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CAPITULO V
ANALISIS DEL ESPACIO DOMESTICO
Descripción del sitio
El sitio Pueblo Perdido de la Quebrada, (PPQ), fue caracterizado por Kriscautzky,
1995. 1996/97. Como un poblado planificado, el cual presenta un sistema constructivo
realizado en piedra laja y piedra canteada, donde los recintos (3 o 4) se presentan agrupados
y adosados a una pared longitudinal, con una distribución clara, conformando una aldea o
poblado.
El patrón de asentamiento del sitio fue determinado por Kriscautzky, N 1996/97 quien
lo definió como un poblado planificado en una terraza natural a 40 mts. “Sobre el nivel actual
del río El Tala, constituido por recintos que se distribuyen según su eje Noroeste-Suroeste,
rodeando y encerrando un área central de uso común, que queda hacia el sur, una gran
muralla de contención es común a numerosos recintos que tienen aberturas de comunicación
hacia el espacio central común(…)los recintos se intercomunican entre sí por medio de
aberturas en las paredes permitiendo delimitar grupos de recintos rectangulares
pequeños(…)que comparten espacios físicos, estos grupos de tres o cuatro recintos están
unidos entre sí por paredes medianeras y comunican a su vez hacia el espacio común
compartido que es más bajo.” (Kriscautzky, 1996/97: 27)
Figura V.1: PPQ vista N-S tomada de Google Earth
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Los recintos fueron clasificados en dos grupos: cerrado y abiertos. Los cerrados son
los que tienen forma geométrica completa, con los cuatro lados, tengan o no las aberturas de
comunicación, las cuales pueden estar clausuradas. Los recintos abiertos son los que carecen
de un muro, generalmente es el que da al sur (Kriscautzky 1996-1997a).
La asignación cultural del sitio fue inicialmente definida por la cerámica, en la que
predominan materiales correspondientes a la entidad Aguada. En el año 1996 se han
realizado fechados radiocarbónicos, los cuales arrojaron una serie de fechados comprendido
entre 1770 y 1520 AP (Kriscautzky 1996/97).
Según Kriscautzky (1996/97), se pueden diferenciar con fines analíticos tres sectores
en el sitio:
I-El primer sector esta constituido por una serie de estructuras unidas ente sí, conformando
un agrupamiento, con sus aberturas de comunicación orientadas hacia el Sur. Los recintos
habitacionales, unidos en algunos casos por una pared medianera, conformando grupos de 3
o 4 recintos que cubren toda su extensión, y los cuales son cortados por un pasillo, que los
divide entre si.
II-Se caracteriza por estructuras de grandes dimensiones que en algunos de sus ángulos
presentan recintos más pequeños sobre los cuales Kriscautzky (1995) afirma que podría ser
interpretados como rediles para guardar y preservar las cría de camélidos.
III-A este sector corresponde la porción más alta del sitio, la cual posee una diferencia de tres
metros con respecto al primer agrupamiento. Las estructuras se encuentran alineadas en
sentido Norte-Sur, Observándose en el extremo Sur una serie de alineaciones de piedras, las
cuales conformarían una estructura de características monticular.
“Una vista en planta permite observar que el sitio presenta una característica forma de
U de construcciones que encierran un área plana libre de estructuras denominada plaza o
espacio común y más bajo respecto de los recintos”. (Kriscautzky 1996/97). (Ver anexo I)
Básicamente para la construcción se uso bloques de canteras o afloramientos rocosos
que corresponden a esquistos micáceos, micacitas, filitas, gneis. La mayoría de las
construcciones fueron realizadas con paredes de piedras canteadas de tipo metamórficas,
empleando la técnica denominada “muro de tres cuerpos” (Kriscautzky, N. y Lomaglio. D.
2000). Esta técnica consiste en la edificación de paredes a partir de dos alineamientos de
piedra, la cual se rellena con cascajo y barro, siendo que éste último cumplía también la
función de mortero.
