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BBBOOOLLLEEETTTÍÍÍNNN 111666777
MMMaaayyyooo 222...000111666
AAAYYYDDDOOO AAA sss ooo ccc iii aaa ccc iii óóó nnn ppp aaa rrr aaa eee lll fff ooo mmm eee nnn ttt ooo
ddd eee lll EEE sss ppp ííí rrr iii ttt uuu yyy lll aaa EEE sss eee nnn ccc iii aaa
ddd eee lll aaa sss AAA rrr ttt eee sss MMM aaa rrr ccc iii aaa lll eee sss
yyy eee lll YYY ooo ggg aaa ...
2
Llegamos al mes de mayo, y es un buen momento para estudiar la naturaleza de la vida en su
conjunto. Es tiempo de reflexión…
Decir que “vivimos en la mente” es una realidad que nos confirma la neurociencia. Es decir que todas
esas cosas que vemos a nuestro alrededor, por ejemplo, esas flores maravillosas de mayo, los pinos,
los arroyos de la montaña, las nubes del cielo o la gente que nos rodea, todo es pensamiento.
Un pensamiento es una idea, una imagen que nos hace ver nuestro cerebro.
Cuando veo mis propias manos, mis piernas, también estoy viendo a mi mente.
La realidad que construye cada cerebro, no es más que energía absorbida por los sentidos e
interpretada por nuestro programa mental.
Cada uno de nosotros tenemos un procesador de información mental único, y ha sido creado por la
educación, y por nuestras propias experiencias. De este modo, un mismo hecho, un mismo entorno o
una misma cosa, es vivida de forma distinta por cada cabeza.
Esta información puede ser suficiente para que cada uno de nosotros acepte la plena responsabilidad
sobre su propia vida.
En cierto modo, lo que veo, lo que vivo, mi vida, es una interpretación de mi cerebro, y si no me
gusta, puedo reinterpretar mi vida total.
Reinterpretar no solo es ver de un modo nuevo o distinto un “algo” determinado, es, también,
romper tabúes y creencias que nos pueden limitar a ensayar otras cosas y vivir experiencias
alternativas.
Mayo es un mes lleno de símbolos de renovación, de transformación y de plenitud.
En este mes, en plena primavera en el hemisferio norte, celebramos cosas como “El día del trabajo”,
“El día de la Madre” y “El nacimiento del Buda histórico”.
Y eso del trabajo, de las madres y de los nacimientos iluminados me induce a pensar en una
oportunidad para abrirnos a la plena confianza, a la creatividad, a las caminatas por el verdor intenso
del bosque, el sumergir los pies en el rio de la vida, el oler las flores rojas, amarillas y azules, el
sentarte a meditar en medio de la vida, al arrullo de pájaros enamorados, conciertos de grillos y
cigarras o el canto lacónico del búho
real.
Busca un lugar natural, como un
bosque, prado, montaña, río o mar,
siéntate al atardecer y deja que el día
y la noche se fundan en el abrazo del
crepúsculo. Ahí quédate, simplemente
sentado, inmerso en el momento, en
el centro de la vida. Cierra tus ojos,
abre tus oídos, tu olfato y tu tacto.
Desdibújate, y “sé”, simplemente “sé”
con el momento.
111... EEEDDDIIITTTOOORRRIIIAAALLL
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Pájaros en ti, insectos en ti, frescor en ti, silencio en ti y la mente en ti.
No hagas nada con la mente, no hagas nada con las manos, no hagas nada con la respiración, no
medites, no pienses, no recuerdes, mantén tu presencia natural, “sé el ahora”.
Me gustaría que la revista de este mes te hiciera recordar algo. Todos estos artículos, palabras y
fotos: ¡Eres paz!
Pero no eres una “paz” opuesta a la lucha, al malestar o a la tensión.
No, eres la paz que contiene todo, TTOODDOO AA CCAADDAA MMOOMMEENNTTOO. Sin oposición, incluyendo a las
contradicciones y pequeñas “oposiciones de la dualidad”, pero sin dar demasiada importancia a nada.
En cambio, dando plena importancia a TTOODDOO.
No eres una pequeña paz, sin odio ni contradicción, eres LLAA GGRRAANN PPAAZZ que, como telón de fondo,
abarca todas las escenas de la vida, donde habita ese ego al que llamas “yo”, y que lateramente hace
lo que puede, lo que quiere y a veces lo que debe…
Pero ese pequeño “yo mismo” es solo un intérprete más, un actor más en la tragicomedia de la vida
plena.
En esa GGRRAANN PPAAZZ, completa en sí misma, aparecen todos los personajes: guerreros, buscadores,
amantes, adictos, vulgares, odiosos, padres e hijos, maestros y discípulos. Todo un bello juego de
luces y sombras, todo dentro del Gran Resplandor.
Vive y deja al pequeño “yo” que sueñe, que desee, que busque, que intente, que se enamore, que se
decepcione, que aprenda y que luego envejezca…
Pero NNOO OOLLVVIIDDEESS a los pájaros
cantando melodías de amor, al
atardecer, a los grillos orquestados, a
las hojas mecidas por el viento, al
ulular del autillo, al trasiego del ratón
de campo…
Todos se han ido: el escenario está
vacío, tu “yo” se ha vuelto naturaleza
de mayo, déjalo ser, tal y como es,
con o sin tensión. Descubre que la
desarmonía no te puede tocar, del
mismo modo que una sombra no
modifica a una flor.
