Post on 11-Aug-2015
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INFORMÁTICA PARA NEGOCIOS
PROFESOR: JOSÉ RAYMUNDO MUÑOS ISLAS
MARÍA DE LOS ÁNGELES HERNÁNDEZ GARCÍA
DN11C
Tabla de contenido
DÍA DE MUERTOS......................................................................................................................................... 1
Historia del Día de Muertos en México.......................................................................................... III
Xantolo .................................................................................................................................................. D
El Xantolo, la fiesta del Día de Muertos en Hidalgo .................................................................... 5
Como vivo el día de muertos con mi familia y vecinos..........................................................- 8 -
Aportación personal ........................................................................................................................... X
1
DÍA DE MUERTOS
El Día de Muertos es una celebración mexicana que honra a los ancestros durante el 2
de noviembre, coincidiendo con la celebración católica del Día de los Fieles Difuntos.
Aunque se ve primariamente como una festividad mexicana, también se celebra en
muchas comunidades de los Estados Unidos donde existe una gran población México-
americana, y en una menor medida
también se celebra en algunas
partes de Latinoamérica.
A pesar de ser un tema morboso,
esta festividad se celebra
alegremente, y aunque ocurre en
fechas cercanas al Día de Todos
Los Santos, y al Día de todas las
Almas, en lugar de sentirse
temerosos de espíritus malévolos, el
humor en el día de los muertos es
mucho más relajado, similar al
Halloween, con un mayor énfasis en
la celebración, pero honrando las
vidas de los difuntos.
Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México, pueden ser trazados
hasta la época de los indígenas de Mesoamérica, tales como los Aztecas, Mayas,
Purépechas, Nahuas y Totonacas. Los rituales que celebran las vidas de los ancestros
se realizaron por estas civilizaciones por lo menos durante los últimos 3,000 años. En la
era prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y
mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
El festival que se convirtió en el Día de Muertos cayó en el noveno el mes del
calendario solar azteca, cerca del inicio de agosto, y era celebrado durante un mes
completo. Las festividades eran
presididas por el dios
Mictecacihuatl, conocido como la
"Dama de la muerte"
(actualmente corresponde con
"la Catrina"). Las festividades
eran dedicadas a la celebración
de los niños y las vidas de
parientes fallecidos.
2
Cuando los conquistadores españoles llegaron a América en el siglo XV, ellos
estuvieron aterrados por las practicas paganas de los indígenas, y en un intento de
convertir a los nativos americanos al catolicismo movieron el festival hacia fechas en el
inicio de noviembre para que coincidiesen con las festividades católicas del Día de
todos los Santos y Todas las Almas. El Día de Todos los Santos es un día después de
Halloween, donde este último fue también un ritual pagano de Samhain, el día céltico
del banquete de los muertos. Los españoles combinaron las costumbres de Halloween
con el festival similar mesoamericano, creando de este modo el Día de Muertos.
Cercana a esta celebración se encuentra el Día de Todos Los Santos, fiesta religiosa
que se celebra en muchos países de tradición cristiana. En los países de tradición
católica, se celebra el 1 de noviembre; mientras que en la Iglesia Ortodoxa se celebra el
primer domingo después del Pentecostés. En ella se veneran a todos los santos que no
tienen una fiesta propia en el calendario eclesial. Por tradición es un día feriado no
laborable.
Existen versiones que señalan que esta fecha fue establecida como una respuesta ante
la celebración pagana del 31 de octubre. Pero estas versiones no resultan muy sólidas
por cuanto la celebración del "Halloween" o "día de las brujas" es una festividad
proveniente de los Estados Unidos de América. En España, dentro de la tradición
católica se realiza una visita donde yacen los seres queridos. En Cataluña se celebra la
denominada castanyada en la que se comen boniatos, castañas y panellets. En México
se hacen ofrendas para agasajar a los fallecidos y celebrar esos dos días, que se quitan
el día 2 por la noche, pudiéndose consumir en ese momento.
III
Historia del Día de Muertos en México
México se prepara para otra celebración del tradicional Día de Muertos. ¿Conoces la
historia del origen de la celebración?
Día de Muertos en México
Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México se remontan a la época
de los indígenas de Mesoamérica. Los rituales llevados a cabo por los aztecas, mayas,
purépechas, nahuas y totonacas celebraban la vida de los ancestros y estimaban que la
muerte era solo el final de una etapa, ya que la
vida se extendía en otro universo. Dichos
rituales se realizaron por al menos 3 mil años.