La generalización de esta clase de muro, ancho y sólido, es un rasgo típico del estilo
arquitectónico de los sitios que se encuentran en la Quebrada del Tala. Sobre estos muros se
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disponían piedras canteadas en forma horizontal con sus caras planas hacia el interior de los
recintos.
Esta caracterización formal de los conjuntos estructurales permite considerar la
variabilidad en los materiales utilizados, el diseño de plantas, el tamaño, la escala y la
integración de los espacios domésticos en el sitio.
Análisis del Recinto XIX
Para el análisis a nivel micro requirió de la selección de una unidad estructural en
particular, conformada por el recinto XIX, el cual fue excavado totalmente.
La selección del mismo responde a las características arquitectónicas del Sector II,
mencionadas más arriba y a las características arquitectónicas del recinto en particular,
puesto que representa la unidad mínima de resolución del espacio, que es reiterativo en
varios sitios de la quebrada.
Excavación del Recinto XIX
Esta sección esta dedicada a brindar información detallada de los hallazgos
efectuados en la excavación practicada en el recinto, por lo tanto el objetivo es describir
algunos de los contextos de hallazgos de los distintos tipos de materiales.
La estratigrafía del RXIX presentó perfiles con una acumulación homogénea
producida principalmente por depositación eólica, el sedimento es arcilloso y poco compacto.
Haciendo dificultosa la tarea de distinción de estratos naturales diferenciados, al mismo
tiempo que tampoco se observan variaciones en su consolidación en el nivel de ocupación.
La excavación abarcó la totalidad de la estructura, se recuperaron una cantidad de N=
2142 elementos, si bien se presentan completamente en estado fragmentado presentan
diversidad ergológica, y se excavó desde el punto cero hasta una profundidad media de 1,16
m. La excavación comprendió un total de 10 niveles artificiales, con el propósito de analizar
la información de todo el recinto como un conjunto estos fueron agrupados, con fines
analíticos en laboratorio, en tres capas de depósitos de distinto origen (relleno o estratos
deposicionales, derrumbe-ocupación y antrópico-estéril.) que podían contener más de un
nivel artificial, en donde se registraron los hallazgos de diferentes características (cerámica,
lítico, óseo, carbón, etc.) respecto a un plano horizontal. La ventaja de trabajar los materiales
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a partir de estas capas, radica en que pueden estar indicando eventos de depositación y/o
funcionalidad.
Las capas de deposición fueron denominadas con números romanos desde el I a III. La
capa I inicia al 0,16m de profundidad y alcanza un pico máximo de densidad de materiales a
los 0,34m. La capa II continua con leves variaciones en la cantidad de materiales hasta los
0,60 y 0,80m donde alcanza la densidad máxima, y el posterior descenso en la densidad de
materiales en lo que denominamos capa III desde los 0,90 hasta 1,16m.
La capa I, la cual poseyó un espesor de 0,34m de profundidad, estaba conformada por
un sedimento marrón pardo claro (Hue 2.5Y 5/3)5, de textura floja, con abundancia de
materiales intrusivos (raíces, insectos, caracoles, etc.). Conteniendo una gran proporción de
pedregullo de diferente granulometría (desde 6 a 80mm); por su parte, a los 0,25m en el
vértice noroeste del recinto, nos encontramos con abundantes raíces, las cuales corresponden
a un cactus de grandes dimensiones que creció adyacente a la pared Norte cubriéndola y
alterando parte de ésta. A los 0,35m se han encontrado nidos de coleópteros y espículas de
carbón.
Podríamos decir tentativamente, que se trataría de una capa de relleno de depositación
básicamente eólica posterior al abandono del recinto. El material arqueológico recuperado
fue de 453 elementos: la mayoría son tiestos no decorados de cocción oxidante y algunos
decorados, negros sobre ante y negros pulidos.
En cuanto a los materiales recuperados de esta capa, básicamente se cuentan escasos
restos óseos los que presentan un alto grado de meteorización, en cuanto al material lítico
solo se halló una lasca primaria de ópalo.
