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Orizaba Veracruz2014
DESARROLLO PSICOLÓGICO DEL NIÑO
Capitulo 4. Desarrollo de la personalidad, influencias biológicas
y culturales.
La personalidad se refiere a “la organización duradera de las
predisposiciones, características (rasgos), motivaciones, valores y formas de
ajustarse del individuo al medio ambiente” el desarrollo de la personalidad es
muy complejo, se hablan de por lo menos 4 tipos de factores que influyen en la
determinación de la personalidad en un individuo: el primer tipo es el biológico,
el segundo es la pertenencia a un grupo cultural, el tercero son las experiencias
del niño con otras personas y el cuarto tipo es la situación , es decir los
estímulos directos con el niño.
Todos estos factores intervienen interactuando entre si para el desarrollo del
niño respecto a su personalidad, aunque no se puede determinar en que
medida afecta cada uno.
Factores biológicos:
Influencias genéticas sobre la personalidad y el comportamiento
Resulta muy complicado separar el impacto de las influencias ambientales y
las hereditarias. Existe evidencia de que determinadas características como la
agresividad, el nerviosismo o la sociabilidad están influidas en fuertemente por
la dotación genética en muchas especies de animales.
En el caso de los seres humanos las características parecen ser heredadas
de la misma manera, y esto puede ser observado en el caso de niños de edad
entre 2 meses a 2 años en los que se demuestra que ciertos tipos de reacción
intrínseca perduraran a través del paso del tiempo, ya sean las variables como
la actividad y la pasividad o la intensidad de reacción, podemos observar que
se continuara durante el desarrollo de la personalidad del niño.
Una de las formas mas claras de observar esta aseveración es en caso de
lo9s gemelos idénticos y fraternos, donde se demostró que los primeros son
mas parecidos entre si en la inhibición y la extroversión social, agresividad,
dependencia y timidez, que los fraternos.
Además de estos rasgos, existen padecimientos como la esquizofrenia que
padecían al menos un 70% más entre pares de gemelos idénticos que en
fraternos, situación que es similar en otros tipos de desordenes como son la
psicosis maniacodepresiva o el autismo.
Influencias de otros factores biológicos incluyen, por ejemplo la excesiva
activación de la glándula tiroides que deriva en comportamiento de
hiperactividad, brusquedad tensión y nerviosismo, que al igual que en el caso
de una alteración en producción de testosterona, causa manifestaciones en la
forma de reaccionar de un individuo.
También debemos de incluir el aspecto físico, como características físicas
heredadas de los padres, debido a que, la imagen corporal que tenga un niño
influye directamente en su desenvolvimiento social, y por consiguiente en la
seguridad con la que el niño se desenvuelva en
este respecto. Según Mussen tanto en niños como
en adolescentes, una imagen fuerte y alto en un
individuo, desencadenara en autoconfianza, y por
consiguiente en una personalidad extrovertida,
mientras que un aspecto débil, convoca a una
personalidad tímida y asustadiza. Reacciones que
son reforzadas por los adultos quienes reaccionen
respecto a la imagen física que el niño o joven
proyecta.
La maduración que lleve a cabo un individuo varía. Desde el punto de vista
del desarrollo de la personalidad los ambientes socio psicológicos que han
encontrado en los adolescentes varia considerablemente dependiendo de su
madures física, debido a que los jóvenes que tarden mas en madurar
físicamente, muestran un desajuste mayor que los que lo hacen de manera
temprana, debido a los conceptos negativos que tienen los primeros sobre si
mismos, y el fortalecimiento en la autoestima de los segundos.
La socialización y las influencias culturales en la
personalidad.
El desenvolvimiento social de un niño puede ser el
factor mas importante en un niño debido al impacto que
la cultura de cada sociedad tenga sobre este, ya que
cada cultura espera cosas especificas de sus
miembros y comparten métodos y conceptos
de crianza similares.
