalista, adquiere una gran dimensión, en todos los órdenes de la vida social. En ese
aspecto, por ejemplo, se debe destacar la relación que existe entre la ciudad y la variedad de
lenguajes que la nombran y la expresan. Por eso es necesario tener presente que para
258
un estudio adecuado de la ciudad, en nuestra época, exigiría analizar el papel
que cumplen los actuales medios masivos de comunicación en la conformación
de la vida urbana.[...] la ciudad es, fundamentalmente, un espacio de
comunicación. Desde sus orígenes esta característica, ser un espacio de
comunicación, ha permanecido inalterado. Lo que ha ido cambiando -a veces de
manera drástica- es el alcance de lo que se entiende por comunicación. La
concepción del espacio, la percepción del sentido de la ciudad, los modelos
imaginados para la construcción hábitat, los rasgos atribuidos a la cultura
urbana, podrían ser vistos como variables derivadas de este principio
estructurante de la ciudad: la comunicación (Schmucler y Terrero, 1992: 27-28).
En el caso de la “tragedia” fue muy importante el papel que cumplieron las palabras,
emitidas por los medios, mediante discursos, que a su vez removieron los cimientos de la
institucionalidad, la historia y la cultura. En estos escenarios de confrontación de poder
“son importantes los antagonismos sociales y las posiciones de poder que expresan las
palabras” (Zavala, 1992: 13), porque es allí donde se realiza el juego de las hegemonías y
las subalternidades.
Las ciudades por otra parte, afirman su cultura urbana mediante la producción de
grandes discursos que les otorgan determinadas características identitarias, donde se
destacan, tanto sus especificidades, como las diferenciaciones con respecto a otras. En ese
sentido, el discurso urbano “determina […] la constitución del ámbito social urbano, la
definición de grupos sociales, la interacción de los mismos y las constituciones de los
discursos dominantes” (Gaggiotti, sf). Las ciudades se configuran mediante discursos y
prácticas sociales, generadas a partir de los grupos hegemónicos pero también, en menor
medida, de los dominados. Esta es una situación, que en el caso de América Latina, se
impuso notablemente a partir de la imposición colonial y aún subiste bajo sus diferentes
formas poscoloniales. En este aspecto el análisis de los discursos urbanos es fundamental
para conocer la diversidad de relaciones sociales que se construyen en la ciudad, donde los
distintos grupos sociales pugnan por buscar su reconocimiento, mediante las formas de
lenguaje que tratan de imponer, pero también para afirmar sus propias identidades.
Por ese motivo, el discurso urbano
se compone por aquel discurso posible de producir a partir de aquellos textos
que se ocupan de un sujeto, la ciudad y de aquellos términos que forman parte de
su área semántica, pero lo urbano se debe no sólo a este discurso urbano sino a
una red de discursos que se extienden de manera infinita o casi infinita en la
actitud grupal de crear y utilizar la ciudad (Gaggiotti, sf).
259
De esa manera, existe una estrecha relación entre los discursos, las prácticas
discursivas, en sentido constructivo y crítico, y los diferentes usos de la ciudad. Todo esto,
en función de la construcción de las identidades urbanas.
También es importante destacar en este aspecto la función que cumplen los medios
de comunicación, como mecanismos que posibilitan o imposibilitan la comunicación,
especialmente la que se refiere a la defensa de lo público en el ámbito urbano. Por eso
nos cuesta decir lo que pensamos y hacernos conscientes de este trasfondo
pulsional, de conflictos y vergüenzas inconscientes. Esto nos ha creado modos
retóricos de comunicarnos, dobles sentidos, sentidos tácitos, convenciones del
habla que esconden una serie de sobreentendidos y que orientan las prácticas, pero
que a la vez divorcian a la acción de la palabra pública (ibíd., 2010: 20).
Teniendo en cuenta la proliferación de grupos humanos en el ámbito urbano, se
hace imprescindible el paso a “una nueva comunicación ínter-cultural, a un intercambio de
experiencias y de significaciones, como la base de otra racionalidad” (Quijano, 1992: 447).
Pero la importancia actual de la comunicación no estriba solamente en los aspectos
tradicionales de la relación cara a cara, sino que también es significativo el componente
tecnológico, dentro de una sociedad donde priman altos niveles de desarrollo y
masificación. En este aspecto, es importante destacar el papel creciente que juegan las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), como factores claves que pueden
contribuir a la afirmación de procesos, tanto de colonización como de descolonización.
Además, teniendo en cuenta como elemento esencial, que el acceso a las redes globales ya
no es un privilegio de unos pocos sino que cada vez se encuentra más al alcance de los
sectores populares, lo que implica mayores niveles de participación, por medio de
mecanismos alternativos de comunicación.
Los medios, hoy en día, casi a nivel generalizado son caracterizados como
mecanismos de poder que contribuyen a la alienación y a la extrema pasividad de los
ciudadanos. Pero también se debe destacar que, no todos pueden ser satanizados a ultranza,
ya que existen muchos que poseen un gran valor y significado como elementos
comunicativos, que poseen gran efectividad. Todo esto mediante conexiones alternativas y
participativas, como ya se ha demostrado en los casos de uso de las redes sociales, o los
foros de internet, desde las cuales se pueden reivindicar discursos contrahegemónicos.
260
En el caso de Manizales, por ejemplo, en la época de la “tragedia” fue muy notable,
un concepto que se ha convertido en fundamental para los análisis de audiencias, como lo
es el consumo de “noticias”, pero también las diferentes maneras como este puede ser
usado. Por eso, es importante la pregunta acerca de ¿qué pasa con la información que se
evapora rápidamente, especialmente la que recibimos diariamente en forma de noticias?
(Raya, 2013). Es posible que en Manizales, este fenómeno haya sido recurrente durante la
“tragedia”, pero también que hubiera sido un acontecimiento que pasó desapercibido. De
esa manera,
El mal de las noticias, para Dobelli, radica en que nos hace vivir en un mundo
editorializado y filtrado por intereses políticos o económicos que no
necesariamente refleja la realidad de los lectores. El periodismo, para Dobelli, ha
perdido sentido: pasó de ser una fuente de información útil para la toma de
decisiones y el conocimiento del mundo a una fuente de producción (barata) de
información desechable. Nos enteramos de las noticias que hacen “más ruido”,
que tienen más potencial para viralizarse o venderse, no de las que
efectivamente podrían cambiar nuestra vida (Raya, 2013)
Los medios de comunicación en Manizales y en general en el país, fueron
protagonistas de primer orden para la divulgación de la “tragedia”, donde los periódicos y
los escritos de todo tipo, generaron muchas reacciones. Es necesario destacar que hubo
mucho cubrimiento de estas lamentables noticias, especialmente por medios no locales.
También se puede afirmar que en general jugaron un papel, algunas veces participativo y
otras veces evasivo, pero que se constituyeron como factores esenciales en el juego de la
información y la desinformación. Por ese motivo se puede afirmar que debido a estas
circunstancias tan problemáticas, probablemente se habló mucho más sobre esta ciudad que
en otros tiempos, se especuló, se dijeron y cuestionaron muchos elementos de tipo político,
administrativo y cultural. Al mismo tiempo se debe reconocer que muchas de las
afirmaciones que se hicieron en los medios fueron demasiado abundantes en comparación
con las escasas acciones implementadas para solucionar esta situación compleja.
Por otra parte, los medios de comunicación, en sus alianzas con agentes ideológicos,
como los partidos políticos, se transforman en poderosos mecanismos al servicio de los
grupos hegemónicos y factores de sometimiento masivo, mediante la imposición de
dispositivos de masas para la divulgación y propagación de sus mensajes. Por este motivo,
261
las acciones que implementan los medios no se consideran como meras abstracciones
lingüísticas, sino que se relacionan con numerosos aspectos de la vida social. De esa forma,
mediante acciones y prácticas, se convierten en poderosas herramientas para la producción
y sostenimiento de diferentes formas de poder, tanto por parte del dominador como del
dominado. En este sentido, es importante la “articulación de la construcción del mundo
social con la construcción social de los discursos” (Chartier, 1996: 8), donde se presenta un
círculo de retroalimentación permanente. En este aspecto es importante enfatizar en la
función social del discurso que pone en evidencia “las funciones sociales, políticas o
culturales [...] dentro de las instituciones, los grupos o la sociedad y la cultura en general”
(Van Dijk, 2001: 25). De esa manera, el discurso tiene la función primordial de conectar
diversas visiones del mundo y prácticas que desarrollan los individuos y los grupos dentro
de la sociedad, dentro de un contexto donde las relaciones no tienen un sentido igualitario.
De esa manera, los discursos contribuyen a desarrollar, tanto las identidades
culturales e individuales, como los elementos que conforman la ciudadanía y, se puede
afirmar, que las palabras y los discursos generan acciones sociales donde el “portador” no
las emite a título personal sino que “el portavoz autorizado solo puede actuar a través de las
palabras sobre otros agentes porque su palabra concentra el capital simbólico acumulado
por el grupo que le ha otorgado ese mandato y de cuyo poder está investido” (Bourdieu,
2008: 89). Esta propuesta es muy importante porque devela determinado tipo de recursos
que utilizan los detentadores del poder, que se creen los representantes “oficiales” de
determinadas ideas que deben guiar los comportamientos colectivos. Esto se puede
especificar con los ejemplos que ya se han reflexionado sobre algunas características de la
ciudad, tales como “ciudad pujante”, “buen vividero”, “ciudad culta”, o “ciudad de las
puertas abiertas”, entre otras. Por este último motivo la caricatura dice que
262
CARICATURA 18
(Fuente: Homez. Alcalde de Manizales entrega llave de la ciudad al presidente.
Diario La Patria. Manizales: Enero 5 de 2012)
Todos estos aspectos culturales y simbólicos de la ciudad se convierten en
instrumentos utilizados, por parte de los grupos hegemónicos, en todas las épocas históricas
como mecanismo de control y coacción social, pero también de imposición de formas de
conocimiento, mediante métodos coercitivos. En ese sentido, para Foucault, “el orden del
discurso como dispositivo de coacción está dotado de eficacia, ya que instaura divisiones y
dominaciones por ser un instrumento de violencia simbólica” (Chartier, 1996: 8). Estas
formas de violencia simbólica se han utilizado servido históricamente para generar
diferencias sociales, mediante la producción de discursos con una deliberada
intencionalidad dominante hacia sus interlocutores.
Esta caricatura, ilustra de una manera muy certera esta situación, en la cual los
medios hacen eco de los mensajes de los políticos, muchas veces sin verificar la
información.
263
CARICATURA 19
(Fuente: Ricky. Sin titubeos. Diario La Patria. Manizales: Octubre 28 de 2011)
Todo esto, por la utilización de procedimientos de control, que “tienen por función
conjurar los poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y
temible materialidad” (Foucault, 2002: 14). Se trata de sofisticados mecanismos de
imposición, que además de que conllevan violencia simbólica, también actúan sobre las
acciones que tratan de implementar los sectores sociales dominados. En ese sentido, los
análisis lingüísticos pretenden penetrar en la esencia de los discursos para escudriñar las
maneras como se construyen y generan mecanismos de dominación, impuestos desde las
prácticas sociales.
El discurso ajeno, es fundamental en la relación social porque permite acercarse al
pensamiento del “otro”, como también determinar elementos significativos que se esconden
en el diálogo, donde se puede percibir lo que nunca se dice pero ya se sabe, lo que se
tergiversa, lo que se infiere, lo que se sobreentiende, lo que se acalla. En ese sentido el
discurso ajeno contribuye, tanto a la construcción sociocultural, como a la visibilización de
los conflictos en las relaciones con los otros/as. Por ejemplo, una afrodescendiente nacida
en Manizales, hija de migrantes, “tiene doble acento, en su casa con su familia habla
costeño y en el trabajo y con sus compañeros utiliza el acento caldense […] y considera que
hablar con el mismo acento es mejor para hacer amigos” (O: An1). En ese sentido, se
generan competencias por el poder de la comunicación, no necesariamente comunicada,
todo esto dentro de campos de lucha por las significaciones y la construcción de sentido de
los diferentes protagonistas de la ciudad. Se trata de la utilización de muchas formas del
264
lenguaje como mecanismos de búsqueda de aceptación, que para el caso de un
afrodescendiente, le funcionan y los utiliza conscientemente. Por ese motivo, “posee un
acento diferente en su trabajo, para que la entiendan más dentro de este contexto […] y cree
que este es el punto de partida para ser aceptada dentro de los distintos contextos” (O:
An2). Se trata de la utilización de mecanismos adaptativos.
Todo esto tiene relación con muchos ciudadanos, cuyas voces son acalladas o no
escuchadas y las luchas que deben implementar para que sean comprendidas y
reconocidas. En ese sentido, por ejemplo, un afrodescendiente en Manizales trata de utilizar
determinadas formas del lenguaje para hacerse más agradable a sus interlocutores y
atraerlos, por eso, “las palabras utilizadas son más informales, sigue con un lenguaje un
poco burlesco […] Utiliza lenguaje propio de su región de origen, para hacer más amena la
conversación. Habla en un tono más fuerte y más rápido” (O: Am2). Estas experiencias
son retomadas en las ciudades, especialmente a nivel de los sectores comunitarios y
populares, como mecanismos de posicionamiento y de afirmación identitaria. En ese
aspecto los sectores populares subalternizados luchan por su reconocimiento cultural.
Dentro de todos estos mecanismos de violencia simbólica es necesario examinar los
recursos que les quedan a los dominados para contrarrestar, tanto estas prácticas
discursivas, como sus efectos. Esto se logra mediante la producción de contradiscursos,
generados a partir de sus prácticas sociales y relatos, teniendo en cuenta, tanto la naturaleza
de los sujetos, como los contextos particulares donde se producen. Por ese motivo es
necesario tener presente, de acuerdo con Foucault, “el tipo de sujeto construido por las
prácticas (discursivas o no), el sujeto hablante, el sujeto que trabaja y el sujeto viviente”
(Chartier, 1996a: 632), todo esto, dentro de sus actividades cotidianas y sus prácticas
sociales.
Las palabras cumplen funciones muy específicas a nivel social, por lo que deben ser
también sujeto de cuestionamientos e intervenciones, por ese motivo, ya “no designan, sino
que encubren. Por eso la descolonización no puede ser sólo un pensamiento o una retórica,
porque las palabras suelen desentenderse de las prácticas” (Rivera, 2010: 6). Así se puede
avanzar en las diversas prácticas cotidianas que también implican revisar los asuntos
económicos que se esconden detrás de las ideologías y las prácticas sociales, como factores
clave de dominación. De esa manera,
265
en lugar de una geopolítica del conocimiento yo plantearía la tarea de realizar una
“economía política” del conocimiento. No sólo porque la “geopolítica del
conocimiento” de signo anticolonial es una noción que no se lleva a la práctica, y
que más bien se contradice a través de gestos de recolonización de los imaginarios
y las mentes de la intelectualidad del sur. También porque es necesario salir de la
esfera de las superestructuras y desmenuzar las estrategias económicas y los
mecanismos materiales que operan detrás de los discursos (ibíd., 2010: 65).
En este aspecto se requiere generar prácticas descolonizadoras, desde las
perspectivas cotidianas, porque es allí donde se han asentado los discursos hegemónicos,
que se expanden mediante la globalización, con la contribución de los medios de
comunicación. Por todo esto
se precisa de un especialista en comunicación, que tiene por oficio ser un
recuperador de la palabra de otros, de los procesos comunicativos imbricados en
la interacción cotidiana; un mediador que busca los puntos de unión, de
convergencia, entre la sociedad civil. Un comunicador que, atento a su entorno,
entiende y asume que dar a luz un mundo donde las formas de relación tengan
en la base el consenso, es tarea de hombres y mujeres que creativa y
amorosamente logren tematizar de un nuevo modo las condiciones de existencia
de los sectores sociales menos favorecidos. Mujeres y hombres que habitan un
mundo en el que las utopías se han desdibujado, que ha dejado atrás la guerra
fría y enfrenta nuevos temores, que se orienta hacia la lógica de un mercado en
expansión, que arrasa en nombre del progreso los recursos vitales (Reguillo,
1995: 111).
En ese sentido, debe ser un especialista que no sólo esté atento al desarrollo y las
prácticas de los medios tecnológicos sino que se sumerja en las ciudades invisibles que
habitan la ciudad, para que desde allí se puedan generar nuevas posibilidades
comunicativas.
En ese perspectiva, la tragedia manizaleña, vista desde el punto de vista de la
cultura popular, se puede considerar como un espacio para “lograr la democratización
social de la comunicación y la cultura, en detrimento de las resistencias e interpretaciones
individuales” (Quirós, 2004). Tal vez este sea un logro un tanto intangible e
incomprensible, por lo que se requiere que la ciudad reflexione, mediante formas de
comunicación alternativas a las oficiales, no solo sobre los acontecimientos derivados de la
“tragedia”, sino ante todo, acerca de los impactos que pueda provocar en función del futuro
266
de la ciudad. Por todo eso se puede afirmar que todos estos acontecimientos generaron un
fuerte cuestionamiento a los medios de comunicación locales de tal manera que
si no fuera por columnistas como los del espectador17
que si destapan las
verdades de este pueblo ignorante y miedoso, nadie se daría cuenta de lo que
pasa acá en Manizales, acá el periodismo es esclavo de la pauta publicitaria y
por eso nunca dicen la verdad de lo que pasa (kunter, 10 de noviembre de
2011).
Todo esto sirve para afirmar no sólo la importancia de los medios como
instrumentos de información sino sus actuaciones como agentes que pueden impulsar o por
el contrario frenar los procesos de conocimiento.
5.2.3 USOS COMO CAMPO DE CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA
Un elemento básico de la cultura urbana es la construcción de ciudadanía, teniendo
en cuenta que en las ciudades conviven innumerables grupos poblacionales que luchan por
la sobrevivencia, la participación social y la afirmación de sus identidades y tradiciones
culturales.
El concepto de ciudadanía tradicional, basada en la modernidad, tiende hacia la
homogeneización de las normas, costumbres y culturas, por lo que pretende generar
modelos de convivencia urbana de tipo universal. Históricamente la ciudadanía no ha sido
una opción válida para todos los ciudadanos, sino que se convierte en ideales por alcanzar o
en derechos que deben ser conquistados. Pero este concepto se ha tornado restrictivo
porque así como procura generalizar, también puede excluir, ya que no tiene en cuenta las
particularidades inherentes a los componentes culturales, ni las diversidades que se asientan
en las urbes, donde son importantes las diversas minorías, lo mismo que los sectores
marginados y subalternizados.
En el contexto actual, se presenta el agotamiento de las perspectivas clásicas sobre
ciudadanía, que pretendían la consolidación de los Estados nación, desde propuestas
estructurales. En ese sentido, se presentan otras visiones de construcción de lo urbano, más
ajustadas a la época, que reivindican las diversidades culturales y que incorporan las
discusiones sobre “nuevas ciudadanías”. Todo esto, dentro del contexto de campo en
17
Periódico de circulación nacional.
267
sentido de Bourdieu, donde se confrontan diversos puntos de vista y acciones de
construcción de ciudadanía, en el escenario de las prácticas sociales y la participación, que
se relacionan con los usos posibles de la ciudad. Estos elementos, pretenden generar
mecanismos de convivencia pacífica, de reconocimiento del “otro”, de diálogo
intercultural, de discusión sobre los asuntos que atañen a la cultura urbana, la
gobernabilidad y la planificación del desarrollo urbano. Por ese motivo, la ciudadanía
cultural no debe ser un proyecto institucionalizado sino que se debe construir mediante la
incorporación de las comunidades desde su cotidianeidad, mediante los aportes que le
puedan hacer al reconocimiento de la multi e interculturalidad y desde allí, contribuir a la
planeación de la ciudad y a la generación de mejores condiciones de convivencia.
La ciudadanía, vista desde una perspectiva crítica, se manifiesta como “un proceso
de conquista permanente de derechos formales y de exigencia de políticas públicas para
hacerlos efectivos” (Borja, 2001). En este último sentido, no es concebida sólo como una
categoría jurídica a la que se debe dar cumplimiento sino ante todo, como una práctica que
se ejerce operativamente, mediante diferentes formas de luchas sociales. De esa manera, se
presenta como un “deber ser”, como una construcción social permanente, dentro de un
contexto tan cambiante, en este caso como el de las ciudades. En general, se trata de tener
en cuenta las tendencias actuales, donde las ciudades se convierten en escenarios de luchas
sociales, hacia la expansión de los derechos y sus demandas, mediante nuevas agendas
donde todos los ciudadanos organizadamente requieren posicionarse. Por ese motivo, para
Hall y Held,
Una "política de la ciudadanía" contemporánea debe tomar en cuenta el papel
que los movimientos sociales han desempeñado al expandir las demandas por
derechos y deberes hacia nuevas áreas. Debe abarcar no solamente temas de
clase y desigualdad, sino también cuestiones de membresía colocadas por el
feminismo, los movimientos de los negros y étnicos, la ecología (incluyendo las
demandas morales de especies animales y de la propia naturaleza) y minorías
vulnerables, como los niños (Rosaldo, 1993: 262).
La construcción de ciudadanía implica entonces asumir una serie de condiciones
relacionadas con luchas de poder y generación de ideales de convivencia social, mediante el
cumplimiento de derechos y deberes, respetando las diversidades.
268
Por todo lo anterior, las ciudades actuales, medianas y grandes, requieren dentro de
sus componentes de gestión pública la integración de todos sus ciudadanos alrededor de
metas comunes para facilitar su gobernabilidad, mediante formas de construcción colectiva
y de participación ciudadana.
En el caso de América Latina, desde la época colonial, la ciudadanía se convirtió en
un mecanismo de manifestación del poder hegemónico, utilizado en beneficio de unos
pocos, dentro de contextos locales donde existía una significativa cantidad de “ciudadanos”
que no tenían derechos o a los que no se les reconocían tácitamente. De esa manera
surgieron sectores sociales que no encajaban exactamente en la categoría de ciudadanos,
por lo que se convirtió en
un tamiz por el que sólo pasarán aquellas personas cuyo perfil se ajuste al tipo
de sujeto requerido por el proyecto de la modernidad: varón, blanco, padre de
familia, católico, propietario, letrado y heterosexual. Los individuos que no
cumplen estos requisitos (mujeres, sirvientes, locos, analfabetos, negros, herejes,
esclavos, indios, homosexuales, disidentes) quedarán por fuera de la “ciudad
letrada”, recluidos en el ámbito de la ilegalidad, sometidos al castigo y la terapia
por parte de la misma ley que los excluye (Castro-Gómez, 1993: 149).
Este es una concepción muy determinada sobre la ciudadanía en sociedades donde
existen marcadas desigualdades en los manejos del poder, que además se reproducen en
todas las acciones y prácticas sociales.
De igual manera es importante destacar las ciudadanías relacionadas con el tránsito
de representaciones e imaginarios provenientes de la ciencia hacia los que son producidos
por los medios y las tecnologías de la información y la comunicación. Este se conoce bajo
el concepto de ciudadanía mediática, que “deviene del complejo ensamble de medios que
emplea cada individuo y que motiva la creación de sentimientos y emociones capaces de
proyectarse al ámbito público […] para hacer emerger una opinión política” (Frankenberg,
sf). La adquisición de estas formas de ciudadanía se puede tornar mucho más compleja,
debido a los diversos juegos de intereses económicos, políticos y culturales, que se
encuentran implicados dentro de esta gran industria, que no sólo produce mercancías sino,
ante todo visiones del mundo.
269
También es importante tener en cuenta las perspectivas indígenas sobre la
ciudadanía que escapan de los marcos tradicionales de las ciencias sociales y de la
intelectualidad moderna, como propuesta de ciudadanía “otra”, que
no busca la homogeneidad sino la diferencia. Pero a la vez, al tratarse de un
proyecto con vocación hegemónica, capaz de traducirse en términos prácticos en
las esferas de la política y el estado, supone una capacidad de organizar la
sociedad a nuestra imagen y semejanza, de armar un tejido intercultural duradero
y un conjunto de normas de convivencia legítimas y estables (Rivera, 2010: 71).
En este sentido, si se trata de un proyecto alternativo y con “vocación hegemónica”
se debe tener mucha cautela, a la hora de buscar consensos, ya que tampoco se puede
convertir en un mecanismo de imposición de tipo esencialista.
La construcción de la ciudadanía forma parte de un proceso histórico, impulsado por
elementos analíticos y fácticos, generados en el proceso de consolidación de la democracia
moderna. En ese aspecto, la Independencia de Estados Unidos (1776), se considera un
punto de partida muy importante que amplió significativamente el espectro de los derechos
con un alto grado de aplicabilidad, participación de los ciudadanos y conquista de la
representatividad política. También, la Revolución Francesa, que promulgó los derechos
del hombre y del ciudadano (1789), tuvo unos alcances políticos mayores mediante el
desarrollo de los conceptos de soberanía popular y de voluntad general, como ejercicio
directo de la democracia. En estas dos revoluciones sentaron las bases de lo que sería el
campo filosófico y político de avance de los modelos históricos de ciudadanía, a los cuales
contribuirían también la promulgación y los desarrollos de los Derechos Humanos, en sus
dos primeras generaciones: civiles y políticos (siglo XVIII) y económicos, sociales y
culturales (siglo XX). Estos procesos históricos fueron importantes en el impulso que se le
dio a la concepción de ciudadanía moderna, que “significará el vínculo jurídico de
pertenencia al Estado de derecho, y hará alusión al conjunto de derechos políticos en los
que se desglosa la participación inmediata de sus titulares en la vida estatal” (Pérez Luño,
1989: 57). De esa manera se abre dentro del Estado moderno un gran espacio de
reconocimiento de los ciudadanos.
El concepto moderno de ciudadanía se refiere a tres elementos esenciales:
la posesión de ciertos derechos y la obligación de cumplir ciertos deberes; la
pertenencia a una determinada comunidad política (normalmente el Estado), que
270
se vincula a la nacionalidad; y la oportunidad de contribuir a la vida pública de
esa comunidad a través de la participación (Lukes y García, 1999: 1).
A partir de estos acontecimientos se desarrollaron, según Marshall (1998), tres
grandes propuestas de modelos de ciudadanía: liberalismo, que se basa en la libertad del
individuo; el republicanismo, que cree más en el vínculo del individuo con la comunidad; y,
la ciudadanía comunitarista, que privilegia la comunidad por encima del individuo. Estos
tres modelos, heredados de la modernidad, tienen pretensiones de aplicabilidad universal,
en todos los ámbitos donde existan regímenes políticos afines.
Pero, desde luego que estos modelos presentan restricciones de aplicación cuando se
refieren a construcciones culturales localizadas y concretas, tal como sucede en los ámbitos
urbanos actuales. En estos espacios la conquista de la ciudadanía sigue siendo un
imperativo fundamental, aunque cada vez más incierto de lograr, teniendo en cuenta la
situación de grandes cantidades de ciudadanos que buscan el reconocimiento de sus
derechos. Todo esto, teniendo en cuenta la complejidad de las ciudades actuales, muchas de
ellas densamente pobladas y con tendencias hacia la fragmentación, tanto de sus territorios
como de sus condiciones de gobernabilidad. En este aspecto la construcción de ciudadanía
se convierte en uno de los conceptos más críticos del ámbito urbano actual, porque requiere
la participación activa de la ciudadanía, pero paradójicamente es algo que se contrapone a
las prácticas sociales de los habitantes de la urbe.
Para la construcción de la ciudadanía es necesario tener en cuenta, no solo los textos
y los discursos instruccionales, que durante la consolidación de los Estados, sirvieron como
recetario para ser un buen ciudadano y para consolidar la construcción de la cultura urbana.
Ante todo se requiere la construcción de realidades fácticas, que implican la sistematización
de prácticas sociales que conduzcan hacia la conquista de los derechos, dentro de procesos
de participación activa. En ese sentido, se deben tener en cuenta, tanto los factores que
enriquecen, como también los que complejizan la construcción de ciudadanía, que
es un pensar-hacer arraigado en la esfera de los asuntos humanos, es un modo de
ser en la realidad, que se va conformando en un hacer cotidiano estructurado en
función de las instituciones sociales vigentes […] es una actividad práctica, es
un oficio, no un estatus otorgado (Pía: 1992).
Todo esto se traduce en un mayor margen de maniobra autónoma de los ciudadanos
y una mayor participación en las decisiones gubernativas, que se deben asumir como “el
271
derecho y la disposición de participar en una comunidad, a través de la acción
autorregulada, inclusiva, pacífica y responsable, con el objetivo de optimizar el bienestar
público" (Cano Zárate, 2007). Es una situación donde este último concepto se debe asumir
como prácticas de lucha permanente y cotidiana.
Dentro de estos procesos, que se conectan con todas las tendencias actuales,
relacionadas con la globalización y todas las consecuencias que se derivan de su desarrollo
como modelo, también es necesario reconocer que “la inmigración y el multiculturalismo
de finales del siglo XX han puesto en duda la concepción tradicional de una ciudadanía
naturalizada. Se trata de una cuestión de pertenencia cultural y desigualdad material”
(Miller, sf). Por eso se dice que
Estos tipos de ciudadanía operan desde el lugar común del sueño moderno de
consolidación social de los Estados-nación, por ello dejan por fuera
manifestaciones socioculturales que no encajan en los referentes y modelos
férreos de sus ideales políticos. Las formas invisibilizadas de exclusión que
acogen estas ciudadanías pasan a ser abordadas y convertidas en idearios y
movilizaciones políticas a la luz de una nueva comprensión de la ciudadanía,
definida por autores como Kymlicka como una ciudadanía cultural o, mejor,
multicultural (Muñoz y Muñoz, 2008: 226).
Esto significa que se deben implementar continuamente mecanismos de lucha por
las reivindicaciones ciudadanas, teniendo en cuenta las condiciones sociales cambiantes y
los contextos particulares donde se desarrollan. También, por ser un concepto en constante
dinámica, requiere asumir críticamente los factores que inciden en su construcción como
los políticos, sociales, económicos, culturales, ideológicos y educativos, entre otros. Esto
“implica una tarea activa en su defensa y en la ampliación de sus límites, en el ejercicio
mismo de sus atributos” (Horrach, 2009: 19). De esa manera se reconoce como un amplio
campo de actuación y de luchas por su conquista.
Todo esto, sucede en un contexto en el que es necesario otorgarle usos públicos a la
ciudad como campo de confrontaciones epistémicas, donde el ciudadano tiene derecho a
manifestarse desde sus propios valores culturales, desde el punto de vista colectivo, que
reconozca la diversidad y el diálogo intercultural.
272
5.2.3.1 CIUDADANIA CULTURAL
Es necesario defender los usos públicos a la ciudad como campo de confrontaciones
epistémicas, donde el ciudadano tiene derecho a manifestarse desde sus propios valores
culturales. En este aspecto, la construcción de la ciudadanía cultural se basa en la premisa
de que todos los ciudadanos tienen derecho a manifestarse culturalmente, lo que implica el
reconocimiento de las diversidades, no sólo individuales, sino ante todo las colectivas.
Una de las primeras ideas al respecto de la construcción de una ciudadanía cultural
se relaciona con la búsqueda de mecanismos de reconocimiento, inclusión, diálogo y
participación de los grupos culturales, que tradicionalmente han sido relegados de las
consultas y decisiones sobre la planeación y el desarrollo de la ciudad. En este aspecto son
muy importantes las comunidades citadinas, que generalmente no son foco de atención ni
de toma de decisiones, que afecten la administración de la ciudad. Por ese motivo, en el
estudio de las ciudades, es importante el enfoque de la ciudadanía cultural porque “retratan
a los suburbios como si fueran ciudades pequeñas y autónomas, donde todos se conocen
personalmente (Rosaldo, 1997: 247). Este enfoque sobre las comunidades pequeñas permite
que el modelo se aplique en cualquier ámbito urbano donde se puedan encontrar grupos
humanos que tengan cercanía parental, sentido de amistad y posean gran vocación de
convivencia y altos niveles de cohesión social. Muchos de estos ciudadanos han sido
relegados de las consultas, opiniones y decisiones sobre la planeación y el desarrollo de la
ciudad. Por eso, la ciudadanía cultural se basa en el hecho de que “las personas en
comunidades subordinadas luchan para alcanzar una emancipación plena, y que buscan el
bienestar, dignidad y respeto en sus vidas cotidianas ordinarias” (Rosaldo, 1993: 262). Esto
se logra mediante luchas sociales por el conocimiento y reconocimiento de los derechos,
mediante mecanismos por los cuales estos son “demandados y expandidos” (ibíd., 1993:
263). Estos últimos implican no sólo una exigencia sino, lo que es más importante, una
ampliación del ámbito de influencia de los derechos lo cual se traduce en una búsqueda
permanente de nuevos derechos, nacidos de las lógicas de evolución de la sociedad.
Los derechos expandidos son una categoría fundamental para explicar lo que
sucedió en Manizales, aunque de manera inmediata no se tenga plena conciencia de ello. A
mediano y largo plazo pueden ser ganancias que se obtienen en las luchas populares y que
se van consolidando como acciones reales, mediante prácticas concretas. En estas
273
demandas se involucran grandes cantidades de ciudadanos marginados, que muchas veces
no encuentran su identidad pero que, por lo menos, adquieren reconocimiento. Por eso
La ciudadanía cultural se refiere al derecho a ser diferente (en términos de raza,
etnicidad, o lengua nativa) con respecto a las normas de la comunidad nacional
dominante, sin comprometer el derecho a pertenecer a ésta, en el sentido de
participar en los procesos democráticos del Estado-nación (Rosaldo, 1993).
Un elemento importante de esta aseveración es el derecho a ser diferente, lo que
implica, por ejemplo en el caso de las ciudades, que muchos ciudadanos marginados del
desarrollo pueden tener visiones diferentes respecto a temas como la gobernabilidad, la
construcción de identidades y de las mismas historias urbanas. Esto significa que la
diferencia cultural también implica la inclusión de grupos culturales que no necesariamente
se ajustan a los patrones tradicionalmente investigados por los Estudios Culturales,
relacionados con la raza, la etnicidad o la lengua, entre otros. Tratándose de derechos
culturales, el derecho a ser diferente significa el reconocimiento de innumerables grupos
culturales que se asientan en las ciudades, desde una perspectiva amplia e inclusiva.
En ese sentido, es necesario visibilizar a los diversos grupos que pueden generar
información importante acerca de la cultura urbana, pero que generalmente no son tenidos
en cuenta, tales como los inmigrantes, especialmente afrodescendientes e indígenas, lo
mismo que los ciudadanos ordinarios, mestizos de clase popular. Estos ciudadanos no
deben ser considerados sólo como individuos individualizados y aislados, sino que la
ciudadanía cultural trata de reconocerles su existencia como integrantes de grupos
diferenciados, pero que generalmente son marginalizados. Existe una gran cantidad de
población excluida de las decisiones ciudadanas, que no se tiene en cuenta como
constructoras de cultura. En el caso de Manizales se trata, tanto de sectores populares como
de “voces disidentes”, no siempre de carácter popular sino que también pertenecen a
sectores intelectuales, críticos de las acciones oficiales, que usualmente son opacados por
los discursos, los símbolos y los imaginarios “oficiales”, por lo que también se pueden
considerar como sectores urbanos subalternizados. Por ese motivo, teniendo en cuenta la
perspectiva de las comunidades subordinadas “la ciudadanía cultural ofrece la posibilidad
de legitimar las demandas surgidas en el esfuerzo por emanciparse. Dichas demandas
pueden variar desde temas legales, políticos o económicos, hasta problemas de dignidad
274
humana, bienestar y respeto” (Rosaldo, 1993). En ese aspecto son múltiples, tanto los
grupos culturales implicados como las reivindicaciones que se derivan de la adopción de
una perspectiva de ciudadanía cultural. Todo esto partiendo del principio básico de que el
concepto de ‘ciudadanía cultural’, está estrechamente relacionado con los Derechos a la
cultura, dentro de la categoría de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, como
construcción de derechos de segunda generación. Por eso, la ciudadanía en perspectiva
cultural
se entiende como un proceso de producción de nuevas formas y posibilidad de
“pertenecer” a los que han estado en diferentes niveles de exclusión, […] nos
aproxima al significado que nutre a diferentes grupos sobre la resolución de los
derechos de reconocimiento y diversas formas de incorporación; al tiempo que
nos permite ver las maneras en que los sujetos activan “sus anclajes profundos”
en función de imaginarios de futuro en la relación con la estructura social (León
Barrios, 2012).
De esa manera la ciudadanía cultural visibiliza amplios sectores sociales, que en las
ciudades pugnan por la búsqueda de reconocimiento, por lo que “puede ser una respuesta
para el análisis sobre formas de generar prácticas socioculturales que los migrantes llevan a
cabo para poder incorporarse a un sistema social y recuperar sus derechos básicos como
trabajo, educación, ingresos, etcétera” (ibíd., 2012). Este proceso de incorporación a una
cultura urbana novedosa, puede ser bastante complejo y difícil, lo que sólo se puede lograr
con la adecuada adaptación a las nuevas condiciones vivenciales, mediante luchas
cotidianas y permanentes por sus reivindicaciones ciudadanas. En ese sentido la ciudadanía
cultural reconoce tácitamente que en las ciudades se asientan formas de poder que
estratifican la sociedad y excluyen a determinados ciudadanos. Por eso, el concepto
incluye, a la vez que trasciende, las categorías dicotómicas de los documentos
legales, en los cuales la ciudadanía se tiene o no se tiene, para incorporar una
escala de graduación de sus cualidades. El lenguaje común diferencia a los
ciudadanos plenos de los de segunda clase y tácitamente reconoce que la
ciudadanía puede ser una cuestión de grado (Rosaldo, 1997: 243).
Por todo esto, es importante la participación de los ciudadanos de “segunda clase”, o
los sectores populares que en estas épocas de globalización tienden a aumentar en cantidad,
debido a las condiciones de concentración de la riqueza y al aumento de la pobreza,
inherentes a este proceso. En este caso, es necesario explicitar que “una ciudadanía que no
275
ejerce su condición de tal deja de serlo para convertirse en otra cosa; en tal caso, el
ciudadano deviene en siervo, súbdito o esclavo” (Horrach, 2009: 19). Por eso, es pertinente
dejar en claro que esta ha sido la constante histórica, aunque es una necesidad imperiosa
que las decisiones sobre el desarrollo de las ciudades sean más democráticas para que exista
una verdadera ciudadanía, y sobre todo más ajustada a los tiempos que corren.
En estas apreciaciones se puede reconocer que en las ciudades existe una gran
cantidad de ciudadanos, que paradójicamente “no son ciudadanos” en todo el sentido de la
palabra, sino que escasamente habitan la ciudad, debido a que las diferentes
administraciones son indiferentes con respecto a ellos. De esa manera se les puede aplicar
la categoría de miserabilismo de Grignon y Passeron, como
Aquella actitud que tiende a visualizar al sujeto popular como situado en una
condición infrahumana. En el límite, esta actitud puede ser ejercida desde un
verdadero "racismo de clase", dando pie, por ejemplo, en nuestra cultura, a
denominaciones como las que suelen identificar y remedar los buenos
humoristas cuando el sujeto de un estrato autodefinido como superior se refiere
al sujeto popular como "esa gentecita", o "este hombrecito" (De Laire, 2000).
Dentro de la construcción de ciudadanía cultural se debe partir de este tipo de
afirmaciones peyorativas y denigrantes, porque es precisamente desde allí desde donde se
pueden plantear construcciones epistémicas, desde propuestas alternativas. Respecto a los
integrantes de la cultura popular urbana, por ejemplo un indígena afirma que “nosotros
somos igual a ustedes, somos iguales… Lo único que nosotros nos diferencia es en el
pensamiento... en la forma de concebir el mundo... en como mirarla, en cómo construirla”
(Im1). El reconocimiento de las diferencias es un elemento fundamental para lograr otros
niveles de cohesión social.
En ese sentido, en el caso específico de Manizales, es necesario recalcar que
también existen esas “otras” ciudadanías, que no figuran en los libros de historia, ni son
reconocidas por la tradición, pero que siempre claman, aunque lo hagan silenciosamente,
por ser visibilizadas, escuchadas y tenidas en cuenta. Son grupos “otros” que se diferencian
por situaciones de evidente subalternización, en todos los sentidos, cultural, política, social
y económica, entre otras. Aquí es necesario recordar que la categoría de subalterno, en esta
época de luchas reivindicativas, es una construcción que se ha tornado bastante amplia, que
incluye a los ciudadanos que no necesariamente se encuentran adscritos a las categorías
276
tradicionales de orden racial, sexual, de clase o de diferencia económica. Se trata de grupos
“disidentes” de los esquemas tradicionales de administración de las ciudades, que perciben
el desarrollo urbano desde parámetros diferentes. Son los que habitan la ciudad invisible,
que tratan de sacar a relucir la otra cara de la ciudad esquizofrénica. En ese sentido,
“expresa la adscripción o pertenencia cultural como telón de fondo de la ciudadanía, hace
visibles olvidos y exclusiones de las otras ciudadanías, reconfigurándola desde diásporas,
migraciones y sincretismos culturales” (Muñoz y Muñoz, 2008). Es una propuesta que, en
contraposición con las concepciones clásicas de ciudadanía, reconoce que todos los
ciudadanos no son iguales y exalta las diferencias desde el punto de vista colectivo,
asociado a grupos con identidad. De igual manera, se configura con concepto de ciudadanía
desde una perspectiva netamente cultural, que exige el reconocimiento de las diferencias y
las identidades, en plural.
La ciudadanía cultural es una categoría social bastante inclusiva, por lo que se debe
entender como una “dedicación y cooperación con lo público, lo que es de todos. Es decir,
hace parte constitutiva de un saber y de una cultura y constituye instrumento de ampliación
de la democracia y de las prácticas ciudadanas” (Rodríguez, Jahir, 1999: 109). Por ese
motivo, es necesario construir una propuesta de ciudadanía cultural, que mediante prácticas
sociales críticas, genere participación responsable y respetada. Necesariamente implica la
participación de los sectores populares que son una gran masa, heterogénea, pero que
construyen sus identidades culturales, de manera diferenciada con respecto a los grupos que
se asientan en el poder.
El concepto de ciudadanía cultural se origina dentro del campo de estudios sobre
comunidades latinas en Estados Unidos y su participación en la vida ciudadana de ese país.
Surge en la época más álgida de las tendencias conservadoras del presidente Reagan,
cuando las cuestiones ideológicas se polarizaron, a nivel mundial, también por la influencia
de la Guerra Fría.
También, aparece como propuesta de construcción de ciudadana ante la necesidad
de que la sociedad se adecúe a los cambios de las condiciones sociales urbanas, donde
conviven diversos grupos humanos, pertenecientes a diversas culturas. Esto se explica
porque
277
Antes era una condición básica y mínima el saber leer y escribir, y tener grados
elementales de escolaridad. Ahora, dado el desarrollo cultural y comunicativo de
la sociedad, son necesarias otras condiciones y cualidades; el espectro de los
derechos y deberes se ha ensanchado. Por lo tanto, el ciudadano tiene derecho a
mayores años de escolaridad, tiene derecho a la información adecuada, oportuna
y veraz; tiene derecho a establecerse en el espacio público según las normas de
su ciudad y su comunidad. Y en general, tiene derecho a manifestarse
culturalmente y a acceder a los bienes materiales y espirituales de su tiempo y de
su entorno. Ejercer y llenar estas expectativas configuran la ciudadanía cultural
(Cifuentes y Espinosa, 1998).
En ese sentido la ciudadanía cultural es un concepto y una práctica que puede dar
cuenta de los desarrollos actuales de la cultura urbana. Pero también es muy importante
generar la necesidad de profundizarla no sólo en aspectos teóricos sino ante todo en sus
aplicaciones prácticas, que sean participativas y activas.
La ciudadanía cultural es un constructo teórico que implica diversas perspectivas de
abordaje, por lo que el autor canadiense Toby Miller realiza una clasificación, teniendo en
cuenta siete propuestas principales:
La primera corresponde al sociólogo de Estudios Culturales Tony Bennett, generada
desde los estudios de políticas culturales angloaustralianas.
Su argumento está basado en el requerimiento de que los gobiernos cedan a sus
ciudadanos una serie garantizada de competencias en forma de capital artístico.
Bennett apoya dinámicas de progreso y diseminación que respeten los
conocimientos populares, y claramente teje su argumento en torno al principio
liberal de que el modo más efectivo de gobierno es a través de individuos libres,
que han de ser provistos de las habilidades y conocimientos necesarios para vivir
tanto autónoma como socialmente. […] (Miller, sf).
Como se puede apreciar claramente, se basa en una perspectiva liberal, que pregona
la cesión de competencias desde el Estado hacia el individuo, tomado este último en sentido
general donde no se presentan diferencias culturales.
La segunda se basa en estudios sobre minorías en los Estados Unidos, desde una
realidad local y cotidiana, propuesta por Renato Rosaldo, que
entiende la ciudadanía cultural como un ‘oxímoron deliberado’18
que reclama
igualdad económica y política sobre la base común del mantenimiento de las
distintas identidades y el ejercicio de una ‘participación plena’ en la comunidad
en su conjunto, para así establecer puentes entre la diferencia y la homogeneidad
social y cultural (1994: 402). (Miller, sf).
18
Por la fusión entre ciudadanía y cultura, que para Rosaldo es un tanto problemática
278
Este es uno de los conceptos de ciudadanía cultural más aceptados, ya que también
es avalado por El Instituto para la Educación de la UNESCO, porque le “otorga la misma
importancia a los derechos humanos colectivos que a los individuales” (Miller, sf). Este es
un gran avance con respecto a las teorías liberales que tienen un carácter más individualista.
La tercera propuesta es la de Kymlicka, un teórico político residente en Canadá, y la
de sus colegas angloamericanos, liberales y comunitaristas, ligeramente heterodoxos. Estos
persiguen un acercamiento entre la mayoría blanca, ‘el multiculturalismo
inmigrante’ (inmigrantes voluntarios nuevos, que requieren pocos derechos
culturales) y ‘el nacionalismo de las minorías’ (Primeras Gentes, los
desposeídos, y los esclavizados, que requieren muchos derechos culturales), a
través de un concepto de cultura relacionado con las historias tanto colectivas
como individuales, que funciona como soporte de la autonomía individual
(Miller,sf).
Esta es una propuesta, que a pesar de ser bien intencionada, también ha sido muy
criticada por sus detractores. En este sentido
Barry (2001: 21) asegura que la idea de multiculturalismo es una idea corrupta,
que más allá de contribuir al concepto de una sociedad culturalmente diversa
parte de la suposición de que “la base de todo grupo social es cultural”; él se
refiere a esta distorsión como “mala antropología”. Barry problematiza la
afirmación de que la cultura es la base de todo grupo social al asegurar que
muchos otros factores, que no necesariamente pueden ser considerados
culturales, son también parte de la estructura de los grupos sociales. Por esta
razón, no debe considerarse a Barry como detractor del modelo multicultural,
sino entender que su contribución promueve el cuestionamiento de algunos de
los conceptos sobre los cuales se ha edificado en gran medida el modelo
multicultural (Barrera Ramírez, 2007: 100).
De esa manera hace una crítica a las posturas culturalistas de Kymlicka, que
también han servido para cuestionar su multiculturalismo, que se ofrece como una
propuesta “dirigida a la reivindicación de los derechos de las minorías culturales en el
contexto de sociedades democrático–liberales de corte occidental” Serrano (2008). En este
sentido, le concede toda la primacía a las políticas de Estado dentro de las sociedades
liberales que tienden hacia la defensa del individuo, lo cual contradice los principios
colectivistas de muchas sociedades no occidentales, especialmente en América Latina. Por
estas y otras razones existen objeciones a esta propuesta de tal manera que existen dos
grande limitantes para su aplicación en esta parte del continente. Estas son
en primer lugar, el hecho de que en América Latina no estamos hablando de
sociedades democrático liberales en el mismo sentido y con el mismo alcance
279
que en Norteamérica, es decir, no encuentran un terreno adecuado para su
aplicación (si es que alguna vez lo tuvieron); en segundo lugar, porque las
reivindicaciones de los pueblos autóctonos de América Latina no corresponden a
las que el canadiense considera que deberían ocupar la agenda de un grupo
etnocultural (Serrano, 2008).
Las otras cuatro propuestas (Miller, sf), sólo se mencionan de manera general
porque se salen de la órbita de esta investigación. La cuarta que representa la filósofa
Amélie Oksenberg Rorty recoge, en una concepción liberal, las tres primeras posiciones.
Plantea que “la conservación y el desarrollo cultural deberían ser consecuencia del acceso
universal a la educación” y que “apela a un programa político que genere individuos
cosmopolitas flexibles que aprendan sobre su país y sobre sus ‘vecinos globales’”. Por su
parte, la quinta formación, engloba todas las anteriores y se refiere al Informe sobre el
Futuro de una Gran Bretaña Multiétnica elaborado por una comisión de la fundación
Runnymede del Reino Unido, por parte de Bhikhu Parekh y Stuart Hall. Trata sobre “la
existencia y el alcance del racismo dentro de las instituciones nacionales en las áreas de
cultura, educación, fuerzas de seguridad y servicios sociales”. La sexta formación, de corte
neoliberal, es presentada por Amy Chua, desde la perspectiva de estudios étnicos
comparativos. Investiga las relaciones que existen entre “el neoliberalismo, las oligarquías
económicas pertenecientes a minorías étnicas y la democracia: es decir, qué es lo que
ocurre cuando las minorías más acaudaladas sufren fuertes reacciones populares en contra
de su poder económico por vía de un rechazo mayoritario a la diferencia cultural”. Por
último, la séptima formación, combina el trabajo de Bernard Lewis, historiador de Oriente
Medio y activista anti-palestino profesional, y Samuel Huntington, científico político de la
guerra fría. Utilizan la cultura para “brindar explicaciones geopolíticas en los postsoviéticos
años noventa”. Además, tratan de explicar “la separación de iglesia y estado que había dado
fruto a los éxitos de Estados Unidos, y su interconexión en los países islámicos, lo cual
había dado lugar al estado de subordinación de estos países”.
Luego de establecidas las diferencias pertinentes, en la presente investigación se
retoman algunos aspectos de las propuestas de Rosaldo que “pretenden cambiar el concepto
de ciudadanía en favor de los intereses de todos aquellos marginados por la mayoría”
(Miller, sf). De igual modo se relacionan con algunas propuestas de Aceves. De esa
manera, para Rosaldo, la ciudadanía cultural “se refiere al derecho a ser diferente y a
280
pertenecer en el sentido de una participación democrática” (Aceves, 1996-97). El sentido de
pertenencia es un concepto básico dentro de la ciudadanía cultural pero esto solo se
concreta mediante el reconocimiento de los diferentes grupos culturales que la habitan. En
ese sentido, la ciudadanía cultural se considera
un proceso incompleto de reclamar derechos como miembros de un grupo
distintivo (con base a marcas tales como lenguaje, cultura, raza, etc.) mientras
que al mismo tiempo se reclama el derecho a ser un miembro cabal de la
sociedad más amplia. Es un espacio en confrontación, de negociación y que se
renegocia continuamente mediante una lucha al interior de la sociedad mayor.
Los latinos y otros grupos oprimidos, luchan por entrar a la sociedad como
ciudadanos completos, pero al mismo tiempo conservando la diferencia, su
particularidad (ibíd., 1996-97).
Esta propuesta se puede aplicar al caso de las ciudades donde también conviven
muchos grupos, unos más reconocidos que otros y otros más olvidados o invisibilizados.
Esto implica también que se visibilicen problemáticas que sólo atañen a estos sectores
sociales marginados del desarrollo urbano, ya que son los únicos que los pueden detectar
desde sus prácticas cotidianas. Por eso, para Flores
La noción construida de ciudadanía cultural, ha permitido entender y articular el
proceso social por el que la gente en su praxis diaria realiza vínculos entre su
experiencia personal y lo que se percibe en el todo social. Existe dentro de una
arena de conflicto, contención, negociación y reacomodos. Deberá ser entendida
como un proceso dialéctico, modelado por el rejuego de condiciones de
dominación y de grupos que responden a tales condiciones, frecuentemente
dando por resultado nuevas formas de expresión cultural (Aceves, 1996-97).
Son esas nuevas formas de expresión cultural, mediante mensajes ciudadanos las
que se tratan de reivindicar en el caso de Manizales. Pero, aunque no son plenamente
evidentes, de todos modos quedan registradas en los substratos de la memoria colectiva,
como indicadores de acciones ciudadanas realizadas desde prácticas concretas. Esto
contribuye a generar nuevas manifestaciones culturales creativas. De tal manera que para
Flores
Es evidente que la ciudadanía cultural es un proceso construido socialmente y en
constante desenvolvimiento, por ello se enfoca a reconocer las prácticas
culturales que son inherentes en los derechos de la ciudadanía. Como proceso
dialéctico, está moldeado por las condiciones de la dominación, y como grupo
responde a su estatus subordinado negando prácticas propias, o bien, también
puede consistir en una afirmación, que como grupo crea nuevas formas de
281
expresión cultural, recrea otras o expande su dominio cultural (Aceves, 1996-
97).
Esas nuevas formas de expresión cultural se refieren, tanto a los sectores populares,
visibilizados como a los nuevos movimientos sociales en condición de subalternidad.
Flores, “no desecha las ideas en torno a las cuestiones de clase, la raza, el acceso
económico, etc., sino que enfatiza y centra su atención en el potencial que otorgan las
prácticas culturales y la formación de identidades” (Aceves, 1996-97). De esa manera, la
ciudadanía cultural se expresa en diversos campos sociales desde perspectivas críticas. Por
ese motivo se plantea que
Lo interesante de estos trabajos, es que son realizados por los propios miembros
de las comunidades culturales en cuestión, situación que convierte a tales
estudios en signos y elementos para la identificación (y) construcción de
estandartes culturales que van en pos de la afirmación y la capacitación en
habilidades y recursos culturales propios; que por cierto pueden contribuir al
reclamo de nuevas prácticas y derechos ciudadanos desde abajo (ibíd., 1996-97).
Para el caso de América Latina, se debe tener presente que dentro de una propuesta
de ciudadanía cultural, es necesario incluir a los sectores populares marginados, que
constituyen grandes mayorías, especialmente en las ciudades. Todo esto implica, en el caso
concreto del Proyecto San José de Manizales, que las expectativas creadas alrededor del
proyecto se van derrumbando lentamente debido, principalmente que desde su inicio, no se
les consultó a las comunidades. Por eso se propone que
Podríamos en este punto replantear la idea de que la obra fue pensada para los
habitantes de la comuna, pues es claro que se impulsó para otros habitantes con
mayores capacidades económicas, ya que si realmente existiera una
preocupación por la comunidad que habita la zona, serían necesarias varias
mesas de diálogo con el Comité de Voceros, ya que en la medida en que se
escuchen ambas partes se construiría un proyecto acorde con las verdaderas
necesidades del sector (Comuna San José en Manizales: los sueños de unos, son
las pesadillas de otros, sf.).
De esa manera se reclama la necesaria participación de los habitantes de la Comuna
San José para que el proyecto tenga todo el apoyo de ellos mismos y pueda dar los
resultados esperados.
En términos concretos, la sonada “tragedia” de Manizales, obra como un gran
pretexto para reflexionar sobre la necesidad de construcción de la ciudadanía cultural que
282
requiere la ciudad, de acuerdo con sus particularidades y necesidades propias. En este
aspecto, también es necesario tener en cuenta los contextos en los que suceden estas
prácticas, a partir de las “distinciones cualitativas que se dan en los sentimientos de
pertenencia, de tener derecho e influencia, los cuales varían en distintas situaciones y en
diferentes comunidades locales” (Rosaldo, 1997: 243). Es necesario recalcar, como hecho
histórico, que esta serie de sucesos conocidos como la “tragedia grecocaldense”, fueron
divulgados y conocidos masivamente por los ciudadanos, que también tuvieron la
oportunidad, tanto de opinar acerca de lo sucedido, como de generar sus propias
interpretaciones. En ese sentido, estos acontecimientos “movieron” y resquebrajaron
algunos de los “cimientos culturales”, representados por imaginarios y símbolos
construidos históricamente, que habían sido tomados como “verdades absolutas”. También
significa el cuestionamiento al gran peso específico que se le otorga a algunos aspectos,
tanto de la historia como de los símbolos culturales, que se pueden convertir en un lastre
para los procesos de desarrollo e inclusión de muchos ciudadanos. La ciudad de esa manera
se puede convertir en un territorio para las endoculturaciones participativas, los
intercambios activos y la rebelión de las ideas, mediante prácticas efectivas. Todo esto
puede ser impulsado por ejemplo, a través de los medios de comunicación alternativos, las
redes sociales y las diferentes opciones tecnológicas que actúan como nuevos convocantes.
Desde este punto de vista, se pretende construir nuevas relaciones sociales, mediadas por la
polifonía de voces y con la participación activa de ideologías y propuestas subalternas, que
reivindiquen nuevas formas de relación entre los unos y los otros. Esto, mediante procesos
de negociación intercultural, que dentro de la ciudad se pueden consolidar, por ejemplo en
los proyectos de ciudad educadora y de ciudadanía cultural.
La propuesta de ciudadanía cultural, se puede considerar fundamental para la
sostenibilidad actual y futura de las ciudades, pero no sólo como un concepto, mediante la
puesta en práctica de una fórmula preexistente y única, sino ante todo, por la manera como
se construye y los mecanismos que se deben implementar para llevarla a la práctica. Esto,
mediante la sistematización de una experiencia localizada y concreta, tal como sucedió en
el caso de la “tragedia” de Manizales, donde se presentaron los juegos de poder dentro de
los diferentes grupos que coexisten en la ciudad. De esa manera, es necesario destacar la
gran cantidad de elementos analíticos que surgieron de esta coyuntura, donde se
283
visibilizaron aspectos, aparentemente insignificantes, pero que traducen formas de acción y
prácticas de grandes segmentos de población. Por eso para Flores, la ciudadanía cultural
significa el proceso y la manera como ciertas formaciones y prácticas culturales
forjan nuevas identidades y estrategias en la formación de comunidades y
pertenencias, permitiendo a la gente reclamar sus derechos públicos y privados,
conduciendo a formas renovadas de relaciones sociales, obligaciones y
estrategias de pertenencia y adquisición de capacidades sociales (Aceves, 1996-
97).
Una de las capacidades sociales que debe adquirir la ciudadanía, relacionada con la
protesta social, es la exigencia para el cumplimiento de los derechos por parte de las
administraciones municipales. En ese sentido, para la construcción de una ciudadanía
cultural se requiere fundamentalmente tener un panorama general respecto a la situación de
las relaciones sociales en el ámbito urbano. En este sentido, no basta sólo con estar y
comprenderse con el “otro” sino también, luchar juntos por la reivindicación de los
derechos propios y la dignidad.
La ciudadanía cultural, como construcción social, también permite generar entre las
comunidades mecanismos de organización para la defensa de sus intereses, lazos de
solidaridad, afirmación de identidades y reconstrucción de los elementos simbólicos de la
cultura urbana. En ese sentido pretende reconocer las diferentes expresiones culturales que
existen en la ciudad, que no han sido visibilizadas por la historia oficial, lo cual permite la
visibilización de los diferentes grupos, o por el contrario, constatar las situaciones de
marginación en que se encuentran. Esto determina también las maneras como los diferentes
grupos están constituidos y se relacionan entre sí.
La ciudad, en este sentido, se constituye como el territorio ideal para la búsqueda de
convivencia, la diversidad cultural y la heteroglosia. Esto último, teniendo en cuenta que se
trata de poner en interacción todas las voces, las consonantes y disonantes, las que no se
escuchan, las que han perdido la capacidad de hablar y las que no han podido articular
palabra. En ese sentido, una ciudadana mestiza, por ejemplo,
Con sus compañeros de trabajo se limita solo a lo referente con los asuntos labores, no
es amiga de ellos aunque los respeta y no los discrimina si son de otra raza. Piensa que
las relaciones laborales se deben limitar a esto y no mezclar el ámbito laboral con el
personal. Fuma mucho en lugares apropiados para hacerlo porque considera que lo
contrario es una falta de respeto (O: Mn1.2).
284
Todo esto se relaciona con el establecimiento de mecanismos de respeto hacia los
otros en todos los ámbitos de la vida social. Esto teniendo presente que en la ciudad se
establecen diversas relaciones, que complementan y acercan a los grupos de individuos, en
función de su defensa y sobrevivencia.
También es necesario generar procesos de fortalecimiento de los lazos comunitarios
y reivindicación de la solidaridad, en especial con relación a grupos en similares
condiciones de explotación. De esa manera, el diálogo “entre el yo y el otro […] es
justamente, la base de la constitución creadora de la vida social” (Zavala, 1992: 17). Pero
debe ser un diálogo productivo y enriquecedor para todos.
Manizales se conoce en el país como la ciudad de las “puertas abiertas”, lo que
puede tener diversos significados, tales como el hecho de que les abre cordialmente los
brazos a todos sus visitantes, que los acoge, que reconoce a los “otros, o que se considera
una ciudad incluyente. La “tragedia” de Manizales, en ese sentido constituyó una prueba de
tolerancia y de convivencia, a partir del hecho real de que todos sus ciudadanos, sin
distinción de estratos, ni de diferencias étnicas, tuvieron que soportarla y padecerla. A pesar
de eso, en muchas ciudades se manifiestan factores que no permiten la convivencia
adecuada, tales como la prevención, la exclusión, la estratificación social, el olvido, la
segregación, el racismo, la invisibilización y la negación del otro.
Un elemento importante de reflexión se refiere a que la ciudad es percibida,
especialmente por los inmigrantes, como un lugar para el aprendizaje y la formación, donde
también pueden aportar sus conocimientos para la construcción de una ciudadanía cultural.
Esto, a partir de sus propias visiones del mundo, que significan perspectivas “otras” para la
solución de los múltiples problemas que aquejan a las ciudades contemporáneas. En ese
sentido es importante señalar la relación que existe entre los usos de la ciudad y la
valoración que se hace de los mismos, de tal manera que es pertinente la pregunta:
¿Qué aprendo cuando uso la ciudad? O sea, uno en la ciudad encuentra muchas
cosas, muchos campos, donde hay un diferentes... donde los individuos se
desempeñan de una manera diferente debido al rol que ellos utilizan, entonces
uno aprende a mirar o sea, las actitudes de ellos, cuales son las costumbres,
cuales son lo hábitos, cual es el pensamiento y como el pensamiento […] lo
exterioriza... como ellos perciben a la otra persona.. Si la estigmatizan... Si la
cogen o la desechan... si la utilizan o no la usan […] uno encuentra muchas
285
cosas […] que sinceramente, en el pueblo de uno no se dan, y es... y de mirar al
hombre tan... tan material que se lo mira” (Im1).
Para los indígenas, la ciudad se utiliza para múltiples propósitos, por lo que obtienen
aprendizajes diferentes a los que produce su propia cultura, lo que cataloga a estos tipos de
uso como una forma de ganancia, no en el sentido monetario sino en cuenta a
conocimientos.
5.2.3.2 PROYECTO CIUDAD EDUCADORA
Para la construcción de un proyecto de ciudadanía cultural, también es importante el
proyecto de ciudad educadora porque pueden ser complementarios, en el sentido de que la
primera reconoce los grupos que existen en la ciudad y la segunda contribuye a visibilizar
sus acciones, como mecanismo pedagógico de endoculturación urbana y de socialización de
propuestas de cambio, desde la participación de las comunidades.
Dentro de los procesos de construcción de lo urbano, se expresan prioritariamente
los componentes humanos, donde se considera fundamental el proceso educativo de los
ciudadanos. De esa manera, la ciudad se presenta como “un sistema complejo y a la vez un
agente educativo permanente, plural y poliédrico, capaz de contrarrestar los factores
deseducativos” (Carta de ciudades educadoras, 199419
). En muchas ciudades son notables
estos procesos deseducativos porque es más conveniente para los sistemas de poder
hegemónico que los ciudadanos no tengan conciencia acerca de los derechos que poseen, ni
de los mecanismos que pueden implementar para exigirlos. Por esos motivos se plantea que
el lugar de la educación sobrepasa a la escuela misma y la desborda, y en
particular con relación a las nuevas entidades culturales, que de alguna manera
también educan y socializan, siendo determinantes en la configuración de las
culturas urbanas contemporáneas (Jurado, 2008).
El proyecto de ciudad educadora no cumple sólo un papel relacionado con
desarrollos netamente educativos sino que trasciende hacia el plano cultural, en aras de
construir mejores formas de convivencia. Uno de los elementos principales de los procesos
de ciudad educadora tiene relación con el hecho de que la ciudad educa, pero también
contribuye a la construcción de ciudadanía, a partir de la ampliación de las posibilidades de
19
Declaración de Barcelona. Carta de Ciudades Educadoras. Aprobada en el I Congreso
Internacional celebrado en 1990 en Barcelona, revisada en 1994.
286
desarrollo integral de los ciudadanos mediante la educación no formal e informal. Esto, a
partir también de la constatación de que las instituciones educativas formales no poseen la
suficiente cobertura para contribuir al desarrollo, tanto de la ciudad como de la ciudadanía.
En ese sentido,
No se trata ya tan sólo de que la ciudad enseña a través de su arquitectura o de
sus contenidos, sino de un propósito explícito de educación no formal e, incluso,
articulada con la educación formal, por medio de la cual el saber administrativo
de una ciudad (economía, comunicaciones, transporte, recreación) se pone a
disposición de procesos explícitos de enseñanza y aprendizaje (Restrepo, 2002).
Los acontecimientos ocurridos en Manizales no se pueden catalogar como
“propósitos explícitos”, generados desde la administración municipal, de acuerdo con unos
parámetros preestablecidos. Por el contrario, estos se salieron totalmente de los esquemas y
modelos prefigurados para la ciudad. En este sentido, fueron resultado de los
cuestionamientos de los ciudadanos, en sentido coyuntural, espontáneo y libre de censuras,
hasta donde se puede percibir. Por este motivo, la manera de analizar estas situaciones
urbanas también se convierten en una propuesta crítica de algunos de los postulados de
ciudad educadora. En este último sentido, las ciudades
deben actuar, desde su dimensión local, como plataformas de experimentación y
consolidación de una ciudadanía democrática plena, promotoras de una
convivencia pacífica mediante la formación en valores éticos y cívicos, el
respeto a la pluralidad de las diversas formas posibles de gobierno y el estímulo
de unos mecanismos representativos y participativos de calidad (Carta de
ciudades educadoras, 1994).
El concepto de “plataformas de experimentación” se vuelve fundamental para
explicar estas “tragedias”, que son comunes en las ciudades, sólo que algunas ocasiones no
se les divulga adecuadamente, ni mucho menos, se les reconoce su valor pedagógico social.