Ahora, simplemente toma tu “yo” y
vuelve a casa, y deja que continúe
con su propia vida. Esta es hermosa,
con sus sueños, contradicciones, y
tensiones, pero recuerda, el bosque
te aguarda. Solo regresa, siéntate, y
fúndete con el ahora. ¡¡TTÚÚ MMIISSMMOO!!
CCCiiinnntttaaa BBBlllaaannncccaaa AAANNNTTTOOONNNIIIOOO IIIBBBOOORRRRRRAAA
4
Somos seres humanos y, por definición, nuestra naturaleza es dual. Seres y humanos. En realidad,
más que “seres” deberíamos recurrir al singular “ser”, ya que nuestra esencia es la esencia de toda la
existencia, es decir la UUNNIIDDAADD. De este modo, somos la unidad manifestada en diversidad,
concretamente en una forma humana.
Simbólicamente hablando, el Ser, la Unidad, es el Cielo, mientras la diversidad es la Tierra, es decir, el
mundo manifiesto.
Nosotros, los humanos, empezamos a despertar a la conciencia de nuestra naturaleza esencial a la
vez que vivimos y reaccionamos constantemente a nuestra naturaleza terrenal.
Nuestra manifestación individual es maravillosa, participa de nuestra esencialidad como UUNNOO y, a la
vez, de una manifestación diferenciada, distinta e irrepetible.
De este modo, y bajo la concepción holográmica de la vida, nuestra diferencia como individuos,
nuestras características divergentes, encuentran su razón de ser en la aportación de un servicio a la
unidad misma, y esa utilidad es, justamente, aportar conciencia al conjunto, al todo.
Cada ser humano tiene características únicas y peculiares, y a esa variación absolutamente creativa la
podríamos considerar como nuestra Esencia particular, el color de nuestra Alma, por usar una
palabra un tanto cargada de misticismo.
El caso es que cada uno de nosotros con su Esencia, con su verdad interior, debe de coexistir con las
mil formas y variables de su medio ambiente.
Ser uno mismo en el mundo sería una expresión simple pero adecuada.
El caso es que, para sobrevivir en el mundo de la forma, con tanta cantidad de factores y entidades
de todo tipo, cada individuo debe de adaptarse, es decir amoldarse a las necesidades del momento.
Tenemos que competir por la comida, escapar de los depredadores, es decir, fluir entre los diferentes
aspectos de las cadenas tróficas… Cuando nuestros intereses son los mismos que los de otros,
debemos competir, compartir o encontrar nuestro lugar. Cuando nuestros intereses entran en
conflicto con los intereses de otras personas o seres surgen dificultades, y una vez más la necesidad
de adaptarse y sobrevivir.
Está muy bonito decir que
los humanos debemos ir
cambiando los modelos de
conducta basados en la
competitividad por los
arraigados a la cooperación,
suena bien, pero en la vida
real no podemos cooperar
con quien compite con
nosotros, nos parasita o nos
agrede, así que lo ideal es
una cosa, y lo real, otra.
222... EEENNNTTTRRREEE EEELLL CCCIIIEEELLLOOO YYY LLLAAA TTTIIIEEERRRRRRAAA
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Entonces necesitamos integrar bien nuestra propia dualidad humana, una esencia, un espíritu, una
verdad interior, un “nosotros mismos” que podríamos llamar “identidad profunda” con nuestros
vestidos o trajes sociales, roles de conducta y, por decirlo así, nuestra presencia externa…
Ser uno mismo en el mundo es aprender a adaptarnos a las circunstancias en nuestra presencia, pero
preservar vivamente nuestra esencia interior, nuestra identidad y verdad profunda.
Cuando una persona se afirma únicamente en su verdad interior, sin adaptarse en su personalidad
externa, sufrirá muchas dificultades en el mundo de la interacción social.
Mientras que quien se adapta continuamente reaccionando a los requisitos externos, sin afirmarse
en su interior, corre el riesgo de volverse una brizna de paja al viento, alguien sin profundidad ni
identidad.
Ser uno mismo en el mundo es el principal reto de nuestro sistema energético del HHÍÍGGAADDOO o de la
MMAADDEERRAA en la Medicina Tradicional China.
Este sistema energético, que es la manifestación visible de nuestro propio subconsciente humano,
regula las funciones básicas de la vida en el mundo real y el intercambio necesario para la
supervivencia.
Nadie puede vivir aislado porque simplemente el aislamiento no existe, todo está, de un modo u
otro, conectado y vinculado.
Una entidad energética, un individuo, necesita del medio ambiente, y el medio ambiente necesita de
él.
Del equilibrio de esta conexión se pueden desprender cosas como el éxito vital, la salud, la
longevidad, la armonía o la paz.
Tú necesitas de cosas y elementos de tu entorno: comida, aire, dinero, afecto, protección, energía.
Pero, a la vez, el medio ambiente demanda de ti lo mismo.
Así que el éxito vital consiste en servir adecuadamente al medio para poder ser servido por él.
Dar y recibir, ese el mercadeo del alma, la moneda de cambio de la vida.
Vale para todo lo que concierne nuestra propia vida: dinero, trabajo, servicio, cariño, satisfacciones,
utilidades o conocimientos.
Lo instintivo es buscar en el medio los elementos que precisamos para sobrevivir. Lo consciente es
ver cómo aportar lo mejor de nosotros a nuestro entorno.
La vida estaba aquí antes que
nosotros. Como individuos
temporales y como todo lo que
hace aparecer la vida cumplimos
un papel de servicio y utilidad al
plan total, a la vida misma.
Por eso, más que buscar la
felicidad que es un subproducto
del éxito vital, necesitamos encajar
en la vida que nos contiene.