La socialización “es el proceso por el cual
los individuos adquieren, patrones
conductuales que son habituales y aceptables
de acuerdo a las normas de sus familias y
grupos sociales” ya que son los propios
miembro de la sociedad los que marcan las
reglas y limites que son permitidos y aceptados en la
sociedad, aparte de los valores que son apreciados por
estos mismos.
La tipificación por sexo se refiere a las tareas,
características y deberes que se le asignan a cada
miembro, dependiendo de si son hombres o mujeres, en la mayoría de las
sociedades las labores domesticas son labores propias de las mujeres, sin
embargo existen culturas en las que son obligaciones de hombres, también, la
agresión, autoconfianza e independencia son características masculinas,
mientras que la obediencia, la responsabilidad y los buenos modales son
femeninas.
No obstante en algunas sociedades actuales, la tipificación en los sectores
laborales, han sufrido cambios radicales, debido a que se han disuelto rasgos
de la personalidad que solían ser definidas como femeninas o masculinas,
cambios que demuestran que es la cultura y no el sexo biológico el que
determina el papel de un individuo en la sociedad en la que vive.
La adolescencia en una cultura como la estadounidense, es considerada
como una etapa de cambios que ocurren abruptamente en un periodo breve.
Debido a que se le exige al adolescente que aprenda a realizar muchas
nuevas tareas, y a resolver problemas en una época en la que su cuerpo esta
realizando cambios.
Al adolescente se le pide que comience a tomar decisiones sobre su viuda,
y a que se desenvuelva de manera independiente, par tener un vida aparte del
seno de la familia, por lo que en la cultura occidental, la adolescencia es
considerada un periodo de tormenta y tensión en el adulto en formación.
En cambio existen sociedades como la Simoa, en la que la adolescencia es
gradual y sin complicaciones, debido a que el individuo es educado en su
sexualidad desde una edad temprana, por lo que la adolescencia no represento
un periodo de tensión sino, de un desarrollo ordenado de una serie de
intereses y actividades que maduran lentamente.
En la sociedad indígena mexicana los niños son enseñados a tener
responsabilidades desde pequeños, siempre que estas estén apegadas a sus
posibilidades.
La maduración sexual también esta condicionado a los factores culturales,
ya que el adiestramiento sexual puede ser restrictivo o permisivo en mayor o
menor medida dependiendo de cada cultura.
En conclusión para construirse la personalidad, existen muchos factores que
intervienen en este proceso, en mi opinión, creo que en gran medida el aspecto
social es el que tiene más impacto, debido a que las normas que la sociedad
impone, repercute en el infante desde su más tierna edad.
Ya que la forma de criar a un niño, es enseñada y repetida dentro de una
misma cultura, podemos deducir que la imagen que la familia le presenta a un
niño sobre como se espera que sea, también interviene en el proceso de
desarrollo del infante, las diferencias en las características culturales , se verán
reflejadas en el niño, si en la sociedad en la que crece, valores, como la
solidaridad, la ayuda y la confianza, son altamente apreciados, el niño adoptara
esta forma de desenvolverse, al igual que si en
una cultura la independencia y la competitividad
son lo mas importante , también lo será para los
niños.
De ahí viene la importancia de observar que es lo que queremos que
nuestros niños aprendan, puesto que es nuestra responsabilidad, ayudar a un
infante a formarse, yo creo que es aun mas importante, enseñarlo a formarse
como persona desde pequeño, pues aun con lo inocente que parezca,
debemos considerar que es un adulto en formación, y que su personalidad, lo
ayudara a conseguir cumplir sus metas. Observando este libro, me doy cuenta
de que ese desapego familiar que existe en estados unidos, es a causa
totalmente de su cultura pues, el ser independiente, no es solo algo que se
aprecié socialmente, sino que además se le exige al niño que se convertirá en
adulto.
Bibliografía:
Mussen, Paul Henry. (2009).
Desarrollo Psicológico del Niño.
México: Trillas. Pág. 9-20.