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Leiria-Portugal25-26 Septiembre 2014

Leiria-Portugal25-26 Septiembre 2014

Recuperación económica: confianza e inversión en Europa

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económica: confiança e investimento na Europa ”

Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas

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Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas

aecaO R G A N I Z A N

P A T R O C I N A N / C O L A B O R A N

XVI Encuentro AECA

XVI Encuentro AECA

E N T I D A D E S D E L E N C U E N T R O

S I T I O S W E B D E L E N C U E N T R O

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Recuperación económica: confianza e inversión en Europa

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“ Recuperação económica: confiança e investimento na Europa”

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La Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA) promueve y contribuye activamente al desarrollo de estudios e investigaciones en el campo de las ciencias empresariales, con el fin de mejorar las técnicas de gestión y los niveles de información de la empresa.© Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas.

En este número…

Eduardo ÁvilaLa Unión Bancaria. Próximos pasos

●02

Sónia R. Bentes M. Mendes da CruzA Gestão dos Riscos Empresariais e as Directivas Seveso e Basileia no Processo de Financiamento Empresarial

●03

Enrique Bonsón Michaela BednarovaIntegrated Reporting and Social Media

●05

Eduardo BuenoCrisis y recuperación económica en perspectiva de sistema complejo adaptativo al borde del caos

●07

Natália CanadasPara uma aproximação a uma teoria contabilística da empresa

●09

Leandro Cañibano Enrique OrtegaEl papel de AECA en la normalización contable: el ‘Experto Contable Acreditado’

●12

Francisco Carreira Paula HeliodoroO impacto da duração do mandato do auditor na qualidade da auditoria

●13

Francisco DiasAprender com os erros para se ser competitivo

●15

Lígia FebraVantagens e desvantagens da admissão à cotação de ações em bolsas internacionais

●20

Maria José Fernandes Marisa NetoMensuração do Ativo Imobilizado Autárquico: convergência entre o POCAL e as IPSAS

●22

aecaAsociacion Españolade Contabilidady Administraciónde EmpresasDECLARADA DE UTILIDAD PÚBLICA

Rafael Bergamín 16-B · 28043 MadridTels.: 91 547 44 65 91 559 12 27 91 547 37 56Fax: 91 541 34 84info@aeca.es · www.aeca.es

Maria Leonor Fernandes FerreiraUma Aproximação ao Conceito de Goodwill

●25

Maria do Céu Ferreira Gaspar AlvesContributo do Sistema Enterprise Resource Planning para uma gestão mais eficiente da contabilidade nas organizações

●28

Cristina Gonçalves GóisA efetividade do conselho de administração

●30

Alejandro LarribaLos grupos empresariales

●32

Maria João MajorInovação e Estagnação na Contabilidade de Gestão: Algumas Reflexões

●35

José Luís MartinsInvestir em tempos de crise: diversificação geográfica ou industrial?

●37

Manuel Mendes da Cruz Sónia R. BentesA gestão dos Riscos Empresariais: Processo de Controlo e Financiamento Dos Riscos

●39

Vicente MontesinosLa información financiera de las entidades públicas en la UE: entender el lenguaje para asumir los resultados

●41

José António Moreira André Miguel TavaresRentabilidade do Ativo: será indiferente a definição adotada?

●43

Enrique Ortega Rocío Arias¿Qué norma define en España al grupo de sociedades para efectuar la consolidación?

●45

Manuela Silva PatricioRegime jurídico dos empreendimentos turísticos (A Realidade Portuguesa)

●47

José Manuel Pereira Amélia Ferreira da SilvaÉtica, contabilidade e sociedade. O que esperar desta triangulação?

●49

Pedro RiveroInnovación, flexibilidad, transparencia y RSC

●51

José Miguel RodríguezEspaña y Portugal como destinos turísticos. Un estudio comparado de su competitividad internacional

●53

Luis RubioEl aeropuerto imagen de un destino turístico: los casos de España y Portugal

●56

Ricardo J. Server/Natalia Lajara-CamilleriLa internacionalización del cooperativismo agroalimentario español. Factores coadyuvantes

●59

Jorge UmbelinoVantagens comparativas e estratégias de desenvolvimento turístico

●62

María Dolores UrreaNormalización y derecho contable: marcos nacionales en un contexto internacional

●64

Fernanda Pedrosa Alberto José Carlos LopesA taxa de juro sem risco e a informação financeira

●66

Fátima DavidRute AbreuImportância da Contabilidade Pública nos sistemas de apoio à decisão

●71

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PRESIDENTELeandro Cañibano CalvoVICEPRESIDENTE 1ºEduardo Bueno CamposVICEPRESIDENTE 2ºRafael Muñoz RamírezSECRETARIO GENERALJesús Lizcano ÁlvarezVICESECRETARIA GENERALLourdes Torres PradasTESOREROEnrique Campos PedrajaCONTADORJesús Peregrina BarranqueroBIBLIOTECARIOEsteban Hernández Esteve

VOCALESEnrique Asla GarcíaManuel Bachiller BaezaCarlos Cubillo RodríguezGermán de la Fuente EscamillaBegoña Giner InchaustiDomingo García Pérez de LemaIsaac Jonás González DíezJosé Antonio Gonzalo AnguloFelipe Herranz MartínJoaquina Laffarga BrionesJosé Luis lópez CombarrosRafael López MeraMiguel Martín FernándezIsabel Martínez ConesaHoracio Molina SánchezAlfonso Osorio IturmendiBegoña Prieto MorenoEnrique Ribas MirangelsPedro Rivero TorreJosé Mª Valdecantos Bengoechea

Junta Directiva de AECA Presidente de Honor de AECAJosé Barea Tejeiro

Director Gerente de AECAJosé Luis Lizcano Álvarez

Impresión y maquetaciónDigital AgrupemAv. Industria, 6-8 Nave 28 · Tel. 91 661 78 5828108 Alcobendas (Madrid)

Depósito Legal: M. 17107-1987ISSN: 1577-2403

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En estos doce meses el BCE está llevando a cabo de manera si-multánea tres grandes tareas:

— La constitución del equipo. Bajo la dirección de la francesa Daniele Nouy como Presidenta del MUS y de la alemana Sabine Lautenschläger como Vicepresidenta, se está llevando a cabo la contratación de cerca de mil profesionales, de los que al menos setecientos tienen que estar contratados antes del 4 de noviembre. El reto de conseguir atraer a personal cualificado para este proyecto va por buen camino, destaca el numeroso grupo de profesionales de BDE que ha sido seleccionado.

— El diseño de una cultura común de supervisión, con la defi-nición de procedimientos, protocolos, procesos de toma de decisiones y formación común. El BCE está elaborando un manual de supervisión, basado en las mejores prácticas inter-nacionales y en las recomendaciones de la European Banking Authority. Parte de este manual se publicará en octubre.

— La realización de las pruebas de estrés, el conocido como Comprehensive Assessment (CA).

Este último punto es el aspecto que más atención está recabando en estos meses, tanto por el mercado como por los medios de comunicación. El objetivo del CA es asegurarse que los bancos que van a ser objeto de supervisión directa del BCE tienen la sol-vencia necesaria para operar. No superar los niveles mínimos de la prueba, implicaría que los bancos tendrían que incrementar su solvencia, ya sea por sus propios medios o si no fuera suficiente, mediante un Backstop público a nivel nacional en primera instan-cia y eventualmente con asistencia Europea a través del European Stabilitation Mecanism en última instancia (tal como se definió por el ECOFIN en Noviembre 2013 y en el acuerdo del Eurogrupo del 10 de junio de 2014).

Pero más allá de este objetivo, el CA debe despejar de manera contundente y definitiva las dudas sobre la salud de la industria financiera europea. Este ejercicio debe aflorar de una vez por to-das cualquier Legacy que alberguen los balances de los bancos, situaciones como la del Banco Espirito Santo (cuya resolución es un buen precedente de cómo se actuaría en caso de no superar el CA) deben de ser detectadas. Un fallo en la identificación de situaciones de falta de solvencia podría suponer el regreso de la incertidumbre a los mercados y poner en peligro el proyecto de Unión Bancaria.

El CA consta de dos piezas complementarias, una valoración de calidad de activos, Asset Quality Review (AQR) y un ejercicio de estrés, Stress Test (ST), ambas coordinadas por el ECB.

El objetivo del AQR es valorar la calidad de los balances de los bancos a diciembre de 2013. Aborda tanto el análisis del riesgo de las carteras crediticias, activos adjudicados, activos financie-ros de nivel tres, y riesgo de crédito de derivados. La revisión bajo la coordinación conjunta del ECB y de los supervisores na-cionales, la llevan a cabo firmas de auditorías internacionales.

El ejercicio inició en diciembre con el envío por parte de las en-tidades financieras de la información requerida para la selección de activos a ser revisados. En enero se produjo la selección de carteras y riesgos a revisar, la selección de carteras abarca más del 50% de los riesgos de las entidades financieras. Durante el mes de febrero se enviaron ficheros masivos de datos con in-formación de detalle sobre los contratos y operaciones seleccio-nadas. Entre los meses de marzo, abril y mayo, se realizó una selección y revisión individual de muestras representativas de las carteras, miles de expedientes fueron analizados, a la vez que se valoraban otros miles de colaterales por expertos independientes. Finalmente durante los meses de junio y julio, las firmas de au-ditoría, siguiendo las instrucciones del BCE y el BDE han estado calculando y remitiendo al BCE los resultados de los análisis rea-lizados siguiendo la metodología marcada por Frankfurt.

Eduardo ÁvilaDirector de Relación Global de Supervisores de BBVA

La Unión Bancaria. Próximos Pasos

La unión Bancaria es quizás el proyecto más ambicioso de la Unión Europea desde la introducción del Euro. La Unión Bancaria se presenta como un paso necesario hacia la integración financiera de Europa y hacia la consolidación y perfección del Euro, supone por tanto un paso definitivo y necesario hacia una genuina unión económica y monetaria, que deberá se complementada con una verdadera unión fiscal.

El proyecto de Unión Bancaria, junto con el decisivo compromiso del ECB de mantener la integridad del Euro (el ya famoso whate-ver it takes del presidente del ECB, Mario Draghi, el 26 de julio de 2012), han sido las piezas claves para silenciar las presiones de los mercados sobre la rotura del Euro.

Una vez fijada la hoja de ruta, su pronta concreción se convirtió en una necesidad imperiosa para darle credibilidad al proyecto, así, en septiembre de 2012 la Comisión Europea acordó el primer pilar para la Unión Bancaria: un Mecanismo Único de Supervisión (MUS) a cargo del Banco Central Europeo (BCE). El segundo pilar necesario, el Mecanismo Único de Resolución (MUR), se acordó en julio de 2013. Ambas propuestas ya cuentan con regulación aprobada por el Parlamento Europeo, el MUS tiene previsto en-trar en vigor el próximo mes de noviembre, mientras que el MUR estará operativo a partir de enero del 2015. Estos dos pilares de-ben ser complementados por un tercer pilar para perfeccionar la Unión Bancaria, un fondo de garantía de depósitos común, sobre el que aun no existe acuerdo ni hoja de ruta definida.

La Unión Bancaria cuenta ya también unas reglas comunes, un Single Rulebook. Estas reglas están basadas en los principios acordados por el G-20 para hacer frente a las principales de-bilidades de supervisión y regulación y se materializaron en la adopción de Basilea  III a través del Reglamento y la Directiva de requerimientos de Capital (conocida como la CRD IV – CRR), así como en la Directiva de Recuperación y Resolución (BRRD). Ambos paquetes regulatorios ya aprobados se encuentran en fase de desarrollo de reglamentos de segundo nivel que terminen por definir todos los aspectos técnicos necesarios.

De esta hoja de ruta definida, la próxima entrada en vigor del MUS es sin duda el reto que mas esfuerzo y atención está acaparando en estos meses del 2014. El BCE está realizando un esfuerzo sin precedentes para poner en funcionamiento el que va a ser proba-blemente el mayor organismo de supervisión bancaria del mundo si lo medimos en volumen de activos bancarios bajo supervisión. Recordemos que el BCE tiene que crear el MUS desde práctica-mente cero; al contrario que otros bancos centrales, como es el caso de Banco de España, Banco de Portugal o Banco de Italia, el BCE no llevaba a cabo funciones de supervisión prudencial, por lo que carecía de personal, conocimientos, y procedimientos de supervisión.

El tratado de la Unión Europea, en su art. 127.6 habilitaba al BCE para asumir las funciones de supervisión prudencial, sobre esta base se aprueba el Reglamento de Supervisión en noviembre de 2013 y se da inicio al proyecto de creación y entrada en vigor del MUS. El reglamento aprobado fija un periodo de doce meses para la creación y entrada en vigor, por lo tanto será el próximo día 4 de noviembre cuando se produzca el traspaso de respon-sabilidades de los actuales supervisores nacionales al BCE. Este traspaso de responsabilidades no afectará a todas las entidades financieras, ya que sólo serán traspasadas aquellas que se consi-deren significativas, unas 130 entidades en total, que representan la gran mayoría de los activos financieros de la Zona Euro.

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Resumo

A actividade normal de uma empresa consubstancia a assunção de determinados riscos, de cuja realização decorre a incerteza da ocorrência de perdas económicas. Por outro lado, a evolução tec-nológica e económica trouxe consigo novas dimensões aos riscos dos negócios, ocasionando muitas vezes o seu agravamento. Em consequência, o inesperado passou a ser o dia a dia das empresas.

O conceito de risco vem sofrendo, por seu turno, algumas muta-ções concentrando-se, nos dias de hoje, sobretudo na ideia geral de ameaça de perdas possíveis que podem afectar toda a organiza-ção empresarial, pública ou de outro tipo. Nesse contexto sao ana-lisadas neste artigo a importância das Directivas Seveso e Acordos de Basileia no contexto da Gestão dos Riscos Empresariais

Palavras-Chave

Directivas Seveso; Directivas Basileia; Gestão de Riscos Empre-sariais; Riscos, Incerteza; Seguros.

Classificação JEL

G22; G32

1.- Introdução

A função económica essencial de uma empresa é criar valor, utili-dade ou riqueza, mediante a utilização racional e eficaz “de diversos factores de produção (pessoas, bens e capital) que, combinados de forma adequada, permitem a obtenção de bens e/ou serviços, satisfazem e/ou atendem as necessidades da sociedade no seu conjunto, ou de uma parte da mesma” (García, 1998).

A evolução económica e tecnológica trouxe consigo uma nova di-mensão aos riscos decorrentes da actividade empresarial, muitos deles ainda não (re)conhecidos, o que consubstancia o seu agra-vamento.

Com efeito, no âmbito da actividade corrente da empresa podem definir-se diferentes riscos: de vendas, de produção e de pessoal (também no âmbito da segurança e higiene no trabalho), financei-ros, etc. A realização, ao longo das últimas décadas sobretudo, de muitos e variados riscos (desastres) que tiveram consequências nefastas, muito graves em alguns casos, não só para a vida e a saúde das pessoas, mas também para a vida animal e vegetal (am-biente), mais vieram alertar as autoridades para a necessidade de obrigar a um efectivo controlo dos riscos que naturalmente surgem no curso dos diferentes negócios, alguns dos quais de particular periculosidade face aos materiais manipulados 1 e/ou que entram na composição dos produtos.

Neste contexto, consideram-se desastres como situações de in-terrupção grave do funcionamento de uma comunidade que pro-duzem perda de vidas humanas, lesões, enfermidade, danos ma-teriais e meio ambientais que excedem a capacidade local para fazer-lhes frente com os seus próprios recursos 2.

1 Inclui-se nesta asserção a manipulação de substâncias perigosas.2 González, P. A.; Delgado, R. C., e Álvarez, T. C., “Desastres medioam-

bientales en España e impacto sobre la salud pública”, Revista Seguridad y Medio Ambiente 119: 46-52, tercer trimestre 2010, Madrid: Fundación MAPFRE. Segundo estes autores, a ONU define desastre como uma disrup-ção do sistema ecológico humano que excede a capacidade de resposta da comunidade afectada para abordar os seus efeitos e funcionar com normali-dade. Tradução e adaptação do autor.

Podemos afirmar que el ejercicio del AQR está siendo exhaustivo, más de la mitad de la exposición de los bancos ha sido analizada con profundidad utilizando una metodología común, lo que ga-rantiza que todos los bancos sometidos a revisión están siendo medidos y analizados de manera homogénea, con independencia de las distintas realidades contables nacionales. Los impactos de esta fase de valoración se deducirán del ratio de capital de las entidades de crédito, fijándose en un 8% de Core Tier 1 (CT1) como ratio mínimo.

La siguiente pieza del CA es un ejercicio de estrés, que pretende medir la solvencia de las entidades con una perspectiva dinámica. Las entidades deben estimar una evolución de su solvencia para los próximos tres años bajo dos escenarios, un escenario base y otro estresado. La metodología del ejercicio ha sido diseñada por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), fijando condiciones de evolución de balances y cuentas de resultados que permitan la comparabilidad entre las distintas entidades de crédito. El ejer-cicio contempla impactos en la cuenta de resultados, así como impactos en las posiciones de riesgo soberano y de carteras de disponibles para la venta.

Los resultados del ejercicio de estrés se adicionarán a los im-pactos del AQR mediante una metodología que permite afectar los resultados del ejercicio de estrés por los resultados del AQR, garantizando así la integridad del ejercicio. El capital mínimo exi-gido resultante del ejercicio de CA se ha fijado en un 5,5% de CT1.

Durante el mes de julio y agosto el ECB y el BDE están llevando a cabo un profuso ejercicio de Quality Assurance sobre el AQR y ejercicio de estrés. Este ejercicio busca asegurarse de que las entidades han aplicado correctamente la metodología definida, al mismo tiempo que realiza un ejercicio de comparación con mer-cado, donde los bancos que se alejen de los parámetros medios de sus comparables, tiene que explicar sus diferencias o corregir-las (explay or complay).

Los resultados se publicarán en el mes de octubre, transparen-tando al mercado los impactos de ambas piezas del ejercicio. Con independencia del objetivo fundamental de detectar entidades que no cumplan los mínimos exigidos y que deban por tanto ser capitalizadas, la publicación de los resultados permitirá a los dis-tintos agentes del mercado tener una visión comparable de todas las entidades financieras.

Estamos por tanto ante unos meses claves para el proyecto de Unión Bancaria, el éxito en la entrada en vigor del MUS supondrá un paso definitivo en la hoja de ruta definida que deberá ser com-plementada por el desarrollo de MUR y del fondo de garantía de depósitos común.

El BCE está haciendo correctamente su tarea, los mejores pro-fesionales están siendo reclutados, la metodología más estricta y exhaustiva está siendo empleada, las mejores prácticas super-visoras están siendo recopiladas, el MUS está forjándose sobre bases sólidas. Estemos pues atentos en estos meses a este gran logro europeo que marca sin duda un hito en la concreción del proyecto de Unión Europea.

Sónia R. BentesProfessora Adjunta do Instituto Superior de Contabilidade e Admi-nistração do Instituto Politécnico de Lisboa.

M. Mendes da CruzProfessor Coordenador do Instituto Superior de Contabilidade e Administração do Instituto Politécnico de Lisboa.

A Gestão dos Riscos Empresariais e as Directivas Seveso e Basileia no Proces-so de Financiamento Empresarial

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costa do Canadá e, em 2002, o naufrágio do Prestige, na costa da Galiza.

Talvez provocado por estes graves acontecimentos, foi emitida a Directiva nº. 2003/105/CE, (transposta para o direito interno pelo DL n.º 254/2007, de 12 de Julho), que veio alterar substancial-mente a Directiva 96/82/CE, procurando resolver alguns problemas concretos de risco ambiental. O objectivo desta última Directiva era sobretudo “a prevenção de acidentes graves que envolvam substâncias perigosas e a limitação das suas consequências para o Homem e para o ambiente, com vista a assegurar um elevado nível de protecção dos mesmos…”.

A Directiva descreve um conjunto de substâncias perigosas de-finindo as quantidades de limiares inferior e superior (em ton.). Por exemplo, no que respeita aos Gases liquefeitos extremamente inflamáveis (incluindo o GPL) e o gás natural, todos os estabeleci-mentos com capacidade de armazenamento de GPL a granel supe-rior a 50 ton. e inferior a 200 ton., devem elaborar um documento que defina a sua Política de Prevenção de Acidentes Graves (PPAG) e zelar pela sua correcta aplicação.

Nos termos do DL 254/2007, art. 9º, quando envolvendo subs-tâncias perigosas, o operador elabora a política de prevenção de acidentes graves envolvendo substâncias perigosas do estabele-cimento, por cuja aplicação é responsável, que garanta um nível elevado de protecção do Homem e do ambiente através de meios, estruturas e sistemas de gestão adequados, a qual consta de do-cumento escrito. As regras enunciadas no documento de definição da PPAG deverão ser proporcionais aos riscos de acidentes graves que o estabelecimento representa.

A obrigatoriedade de implementação dos sistemas de gestão de segurança (SGS) decorre, segundo a Directiva da necessidade de “prevenção ou a redução de acidentes provocados por factores de gestão”.

Mais recentemente, no ano de 2007, verificaram-se em todo o mundo pelo menos 657 desastres que afectaram 281 milhões de pessoas de entre as quais 23.167 morreram. O custo total esti-mado das suas consequências ascendeu a 53 biliões de euros. A maioria destes desastres (61%) teve origem natural (inundações, seca, etc.) com um índice de mortalidade de 71% e os restantes foram de tipo tecnológico (escape de substâncias químicas, fuga de gás, etc.).

Entretanto, em 2011 (Março), verificou-se no Japão um tsunami cujas ondas atingiram 10 metros de altura a uma velocidade de cer-ca de 50 km./hora, que em conjunto destruíram várias localidades e atingiram mais de 20.000 pessoas entre mortos e desaparecidos. A gravidade destes acontecimentos foi enorme até por haverem atingido várias centrais nucleares, algumas das quais ficaram to-talmente inoperacionais, com consequências muito graves para o futuro e para a Vida.

Todos estes graves acidentes, entre outros, vieram impulsionar a revisão da Directiva em vigor —A Directiva 2012/18/EU (Seveso III), de 4 de Julho, que entrará em vigor em 1 de Junho de 2015—relativa ao controlo dos riscos inerentes aos acidentes graves em que intervenham substâncias perigosas, sobretudo no que diz res-peito à necessidade de reforço das medidas exigíveis em matéria de prevenção dos riscos e de segurança.

A Directiva —que terá que ser transposta para o direito interno até 31 de Maio de 2015— exigirá ainda o reforço do acesso à informa-ção, da participação do público na tomada de decisões e no acesso à justiça, e introduz normas mais estritas para as inspecções das instalações afectadas, que garantam a efectiva aplicação e cumpri-mento das normas de segurança.

Entretanto, na reunião do G20, verificada em Novembro de 2010, foram tomadas algumas medidas relativamente ao funcionamento do sistema financeiro mundial, obrigando os bancos a deter rácios de capital bem mais exigentes e a possuir activos de menor risco,

O conceito de gestão de riscos surgiu nos Estados Unidos da América e foi importado para a Europa no final da década de 1980. Formalmente, consiste num “conjunto de técnicas e reflexões que concorrem para a protecção do património da empresa contra os riscos susceptíveis de colocarem em perigo a actividade e a sobre-vivência da empresa” (Arruda, 2004).

Gestão do risco, significa fazer a análise, controlo e transferência ideais —inclusive para o seguro— dos riscos intrínsecos da acti-vidade empresarial, com um duplo objectivo: em primeiro lugar, antecipar, analisar, valorizar e minimizar os riscos de funcionamen-to da empresa; em seguida, optimizar o rácio qualidade/custo dos seus diferentes meios de cobertura.

Como resultado da pressão competitiva e da acção dos governos e das organizações não governamentais, os empresários começam a exigir das administrações um controlo mais prudente dos ris-cos, facto que induz estas últimas a entender a gestão do risco empresarial como parte fundamental do processo de decisão e de planificação da estratégia da empresa.

2. As Directivas Seveso e Basileia

No dia a dia deparamo-nos com dois tipos de acidentes: 1) os da Natureza, aleatórios, por vezes incontroláveis e cujas consequen-cias devem ser minimizadas e, 2) os provocados ou decorrentes das acções do Homem, quase sempre controláveis, e cujos efeitos as organizações têm a obrigação de minimizar, se não eliminar, as consequências para a Natureza, ou para as pessoas.

Para não irmos mais longe na sua descrição, diremos que, nes-te âmbito, se verificaram nas últimas décadas muitos e variados acidentes, consequentes de fenómenos da Natureza mas também das acções do Homem, de que resultaram perdas muito significati-vas em vidas humanas e para o ambiente, como sejam, a título de exemplo, a explosão numa instalação química, em Seveso (perto de Milão, Itália), em 1976, de que resultou a libertação de um pro-duto tóxico (dioxina) e cancerígeno, provocando a contaminação numa área de terrenos superior a 20 km2 e exigiu a evacuação ime-diata de mais de 600 pessoas e mais de 2.000 tiveram que receber assistência por intoxicação.

Na sequência deste grave acidente seria adoptada a Directiva do Conselho da Europa n.º 82/501/EEC (conhecida como I Directiva Seveso), obrigando à prevenção de acidentes graves que envolvam substâncias perigosas e a limitação das suas consequências para o Homem e para o ambiente.

Posteriormente , em 1986, em Basileia, verificou-se um incêndio, consequente numa fábrica de produtos químicos, de que resul-taram elevadas concentrações de mercaptanos provenientes dos fumos resultantes do incêndio. A água de combate a incêndio foi contaminada com mercúrio e outros químicos, num total superior a 33 ton. de substâncias tóxicas libertadas. Este acidente provocou a morte de mais de 500.000 espécies de peixes e durante mais de um mês não foi possível utilizar a água do rio para abastecimento.

Na sequência destes eventos, foram emitidas várias emendas à II  Directiva Seveso, a saber: Directiva n.º 87/216/EEC, de 19 de Março e Directiva n.º 88/610/EEC, de 24 de Novembro, que consti-tuíram como que um “apertar” dos normativos da Directiva inicial, incluindo a armazenagem de substâncias perigosas, devendo os Estados-membros transcrever a Directiva no prazo de dois anos para o direito interno. A partir de 3 de Novembro de 1999, porém, as obrigações de aplicação da Directiva tornaram-se mandatórias, quer para a indústria, quer para as autoridades oficiais.

Verificaram-se, entretanto, muitos outros acidentes graves, com consequências nefastas para o ambiente e para as pessoas, de que podemos recordar os acontecidos com petroleiros, como sejam: em 1989, o naufrágio do Exxon Valdez, nas águas do Alasca, na

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Enrique Bonsón Michaela BednarovaUniversidad de Huelva

Integrated Reporting and Social Media

Sustainability and Corporate Social Responsibility (CSR) reporting is gaining momentum on the global level and in the last few dec-ades we are witnessing a shift from traditional reporting models focused mostly on financial and historical data to new ways of reporting, which adopt the triple-bottom line approach (including financial, environmental, and social data).

The importance of reporting beyond the income statement bottom line arose in response to many corporate scandals, financial crisis, climate change, the commitment to a  lower-carbon future, con-cerns about labor rights, product safety, poverty reduction, supply chain threats, etc. (Noronha et al., 2012). Hence, companies have recently struggled with increased pressure from internal and ex-ternal stakeholders to report not only on financial but also on their environmental and social performance.

From investors’ perspective, CSR reports enable them to have a clearer picture of a company’s activities and its real value, and to make more accurate projections of a  company`s future financial performance (Eccles and Krzus 2010). Recently, there is a broad focus on sustainable responsible performance and a term, socially responsible investor, is being used with more frequency. Socially responsible investors are aware that the dearth of care of society and the environment can cost them via taxes to repair damages caused by companies which are focused on short-term benefits (Abeysekera, 2012). Scott (2011) claimed that CSR reporting is a necessary tool for sustainable development, pointing out that cap-ital should be invested in businesses that are the best at creating long-term value in a sustainable manner.

Integrated Reporting can be considered the latest trend in sustain-ability reporting. The International Integrated Reporting Council (IIRC) has introduced this new approach to reporting that aims to combine the different strands of reporting into a coherent, integrat-ed whole to meet reporting needs of 21.st century. The most recent version of the International Integrated Reporting Framework was launched in 2013.

Although sustainability reporting is mostly voluntarily based, there is an increased number of countries with regulations making such a disclosure mandatory. Governments and stock exchang-es are responsible for promoting and issuing relevant legislation regarding the disclosure on CSR issues. In November 2000, a European-level campaign regarding the CSR was launched in order to encourage European companies to report on their CSR performance, inviting all publicly operating companies with more than 500 employees to report on their environmental and social performance in their annual reports (EBNSC, 2000). Hence, many European countries such as the UK, Sweden, Norway, Finland, Denmark, Germany, France, Spain, Italy have already issued some specific regulations mostly for large listed companies to report on non-financial information. Additionally, the format of Integrated Reporting is compulsory for all South African companies listed in Johannesburg Stock Exchange since 2010. Some other coun-tries, such as France, currently also require an Integrated Report from their largest companies.

Web 2.0 and corporate disclosure

The rapidly changing business environment is forcing companies to adapt quickly and consider the most effective ways of report-ing. The Internet offers more flexibility in reporting than traditional

nos quais se incluem, como será curial, o financiamento empre-sarial.

As principais medidas adoptadas podem ser resumidas num qua-dro como o que segue:

Tabela 2.1Basileia III – Principais medidas

Rácio Core Tier I Aumenta de 2% para 4,5%

Rácio Tier I Actualmente de 6%, passa para 7%

Capitais próprios Representar pelo menos 7% dos activos

Criação de uma “almofada” de capital 2,5% dos activos

Estas novas regras que teriam que ser implementadas até 1 de Janeiro de 2019, foram entretanto antecipadas por efeito da crise do sub-prime. Note-se que estas regras incidem essencialmente sobre o acréscimo de exigências em matérias de fundos próprios, liquidez, endividamento e provisões, por forma a garantir maior solvabilidade das instituições financeiras. Isto é, indirectamente, estas medidas vieram exigir por parte do sistema financeiro a adopção de critérios mais cuidados na concessão de financiamen-tos empresariais o que implicará a análise dos riscos subjacentes.

Refira-se a este propósito que, decorrendo das orientações da Directiva Basileia II, as instituições bancárias deverão utilizar no seu processo de decisão de financiamento determinadas regras e procedimentos de análise do risco, razão pela qual os interessados haverão de adoptar processos integrados de gestão dos riscos dos negócios e prestar mais credível e circunstanciada informação fi-nanceira sobre os respectivos riscos empresariais.

3 Conclusões

Ser empresário envolve a capacidade de prever o inesperado, por-quanto ninguém está livre de acidentes e eles acontecem nas mais diversas situações.

Resultante da pressão competitiva, as empresas procuram formas de reduzir os custos para manter as margens de lucro. Não obs-tante, são poucas as empresas que possuem um quadro completo dos possíveis custos totais resultantes de perdas por acidentes auto-seguros e das consequências de outros riscos que, se graves e inesperados, podem criar pressões significativas nas margens de lucro.

As Directivas Seveso vieram impor, ainda que de forma indirec-ta, que o tecido empresarial disponha de um sistema de análise, protecção e controlo dos riscos dos negócios, sobretudo pela ne-cessidade de prestar informação credível e circunstanciada sobre os riscos empresariais, sobretudo quando da apresentação de programas de financiamento junto de instituições bancárias, pelas consequências que da sua insuficiência advirão em matéria de taxa de juro aplicáveis.

Bibliografia

Cole, M. J. (1996). “De la Tradición a la Estrategia”. Revista Gerencia de Riesgos, IV Trimestre: 5-10, Madrid: Fundación Mapfre Estudios.

Cruz, M. M. da (2000). Modelização da Gestão de Riscos. Curso Intensivo de Análise e Gestão de Riscos, Lisboa: Associação Portuguesa de Seguradores.

García, F. M. (1998). Gerencia de Riesgos y Seguros en la Empresa. Madrid: Editorial Mapfre.

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Social Media and Sustainability Disclosure

Barnes and Lescault (2014) conducted a survey regarding the usage of Social Media in the 500 fastest-growing corporations in the U.S. Their findings are shown in Figure 2. As can be seen, the highest ranking was detected for social networks such as LinkedIn, Facebook, and Twitter, which maintained their leading positions from the previous year. The following also saw increases: blogging (8%), Pinterest (15%) and YouTube (20%). 

Figure 2Corporate Social Media Usage in the U.S.

(Barnes and Lescault, 2014)

Similar findings were obtained in our research on Eurozone com-panies where 78% were using Linkedin (Bonsón and Bednárová, 2013) and 44% maintained an official corporate YouTube channel (Bonsón et al. 2014)

There has also been a rapid increase in the number of companies committed to talking about sustainability issues through social media. According to Social Media Sustainability Index (Sustainly, 2013) nearly half of the companies (475 total examined compa-nies) have social media channels dedicated to discussing their sus-tainability or CSR efforts.

A better understanding of the role that social media play in compa-nies’ sustainability disclosures can help us understand how firms seek to relate to their stakeholders and present themselves to the public. Using social media can increase a company’s awareness, protect and develop corporate reputation, and build stakeholder engagement as they enable an open dialogue between the com-pany and stakeholders. It should be taken into account that stake-holders want to be heard. Therefore, adoption of social media for sustainability information may be more effective as it offers two-way communication and truly allows stakeholders to have a say in comparison to traditional CSR report (one-way communication). Using alternative channels such as YouTube to disclose environ-mental and social information might be even more efficient due to the media richness of this platform.

The Integrated Reporting Navigation Chart

The Integrated Reporting framework encourages companies to connect the corporate report with company`s social networks. The same can apply to AECA´s IS-KPIs regarding their con-nections to other resources providing details. In our view, that connections can be done by building some kind of  Integrated Reporting navigation chart (Figure 3). It can combine XBRL elements by providing hyperlinks to all related digital objects such as pdf files containing financial and sustainability reports, Youtube videos and social media channels providing a wider context to reported information. This way, the standardized XBRL data could effectively connect narrative explanations regarding financial, environmental, social, and govern-ance performance, with KPIs (quantitative data). Thus, ap-plying the embedded XBRL taxonomy would enable better

media do and enables companies to reach wider audiences and various groups of stakeholders (Cormier, 2009). Moreover, corpo-rate reporting using the Internet is cost saving and facilitates timely information disclosure, which are the core attributes (Koreto, 1997; Jones et al., 1998).

The evolution of Web 2.0 has brought even more flexibility and facilities for companies seeking the transparency and stakehold-er engagement especially due to the massive spread of social media. The disclosure literature stresses the importance of the medium, with witch the information is presented and considers the traditional print media and text alone disclosure to be ob-solete and no longer adequate to articulate the corporate infor-mation. Daft and Lengel (1986) pointed out that communication media vary in their degree of richness and that different com-munication media might have different effects. More recent evi-dence (Cho et al., 2009) highlights the importance of visual im-agery such as graphics, photos, and pictures, stressing that they are more powerful communication tools. According to Davison (2007), having simple pictures in annual reports affects the perception of richness and potency of the message. Therefore, recent sophisticated technologies enable companies to enhance their corporate disclosures and their web appearence especially using different social networking sites, which allow multiple cues for disseminating corporate information (graphics, pictures, vid-eos) and might therefore represent interesting tools for effective CSR reporting.

Corporate Reporting Functions

According to Eccles and Serafeim (2014), there are two primary functions of corporate reporting (information and transformation). In terms of information function, stakeholders seek to obtain in-formation about the company in order to make informed decisions and transact with a company. Transformation function is based on the engagement with stakeholders, who receive, evaluate, and provide a feedback on the corporate information. This engagement enables a company to transform their activities.

As the economy is becoming more knowledge/information-based and the business more complex, reporting on solely financial as-pects performs these functions incompletely (Eccles and Serafeim, 2014).

Our interpretation of the role of Social Media in Corporate Reporting is presented in Figure  1. It is based on the relation-ship between Integrated Reporting and both functions previously outlined by Eccles and Serafeim (2014). Nevertheless, we argue that the evolution of Web 2.0 and the rapid increase of social media enable companies to engage with their stakeholders more interactively, communicating company`s sustainability and CSR efforts and thus to perform both information and transformation functions bette

Figure 1The role of Social Media in Corporate Reporting

Information function 

CORPORATE REPORTING 

Transformation function 

Sustainability and Integrated 

Reporting 

SocialMedia

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Eccles, R. and Serafeim, G. (2014). Corporate and Integrated Reporting: A Functional Perspective (January 31, 2014). Available at SSRN: http://ssrn.com/abstract=2388716 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.2388716

Jones, K.; Alabaster, T., and Walton, J. (1998). “Virtual environments for environmental Reporting”. Greener Management International, 21: 121-137.

Koreto, R.  J. (1997). “When the bottom line is online”. Journal of Accountancy 183 (3): 63-65.

Noronha, C.; Tou, S.; Cynthia, M. I., and Guan, J. J. (2012). Corporate Social Responsibility Reporting in China: An Overview and Comparison with Major Trends. Corporate Social Responsibility and Environmental Management. Doi: 10.1002/csr.1276

Scott, M. (2011). “Big groups sign up to integrated challenge”. Financial Times, issued on 21.st of November 2011.

Sustainly (2013). “Social Media Sustainability Index”. Available at: http://sustainly.com/ social-media-sustainability-index-2013/

Eduardo BuenoCatedrático de Economía de la Empresa Vicepresidente Primero de AECA y Vicerrector de Investigación de UDIMA

Crisis y recuperación económica en perspectiva de sistema complejo adaptativo al borde del caos

La crisis económica desatada en la última década de la cen-turia pasada con la recesión socioeconómica protagonizada en los primeros años del presente siglo especialmente en la UE y, sobre todo, en algunos de sus estados miembros periféricos del sur, pone de manifiesto el reto que tienen por delante las instituciones que componen el gobierno político y económi-co, recientemente elegido por parte de los ciudadanos de sus veintiocho estados miembros. Reto que se centra en consolidar la emergente recuperación económica y definir una política y

comparison and interchange of corporate data as well as seeing the evolution and possible impacts of reported KPIs in a wider context of sustainability. The navigation chart would also allow the connection of information into a coherent and integrated whole, which is one of the most important princi-ples of Integrated Reporting. Having only quantitative KPIs does not completely explain the business model of the company and how corporate strategy affects corporate performance and cor-porate value.

References

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Barnes, N. G., and Lescault, A. M. (2014). “LinkedIn rules but sales po-tential may lie with Twitter: The 2013 Inc. 500 and Social Media”. Available at http://www.umassd.edu/cmr/socialmediaresearch/2013inc500/

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Eccles, R., and Krzus, M. (2010). One Report. Integrated Reporting for a Sustainable Strategy. John Wiley & Sons, New York.

Figure 3Integrated Reporting Navigation Chart

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hyperlinks 

Hyperlinks

Strategic focus  Connectivity of information

Materiality and reliability

Responsiveness and stakeholder inclusiveness

Future orientation

Integrated Reporting KPIs according to AECA`s XBRL Taxonomy

Environmentalindicators

Economicindicators

Socialindicators

Corporategovernanceindicators

Financial Statements (pdf)

Non‐financial statements (pdf)

Social mediaYouTube, Linkedin,  etc.

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modelo que permita llevar a cabo un crecimiento sostenible, evitando nuevas situaciones de crisis en un área importante de la economía global. Situación que evidencia una complejidad elevada y que de no saberse dirigir puede llevar a determinado caos o a una crisis más profunda que la conocida, tal como se abordará en los comentarios siguientes.

Las ideas que se exponen a continuación tienen como referente a laeconomía global, pero con cierta atención al citado espacio euro-peo y más concretamente a la española. Referencia que se centra en un análisis de la crisis y la recuperación económica, que parece se ha iniciado, en una perspectiva que permite difinir dicha situa-ción y su necesaria gobernanza a través de los caracteres que la explican como un “sistema complejo adaptativo al borde del caos”

Si en estos momentos parece que se ha iniciado el final de la crisis y recesión económica en Europa y en España, también es tiempo para recordar y poner de manifiesto las circunstancias y debilida-des del modelo de economía de mercado vigente que ha ido pro-vocando la lamentable “sucesión de burbujas” desde 1975 hasta el presente, consecuencia de determinados comportamientos y defectos estructurales de aquél, generadores de la profunda crisis económica de esta época (Bueno, 2012).

Dicha “secuencia de burbujas” (energética, tecnológica, financiera, bancaria e inmobiliaria) tuvo su génesis en la “crisis del petroleo” de los setenta y ha sido el producto de una serie de problemas es-tructurales y de comportamiento de su modelo de funcionamiento a lo largo del siglo pasado que, siguiendo con el trabajo citado, se explica a partir del análisis de las tres esferas de actuación de aquél: a) esfera de la economía real (en cierto declive, según países y áreas económicas); b) esfera de la economía financiera (en au-mento y baja regulación), y c) esfera de la economía digital (en cre-cimiento y elevada elusión). En las últimas décadas las dos últimas han protagonizado la actividad de los mercados y han expresado una falta de sincronía o de armonía e integración entre sus proce-sos, precios, relaciones intragentes y resultados; provocando ten-siones especulativas, incertidumbre y la eclosión de las burbujas sin una base real que han llevado al sistema a una elevada comple-jidad e inestabilidad, a una falta de dirección clara, como atractor del desequilibrio que se produce y, en suma, ponerle “ al borde del caos”. En definitiva, un modelo que todavía no ha entendido el pa-pel que juegan la ciencia y la tecnología en la sociedad actual, que sigue dando al capital financiero el papel protagonista, en perjuicio del conocimiento tecnocientífico como factor de producción clave en la creación de valor en una sociedad del conocimiento. Un tema relevante para la UE, dada su posición y geopolítica y el balance de recursos y capacidades disponibles para la indicada creación de valor en el mercado global.

En consecuencia, en los momentos de crisis y recesión económica, como en los actuales de la recuperación, es evidente observar que el actual modelo de economía de mercado y de capitalismo que lo fundamenta cómo se enfrenta o entra en conflicto con el concepto y práctica de la democracia y del bienestar social. En este senti-do, Costas (2014) señala que se vienen acumulando en el tiempo unas señales de peligro o unos indicadores de alarma que, entre otros, pueden señalarse los siguientes: tasas de bajo crecimiento; tendencias deflacionistas: elevado endeudamiento; alto desempleo; bajos salarios e incremento de los índices de pobreza en la ciu-dadanía. A los mismos se pueden añadir otras señales de alarma socioeconómica, como: un creciente malestar social, provocado por la pérdida de derechos sociales, por la evidencia pública de la desaparición de principios éticos y de valores en la actuación de los poderes económicos y políticos, dados los niveles de corrupción imperantes que se ofrecen en una “pasarela mediática” a los ciuda-danos, provocando una creciente desafección con la clase política y las instituciones que gobiernan.

Por lo indicado es comprobable que se está atravesando una época de incremento de la desigualdad de la renta y de la riqueza en el área de la UE y especialmente en los países del Sur, cuestión que ha saltado con las recientes elecciones europeas. En esta situación

la colisión entre la economía de mercado y la democracia, según el último autor citado, es evidente. Para la segunda, su lógica se basa en la igualdad; una persona, un voto. Para la primera la cuestión radica en el poder de la riqueza o del patrimonio en el ejercicio po-lítico. Para entender las causas de la desigualdad puede acudirse a Piketty (2013) quién indica que ella la origina el capitalismo actual. La causa es simple, dado que al ser la tasa de beneficio del capital sistemáticamente mayor que la tasa de crecimiento de la economía, aparte de las fluctuaciones de ésta, al ser la misma la que genera los beneficios y bienestar a la mayoría de la ciudadanía , es aquí donde se centra el origen de la citada desigualdad. Sin entrar en la polémica suscitada por este autor sobre otras causas influyentes en la situación económica actual, es el momento de ir centrando el tema comentado de cómo abordar la situación descrita de com-plejidad, en su especial referencia europea ante el número elevado de elementos componentes de sus sistema socioeconómico y la diferenciación de sus intereses y comportamientos, aspectos que definen la complejidad básica.

Es una evidencia en la evolución de la sociedad moderna que el nivel de complejidad en su estructura y comportamiento ha ido en aumento, recordando según apunta Tainter (1988) que en el pasa-do reciente hablar de complejidad significaba progreso, pero ahora parece que representa problemas, cierta desazón y una nostalgia de la simplicidad. En cambio, las nuevas generaciones de la sociedad del conocimiento entienden que lo complicado es seductor y que lo difícil es lúdico. La vida en si misma es compleja, cuestión presente en sus sistemas naturales y en los artificiales de la actualidad cien-tífica y tecnológica (Holland, 1992). Complejidad del sistema que requiere determinado atractor o un modo de dirección adecuado para evitar que pierda el equilibrio, que llegue el desorden o el caos, de forma que busque el nuevo orden (Bueno 2011). Situación que representa el reto al que se enfrenta la realidad europea y española si se quiere consolidar la emergente recuperación económica y lle-var al sistema por la senda del desarrollo sostenible.

En suma, la situación sociopolítica y el desafío económico al que tiene que enfrentarse la UE en los próximos años puede ser de-finido como un “sistema complejo adaptativo al borde del caos”, que se puede concretar con los caracteres que viene presentando Holland (1992) y otros autores representativos de la ciencia de la complejidad:

a) Compuesto por agentes con esquemas (principios y pautas de comportamiento), con autosimilitud e interactuando entre sí.

b) Integrado por elementos o subsistemas autoorganizados.

c) Evoluciona basado en la recombinación de los elementos y sus desempeños.

d) Coevoluciona con otros sistemas “al borde del caos” (procesos continuos de orden-desorden-caos-atractor-nuevo orden).

Esta consideración de sistema complejo adaptativo permite abor-dar la situación económica actual en una perspectiva de actuación inteligente, con capacidad de adaptación, de aprendizaje y de inno-vación en sus procesos y desarrollos tecnoeconómicos y políticos. Por ello, el diseño de una forma de gobierno o de dirección de la complejidad inherente basada en la confianza, en la transparencia y en principios éticos pueda ser el atractor que pueda evitar y superar el caos, el desorden, a que conduce naturalmente la complejidad. En definitiva, dicho modelo de gobierno debería de tener o poseer ciertos aspectos, con el fin de evitar nuevas secuencias de crisis y consolidar la recuperación económica. En concreto, los caracteres definitorios siguientes:

— Incorporar la capacidad de adaptación a situaciones nuevas, a través de aceptar el cambio en los comportamientos de los agentes del sistema.

— Desarrollar la facultad de conocer y de comprender la creación de valor con activos intangibles o de base intelectual.

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Para a leitura e apreensão desta realidade dual, embora numa rela-ção dual difusa, relevam dois quadros analíticos:

— As abordagens contratuais, e em particular a(s) teoria(s) dos direitos de propriedade, que colocam o acento nas questões de troca ou de transação.

— As abordagens pelos recursos/competências que sustentam uma leitura da empresa como local de produção de ativos, em que sobrelevam os problemas de produção destes, não no sentido de simples combinação de fatores, mas como algo a explicar.

Nesse sentido, sintetizem-se os pontos relevantes do conceito de empresa subjacente, reelaborando, de algum modo, o conceito Patoniano. Para esta síntese parte-se dos pontos em que a econo-mia aziendale antecipou as inovações conceptuais posteriores para promover a sua extensão. Note-se que, a literatura sobre a econo-mia da azienda é porventura algo que se aproxima de uma primeira teoria contabilística da empresa. Zambon e Zan (2000) evidenciam pontos de diferença entre esta e as teorias neoclássicas da empre-sa, as quais nos termos de Jensen e Meckling (1976: 307) “não são realmente teorias da empresa mas antes teorias dos mercados nos quais as empresas são atores importantes”.

1. A empresa é uma organização legal que para além de deter direitos de propriedade é também uma entidade cognitiva e uma estrutura de incentivos.

A empresa é tida como uma organização, localizada no tempo e no espaço, é um sistema unitário, no sentido de unidade da multiplici-dade, pelo que o seu carácter único resulta de ser simultaneamente uma entidade cognitiva, isto é, um mecanismo de integração, de coordenação e de desenvolvimento de recursos/competências e uma estrutura de incentivos e direitos de propriedade (ou seja, um conjunto de contratos).

2. A empresa para além de ser um local de afetação de recur-sos é um local de produção ou desenvolvimento de recur-sos.

3. O conhecimento é tido como o mais importante dos recur-sos estratégicos da empresa, mas esta é igualmente um lugar de afectação óptima do risco (Knight, 1921).

Nos termos da abordagem pelos recursos/competências a própria essência das competências/capacidades está na sua não reunião através do mercado.

A empresa é um local de apropriação e transmissão do conheci-mento no quadro de uma racionalidade limitada (bounded rationa-lity, Simon, 1991) e de assimetria na economia do conhecimento (Demsetz, 1988) entre o know e o know-how. A dificuldade da cria-ção, transferência ou integração do conhecimento, via mercado, especialmente do conhecimento tácito, do coletivo ou do específi-co do contexto, fornece assim uma justificação para a existência da própria empresa. Isto é, os custos de conhecimento, os custos da informação imperfeita e assimétrica, os quais em certo sentido não são mais do que custos de transação, fornecem agora a base para a escolha entre hierarquias e mercado.

Enquanto local de afetação de recursos a empresa substitui ou desloca a organização de mercado, no sentido de que na empre-sa é possível usar funções organizacionais (na terminologia de Williamson) que não são compatíveis ou que não estão disponí-veis no mercado. Tal ocorre não apenas para economizar custos de transação (Williamson, 1975, 1985) mas porque o particular

— Comprender y relacionar conceptos y métodos analíticos pro-pios de los sistemas expertos y de vigilancia competitiva.

— Aprender de forma continua para incorporar las mejores prácti-cas del entorno o absorber nuevo conocimiento.

— Recuperar y cultivar los valores, es decir la ética, la confianza, la honestidad, la transparencia y el respeto de las personas y grupos que constituyen el sistema social de referencia.

Referencias

Bueno, E. (2011). “Complejidad y caos: un nuevo enfoque de análisis eco-nómico de la empresa en la sociedad del conocimiento”. En López Moreno, M. J. (dir.): La empresa en el dominio de la complejidad. Madrid: Ediciones Cinca-UNESA: 123-152.

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Costas, A. (2014): “Capitalismo, desigualdad y democracia”. El País. Ne-gocios, 20 de julio; 15.

Holland, J. (1992): Adaptation in natural and artificial systems, Cambridge: MA The MIT Press.

Piketty, T. (2013): Le Capital au XXI ème siecle, Editions du Seuil, París.

Tainter, J. (1988): The collapse of complex societies, Cambridge, MA: Cambridge University Press.