Manizales ha demostrado, como muchas ciudades en el mundo, que padece una
serie de fenómenos sociales anómalos, que desbordan la capacidad de las instituciones
educativas formales. Pero también es necesario precisar que “es muy evidente que la
anomalía, o lo que se llama así, constituye buena parte de lo cotidiano” (Maffesoli, 1993:
150). Este es un elemento muy importante que reivindica tipos de conocimiento “otro”. En
este aspecto, se requiere utilizar enfoques analíticos y mecanismos sociales más amplios
para examinar estas problemáticas complejas, teniendo en cuenta que el ciudadano de hoy,
287
no sólo se educa en instituciones formales, diseñadas para tales fines, sino que también lo
hace en otros ámbitos del componente urbano. En ese aspecto, por ejemplo, son
importantes como fuentes de producción de conocimiento las acciones y prácticas sociales
cotidianas, que se realizan en la calle, en el museo, la plaza, la empresa, o el centro
comercial, entre otros espacios, que se convierten en ambientes de aprendizaje ciudadano.
Pero la ciudad también educa mediante las acciones prácticas que se generan en las
relaciones sociales, especialmente en función de la convivencia, o sea, en las acciones de
vivir con los “otros”, donde estos se convierten en receptores y transmisores de mensajes de
conocimiento, de intercambios de experiencias y de aprendizajes sobre modos de vivir.
También es muy importante la realización de eventos de toda clase, donde se aprende, se
socializa, se confronta y se disfruta. De igual forma, las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TICs), a pesar de todos los cuestionamientos que se les hacer, fungen como
mecanismos que “educan”, mediante dispositivos como las redes sociales y el internet, en
general. De igual manera, se debe destacar el hecho de que cada vez, en mayor medida, los
medios facilitan las interacciones, lo que les permite a los ciudadanos socializar y
confrontar información con otros, lo mismo que producir sus propias interpretaciones
acerca de los mensajes transmitidos. En este último sentido es importante tener en cuenta la
intencionalidad de algunos medios, que cumplen con sus roles sociales como emisores, ante
ciudadanos que reciben los mensaje pasivamente. De esa manera, la pedagogía social
urbana, mediante la influencia, tanto de los medios como de las mediaciones sociales, de
acuerdo con Martín Barbero, se convierte en una herramienta fundamental para los análisis
sociales.
En general, se puede afirmar que la Carta de Ciudades Educadoras plantea muchos
elementos de análisis y reflexión sobre la ciudad contemporánea. De ese modo se hace muy
importante la relación, por una parte, entre los ciudadanos de todas las condiciones para que
se expresen y asuman posiciones críticas y constructivas; y por otra parte, los ámbitos
administrativos, donde los mismos ciudadanos contribuyen con el buen gobierno de la
ciudad. Todo esto dentro de un contexto dinámico y flexible, de manera que “no busca
soluciones unilaterales simples; acepta la contradicción y propone procesos de
conocimiento, diálogo y participación como el camino idóneo para convivir en y con la
incertidumbre” (Carta de ciudades educadoras, 1994). Esto reconoce también las dinámicas
288
permanentes y la necesidad de adaptarse a los cambios vertiginosos, propios de los
componentes urbanos. Se puede plantear que muchas de las propuestas de Ciudad
Educadora forman parte de las tendencias generales que se presentan hoy en día sobre el
desarrollo urbano. Pero, en este aspecto es necesario también tener presente que muchos de
los cambios no son generados por la propia administración, ni por los ciudadanos
organizados, sino que también es necesario valorar los elementos contingentes, que
permanentemente cuestionan las estructuras urbanas.
El derecho a manifestarse culturalmente es básico en una sociedad que se reclama
inclusiva, multicultural y participativa, como mecanismos de solidificación de nuevas
formas de participación, donde muchos ciudadanos tradicionalmente marginados, deben
tomar parte en las decisiones fundamentales sobre la ciudad. En el aspecto cultural pueden
contribuir a la generación de mecanismos para la construcción y afirmación de sus
identidades, imaginarios, representaciones y ciudadanías.
Un requisito muy importante para que la participación no se convierta en meros
enunciados teóricos sino que sea efectiva, debe ser su implementación mediante prácticas
sociales críticas y significativas. Cada uno de los espacios de participación que se abran se
torna imprescindible para la conformación de una ciudadanía multicultural, que trascienda
hacia los logros de una ciudadanía cultural.
De esa manera, se pretende generar ambientes participativos donde los programas,
planes y proyectos institucionales sobre la ciudad que puedan ser confrontados y
complementados con las propuestas comunitarias. Esto permite tener varias perspectivas de
solución de los problemas y garantizar la participación comunitaria, a partir del principio
básico de que un ciudadano trabaja mejor, con más gusto y eficiencia, en función de su
ciudad, mediante propuestas que se le han consultado previamente y que se desarrollan
como producto de su propio esfuerzo. Esta es la esencia de la participación que, desde
luego también se encuentra ligada al compromiso y la responsabilidad, donde se pueda
prever que aquella sea efectiva y no manipulada. Todo esto se debe desarrollar mediante
mecanismos que verdaderamente convoquen a los ciudadanos a participar, y no como se ha
vuelto usual, que se les involucre en decisiones que previamente han sido tomadas y se
realizan mediante actos públicos formales. Esto, en el fondo, no es más que acciones
distractoras, que no permiten implementar adecuadamente las soluciones que requieren los
289
ciudadanos, mediante las propuestas pedagógicas que aportan proyectos como el de ciudad
educadora.
La “tragedia” de Manizales constituyó un importante campo reflexivo acerca de
muchas de las acciones que puede promover el proyecto de ciudades educadoras. En cierto
sentido, este impactó más que diversas acciones institucionales que se han tratado de
implementar por cuenta de varias administraciones municipales, a lo largo de muchas
décadas. En este aspecto, por ejemplo, la ciudad educadora se ha convertido en un
imaginario más, que no tiene ningún respaldo ciudadano, ni mucho menos resultados como
prácticas educadoras. En el caso de Manizales, para Álvaro Gutiérrez, exsecretario de
Educación, la ciudad educadora trata de implementar proyectos que
tienen una clara dimensionalidad urbana; que se ven, que se pueden tocar,
que estructuran el concepto de ciudad, pero que están cargados de
educación... que reivindiquen el papel de la arquitectura y del urbanismo en
la construcción de ciudad y de hacer ciudadanos (Villa y Moncada, 1998).
Esa clase de proyectos que “se ven” y se “pueden tocar”, aún no son suficientes ni
tan impactantes para que Manizales pueda ser en verdad una ciudad educadora, a partir de
los postulados de la Carta Mundial. Se considera que Manizales es una “ciudad educadora”
porque
En esta ciudad, el inicio del programa Ciudad Educadora surge de la relación
directa entre la alcaldía de Manizales y Barcelona, quienes firman en 1996 un
convenio para promocionar la propuesta de Ciudad Educadora en Colombia,
conjuntamente con la Universidad de los Andes y la Fundación Ciudadelas
Educativas de Bogotá. En 1997, la ciudad es elegida como representante de la
Delegación Andina de la AICE, al parecer, acogiendo su importante experiencia
y vocación de ciudad cultural (Villa y Moncada, 1998).
Es necesario reflexionar alrededor de la “vocación” cultural de Manizales,
planteando algunos elementos analíticos sobre el significado de esos términos. Por ejemplo,
si la vocación cultural se refiere al hecho de que los ciudadanos sean “cultos”, que se
desarrollen muchas actividades culturales, o que se tengan presentes las tradiciones
culturales. Una pregunta básica que se puede hacen en estas circunstancias se refiere a ¿qué
es ser ciudad educadora? , y si verdaderamente Manizales lo es. En este orden de ideas, en
Manizales, el proyecto de ciudad educadora, se desarrolló en sus comienzos, mediante el
cumplimiento de los trámites burocráticos pertinentes, que la llevan a formar parte de las
290
estadísticas sobre ciudades educadoras a nivel nacional y latinoamericano. Para que una
ciudad sea verdaderamente educadora no basta con el hecho de que se encuentre asociada a
una organización de ciudades y pague la cuota de afiliación. Ante todo se requiere que,
mediante las prácticas, se puedan apreciar sus realizaciones. En el caso de Manizales, no se
vislumbran actividades en los últimos años, que sean dignad de reseñar.
Para que una ciudad sea educadora tampoco es suficiente que, en materia de
educación formal, se tenga una población estudiantil bastante significativa, o que funcionen
muchas universidades.
En estos casos por ejemplo, hay muchos malentendidos sobre la implementación del
proyecto de ciudad educadora con respecto a las posibilidades educativas de la ciudad. En
ese sentido se dice que: “hay una trayectoria de corrupción y es un departamento donde lo
público se ha desfigurado. Manizales es ciudad educadora, cerca de 30 mil estudiantes
viven acá, pero la política da pena” (Pacheco, 2010). Aparte de que no se conoce
adecuadamente el proyecto de Ciudades Educadoras, esta afirmación presenta un contraste
muy interesante donde, por una parte, Manizales se considera una ciudad muy educada,
debido a su alto número de estudiantes, pero por otra, esto no se traduce en el mejoramiento
de la gestión política del municipio.
Lo más importante es que se ejerzan acciones pedagógicas en, sobre y, a favor de la
ciudad, pero no sólo desde el ámbito educativo formal, como ya se ha señalado, sino a
partir de la participación de sus múltiples actores ciudadanos.
Todos estos impactos suscitados por la “tragedia” Manizaleña, surgidos de las
discusiones y cuestionamientos a las instituciones administrativas de la ciudad, lo mismo
que las visiones críticas que se generaron respecto a su historia y cultura, contribuyen a que
la ciudad pueda, de acuerdo con la Carta de Ciudades Educadoras, “encontrar, preservar y
presentar su propia y compleja identidad” (1994). La construcción de identidad, de esa
manera, es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las ciudades actuales,
por lo que las ciudades como Manizales deben estar prestas a asimilar esta clase de
experiencias, para beneficio de su ciudadanía, lo mismo que para la construcción de su
cultura urbana. Este aspecto es fundamental para que la ciudad se enrute hacia propuestas,
con una gran capacidad inclusiva, que busquen la participación de todos los sectores
291
sociales y generen mecanismos para asumir las acciones pendientes de resolver,
especialmente referidas a los sectores populares.
Pero, ¿qué es lo que debe educar la ciudad educadora y de qué manera puede
implementar esas acciones? En este sentido, uno de los requisitos para que asuma su
función pedagógica es que se reconozca la variedad cultural que la habita, pero que también
se puedan visibilizar sus expresiones. Pero, lo que ha enseñado hasta ahora la vivencia y la
práctica, es que Manizales como ciudad educadora no comprende los alcances del proyecto,
no asume su función educadora, o no ha aprendido a educar. En este aspecto se encuentra
en proceso de aprendizaje, reconociendo, ante todo, que muchas veces ha educado para la
sumisión a determinadas ideologías, intereses o programas institucionales de los gobiernos
de turno, sin que esto represente avances significativos para el desarrollo de la ciudad.
El hecho de que se catalogue como una ciudad intermedia, significa que se
encuentra en una etapa decisiva para su proyección futura. En este sentido, es posible que
pueda llegar a absorber muchos de los problemas que aquejan a las grandes ciudades, o por
el contrario, generar condiciones para que se desarrolle desde sus propias perspectivas,
mediante la participación de sus ciudadanos.
La ciudad, en ese sentido, se puede transformar en una gran escuela, pero abierta a
todos los públicos, sin restricciones, ni matriculas, con un régimen disciplinario flexible y
concertado. También, con un currículo que contenga todos los elementos para “construir”
pedagógicamente un buen ciudadano y adecuadas formas de convivencia. Probablemente se
trate de una modalidad de escuela, demasiado empírica, vivencial y práctica, pero que
puede generar, no sólo grandes impactos sociales, sino significativos alcances educativos.
De esa manera, los proyectos de ciudad educadora, pueden ser un elemento fundamental
para dar cuenta de lo que sucede en la ciudad “otra”, desde las innumerables perspectivas
informales y no formales que se desarrollan en sus territorios.
La tragedia de Manizales fue precisamente una “plataforma de experimentación”, de
búsqueda de nuevas formas de convivencia y de construcción de ciudadanía alternativa,
mediante el cuestionamiento de la cultura urbana tradicional, las formas de participación y
la visibilización de muchos ciudadanos ocultos detrás de la historia oficial. Manizales,
aunque haya sido de manera provisional o coyunturalmente, fue un campo bourdieusiano,
propicio para la educación ciudadana informal. No se trató de un escenario prefigurado para
292
tal fin, sino que surgió de la experiencia, y la participación de muchos habitantes de la
ciudad de todas la condiciones sociales, económicas y culturales, que generaron espacios de
creatividad ciudadana, que probablemente no se hayan reconocidos como tales.
El proyecto de Ciudad Educadora debe tener una gran proyección comunitaria,
donde se deben reconocer las posturas críticas de los Estudios Culturales, que no han sido
suficientemente aplicadas en América Latina, respecto a su proyección social, por fuera de
los estrechos y muchas veces complejos ámbitos académicos. Esto implica “sacar” los
Estudios Culturales de las universidades, “expropiárselos” a los intelectuales y llevarlos
hacia las comunidades, para que obren, no como imposiciones sino como explicaciones
útiles y necesarias para los análisis de la realidad social, con el fin de que sean articulados a
sus propios procesos prácticos, empíricos y de sentido común. Este es un aspecto central
dentro de la tarea que deben asumir los Estudios Culturales Latinoamericanos, en su
desplazamiento desde los cerrados y herméticos “nichos” intelectuales, hacia las prácticas y
luchas políticas de las comunidades, reconocidas como “otros lugares políticos” (Richard,
2010: 76). Esto último contribuye, no sólo a las transformaciones, tanto de los Estudios
Culturales como de las comunidades, sino a una renovación crítica de las Ciencias Sociales.
El Proyecto Ciudad Educadora, a pesar de que se presenta como un instrumento útil
y renovador para la construcción de ciudadanía, ha sido bastante cuestionado por el manejo
político que lleva implícito desde posiciones institucionalizantes. Muchos de sus defensores
lo utilizan como estrategia electoral, ideológica y política para mantener sus posiciones
dentro del gobierno de las ciudades. En ese sentido, se requiere de mayores niveles de
participación y acción, por parte de los ciudadanos, para que se conviertan en garantes de
sus realizaciones y no en simples espectadores de las acciones políticas del poder
hegemónico. Es importante analizar el papel que cumplen los ciudadanos ordinarios,
comunes y corrientes como protagonistas “secundarios”, dentro de esta “tragedia
grecocaldense”, aunque muchos de ellos aparentemente no existen en estas historias
tradicionales de la ciudad. Sin embargo, forman parte de “historias otras”, de las que no
aparecen en los libros, ni se recitan en los recintos sagrados de la historia oficial. En estos
contextos cotidianos, donde se desarrollan múltiples prácticas sociales y maneras de hacer,
es donde se pueden observar pensamientos heterológicos y lugares heterotópicos
293
alternativos, generados desde conocimientos empíricos y de sentido común, con base en
percepciones inmediatas, coyunturales y espontáneas.
5.2.4 USOS COMO CAMPO DE REFLEXIÓN
La ciudad es susceptible de ser usada también como campo de reflexión, por lo cual
durante el transcurso de la “tragedia” se le usó, entre otras prácticas, para participar,
discutir, polemizar, cuestionar y rememorar. Dentro de las concepciones de desarrollo
institucional de las ciudades, en este caso de Manizales, se pretende que los procesos
administrativos tengan un funcionamiento adecuado, mediante la óptima implementación
de políticas, planes y proyectos. Una de las maneras de lograr esto es extrayendo, mediante
las prácticas sociales críticas y los usos públicos de la ciudad, todo el caudal de
conocimiento empírico represado que existe en el ámbito urbano. Mucho de este se
concentra generalmente en los hombres ordinarios, ligados a prácticas cotidianas, donde
también “encontramos en lo común y corriente las estructuras significantes que tienen un
valor propio” (Maffesoli: 1993: 165). Esto reivindica el conocimiento ordinario como una
modalidad que tiene un valor epistémico por sí mismo, que conduce a “aterrizar” los
problemas y convertirlos en acciones prácticas. Mediante estos elementos reflexivos,
retomados desde las experiencias y vivencias, se pueden determinar mejor las necesidades
inmediatas que poseen los ciudadanos y las maneras de asumirlas y superarlas. Todo esto
también puede ser abordado por ejemplo, desde la perspectiva del “estar siendo” de Kusch,
aplicado a los problemas urbanos, que constituye un interesante punto de arranque de los
estudios sobre la ciudad. En ese aspecto, la construcción de la cultura urbana requiere de
reflexiones permanentes, asumidas desde perspectivas investigativas de carácter multi e
interculturales. Por ese motivo, es importante también retomar los Estudios Culturales,
aplicados a los problemas urbanos, pero no solo como teorías, sino como un campo de
estudios, de carácter transdisciplinario, que busca “comprender e intervenir, desde un
enfoque contextual, cierto tipo de articulaciones concretas entre lo cultural y lo político”
(Restrepo, 2010: 110). En este aspecto la cultura se politiza y la política se culturiza,
mediante un proceso donde estos dos conceptos adquieren relaciones indisolubles. Pero de
igual manera se relacionan con los aspectos económicos, debido a la importancia que
adquieren, por ejemplo, las industrias culturales, en esta época de globalización. En estos
294
procesos de desarrollo interdisciplinario también se destacan las relaciones que existen
entre cultura y poder, mediante estudios “empíricamente orientados sobre amarres
concretos de cultura como-poder pero también de poder-como-cultura en el mundo
históricamente existente” (ibíd., 2010: 110). Esto significa que se debe trabajar esta
relación en términos prácticos y dentro de contextos históricos concretos. Por lo anterior, la
cultura ya no se puede asumir como un campo de estudio aislado, de duración eterna,
inmutable, libre de interferencias, incontaminado, donde algunos grupos culturales deben
ser conservados como si permanecieran en una “urna de cristal”, tal como lo suponen
algunas tendencias dentro de los estudios folclóricos. Por el contrario, la cultura, la cultura
se debe concebir como un campo dinámico, que tiende hacia acciones prácticas
transformadoras. En ese sentido es importante formular la pregunta:
¿Por qué abordar el estudio de las prácticas sociales desde la cultura? Porque allí
se pone de manifiesto el entramado entre sujeto, tiempo y espacio. Lejos de
constituirse en un mero organizador de la experiencia presente, habla también de
los sueños y la fantasía, de las utopías; es ligadura y raíz con nuestro pasado,
recuerdo de los sucesos y acciones que nos fueron constituyendo a lo largo de la
historia. La cultura de nosotros mismos. Registra lo que hemos sido, pero
también nuestros imaginarios respecto de lo que hemos querido ser, de lo que
quisimos hacer, nuestra explicación de por qué llegamos a tal punto y por qué no
logramos tal otro objetivo. Desde allí es también base de los sueños, registro de
las alternativas de futuro, cimiento, base de proyección y límite de los
imaginarios y de las utopías. La cultura es un denso tejido de conocimiento que
cada sujeto enraizado en su espacio social tiene de sí mismo, del conocimiento
de sus posibilidades, de sus proyecciones y también conciencia del límite
(Uranga, 2001: 11).
En este texto se expresa en toda su magnitud la relación entre prácticas y cultura,
que en el caso de la “tragedia” Manizaleña, reveló muchas de las claves acerca de las
concepciones culturales de la ciudad, los lugares epistemológicos y socioculturales desde
los cuales se construyen y las proyecciones que se esperan de esta ciudad. Por ese motivo,
la cultura debe ser asumida como un campo problemático, controversial y reconstructivo,
que argumenta y controvierte las posiciones tradicionalistas al respecto, defendidas desde
una “visión idealista y contemplativa (aristrocratizante) de la cultura que, en la tradición
burguesa, designaba una esfera desinteresada” (Richard, 2010: 68). En la época actual es
bastante complejo asumir la defensa de este tipo de posiciones, teniendo en cuenta, como
ya se ha afirmado, las relaciones estrechas entre cultura, política y economía, lo cual
295
genera un campo de conocimiento y de prácticas más extenso, donde se hacen más
explícitas las diferente modalidades de poder a su interior. Desde ese punto de vista, y de
acuerdo con los EC, la cultura debe ser vista como “espacio de conflictos y de luchas por
significados en contextos donde el poder siempre está presente” (Walsh, 2010: 103). Pero,
además sabemos que el poder se manifiesta en todos los ámbitos de la vida social,
especialmente en los campos del saber.
En el caso de América Latina, es importante la fijación del lugar desde el cual se
pretende construir conocimiento, lo que implica establecer su propio locus de enunciación
bajo la forma de una “teorización desde las prácticas y luchas políticas” (Walsh, 2010: 98).
De esa manera se debe propender por asumir posiciones reivindicativas, que tengan un
carácter localizado, donde son fundamentales las luchas populares. Entonces se puede
afirmar que no existen EC “sin vocación política” (Richard, 2010: 36), que en el caso de
América Latina debe ser una consigna permanente que analice la realidad desde sus
necesidades y realizaciones. Los EC son un campo epistémico, bastante amplio que integra
a los diversos actores sociales, desde los cuales se puedan proponer “nuevos modos de
producción del conocimiento, repensar las relaciones entre academia y sociedad, provocar
el diálogo entre saberes diversos, entre teoría y práctica social” (Richard, 2010: 39). Estos
diálogos, en el caso de la cultura urbana, se presentan como posibilidades alternativas de
reconstrucción de las ciudadanías y de mejoramiento de las formas de convivencia. En ese
sentido es necesario reconocer la importancia que tienen las dinámicas sociales actuales,
caracterizadas por la gran variedad de conflictos, migraciones y reivindicaciones étnicas,
entre otras. En este caso, se requiere la visibilización y reivindicación de ciudadanos que no
han sido reconocidos por la historia ni por la cultura, por lo tanto no han opinado o, a los
que se les deja hablar pero no se les escucha. Un aspecto importante de los EC, en ese
aspecto, como campo de indisciplinamiento, es que tiene en cuenta “perspectivas de
conocimiento provenientes de América Latina y de pensadores no siempre ligados a la
academia” (Walsh, 2010: 102). Esta es una propuesta interesante porque integra muchos de
los componentes sociales propuestos desde los proyectos de ciudadanía cultural y ciudad
educadora, que exceden los alcances tradicionales sobre ciudadanía y permiten que sean
escuchadas las voces e historias “otras”, desde perspectivas comunitarias.
296
Es precisamente en esos espacios donde se pueden examinar las maneras en que se
desarrolla la cultura, como campo de luchas simbólicas, significativas y de construcción de
sentido, “que no están en el nivel de la superestructura o de la ideología, sino que producen
materialidades” (Restrepo, 2010: 111). En este aspecto son fundamentales las prácticas
sociales que realizan cotidianamente los ciudadanos, que son de diversas clases. Por ese
motivo es importante plantear que los Estudios Culturales se constituyen en las
“intersecciones entre la significación y las relaciones de poder expresadas en socialidades,
corporalidades, subjetividades, espacialidades y tecnicidades concretas” (ibíd., 2010: 111).
Es precisamente en estos lugares donde se estructuran las relaciones entre lo cultural y lo
político, como campo de indagación propicio para examinar elementos reflexivos, que
pueden dar cuenta de diversas perspectivas de la cultura urbana. Teniendo en cuenta todos
estos aspectos relacionados con el ejercicio y las prácticas del poder, los EC se pueden
considerar entonces como una “zona transdisciplinaria de estudios sobre cultura, poder y
hegemonía” (Richard, 2010: 68). Y es precisamente en estos cruces disciplinares donde
pugnan por ser reconocidos los sectores populares, especialmente los que se consideran
subalternizados, que en el caso de los ámbitos urbanos se podría afirmar que tienden a ser
la mayoría.
A pesar de todo esto y de que los ECL se presentan como un campo de
conocimiento donde son notables sus propuestas incluyentes, es necesario convertirlas en
realidad, porque “aunque hablan de América Latina, tienen poco que ver con la
cotidianidad de sus sociedades, sean sus inercias o sus terremotos” (Martín-Barbero, 2010:
133). Por ese motivo, el campo de lo cotidiano se convierte en un contexto ideal para
generar luchas reivindicativas, desde perspectivas populares.
También es importante precisar que los Estudios Culturales y su variante, los
Estudios Poscoloniales, en América Latina se asocian esencialmente con la tradición de
grupos indígenas y afrodescendientes, pero también reivindican, en algunos casos, el
pensamiento de mestizos que han luchado y siguen luchado en favor del saber y del ser en
esta parte del continente. En este aspecto se puede destacar la gran cantidad y variedad de
grupos sociales, que en la época actual tratan de reivindicar sus derechos e identidades. En
ese aspecto los EC acogen
297
tanto al feminismo como a la política de los negros, al movimiento gay, a los
estudios chicanos, a los grupos de estudio “poscoloniales” cada vez más
frecuentes, a aficionados más tradicionales –como los de las diversas culturas
populares y de masas (que pueden ser considerados, en la academia tradicional,
como una minoría estigmatizada y perseguida)-, y a los distintos séquitos
marxistas (Jameson y Zizek, 1998: 11).
Esto implica una fuerte crítica, tanto al concepto tradicional de ciudadanía, como a
las acciones prácticas que implementan para su reconocimiento. En este sentido, ya no se
trata solo de luchar por la obtención de derechos generales y universales para todos los
ciudadanos, sino de reconocer la existencia de una amplia gama de elementos subjetivos,
perteneciente a grupos muy determinados, que también deben ser objeto de conocimiento
en el ámbito urbano. En estos campos del conocimiento también se debe destacar la
valoración de las experiencias y las vivencias, que contribuyan a generar mecanismos de
reacción crítica contra las modalidades de sometimiento pregonadas y practicadas por la
modernidad racionalista. Williams, en ese sentido plantea que:
“en la mayoría de las descripciones y los análisis, la cultura y la sociedad son
expresadas corrientemente en tiempo pasado. La barrera más sólida que se
opone al reconocimiento de la actividad cultural humana es esta conversión
inmediata y regular de la experiencia en una serie de productos acabados. Lo que
resulta defendible como procedimiento en la historia consciente, en la que sobre
la base de ciertos supuestos existe una serie de acciones que pueden ser consi-
deradas definitivamente concluidas, es habitualmente proyectado no sólo a la
sustancia siempre movilizadora del pasado, sino a la vida contemporánea, en la
cual las relaciones, las instituciones y las formaciones en que nos hallamos
involucrados son convertidas por esta modalidad de procedimiento en
totalidades formadas antes que en procesos formadores y formativos. En
consecuencia, el análisis está centrado en las relaciones existentes entre estas
instituciones, formaciones y experiencias producidas, de modo que en la
actualidad, como en aquel pasado producido, sólo existen las formas
explícitamente fijadas; mientras que la presencia viviente, por definición, resulta
permanentemente rechazada”(Williams, 1997: 150).
En este aspecto, es importante resaltar el concepto de “presencia viviente” que
incorpora muchos de los elementos subjetivos y vivenciales, que siempre han sido negados
y ocultados. Se trata de formas de conocimiento, tal vez más emotivas y menos objetivas,
pero que tienen la pretensión de ser más integrales para la realización de los análisis
sociales. Todo esto se relaciona con un concepto de “cultura viva”, ligada a prácticas
sociales cotidianas, abordadas desde análisis basados en realidades actuales, en tiempo
presente y no sólo construidas desde un pasado idealizado. Además se relacionan con
298
acciones espontáneas, improvisadas y relatadas, pero ante todo muy ligadas a las
sensibilidades y subjetividades. Se trata de una visión de la cultura, que a nivel analítico, no
requiere el transcurso de una franja de tiempo muy amplia, que distancie los
acontecimientos, sino que reflexiona a partir del aquí y el ahora, desde una perspectiva
sincrónica.
De igual forma, también la semiopraxis popular reivindica “las estructuras del
sentir”, donde se exploran manifestaciones de sentimientos y emociones que la razón
moderna oculta en función de que se aprecie sólo un tipo de conocimiento objetivo
derivado de las propuestas de la ciencia. Todo esto dentro de contextos donde se
desarrollan los procesos de “socialización y las luchas simbólicas tácitas o explícitas en
torno a los esquemas interpretativos, las configuraciones de socialidad, las maneras de
hacer y las estructuras del sentir, como elementos primarios de las relaciones sociales”
(Grosso, 2009c: 173). En este sentido también se deben reivindicar diversos componentes
culturales de sociedades muy tradicionales como las indígenas, donde los aspectos
comunitarios son fundamentales para la vida social. Pero también se le debe “dar cabida a
la imaginación como un complemento de la razón” (Maffesoli, 1993: 13). Es en esta franja
de las producciones mentales donde América Latina aporta visiones del mundo novedosas
para los análisis sociales en diferentes latitudes planetarias.
Otro elemento importante de reflexión se relaciona con la reivindicación de lo
individual, en sociedades masificadas y alienadas por manifestaciones de poder
hegemónico. Pero sin caer en posiciones individualistas, que son propias de las sociedades
capitalistas, competitivas y consumistas. De esa manera, las estructuras del sentir remiten
también “a la zona individual del sentir, espacio de la intimidad personal, donde la
experiencia social es realmente vivida” (Correa, 2007). Esto significa entonces nuevas
formas de valoración del individuo y sus manifestaciones subjetivas, que sigue siendo un
componente fundamental de la sociedad, que obra como referente reflexivo donde se
detectan todas las cargas emocionales de las creaciones colectivas. En este aspecto también
los EC reivindican otras categorías sociales que pueden dar cuenta, tanto de aspectos
subjetivos como individuales, que incorporan otros temas, enfoques y lenguajes donde
“dimensiones como la estética y la emocional participan significativamente en la
configuración de identidades” (Richard, 2010: 44). De esa manera es importante que
299
también los EC, reivindiquen las emocionalidad como un campo de la subjetividad,
tradicionalmente negado para los análisis sociales. En este aspecto, cuando se penetra en las
profundidades de la emocionalidad se descubren variados elementos vitales, no racionales,
que reivindica la semiopraxis popular, que “arrastra tradiciones residuales de perversión de
lo hegemónico: resignación, resentimiento, esperanzas; de esas estructuras del sentir es de
donde nace su disgusto riente y su risa dolida y ácida, críticos” (Grosso, 2010: 27). Todos
estos elementos, de carácter reactivo y con componentes emocionales bastante fuertes,
coadyuvan a la oposición hacia situaciones de sometimiento, que pueden generar
reacciones violentas al poder hegemónico, pero también contribuyen a crear conciencia
social entre los ciudadanos subalternizados.
En este sentido el sujeto latinoamericano, se convierte en un emisario de nuevas
formas de conocimiento, originadas desde la experiencia propia, lo mimo que la historia y
la realidad vivida y sentida. Por ese motivo, son propuestas epistémicas situadas, que
reivindican lugares y espacios “otros”, que rompen con los esquemas lógicos acabados y
con las nociones de “lo claro y distinto” cartesiano.
Los Estudios Culturales, de esa forma, poseen una profunda vocación
transformadora en el caso latinoamericano, para recuperar y reactivar acciones prácticas
mediante la generación de conocimiento alternativo a las posturas hegemónicas coloniales
y poscoloniales, con las que se ha convivido por mucho tiempo, establecidas “bajo la
hegemonía de la narrativa universal y eurocéntrica” (Mignolo, 2002: 18-23). Esta situación
explica muchas de las manifestaciones del poder hegemónico, impuestas históricamente,
asociadas a la conquista territorial, pero que subsisten hasta hoy de otras formas más
sofisticadas, camufladas, mutadas y refinadas. El eurocentrismo en ese sentido, actúa bajo
la forma de “haber confundido la universalidad abstracta con la mundialidad concreta
hegemonizada por Europa como “centro” (Dussel, 2000: 48). Esta fue la visión
conquistadora europea que para implementar sus planes de dominación se autoproclamó
como el centro del mundo y de la civilización. Además, tomó el conocimiento como uno de
los factores de imposición de poder, que debía ser replicado y aplicado en todo el planeta,
por lo que también “hunde sus raíces en el sometimiento y represión de otras fuentes de
conocimientos y racionalidad” (Mejía, 2004: 265). Todo este proceso condujo hacia el
inicio de un largo periodo de generación de desigualdades de todo tipo, a partir de las
300
diversas formas de manipulación del poder-saber. Por lo tanto, se generan clasificaciones
jerárquicas sobre el conocimiento y los saberes, “donde lo “válido” es producido desde la
racionalidad, el pensamiento abstracto y la ciencia; mientras lo “no válido” se refiere a un
tipo de conocimiento “pre-racional, empírico, espontáneo, imitativo y dominado por el mito
y la superstición” (Castro-Gómez, 2005: 24). Esta clase de conocimiento que siempre fue
relegado por la racionalidad moderna, adquiere gran importancia en los últimos tiempos,
especialmente en América Latina, para la exploración de posibilidades alternativas para los
análisis sociales. Estas propuestas críticas, necesariamente deben tener alcances mayores a
las propuestas modernas donde se reconozcan “sentidos, pensamientos, prácticas y
experiencias presentes y emergentes en la región que conciben modos distintos de vivir”
(Walsh, 2010: 104). Esos modos distintos de vivir es necesario buscarlas en conocimientos
propios no visibilizados y en la indagación constante a las realidades actuales, desde las
prácticas y las vivencias en una perspectiva de ciudadanía cultural. Pero es importante
especificar que no se trata de quedarse sólo en el conocimiento de una realidad determinada
sino que se debe trascender hacia acciones reivindicativas en los casos que se requiera, con
el propósito de contribuir a la construcción de unos ECL a partir de la “utopía de una
racionalidad liberadora” (Mejía, 2004: 265). Esta último se consigue mediante el
desmontaje de patrones de conocimiento, inculcados e impuestos desde posiciones de poder
hegemónico, para emprender la búsqueda e identificación de otras racionalidades,
localizadas y cotidianas. Por esto es importante destacar la contribución de los EC en
cuanto a asumir “las prácticas cotidianas como espacio de configuraciones culturales
contestatarias” (Richard, 2010: 46). Es, desde estos espacios y lugares donde se manifiestan
los diversos micropoderes, desde los cuales se pueden generar pequeñas acciones
transformadoras, que sumen experiencias sociales, que puedan a mediano y largo plazo,
convertirse en alternativas de poder.
Se trata entonces de impulsar un deber ser de los ECL, hacia posturas más cercanas
a lo pragmático que a lo intelectual, sin desconocer este último campo del conocimiento.
Por eso, se le debe dar mucha importancia a “saberes y lógicas de pensamiento inscritas en
diversas prácticas culturales y enunciados a través de una multiplicidad de lenguajes
expresivos” (Quintero, 2010: 41). En este aspecto, entonces es importante recuperar saberes
y lógicas “otras”, expresadas no solamente a través de las ideas y grafías de la lingüística
301
tradicional sino mediante ideas y lenguajes relacionados con los cuerpos, y todas sus
prácticas expresivas y maneras de hacer.
Los Estudios Culturales, desde esa perspectiva, se pueden asimilar a un gran campo,
tanto de poder como de acción donde se presenta la “convergencia y articulación,
particularmente entre esfuerzos, prácticas, conocimientos y proyectos que se preocupan por
mundos más justos” (Walsh, 2010: 94-95)”. Esto los convierte en un constructo
interdisciplinario que permite, no sólo estudiar las diversas realidades sociales a
profundidad sino que también se preocupa por cambiarlas donde existan marcadas
desigualdades de todo tipo, que contribuyan a generar modalidades de subalternidad. En
todos estos aspectos relacionados con luchas de poder es primordial recuperar la palabra,
lanzar las voces al viento y gritarlas, si es posible. Por eso, Grosso, refiriéndose a los
santiagueños del común (de Argentina), dice que “hacen valer espacio-tiempos otros (eso
que Kusch llamara “estar”) […] y allí hacen mucho ruido” (2008a: 7). El hecho de hacer
ruido significa que por lo menos ya se encuentran en proceso de visibilización, que pueden
expresarse y difundir a viva voz lo represado, acallado y que nunca se pudo decir. Pero
también es el ruido que emiten los cuerpos, que buscan sus propias expresiones mediante la
danza, la música, la oralidad, los relatos, y en general sus prácticas sociales cotidianas.
Durante el transcurso de la “tragedia” manizaleña se hizo mucho ruido, se
escucharon voces, se expresaron cuerpos, se imprimieron y divulgaron grandes cantidades
de textos, pero en ese mismo contexto es donde se deben valorar los resultados de tantas
controversias que surgieron de hechos cotidianos, aparentemente insignificantes.
Por todo esto, se requiere construir simbólica y materialmente una ciudadanía
cultural, que se manifieste en las relaciones y prácticas sociales urbanas, que conduzcan
hacia una ciudad inclusiva, que reconozca a sus inmigrantes, a sus clases populares y en
general, a multitud de ciudadanos que siempre han estado presentes pero invisibilizados. En
ese sentido se deben reconocer las prácticas y usos sociales, y valorar los hechos cotidianos,
como base de reflexiones profundas alrededor, no sólo de lo que existe, sino también de lo
que se debe cambiar, para beneficio no sólo de la ciudad sino de sus ciudadanos. También
se trata de asimilar los fenómenos de la cultura urbana que deben ser reconocidos e
integrados a un concepto de ciudad, especialmente generados desde los escenarios de lo
302
popular, que son construidos constantemente, como factores de retroalimentación y
endoculturación.
5.2.4.1 MANIZALES: ¿QUE PASA CON LA CIUDAD?
[…] todo orden es político y está basado en alguna forma de
exclusión. […] Las prácticas articulatorias a través de las cuales se
establece un determinado orden y se fija el sentido de las
instituciones sociales son “prácticas hegemónicas”. Todo orden
hegemónico es susceptible de ser desafiado por prácticas
contrahegemónicas.”
Mouffe (2007; 25).
Es muy importante tratar de develar los misterios alrededor de una gran pregunta
que se hacen muchos dirigentes, intelectuales y ciudadanos ordinarios: ¿qué pasa con la
ciudad? Esta respuesta necesariamente constituye la clave para comprender, no sólo lo que
sucede sino también lo que se debería hacer. Todo esto se puede comenzar a elucidar
mediante reflexiones que generen diversas interpretaciones. Así, por ejemplo,
Hay quienes dicen que Manizales está “salada”, porque no sale de una
emergencia cuando está entrando en otra. Lo señalan por la crisis del agua del
año pasado, el deslizamiento en el barrio Cervantes, las suspensiones temporales
del gas y ahora por la actividad naranja del volcán nevado del Ruiz. Sin
embargo, lo que uno observa en verdad es que la ciudad continúa bien su
funcionamiento, se siguen haciendo anuncios de nuevas inversiones, nos
mantenemos a la cabeza en consumo en el país, seguimos siendo la ciudad en
donde es más fácil hacer negocios, según el Banco Mundial, y, en general,
comprobamos que no es cierto que estemos acabados (Con la mirada en el
futuro, 10 de junio de 2012).
Esta afirmación de que la ciudad “continua bien su funcionamiento”, se debe tomar
con beneficio de inventario porque la “tragedia” demostró que no es así. Es posible que
haya algunos datos generales que favorecen la imagen de Manizales, pero en el fondo
siempre existirá la sensación de que en asuntos relacionado con la administración no
siempre las cosas funcionan adecuadamente. Esto, comenzando por el hecho empírico de
que el manejo actual de cualquier ciudad mediana o grande es un asunto bastante complejo.
En este aspecto es necesario señalar que los modelos clásicos, que pretendían
construir una ciudad unitaria vista como una totalidad gobernable, entran en decadencia y
303
son bastante cuestionados. Por ese motivo se plantea que, dentro de los desarrollos actuales
de las ciudades, donde existe una fuerte tendencia a las expansiones territoriales
incontroladas y a un notable crecimiento poblacional, se presentan fenómenos de
fragmentación social que, a su vez generan múltiples divisiones por factores territoriales,
sociales, económicos o culturales. En este aspecto es necesario reflexionar sobre los
profundos contrastes que existen en la ciudad, a partir de la evidencia de que “dentro de las
ciudades existen otras ciudades”. Por ese motivo, una de las manifestaciones más notables
de las divisiones territoriales, se podría denominar como “esquizofrenia cultural urbana”.
Esta se manifiesta, en el caso de Manizales, en una notable división cultural entre sus
pobladores, por lo que se podría afirmar que dentro de su territorio existen dos ciudades
bastante diferenciadas. Una es la ciudad llena de blasones y de tradiciones, distinguida y de
sangre azul. Es la que se “vende”, se muestra al mundo, posee una fachada “bonita”, está
diseñada para el turista, el espectáculo o los negocios, que aparentemente no tiene
problemas y es la que se puede mostrar dentro de los procesos de globalización. La otra, es
de clase popular, de los pobres, de los sectores marginados, que reclaman su lugar. Es la
ciudad que se vivencia todos los días, llena de dificultades, la de esconder, la que padece
múltiples problemas, asociados al rebusque, la pobreza y la marginación. Pero esta es una
realidad que se vive en muchas ciudades, no sólo del país sino del mundo. Valgan por
ejemplo, los casos de Cartagena, en Colombia, que durante la visita de Bill Clinton, en el
año 2000, se preparó especialmente para ese acontecimiento. De esa manera,
Como una muchacha que arregla la casa para la visita del novio por primera vez,
y les pide a los papás y a los hermanos que se porten bien para dar la mejor
impresión, Cartagena de Indias se embellece pintando sus postes, sembrando
palmeras, haciendo caminos peatonales al lado del mar, lavando las estatuas de
los próceres, arreglando el Camellón de los Mártires y el Muelle de los Pegasos
y guardando a los niños de la calle (Cartagena se maquilla, 2000).
Todo esto sucedió en la zona colonial de la ciudad, que es “la de mostrar”, pero por
otra parte, el “hecho de guardar los niños de la calle”, significaba que había que dejar
escondida la otra fachada de la ciudad, la de los pobres, para que el presidente de Estados
Unidos no la contemplara. De igual manera, en Sao Paulo, en Brasil, son muy conocidos
los contrastes entre los grandes rascacielos y las favelas que desde allí mismo se divisan.
304
Todo esto tiene relación con proyectos de desarrollo que se están diseñando para las
ciudades, entre los cuales sobresale, la “ciudad como infraestructura”. Al respecto es
interesante el cuestionamiento que se hace a este tipo de propuestas:
Lo que realmente está en crisis es una particular visión de administración y
gestión de la ciudad basada en criterios empresariales y que se expresa, en el
caso de Manizales, en lo que algunos en el contexto internacional llaman la
“ciudad como infraestructura”. Dice Burgess (2011:80) “En este modelo la
infraestructura es determinante, en particular aquella que se ha puesto al servicio
de la movilidad y de las comunicaciones. Se ocupa de la conectividad, la
exclusión y la diferenciación y no de la integridad y la cohesión espacial”.
Burgess no conoce a Manizales pero parece que supiera que aquí primero se
construyó una línea de cable aéreo hacia el Ecoparque los Yarumos que no visita
nadie porque está quebrado, y de último, pero muy lentamente porque está
apenas en su fase inicial, una línea que comunica al municipio de Villamaría en
donde están los mayores potenciales usuarios de este servicio de transporte.
Burgess tampoco sabe que en el municipio de Palestina se construye un
aeropuerto “de talla internacional” pero de alcance nacional, que terminará
costando 8 o 10 veces más de lo presupuestado y se consumió los recursos
municipales y departamentales con los cuales se podría estar solucionando los
problemas de la salud o dotando de vivienda a todas las víctimas del invierno o
quizás construyendo nuevas plantas de potabilización de agua en distintos
puntos de la ciudad. Si Burgess supiera que en esta ciudad se está construyendo
un “Macroproyecto de Vivienda de Interés Social” en la Comuna San José en
donde todos los recursos nacionales se están invirtiendo en la construcción de la
Avenida Colón y no en las viviendas para los más pobres, entonces Burgess
llegaría a la conclusión de que la capital mundial de la “ciudad como
infraestructura” queda en Manizales (Acebedo, 2011).
Es importante tener en cuenta esta aseveración, acerca de “la ciudad como
infraestructura” porque en esta clase de proyectos, generalmente se invisibilizan los
ciudadanos. Esto puede explicar algunas de las acciones de los funcionarios y mandatarios
locales, donde las personas no son tenidas en cuenta, atendidas en sus demandas, pero lo
más destacado de estas situaciones es que no existen sanciones sociales para este tipo de
comportamientos. Pero, además se trata de una fuerte crítica a modelos que no funcionan,
ni se adecuan a las necesidades de la ciudad, porque son copiados o importados, sin
consulta previa o sin calcular los riesgos socioculturales de su implementación. Esos
modelos generalmente funcionan en los lugares donde son producidos, pero muchas veces
no se adaptan a condicione diferentes de tipo sociocultural. Estos modelos más bien sirven
a los intereses de los modelos de desarrollo que se implementan en función de la
globalización y sus alianzas con empresas multinacionales. De esa manera
305
Los últimos eventos catastróficos que han comprometido seriamente la
sustentabilidad del municipio de Manizales simplemente están comprobando que
el modelo de desarrollo implementado por las últimas administraciones
municipales, sencillamente fracasó. […] Su objetivo es distribuir contratos a
diestra y siniestra para construir obras que probablemente a nadie le sirven, pero
mantiene aceitada una red clientelista de apropiación de los recursos públicos o
de préstamos internacionales (Acebedo, 2012).
Estas afirmaciones apuntan a que en la ciudad no existe un proyecto de desarrollo
urbano propio, que consulte con las necesidades, expectativas y acciones participativas de
sus ciudadanos. Esto necesariamente se debería implementar desde una perspectiva
endógena, pero teniendo presentes las dificultades que ello estriba dentro de un país
económicamente dependiente. De esa manera,
El desarrollo endógeno se funda principalmente en las estrategias, los valores,
las instituciones y los recursos locales. Por ello, pueden diferir las prioridades,
las necesidades y los criterios para el desarrollo que existen en cada comunidad
y puede que no sean las mismas que posee el trabajador en desarrollo. Los
conceptos claves dentro del desarrollo endógeno son: Control local del proceso
de desarrollo; considerar seriamente los valores culturales, la apreciación de
visiones de mundo; y hallar un equilibrio entre los recursos locales y externos.
La meta del desarrollo endógeno es empoderar a las comunidades locales en
tomar el control de su propio proceso de desarrollo. Al revitalizar el
conocimiento ancestral y local, el desarrollo endógeno ayuda a los pueblos a
seleccionar aquellos recursos externos que mejor se adecuen a las condiciones
locales. El desarrollo endógeno lleva a una mayor diversidad biológica y
cultural, a una reducción de la degradación ambiental y a un intercambio local y
regional autosustentable (Desarrollo endógeno, 2008).
Es importante aclarar que los temas relacionados con el desarrollo urbano, sus
teorías y conceptos, sólo se mencionan como referencias generales, que contribuyan a
generar reflexiones, ya que no es el propósito de este trabajo tratarlos con mayor
profundidad.
Además, respecto al desarrollo, tanto del departamento de Caldas como de
Manizales, es necesario tener presentes las dificultades que existen en el manejo de los
presupuestos departamentales. Esto simplemente se puede ilustrar con esta caricatura, que
lo dice todo,
306
CARICATURA 20
(Fuente: Ricky. Presupuesto del 2012. Diario La Patria. Manizales: Octubre 26 de
2011)
Por lo anterior, se puede afirmar que Manizales es una ciudad que durante el
trascurso de la “tragedia” develó las profundas crisis que se derivan de su “modelo de
desarrollo”, que ya no se trata de un asunto meramente coyuntural sino que tiene
antecedentes históricos muy profundos. El rector de la Universidad de Caldas hace una
síntesis de lo que percibía en ese entonces sobre la ciudad
Manizales cumple 12 días sin contar con el suministro regular de agua potable.
La desesperación y la incertidumbre se dibujan en nuestros rostros.
Hemos pasado de afrontar un deslizamiento en la Planta Luis Prieto, de Aguas
de Manizales, a encarar otro desastre mayor: una ola de desconfianza en la
institucionalidad de la ciudad, un derrumbe en la vida económica local y un
agrietamiento en la imagen que proyectamos hacia el país y el mundo.
La suma del desastre natural a los impactos culturales, económicos, morales e
institucionales resulta en una situación grave en extremo (Gómez Giraldo, sf.).
Son demasiados factores que se encuentran implicados en esta situación. En ese
sentido es importante que los ciudadanos asuman posiciones claras respecto a las
condiciones sociales, culturales e históricas de la ciudad, que han servido de modelo de
desarrollo durante muchos años. En ese sentido, en respuesta a Abad, de la Calle dice que
Como nadaísta20
de las divisiones inferiores, comparto los ataques al
alambicamiento del estilo greco-caldense. Pero me parece difícil decir que esa
expresión sea un baldón para el departamento. Buena, regular o mala, fue una
manifestación cultural, refinada aunque culterana, muy por encima en todo caso
20
Perteneciente al Nadaísmo, que fue una corriente artística colombiana, con actitudes
contestatarias hacia la sociedad.
307
de los estándares vigentes en la época, seguramente esnobista pero enterada del
flujo artístico del viejo continente (De la Calle, 2011).
Es interesante esta reflexión, aunque ubica la discusión en tiempo pasado, pero el
asunto se puede tornar bastante problemático para las reflexiones sobre el presente, cuando
se pretende seguir asumiendo posiciones de este tipo, en una época en que probablemente
ya no se justifican. En ese sentido pareciera que a Abad se le critica pero también se le
justifica, lo que genera bastante inseguridad en las afirmaciones de De la Calle, respecto a
las construcciones identitarias. De ese modo, hoy en día se requiere ver el mundo con los
ojos de una realidad cambiante, para implementar propuestas de ciudad, más acordes con
los tiempos que corren. Por eso,
La verdad es que la columna de Hèctor Abad hace 8 días me hizo reír bastante.
Hizo un desripciòn (sic) exacta de los manizalitas, camanduleros, godos, que se
creen de sangre azul21
y esconden a sus abuelos alpargatudos” (Arevalo,
Carmen. 13 de noviembre de 2011).
Se podría afirmar que la generación nacida a mediados del siglo XX, a la que
pertenece De la Calle, trata de construir una visión más realista sobre los orígenes
culturales de Manizales. De la misma manera que manifiesta un cambio de perspectiva muy
interesante, en cuanto a las maneras de referirse a la ciudad y sus realidades sociales. Este
es un elemento analítico importante, que determina nuevas visiones críticas, acordes por
ejemplo, con lo que dice un ciudadano, para el que
Esta es la mayor maldición que nos enfrentamos: tapar nuestra realidad, rechazar
toda crítica para envanecernos vacuamente. Tapar el Sol con las manos o
esconder la cabeza como el avestruz, es el común denominador de nuestras
instituciones (Aterrado2, 13 de noviembre de 2011).
El hecho de tapar la realidad y rechazar toda crítica se puede catalogar como uno de
los rasgos culturales fuertes que caracterizan a Manizales y del cual se valen muchos
ciudadanos para negar verdades que son evidentes sobre los grandes problemas que posee
la ciudad. Tomar conciencia al respecto es una tarea que le cabe a la ciudadanía para que se
puedan asumir proyectos de futuro, sustentados sobre realidades tangibles.
21
Este término puede tener varios significados: desde el hecho de padecer de hemofilia,
debido a matrimonios consanguíneos, hasta la asociación con el encierro y el hecho de que la nobleza no trabajaba al aire libre como los pobres.
308
Pero también en el caso de la “tragedia”, se escucharon muchas voces de
ciudadanos que quieren rebelarse contra los políticos y la politiquería, para exigir cambios a
favor de la ciudad y de sus ciudadanos. En ese sentido, es importante destacar el ejemplo de
Jaime Andrés Monsalve, que fue uno de los primeros escritores, nacidos en Manizales, que
“puso el dedo en la llaga” sobre algunos aspectos culturales de la ciudad que no compartía.
A pesar de que en su momento fue una fuerte crítica a la ciudad, donde expresa
sinceramente sus opiniones sobre una urbe que se encuentra en crisis, también pretendía
abrirle los ojos, tanto a los dirigentes, como a muchos ciudadanos para buscar opciones
válidas para el desarrollo de la ciudad. Por ese motivo,
Uno no pide que su villorrio natal sea una megalópolis, pero al menos sí quisiera
que hubiera más posibilidades de entretenimiento para la juventud, que la gente
no se fuera de compras a Pereira, que la sala de cine (sí, solo hay una) dejara de
ser monopolio de un centro comercial, que la llegada de las primeras escaleras
eléctricas, hace apenas año y medio, no hubiera sido motivo de burla nacional;
que Manizales significara más que una fiebre futbolística que difícilmente se
volverá a dar o una feria que es estereotipo tonto de españolerías, de manolas y
castañuelas y que nada tiene que ver con el pasado de la ciudad, por cierto
bastante reciente (Monsalve, sf).
También hay que señalar que este fue uno de los primeros ciudadanos en ser
severamente atacado por culpa de estas afirmaciones, aunque los argumentos de sus
contradictores no fueron tan sólidos como requería la temática, sino que apenas se quedan
en el nivel de manifestaciones insultantes. Algo similar fue lo que sucedió, con el ya
mencionado Adoldo Zableth y su crítica a las corridas de toros.
Otra fuerte crítica a Manizales es la de Aura Lucía Mera, la cual afirma que
“pareciera que así como al nevado del Ruiz se le derrite la nieve, a los habitantes de
Manizales se les hubiera derretido la sangre y, como son andaluces, se les hubiera
transformado en horchata” (Mera, 2011). De igual manera, por estas afirmaciones le
llovieron bastantes críticas insultantes aunque también se deben destacar las voces que se
escucharon a su favor. Por eso,
Tanto a la columna de Abad Faciolince como al editorial del miércoles 9 y a esta
columna les asiste toda la razón. Solo los indolentes sin capacidad de autocritica
se acercan a escribir improperios contra quienes nos dicen la verdad. Caldas y
Manizales estuvieron 40 años en manos de una coalición dañina que no se cansó
de robarse al departamento y la ciudad, en esta última cambiamos esa coalición
por otra peor y ahí vemos las consecuencias. Nos acostumbramos tanto a que
309
nos robaran y secuestraran la expresión política, que nos quedamos aletargados y
sin capacidad de reacción (nicolhaz, 7 de noviembre de 2011).
En ese aspecto se puede decir que sucede un fenómeno de “amnesia histórica”, pero
sobre los asuntos que no conviene ventilar públicamente, a pesar de que le hagan mucho
daño, no sólo a la imagen de la ciudad sino a su realidad concreta.
Todas estas reflexiones también suscitan, con respecto a las críticas que se le hacen
a la ciudad, dos tipos de posiciones contradictorias. Unas, que se caracterizan por ser muy
apasionadas, defendidas por una clase de ciudadanos que no analizan la ciudad desde sus
aconteceres históricos de largo plazo, sus tradiciones y costumbres, sino que actúan
reactivamente, con apasionamientos de carácter emocional, lo cual conlleva actitudes
insultantes. Las otras posiciones, son de carácter más racional, reposadas, analíticas, que
apuntan hacia críticas constructivas y tienen la pretensión de mejorar las acciones
administrativas de la ciudad.
En esta situación tan compleja, también se debe destacar la participación activa,
tanto de escritores como de ciudadanos, de todas las condiciones, que mediante sus escritos
y opiniones, contribuyeron a la generación de profundas reflexiones sobre el significado de
una cultura urbana crítica y activa para Manizales. También fue importante que los
manizaleños pudieran manifestar, no sólo sus emociones sino ante todo, recobrar la
capacidad crítica ante situaciones de sometimiento y de subalternización extrema por parte
de los poderes hegemónicos en la ciudad. Todo esto, teniendo en cuenta que el poder
“siempre debe transigir con los rechazos, distorsiones y artimañas de aquellos y aquellas a
quienes pretende someter” (Chartier, 1996: 9). En este sentido, durante la “tragedia”, se
presentó una especie de contrapunteo entre los poderes hegemónicos y la ciudadanía de
clase popular, que se encontraban observando el mismo fenómeno, desde perspectivas
diferentes, lo que produce, a su vez, interpretaciones que difieren.
Es necesario recalcar que la comunicación, mediante mensajes escritos a través de
los foros de internet, no es por supuesto la más elaborada, ni la más estructurada en sus
formas lingüísticas, pero a cambio de eso, posee una fuerza emotiva enorme, mediante la
cual los ciudadanos buscan sus propias formas de expresión. En este aspecto, uno de los
temas más destacados por los lectores virtuales es la necesidad de sacar a relucir los
problemas que tiene Manizales, como una manera de tomar conciencia acerca de ellos,
310
afrontarlos y tratar de buscarles soluciones. Por eso, “Yo creo que para empezar a resolver
los problemas de una región hay que ventilarlos […] es la única forma de hacer presión a
los corruptos de turno” (Mariadolores, 10 de noviembre de 2011). Esta es una propuesta
interesante, porque el hecho de ventilar los problemas, de airearlos, de sacarlos
públicamente, significa el reconocimiento de que estos existen y no seguir con la
costumbre, como dicen en esta ciudad, de “barrer y esconder la basura debajo de la
alfombra”.
Todas estas reflexiones, relacionadas con los manejos del poder dentro de la ciudad,
deben conducir hacia el establecimiento de mecanismos de reacción ciudadana. En ese
sentido, “antes que analizar el poder a partir del punto de vista de su racionalidad interna, se
trata de analizar las relaciones de poder a través del antagonismo de la resistencia”
(Foucault, 1991: 60). Es precisamente en estos espacios de resistencia, mediante acciones
ciudadanas, donde se aprende cotidianamente a contrarrestar los efectos del poder. Todo
esto, mediante cuestionamientos constantes a las prácticas sociales hegemónicas y la
valoración de las prácticas sociales críticas, para que estas últimas se conviertan, en
elementos claves de producción de conocimiento y de transformación política. En este caso,
no basta solo con elaborar discursos críticos, contrapuestos a los discursos hegemónicos,
como sucede desde posiciones intelectualistas radicales. También es importante asumir
acciones reactivas contra el poder “a través de las formas en que las relaciones sociales
cotidianas son rearticuladas y nuevos horizontes conceptuales abiertos por prácticas
anómalas y subversivas” (Butler et al, 2003: 20). Estas clases de prácticas alternativas o
prácticas “otras”, conllevan transformaciones a situaciones de opresión desde las acciones
cotidianas.
Por todo esto, se parte de afirmar que la única forma de generar cambios consiste en
conocer directamente las situaciones reales porque, de otra manera se considera que es
imposible cambiar lo que no se conoce. Todo esto, mediante la observación de prácticas
sociales cotidianas, que riñen radicalmente con imaginarios y representaciones, generadas
para la construcción de una memoria colectiva institucionalizada. En ese aspecto, los
ciudadanos, como integrantes de la cultura urbana, tienen derecho no sólo a conocer las
diversas maneras de contribuir al desarrollo de la ciudad, sino también a proponerlas. Esto,
311
para crear las condiciones de implementación de propuestas de cambio, que contribuyan a
establecer nuevas formas de convivencia.
De todos modos, es necesario insistir en que el hecho de ventilar los problemas, no
significa el desconocimiento de las buenas realizaciones que se llevan a cabo en la ciudad,
aunque algunas veces estas son opacadas por las grandes muestras de corrupción y de
acciones negativas u omisiones de los gobernantes. También es necesario reconocer las
luchas que libraron los antecesores del pueblo manizaleño actual, para conquistar y
dominar estos territorios agrestes, aunque esos rasgos culturales se hayan perdido como
expresión de prácticas sociales. De ese modo
Es lamentable que un departamento que produjo (hace más de un siglo), a partir
de la austeridad, las pequeñas propiedades rurales y la ética del trabajo, en
medio de unas montañas duras e inhóspitas, una cultura de la prosperidad y el
progreso, se haya convertido en un pueblo pasivo que se deja imponer por el
miedo o por el clientelismo corrupto unos gobiernos infames, donde a los
funcionarios no los designa el conocimiento técnico o el mérito, sino la
lambonería y la sumisión con los gamonales (Abad, 2011).
Todos estos acontecimientos deberían contribuir a la generación de reflexiones
profundas sobre la cultura, desde la perspectiva de las prácticas sociales en Manizales. A
partir de allí se puede propiciar la búsqueda de soluciones pertinentes, que impliquen mayor
participación activa de los ciudadanos. Por eso,
Que Manizales se quede sin una gota de agua potable durante más de ocho días
es una gran catástrofe ambiental y humanitaria para la subregión centro-sur del
departamento de Caldas cuya responsabilidad alguien debe asumir. Si bien es
cierto, no es hora de reproches sino de solidaridades para lograr reabastecer de
agua a los manizaleños en el menor tiempo posible, también lo es que, una vez
superada la crisis, debe hacerse un análisis pormenorizado de las causas y sus
responsables, para finalmente establecer los planes y las medidas contingentes
orientadas a evitar que, en lo posible, nunca más vuelva a suceder (Acebedo,
2011).
En ese sentido es necesario destacar que los problemas causados por la “tragedia”,
no fueron generados por los ciudadanos, sino que por el contrario, estos fueron sus
víctimas. Los responsables de la generación de estas circunstancias negativas, sumadas a
los problemas de tipo ambiental que también se debe gestionar, son los encargados de la
administración municipal.
312
En cuanto a la búsqueda de los culpables, Alzate prosigue sus diatribas, utilizando
un tono prepotente y autosuficiente para controvertir las afirmaciones de Abad, tales como:
“sí, señor, puede estar seguro, porque ya nos apersonamos de ello, que estamos
solidariamente reunidos analizando quiénes pueden haber sido los responsables de lo
ocurrido, pero de ninguna manera queremos caer en condenas de personas inocentes”
(Alzate, 2011). Habría que pensar si en verdad la ciudad se “apersona” de todos estos
problemas y determina, a partir de allí el rumbo que le espera a la ciudad, en medio de
tantas y variadas fallas en su administración y sin tener una prospectiva muy concreta. En
este mismo aspecto afirma también que
Los culpables recibirán el peso de la ley y, para ello, si acaso tiene el valor
suficiente, lo invito a nuestra ciudad para que se entere de la forma tranquila
pero firme con que estamos actuando en ello, tanto la sociedad civil, como la
iglesia y las autoridades de índole nacional y regional (Alzate, 2011).
La invitación al periodista Abad a que visite la ciudad es bastante contradictoria y
sui generis: luego de recibir tal andanada de insultos, que además los sigue corroborando
con la afirmación de que “una cosa es despertar de buena fe el espíritu de solidaridad, y otra
destilar lo que llamamos "mala leche"22
, que parece ser fue con lo que lo criaron a usted”
(Alzate, 2011). De esta manera Alzate continúa con los ataques personales a Abad, que
desde luego son una manera lógica de ocultar el hecho incontrovertible, de que en los
escritos de este último se dicen muchas verdades que son difícilmente asimilables por sus
críticos. Además, Alzate sigue insistiendo respecto a los culpables de esta “tragedia”, que
ya se está “actuando en ello”, sin tener en cuenta que en el pasado se han dejado de lado
muchas situaciones de este tipo, que si se hubieran resuelto a tiempo, hubieran generado
más confianza en los ciudadanos y mejores perspectivas para el desarrollo de la ciudad. A
esto se suma también su referencia a “la forma tranquila pero firme” en que se hacen estas
cosas en Manizales, cuando la historia, en muchos casos, señala todo lo contrario. En este
caso, se debe destacar que la justicia requiere más celeridad y efectividad en sus
actuaciones, para que la ciudadanía tenga la seguridad de que sus representantes políticos y
administrativos, cumplen adecuadamente con sus funciones y promesas políticas.
22
Relacionada con la mala fe en la actuación de las personas.
313
De todos modos, pareciera que la población manizaleña no aprendiera de sus
tragedias, sino que sigue confiando ciegamente en sus gobernantes, los cuales no asumen
con responsabilidad las soluciones a los múltiples problemas. Por eso Abad afirma que
Decía hace poco Josep Ramoneda: “Hay que luchar contra la indiferencia. La
indiferencia es en buena parte responsable de todo esto que ha pasado”. No
hablaba de Manizales, sino de la crisis económica de Europa, pero la frase se
aplica a también a esta crisis del agua”. La política caldense, primero con la
godarria ultramontana y luego con falsos liberales corruptos y criminales, ha
tenido una triste historia. Entre uribistas, yepistas, barquistas y tapascos
(politiqueros nefastos) los caldenses parecen perros que se dejan capar no dos,
sino cien veces (Abad, 2011).
También es necesario plantear que desde el hecho de “ser cultos”, hasta la
indiferencia total solo hay un paso muy pequeño, en el que se ha quedado tradicionalmente
la sociedad de Manizales. En ese sentido es que
la ciudad se acostumbró a quedarse callada, a ser indolente. Los que vivimos por fuera, nos
damos cuenta con dolor de esta situación. Eso no es ni cordura ni mucho menos
civilización, es más bien triste ver la ciudad impávida ante todo lo que pasa. Que tristeza
que Manizales sea tan pero tan indolente (Zoe, 10 de noviembre de 2011).
También se puede establecer claramente la imposibilidad, tal vez cultural, que
tienen los Manizaleños de protestar masiva y abiertamente, como si se tratara de un temor
ancestral o una prevención histórica. De esa manera se reitera, una vez más, esa relación
fuertemente naturalizada, entre sus creencias sobre ser “cultos” y la pasividad extrema en
momentos de crisis. Al respecto Abad arremete de manera contundente, asimilándolo más
bien a la resignación, donde
Supongo que los manizaleños se verán a sí mismos como muy estoicos y muy
civilizados al no armar un tropel por la falta de agua. Pero, si soy sincero, se ven
más bien como indolentes, vacíos por dentro, ridículamente resignados. Está
bien que uno se resigne ante lo inevitable, pero que se resigne a la ineptitud, la
corrupción y la falta de previsión, lo que muestra es, y me perdonan, cobardía. Si
no hay una reacción de rabia y de protesta social, pacífica pero radical, ante una
crisis tan grande, las cosas no cambiarán nunca. Tan grave como la ineptitud y el
descaro de los gobernantes es la inercia pasiva de una población sumisa y
resignada a desgracias que no son inevitables. Ese arrogante alcalde Llano, que
no ha pedido ni disculpas por su gestión deshonesta y clientelista, y su papagayo
en “Aguas de Manizales”, sólo merecen el repudio de los ciudadanos (Abad,
2011).
314
El calificativo de “inercia pasiva de una población sumisa”, y sus relaciones con la
resignación, es interesante en cuanto permite develar algunos rasgos culturales que se
asocian con los habitantes de Manizales. Se trata de un reproche bastante fuerte a los
ciudadanos de Manizales, que en el fondo no tienen la culpa porque se trata de actuar de la
manera culturalmente correcta, de acuerdo con los imaginarios creados históricamente para
la ciudad que, de todas maneras genera violencia simbólica, que se puede considerar como
esa coerción que se instituye por mediación de una adhesión que el dominado no
puede evitar otorgar al dominante (y, por lo tanto, a la dominación) cuándo sólo
dispone para pensarlo y pensarse o, mejor aún, para pensar su relación con él, de
instrumentos de conocimiento que comparte con él y que, al no ser más que la
forma incorporada de la estructura de la relación de dominación, hacen que ésta
se presente como natural (Bourdieu, 1999: 224-225).
