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V Congreso virtual de Ciencias Morfológicas
V Jornada Científica de la Cátedra Santiago Ramón y Cajal
COMPORTAMIENTO DE LA FRAGILIDAD EN EL
ADULTO MAYOR
Autora:
Legna Marian Santa Cruz Hernández. Filial de Ciencias Médicas PITI
Fajardo San Cristóbal, Artemisa, Cuba. [email protected] .Orcid:
http://orcid.org/0000-0001-8039-5572
Amanda Sánchez García. Filial de Ciencias Médicas PITI Fajardo San
Cristóbal, Artemisa, Cuba. [email protected].
Orcid:http://orcid.org/0000-0003--3194-850X
Resumen
Introducción: La fragilidad constituye un síndrome medico con
múltiples causas y factores que contribuyen a su desarrollo
caracterizado por la disminución de la fuerza, resistencia y funciones
fisiológicas reducidas, que aumentan la vulnerabilidad de un individuo
en el desarrollo de la dependencia funcional o su muerte. Objetivos:
Profundizar en el comportamiento de la fragilidad en el adulto
mayor.. Métodos: Se realizó una revisión de la literatura disponible
en formato digital. Fueron consultadas las bases de datos nacionales
presentes en la red de Infomed: Scielo, se revisó un total de 8
referencias, todas fueron incluidas.Desarrollo:En Cuba, según
consenso de los especialistas en el tema, se considera que los AM
frágiles son aquellos que por sus condiciones biológicas, psicológicas,
sociales o funcionales están en riesgo de desarrollar un estado de
necesidad.Conclusiones:La fragilidad se reconoce, de manera
creciente, como un síndrome geriátrico que resulta de una reducción
2
multisistémica de la capacidad de reserva, confiriendo un alto riesgo
para resultados adversos y es potencialmente reversible y
remediable.
Palabras Clave: fragilidad, comportamiento, adulto mayor, trastornos.
Abstract
Introduction: Frailty constitutes a medical syndrome with multiple
causes and factors that contribute to its development characterized
by the decrease in strength, endurance and reduced physiological
functions, which increase the vulnerability of an individual in the
development of functional dependence or death. Objectives: To
deepen the behavior of frailty in the elderly. A review was made of a
review of the literature available in digital format, consulting 8
bibliographic references in sources such as Scielo, for its preparation.
Methods: A review of the available literature was performed in digital
format. The national databases present in the Infomed network were
consulted: Scielo, a total of 8 references were reviewed, all were
included. Development: In Cuba, according to the consensus of
specialists on the subject, fragile MAs are considered to be those
who, due to their biological, psychological, social or functional
conditions, are at risk of developing a state of need. Conclusions:
Frailty is increasingly recognized as a geriatric syndrome that results
from a multisystemic reduction in reserve capacity, conferring a high
risk for adverse outcomes and is potentially reversible and
remediable.
Key Words: frailty, behavior, elderly, disorders.
Introducción
El envejecimiento es un proceso fisiológico que comienza en la
concepción y ocasiona cambios característicos de la especie durante
todo el ciclo de la vida. Constituye una serie de modificaciones
3
morfológicas, psicológicas, funcionales y bioquímicas que origina el
paso del tiempo sobre los seres vivos, caracterizada por la pérdida
progresiva de la capacidad de adaptación ante los cambios; con
pérdida de las funciones, incremento de la morbilidad y disminución
de la fertilidad con el alcance de la edad.(1)
Según cálculos de las Naciones Unidas, hoy existen 600 millones de
personas mayores de 60 años en el mundo, cifra que se duplicará
para el 2025; se estima que para el 2050 se contará con más
personas mayores de 60 años que con niños menores de 15 años.