Natália CanadasEscola Superior de Tecnologia e Gestão de Leiria Centro de Investigação em Gestão para a Sustentabilidade Instituto Politécnico de Leiria

Para uma aproximação a uma teoria contabilística da empresa 1

Resumo

Neste artigo, olhamos para a entidade contabilística como “uma realidade económica, um sistema de partes e pessoas, operações e funções” (Viganó, 1998: 382), não esquecendo que na mes-ma sobreleva também uma estrutura de direitos de propriedade. Propomo-nos, assim, reelaborar o conceito Patoniano de uma teo-ria compreensiva da entidade, como uma aproximação a uma teo-ria contabilística da empresa, ou como o lugar de apropriação pela contabilidade de duas abordagens dominantes e multifacetadas da empresa: a abordagem da empresa pelos recursos/conhecimento e a teoria dos direitos de propriedade da empresa.

Para uma aproximação a uma teoria contabilística da empresa

A empresa é a um tempo:

— Uma estrutura de coordenação e controlo de ativos pré-existen-tes, isto é, cujo tipo ou natureza da especificidade não impede que os mesmos sejam resultado de uma escolha mercado/hie-rarquia; e,

— Um local de criação de novos ativos, para os quais não existe mercado.

1 Com base em Canadas, N. (2004). Um Modelo Dual de Análise, Avaliação e Relato do Valor Intangível – O Caso das Telecomunicações Móveis em Portugal. Tese de doutoramento, Universidade do Minho, Braga, Portugal.

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cursos não utilizados em função das indivisibilidades e do conhe-cimento que emerge correntemente num processo de produção. Dá-se assim corpo à “efetiva e equilibrada capacidade de perdurar no tempo” (Viganò, 1998: 385): o objetivo último da azienda.

6. Na empresa ocorrem transações (no sentido de trocas, transformações) que são reguladas internamente, enquanto outras são reguladas através das relações de mercado.

A empresa não é na sua essência um nexus de contratos, escritos ou não escritos. Mas, tal perspetiva não deixa de ser útil e muito relevante na modelização da empresa. De facto, por via contratual estabelecem-se claramente os direitos, recompensas e responsa-bilidades e mesmo a mais integrada das empresas não dispõe de todas as capacidades e competências necessárias às suas ativida-des, necessitando de se relacionar com outras empresas por via do mercado, isto é, por via contratual. Prevalece assim a ideia, na linha de Williamson, de que quando se trata de obter um bem ou serviço existe necessariamente uma escolha que recai sobre o espaço de transação —o mercado ou a empresa— sendo a unidade básica de análise, em qualquer dos casos, a transação.

No modelo contabilístico tradicional a unidade de análise são as transações. Mas, apesar de existirem exceções, em regra, “apenas as mercadorias são partes falantes” (Robinson, 1980: 4 a 9), pelo que releva para a análise apenas a fonte externa dos recursos.

No entanto, mesmo admitindo que a empresa é um nexus para um conjunto de relações contratuais entre indivíduos, que são afetadas quer por alterações exógenas à organização (Jensen e Meckling, 1976), quer pela organização interna, parece pouco relevante a di-ferenciação total entre as relações contratuais que se processam dentro da empresa das que se processam entre esta e o exterior. A principal diferença entre situações mais extremas é uma questão de grau: radica na simplicidade versus complexidade, no carácter ocasional versus carácter recorrente, na não estabilidade versus estabilidade da relação.

A análise das transações deve, nos aspetos significativos, basear-se no conceito de empresa subjacente (Sprouse, 1957). Assim, mantendo a referida unidade de análise, mas admitindo outras “partes falantes”, teremos que distinguir as transações no senti-do tradicional do termo e no sentido de rotinas (Nelson e Winter, 1982). No primeiro caso, transação é sinónimo de troca, operação comercial. No segundo caso, a transação é o conjunto de opera-ções necessárias para determinar, motivar e coordenar as pessoas que devem realizar as ações, ou seja, o conjunto de combinações de experimentação, experiência e informação e outras trocas entre as diferentes partes da organização.

Observe-se que o conceito relevante de transação continua a ser apenas o de um atalho para combinar na entidade duas transações económicas reais, envolvendo duas entidades (Mattessich, 1995: 57), ou uma mera transformação ou troca no seio da entidade, como subjaz à análise tradicional. A dualidade, como ponto de co-nexão entre as realidades físicas e as manifestações sociais (no sentido de Mattessich (1995: 62), está tão presente nas transações-inter como nas transações- intra.

Os atributos das transações são para Williamson a especificidade dos ativos, a incerteza e a frequência. Considerando estes atributos podemos dicotomizar as transações, enquanto geradoras de fluxos de entrada, do seguinte modo (Quadro 1):

— No primeiro caso, nas transações-inter ou reguladas pelo mer-cado, de entre os atributos da transação conta-se “o custo de usar o mecanismo dos preços;

— No segundo caso, o das transações-intra ou reguladas inter-namente, o fornecimento interno do bem ou serviço implica que preços contabilísticos, tal como ocorre com os preços de transferência interna, podem eventualmente ser usados para transferir o bem ou serviço de um estádio para outro. De qual-

modo de organizar e fazer as coisas que caracteriza a empresa não é passível de ser alcançado através do sistema de preços como mecanismo de coordenação. De facto, se para este autor, o princi-pal fator de integração radica na busca de economias de custos de transação (diferindo estes em função do grau de especificidade dos ativos), não deixa de radicar igualmente em questões tecnológicas (Williamson, 1991).

Assim, é importante a integração destes dois vetores de análise. A mesma foi prosseguida na abordagem das competências/conheci-mento por Langlois (1991), a qual surge como uma via de conside-rar em tempo real os custos de produção, nos quais o conhecimen-to e a organização têm um papel tão importante como a tecnologia. As fronteiras da empresa podem ser determinadas pela força rela-tiva das competências internas e externas, sendo estas últimas as que estão disponíveis através de contratos com outras empresas. Neste contexto, a par das diferenças entre custos burocráticos e custos de transação são relevantes as diferenças entre custos de produção para a determinação das fronteiras da empresa.

Mas, a própria questão de saber porque é que a empresa existe? Ou para quê?, não deixa de nos remeter para a explicação da em-presa de Knight (1921), em termos de afetação ótima do risco, face às diferentes preferências pelo risco dos indivíduos. Embora numa matriz complexa do risco, num quadro de assimetria do conheci-mento e de racionalidade limitada.

4. A empresa pode ser assumida como o sujeito económico, pelo que os diferentes stakeholders são terceiras partes, mas há uma hierarquia na partilha do risco.

A empresa pode ser assumida como o sujeito económico, o main economic actor, pelo que os diferentes stakeholders são terceiras partes. Mas, não deixa de ser o investimento dos sócios, acionis-tas, proprietários, nomeadamente, porque não pode ser afirmado o princípio da partilha universal do risco, este não é partilhado igual-mente por todos os stakeholders.

Noutros termos, há uma hierarquia na partilha do risco, funcio-nando o proprietário como o catalisador do risco. O risco residual é suportado pelos detentores do direito aos fluxos de tesouraria líquidos, os residual claimants ou residual risk bearers.

5. A efetiva e equilibrada capacidade de perdurar no tempo é o objetivo último da empresa.

Sendo a empresa entendida como o sujeito económico, passa a ser importante a hipótese de um comportamento de avaliação de recursos e de criação de valor consistente com a assunção de que o objetivo organizacional se traduz na procura da melhor expressão do valor de longo prazo da entidade.

O valor de longo prazo da entidade surge como a materialização das expectativas de resultado, pelo que é o resultado ex-ante que enforma a função objetivo da empresa. Assim, o valor de longo prazo ou dimensão da empresa poderá ser medido, de acordo com o objetivo Penrosiano, “pelo valor atual da totalidade dos seus recursos usados para as suas finalidades produtivas” (Penrose, 1959: 25).

Tal hipótese parece ser a única consistente com a própria defesa, lógica, da sobrevivência, dado que sobreviver numa economia em expansão implica crescimento. Robinson (1980: 10 a 15) afirma: “Uma hipótese alternativa (à de maximização do lucro) é a de que o objetivo da empresa consiste na maximização da sua taxa de crescimento (...)”, dado que as empresas que não são lucrativas não sobrevivem e as que o são crescem…”. Tal crescimento pode ser apenas o tornar-se mais capaz, como na descrição Penrosiana: existem oportunidades de crescimento porque existem sempre re-

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conceito de transação é uma via de operacionalização das caracte-rísticas tidas como relevantes face aos objetivos da informação a produzir: relevância, fiabilidade...

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quer modo, tal preço, mesmo quando passível de evidenciar, e fornecendo indicações úteis de gestão, não se afigura neste caso como o atributo valórico da transação. Tal atributo é o da relação causal com resultados esperados. Caso contrário, em bom rigor, a transação poderia ser regulada pelo mercado e de-veria ser tida como tal.

Assim, existindo transações (no sentido de trocas, transforma-ções) que são reguladas internamente, enquanto outras são re-guladas através das relações de mercado, ou seja, existindo duas formas distintas de regular o subjetivismo, o modelo contabilistica-mente relevante da empresa pode ser um modelo tipo cebola 2, em que as camadas se sobrepõem, mas em que nem sempre é pos-sível identificar autonomamente as camadas. De qualquer modo, o núcleo (da análise tradicional), as camadas centrais, são mais consistentes.

Em síntese (Figura 1):

Figura 1 A origem dual dos recursos da empresa

Recursos da empresa = Stocks de itens resultantes de:

Transações reguladas internamente

Transações reguladas através de relações de mercado

Unidade de análise: transações, no sentido tradicional do termo e no sentido de rotinas.Função objetivo: maximização do valor de longo prazo da empresa.

Assim, podemos ultrapassar uma das principais limitações do mo-delo de análise tradicional, transformando-a em virtualidade. De facto, se no modelo tradicional o facto de os recursos só serem relevados quando resultantes de uma transação surgia como limi-tação, tal era resultado do conceito restrito de transação. A leitura dual desta, em consonância com a leitura dual da empresa, per-mite ultrapassar a limitação. Obviamente que o sentido restrito do

2 Apropriando-nos do “onion model of reality” de Mattessich (1991 e 1995: 41).

Quadro 1Os Atributos das Transacções

Transações reguladas pelo mercado

Transações reguladas internamente

Espaço de tran-sação (interve-nientes)

Mercado/Empresa(externo/interno)

Empresa/Empresa(interno/interno)

Frequência da transação

Única, ou recorrente, mas individualizável.

Podendo ter carácter contínuo, não sendo normalmente objeto de individualização.

Risco, Incerteza Risco Incerteza elevada, dada a rela-ção vaga com os resultados.

Objeto Ativos tangíveis* Itens intangíveis (em sentido próprio)

Especificidade dos activos

Resulta da integração no conjunto

Elevada e imanente à própria natureza do ativo: os intangíveis são específicos à empresa, difí-ceis de imitar, não comercializá-veis, resultam de um processo interno de criação e acumulação de recursos.

* Ou a que foi conferida tangibilidade.

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Leandro CañibanoPresidente de AECA

Enrique OrtegaPresidente de la Comisión de Principios y Normas de Contabilidad de AECA

El papel de AECA en la normalización contable: el ‘Experto Contable Acreditado’

Situación y perspectivas de la normalización contable española

Cualquier análisis de la situación de la normalización contable es-pañola exige realizar una retrospección que permita evidenciar la cuestión. Remontándonos pues al panorama de la normalización contable en España en el año 1979, podría sintetizarse en los si-guientes puntos:

— Había un Plan General de Contabilidad (PGC) aprobado en 1973, emanado de la normativa fiscal, que era de aplicación voluntaria por las empresas, si bien este aspecto quedó superado cuando se reguló que sólo podían acogerse a la regularización de balan-ces 1 entonces aprobada, las empresas que “voluntariamente” se comprometieran a la aplicación del PGC 1973, resaltando así la potencia de esta normativa que, si bien su objetivo era mera-mente tributario, coadyuvó de forma importante en la aplicación de la norma contable.

— Las empresas cotizadas, necesitadas de financiación, consi-deraban necesario emitir sus estados financieros con criterios aceptados en los mercados, en aras de lograr su comprensión y comparabilidad con empresas extranjeras, lo que exigía superar los criterios recogidos en el citado PGC 1973.

Ante ello un grupo de profesionales compuesto por profesores universitarios de contabilidad, auditores de cuentas y responsa-bles de empresas, preocupados por integrar en sede nacional lo que ya aplicaban fuera de nuestras fronteras como un corpus en evolución de criterios contables generalmente aceptados, deci-dieron crear AECA, cuyo fin era, entre otros, el de configurar una serie de principios que fueran recibidos por las empresas con el único objetivo de que la información contable que emitieran en aplicación de aquellos, fuera de utilidad y en consonancia con los empleados en los países de nuestro entorno. En definitiva se trató de aceptar a nivel nacional, y por tanto adaptando a la idiosincra-sia de nuestro país, un conjunto de principios de contabilidad que se constituyeron, con el transcurso del tiempo, en generalmente aceptados.

El éxito logrado queda constatado por el hecho de que los Principios Contables AECA fueron adoptados por las empresas y los auditores, que los tomaban como principios generales sobre los que descansaba su opinión. La ratificación de este proceso tuvo su máximo exponente con la incorporación al PGC de 1990, de muchos de los criterios recogidos en los correspondientes docu-mentos AECA. A partir de la aprobación de ese nuevo PGC, éste se convierte en obligatorio para todas las empresas y se consigue en nuestro país, en palabras del Consejo de Estado recogidas en el informe preceptivo para su aprobación, la incorporación a nuestro ordenamiento jurídico de un nuevo derecho que denomina como “Derecho contable”, que no es otra cosa que la plasmación a nivel de norma del acervo de criterios contables que hasta ese momen-

1 Véase: Cañibano. L. y Herranz, F. (2013): Actualizaciones de balances en España. Aspectos Contables. 103: 13-16.

to se aplicaban en la práctica de forma voluntaria por muchas de nuestras empresas.

Después de ese hito, AECA siguió emitiendo nuevos documentos cuyo objetivo era complementar y ayudar a la interpretación co-rrecta de las normas vigentes, ofreciendo criterio en lo no regu-lado, manteniendo su opinión en aras del prestigio logrado en su anterior labor.

El proceso de internacionalización de la economía española, exigió la evolución de la normativa contable tomando el dato de que el usuario podía provenir de cualquier país, lo que exigía un lenguaje único. En este punto, AECA tomó en consideración el cuerpo nor-mativo elaborado por el IASB que, en el año 2002, la Unión Europea también lo configuró como referente europeo para obligar desde 2005 a los grupos cotizados a aplicar las Normas Internacionales de Información Financiera. Este proceso se formalizó mediante la incorporación de las normas emitidas por el IASB en Reglamentos de la UE, consiguiendo el objetivo planteado de conseguir que el lenguaje económico-contable utilizado por los emisores de infor-mación financiera para los mercados de capitales, fuera compren-dido por cualquier posible usuario.

Ante ello y dado que la Unión Europea solo obligó a los grupos de sociedades cotizados a aplicar dicha normativa, nuestro país tomó la decisión, fundamentada en las conclusiones del Libro Blanco para la Contabilidad 2, de que las cuentas anuales individuales tam-bién se emitieran con esos criterios, si bien para preservar el ritmo de incorporación así como la posibilidad de matizar alguna especi-ficidad, la decisión tomada exigió la aprobación de un nuevo PGC, el de 2007, donde se incorporaron los citados criterios.

En cualquier caso, en el entorno trazado, AECA continuará con sus objetivos, para lo que se plantea además de seguir con la emisión de nuevos documentos sobre principios contables y la actualiza-ción de los previamente emitidos, la incorporación de otros que, de manera más ágil, incorporen sus respecto a ciertos puntos de novedad y, por supuesto, del mayor interés.

El entorno de la normalización contable internacional

Todo el proceso señalado no cabe duda que ha sido beneficioso para el objetivo de la normalización contable, no obstante se ob-serva desde hace algún tiempo que los cambios normativos tan frecuentes, no colaboran con el objetivo logrado de un lenguaje contable común, pues el cambio casi constante de las reglas que lo sustentan lo dejan afectado. Estos cambios afectan sobremanera a la normativa internacional (principalmente a las NIIF) y, por ende, su repercusión se extiende al ámbito nacional (PGC).

A dicho respecto, cabe hacer notar que la actividad tradicional es-pañola, en relación con la normalización contable internacional, ha estado más centrada en analizar las normas una vez emitidas las mismas, de cara a su adopción o adaptación total o parcial en España que, por el contrario, en contribuir a su inicial redacción, aportando opiniones e ideas a lo largo de su proceso de elabora-ción. De aquí, que el grado de influencia española en el contenido y orientación de las NIIF sea muy inferior al que le correspondería según su peso económico en el concierto internacional.

Dada su trayectoria en el ámbito de la normalización contable, AECA, como institución profesional independiente que es, ha iniciado las acciones tendentes a mejorar la interlocución desde España con el organismo emisor de las NIIF, sirviendo de canal, a través de su Foro FAIF 3, de aquellas propuestas españolas que incidan sobre los diferentes aspectos tratados por las NIIF, antes

2 La Orden comunicada del Ministerio de Economía de 16 de marzo de 2001, constituyó una Comisión de Expertos, con el objeto de elaborar un informe sobre la situación actual de la contabilidad española y líneas básicas para, en su caso, abordar su reforma. Lo que es conocido como el Libro Blanco de la Contabilidad.

3 Foro AECA de Instrumentos Financieros.

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das en su seno, se fundamenta y justifica en los fines fundacionales expresados en sus Estatutos, y en su legitimidad y autonomía para poner en valor la cualificación de sus asociados, estableciendo los cauces necesarios para el desarrollo de conocimientos e intercam-bio entre ellos y la sociedad en su conjunto, sobre la base también del reconocimiento como entidad de utilidad pública otorgado a la Asociación por el Gobierno español. En este contexto, el proceso de acreditación ya puesto en marcha por AECA, dirigido a un colec-tivo profesional selecto, resultará de gran utilidad para determina-dos organismos y corporaciones de profesionales que busquen el reconocimiento de una cualificación diferencial determinada.

El citado proceso se basa en el reconocimiento de méritos acre-ditativos de la competencia y experiencia de los candidatos, ob-tenidas durante los quince años anteriores a su solicitud, la cual será analizada y objetivamente valorada, en función de los datos y documentación aportados, por un Comité de Evaluación en el que, aparte de los responsables de AECA, participarán autoridades de la Administración (ICAC), del Registro Mercantil y de la Universidad, con el fin de considerar en su caso, la idoneidad de los distintos candidatos, atendiendo a la puntuación obtenida por éstos.

Para facilitar la presentación y gestión de las correspondientes so-licitudes, AECA ha dispuesto una Plataforma informática 5 a través de la que los interesados han comenzado ya a solicitar la acredi-tación de acuerdo con los requisitos e instrucciones indicadas en la misma.

La condición de tendrá una vigencia de cinco años y, una vez vencido dicho plazo, deberá ser solicitada su renovación, lo que supondrá una reevaluación, para la que se aportarán los méritos y experiencia acumulados durante el periodo de los cinco años in-mediatamente anteriores. Con ello, se desea garantizar la necesaria actualización de conocimientos, dado el incesante ritmo de cambio y sofisticación de las prácticas financieras y contables y de la regu-lación que afecta a las mismas.

Entendemos que con el desarrollo de este nuevo e ilusionante pro-yecto sobre el reconocimiento como , AECA da un paso más en el camino emprendido muchos años atrás en el ámbito de la normali-zación contable, en el que comenzó incorporando en España unos principios y normas contables que han alcanzado una aceptación generalizada entre los profesionales y, ahora, poniendo a la dispo-sición de los mejores profesionales una vía para el reconocimiento generalizado de su alta cualificación profesional.

Francisco Carreira Professor Coordenador da Escola Superior de Ciências Empresariais do Instituto Politécnico de Setúbal

Paula HeliodoroProfessora da Escola Superior de Ciências Empresariais do Instituto Politécnico de Setúbal

O impacto da duração do mandato do auditor na qualidade da auditoria

A principal responsabilidade de um auditor é expressar uma opinião sobre se as demonstrações financeiras da empresa estão em confor-midade com o normativo contabilístico que lhe seja aplicável.

Perante esse objetivo, a emissão do relatório de auditoria reveste-se da maior importância para os shareholders e stakeholders, uma

5 http://acreditaciones.aeca.es/solicitudes/experto-contable-acreditado/presentacion

de que estas sean emitidas, o sea, a partir de la difusión del primer borrador que se publique sobre las mismas.

A tal efecto, la Asociación ha comenzado a estimular y asumir, a través de los correspondientes grupos de profesionales y exper-tos,la preparación de comentarios que den respuesta a los borra-dores de futuras NIIF abiertos a comentarios,o a otras disposicio-nes emitidas por distintos organismos relevantes, considerando preferentemente las necesidades de los usuarios4 de los estados financieros ya que, generalmente, siendo éstos los destinatarios de la información, tienen actualmente menos peso en el proceso que otros colectivos involucrados en la elaboración de las normas contables internacionales.

El Experto Contable Acreditado (ECA)

Habida cuenta de la experiencia adquirida en el ámbito de la norma-lización contable nacional e internacional y de sus contribuciones al ámbito profesional, durante sus treinta y cinco años de existencia, AECA ha considerado necesario, en el marco de sus Estatutos, abor-dar el reconocimiento dela figura del Experto Contable Acreditado como profesional que se encuentra en posesión de un superior conocimiento y experiencia, que pueda ser un referente para poder aclarar y ayudar a interpretar la información económico-financiera-contenida en las cuentas anuales de las sociedades mercantiles y otro género de entidades, para lo cual se plantea una acreditación rigurosa de estos expertos mediante un proceso que permita gene-rar confianza a la demanda social que existe al respecto.

En la actualidad no existe un reconocimiento formal en España de la actividad de experto contable. A diferencia de otros países de nuestro entorno (Francia y Portugal entre otros), el experto contable no cuen-ta con una titulación académica específica, en tanto en cuanto his-tóricamente los planes de estudios universitarios españoles no han abordado la creación de dicho título, aunque las materias relativas a la contabilidad e información financiera son ampliamente estudia-das en distintas titulaciones y programas universitarios, tales como los Grados de: Administración y Dirección de Empresas, Economía, Contabilidad y Finanzas, Gestión y Administración Pública, Turismo, Derecho empresarial, Ingenierías diversas, etc. La contabilidad es una disciplina que forma parte de los estudios empresariales y que se da por incluida también dentro de los conocimientos y competen-cias propios del auditor de cuentas, si bien está adquiriendo mayor relevancia en la actualidad y en los últimos años ha ido trazando un camino en nuestra normativa que hoy permite identificar lo que desde el punto de vista jurídico se ha denominado como Derecho Contable, tal y como ya hemos señalado.

En consecuencia, no nos referimos a tareas puramente de gestión contable como son la mera llevanza de libros contables, su custodia y cumplimiento de formalidades sino a otras distintas actividades que se desarrollan desde y en la contabilidad como son, entre otras, la propia formulación de las cuentas anuales de las empresas, la in-terpretación de la información allí contenida, la intervención como expertos o peritos en procesos judiciales o arbitrales, la consultoría contable y la cada vez más amplia utilización de ciertas magnitudes contables en los contratos de distinta naturaleza, no pueden ser res-paldadas en España por medio de ningún título de Experto Contable Acreditado, homologable, a su vez, a nivel internacional.

Esta situación está provocando, cada día con mayor frecuencia, cierto desconcierto a la hora de identificar y acreditar unos cono-cimientos y una experiencia en el área específica de la contabilidad e información financiera, que perjudica seriamente la credibilidad, la movilidad y la competitividad de una actividad profesional alta-mente especializada.

La competencia de AECA para poner en marcha este tipo de acredi-tación, tanto en este área de la contabilidad y la información finan-ciera como en cualquiera de las otras áreas de trabajo desarrolla-

4 AECA es considerada en el ámbito de la UE como representante de los usuarios de los estados financieros.

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vez que a administração da empresa pode ser tentada a “pressio-nar” o auditor para que este emita um relatório de auditoria sem reservas, o que poderá afetar o valor das ações e as remunerações da administração (Chow & Rice, 1982).

O escândalo empresarial envolvendo a Enron e a empresa de au-ditoria, Arthur Andersen, lançou uma série de discussões sobre a independência do auditor ao longo do processo de auditoria finan-ceira, uma vez que, o período de tempo de contratação entre as empresas rondava os 10 anos.

Assim, quando a Sarbanes-Oxley estava sendo implementada hou-ve a sugestão de implementar a obrigatoriedade de mudança de auditor nos EUA, facto que aliás nunca se veio a concretizar (De-fond & Francis, 2005).

Todavia, a mudança de auditor foi implementada em vários paí-ses, nomeadamente, Índia, Austrália, Singapura, Coreia do Sul e Hong-Kong. Também no nosso país a Comissão do Mercado de Valores Mobiliários (CMVM) instituiu a mudança de auditor para as empresas de capital aberto.

A relação entre o relatório de auditoria modificado e a mudança do auditor não é unidirecional nem consensual, como podemos constatar pela análise dos estudos realizados nas últimas décadas.

Estudos desenvolvidos apontam, de facto, para a tendência da mudança do auditor poder influenciar a opinião do mesmo, pois a ameaça de afastamento causada por divergências sobre a política de comunicação poder determinar a opinião do auditor (De Angelo, 1982; Magge & Tseng, 1990; Dye, 1991; Teoh, 1992; Krishnan & Stephens, 1996).

A mudança obrigatória dos auditores teve origem no debate políti-co do Comité Metcalf, em 1976. Desde então, a nível internacional tem ocorrido um debate com argumentos a favor e contra a imple-mentação da mudança obrigatória dos auditores.

Vários organismos como AICPA (1992), ICAEW (2002) e FEE (2004), têm argumentado que a implementação de medidas de ro-tação obrigatórias é prejudicial para a qualidade da auditoria.

Esta opinião é sustentada pelo facto que quanto mais tempo o au-ditor permanecer na empresa, maior o conhecimento e informação sobre a atividade da empresa e do sector de atividade onde a em-presa opera, tendo como produto final uma auditoria de melhor qualidade (Barbadillo, Aguilar & Pena, 2006).

Também Arruñada e Pay-Ares (1997) sustentam que a mudança obrigatória dos auditores tem como efeito imediato a destruição do conhecimento criado em torno do cliente o que coloca em causa a qualidade da auditoria, uma vez que o conhecimento do auditor é um input importante que aumenta a capacidade do auditor para de-tetar erros materiais nas demonstrações financeiras dos clientes.

A possibilidade de ocorrerem falhas do auditor, isto é, a emissão por parte do auditor de opiniões de auditoria inadequadas, decor-rentes da realização de auditoria com qualidade inferior tenderá a ser maior nos primeiros anos do auditor na empresa.

Vários têm sido os organismos reguladores (U.S. Senate, 1976; SEC, 1994; 2000) e autores como Petty e Gugaresan (1996) que defendem a necessidade de impor medidas de mudança obriga-tória aos auditores, baseando-se no facto que a longevidade dos contratos reduz os incentivos para que os auditores mantenham uma atitude independente em relação aos clientes.

Conforme o tempo decorre aumenta a concordância e reduz-se o ceticismo profissional sendo possível a criação de uma clara iden-tificação com os interesses do cliente.

Neste sentido, (U.S. Senate, 1976, p.  211; Petty e Guganesan, 1996) alegam que o trabalho realizado pelo auditor requer um lon-go período de tempo de contacto entre o auditor e a administração.

Assim, com o decorrer do tempo o auditor pode começar a identifi-car-se mais com os interesses da administração do que com os dos stakeholders, e desta forma é diminuída a sua capacidade de auditar as demonstrações da empresa de forma imparcial. Uma relação de longa duração pode ocasionar ao auditor uma dependência econó-mica, uma vez que, se o auditor percecionar o cliente como um ren-dimento perpétuo, a sua independência pode ser colocada em causa (Commission on Public Trust and Private Enterprise, 2003; Palmore, 1989; Deis e Giroux, 1992; Raghunanthan et al., 2002).

Por sua vez Chi, H., Y. e H. (2009) realizaram um estudo, em Taiwan, onde constataram que a mudança obrigatória de auditores está, diretamente, associada à qualidade de auditoria e encontra-ram evidências de que é incoerente a suposição de que um exa-me obrigatório aumente a qualidade de auditoria ou a perceção de qualidade.

Esta ideia é partilhada por Banimahd (2013), ao afirmar que, se o contrato do auditor é duradouro, a independência do auditor pode enfraquecer e, assim, o valor da relevância da informação financei-ra vai diminuindo ao longo do tempo e é um sinal “negativo” que é transmitido ao mercado de capitais.

Para Myers, Myers e Omer (2003) a sugestão de limitar o mandato do auditor é fundamentada pelo facto de que períodos longos re-sultam numa maior cumplicidade nas decisões relativas à apresen-tação das demonstrações financeiras.

As empresas têm interesse em obter uma opinião de auditoria sem reservas devido aos custos que uma opinião qualificada tem no impacto no mercado de capitais (SEC, 1988).

Nesse sentido, os organismos reguladores têm debatido os impac-tos da mudança de auditor ter um caráter obrigatório, uma vez que cria um mercado importante que facilita a rotação ou substituição de clientes, pelo que os auditores deixavam de estar economica-mente dependentes de nenhum cliente.

A mudança de auditor consegue, assim, limitar a capacidade da ad-ministração da empresa de influenciar o comportamento do cliente e, simultaneamente, aumentar a qualidade de serviço prestado pelo auditor.

Logo, os auditores podem não ser menos avaliadores da prova, mas no momento de emissão de uma opinião são sensíveis aos as-petos económicos que podem advir da referida opinião (Wilkerson, 1987; Krishnan e Krishnan, 1996; Louwers, 1998).

Apesar da importância do tema, ainda são escassos os estudos empíricos que abordam a relação existente entre a duração do mandato do auditor e a qualidade da auditoria.

Como referido anteriormente existem duas abordagens contra-ditórias no que concerne ao impacto que a longevidade da per-manência do auditor na empresa cliente tem na qualidade da auditoria.

Ghosh e Moon (2003) realizaram um estudo empírico onde testa-ram a relação entre o que chamaram de permanência do auditor na sociedade cliente e a “qualidade da auditoria”.

Neste sentido, os autores utilizaram medidas contabilísticas e me-didas de mercado, como proxy da qualidade da auditoria. A medida contabilística da qualidade da auditoria foi baseada nos earnings management. Se os auditores com maior qualidade têm maior probabilidade de detetar e de se oporem à prática de normas con-tabilísticas questionáveis por parte dos seus clientes, é esperado que os ganhos de gestão diminuam à medida que a qualidade da auditoria aumente.

Os referidos autores, Ghosh e Moon (2003) encontraram algumas evidências em que os auditores tendem a ajustar as demonstra-ções financeiras das clientes empresas, se o risco de perderem esses mesmos clientes for elevado e percetível.

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Francisco DiasMembro do GITUR Grupo de investigação em Turismo do I. P. de Leiria

Aprender com os erros para se ser competitivo

Resumo

O presente artigo surge na sequência de um convite ao autor para participar no painel “Sector turístico: competitividade y recupera-ción económica”, integrado no XVI Encuentro AECA, e aborda um tema que, embora se afigure muito simples e consensual numa perspetiva de senso comum, pode na realidade parecer mais com-plexo se analisado de forma criteriosa e científica. O autor recorre a alguns indicadores estatísticos para demonstrar que, contraria-mente ao discurso dominante, geralmente revestido com as cores do otimismo, o setor turístico português tem perdido competitivi-dade e quota de mercado desde o ano 2002.

Introdução

Tornou-se um lugar-comum quase consensual na sociedade por-tuguesa afirmar que o setor turístico é um dos poucos que esca-param à crise, sendo também um dos (poucos) setores com ca-pacidade para alavancar a economia nacional, retirando-a do ciclo negativo em que mergulhou a partir de 2010.

Neste contexto, ao investigador do turismo não restaria outra op-ção que não fosse simplesmente confirmar com recurso a dados

Em Portugal, segundo a revista Exame (2005) não há tradição de mudança dos auditores pelas empresas clientes, ou seja, as em-presas mudam de auditor, unicamente, por razões pontuais ou por imposição legal.

As sociedades por quotas, quando seja aplicável a revisão legal de contas, compete aos sócios deliberarem a designação do revisor oficial de contas (art.º 262 nº 2 do CSC) ou auditor oficial. Para as sociedades anónimas os membros efetivos do conselho fiscal, os suplentes e o fiscal único são eleitos pela assembleia geral, pelo período estabelecido no contrato da sociedade, mas não superior a quatro anos (art.º 413 e art.º 414 conjugados).

Em suma, existem duas correntes quanto à mudança de auditores. Uma corrente defende que se devem impor limites à permanência do auditor por um longo período de tempo a fim de melhorar a qualidade da auditoria, por via da “vigilância contínua de diferentes auditores”.

A outra corrente preconiza o contrário, a permanência do auditor na empresa cliente melhora a tomada de decisão por parte dos auditores, uma vez que, estes ao permanecerem por um longo pe-ríodo de tempo nas empresas detêm mais informação sobre a so-ciedade, nomeadamente, ao nível dos negócios dos seus clientes.

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Efetivamente, enquanto Portugal sofreu uma quebra de -8.3%, a Espanha cresceu +13.6%, a Grécia evoluiu +15.4%, a Croácia au-mentou em +7.4% o número de turistas; e a Turquia descolou de forma espetacular: + 181.3%. Nessa mesma década, a Europa teve um crescimento de 23.4% e o incremento a nível mundial foi de 39.5%.

Convém ter em conta que o indicador “chegada de turistas interna-cionais” não elucida de forma cabal a evolução da competitividade do setor turístico. Em complemento a esse indicador, é convenien-te considerar o indicador Revpar 6. Assim sendo, decidimos anali-sar a evolução do RevPar nacional, a partir dos dados disponível no IMPACTUR-Indicadores de Monitorização e Previsão da Atividade Turística (www.impactur.pt).

Como se pode constatar a partir da leitura do Gráfico 3, ao longo dos dois últimos 12 anos não se verificou uma melhoria efetiva do rendimento das unidades hoteleiras em Portugal. Pelo contrário, considerando o efeito da inflação, o RevPar do turismo português é significativamente menor em 2013 do que em 2002, após ter atingido um valor máximo de 32 euros em 2007.

À luz destes dados, fica bem claro que Portugal foi um dos pouco países do mundo que, na última década, não foi capaz de apanhar o comboio do progresso através do Turismo, tendo perdido nesse período um milhão de turistas estrangeiros, e tendo estagnado ou mesmo regredido em termos do principal indicador produtividade, o Revpar.

Perante estes dados, e sem cair na fácil tentação de personalizar as questões e de apontar culpados, torna-se necessário, como afirma Neto (2013) convidar a uma reflexão séria, para que se possa saber com clareza “onde estamos” e “para onde queremos ir”.

Aprender com os erros do passado recente

De acordo com Neto (2013), se quisermos compreender as causas da estagnação do turismo português na última década, teremos que considerar os seguintes fenómenos:

— O 11 Setembro de 2001 e o aparecimento das Low Cost;

6 Na análise da competitividade do setor turístico são utilizados outros indi-cadores estatísticos, como o crescimento médio anual da procura, a taxa de ocupação das unidades de alojamento e a diversificação de mercados. No entanto, o Revpar por si só garante uma perspetiva clara da rentabilidade financeira do setor turístico, tendo por base o subsetor do alojamento. O RevPar (Rooms Revenue per Available Room) designa a receita de alojamen-to por quarto disponível. Este índice é influenciado por dois fatores: a taxa de ocupação e o preço médio da diária e pode ser utilizado como ferramenta de controlo e também de comparação de desempenho com unidades de alojamento concorrentes e, à falta de melhor indicador, também é utilizado para aferir a competitividade do destino turístico.

estatísticos uma situação que a generalidade dos analistas econó-micos considera evidente e que vem sendo propalada por todos os meios de comunicação social.

No entanto, aludindo a um mecanismo psicossocial conhecido como groupthink (Giddens et al., 2006; McCauley, 1987; Vaughan, 1996), a Psicologia Social adverte-nos para os riscos inerentes a muitas das ideias consensuais, que podem ser puras falácias, prin-cipalmente nos casos em que os consensos são gerados sem dis-cussão, sem confronto de visões e sem recurso à demonstração. Idêntica advertência está patente na sabedoria popular, expressa por Hans Christian Andersen no conto “O Rei Vai Nu”.

É pois nosso objetivo tentar verificar se de facto o setor turístico português está ou não a progredir em termos de competitividade, e em que medida esse eventual aumento de competitividade, caso exista, se repercute na recuperação económica do país.

A evolução do turismo português durante a 1ª década do século XX

A nível internacional, e segundo dados da OMT (2008), o Turismo vem crescendo de forma bastante impetuosa desde o pós-Guerra (ver Gráficos 1 e 2), e as projeções para as próximas décadas man-têm a mesma tendência, com taxas de crescimento invariavelmen-te acima de 5%, o que corresponde a um ritmo bastante acima da média da evolução mundial.

Também em Portugal, o Turismo é um setor económico fundamen-tal, tendo adquirido o estatuto de maior sector exportador, repre-sentando cerca de 46% das exportações de serviços (Gonçalves, 2014) e mais de 14% das exportações totais (quase 9 mil milhões de euros), o que equivale a mais de 10% do PIB e a 8% do emprego no país (Neto, 2013).

Apesar disso, à luz dos dados estatístico oficiais disponíveis, so-mos forçados a concluir que a competitividade do setor turístico português tem apresentado um desempenho negativo nos últimos anos. De facto, o indicador “chegadas de turistas internacionais” indicia uma forte “anomalia” no ritmo de crescimento do setor tu-rístico, entre 2000 e 2010. Por oposição à década de 1990-2000, em que o turismo português registou um crescimento de cerca de 50%, passando de 8 para 12 milhões de turistas estrangeiros, a evolução das chegadas internacionais ao longo da primeira década do século XXI revela que o setor do turismo em Portugal não ape-nas estagnou como até sofreu uma retração de aproximadamente 1 milhão de turistas, ao contrário das tendências observadas na generalidade dos países concorrentes, onde desempenho turísti-co se traduziu em taxas de crescimento positivas muito elevadas (Quadro 1).

Gráficos 1 e 2Chegadas de turistas internacionais por região de destino

Fonte: Organização Mundial de Turismo (Abril, 2008)

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— As derivas governamentais ao nível da promoção e da fixação de objetivos estratégicos (ainda perduram na memória coletiva os famosos slogans de duvidosa eficácia: Top Ten, Go Deeper, West Coast e Allgarve, bem como a recente candidatura do Alentejo a organizador do Ryder Cup, uma região que nem se-quer tem campos de golfe!);

— A aposta na imobiliária turística, que deixou o turismo nas mãos dos mesmos interesses especulativos que estiveram na base da crise mundial (assim se compreende o aeroporto de Beja e os projetos PIN – os ditos Projetos de Interesse Nacional), deixan-do vários resorts turísticos nacionais à mercê dos famigerados fundos tóxicos (a este propósito refira-se o recente escândalo financeiro do BES – Banco Espírito Santo, ocorrido em 2014);

— As recentes medidas de introdução de portagens nas antigas SCUT (autoestradas sem custo para o utilizador) e o aumento do IVA na restauração e outros serviços turísticos.

Este diagnóstico retrospetivo levou Neto (2013) a concluir que du-rante mais de uma década não existiu um entendimento correto

sobre a natureza das mudanças estruturais que estavam a afetar o sector. Estas mudanças não foram devidamente incorporadas, e também não foram valorizadas as potencialidades reais do país, porque se acreditava que a solução passava pelos grandes projetos imobiliários.

O que nos reserva o futuro?

Não existindo uma bola de cristal que possa substituir o bom senso em termos de análise prospetiva, não há dúvidas de que se impõe a definição de uma estratégia coerente, assente numa visão realista. E para que o realismo realmente impere é importante evitar novos desvarios, desta vez relacionados com “negócios da China”.

À primeira vista, afirmar que a China não constitui um importan-te mercado estratégico para o sector turístico português significa

Quadro 1Chegada de turistas internacionais (em milhões)

Fonte: Neto (2013)

Quadro 2Top 20 do Turismo Urbano - chegadas de turistas internacionais (em milhões)

Cidade País Ranking 2012 Chegadas 2012

Ranking em 2006 Chegadas 2006 Variação

2006/2012 Variação anual

Hong Kong Hong Kong 1 23,8 5 8,1 192% 32,01%Singapura Singapura 2 21,3 4 9,5 125% 20,77%Banguecoque Tailândia 3 15,8 2 10,4 53% 8,81%Londres UK 4 15,4 1 15,6 -1% -0,19%Macau Macau 5 13,3 27 3,1 335% 55,86%Kuala Lumpur Malásia 6 13,3 15 4,1 223% 37,23%Shenzhen China 7 12,1 41 1,9 536% 89,25%Nova Iorque EUA 8 11,6 6 6,2 87% 14,47%Antalya Turquia 9 10,2 - - (*) (*)

Paris França 10 9,7 3 9,7 1% 0,14%Istanbul Turquia 11 8,8 16 4,0 121% 20,14%Roma Itália 12 8,6 8 6,0 44% 7,29%Dubai EAU 13 8,0 7 6,1 31% 5,18%Guangzhou China 14 7,8 32 2,5 214% 35,61%Phuket Tailândia 15 7,2 - - (*) (*)

Meca Arábia Saudita 16 6,8 19 3,8 80% 13,39%Pattaya Tailândia 17 6,5 - - (*) (*)

Taipé Taiwan 18 6,5 24 3,3 100% 16,67%Praga R. Checa 19 6,5 20 3,7 77% 12,81%Shanghai China 20 6,5 13 4,3 52% 8,59%Lisboa Portugal 72 2,2 47 1,7 28% 4,6%

Fonte: elaboração própria com dados da Euromonitor International (2013, 2007)(*) dados indisponíveis no ranking de 2006.

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Conclusão

Esta pequena reflexão sobre o turismo português destoa claramen-te do discurso dominante segundo o qual o Turismo constitui uma panaceia para os problemas da economia Portuguesa. De facto, uma apreciação racional dos dados disponíveis, e obtidos a partir de diferentes fontes, revela que, entre o ano 2000 e o presente, muitos erros foram cometidos pelos decisores governamentais, geralmente com a cumplicidade e por vezes com o aplauso do esta-blishment empresarial e académico. A aposta nos grandes projetos imobiliários revelou-se desastrosa, e a lição parece que ainda não foi totalmente assimilada.

É provável que o turismo português consiga sair finalmente do ciclo de estagnação onde permaneceu por demasiado tempo. Mas ainda há pouco tempo, até à sua revisão em 2011, o PENT – Plano Estratégico Nacional do Turismo (2006-2015) incluía entre os seus objetivos estratégicos a realização em Portugal de dois a três megaeventos por décadas (a exemplo do Euro 2004 ou da EXPO98). Tais objetivos de pendor “patriótico” desapareceram sub-repticiamente do menu de objetivos. No entanto, existe ain-da alguma falta de realismo no modo como se concebe o futuro do turismo em Portugal. As recorrentes referências aos “negó-cios da China” parecem ser uma versão renovada da procura de soluções que não incorporam devidamente o conhecimento das realidades do turismo.

A procura de novos mercados não deverá significar, nunca, ignorar os mercados estratégicos, que continuarão a ser no futuro os mes-mos de sempre: os países europeus. No entanto, nesses países estão a ocorrer fortes alterações demográficas. A nova estratégia para o setor turístico de Portugal deverá dar maior primazia ao segmento sénior.

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ignorar o impetuoso boom das viagens de turistas chineses ao exterior que, como se apresenta no Quadro 2, já começou a revo-lucionar o turismo nas cidades do Sudoeste Asiático (Note-se que os dados do Euromonitor também confirmam a perda de competi-tividade internacional da capital portuguesa, tendo passado da 47 para a 72 posição no ranking, devido à perda de meio milhão de turistas entre 2006 e 2012).

Apesar disso, se tomarmos em devida consideração a natureza dos grandes fluxos turísticos internacionais, facilmente concluiremos que a solução não passa por compensar as perdas de turistas eu-ropeus atraindo fluxos de turistas chineses. Como se apresenta no Quadro 3, o turismo internacional na Europa é essencialmente turismo europeu (!), e, segundo a OMT, esta tendência manter-se-á imutável. Noutros termos, apenas 12% dos turistas internacionais que visitam os países europeus são provenientes de outros conti-nentes, sendo a larga fatia de 88% constituída por turistas oriun-dos de países europeus vizinhos.

Quer isto dizer que, em relação para o setor turístico português, os principais mercados emissores continuarão a ser o Reino Unido, a Espanha, a França, a Alemanha e, em menor grau, os restantes países europeus. Consequentemente, Portugal só poderá melhorar a sua performance competitiva se conseguir manter-se atrativo nos seus mercados tradicionais europeus.

Quadro 3Percentagem de turistas internacionais oriundos do mesmo

Continente

REGIÃO 1980 1995 2010 2020 2030América 85 80 76 74 75África 31 43 46 42 45Ásia/Pacífico

69 76 78 78 79

Europa 86 87 88 88 87Mundo 82 82 81 80 79

Fonte: Neto (2013); Dados e projeções da OMT – Tourism Towards Overview – Outubro 2011.

Neste mesmo registo de realismo, convém referir que realçar, tal como o faz Neto (2013) que no contexto de uma estratégia coeren-te para o setor do turismo, o Estado não pode demitir-se das suas responsabilidades, até porque é um dos players fundamentais do sistema turístico, e também o principal proprietário das infraes-truturas e recursos turísticos. Por isso, concluiu, seria ingénuo acreditar na receita ultra-liberal, muito propalada nos últimos dois anos, segundo a qual a solução consiste apenas em “corrigir” os objectivos, propor metas menos ambiciosas, procurar novos mer-cados e proclamar que a prioridade é “Vender! Vender!”.

Gráfico 3Evolução do valor global de RevPar nacional

entre 2002 e 2013 (euros)

Fonte: www.impactur.pt

Leiria-Portugal · 25-26 Septiembre 2014

XVI Encuentro AECA

PAT R O C I N A N / C O L A B O R A N

Recuperación económica: confianza e inversión en Europa“ ”“ Recuperação económica: confiança e investimento na Europa”

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Diminuição do custo de capital

Muitos estudos indicam que existe uma diminuição do custo de capital após a admissão num mercado internacional. Em particular, Miller (1999) concluiu no seu estudo que colocar ações à cotação em segundas bolsas pode reduzir as barreiras aos fluxos de capi-tais resultando numa diminuição do custo de capital.

A redução do custo de capital após admissão pode ser resultado de diversos fatores, dos quais apresentamos de seguida os mais referidos na literatura.

Partilha do risco

Karolyi (1998) refere que a admissão das ações numa bolsa in-ternacional pode alterar o risco das ações e consequentemente o custo de capital. De acordo com os resultados do estudo de Serra (1999) a admissão das ações de empresas de mercados emergen-tes à cotação numa bolsa internacional, faz diminuir a rendibilida-de exigida das empresas, refletindo uma melhor partilha do risco. Também Doidge et al. (2004), Bancel e Mittoo (2001), mencionam que se os investidores dos EUA enfrentam obstáculos em investir em empresas estrangeiras e se a admissão das ações dessas em-presas nos EUA reduz esses obstáculos, o risco da empresa é mais partilhado derivado à expansão da base acionista.

Licht (2000) menciona que uma maior heterogeneidade dos acio-nistas, resultante do alargamento da base acionista ao âmbito internacional, pode criar uma situação na qual os investidores respondem menos uniformemente a novas informações sobre as empresas, estabilizando, por isso, os movimentos do preço das ações e o seu risco não sistemático para os investidores e conse-quentemente diminuindo o custo de capital.

Também a respeito do risco, Saudagaran (1988) refere que adicio-nar ações estrangeiras à carteira permite a formação de carteiras mais eficientes pela redução do risco das carteiras agregadas e assim reduzir o risco diversificável global e como tal, o prémio de risco e também a taxa de rendibilidade requerida de ações transa-cionadas internacionalmente.

Aumento da transparência

Segundo Pagano et al. (2001) colocar ações à cotação num país com melhores padrões contabilísticos permite à empresa ter maior transparência e por isso reduzir custos de monitorização dos seus acionistas e consequentemente a sua rendibilidade exigida. Con-forme Doidge et al. (2004), a admissão à cotação em mercados de capitais mais exigentes a nível de requisitos de divulgação, sinaliza para o mercado a elevada qualidade das empresas, aumentando, por isso, o seu valor.

De acordo com Pagano et  al. (2001) a admissão à cotação das ações num país com padrões mais exigentes de proteção ao inves-tidor pode afetar alguns aspetos do governo das empresas e dessa forma atenuar os problemas de agência entre gestores e acionis-tas. Curiosamente, no entanto, de acordo com Chung et al. (2014), as empresas familiares procuram mercados estrangeiros com leis menos protetoras para o investidor externo.

Novos fundos

De acordo com Saudagaran (1988) as empresas domiciliadas em pequenos países têm oportunidades de financiamento limitadas no mercado nacional e procuram o estrangeiro para poderem obter fundos para se expandir. Por isso, a procura de fundos no estran-geiro, quer seja dívida ou capital, é provavelmente o motivo que faz com que as empresas pretendam ter as suas ações cotadas numa bolsa internacional.

Lígia FebraEscola Superior de Tecnologia e Gestão de Leiria Centro de Investigação em Gestão para a Sustentabilidade Instituto Politécnico de Leiria

Vantagens e desvantagens da admissão à cotação de ações em bolsas internacionais

Este artigo tem como objetivo efetuar uma breve resenha das poten-ciais vantagens e desvantagens da colocação de ações em bolsas in-ternacionais.

Depois de uma breve introdução começaremos por apresentar as principais vantagens, em particular, o aumento da notoriedade no mercado produto estrangeiro, a diminuição do custo de capital, a necessidade de novos fundos, o aumento da liquidez, e a diminui-ção do risco político. No que diz respeito às desvantagens iremos referir, entre outras, as comissões legais, os custos de reconcilia-ção das demonstrações financeiras com os padrões internacionais e os requisitos de divulgação.

Introdução

Ao longo das últimas décadas as restrições de propriedade es-trangeira e da mobilidade dos capitais têm vindo a diminuir, mas apesar do visível aumento da integração dos mercados de capitais a geografia continua a ser uma questão relevante para as finanças. Na verdade e como referem Kang e Stulz (1997), se os investidores apenas se preocupassem com a média e a variância da rendibilida-de da sua riqueza real investida e se as barreiras ao investimento internacional fossem reduzidas, então os investidores deveriam possuir uma carteira cópia do mercado mundial.