6
Y eso es observar nuestra propia esencia, nuestros trazos de diferencia, de distinción, nuestras
cualidades únicas, y ver cómo hacerlas útiles para la vida.
Por otra parte, la vida tiende a gratificar, proteger y mantener lo que le es útil. Así que la mejor forma
de sentirte nutrido, protegido y mimado por la vida es servirle con amor. Y claro, nadie puede amar lo
que no ama…
Así que el camino siempre debe nacer de la auto exploración, y encontrar el latido de nuestra verdad
interior, lo que nos llama, lo que nos apasiona, lo que nos motiva a vivir.
En el mundo exterior, fácilmente encontraremos los rastros de los demás, los buenos y los malos
ejemplos, las experiencias de otros y los conocimientos acumulados por la cultura.
Todo esto es muy valioso, pero de un modo u otro, estas referencias deberán conducirnos a un “no
encajar” basado en las comparaciones y las referencias externas. Este malestar puede ser el correcto
acicate a la búsqueda del PPRROOPPIIOO CCAAMMIINNOO.
No quiero terminar este pequeño ensayo sin hacerte ver que todo ser humano tiene, en sí mismo,
una enorme contradicción: la necesidad de “encajar” que implica aceptación, afecto y apoyo del
grupo tribal, y la necesidad de ser “distinto” que nace de la certeza profunda y real de que no somos
como los demás. Eso nos impulsa a la diferenciación y a la expresión de nuestro potencial.
Por otro lado, esta última pulsión nos puede conducir por los derroteros de la exclusión social, de que
nos hagan sentir “bichos raros”, de no tener apoyos o ser menos populares.
¡Difícil elección!
Y en la práctica, la mayoría de las personas no eligen, simplemente sucede que en su fuero interno o
en su naturaleza pesa más una cosa u otra. Hay quien renuncia a ser él mismo por contentar a otros o
tener su apoyo, es la búsqueda de la seguridad externa, el reconocimiento social, el prestigio, etc. La
protección de ser parte de la manada.
Otros son impulsados a innovar, a abrir caminos nuevos, a emprender rutas en solitario y explorar
nuevas posibilidades…
La realidad es que, independientemente de lo que pese más en ti, ambas necesidades existen y son
parte de tu humanidad, así que no se trata de convertirte en un ermitaño, anacoreta solitario o un
vulgar conformista: ¡hay términos medios!, ¡infinitos términos medios! Y a cada cual le toca crear el
suyo propio. Para poder vivir tu peculiaridad y tu propio camino con los demás y en el mundo.
TTAAII
7
Es un hecho.
Si algo que deseas todavía no lo has logrado, lo buscarás a veces con más empeño, en otras, el anhelo dormirá y
quedará latente. En un momento dado, despertará de nuevo más fuerte que antes.
Si algo has logrado, has conseguido, no será suficiente. ¡Nunca es suficiente!
Al conseguir algo que buscas habrá una gran satisfacción que, en gran medida y aunque tú no lo sepas, es el descanso
sobre la pulsión del deseo. De repente no habrá deseo: ¡¡Lo has conseguido!! Será maravilloso. Pero no durará. Nunca
dura.
Ahora querrás más. Querrás repetirlo, mejorarlo, ampliarlo, querrás conservarlo, asegurarlo. Querrás más.
¡Nunca tendrás bastante!
Es un hecho.
Unos lo llaman ambición humana, lo consideran incluso saludable: ¡El progreso! ¡La superación!
Otros lo verán como un pecado, soberbia, ambición sin medida u orgullo.
Da igual. ¡Querrás más!
Si algo has perdido, una cosa, una facultad, un aspecto de tu salud, un afecto, una relación, querrás recuperar lo
perdido, al ego no le gusta perder. ¡Quiere recuperar!
Si lo has conseguido, la maravilla durará poco. ¡Querrás más!
Más cosas, más poder, más inteligencia, más amor, más sabiduría, más virtudes, más dominio, más control, más
iluminación, más… ¡lo que sea!, pero más.
Si te das cuenta de esto tienes una oportunidad. Y, ¡por favor!, ¡no busques más y más oportunidades!
Querrás más.
Nunca tendrás bastante.
Solo date cuenta.
Respira lento y consciente. Todo está ahí.
¡No hay más!
TTAAII
333... NNNUUUNNNCCCAAA TTTEEENNNDDDRRRÁÁÁSSS BBBAAASSSTTTAAANNNTTTEEE
8
Yug-Do no es un medio para conseguir un fin, es vivir cada momento como una oportunidad para hacerse más
consciente.
Las técnicas son medios para alcanzar fines. Un camino de vida es otra cosa.
Hay ejercicios que pueden ayudar a una vida más sana o que simplemente mejoran las facultades físicas y psíquicas.
También hay técnicas para mejorar el cerebro, etc. Luego existen las filosofías, las religiones o diferentes sistemas de
creencias que proponen asumir ciertos enfoques vitales.
Yug-Do va más allá de ser un conjunto de ejercicios o métodos para el desarrollo humano. Tampoco propone ningún
sistema de creencias o filosofía en particular.
La esencia del Yug-Do apunta hacia hacerte más consciente.
Todo lo que decimos, pensamos o hacemos, obedece a alguna necesidad de nuestro ego. “Yo pienso”, “Yo creo”, “Yo
quiero”, “Yo hago”.
Yug-Do empieza con un cambio radical de enfoque. Se dirige directamente a esa necesidad de hacer, pensar, sentir, y
enfoca al “Yo” al que se remite todo.