En cuanto a los fragmentos recuperados, en su mayoría son toscos conteniendo como
antiplástico grandes granos de cuarzo 4 a 6mm de diámetro.
Entre los decorados se encuentran escasos fragmentos como, alisados, negro bruñido,
interior negro pulido-exterior c/engobe, los pintados presentan una decoración en
negro/crema, negro geométrico/natural; entre los cuales se destaca uno correspondiente a un
borde recto, aparentemente de un puco, en el cual se observan motivos geométricos (líneas
oblicuas) de color marrón oscuro sobre un soporte de color anaranjado fuerte, el interior del
fragmento se presenta alisado.
5 Para la determinación del color de los sedimentos se ha seguido la nomenclatura establecida en “Munsell Soil Color
Chart”.
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Capa I Frecuencia de elementos
341
100
1
3
1
4
1
2
1
10
100
1000
No
deco
rada
deco
rada
Cerámica Lítico Oseo Carbón Malacolog Metal Sedimento Casc de
H
Fr
.
Figura V. 2: La recta indica la progresión de elementos en la capa I
La capa II, poseía una potencia de 0.40m, con tope a 0,50m y base a 0,90m de
profundidad. Está formada por un sedimento marrón claro (Hue 10 Y 5/3), más compacto
que el de la capa anterior, y por gran cantidad de rocas metamórficas de diversos tamaños,
representadas por caras planas y aristas angulosas, a las que consideramos como provenientes
de los muros derrumbados hacia el interior del recinto
Puesto que la presencia considerable de rocas que llegaron a cubrir un 40% del
recinto, presentaron una profundidad que llegó a los 0,67m, cabe destacar que ésta manera y
forma recurrente han sido observadas en otros recintos excavados en P.P.Q.
Esta capa es la que presenta mayor densidad de material arqueológico agrupando
1571 elementos. En la cual se hallo la mayor concentración de materiales asociados y en
posición, al tiempo que se caracteriza por la diversidad de materiales, dentro de los que se
cuentan fragmentos de alfarería, restos faunísticos, carbón y material lítico.
En cuanto a los materiales hallados, pudimos observar que la frecuencia fue variable,
en casos donde superan los 30 elementos, como puede observarse en la figura V. 6 con dos
“picos” entre 0,55 y 0,70m decrece a 10 elementos, a los 0,89m.
A la profundidad de 0,54m, en el sector central del recinto, pudimos observar un
cambio de coloración del sedimento, el cual se presenta marrón-parduzco (Hue 10 YR 5/3)
presentando estructura suelta, asociado a una roca dispuesta de forma vertical, que buza hacia
el Este y con una inclinación de 10º. Este sedimento continuo en los niveles sucesivos hasta
el final de la excavación. (ver Fig. V.17)
En el sector noroeste, a los 0.60m, se recupero un asa decorada con líneas paralelas en
colores negro/crema. Se destaca este hallazgo, por que nos llama la atención su ubicación en
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estratigrafía y ser el único en su estilo en todo el recinto, puesto que fue interpretada como de
estilo Aguada Portezuelo (González, A: 1977), el cual es característico de Aguada final
(Lomaglio y Kriscautzky: 2000). (ver anexo VIII)
Entre los 0,60-0,70m se hallo gran cantidad de cerámica de factura tosca, dispersas y
en conjuntos en el sector SE. A su vez restos óseos indeterminados muy fragmentados,
fragmentos de una costilla de camélido, de 14.8cm de largo, otros restos quemados, entre
ellos una escápula de camélidos a los 0,64m, falanges a los 0.66m, y astillas de huesos largos
a los 0,70m.
En el sector central se hallaron fragmentos de tibia distal a los 0,71m y en el mismo
sector entre los 0,72 y 0,74m el extremo distal de de un metapodio con los cóndilos medial y
lateral.