Uma das formas de aumentar as oportunidades de diversificação ao investidor é, de acordo com vários autores, em particular Sta-pleton e Subrahmanyan (1977), a colocação de ações em bolsas internacionais, facto que justifica, em parte, a importância do estu-do dos vários aspetos associados à admissão de ações em bolsas internacionais. Gagnon e Karolyi (2010) reforçam a ideia que este tema ainda continua a ter elevado interesse em termos de inves-tigação.

Vantagens da admissão à cotação de ações em bolsas internacionais

Expomos aqui as principais potenciais vantagens, não mutuamente exclusivas, da admissão à cotação em bolsas internacionais, apre-sentadas na literatura financeira.

Aumento da notoriedade nos mercados do produto

De acordo com Pagano et al. (2002) a admissão à cotação de ações numa bolsa internacional pode ser uma força competiti-va para a empresa, permitindo-lhe aumentar a sua notoriedade junto dos seus fornecedores, colaboradores e clientes. Os mes-mos autores advogam que as empresas europeias que colocam ações à cotação no estrangeiro tendem a ser mais orientadas para a exportação. Também Saudagaran (1988) considera que a colocação de ações a cotação no estrangeiro aumenta a vi-sibilidade da empresa e ajuda o esforço de marketing através da identificação do produto no país anfitrião. Os resultados do estudo de Baker et al. (1998), utilizando como medida de visi-bilidade a cobertura de analistas e como amostra 193 empresas estrangeiras admitidas na NYSE e 210 na LSE, suportam a hi-pótese que a admissão no estrangeiro aumenta a visibilidade da empresa.

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Aumento da liquidez

De acordo com a literatura financeira, apesar de se considerar, de uma forma geral, que a admissão à cotação de ações em merca-dos de capitais internacionais aumenta a liquidez das ações, esta relação de causa efeito nem sempre se verifica. Segundo o estudo de Karolyi (1998), a evidência mostra que a admissão no estran-geiro aumenta a liquidez das ações globalmente, mas este aumento depende do aumento no total do volume de transações, da loca-lização do mercado estrangeiro e da amplitude das restrições de propriedade estrangeira no país doméstico. Pagano et al. (2002) consideram que a admissão das ações num mercado internacional nem sempre aumenta a liquidez destas devido, potencialmente, ao impacto no equilíbrio do mercado que resulta da fragmentação. A propósito desta questão, Foerster e Karolyi (1993) citam um con-junto de estudos que indicam que após a admissão internacional existe uma redução no volume de transações das ações no merca-do doméstico, mas um aumento no total do volume de transações se os custos de transação no estrangeiro são menores.

Diminuição do risco político

Howe e Kelm (1987) consideram que se as empresas dos EUA co-locarem à cotação as suas ações no estrangeiro podem melhorar sua relação com o governo estrangeiro e com a comunidade finan-ceira estrangeira e dessa forma reduzirem o risco político.

De acordo com Saudagaran (1988) a filosofia nacionalista geral-mente reivindica que o controlo sobre o destino económico das nações deve estar nas mãos de nacionais e que estes deverão ser preferidos, em detrimento dos estrangeiros, para beneficiar das oportunidades económicas e de negócio do país. Colocar as ações de uma empresa à cotação numa bolsa estrangeira fornece os meios para encontrar a propriedade local pretendida sem perder o controlo da tecnologia.

Desvantagens da admissão à cotação de ações em bolsas internacionais

Se por um lado, como já referido, as exigências ao nível de divulga-ção podem ser benéficas, por outro lado, e de acordo com Karolyi (1998), Bancel e Mittoo (2001), os requisitos de divulgação são o principal impedimento para as empresas colocarem as suas ações à cotação em mercados de capitais internacionais. Saudagaran e Biddle (1995) indicam outros custos associados à admissão à co-tação no estrangeiro como comissões de subscrição, comissões de registo, reconciliação das demonstrações contabilísticas com os padrões internacionais, honorários aos advogados e consul-tores e despesas de tradução e impressão. Pagano et al. (2002) referem que os estudos de Fanto e Karmel (1997) evidenciam que os custos de maior peso são os de reconciliação com os padrões contabilísticos e o risco de processos legais. Dado que os custos de admissão à cotação de ações no estrangeiro envolvem uma pro-porção significativa de custos fixos, segundo os mesmos autores, estes devem ser uma grande barreira para as empresas de menor dimensão.

A dimensão dos custos também depende, potencialmente, da lo-calização da bolsa internacional, por exemplo, e de acordo com Bancel e Mittoo (2001), os custos de admissão nos EUA são supe-riores aos das bolsas europeias.

Conclusão

Neste artigo pretendeu-se identificar as principais vantagens e desvantagens associadas à decisão de admissão à cotação em mercados de capitais estrangeiros. No que diz respeito às van-tagens, referimos o aumento da notoriedade no mercado pro-duto estrangeiro, a diminuição do custo de capital, o aumento da liquidez, a necessidade de novos fundos, e a diminuição do risco político, No que se refere às desvantagens evidenciámos as comissões legais, os custos com a reconciliação das demonstra-

ções financeiras com os padrões internacionais e os requisitos de divulgação.

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2. Pontos de convergência e de divergência/omissos entre as IPSAS e as normas nacionais (POCAL e CIBE)

Analisando as IPSAS 16, “Propriedades de Investimento, IPSAS 17, “Ativos Fixos Tangíveis” e IPSAS 31 “Ativos Intangíveis” com-parativamente com o POCAL e o CIBE constata-se que, embora alguns aspetos das normas sejam semelhantes, na sua maioria di-ferem significativamente, nomeadamente na forma exaustiva como as IPSAS, ao invés do POCAL e o CIBE, esclarecem:

— O âmbito de aplicação das normas;

— A definição de conceitos;

— O estabelecimento de critérios a utilizar;

— O tratamento preconizado face a situações concretas e,

— Os exemplos apresentados com o objetivo de esclarecer a apli-cação das respetivas normas.

A grande diferença encontrada entre os dois normativos é, po-rém, a base de mensuração após o reconhecimento: o princípio que prevalece no POCAL é o do custo histórico enquanto as IPSAS permitem a opção entre o modelo do custo e o modelo do justo valor.

Além destas divergências fundamentais, identificam-se outros pontos divergentes/omissos e convergentes, que merecem ser realçados sendo por isso tratados de forma autónoma.

2.1. Pontos de convergência

Observando a IPSAS 16, “Propriedades de Investimento, IPSAS 17, “Ativos Fixos Tangíveis” e IPSAS 31 “Ativos Intangíveis” com-parativamente com o POCAL e o CIBE apresentamos os seguintes pontos de convergência:

— Ambas as normas exigem na data do reconhecimento dos ati-vos a mensuração pelo respetivo custo de aquisição/produção (IPSAS 17 e 31).

— As IPSAS 16, 17 e 31 preveem que a mensuração no reconhe-cimento dos ativos adquiridos por meio de uma transação de não troca, sejam reconhecidos pelo justo valor, o POCAL prevê que sejam mensurados segundo critérios exequíveis, pelo valor patrimonial ou pelo valor que resultar da avaliação. Apesar de o POCAL não referir claramente o justo valor, a mensuração pelo valor resultante da avaliação já é um critério de mensuração semelhante ao do justo valor.

— Ambas as normas contemplam como custo dos ativos o preço de compra e outros dispêndios atribuíveis 1.

— O POCAL aproxima-se das IPSAS 16 e 17 no que se refere aos dispêndios subsequentes, ao estipular que os dispêndios sub-sequentes, que prolongam a vida útil dos ativos reparados são incorporados no valor deles. No entanto o CIBE acrescenta que em caso de dúvida, considera-se grande reparação ou benefi-ciação sempre que o respetivo custo exceda 30% do valor pa-trimonial líquido do bem móvel.

— POCAL e CIBE não utilizam o termo perdas por imparidade, utili-zado na IPSAS 17 e 31, mas antes amortizações extraordinárias. Em termos conceptuais, os dois conceitos são equivalentes.

1 Em relação aos dispêndios atribuíveis aos AFT na IPSAS 17, existem algumas exceções previstas na norma e omissas no POCAL, nomeadamente, quantidades anormais de materiais ou de mão-de-obra ou outros recursos desperdiçados na produção de um ativo, pelo que não são incluídos no custo do AFT.

Maria José Fernandes Professora coordenadora principal da Escola Superior de Gestão do IPCA Doutorada em Ciências empresariais)

Marisa NetoMestre em gestão Autárquica, Chefe de Divisão no Município de Guimarães

Mensuração do Ativo Imobilizado Autárquico: convergência entre o POCAL e as IPSAS

1. Introdução

No âmbito da New Public Management, a contabilidade públi-ca, a nível mundial, tem vindo a sofrer diversas reformas. Em Portugal a reforma iniciou-se nos anos 90, atingindo o seu ponto alto com a publicação do Plano Oficial de Contabilidade Pública (POCP) em 1997, sendo em 1999 publicado o Plano Oficial de Contabilidade das Autarquias Locais (POCAL) com aplicação à Administração Local.

Cerca de 17 anos após a sua aprovação verifica-se que o sistema atualmente em vigor não produz informação com a qualidade desejável e adequada às necessidades dos diferentes utilizado-res. Efetivamente, a aplicação plena do princípio do acréscimo está ainda longe de ser alcançada (em especial nas entidades sujeitas ao POCP), o processo de consolidação das contas tor-nou-se uma tarefa difícil e sujeita a ajustamentos devido à inte-gração, no perímetro de consolidação, de entidades que aplicam sistemas contabilísticos distintos e, por fim, a falta de harmo-nização do sistema contabilístico nos diferentes subsetores da Administração Pública dificulta a fiabilidade e a qualidade das contas nacionais.

A crise económico-financeira mundial dos últimos anos – na qual Portugal se encontra envolvido - bem como o ambiente de globalização vêm acentuar a necessidade da qualidade da in-formação financeira e a necessidade da adoção de princípios e procedimentos semelhantes nas diferentes entidades públicas.

A divergência entre os normativos nacionais e internacionais leva a que não haja harmonização contabilística, prejudicando a comparabilidade das demonstrações financeiras entre os paí-ses, e também entre as entidades dos diferentes subsetores da Administração Pública.

Deste modo, torna-se essencial a harmonização das normas contabilísticas, nomeadamente entre os Estados Membros da UE e, dentro dos próprios países, entre os diversos setores. Em 2012, com a criação de um comité de normalização conta-bilística público, iniciaram-se os trabalhos técnicos com vista à aprovação de um único Sistema de Normalização Contabilística-Administrações Públicas (SNC-AP) adaptado às normas interna-cionais de contabilidade específicas para o setor público (IPSAS) e às leis nacionais em que estas matérias são reguladas.

Considerando a iminência da adoção das IPSAS em Portugal, neste estudo, procura-se dar a conhecer as alterações espera-das nos critérios de mensuração dos bens do ativo imobiliza-do das autarquias locais com a convergência das normas por-tuguesas (nomeadamente o POCAL e o CIBE) para as normas internacionais(nomeadamente a IPSAS 16, “Propriedades de Investimento”, a IPSAS 17, “Ativos Fixos Tangíveis” e a IPSAS 31, “Ativos Intangíveis”), identificandoas situações omissas e os principais pontos de convergência e de divergência entre os di-ferentes normativos.

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b) Actividades docentes: hasta 10 puntos.

c) Publicaciones académicas y profesionales: hasta 20 puntos.

d) Participación en congresos y otras reuniones: hasta 10 puntos.

e) Formación académica y continuada: hasta 10 puntos, siendo exigible en todo caso un título universitario oficial o formación práctica continuada y un mínimo de 2 puntos.

f) Otros méritos: hasta 10 puntos.

Estructura técnica

Con el fin de garantizar los niveles más altos de calidad y rigor en el proceso de acreditación, ECA-Experto Contable Acreditado de AECA, cuenta con una completa estructura para la revisión técnica y evaluación de las solicitudes recibidas, compuesta por un Comité de Evaluación, un Consejo Asesor y una Secretaria Técnica, en la cual participan un selecto grupo de expertos de reconocido prestigio profesional e institucional.

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Quadro 1

Assunto Normas Nacionais Normas Internacionais

Reconhecimento Não impõem qualquer exclusão ao seu re-conhecimento, referindo apenas que têm de ter carácter de continuidade ou perma-nência superior a 1 ano e não se destinarem a ser vendidos ou transformados.

Impõem requisitos para que os itens sejam reconhecidos como ativos, nomeadamente:

a) As IPSAS 16, 17 e 31 consideram que só se deve reconhecer, aqueles ativos que tenham associado a probabilidade de fluírem para a entidade benefícios económicos futuros ou potenciais de serviços e que sejam mensurados com fiabilidade;

b) A IPSAS 31 exige o reconhecimento como gastos do período: os dispêndios com a investigação e instalação e identifica um conjunto de dispêndios com ativos intangíveis, que, apesar de em alguns casos, gerarem benefícios económicos futuros ou potenciais serviços não resultam na criação de um ativo intangível que satisfaça os critérios de reconhecimento estabelecidos na norma;

c) A IPSAS 16 permite o reconhecimento de propriedades de investimento detidas na sequência de um contrato de locação operacional, desde que a entidade opte por utilizar o modelo do justo valor na mensuração subsequente das propriedades de investimento, sendo escriturado como se de um contrato de locação financeira se tratasse; e,

d) Em relação aos ativos de património histórico tangível e intangível, as IPSAS 17 e 31 colocam à entidade a opção de os reconhecer e mensurar.

Mensuração Preveem apenas um momento de mensu-ração, no reconhecimento inicial, ao custo histórico, determinando que os bens do imobilizado não são suscetíveis de reava-liação, exceto quando venham a existir nor-mas legais que a autorizem e que definam os respetivos critérios de valorização.

Dividem a mensuração em dois distintos momentos: mensuração no momento do reconhecimento inicial e mensuração após o reconhecimento inicial.

a) Mensuração no reconhecimento inicial é ao custo histórico.b) Mensuração após o reconhecimento inicial é colocado à disposição das entidades a

possibilidade de optarem pelo método do justo valor ou do custo histórico.

Em relação às propriedades de investimento em construção, a IPSAS16 determina que devem ser mensuradas pelo justo valor, exceto quando não seja possível determinar o justo valor com fiabilidade, caso em que é mensurado pelo modelo do custo.

Amortizações / depreciações

O ativo imobilizado é amortizado pelo mé-todo das quotas constantes e quando tiver uma vida útil limitada fica sujeito a uma amortização sistemática durante esse pe-ríodo. Além disso estipula uma duração máxima de 5 anos para determinados ati-vos (ativos intangíveis).

Apontam critérios distintos, nomeadamente: a) A IPSAS 16 ao definir que se a entidade adotar o modelo do justo valor às propriedades

de investimento, estas não sofrem depreciações nem perdas de imparidade, se adotar o modelo do custo, as depreciações e perdas de imparidades das propriedades de investimento devem ser determinadas de acordo com a IPSAS 17;

b) A IPSAS 17, além de definir que a depreciação dos ativos fixos tangíveis deve ser imputada numa base sistemática durante a sua vida útil, o método de depreciação usado deve refletir o modo em que se espera que os futuros benefícios económicos ou potencial de serviço seja consumido pela entidade e é aplicado de forma consistente, de período para período, salvo se tiver havido uma alteração no modo esperado desses benefícios económicos ou potencial de serviço;

c) A IPSAS 31 prevê a amortização sistemática dos ativos intangíveis com uma vida útil limitada e a realização de um teste anual de imparidade para os ativos intangíveis com uma vida útil indefinida.

Custo de compra (aquisição a crédito)

Permite a capitalização no valor das pro-priedades de investimento dos juros de empréstimos obtidos para financiar essas propriedades.

A IPSAS 16 define que o custo com os juros de empréstimos obtidos para financiar as propriedades de investimento devem ser reconhecidos como juros durante o período de crédito.

Troca de ativos POCAL é omisso.O CIBE prevê a utilização do valor resul-tante da avaliação na troca de ativos de imobilizado.

Definem os critérios a ter na troca de ativos.A mensuração do ativo recebido é:

• Ao justo valor (regra geral), exceto se:

– A transação de troca careça de substância comercial; ou – O justo valor do ativo recebido e o justo valor do ativo cedido não possam ser

mensurados com fiabilidade.

• Quantia escriturada do ativo cedido. Quando o ativo adquirido não for mensurável ao justo valor.

Propriedades de investimento detidas ao abrigo de um contrato de locação e transferências de propriedades de investimento

POCAL e CIBE são omissos. A IPSAS 16 define os critérios a ter em conta nas propriedades de investimento detidas ao abrigo de contratos de locação e especifica o tratamento contabilístico a adotar nas transferências de ou para propriedades de investimento.

Revisão do valor residual, da vida útil e do método de depreciação

Não está definido no POCAL e CIBE. A IPSAS 17 estabelece os critérios a ter em conta na revisão do valor residual, da vida útil e do método de depreciação dos ativos fixos tangíveis e a IPSAS 31 estabelece os critérios a utilizar para a determinação da vida útil dos ativos intangíveis.

Critério de eliminação/des-reconhecimento

POCAL é omisso.O CIBE estipula que os bens devem perma-necer no inventário até ao seu abate, que regra geral deverá verificar-se no final do período de vida útil.

Estabelecem os critérios a utilizar para efeitos da alienação/eliminação/desreconhecimento dos ativos, nomeadamente o desreconhecimento da quantia registada da parte substituída de um ativo.

Fonte: Elaboração própria.

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— A uniformização e definição dos critérios de mensuração, por forma a que a informação proveniente das demonstrações financeiras seja comparável, credível, transparente e relevan-te.

Maria Leonor Fernandes FerreiraProfessora Associada Nova School of Business and Economics da Universidade Nova de Lisboa and INOVA

Uma Aproximação ao Conceito de Goodwill

1. Introdução

O goodwill é tema presente no debate económico, financeiro e contabilístico da actualidade e assunto central quando se avalia uma empresa. Neste trabalho, a partir das divergências entre va-lor patrimonial e valor de rendimento,ensaia-se uma aproximação ao conceito de goodwill 1.

Na realidade não existe um valor único para a empresa. Em parte, isso deve-se à multiplicidade de modelos que podem utilizar-se na avaliação. Destacam-se os modelos patrimoniais, os mode-los que partem do rendimento e os modelos mistos. Os modelos patrimoniais baseiam-se na avaliação dos activos e passivos da empresa considerados individualmente. Os modelos com base no rendimento calculam o valor de uma empresa a partir do valor ac-tualizado dos fluxos estimados de rendimento futuro, tais como os resultados, os cash flows ou os dividendos. Os modelos de avaliação mistos combinam valor patrimonial e valor de rendi-mento 2.

Os modelos de avaliação de empresas têm evoluído, mas reve-lam-se imperfeitos quando se consideram as variáveis a partir do património e do rendimento.

De acordo com o conceito financeiro de valor, os modelos de avaliação de empresas a partir do rendimento são preferíveis aos modelos patrimoniais. Porém, como a geração de rendimentos no futuro depende da utilização, em conjunto, dos diversos ele-mentos activos e passivos da empresa, os modelos de avaliação patrimonial têm também utilidade. Por isso, se defende que se estime o valor de uma empresa através dos modelos mistos, que combinam modelos das categorias anteriores.

1 Vide, para mais desenvolvimentos, Ferreira, L, (2008). Modelos de Avaliação de Empresas e Utilidade da Informação Contabilística. Colecção “Teses”, Lisboa: Editora Lusíada.

2 Existem ainda os modelos comparativos, que comparam o preço de mer-cado de uma acção com grandezas representativas do valor patrimonial ou do valor de rendimento, tais como o PER, o PCF e o PBV. Os modelos com-parativos pressupõem que a avaliação feita pelo mercado, isto é, os preços nele formados pelo jogo da oferta e da procura está, em média, correcta mas comete erros em cada avaliação individual. O valor de uma empresa não cotada é dado pelo produto de uma constante —o multiplicador da empresa comparável cujas acções estão admitidas à cotação em bolsa— por uma grandeza representativa do valor da empresa sob avaliação. A fragilidade dos pressupostos em que assentam esses modelos justifica que não sejam utilizados isoladamente, mas em conjunto com os modelos referidos ante-riormente. Numa outra linha, enquadram-se os modelos de gestão baseada no valor que encaram a avaliação como uma tarefa de gestão corrente e integram-na na análise financeira, na análise estratégica e no marketing da empresa. De entre eles, o evA©, o mvA© e o cfroi são os mais comuns.

— O POCAL permite capitalizar os juros dos empréstimos obti-dos no valor das imobilizações (financiadas por empréstimos), convergindo com a IPSAS 17 e 31, as quais permitem que os juros sejam reconhecidos na quantia escriturada dos ativos de acordo com o tratamento permitido na IPSAS 5, “Custos de Empréstimos Obtidos”.

— A IPSAS 31 e o POCAL são coincidentes no que se refere aos dispêndios de desenvolvimento ao reconhecerem esses dispên-dios como Ativo Intangível.

2.2. Pontos divergentes/omissos

No que respeita aos pontos divergentes/omissos entre a IPSAS 16, “Propriedades de Investimento, IPSAS 17, “Ativos Fixos Tangíveis” e IPSAS 31 “Ativos Intangíveis” comparativamente com o POCAL e o CIBE são demonstrados no quadro seguinte (Quadro 1).

3. Considerações finais

Perante os pontos anteriormente identificados, podemos constatar que:

— Se as autarquias locais à semelhança da maioria das empresas, optarem por utilizar o custo histórico na mensuração após o reconhecimento inicial dos seus ativos não haverá alterações significativas.

— Caso optem pelo justo valor e pela revalorização, que é o critério que permite fornecer a informação mais revelante, aí sim haverá alterações significativas.

— As autarquias locais poderão optar pelo reconhecimento e men-suração dos ativos de património histórico tangível e intangível.

— Os dispêndios que não cumpram os critérios de reconhecimen-to, nomeadamente as despesas de instalação, de investigação e parte de desenvolvimento, deixam de ser considerados como ativos intangíveis e passam a ser registados como gasto do exercício.

O facto de as autarquias locais terem mais que uma opção de crité-rios de mensuração e reconhecimento, tenderá a colocar em causa a harmonização e a comparabilidade das demonstrações financei-ras, uma vez que cada uma das autarquias locais poderá utilizar critérios de mensuração diferentes.

Trata-se de um grande investimento o desenvolvimento e aquisi-ção de softwares e a formação de recursos humanos qualificados, traduzindo-se numa grande dificuldade no tempo atual de crise, com grandes restrições orçamentais e a redução de recursos hu-manos. O sucesso na adoção das IPSAS implica um “projeto bem desenhado e uma estratégia eficaz de gestão de mudanças, que leve em consideração pessoas e exigências tecnológicas” (Pwc, 2013, p. 11).

Para que o modelo do justo valor não coloque em risco a objetivi-dade e a credibilidade das demonstrações financeiras é necessário que os critérios sejam objetivos e ditados por normas competentes, com acessos fechados ao subjetivismo (Lopes de Sá, 2009b, p. 49).

Como considerações finais, apresentamos algumas sugestões re-lativamente aos pontos principais de ambas as normas que deve-riam dar origem ao futuro SNC-AP.

— Deverá manter, com as devidas adaptações, determinados ele-mentos do POCAL, em virtude de não romper definitivamente com o modelo até então adotado, bem como, de aproveitar o que de bom tem o POCAL, nomeadamente o Plano de Contas e as respetivas notas explicativas e os modelos padrão das de-monstrações financeiras;

— Deverá ter-se em conta a estrutura conceptual para a apresenta-ção e divulgação das demonstrações financeiras; e,

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v) Não há retenção de lucros, sendo totalmente distribuídos aos sócios da empresa, hipótese que garante a não variabilidade do valor do património.

O valor de rendimento é, por definição, a soma dos fluxos de rendi-mento F gerados por um património P em funcionamento, durante n períodos e actualizados à taxa t (com 0 < t < 1). O limite dessa soma vem dado por:

R = F / t (1)

O rendimento periódico gerado pelo património P, aplicado a uma dada taxa de rendibilidade r é dado por:

F = P · r (2)

Substituindo (2) em (1), tem-se que:

R = P · r / t (3)

Quando r = t, ou seja, a taxa de actualização t igualar a taxa de ren-dibilidade r que se espera obter do património P e então, verifica-se a igualdade entre o valor do património e o valor de rendimento,-que se designa “igualdade teórica”.

V = R = P (4)

3. Desigualdade prática: os vários valores da empresa

Para estimar na prática o valor de uma empresa podem utilizar-se diversos modelos, cada um com múltiplas variantes.

Na avaliação de acções cotadas em bolsa utilizam-se geralmente as informações publicadas sobre a empresa a avaliar e procede-se à actualização dos fluxos de rendimento esperado pelo investidor (os dividendos) e mais valias. A taxa de actualização representa a rendibilidade exigida pelo investidor em função do risco que ele assumirá nesse investimento. Na avaliação de participações mi-noritárias de sociedades não cotadas conta principalmente o lucro distribuído (o dividendo, nas sociedades anónimas), pois este é, muitas vezes, o único direito que, de facto, a titularidade de tais participações de capital confere.

Na prática7, quando se aplicam diferentes modelos de avaliação de empresas valor rendimento R* e o valor patrimonial P* calculados diferem, observando-se umas vezes R* < P*, e outras P* > R*. Ou seja, conclui-se que a igualdade teórica enunciada em (4) não se verifica de facto:

R* ≠ P* (5)

4. Aproximação ao conceito de goodwill

Quando o valor de rendimento é superior ao valor patrimonial, R* > P* , diz-se que existe goodwill (G* > 0). O goodwill G*, me-dido pela diferença entre o valor de rendimento R* e o valor patri-monial P*, resulta da aplicação dos métodos de avaliação às cifras da empresa 8:

7 Os valores com “asterisco” (*) resultam da aplicação dos modelos de avaliação às cifras das empresas a avaliar.

8 Se o goodwill “medido” com rigor económico-financeiro —e, consequen-temente, com rigor contabilístico— fosse ele próprio considerado um “ele-mento do património”, e como tal relevado apropriadamente nos balanços, deixaria de verificar-se esta diferença ou de simplesmente se aceitar que ela se escrevesse conforme a expressão (6). Porém, perante as actuais “con-

O valor patrimonial tem girado em torno do conceito de valor-custo. Em parte, por isso se argumenta que o valor patrimonial P* não se identifica, geralmente, com o valor da empresa V. O va-lor contabilístico apresenta o inconveniente de incluir os activos não utilizados na exploração, inclusão que será correcta ao ava-liar uma empresa para efeitos de liquidação, mas não é aceitável sob o pressuposto de continuidade da exploração. Essa deficiên-cia é ultrapassada pelo valor substancial e pelo valor dos capitais permanentes necessários à exploração, que somente consideram os activos afectos à exploração. Não obstante, o valor substan-cial bruto não atende ao modo como os activos são financiados e, portanto, não pode confundir-se com o valor da empresa na perspectiva dos sócios.

Os modelos de avaliação a partir do rendimento assentam no conceito económico de valor-utilidade. Classificam-se em função da grandeza escolhida como representativa do fluxo de rendimen-to periódico, falando-se, então, de modelos de actualização dos lucros, modelos de discounted cash flow e modelos de avaliação a partir dos dividendos. Estes modelos comportam variantes, consoante os pressupostos tomados a respeito da evolução dos fluxos de rendimento futuro, fixação do período de previsões ex-plícitas desses fluxos, evolução da taxa de actualização e estima-tiva do valor residual da empresa3.

2. Igualdade teórica: o valor único da empresa

Num espaço económico com fracas taxas de crescimento, taxas de inflação negligenciáveis e taxas de desvalorização monetária desprezíveis, mercados estáveis e tecnologia de lenta evolução, considere-se uma empresa, com um património operacional 4 P, a operar num sector único e por tempo ilimitado 5.

Sendo razoavelmente gerido, esse património P deveria proporcio-nar um rendimento periódico F, correspondente à rendibilidade r normal para o sector de actividade da empresa. A empresa teria, então, o valor V, igual ao valor de rendimento da empresa, repre-sentado por R.

Num contexto de certeza, consideram-se ainda, as seguintes hi-póteses:

i) O valor do património P da empresa mantém-se constante ao longo da sua vida;

ii) A taxa de remuneração periódica r obtida pela aplicação do pa-trimónio P é também constante ao longo da vida da empresa;

iii) O fluxo de rendimento periódico F é constante 6;

iv) A taxa de actualização desses fluxos de rendimento é constan-te e igual a t e,

3 Nas correntes mais recentes de investigação, a preferência vai para os modelos que consistem na actualização dos cash flows futuros. Por outro lado, é sempre possível estabelecer-se a correspondência entre os cash flows e os resultados líquidos, podendo os primeiros calcular-se indirectamente a partir dos últimos. A avaliação a partir dos dividendos é sempre na óptica dos sócios.

4 A expressão património operacional é usada aqui com o sentido de activo líquido (isto é, deduzidas as depreciações e as imparidades acumuladas). Daqui em diante, neste trabalho fala-se apenas de património.

5 A duração da empresa é ilimitada. Por razões operatórias e experimentais considera-se um número n finito de períodos de igual duração (convenção de actualização descontínua).

6 Na realidade nunca o será, mas substituem-se os fluxos reais (históricos e/ou previsionais) observados ou estimados num número finito de períodos pela respectiva média aritmética simples ou por um desses fluxos (o último, por exemplo) considerado como mais representativo da sucessão de fluxos, ou por outro valor mais característico. Para P pode proceder-se de igual modo.

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Fontes de goodwill

R* ≠ P* r* ≠ t* r* = t*

BADWILL (goodwill negativo)

R* < P*

R* < R e r* < t*

A empresa proporciona rendimentos inferiores

ao mínimo aceitável (v.g., infralucros ou prejuízos; r* = 0 ou

r* < r)

P* > P e r* = t*

A estimativa do valor patrimonial inclui activos que

não geram rendimento na empresa

(v.g., activos fora de exploração)

GOODWILL

R* > P*

R* > R e r* > t*

A empresa proporciona rendimentos superiores

ao mínimo aceitável(v.g., sobrelucros; r* > r)

P* < P e r* = t*

A estimativa do valor patrimonial não inclui

todos os activos que geram rendimento na empresa(v.g., activos intangíveis)

Para Fabio Besta, avviamento (goodwill) é o valor que uma empre-sa próspera tem por si mesma independentemente dos seus bens, ou, ainda, a mais valia que adquirem tais bens em conjunto, quando adequadamente utilizados 12. O avviamento deflui da aferição do valor dos frutos que um património pode gerar;. Para Lopes de Sá, o goo-dwill é um sistema que envolve os valores dos elementos subavalia-dos do activo e sobreavaliados do passivo e as potencialidades de liquidez, rendibilidade, produtividade, elasticidade, economicidade e equilíbrio dos elementos da empresa 13.

De acordo com Schmalenbach, o goodwill decompõe-se em dois elementos: um deles inclui os custos da organização de uma em-presa, isto é, os custos dos bens económicos com carácter ima-terial, tais como a clientela, imagem e organização, específicos de uma dada empresa; o outro é o sobrevalor de capitalização, ou seja, a diferença entre o valor de rendimento de uma empresa e o “valor de criação total” 14.

6. Modelos de avaliação de empresas com goodwill

Quando na determinação do valor de uma empresa se entra em conta com o goodwill, está-se no domínio dos modelos mistos, que atentam simultaneamente no valor de rendimento e no valor patrimonial.

Os modelos mistos de avaliação assentam na ideia de que o valor de uma empresa é dado pela soma do valor patrimonial mais o goodwill, representando este a capacidade da empresa obter fluxos de rendimento acima da rendibilidade mínima exigida pelo inves-tidor.

Quando existe goodwill, o valor de uma empresa V deverá situar-se num intervalo cujo ínfimo é o valor patrimonial P e cujo supremo é o valor de rendimento, F / t considerando a duração ilimitada da empresa:

P < V < F / t (10)

E o goodwill estará compreendido no intervalo:

12 Besta, F. (1922): La Ragioneria, Vol. I, Cap. VI., art. 1, pp. 422 e seguintes, L’Avviamento delle Impresa, 2ª ed., edição Francesco Vallardi, Milão, 1922.

13 Lopes de Sá (1986), em Avaliação de Acções e Teoria do Património Líquido Real, Salvador, Escola de Administração Fazendária: 13.

14 Vide Schmalenbach, E., Balance Dinámico, Madrid, Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, s.d., pp. 203-204 (tradução da 11ª edição alemã).

G* = R* – P* (6)

Substituindo R* em (6) pela expressão do valor de rendimento em (3) vem:

G* = P* · r* / t* – P* (7)

Esta expressão é equivalente a:

G* = (r* · P* – t* · P*) / t* (8)

A expressão [8] representa o limite da soma de uma série geomé-trica infinita de razão 1 / (1+ t*) cuja forma geral é a seguinte:

(r* – t*) · P*G* = ∑

n

i=1 ———————

(1 + t*)i (9)

A expressão pressupõe que o goodwill tem uma duração ilimita-da e igual à duração da empresa (n  →  ∞) e que as rendas do goodwill (no numerador) obtidas nos n períodos são iguais e são reinvestidas na empresa no final do período em que são gerados à taxa de rendimento mínimo aceitável t*, taxa essa que difere da taxa de rendibilidade r* gerada pela aplicação do património, sendo r* > t*. O goodwill é a soma actualizada à taxa t*, durante um prazo ilimitado n de uma diferença de rendibilidades obtida periodica-mente: diferença entre a rendibilidade do património tal como de facto obtida (expressa por r* · P*) e a rendibilidade mínima que se exigiria desse património (que seria t* · P*) 9.

Numa óptica económica, o goodwill é o excedente do valor actual dos lucros futuros esperados relativamente ao lucro que se con-sidera normal para dado empreendimento, utilizando determina-do património. Numa óptica de tesouraria, que se diferencia da anterior na fórmula da sua determinação, não nos propósitos, o goodwill é o excedente pago ou recebido na transacção de uma empresa ou de um negócio em relação ao valor total dos elementos patrimoniais da empresa ou do negócio no momento de transac-ção 10.

Se o património for melhor (pior) gerido que o “normal”, o “deten-tor” será remunerado acima (abaixo) do custo de oportunidade do capital que é a taxa de remuneração da melhor alternativa a que o “detentor” do património renunciou quando optou por aplicar os capitais na empresa, por considerar ser esta uma melhor aplica-ção 11.

5. Fontes de divergência

No Quadro I sistematizam-se as fontes de divergência entre as es-timativas do valor patrimonial e do valor de rendimento, que fun-damentam a existência de goodwill numa empresa.

Quadro I

venções” contabilísticas, isso não é fácil de realizar (nem prudente ou conve-niente), salvo nos casos de aquisição de um património organizado (de uma empresa) e na relevação referida ao “instante” da aquisição. Uma sugestão poderia ser considerar essa diferença como uma “reserva disponível” no balanço, nos capitais próprios. Periodicamente, essa reserva iria ser transfe-rida para a demonstração de resultados, à medida que se realizasse. No caso de badwill seria também de evidenciar a diferença no balanço, nos capitais próprios. Essa diferença é incerta, corresponde, muitas vezes a ganhos por realizar. A sugestão respeita a característica da prudência.

9 Se o fluxo eleito para medir o rendimento for o lucro, fala-se em sobrelucro periódico, no caso de o goodwill ser positivo.

10 Cf. Ferreira, R, F. (1973). Balanços, Vol. II, 3ª ed., Lisboa: Ática: 50.11 O uso de um património com um valor estimado em P* transforma-o num

valor de rendimento R*, conforme se conclui de (4), pois R* = P* · r* / t* e dado que P* e R* diferem se r* / t* ≠ 1, isto é, quando r* ≠ t*.

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rapidez ao nível do processamento de transações, do relato e da análise de informações, que passam a ser obtidas em tempo real.

Estas mudanças ao nível do processamento da informação afe-tam a área contabilística. Contudo, são poucos os investigadores que têm estudado os efeitos do ERP na contabilidade de gestão (Vakalfotis et al., 2011) e os poucos estudos empíricos realizados não apresentam resultados consensuais quanto ao impacto efetivo do ERP nas organizações (Kanellou e Spathis, 2013). A falta de uniformidade e as inconsistências apresentadas por estes traba-lhos reforçam a necessidade de novos estudos. Neste sentido, e com este breve artigo pretende-se fazer uma revisão abreviada da literatura sobre os efeitos do ERP na área da contabilidade.

Investigação prévia

Na revisão da literatura efetuada, identificam se três linhas de in-vestigação distintas, para os estudos sobre o sistema ERP, com alguma relevância para a área da contabilidade (Grabski et  al., 2011). Assim, temos uma primeira e mais significativa linha de in-vestigação, composta por estudos que exploram os fatores críticos de sucesso na implementação do ERP. Aqui são desenvolvidos tra-balhos focados nos fatores críticos de sucesso propriamente ditos, na gestão da mudança, na formação dos utilizadores e no grau de aceitação/satisfação do sistema, e estudos que incidem na fase pós-implementação. Uma segunda linha composta por estudos que exploram o impacto organizacional do ERP. Como por exemplo, a mudança organizacional, as estratégias de controlo organizacional, a gestão de riscos, os ajustamentos/mudanças do ERP ao longo do tempo. E, finalmente, uma terceira linha de investigação composta por estudos que exploram o impacto económico do ERP, nomea-damente os benefícios internos e externos que resultam da imple-mentação e subsequente utilização deste sistema.

Os poucos trabalhos de investigação que se debruçaram sobre a relação entre a contabilidade e os sistemas ERP podem ainda clas-sificar se em função do tipo de estudo e do paradigma de investi-gação que lhe está subjacente (Vakalfotis et al., 2011). Deste modo temos trabalhos que se enquadram na abordagem positivista como por exemplo Booth et al., (2000), Spathis e Constantinides (2004), Spathis (2006) e Jean-Baptiste (2009). Estes trabalhos recorrem essencialmente ao inquérito por questionário para a recolha dos dados. E trabalhos que se enquadram numa perspetiva interpreta-tiva como por exemplo, Granlund e Malmi (2002), Caglio (2003), Scapens e Jazayeri (2003), Sayed (2006), Colmenares (2009). Estes trabalhos recorrem essencialmente ao estudo de caso e à entrevista para a recolha dos dados.

Iremos agora focar nos nas 3 temáticas que têm sido mais explo-radas nesta área, as motivações e razões que levam as empresas a implementar um ERP; os benefícios resultantes da sua implemen-tação; o impacto do ERP nas tarefas e nas competências do profis-sional de contabilidade. É de notar que a alteração dos papéis dos profissionais de contabilidade é um tema recorrente e transversal aos diversos posicionamentos metodológicos analisados (Caglio, 2003; Scapens e Jazayeri, 2003).

A necessidade das organizações se manterem competitivas é uma condição para a implementação do ERP (Spathis, 2006; Sayed, 2006). Vários estudos (Spathis e Constantinides, 2004; Alves e Matos, 2013) indicam que as organizações apontam como princi-pais razões para implementar um ERP: a necessidade de aumentar a procura de informação em tempo real; a obtenção de informação para a tomada de decisão e a integração das aplicações. Embora menos importantes, são também apontadas outras razões tais como: a necessidade de por em prática um novo plano de negó-cios; a necessidade de redução de custos e a necessidade de au-mentar as vendas. De igual modo, a necessidade de modernizar o sistema de gestão nomeadamente com a instalação de uma base de dados integrada, que permita à gestão um acesso em tempo real à informação, surge também como uma razão apontada pela literatura para se implementar o ERP (Sayed, 2006).

O < G < (F / t – P) (11)

Nuns critérios o goodwill aparece de modo acessório, como arbi-tragem sumária entre as duas perspectivas do díptico da avaliação: a patrimonial e a do rendimento. Ao contrário, noutros, o goodwill apoia-se em apreciação específica e junta-se ao valor patrimonial P* para determinar o valor da empresa:

V = P + G (12)

O goodwill pode entender-se de diferentes modos: ora como exce-dente do valor de rendimento (considerando a duração ilimitada da empresa) sobre o valor patrimonial (F / t – P) ora como excedente daquele valor sobre o valor da empresa que se procura (F / t – V), ou ainda como o excedente deste valor sobre o valor patrimonial (V – P).

6. Conclusão

Os modelos de avaliação reconduzem-se à seguinte fórmula geral do valor global da empresa 15:

V = P + a x (F / t – P) (13)

onde V representa o valor da empresa, P o valor patrimonial, F o fluxo de rendimento periódico médio, t a taxa de actualização e a um coeficiente sempre positivo e inferior à unidade16. As dife-renças de expressão entre os vários modelos dependem do coefi-ciente a, indicativo das ponderações17 atribuídas às componentes patrimonial e de rendimento na determinação do valor de uma empresa.

Maria do Céu Ferreira Gaspar Alves Professora da Universidade da Beira Interior Investigadora do NECE-Núcleo de Estudos em Ciências Empresa-riais da UBI

Contributo do Sistema Enterprise Resource Planning para uma gestão mais eficiente da contabilidade nas organizações

Introdução

Nos últimos anos as mudanças verificadas na envolvente empresa-rial, nomeadamente a globalização dos negócios e a consequente intensificação da concorrência, conduziram a alterações significati-vas na gestão das organizações. Para uma gestão eficiente destas organizações, agora mais complexas e dispersas geograficamente, é necessária mais e melhor informação. Essa informação necessita de ser tratada convenientemente, recorrendo-se para isso a tecno-logias da informação mais sofisticadas, nomeadamente a sistemas ERP-Enterprise Resource Planning. O ERP permite às organizações integrarem todos os seus processos de negócio, aumentando a

15 Cf. Viel, Jakob; Bredt, O., et Renard, M. (1971): L’Évaluation des Entreprises et des Parts d’Entreprises. 3ème ed., Paris, Dunod.: 19, citando JAcob, H. (1960): Die Methoden zur Ermittlung des Gesamtwertes einer Unternehehmung. ZfB, 3: 142.

16 Note-se que se a = 1, cai-se na perspectiva do valor de rendimento; se a = 0, tem-se a perspectiva patrimonial.

17 Essas ponderações podem tomar-se como proxies da relevância das variáveis.

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limitando se a facilitar a implementação de algumas ferramentas como por exemplo o Balanced Scorecard.

Assim, e embora alguma literatura refira que apenas se encon-tra um fraco ou moderado impacto do ERP na contabilidade de gestão (Booth et al., 2000; Granlund e Malmi, 2002; Scapens e Jazayeri, 2003), verifica-se que a maioria destes trabalhos de in-vestigação incide na fase de implementação do ERP, sendo que a fase posterior à implementação recebeu pouca atenção por parte da comunidade científica (Grabski et al., 2011). Trabalhos mais recentes, como por exemplo Matos (2011) apontam para algu-mas diferenças, nomeadamente ao nível do desenvolvimento de práticas de contabilidade de gestão. Uma das principais razões poderá ser o fato da investigação incidir sobre organizações que implementaram o ERP há algum tempo, situando-se o ERP na fase de “manutenção” (Jean-Baptiste, 2009). Nesta fase, verifi-ca-se que o ERP tem impacto na elaboração de orçamentos e relatórios, permitindo fornecer mais informação em tempo real e elaborar relatórios e orçamentos mais rapidamente. Isso não inviabiliza que as organizações continuem a utilizar outros siste-mas, mesmo após a implementação do ERP. Tratam-se sobretudo de folhas de cálculo com ou sem software especializado. Como principal razão para a utilização destes sistemas, em detrimento do ERP, é geralmente referida a sua maior facilidade de utilização e o seu baixo custo (Matos, 2011). Assim, as organizações recor-rem essencialmente a outras ferramentas para colocarem em prá-tica técnicas mais avançadas de contabilidade de gestão, fugindo desta forma aos elevados custos associados com as alterações ao software ERP (Lindley et al., 2008; Matos, 2011).

De acordo com a literatura analisada, entre os principais benefícios resultantes da implementação do ERP destacam-se, a obtenção de mais informação em tempo real; a integração das aplicações da contabilidade; o melhorar o trabalho de controlo; o melhorar a qualidade e a exatidão dos relatórios e dos orçamentos; a maior flexibilidade na obtenção e na geração de informações e a redu-ção do tempo para emitir relatórios e orçamentos. Os benefícios mais difíceis de alcançar foram claramente a contenção de custos através da redução do pessoal do departamento de contabilidade e ainda a diminuição do tempo necessário para o processamento de certas tarefas.

Constata-se ainda que as organizações que implementaram mais módulos do ERP são as que adotam mais novas técnicas e méto-dos de contabilidade de gestão (Spathis e Constantinides, 2004; Spathis, 2006; Matos, 2011).

Os resultados desta revisão da literatura sugerem que a maioria dos trabalhos de investigação desenvolvidos esteve demasiado focada na existência ou não de mudanças nas práticas de contabilidade e no papel do profissional de contabilidade, em vez de procurar ana-lisar e compreender essas mudanças. Assim, e em termos de pis-tas de investigação futura, sugere-se o desenvolvimento de mais estudos que incidam na fase pós-implementação do ERP. Assim, e tendo em conta que as mudanças na área da contabilidade de ges-tão demoram algum tempo a concretizarem-se, seria interessante acompanhar o desenvolvimento dessas mudanças durante algum tempo após a implementação do ERP.

Referências:

Alves, M., e Matos, S. (2013) ERP adoption by private and public organi-zations – A comparative analysis of successful implementations, Journal of Business Economics and Management, 14(3), 500-519.

Avital, M. e Vandenbosch, B. (2000), “SAP implementation at Metalica: An organizational drama in two acts”, Journal of Information Technology 15 (3): 183-194.

Na revisão de literatura efetuada constatou-se, que muitos dos benefícios do ERP se centram na automatização de processos e num melhor processamento de documentos (Booth et al., 2000; Scapens e Jazayeri, 2003). Porém, não existe consenso acerca da perceção dos benefícios associados à implementação do ERP as-sim como também não existe consenso acerca dos fatores críticos para a implementação com sucesso de um ERP (Ifinedo, 2007). Contudo, alguma investigação mais focada no estudo dos bene-fícios aponta para melhorias ao nível do processo de tomada de decisão, da integração dos sistemas e da eficiência operacional das organizações (Granlund e Malmi, 2002; Spathis, 2006; Nicolau e Bhattacharya, 2008). Nos aspetos mais relacionados com as práti-cas de contabilidade, são apontados como principais benefícios do ERP: o aumento da flexibilidade em gerar informação; o aumento da integração das aplicações da contabilidade; a melhoria da qua-lidade dos relatórios financeiros; a redução do tempo para a emis-são de relatórios e uma melhoria das decisões baseadas em infor-mação contabilística oportuna e segura (Spathis e Constantinides, 2004; Colmenares, 2009; Alves e Matos, 2013; Kanellou e Spathis, 2013). Ou seja, como alega Spathis (2006) o ERP tem um impor-tante impacto nas práticas de contabilidade quando comparado com sistemas tradicionais.

Para muitos autores o papel do contabilista de gestão modificou-se com a implementação do sistema ERP (Granlund e Malmi, 2002; Spathis e Constantinides, 2004; Newman e Westrup, 2005). Estes sistemas colocam novas exigências e abrem novas oportunidades aos profissionais de contabilidade (Newman e Westrup, 2005). Embora existam alguns riscos técnicos na implementação dos sis-temas ERP, vários estudos têm demonstrado que o maior risco se situa ao nível da formação/preparação dos recursos humanos (Avital e Vandenbosch, 2000; Wu et al., 2007).

Quanto às funções do profissional de contabilidade constata-se que tende a extinguir-se a atividade de recolha e produção de infor-mação, típica dos departamentos de contabilidade. Os papéis dos contabilistas ligam-se crescentemente ao apoio e à interpretação da informação (papel consultivo ou de formação), atividades para as quais passam a ter mais tempo disponível (Scapens et al.,1998; Scapens e Jazayeri, 2003). Exige-se pois aos profissionais da con-tabilidade uma compreensão dos processos de negócio da orga-nização. Em geral, esta conclusão coincide com uma visão mais ou menos unânime na literatura, segundo a qual o profissional de contabilidade deixa de ser um mero técnico de contabilidade (bean-counters) para passar a ser um analista de negócios (Carnegie e Napier, 2010).

Os sistemas ERP colocam assim novas exigências aos contabi-listas de gestão (Macarrone, 2000), que devem apresentar uma atitude positiva em relação à inovação tecnológica, pois um cres-cente nível de competências ser lhes há solicitado para dominar as novas situações criadas com a implementação do sistema ERP. Esta situação pode representar uma excelente oportunidade para o contabilista de gestão que passa a desempenhar funções mais direcionadas para a gestão (Granlund e Malmi, 2002; Scapens e Jazayeri, 2003), sendo-lhe exigidas competências multidisciplina-res (Lodh e Gaffikin, 2003).

Segundo Caglio (2003), a introdução dos sistemas ERP criou posições novas, “híbridas” para o contabilista de gestão. Estes cumprem agora tarefas de consultores de gestão e tarefas rela-cionadas com a manutenção dos sistemas integrados de infor-mação em adição às tarefas de contabilidade. Contudo, o profis-sional de contabilidade deverá estar consciente que controlar os sistemas integrados de informação acarreta grandes pressões, pois muitas pessoas dependem do seu bom funcionamento (Caglio, 2003).

Considerações finais

De um modo geral, constata-se que os sistemas ERP vieram in-troduzir alterações ao nível da contabilidade de gestão, mais acen-tuadas a nível operacional. A nível estratégico o impacto é menor,

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Spathis, C., e Constantinides, S. (2004), “Enterprise resource planning systems’ impact on accounting processes”. Business Process Management Journal 10 (2): 234-247.

Vakalfotis, N., Ballantine,J. and Wall, A. (2011), “A literature re-view on the impact of Enterprise Systems on management accounting”, Proceedings of the 8th International Conference on Enterprise Systems, Accounting and Logistics.

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Cristina Gonçalves GóisProfessora Coordenadora Coimbra Business School-ISCAC Instituto Politécnico de Coimbra

A efetividade do conselho de administração

As duas últimas décadas trouxeram o tema do governo das so-ciedades para a ribalta das principais preocupações da gestão das empresas, dos seus acionistas e de toda a comunidade in-teressada na fiabilidade do relato financeiro apresentado pelas empresas. Contudo, malgrado as extensas recomendações e re-gulamentações sobre este assunto, continua a verificar-se que a realidade da governação empresarial continua muito afastada dos “belos” relatórios apresentados pelas empresas, ainda que, do ponto de vista formal, as melhores práticas internacionais sejam publicamente divulgadas como a orientação suprema seguida.