Ese “Yo” es la matriz del deseo, de la necesidad y de los impulsos vitales y se experimenta como “algo separado del
resto”.
El concepto del “DDOO”, del Camino del Yug-Do, y de tantas artes marciales es algo completamente distinto, cuando nos
aproximamos a su raíz esencial.
Mientras que todos los “caminos” indican dirección, deseo y movimiento, el “DDOO” esencial es la alumbración de una gran
detención.
Es “el camino a ningún sitio”, el cambio de flujo. Normalmente vamos de la inmovilidad al movimiento. Y ahora, ante la
CCUUEESSTTIIÓÓNN, nos vamos deteniendo hasta que cesan las palabras, los conceptos y el hacer volitivo.
Toda nuestra humanidad descansa en la identificación con una entidad separada, un personaje que necesita, busca, tiene
intención y siempre le falta algo.
En este estado incompleto y carencial, lo que domina es la huida ante la ansiedad y cualquier forma de dolor, además de
la búsqueda de compensaciones.
Cuando trasladamos la atención del “YYOO” que ve, que piensa o que hace a la percepción neutra de ese yo, y luego
permanecemos enfocados o desenfocados en el estar presente, los movimientos circulares del personaje son de repente
descubiertos. A la vez, surge la comprensión no elaborada, espontánea, de que no falta nada ni sobra nada, no hay miedo
y la totalidad se hace presente.
Todo esto no se consigue entrenando sino estando presente en el entrenamiento, y luego estando presente en todo
momento de tal modo que la vida diaria, en sí se convierte en el entrenamiento, donde o me distraigo ante los sucesos o
me mantengo en la observación.
Naturalmente esto no implica ningún truco, ni disfraz del ego, que puede tomar la falsa actitud, de colocarse por encima
del bien o del mal, o volverse apático o distante. No, más bien hay que dejar que el ego siga siendo ego, el agua, agua, la
manzana, manzana, y la lluvia, lluvia…
Como digo, no hay método para conseguir esto o para alcanzarlo, más bien “ocurre” como acto espontáneo ante la
sinceridad con uno mismo, y la indagación sobre la esencia.
Querer conseguirlo, intentarlo, buscarlo o desearlo te mantiene en el mismo juego de siempre. Y disfrazarte de maestro
zen te aparta por completo.
Así que no hay modo desde el ego.
Solo la apertura a un “más allá”, en el “más acá”, la devoción al Maestro, la voluntad en lo cotidiano, el orden, y la
disciplina preparan un ambiente sin garantías, en las que el ego puede dejar de ser un tapón hacia la luz, y dejar fluir la luz
de lo que es. Humildemente, sin amaneramientos, con la naturalidad del torrente, en una palabra: Maduración.
La práctica de nada garantiza el despertar, pero “El tiempo no hará que recojas la cosecha que nunca plantaste”.
TTAAII
444... YYYUUUGGG---DDDOOO DDDIIIAAARRRIIIOOO
9
La niñez es una etapa inocente, y empezamos allí a formar nuestra imagen. El considerarnos “buenos” nos
libera, y nos mantiene a salvo de la neurosis de no ser aprobados. Pero a medida que vamos creciendo, la
desconfianza va tomando el protagonismo, ya que necesitas mentir a los demás para poder mantener esa
imagen de “buenos chicos” que la educación, el colegio, la religión y la familia exigen de nosotros.
Poco a poco te sometes a lo que los demás quieren ver de ti.
El poder de la mentira nos seduce, y nos da la posibilidad de esconder nuestras intenciones y deseos. Es algo
que todos hacemos en la niñez y en la adolescencia para poder salvaguardar nuestros intereses y poder sacar
ventaja de las situaciones, y así conseguir poder personal. Esta es una de las razones por las que también
aprendemos a engañarnos a nosotros mismos.
La trampa del deseo de satisfacción está servida. Esa búsqueda de destacar, de “ser alguien” o, como ahora lo
llaman, de “ser popular”.
Inconscientemente pensamos que, si los demás vieran lo que de verdad sentimos como la envidia, los celos y
la competitividad, entonces no seríamos aceptados, así que preferimos vender la imagen de nosotros mismos
que, en realidad, los demás están dispuestos a comprar.
Al final prefieres tu propia desaprobación que recibir la de los demás.
Esa elección no es muy sensata y es de poco sentido común, pues marcará un antes y un después en la
confianza que tienes en ti mismo.
Lo más peligroso y difícil no es no poder confiar en los demás, eso lo puedes llevar bastante bien; lo que te
llena de incongruencia es haberte defraudado a ti mismo, y al final mantener una imagen de ti que no
reconoces y que no sabes como los demás se empeñan en devolverte una y otra vez.
Toda esta amalgama de actitudes y comportamientos te pueden acabar llenando de confusión porque
mantiene una imagen errática de ti mismo.
El no poder fiarte de ti mismo acaba siendo la consecuencia más grave de mantener una autoimagen basada
en la aprobación de los demás.
Ahora ya sabes, después de tantos años de práctica, que tu ego se aferra a algo que no es verdad, y esa es la
oportunidad que te brinda la meditación.
La honestidad en tu disciplina, la sinceridad, la
referencia y amor hacia tu Maestro van
facilitando un cambio profundo en la percepción
de ti mismo.
Un Camino es una forma de vivir basada en la
conciencia, lo que implica descubrir, en primer
lugar, lo que no eres y, finalmente, a través del
amor abrirte al misterio mismo de la vida.
¡Que tengas un buen viaje!