En muchos casos se asimila a la violencia que se genera, veladamente, desde los
discursos institucionales y oficiales que conllevan pasividad y sometimiento, tal como
sucede en el caso de Manizales, con el hecho de ser pasivos y cultos. En este sentido, el
concepto de hegemonía, expresa claramente lo que se propone ya que apunta hacia “las
maneras en que opera el poder para formar nuestra comprensión cotidiana de las relaciones
sociales y para orquestar las maneras en que consentimos (y reproducimos) esas relaciones
tácitas y disimuladas del poder” (Butler et al, 2003: 20). De esa forma constituye una de las
expresiones más extendidas y elaboradas de violencia simbólica, transmitidas mediante
mecanismos institucionales pero también socioculturales.
Un hecho contundente, que rompe con la violencia simbólica, es que la pasividad
como actitud no implica la pérdida del derecho a protestar. Por el contrario, este se puede y
se debe ejercer de múltiples formas, como la principal expresión de la construcción de
ciudadanía. En ese sentido, también son cuestionables las posiciones que indican que
el comportamiento de los manizaleños debe ser digno de reconocimiento en un
país donde muchos prefieren arreglar los problemas a través de las vías de
hecho. Por eso la ciudad podría llamarse Capital del civismo y el buen
comportamiento ciudadano (Cardona Gutiérrez, 2011).
Pero ¿qué significan el civismo y el buen comportamiento ciudadano? Acaso
significa que hay que someterse a los mandatos de las elites y aceptar incondicionalmente
unos imaginarios culturales urbanos que en realidad pueden y deben ser revisados y
315
cuestionados. El hecho de que Manizales se puede proclamar como la “capital del civismo”
puede tener un gran significado como alabanza, pero también se convierte en un fuerte
cuestionamiento a la pasividad de la ciudadanía. Esto, ante la gran avalancha de sucesos,
que no solo alteraron la tranquilidad de sus habitantes sino que exigían manifestaciones
más contundentes, masivas y representativas, de acuerdo con la gravedad de los
acontecimientos. En ese sentido, uno de los lectores virtuales afirma que “de acuerdo con la
señora y con Abad; protestar y exigir responsabilidades no les va a quitar lo cultos y
decentes que dicen ser en Manizales” (farrier, 8 de noviembre de 2011). Esta es una
afirmación bastante contundente que plantea una crítica radical a la manera tradicional de
ver la realidad urbana en Manizales y que ha permeado muchas de sus actuaciones
cotidianas. Por eso,
Estoy de acuerdo con el escrito de H. Abad; nos está llamando como
manizaleños a hacer uso de el (sic) orgullo propio, si aún lo tenemos!! Duele el
estado colectivo de pesadumbre que se ha apoderado de nosotros. Debemos
reaccionar frente a la pasividad histórica que hemos tenido, y a la permisividad
frente a lo inmoral, o de la amoral, que es la responsable del estado actual de
postración de la ciudad y del departamento. Como y cuando pudimos llegar a
anestesiar nuestra conciencia? Cuando nos la dejamos comprar sin rubor? Como
pudimos permitir que por años nos gobernaran generaciones de incompetentes y
corruptos? Cuando encontramos aceptable que el servicio público se convirtiera
en una oportunidad inmoral para hacer negocios privados, a cambio de ser una
vocación sacrificada de servicio? (Mgiraldome, 10 de noviembre de 2011).
Este es un interesante llamada de atención a la ciudadanía, desde las misma entrañas
del pueblo, desde los que padecen las incomodidades que se derivan de la mal ejercicio del
poder. Por eso
La tradicional poca participación de los diferentes grupos sociales en la
estructura de poder conduce a la insensibilidad acerca de los problemas de la
comunidad y al enclaustramiento en su ejercicio en sus propios proyectos e ideas
y, por otra parte, a una actitud pasiva y dócil del pueblo a las condiciones de
vida, quizá favorecido por los beneficios sociales del café, a lo cual debe
contribuir el papel dominante de la Iglesia y del partido conservador (Jaramillo,
2009: 251).
La paciencia de los manizalitas estaba llegando a sus límites ante tantas carencias y
el silencio de la administración municipal, de tal manera que el día 30 de octubre de 2011
aparece una sorprendente noticia:
316
Los pacíficos manizalitas están perdiendo la paciencia. En algunos barrios ha
habido protestas y el viernes en la tarde frente a la torre del Centro
Administrativo Municipal unas 400 personas taponaron la vía. Con pancartas y
arengas le exigían al Alcalde que diera la cara. Cuestionaban su falta de
vergüenza y también que el daño en la bocatoma fuera culpa de la no previsión
(Villamil, sf.).
Siempre se insistirá en el señalamiento de la condición de los manizaleños, de ser
pacíficos casi por naturaleza. Todo esto, teniendo en cuenta que se manifestaron 400
personas, dentro de una población que de acuerdo con el último censo realizado en 2005,
tiene 414.389 habitantes que en esos momentos fueron afectados en su totalidad por la
carencia de agua, apenas esa ínfima cantidad salieran a protestar.
En otro escrito se dice que “cerca de mil personas se reunieron frente a la Alcaldía
de Manizales protestando por la falta de agua en la ciudad. Ya completan siete días sin el
servicio de agua” (Protestas en Manizales por falta de agua, 25 de octubre de 2011). Pero
todo esto se relaciona con las actitudes políticas que asumen muchos de los ciudadanos, que
son conducidos y manipulados por los políticos tradicionales. Esto plantea que
Una desgracia hija de la ineptitud de la política y la corrupción de los
administradores públicos. Lo raro es que en medio de semejante crisis, los
manizaleños no sólo eligieron (¡otra vez!) un alcalde de la misma mafia corrupta
que los gobierna hace decenios, sino que ni siquiera se han rebelado contra este
caso evidente de imprevisión y mala administración. Se arrodillaron de nuevo
(Abad, 2011).
En este aspecto, siempre es importante aclarar que el hecho y el derecho de protestar
no se pueden asimilar con la instigación de formas violentas de reacción. Por el contrario,
se trata de llevar a las prácticas las justas exigencias de derechos ciudadanos, bastante
justificados en circunstancias tan desagradables e impactantes para todos los manizaleños,
sin distingos de carácter político, social, religioso, racial o de cualquier otra índole. En este
aspecto, por ejemplo, la ciudadanía tiene la potestad de crear veedurías, para ejercer el
debido control sobre la administración pública.
También es importante especificar que algunos de los calificativos que se le han
acuñado a Manizales, en este caso, pueden ser generalizados a casi todas las ciudades
colombianas, reconociendo que este país, en general, ha sufrido las consecuencias de la
317
violencia, la represión y el caos. Pero todo esto tampoco se puede convertir en una excusa
para que no sean exigidos los derechos ciudadanos. Por eso se plantea que
No es Manizales. Es Cocombia (sic) entera la aguantona, la sumisa, la sufridora,
la paridora, la que vive prendida de los desbarrancaderos, la que se inunda y no
protesta, la que se cree "blanca", andaluza, chapetona. Citica esta patria boba,
sorda, ciega, muda y sin memoria. Sálvese quien pueda (Dolores Edelmyra, 11
de septiembre de 2011).
Estas afirmaciones retratan de manera clara y precisa algunas de las características
del país, lo que necesariamente se traduce en características culturales, que son replicadas
por las ciudades, mediante sus prácticas y discursos, por ejemplo.
En ese sentido a la reconocida pasividad, indiferencia y resignación de los
manizaleños también se les puede sumar las acciones irresponsables de muchos de sus
gobernantes para que se configure una notable crisis social y política, caracterizada por la
falta de credibilidad, liderazgo y gobernabilidad. Por ese motivo
Manizales parece “la bella durmiente”, inmóvil, indiferente, resignada, sin
capacidad de reacción ante nada. Décadas de gobiernos caudillistas, de
gamonales intocables, de componendas electorales, pareciera como si a la “bella
andaluza” le hubieran inyectado una sobredosis de bótox y la hubieran
paralizado, dejándola fría, yerta, incapaz de reaccionar (Mera, 2011).
Mera, en un lenguaje bastante fuerte, critica la pasividad de los manizaleños, al
mismo tiempo que sus orígenes españoles, donde pareciera que la ciudad sigue sometida a
los poderes coloniales y poscoloniales de los cuáles, difícilmente, se puede desprender.
5.1.4.2 PROPUESTAS CRÍTICAS
Manizales, durante el curso “tragedia”, pero también luego de que se apaciguaran
un tanto sus efectos, evidenció la necesidad de asumir una mirada introspectiva, crítica y
autocrítica, sobre las actuaciones de sus administraciones. Esto le permitirá determinar en el
presente y en el futuro las maneras más adecuadas para afrontar situaciones difíciles. En ese
sentido, es importante generar procesos de autorreflexión ciudadana, que produzcan formas
de conocimiento pertinente, lo que a su vez se pueda traducir en acciones susceptibles de
ser implementadas. Esto requiere recoger los testimonios de la gente, sus preocupaciones,
sufrimientos reacciones emocionales, opiniones, análisis empíricos y sobre todo las
318
esperanzas sobre su destino y la construcción de futuro. Pero también, dentro de los
procesos de construcción de la ciudad y de la ciudadanía se deben generar estrategias sobre
participación, para la configuración de una cultura urbana con buenas condiciones de
habitabilidad.
Existen diversas perspectivas de estudio de la ciudad, entre las cuales se pueden
retomar los Estudios Culturales, que abordan algunos aspectos relacionados con la cultura
urbana por lo que analizan una gran diversidad de problemáticas que atañen a
vida cotidiana e información, géneros audiovisuales y consumo de bienes
simbólicos, recorridos urbanos como transformaciones perceptivas, pasaje de la
democracia de masas a un uso político de la visibilidad de las minorías o la
proliferación de demandas por derechos localizados concretos (Delfino, 1993:
5).
Estos últimos aspectos sobre minorías y derechos son fundamentales para
determinar la manera como se construye la cultura urbana. Uno de los aspectos
primordiales dentro de los estudios sobre ciudad se refiere a las configuraciones del poder,
que las enfrentan los EC desde categorías históricas como clase, raza, condición social,
económica y sexual, entre otras. Pero también propone las maneras mediante las cuales se
pueden contrarrestar sus efectos desde las organizaciones de base, en este caso las urbanas.
Su enfoque pretende entender cómo “se articula, dónde se inscribe, con qué rostros se
encubre, por qué rutas transita y cómo se moviliza el poder en las tramas sociales, […] la
incomodidad con tal estado de situación y el deseo de transformarlo” (Quintero, 2010: 41).
Este último aspecto, relacionado con los cambios que requieren las situaciones de
dominación, se convierte en una de las principales propuestas que deben retomar los
Estudios Culturales Latinoamericanos, teniendo en cuenta las desigualdades sociales
reinantes en esta parte del continente. El poder hegemónico en ese sentido, se ha
entronizado en todas las capas de la sociedad, mediante mecanismos de tipo social, político,
económico y cultural, entre otros; y es un sistema de dominio que se ha establecido desde la
época colonial, mediante algunas propuestas de construcción de cultura urbana como las de
Ciudad Letrada y de la Urbanidad.
Para el desmontaje de estos mecanismos se requiere ante todo, comprender los
procesos históricos concretos que los han generado, por lo que los EC se constituyen como
319
un campo de estudio social crítico y transformador que se preocupa por “evidenciar los
pensamientos, prácticas y experiencias que tanto en el pasado como en el presente, se han
esforzado por desafiar la matriz colonial de poder y dominación” (Walsh, 2010: 96). Esa
matriz colonial se concibe como un patrón de poder que incide sobre todas las actividades
de los seres humanos. En ese aspecto, por ejemplo el eurocentrismo, que es una teoría
central del dominio moderno y colonial en América, “actúa a nivel del control de la
intersubjetividad” (Quijano, 2004: 214). Esto lo realiza mediante discursos y prácticas que
distorsionan y atenúan las funciones de la democracia, con respecto a los grupos
subalternizados, interviniendo las relaciones sociales tradicionales, que son desestabilizadas
y utilizadas en función de intereses hegemónicos de poder.
En ese sentido también es importante conocer algunos aspectos de los Estudios
Poscoloniales, que son una corriente crítica de los estudios sobre el poder. Estos surgen
como una derivación de los EC en la academia estadounidense, recogiendo una serie de
preocupaciones y textos originados en África, Asia, el Caribe y América Latina en los años
70. Funcionan como materia prima para elaboraciones teóricas de algunos pensadores del
denominado Tercer Mundo, educados en instituciones de élite del Primer Mundo y
empleados por universidades estadunidenses. Algunos de estos autores como Gayatri
Chakravorty Spivak, Homi Bhabha y Edward Said, combinan enseñanzas de las Escuelas
de Birmingham y del posestructuralismo francés incorporando a sus trabajos la obra de
Derrida (Spivak), de Lacan (Bhabha) y de Foucault (Said) (Szurmuk y Mckee, 2009: 15).
La poscolonialidad, es la categoría central de los estudios poscoloniales, que se
formula dentro de una etapa posterritorial, que ya no prioriza opciones de ocupación
geográfica, sino que expresa nuevas modalidades de sometimiento, relacionadas por
ejemplo con las formas del saber. Todo esto, teniendo en cuenta que la colonialidad no
desaparece sino que adquiere otros matices, se camufla y reaparece, en todos los contextos
donde se presenta la experiencia de la “herida colonial”. Por eso, se convierte en una
experiencia que “es común en distintas partes del planeta […] aunque la retórica de la
modernidad y la lógica de la colonialidad, transformadas […], se mantenga” (Maldonado,
2007). En este aspecto la poscolonialidad no significa, la desaparición de la colonialidad
sino, tal como lo propone Mignolo, “su reorganización […] desde la perspectiva
posmoderna” (Castro-Gómez, 2005: 75), donde sus efectos siguen vigentes hasta nuestros
320
días. La colonialidad, de esa manera sigue actuando en toda su plenitud y la ciudad, como
lugar de concentración de ciudadanos de diversa condición se convierte en un contexto
ideal para detectar todos efectos de esas “renovaciones” de la dominación.
Una de las categorías, dentro de las múltiples que se han formulado desde las teorías
poscoloniales es la de colonialidad del poder que “permite avanzar hacia una analítica del
poder en las sociedades modernas” (ibíd., 2005: 55). Esta categoría se puede considerar
entonces básica para investigar acerca de las manifestaciones del poder en la ciudad, ya que
para Quijano, consiste en una colonización de todos los aspectos del “imaginario de los
dominados”, que actúa deliberadamente sobre “los modos de conocer, de producir
conocimiento, de producir perspectivas, imágenes y sistemas de imágenes, símbolos,
modos de significación; sobre los recursos, patrones e instrumentos de expresión
formalizada y objetivada, intelectual o visual” (Castro Gómez, 2005: 58-59). En general se
puede afirmar que cubren, casi la totalidad de los aspectos que atañen a la vida cotidiana de
los ciudadanos y por lo tanto forman un poderoso sistema de dominación.
En el caso de la “tragedia” de Manizales se detectaron muchos de esos elementos,
relacionados con las construcciones del mundo simbólico y de las formas de poder-saber.
De esa manera, se visibilizaron muchas de las manifestaciones del poder, algunas de las
cuales se trataron de reforzar, pero por otra, fueron bastante susceptibles de
cuestionamiento. Pero uno de los aspectos más interesantes de estos acontecimientos fue
que por lo menos se lograron identificar todos estos componentes de la colonialidad del
poder.
Es importante, dentro de estos procesos de identificación, de acuerdo con Quijano
tener en cuenta varias características de la colonialidad de poder, (Castro-Gómez, 2005: 59-
61). La primera, se refiere a las prácticas de “dominación por medios no exclusivamente
coercitivos”, la segunda, que “la cultura europea se convirtió en una seducción […], en una
aspiración” y la tercera, respecto a los conocimientos, que “elevaron una pretensión de
objetividad, cientificidad y universalidad”.
Dentro de estos aspectos se puede destacar, en la primera característica, por
ejemplo, el dominio que ejercen sobre las masas algunos medios de comunicación y
programas institucionales de la administración municipal, mediante símbolos, imaginarios
y prácticas, tal como ya fue señalado en el caso de la incapacidad de protestar. La segunda
321
característica se refiere a la “seducción” de las que son objeto los manizaleños por el
continente Europeo, pero en este caso, especialmente por España, mediante las tradiciones
que son copiadas por la Feria de Manizales. En el tercer caso, se puede hacer alusión al
desconocimiento de los hechos concretos que suceden en Manizales, especialmente los
relacionados con las expresiones de la cultura popular y los grupos socioculturales
subalternizados. Todo esto, tratando de excluir de las discusiones y prácticas los procesos
de multi e interculturalidad, en favor de una identidad única, construida desde la academia
y la institucionalidad. Estas situaciones, en el caso de Manizales, se podrían denominar
como una especie de “parálisis poscolonial”, que se enquista dentro del imaginario cultural
y no permiten el acceso a otras concepciones de la cultura urbana.
Estos planteamientos, desde posturas poscoloniales, pretenden entonces generar
cuestionamientos a la manera como se ha vivido hasta ahora en América Latina, con la
pretensión de buscar nuevas formas de conocimiento, que integren un ideal de vitalidad,
renovación e imaginación creativa. Todo esto se puede asumir desde posiciones más
cercanas al Macondo garciamarquiano, donde todavía existen espacios existenciales para el
asombro y muchas cosas están por hacerse y nombrarse. Todo esto, contrapuesto a culturas
de influencia eurocentrista, modernizantes y racionalistas que, en algunos casos, ya se
consideran envejecidas, anquilosadas y con escasos ideales vitales.
En aspectos críticos también hay que tener en cuenta que a los Estudios Culturales
se les acusa de ser demasiado teóricos y retóricos, cuya tendencia es promovida desde las
universidades norteamericanas. Por ese motivo, de acuerdo con Rivera, vienen “creando
una jerga, un aparato conceptual y formas de referencia y contrarreferencia que han alejado
la disquisición académica de los compromisos y diálogos con las fuerzas sociales
insurgentes” (ibíd., 2010: 58). Este es un asunto clave de las discusiones poscoloniales
latinoamericanas, que implica, en primer lugar generar campos propios de trabajo desde la
teoría y la práctica, que permitan implementar estrategias de acción transformadora. En este
aspecto, cabe la “necesidad radical de “reinventar un mapa emancipador […] (y) la
necesidad de reinventar una subjetividad individual y colectiva capaz de usar y de querer
usar ese mapa” (De Sousa, 2003: 376). Esta es una idea muy importante porque, para el
caso de América Latina, centra la discusión en torno a la elaboración de ese mapa de la
realidad local, donde se ubican sus propias historias. Es un mapa donde está escrito y
322
representado un “destino” diferente, porque se construye bajo el enfoque de la cartografía
social, generada desde las bases comunitarias, mediante la guía de las prácticas sociales,
donde se genera, tanto el conocimiento pertinente, como las bases bajo las cuales se puede
usar ese mapa.
También se presentan fuertes críticas a algunas posturas de los Estudios Culturales,
pero en su versión norteamericana, a partir de la idea de que “la academia gringa no sigue
el paso de nuestros debates, no interactúa con la ciencia social andina en ningún modo
significativo (salvo otorgando becas o invitaciones a seminarios y simposios)” (Rivera,
2010: 57). De esa manera se presenta una fuerte separación, contradicción y, en algunos
casos polarización, entre las dos concepciones de los Estudios Culturales. Una, generada en
las universidades de Estados Unidos, demasiado teórica e intelectualizada, dedicada a la
producción de textos, donde muchas veces no se vislumbra ningún asomo de evidencias
empíricas con relación a sus investigaciones. La otra, situada en América Latina, mas
práctica, que basa sus resultados en evidencias empíricas, mas contextual que textual, o que
se expresa mediante otros tipos de textos, y lo más importante, que se ubica en un lugar
epistémico más cercano a las comunidades, lo que les permite además, tener posturas más
críticas sobre realidades concretas.
Todo esto también se relaciona con actitudes que asumen determinados
intelectuales, en su mayoría no indígenas, ni afrodescendientes, que no viven en países
dependientes sino desarrollados y que trabajan sobre propuestas demasiado teóricas. Por
ese motivo,
Creo que el multiculturalismo de Mignolo y compañía es neutralizador de las prácticas
descolonizantes, al entronizar en la academia el limitado e ilusorio reino de la discusión
sobre modernidad y descolonización. Sin prestar atención a las dinámicas internas de los
subalternos, las cooptaciones de este tipo neutralizan. Capturan la energía y la
disponibilidad de intelectuales indígenas, hermanos y hermanas que pueden ser tentados a
reproducir el ventriloquismo y la alambicada conceptualización que los aleja de sus raíces y
de sus diálogos con las masas movilizadas (ibíd., 2010: 69).
Todos estos planteamientos siguen vigentes, y en algunos casos desde posiciones
intelectuales de corte posmoderno, donde las comunidades reales, prácticamente
“desaparecen”, para darle paso, únicamente a los textos y las historias escritas, donde
“contradicen el contenido de su propio discurso pues juegan como una nueva forma de
colonialismo intelectual” (ibíd., 2005: 37). En este sentido, algunos intelectuales,
323
indirectamente se convierten en aliados del poder porque no permiten que las comunidades
reales se expresen, ni que sus necesidades se transformen en prácticas reivindicativas.
De esa manera, queda en manos de los intelectuales y ciudadanos latinoamericanos
la misión de reivindicar un pensamiento propio que conduzca hacia el reconocimiento
epistémico de nuevas formas de pensar el mundo. Con este propósito, se requiere analizar
la realidad latinoamericana con los ojos de la experiencia, las vivencias y las prácticas
sociales críticas, y sobre todo, despertar la conciencia de las comunidades acerca de lo que
se tiene y lo que se puede producir, desde perspectivas propias.
5.1.4.3 LA DE(S)COLONIZACIÓN
Todos los acontecimientos relacionados con la “tragedia”, trascendieron las simples
descripciones en cuanto al abastecimiento en los servicios públicos, para generar elementos
analíticos sobre la ciudad y el departamento, desde perspectivas culturales, ideológicas y
políticas. En ese aspecto, se produjeron datos muy interesantes para determinar las maneras
como se manejan algunos de los símbolos histórico-culturales, lo mismo que las relaciones
entre imaginarios y prácticas en la ciudad. En este sentido se generaron también debates,
que por varios motivos, se pueden denominar como decoloniales.
El pensamiento o proyecto decolonial o de(s)colonial es una corriente localizada,
que se integra a las discusiones poscoloniales y a otros proyectos intelectuales y políticos
de América Latina, que pretende reivindicar los conocimientos propios a partir de las
críticas a los procesos de sometimiento histórico. Sus orígenes se encuentran en las
“diferencias que existen entre los estudios poscoloniales anglosajones (“Postcolonial
Studies”) y los estudios poscoloniales latino/latinoamericanos” (Castro y Grosfoguel, 2007:
14). Es en estos resquicios epistémicos y prácticos donde se pretende buscar y generar
formas autóctonas de conocer la realidad, para transformarla.
Este proyecto recoge una serie de elementos críticos que han sido construidos desde
la realidad de Latinoamérica y trata de situarse en el contexto de las luchas populares,
especialmente, “indígenas y afros […] y en la creación de instituciones, como los foros (el
Foro Social Mundial y el Foro Social de las Américas)” (Castro y Grosfoguel, 2007: 304).
De esa manera recoge muchos de los elementos que conforman el pensamiento crítico de
esta parte del continente, donde caben no solo las tradiciones de larga data, sino también las
324
formas de pensar actuales, que se enfrentan al capitalismo mundializado, bajo sus
manifestaciones globalizadoras.
El proyecto decolonial, en su génesis, busca un pensamiento especifico, generado
dentro de un contexto localizado, en este caso en América Latina, desde el cual asume que
“el nativo, andino o castellano […] tiene una subjetividad y una localización geo-histórica
(lenguas, tradiciones, mitos, leyendas, memorias) en las cuales se basa su manera de
comprenderse a sí mismo, a los otros y al mundo” (Mignolo, 2007: 35). De este modo
establece un tipo de pensamiento basada en la realidad concreta y no en modelos extraños,
copiados o impuestos desde otras latitudes.
Además se trata de un proyecto crítico, que no se queda sólo en descripciones de
hechos e historias, sino que también implica la formulación de propuestas con pretensiones
políticas, que necesariamente generan transformaciones. Todo esto concebido como “giros
contrahegemónicos”, que permitan “avizorar nuevos horizontes donde otros mundos sean
posibles” (Grosfoguel, 2010: 11). Esto implica, la valoración de la riqueza cultural y
simbólica de América Latina con su infinita y diversa, donde se deben reconocer esas
“otras” formas de concebir el mundo y sus realizaciones.
Por supuesto que se trata de propuestas bastante complejas de llevar a la práctica,
pero en este caso, se facilitan por las tradiciones comunitaristas que aún subsisten, dentro
de las tradiciones socioculturales de muchos pueblos de América Latina. Además se trata
también de reconstruir y fortalecer proyectos de este tipo en donde se puedan presentar
condiciones propicias para hacerlo, donde prime la participación incluyente y los diálogos
interculturales, asumidos, estos últimos como “invitaciones al diálogo, y no como
imposiciones de una clase iluminada” (Maldonado, 2007a: 162). Esto último, que ha sido el
modelo adoptado, como resultado de los procesos coloniales y poscoloniales, donde se
impuso históricamente un solo modelo de construcción societaria para esta parte del
continente, mediante el deslumbramiento que provocó el pensamiento europeo moderno.
Todo esto pretende la reivindicación de prácticas sociales comunitarias, que se
sostienen en muchos lugares, a pesar de las presiones históricas a las que han sido
sometidas, teniendo en cuenta que en todos los tiempos “son las tejedoras y los poetas-
astrólogos de las comunidades y pueblos, los que nos revelan esa trama alternativa y
subversiva de saberes y de prácticas capaces de restaurar el mundo y devolverlo a su propio
325
cauce” (Rivera, 2010: 33). Esto implica, también la reintegración de muchos pueblos a sus
cosmovisiones naturales y propias, a tener más contacto con sus tierras, en el sentido
simbólico pero también de posesión territorial, donde se deben buscar formas de
convivencia pacífica con la naturaleza y con sus congéneres.
Todo esto se debe buscar desde posiciones que cuestionen la realidad actual,
caracterizada por imposiciones y sometimientos, derivados de poderes hegemónicos, de
larga tradición, donde por ejemplo, es importante tener en cuenta el concepto de
transmodernidad, entendido como una “invitación a pensar la modernidad/colonialidad de
forma crítica, desde posiciones y de acuerdo con las múltiples experiencias de sujetos que
sufren de distintas formas la colonialidad del poder, del saber y del ser (Maldonado, 2007:
162). Como ya se había expresado estas formas de colonialidad invaden todos los aspectos
de la vida cotidiana de los ciudadanos, por lo que se entiende que es desde estos mismos
lugares y mediante prácticas críticas, donde se pueden comenzar a intervenir. En ese
sentido se hace fundamental adelantar actividades comunitarias, tendientes al “desmontaje
de relaciones de poder y de concepciones del conocimiento que fomentan la reproducción
de jerarquías raciales, geopolíticas, y de género” (Maldonado, 2005: 175). Este es un
trabajo bastante amplio que se debe desarrollar en las instituciones de todo tipo, que en la
ciudad son innumerables, pero se pueden señalar, por ejemplo, las instituciones escolares,
las instituciones administrativas de los municipios, los partidos políticos, entre otros.
También se trata de plantear un fuerte cuestionamiento a los diferentes mecanismos
ideológicos, implementados en función de prácticas hegemónicas de poder, a partir de las
diversas modalidades del saber. Por este motivo se pretende construir un tipo de
conocimiento “anti-imperialista, anti-capitalista, anti-colonial y anti-patriarcal, desde una
perspectiva que sea crítica del pensamiento hegemónico, eurocéntrico, capitalista,
imperialista y colonial” (Grosfoguel, sf.). Se trata entonces de un proyecto bastante
agresivo y ambicioso, que implica retomar, en el caso de América Latina, muchas de las
tareas que quedaron pendientes, que fueron truncadas por los procesos de conquista y
colonización, para asumir, los componentes epistémicos de la verdadera historia de sus
pueblos. Pero también es importante asumir el reconocimiento, mediante las reflexiones
sobre las prácticas sociales críticas, que puedan señalar el rumbo de los acontecimientos
posibles.
326
En ese sentido, el proyecto decolonial y su giro decolonial se convierten en una
propuesta, que desafía las concepciones tradicionales en muchos campos de las ciencias
sociales, mediante visiones alternativas y críticas, que pretenden “la apertura y la libertad
del pensamiento y de formas de vida-otras (economías-otras, teorías políticas-otras), tal
como lo plantea Mignolo (Castro y Grosfoguel, 2007). Esto representa el acceso a un
mundo de conocimientos diversos, paralelo a las posiciones modernas impuestas, donde se
descubren nuevas posibilidades de convivencia y de recreación de la realidad.
La colonialidad afectó todas las esferas del desarrollo social de los diferentes grupos
humanos, por lo que el proyecto des-colonial pretende darle un giro al discurso tradicional
de dominación moderna, que ha tenido como soporte “la creación de tecnologías de la
muerte” (Maldonado, 2008: 66). En este aspecto se reivindica un pensamiento mucho más
humanista, que pretende reivindicar aspectos atinentes al ser humano desde su posición de
género, donde no son tan evidentes las manifestaciones de las divisiones y clasificaciones
sociales. En este sentido, uno de los componentes fundamentales de la descolonización, de
gran actualidad porque funciona como una crítica radical al sistema capitalista, de corte
utilitarista, es el cambio de la “actitud natural racista o individualista de la modernidad a la
actitud descolonial de cooperación” (Maldonado, 2008: 67). Esto, se relaciona con la lucha
epistémica y política que sostienen los dos grande paradigmas, bastante polarizados de la
época: competencia vs. solidaridad. Uno aboga por las prácticas competitivas,
características del capitalismo globalizado, que permean también las acciones de los
individuos, y la otra, proveniente de sociedades de corte socialista, pero también de
sociedades latinoamericanas donde se destacan las relaciones comunitarias. En este aspecto,
para el caso que nos ocupa, es imprescindible rescatar las propuestas de cooperación, que
se encuentran más cercanas a las tradiciones de los pueblos subalternizados y a las culturas
tradicionales, pero sin caer en esencialismos, sino reconociendo las evoluciones propias de
las sociedades.
Otro aspecto fundamental de las propuestas descolonizadoras, se refiere a la
primacía de las prácticas, en las maneras de enfocar la producción de conocimiento, donde
se propone que “no puede haber un discurso de la descolonización, una teoría de la
descolonización, sin una práctica descolonizadora” (Rivera, 2010: 62). Estas prácticas,
necesariamente deben estar asociadas a las actividades cotidianas, a partir de las cuales se
327
deben cuestionar los diferentes mecanismos de sometimiento, que principiante se han
impuesto a los pueblos latinoamericanos, mediante imaginarios y representaciones del
mundo producidos desde los poderes hegemónicos.
La decolonización, de esa manera, se debe asumir como un proyecto difícil, arduo,
que debe ser implementado en todas las actividades de los ciudadanos, donde se puede
detectar que cultura se convierte en un “terreno de lucha por la hegemonía” (Portocarrero y
Vich, 2010: 31). De esta manera también se justifica la puesta en marcha de un proyecto de
ciudadanía cultural, que requiere del compromiso, principalmente, de todos los sectores
subalternizados, mediante la adquisición previas de una conciencia decolonizadora.
En ese sentido, los proyectos decoloniales deben asumir actitudes políticas
contestatarias, a partir de las acciones de movimientos comunitarios, pero también de
grupos reivindicativos de jóvenes, minorías étnicas y sexualidades alternativas, entre otros,
que buscan visibilizarse a nivel social. Esto implica implementar propuestas novedosas e
incluyentes, para generar diversos tipos de reivindicaciones, entre otras, descolonizar el
conocimiento, mediante el rescate de las historias y los relatos cotidianos. Además, el
proyecto, reivindica formas de transformación social que deben conducir hacia “un cambio
radical en las formas hegemónicas actuales de poder, ser, y conocer” (Maldonado, 2008:
66). Esto constituye un amplio abanico de cambios posibles que deben ser desarrollados a
nivel social, pero que desde luego, repercuten significativamente sobre los individuos.
Uno de los aspectos fundamentales de las propuesta decoloniales se refiere al
desmontaje de todas las formas de violencia, que son muy amplias y significativas, donde
por ejemplo, se “impone el deseo de algunos sujetos sobre los otros mediante el uso
potencial o real de la violencia física o simbólica” (Castells y Martínez, 2005: 41). Estas
violencias simbólicas constituyen armas ideológicas expeditas para la dominación, ya que
se trata de manifestaciones ocultas, que no se perciben inmediatamente pero que en el largo
plazo sutilmente subyugan y alienan. En este aspecto, se puede afirmar que la cultura
moderna dominante posee una amplia experiencia, en cuanto a la imposición de modelos
dominantes, donde se imponen muchas formas de violencia simbólica, que no es ejercida
directamente por medio de la fuerza física y se considera como
esa coerción que se instituye por mediación de una adhesión que el dominado no
puede evitar otorgar al dominante (y, por lo tanto, a la dominación) cuándo sólo
328
dispone para pensarlo y pensarse o, mejor aún, para pensar su relación con él, de
instrumentos de conocimiento que comparte con él y que, al no ser más que la
forma incorporada de la estructura de la relación de dominación, hacen que ésta
se presente como natural (Bourdieu, 1999: 224-225).
Las violencias simbólicas, porque son de muchas clases, son mecanismos de
imposiciones de poder, que se basan en el cálculo y en la premeditación. En su
implementación son bastante sutiles, invisibles, silenciosas, pero también muy efectivas
porque paralizan a sus receptores y los obligan a aceptar situaciones que en otras
circunstancias serían inconcebibles. Son formas de violencia, que no son impuestas
directamente sino que se aceptan “libremente” porque no se comprende de manera
adecuada sus formas de imposición. Por lo tanto, se trata de una violencia que “arranca
sumisiones que ni siquiera se perciben como tales apoyándose en unas «expectativas
colectivas», en unas creencias socialmente inculcadas” (Bourdieu, 1997, 172-173). Por
ejemplo, este es un papel muy importante que cumple la cultura, la cual también debe ser
sometida a crítica en términos de que reproducen ad infinitum formas de imposición del
poder que deben ser cumplidas cabalmente so pena de tener sanciones de diverso tipo y en
diferentes grados. En este caso, los EC realizan una crítica radical al campo de lo cultural,
que lo consideran como “un universo de sentidos regulado por sistemas de valoración y
atravesado por conflictos de representación que se encuentra siempre vinculado a […] la
violencia simbólica” (Richard, 2010: 68). En este aspecto, muchos de los conflictos
culturales de esta época se encuentran asociados a las formas de representación de las
culturas. En igual sentido, dentro de la ciudad, se manifiestan imposiciones institucionales
asociadas a la identidad, que pretenden mantener el statu quo, desconociendo la existencia
de grupos culturales marginalizados, que también poseen concepciones alternativas.
La noción de violencia simbólica, en términos de los manejos del poder, significa,
“un espacio en el que necesariamente los agentes sociales se encuentran en una relación de
percepción y reconocimiento” (Calderone, 2004). Esto depende de los grados de violencia
que se implementen, lo mismo que de su asimilación por parte de los ciudadanos a los que
se dirigen. Estas formas de violencia, como ya se ha afirmado, se encuentran muy
extendidas en la sociedad, ya que se pueden encontrar en muchos de los espacios de
desenvolvimiento cotidiano. Por ese motivo, dentro de estos contextos, Foucault caracteriza
329
al poder, “no como una substancia, sino como una relación, es decir como una experiencia,
como una actividad” (Martín y Ovejero, 2007: 98), que no es inmanente sino que se
establece en las relaciones sociales, mediante acciones prácticas.
En este sentido, se debe propender por la implementación de procesos de
descolonización de la cotidianeidad, los cuerpos, las emociones y las sensibilidades,
mediante la construcción de nuevos imaginarios y representaciones a partir de prácticas
sociales críticas y creativas. Por eso, es necesario volver al pensamiento de las
comunidades latinoamericanas, arraigado y cotidiano, teniendo en cuenta que su desarrollo
cultural “depende de la descolonización de nuestros gestos, de nuestros actos, y de la
lengua con que nombramos el mundo” (Rivera, 2010: 70). Todo esto se debe lograr a partir
de la recuperación de los cuerpos con todas las capacidades que le son inherentes, como
agentes de cambio. La implementación de las propuestas decoloniales debe basarse en
procesos de reconstrucción ciudadana, mediante la realización de tareas cotidianas y
prácticas que contribuyan al desmonte de factores de dominio hegemónico de poder.
Uno de los aspectos más importantes, que es necesario reflexionar sobre los efectos
de la “tragedia”, se relaciona con el modelo de ciudad que utiliza Manizales, donde se
pueda vislumbrar el funcionamiento de su cultura urbana. Por ese motivo,
...la planificación territorial es un ejercicio político en su forma más pura. Si
entendemos la política como la proyección de una lectura de la realidad, como
una propuesta en la que se define a los colectivos y se marca una pauta de la
acción social, entonces, la planificación del territorio es indudablemente el
primer paso, el más básico y transcendente al mismo tiempo. La planificación
define, acota, ordena, clasifica, protege..., en definitiva crea y destruye
conceptos y realidades de la ciudad. Por eso su diseño y ejecución tiene una
relevancia central para el funcionamiento de los colectivos sociales. (Chacón
Holgado y Ruiz Ballesteros, 1996: 7-8).
Es muy interesante esta propuesta sobre la planificación, especialmente en lo que se
refiere a “una lectura de la realidad”, que necesariamente genera diversos puntos de vista,
desde las diferentes perspectivas que se puedan establecer. Las ciudades elaboran sus
propias maneras de contar historias, y en el caso de Manizales, se puede realizar esa lectura
a partir de las acciones y resultados de la “tragedia”, que constituiría un punto de partida
bastante real, donde se pudieron lograr grandes niveles de participación. Se trata de la
construcción de un gran relato que revela situaciones en las cuales los ciudadanos fueron
330
conducidos hacia recorridos inéditos e improvisados, con el fin de superar circunstancias
contingentes. A partir de allí, se genera una lectura sobre la ciudad, muy diferente de las
que realizan las instituciones, porque no es esquemática ni planificada, pero que revela
muchas verdades que conducen hacia procesos de reconstrucción ciudadana. El enfoque
sobre las prácticas sociales críticas para reflexionar sobre la ciudad, genera la destrucción y
creación de realidades “otras”, a partir de una mirada más profunda y “real” sobre la
ciudad.
En general, Manizales, se caracteriza como muchas otras ciudades por sus
contrastes significativos, respecto a sus imaginarios, representaciones y acciones. De
acuerdo con varios escritores y comentaristas, por una parte se presenta pletórica de
virtudes, pero por otra, se retratan con bastante fidelidad muchas de sus miserias. En los dos
casos es factible que se presenten exageraciones, pero también se develan muchas
realidades que requieren ser visibilizadas. Un testimonio virtual, denominado “Sí es
posible: Manizales vive con calidad. Manizales es un buen vividero físico pero no moral”,
traza una interesante radiografía de lo que es la ciudad, y afirma que
Manizales es una ciudad agradable por ser limpia; tener buenos servicios
públicos; paisajes; clima; colegios; buenas universidades; atención de los
servidores públicos y privados; buenos centros comerciales y sitios turísticos;
vías urbanas pavimentadas en su totalidad; por ser una ciudad silenciosa y libre
de contaminación visual; por el progreso constante en obras de infraestructura de
gran importancia; porque no hay crecimiento de zonas de invasión constantes;
por tener tierras fértiles en todo el territorio caldense; porque la mayoría de
gente es pujante y educada, pero, tenemos el grave problema de la inseguridad,
drogadicción, alcoholismo, desempleo, deserción escolar, carestía en los
productos de la canasta familiar, prostitución, mendicidad y falta de justicia, lo
que la convierte en una ciudad de gente triste, callada, amargada, solitaria,
envidiosa, frustrada, intolerante, apática, desconfiada y rencorosa. Son más las
virtudes y ventajas que tiene Manizales, pero con las pocas ventajas que le
faltan, es suficiente para cambiar a toda una sociedad y volverla una ciudad
aburridora. Tenemos la esperanza, que las autoridades ataquen los flagelos que
la entristecen, para que seamos la cuidad modelo de Colombia y nos tomen
como ejemplo de superación y convivencia (Aljuve, 3 de noviembre de 2010).
Este escrito, elaborado de forma espontánea y probablemente sin ninguna pretensión
científica de verdad, pero muy válido como relato por la forma directa de decir las cosas,
destaca muchas afirmaciones y comentarios que se tejen dentro de la ciudadanía sobre
situaciones reales, vivenciadas y elaboradas de manera compartida. Por ejemplo, la
331
cualidad que expresa este ciudadano respecto a Manizales sobre “tener buenos servicios
públicos”, se consideraba a nivel general como una certeza hasta el momento de la
“tragedia”, pero luego se iniciaron serios cuestionamientos, no sólo a la prestación de los
servicios, sino que se extendieron a las empresas encargadas y a las autoridades
municipales.
En cuanto a la mención de que es una ciudad “silenciosa” también se debe tomar
con beneficio de inventario, teniendo en cuenta que la ciudad es objeto de un significativo
crecimiento urbano, que conlleva altos niveles de contaminación auditiva, por ejemplo,
asociada a la Zonas Rosa, que es “tomada” por los jóvenes, especialmente los fines de
semana.
De igual manera retrata muchos de los problemas, algunas veces ocultos y otras que
se quieren ocultar, no sólo porque no conviene visibilizarlos sino también por las
complejidades que implican afrontarlos.
Pero no basta sólo con conocer algunos los problemas de la ciudad, sino que
también es importante captar las reacciones de los ciudadanos sobre estos acontecimientos.
En ese sentido se puede señalar que por lo menos se logra cierto tipo de debates, aunque en
las prácticas no se generen controversias notables, que cuestionen los poderes establecidos.
Pero también es importante reconocer que se trata de procesos de aprendizaje de larga
duración, como ciudades con vocación educadora, donde los ciudadanos van tomando
conciencia acerca de los problemas de la ciudad, lo mismo que de sus localizaciones
concretas y prácticas, y por ende de sus posibles soluciones. Por ese motivo se dice que
Sin duda que la posición de abandono y negligencia de nuestros gremios, así
como el conformismo ciudadano, son el reflejo de unas lamentables condiciones
sociales y políticas de nuestra sociedad. Pero también es cierto que las
soluciones comienzan en el mismo instante en que se descubren y aceptan los
problemas (Quiroga, 2011).
Se trata entonces, de reconocer analíticamente que los sucesos acontecidos durante
el transcurso de la “tragedia” revelaron profusamente que existen múltiples problemáticas
de tipo estructural que afectan el adecuado desarrollo de la cultura urbana, generada desde
sus propias vivencias y prácticas. De igual manera es necesario catalogar situaciones de
este tipo como el primer paso hacia el comienzo de las soluciones. Estas reflexiones, desde
332
luego que no son un asunto sencillo de desglosar, teniendo en cuenta las actitudes de
muchos ciudadanos, que asumen posturas descalificadoras, con respecto a las personas que
se atreven a realizar críticas a la ciudad. En ese sentido, determinados sectores sociales
poseen la certeza ciega e irreflexiva de que no existen problemas, o que las críticas son
originadas por enemigos del “buen nombre” que tiene la ciudad. Estas situaciones también
han contribuido a la consolidación de un estado de “parálisis crítica”, que no permite
analizar desapasionadamente las realidades urbanas, ni pensar con claridad sobre la
implementación de las acciones que sean del caso. Por eso,
Hoy, todavía con las secuelas de las emergencias y desastres vividos, muchos
dirigentes, periodistas y líderes gremiales, promueven que se oculten las causas
y consecuencias de lo sucedido, que no se expongan públicamente nuestros
problemas, para mantener así, ante el país y la opinión pública, una apariencia de
tranquilidad y sospechosa confianza. Al fin y al cabo, como se dice por ahí: “en
Manizales nunca pasa nada” (Quiroga, 2011).
Esto podría más bien interpretarse en tiempo pasado como que “nunca pasaba
nada”, porque la “tragedia” reveló que en el presente si suceden muchas cosas, que no
pueden, ni deben pasar desapercibidas. Ya no es tiempo de actuar con la actitud que en
ocasiones toma el avestruz, de meter la cabeza debajo de la tierra para no ver lo que pasa a
su alrededor. Por el contrario es el tiempo de reconocer también que una cosa es la realidad
concreta, que se capta vivencialmente desde las prácticas y otra muy distinta la que se
elabora mentalmente, mediante los discursos institucionales.
Sobre todos esos acontecimientos se puede decir que, por lo menos en Manizales
se produjeron algunas manifestaciones de descontento respecto a lo sucedido. A pesar de
que no se pueden considerar muy efectivas en términos prácticos, por lo menos dieron a
entender que todavía existen ciudadanos que se preocupan por los problemas de la ciudad,
con la intención también de generar alguna clase de reacciones y soluciones. Por eso,
La difícil situación por la que atraviesa Caldas tanto en el aspecto político, como
empresarial y hasta en la pérdida de liderazgo hacen necesario que se comience
a repensar la región y analizar nuevas estrategias para sacarla adelante (A
repensar Caldas, 2009).
Esto se planteaba en 2009, actualmente, luego de la denominada “tragedia”, la
situación social se encuentra relativamente igual, o en algunos casos, igual o peor. Esto
333
último, porque los ciudadanos siguen eligiendo sus autoridades, que pertenecen a los
grupos políticos que tradicionalmente administran la ciudad, y por lo tanto, persiste la
carencia de liderazgo, que fue muy notable durante la crisis. Además esas situaciones
caóticas, tanto del departamento como de la ciudad no tienden a cambiar, por lo menos en
el corto y mediano plazo.
En este sentido, se cuestionan las situaciones anómalas, que suceden en la ciudad,
apelando a los moralismos del pasado, por lo que “es una obligación reaccionar volviendo a
los valores de honradez, pudor y ética que hace décadas nos distinguían. Mientras no lo
hagamos nos seguiremos revolviendo en el lodo, como los animales malditos!!!!!” (sic)
(mgiraldome, 10 de noviembre de 2011). Esto se plantea, como una manera de encontrar
soluciones a tanta problemática, pero se asume como si las soluciones estuvieran impresas
en un manual de buen comportamiento y que de la noche a la mañana la situación pueda
cambiar.
Tanto Abad como algunos otros escritores, afirman algunas verdades que a muchos
manizaleños les duelen profundamente, sobre todo porque están acostumbrados a las
reacciones emocionales, poco analíticas, cuando se trata de asumir temas de esta clase. Pero
es necesario precisar que no se pretende crear una visión absolutamente negativa sobre la
ciudad sino de generar reflexiones, que cuestionen los manejos que administrativos,
especialmente cuando se trata de situaciones anómalas, tales como la “tragedia”. En este
aspecto, se debe insistir en que una de las vías de acción que se puede implementar consiste
en que la ciudadanía, consciente de estas situaciones complejas, presione de alguna manera
por la introducción de cambios radicales en muchos de los factores culturales que impiden
una adecuada administración local. Esto, a su vez, debe generar propuestas de solución,
que involucren a todos los ciudadanos, a partir de sus opiniones y propuestas, que los
convierta en garantes y participantes de los cambios que sea necesario implementar. Todo
esto, con la intención de que los gobernantes puedan tener opciones válidas de solución,
pero ante todo, con el apoyo de los ciudadanos, que son el baluarte principal de la
construcción de ciudadanía. Esto se debe llevar a cabo, mediante los análisis de las
prácticas sociales y no solo apelando, como muchas veces se hace, a los discursos, los
imaginarios o los símbolos ya constituidos. Por ese motivo,
334
Todo lo que nos ha ocurrido recientemente lo que hace es fortalecer nuestro
espíritu, encumbrarnos por encima de la comodidad que fomenta la quietud,
hemos demostrado que somos una ciudad que reacciona con calma pero decidida
ante las adversidades. Si hacemos un balance, concluiremos satisfechos que pese
a los obstáculos vamos con decisión hacia adelante. Esa es la actitud que
debemos mantener, ver todo esto como nuevas oportunidades de encontrar más y
mejores formas de hacer las cosas, una posibilidad de ser más creativos y
originales, y de mostrarnos así ante el resto de Colombia y el mundo (Con la
mirada en el futuro, 10 de junio de 2012).
Este es un aspecto muy importante para generar propuestas hacia el futuro. Pero
también es importante señalar, que por el contrario, las reacciones de los manizaleños, ante
tantos problemas detectados en la ciudad son bastante temerosas e inseguras, tal como
quedó establecido durante el transcurso de la “tragedia”. Por eso se dice que sólo hasta el
día 25 de octubre, la ciudadanía tuvo algunos asomos de rebeldía que se expresaron
tímidamente en un plantón organizado en la Alcaldía Municipal. De esa manera,
Convocado por el Comité de Usuarios de Servicios Públicos, agremiaciones
cívicas y otras instituciones, comenzó el "plantón de las ollas y de los
indignados" que se realiza en la plazoleta de la alcaldía de Manizales y que
pretende rechazar la emergencia por el desabastecimiento de agua (Comienzan
protestas por falta de abastecimiento de agua en Manizales, 25 de octubre de
2011).
Pero como siempre ha ganado el ánimo pacífico de los manizaleños, aunque en
términos de conciencia ciudadana se avanza poco a poco, pero se avanza. De esa manera se
presentan algunas reacciones como,
¿Y que, hay que hacer? Quedarnos con los brazos cruzados es imposible, llegó
la hora de decir no más, basta ya, ladrones y corruptos de cuello blanco de
Caldas. Las gentes de bien deben unirse para formar un: Frente Unido por la
Restauración Moral, Social, Económica y Política de Caldas. Sin distingos de
ninguna índole. Pero que sea un movimiento de verdad y decisión; que no se
vaya a convertir en refugio de los mismos con las mismas, como siempre ha
ocurrido en los últimos años. Sobre todo, que quienes pretendan liderarlo no
tengan apetencias políticas o aspiraciones burocráticas. ¡Despertemos Caldenses,
no esperemos más; mañana puede ser imposible! (Ortiz Soto, 2011).
Estas son las palabras de un recocido intelectual de la ciudad, pero al respecto es
necesario anotar que, este tipo de protestas muchas veces quedan sólo en discursos,
mediante el poder que imponen desde ideologías política bastante determinadas, que no se
realizan en las prácticas. Pero también es importante señalar que esta es una tendencia que
se presenta casi en la totalidad de América Latina. De igual manera, se debe reconocer que
335
las situaciones históricas cambian, lo mismo que los problemas que aquejan a las ciudades
contemporáneas, lo cual a su vez, debe contribuir a renovar los instrumentos reflexivos,
para adecuarlos a la época y a las circunstancias concretas. En ese sentido, durante el
transcurso de la “tragedia” fue notable el contraste entre los diferentes sectores que
defienden sus propios intereses de clase. De una parte, los argumentos sustentados en la
historia y la tradición, de los poderes hegemónicos; y por otra, las “voces” de los sectores
populares reivindicando formas alternativas de expresión de identidades en trance de
construcción.
Todos estos elementos retornan el relato a la cruda realidad, ya que las últimas
noticias no son muy alentadoras para la administración de la ciudad porque “pasó un año de
la emergencia por falta de agua en Manizales y no se conocen determinaciones sobre los
responsables de estos hechos” (Aún no hay responsables por la emergencia del agua en
Manizales, 21 de octubre de 2012). Dentro de estos temas se pueden presentar notables
dilaciones de la justicia, que actúan a nivel de los ciudadanos como apaciguadores de los
ánimos rebeldes y que obran en el sentido de adormecer la memoria de los ciudadanos.
De igual manera, luego de la “tragedia”, quedan muchas secuelas en el imaginario
colectivo, que contribuyen a sembrar dudas respecto a los logros posibles en favor del
desarrollo de la ciudad, tanto en el presente como en el futuro. De esa manera, en abril 9 de
2012, la funcionara de COTELCO23
en el Departamento de Caldas, afirma que
En los viajes que he tenido me he reunido con varios funcionarios y empresarios
de otras regiones y lo primero que preguntan afuera es si ya volvió el agua.
Otros preguntan si será que se vuelve a ir el agua, entonces todo este tema sigue
presente y perjudica de alguna manera al turismo de la ciudad y del
departamento (“Lo primero que preguntan afuera es si ya volvió el agua”, 4 de
septiembre de 2012).
Esto sucede, casi cuatro meses después de solucionada la emergencia, pero todavía
se sienten en el ambiente los ecos de la “tragedia”, que no se van a dispersar fácilmente
porque quedaron fuertemente enraizados en la conciencia colectiva.
También es necesario señalar que en el momento actual, los servicios de agua y de
gas funcionan normalmente, que el volcán Nevado del Ruiz sigue emitiendo algunas
23
COTELCO es la Asociación Hotelera de Colombia, entidad sin ánimo de lucro, creada en 1954, para fortalecer y agrupar los establecimientos que se ocupan de esa industria.
336
cenizas, y que el aeropuerto La Nubia permanecía cerrado hasta el día 21 de junio. Por eso
se anuncia que
El aeropuerto La Nubia termina con el cierre más largo que ha tenido en su
historia, incluso frente a cualquier terminal del país. […] Después de 23 días, la
Aeronáutica Civil autorizó ayer la reapertura de esta terminal, por lo que se
espera que hoy, si nada adicional ocurre, comience a operar a partir de las 6:30
de la mañana. […] La decisión se tomó después de un sobrevuelo técnico que
hizo ayer la Aerocivil y que concluyó que no hay condiciones de riesgo como
para mantener el cierre de esta terminal (Tras la alerta por el Volcán Nevado del
Ruíz, el aeropuerto La Nubia vuelve a operar, 21 de junio de 2012).
Son innumerables las pérdidas económicas ocasionadas por los efectos del Volcán
nevado del Ruíz, que aún no se han cuantificado, pero además las consecuencias nefastas
para la economía regional, el turismo, y sobre todo la imagen de la ciudad. En ese sentido
se informa que
El reporte que entregó Inficaldas a través del administrador de La Nubia,
Reinerio Cuartas, indica que durante los 23 días de cierre se cancelaron 550
vuelos, se afectaron unos 16 mil pasajeros y en promedio se perdieron unos $10
millones diarios por derechos de aterrizaje y tasa aeroportuaria, lo que en suma
alcanza los $230 millones. […] Esto sin contar las pérdidas de varios almacenes,
que aseguraron que, salvo por ventas pasajeras de $10 mil o $15 mil diarios,
tuvieron que suspender personal. […] Sitios como el punto de venta de licores
de productos de la Industria Licorera de Caldas estimaron una caída en su
demanda del orden del 90%, pues se pasó de vender entre $1,4 millones y $1,7
millones diarios a solo unos $100 mil (ibíd. 2012)
Algunas veces pareciera que la ciudad sigue su curso normal, pero los perjuicios
económicos siguen siendo graves por culpa de la “tragedia” que, pareciera que se sigue
prolongando en el tiempo. En ese sentido, es muy importante acudir a la solidaridad
ciudadana. Por eso
Frente a la incertidumbre que nos acompaña, recogemos las voces de gremios,
instituciones y ciudadanos para hacer un llamado a la reconstrucción cívica; las
manizaleñas y los manizaleños debemos en sendas mesas de trabajo, imaginar la
ciudad que queremos, no cerrar más los ojos cuando se nos llevan las empresas o
instituciones, actuar cívicamente y con grandes hombres y mujeres crear un
capital social e intelectual para que no permanezcan ocultos y aislados de la
politiquería reinante, tan conocida y “obligatoriamente” aceptada en nuestro
Manizales del Alma (Comunicado No. 4, 2011).
337
Más que imaginar “la ciudad que queremos”, de lo que se trata es de apreciar de
manera profundamente analítica “la ciudad que tenemos” y a partir de allí, generar los
procesos de ajuste y reconstrucción que se requieran. Todo esto mediante la
implementación de mecanismos de convocatoria ciudadana. Además, se requiere la
generación de una conciencia crítica que rompa con la apatía generalizada y contribuya a la
transformación cultural de la ciudad, mediante la reflexiones sobre sus prácticas sociales.
En este aspecto, también hay que reconocer que Manizales es una ciudad como
tantas otras que existen en el país, con muchos problemas y grandes necesidades pero
también con muchas potencialidades en materia de desarrollo. Estos son aspectos
fundamentales de explorar, tanto en los individuos como en los diferentes grupos humanos
que la habitan, desde donde sea posible la construcción de una ciudadanía cultural.
Luego de la “tragedia”, la ciudad ha quedado bastante resentida, no sólo en su
imagen, sino ante todo en su cruda realidad, a pesar de que estos aspectos también tienden a
olvidarse rápidamente, tal como ya ha sucedido en el pasado, a partir del famoso “robo de
Caldas”. Pero, a pesar de las circunstancias y experiencias negativas por las que tuvo que
pasar la ciudad, siempre se podrá acudir a los recuerdos como sumatoria de experiencias
que pueden ser aprovechables y que de todos modos quedan grabados en las mentes y en
los textos escritos. A partir de estos se pueden extraer una gran variedad de enseñanzas que
es necesario retomar y valorar como activos potenciales de reflexión crítica. Esto permite
asumir con más claridad el estudio pormenorizado del presente, para generar elementos
analíticos, que produzcan una adecuada proyección hacia las acciones futuras, en la
búsqueda de mejores tiempos para los ciudadanos. Por todo esto es necesario recalcar que
Es un hecho que la ciudad ha perdido competitividad, influencia y liderazgo,
también que si seguimos como vamos no habrá futuro como sociedad, por eso
debemos hacer un alto en el camino y enderezar el rumbo. La única manera es
con la participación de todos y sabiendo cuál es el papel de cada uno en lo que
no ha funcionado bien y en lo que podemos hacer para que funcione mejor. Ese
es el reto como sociedad, hagámoslo posible (Sí es posible: Manizales vive con
calidad, 2010).
Se debe tener en cuenta todas estas propuestas que se expresan desde distintos
sectores sociales, lo cual da a entender la urgencia de tomar acciones radicales en beneficio
de la ciudad y de la ciudadanía. Todo esto significa la continuidad de los procesos de
reflexión analítica profunda. A partir de allí se puede determinar, el rumbo que debe tomar
338
la ciudad, con la participación de todos sus ciudadanos, que les permita tener buenos
elementos de juicio para su reconstrucción prospectiva. Esto, teniendo en cuenta que,
Manizales es única, es cierto, aunque no necesariamente por la cultura de sus
gentes, como suele afirmarse cuando se trata de exaltar la ciudad con sentido
populista. De ser así, pienso que Manizales es una ciudad como cualquier otra,
con sus virtudes y defectos. Una ciudad intermedia, eso sí, como para ponernos
en contexto (Acebedo, 2009).
Esto indica que la ciudad de Manizales debe ubicarse en el nivel que le corresponda
dentro de las clasificaciones de ciudades colombianas, desde perspectivas, indicadores y
proyecciones reales. En este aspecto se puede vislumbrar con claridad el rumbo que debe
tomar la ciudad en función del enriquecimiento de su cultura urbana, desde la participación
ciudadana.
Entre las característica sobresaliente del urbanismo contemporáneo se presenta la
obsolescencia de los modelos tradicionales, lo mismo que de los esquemas racionales que
pretenden trabajar sobre concepciones totalizadoras, por lo que se vislumbra la inexistencia
de “una idea clara sobre qué hacer con la ciudad, sobre la organización y la forma que debe
tener” (Brand, 1996). A estos factores se les debe sumar las tendencias del urbanismo
actual al desorden, la inestabilidad, la fragmentación y la dinámica constante. Esto genera
crisis, pero también posibilidades de búsqueda de soluciones, desde racionalidades “otras”.
Se trata de situaciones donde una “infra-ciudad nos viene de adentro, viene con nosotros,
ella es el conocimiento silencioso que nos constituye y que ha hecho de nosotros lo que
estamos siendo […] esta infra-ciudad en la ciudad” (Grosso, 2008b: 22). Esa infraciudad,
que siempre ha estado en pugna por darse a conocer debe llegar a la meta de visibilizarse y
que logre propiciar su reconocimiento, no sólo por parte de todos los ciudadanos, sino ante
todo por las autoridades de la ciudad.
Lo más importante para generar cualquier tipo de cambio es el establecimiento de
mecanismos que permitan realizar consulta una amplia de tipo amplio sobre las necesidades
de la ciudad. Pero el requisito previo fundamental de esos procesos es la demostración de
un fuerte liderazgo por parte de la administración municipal, con la participación de la
ciudadanía. Por eso,
Y al acecho, aprovechando la más mínima oportunidad, el cartel político y
corrupto que se tomó la ciudad en las narices de todos e hizo del desarraigo una
339
trinchera de guerra para apoderarse a sus anchas de cualquier botín. En la
Manizales de antes, lo que más nos reconocían era nuestra capacidad de
liderazgo. En la de hoy, lo que más nos critican es la falta de liderazgo para
rescatar a esta ciudad y al departamento entero de las manos de quienes tienen
como bandera prioridades personales o de grupo, sin querer atender las
verdaderas necesidades de este pueblo. El liderazgo se transformó en una
estrategia política que únicamente le sirve a unos pocos (Arias, 2011).
Esta es una reflexión muy importante porque toca un tema clave para la ciudad, la
falta de liderazgo, que debe ser fruto de una actitud participativa y no de imposiciones de
carácter político o cultural como ha sucedido hasta ahora.
También hay algunos ciudadanos, que mediante sus formas de lenguaje popular,
avanzan en acciones propositivas, que nacen de las experiencias, motivaciones e impactos
que recibieron de la “tragedia, que igualmente deben ser reconocidas. Por eso,
La última columna de Hector Abad, debería ser copiada en su totalidad en un
muro que se levantaría en la plaza central de Manizales. En su estilo poético,
este gran columnista sacude, como si tomara de las solapas a estos muertos
vivientes que se han convertido los habitantes de este lugar, que como sombis
(sic) volvieron a elegir de lo mismo. Al menos este muro les recordaría todos los
días la vergüenza de no pensar, de no ser, de no protestar, de no vivir. Este muro
nos serviría de referente nacional para muchos que prefieren esconder la cabeza
como avestruces, ante tanta indignación (Aritóbulo (sic) Socarrás, 7 de
noviembre de 2011).
Es un comentario bastante fuerte donde se cuestiona por ejemplo, el “hecho de no
pensar, de no ser, de no protestar, de no vivir”, que resume muchas de las acciones
ciudadanas en Manizales, exageradas o no, pero que invitan a reflexiones profundas sobre
la ciudad.
Por todas estas circunstancias negativas para Manizales, un grupo de ciudadanos
elaboró un manifiesto que plantea algunas ideas interesantes respecto a las acciones que se
pueden implementar en favor de la ciudad. El texto dice lo siguiente:
MANIFIESTO
1. En nuestra condición de ciudadanos y ciudadanas de la ciudad, compartimos
las expresiones de dolor e inconformidad de toda la comunidad como resultado
de las diversas calamidades sufridas en los meses de Octubre, Noviembre y
Diciembre del presente año, en especial la tragedia ocurrida en el BARRIO
CERVANTES.
2. Al expresar nuestra SOLIDARIDAD con las víctimas de dicha tragedia, así
como con todos los demás damnificados de la emergencia invernal en la ciudad,
340
demandamos de las autoridades (del orden nacional, departamental y municipal)
se sigan atendiendo los requerimientos de estas poblaciones de manera
OPORTUNA, CONTINUA E INTEGRAL, hasta resarcirlos por completo de
sus pérdidas e integrarlos dignamente al conjunto social.
3. De manera especial exigimos que las autoridades correspondientes (en
especial las judiciales) INVESTIGUEN y aclaren con prontitud todos los
hechos acaecidos (en especial la emergencia del acueducto y la tragedia en el
barrio Cervantes de Manizales), se determine si hubo NEGLIGENCIA y/o
IMPREVISIÓN y/o MALOS MANEJOS de parte de las entidades y personas
involucradas, se determinen las RESPONSABILIDADES a que haya lugar, se
identifiquen y SANCIONEN ejemplarmente sus responsables y se INFORME
de ello a toda la comunidad. Insistimos en la celeridad de tales investigaciones,
pues sabemos que el paso del tiempo contribuye a la desmemoria y a la
impunidad.
4. Rechazamos, por otra parte, las declaraciones de intolerancia y las
controversias mezquinas a que dieron lugar las recientes emergencias e
invitamos, tanto a los implicados como a la comunidad en general, a que, en vez
de seguir enfrentándonos inútilmente, aportemos SOLUCIONES en una
dinámica de SOLIDARIDADES y PROPÓSITOS COMUNES.
5. No obstante lo anterior, consideramos, de manera crítica, que muchas
prácticas del sistema socio-político y administrativo de la ciudad en los últimos
años (como la POLITIQUERÍA, el CLIENTELISMO, la CORRUPCIÓN, el
DESGREÑO, la NEGLIGENCIA, la INEFICIENCIA, la EXCLUSIÓN, la
DISCRIMINACIÓN, entre muchas otras conductas reprochables ejercidas desde
las instituciones públicas y privadas; así como la INSOLIDARIDAD, la
INTOLERANCIA y el CONFORMISMO de parte de un gran número de
ciudadanos) CONTRIBUYERON –de manera directa o indirecta- en el origen,
desarrollo y secuelas de las emergencias y desastres vividos.
6. Con la certeza de que dichas prácticas no son exclusivas de nuestra región
sino que constituyen fenómenos infames de la historia y la realidad nacionales
(que deberían avergonzar al país entero), CONVOCAMOS a nuestra comunidad
en particular para que REFLEXIONE, se EXPRESE, DENUNCIE, PROTESTE
y se MOVILICE al respecto. Este es el momento histórico para empezar a
combatir y desterrar las antiguas y nefastas tradiciones socio-políticas que nos
inmovilizan y retrasan como ciudad y como comunidad.
7. Por lo tanto, creemos que se deben multiplicar los escenarios, las iniciativas y
las formas pacíficas de expresión social, de tal manera que sean el camino y el
soporte de DIÁLOGOS CIUDADANOS más amplios, participativos y
democráticos. Por ello mismo, expresamos también nuestro deseo de participar
y de difundir, con los medios a nuestro alcance, los frutos de dichos procesos.
8. Hacemos también un llamado especial a todas y todos los manizaleños para
que contribuyamos activamente en la DEFENSA, PROMOCIÓN, MANEJO y
FUTURO del AGUA como recurso natural por excelencia de la ciudad. Del
mismo modo, instamos también a las organizaciones y grupos sociales, a
VIGILAR de cerca otras áreas de igual o mayor impacto en la problemática
local (como la salud, el transporte público, la educación y la cultura) y, en caso
de ser necesario, a denunciar y movilizarnos para reclamar las intervenciones
que se requieran.