Dicho comportamiento se evidenciará en algunos países de la región
latinoamericana, donde Cuba no escapa ante dicha situación. Entre
los países con transición avanzada se encuentran, por ejemplo,
Japón, Italia y Grecia. En Las Américas se encuentran Argentina,
Bahamas, Barbados, Canadá, Chile, Estados Unidos, Jamaica,
Martinica, Puerto Rico y Uruguay, entre otros. En este grupo también
está Cuba, con una población con edad de 60 o más años por encima
del 15 %. En este último país toda persona que alcanza los 60 años
de edad y los supera es considerada un adulto mayor (AM). El
número de personas que en el mundo rebasa la edad de 60 años,
aumentó en el siglo XX de 400 millones en la década del 50, a 700
millones en la década del 90; estimándose que para el año 2025
existirán alrededor de 1 200 millones de ancianos. También se ha
incrementado el grupo de los "muy viejos", o sea los mayores de 80
años de edad, que en los próximos 30 años constituirán el 30 % de
los adultos mayores (AAMM) en los países desarrollados y el 12 % en
los llamados en vías de desarrollo Las bases de la valoración
geriátrica se iniciaron en las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX,
en los años 80 del mismo siglo, se demostró su utilidad, mientras que
en la década de los años 90, el interés en este tema se concentró en
la evaluación de la fragilidad de los ancianos. Se ha planteado incluso
que la medicina geriátrica debe dirigirse concretamente al llamado
4
“anciano frágil”. Una búsqueda en Medline realizada en el año 1997
arrojó que el término
fragilidad fue citado en 335 artículos desde 1989 hasta 1992 y en 563
artículos desde este año hasta enero de 1996. Desde 1996 hasta la
fecha el número de artículos publicados es impresionante y trabajoso
de cuantificar. En los países más desarrollados existe una incesante
búsqueda de marcadores clínicos y biológicos de fragilidad en el
adulto mayor. La identificación de ancianos frágiles y con riesgos de
declinación funcional constituye una parte esencial de la evaluación
geriátrica.(2)
Cuba es ya un ejemplo de país en vía de desarrollo con un
envejecimiento importante de su población, lo que provoca una
transición epidemiológica del mismo que en lo demográfico se
caracteriza por aumento en el número de adultos mayores (AM), así
como de sus necesidades, demandas sociales y salud. Según el
Anuario Nacional estadístico de salud 2015, este grupo representa el
19,4 % de la población y se estima que para el 2020 será el 21,5 %,
para el 2030, el 30,3 % y para el 2050 un 36,2 %.Cuba presenta un
envejecimiento poblacional progresivo con un incremento marcado en
los últimos años. Se prevé que para el año 2020 alrededor de 400
000 cubanos habrán cumplido los 80 años. Se estima que el
porcentaje de AAMM alcance el 25 % para el 2025, momento en el
que Cuba será el país más envejecido de América Latina y para el año
2050, uno de los más envejecidos del mundo. De ese universo se
desconoce el porcentaje que son frágiles. Disponer de esta
información resultaría de gran utilidad porque orientaría a la sociedad
y en particular al Sistema Nacional de Salud hacia qué objetivos
dirigir su trabajo con los mayores de 60 años racionalizando su
accionar en el proceso de prevención, pesquisaje y atención a la
fragilidad como problema de salud. Permitiría realizar comparaciones
puntuales y estimar luego en qué medida esta condición está
5
presente y es vulnerable en correspondencia con las prioridades
actuales del sistema. (3)
Mediante un estudio realizado en el Municipio de San Cristóbal,
provincia Artemisa se comprobó que más del 30% de la población son
adultos mayores. De ellos más del 50% presenta enfermedades
crónicas no transmisibles o padecimientos graves, lo que provoca un
aumento del estado de fragilidad. Por lo antes expuesto realizaremos
un estudio del comportamiento de esta problemática con el siguiente
Problema de investigación
¿Cuál es el comportamiento de la fragilidad en el adulto mayor?