555... LLLOOO QQQUUUEEE NNNOOO SSSOOOYYY
CCCiiinnntttaaa BBBlllaaannncccaaa MMMAAARRRÍÍÍAAA AAARRRRRRAAABBBAAALLL
10
CCLLAAVVEE DDEELL MMEESS:: CCeeññiirrssee aall mmééttooddoo
PPAARRAA LLEEEERR:: Durckheim, Karlfried.
PRÁCTICA DEL CAMINO
INTERIOR (1.994).
Edita MENSAJERO
FFRRAASSEE DDEELL MMEESS:: HHaayy qquuee iirr mmááss aalllláá ddeell
mmééttooddoo,, ppeerroo ppaassaannddoo
ppoorr ééll..
PPAARRAA VVEERR:: MMAANNDDAARRIINNAASS ((MMaannddaarriiiinniidd))
((22..001133))
DDiirriiggiiddaa ppoorr yy gguuiioonniizzaaddaa ppoorr
ZZaazzaa UUrruusshhaaddzzee..
666... ………DDDEEELLL MMMEEESSS………
11
Cuando «creas» tu rostro,
teniéndote a ti misma
como base, tu alegría es
la de un descubrimiento,
la de una revelación.
CLARICE LISPECTOR
¿Qué importa los años?
Lo que realmente importa es comprobar que al fin de
cuentas la mejor edad de la vida es que estás vivo”.
TILIOSKA
La belleza comienza con
la decisión de ser uno
mismo.
COCO CHANNEL
Las aguas que pasan, el tiempo que se desliza, no le
esperan a uno... Veloces como el viento.
LI BAI
La manera en que una
persona toma las riendas de
su destino es más
determinante que el mismo
destino.
KARL WILHELM
La paciencia es la fortaleza
del débil y la impaciencia, la
debilidad del fuerte.
BENJAMIN FRANKLIN
La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.
PROVERVIO PERSA
Quien quiere acertar,
aguarda.
ANTONIO GARCÍA
GUTIÉRREZ
El pensamiento adecuado es
aquel que abre camino.
Rumi
El que sube una escalera debe empezar por el
primer peldaño.
WALTER SCOTT
777... FFFRRRAAASSSEEESSS PPPAAARRRAAA NNNUUUTTTRRRIIIRRR EEELLL AAALLLMMMAAA
CCCiiinnntttaaa BBBlllaaannncccaaa MMMAAARRRÍÍÍAAA AAARRRRRRAAABBBAAALLL
12
Al margen de cualquier ironía y teniendo en cuenta que el título de este artículo corresponde a una de las películas más
taquilleras de su momento –la cual me llegó al corazón-, ¡sí, la vida es bella!
Y esto lo reafirmo con mayúsculas. Estoy muy agradecido de encontrarme belleza a mi alrededor (no me refiero a la
belleza efímera que desaparece con el paso del tiempo), belleza que se destila de un aroma.
Hay muchas personas que no se dan cuenta de la belleza que hay en su interior, quizás creen que eso no es posible
simplemente porque nadie o casi nadie les ha hecho ver que, en efecto, existe una belleza intangible que escapa a la
forma y a cualquier presunción.
De belleza superficial ya sabemos que la mona, aunque se vista de seda, mona se queda.
En cambio, hay una belleza inexplicable que te llega alma, que la sientes en tu interior y que emana de ti como perfume
que destila una verdad, una paz, una entrega, una rendición que culmina con ninguna necesidad de demostrar nada, de
ser nada.
Así decido ver la belleza, percibirla y sentirla en mi corazón. Cada persona es poseedora de esa cualidad, esencia o como
queramos llamarlo; cuanto menos queramos definirlo mejor. Apreciar la belleza en una sonrisa, en un acto sincero
generoso y ecuánime, en unos ojos que gritan amor; en aquella persona que no se miente a sí misma y que, a pesar de
haber sufrido o caído, sigue adelante con más entusiasmo y alegría que nunca.
El Gran Dragón definía el arte como la expresión y manifestación de la belleza, definía al ser humano como una obra de
arte a realizar.
Esa belleza que eleva el espíritu y une a las almas en un propósito común.
El amor hacia uno mismo y hacia los demás es la consecuencia de este maravilloso sentimiento, de esta maravillosa
percepción que nace de saberse hijo de la luz, de ser luz que clama su manifestación en un mundo a veces árido de
sentimientos sinceros o de valores humanos que enaltezcan y reconozcan el SER, la luz que llevamos dentro.
He sido testigo de la decrepitud, del egoísmo mal sano, de una vida mal vivida, he conocido a los demonios que hay en mi
interior, del juego de luces y sombras que es la vida. Un gran caleidoscopio de matices, colores, formas texturas y
contrastes que en su conjunto es hermoso y difícil de describir; de hecho, no tendría sentido describirlo sin vivirlo.
También he sido testigo de la belleza, la luz y el amor que hay en mi interior como tesoro bien guardado por el carcelero
que se resiste a liberarlo por miedo a perderlo y volver a recuperarlo, simplemente por miedo a no encontrar a una sola
persona merecedora y digna de compartir tal tesoro. Craso error por mi parte, pues no se trata de elegir, sino de dar sin
esperar nada a cambio, aunque en ello me vaya la vida y me hagan daño. Bien dice mi Maestro que hay que saber
también a quién das, cómo y cuándo.
En el propio Caos existe la belleza, en
una tormenta de nubes negras en
donde percibes la fuerza de la propia
naturaleza, en un animal salvaje que
no ha sido domesticado, en la
autenticidad fuera de todo
amaneramiento, manipulación y
control. En la actitud honorable de un
Samurái que está dispuesto a morir
en el campo de batalla.