9. Con sumo respeto, pero con firmeza, exhortamos a toda la Ciudad de
Manizales para que, usando todas las formas posibles de DIÁLOGO,
341
CONCERTACIÓN y PARTICIPACIÓN CIUDADANA, hagamos de ésta una
oportunidad para derrotar la indiferencia y alentar un nuevo proyecto colectivo
de ciudad.
Con el deseo de una ciudad para pensar, soñar y vivir con dignidad, adherimos y
firmamos este manifiesto en la ciudad de Manizales, el día 12 de Diciembre de
2011.
Fraternalmente,
COLECTIVO BABILONIA,
BABELIA (Manizales)
y TERTULIA DE LECTORES 2011 (Manifiesto por Manizales, 2011).
Con este manifiesto, sumado a otras voces de protesta ciudadana, se pretende
también generar conciencia crítica acerca de las necesidades de transformación de la ciudad
desde sus cimientos culturales, reconociendo las falencias que se poseen. Por esto, “los
manizaleños miramos el pasado para aprender de los errores y de los aciertos” (Una ciudad
optimista, 2011). Solo queda esperar que ojalá esto se convierta en un principio básico de
las actuaciones, no sólo de las administraciones municipales sino de todos los ciudadanos.
De igual manera son importantes las añoranzas de tiempos mejores en el pasado,
pero que contribuyan a las necesarias reflexiones sobre las situaciones actuales, que
conlleven además a generar nuevas formas de concebir el desarrollo de la ciudad. De esta
manera
dejo constancia también, que esta ciudad de romántica neblina, aloja seres
transparentes y buenos dispuestos a continuar aquí hasta desparramar sus huesos
en la tierra, añorando que la Manizales del alma retome su rumbo olvidando la
pesadilla que hoy nos causa el cartel de lo peor (Arias, 2011).
Esa mención al “cartel de lo peor”, tiene varios significados que es necesario
precisar. Puede ser una analogía referida a los carteles de la droga que han generado y
siguen generando, tantos problemas en el país. También podría ser una alusión a la
corrupción, que es otro de los fenómenos notables, en todas las esferas de la sociedad
colombiana o, simplemente resume esa gran cantidad de factores negativos, que se han
enquistado dentro de la cultura nacional, pero que permea necesariamente a las culturas
locales, incluyendo por su puesto a la de Manizales.
En general, se puede concluir que el uso de la ciudad es un tema amplio difuso y
malinterpretado, de manera que, según la opinión de algunos ciudadanos, se le asocia con
“usos malos”, actividades ilegales, negativas o utilitaristas, o relacionan el uso con el
342
abuso. Pero las prácticas de uso, no se deben entender sólo de manera negativa, ya que
existen muchos usos “buenos”, tales como los de usufructo colectivo que le atribuyen los
estudios sobre espacio público o las acciones creativas, como las de usar algo con la
intención de llevarlo más allá del uso corriente o para la elaboración de elementos
culturales. De esa manera se puede concluir que el uso tiene un valor neutro, tanto para lo
“bueno” como para lo “malo” (Nietzsche, 2005). El uso de la ciudad depende de los
intereses que le otorgue el ciudadano a las actividades que realiza, en beneficio propio pero
también colectivo.
CONCLUSIONES
Las ciudades actuales son el escenario de múltiples prácticas sociales, a partir de las
cuales se puede generar conocimiento pertinente para los estudios urbanos. En ese sentido,
constituye un gran reto conocer las “ciudades invisibles”, que son contenidas dentro de las
ciudades tradicionales, a partir de los vivencias cotidianas de los ciudadanos ordinarios, que
supone la inclusión de amplios sectores de población que tradicionalmente han sido
marginados.
La denominada “tragedia grecocaldense”, constituyó un acontecimiento, que a pesar
de su corta duración de más o menos tres meses, generó una gran cantidad de información,
que fue ampliamente difundida, replicada y controvertida. Además, de que fue muy
situación trágica e impactante para los ciudadanos de Manizales, constituyó un gran
pretexto para hablar de/sobre la ciudad desde diferentes perspectivas. En ese sentido, se
hizo referencia a la ciudad a temas como la historia, las tradiciones, los símbolos, los
imaginarios, las vivencias cotidianas, las prácticas sociales, las realidades del presente y las
proyecciones hacia el futuro. Lo sucedido en Manizales, que fue terrible por el número de
muertos que hubo en el deslizamiento del barrio Cervantes, también sirvió como campo de
generación de múltiples controversias respecto a la cultura de la ciudad, al comportamiento
de los ciudadanos, a la actuación de las autoridades y la gestión administrativa, y a la
manera como la ciudad se sobrepone a sus catástrofes.
Lo más significativo, dentro de los aspectos culturales, fue el cuestionamiento de
muchas de las verdades que se habían tenido como tales dentro de la cultura urbana,
343
referidas a imaginarios y representaciones tradicionales, que muy pocas veces habían sido
tratadas públicamente como en esta ocasión. Estos aspectos tradicionalmente se han
analizado a partir de realidades configuradas como patrón de ideas institucionalizadas y no
desde las prácticas sociales cotidianas de los ciudadanos. De esa manera, la historia y sus
acciones en tiempo pasado muchas veces pesan más que las realidades del presente, dentro
de las elaboraciones colectivas de la cultura urbana. Este hecho de aferrarse demasiado a
construcciones imágenes culturales del pasado, que fueron imprescindibles en su momento,
contrasta con una realidad urbana que por naturaleza es cambiante. Dentro de la situación
actual de Manizales, la población crece escasamente, lo que contrasta significativamente
con la manifestación de una gran cantidad de problemas, de todo tipo, que requieren ser
examinados desde una visión más realista sobre el presente. El hecho de que algunos rasgos
de la cultura manizaleña se queden permanentemente anclados en el pasado de sus
ciudadanos, a la larga no le genera beneficios reales, dentro de una sociedad contemporánea
que requiere que las construcciones culturales urbanas se adapten a situaciones
continuamente cambiantes. También existe la posibilidad de que algunos de los simbólicos
culturales tradicionales ya no representen tanto orgullo como en el pasado.
Es en ese sentido, vale la pena reflexionar sobre la implementación de propuestas de
desarrollo de la ciudad, si se trata de modalidades de tipo “autista” o, por el contrario,
referidas a las maneras de asimilar propuestas que se impulsan en otras ciudades.
De igual manera la situación de Manizales sirvió para que se visibilizaran, aún más,
los contrastes sociales de una manera significativa. Por una parte, una clase social que se
precia de sus orígenes “nobles”, que mediante la bonanza cafetera llegó a tener y ostentar
un gran poderío económico; y por otra, la visibilización de muchos sectores sociales, de
corte popular, que buscaron ser escuchados y tuvieron una buena capacidad de hacerlo,
desde sus posturas empíricas, prácticas y vivenciales. Pero lo efectos de la “tragedia”
fueron tan impactantes que lograron que todos los ciudadanos, de las diversas clases
sociales y sin distinciones de ninguna naturaleza, interactuaran conjuntamente por la
necesidad de suplir sus carencias inmediatas.
De esa manera, la ciudad tuvo que enfrentar varios retos simultáneos, derivados de
la gran magnitud de las tragedias por las que tuvo que pasar, unas naturales, otras,
provocadas por los dirigentes locales que no gobiernan adecuadamente, o las derivadas de
344
la corrupción administrativa, enquistada dentro de la cultura urbana, que se ha convertido
en una tradición muy difícil de desmontar. Por ese motivo, la ciudadanía de Manizales, en
la etapa de pos-tragedia, se encontró en un callejón sin salida y en un periodo de
desconcierto, donde ya no se sabía a quién echarle la culpa de tantos hechos lamentables.
Es necesario reconocer la importancia que tiene para los procesos sociales los
análisis de las vicisitudes e incertidumbres por las que tiene que pasar una ciudad, ya que se
trata de una ocasión propicia para realizar construcciones epistémicas novedosas e
innovadoras para las reflexiones y análisis sobre el desarrollo sociocultural. Además, es una
ocasión propicia para escuchar diversas opiniones sobre los problemas de la ciudad y
generar procesos inclusivos y participativos.
Es importante aclarar que la realización de esta investigación no pretende generar
una visión negativa sobre Manizales o sacar a relucir gratuitamente sus problemas, sino
plantear la posibilidad de escuchar la variedad de voces que la pueblan y las diferentes
posturas que toman, respecto a la caracterización cultural de la ciudad, como propuesta que
pretende generar elementos reflexivos para la construcción y reconstrucción de sus
identidades. De esa manera, las críticas no siempre tienen pretensiones destructivas, porque
también tienen el propósito de penetrar, de manera más profunda, en los análisis sociales.
Esto, con el fin de dejar de pensar solo en realidades analizadas superficial o
emocionalmente, que requieren ser confrontadas en su realidad concreta y en sus prácticas
sociales.
Se pretende entonces contribuir a la construcción de una ciudad donde sean más
importantes los “patrimonios vivos”, en el sentido que lo propone la UNESCO, que los
tradicionales patrimonios muertos. De igual manera se propone la deconstrucción de las
ideas políticas tradicionales y la construcción de alternativas participativas, para el buen
gobierno de la ciudad. Esto significa que se deben generar elementos críticos que apoyen
procesos decoloniales y generen conciencia alrededor de lo que se hace, se piensa y se
actúa. También es importante determinar las maneras como los ciudadanos se sienten
gobernados y participes efectivos desde sus prácticas y no sólo desde los imaginarios
construidos institucionalmente.
Todos estos elementos reflexivos donde se involucran las “crisis culturales”
contribuyen a develar procesos de decolonización, imprescindibles para la generación de
345
los cambios pertinentes. Se trata de una toma de conciencia sobre estos procesos prácticos
que deben ser asimilados desde una visión donde prima la construcción y reconstrucción
permanente. Desde luego que todas estas tendencias afectan, positiva y negativamente, los
procesos culturales pero también ayudan a visibilizar y afirmar las identidades y a
consolidar las comunidades marginadas y subalternizadas.
Dentro de todos esos procesos es muy importante la propuesta de ciudadanía
cultural, que se relaciona en este caso con el derecho de los ciudadanos a manifestarse
culturalmente y que se complementa con los proyectos de ciudad educadora, que deben
partir de las realidades cotidianas y no solo de imaginarios, ni de memorias colectivas
institucionales e institucionalizadas. En ese sentido, por ejemplo, la educación se realiza
desde las calles, las redes y los grupos de discusión de internet, teniendo en cuenta las
maneras de hacer y las prácticas sociales cotidianas. También es necesario que estos
proceso se realicen desde las realidades actuales y presentes, que cuestionen, un tanto, las
elaboraciones mentales producidas en/para otras épocas, en constaste con las realidades
cotidianas, donde afloran muchos elementos culturales que contribuyen a la construcción de
una ciudad mucho más coherente. La manera más cercana de ver y conocer la ciudad se
encuentra en la perspectiva de lo que los ciudadanos hacen, dicen, piensan y sienten. Esto
genera nuevas visiones sobre sus comportamientos urbanos, lo que a su vez, conduce hacia
el mejoramiento de las condiciones de convivencia.
Por todo lo anterior la ciudad se constituyó coyunturalmente en un escenario o
campo, en sentido bourdieusiano, donde se expresaron manifestaciones de poder de todo
tipo. Todos los actores o agentes, los gobernantes, los medios de comunicación, los
ciudadanos comunes y corrientes, lucharon por posicionarse en el juego de lo urbano.
En este aspecto los Estudios Culturales y los Estudios Culturales Latinoamericanos
contribuyen notablemente a la discusión sobre diferentes aspectos de la cultura urbana, que
contribuyan a mejorar las condiciones de habitabilidad de las ciudades y de convivencia de
sus ciudadanos.
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ANEXOS DOCUMENTOS
ANEXO 1
“Ay Manizales del agua”.
Por: Héctor Abad Faciolince:
“En Medellín nunca hemos podido entender en qué momento los caldenses se
volvieron personas de rancio abolengo, nobles y de sangre azul.
Por lo que sabemos, salieron de Sonsón y Abejorral24
descalzos y en alpargatas,
pobres de solemnidad, tan mestizos y montañeros como todos, pero después de una
caminata entre las breñas de la cordillera central llegaron a Manizales de botines y
mantilla, vestidos de toreros o Manolas, más blancos y castizos que todos los otros
antioqueños juntos. Hasta les dio por escribir raro y florido, en el célebre estilo greco-
caldense, una especie de culteranismo trasnochado, lleno de arcaísmos aprendidos en los
libros de retórica. Las élites de Caldas se creen de mejor familia que el resto de los
colombianos (y sobre todo de mejor sangre que los de su misma estirpe: antioqueños,
risaraldenses, quindianos). Más blancos, de sangre azul, y por supuesto más limpios.
24
Poblaciones pequeñas del departamento de Antioquia cuya capital es Medellín.
382
Cuando alguien presume mucho por su limpieza (de sangre y de piel), el hecho de
que no pueda disponer de agua corriente, más que compasión, genera cierta risita
despectiva, de esas que significan: se lo merecen. Pero no. Ya llevan mucho tiempo sin
agua, más de dos semanas, y su molestia empieza a convertirse en desgracia, sobre todo
para los más pobres, que nunca tuvieron agua a diario, ni tienen con qué comprarla en
botellas. Una desgracia hija de la ineptitud de la política y la corrupción de los
administradores públicos. Lo raro es que en medio de semejante crisis, los manizaleños no
sólo eligieron (¡otra vez!) un alcalde de la misma mafia corrupta que los gobierna hace
decenios, sino que ni siquiera se han rebelado contra este caso evidente de imprevisión y
mala administración. Se arrodillaron de nuevo.
Supongo que los manizaleños se verán a sí mismos como muy estoicos y muy
civilizados al no armar un tropel por la falta de agua. Pero, si soy sincero, se ven más bien
como indolentes, vacíos por dentro, ridículamente resignados. Está bien que uno se resigne
ante lo inevitable, pero que se resigne a la ineptitud, la corrupción y la falta de previsión,
lo que muestra es, y me perdonan, cobardía. Si no hay una reacción de rabia y de protesta
social, pacífica pero radical, ante una crisis tan grande, las cosas no cambiarán nunca.
Tan grave como la ineptitud y el descaro de los gobernantes es la inercia pasiva de una
población sumisa y resignada a desgracias que no son inevitables. Ese arrogante alcalde
Llano, que no ha pedido ni disculpas por su gestión deshonesta y clientelista, y su
papagayo en “Aguas de Manizales”, sólo merecen el repudio de los ciudadanos.
Decía hace poco Josep Ramoneda: “Hay que luchar contra la indiferencia. La
indiferencia es en buena parte responsable de todo esto que ha pasado”. No hablaba de
Manizales, sino de la crisis económica de Europa, pero la frase se aplica a también a esta
crisis del agua. La política caldense, primero con la godarria ultramontana y luego con
falsos liberales corruptos y criminales, ha tenido una triste historia. Entre uribistas,
yepistas, barquistas y tapascos (politiqueros nefastos) los caldenses parecen perros que se
dejan capar no dos, sino cien veces. Es lamentable que un departamento que produjo (hace
más de un siglo), a partir de la austeridad, las pequeñas propiedades rurales y la ética del
trabajo, en medio de unas montañas duras e inhóspitas, una cultura de la prosperidad y el
progreso, se haya convertido en un pueblo pasivo que se deja imponer por el miedo o por el
clientelismo corrupto unos gobiernos infames, donde a los funcionarios no los designa el
conocimiento técnico o el mérito, sino la lambonería y la sumisión con los gamonales.
383
Caldas, desde las carreteras (intenten ir a Arma o a Aguadas) hasta el agua, es un
claro ejemplo de la corrupción y el fracaso de la política en el centro de Colombia. Esta
desgracia de una gran ciudad sin agua durante semanas debería ser el detonante que saque
a la población de su abulia y de su indiferencia”.
ANEXO 2
“Respuesta a un irrespetuoso”
Jaime Alzáte Palacios:
“La semana pasada, mientras nos estábamos levantando y leyendo el periódico sin
presentir la otra tragedia que se le venía encima a Manizales, nos enteramos por las
emisoras del deslizamiento de tierra que había ocurrido hacía pocos momentos en el barrio
Cervantes de esta ciudad. Al principio, las noticias aunque graves, no alcanzaban a reflejar
la inmensa magnitud de lo ocurrido, pero el pasar de los minutos fue dejando al
descubierto lo que al final es una de las mayores tragedias que ha tenido que soportar
nuestra ciudad en los últimos 50 años.
Todavía gran parte de la ciudad no había recibido el suministro de agua y aún
estábamos esperando la solución final a lo que significaron 16 días sin el líquido vital, por
lo que a pesar de las ingratas experiencias a lo largo de nuestra historia, no podíamos
estar preparados para recibir tan pronto otro golpe tan fuerte de la naturaleza.
Durante esta semana Manizales ha demostrado otra vez que es una raza pujante,
que sabe enfrentar con coraje y con estoicismo los a veces muy duros golpes que nos da el
destino. Pero las malas no vienen solas, y fue así como en medio del dolor recibimos como
una bofetada, un escrito en el que un individuo llamado Héctor Abad, en una mezcla
enfermiza de odios y envidias publicó en El Espectador su columna habitual, en la que en
lugar de una voz de aliento, o al menos ofrecer una ayuda de cualquier clase a los cientos
de seres humanos que vienen padeciendo la carencia de muchos elementos necesarios para
su supervivencia, expulsó todo el veneno de su abyecta pluma, dedicándose a insultarnos
en forma irrespetuosa y vulgar, muy de acuerdo con su personalidad sin honor y sin
vergüenza.
Qué culpa tenemos los manizaleños de ser de mejor familia que la de él, si esto no
es ninguna gracia, cualquiera lo es; qué culpa tenemos de haber nacido con alpargatas y
384
pobres, pero de cuna limpia y noble, como lo podemos demostrar a través de los tiempos;
ni habernos vuelto cultos trabajando duro y honradamente, evitando caer en los lazos del
peor flagelo del siglo XX como es el narcotráfico, en el cual tantos conocidos suyos están
metidos, así la inmensa mayoría de nuestros ancestros antioqueños, de quienes nos
sentimos orgullosos, sigan luchando por sacudirse de esta mortal serpiente, sin haberlo
conseguido del todo. Deje de lado señor Abad el tratar de insultarnos, porque tenemos una
de ferias más reconocidas en (sic) mundo: la de Manizales, porque, y para que destile más
envidia, también tenemos la fama de ser una ciudad de verdad culta con el
internacionalmente famoso Festival de Teatro; con programaciones culturales de diversa
índole y con la presencia como invitados muy especiales de personajes famosos, entre ellos
Pablo Neruda, quienes solo han dejado palabras de admiración para una ciudad que se ha
levantado varias veces de las cenizas, pero que con la frente en alto sigue buscando su ruta
hacia el futuro, aunque a veces se atraviesen víboras de la calaña suya.
Sí señor, puede estar seguro, porque ya nos apersonamos de ello, que estamos
solidariamente reunidos analizando quienes pueden haber sido los responsables de lo
ocurrido, pero de ninguna manera queremos caer en condenas de personas inocentes. Los
culpables recibirán el peso de la ley y, para ello, si acaso tiene el valor suficiente, lo invito
a nuestra ciudad para que se entere de la forma tranquila pero firme con que estamos
actuando en ello, tanto la sociedad civil, como la iglesia y las autoridades de índole
nacional y regional.
En eso también nos diferenciamos, ¡gracias a Dios!, de usted, porque una cosa es
despertar de buena fe el espíritu de solidaridad, y otra destilar lo que llamamos "mala
leche" que parece ser fue con lo que lo criaron a usted.
No confunda, señor Abad, la prudencia y los buenos modales, con los insultos y la
bellaquería que parece son los que manejan su forma de ser.
P.D.: Decía don Antoine de Baif, no hay un abad más prudente que aquel que ha sido
monje. Usted don Héctor, no pasó de sacristán.
ANEXO 3
“Las siete plagas de Manizales”.
Por Eduardo A. Arias A.
385
“Corrupción, desempleo, pobreza, exclusión social, desarraigo, falta de liderazgo,
apatía
También se podría afirmar que la otra plaga que por siempre ha golpeado a
Manizales es el chisme, el señalamiento mal intencionado y a mansalva que se promueve
contra personajes que se destacan en cargos públicos, privados o en otras actividades de la
ciudad, y que nacen de la envidia y de la frustración de los mismos que a diario se sientan
en los cafetines del centro a ver pasar la vida sin hacer nada por transformarla en su
propio beneficio o de la comunidad. Pero decidí sacarlo de la lista por considerar que el
chisme se transformó en un mal genético incrustado en todas sus escalas sociales, políticas
y culturales… es ya una pandemia irreversible.
Entonces me enfoco en lo otro que apalea con más fuerza la salud pública de una
sociedad donde a diario estallan escándalos de corrupción protagonizados por los hombres
oficiales más visibles y menos respetados, mismos que desde hace miles de días se
apoderaron de los cargos administrativos buscando vergonzosos y criminales beneficios
para sí y sus aliados. La corrupción es una peste que empobrece y destruye los valores
cívicos por los que todos deberíamos luchar.
Con el poder en la mano, manejan a su antojo la oferta de trabajo que
generalmente termina beneficiando a copartidarios de clase media semiprofesional que al
igual que los “tres monos místicos” del Japón, nada oyen, nada ven, nada dicen,
convirtiéndose en cómplices de este desmadre político que transita por unas calles
atiborradas de desempleados parlanchines atormentados por un ocio, que al parecer,
reinará por mucho tiempo ante la falta de frentes de empleo formal y digno.
Sumemos entonces… corrupción administrativa + desempleo = pobreza. Y no sólo
está latente en los barrios periféricos y marginales de esta empinada urbe. No. Hace años
la pobreza, o si se quiere insolvencia, se apoderó de una amplia esfera social media
desempleada y apartada de las fuentes naturales de trabajo de la ciudad, donde es común
oír el lamento de mujeres y hombres buenos y preparados que asumen por un puñado de
billetes, oficios informales con los que se abusa de su talento y su integridad amparados en
una farsante ley laboral responsable total de la explotación y de la tristeza que vino a
llenar la vida de estos seres que asumen tal sacrificio por amor a su familia. “Pobres
vergonzantes”, decían las beatas de antaño. No, ya no. Ahora son simplemente pobres
procurando en solitario una supervivencia mínima.
386
A tal catástrofe se suma la odiosa y tradicional exclusión social. En esta Manizales
del alma, los apellidos rimbombantes, generalmente acompañados de un innumerable
carrusel de privilegios que les brinda desde la iglesia hasta la corrupta clase política,
pasando por el sector financiero y bancario, lo tienen todo para sí. Tanto aquí, en este
suburbio dizque de románticas callecitas empinadas, como en la Bogotá capital. Nada
dejan suelto. Todo lo atan, con avaricia y sofisticadas costumbres sociales, a sus abultadas
cuentas bancarias. Esta rancia clase social no considera manizaleños a los demás… a los
ñucos, a los hijos de los provincianos, a los desarrapados paridos con dolor en estas
mismas montañas, a los mestizos y morenos, al hombre común de la calle. Llega a tanto su
pretendido esplendor, que de Caldas no saben nada… ni les interesa.
Resultado de la exclusión, el desarraigo, que no es otra cosa que la falta de interés
con el entorno en que se vive. Y con este sentimiento atravesado en el pecho, manizaleños
de todos los pelambres decidieron marchar a otras tierras, casi sin dolor y en muchas
ocasiones maldiciendo la vida que llevaron con sus mayores. La principal razón… aquí no
hay futuro. Y la ciudad, entonces, se transforma en una urbe de gente grande y mayor que
llora la ausencia de hijos y nietos.
Y al acecho, aprovechando la más mínima oportunidad, el cartel político y
corrupto que se tomó la ciudad en las narices de todos e hizo del desarraigo una trinchera
de guerra para apoderarse a sus anchas de cualquier botín. En la Manizales de antes, lo
que más nos reconocían era nuestra capacidad de liderazgo. En la de hoy, lo que más nos
critican es la falta de liderazgo para rescatar a esta ciudad y al departamento entero de las
manos de quienes tienen como bandera prioridades personales o de grupo, sin querer
atender las verdaderas necesidades de este pueblo. El liderazgo se transformó en una
estrategia política que únicamente le sirve a unos pocos.
Y volvamos a sumar… corrupción + desempleo + pobreza + exclusión social +
desarraigo + falta de liderazgo = apatía. Y esto es prácticamente el suicidio de una
población. Porque cuando a nadie le interesa lo que sucede en su vecindario, cuando nada
es vital, cuando todo se lo dejamos hacer a otros, la ciudad se desploma. Peor: nadie
propone un verso para rescatarnos de la apatía y lo único que tenemos, al parecer, es una
mesa en un café para seguirnos matando a punta de chismes y rumores.
Pero dejo constancia también, que esta ciudad de romántica neblina, aloja seres
transparentes y buenos dispuestos a continuar aquí hasta desparramar sus huesos en la
387
tierra, añorando que la Manizales del alma retome su rumbo olvidando la pesadilla que
hoy nos causa el cartel de lo peor”.
Pareciera que se hubieran juntado problemas relacionados con la acción de la
naturaleza como el largo e intenso invierno, con cuestionamientos a la clase dirigente de la
ciudad, por sus malas actuaciones administrativas y sobre todo por la falta de previsión
ante estos desastres, que en algunos casos ya estaban prestablecidos.
ANEXO 4
¿Qué está pasando en Caldas?
Por: Uriel Ortíz Soto
Aunque nos duela reconocerlo, en nuestro departamento, desde hace varias
décadas se viene acrecentando una crisis de principios y valores, que ha traído como
consecuencia lógica un concepto equivocado de lo que debe ser el ejercicio noble y
altruista de la Administración Pública.
Tan importante actividad está devaluada y mal concebida por las generaciones de
los últimos tiempos, porque se han formado y educado en medio de los laberintos
escandalosos de la corrupción, provocados por sus mayores, promotores de malos manejos
en los cargos de dirección y mando. Todo empezó, cuando la actividad política perdió su
razón de ser como institución humanística, y se amangualó con los vicios de la corrupción.
Sus artífices generaron el engendro maléfico de la llamada tripleta: Yepo - Giraldo
Barquista, para manejar y robar a su acomodo el departamento y sus municipios.
Esta nefasta y criminal organización trajo como resultado el vergonzoso robo a
Caldas, denunciado hace veinticinco años por el entonces procurador Jesús Jiménez
Gómez.- Infortunadamente no aprendimos la lección -. Todo continúa igual o peor, con
raíces tan profundas que para solucionar la delicada situación, se requiere de toda una
reingeniería de ordenamiento moral, donde se comprometan las fuerzas vivas regionales y
locales.
388
Las heridas y cicatrices sobre el robo a Caldas, aún, están latentes. Con ocasión de
los últimos episodios ocurridos en la actual, y anteriores administraciones, donde
aparecen comprometidos funcionarios departamentales y municipales; dirigentes cívicos y
empresariales, encartados con la justicia; siempre se trae a colación tan vergonzoso
episodio que hizo temblar todas las estructuras de nuestro departamento. Quienes vivimos
en la Capital de la República, desde hace varios años, nos duele ver, cómo todos los días,
los diferentes medios de comunicación se refieren a Caldas, no sobre logros ni obras de
progreso, siempre lo hacen con serios cuestionamientos que van en contra de la moral y
las buenas costumbres.
Es apenas lógico preguntarnos en los actuales momentos de tanta crisis e
incertidumbre institucional: ¿dónde están los prohombres de Caldas? Y ¿los dirigentes
honestos que se hicieron? ¿Así, estamos de mal y huérfanos, que a ningún estamento
social, político, religioso o educativo, se le ha ocurrido salir a protestar y organizar las
comunidades para exigir más honradez y pulcritud en el manejo de la cosa pública?
Recordemos, que en otras épocas, cuando esto ocurría, las gargantas de ilustres dirigentes
se henchían de protestas y las tribunas públicas se convertían en verdaderos púlpitos de
cátedra moral, las manifestaciones no cesaban hasta que el responsable o acusado
explicara su conducta o hiciera dejación del cargo.
Lamentablemente, ahora, la situación es tan grave, que estos episodios se
convirtieron en el pan de cada día y las gentes buenas que quieren denunciar no lo hacen
por temor a perder sus vidas. Es decir, hemos entrado al escenario vergonzoso de la
tolerancia y la convivencia con la corrupción. La crisis política es de tal magnitud que
varios funcionarios de alto rango, y de todos los niveles, se encuentran desempeñando
cargos y muchos de ellos soportando investigaciones de los organismos de control.
Al paso que vamos, nos quedaremos sin representación en el Congreso de la
República durante la presente legislatura. Como es de público conocimiento, son varios los
congresistas encarcelados y otros se encuentran en la antesala de la prisión. Se rumora en
los mentideros sociales y políticos de Bogotá, que, para antes de Semana Santa, vendrá
389
una debacle en la clase dirigente empresarial y política de Caldas, de tal magnitud, que
veremos desfilar a la cárcel personajes jamás imaginados, por problemas con la justicia;
por complicidad en contratos leoninos, peculados, y toda clase de negocios turbios. Todo
indica que el negocio de las pirámides, alcanzó a permear la economía del departamento y
varios de sus municipios.
¿Y que, hay que hacer? Quedarnos con los brazos cruzados es imposible, llegó la
hora de decir no más, basta ya, ladrones y corruptos de cuello blanco de Caldas. Las
gentes de bien deben unirse para formar un: Frente Unido por la Restauración Moral,
Social, Económica y Política de Caldas. Sin distingos de ninguna índole. Pero que sea un
movimiento de verdad y decisión; que no se vaya a convertir en refugio de los mismos con
las mismas, como siempre ha ocurrido en los últimos años. Sobre todo, que quienes
pretendan liderarlo no tengan apetencias políticas o aspiraciones burocráticas.
¡Despertemos Caldenses, no esperemos mas; mañana puede ser imposible!
Comunidad Desarrollo y Gestión
ANEXO 5
La maldición de Caldas.
En menos de mes y medio el departamento de Caldas ha vivido una especie de abrebocas
de lo que sería el apocalipsis. En apenas seis semanas le ha tocado padecer cuatro
grandes tragedias.
Primero, el 21 de septiembre, una explosión en una subestación eléctrica mató a seis
obreros. Ocho días después, un incendio casi acaba con la licorera del departamento. El
20 de octubre, toda Manizales se quedó sin agua durante 16 días. Y la semana pasada, una
avalancha dejó 48 muertos y 111 familias damnificadas.
390
Como si fuera poco, otros tres grandes descalabros del departamento salieron a flote en
septiembre: el gobernador Mario Aristizábal fue suspendido por la Contraloría por
supuestos actos de corrupción; el alcalde Juan Manuel Llano reveló que Manizales podría
ir a la quiebra por el pago de una demanda de más de 100.000 millones de pesos; y el
proyecto del aeropuerto en Palestina amenaza con convertirse en un gran elefante blanco,
pues su costo se incrementó 10 veces y no se sabe cuándo se terminará.
Desde la década de los veinte, cuando Manizales enfrentó dos incendios seguidos que
acabaron con el centro de la ciudad, Caldas no padecía tantas calamidades juntas. Los
caldenses se preguntan si semejantes golpes son producto de la mala suerte o se está
cosechando el fruto de malas administraciones. "Nos cayó la roya", dijo Germán
Jaramillo, presidente del Comité Intergremial de Caldas.
Por ahora, están buscando responsables. Si bien las dos últimas emergencias fueron
originadas por el invierno, son vistas como tragedias que se pudieron manejar. Por
ejemplo, tras la avalancha del 5 de noviembre en el barrio Cervantes de Manizales, la
Fiscalía y la Procuraduría abrieron investigaciones para establecer si se presentaron
irregularidades en la avalancha. "Se está evaluando la responsabilidad en la que
incurrieron funcionarios públicos ya sea por omisión o por dudosa actuación en este
drama", dijo el procurador Alejandro Ordóñez.
La duda tiene que ver con que horas antes del derrumbe, vecinos del barrio llamaron a la
línea 116 de Aguas de Manizales -la empresa que opera el acueducto- para reportar "el
empozamiento de agua que brotaba sobre la calzada y los andenes", dijo el personero Juan
Carlos Pérez. La gente dice que habría estallado un tubo debido a la presión del agua que
se produjo cuando se restableció el servicio de acueducto.
Y ahora que surgen dudas en torno a la conducta de Aguas de Manizales con la tragedia
en el Cervantes, el alcalde Juan Manuel Llano ha mantenido el debate acerca de si se
debió evacuar o no el barrio, dejando a un lado la discusión de fondo sobre las causas
reales de la avalancha, donde el principal sospechoso hasta el momento es un tubo.
391
Todo ese escándalo ocurre unos días después de que los 400.000 habitantes de la ciudad
apenas se reponían de la guerra que padecieron en sus calles para acceder a una gota de
agua durante el racionamiento que sufrieron por cuenta de una avalancha que inhabilitó
su sistema de acueducto.
Antes de sufrir el desierto urbano, los caldenses ya habían padecido otro trance cuando el
21 de septiembre se fueron a la cama con la penosa noticia de seis muertos y 17 heridos
durante una explosión en una subestación de la Central Hidroeléctrica de Caldas (Chec),
ubicada en Chinchiná. La tragedia ocurrió mientras los obreros pintaban el interior de un
tubo de conducción que estalló por la acumulación de gases.
Diez días después, es decir el primero de octubre, los sorprendería otra tragedia pero esta
vez ocurriría de nuevo en Manizales, donde un voraz incendio consumió dos bodegas de la
Industria de Licores de Caldas (ILC); por fortuna, allí solo hubo pérdidas materiales
cercanas a los 35.000 millones de pesos.
La sed por hallar responsables de sus desgracias tiene a los caldenses escarbando si en el
incendio de la licorera hubo manos criminales. Aunque aún no culmina la investigación, lo
que muchos se preguntan es si los 22.000 barriles que consumieron las llamas estaban
llenos de licor. No obstante, el simple hecho de que la aseguradora no ha objetado el pago
de la póliza, hace pensar que todo estaba en regla y no hubo irregularidades.
Las dudas afloraron debido a que la ILC ha sido objeto de varios escándalos. El más
reciente es la condena que le impuso la justicia en 2010 a su exgerente Carlos Arturo Fehó
a seis años de cárcel por falsedad en documento público durante la adjudicación del
millonario contrato para la distribución de licores a una firma vallecaucana.
Con este abanico de desastres, la gente se pregunta si de verdad se le puede atribuir toda
la culpa a la mala suerte y a la furia de la naturaleza. Hay quienes dicen que no. Y hablan,
por ejemplo, de la responsabilidad que le cabe a la clase dirigente en una región que venía
392
de padecer una suerte de patria boba en la que dos grupos políticos (barquismo y yepismo)
dominaban y se repartían burocráticamente el departamento y luego cayó en la
parapolítica, que salpicó a muchos de sus dirigentes (seis congresistas y siete alcaldes
están investigados, y algunos ya fueron condenados).
Pero serán las indagaciones las que determinen si la maldición que por estos días recae
sobre los caldenses es producto de una mala racha o negligencia de sus gobernantes.
ANEXO 6
Arrieros semos
Por: Humberto de la Calle
Hace ocho días Héctor Abad se despachó contra los caldenses.
Tiene razón en que los nacidos allá somos todos descendientes de campesinos
alpargatudos y niguateros. No cabe el abolengo. Es verdaderamente sorprendente que, con
ese pasado, muchos de los portadores de apellidos supuestamente ilustres se sientan
venidos del sobaco del Espíritu Santo. Sociedad cerrada y difícil, es cierto. Pero a Abad le
faltó ver la otra cara de la moneda. Esa sociedad amurallada se vacunó contra el narco.
No sé si haya relación de causa a efecto, pero el casi único traficante que vivió en
Manizales, El Osito, no pudo jamás penetrar la sociedad local. Ese plantígrado, hermano
de Pablo Escobar, que ocupó una de las casas de pro del municipio, fue lamentable
herencia proveniente de la ilustre Antioquia. Y lo digo sin ironía.
También, a título de recuento de hechos desnudos, habría que señalar que en la época de
la Violencia Manizales era una isla de paz en medio de masacres e infortunios. Y que “los
blancos” de Manizales se la jugaron en paro para restablecer la convivencia en la
geografía del Caldas grande.
Como nadaísta de las divisiones inferiores, comparto los ataques al alambicamiento del
estilo greco-caldense. Pero me parece difícil decir que esa expresión sea un baldón para el
departamento. Buena, regular o mala, fue una manifestación cultural, refinada aunque
393
culterana, muy por encima en todo caso de los estándares vigentes en la época,
seguramente esnobista pero enterada del flujo artístico del viejo continente.
Está bien, Héctor. Develemos los defectos de esa sociedad. Pero me parece demasiado
cruel castigar a todos los caldenses diciendo que, ante la falta de agua, en vez de
compasión aflora una risita despectiva. La élite de Caldas no define a los caldenses. Hay
demasiada gente sufriendo. Gente humilde, muy alejada de las pretensiones aristocráticas
que tanto te molestan.
Y el tema de la corrupción. Cierto. Después de haber sido el departamento modelo, fue
también presa de una oleada clientelista sin cuento, que todavía se enseñorea en buena
parte de la política. Pero el que allá esta situación sobresalga por contraste, tampoco da
lugar a sacar a Caldas del contexto nacional que padece del mismo mal en escala
superlativa. Muchos caldenses reventaron cinchas en la política para modificar esa
deshonrosa situación. No lo han logrado totalmente. Pero tampoco se puede retratar a
Caldas como una especie de gueto corrupto en medio de un país angelical. Mal de tontos,
si así lo quieres. No es disculpa. Pero sí reclamo una visión más ponderada.
Falla la columna de Héctor al no tomar en consideración el otro Caldas. No hablo del
pasado para no caer en la grandilocuencia. La Corporación Cívica de Caldas lucha
duramente contra las roscas corruptas; la muerte de Orlando Sierra; los congresistas que,
aunque sólo dominan porciones de la política, han tenido un comportamiento ejemplar; los
esfuerzos exitosos en el campo de la educación; la industrialización que sobrevive en
circunstancias adversas.
Sobre la tragedia se han abierto investigaciones. Esperemos su resultado para calibrar
cuánto hubo de desidia. Pero, al menos en la columna, no se ve la relación de causalidad
entre la corrupción atribuida, por ejemplo, al alcalde, de quien tengo información distinta,
y la situación que hoy enluta a tantos hogares.
(Tomado de: El Espectador, noviembre 13, 2011).
394
ANEXO 7
Fiel surtidor de hidalguía
Por: Germán Cardona Gutiérrez
Hace ocho días, en estas mismas páginas Héctor Abad Faciolince escribió acerca
de mi ciudad. Los manizaleños, lejos de ser lo que él dice en su artículo, somos una
sociedad culta, que reclama con respeto, se sobrepone al dolor y a la tragedia como la que
hoy estamos lamentando por la muerte de 48 de los nuestros.
Nos sentimos muy orgullosos de ser descendientes de montañeros aguerridos y
emprendedores que a mediados del siglo XIX fundaron la ciudad. Eso de creernos de
sangre azul es un estigma que han querido imponernos debido a que nuestra raza se
distingue por sus buenas maneras.
Sí nos sentimos muy orgullosos de la forma como logramos levantarnos después de tantas
tragedias que nos han azotado. En la década de 1920 Manizales era una ciudad con una
fuerte economía, pero tres incendios consecutivos se encargaron de dejarla en cenizas. La
monumental catedral de la época, construida en maderas nobles de la región, ardió
acompañada de buena parte del centro de la ciudad. Nuestra vecindad con el macizo
volcánico del Nevado del Ruiz es otro dolor de cabeza constante, y las avalanchas y
derrumbes han sembrado muerte y desolación. Como alcalde dos veces de mi ciudad me
correspondió enfrentar algunas de ellas, siempre con el apoyo y la solidaridad de mis
coterráneos y como lo están haciendo hoy el Gobierno y tantas empresas que nos
facilitaron sus equipos para atender la emergencia por falta del agua.
Pocas ciudades en el mundo tienen una topografía como la nuestra. Hace cuatro décadas
Manizales no soportaba una semana de lluvias porque empezaba a derretirse. La tragedia
del barrio Cervantes, cuyas causas están por establecerse por los expertos en geología e
hidráulica, nos recuerda dolorosos deslizamientos del pasado.
395
Manizales, que sigue siendo modelo gracias a la calidad de sus recursos naturales y a unas
reforestaciones que son admiradas por expertos mundiales, soportó una absurda
suspensión del agua en toda la ciudad. También allí se deberán establecer las
responsabilidades, pero el comportamiento de los manizaleños debe ser digno de
reconocimiento en un país donde muchos prefieren arreglar los problemas a través de las
vías de hecho. Por eso la ciudad podría llamarse Capital del civismo y el buen
comportamiento ciudadano. Claro que había rabia y malestar contra las autoridades. El
voto en blanco, los nulos y los no marcados sumaron más que los que obtuvo el alcalde
electo. Dicen que muchos de los nulos tenían escritos contra los dirigentes públicos y
políticos. El nuevo alcalde tendrá 380 mil manizaleños pendientes de su gestión. Manizales
es una ciudad pujante, emprendedora y alegre, que semeja un balcón natural desde donde
se observa un paisaje espectacular. Pablo Neruda (no nosotros) la bautizó como “una
fábrica de paisajes”. No es que nos creamos mejores que los demás, sino que quienes nos
visitan salen a hablar de nuestras cualidades: que somos amables, cultos y cálidos en el
trato. Claro que, como en todas las ciudades del mundo, en la nuestra también habitan
antisociales, corruptos e inmorales. Lo invito mi, admirado Héctor, para que usted y
quienes leyeron su artículo nos miren con el respeto y el cariño con que nosotros
quisiéramos que nos miráramos todos los colombianos.
(Tomado de: Cartas a El Espectador, noviembre 13, 2011)
ANEXOS ENTREVISTAS
EAm1
Transcripción afro-migrante 1
I=investigador
E=entrevistado
I: bueno pues rimero comencemos como por, por cuestiones básicas, cierto.
396
I: ¿cuál es su edad?
E: ehh, yo tengo 32 años
I: Listo y su estrato
E: estrato, bueno aquí en Manizales o de donde vengo
I: Ehh los 2
E: bueno aquí en Manizales vivo en residencia universitaria, no sé que estrato es ese y… de
donde vengo es estrato 3.
I: hujumm, bueno ehhh pues su sexo, masculino, ¿cierto?
E: (risas)
I: ehh tiempo de residencia acá en sociología.
E: ¿tiempo de residencia…?
I: ve en la ciudad, perdón.
E: en la ciudad ya tengo cuatro años y medio
I: ahh bien.
I: bueno ehh. Nito, para usted ¿Qué es la ciudad? Cuénteme todo…
E: la ciudad es un escenario, un escenario amplio con unas condiciones muy complejas,
donde surgen todo tipo de relaciones “más o menos” (1:01)
I: y bueno y… para usted entonces que sería lo urbano
E: pues lo urbano tiene que ver con esa condición de la ciudad también, lo urbano es el
escenario (XX1:13) mediante el cual tu dentro de un espacio determinado puedes acceder a
un sinnúmero de (…) de espacios y necesidades que, que pueden satisfacer ehh (…) de
acuerdo a alguna necesidad.
I: bueno, cuando usted llegó acá y como que se encontró como con un nuevo mundo por
así decirlo, ehh usted cómo (…) cómo encontró ese mundo, o sea, es decir usted cómo
describiría la ciudad
E: pues Manizales, Manizales comparada con otros lugares del país que he vivido pues no,
no porque a pesar de que es una, es una, es una ciudad “o” ,(1:49)una ciudad pequeña, una
ciudad--- con una cierta estructura urbana todavía conserva mucho actores de ¡un pueblo!
397
De, donde las relaciones son mucho más estrechas, entonces pues para mi personalmente
Manizales no, no me produjo mayores, mayores sobresaltos en ese sentido.
I: humm, bueno. Y (…) cuales son como sus recorridos en la ciudad.
E: ¿aquí en Manizales?
I: Si, los recorridos cotidianos
E: pues todos los espacios de disfrute que brinda la ciudad, eh… ehh lo que es lo lúdico, lo
que es ehh los festivales de teatro, los espectáculos culturales que brinda la ciudad, los
escenarios… de recreación, y de diversión.
I: bares y esas cosas. O ¿usted no va a bares?
E: bares muy poco, ehh si, si muchos lugares por lo menos el recinto del pensamiento, ehh
alguna zona eh, santagueda, algunas zonas turísticas, ehh Chipre, bueno muchos lugares
que la ciudad te brinda para, para, para esparcirte, para recrearte, para vivirla, los centros
comerciales, ya, muy poco tiene la ciudad pero bueno, “ahoritica vivimos en ella” ya (3:11)
E: (risas) si, si. Ehh usted que, usted considera que ganancias consi, considera su, su, su,
mapa mental de la ciudad, que tanto la conoce, Desde su punto de vista.
I: pues Manizales que te digo, te sirve como (xx 3:29) como Manizales, bueno el espacio
urbano como tal pues obvio que se recorre con mucha facilidad porque como te decía ahora
rato Manizales es una urbe enormemente chica lo que te permite acceder a ella de manera
muy fácil…
I: hujum
E: fuera de eso no me, no me parece que, que sea tremendamente costosa, entonces eso
también le permite como estudiante por lo menos acceder con mucha facilidad a, a la, a, la,
a la ciudad. Pero recordando, de me recuerda nuevamente como (…)
E: ehh, ah bueno, no que como cuales son como, ah no que tan amplio es su mapa mental, o
sea usted que tanto conoce la ciudad, mucho, poquito, más o menos.
I: sí, Manizales, si, me conozco, creo conocerlo suficientemente.
E: hujum
I: y, como en ocasiones es una ciudad que más bien diría yo su estructura mental es
enormemente cerrada
E: hujum
398
I: con una estructura muy conservadora, donde se guardan muchas apariencias pero la
realidad es otra es cosa
E: hujum
I: entonces hay un contraste o sea de, esa Manizales que expresa y la Manizales real, ya.
E: bueno ehh. Usted me estaba hablando de sitios, cierto que las personas pueden utilizar,
¿usted pensaría que, la ciudad se puede usar?
I: bueno, la ciudad tiene, claro que la ciudad, la ciudad con su contexto y su infraestructura
tiene una serie de, de espacios a disposición que son lugares de uso, son lugares de
esparcimiento pero esos lugares de uso, obvio que en un mundo de mercados esta mediado
por, por ese (…) no solamente ese valor de uso que se le da a la ciudad sino ese valor de
cambio
E: hujum
I: el disfrute de ella y la asevera a ella no es, no es democrático y obvio que la ciudad no
tiene porque ser tan democrática, ya obvio que eso esta mediado por el factor económico,
entonces yo sé que para la misma gente de Manizales hay muchas restricciones a acceder a
todo ese tipo de, de, de espacios que la misma ciudad oferta.
I: si. Ehh bueno. Y ¿a usted le gusta pasear por esa ciudad?
E: yo digo como estudiante, una manera de desestresarse de tanta carga académica es
vivirse la ciudad, lo, los cortos tiempos que le quedan, deben vivírsela y, obvio que la
disfruto.
I: ahh bueno. Y ehh--- ¿qué lugares le gusta a usted para pasear en la ciudad?
E: humm. Muchos, ehh (…) me gusta estar conmigo mismo, eso suena(…) ehh voy a
Chipre porque hay una buena panorámica y una buena manera de, de(…) de asumir la
ciudad desde la distancia, como te decía ahora rato a los centros comerciales, al cine ehh, a
todo la oferta cultural mediante el cual no he tenido tiempo y se puede estar en ella
también, Ya; ehh, esos son como los “rutinarios”(6:58) que más trato de disfrutar de esta
ciudad.
I: hujumm. Ehh, ¿a usted le parece peligroso usar la ciudad?
E: no.
I: no,
399
E: depende, depende como tu la uses y a que se le llame, a que se conozca como peligroso,
ya, ehh depende, vuelvo y te repito eso tiene, eso depende de usar la ciudad como(…)
bueno, o mejor dicho no entendí bien la pregunta.
I:no, pues a usted le parece, peligroso, ehh de pronto transitar por algún sitio, ehh, usar los
sitios para determinadas cosas que pueden no estar como muy establecidas.
E: ahh no, obvio que toda ciudad tiene, tiene sus zonas demarcadas, tiene sus zonas me
imagino que esta ciudad no es ajena a eso, tienen sus lo que llaman las joyas o los sitios,
oscuros, sitios en los cuales no puedes acceder, ya, porque obvio que te vas a conseguir con
un determinado tipo de personas, si me entiendes, entonces en ese orden de ideas pues si tu
a determinadas horas frecuentas unos sitios de esos pues tu sabes cuales serian las
consecuencias de las cuales (xx8:15)
I: si, claro. Ehh ¿usted disfruta la ciudad?
E: sí como te lo dije ahora rato,
I: hujum, si, pues por los espacios que puede brindar, ¿cierto?
Bueno ehh ¿usted para que usa entonces la ciudad? Y ¿Qué ventajas o que ganancias tiene
si usted la usa?
E: la ciudad es un espacio de movilidad, la ciudad es un espacio de encuentro, y de
desencuentro a la vez, la ciudad es un espacio de socialización y al vez de
individualización, entonces, ehhh dependiendo lo que medien tu propio interés ehh te
concibes en cada uno de esos escenarios; cuando quieres estar contigo mismo, pues te
retrotraes y simplemente estarás contigo, cuando quieres entrar “con el corazón, o en
oración con otros” (9:04)individuos obvio que también te brindan esa necesidad; eso es.
Ahí estaría la respuesta a eso.
I: entonces esos sitios de los que usted estaba mencionando ahorita, entonces humm usted
podría pensar que esos sitios le sirven, ehh le sirven para crear interacciones ¿cierto?
E: si
I: para ehh, o “favores” (los dos individuos investigador y entrevistado interactúan y no se
entiende 9:2) reflexionar, para evadir
E: o, o para evadir.
I: entonces ¿cuál sería el valor que usted le otorga a los, esos lugares? A los lugares que
usted considera como…
400
E: pues son necesarios, están allí como algo necesario pero también algo que a la vez lo
puedes desechar, ya, entonces si ahí está.
I: entonces usted tendría lugares favoritos dentro de la ciudad o no.
E: lugares favoritos (…)
I: hujum, para recorrer
E: pues que te diría, lugares favoritos como tales (…) no. No--- no porque ehh (…) varío
mucho, varío mucho el disfrute que tengo en ella, lo mismo la ofertan, la, la misma oferta
que te dicen en esos escenarios también es muy variada.
I: hujumm, bueno; listo. Ehh en los lugares que bueno ya hemos hablado de lugares que
pues no son favoritos ¿cierto? Pero pues hay lugares en los que usted se, tiene, son lugares
de esparcimiento que le agradan para reflexionar o para encontrarse con personas. Ehh ¿qué
sensaciones corporales le producen esos espacios? Alegrías, tristezas, energía positiva,
E: depende, por lo menos si me siento en un parque el fin de semana leer o también
observar a la gente, ve uno muchísimas cosas, veo un cuadro de muchos espacios abiertos
te permiten mirar a la vez un sinnúmero de cosas, ehh diferente estar en una biblioteca
donde hay un ambiente más cuadriculado, más matizado por unas normas una serie de
cosas a las cuales casi todos los que acceden a ella adoptan el mismo, como una
uniformidad en su comportamiento, ehh, más bien es la experiencia de, de estar
enclaustrado, bueno todo ese tipo de cosas, pero si, hay experiencias, uno observa
experiencias angustiosas, desgarradoras, sea en un parque o caminar las calles y tan
asediado por, por la mendicidad de la ciudad, por la gente que te pide para comer, por la
gente que te pide para un sinnúmero de cosas y de las cuales así tu tuvieras como, tu no
tienes porque satisfacerle esas cosas que no es tu responsabilidad.
I: cierto.
I: bueno y ¿cree que la percepción de su cuerpo es bien vista en los lugares que usted
recorre?
E: ehh no me percato de eso.
I: no, ¿nunca lo ha pensado?
E: no me percato de eso porque; de hecho como te decía ahora rato desde que llegue a esta
ciudad lo primero que hice fue observarla y ver como la gente, una cosa expresaba y otra
cosa hacían, entonces por eso concluía que una ciudad donde se guardan mucho las
apariencias, una ciudad, una, una ciudad que ha, a dios rezando y con el mazo dando, esta
es una ciudad muy azoterrada como en ocasiones suelo describirla, muy mojigata, ehh si. O
401
sea a pesar de que hay una infraestructura urbana y la ciudad a avanzado en eso no hay una
construcción y una apropiación ehh, de concepto de ciudadano y de vivirse la ciudad como
tal de parte del, de las mismas personas que la habitan, ya. Todavía se queda en un anclaje,
y yo creo que eso es lo que hace que en ocasiones haya esa combinación de, de que
Manizales es muy marcado ehh, un pueblito ehh, urbanísticamente (…) urbanísticamente
en construcción.
I: y ¿cuál cree que es la imagen que usted proyecta a nivel corporal?
E: no sé, no sé porque es mi, ehh bueno soy un individuo y yo me vivo como individuo y la
manera que genera la ciudad ehh, no, para mi es independientemente de la manera de
Pedro, equis o Juan, si me entiendes, siempre y cuando yo no halle restricciones en mi
movilidad y siempre y cuando uno halle restricciones en mis “saturaciones” (14:01), que al
menos en esta ciudad son momentáneas, son tienen metas fijas ehh, y lo demás no me
preocupa, entonces trato de no detenerme en esas cosas ehh de no observar ehh ese tipo de
cosas como ser percibido sino que trato de, tengo mi norte y dentro de ella van humm (…)
I: ehh Nito ¿usted comparte con otras personas?
E: claro.
I: como con quienes comparte, cómo es la relación con esos otros
E: amigos, amigas, hay muchos escenarios, hay escenarios académicos, hay escenario (…)
particulares, hay escenarios de pares, hay escenarios.
I: y le. ¿Le gusta estar con ellos, disfruta pues los momentos?
E: cada momento, cada cosa se vive en su momento, con cada persona se comparte ehh, las
afinidades, ya, con cada quien hay una afinidad y.
I: y ¿con qué clases de personas, ehh, usted se interrelaciona?
E: ehh(…), no es tan específica la pregunta.
I: o sea, hay otros, otros afrodescendientes que han llegado de su pueblo ehh, mestizos
E: ahh, no obvio, pues en la ciudad uno “revive” (15:22) con todo tipo de personas, con
compañeros de la universidad, con compañeros
I: de otras partes
E: ehh, de los lugares de origen de uno, porque hay algunos elementos para compartir ehh
con mucha gente
402
I: cree ¿usted cree que el hecho de compartir se puede usar? A otra persona
E: ¿cómo, cómo?
I: ¿cuando usted comparte usted usa a otra persona?
E: no, yo creo que ese concepto de usar, no usar pues, bueno ese constructo de, de, de de
uso para mi es un concepto más de tipo comercial que de tipo social, entonces, simplemente
una entabla relaciones con las personas que le agradan, ya, y, ahí hay una reciprocidad, hay
una reciprocidad pero---
I: y cuando, y cuando de pronto buscan fines particulares con esas personas (ahh bueno,
dice el entrevistado) entonces ¿usted podría pensar que los usos así sean más de carácter
social que, que económico?
E:no, no no sería no usar, no sería usarlo, a su bueno; en ocasiones hay relaciones que, hay
relaciones ehh(…) momentáneas o, a la cuales tu acudes a un individuo porque te es de
gran utilidad pero una vez logras tus fines lo desechas y ahí si se podría utilizar ese término,
perooo, yo creo que las relaciones que uno entabla de manera tierna y duradera no, por lo
menos yo no, ehh, no me fijo,ni ni esta mediada por ese término.
I: pero bueno entonces en ese sentido ¿usted se ha sentido usado? Para esos fines.
E: vivimos en un mundo en el cual a diario, a diario podemos ser objeto de eso y de
múltiples formas y que consciente o inconscientemente, si.
I: bueno ehh, ¿a usted le gusta compartir con, con determinados grupos sociales, o
solamente con sus amigos, con personas de la universidad?
E: no, no, de verdad que no, no tengo preferencia alguna por eso, simplemente entablo
relaciones con las personas que, que hay alguna afinidad para, para avanzar y a la vez ehh,
sean objeto de agrado; porque independientemente de su origen social, étnico, religioso no,
yo noto que sean seres que haya empatía.
I: entonces ¿vale la pena compartir en grupo? ¿Para usted?--- Con respecto a esos fines de
los que me hablaba, esas necesidades que (xx 18:04) merecen, que las relaciones sociales
E: cuando es necesario; cuando es necesario, ehh, cuando es necesario trabajar, discutir,
hacer algunas construcciones de tipo colectivo se hace. Pero no necesariamente todo el
tiempo se le vuelve una necesidad al ser humano ese tipo de cosas, o en mi caso no.
I: entonces usted también comparte en grupos formales e informales; organizaciones.
403
E: por eso le digo, la ciudad es un escenario donde todo es comple, se complejizan una
serie de relaciones, relaciones múltiples, relaciones cotidianas, relaciones, espontaneas, en
el bus, en fin hay una serie de escenarios hay una interacción permanente con otros seres
humanos algunas que son duraderas otras simplemente desaparecen en la ocasión.
I: usted ¿nunca ha hecho parte de grupos así por ejemplo de afrocolombianos acá en
Manizales?
E: claro tenemos una asociación de estudiantes en la cual actualmente soy su presidente y,
si ahí trabajamos en algunas finalidades; pero ello no implica de que sea el único propósito,
de hecho hay otra organizaciones donde yo particularmente he trabajado con los CMJ, los
consejos municipales de juventud, ehh, alguna vez, pues tengo una experiencia porque
alguna vez, de hecho hice parte de, de un poco jóvenes que en este país discutimos y
trabajamos la ley de la juventud, de hecho mi primer visita a Manizales fue en uno de esos
foros donde se discutía la ley de la juventud, y en donde consagramos una serie,
articulamos en beneficio de la juventud, entonces eso me permitió acercarme a el consejo
municipal de juventud de aquí en Manizales como de otras partes del país y a veces trabajar
con los muchachos de CMJ, CLAITON, otros grupos que la ciudad tiene, lo mismo son las
relaciones de existencia de la asociación de estudiantes afrocolombianos ha llevado a
entablar relaciones con otros grupos anti institucionales de otras universidades, en fin, una
relación te lleva a otra relación.
I: bueno y Nito, ¿usted a veces se ha sentido excluido?
E: Manizales es una ciudad que, que conozca eso se; diría yo ”consultaría” (20:41)
haciendo un pajazo mental. Lo digo porque Manizales tiene una estructura ehh, muy
obsoleta, muy arcaica, todavía muy primitiva diría yo, todavía hay gente que, aquí se quedó
en la Europa medieval , en la Europa, entonces hay gente que se diga la española de esta
ciudad; entonces todavía sigue recovecos de, de esas viejas estructuras colonialistas y eso
es sacado en la mente de la gente de aquí, que eso es lo que incluso, en ocasiones, de hecho
si tu te preguntas por la identidad, por los elementos identitarios que identificarían a un
manizaleño o una manizalita, se diluyen, tu no los vas a conseguir ehh, tu por lo menos, es
muy fácil que tu halles elementos identitarios del paisa antioqueño, de, el quindiano, ehh,
pero si a ti te dicen cual es el elemento identitario de, del caldense manizaleño yo
personalmente es difícil hallarlo, no creo que un paso doble lo sea, (hujumm, dice el
investigador) yo no creería que un paso doble l o sea, ehh su tauromaquia con todo el
respeto, es su cultura y hay que respetar las culturas, pero una “cantidad” (21:54) de
anclajes en las cuales, ehh por eso a Manizales le es muy difícil, al ciudadano manizaleño
común y corriente, todavía le es muy difícil tolerar, y, todavía hay que se extraña, ehh, que
ve un indígena, un afrocolombiano, más que un indígena un afrocolombiano en la ciudad,
todavía la gente se pregunta cuando humm, dice uno pero por dios donde se quedaron estas
404
mentes tan atrasadas, a no ser que hayamos caído hace 2, 3, 4, días de Marte o(risas y luego
afirmación) de no sé qué planeta a habitar este país donde algunos con un poquito más de
tiempo que los otros pero tanto los grupos originarios, los amerindios, que hoy conocemos
como indígenas, tanto los descendientes de españoles, blancos o mestizos, bueno ehh, la
identidad es un problema de autoreconocimiento y el que se quiera asumir como blanco
pues lo es, el que se quiera sumir con su mestizaje América, ehh latino pues también y tanto
los ehhh, descendientes de africano y colombiano y afrocolombiano o colombiano ehh,
tiene casi el mismo tiempo de estar habitando cualquiera de estos lugares de Colombia o de
cualquier lugar de América latina (hujumm, dice el investigador) pero todavía para muchos
individuos es extraño y se mira con, con esa extrañeza, eso, eso muestra pues el atraso
mental en que esta anclada la ciudad.
I: entonces ¿también podríamos hablar de, de el contexto de marginación y segregación en
todo ese concepto o solamente de exclusión? como tal.
E: “adentrarme” (23:35) en ese tipo de cosas, de marginación, exclusión y todo ese tipo de
cosas no, pues no sería mi propósito porque, vuelvo y te digo, nosotros estamos aquí y a
nivel de la asociación hemos creado algunas opciones afirmativas, hemos creado algunas
opciones, ehh pero, eso debería ser un asunto más de, de las personas que se piensan vivir
esta ciudad, que piensan establecerse en esta ciudad y en los grupos y de los afros que
nacen aquí porque incluso es tan raro que, aquí por lo menos muchos estudiantes y mucha
gente que es de aquí de la ciudad, muchos estudiantes que proviene tanto del pacifico como
de la costa atlántica han tenido familia y han tenido sus hijos que son manizaleños; para un
manizaleño sería inconcebible que, que aquí nazcan afros, o sea para quien (xx 24:29) es
como yo decir bueno en el Chocó hay afros o negros, ¿no?, el Chocó es un departamento
que tiene municipios de población mestiza o como les decimos nosotros allá, paisas!!!, ya
declararon el atrato, el palmar, “turquia”(24:45), muchos municipios alrededor, muchos
municipios que su población es netamente son municipios chocuanos, como en Quibdó
también hay una lata población porque, ningún lugar de Colombia creo esta vetado para
que, para que los colombianos se lo recorran o para que nazcan x o y tipos de colombianos.
I: hujumm
E: de pronto las cosas que en una ciudad tiene que irse como, para que haya una proporción
de ciudad como tal (xx 25:12)
I: bueno y… ¿usted qué piensa que aprende cuando usa la ciudad? Volviendo al tema
ahorita de lo urbano, que aprende, experiencias.
E: ahh, pues la ciudad “te sorprende”(25:28)la ciudad esta vez te sorprende porque la
ciudad; la ciudad se te presenta tal y cual con todas sus complejidades, ya, ehhh, con sus
atrasos mismos también, con sus desigualdades tras sus restricciones, por lo menos ver, a
405
mi por lo menos me sorprende enormemente, cada vez ver muchos individuos en esta
ciudad, ehh llamada Manizales; y ciudadanos manizaleños escarbando en la basura para
sobrevivir, para comer o durmiendo en los andenes, o los puentes, o , mejor dicho en los
montes donde los coja la noche(…) bueno uno mira eso con extrañamiento (hujumm dice el
investigador).
I: bueno, entonces ¿la ciudad para usted educa y de qué manera lo hace? (XX 26:26)
E: pues hay un vivir , hay un vivir en la ciudad, hay una manera de vivir en la ciudad,
donde hay unos códigos, donde hay unos patrones que esa misma, que ese vivir en estos
espacios urbanos que, ehh, son, se te convierte en un escenario de aprendizaje, de
apropiación, entonces de esa manera, pues, pues pero también diríamos es lo mismo que si
tu te vas a vivir a una zona rural, también hay unos códigos hay unos, una manera de vivir
donde ehh, si tu no te apropias de eso pues eres un ignorante en ese espacio porque no
conoces la manera de vivir en esos escenarios, ehh, entonces ambos escenarios son,
escenarios de educación en ese sentido; uno más complejo que otro, pero ambos son
escenarios que, todo lo que te permite vivir nuevas experiencias pues esta, permitiendo a
que adquirir nuevos conocimientos.
I: bueno y(…) ¿Cuándo usted vuelve a su lugar de origen cual es el género narrativo que
más usa para hablar sobre la ciudad? O, o que tipos de herramientas, fotografías, dibujos,
video. O simplemente es oral, va y cuenta, vee, en la ciudad vi tal y tal cosa.
E: no, porque uno no, es que como te digo eso se vuelve tan cotidiano que no, no, no tiene
uno porque detenerse como a decir, o sea vivimos en un mundo global donde aún el lugar
más apartado del mundo está influenciado por los medios masivos de comunicación, donde
nada te puede sorprender porque lo que no te llega de manera real te llega de manera
virtual, donde a los ciudadanos de esos lugares aún el ciudadano que no haya salido de su
lugar, puede ser el lugar más apartado tiene una cierta compresión del mundo exterior, si
me entiendes, entonces no, no necesariamente hay que entrar en ese detalle, cuando, no; a
no ser que uno vaya a preparar una exposición de esas pues obvio(risas, luego el
investigador afirma) si voy a preparar una exposición y voy a hablar de la ciudad, ya si, se
prepara, pero en tu vida cotidiana tu, simplemente vives y si alguien te pregunta como es el
lugar donde vives pues tratas de describir lo más importante o lo, ehh, si lo que uno puede
describir, pero de resto, no no hay un detenerse, un detenerse en eso porque pues nosotros
no estamos descubriendo que el agua moja, sabemos que moja “y va para el baño” (29:10)
I: Nito, Nito, era todo eso, no más muchas gracias
E: bueno
406
I: me ha, me ha salvado la vida, no mentiras muchas gracias por su aporte, muy, muy
importante para lo que estamos intentando trabajar (salen estudiantes de clase) Nito gracias.
E: listo Jorge.
EAn1
I: ehh, vamos a comenzar la entrevista y me puedes contar ehh, ¿Cuántos años
tienes?
E: humm, 19
I: nacida acá en Manizales. ¿Te consideras afro?
E: humm más o menos no tanto
I: ¿por qué?
E: pues igual como yo siempre he convivido con personas blancas entonces pues a
veces me, o sea no me llevo más bien con la gente de por acá que con la gente de (XX 0:39)
del Chocó, de Tumaco.
I: si. ¿Tu familia de donde viene?
E: de Buenaventura
I: y ¿hace cuanto están viviendo acá en Manizales?
E: pues llevo “prácticamente” (0:57) acá desde que nací
I: y ¿tus padres hace cuanto viven acá?
E: mi mamá ha vivido como 35 años aquí
I: y ¿por qué llegaron acá?
E: mi mamá pues buscando trabajo llegó aquí y le consiguieron trabajo aquí
I: ¿tu papá es afro también?
E: Si pero igual yo no lo conozco, no sé en estos momentos donde está, pues no sé
nada de él.
407
I: bueno entonces vamos a comenzar con, las preguntas de la entrevista. La primera
es que me cuentes sobre que es la ciudad
E: una comunidad.