A realidade portuguesa não está isenta de casos, pois nos úl-timos anos tem sido detectadas falhas graves em instituições de referência portuguesasque estão associadas a fracos mode-los de governo societário. O escândalo do Grupo Espirito Santo é a evidência mais recente do falhanço do modelo de governo de uma sociedade. Esta instituição era tradicionalmente apon-tada como um dos modelos de referência portugueses mas os últimos desenvolvimentos são a prova da distância que existe entre o que é divulgado como sendo as melhores boas práticas de governo e a verdadeira eficácia dessas “boas” práticas. Este desfasamento entre o que é divulgado e a efetividade das me-didas implementadas nas instituições suscita questões sobre a real qualidade do modelo de governo aplicado nessas empresas e como essa qualidade pode ser aferida. Também no caso do Grupo Espirito Santo, a forte ligação entre o relato financeiro apresentado e o tipo de governo da empresa que é exercido ficou claramente evidenciado quando presidente do grupo apresentou como primeiro culpado dos “erros” do grupo o seu contabilista, tentando assim excluir-se das obrigações inerentes ao seu cargo (Vicente et al., 2014).

Os recentes casos de má governação suscitam a necessidade de procurar aferir sobre a efetividade dos modelos de governação utilizados pelas empresas, procurando indagar quais os parâme-trosefectivamente relevantes e como é que essas particularida-des se traduzem numa efetiva melhoria na governação das socie-dades. Nos últimos anos várias organizações e diversos traba-lhos de investigação têm procurado identificar os instrumentos que podem ser utilizados para promover a maior efetividade do trabalho desempenhado pelo conselho de administração parti-cularmente em áreas tão cruciais como a estratégia da entidade, o recrutamento dos melhores lideres e a identificação e gestão dos diferentes tipos de risco com que as empresas se defrontam.

A diversidade do conselho de administração

Um dos aspectos mais importantes para a efectividade do con-selho de administração é a denominada diversidade do conselho.

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definidas. Para esta efectividade de decisões contribui uma dis-tribuição prévia e atempada dos materiais em análise na reunião, que permitam o seu estudo antecipado de forma a utilizar o tem-po das reuniões do conselho de administração para discutir os pontos críticos dos assuntos em discussão. Deve assim ser feita uma análise crítica da forma como é distribuído o tempo afecto à reunião analisando se esse tempo está principalmente afecto às decisões chave para a entidade ou é sobretudo alocado a activi-dades mais secundárias que retiram eficiência às decisões que verdadeiramente deveriam ser tomadas pelo conselho.

Avaliação da eficiência do conselho de administração

O sucesso de um conselho não pode ser explicado por um úni-co factor mas antes por uma multiplicidade de razões. Em face desta realidade, torna-se necessário uma contínua e completa monitorização que avalie o funcionamento do conselho e que permita introduzir melhorias no seu funcionamento. Isto pode ser conseguido através da avaliação do funcionamento do ór-gãoque forneça informação que permita identificar as principais forças existentes e as áreas que precisam de ser melhoradas.

Uma avaliação regular do conselho propicia uma oportunidade para identificar e remover obstáculos a um melhor desempenho, bem como realçar os principais pontos fortes do órgão. De sa-lientar que esta avaliação deve ser mais profunda que uma veri-ficação do nível de cumprimento (compliance) do conselho. Esta avaliação deve incluir um largo conjunto de tópicos como a com-posição e organização do conselho, a identificação dos vários objectivos e das várias responsabilidades, o modo de comunica-ção entre membros do conselho, a dinâmica de funcionamento, o modo de relacionamento entre a administração e a gestão da entidade, ou a análise da qualidade das discussões ocorridas no âmbito das reuniões do órgão.

A avaliação da eficiência do conselho deve ser conduzida pelo presidente, que deve ser o responsável pelo processo de ava-liação e pela apresentação dos resultados da avaliação. De igual modo, o próprio presidente do conselho de administração, chair-man, deve ser avaliado para obter uma visão externa da forma como funciona o órgão. De acordo com a lei do Reino Unido, de-vem ser os administradores independentes seniores a conduzir o processo de avaliação do desempenho do presidente. Também as várias comissões que integram o conselho de administração devem ser avaliadas quanto ao grau de cumprimento do seu ob-jectivo e quanto às suas responsabilidades.

Presentemente diversos organismos 2 já estabelecem regras com os procedimentos inerentes a uma avaliação anual do conselho de administração quanto ao seu desempenho como órgão e o desempenho dos administradores, numa óptica individual, face aos objectivos inicialmente definidos.

Modelo de governação efetivo

Como salienta o “Guião para a eficiência dos conselhos de admi-nistração” (FRC, 2011), um conselho efectivo não é necessaria-mente um lugar confortável. Capacidade de responder a desafios complexos bem como capacidade de trabalho em equipa são características fundamentais. A diversidade de conhecimentos dos membros do conselho é um dos mais importantes factores para a eficiência desse órgão contribuindo para a eficaz tomada de decisões depois de analisadas as várias perspectivas.

2 Por exemplo a APRA’s Prudential Standard 510 Governance.

Esta característica foi já amplamente comprovada do ponto de vista científico, como sendo capaz de introduzir as ferramentas que conduzem à melhor tomada de decisões. Quando existe uma pluralidade de conhecimentos entre os membros do conselho é possível um aumento de valor da entidade por via do julga-mento dos seus membros de um modo colectivo. A existência de diferentes tipos de conhecimentos e a presença de alguns administradores com profundos conhecimentos sobre um tópi-co específico em discussão torna a discussão dos assuntos em análise muito mais robusta e efectiva. Esta realidade é particular-mente relevante nas áreas da avaliação da estratégia e do risco. Nenhum administrador consegue congregar todas as competên-cias e experiências requeridas para a correcta governação e as avaliações estratégicas com que um conselho de administração tem que lidar continuamente. Assim, um conselho que agrega no seu interior uma diversidade de representações pode ser par-ticularmente útil para identificar e examinar os diversos temas potenciais e antecipar os seus eventuais obstáculos.

Os conselhos de administração devem fazer uma avaliação cri-teriosa se estes integram a correcta representação de conheci-mentos nas áreas consideradas estrategicamente mais importan-tes para a entidade ou identificar se existem temas emergentes cujos conhecimentos são essenciais para estarem incluídos no seu âmbito. Os conselhos devem incluir administradores que re-presentem uma ampla área de perspectivas e competências mas também de indivíduos com profundos conhecimentos dos negó-cios da entidade. Sempre que sejam identificadas lacunas, esses conhecimentos devem ser introduzidos no âmbito do conselho.

Mas nem só as competências dos administradores do conselho são importantes, outro aspecto que se afigura fulcral é a capa-cidade e tempo que esses administradores podem afectar para exercer as suas funções na entidade. Os conselhos precisam de administradores que tenham capacidade de alocar suficiente tempo às actividades do conselho, pois apesar das facilidades de comunicação actualmente existentes as actuais exigências são muito maiores do que as que eram requeridas num passado recente. Deste modo, os administradores devem realizar uma auto-avaliação do tempo que podem afectar ao exercício do seu mandato, face aos requisitos exigidos pelo conselho, de modo a garantir que só pertencem ao conselho de administração os membros que têm capacidade temporal para responder de forma activa ao compromisso assumido aquando da nomeação para o órgão de topo da organização, assegurando que vão contri-buirresponsavelmentepara o exercício do seu mandato nas áreas chave sob a égide do conselho de administração 1. Esta proble-mática, conhecida na literatura como os “administradores pro-fissionais”, tem sido amplamente analisada, com as entidades reguladoras de alguns países a limitarem o número de mandatos exercidos pelos administradores não executivos em diferentes entidades, de modo a limitar o risco de excessos de compromis-sos por parte desses administradores.

Gestão do tempo no conselho de administração

A gestão do tempo afecto ao conselho é também uma questão considerada fundamental para tornar o conselho de administra-ção um órgão mais eficiente. O tempo é um recurso cada vez mais limitado e, como tal, é necessário garantir que o tempo afecto às decisões no conselho é usado de modo a garantir a maior eficiência, sobretudo garantindo que o tempo despendido é alocado às actividades geradoras de maior valor, como a ver-tente estratégica, a análise dos riscos e a existência de um plano de sucessão. Para implementar esta orientação o presidente e os administradores devem ser diligentes no modo de conduzir as reuniões de forma mais eficiente e orientada para as prioridades

1 O Jornal de Negócios noticiou o caso de um administrador de 73 empresas que comentou que ignorava que era administrador de todas essas entidades (Abreu et al., 2012).

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Alejandro LarribaCatedrático de Economía Financiera y Contabilidad Presidente de la Comisión de Entidades sin Fines Lucrativos

Los grupos empresariales

1. Concepto

Estos grupos están formados por una pluralidad de entidades empresariales, entre las que se aprecian algunas notas o rasgos comunes que ponen de manifiesto un cierto sentido de unicidad en sus pautas de comportamiento, apreciado a través de su forma de actuar.

Tres son las características principales que pueden apreciarse en estos grupos:

1.ª Sentimiento de grupo 1.

2.ª Conciencia de formar parte del mismo de todas las entidades de que lo componen.

3ª Actuaciones comunes coordinadas para la consecución de unos objetivos comunes.

Este amplio colectivo podemos dividirlo en dos grandes subgrupos que suelen denominarse grupos de subordinación o grupos verticales y grupos de coordinación o grupos horizontales respectivamente. A su vez, y dentro de estos últimos, también podemos distinguir los grupos familiares del resto de «grupos de coordinación».

2. Grupos de subordinación o verticales

Toman esta denominación de su forma de estructurarse, en la que existe una sociedad como vértice del grupo —denominada sociedad dominante o sociedad matriz— de la que dependen el resto de sociedades del grupo, las cuales que toman los nombres de sociedades dependientes o sociedades filiales. La sociedad dominante es la que ostenta la dirección y control del grupo, actuando el resto de sociedades a estos efectos de organización como extensiones de la dominante.

Su definición legal nos viene dada por el art. 42 del Código de Comercio 2, que indica que «existe un grupo cuando una sociedad ostente o pueda ostentar, directa o indirectamente, el control de otra u otras», citando como ejemplos de dependencia de control el de poseer la mayoría de los derechos de voto, poder disponer de ellos en virtud de acuerdos con terceros, o tener la facultad de nombrar o destituir a la mayoría de los miembros del órgano de administración, singularmente en el momento en que deban formularse las cuentas consolidadas y durante los dos ejercicios inmediatamente anteriores.

De las normas legales anteriores 3 podemos deducir las siguientes características definitorias para estos grupos:

— La existencia de una sociedad mercantil como «dominante».

1 Según el DRAE, un grupo es la pluralidad de seres o cosas que forman un conjunto, material o mentalmente considerado, y un conjunto es la totalidad de los elementos o cosas poseedores de una propiedad común, que los distingue de otros.

2 El art. 18 de la Ley de Sociedades de Capital, estableciendo que «a los efectos de esta ley, se considerará que existe grupo de sociedades cuando concurra alguno de los casos establecidos en el artículo 42 del Código de Comercio, y será sociedad dominante la que ostente o pueda ostentar, directa o indirectamente, el control de otra u otras», corrobora dicho artículo

3 Básicamente coincidentes con lo indicado por el Plan General de Contabilidad en su norma 13ª de las Normas de elaboración de las cuentas anuales, y por el Real Decreto 1159/2010, de 17 de septiembre, por el que se aprueban las Normas para la Formulación de Cuentas Anuales Consolidadas.

Mas acomposição de um conselho de administração não é a úni-ca receita para o sucesso, é necessário criar um espírito de equi-pa entre os membros que lhe permitam criar as condições para responder às suas obrigações enquanto membros do conselho. Como conclui McNulty et al. (2012), o relacionamento entre os administradores não executivos e o conselho, na sua globalida-de, necessita de ser vista como uma oportunidade para conver-ter a sua visão do negócio e o seu contacto com os membros não executivos numa efectiva influência das decisões do conselho. A real eficácia do conselho de administração assenta nas quali-dades dos administradores, quer dos executivos, quer dos não executivos. Por um lado é importante que os administradores executivos permitam, e vejam nisso uma vantagem, a existência desafios e exigências que o funcionamento do conselho de uma forma efectiva pode proporcionar. Por outro lado, os adminis-tradores não executivos necessitam de exercer a sua influência com o exercício de comportamentos que combinem a compreen-são sobre o funcionamento da empresa mas também uma visão externa a esse funcionamento e competências específicas que aportem maior capacidade de decisão à organização.

As decisões tomadas pelo conselho de administração e a cultura derisco presente na instituição requerem um profundo conheci-mento do negócio bem como uma relação de elevada qualidade entre os administradores executivos e os não executivos. Esta profunda interacção e respeito entre administradores podem proporcionar um maior nível de envolvimento estratégico, para um maior nível de conhecimento e de influência na tomada de decisões na entidade.

Em resumo podemos dizer que o importante é a qualidade da governação, pois direccionar todos os esforços para o cumpri-mento de um conjunto de recomendações e regras não são um garante de boas práticas de governação. Uma boa governação significa actuar com fiabilidade, transparência, responsabilidade e capacidade de prestação de contas (accountability) quer pe-rante os accionistas quer perante os stakeholders da entidade.

O conselho de administração constitui a peça mais importante da estrutura empresarial. A sua composição, o modo como in-terage como equipa, os procedimentos inerentes à tomada de decisões ou a forma como é avaliado o modelo de governo da entidade são aspectos fulcrais para a qualidade dessa tomada de decisões. Uma das principais responsabilidades do conselho é propiciar uma supervisão efectiva da gestão e o fornecimento de uma orientação estratégica para a criação de valor. Contudo as decisões tomadas só podem ser de qualidade se a informação que a suporta também a for, pelo que é necessário garantir a existência de um relato financeiro de confiança e transparente.

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Se entiende por sociedad de mayor activo aquella que en el mo-mento de su incorporación a la unidad de decisión, presente una cifra mayor en el total activo del modelo de balance.

Las restantes sociedades sometidas a una unidad de decisión indicarán en la memoria de sus cuentas anuales la unidad de decisión a la que pertenecen y el Registro Mercantil donde estén depositadas las cuentas anuales de la sociedad que contiene la información exigida en el párrafo primero de esta indicación.

(….)»

Igualmente en la Norma 13ª de Elaboración de las cuentas anua-les del Plan General de Contabilidad, cuando se refiere a las «Em-presas del grupo, multigrupo y asociadas», contempla que for-marán parte de un grupo —sin identificarlas bajo ningún nombre en particular—, aquellas empresas «controladas por cualquier medio por una o varias personas físicas o jurídicas, que actúen conjuntamente o se hallen bajo dirección única por acuerdos o cláusulas estatutarias».

Tal como podemos deducir, estos conjuntos de sociedades, que no están vinculadas por una relación de control en los términos que establece el art. 42 del Código de Comercio, ni estén sometidas a la obligación de consolidar sus cuentas, formarán un grupo de empresas cuando cumplan la condición de estar controladas por varias personas físicas o jurídicas que actúen conjuntamente.

De los párrafos anteriores podemos deducir que, en estos grupos de sociedades:

— El control sobre el grupo puede ejercerse por «cualquier me-dio».

— No existe una sociedad mercantil que actúe como «dominan-te».

— El control podrá ser ejercido por una o por varias personas, es decir que puede existir un control unipersonal de una sola persona física o jurídica.

— Lo único que requiere el ejercicio de control es que quienes lo ejerzan actúen conjuntamente.

— No existe un catálogo legal de presunciones de control, ya que el control conjunto nace de acuerdos o cláusulas estatutarias.

En nuestra opinión, tal como deducimos de los puntos anterio-res, objetivamente no queda totalmente claro quién manda en el grupo, lo que significa una cierta imprecisión en cuanto a su definición y existencia.

Precisando la situación anterior de reconocer un «grupo de coordinación», acertadamente se pronuncia el ICAC 4, señalando como una de sus peculiaridades más importantes, la inexistencia de una vinculación de dependencia entre las distintas sociedades que forman el mismo, razón por la cual no se puede apreciar o distinguir entre ellas relaciones de dominancia, dado que su nexo de unión es el establecido a través de una o varias personas, físi-cas o jurídicas, que actúan conjuntamente.

Respecto de las tres finalidades que entendemos se pretenden conseguir con su regulación y que antes hemos enunciado, los grupos de coordinación o grupos horizontales:

1.ª Legalmente deberán hacer pública su existencia para conoci-miento de terceros.

4 BOICAC n.º 83/2010 (consulta 1) de diciembre de 2010.

— El resto de las sociedades del grupo deberán ser mercantiles.

— La imprescindible existencia de una relación jerárquica de la dominante sobre las demás sociedades del grupo.

— La existencia de un catálogo legal de presunciones de control.

En todo caso, y en términos coloquiales, se tiene que saber quién manda en el grupo y en razón de qué ejerce el mando, lo cual confiere una gran precisión a su definición y existencia.

Otro aspecto importante que queremos resaltar es el que se refiere a la contabilización, orientada en garantía de terceros, que impone el Plan General de Contabilidad respecto de las operaciones que realizan entre sí las sociedades que pertenecen a un mismo grupo a través de la NTV 19.ª Combinaciones de negocios y de la NTV 21.ª Operaciones entre empresas del grupo.

En definitiva, dejando aparte otras características y finalidades, y a los solos efectos de centrar las ideas que queremos tratar en este trabajo, al identificar los grupos de sociedades básicamente se pretenden conseguir tres finalidades:

1.ª Hacer pública su existencia para conocimiento de terceros.

2.ª Obligar a establecer y emitir cuentas consolidadas del grupo como medio de proporcionar información económica útil.

3.ª Regular, o al menos someter a determinadas garantías, las operaciones que puedan hacer entre sí las sociedades que integran el grupo.

En los grupos verticales o subordinados, las bases legales para conseguir los tres objetivos anteriores están formalmente esta-blecidas, debiendo entender que las mismas se cumplen por los grupos afectados.

3. Grupos de coordinación u horizontales

En contraposición con la estructuración de los grupos vertica-les o subordinados, en los «grupos de coordinación» o «grupos horizontales» no existe una «sociedad dominante» que actúe en un plano superior como directora del grupo, ya que, en princi-pio todas las sociedades se encuentran en un plano horizontal de igualdad en el que ninguna sobresale sobre el resto, siendo las directrices de control de naturaleza coordinada.

Su existencia, aunque sin asignarles ninguna denominación en especial, se contempla en la indicación décimo tercera del artícu-lo 260 de la Ley de Sociedades de Capital cuando, al referirse al contenido de la memoria, establece que:

«La memoria deberá contener, además de las indicaciones es-pecíficamente previstas por el Código de Comercio, por esta ley, y por los desarrollos reglamentarios de éstas, al menos, las si-guientes:

(….)

Duodécima.- El grupo al que, en su caso, pertenezca la socie-dad y el Registro Mercantil donde estén depositadas las cuentas anuales consolidadas o, si procediera, las circunstancias que eximan de la obligación de consolidar.

Decimotercera.- Cuando la sociedad sea la de mayor activo del conjunto de sociedades domiciliadas en España, sometidas a una misma unidad de decisión, porque estén controladas por cualquier medio por una o varias personas físicas o jurídicas, no obligadas a consolidar, que actúen conjuntamente, o porque se hallen bajo dirección única por acuerdos o cláusulas estatu-tarias, deberá incluir una descripción de las citadas sociedades, señalando el motivo por el que se encuentran bajo una misma unidad de decisión, e informará sobre el importe agregado de los activos, pasivos, patrimonio neto, cifra de negocios y resultado del conjunto de las citadas sociedades.

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verificar sin más que apreciar la coincidencia que existirá entre las personas que componen el accionariado de las diferentes socie-dades, sus órganos de administración que serán comunes en su mayor parte, y las propias relaciones económicas cruzadas entre todas las sociedades que administren directa o indirectamente las personas del grupo familiar, por ejemplo, la prestación de asis-tencia financiera mutua, la convergencia de políticas comerciales, auxilios prestados para resolver situaciones concretas, etc.

De los razonamientos anteriores, igual que en los casos precedentes, podemos deducir resumidamente que, en estos grupos de sociedades:

— El control, igual que en los restantes grupos de coordinación, puede ejercerse por cualquier medio.

— No existe una sociedad mercantil que actúe como dominante.

— El control podrá ser ejercido por una o por varias personas conjuntamente siempre que sean miembros de una misma familia.

— No existe un catálogo legal de presunciones de control, ni so-bre la composición o limitaciones de miembros que pertenez-can a una familia.

En nuestra opinión, tal como deducimos de los puntos anteriores, objetivamente existen varios puntos que no quedan muy claros: por ejemplo una definición que precise qué constituye una familia y a qué miembros alcanza, condiciones para la incorporación y separación de miembros de una familia, forma de instrumentar el control conjunto, modo de formalizar estos grupos para que tengan reconocimiento legal, etc.

Por último, respecto de las tres finalidades que entendemos se pretenden conseguir con su regulación y que antes hemos enunciado, los grupos familiares al ser parte de los grupos de coordinación o grupos horizontales, al igual que éstos:

1.ª Legalmente deberán hacer pública su existencia para conocimiento de terceros.

2.ª Aunque no están obligados a formular cuentas consolidadas, incluirán en la memoria de la sociedad del grupo que presente un mayor activo:

— Una descripción de las sociedades de conforman el grupo.

— El motivo por el que se encuentran bajo una misma unidad familiar de decisión.

— El importe agregado de sus activos, pasivos, patrimonio neto, cifra de negocios y resultado del conjunto de todas ellas.

3ª Básicamente deberán seguir las mismas reglas respecto de las operaciones que puedan hacer entre sí las sociedades del grupo que en los grupos verticales.

5. A modo de conclusión

En nuestro criterio las normas que regulan los grupos de subor-dinación que, en general han demostrado su eficacia, deberían ampliarse a los supuestos de los grupos de coordinación y grupos familiares, eliminando determinadas situaciones de in-certidumbre que pueden presentarse respecto de su aplicación y, sobre todo, regulando de manera más precisa sus actuacio-nes respecto de las sociedades que componen los mismos, por ejemplo exigiendo una determinada forma en los acuerdos de coordinación que puedan tomarse, haciendo públicos los nom-bres de las personas físicas o jurídicas que formen parte de dichos conjuntos de coordinación, alcance y limitaciones del control ejercicio, etc.

2.ª Aunque no están obligados a formular cuentas consolidadas, en la memoria de la sociedad del grupo que presente un ma-yor activo, incluirán una descripción de las sociedades del grupo —indicando el motivo por el que se encuentran dentro de él—, y el importe agregado de los activos, pasivos, patri-monio neto, cifra de negocios y resultado del conjunto de las sociedades que formen el grupo.

3.ª Básicamente deberán seguir las mismas reglas respecto de las operaciones que puedan hacer entre sí las sociedades del grupo que en los «grupos verticales».

4. Grupos familiares

Esta importante identificación surge de la contestación del ICAC 5 a la pregunta que le fue planteada acerca de «si determinadas sociedades participadas mayoritariamente por personas físicas vinculadas por una relación de parentesco, constituyen un gru-po de sociedades de los previstos en el artículo 42 del Código de Comercio». En dicha respuesta, con todo acierto, después de recordar que, según la redacción actual del artículo 42 del Código de Comercio, la obligación de consolidar —definida a partir de la existencia de «control entre sociedades o de una sociedad sobre una empresa»—, no afecta a estos grupos, precisa que:

«… en el supuesto de que un conjunto de personas físicas vin-culadas por una relación de parentesco posean la mayoría de los derechos de voto de varias sociedades, cuando menos, no cabe duda que se desencadenaría una presunción, que admiti-ría la prueba en contrario, de que dichas sociedades (tanto las controladas a título individual por cada una o algunas de dichas personas físicas, como las participadas por todas ellas), deben calificarse como empresas del grupo “ampliado” en la medida en que la posibilidad de “actuación conjunta” es más que evidente dado el reducido número de socios que conforman el accionaria-do y la ausencia de intereses contrapuestos que cabe inferir del vínculo de parentesco que los entrelaza».

Del análisis del párrafo anterior podemos establecer varias con-clusiones:

1.ª Los que podemos denominar con mayor precisión «grupos familiares» son una parte reducida del conjunto más amplio de los «grupos de coordinación», caracterizado precisamente por la existencia de relaciones de parentesco entre las perso-nas «físicas» que constituyen el mismo, siendo obvio que en estos grupos no caben personas «jurídicas».

2.ª La presunción de «grupo familiar» no requiere que todas las personas físicas del grupo participen en la misma medida en todas las sociedades de grupo, ya que pueden existir socie-dades «controladas a título individual por cada una o algunas de dichas personas físicas, como las participadas por todas ellas», sin que por ello se quiebre su unicidad.

3.ª Para identificarse como «grupo familiar» tan sólo se requiere que las personas que mantengan relación de parentesco simplemente posean la mayoría de los derechos de voto en las diferentes sociedades, por lo que cabe la existencia de socios minoritarios ajenos al núcleo familiar.

4.ª En estos grupos las actuaciones conjuntas se facilitan por el reducido número de personas que normalmente conformarán el grupo y la menor posibilidad de que existan intereses contrapuestos dados los vínculos de parentesco que conforman su sustrato.

Las sociedades integradas dentro de un grupo familiar, se encon-trarán sometidas a la misma unidad de decisión, lo que se podrá

5 BOICAC nº 92/2012 (consulta 4) de diciembre de 2012.

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2. Evolução da Contabilidade de Gestão desde o século XIX até à atualidade

A Contabilidade de Gestão tem apresentado diversas fases de de-senvolvimento desde o seu aparecimento no início do século XIX até à atualidade (Johnson e Kaplan, 1987). O primeiro ciclo de de-senvolvimento da Contabilidade de Gestão foi apelidado de ‘Período de Ouro’ na resenha histórica apresentada por Johnson e Kaplan na sua obra seminal RelevanceLost: The RiseandFallof Management Accounting. Este período inicia-se com o aparecimento das primei-ras organizações hierárquicas em resultado da Revolução Industrial iniciada no Norte de Inglaterrae culmina com o desenvolvimento do mercado bolsista nos EUA na década de 20 do século passado. O aparecimento de empresas no sentido em que hoje as conhecemos verificou-se ao longo de todo o século XIX, inicialmente na indús-tria têxtil, mas logo depois no sector metalúrgico e caminhos de ferro, e teve como consequência a necessidade de se criarem me-canismos que possibilitassem ao(s) proprietário(s) das empresas o controlo do trabalho e eficiência das operações internas. Coube à Contabilidade de Gestão fornecer a informação necessária para que os proprietários das empresas pudessem dispor de elementos sobre os custos suportados com a produção dos produtos(com o objetivo defixação de preços)e de dados que lhes possibilitassem o acompanhamentoda eficiência dos processos realizados interna-mente pelos trabalhadores. As primeiras técnicas de Contabilidade de Gestão desenvolvidas foram simples, mas efetivas tendo como objetivo essencial fornecer dados sobre os custos de conversão e de produção. Incluíam medidas referentes ao custo dos materiais consumidos, custo por hora, custo por unidade obtida em cada processo e, ainda, sobre os custos por trabalhador. Este tipo de in-formação pretendia não só promover objetivos de melhoria da efi-ciência dos processos internos como também criar incentivos para os trabalhadores melhorarem a sua produtividade. O aparecimento da “Escola Científica de Gestão” a partir de 1870,e de que Taylor e Fayol são provavelmente os mais reconhecidos representantes, veio trazer novo ímpeto ao desenvolvimento da Contabilidade de Gestão. A preocupação dominante deste movimento foi a de me-dir o tempo de trabalho associado à operação dos processos e de monitorizar a movimentação das matérias-primas consumidas de forma a se identificarem quantidades standards (horas de trabalho necessárias por unidade de produto e quantidades de materiais por unidade fabricada, essencialmente) e se determinarem o custo uni-tário standard dos produtos, do trabalho e das matérias-primas. Os desenvolvimentos verificados com a Escola Científica de Gestão foram substanciais encontrando-se na base do que ainda hojeé en-sinado sobre os custos da produção industrial, custos padrões e apuramento de desviosnos cursos introdutórios de Contabilidade de Gestão. Neste período de grande crescimento da Contabilidade de Gestão há que assinalar, ainda, os desenvolvimentos ocorridos no final do século XIX e início do século  XX. Empresas como a DuPont, General Motors e United States Steel estiveram na base dos últimos desenvolvimentos da Contabilidade de Gestão. Estas empresas pela sua enorme dimensão e pela diversidade das suas atividades obrigaram a que não só fossem utilizados sistemati-camente orçamentos no planeamento das suas atividades, como também preços de transferência internos e medidas de avaliação de performance divisional como o ROI (ReturnonInvestment) e as medidas de eficiência que o integram (Returnon Sales e Sales to Assets).

Apesar de todos estes desenvolvimentos a partir de 1925 e até meados da década de 80 do século XX a evolução da Contabilidade de Gestão estagnou (ou mesmo retrocedeu). Este ciclo foi desig-nado de ‘Período Negro’ da Contabilidade de Gestão. Johnson e

Maria João MajorProfessora Associada do ISCTE – Instituto Universitário de Lisboa e Investigadora do BRU/UNIDE

Inovação e Estagnação na Contabilidade de Gestão: Algumas Reflexões

Abstract

Neste artigo apresenta-se uma reflexão sobre a evolução da Contabilidade de Gestão desde o seu desenvolvimento na Revolução Industrial até à atualidad e, bem como sobre os vários tipos de investigação desenvolvidos ao longo do tempo. O artigo mostra como após um período de estagnação, a Contabilidade de Gestão se encontra vibrante e dinâmica e de que forma a inves-tigação intervencionista baseada na metodologia qualitativa pode contribuir para a inovação na área.

Keywords

Evolução da Contabilidade de Gestão; Investigação Qualitativa em Contabilidade de Gestão; Investigação Intervencionista na Contabilidade de Gestão; Action-research.

1. Introdução

A Contabilidade de Gestão é no presente uma disciplina inovado-ra que goza de um estatuto científico e empírico próprios. Para essa dinâmica muito têm contribuído os diversos desenvolvi-mentos práticos associados ao aparecimento de ‘novas’ técni-cas e ferramentas de Contabilidade e Controlo de Gestão de que o Activity-basedCosting/Management’ (Cooper, 1988a, 1998b), Total Quality Management e Custos de Qualidade(Johnson, 1992), BalancedScorecard (Kaplan e Norton, 1992), Time-drivenActivity-BasedCosting (Kaplan e Anderson, 2004), entre outras, são exemplo. Também presentemente a investigação em Contabilidade de Gestão se apresenta rica e diversifica-da sendo diversos os paradigmas teóricos e as metodologias a que os investigadores recorrem para desenvolver os seus estudos (Parker, 2014; Humphrey, 2014). Apesar da riqueza das abordagens práticas e teóricas que caraterizam na atuali-dadea Contabilidade de Gestão,durante cerca de seis décadas —sensivelmente de 1925 a finais da década de 80 do século XX— assistiu-se a uma estagnação, senão mesmo declínio, na Contabilidade de Gestão como sistema de informação de exce-lência de apoio à decisão nas empresas, bem como, na relevân-cia da sua investigação (Johnson e Kaplan, 1987). Este artigo tem como objetivo apresentar uma reflexão sobre a evolução da Contabilidade de Gestão quer sobre o ponto de vista prático (i.e. de desenvolvimentos de ferramentas e técnicas para as empre-sas), quer de investigação, e mostrar como a investigação dita ‘alternativa’ baseada em metodologias de natureza qualitativa tem contribuído de forma significativa para a inovação na área.

O artigo encontra-se estruturado em quatro seções. Na seção 2dis-cute-se a evolução da Contabilidade de Gestão desde o seu apa-recimento na Revolução Industrial até à atualidade. Na seção se-guinte explica-se como a investigação em Contabilidade de Gestão evoluiu de uma perspetiva normativa e prescritivaem meados do século XX, para o positivismo e mais recentemente para a investi-gação ‘alternativa’, esta conduzida essencialmente no Reino Unido e países do Norte da Europa. O artigo termina com um epílogo na seção 4, onde se discute o papel da investigação intervencionista (action-research) na promoção da inovação na Contabilidade de Gestão.

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1925, confinando a investigação para ‘gabinetes’ e afastando-a da realidade das empresas.

O segundo ciclo de investigação na Contabilidade de Gestão está associado à investigação positivista ou empírica, tendo-se iniciado na década de 70 até à atualidade. Este período pode ser descrito como mais fértil que o anterior, ainda que sejam muitas as críticas colocadas à adoção do positivismo no estudo de fenómenos na Contabilidade. A investigação positivista ou empírica procura dar resposta à questão “o que os gestores fazem” através do desenvol-vimento de leis universais(teorias) que permitam explicar e prever a realidade (Scapens, 2006). O positivismo no estudo da Contabilidade de Gestão tem sido promovido essencialmente pelas universidades Norte-americanas; parte do pressuposto que a realidade é objetiva e exterior ao investigador, podendo aquela ser reduzida a um conjunto de variáveis (independentes e dependentes) cuja relação é passível de ser expressa através de leis. A investigação positivista assenta no método científico próprio das ciências naturais (o qual se baseiana observação da realidade, formulação de hipóteses com base nas teo-rias prevalecentes, teste de hipóteses e confirmação ou rejeição das teorias vigentes).Recorrendo a técnicas ‘rigorosas’ de estatística tem permitido predizer a nível agregado o comportamento económico; no entanto, este tipo de investigação tem sido duramente criticado por muitos investigadores essencialmente na Europa, Austrália e Nova Zelândia pela sua incapacidade de explicar o específico e de tratar as empresas como ‘caixas negras’ (Ryan et al., 2002; Scapens, 2006).

O terceiro ciclo de investigação (investigação ‘alternativa’) de-senvolve-se a partir da década de 80, sendo provavelmente hoje o mais corrente (apesar da designaçãode ‘alternativa’).Indiscutivelmente, este é o ciclo onde se assistiu a maiores con-tributos para o conhecimento, pelo pluralismo de abordagens teóricas e metodológicas adotadas (Parker, 2014; Humphrey, 2014). Este tipo de investigação critica o uso do positivismo na Contabilidade de Gestão por procurar ‘copiar’ a lógica da investigação típica das Ciências Naturais. Para os investiga-dores ‘alternativos’ a natureza dos fenómenos estudados pela Contabilidade pouco ou nada tem a ver com os fenómenos da Física ou Biologia das Ciências Naturais. A Contabilidade é uma Ciência Social que não pode limitar-se à medição e quantificação própria das Ciências Naturais(Williams e Ravenscroft, 2012). Os fenómenos estudados na Contabilidade embora possam pare-cer quantitativos são essencialmente de natureza qualitativa. Por outras palavras, ainda que a Contabilidade lide com números, aqueles são resultado da interação social e expressão de con-venções humanas,sintetizando de uma forma conveniente uma realidade complexa que é na sua essência de natureza qualitativa e nãoquantitativa (ibid).

Neste período, as abordagens de natureza qualitativa assumiram-se como fundamentais, tendo sido criados journals, tais como, “Accounting, Organizations&Society”, “Accounting, Auditing & Accountability Journal”, “Qualitative Research in Accounting & Management”, entre outros, que promovem a sua adoção.

4. Epílogo

As últimas três décadas têm sido marcadas pela inovação e pela pro-fusão de novas ideias e abordagens teóricas, metodológicas e prá-ticas na área da Contabilidade de Gestão (Parker, 2014; Humphrey, 2014). Para esse dinamismo contribuiu a pesquisa de natureza qualitativa típica da investigação ‘alternativa’, a qual possibilitou que novas questões até então ignoradas fossem objeto de formulação, discussão e estudo (Parker, 2014; Scapens, 2006). Contudo, têm surgido críticas a este tipo de investigação pelo gapproduzido entre o conhecimento académico e prático(ter Bogt e van Helden, 2014). Para alguns é questionável a relevância dos resultados da investiga-ção ‘alternativa’, fortemente alicerçada em perspetivas teóricas, para solucionar problemas práticos das empresas. Ao longo da última década alguns investigadores têm defendido a importância da inves-tigação intervencionista (action-research), baseada na metodologia qualitativa e nos contatos interpessoais que este tipo de abordagem possibilita para aproximar os académicos dos problemas práticos das empresas (ter Bogt e van Helden, 2014). Para estes a investiga-

Kaplan (1987) apontam quatro razões para o marasmo verifica-do: (i) a Contabilidade Financeira em resultado do dinamismo do mercado bolsista assume-se como o principal sistema de infor-mação para as empresas, passando a Contabilidade de Gestão a ter um papel secundário. A Contabilidade de Gestão deixou de ter como objetivo primeiro apoiarprocessos de decisão para passar a ter como propósito central o fornecimento de informação sobre os custos de produção dos produtos acabados e intermédios para efeitos de valorização de stockse elaboração do balanço e demons-tração de resultados anuais pela Contabilidade Financeira; (ii)  o aumento exponencial dos custos indiretos não associado a volu-mes de produção e venda (acompanhado da redução do peso da mão-de-obra direta na estrutura de custos das empresas) quando bases de imputação dos custos indiretos orientadas para o volume são adotadas (nomeadamente, o valor da mão-de-obra direta e o número de horas de trabalho da mão-de-obra direta). Ainda que o peso e o comportamento dos custos indiretos se tenham alterado substancialmente ao longo do século XXem resultado da comple-xidade de novas atividades introduzidas nas empresas no contexto do novo ambiente de negócios(por exemplo, planeamento, design dos produtos, marketing, controlo de qualidade, acompanhamento dos clientes, etc.), são usados os mesmos processos e bases de repartição dos custos indiretos do passado; (iii) o não desenvolvi-mento de novas formas de imputação dos custos indiretos pelos produtos apesar de tecnologicamente ser possível a instalação de meios que permitem uma atribuição de custos mais correta; e (iv)  o ensino da Contabilidade de Gestão nas businessschools muito orientado para o cálculo dos diversos custos de produção industrial e pouco para o ensino de como pode a Contabilidade de Gestão auxiliar os gestores nas empresas.

Este período de declínio é interrompido com a publicação em 1987 do livro RelevanceLost a que me tenho referido ao longo desta seção. A partir da década de 80 do século XX e até ao pre-sente, a Contabilidade de Gestão tem sido marcada por um ciclo contínuo de desenvolvimento (ou de reinvenção) de ‘novas’ abor-dagens tais como o Activity-based Costing/Management’, Total Quality Management, Balanced Scorecard e Time-DrivenActivity-BasedCosting. Diversos investigadores têm alertado, contudo, a comunidade académica de que estas técnicas não são mais do que old wine in new bottles, já que alguns dos seus princípios já tinham sido objeto de desenvolvimento no período de ouro da Contabilidade de Gestão (Major, 2007; Norreklit et al., 2012).

3. A Investigação em Contabilidade de Gestão: Da Investigação Normativa à Investigação “Alternativa”

Também a investigação na Contabilidade de Gestão tem obedecido a diversos ciclos de desenvolvimento de certa forma acompanhando os períodos de inovação ou estagnação descritos na seção anterior. O primeiro ciclo, designado de ‘normativo’ atingiu o seu apogeu na década de 50 do século passado. A investigação normativa basea-va-se na ideia de que cabia aos investigadores na Contabilidade de Gestão conceber modelos teóricos que pudessem gerar “soluções” para apoiar processos de decisão nas empresas. Partia-se do pres-suposto que os gestores seguiriam as prescrições desenvolvidas pe-los académicos e divulgadas através dos manuais de Contabilidade de Gestão quando confrontados com problemas na gestão das suas empresas (Ryan et al., 2002; Scapens, 2006). A resposta à questão ‘o que os gestores devem fazer’ encerra bem as preocupações da in-vestigação normativa. São exemplos de abordagens teóricas desen-volvidas neste período a teoria Custos-Volume-Resultados (CVR), as curvas de aprendizagem e os modelos de controlo de custos de stocks. Diversas críticas foram surgindo ao longo do tempo relativa-mente a este tipo de investigação, quase todas elas alertando para a irrelevância prática dos modelos teóricos desenvolvidos e para o gap existente entre o que era prescrito pelos manuais e o que na prática as empresas e os gestores faziam(Scapens et al., 2002; Scapens, 2006).A investigação normativa desenvolvida neste período reflete de certo modo o declínio ocorrido na Contabilidade de Gestão após

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José Luís MartinsInstituto Politécnico de Leiria

Investir em tempos de crise: diversifi-cação geográfica ou industrial?

Introdução

Como sabemos, investir globalmente é cada vez mais uma rea-lidade. A investigação académica nas últimas décadas suporta a crença de que os profissionais não podem restringir os investi-mentos exclusivamente ao mercado doméstico, pois os mercados financeiros estrangeiros proporcionavam benefícios em termos da diminuição do risco (pela diversificação), bem como a potenciali-dade de aumentar a rendibilidade por termos uma base de inves-timento maior.

Quando pensamos em diversificação, uma primeira possibilidade é considerar a segregação geográfica, considerando cada mercado nacional como uma entidade distinta. Assim, com base no tradicio-nal método top-down, o processo iniciava-se com a seleção dos mercados (países) e depois a seleção dos ativos dentro de cada país previamente selecionado.

No entanto, a convicção de que o processo de globalização inter-nacional leva a uma profunda integração dos mercados mundiais apresenta uma nova questão: deverá o processo de investimentos globais continuar a basear-se numa abordagem de diversificação geográfica?

Se considerarmos que a predominância do fator país tem vindo a reduzir, o fator indústria será certamente o fator de eleição. Deverá a avaliação das empresas ser efetuada no contexto da sua indús-tria? Assumindo que a indústria poderá ser definida de uma forma pouco ambígua, a resposta será um inequívoco sim. Ninguém de-fenderá que uma empresa poderá ser analisada sem o correspon-dente enquadramento na respetiva indústria.

A análise geográfica pode ser criticada, pois os países atualmente concorrem num ambiente global. Para muitas empresas, tanto os seus rendimentos como as suas atividades de produção são verdadeiramente internacionais. No entanto, uma análise por in-dústria também não está isenta de críticas pois tem-se verifica-do, cada vez mais, fusões e aquisições de empresas de distintas indústrias.

Areexaminação deste assunto continua a ser legitimada na medida em que têm-se assistido a um conjunto de mudanças no ambiente dos investimentos globais e integração dos mercados financeiros que justificam mais investigação.

Efeitos País e Indústria

O efeito país reflete a influência da nacionalidade no desempenho das empresas. Representa a influência do ambiente empresarial do país que afetam o desempenho das empresas de maneira positi-va e/ou negativa, como graves recessões ou períodos de extrema prosperidade e crescimento.

Em princípio, poderemos antever que quanto mais segmentados forem os mercados, mais influente será o efeito país. Inversamente, o fator indústria terá um papel predominante em mercados de capi-tais mais integrados.

A literatura sobre este tema pode ser dividida em grandes fases. Assim, os artigos publicados antes de 2000 geralmente concluem que os fatores associados ao país de origem parecem dominar o efeito da indústria.

ção intervencionista pode contribuir de forma relevante para que os próximos anos continuem a testemunhar inovação e dinamismo na Contabilidade de Gestão através, fundamentalmente, de três formas (ibid, p. 41).A primeira consiste na ‘translação’ do conhecimento académico para os gestores através da enunciação de recomenda-ções práticas resultantes dos trabalhos académicos conduzidos. A segunda,baseia-se na formulação de questões de investigação não só de natureza teóricacomo prática. Formular questões que sejam do interesse específico das empresas aquando do planeamento e design da investigação evita que seja perdida relevância prática no processo de translação (van Helden e Northcott, 2010). A última das formas refere-se à adoção de um novo posicionamento pelos académicos face às comunidades que os envolvem, incluindo as relações com as empresas. Este novo posicionamento é descrito na literatura como engaged scholarship (ter Bogt e van Helden, 2014), e tem como base a construção de relações duradouras de colaboração através de processos dialéticos entre as universidades e as empresas (ibid). Cabe aos editores dos journals (principalmente dos journalsde topo) e à comunidade académica a promoção desta ‘nova’ forma de inves-tigação, principalmentese se pretender manter o mesmo ritmo de inovação das últimas décadas na Contabilidade de Gestão.

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convergência económica que evolui muito rapidamente entre 1999 e 2001.

O último sub-período vai desde Jan/2003 a Dez/2008 onde, es-pecificamente na sua segunda metade, destaca-se a inclusão das graves consequências da crise dos �subprime” nos EUA que se propagam aos mercados financeiros americanos e mundiais.

No entanto, a análise global de todo o período da amostra po-derá não revelar algumas evoluções e variações relevantes. Efetivamente, os resultados dos sub-períodos tem vários os pon-tos merecedores de destaque.

No primeiro sub-período a média do efeito país era de 1,30 contra um valor de 0,60 para o valor médio do efeito indústria, repre-sentando um rácio de 2,17. Este rácio diminui drasticamente no segundo sub-período para 0,39. Esta evolução deve-se fundamen-talmente ao aumento do efeito indústria (destacando-se as indús-trias Telecommunications e Technology), subindo de 0,60 para 3,08, ultrapassando muito rapidamente o efeito país. Constata-se também que este aumento drástico deveu-se à denominada bolha tecnológica, que depois de regularizada levou a um novo e rápido ajuste dos níveis dos efeitos país e indústria. Esta conclusão pode-rá ser verificada e confirmada no terceiro sub-período, onde o rácio dos dois efeitos se situa em 1,21.

O efeito país, em comparação, e conforme pode ser visto na figura abaixo, mostra-se relativamente mais regular, evidenciando, no en-tanto, uma tendência negativa ao longo do tempo.

Figura 1Importância relativa dos Efeitos País e Indústria

Fonte: adaptado de Miralleset al. (2013)

Em termos gerais, a análise permite-nos concluir que o efeito país ainda se situa a um nível ligeiramente superior ao efeito indústria, mas com tendência de aproximação.

Obviamente, uma comparação destes resultadoscom os de estudos anteriores (ver tabela 1), que utilizaram uma metodologia semelhante, levará à conclusão de que o distanciamento entre as duas variáveis é cada vez mais reduzido.

Tabela 1Sumário de resultados na literatura anterior

Período Universo Rácio

Beckers, Connor e Curds (1996) 1982-1995 Mundo 5,53

Baca, Garbe e Weiss (2000) 1995-1999 Mundo 1,23

Isakov e Sonney (2004) 1997-2000 Mundo 1,62

Phylaktis e Xia (2006) 1992-2001 Mundo 2,55

Chen, Bennet e Zheng (2006) 1994-2005 Mundo (Países Desenvolvidos)

2,05

Heston e Rouwenhorst (1994) 1978-1992 Europa 4,45

Beckers, Connor e Curds (1996) 1982-1995 Europa 1,99

Phylaktis e Xia (2006) 1992-2001 Europa 1,49

Fonte: adaptado de Miralles et al. (2013).

Esta tendência pode, também, ser facilmente observada na Figura 2 que mostra a evolução do respetivo rácio, considerando todo o horizonte temporal entre 1990 e 2008.

O destaque deste tema foi evidenciado por Lessard (1974) ao ana-lisar a importância da indústria num contexto internacional, atra-vés da análise de índices de mercado e índices sectoriais, onde constata que o efeito do país é superior ao efeito da indústria nas rendibilidades das ações a nível internacional.

Grinold et al. (1989) encontram bastantes diferenças atendendo ao país ou indústria considerada, concluindo que a generalidade dos países são mais importantes que a generalidade das indústrias, mas as indústrias mais importantes são mais relevantes que os países menos importantes.

A literatura que se seguiu alcança resultados semelhantes, en-fatizando o domínio do fator país face ao fator indústria. Tais resultados são evidenciados por, Beckers et al.(1992), Heston e Rouwenhorst (1994 e 1995), Griffin e Karolyi (1998), Rouwenhorst (1999), entre outros.

No entanto, nos anos mais recentes põe-se em evidência o cres-cimento da importância dos fatores industriais. Os primeiros es-tudos a apresentarem tais argumentos foram Baca et al. (2000) e Cavaglia et al. (2000), que obtêm resultados que suportam que a influência do fator país era, em média, de duas a três vezes supe-rior ao fator indústria até 1995, mas que desde então este rácio tem diminuído significativamente.

Existe também já bastante evidência de que os profissionais dos mercados acreditam, cada vez mais, na importância da influência do fator indústria face ao fator país na rendibilidade das ações. Galati e Tsatsaronis (2003) afirmam que em 1997, 20% dos ges-tores de carteiras europeus acreditavam na superioridade das car-teiras que respeitavam uma alocação com base na classificação industrial, enquanto que 50% dos gestores acreditavam que o fator país era o fator dominante. No entanto, em 2001, estas convicções alteram-se. Cerca de 75% dos gestores acreditam que as estraté-gias de investimento baseadas na indústria são superiores às es-tratégias geográficas.

A importância relativa do fator indústria tem crescido de forma sig-nificativa. Esta conclusão é suportada por estudos realizados por vários autores como, por exemplo,Serra (2000),Ferreira e Ferreira (2006),Chen et al. (2006),Phylaktis e Xia (2006), Moerman (2008), entre outros 1.

Mais recentemente, Miralles et  al. (2013), considerando uma amostra que compreende um total de 11.164 empresas, per-tencentes aos principais 9 países europeus (Alemanha,Bélgica, Espanha, França, Holanda, Itália, Portugal, Reino Unido e Suíça),e classificadas em dez grandes indústrias, de acordo com a classifi-cação ICB (Industry Classification Benchmark), durante o período compreendido entre Jan/1990 a Dez/2008.

A amostra é também repartida em três sub-períodos, com o objeti-vo de isolar o efeito de alguns eventos relevantes.

O primeiro sub-períodocompreendido entre Jan/1990 e Dez/1998, abrange eventos como a crise asiática em 1997; em 1998 a quebra do fundo especulativo Long Term Capital Management; um Agosto negro em que a Rússia vive uma crise económica e monetária vin-culada em parte à crise asiática de 1997; foi o período prévio à introdução do Euro.

O segundo sub-período compreendido entre Jan/1999 e Dez/2002, engloba eventos como a formação e rebentamento da bolha es-peculativa das empresas dot.com; em 2001, os atentados de 11/Setembro provocam o encerramento da Bolsa de Nova York duran-te uma semana e o índice Dow Jones sofre a maior perda da sua história; em 2002, a falsificação das contas da Enron e a fraude do grupo Wordcom desestabilizam as Bolsas do mundo; a partir de Jan/1999, com a introdução do Euro, inicia-se um processo de

1 Para maior desenvolvimento da literatura ver Miralles et al. (2013). “The role of country and industry factors during volatile times”, Journal of International Financial Markets, Institutions & Money 26: 273-290.

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Serra, A. (2000). “Country and Industry factors in returns: Evidence from emerging markets’ stocks”, Emerging Markets Review, Vol. 1, 2: 127-151.

Manuel Mendes da CruzProfessor Coordenador do Instituto Superior de Contabilidade e Administração do Instituto Politécnico de Lisboa.