Actos nobles y bellos definen al
guerrero de la luz en su afán de
comprender este gran misterio que
es la vida. ¡Si! la vida es bella, porque
tal belleza es posible contemplarla
desde los ojos de quien la mira.
888... LLLAAA VVVIIIDDDAAA EEESSS BBBEEELLLLLLAAA
CCCiiinnntttaaa DDDooorrraaadddaaa RRRAAAUUULLL VVVIIILLLLLLAAARRR
13
Siempre trato de darme cuenta, pero no siempre lo logro.
Al hacer la disciplina, lo que me sucede es que me descomplico, porque todavía no llego a aclarar y
calmar la mente.
Cuando es la hora, tomo mi bambú y empiezo la práctica, la cual es muy saludable y gratificante.
Antes me auto-torturaba con el parloteo mental, mis lamentaciones y un sentido crítico, con lo cual
no me la pasaba nada bien. Es aquí donde la voz del Maestro llega y me recuerda: “Mejor sonríe, al
mal tiempo pon buena cara y al buen tiempo, también”.
Yug-Do es simpleza en estado puro.
Me pregunto, ¿qué quiero?
Al tomar el bambú experimento esa agradable sensación en mis manos.
Enseguida me siento unos instantes y me repito que la intención y propósito son estar mejor,
sanarme y equilibrarme, llenarme de vida y de entusiasmo, y que todo eso ya es. Es fácil, solo hay
dejarlo salir porque ya está ahí. Para lograrlo, solo tengo que desprenderme de lo que obstruye: eso
es todo. Soltar tensiones, energía pesada y pensamientos inútiles.
De una manera u otra, vengo de más a menos o de menos a más; al final voy encontrando el centro la
renovación y ese es el objetivo.
Después viene la postura de meditación de pie, Wu-Chi, y más tarde hago el movimiento desde el
fundamento para iniciar los 22 arquetipos. Todo esto lleva a la actividad y a parar, al hacer y a
detener, para tomar
conciencia en mi-mismo.
Con esto me queda claro que
el único enemigo con el que
me enfrento es con la propia
ignorancia.
Cuando hago esto, me sucede
que observo más a mi cuerpo,
contemplo a mi mente, miro a
mi persona y trato de dejarme
ser.
Muy feliz y contento me
despido del DDOOJJOO,
contemplándolo como el
mundo mismo.
¡¡¡¡TTAAII!!!!
999... YYYUUUGGG---DDDOOO YYY SSSEEERRR FFFEEELLLIIIZZZ
CCCiiinnntttaaa RRRooojjjaaa SSSEEERRRAAAFFFÍÍÍNNN MMMEEENNNDDDOOOZZZAAA
14
El universo me cuida, la vida me recibe, el maestro me guía y un servidor experimenta, aunque en el
fondo todo sea parte de lo mismo. A cada paso inspiro-expiro, cambio-me estabilizo, enfermo-sano,
me desequilibro-me reequilibrio, resisto-acepto y, dándome cuenta, voy integrando.
Llevo cerca de dos meses viviendo con mi hija Candela en un hospital. Paso por muchas vivencias y
momentos. Esto es la escuela de la vida, y nosotros estamos inmersos en un curso intensivo. Miro
para atrás lo vivido y me pregunto: ¿cuál es el principal aprendizaje de todo esto?, ¿qué sentido tiene
lo vivido? Aunque sé, y el maestro me demuestra, que en esencia todo es luz- conciencia en este
momento y, de manera casi visceral, intuyo que el aprendizaje personal gira en torno a la
desidentificación.
Desidentifícate de expectativas de enfermedad-curación. Desidentifícate del personaje que marca
objetivos-metas, del que quiere huir de la enfermedad, del que ruega la curación, del que huye de la
incertidumbre, del que necesita llenarse de esto o aquello. Del que busca controlar a toda costa. Del
que quiere estar entretenido, del que se aferra a algo o intenta evadirse. Resueno que no es más que
miedo, miedo a vivir, miedo a ser, el cual simplemente puede ser miedo a no ser. Me permito
entonces estar donde la vida me pone, y ser, vivir el momento más unificado con lo que hay, con lo
que Es. Más amoroso con lo que está aconteciendo. Más atento percibiendo el instante. Meditante
ante cualquier Ahora. “Hazlo sobre la marcha”, me digo, aunque te cueste encontrar el momento.
Hazlo y medita simplemente en movimiento. En el quehacer diario. Haz lo que realmente puedas,
quieras y debas hacer ante lo que acontece, pero vívelo, respíralo, medítalo. El resto es depositar la
confianza en la vida misma, y luchar y rendirte a través de la paciencia contigo mismo y con todo el
proceso natural que sigue su curso.
¡Mando un abrazo al Guerrero que sigue descubriendo sus propias huellas delante!
Por cierto, me gustó mucho el aporte del maestro Gandhi, y los cuales copio:
Los siete peligros de la virtud humana vistos como
los siete retos para el Guerrero del Bushido.
11.. Riqueza sin TTRRAABBAAJJOO. Veracidad.
22.. Negocios sin ÉÉTTIICCAA. Amabilidad
33.. Política sin PPRRIINNCCIIPPIIOOSS. Lealtad.
44.. Religión sin SSAACCRRIIFFIICCIIOO. Superación.
55.. Conocimiento sin CCAARRÁÁCCTTEERR.. Comprensión.
66.. Ciencia sin HHUUMMAANNIIDDAADD.. Quietud.