El festival que se convirtió en el Día de
Muertos cayó en el noveno mes del calendario
solar azteca, cerca del inicio de agosto, y era
celebrado durante un mes completo. Las
festividades eran dedicadas a los niños y las
vidas de los parientes fallecidos y estaban
presididas por la diosa Mictecacihuatl, también llamada "Dama de la muerte", esposa de
Mictlantecuhtli, señor de la tierra de los muertos. Esta deidad es actualmente conocida
como "la Catrina", personaje de José Guadalupe Posada.
En el siglo XV, las tradiciones indígenas relacionadas con la muerte asustaron a los
conquistadores españoles, quienes intentaron convertir a los nativos americanos al
catolicismo. En su afán por eliminar dichas prácticas, movieron el festival del Día de
Muertos hacia noviembre, para que coincidiese con el Día de todos los Santos.
D
Xantolo
Dentro de la región de la Huasteca hidalguense se celebra el día de muertos como
pocos lugares en nuestro país. El Xantolo (palabra introducida al náhuatl por la
deformación de la frase lanita festiumominum sanctorum, que quiere decir fiesta de
todos los santos), la tradición más importante de esta región, la cual aún se mantiene
muy arraigada. Este peculiar culto a los muertos, en el que se les recuerda y venera de
manera especial.
Acompañada de danzas, cantos y típicos platillos, la celebración del Xantolo o Día de
Muertos en la Huasteca Hidalguense se caracteriza por la devoción, el esmero y la
unión con que los habitantes de las pequeñas comunidades que esperan la llegada de
sus familiares y amigos que ya no se encuentran con ellos.
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El Xantolo, la fiesta del Día de Muertos en Hidalgo
La fiesta de muertos en la huasteca hidalguense (Xantolo), sorprende por su colorido a
través de los años. En Macustepetla, Huautla, Coatlila, Huazalingo, Huejutla y
Atlapexco, la celebración es sagrada.
Éstas son las impresiones de un (malogrado) viajero enamorado de la luz, el sabor de
la comida, la música y los panteones de esta zona.
Uno nunca la espera tan pronto. Siempre es sorpresiva. Pero ahí está, acechando,
seduciendo, llamando, escondiéndose detrás de las apariencias, y mostrándose
disfrazada en las múltiples máscaras sonrientes que enseñan y ocultan, como las que
se pone uno para bailar en los días de fiesta.
Una tarde me tomo desprevenido, justo cuando estaba entretenido en desordenar la
rutina; distraído. Siempre sucede lo mismo cuando ocurre cosas importantes: a uno lo
pillan; como cuando te enamoras que te rodea de golpe una luz vibrante y sopla un
viento vigoroso, y no puedes dejar de verlo y sientes como te rechinan los cimientos... y
empiezas a vivir de otra manera: empiezas a vivir y a morir.
Mi error fue no reconocerla a tiempo. Te atrae y te rechaza, te sonríe y te cachondea el
alma. Ya estás perdido, no podrás evitarla: empiezas a morir y a vivir.
En ese momento recordé las ocasiones en que vi la luna ponerse tras las montañas, las
noche que me abandoné a la plenitud suprema, los días que gocé hasta el límite un
plato bien servido y sabroso... ¿Logré robarle a la vida sus placeres?
Son regalos divididos que se ofrecen ocasionalmente, y fue lo único que pude empacar
para el cambio de domicilio, con la esperanza de que no fuera alta la tarifa por exceso
de equipaje.
6
Cuando llegó ese momento tuve la visión de escoger el lugar adecuado:
Tianguistenco, cerca de Tlahuelompa, la capital de las campanas. Fue un acierto el
insistir. En lo alto de una montaña de la Huasteca hidalguense, frontera indescifrable
con la sierra, en la cima de un nudo volcánico donde el tiempo es húmedo, fresco, con
el roció en las alas de los insectos. En ese cementerio multicolor desde el que, en los
días claros y luminosos, se pueden ver a un costado las montañas con nieve, y cuando
me atrevo a mirar al cielo lo tengo más cerca u eso me permite volar y flotar de vez en
cuando.
Tengo una ventaja extra. Cada trece lunas llegan danzantes un poco atolondrados pero
siempre respetuosos a despertarme para cruzar al otro lado. La nostalgia es canija.
Las mujeres hilan flores para colgarlas junta al papel picado, preparan la comida para
servirla en ollitas de barro recién cocidas, adornan los altares con frutas tropicales y
prenden las velas y
el copal.
Preparan la fiesta
con esmero. Reciben
primero a los
chiquitos, a los
angelitos y les dan
solo tamales de
ajonjolí y dulces mientras les cantan las mañanitas: “...hoy por ser día de los muertos te
las cantamos así...”.