I: y ¿sabes que es lo urbano?
E: para mí lo urbano es mi ciudad
I: ¿cómo describes la ciudad? Manizales
E: Manizales es una ciudad aburrida
I: ¿si, por qué?
E: no, no pasa nada con Manizales sino que, pues hace poquito estuve de vacaciones
en Buenaventura, entonces pues es muy diferente Buenaventura a Manizales, es de mucho
ambiente la gente pues aunque sean las once de la noche hay gente en la calle en cambio
por acá es todo solo, la gente es toda aburrida (XX 2:34) no pasa nada en Manizales
I: ¿te identificaste mucho con Buenaventura?
E: humm si, quisiera irme a vivir allá.
I: ¿le gusta pasear por la ciudad?
E: a veces porque como igual yo no conozco todo Manizales entonces es como muy
aburrido
I: y ¿qué lugares le gustan para pasear?
E: pues lo normal, Chipre donde todo el mundo va, ahh y el bosque popular
I: ¿disfruta de la ciudad?
E: más o menos
I: ¿de qué manera aprovecha la ciudad?
E: paseando con mis amigos, rumbiando, pasiando.
I: ¿cree que la ciudad se puede usar?
E: como así… pues no entiendo como así que usar
I: ¿Qué significa usar?
408
E: (risa) no es que no entiendo
I: uno puede usar muchas cosas, pues o sea objetos, puede usar lugares. Entonces
quiero saber si la ciudad, según tu concepto de la ciudad, la ciudad se puede usar
E: pues… no, no sé, no le entiendo la pregunta; pues deme aunque sea un ejemplo
I: pues por ejemplo la ciudad se puede usar para pasear, para conocer, para
divertirse
E: para eso también.
I: y ¿para qué más?
E: para estar con mis amigos, ehh para conocer gente nueva, lugares nuevos, no sé.
I: ¿para eso usa la ciudad?
E: pues si; ahh y para estudiar y trabajar
I: ¿le parece peligroso usar la ciudad?
E: no, para nada
I: ¿Qué ganancias obtiene de usar la ciudad?
E: que ganancias obtengo, no pues a veces conozco gente que viene de otros
lugares, pues o sea conozco gente de cuando yo voy pues o sea a rumbiar o cuando voy a
pasear o cuando estoy buscando trabajo así me relaciono con gente
I: ¿Cuáles son los recorridos cotidianos que hace por la ciudad?
E: los recorridos… no pues es que casi nunca salgo.
I: ehh, ¿tiene un mapa mental amplio o estrecho de la ciudad?
E: ehh, no amplio.
I: ¿qué valor le otorga a los lugares? Los lugares que le gustan
E: pues los únicos que me gusta son Chipre, y ya, hay muchos lugares básicamente
lo que me gusta es cuando voy a salir es salir a rumbiar ya, no más
I: ¿para qué le sirven los lugares?
E: (XX 6:35) (risas)
409
I: bueno, ¿tiene lugares favoritos para recorrer?
E: (XX 6:50) el estadio, el cable, Chipre, el bosque
I: y ¿por qué son los favoritos?
E: pues el bosque pues pa, pa no sé pa ir hacer un picnic por allá, la enea pues para
ir a visitar a mis amigos y a rumbiar también ehh Chipre también para ir a rumbiar y el
cable también ir a rumbiar
I: y ¿por qué los recorres?
E: pues porque no sé, mis amigos me invitan para allá
I: y ¿qué hace en esos lugares?
E: (XX 7:41) (risas)
I: ¿qué sensaciones corporales siente en su lugar favorito?
E: no, normal
I: ¿cómo se siente corporalmente en los lugares que le gusta visitar?
E: no sé (risas) ¿Cómo me siento? Bien
I: ¿cree que la percepción de su cuerpo es bien vista en los lugares que visita?
E: humm, no.
I: o, ¿cómo cree que la ven otros?
E: normal, si normal
I: ¿Cuál cree que es la imagen que proyecta a nivel corporal?
E: normal
I: eres una persona segura, insegura, una persona exótica , rara para la ciudad
E: humm
I: ¿cómo cree que la perciben?
E: no sé alegre
I: ¿comparte con otras personas?
410
E: pues si
I: ¿con qué clase de personas?
E: con, pues a veces estoy con otros amigos que son pastucitos, a veces estoy con
mis amigos del Chocó, o, a veces de la universidad
I: ¿cree que las personas se pueden usar?
E: no… ¿usar para qué, en qué sentido?
I: en todos los sentidos ehh, usar a alguien para darle celos a otra persona por
ejemplo
E: (XX 10:23)
I: y ¿de qué otra manera se pueden usar?
E: ¿de qué otra manera se pueden usar? No sé ehh vacilar con ellos
I: ¿cree que en el hecho de compartir se puede usar a otra persona?
E: en el hecho de compartir
I: por ejemplo es muy común entre los jóvenes que están aburridos entonces llama a
los amigos para salir, eso puede ser una forma de uso…
I: ¿ha usado a otra persona con fines particulares?
E: ¿he usado otra persona?... si… si a veces si
I: ¿cómo en que caso?
E: pues dándoles celos a otra persona … o sólo para entretenerme. Ya
I: ¿comparte con grupos sociales?
E: grupos sociales.
I: con grupos formales… ehh, ¿eres integrante de algún grupo?
E: amm, de palenque vivo
I: ¿qué tanto comparte?
411
E: muy poquito pues porque como igual soy muy tímida, me no me relaciono tanto
con esa gente, como ya lo explicaba antes que para mi es más fácil relacionarme con gente
de acá que con gente del Chocó, del, de, ¿cómo es que se llama?
I: ¿del pacífico?
E: si del pacífico
I: tumaco
E: aja
I: Chocó. Y ¿por qué comparte con otros?
E: me parezco más a ellos que a los de acá. Compartiendo con los otros, porque
muchas veces pues me dicen ahh no que usted, usted piensa diferente ehh se relaciona con
otra gente que ellos nunca se relacionarían, por ejemplo con los indígenas o a veces yo
tengo pues he tenido relaciones con ellos, con los indígenas, entonces pues ellos los ven
como muy raros, o sea para ellos es, o sea es como, hay que estar negro con negro; ¿si me
entiende?
I: y ¿por qué crees que, que los otros afro son diferentes?
E: igual porque no vienen pues de otra parte, para ellos es distinto, es muy, muy
muy diferente a los de por acá; son más bulliciosos, son más rumberos pues en eso si me
relaciono con ellos. Ehh se integran más al grupo
I: ¿vale la pena compartir?
E: si
I: ¿alguna vez se siente usada cuando comparte?
E: no
I: ¿Cómo es su relación con otros?
E: ¿con otros?, ¿qué no sean pues del pacífico?
I: no, con los que quiera, con otros a nivel general
E: pues normal (risa)
I: ¿le gusta estar con otros con otras?
E: si
412
I: bueno esta pregunta es, ¿algunas veces se siente excluída?
E: no
I: ¿algunas veces se siente marginada?
E: no
I: ¿se siente segregada?
E: que, pues que concepto es segregada
I: segregada tiene una connotación racial si, si cree que la apartan por ser de otro
color
E: no. Pues eso me pasaba más que todo cuando era más chiquita en el jardín que
me decían que por qué yo tenía un color diferente
I: ¿se siente ignorada?
E: no
I: ¿se siente desconocida?
E: humm para nada
I: ¿cree que es importante compartir?
E: si
I: ¿que experiencias tiene de compartir y participar en grupos?
E: conozco, conozco gente, ehh conozco sus culturas que me gustaría, o sea muchas
veces no me gustaría ser de acá de Manizales sino ser así como ellos
I: ¿cree que el hecho de haber nacido en Manizales le implica un comportamiento
diferente al de los afros?
E: humm, si
I: y diferente en qué sentido
E: diferente… no asé tengo otros muy diferentes a los que tienen ellos
I: ¿Qué cosas aprende cuando usa la ciudad?
E: ¿qué cosas aprendo? Pues cuando estudio, no más-
413
I: pero digamos por fuera de la universidad
E: ¿por fuera de la universidad?
I: de la, de la ciudad en general que aprendes
E: (risa) no, nada
I: ¿la ciudad educa a las personas?
E: ahhmm, respondiéndole la otra pregunta, que, qué cosas aprendo,
I: que cosa aprende de la ciudad
E: que veo gente por ahí, esa gente desechable que no tiene techo, pues no, a veces
valoro lo que yo tengo cuando veo esa gente así
I: ¿le gusta la ciudad?
E: ¿esta ciudad? No, no me gusta
I: ¿por qué?
E: no, no sé igual siempre he vivido acá toda mi vida entonces siempre veo lo
mismo, siempre pasa lo mismo entonces no. Me gustaría pues conocer otras partes, otros
lugares viajar a otras ciudades también
I: ¿la ciudad es divertida?
E: si, siempre y cuando uno tenga con quien divertirse
I: ¿vale la pena usar la ciudad?
E: pues si
I: o te da lo mismo estar en la ciudad que estar encerrada
E: si, me da lo mismo
I: ¿Qué entiende por ciudadanía?
E: ciudadanía… humm.
I: ¿hay racismo en Manizales?
E: pues ahora no, antes si había mucho racismo cuando pues no, igual como ya hay
más gente del pacífico por acá y pues como antes no había tanta gente, entonces yo era la
414
única negrita de por acá, y siempre ahh que vean la negrita que yo no se que o a veces pues
yo tenía amigas que me decían que no se querían juntar conmigo porque yo era así
I: ehh, cuéntame alguna anécdota, ehh racista.
E: humm que me acuerde, en el jardín… ahh no en el colegio (XX 20:17) ehh unos
compañeros les dije que si podía jugar con ellos y me dijeron que no, yo les dije que por
qué, que porque yo era muy diferentes a ellos; eso fue como en primaria
I: pero en general crees que te han tratado bien acá por tu color o no
E: ehh, más o menos pues, ya cuando se genera, tanta gente por acá a estudiar ya la
cosa ha cambiado, ya no me discriminan tanto
I: ¿ehh por ejemplo la entrada a lugares públicos no, no es restringida?
E: no. Pues a veces me siento rara yo siento que todo el mundo me mira cuando yo
soy la única o cuando soy la única negrita en el colegio o en la universidad, siempre me ha
tocado ser la única negrita, no me ha toca pues no sé con una compañera que venga del
pacífico
I: esa era la pregunta que te hacia sobre qué imagen proyectas
E: ahh es que no te entendí… pues yo a veces trato como de integrarme a ellos pero,
pues no sé me resulta muy difícil, pero igual pues yo me relaciono más igual con la gente
de acá que con la gente del pacífico. Pues me resulta muy difícil porque siempre he sido
tímida
I: y ¿crees que te miran raro en general? O no tanto
E: no, no tanto
I: ¿tienes algo que agregar?
E: no
I: gracias
EAn2
Afro nativo 2.
I: investigador
415
E: entrevistado
I: Bueno para empezar eee podría por favor decirnos eee su edad eee (…) su
nombre (,) ¿cierto? esos datos generales (.)
E:Mi nombre es Jonathan Fabián Uribe (,) tengo 22 años, estudio geología, soy
representante al consejo de facultad de ciencias exactas, vicepresidente de la asociación de
afrocolombianos de la universidad de caldas(,) eee(…) coordinador de del col colectivo de
geología(.)
I: Está bien ya (,) listo bueno eso está bien (risas)(.) listo ya empezando
entonces con la encuesta eee(,) con la entrevista(,) quiero que(,) me hable un poquito
de que es la ciudad para usted(.)
E:¿La ciudad?(,) eee la ciudad es un ele eee pues uno (…) uno podría pensar
que(…) que bueno el que, en técnico que es la ciudad (…) pero bueno eee (…) la ciudad
para mi es (…) ese lugar donde uno primero crece, se forma(,) donde (…) por la misma
sociedad que habita la ciudad eee uno (...) se forma(,) ¿cierto? (…) depende de si se forma
bien, de si se forma mal (,) es ese espacio donde uno (…) uno aprende eee (…) ¡a vivir¡
¿sí? Donde uno aprende (…) los pequeños detalles y las grandes cosas (.)
I: Bien (…) eee (,) siguiendo entonces con la línea (…) había alguna diferencia,
o (,) no (…) primero definamos para usted ¿qué es lo urbano?(.)
E:(Risas) lo de cemento (risas) (.)
I:Lo de cemento (,) entonces ¿cuál sería la diferencia entre ciudad y urbano? (.)
E:ciudad y urbano (,) no yo creo que no hay (…) pues (…) en la sociedad en la que
vivimos eee (…) ciudad tiene cemento (,) si nos vamos a lo rural ¿cierto? lo rural no tiene
cemento(,) no es un un (…) son casi que una barrera que uno le meten ¿cierto? (…) pero
(…) pero no mentiras lo urbano puede ser lo lo que (…) lo que crece en la ciudad ¿no?(,)
pero la ciudad es el espacio físico (,) esa ciudad es el espacio físico eee (…) es la
coordinación física que tienen entre calles y carreras(,) grandes edificios(,) los de (…) lo de
la ciudad (…) pero lo urbano, lo urbano es lo que forma allí las las las características de la
sociedad ¿no? (,) no no no no no tendría como forma de nunca me había parte, nunca me
había puesto a pensar (…) en en eso(.)
I:Bueno es impor (…) pues me parece muy importante (...) la parte en que
entra a describir un poquito la ciudad ¿cierto? (…) los edificios, las calles, las carreras
(,) ad (…) pues adentrémonos un poquito más y (…) que (…) usted ¿cómo describiría
la ciudad?(.)
416
E:Hab la ciudad (…) la ciudad (…) bueno primero, voy a ir desde desde (…) desde
lo físico, la ciudad eee es cemento vuelvo e insisto (,) la ciudad es cemento, (…) es de
grandes espacios, (…) es de (…) de los que algunos llaman (…) imagen ¿cierto? de lo que
uno llama estética, de lo que algunos llamaran estética, (,) es de (…) (…) (…) es de
políticas, es de economía, es de de (…) sociedad, es de (…) (…) es de de muchas (…) pues
de muchas cosas, pero (,) en mí en en a mi parecer (...) pues si yo tirara desde un concepto
más profundo del que a mí me parece, la ciudad es capital(,) la ciudad es capital ¿cierto?
hay economía, donde su mueven los los grandes vasos de dinero ¿sí? Es donde (…) donde
(…) donde llegan los productos limpios y cierto (…) se convierten en moneda (.)
I:Ok (,) bueno es como los esbozos generales de la (…) de la ciudad y lo urbano
(,) ya en una experiencia más personal (,) eee (…) ¿cuáles son los recorridos que usted
hace por la ciudad? (,) ¿por dónde anda? O ¿Por qué parte les gusta andar?(.)
E:A mí me gusta andar por donde hay vegetación (,) (inteligible 04: 21) la ciudad
tan blanca como que no me parece tan (…) entonces a mí me gusta mucho, cuando quiero
caminar, me voy de acá de la universidad hasta mi barrio la enea a (…) a pie (.) esa bajadita
del batallón es (…) es bien elegante (,) y la Santander que es lo típico pa (…) todo
universitario ¿no? (risas)
I:Así, eso si todos los universitarios lo tenemos que recorrer (risas)(.) bueno eee
(…) usted es de (…) de que ciudad, ¿de dónde es? ¿De dónde viene? O ¿es de aquí? (.)
Yo soy de acá de Manizales (.)
I:A bueno (,) entonces (…) según ello (…) pues (…) ¿cuánto podría decir que
usted conoce a Manizales?(.)
E:Yo pensé por un tiempo que yo conocía Manizales(,) porque uno piensa que
conocer a Manizales es conocer todos los espacios (,) pero entonces se olvida de la otra
mitad de Manizales, que la hace ciudad que es la gente (,) entonces bueno (…) uno podria
pensar que uno podria conocer mucha gente (…) pero no la conoce toda (,) entonces por lo
tanto no puede conocer a toda Manizales(.)
I:Claro es cierto (,) listo hay tenemos los (…) ahí ya hablamos como lo de la
ciudad (…) en cuanto a su forma física y los recorridos (,) pero ahora vamos (…) pues
pasemos a los usos que se le puede dar (…) o al pensamiento de la ciudad de uso (,) y y
y entonces yo le pregunto eso mismo (…) ¿usted cree que la ciudad se pueda usar?
E:a ver no no (…) me suena raro porque (…) pues cuendo uno le hab le dicen usar
¿cierto? (…) en el común (…) uno piensa que es algo, es una herramienta ¿cierto?(,) que
bien o no es desechable o es desechable (…) pero que cumple un uso (,) entonces a uno le
queda un poco difícil pensar E:que la ciudad es una herramienta que usa o que puede durar
417
o que desecha (…) pero pues (…) yo puedo ver un poquito mas allá de la pregunta y puedo
decir, bueno yo puedo usar los espacios de la ciudad (,) pues si bahuman tiene razón o no se
utiliza a la gente de la ciudad ¿cierto? (risas) no no si I:¡es cierto!(.)
I:Bueno (…) y entonces en este uso, en este desenvolvimiento y fluidez (…) de
bahuman (risas) podríamos decir que ¿la ciudad es peligrosa? O que… o ¿podría
llegar a ser peligrosa?
E:Vea, la ciudad es como un revolver (,) ¿sí? (,) el revolver solo en una mesa sin
que nadie lo coja, no va a hacer nada (,) pero si alguien utiliza el revolver, entonces
depende del uso de quie de quien maneja el revolver, lo mismo pasa (…) los usos que uno
le puede dar a la ciudad entonces yo (…) yo puedo poner un ejemplo eee (…) el ladron no
justificado, bien o mal, ¿cierto? por las causas que sea, se paro en una esquina porque sabe
que esa esquina tiene las propiedades magnificas de presentarle a el como el mejor
atracador, la presa mas fácil por ciertas características físicas, de vegetación, de semento
(…) lo que sea (…) ¿sí? (…) en ese momento yo creo que el ladron usa la ciudad y se
vuelve peligroso (,) pero claro a nadie le gusta que lo atraquen (risa) (…) y hay atracos que
no salen tan bien como uno pensaría (,) pero pues tambien hay gente que digamos quiere
hacer un evento cultural (…) en pro de la naturaleza (…) que se yo (…) de la honda verda
que hay en estos días, no del partido sino (…) del planeta (…) entonces uno pensaría que la
esta utilizando para bien (…) o que tener la ciudad un espacio de arte (…) un espacio de
amor, de música, esta bien hecho, que tener en la ciudad un espacio de guerra (…) de
prestitucion, de drogadicción, esta mal hecho (…) pero yo creo que finalmente se resume es
(…) la ciudad no es peligrosa (…) sino que se vuelve, cuando uno le da el uso peligroso (,)
o le da el uso eee (…) bueno ¿cierto? (…) como para decirlo de alguna manera(.)
I:Bien y (…) cuando recorremos la ciudad (…) cuando mas que usar eee (…)
caminamos, atravez de ella (,) ¿es peligroso recorrerla?
E:La ciudad eee (,) bueno es evidente que (,) depende de por donde te metás
¿cierto? (…) entonces la ciudad tiene la característica de que (…) puede sacar lo peor de la
gente (…) por la condiciones (…) económicas , sociales y políticas (…) entonces si tu te
das un paseíto por (…) comuneros ¿cierto? (…) no te va a parecer tan agradable como dar
un paseíto por el bosque popular (,) pero eso no impide que lo puedas disfrutar, es el punto
de de (…) de que sinetes peligro ¿cierto? de ¿que peligro peligro te espera? (…) si tu sales
pensando que te van a atracar (…) pues para ti eso es el peligro (,) yo salgo pensando
¿cierto? (…) en que nada de eso me va a pasar, entonces no encuentro mayor peligro (,)
pero si, la ciudad puede ser peligrosa cuando camina por ella(.)
I:Y (,) bueno digamos (,) ¿el tamaño físico no influye en la consideración del
peligro de la ciudad?
418
E:¿El tamaño físico de la persona o de la ciudad?
I:El tamaño físico suyo (risas)
E:A bueno, medir 1,90 de ciertas ventajas al caminar por la ciudad (risas) y el
pensar 105 kilos da aun mayor ventaja para caminar por la ciudad (…) pero entonces nos
volvemos presa y depredadores ¿no? En en lo que llaman la selva de cemento
I:Claro (…) es que digo (…) quería hacer un énfasis ahí porque es muy
diferente (…) que una niña recorra la ciudad(.)
E:Bueno y aparte (…) depende tambien ¿si? (…) de verdad (…) yo he conocido
claro (…) uno es conciente de que una niña (…) pues bien que la pelada es sanita es de casa
pues, muy juiciosa la da mucho miedo recorrer la ciudad sola por sitios oscuros (…) aparte
por la mania que tiene el hombre en estos días de volverse mas animal (,) eee pero (,) pues
si usted conociera a las parceritas mias (…) se daría cuenta que es mas peligroso (…) que
(…) no ellas recorran la ciudad (…) sino que ellas estén en la ciudad (risas)
I:Con eso no (inteligible 10:05) eso no esta en la entrevista (risas)(,) pasemos a
la siguiente pregunta (risas)(,) dentro de estos recorridos y en estos usos, ¿usted
disfruta la ciudad?
E:Bueno si (…) pues no tanto (…) disfruto la parte de la ciudad que es la gente ¿no?
(…)los espacios físicos pues (…) se vuelven monótonos (…) son rigidos, no te hablan, no
te observan ¿cierto? (…) con solo verlos una vez ya (…) en cambio la gente , la gente, la
gente es dinámica (…) transforma, cambia, es fluida (…) ¿sí? (…) entonces disfruto es esa
parte de la ciudad, la gente (.)
I:(nombre del entrevistado) (…) y ¿usted ha vivido toda su vida acá en
Manizales (…) o en ciudades?
E:No (…) acá en manizales, a duras penas he ido a Cartago y eso por la universidad
(…) de resto mm! Mm!
I:A bueno entonces, en ese sentido de (…) de habitar en la ciudad (…) se
podría decir que ¿usted aprovecha la ciudad?
E:¿Aprovecho la ciudad? (…) claro (…) yo aprovecho ciertas características que
(…) que brinda la ciudad (…) el que sea relativamente pequeña (…) es aprovechable (,) el
que tenga, entre comillas (…) tantas universidades es aprovechable (,) el que sea tan
pequeña tambien es aprovechable para darse una buena caminata, para conocer gente, que
sea tan (…) ¿Cómo le dijiera? (…) el que sea tan (…) el que el que tenga una sociedad
entre comillas que pueda ser buena gente ¿cierto? (…) que es moral, que de pronto es ética,
419
que de pronto tiene unos unas características (…) que otras ciudades no tienen tambien es
aprovechable (,) pero sigo insistiendo (…) hay algunos espacios físicos ¿no? Eso tampoco
hay que negarlo (,) pero que aproveche asi como (…) como hijueputa la voy a sacar el jugo
a todos los días, no no(.)
I:Entonces en ese sentido de aprovecharla (…) ¿para que usa la ciudad? (…)
¿cuales son los usos que usted le da a la ciudad?
E:uy ahí es donde entre ¡una ciudad es una herramienta! (inteligible 12:11) y
empieza el conflicto mental y como si espere, esque yo eso nunca lo había leído, no pero
como es la vuelta ahí (…) pero herramienta, no, yo la uso para conocer gente (…) la uso
para estudiar, (…) la uso ¿cierto? (…) para (…) para hacer función de mis manias, para
hacer política, para hacer un monton de cosas (…) pero si claro (…) yo uso la ciudad (…)
todo el tiempo la uso (,) pero entonces ahí en donde me entra la dificultad de pensar, si uso
los espacios físicos o la gente que la habita (risas) a veces en una línea muy delgadita o
ambos (.) (risas)
I:si es cierto (,) eee (…) bueno (…) entonces (…) podríamos decir (…) ¿Qué
lugares eee (…) son los que usted mas acostumbra (…) o mas recorre en esta ciudad?
(,) aparte pues como (…) bibliotecas (,) ósea ¿Cuáles son los lugares que usted usa?
E:Bibliotecas no pues (…)la verdad es que bibliotecas que uno pudiera decir que
llamen bien la atención para aquel que le gusta leer hay muy pocas (…) o no hay (risas) es
cierto (…) pero digamos que (…) me ha gustado caminar (…) a mi no me gusta correr no
me gusta andar despacio, no me gusta dar vuelt (…) a mi me gusta es caminar (…) ¿si?
(…) entonces claro la la ciudad me brinda ciertos espacios (…) camino mucho (…) me
gusta irme de aca hasta el centro (…) de aca hasta mi casa eee (…) el parque de los
enamorados (…) tambien me gusta mucho (…) porque (…) pues en cierta medida (…) ahí
pase ciertos ciertas (…) eventos interesantes en mi vida (risas) cuando estaba en el colegio
(…) nosotros salíamos del INEM (…) y nos íbamos para el parque de los enamorados y nos
perdíamos todo el día (,) es muy bonito pero (…) pero mas por la (…) por la (…) por el
contenido (…) sentimental que uno le pueda dar a las cosas que uno le pueda dar a las cosas
(…) mas no por la vaina de que esta ahí ¿cierto? (…) o lo que uno vivio en ellas, no porque
existan o no (.)
I:Claro claro y (…) actualmente, en esos sitios, mas que todo en las rutas (,)
pues se a dejado claro que camina (…) pero además de caminar, ¿que hace en esos
lugares?
E:(risas) Charlo (,) discuto, debato (…) grito, rio, lloro (risas) eee (…) me enamoro,
me desenamoro (risas) me frustro, tiemblo (…) canto (risas) de todo cierto (…) lo que da es
la humanidad (…) eso no (…) osea aparte no solo en esos espacios en cualquiera, sino que
420
ahí espacios que brindan mas confianza ¿no? (…) entonces en los espacios que brindan mas
confianza digamos que puedo ser yo (…) y me quito la mascara (.)
I:A bueno si (…) esta muy bien (,) eee pasemos (…) se me perdió la pregunta
(risas) espere a ver la encuentro (risas) (,) a bueno es es esta es bien interesante (…)
esta casi nunca se piensa (…) en esos lugares (…) mientras recorre, charla y discute
(…) ¿Cuáles son las sensaciones (…) corporales cuando esta en esos lugares?
E:Emociones corpo (…) sensaciones corporales ¿cierto? exacto puede haber miedo
(…) en algunas circunstancias (…) puede haber (…) puede haber (…) ¿Cómo le dijiera?
(…) pues como como car, esa como esa carisma de cariño (…) esa vaina que uno no
interpreta cuando uno esta en cierto escenario y lo conmueve a uno profundamente (,) por
los motivos ¿cierto? (…) que que sea (,) de tristeza (…) hay hay unos sitios que que
definitivamente (…) generan tristeza y otros que generan como (…) como esa vaina de
tenebrosidad ¿no? (…) usted pasa por un cementerio y casi que (…) que en la carimba
mental esta esa vaina, entonces usted pasa por un cementerio y uybrr ¡que feo los
cementerios! ¿cierto? (…) entonces si (…) hay ciertas sensaciones físicas que que que(…)
yo diría que la mayoría me genera: (…) carisma y cierto (…) miedo (,) frio (risas) la
ciudad es fría (risas) (,) pero me da mas calor que frio ¿no? (,) yo soy muy (…) yo soy mas
bien (…) a mi me gusta mucho el clima frio pero (…) pero cuando entonces hacen estos
calorcitos viejo (risas) me derrito o tener el sol encima asi como ahora (risas) (.)
I:Bueno (…) eee (,) en otros momentos (…) además de las caminatas y de las
salidas de la universidad (…) ¿que otros lugares le gusta visitar? (…) no se otras zonas
de la ciudad (.)
E:Otras zonas de la ciudad (…) I:si pueden ser, no se, bares (…) casa de
amigos(,) a bueno (risas) eee (,) a mi me gusta mucho visitar (…) a mi novia (…)
(inteligible 17:17) allá hay un mundo aparte (…) te brinda una sensación como si fuera un
paralelo a la ciudad (…) como si ahí nada pasara (…) ni el tiempo siquiera (,) y me gusta
(…) ¡pues claro! La rumbita nunca esta de mas (…) entonces (…) cuando uno quiere tomar
unas chelas o (…) hac (…) o bailar entonces tambien se desinhibe (…) y se va a esos sitios
y (…) manda a la sociedad pa la puta mierda (…) porque lo que uno quiere es estar en lo de
uno (,) entonces pareciera ser que (…) en los espacios que uno (…) aparte de de los que ya
comente (…) aparte de que uno visita (…) o en los que uno esta (…) pareciera ser que (…)
los busque es huyendo de la ciudad ¿no? (risas) (…) de todo lo que es la ciudad (…) de
todo lo que es esa vaina (,) pa después volver al otro día(.)
I:Bueno (…) y en estos lugares ¿cierto? (…) pues (…) no se la (…) el barsito de
la esquina (…) la tiendita (…) o en la casa de su novia (,) usted ¿Cómo siente (…) o
como persive que los demás ven su cuerpo? (.)
421
E:Aja (,) claro medir uno noventa como da ciertas ventajas entonces tambien da
ciertas risas (…) porque no falta la nena ¿cierto? (…) que se asusta (…) o el nuño ¿cierto?
inquieto que que se queda sorprendido (…) o el que lo confunda a uno con un jugador de
futbol (…) o la señora (…) ¿cierto? que (…) eee (…) después de los años se dio cuenta de
que (…) se consiguió el marido que no necesitaba y entonces le tira a uno los garrazos
(risa) (,) si eso (…) a mi me da es risa (…) me da risa (…) me da risa (…) a veces si es
incomodo (…) pues porque (…) uno la verdad como que (…) yo creo que a cualquiera le
incomoda que (…) tantas personas miren (…) a un solo punto ¿cierto? (…) lo miren a uno
y (…) juaju esa vaina como que no (…) pero uno tambien entiende la (…) la vaina ¿cierto?
(…) una ciudad donde la estatura promedio es 1,70 1,75 para los hombres (…) llegar un
tipo de 1,90 (…) bueno y que aparte genera un contraste muy diferente porque al parecer
(…) en en en la conciencia del común (…) ¿cierto? no hay manizaleños afro, entonces es
muy raro (…) eso tambien genera un impacto (…) y mas si se enteran que uno es de aca
(…) ¡como asi que usted es da aca! No mentiroso pues(…) es que es lo difícil de creer en
esa vaina (,) yo creo que claro si se siente la (.)
I:Bueno, esa es (…) la imagen que usted percibe que tienen los otros ¿cierto?,
¿pero usted que imagen le gusta reflejar de usted, de su cuerpo? (.)
E:Eee (…) no pues yo creo que eso (…) eso es muy chistoso, porque así no quisiera
reflejarse se refleja es (…) el porte ¿cierto? así lo quiera pues esconder es imposible así me
(risa), me tocaría recortarme las rodillas, adelgazar ¿cierto, no? No a mi me gusta mostrar la
parte mía que soy ¿cierto? La alegría, eee (…) el ser persona ¿cierto?, es lo que me gusta
también demostrarle a la gente, que pueden contar conmigo que (…) eee (…) como
persona también soy humano ¿cierto? O sea (…) lo que soy yo, lo que es una persona, lo
que es un ser humano, eso es lo que me gusta mostrar ni más ni menos. Ni soy el héroe ni
soy el bandido, ni soy el más más, ni el menos menos.
I:Ahhh buenísimo, y (…) pues entonces te seduce pero (…) yo quiero que usted
me diga… ¿a usted le gusta estar con otras personas?, ¿le gustan las personas?
E:Claaaro, pues yo hacía rato acepté que soy un ser, ser animal que es muy sociable
y cuando acepte eso me di cuenta definitivamente porque me gustaba estar con la gente, la
gente me distrae, me divierte, me hace reír, me hace pensar, me hace llorar, la gente me
construye, me destruye, la gente me usa, me utiliza, me deshace, eso me pareciera que no es
nada agradable, pero cuando uno se da cuenta que a la medida que están haciendo con uno,
uno también sale con ello, entonces eso casi que no importa, pero entonces tampoco me
gusta, hasta aquí ha llegado la sociedad de consumo (.)
I:Ok… antes de seguir con la otra pregunta porque no nos pasamos para la sombrita.
E:Bueno (…) (inteligible 21:30)
422
I:Son como 10 grados menos (,) Bueno (…) entonces queda claro que si le
gustan las personas.
E:Claro sí (.)
I:Eee (…) pero uno siempre tiene…
E:A veces siento como el (…) el (…) debate, bueno puede que a mi me guste la
gente en su conjunto por todo lo que hacen juntos (….) Pero que odia el individuo (…)
como a la persona, o sea, puedo amar a la gente, pero odiar a las personas.
I:Claro (…) a eso venía la siguiente pregunta (…) ¿con que clase de personas le
gusta estar, tener una amistad, eee (…) en algunos momentos una relación?
E:Con las personas honestas, eee (…) hay tres cosas en la vida que a mi no me
gustan, el cinismo, la traición y los que no son fieles a su causa de vida ¿cierto?, que van al
vaivén de las olas, del viento, a los que tienen (…) mmm (…) una posición hasta de moda
entonces (…) el día de mañana son otra vaina, no no no, a mi eso me estresa, me saca de
(…) entonces yo creo que la gente con las cuales yo (…) yo tengo una amistad bonita es
(…) una gente que primero piensa, o no piensan como yo quiero que piensen, si no que
piensan así estén en contra mía, así me critique, así me cuestione, pero yo sé que tiene un
argumento para hacerlo, por lo tanto ese argumento también me da fuerza para seguir
adelante y estar aquí en la vida ¿cierto? Como persona, como parte de una sociedad, como
individuo, como conjunto, pero la persona que no tiene ese criterio definitivamente no (…)
no puedo ser (…) eee (…) o no puedo estar ahí como el parcero de esa persona ¿cierto?
Porque (…) no soy aprovechado y cuando uno sabe de pronto o el que sabe, se aprovecha
(.)
I:Ok entonces (…) siguiendo hablando de las personas eee (…) usted cree que
las personas se pueden usar (.)
E:(Risa) que yo crea que no es una cosa, pero que sea un hecho es otra. Yo digo que
no, porque cuando uno como individuo respeta a el otro individuo ¿cierto?, puede hacer las
cosas no por el sentimiento de (…) de recibir algo a cambio, si no porque nació de lo que
uno es. Claro que alguien dirá no es que ese sentimiento que usted ¿cierto? Lo usó a él para
tener independientemente el sentimiento de que (inteligible 24:23) alguien podría decir,
pero yo creo que alguien es mas (…) es más honesto que esa vaina (…) mas que sintiendo
emoción. Pero en el hecho, claro, en el hecho práctico se usa la gente, nos usamos a
nosotros mismos, usamos nuestro cuerpo y usamos a la gente, entonces lo de amor líquido
y toda esa vaina (…) ¿cierto?, entonces sale a flote y se vuelve una realidad, entonces tu
compras amigos en el supermercado, amores ¿cierto? En el supermercado, mosas en el
423
supermercado ¡de todo en el supermercado!, entonces uno no está en una sociedad de
consumo sino que uno se vuelve su sociedad (.) (risas)
I:Si es (…) bueno sí, es muy liquido (.)
E:(risas)
I:Eee (…) siguiendo con la otra pregunta (…) eee (…) ¿para usted que es
compartir?
E:Dar algo mío que no es todo, pero tampoco es menos de la mitad (risas)(.)
I:Profundice sobre ese concepto (.)
E:Si pues (…) eee (…) yo comparto eee (…) puedo dar ejemplos como para
explicarme, yo comparto mis ideas, pero tampoco voy a dar mi ser porque no estoy
regalando, estoy compartiendo ¿si?, yo comparto (…) mi choco-cono ¿sí? Pero yo no voy a
dar todo mi chococono porque no se los estoy regalando, se los estoy compartiendo,
entonces es raro (…) algo que es mío pero (…) que no es menos de la mitad, porque
tampoco estoy dando migajas ¿cierto? (risas) (.)
I:Ah listo (…) ahí sí quedo mucho mas claro el concepto. Bueno, entonces aquí
viene la pregunta de (…) ¿en ese compartir con esas personas se podría usar a los
otros?
E:O sea, ¿yo comparto usando al otro? (…) uuu (…) depende de usted que quiere
compartir pues suele suceder de que cuando usted comparte la guerra usa al otro ¿no?,
entonces cuando usted comparte el crimen usa a otro, cuando usted comparte la miseria está
usando al otro, porque a veces no se trata de compartir, yo creo que uno comparte cuando
siente que el otro es igual a usted y uno comparte cuando siente que el otro eee (…) o sea,
no es superior o inferior, que es un paralelo suyo y que aunque piense diferente y aunque
físicamente sea diferente es su igual entrecomillas, o sea, somos iguales pero diferentes,
con nuestras diferencias (…) entonces (…) yo diría que no, no, no, no tanto el uso porque
usted no usa un igual, usted no se usa a si mismo entrecomillas, entonces no (…) lo puede
hacer inconscientemente por lo que diga la sociedad de consumo, pero conscientemente lo
harán unos pocos, los que se prostituyen ¿si?, el que vende sus órganos, ya otra vaina yo
digo que uno no usa con el cual comparte, porque si lo usara entonces se aprovecha,
entonces no es compartir, yo creo uno comparte entre iguales ¿si? (.)
I:Y en términos más personales (…) ¿usted ha usado una persona para un fin
específico? (.)
424
E:Claro (…) (risas) entonces uno se vuelve crítico pero víctima de su propia crítica
porque quien no ha tenido ¿cierto? Una amiga especial, en el caso de los hombres, Quién
no ha tenido ¿cierto? El amigo bobo (risas), “eh parce, gásteme pues eso eh…si pilla, vea,
todo bien, todo bien”, o sea, quien no ha tenido, en su colegio eee (…) el cual todos se
aprovechaban, como todos se aprovechaban, usted como para hacer parte de todos, los
niños son crueles y el adolescente aún peor ¿si?, yo creo que claro (…) y (…) no solamente
una persona, yo creo que durante toda su vida usa, bajo esos términos, usa un montón de
gente, casi que a todo el mundo y se sale hasta usando uno mismo, entonces pareciera que
todo son usos, de consumo (.)
I:Esa última parte de la respuesta del uso a uno mismo da la siguiente pregunta
(…) ¿en el caso contrario, usted se ha sentido usado por alguien?
E:Uuu (…) también, claro. Si uno da está dispuesto a recibir, pues claro, no falta la
noviecita que se meta con uno es pa´ lucirlo, “mire mi nueva adquisición” ¿cierto? (risas),
no falta (…) no falta (…) eee (…) los parceros ¿cierto? Que (…) lo usan a uno por, por, el
porte entonces nada les va a pasar porque están con el chico grande, el más alto, claro, cada
uno también es usado durante toda su vida, si no que hay veces que no hay usos tan lesivos
como otros y hay usos que no parecen usos hasta que uno repara bien, entonces a veces
unos dice que o sea, por eso es que uno dice: no es que uno usa la gente o la gente me usa,
eso suena ¡criminal!, o sea eso suena como la malvada de una novela de las doce del día
¿no? “voy a usar a María Clemencia para quitarle el niño a Ana Belén y (…)” entonces
suena claro y como a nosotros nos educaron con una vaina toda rara, entonces eso suena
como maligno, como el demonio ¿cierto?, ¿como así que uno usa a la gente? “No, ¡uno no
es abogado! No, no, no”, ¿si? Pero es cierto, entonces ahí hay unos parámetros que uno sí
pone su interés personal por encima del otro y en ese momento, utiliza al otro, pero
entonces yo digo si, si, si en vez de poner ese interés personal por encima del otro, usted lo
ve en igualdad de condiciones, lo pone como un igual suyo yo creo que el uso se vuelve
menos (…) o se elimina, pero entonces eso es un ideal ¿no? Y en los ideales toca el
“debería ser” y como es lo que debería ser y no lo que es entonces simple sueño (risas) (.)
I: bueno ehh vamos a entrar a una casi última ronda de preguntas, más bien la
última categoría
E: casi última eso suena como dice otras dos (risa)
I: no, no, no es la última categoría pero después vienen unas preguntas rápidas,
entonces por eso casi últimas. Ehh usted al principio nos dio una lista rápida de
grupos sociales me gustaría que nos hablara, que nos mencionara uno por uno y nos
hablara un poquito de cada uno
425
E: grupos sociales; a mi me gusta utilizar mucho el dilema de una canción me
parece que es muy acertada (xx: 31:14) ustedes han escuchado la canción tabaco y ron, en
el mundo habrá, entonces el creyente el que niega el que miente, sea necio o indiferente,
tabaco y ron cierto. Sumándole a otra canción que se llama los cuarenta, entonces con el
pucho de la vida sentado entre los labios, la mirada turbia y fría entonces, aprendí todo lo
bueno aprendí todo lo malo, el beso que se compra es el beso que se da del amigo que es
amigo siempre y cuando le convenga y que sé que con mucha plata uno vale mucho más.
Yo creo que ahí definí lo que yo pienso en las categorías, está el que te compra, el que te
vende, el que te niega, el que te cree, están los que se ríen a tus espaldas, los que se ríen de
frente los que te hacen daño indirecto los que te hacen daño muy directo… o sea lo resumo
de esta manera; en el mundo si uno para no entrar en detalle uno puede vivir el mundo
hablando pues de las personas en dos, los que te ayudan, los que no los que te hacen daño y
los que no te hacen daño, de cómo de mil lapsos, de todas las formas que te puedan hacer
daño, ¿cómo te ayudan? De todas las formas que te puedan ayudar, y obvio eso también
tiene unos. (risa)
I: bueno y dentro de esos grupos sociales ehh usted comparte dentro de ellos
tranquilamente o ¿cómo es su convivir entre ellos?
E: claro, claro, yo tampoco me voy a hacer con los que me van a hacer daño cierto,
no yo con el grupo, se supone que con el grupo social que más me siento más cómodo, con
el que más dialogo, con el que más tengo ehh una digamos cierto “consiento 32:58” para
hablar de ciertos temas porque con el grupo social con el que anda casi que es un contrato
invisible, si, que el día en que se rompa uno deja de ser el parcero (risa) o ellos ¿cierto?
Viceversa entonces claro yo; ¿cómo son? ¿Cómo son con los que comparto? Políticamente
activos, mentalmente activos, así no sean políticamente activos pero que entonces me digan
usted es un malparido, ahh bueno y por qué (risa). Que sepan la diferencia clara de por qué
y cómo. Eso si que, que son orgullosos pero también humildes o sea no se someten pero
saben cuando pedir perdón, son claros y manejan cierta oscuridad, son claros en la mente
pero son cierto oscuros como si uno pudiera hablar de alma, maldad esos son como,
maliciosos, ehh son buenas gentes pero muy mierdas con los que odian porque de pronto
así soy yo (risa)
I: listo, ehh hay unas organizaciones formales e informales a las que usted
pertenece, háblenos de esas organizaciones formales e informales
E: voy a empezar con las informales, el grupo de amigos. Uno puede decir que la
asociación y es muy selecta porque es el grupo de amigos de uno (risa) entonces es uno el
que los selecciona, entonces uno les da el paso entonces es selecto, es una asociación muy
selecta y que tiene que cumplir con ciertos requisitos, entonces se vuelve aún más selecta
entonces cae una asociación de filtro ¿no? Pasa lo chimbita pa uno (risa). Ehh otra
426
asociación a la cual yo pertenezco uno podría decir que la sociedad es una asociación
pertenezco a la sociedad si no perteneciera a la sociedad hace rato me hubiera eliminado,
estaría en un monte por allá llorando o alguna maricada, entonces si ese grupo también
pertenezco.
Las formales pues uno cree que la sociedad formal pues tiene cierta legalidad ¿no?
Tiene cierta legalidad ante la gente y ante las leyes entonces bajo ese criterio yo diría que
pertenezco a la asociación de afrocolombianos, al moir, al polo, al colectivo de geología a
mi programa de geología cierto, a mi facultad, a la universidad pero entonces tocaría definir
en ese caso sociedad informal la sociedad misma y formal cierto, que hace parte de la
sociedad toda se cree una chimba porque la rigen ciertas leyes.
I: bien. En estos grupos ehh ¿qué experiencias ha tenido, que le han dejado y
ese compartir y participar en ellos?
E: que me han dejado; pues las informales me dejó toda la práctica y la teoría
política que tengo hoy en día, m ayudó a crecer más como persona que la misma academia
porque cuando tu tratas con la gente que finalmente quiere es ayudar te das cuenta de cuáles
son las necesidades de la gente, si, entonces no te enfrasques por allá leyendo a un marica
que murió hace 200 años sino que comprendes que el problema inmediato, la solución
inmediata pero también a largo plazo construyes teorías, construyes problemas, construyes
un montón de cosas pero eso te lo enseña la gente, la sociedad informal a la que nadie ve a
la que nadie mira ¿si? La que se desajena de sí misma también y la sociedad formal lo que
me deja es en teoría la práctica. Pero en ese fin en el fin primario que es el de mi vida,
entonces no sé, no me creo el redentor de la sociedad pero si quiero aportar mi granito de
arena para cambiar un poco esta vaina o el todo quien sabe (risa) pero entonces la formal
me dejó la teoría para la práctica y la informal me dejó lo que yo soy porque yo soy
práctica.
I: ahí terminamos las casi últimas preguntas y seguimos con unas preguntas
rápidas, no es que tenga que dar preguntas ehh respuestas ehh muy corticas sino que
se sienta cómodo respondiendo como en el resto de la entrevista. ¿Alguna vez se ha
sentido excluido?
E: claro como todos, no falta el grupo que obvio tiene ciertos parámetros para tu
pertenecer a el, entonces te excluye porque no los cumples, ya sea legal o informal, ehh la
misma sociedad te excluye cuando no cumples con ciertos parámetros sociales, entonces si
tu eres ateo como lo soy yo, ciertos aspectos de la sociedad te van a ya te van a rechazar o
tu te autorechazas porque en parte de no comprender algunas ideas también es aceptar que
el otro piensa diferente pero cuando tu no aceptas eso tu te autodefiendes y ya
I: y ¿marginado?
427
E: marginado humm, hay una diferencia tan pequeña entre el rechazo, la exclusión y
el marginado, marginado, marginado, claro marginado por una línea marginado por un
origen, marginado marginado por en especial por ocasiones que uno no lo ve muy claro
cuando es pequeño pero cuando uno crece lo nota, marginado por genética por tener ciertas
condiciones genéticas que nadie más tiene si claro yo supongo que, levante la mano el que
no haya sido marginado en Colombia
I: ¿segregado?
E: bueno eso es muy chistoso, a veces me he sentido segregado de mi propia
familia, me siento como sacado a parte ¿cierto? Eliminado ahí. Ehh me he sentido
segregado; a la sociedad
I: bueno e ignorado
E: huu todo empieza con mi papá y termina cuando uno es papá. Ehh claro no el
cucho de uno también lo ignora a veces uno tiene ciertas necesidades que de las cuales para
tener solución necesitan de la experiencia pero cuando uno va a pedir la experiencia se le
ignora, te ignora el profesor, te ignora el parcero, te ignora tu papá, te ignoras a ti mismo
ahh siempre.
I: y ¿desconocido?
E: si. Pues lo obvio cuando uno llega a un sitio nuevo pero lo que uno pareciera no
es obvio cuando uno un día se da cuenta que siente cosas que jamás había sentido y piensa
cosas que jamás había pensado entonces hasta uno (xx 40:43) yo soy, no porque me
desconozca ahora pero yo creo que en mi tiempo fui más desconocido conmigo mismo yo
mismo pero si m he sentido desconocido
I: ¿la ciudad educa?
E: claro pero no la ciudad como espacio físico sino la ciudad como sociedad pues
porque el cemento dudo mucho que te cuente sus secretos
I: es cierto, yo jamás he hablado con una escalera… ignorando eso ehh cuando
hablamos de la ciudad nos referimos a la ciudad todo este tiempo y en otros momentos
que usted habla de la ciudad ¿qué género narrativo usaría para hablar de la ciudad?
E: primera, segunda y tercera persona, mirando de frente de lado y desde arriba
(risa) no pues muestre haber, el recorrido en la vida muestras las cosas que tienen cierta
fluctuación en la realidad alterna en la que vives puesto que la sociedad misma te
discrimina ente caminar y competir pero al mismo tiempo el cual compiten todos y sientes
que mueres lentamente mientras los otros respiran tu aire y entonces será lo mismo mirar; y
428
recuerdo entonces en retrospectiva cuando era un niño, un montón (risa) un montón, ehh
pero no para hablar de la ciudad preferiblemente primera persona desde la experiencia
I: la ciudad le parece divertida?
E: uff si (risa) eso es una risa pero la ciudad no la sociedad o sea si para mi, yo creo
a la ciudad la hace la sociedad ¿cierto? Una ciudad sin gente (risa) entonces la gente es la
que me da risa, la gente no sé si me da risa porque no soy como ellos o porque ehh o porque
soy un pelado frustrado, me creo más o menos no sé pero me da risa la gente como se
organiza, como pelea, me da risa la gente porque o sea yo creo que es porque a mi me da
risa todo aquél que no que se vuelva oveja que se vuelva una vaina así como un (xx 43:20)
entonces me da risa cuando se somete la ciudad
I: ¿le gusta la ciudad?
E: el espacio físico y la gente en común personal, la persona como individuo tocaría
ver (risa)
I: ¿qué es ciudadanía?
E: lo que te da es estado de Colombia cuando cumples 18 años (risa)
I: listo con eso terminamos, muchas gracias (nombre del entrevistado)
E: listo, pa serviles y pues ahí lamento en algunos no ser tan claro pero es que
todavía no soy tan claro como debería
I: no claro, no está muy bien, es lo que necesitamos
Im1
Bien señorita evelyn... primero ahi como cuatro... ahi como cuatro temáticas... no
mas seis.... vamos a hablar sobre la ciudad(,) los usos de la ciudad(,) los lugares(,) el
cuerpo... eee como compartes pues con otras personas(,) los grupos y... los grupos en los
que compartes ¿listo?(.)
bueno empecemos, pues, con la tematica primera que es la ciudad...¿ para ti que es
la ciudad?... que piensas tu que puede ser la ciudad(.)
un sitio donde... ya... es un territorio(,) donde hay mayor población... donde ahí
una.. pues lo que la caracteriza es... eeeeeee los centros comerciales, pues... no se ¿que mas
puede ser la ciudad(,) tan complejo... (risas)... haber(,) si es un territorio(,) donde hay una
mayor población(,) ahi una cultura eee... donde hay una mayor... desarrollo tecnológico (,)
429
cultur... eee una... donde la población tiene unas culturas mas arraigadas(,) en cuanto a la
cientificidad(,) eee... en cuanto a las construcciones(,) su estructura es muy diferente(,) en
cuanto a los pueblos(,) ahí mas coyuntura... no se... asi me parece que pueda ser una
ciudad(.)
bueno entonces(,) esa es la definición que tu haces de ciudad ¿cierto?... yyy para tu
¿que podría ser lo urbano?(,) ¿cierto? ¿lo urbano? O ¿para ti no habria ninguna
diferenciación entre ciudad y urbano?(.)
Cuando hablaríamos de urbano... nos si.. no sabría identificar... pero yo creo que lo
urbano seria mas... como a la demográfico(,) mjum pues no se(,) y la ciudad ya vendría a
ser como toda estructura material(,) pero lo urbano seria como mas demográfico(,) como
mas a lo social aaah(,) si mas cuestión de individuos si, mas cuestión de individuos(.)
mmmmm... bueno(.)
y tu ¿como describes la ciudad? ¿cierto?(.)
¿como la describo?... muy compleja (risas)(,) donde... el individuo esta inmerso a...
a ser... a... a no caminar lentamente y con un pensamiento firme y sensato(,) sino que
siempre esta a la ligera... la ciudad es la que hace que el hombre se esters tanto... lo
acompleje(,) que las cosas se vuelvan como mas...(,)... si mas complejas... no ahí un
desenvolvimiento libre del ser humano(,) de que se piense en si mismo... sino que el
siempre esta recurriendo en esa inmediatez(,) en esa ligereza a conseguir las cosas mas
rápido(,) entonces lo que lo caracteriza(,) es... ser un conglomerado... de edificios... de
edificios superficialmente y... mmmm y... de que hace que el individuo pierda su... se
pierda en si miso por el hecho mismo de querer hacer otras actividades(,) que solamente la
haya... en las necesidades mas inmediatas(.)
mmm bueno... de donde tu venias... le vida digamos que era mas lenta .mjum pues,
ooo lenta no digamos mas aaa bueno se piensa.. se piensa con calma(,) se piensa no
solamente en buscar ese material por lo mismo digamos(,) eee bueno... es una necesidad de
de conseguir lo que es para la alimentación(,) todo es comprado(,) todo es el dinero(,)
bueno es ir a... es ir a (inteligible 4:10) tiene que irse a trabajar(,) tiene que ir a salir pero
conseguir dinero(,) tanto que en el pueblo no(,) usted tiene su terreno(,) usted tiene su
terreno... usted no piensa tanto en el dinero(,) porque usted tiene su terreno para poder...
cultivar cultivar su alimento... las hortalizas(,) entonces es como mas tranquilo... y la
persona (inteligible 4:28) en si mismo... por el hecho de que... hay un... como una estructura
familiar que todavía existe donde el papa y la mama, osea, piensan en los hijos, están con
los hijos, disfrutan el momento(,) en la ciudad no(,) en la ciudad... el el el papa, el esposo,
la esposa... ellos están muy distanciados de los hijos(,) entonces osea, como que ahí una
mayor probabilidad de esa.. desintegración... en... entonces en el pueblo... hay mas calma(,)
hay mas calma porque se piensa... no hoy dia voy a hacer esto... tengo tiempo para esto...
pero... lo que te digo(,) en la ciudad es demasiado complejo porque usted... tiene tantas
cosas para hacer que al final el tiempo para usted es muy limitado mjum y ademas... eso es
estrés... y usted piensa... en el pueblo usted piensa en la naturaleza, la disfruta con ella(,)
430
acá no(,) lo que usted encuentra alrededor de usted es mas edificios, casa, carros y los
arboles los cortan mientras en el pueblo no... usted encuentra pajaritos, encuentra las
plantas(,) entonces ese algo a un.. auno... a uno lo ayuda a relajarse mjum eso me parece
aja(.)
aaa bien(,) bueno dentro de...ese contexto que tu me has hablado acerca de la ciudad
¿cierto? Lo urbano... esas edificaciones como que aveces a uno lo ponen en crisis, ¡el
tiempo!, la velocidad(,) eee ¿cuales son los recorridos cotidianos que tu haces en.. en la
ciudad? Osea, ¿por donde andas? O o ¿por donde te gusta andar? También(.)
pues uno a veces como estudiante viene... viene... con un solo objetivo, aveces muy
cerrado(,) de que usted viene acá es porque usted ingreso a una universidad y usted viene es
a estudiar(,) eee usted nunca se puso... por lo menos en mi caso, se puse a pensar que yo iba
a conseguir... yo no... en mi... yo no pensaba que iba a tener bastantes amigos(,) no yo dije
yo voy a estudiar, los amigos que van a ser necesarios van a ser necesarios(,) entonces con
quien voy a compartir, voy a compartir solo lo necesario(,) entonces, pues yo tampoco
nunca me puse en mi mente, de que yo iba a coger... iba ir a reconocer la ciudad... dije que
cuando allá tiempo serán los lugares mas específicos que yo de pronto recorra.. pero
estando acá(,) a usted se le abren muchos cominos que usted quisiera conocer... eee mas
osea, el hecho de que... de que... de que uno mire(,) y sea tan diferente, le despierta como
como... esa incertidumbre de querer ir a mirar de que es lo que hay allá... de lo cual es muy
extraño cuando uno no lo tiene allá(,) muuy diferente... pero entonces(,) si yo... siempre
que... tengo tiempo... recurro a lugares... que yo creo que todavía me hacen falta(,) lugares
donde haya tranquilidad(,) donde... por lo menos el lugar le... ¡el bosque! El bosque popular
el bosque popular si si uno encuentra por allá... de pronto se va para Chipre en las partes de
arriba... o se va para el nevado aunque no he ido por allá, pero siempre he “oído 7:40” de
recorridos por allá ¿no has ido al nevado? Si ¿no los has conocido? No si(,) no se vaya sin
ir al nevado he ido... he ido como hasta el pie... que uno empieza a subir pero no hemos
llegado mas allá... porque como nos la llevamos con muchas personas entonces empezamos
a recorrer y entonces no vamos hasta allá ¿pero te vas a acampar entonces? Si a que rico
entonces... osea como que uno... aunque yo entonces yo me doy cuenta de que uno siempre
busca sus espacios a pesar de que(,) la ciudad a muchos que les impacta(,) y quieren
quedarse en la ciudad(,) entiendo que yo no(,) yo no... osea yo siempre me buscaba esos
lugares donde haya... donde me sienta como acogida por la naturaleza agobiada... como
acogida con... escuchar los pájaros(,) yo ya no quiero escuchar el sonido de los carros... yo
no quiero escuchar... a tanta gente... a mi por lo menos me fastidia estar en un poco de
gente(,) en las aglomeraciones te(,) yooo... e por ejemplo, en un lugar donde haya tanta
gente y haya ruido me desespera(,) los miro a los demás como que todos agitados, como
que el uno habla y el otro grita y no se que(,) como que no yo no soy de aquí... osea a mi
me gusta como... siempre busco esos lugares, pero si he recorrido algunos barrios(,) me
pongo a “inteligible 8:52” mirar como viven(,) esa... y me pongo a comparar por lo menos
con la pobreza, que... que no se mira todavía aun... aunque se esta dando eso(,) muy
rápidamente en nuestro pueblo(,) anterior mente indigencia en nuestro pueblo(,) no había
no había(,) ahora en este momento(,) indigencia es lo que mayormente se ha... acrecentando
esa indigencia es por ¿pobreza o desplazamiento? Los desplazamiento... desplazamientos,
431
la violencia, la pobreza... muchos campesinos que tenían sus terrenos ahora no los tienen(,)
tienen sus cuatro hijos en las calles pidiendo alimentación(,) entonces, tampoco se mira
esa... ee la ayuda de parte de la administración eso si, eso estaba yo pensando de la
alcaldía(,) osea, son muchos factores que sinceramente... ademas también(,) la violencia ha
traído... pues en si el desplazamiento... en si el desplazamiento y eso a generado... un caos
donde se ha aumentado ¡claro! La criminalización, el robo(,) el secuestro también,
entonces(,) mire se anteriormente se hablabamos de una tranquilidad, donde usted andaba
11, 12, 1 de la mañana y usted... muchas personas andaban tomando mjum, si uno sabia que
no iba a pasar nada y no les pasaba absolutamente nada(,) y mire que... mire que la
distancia de aquí al centro muchas personas caminaban ese trayecto esa carretera allá...
nadie nunca le pasaba nada, ahora no se puede hacer eso(,) porque... a lo menos también, ya
han llegado... guerrilla(,) aunque los paramilitares... mm... un día llegaron paramilitares que
nos empezaron a acabar con muchas personas(,) personas que no tenían nada que ver.(,)
entonces mire como.... como... a veces a mi me da... osea... uno se empieza a...a pensar y
dice que... no terrible que esto se empiece... empiece a acrecentar, la población esta
incrementando, las edificaciones están incrementando, la tecnología esta llegando(,)
muchas cosas... están llegando(,) pero no las estamos asimilando... eso es lo malo(,) que no
se le esta asimilando(,) y la administración no apoya en... en... en construir esas... unas
políticas donde... este preparado el... el... el individuo para asimilar eso que se esta
llegando(,) y para confrontar eso que esta llegando y para poder seguir construyendo(,) eee
“ahorita 11:09” por lo menos... lo que es... se construyo una vía pasto putumayo(,)
anteriormente... eee... esa vía era intransitable... pos esa muy.... horrible... uno se demoraba
tres horas tres horas y media y eso que el camino no es tan largo(,) por el mismo acceso a
la... a la vía(,) ahoritca ya que se pavimentó muchas personas empezaron a llegar... eee
mucha gente burocrática, que tiene plata empezó a conocer territorio y esta empezando a
comprar terreno mmmm a comprarlos(,) a comprar terreno(,) entonces mire que eso trae
muchas consecuencias también(,) gente que uno no conoce y esta atropellando contra las...
contra la... pues con la misma cultura que nosotros tenemos(,) porque no conocen
sinceramente el contexto y empiezan a formar eee... cosas de las cuales, osea... son
inconscientes de lo... de lo que hay allí.... y también es inconsciencia por parte de la misma
administración... de los medio de comunicación(,) porque nosotros... muchos de los pueblos
indígenas espesamos a rechazar esa... es... esa... tenían que pedir un permiso, hablar con las
comunidades, porque parte de esas tierras eran de resguardos y no se respeto eso... mmm
claro(,) y ¿sabe loq ue nosotros nos decian?... que nosotros todavía no tenían un
pensamiento civilizado, sabiendo que eso nos iba... nos iban traer... nos iba a traer eee..
beneficios beneficios en cuanto económicamente(,) iba a haber comercio(,) pero nosotros
era lo que le decíamos(,) pero es que nosotros no estamos preparados todavía para eso(,) no
estamos preparados claro para recibir... tenemos que formar... si a veces(,) ee hubo una...
eso sobre guardabosques(,) mjum llego al putumayo... eso fue un total caos con las
comunidades indígenas recibiendo esas platas las familias(,) entonces yo le digo... digo si
nosotros recibiese... se recibiese ese... ese poca plata... entonces ahoritica(,) osea, si ya
empieza a entrar el comercio... mayor gente, mayor movimiento económico... osea, la gente
se va a alborotar y va a empezar(,) ¿que es lo que.... la gente en primera instancia... piensa
cuando tiene plata?(,) en conseguir materiales(,) solamente eso(,) y no decir en gastar en
educación... eso es lo que primero que tenemos que implementar, en empezar a formar al
hombre... pero no eso no es(,) entonces mire que(,) que uno a veces mira eso acá(,) a veces
432
ahí mas posibilidades en la ciudad para usted formarse(,) pero ahoritica... la formación en la
educación en toda... país y en todo el mundo el muy mediocre y entonces no... se complica
el asunto si, entonces eso es lo que a mi(,) aveces me atemoriza, como que empieza “a
aumentar 13:44” pero sin... sin... sin tener como esa educación del individuo(,) y aca en la
ciudad(,) lo que si se muestra.... pues acá no es territorio... donde ahí mayor población,
mayor movimiento económico... donde ha.... hay mayor eeee mmm... digamos
construcciones... no se... tecnología se podría decir eee.... miro que el... que el hombre
esta... muy perdido, digamoslo así... osea no tiene como ese fin(,) no se conoce a si
mismo(,) vive solamente por lo inmediato que puede conseguir(,) y no piensa en un
futuro... no piensa mjum(,) eso es lo que nos tienes... en un problema a nosot... pues a
muchos apocaliptico “inteligible 14:33” de hecho ayer ronderos estaba hablando de ello eso
es lo que(,) y entonces eso es lo que depronto nosotros... siempre(,) por lo menos mi papa
siempre es lo que nos dice, usted no piense en lo inmediato que usted puede conseguir(,)
bueno listo, es necesario, pero piensen en lo que los demás vienen por allá(,) porque
muchos documentales lo muestran(,) que la... la tierra después va a ser esterial “solo va a
haber arena 4:52”(,) entonces pensemos en eso(,) y por lo menso ahorita yo me daba cuenta
cuando unos muchachos estaban haciéndole el rezo al árbol(,) si entonces a mi me pareció
muy bonito(,) y me pareció y muy “inteligible 15:02” y eso llena de contenido(,) pero llega
un muchacho allá en la biblioteca y dijo, uy no la gente... la gente en este mundo si esta
loca(,) dijo no es que rezándole a un árbol(,) y yo le dije... yo le decía mas loco esta el que
no comprende sinceramente el significado que eso tiene(,) porque el hecho de morir un
árbol es como morir una persona(,) si entonces es lo mismo sino que el no puede hablar(,)
no nos puede decir nada, pero nosotros... osea nosotros somos las incapaces de
comunicarnos con ellos(,) ellos quieren comunicarse pero nosotros no(,) y eso es lo que me
ha dicho mi abuelo, es que nosotros los hombres somos unos inconscientes... no sabemos(,)
porque nosotros no... ellos se comunican con nosotros pero nosotros no los entendemos(,) y
si hay manera de entenderlos, mi abuelo, yo hablo con las plantas... ellos me dicen el poder
que ellos tienen de sanación(,) entonces, osea... uno... es que uno es muy ignorante...
sinceramente uno es ignorante(,) y se ha dejado llevar por todo eso de las maquinas, de
las... carro de lujo, de lo material(,) cosa que a veces no lo asimilamos con... de una forma
correcta(,) me parece(.)
bueno(,) eee tu ¿que tanto conoces... la ciudad?
Eee...(risas) yo creo que la ciudad de Manizales, yo me “ahogaria 16:16” pues lo
que es la parte del centro(,) parte de san jose... eeee y ¿como es otra? ¿yo me estoy
ubicando bien? No espera pues el centro esta para allá a si el centro esta por aca... san jose
si es por allá... eee batallón... cerro de oro(,) (risas) a por allá es fatima... fatima, todo lo que
es malabar... algo por el estilo un poquito mas pa ladito(,) eso por ahí (risas) eee no... pues
yo creo que... mjum la tercera parte(,) no yo creo que no perderme... no me pierdo(,) pues si
he recorrido mas o menos el el el el... la zona(,) la zona de Manizales(,) soy capaz de llegar
a mi casa si me dejan por allá (risas) igual uno tiene que subir la falda, despues de que uno
llegue a la cima de la montaña,(,) la teoría es... siempre vaya pa rriba(,) eso... ahi un punto
en que uno llega a la 23 y hay ya tiene a pero esono sucede en la selva(,) eso es lo que nos
paso a nosotros(,) cuando nosotros salimos una vez como con sesenta personas(,) uno dice
433
suba... usted sibia allá a lo mas alto y lo único que miraba era montaña(,) y nada mas(,) y
recorriendo como cinco días allí... esa supervivencia es para manizales (risas) para otro sitio
no creoq ue subir sea(,) nooo(,) que miedo yo no subiría... prefiero irme pal lado (risas)
bueno listo(,) pasemos entonces, a la otra tematica que son los usos de la ciudad,
¿cierto? Eee... ¿tu crres que la ciudad se puede usar? Osea(,)
Los elementos que ofrece... si me parece(,) si de parte de una si... si lo que conforma
una si... pues la ciudad hacen parte integrante de... de... de una economía... pues, de algo...
de un desarrollo social(,) eee... material, económico, político, enton... esos elementos a uno
si le servirían(,) claro(,) porque la ciudad son parte integrante de todo.... de todo(,) ahi es
donde vive el ser y donde el ser se construye... reconstituye... osea a mi me parece que si(,)
elementos políticos(,) económicos(,) sociales, espirituales, religiosos.(,) si son elementos
que a un... uno puede hace uso de esa ciudad(.)
a bueno(,) a ti ¿te gusta pasear por la ciudad, cierto?... pues no mucho
eee... no a ti te gusta mas la... lo rural... pues los campos las plantas si lo rural(,) si...
no me gusta... pero si... pues por el mismo hecho me gusta curiosear... pero que a mi me
guste...que a mi me guste... que tenga estar en el centro y que me guste, ahí si no no hay si
no, por lo de la gente y eso por conocer(,) sin embargo... ¿digamos los parque de la ciudad?