77.. Placer sin CCOONNCCIIEENNCCIIAA. Confianza.
Este es el orden que me evocan estos principios
respecto al Bushido actualizado, aunque no sé si
este sea su orden Real. El MMAAEESSTTRROO podrá darnos
mayor Luz en este sentido. ¡Siempre estoy a su lado,
Maestro!
TTAAII
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CCCiiinnntttaaa RRRooojjjaaa EEEUUUGGGEEENNNIIIOOO PPPAAARRREEEJJJAAA
15
Miedo y amor en la práctica dominical de Yug-Do en el parque de viveros
Es una de esas mañanas en que me levanto y reconozco que mi cuerpo duele, no tengo ganas de ir a practicar
y quedarme en cama es lo único que deseo, pero mi palabra de “hacer lo que debo hacer” es más fuerte que
todo lo demás.
Al llegar, me encuentro que el aroma a pinos y árboles de todo tipo comienzan a relajar mi mente. Sé que Kike
me está esperando, y al saludarlo, veo su sonrisa y su mirada, lo cual me anima y me recuerda por qué estoy
ahí. Es inevitable esconder que no me siento bien, y no me importa mostrarlo, pero al mismo tiempo exhibo el
gusto que me da estar donde elegí estar.
La naturaleza comienza hacer su magia ayudada por la práctica. Me encuentro con un poco más de cabeza y
atención al presente, voy reconectando mi cuerpo con la respiración, sintiendo cada extremidad, cada órgano,
cada emoción y pensamiento, ¡qué interesante! Riñones, miedo, agua, emociones. ¿En qué he estado
pensando últimamente? Regreso al presente, me relajo y me alegro de darme cuenta, me río de mi misma, y
me digo “colmo de terapeuta, teniendo esencias, orgonitas y teoría sobre las enfermedades, no me había
dado cuenta”.
En cada arcano libero el miedo, acepto lo que hay, pero sobre todo me abro al amor, al amor de una pareja
que en un parpadeo estaba dentro de mi vida, así como al miedo de todos mis paradigmas y mis estructuras.
La mente está descontrolada con lo cual genero tensión emocional y física. ¡Cuántas preguntas tengo! Ellas
desaparecen con solo una mirada, un abrazo, un beso y una sonrisa.
¿Qué hay del demonio interno que vive dentro?, ¿cómo enfrentarlo? Entonces, el pepe grillo de Serafín
aparece en mi cabeza con la siguiente recomendación: “disciplina, Perla”. Si no tengo el control de la bestia,
nadie más lo tendrá.
El miedo, el miedo es lo más alejado al amor. Recuerdo a mi Maestro diciendo esta frase: “está el miedo que
paraliza y el miedo que impulsa, pero que siempre nos acompaña, se haga presente o no, ahí anda, escondido
tras las sombras, hasta que sale y se expone ante la luz para sacar lo mejor de nosotros o simplemente
exponernos y dejarnos más temerosos”. Hasta ahora reconozco a los dos: en ocasiones me he paralizado pero
también nos hemos hecho amigos. En esta ocasión nuevamente
salió de entre la sombra para confrontarme.
Y cuando el cuerpo enferma también se aleja del amor. Amor,
como lo dicen los Beatles: “¡all you need is love!”. Todos lo
necesitamos, por él venimos al mundo, por el amor vivimos. No es
solo una palabra o un sustantivo sino un verbo, un estilo de vida,
en el cual no todos comulgan y del que poco se habla, que se
define de formas someras y que, desde mi perspectiva no
intelectual, se manifiesta como la más poderosa de las energías,
tan sutil que los sentidos pueden llegar a ser insuficientes para
percibirlo.
En polos opuestos tenemos al amor y al miedo, como el yin y el
yang, ambos coexistiendo dentro y fuera de nosotros. Aquí es
donde una vez más el sentido del equilibrio toma conciencia en el
darse cuenta. Se requiere dejar fluir, aceptar lo que hay y aprender,
pero sobre todo elegir conscientemente desde dónde queremos
vivir y disfrutar del presente, el eterno presente. TTAAII
111111... MMMiiieeedddooo yyy aaammmooorrr eeennn lllaaa ppprrráááccctttiiicccaaa dddooommmiiinnniiicccaaalll dddeee YYYuuuggg---DDDooo
CCCiiinnntttaaa PPPlllaaattteeeaaadddaaa PPPEEERRRLLLAAA PPPAAALLLMMMAAA
16
Este escrito es en agradecimiento a mi Maestro y al Yug-Do
Hace 15 días, mi hermano me ofreció la posibilidad de trabajar con él durante unos meses pintando 72
bungalows en el sur de la isla. He de reconocer que la idea no me atraía mucho, pero era una oportunidad
para sanar mi debilitada economía y acepté.
La jornada empieza a las 7 que salgo de casa, tras haberle preparado las pastillas y el desayuno a mi papá, ya
que debo recoger a 2 compañeros, y tras una hora de viaje llegamos al destino. Ponemos manos a la obra y en
ocho horas no paramos. 8 horas dando brocha, empastando, limpiando, cargando, observando a los jóvenes
extranjeros que llegan a esa hora borrachos, descalzos y tambaleándose, tras una larga noche de fiesta.
Los oigo en sus habitaciones devolviéndose y tosiendo, y me hacen recordar mi juventud, cuando
prácticamente hacia lo mismo. En definitiva, castigando mi cuerpo. Agradezco ver como mis hijos no están de
momento en ese mundo inconsciente.