En el sector SE del recinto a 0,72m se hallaron placas de Dasippodidae (ver anexo
V), dispersas y en conjuntos, pues las mismas se hallaron en dos grupos separadas por 0,10m
de distancia en dirección E-W, las del W están formadas por tres hileras de distinta forma, se
encuentran con la parte dorsal hacia arriba y uno de sus extremos aparece asociado a un
fragmento de cáscara de huevo. El conjunto del Este se encuentra con la parte ventral hacia
arriba, compuesto de 4 hileras de placas. Agrupado a éste conjunto se encuentra cerámica
tosca a una distancia de 0,04m al Norte, y 0,15m al Sureste, donde 7 fragmentos de cerámica
tosca con un espesor de 7mm, remontan formando el contorno de una vasija subglobular con
un borde recto, toda la cerámica se encuentra en posición horizontal in situ. Cabe aclarar que
uno de los fragmentos es decorado negro grabado, característica que lo hace diferir del resto
del conjunto. El diámetro total del conjunto es de 0,50m.
También a los 0,72m de profundidad, se descubrió la parte superior de una vasija
subglobular, en el muro Oeste, la cual no presenta decoración y se encontraba entera con
algunas fracturas. La misma estaba rellena de sedimento y presentaba a modo de tapa una
piedra laja (ver Fig. V.19), junto a ella se hallo un conjunto de fragmentos cerámicos entre
toscos y alisados, y un fragmento de pizarra con los bordes pulidos.
Adyacente al muro Este a los 0,75m se identificó una nueva concentración de
materiales formada por un hacha fragmentada, un percutor (ver anexo VI) y grandes tiestos
toscos, de diferentes espesores y tamaños de antiplástico; algunos conservan signos de
exposición al fuego, asimismo se hallaron fragmentos de una cerámica de espesor muy fino,
pintada en negro-marrón/crema, y negro/natural con motivos geométricos, negro bruñido,
negro pulido, negro grabado, asociados a estos, se encontraban pequeños restos óseos,
fragmentados y muy meteorizados.
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Nuevamente en este nivel se recobraron dos “fichas”, una de estas, confeccionada en
una cerámica con engobe de color naranja en una de sus caras y con ambas caras pulidas; otra
manufacturada en un fragmento reductor, de una cerámica fina negro pulido. A su vez se
hallaron varias asas horizontales remachadas con forma de arco, y algunas de sección circular
y otras aplanadas o en cinta. (ver anexo VIII)
También de este nivel, pero en Sector central Norte, provienen dos lascas primarias,
una de cuarzo blanco cristalino y la otra de ópalo rojo, como así también pulidores y
machacadores, en el espacio cercano a la pared se ubicó una cuenta de nácar (Ver anexo VI)
A partir los 0,80m existe un predominio de cerámica tosca, que en su mayoría son
fragmentos de cuerpo, de los cuales un gran número presenta exposición al fuego. Con
respecto a la cerámica decorada los fragmentos más destacados son los pintados en
negro/crema, y hay algunos negro pulidos. A una profundidad de 0,88m se hallaron varios
fragmentos que presenta un engobe pulido monocromo rojo intenso, en ambas caras.
Es abundante en esta capa, la presencia de espículas de carbón de diversos tamaños,
donde se concentra casi el 75 % de las muestras. Las cuales fueron tomadas en conjuntos
conformando un total de 41 muestras, con un peso promedio en seco de 0.40 gr. c/u. Cabe
destacar que el 55% sobre un total de 31 muestras para esta capa, están comprendidas entre
los niveles 0,70 a 0,80m y 0,80 a 0,90m.