Sónia R. BentesProfessora Adjunta do Instituto Superior de Contabilidade e Admi-nistração do Instituto Politécnico de Lisboa.

A Gestão dos Riscos Empresariais: Processo de Controlo e Financiamento dos Riscos

Resumo

A previsão do inesperado constitui, nesta óptica, tarefa primordial da gestão empresarial contemporânea. A gestão dos riscos ou risk management, isto é, a identificação e avaliação dos riscos e o seu controlo afigura-se, pois, na esfera de qualquer organização empresarial, como um instrumento imprescindível para uma ade-quada planificação estratégica e a tomada de decisões de longo alcance.

Dada a sua inegável relevância nos dias de hoje este artigo aborda a temática do risco empresarial nas seguintes vertentes: (i) Directivas Seveso; (ii) gestão dos riscos empresariais; (iii) processo de ges-tão dos riscos; (iv) custos dos riscos, e, por fim, (v) o seguro na gestão dos riscos.

Palavras-Chave

Directivas Seveso; Directivas Basileia; Gestão de Riscos Empre.sariais; Riscos, Incerteza; Seguros.

Classificação JEL

G22; G32

1. Introdução

Figura 2Rácio Efeito País sobre Efeito Indústria

Fonte: adaptado de Miralles et al. (2013)

Conclusão

A cada vez maior integração dos mercados financeiros mundiais é um facto. Os mercados financeiros dos distintos países são cada vez mais internacionais e globais, e este aumento de interdependência entre os mercados poderá ser desfavorável no sucesso da diversificação.

Se os gestores de carteiras internacionais adotam uma estratégia top-down ou bottom-up no processo de alocação dos seus fundos dependerá se a diminuição do risco será melhor conseguida baseando-se em países ou indústrias. Tradicionalmente a opção recaía sobre a estratégia top-down.

No entanto, a evidência empírica prévia apresenta resultados mistos no que respeita à importância relativa dos efeitos país e indústria, sendo que a literatura mais recente aponta para um crescimento significativo da importância do efeito indústria.

Consideramos que os resultados apresentados têm implicações importantes nas decisões de investimento e na forma de abordar os mercados, conseguindo-se avaliar a evolução da importância relativa destes fatores ao longo do tempo em vários mercados distintos, o que poderá influenciar as políticas de alocação dos investidores. Isto será particularmente importante considerando que estes dois efeitos poderão sofrer importantes modificações em períodos de tempo muito curtos.

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Previamente à decisão de transferência de riscos aleatórios, é ta-refa da gestão de riscos empresarial proceder à sua identificação pormenorizada, preparando um conjunto de acções preventivas que poderão reduzi-los, se possível, a um “valor não crítico”.

Nestes termos, a tarefa da gestão de riscos empresarial que pro-pugnamos, há-de concretizar-se numa sequência lógica de análise, controlo e financiamento dos riscos constituída por quatro fases essenciais, a saber:

1. Identificação, que constitui o ponto de partida para levar a bom termo a eliminação ou redução de riscos, obrigando a um inventário dos riscos da empresa através da sua identificação exaustiva.

2. Quantificação, correspondendo à identificação dos pontos perigosos e nevrálgicos, requerendo a avaliação das conse-quências económicas e financeiras decorrentes de potenciais acontecimentos danosos. Esta operação determinaráo agru-pamento dos riscos na razão directa do transtorno que a sua ocorrência possa causar à empresa, a estimativa de potenciais custos das perdas possíveis ea descrição de opções alternati-vas.

A etapa seguinte consiste em analisar as diferentes técnicas aplicáveis para o seu tratamento e controlo para os quais pode-rão considerar-se quatro diferentes possibilidades: (i) elimina-ção ou redução; (ii) assunção financeira; (iii) transferência ope-racional, e (iv) transferência financeira. Na prática, a decisão de tratamento dos riscos é baseada numa combinação equilibrada destas quatro possibilidades.

Neste âmbito da quantificação dos riscos, procede-se à clas-sificação geral dos riscos em (i)  leves, cujo dano financeiro não implica transtorno para a empresa; (ii) graves, cujos danos económicos são significativos, e (iii)  catastróficos, os que po-dem conduzir à ruína.

3. Redução dos riscos, já que será muito rara a possível elimi-nação de riscos, porquanto tal poderá implicar prescindir de uma acção ou de um factor gerador do risco mas que pode ser indispensável para o processamento de um produto ou de uma função da empresa. Como corolário, é em função dos factores geradores de risco e da forma como eles se podem manifestar, que a empresa deve decidir sobre as acções que permitam a minimização dos efeitos da realização desses riscos.

4. Financiamento, fase que supõe aceitar de antemão as con-sequências lesivas de um possível acontecimento, mediante alternativas: (i) imputando directamente o respectivo custo na conta de resultados da empresa, ou (ii) financiando o seu custo mediante diferentes técnicas, como o auto-seguro ou a transfe-rência para terceiras entidades.

Note-se que a sobrevivência da empresa, na circunstância de um acontecimento danoso, reside sobretudo nos problemas de financiamento decorrentes da necessidade de acorrer às suas consequências. Pelo que uma empresa que deseje ter segurança permanente no seu sector de actividade, deve ter previstos siste-mas de financiamento de possíveis perdas que possam derivar da ocorrência de um evento susceptível de provocar a paralização ou interrupção da actividade.

3. O Custo dos Riscos

Toda a problemática da realização dos riscos traduz-se em custos e todas as opções a tomar para a sua redução ou controlo assumem sempre um cariz económico não despiciendo, consubstanciado, em regra, pela enunciação de eventuais investimentos necessários, das alternativas de fontes de financiamento e dos corresponden-tes custos e do respectivo cronograma de realização, quando for o caso.

O risco é uma constante da vida das empresas verificando-se, no dia a dia, um fluxo contínuo de riscos consequentes por exemplo de: um novo produto que foi lançado no mercado;modificações in-troduzidas em produtos ou nos processos de fabrico;modificação ou da instalação de novos equipamentos fabris;formas de financia-mento de novos projectos.

Por outro lado, a evolução tecnológica e económica, trouxe consi-go uma nova dimensão aos riscos empresariais, produzindo efei-tos cumulativos de difícil controlo. Neste âmbito, podem referir-se a crescente dimensão física das instalações;utilização de novas técnicas, inter alia.

Habitualmente, os gestores não procuravam aprofundar os ris-cos da actividade da empresa. Se identificados, procuravam a sua transferência para uma seguradora desde que constituíssem ma-téria segurável. Quanto aos restantes riscos, as eventuais perdas ficavam ao sabor das disponibilidades financeiras da empresa na circunstância da sua ocorrência.

Ora, sabemos que é objectivo da gestão do risco, a planificação efectiva dos recursos para recuperar o equilíbrio financeiro e a efectividade operativa da empresa na sequência de uma perda for-tuita e, desta forma, obter a curto prazo uma estabilidade do custo dos riscos e a, longo prazo, a minimização dos riscos.

Contudo, na actualidade, o essencial dos riscos empresariais não são seguráveis, como é o caso dos que incidem sobre os elementos do activo patrimonial incorpóreo. De facto, o patrimó-nio da empresa comporta diferentes elementos incorpóreos de extrema importância, como a marca, a quota de mercado, os clientes inter alia, cujas perdas consequentes de uma parali-sação prolongada da actividade poderão revelar-se “fatais”. A estes deve acrescentar-se ainda o valor dos activos humanos da empresa, sem os quais as melhores instalações e equipamentos de pouco valem.

A função de gestão de riscos deve, assim, procurar encarar os ris-cos como factor intrínseco da actividade da empresa, susceptível de controlo por técnicas adequadas. Trata-se de uma filosofia de gestão diferente, que tem foros de relativa novidade em Portugal, não obstante ser matéria que, no panorama internacional, tem mo-bilizado empresários, administradores e técnicos, desde a década de 1980.

A primeira reflexão quanto à perenidade de uma empresa —ou de concretização de um projecto— não deve ser, prioritariamente, de contratar um seguro, antes de prevenir os eventuais riscos da ac-tividade. Neste âmbito, deve-se procurar adquirir uma visão global dos riscos empresariais, tanto no plano material como no financei-ro, com o objectivo de garantir a sua continuidade no negócio e de melhorar a posição concorrencial.

2. O Processo de Gestão de Riscos

No dia a dia do seu negócio as empresas defrontam-se com um certo número de riscos que podemos dividir em dois grandes gru-pos: (i) os que decorrem e são próprios da actividade normal da empresa, e (ii) os de natureza acidental,pelo que os gestores devem pensar funcionalmente na gestão dos diferentes riscos, provendo a sua integração no processo de decisão estratégica no sentido de procurar minimizar consequências não desejadas.

Os primeiros respeitam ao desenvolvimento natural da empresa e deles tanto podem advir lucros como prejuízos. Os segundos são riscos de natureza aleatória que, se ocorrerem, podem constituir um peso significativo na estrutura económica e cuja solução pode ser encontrada no interior da empresa —por adopção de medidas de prevenção e protecção— ou recorrendo à sua transferência para terceiros de que o paradigma mais conhecido é o seguro.

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5. Conclusões

Uma gestão empresarial eficaz e responsável não pode ignorar quão importante será instituir e manter um programa de gestão do risco empresarial adequado. O custo dos riscos constitui, assim, como que um novo conceito de gestão empresarial, pressupondo que a realização dos riscos condiciona e limita a actividade empre-sarial, pelo que as empresas deverão adequar o custo do risco total das consequências não desejadas à sua capacidade financeira.

A realização dos riscos condiciona e limita a actividade empresa-rial, razão pela qual ao empresário moderno já não é bastante con-siderar a mera transferência para o seguro, antes tem de entender que de um acontecimento danoso advém sempre custos indirectos não transferíveis para terceiros. Assim, urge estar preparado para acautelar financiamentos e responsabilidades previamente à reali-zação de qualquer risco.

No futuro, ainda que este seja um conceito novo na gestão em-presarial, as empresas deverão adequar o custo do risco total das consequências não desejadas à sua capacidade financeira.

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Vicente MontesinosPresidente de la Comisión del Sector Público de AECA

La información financiera de las entidades públicas en la UE: entender el lenguaje para asumir los resultados

El condicionante de la “disciplina fiscal”

Si algo estamos constatando día a día los ciudadanos europeos es el concepto de “disciplina fiscal” y sus consecuencias se han implantado firme y profundamente en nuestros comportamientos y en los escenarios cotidianos de nuestras vidas, convirtiéndose así en un condicionante fundamental para calificar y gestionar la situación económica, social y política de los países europeos.

Así, nos encontramos con condiciones laborales más precarias y más bajos niveles salariales, reducción de recursos para la sosteni-bilidad de servicios públicos, abandono de actividades económicas tradicionales en aras de la mayor productividad y, sobre todo, un efecto de lanzamiento hacia afuera del sistema de nuestros jóvenes más preparados, a cuya formación hemos dedicado esfuerzos y medios importantes y que deberían constituir nuestro principal ac-tivo, en la medida en que el capital intelectual constituye sin duda el factor más importante y el elemento crítico para el crecimiento y el desarrollo en la economía del conocimiento.

O papel essencial da gestão de riscos empresarial é, assim, o de estudar as soluções mais vantajosas numa óptica de custo-bene-fício para a empresa, procurando optimizar as medidas de trata-mento material e económico dos riscos que determinarão o custo global dos riscos da empresa o qual, por sua vez, assenta em três vectores fundamentais:

— a protecção material ou o custo a suportar com as medidas de segurança, englobando as medidas de prevenção e de protec-ção destinadas a reduzir a frequência e a gravidade dos eventos danosos;

— a protecção financeira (por exemplo, através de um seguro) destinada a compensar perdas resultantes da realização de ris-cos aleatórios;

— as perdas indirectas consequentes, em geral não transferíveis para terceiros, como a degradação da imagem da empresa no mercado, a “fuga” de clientes ou o abandono de canais tradicio-nais de financiamento.

O objectivo da gestão de riscos empresarial será também o de pon-derar sobre o custo global dos riscos, pugnando por um regular re-flexo dos gastos em segurança e na transferência dos riscos, sem comprometer a perenidade da empresa relativamente aos riscos que ela tem de conservar sob sua responsabilidade.

4. A Transferência dos Riscos

O objectivo primordial da função de gestão de riscos empre-sarial é garantir que onegócio da empresa, o seu património e as suas responsabilidades —perante os seus trabalhadores e perante terceiros— estarão devidamente protegidos. Isto quer significar que nenhum acontecimento, ainda que de natureza aleatória, poderá pôr em causa o decurso normal da actividade empresarial.

Negligenciar estes aspectos constitui um acto de má gestão, que pode pôr em causa a viabilidade económica e financeira ou mesmo a continuidade da empresa no mercado. É nesta óptica, enquanto garante da continuidade do negócio, que o seguro faz todo o senti-do e como tal deve ser considerado.

Com efeito, transferir para o seguro pelo menos parte dos riscos decorrentes da actividade da empresa é um imperativo que permite prevenir ocorrências as mais das vezes inevitáveis por forma a que não afectem a vida das pessoas e das empresas. Nesse sentido, os seguros continuam a constituir a via principal para amenizar os efeitos financeiros de riscos aleatórios tais como, incêndios, terramotos, etc.

Mas esta constitui apenas uma parte da protecção de que uma em-presa necessita. Na realidade, o seguro não previne nenhum risco da actividade, simplesmente irá suportar os custos da reposição ou reparação de um património afectado ou de prejuízos conse-quenciais ou ainda a indemnização a terceiros por danos que lhes possam ter sido causados pela empresa no âmbito do seu desem-penho.

O custo dos riscos deve, nesta medida, ser visto numa óptica de custo-benefício, considerando-se, genericamente, que a longo prazo é mais rendível a adopção de medidas de protecção que o montante dos prémios de seguro.

É neste particular que a gestão de riscos empresariais surge como novidade, ao fazer compreender que a segurança é uma preocu-pação subjacente e anterior à própria transferência dos riscose que a realização dos riscos deve prioritariamente ser evitada ou reduzida a uma expressão mínima. Este é um campo muito vasto e complexo que exige, nomeadamente, a análise mais ou menos exaustiva dos riscos, a avaliação das suas probabilidades, a de-finição do quadro de necessidades e a adequação dos produtos disponíveis.

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nistraciones públicas y contengan la información necesaria para generar datos según el principio de devengo con el fin de preparar la información a incluir en las cuentas nacionales. En tal sentido, la Comisión propone la elaboración de unas Normas Europeas de Contabilidad Pública (EPSAS) que tendrán como referencia las IPSASs, cuya aplicación directa se descarta. En los países que po-demos denominar de tradición latina y continental europea todavía no se aprecia debidamente la utilidad para la gestión, la rendición de cuentas y el control de la contabilidad de devengo, a diferen-cia de los países anglosajones, como el Reino Unido en Europa y Australia o Nueva Zelanda en Oceanía.

Finalmente, el sistema de información más importante actual-mente para las instituciones europeas, con vistas a llevar a cabo un control fiscal efectivo,es el de las cuentas nacionales y las estadísticas de finanzas públicas, que centran su atención en la determinación de la deuda y la capacidad/necesidad de financia-ción (superávit/déficit) de las entidades públicas. El 1 de sep-tiembre de 2014 ha entrado en vigor el nuevo Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales (SEC 2010), aprobado por Reglamento n.º 549/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo el 21 de mayo de 2013.

Nos encontramos así con una diversidad de cifras en contabilidad que en ocasiones generan una difícil compresión de las mismas, incluso para los expertos, y dificultan su aceptación por los ciuda-danos, y por ende su legitimación social y política. No diremos que existe una “babel contable”, cuando hablamos para profesionales, pero es difícil evitar que en esta situación los ciudadanos tengan en muchos casos esta percepción, y piensen que hay un “muro infor-mativo” demasiado opaco entre la estructura tecnocrática y ellos, ya sea en su calidad de contribuyentes o en la de destinatarios finales de los servicios públicos.

Los ejes de la transparencia financiera: reducir las divergencias, presentar la información con claridad y explicar motivadamente sus consecuencias

Más allá de las discusiones y análisis conceptuales, está la lógica evidente de la realidad social a la que los sistemas de informa-ción deben servir. Si nos situamos pues en ese plano, son pocos los expertos que comprenden esos sistemas contables y la con-ciliación de sus cifras; los medios de comunicación reciben una información que en gran medida no llegan a entender; y los ciuda-danos no obtienen explicaciones razonables acerca del significado y consecuencias de los datos que se publican. Este panorama no permite hablar propiamente de transparencia informativa, que re-quiere mayor claridad en la presentación de la información y en la justificación de sus consecuencias.

¿Quiere ello decir que los medios y los ciudadanos deben entender los aspectos técnicos, cada vez más complejos, de las cuentas pú-blicas? Obviamente, no. Sería absurdo defender esa postura, como lo sería pretender que entendiéramos los errores de los cálculos de resistencia de un puente que se derrumba o los errores de un diag-nóstico o tratamiento médicos. ¿Qué podemos pues pretender y propugnar? En mi opinión, y coincidiendo con las intenciones y de-claraciones de las entidades responsables de la regulación contable en Europa, hay que reducir la diversidad entre sistemas contables, reduciendo con ello las diferencias y desviaciones y los necesarios ajustes que con ello se generan. También es deseable una mayor estabilidad normativa, separando entre normas básicas y normas de desarrollo, que se adaptarían a los cambios sobrevenidos por la propia evolución de la realidad socio-económica. Finalmente, pro-curar evitar las resistencias a la armonización en áreas, sectores o países determinados, que al menos en Europa es una consecuencia de la reducción de la soberanía nacional y la necesidad de compa-rabilidad de la información.

Nos queda meditar sobre quizá lo más importante: en la aproxima-ción de los tres grandes sistemas de información. ¿Cuáles son los principios y el modelo de referencia? ¿Cómo explicar la importan-cia de estas informaciones a los agentes económicos y a los ciu-

Esta situación ha de constituir, qué duda cabe, un profundo mo-tivo de reflexión, porque es cierto que nuestros sistemas econó-micos se habían asentado frecuentemente sobre bases inconsis-tentes y nos movíamos como gigantes con los pies de barro. El déficit y la deuda públicos han de tener un alcance y un recorrido limitados, de manera que la economía resulte sostenible en el medio y largo plazos. Ello implica controlar los ingresos y gastos y los compromisos financieros del sector público, que sólo será sostenible en la medida en que se apoye en una economía real sólida, ágil y flexible.

Así, nuestras autoridades están centrando su atención en esa disciplina fiscal, que evidentemente no lo es todo, y cuyos cos-tes deben distribuirse entre la gente, los territorios y los tiempos, racionalizando su diseño y aplicación. El adecuado diseño y pilotaje de la disciplina fiscal resulta fundamental para legitimar social y políticamente los sacrificios, justificando ante los ciudadanos, no solamente su necesidad, sino su carácter racional y su adecuado fundamento sobre la ética y la equidad.

Resaltar la importancia de una información clara y coherente para legitimar y pilotar la disciplina fiscal es el objetivo que brevemente pretendemos comentar en párrafos sucesivos.

La “trilogía contable” de las administraciones públicas

Si en el ámbito empresarial han sido los mercados los principales impulsores de la armonización, en el ámbito público el escenario es más complejo, pero en Europa la disciplina fiscal se ha venido perfilando como el motor fundamental de los esfuerzos por alcan-zar una comparabilidad real y fiable de la información financiera de las entidades públicas.

En el fondo, los mercados financieros también impulsan con fuerza la armonización contable pública. Sin embargo, la instrumentación de esta influencia viene mediatizada por las directrices, exigen-cias y controles de organismos internacionales, como son, según los casos, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, el Banco Interamericano de Desarrollo o la Comisión Europea. Estas instituciones presionan a las entidades públicas para adaptar sus sistemas de información contable a sus requerimientos, que en cualquier caso suponen una armonización internacional de los criterios utilizados.

Centrándonos en el caso europeo, nos encontramos con una trilo-gía de sistemas de información que conviven e interactúan en los países miembros de la Unión: Presupuesto, Contabilidad micro-económica de devengo y agregados macroeconómicos, recogidos en las Estadísticas de Finanzas Públicas y las Cuentas Nacionales.

En el caso de los presupuestos, podemos destacar el papel de la OCDE, analizando e impulsando innovaciones y progresos presu-puestarios, como el presupuesto por objetivos y el presupuesto de devengo. Es importante recordar aquí que todavía existe la cultura generalizada de que son las cifras presupuestarias las que marcan auténticamente las pautas de la conducta financiera de las entidades públicas, dentro, eso sí, de los límites o fronteras delimitados por la disciplina fiscal. En el marco de la UE, Directiva 2011/85/UE del Consejo establece requisitos para garantizar la disponibilidad pública, oportuna y periódica, de datos presupues-tarios relativos a todos los subsectores de las administraciones públicas de los países miembros, así como una serie de reglas presupuestarias.

En contabilidad microeconómica de devengo, desde el ámbito pro-fesional se está poniendo mucho empeño para introducir sistemas de contabilidad de devengo en las entidades públicas. En Europa, las instituciones europeas han adoptado sus cuentas las IPSAS, pero la situación en los estados miembros de la UE es desigual, si bien la citada Directiva 2011/85/UE señala que los Estados miem-bros dispondrán de unos sistemas de contabilidad que cubran de manera íntegra y coherente todos los subsectores de las admi-

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José António MoreiraProfessor auxiliar. Faculdade de Economia da Universidade do Porto/CEF.UP/OBEGEF

André Miguel TavaresMestrando. Nova School of Business and Economics

Rentabilidade do Ativo: será indiferente a definição adotada?

1. Introdução

A Análise Financeira, genericamente considerada, propõe técni-cas de análise da informação contabilístico-financeira divulgada pelas organizações. O uso de tais técnicas facilita a produção de um diagnóstico da situação económica e financeira de uma or-ganização, com a finalidade de apoiar a tomada de decisões de gestão como, por exemplo, as de investimento.

Refere Moreira (1997) que a Análise Financeira, “enquanto con-junto de conhecimentos passível de vir a constituir um futuro corpo teórico autónomo, sofre do mal de todos os embriões de potenciais futuras ciências: o elevado grau de indefinição inerente aos conceitos e noções que utiliza. Daqui resulta encontrarem-se em diferentes textos os mesmos termos ou expressões com significados [e definições] não necessariamente coincidentes”. É questionável o entendimento de autores (e.g. Cohen, 1990) que olham tal indefinição como algo de positivo e sinónimo de vitali-dade desta subárea das Finanças. Desde logo, porque condiciona a existência de uma linguagem que seja fácil e diretamente inter-pretada por todos e, de modo particular, torna difícil a compara-ção de análises efetuadas por distintos analistas.

Entre as técnicas de análise sobressai a dos rácios, quocientes entre duas grandezas económicas e ou financeiras. A respetiva simplicidade de estimação justificará, pelo menos em parte, a popularidade e intensidade de uso de que é objeto esta técnica. Porém, é aquela em que a indefinição anteriormente referida é porventura mais significativa. Exagerando um pouco, quase se pode afirmar que cada rácio tem tantas definições quantos os analistas que o usam.

O presente texto propõe-se discutir esta limitação, para o caso particular do rácio “rentabilidade do ativo” (returnonassets, na expressão inglesa). Trata-se de um indicador basilar em qualquer análise que pretenda apreender a situação atual e futura evolução de uma organização. No denominador, com mais ou menos ajus-tamento, considera o ativo total; é ao nível do numerador que se verifica a maior heterogeneidade, onde pontuam, entre outros, o “resultado operacional” (ou o EBIT-resultado antes de juros e impostos), ou o resultado líquido (RL). Daqui derivam duas defi-nições distintas que, no entanto, sem justificação, tendem a ser usadas como se de uma única se tratasse (e.g. Jewell e Mankin, 2011). Será indiferente em termos informativos, para efeitos de análise, o uso indistinto de uma ou outra?

A discussão das limitações e ou virtualidades de cada uma das referidas definições será efetuada a nível teórico, a partir de lite-ratura disponível sobre a matéria, e a nível empírico com recurso a uma sucinta análise estatística baseada numa amostra alarga-da de empresas portuguesas. Como à partida se antevia, essas definições do rácio da rentabilidade do ativo não são, salvo em casos muito particulares, coincidentes na informação que pro-porcionam e, por isso, a opção por uma delas deverá ser, sempre, devidamente justificada.

A estrutura do presente texto é a seguinte. Na secção 2 apresen-tam-se as duasdefinições do rácio correntemente mais utilizadas.

dadanos en general? Y finalmente, ¿cómo presentar los datos para contribuir eficazmente a conseguir la transparencia informativa de las entidades públicas?

A modo de conclusión: complementariedad de los sistemas contables sobre la base común del devengo

El modelo presupuestario registra e informa sobre flujos financie-ros a corto plazo, de manera que está basado en un criterio de caja “modificado”, en tanto en cuanto va algo más allá de los cobros y pagos, dentro de la vigencia temporal del presupuesto anual. Tampoco registra operaciones no financieras, como donaciones o permutas. Le interesa esencialmente determinar y controlar el saldo de los flujos positivos y negativos del presupuesto anual de una entidad.

En cuentas nacionales y estadística de las finanzas públicas se si-gue esencialmente el criterio de devengo, aunque con excepciones, especialmente en algunas categorías de ingresos. Interesa cuanti-ficar todas las operaciones que inciden en la capacidad/necesidad de financiación, no solamente en el ejercicio, sino en el futuro de la administración pública considerada, atendiendo a los efectos agregados.

Finalmente, en contabilidad microeconómica de devengo se consi-deran los ingresos y gastos devengados en el ejercicio, atendiendo a su impacto en el patrimonio de una entidad pública, por lo que se habla de resultado económico-patrimonial y contabilidad patri-monial.

Es cierto que la única información que no requiere la introducción de criterios y estimaciones es la relativa a los flujos de efectivo. Sin embargo, esa información es insuficiente para la toma de decisio-nes, porque no considera las consecuencias futuras de los aconte-cimientos y operaciones ya producidos en el pasado, razón por la cual el modelo de información del marco conceptual del IASB y el correspondiente del IPSASB se decantan por el modelo de deven-go. Con ello, la coexistencia de los tres sistemas de información requiere una aproximación de sus planteamientos, tal como lo vie-ne planteando el IPSASB desde 2005, con relación a la contabilidad microeconómica de devengo y las estadísticas gubernamentales agregadas (v. Research Report de 2005 y el Consultation Paper de 2012). Nos quedaría así como un “cabo suelto” el presupuesto de flujos anuales puramente financieros, que distorsiona el conjunto y la coherencia de los tres sistemas.

El desarrollo y la adopción de un presupuesto de devengo va apa-reciendo así como una necesidad para lograr la efectividad de la información de devengo, ya que en muchos casos los gestores pú-blicos centran exclusivamente su atención en las cifras presupues-tarias del ejercicio, sin atender a la información de devengo, cuya utilidad no deja entonces de cuestionarse, planteándose incluso la propia razón de su existencia. La única cuantificación por devengo que sigue así preocupando, y mucho, es la cuantificación de deuda y déficit de la entidad, de conformidad con los criterios de devengo diseñados y establecidos para los agregados macroeconómicos.

Concluiremos conectando así con las reflexiones iniciales, plan-teando la necesidad de explicar adecuadamente a los agentes so-ciales y a los ciudadanos el sentido de los datos financieros, que tendrán que ver con la sostenibilidad del sistema económico y la contribución de cada administración y cada entidad pública a ese objetivo global de la sostenibilidad de ese sistema.

Hoy por hoy, ese objetivo de información solamente puede con-seguirse empleando de forma general el criterio del devengo, que incorpora a los informes todas las consecuencias financieras fu-turas de las actuaciones económicas del sector público, incluidas las operaciones y transacciones a incluir en el presupuesto anual, que tendrá que ser, más pronto que tarde, un presupuesto de devengo.

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Resultado Operacional

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Capital próprio

Resultado Líquido

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O ativo total gera o resultado operacional (EBIT), que generica-mente se pode considerar a remuneração do investimento total da organização. Esta remuneração é distribuída pelos diferentes participantes no investimento (a que acresce o Estado), sendo o juro pertença dos financiadores que fornecem o capital alheio, e o resultado líquido a remuneração do capital próprio (CP) disponibi-lizado pelos acionistas. Este circuito de criação e distribuição do resultado evidencia que o indicador “rentabilidade do ativo” para possuir o significado económico-financeiro que acima se referiu tem de assegurar que o rendimento que aparece no numerador deve ser o que respeita ao investimento/financiamento constante do denominador. Por conseguinte, a definição dessa rentabilidade que se afigura mais consistente é a que considera como numera-dor o resultado operacional (EBIT), ou seja o ROA (e.g. Nogueira, 2014).

A figura anterior ilustra ainda algo mais. Sendo o EBIT o resulta-do gerado pelo AT, e sendo este financiado por capitais alheios e capitais próprios, significa que, como referem Vieira et al. (2011), o ROA proporciona uma importante informação para o processo de decisão dos gestores, pois o respetivo valor pode ser olhado, genericamente, como a taxa máxima que a organização pode pagar pelo financiamento do seu ativo. Se o custo deste financiamento for superior a essa taxa aquela estará a perder dinheiro.

Esta evidência “teórica” sugere, em ambos os casos, que o “ROA” proporciona informação distinta da definição “roa”, sendo teori-camente mais consistente. Ver-se-á seguidamente se a evidência empírica coligida aponta no mesmo sentido.

3.2. Empírica

A análise levada a efeito assenta em métricas de estatística descri-tiva muito simples, tendo por base uma amostra de 9760 empresas portuguesas pertencentes à Divisão 46 da CAE rev. 3, “Comércio por grosso, exceto de veículos automóveis emotociclos”, para o período 2005-2006, tendo os dados sido extraídos da base SABI. A escolha do setor e do período foram ditadas, respetivamente, pela existência de um conjunto de empresas vasto; pela intenção de obviar ao efeito da crise económica e financeira que se fez sentir a partir de 2007 e que, a ser considerada no período da presente análise, iria introduzir ruido passível de confundir os efeitos em estudo.

A primeira questão que se coloca é a de saber se uma comparação agregada da evolução da rentabilidade das empresas da amostra no período em análise conduz aos mesmos resultados usando uma ou outra das definições em discussão. O quadro seguinte tabela a evidência encontrada:

Na secção seguinte, discutem-se, em termos teóricos e empíri-cos, essas definições. Por fim, na secção 4, são apresentadas as principais conclusões.

2. Definições mais comuns do indicador

A melhor forma de ilustrar a diversidade de definições do indi-cador “rentabilidade do ativo” é usar a evidência proposta em-Jewell e Mankin (2011). Na análise de 70 livros de várias áreas da Gestão, encontraram onze diferentes modos de o calcular.

Abstraindo de pequenos detalhes, como por exemplo, o uso no denominador do valor da variável ativo total (AT) no final do ano, ou alternativamente uma média dos valores no início e final do mesmo, 62% daquelas obras optam por definir o indicador como

RL–––AT

,que no presente texto se representará pela sigla “roa” (letras

minúsculas); as restantes 38% usam versões que se aglutinam em

torno da definição

EBIT––– —

AT ,que se designará pela sigla ROA (letras

maiúsculas).Verifica-se, pois, uma acentuada preponderância do uso da definição “roa” relativamente a ROA, embora nunca justi-ficada. Como na secção seguinte haverá oportunidade de discutir, os argumentos teóricos encontrados sustentam a segunda das definições, tornando ainda mais incompreensível a mencionada preponderância da primeira.

Uma viagem no tempo, procurando os primórdios de cada uma das definições, não permite clarificar as razões que se encontram por detrás da opção por uma ou outra delas. Em meados dos anos 60, com o florescimento da literatura sobre os modelos de previsão de falências, já a divergência era evidente. Por exem-plo,Beaver (1966), no seu modelo, usa a definição “roa”, enquan-to Altman (1968), na estimação do “Z-score”, utiliza a definição ROA.

Segundo Evans (2007), este último indicador proporciona in-formação que se aproxima da produtividade dos ativos da orga-nização, permitindo comparações que não são distorcidas pela estrutura de capitais daquela. Por sua vez, a definição “roa” pro-porciona informação sobre a rentabilidade líquida dos ativos.

Significa isto que sob uma mesma designação de “rentabilidade do ativo”se abrigam dois distintos indicadores, as mencionadas definições, o que sustenta a sugestão de Jewell e Mankin (2011) de que os autores, nomeadamente nos manuais, deveriam adotar designações para os indicadores que refletissem de modo mais preciso o conteúdo informativoda respetiva definição.

3. Análise numa dupla perspetiva

3.1. Teórica

Segundo Moreira (1997), um rácio, no sentido que ao termo é atribuído no âmbito da Análise Financeira, não é a mera divisão entre duas variáveis contabilístico-financeiras. “É preciso que o quociente possua um significado económico ou financeiro, a par-tir das grandezas que entram na respetiva construção.” Tendo esta ideia presente e não perdendo de vista que o indicador que se discute é a “rentabilidade do ativo”, nas suas formulações roa e ROA, é-se de opinião que éna segundaquetal significado é mais percetível, dada a relação existente entre a grandeza do numera-dor e a do denominador. A figura seguinte ajuda a explicar esta afirmação.

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tativamente coincidente com a da definição roa. Esta, aproxima-se mais do ROE e em grande medida sobrepõe-se-lhe. A evidência teórica e empírica discutida sugere, pois, que nos casos em que na análise se utiliza o indicador ROE a definição de “rentabilidade do ativo” a utilizar deve ser ROA.

Conclui-se, por conseguinte, que a pergunta que dá título ao texto tem resposta negativa. Não é indiferente, em termos de conteúdo informativo, adotar uma ou outra das definições de “rentabilidade do ativo” (roa ou ROA) que se discutiram no presente texto.

Referências

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Beaver, W. (1966). “Financial Ratios as Predictors of Failure”.Journal of Accounting Research Vol. 4 (3): 71-111.

Cohen, E. (1990). Analyse Financière, Paris: Économica. Tradução por-tuguesa de C. M. Weiler Nunes da Silva (1995), sob o título Análise Financeira. Lisboa: Editorial Presença, colecção Fundamentos.

Evans, A. (2007). “Using a Multiplicative Intensity Processto Forecast Firm Failure”. Study presented to the Institute of Actuaries of Australia Biennial Convention, 23-26 September 2007,Christchurch, New Zealand.

Jewell, J., e Mankin, J. (2011), “What is Your ROA? An Investigation of the Many Formulas for Calculating Return on Assets”.Academy of Educational Leadership Journal Vol. 15 (Special Issue): 79-91.

Moreira, J. (1997), Análise Financeira de Empresas: da teoria à prática.Porto: Bolsa de Derivados do Porto, 1997, 4.ª edição.

Nogueira, N. (2014), “Rácios de Rentabilidade”, texto disponível em http://www.portal-gestao.com/item/2291-r%C3%A1cios-de-rentabilidade.html, acedido em 2/8/2014.

Vieira, C.; Verde, I.; Bezerra, R.; Rodrigues, P., e Ismael, V. (2011., “Índices de rentabilidade: um estudo sobre os indicadores ROA, ROI e ROE de empresas do subsetor de tecidos, calçados e vestuários lista-das na BOVESPA”, texto apresentado no VIII Convibra Administração – Congresso Virtual Brasileiro de Administração, disponível a partir de http://www.convibra.com.br, acedido em 2/8/2014.

Enrique OrtegaRocío AriasGomez Acebo & Pombo

¿Qué norma define en España al grupo de sociedades para efectuar la consolidación?

Desde el día 1 de enero de 2005, en virtud de lo establecido en el Reglamento (CE) nº 1606/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de julio de 2002, relativo a la aplicación de nor-mas internacionales de contabilidad, los grupos de sociedades españoles, dependiendo de si sus valores están o no admitidos a cotización en un mercado regulado, deben cumplir, en el primer caso, con los Reglamentos europeos de adopción de las normas internacionales de contabilidad emitidas por el IASB (International Accounting Standards Board) o, en el segundo caso, pueden optar por la aplicación de la normativa contable española. Sin embargo, la configuración o definición del grupo de sociedades al que aplica esa normativa contable, se debe efectuar siempre bajo la normativa española.

Variação da rentabilidade no período 2005-2006

Métrica \ indicador [1] ROA [2] roa [3=2-1] Diferença

mediana 0,001 -0,002 0,003

A constatação mais imediata é a de que as duas definições do indicador propõem produzem resultados opostos (recorrendo à média a conclusão é qualitativamente a mesma). Segundo o ROA, a rentabilidade aumentou em 2006; segundo o “roa”, diminuiu. A diferença tabelada é estatisticamente significativa, e os valores es-tão definidos em percentagem do AT, o que os torna materialmente relevantes.

Este resultado corrobora, pois, a afirmação atrás efetuada de que cada uma das definições proporciona informação diferente, no-meadamente em termos qualitativos (aumento vs. diminuição).

Usando o indicador da “rentabilidade doCP”,

RLROE = –––—

CP,

alternativamente a “roa” (valores não tabelados), a constatação a que se chega é a mesma que está expressa no quadro precedente. Istomostra que a informação proporcionada pela definição“roa” está mais próxima da do indicador ROE, do que da do ROA. Não será de estranhar tal factose se tiver presente que a correlação en-tre o AT e o CP é de cerca de 90%.

A diferença entre as definições ROA e roa pode ser explicada de modo particularpela diversidadede estruturas de capitais (endivi-damento das organizações), que influencia o RL por via dos ju-ros líquidos pagos (o efeito dos impostos sobre o rendimento é transversalmente menos heterogéneo). No sentido de perceber esse impacto dividiu-se a amostra em três classes de endivida-mento (ENDIV = FINANC/AT) de igual dimensão (3253 obs.), sendo FINANC o endividamento bancário. Os valores tabelados corres-pondem à mediana.

Variação da rentabilidade no período 2005-2006, por classes de endividamento

Classe \ indicador [1] ROA [2] roa [3=2-1] Diferença

Endividamento

Baixo 0,0007 -0,0007 0,0014

Médio 0,0008 -0,0014 0,0021

Alto 0,0014 -0,0020 0,0035

Estes resultados corroboram a expetativa. Quanto mais elevado o grau de endividamento, maior o peso dos juros e, por conseguinte, maior a diferença entre os valores propostos por cada uma das definições. A variação de rentabilidade verificada quando se usa o “ROA” é positiva, de sinal oposto ao que se obtém se se usar o “roa”.Este resultado contrastante não pode deixar de ser tido em consideração pelo gestor (ou pelo analista) quando escolhe a defi-nição do indicadora utilizar. Mais, no caso de textos, ou de estudos, tal escolha deverá ser justificada.

Usando o indicador ROE (valores não tabelados), verifica-se que a informação por ele proporcionada apresenta elevada correlação com a da definição roa.

4. Conclusão

O presente estudo propôs-se discutir criticamente a limitação que resulta para a técnica dos rácios da multiplicidade de definições que cada um pode tomar sob o chapéu de uma denominação co-mum. Focou-se a análise de modo particular no indicador da“ren-tabilidade do ativo”, partindo das duas definições mais comumente disponíveis na literatura e utilizadas na prática, acima designadas como roa e ROA.

Na discussão teórica e empírica levada a efeito na secção anterior-referiu-se que esta última proporciona informação que não é quali-

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por referencia al derecho interno nacional, que en España se recoge en los arts. 42 y siguientes del Código de Comercio.

Así pues, recientemente se ha adoptado y ha entrado en vigor en el seno de la Unión Europea y por tanto también en España, una nueva norma del IASB, la NIIF 10 “Estados financieros consolida-dos”, en la que se introduce un avance en el concepto de grupo. Dicha norma internacional financiera ha proseguido el cauce para su adopción en Europa a través del Reglamento (UE) n.º 1254/2012 de la Comisión, de 11 de diciembre de 2012, que entró en vigor en fecha 1 de enero de 2013 (tercer día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, que tuvo lugar en fecha 29 de diciembre de 2012). De conformidad con el art. 2 del citado Reglamento, la NIIF 10 resulta aplicable “a más tardar” desde la fe-cha de inicio del primer ejercicio que se inicie a partir del 1 de enero de 2014, si bien puede aplicarse con anterioridad en los ejercicios que comiencen a partir del 1 de enero de 2013; todo ello referido a los grupos cotizados que cumplen con esa normativa.

El objetivo de la NIIF 10 es establecer una serie de principios para la presentación y la elaboración de estados financieros consolida-dos en aquellos casos en los que una entidad controle a una o varias entidades. En particular, el perímetro de consolidación que prevé la NIIF 10 gira en torno a la existencia de control de una en-tidad dominante sobre la entidad participada, concurriendo dicho control cuando se reúnan las siguientes condiciones: (a) el poder sobre la participada; (b) estar expuesto, o tener derecho, a obtener unos rendimientos variables por su implicación en la participada; y, (c) tener la capacidad de utilizar su poder sobre la participada para influir en el importe de sus propios rendimientos.

Pues bien, como hemos indicado anteriormente, en virtud de la interpretación autorizada realizada por la Comisión Europea en sus Comentarios en relación con la definición de cuentas consolidadas, la configuración y definición del grupo de sociedades es compe-tencia de cada Estado Miembro, por lo que esta nueva NIIF 10 solo podría aplicarse en España para determinar la configuración de un grupo de sociedades si se incorporase al derecho interno español.

En España, la normativa reguladora de los grupos de sociedades en el ámbito mercantil se recoge en los arts. 42 a 49 del Código de Comercio (Sección Tercera “Presentación de las cuentas de los grupos de sociedades” del Título III del Libro Primero del Código de Comercio) y, en particular, el art. 42 establece las reglas que a nivel legal definen al grupo de sociedades. Hasta la fecha no se ha aprobado modificación alguna de los citados preceptos, cuya redacción vigente se introdujo, con efectos a partir del 1 de enero de 2008, por la Ley 16/2007, de 4 de julio, de reforma y adaptación de la legislación mercantil en materia contable para su armoniza-ción internacional con base en la normativa de la Unión Europea. Tampoco se ha modificado el desarrollo reglamentario de los arts. 42 y siguientes del Código de Comercio, que se llevó a cabo a través del Real Decreto 1159/2010, de 17 de septiembre, por el que se aprueban las Normas para la Formulación de Cuentas Anuales Consolidadas. Siendo así, hasta la fecha no se ha adoptado el ve-hículo jurídico idóneo para implantar la nueva regulación de los estados financieros consolidados contenida en la NIIF 10.

Sin perjuicio de lo anterior, la citada NIIF  10 sí que ha sido in-corporada a la normativa aplicable a la confección de los estados financieros individuales y consolidados de las entidades de crédito. En efecto, a través de la aprobación de la Circular 5/2013, de 30 de octubre, del Banco de España, se ha efectuado una revisión del contenido de la Circular 4/2004, de 22 de diciembre, a entidades de crédito, sobre normas de información financiera pública y reserva-da y modelos de estados financieros.

En particular, la modificación de la Circular 4/2004 efectuada por la Circular 5/2013 ha supuesto la incorporación del contenido del citado Reglamento (UE) n.º 1254/2012 de la Comisión, de 11 de di-ciembre de 2012, por el que se adoptó, entre otras normas, la NIIF 10. En su virtud, se le ha dado nueva redacción a la norma tercera de la Circular 4/2004, que regula diversos aspectos de la formula-ción de cuentas anuales consolidadas de las entidades de crédito.

En efecto, la Comisión Europea, en sus “Comentarios referentes a ciertos artículos del Reglamento (CE) n.º 1606/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de julio de 2002, relativo a la apli-cación de normas internacionales de contabilidad y de la cuarta Directiva 78/660/CEE del Consejo, de 25 de julio de 1978, y la sépti-ma Directiva 83/349/CEE del Consejo, de 13 de junio de 1983 sobre contabilidad” 1, indica en el apartado 2.2.2. “Definición de “cuentas consolidadas” lo siguiente: “Dado que el Reglamento NIC solamen-te se aplica a las ‘cuentas consolidadas’, solamente surte efecto si se exigen esas cuentas consolidadas. La determinación de si se exige a una empresa que elabore cuentas consolidadas seguirá es-tableciéndose por referencia al derecho nacional transpuesto de la séptima Directiva del Consejo. Con objeto de evitar cualquier duda, son pertinentes para la existencia de ese requisito los siguientes artículos de la séptima Directiva del Consejo: Artículos 1 y 2, apar-tado 1 del artículo 3,artículos 4, 5-9, 11 y 12”.

Lo anterior se complementa con lo indicado en la letra c) “Exenciones de la consolidación” del citado apartado 2.2.2 de los Comentarios, estableciendo un matiz a lo anterior que debe ser ob-jeto de consideración. En efecto, se dispone que si bien la citada Directiva contiene una serie de exclusiones en los artículos 13 a 15  2 relativas fundamentalmente a no incluir en la consolidación a las entidades de poco interés significativo, aquellas sobre las que existen restricciones severas y duraderas que obstaculizan la consolidación, posesión de la filial para la venta, no ejercicio de actividad industrial por la matriz, etc., y manifestando de nuevo que es “el derecho nacional derivado de las Directivas contables el que determina si efectivamente se requieren cuentas consolidadas”, a continuación se señala que,“sin embargo, si así se requieren cuen-tas consolidadas, son los requisitos de las NIC aprobadas las que dictarán el alcance de la consolidación y, por consiguiente, qué en-tidades deben incluirse en esas cuentas consolidadas y cómo de-ben incluirse”. Entendemos que lo anterior, en sintonía con todo lo indicado en dicho documento, parece que quiere indicar que esas exclusiones, las recogidas en los arts. 13 y 15 de la citada Directiva, no son consideradas 3 en los grupos que aplican la NIC una vez que resulta la obligación de elaborar las cuentas consolidadas. Dicho de otra forma, configurado el grupo por el derecho nacional, si aplican las NIC no pueden considerar las exclusiones indicadas.

Los citados Comentarios, emitidos por la Comisión de las Comunidades Europeas (en la actualidad, Comisión Europea), constituyen una aclaración autorizada de ciertos aspectos regula-dos en el Reglamento (CE) nº 1606/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de julio de 2002, armonizador de la información financiera presentada por las empresas públicas con cotización en bolsa para asegurar un alto grado de transparencia y comparabili-dad de los estados financieros.

El contenido de los Comentarios de la Comisión Europea, en lo que respecta a que la configuración o definición del grupo de socieda-des debe efectuarse siempre bajo normativa nacional, también ha sido acarado por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), en Consulta número 4 del BOICAC número 66, junio 2006. En ella, el ICAC concluye, reproduciendo la conclusión vertida en el informe solicitado a la Abogacía del Estado, lo siguiente: “la obliga-ción de consolidar se determinará de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 42 del Código de Comercio, es decir, se tendrá en cuenta el concepto de grupo de sociedades que éste recoge”.

Se puede concluir por tanto, que la determinación de si se exige a una empresa que elabore cuentas consolidadas debe establecerse

1 Comentarios publicados en la página web del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, en el siguiente enlace (Documentos): http://www.icac.meh.es/Normativa/Contabilidad/Internacional/NormComuDoc.aspx

2 El art. 14 estaba derogado en la fecha de elaboración de los “Comentarios” (noviembre de 2003), derogación efectuada por la Directiva 2003/51/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de junio de 2003.

3 Siempre que se hubieran incorporado al derecho nacional.

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cia de control, salvo prueba en contrario, y se añaden como presunciones de la existencia de control las derivadas de la de-nominación, documentación y publicidad de una sociedad 6. El alcance de estas últimas situaciones puede ser muy relevante para incluir a determinadas sociedades en el perímetro de un grupo de sociedades.

— Se recupera el criterio de la existencia de grupo en aquellos ca-sos en los que una o varias sociedades se hallan bajo dirección única, que se incluía en el Código de Comercio en su redacción vigente desde el 1 de enero de 2004 hasta el 31 de diciembre de 2007. En efecto, el Anteproyecto no prescinde de la existencia de los llamados “grupos por coordinación”, que son aquellos en los que dos o más sociedades independientes actúan coordina-damente entre sí bajo un poder de dirección unitario y común.

En definitiva, el concepto de grupo responde a una unidad econó-mica formada por un conjunto de entidades jurídicas que son con-troladas a través de las decisiones tomadas por la dominante; dado que la normativa establece la obligación de formular cuentas con-solidadas bajo un concepto de grupo configurado jurídicamente, se hace necesario acudir al análisis de esa normativa para identificar si existe dicha obligación.

Manuela Silva PatricioInstituto Superior de Contabilidade e Administração do Porto

Regime jurídico dos empreendimentos turísticos (a Realidade Portuguesa)

Omotivo que levou à escolha deste tema, prende-se com o papel muito importante que o turismo desempenha na economia por-tuguesa e espanhola. Daí que exista uma especial atenção pela garantia e melhoramento da qualidade dos serviços e da segu-rança do turista, bem como pela conservação do meio ambiente, através de um desenvolvimento turístico sustentável.

Esta especial atenção pelo setor turístico levou a um interesse, por parte do legislador, em regular o setor, repercutindo-se na criação de uma abundante normativa de natureza administrativa.

Pois bem, se em geral há a preocupação em regular o setor tu-rístico, em particular, apresenta-se, em especial, um interesse e necessidade de regulação de toda a atividade de alojamento tu-rístico, uma vez que constitui a pedra angular da oferta turística.

Um turismo de qualidade necessita de hospedagem de qualidade que garanta serviços e qualidades mínimas e, sobretudo, segu-rança.

Daí sentirmos necessidade de prestar uma especial atenção à regulação jurídica dos empreendimentos turísticos e do alojamento

6 En particular, las letras e) y f) del apartado 1 del artículo 291-3. Presunción legal de control de una sociedad por otra del Anteproyecto, establecen que se presumirá que existe control cuando una sociedad se encuentre en rela-ción con otra sociedad en alguna de las siguientes situaciones: e) Cuando una sociedad haya incluido en la denominación elementos significativos de la denominación o del anagrama de otra sociedad o de signo distintivo noto-rio o registrado a nombre de ésta o de cualquier otra sociedad perteneciente al grupo. f) Cuando una sociedad haya hecho constar en la documentación o en cualquier clase de publicidad la perteneciente de la misma al grupo.

Llegados a este punto, y sin perjuicio de enfatizar en que el ámbito de aplicación de la Circular 4/2004 se limita a las entidades de cré-dito y sucursales en España de entidades de crédito extranjeras, la incorporación de la NIIF 10 a la normativa contable aplicable a este sector de actividad, podría afectar a la configuración del grupo de sociedades con carácter general.