Justificación el problema
La fragilidad constituye un síndrome medico con múltiples causas y
factores que contribuyen a su desarrollo caracterizado por la
disminución de la fuerza, resistencia y funciones fisiológicas
reducidas, que aumentan la vulnerabilidad de un individuo en el
desarrollo de la dependencia funcional o su muerte.4 Existen
diferentes procesos fisiopatológicos multisistémicos involucrados en la
patogénesis del síndrome de fragilidad siendo uno de los más
importantes la pérdida de masa muscular asociada al envejecimiento
o sarcopenia. Diversos estudios indican que la fragilidad incrementa
con la edad. El ejercicio físico constituye la mejor forma de
intervención en la prevención y tratamiento de la fragilidad. En el
adulto mayor con enfermedades crónicas identificar la fragilidad es
muy importante para la toma de decisiones, individualizando el
manejo y considerando sus valores y preferencia de cuidado.Entre los
programas priorizados del Sistema Nacional de Salud cubano se
encuentra el de la Atención Integral al Adulto Mayor, quien concibe la
realización del diagnóstico de fragilidad como parte del proceso de
evaluación integral al anciano desde el nivel primario de atención. No
cabe duda que su estudio constituye un tema de relevante
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importancia si se considera que Cuba cuenta con una población muy
envejecida. Diversas han sido las investigaciones sobre adultos
mayores (AM) que presentan trascendencia en los momentos
actuales donde se acrecienta el envejecimiento poblacional y el
estado de fragilidad.
Es por ello que se decidió realizar una revisión bibliográfica con el
objetivo de profundizar en el comportamiento de la fragilidad en el
adulto mayor.
Materiales y métodos
Se realizó una revisión de la literatura disponible en formato digital.
Fueron consultadas las bases de datos nacionales presentes en la red
de Infomed: Scielo, se revisó un total de 8 referencias, todas fueron
incluídas. Los términos más empleados en la búsqueda fueron:
fragilidad, comportamiento, tratamiento, trastornos.
Desarrollo
Fragilidad
El estado de fragilidad es un síndrome clínico-biológico caracterizado
por disminución de la resistencia y reservas fisiológicas de los AM
ante situaciones estresantes a consecuencia del acumulativo desgaste
de los sistemas fisiológicos, causando mayor riesgo a sufrir efectos
adversos para la salud como: caídas, morbilidad, discapacidad,
hospitalización, institucionalización y muerte.
Los diferentes criterios de fragilidad han sido agrupados según
criterios médicos, funcionales y existe consenso en el hecho de que el
reconocimiento clínico de la fragilidad sólo puede establecerse
mediante la valoración integral sistemática de los AAMM Entre las
definiciones de fragilidad encontradas se encuentra la de Buchnerque
7
la considera “el estado en que la reserva fisiológica está disminuida,
llevando asociado un riesgo de incapacidad, una pérdida de la
resistencia y un aumento de la vulnerabilidad”. Por su parte
Brocklehurstdefiende la idea de que se trata de un “equilibrio
precario, entre diferentes componentes, biomédicos y psicosociales,
que condicionarán el riesgo de institucionalización o muerte”
Campbell y Buchnerla entendieron como sinónimo de inestabilidad, de
mayor probabilidad o riesgo de cambiar de estatus, de caer en
dependencia o de incrementar la pre-existente, mientras que Fried LP
considera a los ancianos frágiles como un subgrupo de alto riesgo,
susceptible de un control socio sanitario riguroso sobre los que
instaurar políticas curativas y preventivas específicas.
Una definición de Batzán JJ y otros plantea que “La fragilidad puede
definirse como la disminución progresiva de la capacidad de reserva y
adaptación de la homeostasis del organismo (homeostenosis) que se
produce con el envejecimiento, está influenciada por factores
genéticos (individuales) y es
acelerada por enfermedades crónicas y agudas, hábitos tóxicos,
desuso y condicionantes sociales y asistenciales”
En Cuba, según consenso de los especialistas en el tema, se
considera que los AM frágiles son aquellos que por sus condiciones
biológicas, psicológicas, sociales o funcionales están en riesgo de
desarrollar un estado de necesidad.(4)
Adulto Mayor
Adulto mayor es un término reciente que se le da a las personas que
tienen más de 60 años de edad, también estas personas pueden ser
llamados de la tercera edad.