Figura V. 3: La recta indica la progresión de elementos en la capa II
La capa III, fue definida a partir de 0.90m con base en 1,16m de profundidad, de una
textura predominantemente arcillosa gravosa, de color marrón claro blanquecino (Hue 5Y
5/3) con una grado de consolidación suelto. Posee una potencia de 0.24m. Aparece
inmediatamente por debajo de la anterior sin solución de continuidad. En la cual se produce
Capa II Frecuencia de elementos
1014354
26125
32
314
31
10
100
1000
10000
No
decora
da
decora
da
Cerámica Lítico Oseo Carbón Malacolog Metal Sedimento Casc de
H
48
una notable disminución en la frecuencia de los materiales arqueológicos recuperados
concentrando 118 elementos, estos comprenden fundamentalmente restos faunísticos
pertenecientes a extremidades inferiores de camélido (Lama sp.), entre los que se cuentan:
astillas de husos largo, falanges, carpianos, astrágalos; de las cuales algunos exhiben marcas
de corte y a su vez restos óseos humanos, provenientes de un enterratorio.(ver anexo V)
En el sector SE a los 0,90m aparece un machacador triangular (gneis), asociado con
restos de cerámica decorada negro/crema, negro pulido, y una base cóncavo/convexa negro
pulido. A la misma profundad en el sector SE aparecen fragmentos dispersos de cerámica, de
algunas bases en factura tosca, asas remachadas horizontales con forma de arco y de sección
circular y varios fragmentos con evidencias de exposición al fuego.
Adyacente al muro N en el sector NE a 0,94m, se recuperan varias placas de pizarra
fragmentadas de diferentes formas, rectangulares, triangulares y romboidales. (ver anexo VI)
A la misma profundidad, en el Sector SE, cercano al centro del recinto, se hallo una
mano de mortero con manchas de color ocre (ver anexo VI), y asociado a ésta varios
fragmentos cerámicos decorados con engobe monocromo rojo pulido, e inmediatamente por
debajo, se recuperó un enterratorio primario individual, perteneciente a un neonato, el cual
presentaba un alto grado de meteorización.
No poseía ningún tipo de ajuar, la configuración general del cuerpo en la sepultura era
decúbito lateral derecho, su posición flexionada (posición fetal), los brazos estaban cruzados
sobre el pecho y, la cabeza orientada hacia el lado derecho; presentaba una orientación Sur en
relación al eje cabeza-pelvis. (cf. Lomaglio y Kriscautzky 2005). Por su estado avanzado de
meteorización, se decidió levantarlo conjuntamente con la matriz sedimentaria que lo
contenía, realizando un cuadrante de 0,80 X 0,80m, quedando la base del mismo a los 1,14m
de profundidad.
Así mismo se continuo con los otros sectores, donde en el Sector NE a los 0,98m
aparecen varios fragmentos de cerámica tosca de cuerpos y bordes rectos y evertidos
Ya al 1,00m hay una notable disminución en la frecuencia de hallazgos, volviéndose
escasos. En el sector NE a una profundidad de 1,00m, se halló un conjunto de astillas de
hueso, algunos fragmentos de carbón, y huesos de roedor. A los 1,04m se encontró un
machacador de granito con manchas de color ocre. (ver anexo VI)
49
0%
20%
40%
60%
80%
100%
Capa I Capa II Capa III
Porcentaje de materiales por Capa
Cascara de H
Sedimento
Metal
Malacologico
Carbón
Oseo
Lítico
Cerámica decorada
Cerámica No decorada
Capa III Frecuencia de elementos
56
17
9
22
86
1
10
100
No
decorada
decorada
Cerámica Lítico Oseo Carbón Malacolog Metal Sedimento Casc de
H
Fr
En el Sector central a la misma profundidad se hallo una estructura para poste(ver Fig
V.18), la cual coincidía con la variación de coloración y textura del sedimento, mientras que
se la halló asociada a pequeños fragmentos de carbón. Al final de este nivel nos encontramos
con una capa de cinerita, la cual estaba en contacto con la roca madre 1,16m. Dando por
finalizada la excavación.
Figura V. 4: La recta indica la progresión de elementos en la capa III
Figura V. 5: Se observan los porcentajes de elementos discriminados por capa
El método de decapage utilizado durante la excavación permitió en el laboratorio
reconstruir las frecuencias de hallazgos a intervalos de profundidad de un centímetro.