En efecto, tal y como señala el punto 7 “Principios y normas de contabilidad generalmente aceptados” del Marco Conceptual in-corporado en la Primera Parte del Plan General de Contabilidad, aprobado por Real Decreto 1514/2007, de 16 de noviembre (en adelante, “PGC”), “se considerarán principios y normas de contabi-lidad generalmente aceptados los establecidos en: a) El Código de Comercio y la restante legislación mercantil. b) El Plan General de Contabilidad y sus adaptaciones sectoriales. c) Las normas de de-sarrollo que, en materia contable, establezca en su caso el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, y d) la demás legislación española que sea específicamente aplicable. Es decir, las adapta-ciones sectoriales de la normativa contable, como lo es la Circular 4/2004 aplicable al sector de las entidades de crédito, se conside-ran principios y normas de contabilidad generalmente aceptados, motivo por el cual la incorporación de la NIIF 10 a dicho sector de actividad podría afectar a la configuración general del grupo de sociedades en España4.

En definitiva, en la medida que la norma contable aplicable a las entidades de crédito (en particular, la Circular 4/2004) es parte in-tegrante de la normativa contable española, e incorpora, además de las especificidades del citado sector de actividad, otras normas de carácter común o general tales como los criterios para la configu-ración del grupo de sociedades, podría plantearse que el derecho contable español ya ha sido modificado para incorporar la NIIF 10.

Ahora bien, la configuración del grupo de sociedades deviene, como se ha señalado, del artículo 42 del Código de Comercio, lo que in-mediatamente determina que dado el rango jurídico de la Circular 4/2004, que ha incorporado determinados aspectos recogidos en la NIIF 10, no puede ser contraria a la regulación contenida en el citado Código de Comercio. Por tanto, si la configuración del grupo establecida en el Código de Comercio es un aspecto abierto pero siempre referido a la identificación de una relación “dominante-de-pendiente”, la incorporación al derecho interno español del conte-nido de la NIIF 10 a través de la Circular 4/2004, debería entenderse como una regulación que aclara, complementa o desarrolla ciertos aspectos que podrían permitir determinar la existencia de un grupo de sociedades con mayor detalle, sin prejuzgar si la norma desde un punto de vista jurídico es la adecuada para acometer esta regu-lación o incorporación con carácter general.

Por último, cabe señalar que el pasado día 30 de mayo de 2014, el Gobierno aprobó el Anteproyecto de Ley del Código Mercantil, que sustituye al Código del Comercio vigente promulgado en 1885. En lo que respecta al concepto de grupo de sociedades, el citado Anteproyecto introduce las siguientes modificaciones de relevan-cia:

— La existencia de un grupo de sociedades se resuelve a favor del criterio de control, cualquiera que sea su fundamento5, lo que podía deducirse del texto del Código de Comercio vigente, si bien en el Anteproyecto se establece expresamente.

— Se recogen los supuestos del vigente artículo 42 del Código de Comercio como situaciones en las que se presume la existen-

4 En este punto, es importante señalar que las normas para la formulación de las cuentas anuales individuales y consolidadas recogidas en la Circular 4/2004, tal y como señala el apartado 2 de la Norma primera de la citada Circular, “constituyen el desarrollo y adaptación al sector de entidades de crédito de las normas contables establecidas en el Código de Comercio, el Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital y la normativa legal específica que, en su caso, sea de aplicación a dichas entidades”.

5 En particular, el artículo 291-1. Noción de grupo del Anteproyecto, establece en la letra a) que existe grupo “cuando una sociedad controle a otra o cuando varias sociedades estén controladas por una misma persona natural o jurídica, cualquiera que sea el fundamento de ese control”.

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Para que possam prestar serviço de alojamento turístico têm que, para além de outros requisitos estabelecidos na lei, estar registados na câmara municipal territorialmente competente, mediante dirigida ao presidente da câmara municipal e devidamente instruída com determinados elementos estabelecidos na lei.

Por sua vez, são empreendimentos turísticos, Para melhor perceber o conceito operado pelo legislador, ir-se-á proceder à análise dos seus elementos caracterizadores, assim:

— Estabelecimento: Conjunto de elementos reunido e organizado para através dele exercer a sua atividade turística

— Prestação de serviços de alojamento: Quando esteja mobilado e equipado, oferecendo ao público em geral, além de dormida, serviços de limpeza e receção, por períodos inferiores a 30 dias

— Mediante remuneração: O serviço prestado é de carácter one-roso.

— Estruturas, equipamentos e serviços complementares adequa-dos: Os serviços, para além daqueles que caracterizam o aloja-mento, estão ligados a cada tipo de empreendimento turístico previsto na lei.

As modalidades de empreendimentos turísticos são:

A) Estabelecimentos hoteleiros;

B) Aldeamentos turísticos;

C) Apartamentos turísticos;

D) Conjuntos turísticos (resorts);

E) Empreendimentos de turismo de habitação;

F) Empreendimentos de turismo em espaço rural;

G) Parques de campismo e de caravanismo.

O legislador estabelece um conjunto de requisitos comuns a todos os empreendimentos turísticos, que vão desde a previsão do procedimento administrativo de instalação, sendo comum a todos os tipos de empreendimentos turísticos, passando pelas condições de acessibilidade, características das unidades de alojamento, requisitos dos equipamentos de uso comum e terminando na previsão da possibilidade de instalação em todos os empreendimentos turísticos de estabelecimentos comerciais e de prestação de serviços, incluindo os de restauração e de bebidas, sem prejuízo, evidentemente, do cumprimento dos requisitos específicos previstos na legislação aplicáveis a estes estabelecimentos.

Todavia, e tendo em conta que a heterogeneidade dos empreendi-mentos jurídicos legalmente previstos, o legislador viu-se na ne-cessidade de estabelecer requisitos específicos para cada um deles a serem definidos por portaria dos membros do Governo respon-sáveis pela área do turismo e do ordenamento do território, nos casos dos estabelecimentos hoteleiros, apartamentos turísticos, aldeamentos turísticos e conjuntos turísticos (resorts); por porta-ria dos membros do Governo responsáveis pelas áreas do turismo, da administração local e da agricultura e do desenvolvimento rural, nos casos dos empreendimentos de turismo de habitação, de turis-mo no espaço rural e dos parques de campismo e de caravanismo.

No que concerne ao procedimento administrativo de Instalação, este consubstancia-se na figura do controlo prévio, exercido atra-vés do procedimento de licenciamento (quando implique a realiza-ção de operações urbanísticas sujeitas a licenciamento, nos termos do Regime Jurídico da Urbanização e Edificação - RJUE) e autori-zação de utilização para fins turísticos. Outros casos há em que o controlo prévio é levado a cabo através de uma mera comunicação prévia (para determinadas operações urbanísticas previstas no RJUE) e, também,autorização de utilização para fins turísticos. Por

local, sendo os únicos que, em Portugal, podem legalmente prestar serviços de alojamento turístico.

Esta importância da regulação da atividade dos empreendimentos jurídicos existe não somente em Portugal, mas também em todos os países em que o turismo constitui um setor importante da economia nacional, como acontece, também, em Espanha.

O regime jurídico dos empreendimentos turísticos em Portugal assenta na preocupação, por um lado, de regulação jurídica da atividade turística e, por outro lado, assenta na necessidade de dar cumprimento aos objetivos das políticas públicas do turismo, mais concretamente, da Política Nacional do Turismo, no sentido de criação de condições mais favoráveis para o aumento do investimento privado no turismo, agilizando-se os procedimentos de controlo prévio, entre outros, da instalação dos empreendimentos turísticos e dos estabelecimentos de alojamento local.

O regime jurídico dos empreendimentos turísticos em Portugal, melhor dito, o regime jurídico da instalação, exploração e funcionamento dos empreendimentos turísticos em Portugal, encontra-se regulado no Decreto-Lei n.º 39/2008, de 07 de março, com a redação operada pelo Decreto-Lei n.º 228/2009, de 14 de Setembro e pelo Decreto-Lei n.º 15/2014, de 23/01 (RJET).

O RJET é aplicável às Regiões Autónomas dos Açores e da Madeira, sem prejuízo das adaptações decorrentes da estrutura própria da administração regional autónoma.

No que respeita à figura jurídica do alojamento local, diga-se que consiste numa figura jurídica que visa enquadrar juridicamente situações de arrendamento para férias, evitando a necessidade legal de apenas poderem prestar serviço de alojamento turístico se integrados em empreendimentos turísticos legalmente constituídos, agilizando-se, assim, a atividade de prestação de serviço de alojamento turístico.

O regime jurídico do alojamento local encontra-se regulado no artigo 3.º do RJET e na Portaria n.º 517/2008, de 25 de junho(alterada pela Portaria n.º 138/2012, de 14 de maio). Todavia, com a última alteração ao RJET 1, o regime jurídico do alojamento local irá ser objeto de diploma próprio (artigo 2.º, n.º 3, do RJET), mais concretamente, de Decreto-Lei, tendo o legislador português assumido a necessidade de autonomizar a figura do alojamento local em diploma próprio, com o intuito de melhor adaptar à realidade a ainda recente experiência deste tipo de estabelecimento no panorama da oferta de serviços de alojamento temporário  2. Contudo, até à entrada em vigor do referido diploma, o regime jurídico do alojamento local continuará a ter a sua regulamentação no artigo 3.º do RJET e na Portaria n.º 517/2008, de 25 de junho(alterada pela Portaria n.º 138/2012, de 14 de maio) 3. 789

São estabelecimentos de alojamento local as moradias, apartamentos e estabelecimentos de hospedagem que, dispondo de autorização de utilização, prestem serviço de alojamento temporário, mediante remuneração, mas não reúnam os requisitos para serem considerados empreendimentos turísticos.

1 Operada pelo Decreto-Lei n.º 15/2014, de 23 de janeiro, publicado no Diário da República, II Série, n.º 16, de 23 de janeiro de 2014: 480 e ss.

2 Excerto do Preâmbulo ao Decreto-Lei n.º 15/2014, de 23/01, publicado no Diário da República n.º 16, I série, de 23 de Janeiro de 2014: 480.

3 Até ao momento da elaboração do presente artigo, o diploma, apesar de já ter sido aprovado em Conselho de Ministros, ainda não foi publicado, não tendo sido o seu conteúdo tornado público. O que neste momento se tem conhecimento resulta de declarações prestadas pelo Secretário de Estado do Turismo em entrevistas recentes aos jornais “Jornal de Notícias” e “Público” de 2 e 11 de junho, respetivamente. De tais entrevistas, conclui-se de que se trata de simplificar e facilitar o acesso à atividade de alojamento local, liberalizando o acesso rápido por via eletrónica, atualizando-se o quadro de fiscalização. Não havendo lugar à introdução de novos requisitos de acesso, muito pelo contrário, haverá. Mesmo, a eliminação de alguns por se considerarem obsoletos. Aguardemos para “ver”.

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da atividade relacionada com a infração praticada, bem como en-cerramento, pelo prazo máximo de dois anos, do empreendimento ou das instalações onde estejam a ser prestados serviços de aloja-mento turístico sem título válido.

Diga-se, ainda, que a negligência e a tentativa também são puní-veis, sendo os limites mínimos e máximos das coimas reduzidos para metade, no caso da negligência e punível com a coima apli-cável à contraordenação consumada, especialmente atenuada, no caso da tentativa.

A competência para a aplicação das coimas e das sanções acessó-rias pertence à ASAE relativamente aos estabelecimentos hotelei-ros, apartamentos turísticos, aldeamentos turísticos, conjuntos tu-rísticos (resorts), empreendimentos de turismo de habitação e no espaço rural, bem como aos estabelecimentos de alojamento local. No caso dos parques de campismo e de caravanismo e também dos estabelecimentos de alojamento local, a competência pertence às câmaras municipais.

José Manuel PereiraInstituto Politécnico do Cávado e do Ave

Amélia Ferreira da SilvaInstituto Superior de Contabilidade e Administração do Porto

Ética, contabilidade e sociedade. O que esperar desta triangulação?

O estudo das acções humanas, o livre arbítrio que pende sobre essas acções e os valores que estão envolvidos nas decisões que antecedem essas acções, são questões que têm preocupado o Homem desde sempre. Moral, ética e deontologia, sendo embora conceitos diferentes, assentam numa mesma dúvida ontológica sobre a fronteira entre o bem e mal. A resposta a esta meta-inter-rogação, a expressão concreta de cada resposta, do que conside-ramos bem ou mal, a classificação que fazemos do que é certo ou errado, dá corpo àquilo que designamos de ética. Estas questões têm ocupado a mente de grandes filósofos da humanidade, desde a ética da reciprocidade de Confúcio, na China antiga, passando pela Grécia antiga com o intelectualismo ético de Sócrates ou a ética da felicidade de Platão (justiça) e de Aristóteles (virtude), até à era moderna com a ética do dever de Kant ou a ética utilitarista/consequêncialista de Bentham e de Mill.

Nas sociedades contemporâneas mais desenvolvidas há um pa-tamar mínimo de valores que parece ter sido adquirido. A con-quista dos Direitos Humanos Fundamentais,como o direito à vida, o reconhecimento da individualidade da pessoa humana, da sua integridade moral e física, da sua liberdade pessoal, política e jurídica, entre outros, é uma batalha já (quase) conseguida. Estas conquistas libertam as sociedades para outras lutas. Nestas so-ciedades, supostamente mais desenvolvidas, é a ética na política e nos negócios (ou a falta dela) e a deontologia profissional (ou a sua negação) que mais preocupações têm gerado.

Entre os extremos duma sociedade Socialista assente no ideal do colectivismo e uma sociedade Liberal assente no ideal do in-dividualismo, as sociedades mais desenvolvidas procuram cons-tantemente um ponto de equilíbrio, a virtude do meio-termo, a virtude da justa medida. Aqui, o individuo, a sua individualidade, a sua iniciativa e sua subjectividade são respeitados até ao limite do interesse do outro e dos outros. Este equilíbrio ténue entre o individual e o colectivo tem sido conseguido pela confiança no princípio de que cada individuo partilha os valores colectivos e pela confiança simultânea num sistema que protege esse valores colectivos, um sistema que regula e controla o individuo dentro

fim, quando não haja lugar a obras, a instalação do empreendimen-to turístico fica apenas sujeita a uma autorização de utilização para fins turísticos,com vista a verificar a conformidade do uso para fins turísticos com a legislação aplicável.

Resulta do exposto que a autorização de utilização para fins tu-rísticos é comum em todos os procedimentos administrativos de instalação de empreendimento turístico, na ausência da qual, o em-preendimento turístico não terá titulo de abertura válido.

O título de abertura válido é titulado mediante:

— Alvará de autorização de utilização para fins turísticos.

Todavia, se este não for expressamente emitido dentro do prazo legal,

— Comprovativo da regular submissão do requerimento de con-cessão de autorização de utilização para fins turísticos, acom-panhado do comprovativo do pagamento da taxa devida.

Após a instalação legal do empreendimento turístico há que dar lu-gar ao procedimento de CLASSIFICAÇÃO, que se destina a atribuir, confirmar ou alterar a tipologia e a categoria dos empreendimentos turísticos, tendo natureza obrigatória.

A classificação é realizada no prazo de 60 dias a contar da dis-ponibilização da informação relativa a título válido de abertura do empreendimento.

A classificação deve ser oficiosamente revista de cinco em cinco anos.

No que concerne às regras de exploração e funcionamento, o le-gislador entende que somente os empreendimentos turísticos pre-vistos na lei, bem como os estabelecimentos de alojamento local é que podem prestar serviço de alojamento turístico, presumindo-se existir prestação de serviço de alojamento turístico quando um imóvel ou fração deste esteja mobilado e equipado e sejam ofere-cidos ao público em geral, além de dormida, serviços de limpeza e receção, por períodos inferiores a 30 dias.

Cadaempreendimento turístico deve ser explorado por uma única entidade, responsável pelo seu integral funcionamento e nível de serviço e pelo cumprimento das disposições legais e regulamenta-res aplicáveis, sem prejuízo do que pode ocorrer com os conjuntos turísticos, na medida em que cada um dos empreendimentos turís-ticos que o integrem podem ser explorados por diferentes entida-des, competindo a estas últimas a responsabilidade pelo cumpri-mento das disposições legais e regulamentares.

Uma figura que o legislador prevê é dos empreendimentos tu-rísticos em propriedade plural, considerando-se como tal os em-preendimentos turísticos que compreendam lotes e ou frações au-tónomas de um ou mais edifícios, podendo as respetivas unidades de alojamento constituir-se como frações autónomas nos termos da lei geral, sendo subsidiariamente aplicável às relações entre os proprietários dos empreendimentos turísticos em propriedade plu-ral, o regime da propriedade plural.

Toda a atividade de alojamento turístico está sujeita a fiscalização e respetivas sanções.

Sem prejuízo das competências das câmaras municipais previstas no RJUE, a fiscalização do cumprimento do RJET compete à ASAE (Autoridade de Segurança Alimentar e Económica), com exceção das matérias referentes a publicidade, neste caso a competência pertence à Direção-Geral do Consumidor.

A violação do disposto no RJET poderá constituir contraordenação punível com coima, podendo haver lugar a sanções acessórias, no-meadamente, apreensão do material através do qual se praticou a infração; suspensão, por um período até dois anos, do exercício

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A sociedade espera assim que os organismos profissionais pro-movam uma cultura de valores profissionais e exerçam um con-trolo eficaz e preventivo sobre os seus membros. Esta expectativa tem origem nas profissões ditas ajuramentadas da idade média. O aprendiz no ritual de passagem a companheiro ou oficial para além de fazer uma peça tinha de jurar, jurar pela defesa da honra e dos valores da profissão. Este juramento comum na Idade Média inspira-se no ritual de morte e ressurreição tipo baptismo. A ma-çonaria, por exemplo, adoptou e ainda segue esta prática simbóli-ca. O Maçon erao pedreiro livre que andava a construir palácios e catedrais e não pagava impostos. Os reis precisavam deles e en-tão isentavam-nos de impostos. No século XII aparecem diversas corporações de artesãos internamente hierarquizadas em apren-diz, companheiro e mestre. Em Lisboa, por exemplo, havia ruas de artesãos organizados em corporações que tinham uma grande representação no município local, a casa dos 24. O mestre da idade média corresponde hoje ao bastonário.

Mais tarde, com a revolução francesa “todo o cidadão será livre de exercer qualquer profissão ou oficio que ache bem depois de ser munido duma patente…” (Lefranc, 1988). As teses liberais vêem as profissões ajuramentadas como um obstáculo à liberdade eao progresso. As corporações lesam o direito a trabalhar. Os liberais portugueses da segunda metade do século XIX fazem a extinção da citada casa dos 24. Este processo de desmantelamento das pro-fissões criou a atomização do trabalhador: está no mercado indivi-dualizado, não organizado.

No século XX assistimos a uma reelaboração do profissionalismo, a regulação profissional reergue-se e reassume-se como um pi-lar da estrutura social. Numa perspectiva orgânica (Durkeim) da sociedade, os organismos profissionais fazem parte de um todo, existem dentro duma lógica de cooperação, de regulação, de servi-ço, e não numa lógica do egoísmo individual. É uma dimensão de cooperação para o todo, assente na interdependência que introduz uma dimensão moral que decorre da obrigatoriedade de cooperar-mos uns com os outros. Dentro desta perspectiva de Durkeim, as organizações profissionais servem para conter os egoísmos indi-viduais. Estas organizações são vistas como corpos intermédios, porque uma nação apenas pode manter-se se intercalar entre o es-tado e o individuo uma série de grupos secundários que sejam bas-tante próximos do individuo. As organizações profissionais são um desses corpos intermédios que actua entre o Estado e o indivíduo.

Mas o que acontece se esses corpos intermédios se revelarem inoperantes? O que acontece se não contribuírem como espera-do para o funcionamento do todo? O que acontece se as regras que nos regulam se revelam obsoletas? Gera-se um vazio, entra-se num “estado anómico”.Ora, o mundo financeiro ameaça en-trar neste estado de anomia e as ordens profissionais da área da Contabilidade pouco tem contribuído para o evitar.

Presumindo que a revolta duma sociedade face aos comportamen-tos antiéticos dum grupo profissional é directamente proporcional às expectativas que a essa sociedade tem face a esses profissio-nais, parece pertinente questionar porque é que em todos os es-cândalos do sistema financeiro Português o Contabilista é um actor completamente esquecido? Que expectativa tem afinal a sociedade portuguesa dos profissionais da contabilidade? Haverá alguém que acreditando na ética profissional dos Contabilistas esteja verdadei-ramente desapontado ou esse comportamento simplesmente não surpreende ninguém? O que acham os portugueses da indepen-dência dos Contabilistas face aos seus clientes? É a ética profissio-nal dos Contabilistas um valor que norteia o exercício da profissão ou apenas “…mistificação absoluta da reivindicação de estatuto e um modo de silenciar a crítica das situações de monopólio, privilé-gio e poder…” (Halmos, 1973, p. 6)

Referências

Armstrong, M. B.; Ketz, J. E., e Owsen, D. (2003). “Ethics education in accounting: moving toward ethical motivation and ethical behavior”. Journal of Accounting Education 21: 1-16.

da sua liberdade actuando preventivamente sobre potenciais ata-ques aos interesses colectivos.

As entidades e agentes reguladores que compõem esse sistema, e a quem a protecção do interesse público é confiado, têm assim um papel da maior responsabilidade. Um mau exercício do poder de regulação, ou simplesmente o não exercício desse poder, pode significar não só a desprotecção de interesses legítimos particu-lares ou colectivos mas acima de tudo pode fazer ruir todo um modelo social que assenta num ténue equilíbrio.

Os mais recentes escândalosno sistema financeiro mundial fa-zem-nos reflectir sobre os alicerces deste sistema e em parti-cular sobre o papel dos agentes reguladores. O que faziam os guardiões do interesse público enquanto tudo isto se desenvol-veu, prosperou e implodiu? Onde estavam as entidades regula-doras? Que consequências, que aprendizagens tiraram destes acontecimentos? Que controlo fazem as Ordens profissionais dos Contabilistas, dos Revisores de Contas sobre a conduta dos seus membros? Que penalizações sofreram os profissionais que pactuaram com tudo isto, que se deixaram instrumentalizar ou corromper? Podem as Ordens profissionais e os seus membros continuar a merecer a nossa confiança?

A sociedade portuguesa, que em 2008 foi surpreendida com a falência do BPP-Banco Português Privado, com as contas e des-valorizações mal explicadas do BCP-Banco Comercial Português, e com o falido mas ainda assim resgatado (nacionalizado) BPN-Banco Português de Negócios, ainda não se tinha libertado do fantasma da impunidade dos grandes crimes financeiros e já ou-tro caso fazia estremecer as frágeis bases do sistema financeiro português. O BES-Banco Espírito Santo,que até há muito pouco tempo era o segundo maior banco privado português, era visto pelos mercados como um banco financeiramente sólido e pelo público em geral como um banco de confiança.

Ora, a questão que aqui se levanta prende-se com o facto de que todos os bancos acima mencionados apresentavam, regular e frequentemente, à sociedade em geral e os seus stakeholders em particular, os documentos de prestação de contas subscritos por um Técnico Oficial de Contas (ou equivalente) e avalizados por um Revisor Oficial de Contas (ou equivalente), ou seja, em todos estes crimes financeiros houve profissionais da Contabilidade en-volvidos. Estas situações somam-se a muitas outras,que embora de menor escala ou visibilidade social, levantam sérias dúvidas sobre um dos pilares da regulação profissional na contabilidade: a independência. Na verdade, “o grande número de abusos na área da contabilidade é demonstrativo de que algo mais é neces-sário em termos de controlo deontológico. O que precisa ser feito é no entanto menos claro.” (Amstrong et al, 2003, p. 1-2)

A profissão de Contabilista é uma profissão racionalizada no sentido de que é submetida a processos técnicos e legais de formação, avaliação e controlo. Em Portugal, apesar dos seus antecedentes mais longínquos, a regulação da profissão de Contabilista é relativamente recente. A transformação da CTOC-Câmara dos Técnicos Oficiais de Contas em OTOC-Ordem dos Técnicos Oficiais de Contas em 2009 é o culminar de um longo processo de lutaspolíticas e sociais pelo reconhecimento de que os serviços prestados pelos contabilistas respondem a neces-sidades e interesses públicos que requerem o domínio de um corpo de conhecimentos técnico e cientifico especializado. Este reconhecimento do interesse público da profissão significa que a sociedade confia aos organismos profissionais o controlo sobre o comportamento dos seus membros, protegendo a sociedade de comportamentos profissionais antiéticos. Os códigos de con-duta profissional são baseados em princípios éticos que ajudam os profissionais a decidir, códigos que dizem aos profissionais o que é considerado um comportamento certo ou errado no seu contexto profissional.

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mos (reparto del excedente) como resultado de la discusión-lucha, también entre todos los grupos; teniendo en cuenta el global de los distintos intereses y partiendo del principio de gestión compartida, de que se reparte todo lo que se crea o destruye en el proceso de producción (por eso es mejor crear y repartir resultados positivos, es decir, riqueza) y de que desde el convencimiento, informado y negociado, de que dichos procesos son “justos”, se constituye la mejor baza para la permanencia de todos en el proceso productivo y por tanto continuidad o sostenibilidad del mismo; hasta afirmar que, como hacían P. Massé y P. Bernard 1, que sólo cuando se crea riqueza se reparten “dividendos del progreso”.

Teorías que podríamos llamar mas “utilitaristas”, como la EBC o Teoría de la Empresa basada en el Conocimiento, a nuestro jui-cio complementan y adaptan las anteriores, al poner el acento, sobre todo, en las nuevas características de los modernos pro-cesos de producción que, efectivamente, han pasado de ser fun-damentalmente cadenas de transformación agrícola o industrial a ser transformadores de conocimiento; siendo éste el elemento fundamental del proceso productivo y, por ello, el factor humano y los “intangibles” los elementos capitales para el éxito y la sos-tenibilidad. Consecuentemente, se acentúa así el valor de la orga-nización y el gobierno de la misma, orientados a la creación de valor y su reparto, teniendo en cuenta los intereses y demandas de los Stakeholders sin olvidar al principal (accionista o propietario) Stakeholder, como responsable fundamental de la estrategia, la or-ganización, la actividad y el reparto.

Deben pues, a nuestro juicio, actualizarse los planteamientos, orientarlos y acomodarlos a los nuevos objetivos y realidades, para que no se pierdan las esencias de la empresa en sus elementos capitales. Siempre ha habido factor humano; siempre ha sido ne-cesaria la organización; siempre la ética y el buen gobierno han estado presentes; siempre el interés ha sido la motivación esencial y siempre el objetivo de la función de producción ha sido la trans-formación de conocimientos en productos o servicios, variando históricamente más el peso de cada factor de la producción en el proceso, que la ausencia o presencia de alguno de ellos (tierra, trabajo, capital) y siempre el interés por el reparto en cantidad, calidad y precio, ha sido la base del interés por la producción, aun-que, históricamente, se haya puesto en la gestión mas énfasis por la ética en la generación, que por la ética en el reparto.

2. Las características más relevantes de la empresa actual

Si debiéramos destacar alguna de las características concretas de la empresa y su gobierno, que han adquirido más relevancia en el momento histórico actual de “economía global y del conocimien-to”, destacaríamos tres: innovación, flexibilidad y transparencia, permaneciendo inalterada la necesidad de la ética en los negocios, como base imprescindible de toda la evolución. Al mismo tiempo que se ha puesto de manifiesto la creciente importancia de los in-tangibles de la empresa y la prioridad del “factor humano” tanto en la gestión, como en la relación con los grupos de interés a los que sirve.

El conocimiento ha sido siempre y lo es aun hoy, la materia prima y el motor principal de la empresa, desde su concepción como: capa-cidad para transformar en producto o servicio dicho conocimiento a través de la “función de producción”.

La innovación se transforma así, también, en el motor capaz de aportar continuos productos diferentes, adaptados a las exigen-

1 Massé P. y Bernard P. (1969). Les dividendes du progres. París: Ed. Du Seuil.

Durkeim, E. (1977). A divisão do trabalho social, 1.º e 2.º volumes. Lisboa: Editorial Presença.

Halmos, P. (1973). The Sociological Review Monograph. Professionalization and Social Change. University of Keele, 20.

Lefranc, G. (1988). História do trabalho e dos trabalhadores. Lisboa: Europress.

Pedro RiveroCatedrático Universidad Complutense de Madrid Presidente Comisión RSC de AECA

Innovación, flexibilidad, transparencia y RSC

1. La Empresa como “lugar de encuentro”

Si se analizan los contenidos de las distintas teorías de la Empresa, puede observarse que, en todas ellas, ha destacado siempre la subordinación al objetivo que en cada caso se ha considerado “principal”, de los considerados “secundarios” y, generalmente, instrumentales. Así: el maximizar su beneficio, la maximización del valor para el propietario, etc.

Pero, de una u otra forma, en todas las teorías se han manteni-do elementos comunes que, por ello, se han considerado bási-cos; tales como: la necesidad de adaptar la organización interna y la actuación externa a las condiciones cambiantes de factores, productos y mercados, así como el mantenimiento de la actividad en el tiempo, es decir, su continuidad, o permanencia. Costes y Beneficios han sido históricamente los elementos fundamentales, tanto para decidir sobre productos o mercados, como para la toma de decisiones sobre las propias estrategias empresariales y su or-ganización interna, así como para determinar sus relaciones con el exterior, principalmente en los mercados.

Entre las teorías que recogen los actuales retos de permanencia o Sostenibilidad, nos parecen especialmente útiles las que consi-deran a la Empresa como un “lugar de encuentro” de los distintos agentes que tienen que participar en su actividad, ya que, si uno sólo de ellos no lo hace, la Empresa deja de existir (propietario, proveedores, clientes, financiadores, etc.). Por ello, en cualquier enfoque sobre la empresa deben incluirse todos; es decir, el en-foque ha de ser “global”, ya que todos participan en la generación de los valores añadidos que constituyen el objeto esencial de los procesos productivos y también todos ellos, participan necesaria-mente en el reparto de los resultados del proceso de producción, y son precisamente esos motivos, los que les llevan a participar y los que los mantienen en la Empresa, como parte de ella, mientras se mantengan los incentivos de la participación y el reparto.

Las relaciones derivadas de dicha participación se han enfocado de distintas formas; desde el modelo financiero clásico basado en la relación de “Agencia”, para la resolución de conflictos de intereses que surgen entre los agentes, teniendo como objetivo la maximiza-ción del resultado para el “principal”, poseedor de la propiedad de los recursos financieros aportados; hasta los modernos enfoques, que conciben la resolución de conflictos mediante colaboración o cooperación, más que mediante confrontación, intentando optimi-zar la creación de valor y su reparto entre los distintos grupos de interés (Stakeholders), como base del éxito y la sostenibilidad de la Empresa.

Dentro de este último enfoque de Stakeholders, planteamientos como los del EGP (Excedente Global de Productividad), aparecen como especialmente fructíferos para orientar la organización y go-bierno de la empresa hacia los nuevos retos; ya que concibe el resultado como una colaboración de “todos” los interesados en la creación de valor por parte de la empresa y el reparto de los mis-

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ros para el propietario o Stakeholder principal, sino que se extienda en la línea de la “Triple Botom Line” y bajo las experiencias de la Responsabilidad Social Corporativa, a los resultados obtenidos por la gestión empresarial en las áreas: económica, social y medioam-biental; así como a la de cumplimiento de las llamadas “normas de buen gobierno”.

La búsqueda de formatos y normas de valoración e indicadores, para dar cumplimiento a esas exigencias de transparencia, están constituyendo la tarea principal de entidades y organismos como el Pacto Mundial, GRI o distintos observatorios y gobiernos que, hasta muy recientemente, habían discurrido por distintos caminos tanto para el resultado económico-financiero (contabilidad finan-ciera) como Medioambiental y Social, a través de los informes am-bientales de RSC, o de sostenibilidad.

En AECA se han seguido todos esos caminos, hasta llegar a la ac-tual fase, que constituye el “Informe Integral” desarrollado desde el IIRC y ofreciendo sus talleres de aplicación para las PYMES sobre la base de las memorias e informes de presentación de resultados de la propia AECA 2.

El Informe Integral o Integrado constituye pues el escalón más re-ciente al que ha llegado la información sobre sostenibilidad, enten-dida ésta en su acepción más ligada a la RSC; es decir, resultados y gobierno corporativo.

Como se indica en el “Discussion Paper” lanzado en 2011 por el International Integrated Reporting Committee 3, se trata de una ini-ciativa que pretende ir mucho más allá que la simple yuxtaposición de informes parciales financieros y no financieros para mejorar la transparencia, puesto que el Informe Integrado pretende a su vez informar en conjunto sobre el valor creado por la empresa y su capacidad para seguir generándolo en el futuro, incluida la infor-mación sobre la gestión de riesgos asociadas a la misma.

No es de extrañar la vocación ambiciosa que se pretende con esta iniciativa, al considerar que este informe integrado podría ser, en un futuro, el único verdaderamente relevante para los distintos grupos de interés, quedando los actuales informes parciales para sus fines específicos, como son, el cumplimiento de legislaciones y normas exigibles o como especialización en las distintas áreas de la actividad y gestión empresarial sometidas a verificación.

Para lograrlo, se mantienen y amplían las características de la in-formación a recoger en el informe integrado que, según recoge el documento en preparación de AECA 4 deberá ser: relevante, inter-conectada, homogénea, comparable, manejable, equilibrada, estra-tégica para el corto, medio y largo plazo y verificable.

Es pues fundamentalmente el análisis conjunto de las informacio-nes financieras y no financieras, lo que aporta, con criterios e in-dicadores propios, un nuevo enfoque útil para la gestión y la toma de decisiones por parte delos Stakeholders, basado en la transpa-rencia verificable, es decir, en la auténtica línea de las exigencias a que la RSC somete tanto el buen gobierno como el desempeño y los objetivos sociales de la empresa.

4. El papel de las empresas y los gobiernos

Parece obvio que, la nueva economía a la que las empresas han de ajustar su organización y gestión, para garantizar su desarrollo y sostenibilidad, presenta oportunidades, con las características ya señaladas, que deben materializarse en los distintos mercados y, por tanto, en riesgo y en competencia, lo que implica necesaria-mente que ésta sea real y leal y de ahí la importancia de la confian-

2 AECA (2012). Documento Informe Integrado en www.aeca.es.3 IIRC.(InternacionalIntegrated Reporting Committee). Discussion Paper

2011.4 AECA. http://www.aeca.es/noticias/memoriasaeca.htm

cias de los distintos segmentos del mercado global; tomando las “ideas” de los mercados y ofreciéndoles respuestas adecuadas desde la oferta empresarial.

La innovación debe pues generar productos nuevos y diferencia-dos de los precedentes existentes en los mercados. Como indi-caba Steve Jobs en la última entrevista publicada después de su fallecimiento, ellos, ni en Apple ni en sus anteriores empresas, “copiaron” nunca un producto , puesto que ello significaba repe-tir la elaboración de productos ya existentes y procurar venderlos mejor y a menor coste en el mercado, buscando la consecución del monopolio a través dela competencia con los existentes; antes al contrario, afirmaba, siempre habían procurado “robar” las ideas materializadas en dichos productos prexistentes y transformarlas, mediante innovación, en productos diferentes, que eran los que competían con los anteriormente existentes, buscando ocupar el lugar correspondiente en el mercado global mediante la sustitución de unos por otros.

La innovación supone no sólo la aparición de nuevos productos, sino la ventaja competitiva que pretende dejar obsoletos a los pro-ductos anteriores y con ello su desaparición, para lograr ocupar el segmento de mercado abandonado y continuar el crecimiento. No es pues continuista sino revolucionaria, y persigue la sostenibilidad de la empresa desde esa posición revolucionaria. Por ello la inno-vación abarca desde la generación del producto hasta su venta y cobro en el mercado.

La globalización de los mercados, con la correlativa dispersión mundial de los mismos y la necesaria adaptación a cada segmento, junto con la aceleración en los cambios que supone la innovación, hacen imprescindible la flexibilidad interna y externa, a que debe ajustarse el gobierno de las empresas (estrategias globales, tácti-cas locales), tanto en los procesos de dirección, o de producción, como en la presencia en los mercados. Por ello, quizás, la conse-cuencia más importante de esa necesidad de flexibilidad, lo consti-tuya el pase de una dirección jerarquizada y centralizada a otra más descentralizada, es decir poner mayor acento en la coordinación cooperativa en la dirección, a la que debe ajustarse el proceso de decisión y sus delegaciones; ya que es el “grupo”, gestionado des-de las “unidades”, lo que dará verdadera fortaleza a la sostenibili-dad del mismo. Flexibilizar la organización del grupo empresarial y delegar coordinadamente las funciones de dirección, es lo que, en las nuevas circunstancias, dará más poder efectivo para la sosteni-bilidad y la competencia al grupo multinacional.

3. La transparencia empresarial y el buen gobierno

Se desprende de todo lo anterior y se comprende claramente, que para el grado de desarrollo experimentado por las empresas en la economía global y del conocimiento, ha resultado imprescindible el paralelo desarrollo experimentado por los instrumentos de la infor-mación y la comunicación.

Pero ese desarrollo de los medios, ha puesto de manifiesto también la necesidad de la transparencia en la información, como base del mantenimiento de la ética en las relaciones entre el propio gobierno de la empresa y los grupos de interés con los que se relaciona en los mercados (Stakeholders), lo que, a su vez, constituirá la base de la Reputación Corporativa, indispensable, en el momento actual, para lograr la confianza que mantenga la participación de todos ellos y por tanto la sostenibilidad de la propia empresa.

Sin una información eficaz, al servicio dela transparencia, es impo-sible seguir los grandes, complejos, y rápidos cambios producidos y, sin ella, es imposible, a su vez, la confianza que mantenga la colaboración entre empresa y Stakeholders.

Por ello la información, especialmente sobre intangibles y sobre el mundo con el que interactúa la empresa, ha hecho que se exija esa transparencia, no sólo de los resultados económico-financie-

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a) Competitividad es la capacidad de un destino para crear, in-tegrar y ofrecer experiencias turísticas a través de productos y servicios considerados importantes por los turistas (Hong, 2009).

b) Competitividad es la capacidad de un destino para mantener y/o mejorar en el tiempo su posición en el mercado (D’Hauteserre, 2000).

c) Competitividad es la capacidad que tiene un destino para mejo-rar la calidad de vida de los residentes en dicho destino (Hong, 2008).

En todo caso, si nos basamos en las aportaciones de los clási-cos Ricardo y Porter al ámbito de los sectores industriales y de las naciones, pero transponiéndolas a nuestro campo de estudio, la competitividad turística mide la capacidad que tiene un destino turístico de competir con otros destinos turísticos. Mientras que Ricardo en el siglo XIX, con su teoría de las ventajas comparativas, fundamentaba la competitividad en que un país tuviese una ventaja relativa con respecto a sus competidores por poseer unos recur-sos concretos, Porter (1985, 1990) un siglo más tarde basaba la competitividad en el concepto de ventajas competitivas, las cuales se generaban por el hecho de que los gestores fuesen capaces de agregar valor a dichos recursos (Orta, 2005).

Todos los destinos turísticos cuentan con una serie de productos —aislados o paquetizados— que denominamos impulsores del viaje (un monumento, una playa, un parque temático, una activi-dad cultural, etc.) y que van a ser los que justifiquen el mismo. Sin embargo, existen otros elementos y factores, denominados facilitadores, que pueden hacer más atractiva la visita turística al hacer más sencilla y placentera la estancia de los turistas en dicho destino y la realización de las distintas actividades a desarrollar. Es precisamente en estos últimos factores en los que los gestores, tanto de índole pública —las Administraciones Públicas naciona-les, autonómicas, regionales o locales— como de índole privada —las equipos directivos de las empresas turísticas— van a poder realizar una verdadera intervención, convirtiendo las ventajas com-parativas con las que cuenta un destino en ventajas competitivas.

A pesar de la profunda crisis que ha afectado desde 2008 a la ma-yor parte de las economías del mundo, la actividad turística in-ternacional apenas se ha resentido. Según los datos publicados por la OMT en abril de 2014 1, en el año 2013 se produjeron unos ingresos por turismo a nivel mundial de 873 mil millones de euros procedentes de 1.087 millones de turistas internacionales, lo que supuso un incremento del 5,3 y del 5 por ciento, respectivamente, en relación con el año anterior. Esta actividad ha supuesto una ge-neración de forma directa, indirecta o inducida del 9 por ciento del producto interior bruto mundial, el mantenimiento de uno de cada once puestos de trabajo y la consecución del 6 por ciento de las exportaciones.

Tanto España como Portugal cuentan con innumerables atractivos turísticos que son los impulsores de la llegada de un considerable volumen de turistas que año tras año visitan ambos países y se dejan en nuestras respectivas arcas un considerable volumen de divisas. En concreto, España ha logrado recuperar en 2013 la ter-cera posición a nivel mundial por entradas de turistas con un total de 60,7 millones de turistas, con un incremento del 5,6 por ciento con respecto al año anterior. Portugal, por su parte, ha conseguido captar 8,3 millones de turistas con un fuerte incremento del 8,3 por ciento con respecto al año anterior, lo que le sitúa en la trigésima posición a nivel mundial (ver Tabla 1).

1 http://dtxtq4w60xqpw.cloudfront.net/sites/all/files/pdf/34_table_barom_es.pdf

za basada en la ética y la transparencia a que deben ajustarse las actuaciones y organizaciones.

Innovación, riesgo, flexibilidad, respuestas rápidas y ajustadas a los Stakeholders, etc., en un mundo global y rápidamente cambian-te, hacen imprescindible que el amplio abanico que se ha agrupado bajo el marco de la RSC (de la cooperación mediante su buen go-bierno y de la sociedad a través de los intereses financieros y no financieros de sus grupos de interés y afectados) y que recogen todas estas características, se lleve a cabo mediante el principio básico de la “voluntariedad”, ya que, las obligaciones legales, por igualitarias, harían imposible la necesaria eficiencia resultante y anularía las imprescindibles ventajas competitivas que de dichas actuaciones deben derivarse.

Ahora bien, el interés general de muchos de esos objetivos pro-puestos, hace necesario también que las normas y por tanto los gobiernos, garanticen de alguna forma el cumplimiento delos mí-nimos adecuados.

Es precisamente esa garantía de mínimos y la voluntariedad ne-cesaria en la implantación de la RSC, lo que puede marcar la línea de separación entre obligatoriedad y voluntariedad, que garantice la eficacia y eficiencia de los principios y su implantación. Podría establecerse así un marco en el que a la regulación correspon-de la garantía de transparencia, a la legalidad el establecimiento delos principios mínimos exigibles a todos y la vigilancia de su cumplimiento y, a la voluntariedad, la creación de ventajas com-petitivas derivadas de la implantación de la Responsabilidad Social Corporativa, que garantice su eficacia y eficiencia en la generación y reparto de los valores creados por la empresa.

En cualquiera de los tres planos, los intereses y objetivos generales deben establecerse y garantizarse mediante la legalidad (gobierno) y a la libre competencia entre las partes, debe corresponder la vo-luntariedad de la adopción, en distintos grados, de los derechos y obligaciones derivados de la RSC y su correlativa ventaja compe-titiva.

José Miguel RodríguezCatedrático de la Universidad Autónoma de Madrid Presidente de la Comisión de Turismo de AECA

España y Portugal como destinos turísticos. Un estudio comparado de su competitividad internacional

Introducción

La muy reciente recuperación económica que están comenzando a experimentar las dos economías de la Península Ibérica pasa por-que sus respectivos sectores turismo logren impulsarla aportando riqueza, equilibrando la balanza comercial y contratando a parte de la población activa que aún se encuentre en paro.

Sin embargo, para que ello se produzca es necesario que ambos países sean competitivos internacionalmente desde el punto de vista turístico. A medida que se incremente su competitividad, ma-yor será su capacidad de atracción de turistas y, en consecuencia, se elevarán sus ingresos turísticos (salvo que se orienten a seg-mentos de rentas bajas, en cuyo caso estarían equivocando sus objetivos estratégicos porque nunca van a ser capaces de competir vía precios con destinos emergentes con costes laborales muy in-feriores a los que poseen ambos países).

Aunque existen múltiples definiciones del concepto de competitivi-dad turística (Rodríguez-Antón, Rubio, Alonso-Almeida y Celemín, 2014), vamos a destacar tan sólo tres:

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cados en 2009, 2011 y 2013, la evolución de España ha sido un tanto errática, pero manteniéndose en las primeras posiciones del ranking, pasando del sexto lugar en el primer año, al octavo en el segundo y al cuarto en el último. Por lo que respecta a Portugal, la evolución ha sido ligeramente negativa, ocupando, en estos tres informes, la decimoséptima, la decimoctava y la vigésima posición, respectivamente (ver Tabla 3).

Tabla 3Evolución del posicionamiento de España y Portugal

por competitividad turística

Competitividad+Turística España Portugal

2009 6º 17º

2011 8º 18º

2013 4º 20º

Fuente: World Economic Forum (2009, 2011 y 2013) y elaboración propia.

El citado modelo se crea sobre la base de tres grandes subgrupos: Marco regulatorio turístico, Entorno empresarial e infraestructuras turísticas y Recursos humanos, culturales y naturales turísticos. Pues bien, España ocuparía la decimocuarta posición en el primero de estos subgrupos, la quinta en el segundo y la sexta en el tercero; en tanto que Portugal lo haría en la vigésima, en la vigésimo sép-tima y en la decimonovena posición, respectivamente. Estos posi-cionamientos indican que aún hay margen de mejora y que ambos países tienen y pueden efectuar esfuerzos por mejorar en estos subgrupos si pretenden mejorar su posicionamiento internacional (ver Tabla 4).

Tabla 4Ranking internacional por competitividad turística

y por subgrupos en 2013

País Posición Global

Marco Regulatorio

Turístico

Entorno Empresarial

E Infraestruct. Turísticas

Recursos Humanos, Culturales

Y Naturales Turísticos

Suiza 1º 1º 1º 2º

Alemania 2º 8º 6º 7º

Austria 3º 2º 11º 9º

España 4º 14º 5º 6º

Reino Unido 5º 17º 10º 3º

… … … … …

Portugal 20º 20º 27º 19º

Fuente: World Economic Forum (2013) y elaboración propia.

Cada uno de estos tres subgrupos se descomponen en pilares más concretos que tratan de aproximarse a cada una de las variables que recogen la competitividad en estos grandes aspectos. Si nos centramos en el primer subgrupo, denominado Marco regulato-rio turístico, este considera cinco pilares que recogen la Política y regulación, la Sostenibilidad ambiental, la Seguridad, la Salud e higiene y la Ordenación de la industria turística. En todos estos pilares, la posición de ambos países no es demasiado relevante, salvo la posición de España en lo relativo a la Ordenación de la industria turística —10ª posición— y la de Portugal en cuanto a Sostenibilidad ambiental —15ª—. Para el resto, el posicionamien-to es muy flojo, especialmente para el pilar Política y regulación, en la que España ocupa la 67ª posición (ver Tabla 5).

En cuanto al segundo subgrupo, que hace mención al Entorno em-presarial y las infraestructuras relacionadas con el turismo, España ocupa muy buenas posiciones en los pilares relativos a las pro-pias Infraestructuras turísticas -5ª- y a las Infraestructuras espe-cíficas del transporte aéreo y del transporte por tierra ocupando,

Tabla 1Ranking de entradas de turistas internacionales

País 2012 2013 Variación 2013/2012/ (%)

Francia 83 n.d. n.d.

Estados Unidos 66,7 69,8 4,7

España 57,5 60,7 5,6

China 57,7 55,7 -3,5

Italia 46,4 47,7 2,9

Turquía 35,7 37,8 5,9

Alemania 30,4 31,5 3,7

Reino Unido 29,3 31,2 6,4

Rusia 25,7 28,4 10,2

Tailandia 22,4 26,5 18,8

…

Portugal 7,7 8,3 8,3

Datos en millones de turistas. Fuente: UNWTO (2014)

Si nos centramos en los ingresos procedentes del turismo interna-cional, España se ha mantenido en 2013, como en estos últimos años, en segunda posición mundial, con unos ingresos de 60,4 mil millones de US$ con un incremento del 3,9 por ciento con respecto al 2012. Portugal ha logrado una cifra de 12,3 millones de US$ con un fuerte incremento del 11,8 por ciento con respecto al año anterior (ver Tabla 2).

Tabla 2Ranking de ingresos por turismo internacional

País 2012 2013 Variación 2013/2012/ (%)

Estados Unidos 126,2 139,6 10,6

España 56,3 60,4 3,9

Francia 53,6 56,1 1,3

China 50 51,7 1,4

Macao (China) 43,7 51,5 18,1

Italia 41,2 43,9 3,1

Tailandia 33,8 42,1 23,1

Alemania 38,1 41,2 4,5

Reino Unido 36,2 40,6 13,2

Hong Kong (China) 33,1 38,9 17,7

…

Portugal 11 12,3 11,8

Datos en miles de millones de US$. Fuente: UNWTO (2014)

Estos datos nos muestran la importancia que tiene el turismo para nuestras economías, pero es conveniente analizar si más allá de la capacidad de atracción de turistas, somos competitivos en el ámbito del turismo internacional, gracias a qué factores y en qué podemos mejorar para lograr un mejor posicionamiento.

Competitividad turística de España y Portugal

Si utilizamos como modelo de referencia el propuesto por el World Economic Forum (2013), España ocuparía la cuarta posi-ción a nivel mundial tras Suiza, Alemania y Austria —el informe analiza los 130 principales destinos turísticos del orbe—. Para este mismo informe, Portugal se situaría en vigésima posición a nivel mundial. En los tres últimos informes presentados, publi-

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Facilitadores turísticos en España y en Portugal

En definitiva, aunque existen ciertas diferencias entre ambos países emanadas de su diferente dimensión —Portugal es un quinto de la superficie de España, tiene la cuarta parte de su población y la sexta parte de su Producto Interior Bruto—, el hecho de compar-tir el mismo posicionamiento geográfico, climatológico y cultural, provocan que ambos puedan acometer de manera similar una serie de políticas conducentes a mejorar su nivel de competitividad tu-rística internacional.

En concreto, tanto España como Portugal tienen en vigor unos planes turísticos orientados a mejorar su posicionamiento estra-tégico en este ámbito. En nuestro país está vigente el denominado Plan Nacional e Integral del Turismo —PNIT (2012)- y en nuestro país vecino lo está el Plano Estratégico Nacional do Turismo-PENT (2013)—.