Si te gustan depende... depende del parque... del parque mmm si es un parque muy muy...
artificial no no, no me gusta mjum por ejemplo el de la estrella... ¿no te gustaria? Porque
ese es muy artificial no no me gusta... porque que... ¿que tiene de?... no(,) nada dos
arbolitoos, el senderito y ya no no(,) me parece una parte donde este muy amplia... el
bosque es un buen sitio mjum eeee... el nevado también me parece(,) chevere(.) muy
chevere... un excelente lugar(,) de aquí, no... pues de pronto... pero ya que(,) que diga el
parque simón bolívar o el... el del parque.... el del parque caldas, mas alla(,) no no no...para
ti no tendría nada de parque o bueno... si porque es puro semento no no tendria nada de
parque.... entonces para que... si, no seria tan chevere... viajar por eso(,) a ¿ti te parece
entonces eee... usar la ciudad es peligroso?
Depende como uno lo “piense 20:00”
o es peligroso(,) recorrerla(.)
según el contexto(,) si en lugares donde... donde se presente mucha(,) donde una
llega que es extraño(,) donde uno llega y es extraño la gente como que...siempre como que
recurre como que atacarlo(,) pues no físicamente(,) pero si hay un.... usted se siente como(,)
que lo distancian a usted(,) y a veces eso(,) con llevaría a problemas(,) pues mas que todo
moralmente... me parece(,) pero por lo menos... si... por... porque... en... mire que en su
mayoría hay lugares mas o menos grandesitos(,) y si usted llega a ese lugar y es usted es
una persona desconocida a usted de una lo van indagando(,) como que usted que es, usted a
que viene, usted que sucede, que anda estudiando, que... osea, que es que profesión, usted
porque viene aca.... entonces si(,) pero pues... aca(,) “la equidad se ha perdido 21:01”(.)
434
si usted no esta constituido(,) pues no tiene una solidez... en pensamiento(,) mjum
porque dicen(,) la ciudad a uno lo consume(,) mientras que si usted esta formado como en
unos principio(,) digamolo(,) sabe diferenciar esa... ¿como podríamos decir? Eeee mmm...
osea la la ciudad te muestra una infinidad de cosas(,) muchas apariencias mjum entonces si
usted no sabe distinguir una apariencia si uno no sabe reconocer las apariencias usted se
deja llevar y entonces es como un zombi... que bueno para allá, va para acá, cuando se dio
cuenta que... usted no esta en nada... entonces yo creo que si, la ciudad es un peligro porque
muchas caras, muchos matices, muchos colores(,) de los cuales hay que saber distinguir
sinceramente en que posición es que se puede encontrar... y como puede “entender
22:01”(.)
aahh bien bien(,) eee... mmm... ¿tu disfrutas la ciudad? ¿o no?
Mmm... no(,) porque si te mueve... uno mirándola uno...muy... exactamente uno...
uno descubre muchas cosas que la ciudad daña al hombre(,) y... mucha pobreza.... mucha
indiferencia, individualismo(,) encuentra... mucho egoísmo(,) competitividad(,) no hay una
reciprocidad entre la gente(,) para nada...mucha destrucción... entre mas usted tenga(,) mas
centros comerciales(,) mes usted tenga museos(,) entre usted mas tenga edificaciones que...
se las pintan maravillosamente, eso es lo ideal para el hombre de la ciudad(,) y si usted
tiene un arbol una ciudad usted no le pone mayo caso si, sino mira (risas) lo cortan
entonces, si(,) me parece eso(.)
mmm... bueno entonces(,) eee... pues igual tu viniste ¿cierto? Cuando saliste de
putumayo y llegaste aquí a la ciudad, tu viniste con unos, pues, objetivos ¿cierto? Estudiar
tan... eee... en ese sentido ¡tu... aprovechas la ciudad?
Si, claro(,) yo los espacios los los aprovecho al máximo(,) porque... en si, cada
rinconsito(,) cada lugar... aunque uno diga, no es que... eee a mi no me gusta el parque
simón bolívar... ese... ese aunque a mi no me gusta.. hay algo que hay allí... y usted si lo
empieza a mirar con mas detenimiento hay algo que por algo se hizo... hay unas imágenes..
hay una... una iglesia... una simbología, entonces como que(,) si, hay muchos espacios que
usted los... que usted los aprovecha... que usted los aprovecha y uno debe aprovecharlos(,)
porque detrás de esa multicolores, matices “muestre 24:00” uno tiene que aprovecharlos(,)
porque asi como se dice... asi por que si no se construyo(,) ubo detras unas políticas que se
podíamos decir que fueron justas o que fueron injustas mjum eee... si... uno las ap... yo las
he aprovechado para que(,) yo las he aprovechado... de eso mismo he hecho algunos
trabajos(,) también me ha servido... para trabajos de... en la carrera(,) entonces es muy
bueno... es bueno con... y siempre lo que yo hago es contrastar lo que esta acá con lo que es
el putumayo(,) y como es putumayo o el lugar donde yo encuentro... y tiene como esa
tendencia(,) a seguir a comvertirse en eso a seguir esos rumbos(,) a tener esos rumbos(,)
entonces como mirar... entonces un empieza a analizar, bueno, aca se presenta eso(,) acá se
esta desarrollando eso¿que podemos hacer?(,) eso es lo que siempre he querido... es muy
complejo(,) es muy complejo porque la... aunque las culturas son muy diferentes, “pues 25:
02” la misma reguion no, claro eso se presta para eso(.) pero pues es muy bueno hacer el
análisis, a mi me ha servido mucho(,) …. y a mi mmmm... personalmente me ha servido
435
mucho porque uno... se vuelve muy responsable(,) porque si usted es “inteligible 25:17”
usted, osea todo es el momento pidiéndole protección protección y protección, uno no se
vuelve muy maduro(,) mientras que usted esa lejanía, el sentirse solamente solo aca(,) a
veces uno tiene compañeros(,) pero... pero lo que es ya la familia... como tal, entonces uno
empieza a asimilar ese rol de responsabilidad, de madurez... de una libertad pero con
responsabilidad(,) unos limites, entonces(,) es como uno que empieza ya a decir(,) bueno si
yo me encontrara en la ciudad... osea, ¿como podría de... desenvolverme?(,) que es un rol
que usted muy diferente hace alla en el pueblo(,) ya es muy diferente(,) ya lo miran con
otros ojos aca(,) si mientras que aca usted depronto no, no se parezca un líder ... haya en la
comunidad uno es un lider(,) si si(.) un lider... entonces uno como que empieza a... a
mirar(,) bueno aca entonces porque no puedo ser esto, porque mayor “competitividad
26:14” tengo que apresurarme mas, tengo que empezar a trabajar mas(,) y allá, infundirles,
bueno, esto es lo que se mira allá(,) yo siempre(,) yo tengo un trabajo allá con unos
jóvenes... uno empieza como a... como... a concientizarlos de esa manera(,) miren lo que
uno se mira allá es esto(,) y mire lo que esta pasando aca y tiene estas tendencia... ustedes
que piensan, como podríamos contribuir para que esto no se genere como lo que se esta
mirando allá mjum que interesante hacer ese... ese trabajos de contrastes... porque igual en
en en cierta medida tu estarias como... eee capacitando si... pues por lo meno... y ese el...
el... por lo menos... e.. ahí muchos de las... de las comunidades indígenas miembros de las
comunidades jóvenes(,) que vienen acá(,) sin tener claro un objetivo(,) mjum(.) no es que
yo lo haya tenido super claro(,) pero tenia esa visión(,) y y tengo como... como ese
sentido(,) de, infundido por mi padre, de que... de que... osea... eee bueno nos formamos,
pero regresemos, de que regresáramos a comunicad(,) a apoyarlas(,) a seguir... a seguir
diciéndoles, mire estos están mirando acá... en esto se esta desenvolviendo la gente que se
desenvuelve en esto(,) eso se va... eso se va a llegar en un momento dado... va a darse acá
en nuestra comunidad … tenemos que estar preparados(,) tenemos que estar preparados en
cuento a nuestro pensamirno, nuestros objetivos, nuestra ambición... irnos construyendo
sólidamente(,) para que esa cultura(,) o esas nuevas formas que se están desarrollando(,)
nosotros podamos cogerlas, pero que eso no perneen ni que nos fragmenten a nosotros
como comunidad... no nos hagan perder lo que es nuestro(,) porque hay muchos estu...
estudiantes indígenas que vienen aca(,) les gusto la ciudad(,) se dejaron maravillara por las
edificaciones, no mas, simplemente eso(,) porque acá pueden supuestamente conseguir un
trabajo y se pueden desenvolver, sabiendo que acá la vida en la ciudad es ¡mas dura!(,) que
allá... y se quedan(,) y no y no tiene como como sentido de pertenencia de ir allá a la
comunidad otra ves a seguir trabajando(,) yo por lo menos mi objetivo... es terminar aca y
con lo que yo puedo(,) no irles a imponer el conocimiento que yo tuve(,) eso si claramente
lo tengo, yo vine, estoy aprendiendo un resto de cosas que no son parte mia, yo las... yo
las... pues, las estoy conociendo eee... las analizo y todo eso... pero... ese pensamiento no
voy a imponer... ese pensamiento no lo voy a imponer en mi comunidad(,) porque son
totalemnte diferentes si claro el hecho es solamente hacerles conocer(,) y hacerles mirar,
osea, lo que esta pasando... mjum hacerles mirar y empezar a educar, educar y ya(.)
aaahh bueno, entonces ¿tu para que usas la ciudad?
436
¿yo para que uso la ciudad?(,) mjum podria ser como para formarte, para eso que tu
estabas, pues yo no … yo lo tomaria incluso así como un elemento para formar... un
elemento para formar y para(,) pues mirar... mirar... bueno elemento si que a uno lo
constituyen(,) y que si uno sinceramente es sensato empieza... en esa formación empieza(,)
com... a recoger elementos que sinceramente le van a contribuir uno(,) la ciudad seria eso(,)
porque la ciudad le ofrece, centros de investigación(,) la universidad(,) eeee.... bueno
lugares que a uno lo podían ayudar a integrar(,) no se... si... “inteligible 29:35” pero
también uno tiene que ser fuerte en cuanto a eso, porque ahi muchas... muchas cosas que a
uno también se le presentan... cosas que a uno se le presentan y que uno se puede perder en
ese camino mjum(.)
bueno listo(,) pasemos entonces a la cuestión de los lugares ¿cierto?(,) ¿quieres algo
de tomar? No gracias yo te invito a no se, una aromática un cafesito no lo que quieras no no
lo que yo quiera porque yo no me lo voy a tomar eee... una aromática una aromatica ¿de
que? De panelita de panelita(,) usted ¿que quiere?, un vaso de agua(,) (risas) un vaso de
agua... ¿en serio? Si(,) este man quiere un vaso de agua(,) entonces... eee entonces mientras
yo voy por eso ¿que valor le otorgas a los lugares? Yo sigo entonces(.)
a ver los valores que yo le otorgo(,) al... a lugares como el bosque(,) es un lugar de
preservación porque hace parte(,) porque uno hace parte... hace parte no, sino, uno es
naturaleza(,) entonces se respeta(,) el valor respeto a la vida(,) ellos nos brindan dignidad
eee sabiduría(,) y sobre todo ellos producen(,) lo que nosotros necesitamos(,) porque si no
hubiera naturaleza, ya nosotros no podíamos de donde tomar los elementos para nosotros
contruir... eee... los centros de investigación(,) conocimiento(,) porque hay estan...
reflejados... pues... pues muchos pensadores los cuales han.... construido un conocimiento
en cuanto el mismo hombre y la naturaleza(,) eee... centros de recreación, donde usted
puede divertirse(,) donde usted se des... no se, todas esas preocupaciones donde la ciudad
misma a uno lo acompleja(,) esos lugares como que tratan de abrirle un momento de
espacio, de abrirle la mente también... y entonces usted siente tranquilidad por un
momento... por un momento(,) por un momento porque eso no es completamente(,)
entonces si a mi ma parece que los lugares... el valor hace parte integrante del ser
humano(,) un valor donde usted tiene que apreciar(.)
bien... entonces... mas personal(,) ¿tu que haces en esos lugares? ¿cierto? En el
bosque... en los centros de investigación(,)
pensar... mucho(,) y no... y lo que yo pienso(,) siempre se necesitan... cuando yo
estoy en el bosque(,) siempre... pienso en ese distanciamiento que uno tiene, osea... la
necesitad de ver creado(,) de ver creado...eeee... no... la necesidad de hacer del hombre...
que es... que esta estudiando(,) que se este preparando(,) para confrontarse entre si mismo
ha hecho que uno se... que uno se aleje de la familia(,) entonces uno a veces dice ¿porque?
¿porque?... uno tiene que irse tan lejos(,) tiene que perder ese tiempo... de no disfrutarlo con
la familia, con los hermanos, con los tíos... sino que... osea, tiene que irse a otro lugar
para... para poder obtener... un conocimiento que lo puede... que el conocimiento mismo
que nos brinda nuestra familia... es mas... para... para mi me parece que es mar rico que...
437
que el que de pronto nos puede brindar la misma ciudad(,) porque es que... nosotros
viviríamos como mas tranquilos, menos complejos, si el hombre mismo... se forma en la
misma estructura familiar(,) donde hay un papa donde hay una mama... donde hay unos
hermanos “inteligible 33:10” una familia... entonces uno, yo siempre me siento así en los
lugares a pensar en eso(,) esas mismas necesidades eee... necesidades que se han ido
construyendo han hecho que nosotros nos distanciemos(,) nos distanciemos nuestra familia,
nuestros amigos, nosotros mismo... buscando otros objetivos para... para podernos
satisfacer a nosotros mismos... y competir con nosotros mismos... es una competencia con
nosotros mismos(.)
y digamos... pues no has pensado que... tu piensas es... eso mismo... que no hay que
alejarse de la familia pero es necesario a raíz de haberte alejado has aprendido he aprendido
lo que has lo que reflexionas ¿cierto? También si he aprendido porque uno simplemente
madura... y no solamente va a estar dependiente del papa y da la mama... allí... eso también
es una forma... si así mismo... así mismo... osea, uno lo ha.. lo ha llevado distanciando...
porque es que a veces... yo siento a veces nostalgia, porque uno siempre que llega cada
semestre(,) usted mira a sus hermanos mas grandes(,) usted mira a su papa con canas eee...
con una arruga mas(,) entonces uno empieza a decir... huy e perdido... bueno he logrado
ciertas cosas para mi(,) pero he perdido esos momentos con ellos(,) entonces como que
bueno... uno se encuentra entre la espada y la pared(,) claro y ahi una hermana que le... lo...
paso lo mismo por lo menos ahora(,) que si que ella vino aca y dijo, no si yo quiero esta
con mi papa(,) yo puedo estudiar allá... allá ahí tecnología...yo me quedo allá y se quedó se
quedo allá y esta allá y ahorita aunque mi papa la esta forsando para que venga... pero...
pero no se.(,) entonces como que a veces(,) bueno yo me desise de allá, estoy acá
aprendiendo(,) entonces en esos lugares uno empieza a... a pensar eso(,) en los centros de
investigación empieza... como eee... pues lo que piensa digo no... es que... si es muy... muy
bueno que yo me empiece a...a... a... por medio de la investigación a explorar otros
mundo(,) porque es ahi donde estan escritos como pasar “como 34:03”
pilas que esta re-caliente gracias...(ruidos varios)...no si cada lugar lo lleva a
reflexionar...(ruidos varios) genial... (ruido) que man tan blanco ¿cierto? Es un brujha(,) un
¿brujha? (risas) a no es que es un jueguito que nosotros jugamos(,) un juego(,) que es de
vampiros(,) entonces es como por familias, ¿cierto?(,) por clanes... entonces hay un clan
que se llama brujha, que son como los soldados(,) como el blanco blanco que esta ahí con
camiseta negra y son grandes y... todo harley davidson ¿y que hacen? ¿Que hacen que? El
juego... en que consiste ha es como... haber como te explico... es como apropiarse de un
per... de un rol... de un personaje ¿cierto?... es como crear tu un personaje con unas
características ¿cierto? Que puede ser que corra mas, que sea mas fuerte, que piense mas(,)
yo siempre lo he entendido así como cuando uno ve una novela o muñequitos... pero
entonces en vez de uno ver, uno es el muñequito ahh (risas) (,) y quien... hay ahí el que
gane ohh ¿no? No... el que queda vivo, el que quede vivo(,) es como a volverse mas fuerte,
a crecer a volverse mas... mejor(,) a desarrollarse(,) como... si como un ser humano
tambien... o como un soldado, que empieza uno como un soldado razo y va asendiendo y
llega que interesante a ser un coronel, un general... o cualquier cosa... cualquier profesión,
no tiene que ser un... ven entonces me estabas contando... de los centros de investigación(.)
438
ahh(,) pues si... pues ahi(,) uno no se pone... uno empieza es a mirar, por medio de
los libros, empieza a mirar las deferentes historias y... y esos contextos como se han ido
desarrollando(,) y... uno empieza a asimilar, yo siempre me pongo a asimilar... yo siempre
me pongo a asimilar con territorios que he... en los territorios que he estado por lo menos...
bueno en Manizales y y putumayo que... que es donde mayor tiempo he estado... entonces
uno empieza a preguntarse... bueno porque ocurrió esto así... porque se dio esto así... y
bueno acá porque se dan de esta manera, de esta manera... y uno empieza a reflexionar
según lo que vaya leyendo... uno empieza a pensar... y uno empieza también a veces a mirar
cuando esta en la biblioteca “inteligible 37:27”¡tantos libros!(,) huy uno cuando se podrá
leer todo ese poco de libros(,) y ademas no solamente libros de ciencias sociales, lo que uno
esta metido, sino también biología y química, yo como que quiero aprender biología y
química biología si... pero química como que no (risas) como no “estudio 37:47”(,) yo digo
no... todos esos elementos que hacen parte del hombre...ahh... “esos hombres 37;53” fueron
unos tesos porque uno toda “recibidos 37: 56” lo único que puede crear es chismes (risas)...
yo creo que eso hablábamos una ves que decíamos que se sacaban un millón de libros al
año(,) que uno no tiene cuando leerse un millon de libros nuevos... nooo y si buen como
dicen... uno se lee... yo no se si un libro completo... pero “han de decir 38:12” un libro
completo al mes... mes y medio(.)
ven entonces... si “estudiáramos 38:20” en los lugares, porque no lo relacionamos...
lo relacionamos como con el cuerpo ¿cierto?(,) digamos cuando tu estas en el bosque(,)
¿que sensaciones corporales(,) tienes en tu lugar favorito, en el bosque popular en este caso
en la ciudad?
Como como, no se(,) ¿que sensaciones corporales... tienes cuando estas en el
bosque?(,)
mmm tranquilidad(,) una tranquilidad(,) uno no piensa nada se le... pues en los... los
centros de investigación usted se empieza a pensar y se acompleja también,,, mientras que
allá no(,) entonces usted se siente... piensa(,) y a veces se... pinta castillos en el aire(,)
quisiera una ciudad así... quisiera un mundo así... quisiera una familia así... quisiera tener
esto y esto... y uno empieza a crear castillos allí(,) esto... pues en... en esas partes uno se
eleva demasiado... yo creo que me ha pasado... y cuando uno... ya... deja de soñar y en ese
momento como que se estrella con la realidad... dice, no volví otra vez me tocó que
continuar(,) pero en el...en...los centros de investigación uste... no no se aparte mucho y no
empieza a construir castillos... sino que empieza a ver las cosas como mas sinceramente
pisando la tierra(,) y si uno un “hace su archivo 39:35” eee... en el... los centros de
investigación ve mas pensamiento(,) eee... en en la zona natural... mas soñar(,) uno
siempre(,) quiere crear un mundo así, pero no(,) pues si(.)
bueno y pasando por encima del bosque ¿cierto?(,) otros lugares que tu visites aquí
de la ciudad... ¿que sientes corporalemente en esos lugares?
Centro comercial por lo menos... agitación... preocupación... como querer salir
corriendo de allí... de ver tantas cosas y tantas personas “asgadas 40:16”(,) de verlas
439
pelear... por un puesto... de verlas pelear ¡no!... no se uno siente(,) no se si de pronto
desahogue no creo que la palabra sea un exagerado, fobia por ese momento allí de salir
corriendo y mirar a la gente tan compleja, tan complicada... peleando por cosas que
sinceramente no... tan inútiles si “inteligible 40:37”(.)
bueno y apárte... digamos aparte del bosque y de los centros de investigacion... ¿que
otro lugar te gusta ir?...
¿que mas me parece de aca?(.) las cárceles no he visitado (risas) osea _(ruido)
eee...bibliotecas... es muy poquito lo que he salido(,) y las discotecas...hay momentos en los
que yo me... si he salido cuando sinceramente he salido, porque me siento bien, porque
quiero a veces quiero bailar y todo eso... y siente una alegria... pero... eso es mas terrible
porque usted en ese momento usted siente una alegría muy subita y de repente a usted se le
acabo eso y no se decir lo que puede pasar(,) y... no... ¿que mas? Lo que he visitado... las
universidades.. campus universitarios donde toda la gente esta preocupada... “mirando a
estudiantes con mirada... 41:31” que si medianamente se interesan por como estudiar...
eee... trabajar el tiempo... trabajar en el tiempo que están acá(,) “pues si las universidades
41:42”(,) pues si... no se que mas lugares, es lo que mas(.)
bueno(,) y en esos lugares que visitas(,) ahora si empleamos el bosque, centros de
investigación... pero también lo que tu hablas de discotecas y de centros comerciales... tu
crees que la gente... pues... como... ¿como ve tu cuerpo? Tu como sientes... q¿ue tan
cómoda te sientes respecto a tu cuerpo y los demás?
Extraña... por lo menos en “andres 42:08” uno se siente extraño... porque... porque
yo nunca... nunca no... pues, si casi nunca(,) eee en... ahí discotecas en el centro en el
pueblo(,) pero... no se... como que hay un rechazo... por parte de mi misma también(,) un
rechazo como que dice, no acá no es el lugar...me siento como amenazada(,) entonces(,) el
único lugar que a veces uno siente sinceramente, se identifica... es el lugar donde alla
tranquilidad, no haya bastante gente(,) pero... entonces uno a veces se siente mal en el
momento en que... se encuen... se encuentra en esos lugares donde la gente tampoco se
encuentra mjum es un extra... es una extrañeza de uno mismo(,) y como que uno no se
siente recogida por ese lugar... o yo no se si yo me siento así(,) como que llego a un lugar y
como que la discoteca(,) oo... las calles las avenidas... donde están muy transitadas...
entonces yo me siento como extrañas y como que muy pequeñita allí (risas) en fin(.)
bueno en eso mismo... pues, en ese mismo contexto(,) cual crees que es la imagen
que tu muestras... en tu cuerpo, ¿cual es la imagen que tu le refejas a los otros?
También por lo que... extrañase... porque es que uno, los rasgos mismos a uno lo
han llevado como que, a esta persona no es de acá, sera que podemos... y a veces uno
(risas)(,) lo asimilan con... con personas que... que son parte de los paramilitares o parte de
las guerrilla... como que... son campesinos(,) entonces tienen que tener como... ahí que ir
440
co... con mucho mucho de los compañeros, dicen, a tu eres una “comendija 43:52” y lo
primero que a uno le preguntan(,) ¿y por allá hay guerrillero? Y ¿por allá la gente es muy
mala? Y ¿por allá se visten así como acá que se están vistiendo ahora? ¿por allá no se visten
con taparrabos? ¿cual es su comida prefe? Y ¿cual es el plato típico de allá? ¿que comen?(,)
osea como que uno, pues... si hay que darles a conocer... porque sinceramente no conocen a
Colombia (risas)(,) sinceramente no conocern como que una, no mira las cosas allá... ya no,
no hay gente... mas abajo de donde yo si hay personas... que son comunidades que visten
así(,) pero que ya se internan en la selva(,) pero yo por lo menos mi contexto, ya hay una
cul, hay dos culturas.... dos, tres culturas(,) la no indigena “como com 44:36” esta la
comunidad “dinga 44:38”... entonces uno empieza a mirar eee... eee (,) entonces como que
ya hay una relación(,) hay mayor influencia(,) eeemm... me perdi(.)
hacerca de las comidad(,) y de las vestimentas... tu les explicabas a ellos
¡ahh! Entonces yo les explicaba sobre eso(,) entonces yo les decía(,) no miren,
osea(,) no se extrañen tanto... nosotros somos igual a ustedes(,) somos iguales.. lo único que
nosotros nos diferencia es en el pensamiento... en la forma de concebir el mundo... en como
mirarla, en como construirla en que nosotros no tenemos que... diñarla(,) bueno nosotros
tenemos como ese res... ese respeto allí(,) osea, nuestra forma de concebir el mundo,
nuestra forma de pensar... eso es lo que nosotros nos diferencia y como nosotros eso que
pensamos lo queremos llevar a la practica... y nuestras costumbres(,) por lo mismo la
colonización... tu vez a nosotros hemos tomado esas esas formas de... de integrarnos y de
mostrar, pero nosotros no “inteligible 35:37” uno dice, es que ¿allá hay canibalismo?(,) y
yo noooo(,) no allá no hay canibalismo (risas)(,) alla nosotros nos alimentamos como
ustedes acá (risas)(,) entonces uno como que percibe... que uno, de parte de uno como una
amenaza para ellos mjum uno percibe eso(,) porque si usted le preguntan ¿oiga usted
entonces como se viste? ¿usted que come? ¿usted que usa? ¿allá es peligro? No se(,)
entonces como con ese, ahh no(,) si yo le empiezo a decir que yo... tengo mi pandilla, que
yo soy parte de la “ip 46:07” o uno le va a decir(,) noo mis papas son esto y esto, entonces
como que (,) a... yo se que muchas de esas personas se distanciarían de uno(,) entonces uno
como que empieza despacio(,) si así mismo que uno se siente extraño con los otros y
también le parece como peligroso la gente de acá(,) eee también uno es un extraño
“inteligible 46:30” y como un elemento peligroso para ellos(,) osea si, por el mismo
desconocimiento que hay mjum claro
pero entonces(,) osea, a ti te gusta estar con otras personas ¿cierto?
Me gusta, si me gusta siempre y cuando quieran compartir(,) porque muchas
personas muy resentidas que... que no... que no... que no les gusta las comunidades
indígenas(,) y eso es normal... eso es normal... porque... porque hay un desconocimiento... y
es por el mismo hecho, osea, cuando uno no conoce, uno o se rebota contra eso... o se
distancia de ello(,) y juzga... entonces mire que, por lo menos a mi me contaban, muchos de
los estudiantes que... indígenas que apenas llegaron acá... hubo una rechazo total(,) eee
ustedes mostraban alguna... alguna danza(,) eso les parecía ir hacer... una payasada allá...
eso es lo que me dijeron así(,) y por lo menos la acogida que han tenido mis compañeros
441
camsa... los de... la música andina... que aquí era muy extraño(,) eso fue, me dijieron, de
mucho esfuerzo, intentaron muchos compañeros trabajando, hay metiendole el hombro(,)
de queriendo hacer actividades, de queriendo hacer conocer (,) osea, mire... osea, romper
con esos prejuicios, ese asigmatismo que tenien... fue muy duro... y aun estamos en la lucha
por eso, porque hay muchas personas que las comunidades indígenas(,) de... de lejos si
bueno, entonces digamos ¿con que clase de personas... te gusta estar... pero...
amistad o reunida?
Mmm... siempre me... bueno los intelectuales “inteligible 48:10” si ya no(,)
sinceramente “inteligible 48:14” cemento... estamos perdido no podemos hacer nada con
ellos porque hacen parte de una universidad, se estan educando y hasta el momento no se...
no se han querido reconocer eso, entonces no(,) vamos por el lado popular osea... por las
personas del cotidiano pues... yo siempre(,) me gusta preguntarles(,) ustedes ¿que hacen?
¿porque viven así? ¿Porque piensan asi? ¿que compraten? ¿que piensan de mi?... ¿que
piensan de los comes indigenas? ¿que piensan de los afro colombianos? Osea... y ellos...
osea osea... y a veces hablar con ellos es mas rico que hablar con las personas que estudian
en la universidad (risas) porque usted encuentra com... ellos mas, mas confrontación(,)
aunque es muy bueno(,) prefiero mas confrontación... y tiene un pensami... ah es que... para
que es sean han tenido un pensamiento muy occidentalizado... se lo han metido ¡aquí!
(risas)(,) mientras que nosotros no... y me gusta conversas con ellos, uno aprende
bastante(,) me gusta mucho(.)
ven... y entonces tu pensarias o ¿crees que las personas se pueden usar?
Muchas personas piensasn que las usan(,) hasta nosotros mismo somo parte... nos
usan los politicos, nos usan en investigaciones... por lo menos las comunidades indigenas...
hemos sido uso en la historia de las investigaciones(,) yyy si... en este momento... las la las
personas son elementos... para fines(,) fines, muchas personas quieren utilizar para que les
hagan a las demas, para que les hagan los trabajos y el quedar bien... en todos los
sentidos(,) y las comunidades indigenas hemos visto... nos hemos visto, aropeyadas en ese
sentido(,) y ahi muchas... por lo menos en mi comunidad... que que mucha ya... tiene
aversion ya no quieren ya no quieren contribuir con eso, ya no quieren contribuir, dicen no,
nosotros no somos objetos de estudio, nosotros somos igual de seres humanos a ustedes...
mjum no nos traten asi... no nos traten como un elemento que pueden venir, estudiar y chao
y chao si si y entonces(,) eso es pa que(,) si los mismos seres humanos somos elementos de
los demás(,) ero nosotros mismos nos usamos mjum para bien o para mal y yo que soy
antropologo (risas)(.)
ven pero entonces digamos(,) pues ya saltandonos esto de... como el... el pasar por
encima de la persona ¿tu crees que en el compartir uno si pueda usar a los otros?
442
En el compartir se puede usar a los otros(,) yo entiendo... una cosa que me dijieron,
la reciprocidad(,) no hablar de solidaridad.. porque la solidaridad es de que(,) tu me pides y
yo te doy... entonces me estas diciendo, aunque directamente no me lo estas diciendo(,)
pero me estas diciendo que yo no sirvo para nada, para poder osea, darte también a ti(,)
entonces es reciprocidad, tu me das yo también puedo dar de mi(,) entonces si, en ese
compartir(,) la pregunta era ¿que si en ese compartir se puede usar las demas personas)
compartiendo se puede usa(,) compartir... si lo entendemos por riso, reciprocidad de la
manera que yo lo digo, de tu me das y yo también te doy, podemos osea, intercambiar
cosas... no se usa a las personas(,) pero en el momento que entendemos por solidaridad(,)
en ese mometno si(,) porque tu puedes osea... tu le estas dando, entonces tu dices yo estoy
siendo solidario con el... entonces usted tiene que... ayudarme en esto... entonces(,) osea,
solamente una persona que da, la otra no es capas de dar(.)
y en terminos mas... personales ¿cierto? Tu ¿has usado a una persona para un fin en
particular?
Si(,) (risas) pero... pues no lo he hecho... no lo he hecho con maldad, sino que...
siempre... eee... he usado mi... por lo menos elementos como los jovenes o como los
ansianos, los he utilizado en proyectos... para dar a conocer... yo he trabajado en mucha
historia oral... entonces(,) empiezo aaa hacer recopilaciones, desde la percepcion que tiene
los niños como indigenas, de donde conocen su historia y los mayores de donde conocen la
historia(,) y esos elementos los hemos... los hemos eee emitido en la radio... comunitaria
que es de la, de la población(,) inga y cansa ¿como se llama? Inga camnsa, el medio de
comunicación.... entonces ahí se encuentra(,) y si, osea, nosotros comentamos para que(,)
omitimos todo eso y pasamos por el radio(,) pues si yo he usa... hecho uso de aquellas
personas... mjum pero lo he hecho uso con el fin de poder... dar a conocer a los demás.(,)
que es lo que... que es lo... que es lo... que es lo de la historia oral... es un elemento muy
muy primordial de la... dentro de un grupo(,) para conocerce(,) y por eso(.)
y digamos el caso contrario ¿tu te has sentido(,) o crees que te han usado para algun
fin?
Eee investigaciones, de las cuales uno se da cuenta muy tarde (risas) le han ofrecido
cosas y(,) no a veces investigaciones para... uno no puede desmeritar todas las personas que
van.. hay muchas personas que trabajan con uno... que le colaboran en la financiación, en
asesorías... todo eso... entonces uno como que a recibido eso(,) y han dejado material donde
se puede contribuir con las escuelas, los colegios, aquí y allá... entonces si, pero hay
mometnos que también, utilizan a la gente para... para si... mas que todo, sus trabajos... pero
no bueno(.)
bueno... y digamos, cuando compartes con otros ¿te has sentido usada?
443
Eso seria ya(,) mmm no, no para que, no no no por ¿donde sale el sonido? Entonces
por aca pues yo lo tengo, no es que voy a ir allí un momentico, a listo
bueno entonces entramos ya en la ultima categoria, que son grupos.. no se le
olvide... preguntar estoo ahh listo, es que se me olvida ahorita,no me dejes olvidad (risas)
bueno entocnes, mira en grupos digamos ¿compartes con grupos sociales?
Mucho... a mi me encantan los grupos... pero yo mire que empieza a coger un,
hombre que empieza a decir eso, usted tiene que hacer eso, no me gusta, porque a mi no me
gusta que me manden, ni tampoco mandar... pues si a uno le gusta mandar(,) pero eso no
seria el ideal... pero si... yo tengo grupos(,) tenia grupos de cuando era... mas peladita, tenia
grupos de deportes, tenia grupos de denzas, teniamos gru... tengo ahoritica pues de...
juventud... de ancianos, aca yo tengo grupos de charlas(,) aca trabajo en un grupo de comu,
de estudiantes indigenas, estamos en la junta directiva(,)por lo menos hemos manejado,
hemos trabajado(,) el resital indigena que hace(,) que el miercoles paso(,) osea como una
forma de difundir lo nuetsro... tenemos “sana 55:30” este domingo... vamos a hacer el
bingo artesanal(,) son actividades que sinceramente osea, con el fin de recolectar fondos,
pero para la misma contribución de los estudiantes(,) osea, lo que tratamos por lo menos
con esos puntos(,) poder pagarle e incentivarle a una persona que sabe mucho sobre “cansa
55:47” que sabe mucho sobre inga... y empezar a... a... a contribuir a nuestra enseñanza, en
nuestro conocimiento(,) por lo que eso, eso no hace mucha falta(,) de traer por lo menos un
expositos desde allá del putumayo para que nos venga a habar sobre las plantas
medicinales, para que nos venga a hablar sobre una educación, sonbre la jurisprudencia.
Osea, todos esos elemento(,) osea, que... que hacen que nosotros nos... nos forme(,)
entonces mire que la junta es un grupo... lideres de allí... pues como un centro para
diseccionar eso... actividades que van y nos dicen a nosotros(,) entonces mire que si
siempre he estado... aunque a veces si, me he metido en en grupos que... que...que
empiezan a verse como esas ramas de jerarquización... bueno, si usted es el presidente,
entonces usted es el único que toma la vocería, las decisiones(,) a veces... a veces uno... yo
he caído en uno... una parte de esas(,) que me dej... me deje llevar por unas personas,
entonces como que perdimos esa solides, entonces a veces uno(,) menos mal uno vuelve... y
retoma las consideraciones(,) hace las debidas consideraciones... menos mal que esta por el
momento pues... he tratado, he tratado de trabajar en conjunto entonces tu ves ello como
algo muy importante es muy importante, porque si todos aportamos(,) porque es una sola
persona, por lo menos uno tiene experiencia en eso, si es una sola persona uno no va a ser
capaz de hacer todas las actividades que uno tiene que hacer... siempre necesita el apoyo de
los demás(,) es que usted solo es muy difícil, usted lo puede lograr(,) pero va a tener pero
va a tener(,) usted tendrá que multiplicarse por aquí y para acá para poder conseguir las
cosas(,) mientras que si usted tiene el apoyo de los demás(,) es ma... es mejor, las cosas
andan mejor mayor apoyo(.)
bien(,) entonces digamos, ¿que tanto compartes dentro de los grupos?
Eee... en lo posible(,) pues... a mi no me gusta... (risas) porque ser parte de una junta
a mi me ha dado... eso es mucha responsabilidad(,) y a veces uno convierte a los demas en
444
ser dependientes de lo que uno hace, no... porque hay una dirección(,) ellos son los
responsables de que salgan las actividades(,) y si usted no ha hecho ninguna actividad,
entonces es... y quienes le ehchan la culpa, son a uno, le dicen, no es que ustedes no hacen
anda, usted no se mueve... enmtonce suno como que(,) mira también como esa... esa
desventaja(,) uno hace que los demas eee... tambine asuman un rol de funcion y y y
empiecen a trabajar(,) se vuelven muy dependientes de uno
osea uno colabora dentro de lo posible, mientras los demas si! También lo hagan
y mire que eso se lleva en todos los grupos(,) mmm... en todas las asociaciones e...
dijieron, no, nombremos una junto nombremos una dirección, claro, nombraron bien
tranquilos y la responsabilidad cayo sobre ellos... ellos son los que tienen que dirigir, tiene
que avisar, tiene que gestionar... todo eso(,) entonces mire que a veces es una desventaja de
esos... de esos asosiaciones y de decir, bueno nombremos a tal a tal persona... pero tambien
es un... un gran paso paro uno... uno aprende mucho(,) le sirve para uno(,) la vida(,)
desenvolverse(.)
bien(,) entonces digamos cuéntame... otra vez ya mas personal ¿cierto? Eee ¿ que
organizaciones formales o informales tienes? A aparte de la junta... bueno tambien
cuentame de la junta... (risas)
bueno... eee... de la junta es una cosa muy formal(,) porque ahí usted suma un
compromiso sinceramente de dirección(,) y de hacer de... de de poner en estudio de pones
en estudio eee sinceramente eee esos derechos y los deberes que tiene usted como
estudiante iondigena, tiene no, bueno a ver... en primera instancia como estudiante...
podriamos decir... y en segunda instancia como... como un indigena(,) cuales son las
prioridades, cuales son los beneficios eee... cuales son los deberes que tiene que cumplir la
la universidad con usted(,) entonces es como que, esa es una parte formal... siempre
trabajamos en eso... ademas de de las cosas muy apartes que uno puede organizar(,) en otro,
bueno la otra es el comité de ancioanos que tenemos por allá(,) eee pues quien direcciona
son los... son los ancianos(,) uno sirve solamente como oyente y como mas que todo hacer
gestion...eee oficios... pero uno... uno no... no inerviene en el pensamiento que ellos
quieren... sino que ellos nos dan los objetivos(,) y nosotros tratamos de gestionarlos(,) eee...
con entidades(,) con instituciones que puedan contribuirnos
¿que hacen en ese comité?
Nosotros compartimos mucho lengua(,) compartimos historia, cuentos(,) se
comparte ¿que mas?(,) pues en un momento se llevo acabo lo que es la construcción de
artesanias(,) pero por el mismo recurso... para la financiacion no fue posible... entonces eso
se decallo un poquitico(,) en este momento mi papa lo que lo(,) lo esta trabajando, pues
como gobernador eee... estamos en en estamos formando como una escuelita o como unos
grupos donde se pueda... donde se difunda mas que todo la lengua... eso es lo que yo el
contribuyo a el... es con materiales(,) con palabritas con los dibujos eee... ensañandole
445
también las historias orales que ya hemos grabado de nuestros de nuestros abuelos, todo
eso(,) entonces nosotros como que(,) hacemos eso(.)
otro grupo informal, pues no se(,) el grupo de... de... de deportes que tenemos en el
pueblo, hacemos aprte como unas veinte personas allí(,) trabajamos... buscando tambien
recursos... eee(,) somos organizadores de los de las... en mitad de año hay fiestas... nosotros
oorganizamos todo loq ue son deportes(,) que son micro, baloncesto, baloncesto mixto,
futbol, o algunos otros deportes(,) nosotros organizamos eso(,) hay tenemos unas personas
que trabajamos como... como digamos... como el... como el campo de lo cultura de lo
deporte ¿no?(,) esos son casi los grupos
ok... y digamos ¿que experiencias tienes de este compartir y participar en esos
grupos? Que que... si ¿que experiencias te dejan todo ello?
¿Que mas? Mucho gusto le presento un compañero ofreciando “bouler 62:24”
sigan ofeciendo(,) entonces mire(,) eee... el... en primer lugar yo tuve la expriencia es con
lo deportes... a mi me facinaba mucho y me meti amuchos... tube experiencias con un
proyecto que era sobre historia oral... que empezo allí mi trayectoria(,) que era “impacto
62:42” de todos los seis cabildos... ansianos, jovenes y por aca con la junta y no me acuerdo
de otros grupos(,) entonces mire loq ue yo.... lo que yo... ah no... cual es la... se me fue el
objetivo de la pregunta ¿que experiencia tiene de compartir y participar? Entonces bueno(,)
uno aprende eee a dar a conocer mucho de lo que una ha aprendido, de esas experiencias...
y aprender a decirles, mire, osea, eee.. hay un elemento muy importante cuando usted se
integra sinceramente a estos centros... porque usted aprende a desemvolverse ahí... a usar
un rolq ue es direccionar, el de lider... el del funcionario... entonces aprende también a decir
a las demas personas, no mire, porque no no... no siguen en esa “fase 63:34” me parece
importante(,) de que usted siga trabajando, de que usted sigue(,) de que usted siga también
siendo libre, usted tambien es capaz (,) y uno le muestra... y uno le mues... y para poderle
decir eso y decirle, no mire, yo empece desde aca abajo(,) yo empece muy timida, yo
empece de que no hablaba, empece... sin saber que era un oficio pero mire con esto usted...
y si yo me iba a hacercar a un funcionario de la alcaldia(,) yo no sabia com... como... como
decirle... como mencionarle sobre eso...entonces... entonces(,) cuanod uno no... cuendo uno
no... no conoce esa parte(,) entonces es cuando uno como que... como ha... como ha tenido
esa experiencia entonces tiene como compartirla y reflejarle a ellos, mire, osea... tome mi
mismo... osea, hagan lo miso que yo... yo no empece sabiendo(,) entonces yo... yo empece
en trabas en... en perder esa... e e e esa...timidez... en... no poder hacer un oficio, pero lo
logre hacer... eso es despacio... con escalones y mire que yo siempre no voy a estar aquí..
entonces necesitamos un sucesor(,) osea en lo que yo siempre he compartido, es la
experiencia claro y como uno iba contruyendose como persona, o como profesional, como
humano, no se(.)
listo(,) jorge ¿algo mas? si claro... listo... aquí van varia preguntas(,) que incluso
pueden estar ahi... pero vamos a ver(,) si que incluso pueden estar ahi pero que las puedes ir
desarrollando, no tiene que ser en ese orden secuencial ni nada, si... te las voy haciendo y
me vas contando(,) a¿alguna vez te sientes, excluida?
446
Si, cuando... de seco, respondo de seco no no no, pues cuando o en que situaciones
cuando personas que no entienden sinceramente la importancia de la... la importancia de...
de... de encontrarse en esos grupos y(,) de ser diferente compartir, sino que a veces uno
como dice... no como usted es de la comunidad indigena, con usted no nos podemos(,) no
digo todas pero hay muchas personas que todavia se presentan para eso, entonces si a veces
uno se siente excluida
y ¿marginada?
Mmm... uno lo puede sentir así... pero uno lo puede estar interpretando mal... pero
si, aveces uno siente como un cierto “inteligible 66:04” hay un momento que quieren cierto
distansiamiento con uno... uno lo percibe entonces e mejor... uno coge... la mejor opcion
es... por este lado me salgo y ya(,) nada mas(.)
y digamos ¿segregada?
También ¿no?... pero no... por lo menos... pero... aca en manizales no a sido su
mayor caso... son muy poquitos la... la.. las ac... eee esos momentos en que uno se sentiria
así(,) pero no, de hay es siempre uno tener como ese acogimiento(.)
¿ignorada?
(risas) si como que dicen, esta persona no me brinda nada... y o uno esta hablando y
a esta persona esta hablando bobadas... si también, pero como te digo a veces uno... desde
que usted sinceramente se sienta... se conozca(,) y sepa la importancia que usted tiene
eeee... son muy poquiutas las cosas que(,) que usted puede determinar de la otra persona(,)
solamente dice, el no tiene la sifuciente capacidad, para poder reconocer... para poder
conocer, entonces(,) dejemos lo que madure(,) y ya(,) o si podemos en lo posible... ayudar a
madurar ayudar a madurar si a palo como los mangos... ve los mango... los aguacates
digamos... algunas veces ¿te sientes, desconocida?
si... como le digo, eso es como que uno dice ¿bueno usted que como? No se que(,) si
han habido momentos que uno, por el mismo... como te digo, a veces nos limitamos tanto
en uno solo... en una sola actitud y entonces... no queremos ese es como ese ese... es
necesario especialmente conocer el territorio, la población, la historia... entonces cuando
usted se erriquese con eso(,) entonces no cae como en esas trabas de ignorancia de
ingenuidad (risas) si se podría decir así
bueno(,) eee... digamos ¿te acuerdas cuando hablavamos de... de que uno usa la
ciudad?(,) digamos, cuentame(,) tu ¿de que aprendes cuando usas la ciudad?
Eee ¿que aprendo cuando uso la ciudad? Osea, uno en la ciudad encuentra muchas
cosas(,) muchos campos(,) donde hay un diferentes... donde los individuos se desempeñan
de una manera diferente debido al rol que ellos utilizan(,) entonces uno aprende a mirar
447
osea, las actitudes de ellos(,) cuales son las costrumbres, cuales son lo habitos, cual es el
pensamiento y como el pensamiento y como el pensamiento lo exteriorisa... como ellos
perciben a la otra persona.. si la estigmatizan.. si la cogen o la desechan... si la utilizan o no
la usan... de que manera... entonces uno empieza a mirar esa... esa forma y ose, esas
actitudes que se han dado... el uno en el otro (risas) si... uno encuentra muchas cosas...
cosas que sinceramente, en el pueblo de uno no se dan(,) y es... y de mirar al hombre tan...
tan material que se lo mira(.)
bueno entonces digamos(,) ¿te creerias que la ciudad... educa?
Eee... mas que educar(,) mas que educar lo lleva a la(,) si usted no... no tiene un
pensamiento muy asentado eee... usted se pierde en la ciudad... usted se pierde por el
mismo hecho de que... son muchas cosas que se le presentan... yy son muchas las
desviaciones que usted... muchos caminos que se le muestran(,) y hay un solo camino que
usted puede seguir(,) usted tiene la tendencia a perderse en una de esas(,) la la ciudad es...
un gran conglomerado de muchas cosas que se hacen presentes que... que son... multiples
facetas que uno se lo muestran y es muy dificil que usted sepa reconocerlas, sepa
reconocerlas y... y tomerse de la mano co alguien para que le contribuya(.)
bien entonces digamos ¿cual es la modalidad y el genero narrativo que mas usa...
para hablar sobre la ciudad?
Eeee ahorta que tu estabas hablando oral sobre la oral exacto el oral es el principal,
si usted... es como el pueblo(,) usted aprebnde mediante los cuentos... usted aprende
mediante la literatura, los refranes(,) mi papa mi abuelo, el no te dice vea el respeto es
esto... a usted se lo muestran con medio de los cuentos... utilizando llos animales... las
plantas que hablan, todo eso ¿tu nunca has llevado... fotos y eso para? Si en esos procesos
si yo es muestro y ademas yo tambien tengo muchas fotos de allá(,) y cuando, por lo menos
si alguien entra a mi pieza... es llena de fotografias(,) de los paisajes, de mi papa, de mis
hermanos, de mis abuelos, de mis familiares(,) de los lugares, de las montañas(,) entonces
como que les estoy mostrando mediante tambien otra forma de... de... de hacerles ver como
es el lugar y de hacerles mirar... bueno si tiene la capacidad de mirar... ahh si ese lugar es
así, entonces debe tener un cierto comportamiento de esta manera(,) mjum(,) entonces
cuando muchos entran,. Mira tan chevere mira ese poco de fotografiasm ese poco de... de
de lugares ¿porque esa persona esta vestida asi? ¿porque estas comiendo esto?(,) osea, hay
una manera tambien de de... mediante las imagenes mostrar... eso tambien me parece muy
importante
bien... asi como percepcion tuya ¿la ciudad te parece divertida?
Si ¿si? Si Porque uno encuentra muchas cosas que estudiar(,) muchas cosas(,) eee...
que parecen ciertas, pero no lo es_(,) entonces uno como que mas intrigado vive,,, y esa
intriga usted tiene que seguir escudriñando... a mi me parece muy divertida la ciudad y
entonces pues divertida en el sentido de que usted le ofrece mcuhascosas y uno debe...
aprovechar esas cosas(.)
448
entonces digamos ¿te gusta la ciudad?
No me gusta... pero le ofrece a uno campos(,) para uno abrirse mas... abrir mas el
pensamiento y no ser tan ignorante(,) ademas eso le ofrece a uno poder(,) como te digo...
mostrarle a los demas... quienes están por allá(,) mostrarle uno como esta mirando ese
mundo y como empezarlos a formar a ellos, para que(,) eee por lo ahh(,) hay muchas
señoras que se viene y se pierden aca... se dejan, que te digo eee... colocar una tela aquí... y
mirar que el mundo es asi... es todo maravilloso y prefieren la ciudad... prefieren los lugares
por aca... y porque les parece muy tribial... muy antiguo... muy tradicional lo que hay por
allá... pero sabiendo de por alla es lo mas.. para mi... me parece importante(,) sin
discriminalizar lo que es por aca y todo(,) y que y que es una complementariedad también
de uno(.)
bien, entonces... ¿tu que podrías entender por ciudadania?
Ciudadania... eso es uns pregunta muy hegeliana(,) no se, no se responder...
ciudadania(,) aunque el ciudadano se enc... en este momento se encuentra muy
convencional(,) eee no te reconocen en las multiples facetas, como hombre como mujer(,)
sino normativamente, un ser normativamente para el estado ya como ser humano no... es un
ser... es un ser donde... donde te desplazan y te reconocen como ser... como un... como un
hombre pero ya convencionalmente... convencionalmente si... unos limites ya no eres un ser
en si completamente... es un ser convencional y ya(.)
a bueno... y tu grupo de amigos... ¿que hacen o que? ¿Cuando se reunen?
Vea asi yo... hablo con muchos de aca de la facultad... con muchos de mi
programa... pero mi grupo es... los estudiantes indigenas(,) con ellos compartimos(,)
deportes, relatos(,) siempre a veces hacemos los fines de semana, casi, cada 15 dias... nos
sentamos hacemos un almuerzo (inteligible 74:33) sancocho... por la mañana hacemos
deporte... por la tarde nos sentamos y empezamos a conversas... bueno usted pelio conmigo,
usted pelio ¿porque?(,) a veces sale temas asi de leyes(,) temas de la educación... o de los
cuento o a veces o cualquier muchas veces, ja si vieran mi, abuelo como era antes... cuendo
no ivamos a trabajar(,) eso era su casa de cita... mi abuelo tenia esos refranes... empiezan
asi a nacer los relatos(,) y mire que eso es importante, porque usted esta... esta trasmitiendo
lo que su abuelo estab, lo que su abuelo le parecia importante(.)
por ultimo... “punto 75:16” es... respondenos asi rapido
edad 22
estrato 1
sexo ahh
449
tiempo de rege... residencia en la ciudad: cuatro años van a ser, en el 2011 cumplo 4
años
tu viniste aquí porque querías... tu querías venir aquí: no fue algo muy improvisto..
no tenia lugar escogido, improvisto.. pero me gusto, me gusto la lejanía... aunque a veces le
da a uno muy duro, pero uno aprende mucho por acá(,) una madurez sobre todo... afrontar
los problemas como pueda.. a llorar todas las noches, pero al otro dia amanecer de nuevo y
seguir, que se va a hacer(.)
ay... bueno, eso erala ultima pregunta muchas gracias muy bonita ay gracias.
Im2
(aclara garganta) ya eee... primero que todo, pues quiero que me digas... cual es tu
edad, cierto(,) aja mi nombre y todo eso(,) no no tu nombre no solamente tu edad...(.) a
bueno eee mmm... mi edad ¡eee (XX 0:13) !¿porque?! (risas) no(,) no... porque mi edad,
bueno, tengo 28 años...(.) ¿yyy tu estrato? Aca y donde vives pues... pues de de donde
vienes...(.) mi estrato... pues como vengo de un pueblo indigena... mmm... eee... no hay...
pues como un estrato no(,) no se manejan los estratos (al tiempo)no se manejan, no se
necesitan(.) yyy... acá en la ciudad(,) ya dado queee me he venido a estudiar, pues... el...
estrato es como tres... !tres¡, porque... como como(,) el de estudiante(.) donde un puede...
(XX0:47 – 0:49) bueno... eee ¿tu sexo(,) femenino(,) a bueno(,) yyy ¿tu tiempo de
residencia... aca en manizales?(,) llevo 5 años y medio a listo(,) bien... pues primero que
todo... eee quiero, pues que me cuentes... ¿Para ti que es la ciudada?(.) mmm sin meterle la
sociología, porque no he visto sociología urbana e(,) la ciudad para mi es la... la... la
conglomeración de... de muchas personas mjum ... eees un colectivo pues, mucho mayor...
donde se maneja pues... donde se lo conoce como masa... donde... donde también hay
como... como muchos espacios... eee donde confluyen diferentes personas de diferentes
estilos, de diferentes pensamientos, de diferentes... hasta de diferentes lugares(,) porque
este es un... mmm... lugar urbano(,) en un lugar urbano confluyen muchas personas de
diferentes lugares también, emmm... ee... si donde ahi mucha diversidad también... mjum
donde también se comienza “dar (1:44)”(,) identidades, donde se, también... eee se
presentan diferentes problemáticas supongo pues también pero(,) en lo urbano se presentan
diferentes problemáticas... a la... a la... en... que sus dif... diferente a la de la parte rural,
¿no? Mjum(,) eso(,) y tu ¿como describirías entonces esa ciudad? ¿la cuidad? Si, ¿como la
describes?... cualquier ciudad pues no... ¿osea la ciudad? si... y específicamente si puedes,
pues Manizales Manizales... pues específicamente si puedes Manizales Manizales, que es
como el... el ambi... el ambito donde tu estas ahorita “confluyendo”(2:26)(,) eso porque si
no... eso Manizales... para mi es una ciudad... bueno... pequeña... una ciudad... tranquila
eee, es una ciudad donde siempre por su topografía(,) por ser montañas y eso... esss... es
muy... !es muy rara¡... es muy particular también(,) eee por lo que se se comien... uno se da
cuenta de que de que... mmm(,) en los barrios que quedan mas... hacia las laderas, hacia
el... hacia hacia como las bajadas de... las lomas(,) mjum(,) es a donde se se... quedan como
los los... los estratos mas... (,) como mas... mas... eee... bajos yyy los que quedan como mas
aca en la parta alta y casi como entre la planicie... son... quedan lo los espacios altos pues(,)
450
yyy mmm... y Manizales para mi que es... una ciudad también cultural... que en estos
momentos esta dando mucha... mucho hace la cultura con... con el cuento del la del...
festival de teatro(,) eee mucha... muchos... muchos (,) ahi mucha confluencia de de de... de
estudiantes... por porque es una ciudad universitaria (,) la conocen de esa manera mjum la
conocen de esa manera(,) entonces por eso cambien(,) eee... (XX 3:47) se... se distingue
bastante eee mmm(,) Manizales.. yyy bueno pues, en si las ciudades que... entrañan esos
lugares, esos espacios, donde... donde es muy... es visitado pues,(,)... poropo... por... por
mucha gente, ¿no?(,) están pues,(,) los los centros comerciales... los edificios eee(,) es una
selva de cemento se le podría llamar también(,) eee... si es un es un(,) es un espacio donde...
donde se encuentran... mucha gente, mucha masa, hay un... pues se puede también hablar
eee... bastante sobre... la producción y consumo también, que se puede dar en... dentro de la
ciudad mjum(,) yyy... y muchas relaciones pues, también... como las relaciones sociales que
se pueden dar(,) en en en... las ciudades también, en cuanto al comercio en cuanto a...
yyy bueno y tu cual es... cuando cuando sales a la(,) a la ciudad ¿cuales son tus
recorridos? Los mas comunes(.)
los mas comunes... bueno(,) pues, por lo menos como... apenas salí para Bogota(,)
lo que mas me llamo la atención fue(,) eee.... la universidad... nacional(,) fue lo primero...
mi primer acercamiento a la ciudad, fue la universidad(,) la universidad nacional(,) eee...
luego ya si como al la centro... donde queda el centro de la ciudad(,) el centro... lugares asi
como que son como muy... muy conocidos o... o tienen su... como su... su fama... o bueno
si(,) también como lugares turísticos se podría decir también(,) entonces eee... como esos
lugares siempre(,) pues he tratado como de... de... como de recorrerlos(,) de correrlos si...(.)
bueno yyy tu ¿que tan... amplio concideras tu mapa mental... de la ciudad de
manizales? Aja eee amplio... mas o menos la ¿conoces o no? O un poquito(.)
pues... pues ahora por lo que estoy trabajando con la... con territorio, la fundación
territorio, estoy... estoy(,) comenzando a... a conocer Manizales(,) porque pues ya... estoy
comenzando a conocer el... el barrio boscones... donde queda todo esto del...del... del...
granjas de estambul todo, como es es esa zona eee... he... pues aca como... ya en las... zonas
residenciales(,) como de universitarios y todo es donde(,) sí, esta parte de por aca como...
como... mas... de (,)donde se concentran como las universidades y todo eso, eso es lo que...
ah! Y el centro(,) el centro... yyy... y ya, porque de ahi(,) ya si como decir... no pues, otros
lugares(,) otros sitios no no... osea no he tenido la oportunidad, porque... porque, no se me
ha presentado como la situ... una situación para llegar a conocer esos espacios(,) pero esos
son como los espacios donde mas me muevo(,) entonces en este barrio, por lo que estamos
trabajando pues con la escuela popular arte(,) y...y...y que... sí... y la zona pues(,)
universitaria la zona universitaria(,) y el centro, el centro... el centro es lo que ¡mas!... como
ahi queda (“donde vivo” 6:56) mas me muevo y como mas “cosas asi 6:58”(.)
bueno... yyyy... loli, tu pensarias que la... que la ciudad se puede usar...(.)
451
¿como un uso?(,) pues yo creo que... si... es e es es un espacios de uso, ¡de
utilidad!... de utilidad... aquí todo es utilidad, osea (risas) todo, todo uno lo... utiliza ¿no?(,)
desde un espacio publico... hasta … hasta cualquier... producto que uno... que uno ve en
una tienda si(,) todo es un uso, osea sí... todo, todo es uso... todo es utilidad... entonces yo
pienso que hasta uno también pude... llegar... a a a a a prestar un servicio... o... también
puede ser útil hacia la otra persona... uno también como como... “ser 7:42”... como
persona... entonces, si es un... para mi si es un lugar(.) bueno (xx 7:47)
bueno... y ¿a ti te gusta pasear por la ciudad loli?(.)
Eee... pues(,) hay lugares que si... como que me llaman la atención(,) y hago como
el... el recorrido... si(,) pero... pero mucho mucho que me... pues... que me trame la ciudad,
casi no(.)
y ¿cuales son esos lugares que de vez en cuando... como que te llaman?(.)
Que que... que me llaman...(,) que te incitan a a hacer recorridos...(.) a hacer
recorridos y que mas(,) de pronto... quizá frecuento(,) frecuente... eee.... de pronto... así
como... como... de pronto las bibliotecas... eee(,) eee... las universidades... de pronto por
algunos eventos(,) que se presentan... eee... y... y... no como... no(,) osea, si asi pues que
decir... aaa... que me guste un espacio en particular(,) me llama mucho la atención Chipre
¿no?(,) “ya de hecho es muy popular 8:38-841” y... y... y muy conocido, osea es(,) entonces
por eso como que a uno le llama la atención(,) pero así en si, como otros lugares... ya es a
las afuera de... de Manizales y mas... me llama mucho la atencion es... es como los... los...
las veredas que quedan como... por acá... aledañas... aledañas a la ciudad, si me gusta
mucho(,) pues... como como estar por estos... por estos lares(,) me gusta mucho salir al
campo por “esto 9;06”(.)
y tu piensas que...¿ la ciudad es peligrosa? Usar la... las ciudades puede ser
peligroso(.)
el... bueno el... el... la ciudad(,) puede ser que uno encuentre como... como... lugares
donde realmente ahí peligro ¿no? Mjum como también ahí lugares donde... uno se... se
puede sentir seguro(,) entonces... entonces(,) pero si si en si... igual cualquier espacio
también es peligroso, en la medida en que uno sepa(,) eee no se... sepa... como como...
cuales las dinámicas(,) eee como se como se maneja este espacio entonces uno como que
si... pero si, en si la ciudad también tiene sus(,) lugares(,) sus escenarios... sus … sus... sus
si como espacios donde... donde esta en peligro... pues un la dicen – no no se metan por
esos lares – del del... que es... del del... que queda en el centro, ¿como es?... ¡la galería! la
galeria que porque por allá es... bueno, es peligroso... bueno y lo previenen a uno de... de...
le pase algo(,) entonces, uno ya va prevenido también(,) entonces si... si puede... es un
espacio, donde también se puede vea... como... como el... como... lugares peligrosos pero
también ahí... lugares seguros...
y tu ¿disfrutas la ciudad loli? Cuando...
452
cuando, pues ahora si... he disfrutado de hecho... he disfrutado, porque... mmm... las
ciudades he podido ampliar... mas “desconocimiento 10:26”(,) eee... en todo sentido(.)
mjum eee ahí mas expresiones(,) quizá ahí mas respeto también... por por lo que uno
piensa... por lo que uno vive... el estilo de... de uno también... es a donde también uno
comienza a a... ve aaa... formar como su personalidad su identidad(,) uno por lo que ahí
mucho capital cultural entonces se... (sonido de celular)
eee a ti de que... ¿de que manera te gusta aprovechar la ciudad?
Eee ¿de que manera me gusta aprovechar la ciudad(,) eee... mjum eee(,) pues si así
como como los... de pronto eventos culturales eee... eee... cualquier evento pues así que que
se... que me llame mucho la atención... eee asisto ¿no?(,) de esa manera me gusta
aprovechar eee mm (sonidos inteligibles) como los los espacios en... en en... ¿que es? En
en... ¡la ciudad!, asi como por lo menos el festival de teatro(,) eeee... y así cualquier festi...
pues festival artístico... porque ahi... en.. ¿que es? En la en... en las ciudad es a donde mas
eee... como que se da esa parte ¿no?... el conocimiento artístico si(,) culturales, entonces...
en ese sentido por eso me llama mucho la atención también la... la... la ciudad, porque... se
presenta mucho... !se da esa posibilidad¡ de... de mostrar y de poder ver también el... la
parte artística y cultural también(.)
y bueno... eee... cuando tu hablas de... de esos usos de la ciudad, de aprovechar esas
espacios ¿cierto?(,) esas... esos encuentros culturales(,) eee... ¿que ventaja o que ganancias
te produciria la ciudad en este sentido?(.)
Mjum... que... mm... si osea una de las ventajas es que amm... voy a apliar mi
conocimiento, en ese sentido(,) mi conocimiento... a... hacia la cultura(,) eee... también
eeee... no se fortalecer mas... como como... como persona(,) como individuo(,) como ser(,)
¡como ciudadano! También un comienza a tener mas... mas(,) mas apropiación a...aaa a
ser... a ser... a ser la ciudad la ¿no?(,) osea a ser(,) comenzar a...a...a tener ese sentido de...
de pertenencia como... como... con el espacio y... y si, comenzar a... a.... a ¿que es? A(,) a
darle sentido mas al... al... al lo que es el ser... ciudadano mjum(,) ciudadano(.)
aaa osea que... tu que piensas... tu que... ¿tu que... entiendes por ciudadanía?
Ciudadanía como como... como.... como hacer lo... es...es... eso... osea esa... mmm a
ver... ciudadanía como(,) como esa responsabilidad (,) uno de... de... de que uno... a partir
de uno también se puede dar como un... un orden(,) uno también le puede dar...un... una
utilidad... uno tambien le puede dar... un sentido... al... ala... a la ciudad... eee... también... la
la misma manera que uno se identifica con el(,) mjum que el ciudadano para mi es como...
como... como tener ese sentido de apropiación haci... hacia los espacios donde... donde...
espacios donde... espacios donde... donde se... se muestran o se da... pues... la ciudad(.)
bueno y tu... desde tu... como desde tu... tu forma de ver el mundo... de entenderlo
¿cierto? Mjum eee...¿que valor le puedes dar a los lugares de la ciudad?(,) mmm ¿que
valores?(.)
453
!ay¡ bueno... osea ¿positivo? Aaaa ya ya ya... dependiendo eso... dependiendo como
los los lugares(,) o los escenarios... o los espacios... uno le puede dar como eso... es... es...
un valor(,) por lo menos a la universidad... uno le da ese valor de... de... de conocimiento...
de ampliar como... como si, el conocimiento... de...(,) de...(,) haber, como como... también
como otros... otros... espacios asi como el centro que es muy comercial, entonces uno le
da... le da... un valor, si como eso... del... del comercio ¿no?(,) el... eeee también como...
como que... siii... eso es(.)
Bueno... y entonces ad a ti ¿para que te sirvirian los lugares de la ciudad?(.)