En la figura V.6 se grafican las frecuencias de emplazamiento en el R XIX, cruzando
dos variables, la cantidad de hallazgos y las profundidades en los que fueron hallados. Se
observa un aumento paulatino de elementos registrados, siendo que, la profundidad en la que
50
se presenta mayor densidad de materiales se encuentra entre los 0,70 y 0,90m con picos de 70
a 50 elementos, entre los 0,70 y 0,80m luego decrece de manera marcada hasta los 1,14m de
profundidad.
El piso no esta diferenciado estructuralmente, ni por un material ni por un tratamiento
especial, por lo que se determino como superficie de ocupación ubicado entre los 0.70-0.85m
y fue identificada por distintos datos: Las caras inferiores de los litos que conformaban parte
del derrumbe junto a los muros; la ubicación vertical de algunas lajas provenientes de
estructuras del sector central del recinto, y por ultimo en el sector sur de recinto fue registrada
una importante concentración de materiales.
Figura V. 6 Muestra la frecuencia de depositación de materiales respecto de su profundidad a intervalos de 1cm.
Con respecto a la distribución de los materiales se observó una tendencia que
diferencia los sectores Norte y Sur del recinto, los restos cerámicos, óseos y líticos se
distribuyen de manera similar presentando una mayor densidad en el sector Sur y una total
ausencia en el Norte. Es decir que en la gráfica, se manifiesta de forma concentrada hacia los
sectores SE y SW, como muestra el figura V.7 de distribución de elementos recuperados
(N=2142) durante la excavación, donde puede establecerse que las mayores concentraciones
de elementos, se presentan en el lado S, aunque con variaciones en su concentración e
intensidad en el espacio.
En la figura V.8 se representa la frecuencia de elementos en el recinto por niveles, y se
observa que la distribución del material no es homogénea, sino que se registran picos de
mayor densidad de materiales, no solo en distinto momento de la secuencia sino en los
diferentes sectores del recinto.
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Frecuencia de elementos por Nivel
0
100
200
300
400
500
600
700
20-29 30-39 40-49 50-59 60-69 70-79 80-89 90-99 100-109 110-119
Niveles
fa
Figura V. 7: Grafica la distribución de elementos en forma bidimensional
Figura V.8: Muestra la frecuencia de concentraciones de elementos por nivel
Cuando tomamos las distribuciones de los materiales cerámicos, óseos, líticos, en
función de su representatividad a lo largo de la secuencia excavada (10 niveles), podemos
observar que la distribución vertical de los materiales en los distintos niveles, se muestra
homogénea tanto por la presencia como la asociación de los mismos en la capa II. A
continuación ofrecemos como ejemplo la distribución de los materiales en los niveles 6 y 7
que corresponden a la capa II. Para mayor detalle ver las distribuciones (ver anexo VII)
E
Distribución de Elementos en el RXIX
0
50
100
150
200
250
300
350
0 50 100 150 200 250 300 350 400
N
ES
E
52
Figura V.9 Distribución tridimensional de los materiales. Niveles 6 y 7 Capa II
En cuanto a la distribución vertical el material cerámico mantiene porcentajes
constantes tanto en la capa I como en la II, oscilando entre el 80% y el 100% del total, le sigue
el material óseo capa II (10%-12%) y el lítico (5%-10%), otros materiales (carbón) se
presentan en menor proporción a partir del nivel 5 y hasta el final de la secuencia, asociados a
sedimento termoalterado.
En la capa III disminuye notablemente la cantidad de materiales sin embargo la
representatividad son similares a los observados en las capas anteriores siendo la cerámica la
de mayor representatividad, el material óseo.
Nivel 6 Cerámica Nivel 6 Óseo
Nivel 7 Cerámica Nivel 7 Óseo
Nivel 6 Lítico
Nivel 7 Lítico
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A partir de lo anterior podemos decir que la capa II se muestra homogénea en cuanto a
la representatividad de materiales. En función de las características que presenta la
distribución horizontal de los mismos se han distinguido áreas de actividad, en el sentido que
las actividades que generaron el registro fueron las mismas, aunque hay cambios en la
intensidad que permiten hablar de distintos eventos generadores del registro. No podemos
señalar la duración de esos eventos, sin embargo la ausencia de hiatos nos hace pensar en
cierta reiteración en el tiempo de las actividades.