Las actuaciones que se recogen en el PNIT (2012), que abarca el periodo 2012-2015, se agrupan en seis grandes áreas estratégicas orientadas a:

a) Reforzar la marca España a través del desarrollo coordinado de la marca España, del impulso al plan estratégico de márketing y de la representación permanente de los intereses turísticos españoles en la UE.

b) Orientar adecuadamente el producto turístico hacia el cliente objetivo, lo cual pasa por fidelizar a los clientes actuales, por es-timular la demanda turística nacional por modular las tasas ae-roportuarias y por optimizar la expedición de visados turísticos.

c) Oferta y destinos apoyar a la reconversión de los destinos maduros, dotación de líneas de crédito para la renovación de infraestructuras turísticas, apoyo a los municipios turísticos, innovación en la gestión de destinos, redes de agencias de ges-tión de experiencias, homogeneización de la clasificación y ca-tegorización de establecimientos hoteleros, rurales y campings, evolución del sistema de calidad turístico español, puesta en valor del patrimonio cultural, natural y enogastronómico y fo-mento del turismo sostenible.

d) Alineamiento de actores público-privados, en el que destaca el impulso a la unidad de mercado, la modificación de la legisla-ción que afecta al turismo —reforma laboral, modificación de la Ley de Costas, de Propiedad Intelectual, de Arrendamien-tos urbanos y de Aguas—, la entrada del sector privado en el ámbito de decisión y financiación de Turespaña, al apoyo a la internacionalización de las empresas turísticas españolas y la creación de una ventanilla única para empresas y emprendedo-res innovadores.

e) Conocimiento, que pasa por desarrollar el catálogo de servicios de Turespaña, por reorganizar y modernizar las Consejerías de Turismo de España en el exterior y por reorientar las estadísti-cas nacionales de turismo.

f) Talento y emprendeduría, que se apoya en la creación de líneas de crédito para jóvenes emprendedores en turismo, la creación de un programa de emprendedores innovadores turísticos y la adecuación de la oferta formativa y la investigación a la deman-da empresarial.

Por lo que respecta a Portugal, en su PENT (2013) se contemplan una serie de objetivos estratégicos a alcanzar durante el periodo 2013-2015, que se articulan sobre la base de la trilogía produc-tos, mercados emisores y destinos. En concreto, los productos y las actuaciones por las que se apuesta en este Plan son los siguientes:

en ambos casos, la décima posición del mundo. Sin embargo, no se encuentra tan bien posicionada en los aspectos relativos a las Infraestructuras de telecomunicaciones —28ª— y, muy especial-mente, en lo relativo a la Competitividad en precios, en el que baja a la posición 106ª del mundo. Portugal, por su parte, se sitúa en una muy buena 16ª posición por Infraestructuras turísticas y en la 22ª posición por Infraestructuras de trasporte por tierra, en tanto que su posicionamiento por Competitividad en precios es muy mejora-ble —108ª— (ver tabla 6).

Tabla 6Competitividad por Entorno empresarial e infraestructuras

turística de España y Portugal en 2013

Entorno empresarial e infraestructuras turísticas España Portugal

Infraestructuras de transporte aéreo 10º 34º

Infraestructura de transporte por tierra 10º 22º

Infraestructuras turísticas 5º 16º

Infraestructuras de telecomunicaciones 28º 34º

Competitividad en precios 106º 108º

Fuente: World Economic Forum (2013) y elaboración propia.

El último de los subgrupos considerados por el World Economic Forum es el que contempla los Recursos que utiliza el sector tu-rismo. Los tres primeros pilares hacen referencia a los Recursos humanos, así como su Educación y formación y la Disponibilidad de empleo cualificado. En estos tres pilares, la posición que ocu-pan ambos países es muy similar, situándose en torno al puesto treinta y tantos del mundo. En este mismo rango de posición se encuentran con respecto a la Afinidad al turismo. Sin embargo, la mayor diferencia que existe entre ambos países se detecta en los dos últimos pilares. España posee unos Recursos naturales que la sitúan en 29ª posición y, muy especialmente, unos Recursos cultu-rales, que la sitúan en la primera posición del mundo, en tanto que Portugal baja a la 83ª posición y logra una muy buena 13ª posición en ambos pilares (ver Tabla 7).

Tabla 7Competitividad por Recursos humanos, culturales y naturales

turísticos de España y Portugal en 2013

Recursos humanos, culturales y naturales turísticos

ESPAÑA PORTUGAL

Recursos humanos 34º 32º

Educación y formación 36º 33º

Disponibilidad de empleo cualificado 30º 34º

Afinidad al turismo 39º 32º

Recursos naturales 29º 83º

Recursos culturales 1º 13º

Fuente: World Economic Forum (2013) y elaboración propia

Tabla 5

Competitividad por Marco regulatorio turístico de España y Portugal en 2013

Marco Regulatorio Turístico España Portugal

Política y regulación 67º 49º

Sostenibilidad ambiental 25º 15º

Seguridad 23º 19º

Salud e Higiene 24º 25º

Ordenación de la industria turística 10º 29º

Fuente: World Economic Forum (2013) y elaboración propia

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Hong, W. Ch. (2008). Competitiveness in the Tourism Sector: A compre-hensive approach from Economic and Management Points. Heidelberg: Physica-Verlag.

Hong, W. Ch. (2009). Global competitiveness measurement for the tourism sector. Current Issues in Tourism, 12 (2): 105-132.

Orta, F. J. (2005). Retos para la competitividad de la industria turística en el Principado de Asturias. Revista de Economía, Sociedad, Turismo y Medio Ambiente 2: 57-63.

PENT (2013): Plano Estratégico Nacional do Turismo. Horizonte 2013-2015. Lisboa: Gabinete do Ministro da Economia e do Emprego.

PNIT (2012): Plan Nacional e Integral de Turismo 2012-2015. Madrid: Se-cretaría de Estado de Turismo.

Porter, M. E. (1985). Competitive advantage. New York: Free Press.

Porter, M. E. (1990). “The competitive advantage of nations”. Harvard Bu-siness Review 68 (2): 73-93.

Rodríguez-Antón, J.M.; Rubio, L.; Alonso-Almeida, M. M., y Celemín, M. de la S. (2014): La respuesta organizativa ante el reto de la competitivi-dad turística. Zaragoza: Cituz 2014.

UNWTO (2014): Tourism Highlights. Disponible en: http://dtxtq4w60xqpw.cloudfront.net/sites/all/files/pdf/unwto_highlights14_en.pdf

http://dtxtq4w60xqpw.cloudfront.net/sites/all/files/pdf/34_table_barom_es.pdf

World Economic Forum (2013). The Travel & Tourism Competitiveness Re-port 2013. Switzerland.

Luis RubioUniversidad Autónoma de Madrid

El aeropuerto imagen de un destino turístico: los casos de España y Portugal

1. Turismo y transporte aéreo

El transporte de cualquier tipo, es un factor determinante del pro-ducto turístico, “representa el medio de llegar al destino —caso de acceso a países como Nueva Zelanda—, es un medio necesario para los desplazamientos dentro del destino visitado —caso de los movimientos en vastos países como Brasil—, y en un número reducido de casos, la propia atracción o actividad turística —por ejemplo el aeropuerto Floyd Bennet Field, Nueva York—” (Cooper et al., 2005, p. 544). Además, hay que considerar el impacto en los destinos turísticos que puede generar la ausencia o disminución sustancial de cualquier medio de transporte por la razón que sea: bélica, climatológica o de otro tipo. Como ejemplo lo acaecido a raíz de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en los Estados Unidos, cuando la Federal Aviation Administration (FAA)suspendió todos los vuelos en el país y todos los procedentes de otros países fueron desviados a Canadá, México y Puerto Rico,hecho que influ-yó notablemente en los malos resultados turísticos registrados en ese año y en posteriores en ese país.

El transporte aéreo, por tanto, se encuentra en el corazón de la llamada economía global y el turismo. A través de su velocidad, comodidad y asequibilidad, el transporte aéreo ha ampliado las po-sibilidades de viajes a escala mundial para los turistas y viajeros de negocios por igual,lo que ha permitido a un número cada vez mayor de personas el experimentar la extraordinaria diversidad de la geografía, el clima, la cultura y los mercados (Oxford Economics

a) Potenciar el turismo de sol y mar.

b) Reforzar los circuitos turísticos.

c) Dinamizar las estancias de corta duración en las ciudades.

d) Desarrollar el turismo de negocio.

e) Incentivar el Algarve como destino de golf.

f) Estructurar el turismo de naturaleza en el medio rural.

g) Desarrollar el turismo náutico.

h) Consolidar las inversiones efectuadas y garantizar la calidad del turismo residencial.

i) Cualificar y clasificar la oferta de servicio de salud.

j) Promover la riqueza y la calidad de la gastronomía y de la enolo-gía como complemento de la experiencia turística.

Para ello, define ocho Programas de implantación orientados a la Promoción y venta, al desarrollo de Contenidos y experiencias, de Productos estratégicos, de Destinos turísticos accesibles y soste-nibles, a la Estabilización financiera y modernización de las empre-sas turísticas, al incremento de la Cualificación de los profesionales del sector y la mejora del empleo, a la creación y modernización de las Plataformas y canales de distribución, y a la creación de sistemas de Inteligencia de Mercado y de Innovación y Desarrollo Tecnológico.

Conclusiones

Tal y como apuntamos el inicio del presente trabajo, los países cuentan con una serie de impulsores que atraen a los turistas y una serie de facilitadores que desde los gestores públicos y privados son implementados para hacer la visita más agradable y sencilla a los turistas. Como se ha comprobado en el presente estudio, tanto España como Portugal cuentan con muy buenos impulsores turís-ticos pero aún les queda mucho en el ámbito de sus facilitadores, aunque están en el buen camino.

En concreto, España cuenta con unos grandísimos impulsores como son sus recursos culturales, que se apoyan en unos muy buenos facilitadores como son las infraestructuras turísticas, las de transporte aéreo y las de transporte por tierra. En cambio, tiene que mejorar en la formación y capacitación de sus recursos huma-nos y, especialmente, en medidas políticas y regulación.

Portugal, por su parte, también debe mejorar su política y regu-lación, la calidad de la formación y capacitación de sus recursos humanos, sus infraestructuras de transporte aéreo y de telecomu-nicaciones. En cuanto a sus factores impulsores, a pesar de contar con muy buenos recursos culturales, no puede apoyarse tanto en sus recursos naturales.

Para solventar estas limitaciones, ambos países poseen planes es-tratégicos, que finalizan en el año 2015 y que, en cierta forma, se encuentran bastante relacionados en tanto que buscan mejorar y potenciar los productos con los que cuentan, realizar una adecuada segmentación de mercados, modernizar sus infraestructuras turís-ticas y elevar la calidad de los servicios prestados.

Referencias

D´Hauteserre, A. M. (2000). Lessons in managed destination competiti-

veness: the case of Foxwoods Casino Resort. Tourism Management 21:

23-32.

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y aeródromos (Hartsfield Jackson Atlanta International es el prime-ro del mundo con cerca de cien millones de pasajeros al año y el de Heathrow el primero de Europa con más de setenta millones).

Aquí se tratará brevemente este último elemento esencial, referido a los casos de Portugal y España. El aeropuerto es el primer y el último edificio que recorren los turistas cuando llegan o abandonan un destino. Por tanto, esa primera y última imagen de un lugar es crucial para que, entre otros,se animen a regresar en el futuro y para la configuración de la imagen de un país en el exterior. ICAO (OACI),en el Anexo 14 tercera edición de julio de 1999, define a un aeropuerto o aeródromo como un área terrestre o acuática (incluí-dos edificios, instalaciones y equipos) destinada a ser usada total o parcialmente para la llegada, salida y movimiento en superficie de aeronaves.

El número de aeropuertos según el número de pasajeros transportados en 2010 (European Comission –en adelante EC- 2013), en la Unión Europea, España y Portugal, queda recogido en la Tabla 1 que aparece a continuación.

Tabla 1Distribución de aeropuertos según el número

de pasajeros en 2010

> 10 millones

de 5 a 10 millones

de 1 a 5 millones

de 500.000

a 1 millón

de 100.000

a 500.000

de 15.000 a 100.000

UE-27 29 32 98 33 109 63

España 5 4 15 4 5 6

Portugal 1 2 1 1 3 1

Fuente: Elaboración propia a partir del documento European Comission 2013.

2. Aeropuertos de España

Los aeropuertos en España han estado dirigidos hasta ahora por el grupo público Aena, que es el primer operador aeroportuario del mundo y el cuarto proveedor de servicios de navegación aérea de Europa. Gestiona 47 aeropuertos y 2 helipuertos en España en red; así mismo participa en la gestión de 15 aeropuertos en otros países y en importantes proyectos internacionales de navegación aérea (Galileo,que es el proyecto europeo de creación de un sistema glo-bal de navegación por satélite alternativo al GPS) y tiene en torno a 11.000 trabajadores. Dicha entidad pública se encuentra en un pro-ceso de cambio que se inicia en esta legislatura y que ha culminado a principios de julio de 2014 con un nuevo marco de regulación aeroportuaria y el cambio de denominación de la entidad pública empresarial Aena que pasó a denominarse ENAIRE y también el de la Sociedad Mercantil Estatal Aena Aeropuertos que en adelante se denominará solamente Aena, S.A. Además, se aprobó la privatiza-ción del 49% de Aena S.A. que supondrán 2.450 millones de euros para las arcas públicas.

La evolución de pasajeros que ha tenido la red de aeropuertos llegó a un máximo de 210,5 millones de pasajeros en 2007, reduciéndo-se dicho número en los años siguientes como consecuencia de la crisis económica, alcanzando un mínimo en 2009 de 187 millones. En 2013 se volvió a alcanzar ese mínimo, con una reducción del 3,5% sobre el curso precedente, a pesar del aumento de un 2,1% de los pasajeros internacionales.

Los siete principales aeropuertos de la red —todos ellos entre los 40 primeros de la Unión Europea (EC 2013)— que representan el 74% de los pasajeros y el 62% de las operaciones totales de la red

2011, p. 19). Además de ser un elemento clave de la competitivad turística.

La inmensa mayoría del turismo internacional emplea como me-dio de transporte el aéreo. Así, según la Organización Mundial de Turismo (2013, p. 5) durante el año 2012 el 52% de los 1.035 mi-llones de turistas que cruzaron fronteras en todo el mundo, em-plearon la vía aérea para llegar a su destino, mientras que el resto lo hizo en transporte terrestre (42%) o vía acuática (6%). Además, a lo largo del tiempo, la tendencia ha sido hacia un crecimiento del transporte aéreo superior al del resto, dando lugar al aumento gradual de la proporción del transporte aéreo. En este crecimiento, tanto como causa como efecto, ha tenido mucho que ver en los últimos lustros el auge de las llamadas compañías aéreas de bajo coste. Así, según Turespaña,este tipo de compañías transportaron alrededor del 54% de los turistas internacionales que emplearon el transporte aéreo en 2013para venir a España y la mayor compañía de este tipo en el mundo, la norteamericana Southwest, transportó tan solo 115,3 millones de pasajeros en ese mismo año -3,7% del total mundial- (IATA 2014).

Los dos países objeto de este trabajo, España y Portugal, donde la contribución total (directa + inducida + indirecta) del turismo al PIB es similar, 15,2% y 15,9% respectivamente en 2012 (World Travel and Tourism Council 2013, p. 8), son parte de la subregión denominada Europa Meridional y Mediterránea. El crecimiento de turismo internacional registrado en Europa en el año 2013 fue li-derado por esta zona, que registró 11 millones más de llegadas internacionales (+6%). El mayor destino de la subregión,España, obtuvo un importante aumento del 5,6%, hasta alcanzar los casi 61 millones (24,5% del total europeo). Otros destinos importantes,-como Grecia (+16%), Portugal (+8%), donde se alcanzaron los 8,3 millones (3,4% del total europeo), Turquía (+6%) y Croacia (+6%)registraron también un crecimiento significativo (OMT 2014, p. 7 y siguientes). Estas llegadas supusieron unos ingresos de 60.400 millones de dolares estadounidenses para España (16,8% del to-tal europeo) y 12.284 millones de dolares estadounidenses para Portugal (3,4% del total europeo).

En este contexto de expansión del turismo internacional la impor-tancia que ha tenido el transporte aéreo ha sido desigual. En el caso de España en 2013, el 80,4% de los turistas internacionales llegaron por avión (un 5,6% más que el ejercicio anterior) y cerca del 88% del gasto total fue realizado por los turistas que optaron por este medio de transporte (FRONTUR, 2013).

En Portugal en 2012 hubo un total de 296.118 movimientos de ae-ronaves, con 30.834.033 pasajeros embarcados y desembarcados, de los cuales el 77% correspondían al transporte comercial regular internacional (INEIP 2013a). Sin embargo, el porcentaje de turistas internacionales que emplearon el avión para viajar a Portugal fue inferior a la media mundial. Aunque esta información no apare-ce en las estadísticas oficiales consultadas, sí se tienen datos de otras fuentes: en el año 2009 el porcentaje fue del 31,4% (Oxford Economics 2011, pp. 19 y 20) y en el 2013 el 44,7% de los turis-tas internacionales utilizaron el transporte aéreo (China National Tourism Administration 2014). En todo caso, menos del 50% de los 8,3 millones de turistas internacionales que visitaron Portugal en 2013 lo emplearon.

Este desigual peso del transporte aéreo de los turistas internaciona-les entre España y Portugal queda explicado, al menos en parte,por el importante peso que tiene el turismo procedente de España en Portugal, entre el 13-14% del total, cuando en caso inverso es del 3%, turismo que suele preferir el transporte terrestre.

Hay varios agentes imprescindibles en el transporte aéreo: los fa-bricantes de aeronaves (Boeing, Airbus, Embraer, Bombardier…); las compañías aéreas (Netjets, Ryanair, TAP, Vueling…); los servicios de navegación aérea (AIS en Portugal, NATS en Reino Unido, AENA en España…); los servicios de handling (Swissport, Ferrovial, Menzies…); la regulación aeronáutica (European Aviation Safety Agency EASA; Federal Aviation Administration FAA; International Civil Aviation Organization ICAO…) y los aeropuertos

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por semana en vuelos domésticos programados con origen en el país (en millones) 693,9 (10.º); Número de asientos/kilómetros por semana en vuelos internacionales programados con origen en el país (en millones) 2.996,8 (6.º); Número de salidas cada 1.000 habitantes 13,1 (31.º); Número de aeropuertos con al menos un vuelo programado cada millón de habitantes 0,9 (54.º); Número de compañías aéreas con vuelos programados con origen en el país 123 (7.º); Valoración de la red de transporte aéreo internacional 5,8 (28.º).

3. Aeropuertos de Portugal

En Portugal en el año 2012 había 23 aeródromos y 15 aeropuertos, con 82 pistas de aterrizaje contabilizadas, de las cuales dieciseis admitían más de 350 toneladas (el peso máximo de un A340-600 en despegue es 378 toneladas) y sólo cuatro (Aeropuerto de Lisboa) con tipo de operación instrumental permitida de catego-ría III, además había un total de 23 terminales de pasajeros, con una capacidad total de 13.290 pasajeros a la hora. De esas infraes-tructuras, dieciocho aeródromos eran de titularidad municipal, cinco eran privados, trece aeropuertos eran estatales y dos eran de titularidad del Ministerio de Defensa. Además ANA Aeroportos de Portugal gestiona aquellos de mayor volumen: Lisboa; Porto; Algarve; cuatro en Açores y Alentejo. Esta entidad concluyó su pri-vatización en septiembre de 2012 cuando la empresa fue adjudica-da a la empresa VINCI Concessions.

El aeropuerto de Lisboa contabiliza el 49,3% del total de movi-miento de pasajeros, ocupando el número 23 en la clasificación de la UE, con alrededor de 7,7 millones de pasajeros. El segun-do aeropuerto portugués es el de Porto, con 6,1 millones de pa-sajeros en 2012. Le sigue en la clasificación el de Faro con 5,7 millones, siendo el único aeropuerto portugués donde los movi-mientos de aeronaves internacionales exceden al de nacionales, con un 93,3% del total (INEIP 2013b, p. 491). Además, estos tres aeropuertos mencionados se corresponden con los tres principales destinos turísticos del país: Algarve (36,1% del total de pernoctaciones); Lisboa (23,8% del total de pernoctaciones) y Madeira (13,9% del total de pernoctaciones) en 2012 (INEIP 2013b, p. 543).

Empleando el informe elaborado en 2013 por el World Economic Forum para medir la competitividad, descrito en el apartado ante-rior, Portugal ocupaba el 20.º lugar de los 140 países considera-dos, con una puntuación de 5,01, empeorando en dos posiciones los resultados del informe anterior de 2011.Además, es el 15.º en uno de los catorce pilares de competitividad “Sostenibilidad Ambiental”. Respecto al pilar de “Infraestructura del transporte aéreo” ocupaba el lugar 34.º con 4,78 puntos. Considerando el detalle de las diferentes variables que componen este pilar tene-mos: Calidad de la Infraestructura de transporte aéreo 5,6 (posi-ción mundial 35.º); Número de asientos/kilómetros por semana en vuelos domésticos programados con origen en el país (en mi-llones) 70,8 (34.º); Número de asientos/kilómetros por semana en vuelos internacionales programados con origen en el país (en millones) 636,9 (30.º); Número de salidas cada 1.000 habitantes 16,1 (26.º); Número de aeropuertos con al menos un vuelo pro-gramado cada millón de habitantes 1,5 (30.º); Número de com-pañías aéreas con vuelos programados con origen en el país 52,5 (34.º); Valoración de la red de transporte aéreo internacional 5,6 (38.º).

4. Conclusiones

Turismo y transporte aéreo se encuentran estrechamente interre-lacionados, impulsándose mutuamente desde los años cincuenta hasta nuestros días. Por tanto, si se quiere impulsar uno de los dos, ha de considerarse la promoción del otro. Además, el trans-porte aéreo es un elemento clave de la competitividad turística.

en España, sufrieron una evolución dispar como aparece recogido en la Tabla 2.

Tabla 2Evolución de los principales aeropuertos

de la red Aena en 2013

AEROPUERTO Total Pasajeros

% Variación sobre 2012

Total Operaciones

% Variación sobre 2012

Adolfo Suárez Madrid-Barajas

39.735.618 -12,1% 333.056 -10,8%

Barcelona- El Prat

35.216.828 0,2% 276.497 -4,7%

Palma de Mallorca

22.768.032 0,4% 170.140 -2,2%

Málaga-Costa del Sol

12.925.186 2,7% 102.362 0,2%

Gran Canaria 9.770.039 -1,2% 95.485 -4,9%

Alicante-Elche 9.638.835 8,8% 68.305 9,3%

Tenerife Sur 8.701.728 2,0% 57.161 -4,5%

TOTAL DE LA RED

187.405.129 -3,5% 1.790.948 -7,0%

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos suministrados por Aena.

En dicha tabla se observa que el principal aeropuerto, el Adolfo Suárez Madrid-Barajas (que representa un 21% del total de pa-sajeros),sufre una fuerte reducción por tres razones principales interrelacionadas: la recesión económica que continuó en 2013; la mala evolución de Iberia que tiene su HUB en la Terminal 4 de dicho aeropuerto y el mayor peso del tráfico doméstico en el mismo, que es el que más se ha contraído. El resto de aeropuertos se mantie-nen mejor, incluso con avances, debido a su mayor dependencia del tráfico internacional, muy ligado a la buena evolución registra-da en el turismo internacional. No obstante, los datos disponibles hasta el mes de julio de 2014, reflejan un incremento acumulado entre enero y julio del 4,1% en el conjunto de pasajeros y un 3,5% en el aeropuerto de la capital de España, por tanto parece que ha comenzado un cambio de tendencia en los últimos meses.

Una vez descrita, a grandes rasgos, en qué consiste la red de ae-ropuertos española, es interesante fijar lo que aporta a la compe-titividad turística del país. Para ello se utilizará el informe elabora-do en 2013 por el World Economic Forum. En este se presenta el Índice de Competitividad de Viajes & Turismo (TTCI). Este indica-dor se realiza para 140 países y proporciona una herramienta es-tratégica integral para la medición de los factores y políticas que hacen atractivo el desarrollo del sector de Viajes& Turismo (V&T) en diferentes países. Se basa en tres grandes categorías de va-riables que facilitan o impulsan la competitividad, referidas todas ellas a V&T: (1) el marco regulador; (2) el entorno empresarial e infraestructuras; y (3) recursos humanos, culturales y natura-les. Estos, tres subíndices, se descomponen en catorce pilares de competitividad de V&T. El número seis es el de “Infraestructura del Transporte Aéreo”. Éste pilar considera la facilidad de acceso desde y hacia los países, así como el movimiento entre destinos dentro de los países.

Pues bien, España en 2013 en la clasificación del índice general TTCI de 140 países, listado liderado por Suiza con 5,66 puntos, ocupaba el cuarto puesto con 5,38, mejorando su octava posición del año 2011. Además, es la primera en uno de los catorce pila-res de competitividad “Recursos Culturales”. Respecto al pilar de “Infraestructura del transporte aéreo” ocupaba el lugar decimo con 5,29 puntos, siendo liderado este apartado por Canadá con 6,67. Considerando el detalle de las diferentes variables que componen este pilar tenemos: Calidad de la Infraestructura de transporte aé-reo 6,0 (posición mundial 17.º); Número de asientos/kilómetros

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Ricardo J. ServerCatedrático de Economía de la Universitat Politècnica de València y Presidente de la Comisión de Contabilidad de Cooperativas de AECA

Natalia Lajara-CamilleriProf. Ayudante de la Universitat Politècnica de València

La internacionalización del cooperativismo agroalimentario español. Factores coadyuvantes

1. Introducción

España es la octava potencia mundial en exportaciones agroali-mentarias, fundamentalmente en determinados subsectores como el de frutas y hortalizas, aceite, vino y carne (MAGRAMA, 2014). De hecho, tal como se ha reconocido desde distintos estamentos, las exportaciones agroalimentarias se han convertido en uno de los pilares que han ayudado a equilibrar la balanza de pagos en los últimos años, llegando a superar incluso a industrias que tradicio-nalmente tenían un mayor peso pero que han resultado más afec-tadas por la crisis económica, como por ejemplo la automovilística.

No en vano el sector agroalimentario representa un 8,6% del PIB, empleando a más de dos millones de trabajadores (MAGRAMA, 2014). Las exportaciones agroalimentarias se situaron en 2013 en más de 38.000 millones de euros y dentro de ellas cabe destacar el aumento del 11% en valor de la producción hortofrutícola (10.687 millones de euros), que también expandió el volumen comercializa-do en el extranjero en un 7% (11,8 millones de toneladas).

Las cooperativas agroalimentarias son actores importantes de esta realidad, aglutinando el 60% de la Producción Final Agraria (OSCAE 2014). Son entidades que iniciaron su proceso de inter-nacionalización hace décadas y que subsisten en gran medida fundamentalmente por la rentabilidad que obtienen en mercados exteriores, principalmente europeos aunque cada vez más se abren nuevas oportunidades en otros que ofrecen buenas perspectivas como Rusia o países asiáticos.

No obstante, a pesar del tradicional papel exportador que las coo-perativas agroalimentarias han desempeñado y desempeñan en la economía española, son muy limitados los trabajos que toman como base de estudio a este tipo de entidades.

El objetivo de este trabajo es poner de manifiesto de forma sinté-tica la relevancia de las cooperativas en la corriente exportadora de productos agroalimentarios así como valorar los factores que ayudan en el proceso de internacionalización y las dificultades que lo obstaculizan.

2. El proceso de internacionalización

La internacionalización de una empresa es un proceso complejo que ha sido objeto de numerosas teorías y estudios empíricos. No

Dentro del transporte aéreo los aeropuertos son uno de los pilares fundamentales, marcando de forma fundamental la imagen de un destino turístico. En este trabajo se han descrito en términos muy generales las redes de aeropuertos de España y Portugal. La pri-mera de las cuales se encuentra en un proceso de privatización y la segunda lo culminó en 2012.

La red de aeropuertos de España está bastante desarrollada, con los siete principales entre los cuarenta primeros de la Unión Europea. Ha atravesado un período de crisis en los últimos años del que está saliendo con la recuperación económica del país y los buenos resultados del turismo internacional. Sin embargo, la red está sobre dimensionada por razones de coyuntura económica y de decisiones políticas tomadas en el pasado que no contemplaban necesidades sociales, ni económicas.

Los aeropuertos en Portugal están muy concentrados, represen-tando el de Lisboa la mitad de la red. Sin embargo, es previsible que tengan un cierto crecimiento en los próximos años impulsado por la previsible buena evolución del turismo internacional y la di-namización de la economía portuguesa.

Referencias

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Organización Mundial del Turismo (2014). Panorama OMT del Turismo Internacional, Edición 2014. Madrid: OMT.

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tar de aplicarlo sobre empresas de pequeña o mediana dimensión (PYMEs), que son las que en la actualidad constituyen la mayor parte del sector agroalimentario español.

El estudio de Bilkey y Tesar (1977) sobre el comportamiento ex-portador de una muestra de empresas de pequeña dimensión es considerado uno de los trabajos seminales en el traslado de esta cuestión a empresas de reducida dimensión. En dicho trabajo adaptan el modelo de etapas del proceso de internacionalización —establishment chain (Johanson y Wiedersheim-Paul, 1975)— en la empresa aportado por la escuela de Uppsala (Bilkey, 1978), estableciendo un modelo de empresa exportadora basado en seis estadios (Figura 1).

3. Las cooperativas agroalimentarias y la internacionalización

Las cooperativas son entidades jurídicas cuya principal diferencia respecto a empresas mercantilistas radica en su gestión demo-crática. Este hecho tiene diversas consecuencias: una estructura de capital diferenciada, con la consideración de parte del capital como capital reembolsable exigible, es decir como un pasivo no corriente; la toma de decisiones a través de asamblea general con todos los socios a través de la fórmula “un hombre, un voto” y la existencia de los llamados principios cooperativos que subyacen tras la gestión de las empresas cooperativas.

Así mismo las cooperativas mantienen tradicionalmente una fuerte vinculación con el territorio en el que se localizan, asumiendo com-promisos sociales y ligando su existencia a un entorno. Éste, entre otros, es uno de los motivos que inducen a que ciertos procesos como la deslocalización o la internacionalización mediante la aper-tura de nuevas sedes, puedan suponer una mayor dificultad para este tipo de entidades.

Este escenario conduce a que la internacionalización se lleve a cabo principalmente a través de exportaciones, caracterizándose

obstante, debido a la diversidad de tipologías empresariales no existe una teoría universal aplicable a la internacionalización de las empresas (Carrizo, 2009). A consecuencia de ello es posible en-contrar numerosas definiciones que enfatizan distintos aspectos, Welch y Luostarinen (1988) establecen que es “el proceso de incre-mentar el compromiso en operaciones internacionales”.

Las primeras teorías, consideradas clásicas, centraron la atención en las ventajas comparativas de los países como factor explicati-vo de los flujos de comercio internacional. Adam Smith formuló en 1776 la teoría de la ventaja absoluta que fue modificada poste-riormente por Ricardo (1821) corrigiendo la ventaja absoluta por términos relativos.

El modelo de Heckscher-Ohlin es conocido como la teoría neoclási-ca del comercial internacional, en él se establece que, en un marco de competencia perfecta, los países tienden a exportar aquellos bienes cuyos factores de producción poseen en abundancia, al tiempo que tienden a importar los bienes cuyo factor de produc-ción es escaso en dicho país. Su aportación frente a los anteriores radica en explicar el origen de la ventaja comparativa, haciendo énfasis en las diferentes dotaciones factoriales relativas de cada país (Bajo, 1991).

Desarrollos posteriores considerando la figura de la empresa mul-tinacional, como la teoría de la internalización o el Paradigma ecléc-tico de Dunning (1980), han completado el abanico de propues-tas teóricas en relación con el comercio internacional (Markusen, 2001; Galván, 2003).

Los procesos de implantación de la producción de las grandes em-presas en múltiples localizaciones, realizando fuertes inversiones de capital identificadas como Foreign direct investment (FDI) re-quieren de metodologías específicas para su análisis. El modelo de Uppsala es por tanto aplicable y de utilidad en empresas multi-nacionales, pero sin embargo presenta limitaciones de uso al tra-

Figura 1Proceso de internacionalización de la empresa exportadora

Fuente: Bilkey y Tesar, 1977.

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Figura 2Distribución de cooperativas agroalimentarias transnacionales

en Europa por sector y localización

Fuente: Bijman et al. (2012)

En referencia al conjunto del comercio exterior español de 2012, las cooperativas llevan a cabo el 17.1% de las exportaciones agro-alimentarias (MAGRAMA, 2013).

No obstante analizando el desglose por tipos de entidades se po-nen de manifiesto diferencias significativas entre las cooperativas de primer y segundo grado ya que un 28% de las cooperativas de primer grado señalan haber realizado exportaciones mientras que el 41% de las cooperativas de segundo grado se clasifican como exportadoras. Ello corrobora de nuevo la importancia de la dimen-sión como factor de competitividad (Marí-Vidal et al., 2013). Los valores promedio de exportación desglosados por tipo de entidad acrecientan las diferencias: mientras las cooperativas de primer grado exportan por valor de 4,7 millones de Euros en promedio, las de segundo grado consiguen facturar 26,3 millones de Euros (OSCAE, 2014).

Centrando los datos en el top 20 de cooperativas agroalimentarias españolas exportadoras, éstas acumulan una cifra de negocio total de 2.662 millones de Euros, de los cuales el 59% se factura vía exportaciones.

4. Observaciones a modo de conclusión

El cooperativismo agroalimentario español se enfrenta a importantes retos derivados de los vertiginosos cambios que se producen en los mercados. Sin obviar otros factores de competitividad de relevancia como la orientación al mercado, la diversificación, la innovación o la formación, hay que destacar la relevancia de la dimensión y la internacionalización como elementos que permitan asegurar la su-pervivencia de las entidades en el medio y largo plazo.

La internacionalización de las cooperativas puede llevarse a cabo en base a figuras específicas creadas para tal fin (las cooperativas transnacionales y las cooperativas internacionales), sin embargo en Europa existe un número muy reducido de empresas que ha-yan hecho uso de dichas figuras, sin que ninguna de ellas esté

por inversiones de capital reducidas o inexistentes y, en todo caso, creando plataformas logísticas comunes junto con otras entida-des (normalmente también cooperativas) para la comercialización (caso de Anecoop). Se trata normalmente de sociedades de natu-raleza no cooperativa, pero controladas prácticamente en todo su capital por la cooperativa matriz.

Resulta frecuente por tanto encontrar referencias a la escasa inter-nacionalización de las cooperativas (por ejemplo, el reciente infor-me de la Comisión Europea “Support for Farmer’s Cooperatives- Spain”). Estas apreciaciones suelen basarse en indicadores de transnacionalidad o de multilocalización, lo cual, debido a la idio-sincrasia ya comentada de las cooperativas, resulta un estimador pobre para medir su grado de apertura al comercio exterior, ya que como se ha expuesto anteriormente, Bilkey y Tesar establecen que la exportación constituye un estadio avanzado en el proceso de internacionalización.

De hecho, a las formas tradicionales de internacionalización (ex-portación, licencias, inversiones directas en el extranjero) se une también una posibilidad específica para las cooperativas que es convertirse en cooperativas transnacionales, es decir, contar con socios de más de un país. Esta opción no obstante es todavía muy minoritaria en Europa y se registra principalmente en países como Dinamarca, Bélgica u Holanda, en los que confluyen dos hechos: un mercado más reducido debido a la pequeña dimensión de es-tos países, y la existencia de cooperativas que, tras procesos de fusión, cuentan con tamaños empresariales importantes (Bijman et al., 2012).

En este contexto el crecimiento implica necesariamente la inter-nacionalización. Por ello se configura como el siguiente paso es-perable tras los procesos de integración, fundamentalmente para incrementar su poder de negociación frente a una distribución muy concentrada, que se caracteriza por un número cada vez más reducido de grandes empresas. A modo de ilustración basta se-ñalar que en la mayoría de los países europeos las tres mayores empresas de distribución de productos de alimentación constitu-yen más del 40% de la cuota de mercado, si bien las diferencias son notables entre los países nórdicos como Dinamarca (89%) o Finlandia (88%) y algunos de Europa del Este como Bulgaria (18%) o Rumanía (15,2%). España se sitúa cercana a la media europea, con un 30.5% de cuota de mercado repartida únicamente entre los tres mayores operadores: Mercadona, Carrefour y Día (Aznar et al., 2013).

En Europa hay 46 cooperativas transnacionales (ver Figura 2), que se localizan mayoritariamente en el noroeste del continente y se dedican principalmente a los sectores lácteos y hortofrutícola. De igual forma existen cuarenta y cinco cooperativas internacionales, cooperativas que cuentan con agricultores proveedores de otros países pero que no son socios de la entidad.

De acuerdo a los datos del Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español (OSCAE) relativos al año 2012, en España existen 3.397 cooperativas agrarias (consi-derando tanto primer como segundo grado), de las cuales el 29% declaró realizar exportaciones, alcanzando éstas un valor del 24% de la facturación total del sector, que se situó en 25.696 millones de Euros (OSCAE, 2014). Estas cifras suponen un aumento del 4% en el número de entidades exportadoras y de un 7% en la cifra de facturación en exportaciones, con respecto a los valores de 2011.

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Jorge UmbelinoE-geo / Centro de Estudos de Geografia e Planeamento Regional. Escola Superior de Hotelaria e Turismo do Estéril

Vantagens comparativas e estratégias de desenvolvimento turístico

O tema desta Mesa Redonda do XVI Encontro AECA —“Sector tu-rístico: competitividad y recuperación económica”— conduz-nos a dois pensamentos sequenciais: em primeiro lugar, acerca da i) ca-pacidade do setor turístico para protagonizar um contributo signi-ficativo na recuperação da crise económica que se vive na Europa e, mais especificamente, em países como Espanha e Portugal; na linha de uma resposta positiva a esta dúvida, cabe refletir sobre, ii) qual o modelo de desenvolvimento turístico que se projeta para esse objetivo e, consequentemente, quais os desígnios de com-petitividade que se exigem, mais uma vez com especial atenção a Espanha e Portugal.

Da importância mundial do turismo

A relevância económica do setor turístico, à escala mundial, é facilmente comprovável, quer por indicadores analíticos de valor absoluto, quer por perfis de tendência em anos recentes, quer, ain-da, por comparação com outros setores ou com a globalidade da economia.

Segundo a Organização Mundial de Turismo (OMT), “En 2013, el total de ingresos derivados de exportaciones que generó el turis-mo internacional alcanzó los 1,4 billones de dólares de los EE.UU”; (…) “La tasa de crecimiento de los ingresos (entre 2012 y 2013) fue equivalente al incremento de las llegadas de turistas internacio-nales, que también aumentó en un 5 %, hasta los 1.087 millones en 2013, frente a 1.035 millones en 2012”. (UNWTO, Press Release 14034. Madrid, 2014.05.04).

Consultando a edição mais recente do Barómetro da OMT retira-mos as seguintes figuras:

Figura 1A/1BChegadas de Turistas Internacionais, evolução mensalWorld (million)

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UNWTO, World Tourism Barometer, Vol. 12, June 2014.

localizada en España. No obstante existe un número notable de cooperativas que realizan exportaciones (29%) y esta cifra sigue una tendencia creciente en los últimos años, al igual que sucede con el valor de las exportaciones efectuadas. Cabe señalar que la vertiente exportadora es muy dispar según el subsector conside-rado, encontrando una mayor propensión exportadora en frutas y hortalizas, aceite y vino.

Sin embargo la situación dista mucho de ser la óptima y se deben intensificar los esfuerzos tanto por parte de las instituciones como desde las propias entidades para penetrar en nuevos mercados y fidelizar ventas en el exterior. Además el trabajo pone de manifiesto la importante labor que en este sentido están realizando las coo-perativas de segundo grado que permiten alcanzar acuerdos y/o desarrollar instalaciones cuyo proyecto de forma individualizada sería inviable para las cooperativas de base.

Referencias

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Bijman, J.; Illiopoulos C.; Poppe, K. J.; Gijselinckx, C.; Hagedorn, K.; Harnisch, M.; Hendrikse, G. W. J.; Kühl, R.; Ollila, P.; Pyykönen, P., y Van der Sangen, G. (2012). Support for Farmers’ Cooperatives; Final report. Wageningen: Wageningen UR.

Bilkey, W. J. (1978). “An attempted integration of the literature on the export behavior of firms”. Journal of International Business Studies Vol. 9 (1).

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MAGRAMA (2014). Informe sectorial del Comercio Exterior del Ministerio de Agricultura, Alimentario y Medio Ambiente. Madrid.

Marí-Vidal, S.; Lajara-Camilleri, N., y Server Izquierdo, R. (2013). “La formación en las sociedades cooperativas agrarias como factor clave de competitividad en un contexto de concentración e internacionalización de los mercados”. Interciencia 38 (2): 112-120

Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español (OSCAE) (2014). Macromagnitudes del Cooperativismo agroalimen-tario español. http://www.agro-alimentarias.coop/ficheros/doc/04281.pdf

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— A Europa ainda é o principal centro do turismo mundial, com 563,8 milhões de chegadas internacionais, em 2013, que cor-responderam a 51,8% do total global; contudo, em 2000 o peso da Europa no total mundial era de 57,2%, e em 2005 era ainda de 55,6%; esta quebra do Velho Continente tem ocorrido, so-bretudo, em favor da Ásia e Pacífico, que subiu de 16,2%, em 2000, para 19,0%, em 2005, e 22,9% em 2013 (UNWTO, World Tourism Barometer, Vol. 12, June 2014); a visível deslocação do eixo da atividade turística mundial para Oriente está, aliás, em linha com o que ocorre com a generalidade da atividade económica.

— A acessibilidade dos turistas melhorou muito nos últimos anos e ainda está em crescimento —merece especial relevo a de-mocratização do transporte aéreo, em consequência direta e indireta das operações low-cost, e, em segunda linha, a dos cruzeiros—, numa dimensão de melhoria que literalmente glo-baliza a concorrência entre os destinos;

— A vulgarização da Internet como meio de transmissão de in-formação e de vendas transformou profundamente o negócio turístico; os pacotes turísticos e a intermediação, em geral, so-freram um profundo embate, ao mesmo tempo que crescia, de forma explosiva, o fenómeno do turista individual, que tudo es-colhe e tudo compra pelos seus próprios meios, para si próprio ou para pequenos grupos;

— A libertação do consumidor turista, acima referida, coincide e complementa-se com uma outra tendência de evolução da pro-cura —a negação do massificado e a busca do diferente, do especial, do autêntico, do ecologicamente correto, da emoção, da experiência que gera memórias—.

Olhando para estas verdades sob o ponto de vista de Espanha e Portugal, temos que estes países se posicionam no (ainda hoje) cen-tro tradicional do turismo mundial, confirmando-se que é da Europa que lhes chega a esmagadora maioria dos turistas que os visitam, numa estrutura, aliás, muito semelhante entre si [em Espanha, segundo o FRONTUR 2013 (ver http://www.iet.tourspain.es), mais de 90% dos turistas chegam de países europeus, com os res-tantes a distribuir-se entre os EUA, outros países da América, sobre-tudo da América do Sul, e Ásia; em Portugal, segundo a PORDATA (ver http://www.pordata.pt), também cerca de 90% das dormidas de estrangeiros registadas nos estabelecimentos hoteleiros são de residentes em países europeus, com as restantes a distribuir-se, so-bretudo, entre o Brasil, os EUA e a Ásia]; contudo, tanto Espanha como Portugal não podem ser alheios à visível deslocação do centro de gravidade do turismo mundial, seja em termos das dinâmicas da procura, seja da variabilidade das concorrências.

Podem estes destinos ser competitivos nos emergentes mercados asiáticos, ou mesmo da Europa de Leste? Podem, mas com dificul-dade. Por um lado, pela posição geográfica da Península Ibérica, que os coloca no extremo da Europa (Portugal ainda mais do que Espanha), face ao sentido de deslocação dos turistas provenien-tes daqueles mercados; em contrapartida, esta posição geográfi-ca é uma vantagem face aos mercados americanos, sobretudo da América do Sul, onde a língua e o passado comum são vantagens comparativas (a dimensão demográfica e económica do Brasil re-presentam, nesta matéria, uma especial vantagem para Portugal). Por outro lado, não há um alinhamento entre os gostos dominan-tes nestes mercados de procura (sobretudo a História, a Arte e a Cultura) e a imagem turística de Espanha e Portugal, ainda muito marcada pelo Sol & Mar; em termos da iconografia da cultura eu-ropeia, que tanto atrai os novos turistas asiáticos, existem outros países, como a França, a Itália, a Alemanha ou o Reino Unido que reúnem alguma vantagem comparativa. Por último, para alcançar a dimensão demográfica e territorial dos gigantes asiáticos exige-se um investimento promocional que implica alguma diminuição do

Na Figura 1A, organizada a partir de valores absolutos das chegadas de turistas internacionais, confirma-se o bom desempenho recente deste setor, com resultados anuais sistematicamente melhores do que os dos anos antecedentes, desde 2010, numa tendência con-firmada pelos primeiros dados de 2014. A Figura 1B, organizada a partir de taxas de crescimento mensais face aos meses homólogos do ano anterior, é uma forma alternativa de evidenciar esta evolução positiva, acrescentando um outro dado importante: para o turismo, a crise económico-financeira iniciada em 2008 terminou logo em no-vembro do ano seguinte.

Ainda segundo a OMT, “El turismo internacional (viajes y transporte de pasajeros) representa el 29 % de la exportación mundial de ser-vicios, y el 6 % de todas las exportaciones de bienes y servicios. A escala mundial, el turismo es la quinta categoría de exportación, tras los combustibles, productos químicos, alimentos y productos de au-tomoción; al mismo tiempo, ocupa el primer lugar en muchos países en desarrollo”. (UNWTO, Press Release 14034. Madrid, 2014.05.04).

Da importância do turismo em Espanha e Portugal

As observações acima feitas sobre a relevância económica e so-cial do turismo internacional são também claramente válidas em Espanha e Portugal, dois destinos consolidados e dois países onde o turismo tem um peso decisivo na criação de riqueza e na estrutura de emprego.

Segundo o World Travel and Tourism Council (WTTC), em 2013 o contributo direto do turismo para o PIB de Espanha foi de 5,7%, mas o valor total atribuível a este setor, considerando igualmente os seus impactes indiretos e induzidos, terá sido de 15,7%; no que respeita ao peso do turismo na estrutura de emprego, os valores atribuídos são de 5,2% e 15,8%, respetivamente para os valores dos contribu-tos diretos e totais. Já para Portugal, os dados divulgados referem, segundo os mesmos critérios, 5,8% e 15,8% para o PIB e 7,2% e 18,2% para o emprego (ver http://www.wttc.org).

As informações disponíveis acerca da evolução recente da procura turística nestes dois países são igualmente encorajadoras. Segundo o Turespaña, a taxa de crescimento do número de turistas entrados nas fronteiras daquele país, entre 2013/12, foi de 5,6%, quando nos anos imediatamente anteriores a mesma taxa havia assinalado 2,3%, 6,6% e 1,0% (ver http://www.iet.tourspain.es). Já em Portugal, a taxa de crescimento do número de dormidas na hotelaria, nestes mesmos anos, foi, respetivamente, de 4,8%, 1,1%, 5,4% e 2,6% (ver http://www.pordata.pt).

Em traços gerais, o conjunto da informação acima analisada confir-ma a importância atual do turismo, tanto em termos mundiais como na realidade específica de Espanha e Portugal, bem como permite prognosticar a continuidade e até o reforço da importância económi-ca e social deste fenómeno. A prática turística transformou-se numa necessidade de primeira grandeza a que quase todos querem aceder e, sobretudo, de que poucos prescindem, daí a resiliência deste setor a todas as crises ou ameaças de crise que o afetam: não há barreiras (económicas, psicológicas, culturais ou outras) que perdurem entre o consumidor e o seu desejo de consumo, quando é ele próprio que as quer derrubar.

Numa análise às principais oportunidades setoriais em Espanha e Portugal, a opção pela oferta turística é óbvia: segundo o Global Competitiveness Index 2013/2014, a Espanha ocupava, em termos mundiais, o 35º lugar e Portugal o 51º (World Economic Forum – Global Competitiveness Report 2013/14); já em termos turísticos, no índice similar, o Travel & Tourism Index 2013, Espanha ocupava o 4º lugar e Portugal o 20ª (World Economic Forum-Travel & Tourism Competitiveness Report 2013).

Da nova oferta turística em Espanha e Portugal

Numa seleção (necessariamente muito simplista) das principais verdades do turismo atual, teremos:

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común: dotar de seguridad jurídica a las transacciones económicas llevadas a cabo en el contexto actual de una realidad económica cada vez más compleja, y por tanto rodeada de una mayor incer-tidumbre, facilitando una información financiera que permita a los inversores trabajar en un contexto de confianza y contribuyendo a la estabilidad económica.

Si bien el Derecho contable es fruto de la capacidad legislativa pú-blica con que cuentan las distintas jurisdicciones, la actividad nor-malizadora contable,un concepto más amplio, se lleva a cabo tanto por instituciones públicas como privadas, en este último caso, me-diante la emisión de pronunciamientos o guías técnicas emitidas por la “profesión” contable cuya legitimidad radica en el conoci-miento técnico e independencia de sus integrantes. La Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA), entre otros cometidos,desarrolla esta labor normalizadora.

También es habitual que estas instituciones mantengan una es-trecha interrelación con el normalizador público (en el caso de España, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas), que favorecen el intercambio de experiencias y permiten alcanzar un objetivo común para cualquier normalizador; la utilidad de la nor-ma contable para los usuarios de la información financiera, que lo será, en la medida que permita informar sobre la rentabilidad y los riesgos de la empresa de manera clara y libre de sesgos.

En aras de lograr este objetivo, la globalización y multiplicación de las transacciones empresariales ha traído consigo la necesidad de que el lenguaje contable sea internacional. Por ello, la prioridad de todos los normalizadores, públicos y privados, nacionales e in-ternacionales, ha sido facilitar a las empresas unas normas que permitan presentar una información financiera comparable a nivel global, especialmente para aquellas cuya actividad transciende las fronteras nacionales, lo que ha propiciado que muchas jurisdic-ciones (más de cien países, incluyendo China, Canadá, la Unión Europea y la mayoría de países latinoamericanos), en mayor o me-nor medida,hayan delegado su poder regulatorio en materia con-table en un organismo de carácter transnacional, el International Accounting Standards Board (IASB) con sede en Londres.

A su vez, el IASB y el FASB (normalizador contable de EE.UU.) han buscado durante estos últimos años la convergencia de sus res-pectivas normas, dado el peso e influencia de las compañías esta-dounidenses en la actividad económica mundial, asumiendo pro-yectos de normalización conjunta o interrelacionados en materias tan relevantes como las combinaciones de negocios, los instru-mentos financieros, el reconocimiento de ingresos o los acuerdos de arrendamientos.