Eee... mmm... ¿para que me servirían? Mjum osea... ¿como...?
pues... como ahorita estabas hablando de esos valores ¿cierto? Mjum entonces por
ejemplo... uno podria pensar que la universidad te... te sirve para... adquirir mucho mas
conocimiento mjum aja yyyy el centro pues para... poder obtener eee ciertor productos
mjujum o... o … depronto tambien la la universidad podria ser también... eee... cuestiones
de... encuentros... con las personas con las que ha con las que he viajado si... entonces en
ese sentido como tu que... para que te servirian esos lugares mjum de lso que ya
mencionaste pues hace un ratico(,)(.) aja
para... pues si... como para fortalecerme como... como persona ¿no?... osea me
serviría como... como para... para... mmm...(,) reconocer... reconocer otros... otros... otras
formas de pensar... eee... reconocer también.... si es... a partir de este reconocimiento de
otros espacios... de otros cenarios... uno... uno también reconoce a otras... a otros... formas
de pensar y de sentir de... ese seria como... como... como en esa... osea me serviría como
mas, como para fortalecerme yo... como persona... para volverme mas integro... y para
poderme relacionar... si como... enteb... es entablar unas relaciones con otros... con otras
personas esa me sirviria... pues como... como esos espacios(.)
tu ahorita me contabas pues, que eee... la zona rural de... o las... las partes aledañas
de Manizales(,) pues... te eran como muy atractivas, ¿cierto? Te gustaban bastante mjum
me llaman mjum pero ¿dentro de la ciudad, tienes algún lugar favorito? A la hora de... de...
de recorrer(.)
de recorrer si, lugares favoritos de(,) mjum bueno(,) (risas) y no me he puesto a
pensar en eso, en serio y si de pronto tienes algún favorito...¿porque ese y no otro? Mmm(,)
suponiendo que los tengas mjum... suponiendo, huy yo es que nunca, “tomo” ahorita aquí
en la ciudad o no tienes lugares favoritos... pues osea me gusta... me gusta por lo menos asi
como... algunos(,) me gusta mucho ir asi como a...a caminar por por... o ir al... al como es...
al... a la facultad de... de... arquitectura mjum no se por... por.. por su forma... por su
arquitectura. (risas) si me gusta mucho ese espacio(,) me gusta ese espacio... eee otro
espacio así que de pronto... también voy... dentro de la ciudad voy... voy a... a ¿que?... a
lugares... así como a bares donde ponen la música que me gusta(,) mjum y así asisto
también a algunos espacios públicos... donde... donde ponen como la música que a mi me
gusta entonces... entonces a esos lugares si, pero... pero asi como... como... como otros
454
lugares no, no, no, no... eso es... donde se ponen... si espacios... barsitos... que son muy
pocos(,) eee donde mmm... donde le pueden dar como el gusto(,) musical... y uno se siente
a gusto también y... familiarizado porque uno se encuentra con otros amigos y todo eso...
entonces amigos que hay, los que han vivido... de tu propio... eso que que que compartimos
también... como... como... diferentes pensares... osea no necesario que sea de mi pueblo(,)
eso tu pueblo(,) como... como gente que tenemos... algunas cosas... en... común... de ideas
en comun o afinidades... en... en... pensamiento entonces yo creo que … qui ahi esos
espacios son donde yo, como que mas frecuento también(.)
y entonces tu ahi ¿que... charlas, bailas?(.)
ay si, charlamos ¿toman? Bailamos, bebemos, de... (risas) claro... si ahi se comparte,
se comparte.... dependiendo de donde pues se ve como el... el...el si porque si es asi como
dentro de la universidad.... también uno pues ahí(,) si para charlar, para... comentar, para...
escuchar también... entonces eso... y a ya para los otros espacios diferente... osea... otro
escenario fuera de la universidad es... es asi como... como los bares donde uno, pues...
comparte como... muchos... otras cosas ¿no?... uno no se habla solamente de la... de la
carrera o de “sonidos inteligibles19:07” no se habla también que no es personal...
sentimental desde luego, nada “es en pi 19:11”(.)
bieno y... pues ya que hablamos de los lugar que tu recorres y tus favoritos...
relacionándolo con tu cuerpo... tu ¿que... sientes en tus lugares favoritos?... pues en los
bares en que es música, en esos lugares que recorres
eso... como... como... como lo puedo expresar por lo menos si ahí unos bares
donde(,) donde ponen... música que... que estimule mi cuerpo, yo si... pues bailo(,) eee
donde ahí pues... baile eee donde ahi... quizá ponen canciones que... que a mi me gustan o
que me la sepa las canto también (risas) “inteligible 19:55” claro debe ser también por lo
que... me gusta mucho el arte... la parte del arte... de hecho fui también... bailo... bailo
pues... no... me... me gusta la danza, entonces por eso tambien en ese sentido tengo mucho
acercamiento a la parte... a pues a la música(,) y a lugares donde se puedan... mostrar
como... como... el arte(.)
claro... y digamos, en este... en ese aspecto del... del... de la dansa y de lugares que
pues son socialmente muy... muy concurridos(,) tu... pues... ¿como sientes tu cuerpo en
cuanto a los otros?... pues te miran o... tu crees que... pasas como si nada frente a ellos(.)
realmente... realmente eso no me he puesto a pensar... porque a veces, no osea yo...
en ese sentido yo... si me siento bien yo... no estoy... no... no pongo como... como mucha
atención... no presto mucha atención a... a como me ven las otras personas(,) o como... no
nada... en ese sentido no, como que no... no me he puesto a pensar y no... pues no se si...
uno pasara desapersivido o tratara de llamar la atención en la forma como uno baila, en la
forma como uno viste... en la forma en como uno sin... si cierto... se puede expresar a través
del cuerpo como esa esa... identidad también... osea, es decir... pero si, en algunos espacios,
por lo menos cuando... me pongo mi atuendo(,) propio... uno de una llama la atención... va
455
por al calle(,) donde... quiera que valla... así sea en el centro, en la universidad, de una
como que llama la atenció en... si.. ahi sí... pero ya así... como... como... como uno ya se
viste asi como... normalmente... uno como que jumm... nada, pero ya cuando uno cierto, se
viste con su atuendo y todo eso si mal(,) llama la atención(,) ahi uno siente que si,
realmente uno... lo ven y bueno y... bien(.)
ok... entonces ven, cuentame... eee... como es tu relación con otras personas mjum
con... la “sociedad 21:48” en general(.)
eee... mientras la sepas “considerada 21:50” que(,) tengo tengo esas... esas virtudes
y... esas cualidades para... para poderme relacionar con otras personas(,) mmm... y de hecho
pues asi... eee...eee... he tenido amigos que son... pues que... que hacen parte de la
comunidad afro... eee... bueno como hago parte de mi comunidad... de pues de un pueblo
indígena entonces también... pues me relaciono con otra gente de otros pueblos indígenas(,)
y también cuando ahí gente no indígena, con las personas no indígenas, también he tenido
como esa... esa... no se si se sera... una... una de mis... características, virtudes... no se...
pues... pero si puedo llegar como a... a es... a relacionarme con ¡facilidad! con... con las
demás personas(.)
Entonces podríamos decir que ¿te gusta sí estar con otras personas?(.)
Y tengo como es... como esa... ese carisma que sa... sí... si soy muy carismática
(risas) “eso pues no se 22: 45”(.)
bueno y digamos... ¿con que clase de personas es las que te gusta estar?(.)
Eee... me gusta mucho estar relacionada con la gente que le gusta el arte... el arte, la
música(,) el... el... que... que... bueno le guste la literatura, mas que todo... si mas que todo
con... con lo del... arte... cualquier tipo de arte... desde la pintura hasta... sea músico...
hasta... hasta el... si... con con las personas que... que les gusta el arte me gustan muchas
cosas... como... entablar una relacione... y eso(.)
Bien... entonces digamos... rescatando esos conceptos que teniamos al principio... de
usar la ciudad(,) tu crees que ¿uno podría usar a las personas?(.)
Pues no usarlas...mmm porque no se puede... osea no se (risas)(,) pero... pero... de
pronto si útil... osea, una persona es útil para uno(,) útil en la medida en que uno puede
aprender a través de ella... pero usarlas no, porque usar es como... como... un objeto ¿si me
entiendes?... entonces ya ahí si... si se entran a... a... la ciudad si se puede decir que es... que
es... algo que se puede usar(,) y en caso no... las personas para mi no, no, no son... pues
como un objeto... son seres que viven, sienten entonces no no(.)
Bien... entonces digamos... para ti ¿que significaria compartir?
456
Compartir... si es de hecho es una palabra que de pronto es... en estos momentos es
como muy... muy excluida y... y como que no... no... la tenemos presente... el saber
compartir... porque hasta eso toca que saber, compartir... porque a veces uno piensa que
esta compartiendo pero no(,) el... el compartir es una... es una de las palabras que de
hecho... hasta también hasta los pueblos indígenas es uno de los principios... y valores que
nos identifican... el saber compartir y el saber de la reciprocidad... que yo... yo de la misma
manera en que... que estoy dando también... uno como que espera al otro y... del otro... no
de la misma... de como que es del mismo... podría decir como... esperando a cambio algo
no... sino que... que la misma... situación... que la mismas situaciones que los “mismos
24:59” vivir de van dando(,) sino que uno tiene... tiene que aprender a... a, a a... a dar... y a
recibir también o a recibir “inteligible 25:7”
digamos... mezclando entonces ese... ese compartir... ¿tu crees que en el hecho de
compartir uno pueda usar a la otra persona?
No, ahí si ya es como... algo muy... muy diferente porque el compartir es como
también... toca que tener presentes el acto voluntario ¿no?... ahí una voluntad de
pormied...medio también... osea de algo que(.) “inteligible 25:34” (risas) estaba como de
afán mjum(,) si osea el... el compartir, osea ya tiene como, como también ciertas... ciertos...
ciertas... que toca que tener en cuenta como ciertos... mmm... principios... o ¿que podríamos
decir?... si... como la voluntad que uno tiene ¿no? Claro la voluntad para, para... para
compartir... para... si algo que le nace pues, también a uno... como... como sembrar en la
otra persona(.)
ese momento se va a escuchar chistoso en la grabación, si... (risas)... bueno... eee
entonces ya hablando en terminos mas personales...eee tu ¿has usado a otra persona o a otra
persona para fines particulares?... para fines tuyos... como tal(.)
¿Que si he usado?... ay no “inteligible 26:23”.... yo no se si de pronto haría sentía...
alguien de esa manera... pero... pero si, osea usar usar no... pues no... pues yo creo que no...
que me han ser... me han servido... osea que... que he sentido que... he ¡necesitado! De esas
personas... en términos de utilidad si(,) pero usar no... usar no, no, no... como que no, no, no
me acerco con ese(.)
y en el caso contrario... ¿has sentido que te han usado para algo?
Me han usado.... eee... (risas)... usar... no no no... yo creo que no... no no no no no(,)
no de pronto si que... que(,) no... no yo creo que no... no no, no me han influido... no me ha
usado... usar de mmm...(.)
Bueno... entonces... regresando entonces a es... a ese compartir... tu ¿crees que es
importante compartir?(.)
457
Mjum... claro, claro(,) y mas acá en la ciudad... osea uno tiene que... comenzar a
compartir... no solamente en términos materiales... sino com... comenzar a compartir
conocimiento... de lo que yo se... de l.. las cosas queeee de pronto... por lo menos... eeee...
en la universidad se da esa esa... esa oportunidad de compartir... “dddd 27:44” los pueblos
indígenas, por lo menos vienen a compartir, cosmo visión... algunos conocimientos
también... se comparte aca lo mismo que se comparte los conocimientos de... de... del... de
la ciudad... con las personas que somos... que somos foráneas... en estos... en estos...
espacios... entonces... entonces uno ahi esta como compartiendo ¿no?... todo el tiempo esta
compartiendo ahí(.)
Bien... entonces... eee hablando asi de... de los grupos sociales, que te mueves...
eee... ¿porque compartes en esos grupos?(.)
¿Porque lo hago?... una porque me gusta... me gusta... pues... me gusta compartir...
eee... me gusta bastante como... entablar un relación con... otras personas... conocer... yo lo
hago también como por conocer... conocer hacia las otras... también conociéndose uno
mismo... también a partir de ello tambien como... empieza a conocerse como es uno... eee...
lo hago mas por eso(.)
ok digamos, dandole como... como un nivel o una cantidad... tu ¿cuanto dirias que
compartes dentro esos grupos sociales?(.)
Dentro de esos grupos sociales trato de compartir pues... lo que mas... lo que este a
mi alcance ¿no?... lo que este a mi alcance y de lo que conozco... eso llegó a compartir... de
hecho pues ahora, en... en el... en la escuela popular de arte... estamos trabajando... yo pues
soy tallerista... de danza andina... entonces los niños... ellos nunca han escuchado pues...
danza andina... pues dicen, vamos a baila la música de los indios... entonces... porque ellos
al principio era... “inteligible 29:30”... que en vez de danza que bailemos reggaeton.. que
bailemos... bueno otras... otra música... si (risa) que bailemos reggaeton (risa) entonces...
entonces.. claro yo les llego que con la danza andina... entonces comienzo a compartir... ese
conocimiento... bueno... esto es esto, de esto se trata... los diferentes ritmos... y y los
diferentes significados(.)
tu de que parte... pues de que... de que... ¿de que tribu indigena vienes?(.)
Kantchaca unchad, en el alto putumayo, valles de “isigunda 29:59” (.)
a ok... yo con lo de la danza... eee andina tube una experiencia muy bonita, que es
que en pasto... en las fiestas ponene musica andina y todo el mundo baila musica andina, a
mi me parecio algo muy si todos, todos cuirioso cuando fui si eso es muy característico del
sur... muy desde... desde... ¿que?... desde... ¡Cali! Porque en cali también ahí peñas... en
Cali ahí peñas... en popayan ahi peñas... en pasto ahí peñas... entonces “peñarl... peñas
458
varas 30:27” donde, donde ponen esa... esa música en particular... música andina y grupos
de música andina(.)
ok(,) comentaste acerca de que tu... colaboras eee... como profesora de danza(,)
entonces digamos... ¿tu en que organizaciones formales e informales... pues... compartes o
estas?(.)
Eee pues así...eee... pues así eee... participado en algunos congresos... eee de...
instituciones o de organizaciones indígenas... hee estado trabajando pues así en algunos
momentos con el AICO, autoridades indígenas de Colombia... también he estado trabajando
con el cabildo... en el cabildo de mi resguardo... eee... también he camellado con... con...
la... con instituciones de educación(,) como el colegio bilingüe artes “anarcamuncha 31:10”
que es de allá de mi pueblo(,) eeee... y acá pues he estado trabajando con el terr... con la
fundación territorio... con la fundación territorios y... pues, camellando también así como
con el colectivo, la minga... la minga... social y comunitaria que estamos camellando
ahora(,) eee el colectivo la minga, también he estado pues... en... ahora pues... que
que...como como tallerista de danza andina, pues también... acercándome mucho, con los
niños y con la población del... del barrio bosconia... que es de aquí de Manizales... y eso
eso... pues así como formales e informales también(.)
ok(,) entonces digamos cuentanos... ¿que experiencias has tenido en ese compartir(.)
En ese compartir que... que las experiencias, pues han sido... en su mayoría, muy
buenas(,) porque... porque... he aprendido mas(,) eee... tratar de construirme mas como un
ser humano... como un ser que piensa, como un ser que... también uno... se va construyendo
con... con... a partir de estas experiencias no... eso eso... ha hecho de que... de que... me
vuelve como mas... fuerte también... porque soy una persona muy sensible, entonces me he
vuelto mas fuerte (risas) porque me pasan cosas asi bien tenaces entonces... y comenzar a
adquirir como mas responsabilidades... adquirir mas responsabilidades y... y...y comenzar a
tener mas sentido de apropiación... ¿no?... y y si... a a fortalecer y a... a fortalecer mas mi
parte de identidad también(.)
bueno... mmm... cuando... t... ahorita que te metes con el cuento de la identidad,
¿cierto?... eee tu en algún momento ¿te has sentido excluida?(,) por por por tu misma...
identidad étnica... por lo que tu eres(.)
de pronto... de pronto acá en la ciudad no... acá en la ciudad... eee... excluida, pues
nnn... no tanto... porque a veces uno se puede ¡incluir! A a... ese algo... así uno no... no se...
no haga parte o no se identifique con ellos... sino que de pronto, ya es como el elección de
uno ¿no?... como ya ya... si a uno no le gusta esos espacios... o no le gusta, cualquier
circulo de... de personas... entonces uno no va(,) si y se queda ahí... osea no no no no le
interesa, entonces uno no va... cosa que pasa... mmm... muy contrario cuando uno se siente
identificado con... ciertas personas.. con... no se, porque porque... trabajamos en lo mismo o
459
porque... quizá... tenemos eee... compartimos esa mismo... ese mismo pensamiento
entonces... eee... ahí si como que si... pero si la exclusión, uno mismo se la da... la exclusión
y la inclusión uno mismo se la da... y tiene ese poder(.)
podrias pensar que tambien... se podrían dar eso casos... para... para... cuando uno
trabaja el concepto de marginación o de segregación... cuando tu hablas de que uno mismo
se da la exclusión(,) tambien tu podrías hablar de que uno mismo... se margina... y se... y se
segrega(.)
eee pues ya como...como... eee... como cuando uno tiene una identidad étnica mjum
¿cierto? Cuando eso ya se considera... en cierta medida... diferente al menos en el contexto
en que se esta moviendo que seria el concepto de Manizales... y tu como... como... como
mujer indígena mjum también, entonces te... ¿te podrías sentir segregada o marginada?...
pues teniendo eso mas peyorativo ¿cierto?... entonces son... son conceptos(,) claro y eso si
ya como... mmm … relacionándolo... eso.. eso... esos conceptos... esas palabras de
marginación y de segregación mjum con relación a lo a lo... al la parte de los derechos...
uno puede decir que si... que si ahí... marginación... que si ahí segregación(,) entonces...
entonces, ahi uno puede... decir... como que no se les da... eee... esa importancia o esa... si...
no se le da como esa... ese ese tipo de importancia a...a...a...a uno para a veces llegar a
participar... como como... ciertos espacios... cierto escenarios y como mujer ¿cierto?... en
ese sentido uno como que siempre a estado como... segregado y como marginado... en ese
sentido como de las de las... de(,) en cuento a los derechos y de la misma manera la
inclusión y la exclusión también... también... como... viéndolo desde... la parte del derecho,
entonces uno como que también... se siente excluido con ciertos derecho o algo asi(,) o.. o
… si mas que todo la parte de... de la exclusión... mjum pues porque(.)
bueno(,) tu pensarias... en... que que ¿la ciudad esta en capacidad de educar?
Claro(,) si, claro ¿si? Y ¿como lo hace? Ahí... ahí... la ciudad te educa... te educa y
te mal educa... (risas) te educa ambas y te mal educa entonces... entonces... ahí es cuestión
como... como... pues mirarlo desde la familia(,) desde las familias urbanas... eee... ya es
como la responsabilidad de... de si(,) de ese núcleo familiar como... primera institución
del... la sociedad... eee...eee... ya queda como responsabilidad de...de... de los padres... pues
como como quien dice.... de los primeros formadores... como los primeros profesores... en
este sentido(,) eee de... hacia la persona ¿no? Hacia... hacia los hijos... entonces... entonces
la ciudad... se muestra muchas cosas... muchas cosas ¿no?... muchas... mucho conocimiento
y entonces uno sabe... de que manera uno lo a... lo... lo toma... lo lo lo asimila... y que
puede ¿cierto? Que puede tomar de ella y como que puede dejar ¿no?... entonces las
ciudades si... es como como... como... ese espacio donde uno se... se puede educar y como
también ahí que ap aprender a aprender y desaprender... mujum aprender y desaprender
algunas cosas... de... de hecho entonces es ahí... la ciudad se puede dar mmm.... en muchas
cosas ¿si?... la el la ciudad te brinda muchas... muchas oportunidades a uno para... para...
para conocerse uno mismo como persona... y también para comenzar a... reconocer... hacia
las otras personas y construirse como.... como individuo(,) como humano(,) como...
ciudadano(,) como mujer(,) como hombre mjum pues que en ese sentido(.)
460
Y bueno... cuentanos loli... cuando tu vuelves a... al a tu pueblo ¿cierto?eee... tu que
genero(,) eee... ya sea narrativo(,) o o... o... o... o bueno... visual utilizas para contarle a la
gente de tu pueblo como es la ciudad?
Como es la ciudad... fotos si historias si, como el medio ¿no?(,) como un medio
hasta visual... hasta... pues... de hecho eee... uno... osea uno(,) hasta... hasta también lo
que... algo muy interesante que tocaron ustedes... !el cuerpo¡... uno también expresa esa
ciudad... en el cuerpo de uno en el cuerpo si si en el cuerpo de uno... uno mismo... ya...
porque hasta lo ven cambiado... uno llega mas gordo... mas flaco... uno... bueno lllega con...
hasta con diferente look... uno llega... no se... el acento va va... el acento... entonces ahi
cositas que dicen ahi bueno... comienzan a preguntarle y entonces uno oralmente... eee... le
va comentando le va diciendo... esto lo otro... y claro y si hay la oportunidad de mostrárselo
por medio visual y por... medio auditivo... entonces uno lo hace(,) entonces uno recurre a
estos... a estos medios también claro... pero el cuerpo escomo que lo principal... ¿no? Ahi(,)
“principal transmisor 38:54” de esto... de la ciudad...
bueno(,) yyy... a ti ¿te parece divertida la ciudad?
Divertida... no si (risas) es divertida ¿en que sentido? Pues eee... asi como te digo...
eee... si se presenta esos... esos... esos ¿que es? Esos encuentros... eee... eee... esos
escenarios donde se muestra la parte artística para mi, pues... son divertidos... ahí lugares...
espacios donde... donde uno se puede divertir(,) eee... y puede pasar un rato agradable(,) así
sea en un... bar(,) asi sea... cierto... no se... ir de compras... no se... uno se divierte (risas) en
algún momento uno se divierte ya(.)
¿Entonces en general a ti te gusta la ciudad loli?
Eee si... pues... la ciudad he tratado de adaptarme a ella... eee adaptarme... a ella(,)
eee... me llama mucho la atención porque... porque... la ciudad porque... es un lugar donde
siempre se... se esta en dinamica... ¿cierto?... siempre es muy dinámico... siempre esta
cambiando... entonces como en este sentido como que a uno... la llama mucho la atención...
pero de ahí a que me guste, pues... que mmm espacio para... para... vivir... para... cas... no
me gusta mas el campo, el campo, el campo(,) de pronto llegar así... por un espacio...
específicamente sí... pero ya por ahora... por cuestiones de estudio... he estado mas... como
conectada con la ciudad... pero si no, me gusta mucho mas el campo... trabajar como con la
comunidad mas del campo... como... con una comunidad mas rural(.)
bueno y por ultimo cuéntanos acerca de como de tus amigos... eee quien... si son...
eee todos hacen parte pues como de... del grupo indígena o... o bueno o... juntas a unos y
otros(,) los mestizos que has conocido aca en Manizales(,) con los indígenas(,) con los
afro... o ¿tiene espacios diferentes? O con quienes... o con... con cual grupo es con el que
461
mas... pasas tu tiempo libre... y que es lo que haces... como para divertirte... o... “general
40:57”
pues he compartido mas... osea como decir, amigos amigos si... mas que amigos
también hermanos... eee... me he acercado bastante a las personas que en estos momentos
han estado comenzando a “nutrir 41:11” con la parte espiritual y lo con la parte artística
también... y con la parte también... muy conectada es con con... la parte rural(,) rural asi
como el trabajo... mas para con la gente... del campo ¿no?... entonces como lleva... estamos
tratando como de articular... esa... esa... esos... esos... espacios artísticos... llevarlos también
a la parte rural... porque uno puede decir de que... en la ciudad se da mas esa... ese...
conocimiento artístico ¿no?... entonces muy chevere llevar a a a a... campesinos y indígenas
y cualquier comunidad rural... llevarle es.. ese... conocimiento también del arte... vea esto
se hace en la ciudad(,) esto también debería... usted puede llegar a...a..a como a... como
armar un un... o formas una escuela... también... una escuela popular porque...la escuela
popular de artes es como un... uno de los medios para... para llegar a despertar.. a ee
conciencia artística, también(,) hasta política y cultural en en... algunas personas... no
solamente en la población infantil... sino en... en cualquier población... entonces yo pienso
que... que... que si... que si la la la ciudad es... pues a mi me gusta mucho(,) la ciudad en ese
sentido ¿no?... de que puedo construirme como como... no soy citadiana... porque yo soy de
provincianas vengo de de... un pueblo... de provincia(,) rural(,) entonces me identifico con
ella... no soy citadina entonces(,) entonces en ese sitio... pero me llama mucho la atención
la ciudad en esos... esos campos... si en esos campos ¿no?
A bueno... no listo loli muchas gracias por tu... asis... por tu tiempo... por tu ayuda
(risas) jas contribuido mucho a aa a lo que estamos intentando pues... que les valla muy
bien(.)
Mm 1
I= investigador
E= entrevistado
I: ¡ay marica!
E: ¿otra vez?
I: Bueno otra vez, nada, nada, no podemos parar, ¿Edad?
E: 21 años
I: ¿Estrato?
E: 3
462
I: Sexo
E: Femenino
I: Tiempo de residencia
E: 4 años y medio
I: Listo, bueno, ¿para ti que es la ciudad?.
E: e…, no se, la ciudad pueden ser espacios (,) distintos a los que uno habitualmente
tiene en los que encuentra…, no se, no solamente… e… disfruta del tiempo libre, si no
también ocupación en diversas cosas, no se, culturales, académicas, y también… podría
entender la ciudad como… no sé, un espacio en el que se vive y en el que uno encuentra
cierta afinidad por algunas cosas.
I: Bueno. y… entonces ¿para ti que seria lo Urbano?.
E: ¿Lo urbano?, mmm… yo podrí definirlo como el… el centro de de una ciudad en
el que… puede estar como… centrificada la movilidad de la misma ciudad, no solo por e…
el tráfico de vehículos o de personas, si no porque… pueden estar, no sé, mmm… (,) estar
estructuradas como las e… principales fuentes de funcionamiento de la misma ciudad.
I: Bueno, ¿entonces tú como describirías a la ciudad?.
E: Mmm… la ciudad debería de ser como un lugar (,) en el que las personas se
sintieran identificadas, en el que encontraran como… e… los espacios necesarios para
hacer sus cosas… e… en el que de cierta manera, no se, puede también ser sujeto y
encontrar otros sujetos , un sitio donde pueda establecer relaciones sociales y… ¿que
mas?... mas que todo identificarse con ese espacio en el que se está para poder(,) de la
misma manera como disfruta y… y estar dentro de esa misma movilidad urbana
I:ahhh… bueno, e… ¿Cuales son los recorridos cotidianos que realizas por la
ciudad?
E: De mi casa a la Universidad, de mi casa al supermercado, mmm… de la
universidad a la casa de algunos compañeros a los que voy a hacer trabajos.
I: ¿y no vas a fiestas?
E: ah! Bueno si también, Discotecas…mmm… sitios donde esta la música que a mi
me gusta, que por lo general siempre son los mismos e…
I: ¿Por donde quedan?
463
E: Por la Avenida Santander… cerca a la Universidad o… en… por plaza 62 o…
no sé, dependiendo de los lugares donde hagan mas fiestas, según… ¡el gusto!
I: Bueno. ¿Y tú que piensas de el mapa mental que tienes en la ciudad, piensas que
es amplio o que es un poco reducido?, que la conoces…
E: Pues al principio fue muy reducido porque solamente mi tránsito era por los
lugares a los que… ¡Que nombre antes!, pero… no sé, ahora como… como ha pasado el
tiempo… uno trata como de de, no sé de… transitar por otros lugares… pero, pero es más
que todo no porque quiera sino porque se presentan, ósea, algunas situaciones hacer que
uno vaya a algunos lugares específicos y eso es lo que ha ampliado mi… recorrido por la
ciudad, pero no… yo creo que no es tan amplio. Incluso el año pasado apenas conocí a la
Galería.
I: ¿No conocías la Galería, enserio?
E: No, nunca, me llevaron.
I: ¿Y a que?
E: A hacer una entrevista a una señora que vendía maticas (Risas), entonces pa’
saber que esta cura que el dolor de estomago, que esta la otra y… así entre a la Galería por
primera vez.
I: Ahhh Bien. “Correcto” (3:50) Ahora vamos a entrar a hablar como de los usos,
¡Los usos de la ciudad!, ¿crees que la ciudad se puede usar?
E: Si
I: ¿Definitivo?
E: E… dependiendo de… del mismo uso que le puedan dar los habitantes de la
ciudad, de las necesidades que tengan, por ejemplo se puede usar… mmm…
académicamente la Universidad que hace parte de la ciudad, y es un uso de la gente para la
ciudad, un uso comercial, un uso hasta de ocio, el simple hecho de caminar o de salir a
recrearse, si se puede usar la ciudad de acuerdo a las conveniencias de la persona a la hora
de utilizarse.
I: ¿Y a ti te gusta pasear por la ciudad?
E: Sí, pero sitios como específicos, no salir a caminar como por…¡Si me gusta!
Pero como es una ciudad también tan insegura, uno trata también de frecuentar los sitios
donde se siente seguro.
464
I: ¿Y que lugares te gusta… e… para pasear, cuales son los que mas recorres?
E: ¿De Manizales?
I: Si claro
E: E… Chipre, pues, no sé… se podría… Santágueda que queda también cerca, ¿de
pasear, pasear?
I: No, pasear de recorridos.
E: Me gusta…
I: A ti te gusta “Algo” (5:11)
E: Me gusta… me gusta, el centro, a pesar de que es demasiado congestionado me
gusta caminar por esas calles, mmm… todo lo que es la Avenida Santander, me parece
chévere porque es… ¡Plano! E… (Risas) si, Chipre… y… no conozco mas.
I: A bueno, ¿Y que era lo que tu estabas diciendo que la ciudad es peligrosa, porque
la consideras peligrosa, o en que sentido?
E: Pues porque uno no puede estar en todos los espacio a cualquier hora de una
forma normal, simplemente esta condicionado como a unos horarios a unos lugares por la
inseguridad que tiene la misma ciudad y que se ha aumentado tanto en estos últimos
tiempos, entonces uno ni siquiera puede salir tranquilo al paradero de la buseta porque ya
hay alguien que llega atrás y te va a atracar, entonces uno trata de frecuentar los lugares con
gente y que uno normalmente frecuenta y sabe que son lugares en los que no le va a pasar
nada sin necesidad de tener que ampliarlos por el riesgo a que le pase algo.
I: Bien. Y… ¿Que disfrutas de la ciudad?
E: Si… pues de los espacios en los que en los que prácticamente di… diariamente
manejo, sí si, sí si disfruto esos espacios.
I: ¿Y de que manera los estas aprovechando?
E: (,) mmm… pues la Universidad estudiando, preparándome, e… cuando salgo
esos espacios para el disfrute para el ocio, para la recreación, e… ¿Qué otros usos? Cuando
hay algún tipo de actividad cultural se usa la ciudad para ese tipo de cosas, e… ¿que mas?
Hasta para el simple hecho de… ubicar la mi residencia, se… disfruta la ciudad, ¡Se usa la
ciudad!
I: E… ¿tu para que usas esa ciudad en la que vives día a día?
465
E: ¿Para que la uso? Para… hacer las cosas que a mi me gustan o las que tengo que
hacer y… es mas que todo por, no sé, muchas veces cumplir con las cosas y se usa la
ciudad en el cumplimiento de los deberes, pero… también puede ser, no sé, Manizales es
una ciudad con la que uno se identifica… o llega acá y como que… todo es familiar,
entonces si me gustan como esos espacios que tenia en mi casa y que ahora los encuentro
acá.
I: Bueno. ¿Entonces que crees sobre la lúdica de las ganancias y de las ventajas de
la ciudad que seria como… el estudio, conocer gente, recorrer espacios que de pronto tu no
estabas habituada, ¿cierto?, conocer mas personas, pero…en tus palabras que seria como…
cuales serian las ventajas y las ganancias que mas te puede brindar a ti la ciudad o que tu
encuentres al recorrer estos espacios, o al usar la ciudad?
E: Yo creo que, entre las principales ganancias al estar en la ciudad y al vincularse
por ejemplo a una universidad como parte de un espacio de la ciudad uno puede como
establecer contactos y que te permiten a ti a futuro como establecer relaciones y
desenvolverte en espacios distintos a los que normalmente hacías entonces es como usar la
ciudad como un puente de contacto en pro de algo, entonces esas serian como las ventajas,
las desventajas es que Manizales es una ciudad en cierta medida, costosa a lo que yo
normalmente estoy acostumbrada, entonces el hecho de pagar un arrendamiento y pagar
una alimentación implica también una necesidad económica que tiene que ser suficiente
para que uno pueda tener acceso a estos espacios, y no debería ser de esa manera, todas las
personas no tienen como esa… garantía de hacerlo, esa forma de hacerlo, entonces yo creo
que Manizales, aparte de todo eso es una ciudad demasiado… conservadora, tradicional,
clasista y uno no puede como acceder a otro tipo de espacios distintos con tanta facilidad.
I: Bien. Mmm… basémonos en el hecho de que…en la ciudad hay unos lugares,
unos lugares que tu… has mencionado, que puedes recorrer en algún momento e… desde tu
perspectiva ¿Cuales son los valores que tu le das a esos lugares (.) de la ciudad?.
E: Primero yo creo que y fundamental es como el sentido de pertenencia hacia un
lugar, el sentirse bien en un lugar hace que se frecuente entonces hace que sea como un
sitio mmm… ¡bonito! Si para el disfrute y que… en el que uno se siente a gusto, y cuando
se identifica con los lugares e… y con los espacios las personas tienden como a ser de
cierta manera un poco mas e… no sé, e… móviles en sus mismos círculos mmm… ¿Qué
otros valores? Mmm… no sé, de pronto… no sé, e… poder establecer que, relaciones con
personas, ¿si?, no sé si eso entre allí de pronto pero si… y… no sé que mas.
I: Bueno. Y… ¿a ti para que te sirven entonces estos lugares?
E: (,) Pues, para… ¿conocer gente?, para… ¿prepararme?, para… distraerme,
para… formarme y para… no se… ¿que mas?, establecer… no sé, contactos con gente.
466
I: Bueno. Y los lugares favoritos para ti… ¿Cuáles son?
E: Pues no es que sean… mmm… favoritos, sino que son los mas frecuentes,
entonces… mi casa, la universidad, e… mmm… la avenida por la que siempre transito, la
avenida Santander…mmm… no sé.
I: Bueno entonces dinos un lugar favorito al cual siempre (XX 11:10)
E: ¿Dentro de la ciudad?
I:Si, un lugar favorito, favorito
E: No.
I: Ahhh bueno, ¿y porque?
E: Porque yo creo que el hecho de que no conozca Manizales mmm… ampliamente
hace que los lugares a los que visito sean limitados, y a los que tenga que asistir son por
cumplimiento de algunas cosas, ¿cierto?, entonces no son lugares como e… en los que se
disfruta o uno escoge para hacer determinada cosa, si no que simplemente se habitan.
I: Ósea que en esos lugares tú que haces… ¿Habitar solamente?
E: e…si, ósea es como habitar, desenvolverse e… actuar, conocer gente, es como…
estar dentro de círculos pequeños, círculos sociales, académicos, habitar y como construir.
I: Entonces tu recorres esos lugares, porque te toca, porque son lugares de…estudio
o lugares… por los que te toca recorrer
E: Ahora si, lo hago porque, si, son lugares a los que cotidianamente tengo que
llegar, si, pero que cotidianamente no signifique que no me guste estar en esos espacio,
porque de cierta manera también se disfrutan, pues antes no, antes era distinto porque uno
viene de otro lugar, recién llegado, todas las cosas le llaman la atención y entonces tu vas
porque quieres conocer, porque quieres estar, porque quieres moverte, pero ahora son tan
familiares que simplemente hacen parte como… del diario.
I: Bueno listo, ahora vamos a (se escucha distorsionado 12:51-52) y que me llama
mucho la atención y es el cuerpo. ¿Cierto?, ¿Que sensaciones corporales sientes en tu lugar
favorito? Pues… como ya nos has dicho que no tienes lugar favorito e… un lugar en el que
te agrade o en el que no te incomode (XX 13:12)
E: ¿Sensaciones corporales?... no se puede ser como emoción, que se manifiesta por
ejemplo en temblor, o en…
I: ¿Rubor?
467
E: ¡Rubor!... o en…
I: ¿O en sonrisas?
E: Sonrisas, si, alegría…, como, no sé, no sé si este bien dicho… como calurosidad,
como… familiaridad, como, como que el mismo cuerpo te avisa que, que te sientes bien o
no.
I: Mmm… ¿Crees que la percepción de ese cuerpo esta (XX 13:54) a los lugares
que tu recorres?
E: e… depende, porque… pues no todas las personas asumen las mismas, las cosas
de las mismas maneras ¿cierto?, entonces para mi puede estar bien sonreír en una iglesia si
me gusta, pero para el resto de personas no, entonces creo que también depende como del
contexto y… de la situación.
I: Pero entonces, ¿en el contexto en el que tu te desenvuelves, llámemolo
Universidad… o Avenida Santander o los lugares que tu reiteras en el recorrido… (XX
14:30) son permitidos?
E: Si son permitidos y además pues yo siempre he pensado que uno debe hacer lo
que siente y en el momento y en el momento en el que lo siente
I: Hujum, bueno. ¿Y cual crees tu que es la imagen que proyecta a nivel corporal?.
E: Mmm… no entiendo.
I: Como piensas tu que… tu imagen física se proyecte hacia el resto (,), ¿Cómo te
sientes tu en cuanto a… e… como el resto de personas te perciben en esos lugares que tu
vas recorriendo.
E: Pues… yo creo que bien, porque… de lo contrario no tendría como tanta gente
cerca o… no…
I: ¿Tienes gente cerca cuando recorres esos espacios?
E: e… a veces si, muchas veces no, pero a veces si, y… no sé, muchas veces las
actitudes o las aptitudes que uno tiene hacen que las personas reaccionen frente a uno de
determinada manera, ¿Si?, pero creo ques ques, que es bueno porque, no sé…, me siento
tranquila y me siento bien.
I: Te sientes “Sexy” (15:44)
E: (Risas)
468
I: No, es enserio, te estoy preguntando enserio
E: e… Noo, normal, coqueta
I: Ahhh bien, bien. Es un concepto muy interesante eso de la coquetería, al menos
desde la perspectiva de Simón de “ua” (15:57), es muy interesante el porque las mujeres
coquetean.
E: ¿Y porque?
I: Cual es la función, no luego te la comento (Risas del entrevistado) eso no (XX
16:04). E… bueno entonces hablemos ahora de otro elemento que, que, que puede ser muy
significativo en… en lo usos de la ciudad, ¿cierto? Y es el compartir, ¿tu compartes con
otras personas?
E: Sí diariamente, en… la universidad, mi casa, a la hora de convivir, hasta el
momento de tener que ir hacer almuerzo con alguien, mi casa… Si.
I: ¿Y como es esa relación con esos otro?
E: Complicada porque… mmm… pues sí, complicada porque… muchas veces tu
forma de ser o tu forma de actuar no siempre gusta a los demás, siempre hay cosas que
incomodan, entonces uno… cede ¿cierto? Como hasta determinada parte pero hay cosas
que se salen como de control y… uno es lo que es, es como esencia y no puede dejar pasar
como esas cosas.
I: Y… ¿te gusta estar con otros o otras?
E: Algunas veces si, si, pero hay otros momentos en los que uno necesita de
espacios en los que simplemente se encuentra con uno mismo.
I: Bien. ¿Y que tipo de personas o que clase de personas te gustan para compartir?
E: Personas e… como Hernando, Jorgito, personas que… de cierta manera tienen
alguna afinidad con mis gustos, o con las que se pueda discutir y… personas inteligentes.
I: Bien. ¿Tu crees que… las personas se pueden usar?
E: Si.
I: ¿En que sentido?
E: e… Académicamente…, sexualmente…, e… por el simple hecho de tener una
compañía, e… con la finalidad de que te hagan algún favor, si, totalmente.
469
I: Ósea que cuando tu compartes, tu podrías pensar que… estas usando a otra
persona… compartes
E: Depende, porque cuando comparto por gusto, es porque me siento bien, pero
cuando comparto con alguien por necesidad, es porque me toca
I: Bueno. (,) Y… en el caso contrario, ¿tu te sientes entonces… usada cuando
compartes?
E: Algunas veces sí, si porque se que… no es por… e… por afinidad o gusto si no
porque las situaciones amerita que sea de esa manera.
I: Bueno, Listo. E… ¿tu compartes con grupos sociales, cierto?
E: Si
I: ¿Cuales son?
E: Los identifi… ¿Cómo asi?, ¿los indentifico?
I: Si, si
E: Compañeros de la universidad… ,e… familiares que tengo acá…, profesores,
mas que todo mi circulo social es como e… a partir de los contactos que he hecho dentro de
la universidad, porque no conozco mas gente aca
I: Hujum
E: Ah! Bueno y cuando tenia novio (Risas)
I: Bueno. Y entonces a ti te parecería importante la cuestión esa del compartir
E: (,) Para… determinados espacios, sí
I: ¿Para cuales?
E: Mmm…no sé, de pronto a la hora de… la convivencia, compartir con alguien.
I: Hujum
E: e… una compañía sentimental, si se requiere o… una compañía, no sé, de
espacios simplemente para charlar o… o para… salir, divertirse, sí.
I: ¿Entonces tu porque compartes en esos grupos?
470
E: Porque me siento como identificada e… con la gente con la que está, y siento que
se comparten como algunas características afines que hacen que yo me sienta bien en ese
grupo
I: Bueno. E… ya acabo mire vea, e… comparte dentro de… organizaciones
formales… como… grupos, colectivos…
E: Sí. Pertenezco a… semilleros de investigación ,e… grupos… distintos con gente
de la universidad pero que no pertenecen por ejemplo, a ninguna línea investigativa, e…
organizaciones, sí, me gusta ser parte como de… de grupos de personas que se organizan
para algo y que… de cierta manera… como que siento que encajo ahí.
I: ¿Y que experiencias para com… e… cual han sido las experiencias a la hora de
ese compartir y ese participar?
E: Pues… en el caso de los semilleros ha sido como experiencias investigativas,
experiencias como de creación y de… construcción intelectual, mas que todo, y en los otro
círculos si es mas como de críticas o reflexiones acerca de la actualidad social, por ejemplo
el país.
I: Bueno. E… pues en esa… en ese contexto de emigrante, pues de que tu llegaste
de una ciudad extraña diferente e… ¿tu te has sentido excluida en algún momento?
E: Sí, e… por algunas personas o por algunos espacios.
I: Y… ¿Te has sentido marginada?
E: No. marginada… ¿Cómo excluida?, o marginada como…
I: No, es diferente, una cosa es la exclusión y otra es la marginación.
E: Pero marginación…
I: La marginación pensaría yo que tiene “Contracción” (21:35) mucho mas…
peyorativa… mucho mas…
E: Excluida en algunos espacios sí, pero no marginada.
I: ¿Como en cuales?
E: E… En grupos, cuando hacen algo y no me invitan (Risa), cuando… e… hacen
cosas que a mi no me gustan y por eso mismo yo prefiero excluirme.
I: ¿Pero pensarías que es por tu condición de migrante, o no?, ¿o simplemente como
personas?
471
E: No… porque… no por mi condición de migrante si no mas bien, como por ese
compartir y ese sentido que se le dan a los espacios.
I:¿ Y te has segregada en algún momento?
E: No
I: Ah bueno. e… ¿ignorada?
E: Si…
I: ¿Con lo que estabas hablando ahorita de los grupos y eso…?
E: Sí, como por el grupo o como por las experiencias que se pueden tener en
determinados momentos, en los que, uno como que a veces no encaja y eso… (Risa), eso…
hace parte como de la misma actitud que yo puedo tener frente a esos espacios.
I: Y… ¿Te sientes desconocida dentro de… los ámbitos urbanos, o… de los grupos
de los que algunas vez te has movido, o de las personas con las que a veces has convivido?
E: No, no.
I: Bueno. e… ¿que cosas aprendes cuando tú usas la ciudad?
E: Primero como a moverme dentro de la ciudad, a saber donde quedan los lugares,
que tengo que hacer para llegar a estos lugares, e… como puedo utilizarlos, e… como
puedo de cierta manera identificarme en los lugares en los que me gusta estar, aunque no…
tengo el favorito, e… he aprendido como a… a… dejar atrás como un poco de esa
costumbre que yo tenia al venir como no de un pueblo, pero si… de un pueblo grande,
entonces donde las cosas están… como todas hechas, en las que todo el mundo habla por ti,
hace las cosas por ti, entonces tu aprendes a defenderte… con tus propios movimientos, con
tus propias cosas, acciones…
I: ¿Tu crees que la ciudad te educa? Y en caso de que sea así ¿de que manera la ha
hecho?
E: Sí, por ejemplo en la universidad, al hacer parte esos espacios que uso
habitualmente y específicamente esto aca por eso… para educarme, para formarme en una
profesión, en este caso sociología y de cierta manera también me educo al… comprender
que Manizales por ejemplo, es una ciudad en la que existe de determinada forma cultura
ciudadana frente a algunas cosas, entonces se aprende a actuar en determinados espacios.
I: Bien. ¿Entonces estos espacios tu pensarías que son divertidos , cierto?
472
E: mmm… sí, porque… son los espacios en los que… recorro cotidianamente y los
que de cierta manera hay un disfrute , de… de esos mismos espacios.
I: ¿Entonces valdría la pena también, usar esta cuidad?
E: Si.
I:¿En que sentido?
E: E… usar la ciudad como lo dije antes, no solo académicamente sino disfrute de
los lugares que me gusta recorrer, disfrute de los mismos escenarios que la ciudad e…
muestra, presenta, tiene y usar la ciudad mas que todo… e… para poder… no sé, como
ampliar un poco la visión que uno puede tener de las cosas que… específicamente sobre
algunos fenómenos que se presentan solo en ciudad y que no se ven por ejemplo de los que
vienes.
I: ¿Y que entiendes tú por ciudadanía?
E: Ciudadanía… podría ser como… la construcción consiente que tiene el individuo
al habitar esos espacios, el deber ser, el deber hacer, el comportamiento dentro de esa
misma ciudad.
I: Bueno. Entonces pues ahorita tu me estabas comentando de… tu grupo de amigos
que es con el que tu compartes, disfrutas ¿Cierto?
E: Si.
I: Cuenta un poquito acerca de eso, ¿Qué hacen para divertirse?, o… ¿Cómo lo
hacen?... ¿cada cuanto?, ¿adonde?
E: E… pues, depende, porque… son personas con las que se… disfruta en diferentes
tipos de espacios y por ejemplo uno puede… si… irse a bailar, e… a caminar, otros con los
que se pueden utilizar los espacios para hablar, para discutir, entonces es como manejar
esos espacios porque las personas no caben dentro de los mismo.
I: Y… bueno y… ¿Qué lugares entonces vas cuando estas con ese grupo?, o bueno
¿Qué hacen como para divertirse?, ¿Qué consumen?
E: mmm… alcohol, drogas (Risas) (XX 26:19), discotecas, bares, hasta la misma
casa, y espacios… no sé, no son como tan habituales pero… pues como Manizales tampoco
tiene como una oferta tan grande de distracción, entonces uno muchas veces recorre los
mismos sitios, frecuentemente.
473
I: Ah bueno. Muchas gracias por tu entrevista, por tu relato, e… muy agradecido,
has contribuido a la ciencia, a la construcción de elementos teóricos.
E: Muchas gracias a ti por el tiempo.
Mn1
I=investigador
E=entrevistado
I:ehh bueno, entonces pues comencemos primero con (XX 0:07) ¿Cuantos años
tiene?
E: 22 años
I: el estrato en el que usted vive
E: cuatro.
I: humm pues su sexo
E: masculino
I: bien, listo ehh bueno, tenemos como varios ítems que vamos ir abordando, ehh a
medida pues de que su relato me lo valla contando y eso. Entonces primero quiero que,
hablemos acerca de la ciudad ¿cierto? ¿Para usted que es la ciudad?
E: una aglomeración de edificios, básicamente
I: una aglomeración de edificios
E: donde vive la gente
I: bueno entonces ¿Qué sería lo urbano?
E: ya lo urbano, lo veo yo como por la parte social (hujumm, dice el investigador)
una urbanización, no sé que, aunque uno ve a veces ve que cuando van a construir algo
dicen una urbanización, yo sin embargo como urbe lo noto como también, como una
cuestión posicional cierto pero que se relaciona más con, con la gente más no con la
construcción o donde vive (hujum, dice el investigador).
I: listo, ahora usted me estaba hablando de la ciudad ¿cierto?, como un
conglomerado de edificaciones; entonces usted ¿cómo describiría esa ciudad?
474
E: bueno no sé, esa ciudad,(o la ciudad, dice el investigador) si como una cantidad
de estructuras en la que la urbe se desenvuelve cierto, obviamente van a estar los edificios,
casas, carreteras, en fin ehh, lugares de reunión etcétera ,¿cierto? o sea que, es donde la
urbe se desenvuelve básicamente.
I: bueno, ¿Cuáles son los recorridos que usted frecuenta en la ciudad de Manizales?
E: ¿en Manizales? Ehh, usualmente (…) yo no me muevo en la urbe debido a que
yo estudio en una parte rural, ¿cierto?, pero lo usual es la avenida Santander, es como,
como, como el centro de Manizales de cierta forma, donde la gente pues encuentra lo que
necesite y más a mi edad , pues entonces ahí esta la cuestión pues de salir, no sé a rumbiar o
como sea que se diga, no sé, pero usualmente uno se mueve es dentro de su barrio ¿cierto?
Porque en el barrio, pues usted va a encontrar todo lo que necesita, supermercado, iglesias y
si tiene alguna creencia, en fin. ¿Cierto?
I: y su trabajo también, pues es decir el recorrido que usted hace, o sea hasta su sitio
de trabajo que sería en este caso entonces la universidad.
E: si, si, pero no sé ahí que
I: no, no porque ahí seria otro, otro cuento…
E: claro sino que ese recorrido, bueno debido a que es en carro quizás uno tiende a
ser tan observativo, sino que uno ya es, ya mecaniza ese recorrido a veces manejo hasta la
universidad y no me doy cuenta cuando llego, pues o como llegue allá porque ya se hace
muy usual; ya tengo un mapa mental de lo que ese recorrido.
I: bueno ahora que se mete usted con le cuento de los mapas, desde su percepción
¿Qué tan amplio es su mapa mental de la ciudad? ¿la conoce, no la conoce, se pierde?
E: pues básicamente en mani, Manizales es un mapa mental es simplemente tener 3
puntos de referencia, yo lo veo así, que serían el cable, la catedral y la torre de Chipre,
desde cualquier punto en el que usted se encuentre, usted se ubica fácilmente en la ciudad,
entonces como general.
Ahora como un mapa específico sería del sector de no sé, de (…) del centro hacia
¿esta es la parte que, sur occidental sur oriental? Del a ciudad, o sea, de, de, de del centro
hasta milán ¿no? (hujum dice el investigador) eso sería como lo que yo diría al menos no
me pierdo en ese sector, pero barrios que están por fuera de ese, de ese sector que estoy
describiendo pues no estoy diciendo que me pierdo sino que simplemente no tengo un mapa
mental, sin embargo uno adquiere cierto mapa mental, cuando maneja ¿cierto?, por qué,
porque uno tiene antes que, de llegar a ese sitio usted tiene que, pues tiene que eh, pensar
visualizar cómo va a llegar hacia allá y que carretera o cual es el flujo que usted debe seguir
475
para llegar hacia allá. Entonces diría que, que humm quizás un sesenta por ciento de la
ciudad podría ser o menos, no sé, la verdad no sé que tan grande pueda ser Manizales, hay
sectores que uno no tiene idea.
I: hujumm. Bueno ehh, ¿Usted cree que la ciudad se puede usar?
E: se puede usar (…) claro, claro, pues no sé, bueno depende, eso depende de lo que
es usar algo ¿cierto? Por ejemplo desde el punto de vista de, cultural quizá cierto (hujumm
dice el investigador)ehh todas estas, por ejemplo ahorita en diciembre, alumbrados y
etcétera ¿cierto? Eso aglomera gente, porque es llamativo y ahí es donde, la, la, las
personas aprovechan por ejemplo para vender sus productos o lo que sea. Publicidad,
mercadeo, lo que sea ¿no? Humm (…) la urbe usa una ciudad realmente, eso es lo que yo
pensaría.
I: bueno ya. bueno a ¿usted le gusta pasear por la ciudad?
E: (---) si, si, si pues o sea depende de, de obviamente de las condiciones climáticas,
de la compañía ¿cierto? Bueno de los estados de ánimo, pero, pero si la verdad me gusta
caminar mucho, aunque siempre tengo como un mismo, casi siempre una misma trayectoria
que sería desde milán hasta el cable, pero podría tomar quizás eso como un paseo (risa) no
sé.
I: bueno, otros lugares que de pronto le gusta, pasear, o sea Chipre, podría ser
E:bueno!!, si , pero son planes muy (esporádico, dice el investigador) si, muy
esporádico no son como muy usuales.
I: hujmm. Bueno humm ¿a usted le parece peligroso usar la ciudad?
E: (---) bueno no sé, es que uno peligroso lo relaciona como, como algo que, como
usted bien me ha dicho transgrede el espacio vital (risas) de las personas pero, pero, pero
claro que podría ser peligroso, claro, o sea hay que quizá ser bastante objetivo cuando se
esta haciendo uso de algo y sobre todo de algo masivo (hujumm dice el investigador) por
qué, porque va tener muchas variables en su, cierto, en su sector o en su sistema y, y, quizás
no sea fácil, fácilmente controlable; definiciones como, no sé el once caldas ganó la copa
mustang; entonces vamos a usar la ciudad para, hacer una fiesta o cierto, entonces ahí, ahí
es peligroso por ejemplo por qué, porque no hay un sistema de control ¿cierto? Igual, como
más anarquista no sé (risa) pensaría yo, pero, pero si claro que puede ser peligroso hay que
tener cuidado con eso, y, y bueno ya obviamente la ciudad esta, esta construida bajo algo
que yo definiría en, no pues natural, cierto; obviamente la ciudad como ciudad, como la
defino yo es algo artificial; entonces habría que tener cuidado también con eso, ¿cierto?
Hay que saber donde se va a ubicar uno, por qué, cómo, conocer la ciudad, básicamente o
al menos conocer donde esta.
476
I: buen ehh, ¿usted disfruta de la ciudad, Juanjo?
E:si claro me gusta bastante, en serio m gusta bastante, por qué, porque es tranquila,
porque aunque, quizás falte mucho desarrollo vial o civil; ehh, para la cantidad de no sé
sociedad flotante, o de urbe flotante que o sea nos es oriunda de acá de Manizales(…) es
sostenible, es sostenible varios los términos básicos, es decir aquí viene mucha gente que,
por, por lo que es una ciudad que tiene muchas universidades y etcétera; y sin embargo se
hace sostenible en el hecho de que, o sea no, no se ve una polución excesiva, las
aglomeraciones excesivas que cabe resaltar que en la topografía de la ciudad han sabido
construir, porque es difícil construir aqui en la ciudad. Aunque basándonos en el hecho de
que casi todas las ciudades colombianas parten desde un punto que puede ser la galería o la
plaza central y se abren hacia los exteriores, que es poco, pues, baja de organización, pero,
pero se sabe manejar de cierta forma. Aquí (XX 9:30), también influye mucho la cultura de
la gente, puede ser.
I: bueno, y ¿Cómo aprovecha usted la ciudad?
E: ehh, no sé, no sé ¿cómo la aprovecho? (hujumm, si dice el investigador) pues no
sé haciendo uso de, de lo que es ella ¿cierto?, como venia diciendo pueden ser sus, sus vías
cierto, bueno aunque no hay muchas zonas verdes pero, pero es fría, cierto, entonces me
gusta caminar y ver la gente, ehh, es una ciudad limpia entonces. Así es que la uso no pues
disfrutándola básicamente, disfrutando de lo poco o mucho, para algunos que me puede
ofrecer es, de su mercado, de su gente, de su no sé, aunque desde el punto de vista que se
supone que yo lo veo, entonces no sé serian las edificaciones básicamente, lo que yo decía
un conglomerado de construcciones, si la otra vez me trepe a la torre del cable, lo acepto
(risas) quizás eso lo pueda definir como, un buen uso de la ciudad (sí dice el investigador),
una linda vista (risas)
I: bueno y entonces Juanjo ¿usted para que usa la ciudad, con que fin?
E: (---) yo creo que todo eso se reduce a algo, social (hujumm dice el investigador)
de socializar, de socializar y de, y de crecer como persona también, ¿cierto? Por ejemplo
yo, si en mi ciudad esta la universidad en mi ciudad, en la ciudad yo estudio, si en la
ciudad hay un cinema pues voy a cine, si en la ciudad hay supermercado voy y compro
cosas, si en la ciudad hay un parque de diversiones pues voy, en fin yo creo que esa sería
como la definición que yo, que yo podría ver acerca de eso.
I: bueno, ehh ahora hablemos de lugares ¿cierto? ¿Qué valores le otorga usted a los
lugares de la ciudad?
E: ¿valores numéricos, sentimentales?
477
I: cualquiera, como usted lo, lo quiera expresar, cualquiera de los dos podría ser,
numéricos o sentimentales, podríamos irnos por lo sentimental al principio y luego si tiene
alguna propuesta de numérica
E: bueno, no sé, pues por ejemplo, ahh, obviamente hay sitios donde a uno más le
gusta estar ¿cierto? Pues. Particularmente la zona rosa por ejemplo si lo que yo quiero es
socializar, estar bien, tomarme unos tragos. Sentimentalmente, entonces por ejemplo, no sé
a mi me parece bastante agradable cuando vuelvo a mi ciudad y veo la torre del cable, eso
me parece bonito por qué. porque pienso o, son mapas mentales quizás con los que uno
relaciona una edificación con algo autóctono o quizá lo relaciona con lo que es ser
manizaleño, o en fin no sé, la catedral, o sea lo clásico que podría uno ver de Manizales;
humm me gusta mucho ir al cerro de oro, a veces a mirar la ciudad, me parece bonito. Ya
esta no sé o sea. Si, si todo eso lo trasciendo a una escala de números quizás pueda hacer el
1 el cable, el 2 ehh, cerro de oro, el 3 la catedral en fin. Ahora pues como que no se me
viene muchos sitios a la cabeza pero, pero si se podría como ranquiar de esa forma.
I: bueno ehh, ¿usted tiene lugares favoritos para recorrer?
E: ehh si, si me gusta caminar mucho por el sector de alta suiza, laureles, cable,
bueno cable incluyo hasta la universidad católica por ejemplo, volverme hacia milan y
llegar otra vez hasta alta suiza, me gusta hacer mucho ese recorrido, de hecho lo, lo, lo hago
casi todos los días (hujumm, dice el investigador) sería como el recorrido que más me gusta
para caminar.
I: bueno y ¿Por qué son los favoritos, o por qué ese recorrido en especial?
E: no sé, no sé porque quizás vivo por este sector, yo creo que es por eso, creo que
es por eso y porque, porque pues logro ver gente y que quizás aquí se aglo, como decía se
aglomeran muchas cosas, muchas culturas distintas, muchas, hay mucho movimiento.
I; entonces en ese recorrido uno podría llegar a pensar que usted los usa, porque
encuentra a las personas con las que frecuentemente interactúa.
E: podría ser, podría ser, en principio ¿no?, pero también, también no sé porque me
gusta ver lo que hay alrededor, no sólo la gente sino puede ser las calles o simplemente,
hasta quizás relacionarlo con algún tipo de aroma yo que sé, cosas que, que pueden ser
inherentes a lo que yo pienso, no, pero, si es eso, o sea es como un, una, una especie de
cómo se podría decir, como de, de fusión entre, entre las, entre las personas, el ambiente, y
bueno y (…) en fin todo lo que hay en ella.
I: bueno, ahora hablemos de cuerpo, ¿cierto?, un tema que me parece muy, muy
interesante. ¿Qué sensasiones corporales siente en su lugar favorito?
478
E: tranquilidad, eso es l o que uno siempre busca, ¿cierto? Ahora, a veces, a veces
uno también busca algo como de acción (risa) suena muy cliché pero, pero sí ehh, usted
sabe que de pronto ahí va a pasar algo que no es usual y eso también es bueno; pero en
cambio de adaptarse a ello, entonces cuando usted rompe esa simetría entre lo, lo común,
entre lo nuevo pues entonces ahí hay algo bastante chévere!, se podría decir por ejemplo,
porque sí, porque no es algo usual, ¿cierto? Entonces que me trae el cuerpo, pues si
obviamente, puede ser tranquilidad, puede ser “reputación” (16:08) puede ser (…), humm,
no sé concentración a veces, quizás a veces me gusta caminar para pensar en algo.
I: bueno, ¿cree que la percepción de su cuerpo es bien vista en los lugares que usted
recorre?
E: espérate “haber yo tapo eso” (16:32) (risa) (interrumpen dos personas)
I: listo, entonces, ehh bueno ¿Cómo se siente usted, humm corporalmente en los
lugares que le gusta visitar?
E: (---) bien, la verdad yo pienso que no, no me, no me destaco como, pues al menos
ehh, exteriormente ante las otras personas; digamos que me defino quizás desde ese punto
de vista como una persona común y que se supone que encajo en esa sociedad, (hujumm,
dice el investigador) si me siento cómodo, me siento bien, de hecho quizá esa sea la razón
por la cual frecuento el sitio ¿cierto?
I: entonces ¿usted piensa que la percepción que tienen los otros de su cuerpo es bien
vista?
E: ehh, ahí, ahi hay algo bien, bien particular y, y es una cuestión que como que uno
se pregunta eso de, de los demás ¿cierto? Y así uno no crea, yo pienso que la percepción
que tienen los demás de uno también hace parte de lo que es uno, ¿cierto? No es lo más
importante, quizás muchas personas se exceden en eso ¿cierto? Si es bien vista; muy bien
que bueno, sino pues (…) porque me ha de importar ¿cierto?
En fin la idea, es eso, eso para mi no es trascendental el hecho es no, no, no hacer
sentir mal al otro, no creo que, bueno quizás hay muchas personas que o, o unos siempre
tiende a ver el loco que esta por ahí caminando y eso que ya, yo lo definiría con que esta
mal visto ¿cierto?, pero no, pero si, yo podría decir que, bueno lo que los demás piensen de
mi, o que si creo que estoy bien, que soy bien visto pues; hasta ahora no he reci, no he
recibido tampoco lo contrario, un comentario distinto entonces yo podría decir que sí, soy
bien visto, no sé.
I: y ¿Cuál cree que es la imagen que proyecta a nivel corporal? La imagen que usted
proyecta, cuál cree que sea.
479
E: bueno a nivel, col, corporal (hujumm dice el investigador) corporal. Bueno no sé
a mi (bonita, fea, alegre, dice el investigador) no, me parece que, alegre bastante alegre soy
una persona alegre (…) a veces un poco soberbia no me gusta, me gusta, no sé quizás
mantener la mirada sobre la persona (hujumm, dice el investigador) pero no, no por, por
vicio sino por costumbre quizás si o no; ehh (…) aunque uno se podría definir como otra
ciudad ¿cierto? (risa) en una ciudad ehh, a mi me parece que una bonita ciudad (risas)
(bueno dice el investigador).
I: ahora pasemos al ítem de compartir. ¿Comparte con otras personas?
E: si, claro, claro,
I: y , ¿cómo es la relación con esos otros?
E: pues es buena, hasta, aunque eh, uno puede llegar a conocer mucha gente y sólo
dar el saludo, quizá un saludo amable es lo que uno busca, ¿cierto?, ehh pero, lo poco que
tengo, lo poco material cierto, tanto como quizás lo intelectual, o sentimental yo creo que lo
comparto, lo comparto hasta donde, no sé, hasta el límite que uno crea; ¿cierto?, que, a
veces uno no sabe cual es.
I: bueno y, ¿A usted le gusta entonces, estar con otros?
E: si, si, si pues eso también depende de, las, o sea eso es demasiado subjetivo, en
muchas situaciones, pero uno usualmente está rodeado de las mismas personas (hujum dice
el investigador) entonces, si eh, esas personas me gustar estar con ellas ¿cierto? Aunque a
veces uno busca, lo que decía ahorita ese rompimiento de simetrías, estar con alguien nuevo
(hujumm, dice el investigador) que le parece interesante.
I: y ¿Con que clase de personas le gusta compartir?
E: pues, es difícil definirla, es una persona ¿no?, Pero pues yo, yo quizás lo pueda
definir como respeto, tolerancia y discreción.
I: bueno, ehh, Juanjo ¿Usted, usted cree, que las personas se pueden usar? (el
entrevistado recibe una llamada.) Entonces volviendo al tema ¿Cree que las personas se
puedes usar?
E: de poderse usar, si se pueden usar, de poder, de, de, de poder,” pero ahora”
(22:40) cuál es la restricción ahí, o que tanto, le gusta a usted usar a las personas. A mi me
parece más bonito el virtuosismo de lo que se de a usar una persona, manipularla, no, no me
parecer bien, no me parece bien, ahora, a veces ese uso quizás suene como una palabra
degradante, pero de pronto no lo es, entonces uno lo puede usar para unas cosas, no es, no
480
sé que me ayude en algún sentido (hujumm, dice el investigador) en alguna cuestión de mi
vida, no sé de lo que tenga que hacer, eso es.
I: y ¿Usted cree que cuando se comparte usa a las otras personas? Cuando comparte
con esa persona.
E: (---) será un, será uso mutuo no sé.
I: usted lo podría ver como un uso mutuo, entonces
E: quizás, quizás.
I: entonces ¿Usted se ha sentido alguna vez usado? En algún momento; en ese
sentido como usted lo plantea.
E: jaaa, claro, como, como una, compartir.
I: humm si, en ese compartir.
E: bueno, si porque es que, lo que decía ahorita, o sea esa palabra uso es bastante
grande, si o que, pero, pero desde el punto de vista malo, malo es que lo usan a usted y,
simplemente no hay ninguna gratificación por ese uso que usted dio, entonces, si claro, si
claro; creo que nadie está exento de que suceda eso, ¿cierto?--- Desde, desde la misma
sociedad lo usa a uno (hujumm dice el investigador) (XX 24:15)
I: y ¿Usted usa a otras personas para fines particulares?
E: (---) si, (¿si? Pregunta el investigador) si, no sé, eh… si estoy en la universidad
uso las personas que saben algo que yo no sé para que me lo enseñen, ehh… uso si estoy
mal espiritualmente o lo que sea y me siento mal, pues uso al cura, yo que sé para que me
brinde esa tranquilidad, se supone, ehh si estoy mal uso a mis amigos para que me den un
buen consejo… en fin.
I: bueno, ahora hablemos entonces de los grupos. ¿Usted comparte en grupos
sociales?
E: ---sí, si
I: y ¿Qué tanto comparte dentro de esos grupos?
E: demasiado diría yo, yo trabajo en un grupo, un grupo de investigación (hujmm,
dice el investigador) y ese es mi trabajo… entonces, pues es una cuestión diaria, diaria;
tengo mi grupo de amigos eh, con ellos también paso mucho tiempo, no sé, esos serian
como los dos grupos, o bueno y mi familia obviamente.
481
I: y ¿Por qué comparte con esos grupos?
E: --- porque, bueno no sé, porque me gusta hacerlo (hujumm dice el investigador)
que es gustar, no sé otra vez podríamos volver lo mismo, a lo del recorrido que hablábamos
ahora, ahora, ¿cierto? Ehh, se siente bien, porque en ocasiones, aunque es distinto hacer
uso de una persona que, hacer uso de algo artificial, o abstracto, ehh quizás las sensaciones
puedan ser las mismas, ¿cierto?, aunque ese uso que usted le está dando, cierto a, a algo que
es artificial; no va a haber, la retribución la crea usted mismo, la otra, en cambio si usted
está en un grupo social, bueno, ehh… la retribución la va a obtener de otras personas, no de
su satisfacción por ver, oler o mirar a algo, sentirse bien donde este ubicado.