Características arquitectónicas
El recinto XIX es un recinto rectangular donde sus dimensiones incluyendo los muros
son L=4.86m, A=3,89m, con una Sup. Total de 18,90 m2.
El mismo presenta un muro de gran espesor (0.80m) hacia el lado W que reduce la
superficie interna de ocupación a una Sup. de 12,3m2. Corresponde a la clasificación de
recinto cerrado (Kriscautzky 1996). Adosado a él por el Este se encuentra el R XVIII, hacia
el Oeste el RXX, y hacia el Sur un pequeño patio que conecta a la Plaza (Kriscautzky 1996).
Figura V.10: Vista tridimensional del sector II, recintos XVIII, XIX, XX.
R XVIII
R XIX
R XX
54
Figura V.11: Vista en planta del RXIX
Los muros han sido construidos al igual que en el resto de los recintos con la técnica
de tres cuerpos, (0.60m espesor) con piedras canteadas para tener cierto grado de
compactación entre sí y presentar hacia el interior de la estructura una cara levemente
regular.
Figura V.12: Vista del Muro Sur RXIX
Las rocas de la base del paramento son de morfología prismática alargada y han sido
apoyadas sobre sus caras longitudinales, conformándose de esta manera la primera hilera que
alcanza entre 0,40 y 0.60m. Sobre ésta se colocaron piedras de morfologías irregulares, como
esferoidales, lajas y piramidales, que iban encajando entre sí, hasta los 0,65 – 0.70m de
altura.
55
Entre los intersticios que se generaron han sido colocadas rocas más pequeñas (cuñas)
para calzar a las mayores y dar mayor firmeza a la construcción. En el lado Sur del recinto,
se presenta un vano de acceso conformado por dos rocas prismáticas verticales (0.60m de
alto) a modo de “jambas” separadas entre si a una distancia de 0.40m, que vinculaba este
recinto con el patio menor en un momento de ocupación, y que posteriormente fue tapiada
con dos rocas que cubren la abertura.
Considerando la gran cantidad de material de derrumbe que se observa, tanto en el
sector interno como en el externo del recinto, se puede afirmar que los muros referidos
habrían alcanzado una altura muy superior a la que presenta actualmente.
Figura V.13: Perfil del muro Sur con jambas laterales y el espacio entre ambas tapiado.
Cabe destacar que el recinto presenta la construcción de un muro de grandes
dimensiones (0.80m) que reduce el lado Oeste de la misma, el cual se construyó a través de
un muro simple interno (0.20m de espesor), antepuesto al muro W, que presenta
características disímiles al resto, puesto que estaba conformado por mampuesto de roca y
material crudo (adobes). Conformando un espacio intermedio, el cual luego fue rellenado con
tierra y cascajo. Su construcción muestra una clara evidencia de modificación del espacio
interno, siendo posterior a la construcción del recinto, aunque desconocemos su altura.
56
Figura V. 14: Vistas del Muro antepuesto al
Muro W, donde se observan los mampuestos de
mampuestos de material crudo.
Figura V.15: Angulo de intersección muro Sur y Oeste en la cual se observa muro antepuesto
Figura V. 16: Muro Este contiguo al RXVIII, hacia la derecha muro Sur
57
Puede observarse las rocas de las bases del muro. Estas son de grandes dimensiones,
pero de menor espesor que en el muro Sur, se ubican clavadas sobre la superficie del terreno,
llegando a la altura promedio de 0,60m.
La excavación nos permitió reconocer la presencia de una estructura en piedra laja de
020 x 0.30m a 2.00m de distancia del muro Sur y 2.70m del muro Norte, la cual no estaba
asociada a las piedras de derrumbe, y que podría formar la base de una estructura para poste.