Así, durante el periodo 2006-2012, estuvo en vigor el “Memorándum of Understanding” (MoU) entre el FASB y el IASB, con el que se pretendía lograr la citada convergencia. Sin embargo, una vez fi-nalizado el MoU en el ejercicio 2012, EE.UU. declaró que no iba a aplicar las NIC/NIIF, lo que ha originado que las jurisdicciones que sí las aplican hayan intensificado la reclamación al IASB para que centrase su atención en sus necesidades, y no tanto en la conver-gencia con el FASB.

Tras el fin del MOU, el IASB ha creado en el año 2013 un consejo asesor (Accounting Standards Advisory Forum, ASAF), formado por 12 normalizadores contables de Estados Unidos, Canadá, Asia, Oceanía, Latinoamérica y Europa. Los representantes europeos son el EFRAG, Reino Unido, Alemania y España.

Contexto internacional de referencia en la Unión Europea

La Unión Europea no ha permanecido ajena a la influencia del IASB, y como es bien conocido, desde el 1 de enero de 2005, ya casi una década, los grupos cotizados europeos vienen elaborando sus cuentas anuales consolidadas aplicando los Reglamentos de la Comisión Europea por los que se adoptan las normas internaciona-les de contabilidad emitidas por el IASB (NIC/NIIF-UE).

esforço feito junto dos mercados convencionais, diminuição essa que tem de ser solidamente avaliada nas suas consequências.

Os progressos ao nível da acessibilidade, designadamente os efei-tos das operações low-cost, podem ser aproveitados com sucesso por Espanha e Portugal (ainda mais por Espanha), uma vez que a maioria das cidades europeias que constituem o centro da procura turística dos países ibéricos se situa dentro do arco de duração de viagem que aquelas companhias validam. Do mesmo modo, agen-tes experimentados como os que operam nos mercados turísticos ibéricos podem ser competitivos na era da economia digital; a tra-dição de oferta turística em Espanha e Portugal, que já leva várias décadas de sucesso, opera um bom nível de interesse espontâneo da procura, que depois importa orientar e tornar consequente.

Finalmente, como equilibrar a tradicional oferta de Sol & Mar, que ainda dá tão bons frutos económicos, com a emergência do “novo turista” e dos seus novos gostos e opções?

Portugal, e sobretudo Espanha, têm alguns problemas para resolver com destinos turísticos massificados que, em diversos casos, ultra-passaram em muito a capacidade de carga que poderiam suportar. Destinos que desgastaram a sua imagem e que hoje já geram pouco negócio interessante. Em cada caso, importa interpretar se o limiar ultrapassado foi de natureza ecológica, e por isso mais definitivo, ou se existiu alguma falha de mercado que se pode tentar ultrapassar com criatividade, seja mantendo o foco na atividade turística, em moldes de oferta diferentes, ou por reajustamento funcional.

Em complemento desta estratégia de reabilitação de destinos-pro-blema, importa definir caminhos de ajustamento da oferta turística dos países ibéricos aos novos paradigmas da oferta. A diversidade paisagística e cultural dos seus territórios, em associação com a riquíssima herança patrimonial de que beneficiam e com o saber-fazer de décadas de presença no mercado da oferta turística só podem gerar otimismo nesta matéria. Mas há que saber interpretar este tempo de mudança, tendo a coragem de, em algumas situa-ções, negar caminhos fáceis de curto prazo em favor da garantia do sucesso a médio e longo prazo.

Referências:

UNWTO (2014). Press Release 14034, Madrid, 2014.05.04.UNWTO (2014). World Tourism Barometer Vol. 12, June 2014.World Economic Forum (2014). Global Competitiveness Report 2013/14, Global Competitiveness Index 2013/2014.World Economic Forum (2013). Travel & Tourism Competitiveness Report 2013, Travel & Tourism.

Webgrafia:

http://www.wttc.orghttp://www.iet.tourspain.eshttp://www.pordata.pt

María Dolores UrreaSubdirectora General Adjunta de Normalización y Técnica Contable Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas

Normalización y derecho contable: marcos nacionales en un contexto internacional

Introducción

La normalización y el derecho contable son dos conceptos que pre-sentan diferencias pero que convergen / sirven en / a un objetivo

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Con la aprobación de esta nueva Directiva contable, parece que los Estados Miembros han renunciado a diseñar un marco jurídico europeo de referencia armonizado con las NIC/NIIF-UE (así, nó-tese que la nueva Directiva, a diferencia de la NIIF-UE 3, obliga a amortizar el fondo de comercio, y en la redacción de los artí-culos relacionados con la consolidación se ha prescindido de la nueva regulación internacional), para centrarse en el objetivo de la simplificación de la contabilidad de las PYMES, previendo una armonización de máximos para las pequeñas empresas, frente a la armonización de mínimos prevista en las antiguas Directivas.

Por otro lado, es destacable la creciente preocupación que está surgiendo en el seno de la UE por aspectos no estrictamente finan-cieros en materia contable, sino de carácter social, medioambien-tal, de lucha contra la corrupción o sobre la igualdad de género, a la vista de la reciente aprobación por el Parlamento Europeo del Proyecto de Directiva de información no financiera por la que se modifica la Directiva 2013/34/UE,en lo que respecta a la divulga-ción de información no financiera e información sobre la diversidad por parte de determinadas grandes empresas y determinados gru-pos que afectará a empresas con más de 500 empleados.

Queda pendiente para el futuro, por la falta de consenso político en esta ocasión, otros aspectos en cuadrados en la responsabilidad social corporativa, como la posibilidad de introducir una obligación para las grandes empresas de presentar, con carácter anual, un informe país por país que contenga información sobre, al menos, los beneficios obtenidos, los impuestos sobre beneficios pagados y las subvenciones públicas recibidas.

Decisiones adoptadas por los Estados Miembros

A excepción de las cuentas consolidadas de los grupos cotizados (que en todo caso deben elaborarse aplicando las NIC/NIIF-UE), el Reglamento 1606/2002 del Consejo y del Parlamento, de 19 de julio, faculta a los Estados Miembros de la UE y el EEE a extender el alcance (de manera obligatoria u opción) de las normas interna-cionales. En lo que se refiere a las cuentas anuales individuales, las decisiones más relevantes han sido las siguientes:

— Países como Francia, Alemania o España ni permiten ni obligan a la aplicación de las NIC/NIIF, sean las empresas cotizadas o no cotizadas.

— Otros como Reino Unido permite pero no obliga, tanto a cotiza-das como a no cotizadas, la aplicación del Reglamento, excepto para el sector de empresas sin ánimo de lucro (charity sector).

— Países como Portugal, en cambio, les permite la aplicación de las NIC/NIIF y en determinadas condiciones les exige la aplica-ción a las cotizadas. Respecto a las no cotizadas, permite pero no exige la aplicación del Reglamento.

— Otro caso singular es el de Italia, que en cuentas individuales a las cotizadas les obliga a aplicar el Reglamento NIC, excepto para empresas de seguros que no consoliden, y a las no cotiza-das se les permite con ciertas excepciones, obligándolas en el caso de que se trate de compañías financieras bajo supervisión o compañías con instrumentos financieros ampliamente distri-buidos entre el público.

De lo anterior se deduce que, en general, los Estados Miembros se han mostrado cautos a la hora de extender las NIC/NIIF-UE a los estados financieros individuales. Esta decisión no cabe duda que puede originar costes relevantes a las empresas, si las normas locales se apartan en exceso de las NIC/NIIF-UE.

En este contexto, el anterior instrumento de armonización, las Directivas contables (Cuarta y Séptima Directivas) ha quedado re-legado a un segundo plano a pesar de que en el año 2001 y 2003 se aprobasen sendas modificaciones con el objetivo de acometer su modernización tomando como referente las normas internacio-nales.

Hasta la fecha, la decisión de aplicar las NIC/NIIF-UE en los merca-dos de capitales europeos ha supuesto, en la práctica, asumir en bloque los pronunciamientos aprobados en Londres (así, la labor legislativa original de la UE desde el año 2005 ha sido episódica, y únicamente cabe mencionar,en comparación con lo previsto por el IASB, el carve out aprobado en relación con la aplicación de la NIC39, o el retraso de un año de entrada en vigor del denominado “paquete de consolidación”, las NIIF 10, 11 y 12).

Con la crisis financiera que se desata en el ejercicio 2007 y alcanza su punto culminante en el 2008,no pueden ocultarse las dificulta-des que surgen en la aplicación de las normas contables en ma-teria de instrumentos financieros; conceptos como la prohibición de reclasificar activos de una a otra cartera o el deterioro de los instrumentos clasificados en la cartera de disponibles para la venta se vuelven, en el fragor de la tormenta, simplemente inmanejables.

En este contexto de dificultades, el G20 solicita al IASB en el año 2008 que proponga una solución normalizadora global para evitar una posible “prociclicidad” de las normas contables que dificulte la recuperación económica, lo que lleva a la necesidad de coordinar los cambios normativos con el FASB. En ejecución de este manda-to, el IASB en relación con la norma de instrumentos financieros plantea un proceso por etapas (que ha ido entrando en vigor en diferentes momentos en función de la jurisdicción adoptante; sin que lo haya hecho en la Unión Europea),que en 2014 aún no ha culminado.

Junto a la inestabilidad normativa en materia de instrumentos fi-nancieros se han ido incorporando otros elementos que han difi-cultado el proceso de asentamiento de las NIC/NIIF-UE, en perjuicio de la seguridad jurídica. Entre otros, la tendencia del IASB a revisar el conjunto de las normas en la búsqueda de la mejor solución técnica (ahondando en planteamientos complejos que dificultan su aplicación práctica en perjuicio de una aplicación homogénea y, en última instancia, de la comparabilidad de la información financiera; como es el caso de la reciente norma en materia de reconocimiento de ingresos) o la incorporación de criterios en detrimento de la fia-bilidad de las cuentas anuales, como la no amortización del fondo de comercio.

A la vista de estos hechos, la labor del IASB en el pasado, que dicho sea de paso no está exenta de dificultad, se podría calificar cuando menos de vacilante. Por otro lado, el futuro se percibe con inquietud. Los cambios que se avecinan en la contabilización de los arrendamientos operativos (con el reflejo en el pasivo del balance de los compromisos financieros futuros del arrendatario, y el regis-tro de los gastos por amortización y financieros de forma coheren-te con este enfoque), van a suponer una vuelta de tuerca adicional, tal vez definitiva, para calibrar la resistencia de las empresas y la confianza que los Gobiernos de los Estado Miembros depositaron en el IASB, que sin duda generará un amplio debate sobre la legiti-midad de esta institución como normalizador contable dela Unión Europea cuando el pronunciamiento se someta a adopción.

En otro orden de cosas, en concreto en lo que atañe a las medianas y pequeñas empresas, se ha producido a nivel de la UEun cambio muy relevante motivado fundamentalmente por la voluntad a nivel comunitario de “pensar primero a pequeña escala” y reducir las cargas administrativas que soportan las pequeñas empresas, que en el plano normativo ha cristalizado en la Directiva 2013/34/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 26 de junio sobre los estados financieros anuales, los estados financieros consolidados y otros informes afines de ciertos tipos de empresa,esta directiva, que deroga la 4.ª y 7.ª Directivas contables (78/660/CEE y 83/349/CEE respectivamente).

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la consecuencia del ejercicio responsable de la soberanía atribuida a los Estados Miembros, a la vista de un entorno internacional vaci-lante y complejo. Con ello no se persigue desplazar a los “técnicos” del debate, sino dar entrada en la discusión a los normalizadores contables nacionales con el objetivo de ampliar la perspectiva del EFRAG a la hora de formarse un adecuado juicio sobre si las pro-puestas de adopción de las NIC/NIIF-UE cumplen con los objetivos fijados en el Reglamento 1606/2002.

Además, desde una perspectiva estrictamente interna, y en el su-puesto de que el entorno normativo internacional se vuelve más complejo, tal vez sea preciso abrir un debate sobre la conveniencia (o incluso la posibilidad legal) de mantener el objetivo de armoni-zación contable internacional (a la vista del cambio de rumbo en la estrategia contable trazada en la Directiva 2013 que obliga a amor-tizar el fondo de comercio), al menos, en relación con las pequeñas y medianas empresas.

Conclusiones

En un entorno cambiante, en el que antes de haberse logrado el aprendizaje de la norma por los preparadores y usuarios,aquella se ha modificado,una de las principales demandas al IASB desde hace años es que solo introduzca cambios en las NIC/NIIF cuando sea estrictamente necesario. Solo así podrá lograrse la necesaria estabilidad del bloque normativo y con ella la seguridad jurídica (esto es, la certeza de que el Derecho contable que se aplica es el correcto) que permita a los inversores trabajar en un contexto de confianza, contribuyendo a su vez a la propia estabilidad eco-nómica.

Ante la duda de que la convergencia IASB-FASB sea posible,a día de hoy no lo parece, al menos en el medio plazo, los normalizado-res europeos demandan una atención prioritaria a la calidad de las normas (pronunciamientos claros que se puedan aplicar de mane-ra homogénea). En este sentido, a pesar del esfuerzo armonizador previo, el informe de la SEC (2011) evidencia que aún existen di-ferencias entre el US-GAAP y las NIC/NIIF en más de 100 áreas.

En la actualidad, en los trabajos de revisión de la Gobernanza del EFRAG, los normalizadores contables nacionales están solicitando más poder a la Comisión Europea. Este planteamiento ha suscita-do ciertos recelos por el riesgo de que se produzca una injerencia “política” en los pronunciamientos contables. Sin embargo la pre-tensión es legítima si consideramos que, en última instancia, son lo srepresentantes de los Estados Miembros los que tiene atribuida la representación pública de sus respectivos ciudadanos.

Sea como fuere, la sombra de la sospecha solo se desvanecerá si el ejercicio de las nuevas facultades que se puedan atribuir a los re-presentantes de los normalizadores nacionales se desempeña libre de sesgos, y trabajan con el deseable rigor técnico en defensa de los intereses generales.

Fernanda Pedrosa AlbertoProfessora do ISCAC Coimbra Business School Instituto Politécnico de Coimbra

José Carlos Lopes Professor do IPB – Instituto Politécnico de Bragança

A taxa de juro sem risco e a informação financeira

1. Introdução

A determinação do valor atual (ou valor presente) na preparação da informação financeira é imprescindível e recorrente na aplicação

Situación española

En España se dictaminó que las cuentas anuales individuales de las empresas, ya sean éstas cotizadas en mercados regulados o no, y las consolidadas de los grupos no cotizados, debían seguir rigién-dose por el Derecho contable español de fuente interna, sin que en el medio plazo se vaya a modificar esta decisión.

No obstante, al objeto de preservar la comparabilidad entre las cuentas consolidadas y las cuentas individuales de las empresas con presencia en el mercado de capitales y, especialmente de las pertenecientes al sector financiero, se inició un proceso amplio de revisión de las normas locales tomando como referente el conte-nido de las NIC/NIIF-UE existentes, introduciendo algunas simpli-ficaciones relevantes para las pequeñas empresas en materia de instrumentos financieros y normas de presentación (dispensado de la elaboración de un estado de flujos de tesorería).

Mantener una norma local en un contexto internacional puede in-troducir distorsiones; en mayor medida si el normalizador interna-cional oscila con frecuencia en las soluciones, y coexisten varias normas internas como sucede en España, en función del sujeto contable al que se dirigen, al margen de que todas ellas hayan al-canzado un alto grado de armonización con las normas internacio-nales de referencia.

Sin embargo, no es menos cierto que la decisión es más que le-gítima, no solo porque se haya adoptado en aplicación del marco definido por el Reglamento 1606/2002, sino también y fundamen-talmente porque con ello se asume la responsabilidad inherente a los Estados de elaborar el marco jurídico que se considere idóneo, en el contexto internacional, para la consecución de todos los inte-reses en liza y en beneficio de todos sus ciudadanos y empresas.

Tampoco hay que olvidar que la pervivencia de los normalizadores nacionales (mejor uno solo por país), en un contexto globalizado, hace posible que los preparadores de la información financiera y sus auditores puedan acceder a interpretaciones de la norma local (muy similar a la internacional) en tiempo y forma, en beneficio de la seguridad jurídica y de la aplicación homogénea de las normas.

El futuro del Derecho contable nacional: el papel de los normalizadores nacionales (NSS)

El informe Maystad, presentado en la reunión del ECOFIN de 8 de noviembre de 2013, ha sido el resultado del encargo realizado por la Comisión Europea al Sr. Philippe Maystadt para que analizara cómo reforzar la contribución de la UE en el desarrollo de las nor-mas internacionales de contabilidad.

En dicho informe se plantearon tres posibles alternativas para al-canzar el objetivo buscado, optando por la referida a la transfor-mación del EFRAG, asesor técnico de la Comisión y responsable de valorar si las normas internacionales de contabilidad produci-das por el IASB cumplen los criterios previstos en el artículo 3 del Reglamento (CE) n.º 1606/2002 para ser adoptadas en la UE.

La opción de transformación del EFRAG supone reforzar su estruc-tura y mantener, al mismo tiempo, su composición mixta que abar-que los intereses tanto públicos como privados a nivel europeo.De entre las modificaciones más destacadas cabe señalar la crea-ción de un Consejo, compuesto por dos pilares, público y privado, que actuarán en interés público en todas las materias objeto de su competencia. El objetivo es representar a Europa con una sola voz, influyendo en el proceso normalizador del IASB de una forma más eficiente y efectiva, así como en el proceso de asesoramiento sobre la aprobación final de las normas e interpretaciones solicitado por la Comisión Europea.

Esta decisión, que desde algunos ámbitos podría ser percibida como una injerencia de lo “político” en lo “técnico”, es sin embargo

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quer investimento e surge como input em vários modelos, como o Capital Asset Pricing Model (CAPM), Black-Scholes e outros.

Segundo Damodaran (2001), há dois pressupostos fundamentais associados à taxa de juro sem risco, um relativo ao risco de in-cumprimento e outro ao de reinvestimento. Os títulos utilizados como proxy deverão caracterizar-se pela ausência do risco de in-cumprimento, motivo pelo qual se considera em geral os títulos do tesouro como uma boa proxy. Considerando este pressuposto, com a recente crise das dívidas soberanas, os títulos do tesouro de alguns países (e.g. Grécia, Portugal) podem não ser considerados como uma proxy adequada da taxa de juro sem risco. Damodaran (2001: 4) e Reillye Brown (2006: 19) opinam que, no limite, um governo pode emitir moeda ou aumentar impostos para evitar o incumprimento; porém, na prática, existem limitações a esta atua-ção 3.

O risco de reinvestimento pressupõe a indispensabilidade da rendi-bilidade efetiva proporcionada pelo ativo coincidir com a esperada (taxa de juro “pura”); ora isto, requer que o retorno não seja in-fluenciado por fatores externos como políticas governamentais ou acontecimentos económicos.

Em teoria, uma taxa de juro sem risco deverá obedecer ainda a outros requisitos (Strydom e Charteris, 2009: 7-10), concernentes à inflação (a taxa de juro deverá incluir um prémio pela inflação), à covariância nula com o mercado e risco de liquidez (como não deverá haver risco de liquidez, ou seja, aquele que decorre da pos-sibilidade de perda de valor na venda do ativo ou visa compensar o investidor pela indisponibilidade temporária dos fundos, a yield não deverá incluir um prémio por este risco).

Neste contexto, será assim possível identificar uma verdadeira taxa de juro sem risco aquando da aplicação das normas contabilísticas e em modelos adotados para avaliação de empresas e de ativos? As práticas financeiras e regulatórias consideram, de um modo geral, os títulos de dívida pública (títulos do tesouro) como um indicador fiável e um bom parâmetro para refletir a ausência de ris-co. Também as normas contabilísticas apontam para o uso dessa proxy da taxa de juro sem risco (e.g. IAS 18, IAS 36, IAS 39) ou de modelos que se apoiam nessa proxy como o CAPM (IAS 36) ou o Black-Scholes (IFRS 2).

3. Os títulos do tesouro como proxy da taxa de juro sem risco

A yield dos títulos do tesouro tem sido a principal proxy para a taxa de juro sem risco. Nos EUA, um estudo de Bruner et al. (1998: 16) demonstrou que 85% das empresas e 90% dos analistas finan-ceiros inquiridos utilizavam a yield dos títulos do tesouro como indicador da taxa de juro sem risco.

No cálculo do valor de uso, se se opta pela não inclusão dos riscos na taxa de desconto, significa que será adotada como taxa de des-conto uma taxa de juro sem risco4; apesar de não existir uma só taxa de juro sem risco, é usual recorrer-se às yields dos títulos do tesouro (e.g. obrigações do tesouro a 10 anos). Optando-se pela inclusão dos riscos na taxa de desconto, depois de identificada a

3 Recorde-se que a política monetária não é controlada pelo governo em al-guns países (como ocorre nos EM da UE) e o aumento da carga fiscal tem um limite socialmente suportável; por outro lado, pode também haver a de-cisão de incumprimento por alguns governos (e.g. o caso já sucedido na Argentina).

4 A utilização de uma taxa de juro sem risco no cálculo do valor de uso é criticada por alguns autores (veja-se, por exemplo, Brealey e Stewart, 2000; ou Pratt, 2002).

dos principais normativos contabilísticos vigentes, mormente as normas internacionais IAS/IFRS. O cálculo desse valor requer ne-cessariamente a adoção de uma taxa de desconto.

A referência para a obtenção dessa taxa de desconto não se mostra uniforme em todas as normas. Algumas remetem para uma taxa de juro de mercado (e.g. §11, IAS 18; §15, IAS 36), uma taxa de juro de mercado de obrigações de alta qualidade de sociedades ou, alternativamente, de obrigações governamentais 1 (§78 e §139, IAS 19), uma taxa que reflita o risco associado aos ativos do plano para desconto dos fluxos de caixa futuros esperados (§102, IAS 19), uma taxa que reflita o valor temporal do dinheiro e os riscos específicos do ativo (§55, IAS 36) ou do passivo (§47, IAS 37), a taxa de juro básica (baseada em obrigações do governo central ou em obrigações empresariais melhor classificadas) para a determi-nação do justo valor de instrumentos financeiros (§AG82, IAS 39). Ainda que sem referência explícita, a taxa de desconto tem aplica-bilidade no âmbito de outras normas para efeitos de avaliação de alguns ativos (e.g. IAS 16, IAS 40, IFRS3/IAS38).

Mas sem dúvida que uma área crítica na informação financeira, onde a determinação da taxa de desconto pode ter efeitos mate-rialmente relevantes, é no cálculo das perdas por imparidade (IAS 36). De facto, muitas empresas sustentam o reconhecimento (ou não) de perdas (ou reversões) por imparidade dos seus ativos no cálculo do valor de uso recorrendo a técnicas de valor atual. A es-timativa do valor de uso pode assentar na abordagem tradicional ou pelo fluxo de caixa esperado2 mas, envolve sempre estimar os fluxos de caixa futuros esperados e aplicar uma taxa de desconto apropriada a estes fluxos. Segundo essa norma, a taxa de descon-to pode corresponder à taxa implícita nas transações de mercado para ativos semelhantes ou obtida a partir do custo médio pon-derado do capital (§56, IAS 36). Anorma permite que a gestão do risco se faça através da estimativa dos cash-flows e/ou através da taxa de desconto, deixando patente que “… as taxas de juro usadas para descontar os fluxos de caixa não devem refletir riscos para os quais os fluxos de caixa estimados tenham sido ajustados. De outro modo, o efeito de alguns pressupostos será tido em conside-ração duas vezes” (§A15, IAS 36).

Em qualquer caso, o cálculo da taxa de desconto depende do valor de uma taxa de juro sem risco que, como se salienta expressamen-te em algumas normas (e.g. §A1, IAS 36), reflete o valor temporal do dinheiro.

Este artigo aflora a discussão e criticidade do conceito de taxa de juro sem risco, evidenciando as dificuldades na sua aplicabilida-de com as consequentes implicações que este parâmetro tem na informação financeira das empresas. Adicionalmente, analisa-se a informação divulgada pelas empresas do PSI20, a qual se mostra parca no que respeita a este parâmetro.

2. Conceito de taxa de juro sem risco

A taxa de juro sem risco “representa conceptualmente o retorno exigido para um ativo que tem liquidez total e não apresenta vola-tilidade no seu retorno” (Vieito e Maquieira, 2013: 229). Trata-se de uma taxa de juroà qual o investidor deverá poder investir sem qualquer risco de crédito, logo com garantia total de retorno do capital e dos juros.

A taxa de juro sem risco deveria assim constituir a taxa de juro mais baixa que um investidor estaria disposto a aceitar em qual-

1 Neste caso, a moeda e o prazo das obrigações das sociedades ou gover-namentais devem ser consistentes com a moeda e o prazo esperados das obrigações de benefícios pós-emprego (§78, IAS 19).

2 A abordagem tradicional usa um único conjunto de fluxos de caixa e uma única taxa de desconto, enquanto a abordagem pelo fluxo de caixa esperado atende a vários cenários possíveis (probabilidades) para diferentes valores dos fluxos de caixa (§A4 e §A7, IAS 36).

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Gráfico 1Curva da yield da dívida soberana dos EUA

US Treasury BondsMAturity yieLd

3 Month 0.03

6 Month 0.04

2 Year 0.50

3 Year 0.95

5 Year 1.63

10 Year 2.33

30 Year 3.07

Fonte: Yahoo finance, http://finance.yahoo.com, consulta em agosto/2014.

Tanto a IAS 19 como a IFRS 2 contêm referências específicas quanto aos prazos da taxa de juro sem risco a utilizar, sublinhando que deverão ser consistentes com os dos elementos a valorizar; contudo, como as mesmas indicam poderão não existir emissões governamentais com prazos coincidentes, o que torna necessá-rio efetuar ajustamentos para estimar as taxas a adotar. A IAS 36 (§A16) indica que a taxa deve refletir o valor temporal do dinheiro até ao fim da vida útil do ativo, o que poderá não coincidir com o prazo dos títulos do tesouro.

b) O efeito do país

Existem títulos do tesouro na generalidade dos países. A questão que se coloca é se as empresas locais devem utilizar como proxy da taxa de juro sem risco a yield dos títulos do tesouro do próprio país ou, alternativamente, devem tomar como referência uma yield considerada mais robusta. No caso da União Europeia (UE) deve uti-lizar-se como proxy uma yield dos títulos do tesouro dos respetivos Estados-Membros, consoante a sede da empresa? Ou deve utilizar-se uma taxa consoante a localização dos ativos das empresas? Ou deve utilizar-se uma yield dos títulos da dívida alemã por ser esta a mais estável, mesmo sabendo que, por exemplo, as empresas por-tuguesas têm mais dificuldades de financiamento que as alemãs e pagam juros mais elevados? Assim, uma empresa portuguesa cujo volume de negócios tenha origem em 95% na Alemanha deve utilizar como proxy a yield dos títulos do tesouro portugueses ou alemães? E se o volume de negócios tiver origem em 95% no continente afri-cano? Em face do exposto, as respostas podem ser variadas e as-sentes em juízos de valor. Damodaran (2001) argumenta que não importa o país onde está domiciliada a empresa, mas antes a moeda utilizada na estimativa dos cash-flows.

Da análise da yield dos títulos a 10 anos, a nível mundial,verifica-se que esta variou, só no mês de agosto de 2014, entre 0,45% na Suíça e 15,81% na Venezuela. Historicamente, entre 1980 e 2014, mesmo na Alemanha (referência na zona Euro) a volatilidade dos

taxa de juro sem risco, é necessário mensurar o risco associado aos mercados e os riscos específicos da empresa (ou setor) para determinar a taxa de desconto apropriada. Também se a taxa de desconto depender de métodos provenientes da área financeira (e.g. CAPM referenciado na IAS 36), se requer conhecer a taxa de juro sem risco para a seguir incorporar os riscos específicos.

Em qualquer caso, a determinação deste parâmetro —taxa de des-conto e por conseguinte, taxa de juro sem risco— não é inócua nos valores constantes da informação financeira, podendo afetar significativamente o valor presente. A recente e significativa volati-lidade nos títulos do tesouro, utilizados como proxy da taxa de juro sem risco, com variações superiores a 2% 5, poderá conduzir, por si só, a variações materialmente relevantes no valor presente (prin-cipalmente em imparidades de ativos) permitindo a manipulação dos resultados e afetando a análise das demonstrações financeiras.

No entanto, muitas questões se colocam sobre o assunto, mor-mente em relação à maturidade, ao país de referência, à repercus-são do efeito cambial e da inflação e à unicidade ou multiplicidade de taxas.

a) O efeito damaturidade

Existem diferentes tipos de títulos do tesouro e que apresentam diversas maturidades. Qual a melhor proxy da taxa de juro sem risco? Os títulos do tesouro com maturidade de 3 meses, 6 meses, 1 ano, 2 anos, 5 anos, 10 anos ou 30 anos? A estabilidade das yields é maior nos títulos com maturidades de longo prazo (Bessis, 2010). Hevert (2005: 35) salienta que “Ao longo dos últimos 10 anos, a média do spread entre os títulos do tesouro de 10 e 30 anos foi aproximadamente de 0.41%…, portanto, a diferença não é sig-nificativa”. No entanto, quando se analisa o spread entre períodos muito curtos e longos a conclusão difere.

No Gráfico 1 pode-se observar a curva da yield da dívida sobera-na dos EUA. Adotando como proxy da taxa de juro sem risco os títulos com maturidade de 3 meses ou os títulos com maturidade de 30 anos, a diferença entre a taxa de juro sem risco é superior a 3%.

Na literatura financeira as sugestões para proxy das taxas de juro sem risco variam.Strydom e Charteris (2009: 3) referem que a di-ficuldade aquando da estimativa deste parâmetro prende-se com a escolha da maturidade apropriada, havendo pouco consenso sobre se são mais adequados os títulos do tesouro de curto prazo (matu-ridades < 1 ano) ou se os títulos de longo prazo (maturidades > 3 anos). Tradicionalmente, houve uma certa preferência pelos títulos a 3 meses (Harrington, 1987: 149) mas ultimamente os de maturi-dades mais longas (obrigações com maturidade superior a 3 anos) têm vindo a popularizar-se. Sem embargo, muitos autores conti-nuam a defender o uso de títulos de maturidades curtas (Bodie et al., 2003; Reilly e Brown, 2006).

Damodaran(2001) recomenda que se opte pela taxa dos títulos do tesouro com maturidade similar à duração dos cash-flows ou em alternativa os títulos do tesouro a 10 anos; outros atribuem maior importância ao pressuposto do risco de incumprimento e sugerem as obrigações do tesouro com maturidade de 1 mês ou 3 meses. Ehrhardt (1994) argumenta que a maturidade da taxa de juro sem risco deverá ser escolhida de acordo com os tipos de retorno, logo, se este for mensal, os títulos do tesouro deverão ter uma maturi-dade similar.

5 Em circunstâncias normais, uma variação de 2% na taxa de desconto pode conduzir a uma variação média aproximada de 10% no valor presente de um ativo ou de uma unidade geradora de fluxos de caixa (cf. Lopes, 2008).

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Gráfico 4Taxas de juro dos países com ratingAAA

Fonte: Banco Central Europeu.

Neste contexto, a opção por esta abordagem poderá subestimar o valor da taxa de juro sem risco e consequentemente da taxa de cus-to de capital, podendo não mostrar-se adequada. Outra abordagem alternativa, considerada mais robusta que as anteriores, poderia ser um mixdos países da zona Euro (vide Gráfico 5). Apresenta-se mais abrangente, acautelando eventuais observações que estejam sobre influenciadas pelas atuais condicionantes macroeconómicas.

Gráfico 5Taxas de juro da zona Euro

Fonte: Eurostat, consulta em agosto/2014.

A própria IAS 39 (§AG82) releva o possível risco de crédito acresci-do das obrigações do governo central de alguns países, entenden-do que existem em alguns países empresas com melhor notação de crédito e taxas inferiores em empréstimos, recomendando neste caso o uso das taxas de juro dessas empresas mais sólidas, defi-nidas na moeda desse país, como referência para a taxa de juro sem risco. Mas, em geral as normas são omissas nesta matéria. Ainda assim, como afirma Damodaran (2001: 4), até nas maiores e melhores empresas existe sempre algum risco de incumprimento.

c) O efeito cambial e da inflação

No caso dos grupos económicos multinacionais, o efeito da evo-lução das taxas de câmbio deve ser ajustado? E se a inflação for superior à rendibilidade dos títulos do tesouro qual deverá ser a proxy da taxa de juro sem risco? O maior valor dos dois? Estas questões também contribuem para dificultar o processo de cálculo de uma taxa de juro sem risco apropriada.

A IAS 36 sublinha que a taxa de desconto deve incluir os riscos de país, de moeda e de preço (§A18), porém somente a IFRS 2 (§B37) refere explicitamente que em economias de inflação elevada pode ser necessário adotar um substituto apropriado da taxa dos títulos do governo, no caso dos participantes do mercado determinarem tipicamente a taxa de juro sem risco usando esse substituto ao estimar o valor de uma opção de prazo igual à que se pretende valorizar.

títulos do tesouro a 10 anos foi significativa, apresentando uma variação entre 0,90% e 10,80% 6.

A recente crise da dívida soberana trouxe uma forte volatilidade às yields dos títulos do tesouro de alguns países, com particular evidência em Portugal, Espanha, Irlanda e Grécia. No caso grego, a eventual proxy da taxa de juro sem risco passou a ser considerada uma taxa de juro com risco elevado. Assim, qual deverá ser a proxy a utilizar pelas empresas gregas? Ou mesmo as portuguesas?

Comparando o comportamento das obrigações portuguesas e das bund alemãs constata-se que, até meados de 2007 (vide Gráfico 2), os dois títulos evidenciam um comportamento praticamente coin-cidente, porém nos últimos anos acentuou-se a diferença entre as referidas taxas implícitas e a sua variância aumentou deixando de ser um valor próximo de zero.

Gráfico 2OT portuguesas vs. Bund alemãs

Fonte: Banco Central Europeu.

Por outro lado, no contexto da crise financeira sentida, a utiliza-ção das obrigações alemãs pode não ser a solução mais adequada, uma vez que os títulos de dívida alemã têm revelado um compor-tamento significativamente díspar face à sua média histórica (vide Gráfico 3), indiciando a existência de um eventual efeito “refúgio” face à incerteza nos mercados financeiros. O Estado alemão tem realizado emissões de dívida a taxas de juro extremamente redu-zidas, e em alguns casos negativas, o que pode reduzir a robustez da utilização exclusiva dessa fonte para o apuramento da taxa de juro sem risco.

Gráfico 3Bund alemãs

Fonte: Banco Central Europeu.

Uma alternativa 7 seria recorrer à média das taxas implícitas das obrigações dos principais países da zona Euro com notação AAA (Áustria, Alemanha, Finlândia, França, Holanda e Luxemburgo), com maturidade a 10 anos. A escolha desta abordagem permite uma aproximação alternativa ao conceito da taxa de juro sem risco contudo, tal como referido no caso da Alemanha, qualquer um dos países AAA, nas observações mais recentes, apresenta um com-portamento atípico dos seus títulos face à média histórica (vide Gráfico 4).

6 Dados disponíveis em: www.tradingeconomics.com.7 Por exemplo, proposta em: http://www.anacom.pt/render.jsp?categoryId=

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cionais (IAS/IFRS), em particular aquelas que requerem a utilização das técnicas do valor presente para efeitos de mensuração conta-bilística. O cálculo do valor presente envolve juízos de valor que podem distorcer materialmente a informação financeira. A subje-tividade decorrente dos referidos juízos de valor poderá conduzir a erros materialmente relevantes, com origem nas estimativas dos fluxos de caixa e da taxa de desconto.

A yield dos títulos do tesouro tem sido a proxy geralmente adotada da taxa de juro sem risco. Porém, esta não deixa de ser uma taxa de juro teórica porque na realidade não existe nenhum instrumento financeiro que não possua algum risco de crédito (e.g. risco de mercado e de liquidez). Acresce que existem muitas taxas de juro sem risco passíveis de utilizar. Assim, seria positivo, em nossa opi-nião, dispor de orientações mais específicas que uniformizassem o padrão de referência da taxa de juro sem risco utilizada pelas empresas, principalmente no contexto do uso das técnicas do valor presente na mensuração contabilística. Tal ficou patente nos dife-rentes valores adotados nas empresas analisadas.

Por último, as informações divulgadas pelas empresas, no cum-primento estrito das normas, cingem-se à mera taxa de desconto sem incluir a sua desagregação, em particular, identificando os valores e base de referência da taxa de juro sem risco. Em nossa opinião, a divulgação do processo de cálculo da taxa de desconto e, consequentemente, da taxa de juro sem risco utilizada em muito enriqueceria a informação fornecida aos investidores.

A subjetividade permitida na determinação das taxas de desconto e das taxas de juro sem risco poderá conduzir a que os valores dos ativos e das perdas (ou reversões) por imparidade sejam ma-nipulados, deturpando as demonstrações financeiras. Juízos de valor menos adequados podem colocar em causa uma informação financeira de qualidade e que reflita os legítimos interesses dos investidores.

Bibliografia

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Vieito, J. P., e Maquieira, C. P. (2013). Finanças Empresariais – Teoria e Prática, 2.ª edição. Lisboa: Escolar Editora.

d) Taxa de juro sem risco única ou múltipla

Quando se estimam cash-flows para diversos períodos ou quando os cash-flows são infinitos (e implicam o cálculo de uma perpe-tuidade), no processo de mensuração deve ser utilizada uma úni-ca taxa de juro sem risco? Ou deve ser considerada uma taxa de desconto sem risco apropriada para cada período? A resposta não parece ser única, dependerá das circunstâncias. Sem orientações, serão feitos os juízos de valor mais convenientes.

Unicamente a IAS 36 (§A21) indica que se devem utilizar taxas de desconto diferentes para períodos distintos quando o valor de uso for sensível aos prazos da taxa de juro, o que vem acrescer com-plexidade ao cálculo do valor de uso.

4. A divulgação da taxa de juro sem risco

Desempenhando um papel relevante na informação financeira e em particular na mensuração de ativos, várias normas, com destaque para a IAS 36 8, requerem a divulgação nas notas às demonstra-ções financeiras da taxa de desconto aplicada. Ainda que não se exige a explicitação da taxa de juro sem risco que serviu de refe-rência, esta constitui inequivocamente um elemento fundamental para a compreensão dos pressupostos subjacentes à informação financeira apresentada.

Para uma apreciação desta situação, realizou-se a análise das de-monstrações financeiras, relativas ao ano 2013, das empresas não financeiras cotadas que integram o PSI20.

Constatou-se que os itens mais comuns em que surgem taxas de desconto são os benefícios de reforma e a imparidade do goodwill. Algumas empresas adotam ainda taxas de desconto em provisões (EDP Renováveis), métodos de revalorização de ativos fixos tan-gíveis (Portugal Telecom), imparidade de marcas com vida útil in-definida (Semapa) e valorização de propriedades de investimento (Sonae e Teixeira Duarte).

No caso dos planos de benefícios de reforma, o padrão de refe-rência comum parece ser obrigações de dívida privada (corporate) com ratings elevados e maturidades apropriadas.

Relativamente à imparidade do goodwill, todas informam as taxas de desconto subjacentes à determinação do valor de uso. Em ge-ral, referem que as mesmas foram calculadas com base no custo médio ponderado do capital, diferindo em função dos segmentos (geográficos e/ou de negócio); em muitos casos apresentam in-tervalos de taxas e não uma única taxa, limitando a compreensão da informação. Por outra parte, somente duas empresas (Altri e Portucel) explicitam a composição das taxas de desconto, indican-do os valores das taxas de juro sem risco (6,68% e 5,6%, respeti-vamente), porém sem mencionar o padrão de referência. Em con-trapartida, a Impresanão indica o valor da taxa de juro sem risco assumido mas refere que optou pela taxa das obrigações alemãs a 10 anos ajustada de um prémio de risco país (spread entre as obrigações alemãs e portuguesas).

5. Conclusão

A taxa de desconto e, por conseguinte, a taxa de juro sem risco desempenha um papel fundamental na informação financeira, de-corrente da sua aplicação no âmbito de diversas normas interna-

8 A IAS 36 requer a divulgação da taxa de desconto sempre que a quantia recu-perável for o valor de uso (§ 130) e também as taxas de desconto aplicadas às projeções de fluxos de caixa em unidades geradoras de caixa contendo goodwill ou ativos intangíveis com vidas úteis indefinidas (§ 134).

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diferentes aspetos da contabilidade patrimonial, analítica e orça-mental, numa contabilidade pública moderna, constituindo-se um instrumento fundamental de apoio à gestão das entidades públicas e à sua avaliação.

Enquanto, a contabilidade patrimonial permite às entidades o re-gisto de todas as operações que alteram a composição quantitativa ou qualitativa do seu património, permitindo obter informação da situação económica e financeira e o respetivo valor patrimonial; a contabilidade analítica, ao ser uma contabilidade interna tem como finalidade estabelecer linhas orientadoras para uma uniformização dos critérios de imputação e formas de distribuição dos custos/proveitos; para a contabilidade orçamental permitir a expressão e o conhecimento das diferentes fases da execução do orçamento, que constitui um documento financeiro fundamental à entidade e é a peça chave de qualquer tipo de controlo orçamental e de pla-nificação da entidade, tendo subjacentes objetivos e estratégias de desenvolvimento da mesma. Assim, a integração das três áreas anteriores num único sistema de informação, visa: aumentar a quantidade e qualidade da informação contabilística disponibilizada aos diferentes utilizadores; harmonizar os procedimentos contabi-lísticos de forma a facilitar a comparabilidade da informação e a consolidação das contas públicas; e aproximar o sistema contabi-lístico público, nomeadamente na vertente económica e financeira, ao sistema contabilístico empresarial (Carvalho e Silveira, 2008).

Neste contexto, o Tribunal de Contas em Portugal concentra as suas preocupações no cumprimento da legalidade, economia, efi-ciência e eficácia da cobrança de receita e realização de despesas, bem como na implementação do sistema de controlo interno, ao mesmo tempo que confirma o nível de aplicação e promove a con-solidação de contas dos grupos públicos, entre todas as entida-des que se deveriam ajustar a uma contabilidade pública moderna (David et al., 2009). Em concreto, a gestão pública permite a to-mada de decisões e a execução de ações que visam aumentar os níveis de eficiência e eficácia dos recursos, face à informação eco-nómica existente e suportada na estrutura de rendimentos e gastos das entidades, sendo a tarefa de controlo facilitada pela existência do referido sistema. Sob o ponto de vista dos sistemas de apoio à decisão, a contabilidade pública é constituída por um conjunto de regras orientadas para a preparação e apresentação das con-tas públicas, respeitando o registo das operações relativamente às receitas e despesas públicas e prestação de contas dessas opera-ções, mas centralizadas num processo de recolha, tratamento e análise multifacetado e abrangente. Assim, intrínseca a qualquer sistema de contabilidade pública está a disponibilidade de infor-mação contabilística, de forma a permitir, por um lado, a análise das despesas públicas segundo critérios de legalidade, economia, eficácia e eficiência e, por outro, o reforço da clareza e transparên-cia da gestão dos recursos públicos e das relações financeiras do Estado (MF, 1997).

Deste modo, o progresso dos sistemas de informação fez sentir em determinados serviços públicos a necessidade de utilizar uma con-tabilidade patrimonial e uma contabilidade analítica, aproximadas às usadas nas empresas privadas, pelo que se assistiu à dinâmica de vários planos setoriais de contabilidade para os principais sub-setores de serviços públicos (Nogueira, 2005). Exemplo do ante-rior é o aparecimento do:

— Plano Oficial de Contabilidade das Autarquias Locais (POCAL), aprovado pelo Decreto-Lei nº 54-A/99, de 22 de Fevereiro (MEPAP, 1999), que se aplica, obrigatoriamente, a todas as Câmaras Municipais, Serviços Municipais e Juntas de Freguesia e, ainda, a entidades equiparadas, tais como áreas metropolita-nas, assembleias distritais, associações de freguesias e de mu-nicípios de direito público e outras entidades que por lei estejam sujeitas à contabilidade das autarquias locais; com as alterações

Fátima DavidRute AbreuInstituto Politécnico da Guarda, Portugal

Importância da Contabilidade Pública nos sistemas de apoio à decisão

Introdução

Se, por um lado, se reconhece que a estratégia de serviço público é determinante para a sustentabilidade das entidades públicase o desenvolvimento social da comunidade, onde se encontram inseri-das. Por outro lado, constata-se que as práticas do sistema de in-formação contabilística se justificam, muitas vezes, no estrito cum-primento das obrigações legais, esquecendo-se o real objetivo das mesmas, ou seja, a sustentabilidade das entidades em referência.Assim, a contabilidade revela-se de fundamental importância, ao ser geradora de um sistema de informação que fornece os dados para suportam o reporte necessário ao processo de prestação de contas, elaborado pelos dirigentes e gestores das entidades públi-cas, que o utilizam nos sistemas de apoio à decisão, focalizando-se em critérios de economia, eficácia, eficiência e qualidade.

Ao longo das últimas décadas têm sido profundas as alterações nos sistemas de apoio à gestão nas entidadespúblicas, as quais passaram a ter uma maior autonomia e capacidade de controlo sobre o seu desempenho, reportando as atividades que a entidade afirma que fez no seu passado, estando condicionada sao que afir-ma ser no presente e criando uma natural resistência à mudança no futuro(Owen et al., 1997). Assim, os dirigentes e gestores das entidades públicas reconhecem que as mudanças globais implicam riscos económicos e financeiros, muitas vezes de dimensões não controladas,classificando-se o sistema de contabilidade pública como uma oportunidade(Unermane Chapman, 2014), que deve“-ser pensada como um instrumento indispensável ao planeamento económico (política fiscal, despesas públicas, défice orçamental e suas formas de financiamento), ao management público (ajuda aos Diretores Gerais na implementação e controlo do orçamento (...), como medida de avaliação do desempenho (fixação de futuros pa-drões standards) e a auditoria (interna e externa), a fim de ser pos-sível a determinação das responsabilidades” (Silva, 1995: 19-20).

Nesta medida, de forma a proporcionar, em tempo oportuno, a informação financeira que é requerida pelos governantes no Orçamento de Estado, exige-se que a mesma seja baseada no processo de tomada de decisões expresso no plano de atividades, que sempre suscita críticas e debates quanto ao grau substantivo do mesmo (Gray, 2010). Todavia, diversas investigações: Power, 1997;O’Dwyer et al., 2011; Malsch, 2013; Bebbington et al., 2014; destacam a ampla gama de desafios relacionados com a sustentabi-lidade desses planos de atividades que se colocam de forma cons-ciente, e no quadro da responsabilidade civil, a todos os dirigentes das entidades públicas, respetivos consultores e investigadores, na procura crescente de uma prestação de contas com garantia prática de identificação todos os riscos e oportunidades, sendo por isso essencial o suporte do sistema de informação contabilístico (BalleGrubnic, 2007)no reforço de um ambiente económico dinâ-mico, contribuindo para a melhoria da capacidade organizativa das respetivas comunidades através dessas entidades públicas.

Importância da Contabilidade Pública

Se é verdade que a contabilidade pública desempenha um papel fundamental na gestão dos recursos públicos, a forma como ela é elaborada, isto é, o conjunto de normas e princípios legais que orientam a atividade das entidades públicas, nem sempre têm sido iguais. De facto, com a publicação do Plano Oficial de Contabilidade Pública (POCP), através do Decreto-Lei nº 232/97, de 3 de setem-bro (MF, 1997),houve a criação de condições para a integração dos

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introduzidas pela Lei nº 162/99, de 14 de Setembro (AR, 1999) e o Decreto-Lei nº 315/2000, de 2 de Setembro (MAOT, 2000);

— Plano Oficial de Contabilidade para o Setor da Educação (POC-E), aprovado através da Portaria nº 794/2000, de 20 de Setembro (MFE, 2000);

— Plano Oficial de Contabilidade do Ministério da Saúde (POCMS), aprovado através da Portaria nº 898/2000, de 28 de Setembro (MFS, 2000).

Na obtenção de uma imagem verdadeira e apropriada da situação financeira, dos resultados e da execução orçamental das entidades públicas, estes planos de contabilidade pressupõem a análise do seu desempenho, que é justificada na apreciação crítica da real si-tuação económico-financeira gerada pelas ações do passado, que fundamentam a tomada de decisões futuras, com vista a dar res-posta às necessidades da sociedade em que se integram. Nestes termos, a existência de um sistema de informação contabilística devidamente estruturado fornece aos dirigentes e gestores das entidades públicas, de forma oportuna, o diagnóstico sobre a real situação das suas entidades.

Conclusão

A par de todo este processo evolutivo, sem dúvida que se assiste a uma crescente consciencialização do novo modelo de gestão públi-ca, com um setor público mais transparente e com maior alcance do nível de responsabilidade, constatando-se que as entidades pú-blicas asseguram o seu modelo de crescimento baseado em meca-nismos de mercado e na introdução da competição entre entidades públicas, com o objetivo de melhorar o serviço público prestado ao cidadão, bem como aumentar a eficiência, flexibilidade e capacida-de de adoção da gestão pública. Este modelo, além de introduzir uma reforma de grande transformação no setor público, com vista a aumentar a produtividade e ultrapassar o excesso de despesa e de dívida pública, exige um relacionamento mais transparente por parte do Estado com a sociedade, em geral, e a entidade pública, em particular.

Por conseguinte, a contabilidade apresenta-se atualmente como um sistema poderoso de informação para a gestão de entidades públicas, possuidoras de ambientes dinâmicos, turbulentos e competitivos, que obrigam à produção de informação útil para a tomada de decisões e, consequentemente, para a gestão dessas entidades públicas. No domínio da prestação de contas, as entida-des públicas fornecem aos seus stakeholders informações tendo em vista cinco amplos objetivos: formulação de estratégias glo-bais e planos a longo prazo; tomada de decisões sobre a utilização dos recursos com ênfase nos produtos, e serviços públicos com preços mais equilibrados; planeamento e controlo dos custos das operações e atividades; avaliação do desempenho e das responsa-bilidades; bem como do estrito cumprimento de normativos legais (Horngren et al., 1999).

De encontro a estes objetivos e no quadro conceptual da sustenta-bilidade das entidades públicas, considera-se que a contabilidade ganha uma importância fulcral como forma interventiva nos sis-temas de apoio à decisão nessas mesmas entidades.Contudo, as entidades públicas têm vindo a diminuir a sua intervenção na so-ciedade, face à forte redução anual dos Orçamentos de Estado, que condiciona o processo de desenvolvimento económico do país, havendo um caminho a percorrer nesta área …

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