I: entonces, Juanjo me hablaba de, como de dos grupos, formales e informales
¿cierto? El grupo de investigación de la universidad y el grupo de amigos, ¿abría como otro
grupo o solamente, esos son los dos grupos en los que usted comparte?
E: pues eh, yo sé que básicamente es eso, por qué, porque, aunque quizás ese grupo
formal, incluso en ese grupo formal pueden haber amigos (si, afirma el investigador) quizás
puede haber un poco más grande ¿cierto? Que el informal pero, si, yo diría que esos serian
como los dos tipos de grupos o sea en los que yo me podría definir que estoy, o en los que
una persona podría estar.
I: hujumm. Bueno usted ahora me estaba comentando pues acerca, de bueno como
en la misma línea de este grupo de investigación, ¿Qué experiencias ha tenido usted de, en
ese compartir y en ese participar con esas personas?
E: experiencias académicas, ehh, muchas, muchas también quizás, a veces algunos
problemas obviamente y que… esa línea entre, entre lo que es personal y lo que es el
trabajo se cruza un poco hay que saber maniobrarla pero también me ha traído buenas
experiencias personales, no sólo es hacer física, es también hacer una cuestión ética
¿cierto? Y para que lo estoy haciendo y por qué, entonces eso ya va más en lo personal
(hujumm dice el investigador) carácter; etcétera.
E: bien, ¿alguna vez se ha sentido excluido?
I: --- sí, yo creo que sí, yo creo que sí, la verdad en este momentos, situaciones no
tengo claras (hujumm dice el investigador) pero quizás, puede ser más que excluido a veces
uno se siente solo y no necesariamente lo está… ese, esa exclusión quizás ha sido por mi
parte que porque la de los demás lo hayan hecho (hujum, dice el investigador)
I: bueno y, marginado ¿Se ha sentido marginado, en algún momento? Teniendo en
cuenta pues que la marginación tiene una connotación más despectiva ¿cierto? Y además de
la exclusión, la marginación ya también (claro, dice el entrevistado) es mucho más negativa
482
E: bueno, no, no, no creo, no creo que haya llegado a ese punto , lo que decía
ahorita, yo trato de estar rodeado de gente que sea tolerante respetuosa, entonces no; no
creo que haya llegado a ese punto de sentirme marginado, la verdad.
I: o ¿ignorado? De pronto
E: ignorado, ignorado, (¿si? Pregunta el investigador) a veces si, a veces si, claro
ehh, quizás a veces uno no le llega a la gente como lo quiere hacer.
I: y de pronto desconocido
E: también (también dice el investigador) también, pero uno debe ser consiente de
que, de que hay personas, que conocen una parte suya, hay otras que, entonces yo no puedo
decir que si me estoy mostrando, sólo, sólo esa parte de lo que soy pues entonces esta bien,
la persona no tiene porque saber el resto, entonces, quizás ahí lo de ignorado pues cierto,
sea algo parcial (si, dice el investigador) hujumm.
I: ¿bueno usted piensa que la ciudad educa Juanjo?
E: --- sí, hombre, si pues desde, desde todo lo que puede ser ciudad; ¿cierto? si yo la
definía, como, si yo empecé como una cuestión, de de estructura pero entonces estructura
es la que envuelve todo lo que hemos hablado en esta conversación (hujum dice el
investigador) la urbe, la urbe es sociedad, en fin hasta lo que es uno, ehh… sí, si educa y, o
sea, pero pues hay que definir ahí también que es educación, cual es la mejor educación,
depende de los sectores donde esté cierto, depende de… con quien este, si, pero sí,si tiene
que existir, tiene que existir una educación. Y yo creo que eso es lo que hace que sea
posible la convivencia dentro de la ciudad.
I: bueno , desde su posición como individuo ¿cierto? ¿Qué hace parte de una
sociedad, ehh, que cosas aprende usted cuando usa la ciudad? ¿cierto? Pues usted ahora me
estaba hablando de que depende del contexto en el que el individuo se, se desenvuelva
puede, puede, ehh aprender diferentes cosas.
E: en fin, bueno, lo, lo más básico sería, cómo, pues o sea, cómo, cómo salir en esa
ciudad, o sea como moverse en esa ciudad, o sea; unas leyes básicas de convivencia
¿cierto? Y uno aprende de ahí… ehh, a veces, no y obviamente siempre van a haber
innovaciones y cosas nuevas tecnologías nuevas, también uno aprende de ellas; como
individuos, ya, ya lo que tengo que empezar a mirar es que, si esas cosas me gustan,
entonces yo tengo que aprender como individuo a cuidarlas, cierto,(hujumm dice el
investigador) cierto, y, a, de cierta forma apropiarme de ellas y saber que, que no las puedo
destruir o que estaría mal destruirlos, si ,si eso es mío de cierta forma. Es eso yo creo que
en eso se basa la educación, entonces ya, bueno ahí habran muchas cosas por pensar, no
sé… en fin demasiadas, todo lo que implique o sea todo lo que le pueda gustar a usted de
483
esa ciudad. (hujumm dice el invstigador)Pues lo debe cuidar, ehh y hacer un, debe hace un
buen uso de… (ehh, no, no dice el investigador)eso seria la definición como educación o
de lo que yo aprendería, debería aprender como individuo
I: hujumm, si. ¿A usted le parece divertida la ciudad Juanjo? Divertida
E: --- la verdad, desde el punto de vista… no sé social, puede ser divertida.
(hujumm dice el investigador) (XX 33:03) la gente, quizás es por, porque l oque hablaba de
la sociedad flotante que hay acá, tantas culturas distintas hacen que, que haya una
interacción pues como bastante interesante entre las personas, entre lo que hacen y como,
como hacen uso de esa ciudad; si lo definimos desde la parte de fiesta, pues si aquí por
lejos, puede ser una de las ciudades donde hay más fiesta, pero también me parece divertido
en el ámbito educativo. Muy interesante porque la sociedad aquí es bastante, o se interesa
bastante por la academia y todo es tipo de cosas, entonces serian como las, los, los dos
polos que yo manejo; entonces si, yo podría ser que si.
I: entonces ¿vale la pena usar la ciudad? Desde su perspectiva
E: si claro, (si, dice el investigador) claro, claro y hay que usar uso de ella, sino se
hace uso de ella pues, órgano que no se usa se atrofia (risas) claro, bueno se pierde, y es un
órgano realmente, es un organismo. (bien dice el investigador) hujumm
I: ehh, Juanjo ¿Qué piensa usted por ciudadanía?
E: --- yo soy ciudadano colombiano, desde que adquirí mi cédula de (de ciudadanía,
dice el investigador) de ciudadanía, esa es la definición que yo legal, que yo tengo por ser
ciudadano (si, dice el investigador) --- otra cosa es ser cívico ¿cierto? Que ya incluye toda
esta parte pues de normas de convivencia y en fin (hujumm, dice el investigador) quizás
más bien, ya desde un término má amplio podrían ser las dos, ¿cierto? Apropiarse de esa
ciudad ¿cierto? Saber que usted, además de que se esta apropiando de ella se apropia de
usted, ¿cierto? Y lo define a usted de muchas formas, quizás ecademicas, sentimentales,
ehh, no sé, o quizás lo moldean a usted, pero usted también tiene que saber que debe
moldearla para que haya como, pues para que no haya como una tendencia más a un lado
que a otro; entonces esa es la, eso es lo que debe ser ciudadano, saber que, ehh, usted no
tiene un reino hasta donde la luz llega, en fin (risa) sino que es de todos, ¿cierto? Y que
usted hace parte de todos y lo mismo que ahorita hablamos que todos tienen una idea de
usted.
I: bueno ,por último Juanjo ehh, me gustaría que me contara, que hace con su grupo
de amigos con su parche, ¿cierto? Ehh Que actividades realizan, cuando, donde con que
frecuencia.
484
E: perfecto ehh, no bueno lo usual usual (lo que más le gusta, dice el investigador)lo
usual puede ser salir a con mis amigos, tomar un café, compartir un rato, salir a rumbiar,
estar ,puede ser estar en mi casa; ver alguna película, jugar algún videojuego, ehh salir a
caminar quizás, ehh… no sé lo que decía ahorita me gusta mucho ir al mirador ¿cierto?
Humm… apreciar las cosas no sé pueden haber hobbies, la verdad, mis hobbies son más,
emm…. O hacen un poco menos uso de la ciudad ¿cierto? (risa) pero, pero, pero eso es lo
usual, es lo usual, lo que quizás cualquier ciudadano hace no, común (hujumm, dice el
investigador) que es salir, salir
I: y a dond sale, a que sitios se va a rumbear por ejemplo los que más le gustan.
E: la verdad, bueo la verdad, si rumbeo pero me gusta más quedarme en la calle
(hujmm, dice el investigador) me gusta más la calle que meterme a un sitio (s, dice el
investigador) realmente, pero eso lo podría definir como rumbiar, quedarse en la mitad de
la calle, no sé (Risas)
E: bueno Juanjo, pues yo creo que eso es todo, gracias por haber contribuido a, a
pues al estudio de la ciudad, de esos usos, de cómo las personas usan la ciudad, y pues
mediante esto lo que intentamos pues como evidenciar es eso; cómo desde, usted desde su
capacidad lingüística expresa ehh los usos de la ciudad, como usted los expone, para
intentar hacer como un sondeo, ehhh, o una comparación entre como las personas de
diferentes etnias, o de diferentes estratos o de diferentes lugares de la ciudad ven y, y
practican esos usos de la ciudad. Entonces muchas gracias Juanjo, tan querido, tan de la
casa, (bueno Jorgito, con mucho gusto tan bonito usted (risas)
Mn2
I= investigador
E= entrevistado
Raizal mestiza 2:
I: bien, estamos aquí, con una raizal mestiza… quiero que por favor me digas
primero que todo tu edad
E: 19 años
I: ¿estrato?
E: tres
485
I: y ¿sexo?
E: femenino.
I: bien, ehh, pues la dinámica inicial que tenemos para, como para que comiences
con este relato, es que nos cuentes acerca de la ciudad y --- “esto no, esto no es lo tuyo”
(0:45) ehh, bueno la ciudad, humm entonces empecemos pues, ¿para ti que es la ciudad?
E: la ciudad es el espacio en donde me puedo desenvolver, también con mis amigos,
humm tanto culturalmente como de infraestructura.
I: bueno entonces ¿Qué podría, que diferencias podríamos encontrar si habláramos
de lo urbano? ¿Qué sería entonces para ti lo urbano?
E: lo urbano es muy importante, emm. El campo ahí es donde se desarrolla mucha
parte de la historia, más que todo de esta ciudad.
I: hujumm, bien y tu, entonces ¿Cómo describirías la ciudad?
E: emm, la ciudad, muy moderna, ehh mucho ajetreo, la gente casi no se comunica,
ehh, ha cambiado muchísimo.
I: pero para Manizales podríamos también hablar de este ejemplo en específico.
E: claro.
I: ¿si? ¿Por qué?
E: ehh, retomando lo del campo, ehh, podemos ver que la gente allá es muy amable,
es, ehh, tienen unas creencias muy fuertes y luchan por ellas. (hujumm dice el investigador)
aquí un niño, emm, un día es emo, al otro es punkero, no sabe, no se definen bien como
son.
I: bueno, ehh, cuéntame Estefania ¿Cuan, cuales son los recorridos cotidianos que tu
realizas en la ciudad?
E: emm, no pues de mi casa a la universidad y, a veces salgo por ahí, pero no a
muchos lugares.
I: hujumm, y desde tu perspectiva tu tienes un mapa amplio de la ciudad o ¿Qué tan
amplio podría ser el mapa mental de la ciudad de Manizales?
E: nooo, yo me pierdo en toda parte (¿si? Pregunta el investigador)si soy re mala, (o
sea que no tendrías un mapa mental amplio dice el investigador) para nada.
486
I: bueno, hablemos entonces de los usos de la ciudad, humm ¿tu crees que la ciudad
se puede usar? Y si se puede usar entonces en que manera se puede usar
E: ehh, si claro se puede usar, emm en los espacios que han hecho, como en los
parques, los bares, la universidad, la gotera (hujumm, y tu frecuentas esos espacios, o sea
que ¿tu usarías la ciudad? dice el investigador)
E: si.
I: ¿si? Y ¿Cuales serian como los lugares que tu usas?
E: un parque y la universidad.
I: y ¿con que fin?
E: el parque para divertirme, hablar con mis amigos, recochar un rato y pues la
universidad, estudiar, también hablar.
I: bueno, ehh, ¿a ti te gusta pasear por la ciudad?
E: si mucho.
I: y que lugares te gusta pas, ¿por qué lugares te gusta pasear?
E: en la Santander
I: ¿sólo la Santander?
E: si
I: y ¿por qué la Santander y no otros sitios que pueden ser emblemáticos dentro de
la ciudad (humm, no dice la entrevistada) o chéveres para, para pasear?
E: pues es que, casi no paseo (hujumm dice el investigador) entonces ese es el
problema.
I: y ¿tu novio no te saca a pasear?
E: no, ese es un facho ahí.
I: ahh bueno (risas)
I: ¿a ti te parece peligroso usar la ciudad?
E: emm, a veces
I: ¿en que sentido?
487
E: pues las noches, y dependiendo por donde este, por que barrios este.
I: hujum. Bueno tu me has contado que aunque te gustan los paseos no los, no, no
son muy reiterativos en tu vida, no los “ejecutas mucho 4:46” pero a grandes rasgos ¿tu
disfrutas de la ciudad?
E: si, claro
I: ¿si? Y entonces en qué manera lo haces, teniendo en cuenta pues que en los
espacios en los que tu te mueves de pronto son un poco limitados y a veces los recorridos
que, que ejecutas no
E: son muy cortos pero igual casi siempre lo hago acompañada entocnes mientras
vamos hablando, vamos recorriendo vamos diciendo, ve mirá veo un sitios nuevo entremos,
miremos, cosas como esas
I: y ¿con quién lo haces?
E: con mis amigas y mi novio
I: (XX: 5:19) (risas)… ¿de qué manera aprovechas la ciudad?
E: ¿de qué manera? (hujumm, dice el investigador)
E: humm…
I: pues no sé, ahorita, tu habías comentado algo así como recorrerla ¿cierto?
E: observarla
I: observarla, ¿Te gusta observarla?
E: si, me gusta observar la gente
I: y ¿por qué la gente?
E: porque suele ser muy graciosa
I: ¿En que sentido es graciosa?
E: puede ir una pareja y, el muchacho mira otra muchacha y se puede armar un
problema; o hay humm, dos punkeros y dos señoras ehh y los miran y hay mirá esos
muchachos, entonces se vuelve muy gracioso escuchar a la gente.
I: bueno, entocnes cuéntame tu ¿Para qué usas la ciudad?
E: para observarla y reírme un rato
488
I: y, ¿Qué ventajas o ganancias ehh, crees tu qué, que se producen o se generan
cuando tu usas la ciudad?
E: humm, que de pronto las críticas que le puedan hacer, puedan llegar a ser
escuchadas.
I: ¿criticas como de qué tipo?
E: emm, infraestructura más que todo, porque ahorita eso es lo único que se esta
cambiando, (hujumm, dice el investigador) infraestructura.
I: y ¿Cuál es tu perspectiva, entonces acerca de eso, o que piensas acerca de esos
planes de, de desarrollo.
E: humm, no me parecen, pues la ciudad es muy bonita y, si se ve bonita con los
cambios que se han hecho, pero por ejemplo ese metro cable me parece, que no tiene una
utilidad muy buena (hujumm dice el investigador) por ejemplo para mi, me deja muy lejos
de donde vivio, cuesta lo mismo que una buseta, me ahorro más en una buseta, emm, emm;
eso de San José que va a hacer me parece que no va a ayudar a la gente.
I: ¿Qué en San José?
E: el macroproyecto San José, me parece que no va a ayudar a la gente, que antes
los van a desplazar y “no más” (7:41).
I: bueno, ehh, los lugares que, que tu de pronto puedes identificar en la ciudad, por
los que podrías frecuentar, ¿Qué valores son qué valores les das a esos lugares?
E: a esos lugares, emm, pues los parques es entretenimiento, emm, emm, un bar
charlar, compartir, humm la calle también, compartir con la gente que.
I: entonces ehh, uno podría pensar que lo que acabas de decir son las utilidades
también, o sea para lo que te servirían esos lugares.
E: si los beneficios que le encuentro.
I: hujumm, bien. Ehh, ¿tienes algún lugar favorito para recorrer?
E: la Santander
I: la Santander, ¿sólo la Santander cierto?
E: hujumm.
I: y ¿Por qué es tu favorita?
489
E: porque ahí encuentro más gente, (hujumm dice el investigador) gente que me
gusta observar
I: y ¿Por qué la recorre entonces?
E: por eso mismo, para ver la gente.
I: bueno. Y ¿Qué otras cosas haces en esos lugares? “pues es que” (9:04) me has
hablado de parques, el bar, a los que ya les diste un valor, ¿cierto?
E: charlar, fumar, tomarme una cerveza.
I: bien. Entonces hablemos de algo que me llama mucho la atención y es el cuerpo.
¿Qué sensaciones corporales sientes en tu lugar favorito?
E: uhmm, placer.
I: ¿placer?
E: alegría, a veces tristeza por como la gente destruye estos sitios.
I: y ¿Cómo te sientes corporalmente en los lugares que tu visitas?
E: muy bien. (¿si? También podríamos hablar de los) si claro, de los sentimientos
(que acabas de decir) si
I: humm, ¿Cómo, cuál crees que es la percepción de tu cuerpo en los lugares que tu
recorres? ¿Cómo piensas, que la pers, que las personas te ven, o cómo, cómo, te perciben
esas personas que están dentro de esos lugares o los lugares que tu recorres?
E: bueno, pues yo soy muy relajada, pero a veces la gente me ve como una persona
antipática (hujumm dice el investigador) pero es porque no se atreven a conocerme.
I: o sea que la percepción de tu cuerpo debería ser como, ehh un poco aislada (si
dice la entrevistada) ¿cierto? Y. a nivel corporal ¿Cuál es la imagen que tu proyectas a nivel
corporal? A nivel corporal
E: (…)
I: tranquila, puedes pensarlo, no hay mucha prisa
E: no tengo ni idea.
I: no pero pues, uno supondría, basémonos como en lo que tu pensarías, que tu
cuerpo, ehh, proyecta, lo que tu eres corporalmente, tus atributos corporales, ya sea tu
rostro, ehh tu color de piel, o cualquier atributo que tu veas significativo en tu, en tu cuerpo,
490
ehh. ¿Cómo, como se proyecta esa imagen?; positiva, negativa, eh, tal vez agradable o
sensual, ehh, deseable. O por el contrario ehh, indeseable, negativa
E: no, yo pienso que es positiva, deseable (hujumm dice el investigador) (XX 11:45)
muy agradable a la vista.
I: humm bueno. Ehh, hablemos ahora del compartir, que también hace parte de la,
de ese uso que uno le puede dar a los lugares ¿cierto? Ehh, los lugares, en los los lugares, tu
los usas pero también compartes dentro de ellos; y a la hora de, de usar un espacio, el
compartir con un grupo de personas que transitan por ese espacio o que también lo
frecuentan, entonces ahí ya podemos estar hablando como de una interacción ¿cierto?
E: si claro,
I: en la ciudad, en los ámbitos digamos que humm, uno la, la usa a la vez uno puede
usar la ciudad como, como objeto y también como sujeto. Entonces hablamos de compartir.
¿tu compartes con otras personas?
E: claro, humm, mis ideas, mis pensamientos emm, en lo que no estoy de acuerdo,
todo.
I: y ¿Cómo es esa relación con otros?
E: bien
I: hujumm, aunque tu ahorita me exponías pues que lo que tu proyectabas muchas
veces era como un poco de antipatía o de, o de alejamiento pues por tu, por lo que tu me
decias como tu forma de ser, esa forma, que te veias como seria, tal vez antipática no sé,
brava (risa) entonces ¿cómo pensarías pues que, que eso que tu proyectas humm… ehh,
interactúas esta relación con otros?
E: humm no creo que lo afecte pero igual con los hombres suelo ser muy sen,
seductora, (hujumm dice el investigador) entonces… entonces no sé, la receptividad que la
gente tiene de mi es un poco rara a como realmente soy (hujmm dice el invstigador)
I: bien, ¿A ti te gusta entonces estar con otros y otras?
E: claro me encanta
I: ¿si? Y ¿Con que clase de personas te gusta compartir?
E: humm. Pues no sé
I: ehh no sé alternativas, intelectuales (noo dice la entrevistada), fiesteras ¿cierto?
que clase
491
E: fiesteras casi no, pero intelectuales, recocheros, relajados que sea una
conversación que todo el mundo le interese
I: hujumm. Bien ¿Tu crees que las personas se pueden usar?
E: ¿se pueden usar?
I: se puede usar, si
E: si
I: y si hablamos de compartir ¿ese compartir podría verse expresado como un uso?
E: si claro.
I: ¿si? ¿En qué forma?
E: emm, el tiempo, porque la otra persona puede querer hacer otras cosas, pero lo
que yo estoy haciendo es robanadole el tiempo que quiere utilizar en otras cosas (XX
15:04)
I: ¿Robar el tiempo? (si, dice la entrevistada) Humm, interesante expresión.
E: bueno entonces, ehh, como por esa, por esa misma tendencia que como que
expones ahorita ¿cierto? De robarse tiempo pues digamos en cierta manera arrancarlo de la
persona, ¿tu haz usado a otras personas para fines particulares?
E: hujmm
I: ¿si? Por ejemplo cuéntame algo acerca de eso, que los usas
E: ehh, un amigo. Lo uso mucho para sacarle cigarrillos.
I: hujmm. Bueno y, ¿Tu a veces te has sentado, te has sentido usada cuando
compartes con esas personas?
E: si claro, cuando me dicen, ahh no espera un momento que ya van a recogerme;
sólo me necesitan sólo por ese momentico para no quedarse solas (humm, bien dice el
investigador)
I: bueno, hablemos entonces de los grupos. ¿tu compartes entonces con grupos
sociales? Como por ejemplo cuales
E: humm los de la universidad.
I: ¿grupos de investigación o grupos de trabajo? Pues de trabajo académico, de aula
492
E: si, trabajo académico
I: uhmm bueno. Y ¿a ti te parece que es importante compartir?
E: claro.
I: por qué
E: porque uno no es autosuficiente, y necesita a las otras personas a parte es muy
interesante tener varias ideas, mirar lo que la otra gente piensa, siente.
I: y ¿Qué tanto compartes con esas personas?
E: que tanto en
I: en tiempo
E: en tiempo, no sé
I: aproximadamente, como, podrías hacer como un, sacar una medida, de, del
tiempo en promedio de
E: seis horas
I: seis horas diarias
E: diarias
I: hujumm. Bien, ehh, --- ¿Tu por qué compartes en esos grupos? Tu me hablaste
ahorita de la, de que “el número insuficiente” (17:23) ¿cierto? Pero podrían haber también
como otras implicaciones.
E: ehh, es más que todo por la carrera que estudio (hujumm dice el investigador).
Estudio trabajo social y desde el primer semestre nos enseñan que tenemos que compartir
que todo lo que tenemos que hacer es en grupo, ehh por lo que llegamos a veces a una
comunidad y tenemos que aprender a socializar.
I: entonces ¿por eso valdría la pena compartir? Por la necesidad de aprender
E: ser una buena trabajadora social.
I: hujumm. Entonces tu compartes o has aprendido el valor del compartir ehh, a
través de, digamos las necesidades de una buena profesional ¿cierto?
E: no sólo ser una buena persona
493
I: humm, hasta que ya vas digamos que haciendo una mixtura entre, entre la
persona, entre la mujer como persona, tu y también la mujer profesional que (claro dice la
entrevistada) vas a ser en un futuro
I: ehh bueno ¿tu compartes dentro de organizaciones formales e informales? O, es
decir ehh, ahorita habíamos hablado pues como de grupos de investigación, ehh grupos
literarios o algún otro tipo de grupo, de juegos?
E: no, no.
I: hujumm.
I: y cuéntame algunas experiencias que tu has tenido a la hora de compartir con esos
otros y de participar.
E: humm, ehh… pues…
I: ahorita me estabas hablando de la experiencia de San José (noo, si, dice la
entrevistada), ehh, cuéntame como fue eso y, y si es posible entender que esa experiencia
podría estar como ehh, anexa a la, a la, necesidad de haber compartido con otro tipo de
personas o con un grupo de trabajo.
E: si claro, el macroproyecto no los presentaron en clase, tuvimos la oportunidad de
ver dos perspectivas muy diferentes, (hujumm dice el investigador) entonces la trabajadora
social que estaba, era pues la encargada del macroproyecto, de mirar cuanto se le, cuanto
presupuesto se le daba a una familia y también de el líder comunitario( hujumm dice el
investigador), es bien interesante porque la trabajadora social es, no el macroproyecto es
muy bueno, es muy interesante, lo que va a hacer es beneficiar a todo el mundo y; nos
damos cuenta que cuando en el líder comunitario no “haría así” (19:54)porque en el sector
de San José las casa son muy buenas (hujumm, dice el investigador) es de tres plantas y les
están dando muy poca plata, pero los sectores de sierra morena y sectores aledaños si están
en alto riesgo, si es bien que los reubiquen y todo eso pero no. Entonces es muy interesante
ver las dos perspectivas y cómo la gente en el salón empieza a tomar, se mete en un bando
si es bueno o es malo.
I: si. Y en tu grupo de trabajo, ¿también se dan este tipo de discusiones? ¿Hujumm?
O sea que es la como la, digamos la forma en que ustedes compartían ehh, sus opiniones o
sus argumentos a favor o en contra del macro proyecto del que se esta presentado?
E: hujumm.
I: ahh bueno
494
I: ehh, bueno ahorita quiero preguntarte como cuestiones más, como simples
entonces ya no estamos asociados como a ninguna temática en especial como lo habíamos
ahorita en la cuestión de los grupos o el cuerpo. Humm pero cuéntame si tu alguna vez te
has sentido excluida.
E: ¿excluida? (hujumm dice el investigador) si muchas veces
I: cuéntame alguna experiencia que hayas tenido, por favor
E: humm, en mi casa. Siempre cuando se toman decisiones nunca nos tienen en
cuenta a mi hermana y a mi.
I: hujmm. Bien. Y te has sentido entonces también ¿marginada? Teniendo en cuenta
que ehh, la exclusión, la marginación y la segregación son como 3 conceptos que aunque
pueden ser parecidos eh, tienen digamos una, una inferencia. La marginación estaría más
centrado en un exclusión cierto, pero con un carácter mucho más despectivo, y que además
de, de digamos pues tu ser ignorada o ser excluida de un grupo, también te aíslas
completamente y te, te señalan como, como una persona indeseable. Entonces ¿tu alguna
vez te has sentido marginada?
E: no
I: dentro del grupo
E: no
I y segregada,¿ por tu color de piel? O por alguna característica que tengas.
E: no para nada
I: y bueno, hablemos entonces del ignorada, ¿te has sentido ignorada? Alguna vez
E: si claro
I: por ejmplo en ¿Qué situación?
E: humm… estaba una amiga contando algo y quiero contar también algo de mi
experiencia y se mete otra a hablar, y yo quiero y expresarme y no me deja.
I: hujumm. Bueno y dentro de la ciudad cuando tu me hablabas acerca de que en
una ciudad grande, las personas digamos son, muchas veces desconocidas por las distancias
que, que separan unos y otros barrios o grupos sociales o comunidades, ehh, ¿tu te has
sentido desconocida dentro de la ciudad?
E: si claro.
495
I: y por qué o cómo ha sido el proceso de sentirse desconocida o en qué momento.
E: ehh, el hecho de conocer mucha gente ( hujumm dice el investigador) siento que
fue.
I: bueno. Ehh. ¿tu qué cosas aprendes cuando usas la ciudad?
E: ¿Qué cosas aprendo?
I: hujmm
E: … pues primero a respetar el sitio en el que esté (hujmm, dice el investigador)
humm, si estoy con alguien respetar su opinión, la palabra todo lo que expresa lo que
siente.
I: bueno entonces eso es lo que tu a, crees que aprendes cuando estas usando la
ciudad, ¿cierto? Bien, ehh tu piensas que la ciudad educa? Y si lo hace ¿de que manera lo
hace?
E: claro, cuando hacen teatro en la calle, (hujumm dice el investigador) cuando
humm, no sé una marcha.
I: marcha estudiantil
E: marcha estudiantil o por la paz (XX 24:31)
I: humm, digamos que cuando tu, viajas a otros sitios o encuentra, o te encuentras
con personas extranjeras o que en algún momento no conozcan la ciudad en la que tu
habitas, ¿Cuál sería como la, el género narrativo o el género que tu utilizas para dar a
conocer ehh, la ciudad que tu habitas? Pues podríamos tener ejemplos como, algunas
personas usarán las fotografías, otras, ehh la oralidad, humm otros la literatura, a través de
la literatura se puede conocer una ciudad ¿cierto? O algu, o música o cualquier otro tipo de
expresión artística o
E: no, hablarles de la ciudad y intentar llevarlos a sitios que les llamen la atención.
Hujumm dice el investigador) y si tu estuvieras en otro lugar, en otra ciudad solamente,
entonces les hablarías o les mostrarías algo, utilizarías imágenes o solamente hablarías de la
ciudad.
E: si tuviera, claro mostraría imágenes
I: ahh bueno. Pero no es como algo que tu frecuentas hacer
E: no
496
I: bueno, ehh… bueno tu me habías contado que a ti te parecía la ciudad divertida
¿cierto? Por ende una podría suponer que a ti te gusta, (si, dice la entrevistada) te gusta tu
ciudad, ehh ¿tú piensas que vale la pena usar la ciudad?
E: claro
I: ¿en qué sentido?
E: todo lo que he dicho anteriormente
I: ¿todo lo que has dicho anteriormente? No sé cuéntame otra experiencia acerca de
esos usos de la ciudad o por qué vale la pena usarla
E: por todo aprender, conocer, interactuar con el resto de gente.
I: bueno, ¿tu que entiendes entonces por ciudadanía?
E: … ehh ¿ciudadanía?... Es toda la gente que conforma la ciudad
I:¿ la ciudadanía es toda la gente que conforma la ciudad?
E: (afirma la entrevistada)
I: ahora por último me gustaría que tu me contaras, ehh alguna experiencia, ehh que
te haya como, que signifique bastante para ti con tu grupo de amigos. Alguna experiencia
que, que digamos te haya marcado, en un sitio determinado a una hora determinada ¿cierto?
Y con un tipo de gente que serían como tus amigos o los más allegados en ese instante; no
sé me gustaría que me contaras cómo es que interactúas con ese grupo de amigos, con ese
parche y como que hacen o que han hecho, o, alguna, alguna historia que tengas, que te
haya como parecido divertida al usar esa ciduad o esos espacios en los que se pudo haber
dado esa interacción.
E: uhmm, ehh, en los yarumos cuando hacen el festival de rock, procuro siempre ir
con mis amigos y es muy divertido verlos hacer pogo, humm escuchar la música, mirar las
bandas y luego salir, tomarnos una cerveza y hablar del concierto.
I: humm, ehh pues ahorita tu nombras a los yarumos, en este instante sin embargo
antes no lo habías hecho, ¿es un lugar que te agrada o, y que frecuentas o que te agrada y no
frecuentas?
E: ehh, no me agrada, sólo para el festival de rock, no me gusta el ecoparque.
I: ahh bueno mujer. Muchas gracias por tu colaboración, ehh ha servido mucho ojalá
ehh, pues todo lo que tu nos has dicho, tenga como la utilidad al la que hemos acudido a ti,
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muchas gracias por tu información por tu relato, por tu, todo lo que fuiste capaz de
contarme y muchas gracias.
E: de nada.
ANEXOS OBSERVACIONES
Manizales Noviembre 16 de 2010
Nombre: Raúl
Dirección: Manizales Caldas
Teléfono: 3104121767
E-mail:
Oficio: Estudiante Universidad de Caldas
Lugar: Manizales- Caldas
Características del entorno
A pesar de ser una ciudad fría, muy diferente topográficamente a la zona
atlántica de donde proviene Raúl, él considera que Manizales proporciona más de lo
necesario como para radicarse después de graduarse de la Universidad. El entorno
en la Universidad le proporciona a Raúl una mirada diversa sobre el entorno cultural
del país. Los grupos en los cuales Raúl comparte su tiempo generalmente los
componen estudiantes de diferentes carreras, estos grupos están entre los 17 y 25
años y generalmente son hombres (género). Esto muestra de alguna forma la manera
fácil que tiene Raúl de integrarse con los demás. En este espacio (U-caldas sede
Palogrande) periódicamente se están presentando conferencias sobre problemáticas
sociales y temas de interés socio-cultural. También se publican actividades
académicas que tienen lugar en la ciudad.
Lugar de encuentro con el informante
El encuentro sucede en la U-caldas sede Palogrande y el sitio por el que se
inclina Raúl en la Universidad es el pasillo central por donde hay el mayor flujo de
personas. A su alrededor se puede observar a sus amigos conversando. Todos los
lugares allí están ocupados, parece el lugar predilecto de muchos, lo particular del
498
sitio para Raúl es que desde allí puede observar las chicas del lugar, algunas de ellas
las cuales no deja pasar sin lanzarles un cumplido.
Infraestructura, ubicación geográfica y ambiente
El edificio de la sede Palogrande antiguamente fue un seminario, este
contaba con una plazoleta central y tres pisos de habitaciones, las cuales hoy son
salones de clase. Las dinámicas de relación social suceden en los pasillos, la
cafetería en la plazoleta central. Desde allí se observa las cordilleras del occidente
caldense.
Actividades del informante
Raúl es un estudiante de Filosofía de la universidad de caldas, procedente de
Santa Marta, vive en el Barrio Fátima de la ciudad de Manizales con su novia, llega
a la universidad a recibir clases, lee, estudia, se interrelaciona con sus compañeros,
va a la biblioteca, a la cafetería, se sienta en el parque que existe dentro de la
universidad a fumar diariamente. Es muy amable, espontáneo, alegre, casual,
cordial, a su casa va solo en las noches.
Actitudes manifestadas
Presenta buena disposición al ejercicio de observación, se manifiesta seguro
y tranquilo durante las conversaciones, es abierto a las inquietudes planteadas. Es
simpático durante la conversación, y plantea de manera espontánea sus puntos de
vista, es una persona alegre y divertida.
Relaciones con los otros
Es muy amable, simpático y le gusta entablar amistad con las personas, trata
muchos temas de conversación pero al mismo tiempo es recochero, bromista,
alegre, casual, improvisa temas y chistes durante toda la conversación , es muy
conocido, tiene amigos de todas las carreras de la universidad, es amigo de todos los
docentes que imparten clase en su pregrado, conoce los nombres de todas la
secretarias con tiene trato, conoce a las personas de la cafetería, de servicios de aseo
de la universidad, los celadores y los vendedores de los carritos de dulces. disfruta
el día a día en la universidad y lo aprovecha al máximo porque siente y manifiesta
que la amistad es muy importante para los hombre. Le gustan las mujeres blancas.
Comunicación
La comunicación en su gran parte es fluida pero por su acento costeño a
veces no se le entiendes bien las palabras que dice, pero vuelve a repetirlas para ser
entendido su cuerpo tiene movimientos naturales, fluidos y con cierto ritmo y
cadencia, es afectivo, su lenguaje corporal refleja tranquilidad y afecto con sus
499
amigos, lanza miradas constantemente hacia mujeres blancas y hace comentarios
referentes a sexualidad. Habla mucho de sexo lo que produce en sus amigos gracia y
risas.
Expresión oral y juego de palabras
Su tono de voz es agradable y a veces un poco burlesco, es muy expresivo
con todo su cuerpo, mueve los brazos, los hombros, sonríe mucho y siempre se nota
alegre. Le gusta poner apodos a sus amigos y conocidos. Utiliza palabras como
“flou”, gozadera, vaina, “monda”, aja y tú que, “Le meto el palo”, “care monda”,
“hayyyy”.
Cuando lo saluda lo hace de forma afectiva esperando la risa de quienes lo
acompañan.
Manizales, Octubre 03 de 2010
Nombre: Raúl
Dirección: Manizales Caldas
Teléfono: 3104121767
E-mail:
Oficio: Estudiante Universidad de Caldas
Lugar: Manizales- Caldas
Características del entorno
Horas de la tarde, casa pequeña de dos habitaciones en el barrio Fátima de la ciudad
de Manizales, fría y húmeda un poco oscura con dos personas con quien la
comparte. Hace mucho frio en la ciudad, es un día lluvioso y el tiempo transcurre
lento, entramos y nos reciben como siempre de forma muy amble y cordial. La casa
en general es pequeña para que vivan tres personas.
Lugar de encuentro con el informante
La casa está ubicada en el barrio de Fátima en Manizales, donde vive con dos
compañeros más de la región a la que pertenece.
Infraestructura, ubicación geográfica y ambiente
500
La observación se hace directamente en la casa de Raúl barrio Fátima, de la ciudad
de Manizales. En su habitación donde hay una cama un televisor, un equipo de
sonido un pequeño closet y una mesa de estudio.
Nos sentamos en la mesa de estudio para charlar, estamos escuchando música salsa
a un alto volumen.
Actividades del informante
Al momento de estudiar Raúl dedica tiempo a sus estudios dentro del hogar,
lee las copias o libros dejados en clase, en este momento es más serio, y su
expresión corporal es quieta, y concentrada en lo que hace. Esta sentado y habla
solo lo necesario del tema. Apaga el equipo, cierra la puerta de la habitación y no
entabla ningún tipo de comunicación con sus compañeros de casa, también es
callado y se concentra con facilidad.
Actitudes manifestadas
Está abierto a las inquietudes planteadas. Y es respetuoso a los puntos de
vista, demuestra interés. El lenguaje corporal es más calmado y lento, siempre está
alegre y cordial, atento a lo que pasa en la televisión y al diálogo con sus
compañeros de casa.
Relaciones con los otros
En su hogar es más atento, manifiesta confianza hacia las personas para
hacerlas sentir cómodas, el hogar es un punto de encuentro más íntimo en el que se
pueden entablar otra clase de conversaciones brindando más confianza, para tratar
diferentes temas o puntos de vista. Es crítico con la situación actual del país, habla
sobre su tierra y sobre sus sueños y aspiraciones sobre el futuro, considera que
formarse como licenciado es para él una opción de vida muy importante.
Comunicación
Es fluida y tranquila sin temor a equivocarse por la seguridad que le brinda
estar en su hogar, es más desenvuelto y omite opiniones a distintos temas a tratar es
calmado, habla más rápido con sus compañeros de casa, ve los noticieros, habla
mucho de fútbol y de las discotecas de ciudad a las que vista casi todos los fines de
semana. Habla también de mujeres y de amigas con sus compañeros, la comida que
hace cuando está en casa siempre refiere a elementos de su región como tortas de
pescado, arroz con coco, patacón, cerveza, jugo de tamarindo entre otros.
Expresión oral y juego de palabras
501
Las palabras utilizadas son más informales, sigue con un lenguaje un poco
burlesco, pero de todas maneras es atento a lo que se está manifestando en el
momento. Utiliza lenguaje propio de su región de origen, para hacer más amena la
conversación. Habla en un tono más fuerte y más rápido.
Manizales 29 de octubre de 2010
Nombre: Patricia Jiménez Pérez
Dirección: Manizales Caldas
Teléfono: 3104121767
Oficio: Bióloga
Lugar: Manizales- Caldas
Características del entorno
El día es frío, el cielo esta gris, las casas son grandes de dos plantas ubicadas en el
barrio el prado de la ciudad de Manizales.
Lugar de encuentro con
El lugar donde se encuentra la vivienda de Patricia Jiménez es agradable, ya
que es un barrio grande con muchas casas. La casa es grande de dos pisos con varias
habitaciones espaciosas. Una habitación en la parte de abajo junto a la cocina, y tres
habitaciones en la segunda planta donde están los dormitorios de los integrantes de
la familia.
Infraestructura, ubicación geográfica y ambiente
La observación se hace directamente en el barrio el prado de la ciudad de Manizales
en el departamento de Caldas.
Actividades del informante
502
Patricia Jiménez Pérez de 27 años es bióloga de la universidad de caldas y
vive en su casa con su mamá, papá y sus dos hermanos menores, además trabaja en
investigación en la misma universidad. Esto significa que realiza actividades diarias
dentro de la labor que desempeña.
Actitudes manifestadas
Ella presenta una buena disposición a que estemos observando su rutina
diaria, además a llevar con naturalidad la conversación que en algunos momentos se
planteaba. Gracias a algunos gestos que se ven en su rostro. Se puede decir que su
temperamento es calmado y es una persona muy alegre. Por las expresiones de
sonrisa que emite cuando se es entrevistada.
Relaciones con los otros
Es muy alegre con su familia, colaboradora y desempeña algunas actividades
propias del hogar, cariñosa y alegre. Espontánea, tiene muchos amigos y es muy
conocida en el barrio, en las tiendas y por todos quienes habitan este lugar.
Comunicación
La comunicación es fluida, y tiene doble acento en su casa con su familia
habla costeño y en el trabajo y sus compañeros utiliza el acento caldense. Esto es
referido a que le gusta encajar en todos los ambientes donde se encuantre y
considera que hablar con el mismo acento es mejor para hacer amigos.
Expresión oral y juego de palabras
El tono de voz es grave. Mira a los ojos, y sonríe mucho durante la
conversación, sus ojos demuestran mucha expresión. En la pronunciación de las
palabras a veces combina los dos acentos. Con los brazos manifiesta muchas
señales. Con su cuerpo expresa movimientos que emiten varios mensajes.
503
Manizales 10 de noviembre de 2010
Nombre: Patricia Jiménez Pérez
Dirección: Manizales Caldas
Teléfono: 3104121767
Oficio: Bióloga
Lugar: Manizales- Caldas
Características del entorno
La oficina en la que se encuentra es pequeña y pertenece a la U-caldas, está
allí con otros compañeros que la acompañan. Hay afiches sobre biología,
limnología, páramos y desarrollo sostenible. Cada uno tiene un escritorio en donde
realiza sus labores, son amigos y compañeros de trabajo.
Lugar de encuentro con el informante
La Oficina es de Investigación de Biología de la Universidad de Caldas, por
lo cual a ella llegan varios estudiantes en busca de información. También por allí
pasan algunos profesores los cuales conversan por algunos minutos con Patricia y
sus compañeros.
Infraestructura, ubicación geográfica y ambiente
La observación se hace directamente en la oficina de investigación en donde
trabaja Patricia, este es un sitio pequeño acogedor e iluminado.
Actividades del informante
Patricia Jiménez Pérez, desempeña labores en la oficina de investigación de
la universidad, trabajo de campo en el municipio de caldas, muestreos de
limnología, redacción de textos, exposiciones permanentes, publicación y revisión
de artículos y muestreo en laboratorios especializados de la universidad.
Actitudes manifestadas
Presenta buena disposición a la observación que se le está haciendo,
naturalidad en la conversación, y flexibilidad para tratar algunos temas, agradable,
504
tranquila y muy paciente, es muy cordial en el trato con sus compañeros de trabajo
su lenguaje corporal responde a una persona alegre y tranquila.
Relaciones con los otros
Es muy amable, simpática, trabajadora y colaboradora, está dispuesta a
escuchar a los demás y está atenta a cualquier inquietud. Para ser aceptada dentro
de este grupo social diferente al que pertenece, siempre hace favores sin importar la
hora o el lugar, es muy adaptable y cómoda su lenguaje es suave siempre emite
muchas risas durante la conversación, es muy positiva y optimista.
Comunicación
Posee un acento diferente en su trabajo, para que la entiendan más dentro de este
contexto, así se hace más fácil la comunicación y cree que este es el punto de
partida para ser aceptada dentro de los distintos contextos, en el laboratorio se
concentra mucho, casi no entabla conversación y se dedica con mucha pasión a su
trabajo.
Expresión oral y juego de palabras
El lenguaje utilizado en este contexto por parte de Patricia hacia sus compañeros de
trabajo es de respeto, escucha y es atenta a las sugerencias, para facilitar un buen
ambiente laboral. Los movimientos corporales son más serios para estas ocasiones
los brazos hacia abajo y sonríe, no sostiene la mirada en muchas ocasiones, es
afectuosa en las palabras, demuestra cariño por los demás compañeros de trabajo.
Manizales 02 de noviembre de 2010
María Omaira Flórez Ogarí
Resguardo de Totumal
Municipio de Belarcazar
Características del entorno
El día se nos presenta soleado, en la vereda hay muchos niños alrededor de
las casas pequeñas que se encuentran en la zona, los caminos para llegar son
pantanosos, quizás se deba a la temporada invernal que en estas fechas azota al país,
son caminos de tierra, los adultos se quedaron observando cuando llegamos al lugar.
El resguardo se encuentra dividido por una disputa con la gobernación.
505
Lugar de encuentro con el informante
El lugar donde se encuentra la vivienda de María Omaira Flórez Ogarí (34) se torna
de forma densa por la cantidad de vegetación de los alrededores. Hay un camino de
tierra que lleva a la casa el cual está circundado por pequeñas plantas que parecieran
delimitar el camino y sembradas allí con ese propósito. La casa es pequeña, las
paredes son de bareque y sobre ellas un color verde que se extiende a lo largo de
ellas. Sobre las paredes se encuentran láminas y afiches de revistas o periódicos que
están allí en forma de adornos, aquellos en su mayoría son personas. La casa cuenta
con tres habitaciones, la primera se encuentra justo a la entrada y se utiliza para el
“recibimiento”, ésta está completamente vacía, otra habitación no cuenta con camas
sino que los colchones están sobre el piso, y finalmente la otra cuenta con una
hamaca. El baño y la cocina se encuentran al fondo de la casa, ambos están muy
limpios, por su parte la cocina cuenta con una estufa de leña y las ollas cuelgan de la
pared.
Infraestructura, ubicación geográfica y ambiente
La observación se hace directamente en el resguardo de Tutumal en el departamento
de Caldas. El resguardo se encuentra a 2 horas y 30 minutos aproximadamente de la
ciudad de Manizales.
Actividades del informante
María Omaira Flórez Ogarí de 34 años es ama de casa y está al cuidado de sus
cuatro hijos, además trabaja con el ICBF cuidando a niños y niñas de la comunidad
en su misma casa. Esto significa que realiza actividades diarias de limpieza del
hogar y atiende las necesidades de los niños incluyendo sus hijos.
Actitudes manifestadas
Ella presenta una buena disposición a que estemos observando su rutina diaria,
además de llevar con naturalidad la conversación que en algunos momentos se
planteaba. Se puede percibir en ella que antes de decir algo, es analizado
previamente, esto se hace evidente gracias a algunos gestos que se ven en su rostro.
Su temperamento es calmado en alto grado. En ciertos momentos su actitud es
retraída, en este caso pensamos que hace parte de su convencionalidad.
Relaciones con los otros
La información que posee la comparte con los demás, entre ellos vecinos, los
mismos niños del hogar y familiares. Es muy amable, colabora si debe cargar algo.
Discute en secreto con los de su comunidad algunas de las respuestas a las
preguntas que se formularon durante el tiempo de observación.
Comunicación
506
La comunicación con la comunidad es fluida ya que hablan embera y
español, con nosotros solo español pero no muy fluido, las palabras en español a
veces son mal empleadas, cuando no quiere que los otros se enteren de algún
acontecimiento habla solo en embera con sus compañeras.
Expresión oral y juego de palabras
El tono de voz es suave, intercala el español y el embera, hace comparaciones de
distintos comportamientos para hacerse entender, dice: (los blancos hacen esto… y
nosotros los indígenas hacemos esto…). No mira a los ojos, cuando no tiene
respuesta a algunas preguntas se agacha, durante la conversación se mueve mucho
para varios sitios, no se queda en el mismo lugar. La pronunciación de las palabras
en español a veces se le hace difícil y de inmediato las pronuncia en embera. Los
brazos siempre permanecen a los lados y casi no manifiesta señales con ellos,
excepto cuando está hablando de los rituales de su comunidad. Une palabras entre
embera y español. Cuando está hablando y la interrumpen los niños hace un gesto
con las manos para que se retiren, lleva su dedo a la boca para significar silencio,
sin emitir ruido, a los niños para que la dejen hablar. Mira para muchos lugares.
Saludos
En su comunidad los saludos son: Hola…cómo esta? Si se le pregunta cómo
esta, no contesta, en ocasiones saluda en embera, utiliza cierto tipo de miradas
cuando no le gusta algo. Frunce la frente cuando no está de acuerdo con algo. Se ríe
cuando se equivoca emitiendo una palabra en embera. Señala a veces con los dedos
para hacerse entender. Se coge el cabello.
Relaciones con otros
Escucha a los de su comunidad, les ayuda a hablar cuando sabe, pero
siempre interviene con cierta prudencia, No está de acuerdo con ciertas actitudes de
los otros. Si conoce la situación habla con seguridad.
Manizales 02 de noviembre de 2010
María Omaira Flórez Ogarí
Resguardo de Totumal
Municipio de Belarcazar
Características del entorno
El día se nos presenta soleado, en la vereda hay muchos niños alrededor de las casas
pequeñas que se encuentran en la zona, los caminos para llegar son pantanosos,
quizás se deba a la temporada invernal que en estas fechas azota al país, son
507
caminos de tierra, los adultos se quedaron observando cuando llegamos al lugar. El
resguardo se encuentra dividido por una disputa con la gobernación.
Lugar de encuentro con el informante
El lugar donde se encuentra la vivienda de María Omaira Flórez Ogarí (34)
se torna de forma densa por la cantidad de vegetación de los alrededores. Hay un
camino de tierra que lleva a la casa el cual está circundado por pequeñas plantas que
parecieran delimitar el camino y sembradas allí con ese propósito. La casa es
pequeña, las paredes son de bareque y sobre ellas un color verde que se extiende a
lo largo de ellas. Sobre las paredes se encuentran láminas y afiches de revistas o
periódicos que están allí en forma de adornos, aquellos en su mayoría son personas.
La casa cuenta con tres habitaciones, la primera se encuentra justo a la entrada y se
utiliza para el “recibimiento”, ésta está completamente vacía, otra habitación no
cuenta con camas sino que los colchones están sobre el piso, y finalmente la otra
cuenta con una hamaca. El baño y la cocina se encuentran al fondo de la casa,
ambos están muy limpios, por su parte la cocina cuenta con una estufa de leña y las
ollas cuelgan de la pared.
Registro fotográfico
Infraestructura, ubicación geográfica y ambiente
La observación se hace directamente en el resguardo de Tutumal en el departamento
de Caldas. El resguardo se encuentra a 2 horas y 30 minutos aproximadamente de la ciudad
de Manizales.
Actividades del informante
María Omaira Flórez Ogarí de 34 años es ama de casa y está al cuidado de sus
cuatro hijos, además trabaja con el ICBF cuidando a niños y niñas de la comunidad en su
508
misma casa. Esto significa que realiza actividades diarias de limpieza del hogar y atiende
las necesidades de los niños incluyendo sus hijos.
Actitudes manifestadas
Ella presenta una buena disposición a que estemos observando su rutina diaria,
además de llevar con naturalidad la conversación que en algunos momentos se planteaba.
Se puede percibir en ella que antes de decir algo, es analizado previamente, esto se hace
evidente gracias a algunos gestos que se ven en su rostro. Su temperamento es calmado en
alto grado. En ciertos momentos su actitud es retraída, en este caso pensamos que hace
parte de su convencionalidad.
Relaciones con los otros
La información que posee la comparte con los demás, entre ellos vecinos, los
mismos niños del hogar y familiares. Es muy amable, colabora si debe cargar algo. Discute
en secreto con los de su comunidad algunas de las respuestas a las preguntas que se
formularon durante el tiempo de observación.
Comunicación
La comunicación con la comunidad es fluida ya que hablan embera y español, con
nosotros solo español pero no muy fluido, las palabras en español a veces son mal
empleadas, cuando no quiere que los otros se enteren de algún acontecimiento habla solo en
embera con sus compañeras.
Expresión oral y juego de palabras
El tono de voz es suave, intercala el español y el Embera, hace comparaciones de
distintos comportamientos para hacerse entender, dice: (los blancos hacen esto… y nosotros
los indígenas hacemos esto…). No mira a los ojos, cuando no tiene respuesta a algunas
preguntas se agacha, durante la conversación se mueve mucho para varios sitios, no se
queda en el mismo lugar. La pronunciación de las palabras en español a veces se le hace
difícil y de inmediato las pronuncia en Embera. Los brazos siempre permanecen a los lados
y casi no manifiesta señales con ellos, excepto cuando está hablando de los rituales de su
comunidad. Une palabras entre Embera y español. Cuando está hablando y la interrumpen
los niños hace un gesto con las manos para que se retiren, lleva su dedo a la boca para
significar silencio, sin emitir ruido, a los niños para que la dejen hablar. Mira para muchos
lugares
Saludos
En su comunidad los saludos son: Hola…cómo está? Si se le pregunta cómo esta, no
contesta, en ocasiones saluda en Embera, utiliza cierto tipo de miradas cuando no le gusta
algo. Frunce la frente cuando no está de acuerdo con algo. Se ríe cuando se equivoca
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emitiendo una palabra en Embera. Señala a veces con los dedos para hacerse entender. Se
coge el cabello.
Relaciones con otros
Escucha a los de su comunidad, les ayuda a hablar cuando sabe, pero siempre
interviene con cierta prudencia, No está de acuerdo con ciertas actitudes de los otros. Si
conoce la situación habla con seguridad.
Registro fotográfico
Manizales 11 de noviembre de 2010
Nombre: Alicia Guerrero Colonia
Dirección: Barrio San Jorge
Teléfono: 3104121767
Oficio: Maestra pensionada
Lugar: Manizales- Caldas
Características del entorno
El entorno de Alicia Guerrero (52) normalmente es su misma casa, allí convive con
dos de sus tres hijas las cuales laboran durante la mayor parte del día. Cuenta en su casa
con una pequeña biblioteca en la que tiene los libros didácticos utilizados en su licenciatura
510
de español y literatura. También tiene colecciones de revistas las cuales consulta
periódicamente, con mayor frecuencia revistas sobre manualidades y costura. Mantiene
poca relación con algunos vecinos del edificio y al resto no los conoce. La relación social
más frecuente la sostiene con los vigilantes del conjunto residencial. El televisor representa
la puerta de salida con el mundo desde su apartamento.
Lugar de encuentro con el informante
Su casa es un apartamento de tres habitaciones, un corredor, la sala y comedor
juntos, y la cocina con un pequeño patio de ropas. En la sala tiene ubicada al lado de la
ventana una silla en la que prefiere sentarse porque allí puede observar la calle y lo que
sucede en ella. También cuenta en la sala con una pequeña radio que es de uso frecuente
para Alicia.
Infraestructura, ubicación geográfica y ambiente
La vista que hay desde el apartamento da directamente a la avenida Kevin Ángel y
al edificio de Telecafé. Es un apartamento muy cálido y acogedor, pero poco silencioso
debido al tráfico de la avenida.
Actividades del informante
Las actividades de Alicia son las labores comunes de ama de casa dentro de su
hogar, estas son el cocinar, el arreglo de la casa, etc. Esporádicamente sale al centro de la
ciudad a realizar alguna diligencia relacionada con el magisterio o con el mantenimiento de
su casa.
Actitudes manifestadas
Presenta buena disposición al ejercicio de observación, se manifiesta segura y
tranquila durante las conversaciones y está atenta a las mismas, trata cualquier tema que es
abierto a las inquietudes planteadas. Es cariñosa y dedicada con sus hijas. Es simpática y
amable y demuestra interés por los visitantes.
Relaciones con los otros
Es muy amable, simpática y le gusta entablar amistad con las personas, trata muchos
temas de conversación y al mismo tiempo crea un ambiente agradable dentro de la
conversación. Le interesa que los demás conozcan sus puntos de vista y sabe prestar
atención al discurso del otro.
Comunicación
La comunicación es fluida e inteligente, su tono de voz es agudo, la expresión de su
cuerpo es bastante fuerte dependiendo del tema a tratar, así mismo con el tono de voz
511
utilizado en diferentes tipos de conversación. Durante la conversación, y plantea de manera
inteligente sus puntos de vista. Le pone sentido del humor y sarcasmo a algunos temas
tratados y su inclinación es marcadamente de izquierda.
Expresión oral y juego de palabras
Es muy expresiva con el lenguaje utilizado, las palabras que utiliza en cada
conversación son las apropiadas, está dispuesta a escuchar y a opinar cuando sea necesario.
Manizales 19 de noviembre de 2010
Nombre: Alicia Guerrero Colonia
Dirección: Barrio San Jorge
Teléfono: 3104121767
Oficio: Maestra pensionada
Lugar: Manizales- Caldas
Características del entorno
Cafetería en el centro de Manizales ubicada en la carrera 22, es un lugar en el
corazón de ciudad, con mucha afluencia de público en su mayoría adulto. La señora Alicia
visita regularmente este sitio porque le parece cómodo, agradable y en ocasiones se
encuentra con algunas amigas.
Lugar de encuentro con el informante
El lugar de encuentro con la señora Alicia se da en dicha cafetería en donde
descansa después de hacer algunas diligencias en distintas partes del centro de la ciudad.
Son las 5:00 pm y ella ahora entabla la conversación de una forma fluida y tranquila.
Infraestructura, ubicación geográfica y ambiente
La cafetería en donde se encuentra sin duda es un punto de encuentro para muchos
adultos de la cuidad, no hay música pero si el ruido de los carros, y de las voces de las
personas que están al lado, es grande, iluminada y transitada por muchas personas.
Actividades del informante
512
Alicia desempeña varias labores de ama de casa dentro de su hogar, ella es
pensionada del magisterio y por ahora solo se dedica a su hogar. Las labores en el centro se
limitan a diligencias como el pago de servicios públicos, hacer mercado y comprar objetos
para su hogar y para su familia, es muy tranquila, aunque está pendiente de quien está a su
alrededor.
Actitudes manifestadas
Presenta buena disposición al ejercicio de observaciones muy tranquila, pendiente
de quien está a su alrededor, entabla muy fácil y de forma fluida una conversación, está
presta a cualquier inquietud de quienes está a su lado, su trato con los demás es muy
cordial, saluda y se despide de forma simpática, habla con quienes están cerca así no los
conozca y en general es muy amable y cordial.
Relaciones con los otros
En Manizales casi no tiene amigos, como ella misma lo expresa, quienes viven en la
ciudad cambian su ritmo de vida y se adaptan a estar en otro ambiente, la mayoría del
tiempo está en su casa, no pertenece a ningún grupo de amigas y sus intereses reside más
en la lectura y en las manualidades, es muy cortés y simpática, es agradable e inteligente ,
su experiencia como docente la ha llenado de historias de vida, le gustan los niños y cree en
la libertad e igualdad como referentes para el ser humano, no se burla de los demás, es
compasiva y trata de ayudar a quienes puede.
Comunicación
La comunicación es fluida e inteligente, su tono de voz es tranquilo y como docente
sabe como manejar el tono de voz cuando está hablando, canta en ocasiones y se ríe como
parte de su cotidianidad, es tranquila, sabe escuchar y es asertiva.
Expresión oral y juego de palabras
Alicia menciona dichos típicos que utiliza como metáfora cuando realiza algunas de
sus actividades o discute algunos temas. Por ejemplo cuando se refiere a algunas personas
activas políticamente que ve o escucha por la televisión menciona “a Dios rogando y con el
mazo dando”, en otro casos utiliza los siguientes dichos cuando intenta describir a
personas: A caballo regala`o no se le mira el colmillo; más vale tarde que nunca; más sabe
el diablo por viejo que por diablo; es mejor pájaro en mano que cien volando; cuando el rio
suena piedras lleva. En esta parte nos fue difícil establecer correctamente que relación
proponía entre los dichos y las personas.
Manizales 02 de noviembre de 2010
Nombre: Laura Garcés Santacoloma
513
Dirección: Barrio la Sultana
Teléfono: 3104121767
E-mail: [email protected]
Oficio: Profesional en Gestión Cultural y Comunicativa.
Lugar: Manizales- Caldas
Características del entorno
El informante reside en el barrio La Sultana en la ciudad de Manizales, éste que
significa un entorno social solo es visto como sitio para residir, pues no ha entablado
ninguna relación social con personas del sector ajenas a su familia. La observación empieza
en la casa del informante y se traslada a la zona rosa donde comparte socialmente.
Lugar de encuentro con el informante
Los sitios varían según la hora en los lugares de encuentro si coinciden con
mestizos, en ocasiones estos los miran algo curiosos pues son diferentes, su estética es
como la de los “metaleros”, sólo que portan símbolos diferentes. Pero en sus sitios de
reunión en la zona rosa no encuentran con negros pues visitan bares de rock o metal que
los negros casi nunca frecuentan.
Infraestructura, ubicación geográfica y ambiente
Una ciudad en la que se viven diferente, por su religión buscan espacios solos en
donde no existan personas de raza negra ni mestiza, frecuentan bares de rock, en las
reuniones realizan rituales paganos en casas de cada uno de los del grupo o en bosques
alrededor de la ciudad.
Cuida la naturaleza, no contamina el medio ambiente, las normas de convivencia las
tiene bien definidas, no es violenta, es tolerante dentro de los límites.
Actividades del informante
Laura tiene 24 años, es profesional en gestión Cultural y Comunicativa,
actualmente vive en la ciudad de Manizales, con su pareja, no tiene hijos y trabaja en una
entidad sin ánimo de lucro desarrollando proyectos de formación de públicos.
Actitudes manifestadas
Ella presenta una buena actitud a lo largo de la observación cuando esta con sus
amigos es muy fraternal, se saluda de abrazo, es seria, muy atenta quienes se posa a su
alrededor es analizado previamente, siempre observa a quienes están cerca si se encuentra
en un sitio público, su cuerpo responde a la situación, es erguido con la mirada firme y
orgullosa.
514
Relaciones con los otros
Con sus amigos es muy cordial y cariñosa, con las personas que no conoce es seria y
no entabla conversaciones fácilmente, y siempre trata que los que sus amigos se sientan
parte del grupo. Tiene un temperamento fuerte y en ocasiones se le acaba la paciencia
fácilmente, su vocabulario es muy respetuoso y cordial.
Expresión oral y juego de palabras
Con sus amigos es totalmente abierta,habla de temas variados,palabras bien
articuladas y con sentido, las observaciones que hace son meditadas y acertivas la mayoría
de las veces, con quienes no conoce no entabla conversaciones y no demuestra interés.
Comunicación
El tono de voz es suave, pausado y compresivo con sus amigos, habla de muchos
temas, cuando está realizando rituales su voz es más fuerte y precisa.
Habla un poco de alemán y de inglés pero no los mezcla nunca cuando habla
español.
Relaciones con los otros
Cuando está siendo parte de una conversación es muy abierta, con las personas que
no conoce es respetuosa, no demuestra mucho interés, en ocasiones es impaciente con lo
que sucede a su alrededor y no busca entablar una amistad con personas de otras razas.
Es radical en lo que piensa, emite juicios abiertamente sobre las situaciones que no
le gustan. Tiene partido político definido.
Manizales 05 de noviembre de 2010
Nombre: Laura Garcés Santacoloma
Dirección: Barrio la Sultana
Teléfono: 3104121767
E-mail: [email protected]
Oficio: Profesional en Gestión Cultural y Comunicativa.
Lugar: Manizales- Caldas
Características del entorno
Trabaja en una entidad sin ánimo de lucro donde desarrolla proyectos de formación
de públicos, con ella trabaja con cinco personas más de otras razas. Cada uno tiene una
función específica y desarrolla su labor de forma individual, en realidad no se ven como un
grupo de trabajo unido.
515
Actividades del informante
Laura tiene 24 años, es profesional en gestión Cultural y Comunicativa,
actualmente vive en la ciudad de Manizales, con su pareja, no tiene hijos y trabaja en una
entidad sin ánimo de lucro desarrollando proyectos de formación de públicos a lo que se
dedica con gran pasión por una rama con las que más se identifica.
Actitudes manifestadas
Ella presenta una buena actitud a lo largo de la observación es muy seria y dedicada
a su trabajo, entabla relación solo de trabajo y separa muy bien su vida personal de lo
laboral. Su actitud es cordial pero seria, asume su trabajo con gran pasión pero con mesura,
no traspasa las barreras de lo laboral para entablar relaciones personales.
Relaciones con los otros
Con sus compañeros de trabajo se limita solo a lo referente con los asuntos labores,
no es amiga de ellos aunque los respeta y no los discrimina si son de otra raza.
Piensa que las relaciones laborales se deben limitar a esto y no mezclar el ámbito
laboral con el personal. Fuma mucho en lugares apropiados para hacerlo porque considera
que lo contrario es una falta de respeto.
Dentro del sitio de trabajo es cordial, seria y solo trata temas relacionados con su
trabajo, es más paciente que con sus amigos pero limitada en su vocabulario, es calmada y
siempre está atenta a cualquier inquietud que tengan sobre la labor realizada, es educada y
sincera.
Expresión oral y juego de palabras
Su actitud es calmada, asertiva se comunica lo necesario, habla respecto a su
profesión con gran pasión a los compañeros de trabajo con gran fluidez y respeto, trabaja
acorde a las necesidades de su entorno y siempre trata de aportar mucho en los proyectos
realizados. En las exposiciones siempre habla lento pero con tono de voz más fuerte, su
lenguaje corporal indica tranquilidad y dominio del tema.
Trabajo:
Alicia: pensionada:
Características del entorno
Miércoles por la tarde, mucha gente alrededor, sentados en diversas mesas
Lugar donde se encuentra el informante
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Una cafetería del centro de Manizales,
Infraestructura, lugar geográfico y ambiente
La observación se hace directamente en la cafetería del centro de la ciudad de
Manizales.
Actividades del informante Sentarse a tomarse un café con sus amigas, y a discutir distintas temáticas,
actualidad, hogar, hijos, entre otras.
Actitudes manifestadas Es muy receptiva y atenta a los diferentes temas planteados. Respeta los diferentes
puntos de vista y plantea opiniones propias de su manera de ver y pensar el mundo que le
rodea.
Relaciones con los otros Atenta, carismático, respetuoso, perceptivo, manifiesta confianza hacia las personas
para hacerlas sentir cómodas.
Comunicación Es fluida y tranquila sin temor a equivocarse, es segura de lo que dice y su tono de
voz es fuerte, expresando diferentes puntos de vista con el tono fuerte puede denotar un
grado de respeto por lo que opina.
Expresión oral y juego de palabras
Las palabras utilizadas son más formales, sigue con un lenguaje adecuado para la
ocasión, es atenta a lo que se está manifestando en el momento.