Próximo a ella se hallaba una gran concentración de carbones y sedimento termo alterado, la
cual podría corresponder a los restos del poste.
Figura V.17: Estructura para poste y sedimento termoalterado
Secuencia constructiva del recinto XIX
Como habíamos planteado más arriba uno de nuestros puntos de interés era realizar
un análisis dinámico de la arquitectura, es por ello que tomamos la propuesta de Taboada y
Angiorama (2003), para buscar los correlatos materiales de los cambios que se pudieran
observar a través de la evidencia inmueble, como las remodelaciones e intervenciones
positivas y negativas en rasgos y estructuras.
El espacio que analizamos muestra evidencias de al menos cinco eventos
constructivos. Si bien no contamos con elementos que nos permitan definir el tiempo que
pudo transcurrir entre ellos. Aun así, no parece que estén asociados a interrupciones en la
ocupación del espacio. Puesto que los perfiles y materiales recuperados muestran una sola
ocupación continúa a lo largo de la secuencia.
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Según las evidencias arquitectónicas, el proceso puede esquematizarse de la siguiente
manera:
1-Un primer momento seria el aprovechamiento de la terraza natural por su horizontalidad
que sirvió para acondicionar el terreno, este acondicionamiento inicial ha sido un proceso
programado (Kriscautzky 1996). La exposición de los muros del recinto en estudio mediante
excavación permitió visualizar y analizar las trabas de los muros y los niveles de asiento
inmediatamente sobre una capa arcillosa debajo de la cual seguidamente se observaba una
capa de cinerita.
2- Un segundo momento corresponde a la construcción de los muros:
2. a-Muro N que es común a todos los recintos. Las lajas descansan en el nivel de asiento del
recinto, puede observarse su afianzamiento con tierra y cuñas. Posteriormente vendría el
relleno interior con cascajo. Es un muro de tres cuerpos, tomado con mortero de barro, esta
ligeramente desplazado con rumbo NE-SW.
2. b-Muro S define la unidad por el sur, buza hacia el sur 15°, se asienta en el nivel del
recinto, igual que anterior con tierra y cuñas. Posteriormente vendría el relleno interior con
cascajo, es un muro de tres cuerpos tomado con mortero. Es el único con vano de acceso.
2. c-Muros E y W, ambos parten del muro N y traban sobre el muro S conformando un
episodio constructivo único. Ambos constituyen muros de tres cuerpos
2. d- Enterratorio de un neonato humano en el centro de la estructura (“ritual de fundación”)
3-Un tercer momento seria la aparición de una estructura cuadrangular de 0.20 x.0.30m
realizada en piedra laja, que fue interpretado como estructura para poste, el cual habría
permitido el techado completo de recinto, presentado una distancia con los muros E 2.00m, y
con respecto al S 2.00m y la N 2.60m.
Figura V.18: Estructura para poste a la izquierda, al centro de recinto enterratorio neonato
3
2.d
59
4-Un cuarto momento, con posterioridad al techado se construyó un muro de gran espesor
produciendo una separación del muro W original, (ver figura V.15)al cual se le antepuso un
muro simple de 0.20m de espesor, realizado en piedra canteada y barro (mampuestos de
adobe), que al momento de su elaboración, se colocó en su parte inferior una vasija
subglobular no decorada, rellena de sedimento y tapada con una laja.
El espacio creado de 0.80m de ancho, fue rellenado con residuos (restos faunísticos, tiestos
cerámicos, carbón). Reduciendo las dimensiones del recinto, es posible que haya sido parte
de una estructura aislante, que permita mejores condiciones de ambientación para el recinto
contiguo (R XX).
Figura V. 19: Muestra la estructura para poste y al fondo en el muro W la vasija.
5-Un quinto momento estaría indicado por la clausura y abandono del recinto, puesto que la
abertura del muro S se encontró tapiada (ver figura V.12). Este tipo de particularidad es
recurrente en el sector I de PPQ y en otros sitios de la quebrada de El Tala (Álvarez et al.
2006).