Yo me dispongo y comunico que no sé bien pintar, sobre todo al observar a mis compañeros hacerlo, con lo
que distingo que es todo un arte.
Ellos me ayudan, me enseñan, me tienen paciencia porque también ven mi buena predisposición y actitud
responsable ante lo que toca. Siento que debo responder con agradecimiento a la confianza depositada sobre
mí, y entiendo que, sobre todo ante su ausencia, debo transmitir ejemplo cumpliendo con las horas de trabajo
y no dejándome arrastrar por quejas que puedan surgir por parte de ellos. Al contrario, les hablo con amor y
les animo a dar más porque seguro así recibirán más.
Tras esas ocho horas recogemos los utensilios y, tras otra larga hora de viaje, llegamos a casa.
Ellos se bajan y toman una cervecita a modo de recompensa por el esfuerzo.
Yo tomo un té y tras atender nuevamente a mi padre preparándole su merienda-cena, me subo en mi coche y
me dirijo a dar la práctica de la tarde.
¡Ufff!, casi 11 horas de no parar, pero estoy agradecido una vez más.
Debo reconocer que la primera semana, entre trabajo y prácticas fue duro, pero me di cuenta que uno está
preparado y se adapta rápidamente. Es más, siguiendo las recomendaciones del Maestro, animándome a
tener mi práctica personal, me estoy levantando a las 5 y 15 para practicar durante 35 minutos antes de ir a
trabajar, y ¡vaya!, cómo agradezco esta práctica particular. Tomo una ducha de agua fría y habiéndome
tomado mi agua tibia con limón y bicarbonato conectado, contento y enérgico, me voy a trabajar.
Y me doy cuenta lo que he aprendido de mi estimado Maestro: “Cuando estés cansado, cálzate los tenis y ve a
correr o practicar”, y cuánta razón tiene: haciendo eso todo cambia.
Me observo y me digo, ¡ufff!, esta enorme energía, fortaleza y flexibilidad solo proviene de este bello camino
que es el Yug do y los sanadores consejos del Maestro. Por eso, solo tengo palabras de agradecimiento una vez
más a la divinidad por haberme puesto a UUSSTTEEDD en mi camino.
GGRRAACCIIAASS,, MMAAEESSTTRROO.
GGRRAACCIIAASS,, YYUUGG DDOO,, VVIIDDAA..
111222... RRREEEFFFLLLEEEXXXIIIOOONNNEEESSS
CCCiiinnntttaaa PPPlllaaattteeeaaadddaaa JJJUUUAAANNN AAANNNTTTOOONNNIIIOOO JJJOOORRRGGGEEE
17
Hoy fue un domingo muy especial. En la Escuela de Sabiduría online, las palabras de los maestros
hicieron mella en mi alma. Quedé tal como quedaba luego de cada terapia mensual del maestro allá
en Tenerife. Hasta me atrevo a decir que "me pasó un camión por encima".
Cuánto desequilibrio llevaba sin darme cuenta. Resistiendo con lo ya asimilado y con ayuda de mi
corazón los embates y energías que no me pertenecían. Siento liberación tras haber soltado un llanto
reprimido por no hacer bien las cosas, por olvidar para qué estoy en este mundo.
Estoy resistiendo en vez de "concretando". Esa palabra reanima mi ser nuevamente. Solo tengo que
ver que la puerta esté abierta, que soy libre para seguir resistiendo y concretando lo que mi corazón
anhela. Aprender a limpiar lo impuro en mí, y practicar la alquimia para que así me llegue la
revelación y pueda poner en práctica esa magia que anhelo.
De nada valen mis deseos si no cumplo con esos tres pasos: Alquimia, Cábala y Magia. Generalmente
uno quiere pasar a la magia de forma directa, pero ¿cómo hacerlo sino estoy haciendo bien las cosas,
si estoy dejándome arrastrar por cosas que no me permiten llegar a esa frecuencia vibratoria para
que me llegue la revelación a través de mi corazón y así realizar lo que vine a hacer a este mundo?
En el fondo sabía que no estaba haciendo bien las cosas ya que algo fallaba. Por eso, doy gracias por
esta clase que abrió mi mente y corazón al entendimiento. Es impresionante. Mientras transcurría la
clase la vista también mejoraba, y es que últimamente la vista no me respondía, como si me hubiese
tapado los ojos y solo veía a través de una pequeña rendija. ¡Estaban cerradas todas las puertas!
“Perturbación mental”: otra frase que me tocó porque justo así es como me sentía. Mi mente
proyecta deseos de carencia, por lo que deberé meter la cabeza en un balde de agua fría más
seguido.
Hacemos lo que queremos, luego nos
justificamos y también nos castigamos.
Así es tal cual. ¿Por qué no lo vemos
desde un principio para evitarnos el mal
rato? Es como decir: "sé lo que debo
hacer y no lo hago", pero ¿por qué me
castigo de esa forma, acaso no me
quiero?
Debo bendecir todas mis emociones y
aprender de ellas lo que están tratando
de enseñarme. Aprender a gobernar mi
palabra, a encontrar mi centro en el
vaivén de la vida y crear mi luz.
CCCiiinnntttaaa NNNeeegggrrraaa GGGRRRAAACCCIIIEEELLLAAA LLLEEEIIIVVVAAA
111333... ¿¿¿EEESSSTTTOOOYYY RRREEESSSIIISSSTTTIIIEEENNNDDDOOO OOO CCCOOONNNCCCRRREEETTTAAANNNDDDOOO???
18
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On-Line, el domingo 15 de mayo.
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Para bajar las anteriores publicaciones:
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