Después llegamos a los mayores puntualmente. El camino fosforescente está tapizado
de hojas amarillas de cempasúchil, de tal manera que uno no se extravíe... la memoria
se debilita y necesita de referencias que la refresquen. Además, la vista empieza a
dejar de deslumbrarse con la luz... uno camina, flota, siguiendo el brillo polar, el reflejo
de siete colores pandeados a punto de desvanecerse, la luz plateada de los sueños y
fantasías y la transparencia de la lluvia cuando es fina y no se siente.
Hay otro gran auxilio: las voces que cantan sin temor las melodías que penetran
suavemente con la alegría y tesón.
¡Que placer escucharlas! Es cuando uno empieza a flaquear con la nostalgia.
Voces seductoras que uno finalmente no acaba de olvidar. ¿Para qué? ¿Por qué
tendría que hacerlo?, son del pasado, son carnales, son insistentes, son bocanadas de
otra vida.
La música es irresistible, la banda de metales y tambores que llaman y llaman y acaban
por prender... la fiesta está preparada y es un gozo acudir con los otros, los que se han
quedado sin sentirlo.
7
Regresar y comer esos tamales, esos
inmensos, gloriosos, voluptuosos tamales
(zacahuil), acompañados de chocolate
con agua. Y después unos tragos de
sotol o pulque... y meterse en la fiesta,
ver el recuerdo de facciones casi
desconocidas, hurgar en eso que llamaba
amor y dejar que las sombras de las
nubes tracen por momentos los rasgos
verdaderos sobre esa máscara
inmutables, los accidentes del viento que danzan disfrazados y no paran hasta el día de
San Andrés, a finales de noviembre.
Cuando acabamos agotados por el baile, la danza, la música que hipnotiza, y las ollas
de comida que empiezan a aparecer con menos frecuencia, la charla empieza a
navegar por causes más rápidos y traicioneros, aunque más excitantes y traicioneros,
aunque más excitantes y sorpresivos. Me preguntan con frecuencia y de soslayo ¿Y,
como es la vida aquí tan cerca de Dios y tan lejos aún de los gringos? Es un tiempo
continuo, sincronizado y armónico con la sonrisa de los niños y con la mirada de los
chamanes. Es una espiral hacia fuera, amplia, vasta; una visión panorámica sobre la
selva tropical, los ríos, las grutas, las antenas de los insectos y las orejas de las liebres.
Es una delicia platicar sin prisa y sobresaltos
mayores del sabor de la tierra, del color de la
penumbra, del eco sordo de las pisadas del
ganado, de los anhelos jóvenes y
desbocados, viejos y claridosos. Volver y
nunca acabar de sorprenderse de las
resquebrajaduras, crujidos y sopetones que
esconden las arrugas y cicatrices... como la
tierra que no se empapa de cuando en vez.
- 8 -
Como vivo el día de muertos con mi familia y vecinos
En mi familia la costumbre es de poner fruta, comida, vasos de agua, tazas de atole,
pan y si se tiene fotos de la persona que ya falleció o si no una foto de algún santito,
flor de cempasúchil, tamales, comida que a la persona le gustaba más y si no hay para
poner una ofrenda grande solo se ponen veladoras para darles luz a las almas de
nuestros fieles difuntos ya que se cree que el alma llega cansada del recorrido que hizo
para llegar a la casa en donde le ponen para que coman.
- 9 -
El 1 de Noviembre se acostumbra poner la ofrenda para los niños de la familia que no
se hayan bautizado pero que ya fallecieron, poniéndoles juguetes y dulces y
principalmente su veladora, el 2 de Noviembre se prenden las veladoras a las personas
grandes que ya fallecieron y se realiza una misa en el panteón en honor a los difuntos
donde mencionan los nombres de las personas que ya fallecieron.
X
Aportación personal
Yo pienso que al traspaso de los años se han ido perdiendo tanto las tradiciones como
las costumbres de México, ya que existen persona que quieren tomar las tradiciones
de Estados Unidos ya que en lugar de día de muertos lo quieren ahora llamar
Halloween o sea día de brujas ya que han ido adaptando las tradiciones ajenas y las de
su país las van olvidado sin saber que esa tradiciones son muy bonitas.
Existen personas y lugares que a un siguen preservando las tradiciones desde una
ofrenda grande como debería de ser con tamales, mole, atole, pan, agua, tequila,
pulque, conserva, barbacoa, carnitas, arroz con leche, camote de todo tipo etc.
A demás en la actualidad existen lugares en México que en lugar de poner sus
ofrendas en su casa se van a la tumba de la persona y sobre la tumba ponen su
ofrenda todas las tradiciones son bonitas sin embargo se han ido perdiendo y queriendo
las personas
adaptarse a
otras.