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Un adulto mayor ha alcanzado ciertos rasgos que se adquieren bien
sea desde un punto de vista biológico (cambios de orden natural),
social (relaciones interpersonales) y psicológico (experiencias y
circunstancias enfrentadas durante su vida).
Los adultos mayores son símbolo de estatus, prestigio y fuente de
sabiduría, por lo general son tratados con mucho respeto y se les
identifica por ser maestros o consejeros en ciertas sociedades, debido
a su larga trayectoria. Aunque esto difiere según cada cultura, porque
en algunos países la condición de vida de un adulto mayor se torna
muy difícil debido a que pierden oportunidades de trabajo, actividad
social y en el peor de los casos son excluidos o rechazados(5).
Trastornos relacionados con la Fragilidad
1. Sarcopenia.
La sarcopenia (disminución de la masa muscular relacionada con la
edad) parece ser el principal componente del síndrome, y está
relacionada con el empobrecimiento de la velocidad de la marcha,
la disminución del apretón de mano, el incremento de caídas y la
disminución de la capacidad para mantener la temperatura
corporal. Es consecuencia, en lo fundamental, de la disfunción
neuroendocrina e inmunológica relacionada con el envejecimiento
y de factores ambientales. La sarcopenia puede ser diagnosticada
asociando la talla, el peso corporal, la circunferencia de la pelvis,
la fuerza del apretón de mano y los pliegues cutáneos.
2. Disfunción neuroendocrina.
Está demostrado que en el envejecimiento se produce disfunción en
el eje hipotálamo-glándula pituitaria-glándula suprarrenal, expresado
por:
9
Incremento del cortisol: La secreción de cortisol aumenta con la
edad en ambos sexos. Altos niveles de cortisol están
relacionados con la sarcopenia y con la disminución de la
resistencia a enfermedades infecciosas. Las mujeres tienden a
tener mayores niveles que los hombres, por lo que son más
susceptibles de sufrir de fragilidad.
Disminución de la hormona del crecimiento: Esta hormona
juega un importante papel en el desarrollo y mantenimiento de
la masa muscular en todas las edades. En ambos sexos su
secreción disminuye en la medida que envejecemos (aunque los
hombres mantienen mayores niveles), favoreciendo así el
desarrollo de la sarcopenia.
Disminución de la testosterona: En los hombres se produce una
gradual declinación en la secreción de testosterona según
avanza la edad, debido a una disfunción del eje hipotálamo-
pituitario y al fallo testicular. La testosterona ayuda a mantener
la masa muscular y la disminución de su secreción contribuye a
la sarcopenia.
Disminución de los estrógenos: Los niveles de estrógenos
decrecen abruptamente con la menopausia acelerando la
pérdida de masa muscular.
3. Disfunción inmune.
El envejecimiento está asociado con un incremento de los niveles de
citoquinas catabólicas (como las interleukinas y el factor de necrosis
tumoral) y con la declinación de la inmunidad humoral. La
testosterona en los hombres limita la producción de citoquinas
catabólicas, mientras que los estrógenos pueden aumentarlas,
contribuyendo a una mayor incidencia de fragilidad en las mujeres.
Hay evidencias de que el dimorfismo del sistema inmune,
responsabilidad en parte de los sexosteroides, hacen al hombre más
10
susceptible a la sepsis y a las mujeres más susceptibles a los
procesos inflamatorios crónicos y a la pérdida de la masa muscular.
4. Factores ambientales.
La baja actividad física y la pobre ingestión de calorías en mujeres,
comparadas con los hombres, también las hacen más vulnerables
para sufrir el síndrome de fragilidad.6
Fragilidad e Incapacidad
Recientes publicaciones delimitan con claridad el estado de fragilidad
con el de discapacidad, categorías que frecuentemente son utilizadas
como sinónimos. La discapacidad es la incapacidad para realizar al
menos una de las actividades de la vida diaria. Ambas categorías
tienen en común que su prevalecía aumenta en las edades avanzadas
y que confieren un riesgo de dependencia y muerte, pero se
diferencian en 3 aspectos:
1. La discapacidad puede presentarse a partir de la disfunción de
uno o varios sistemas fisiológicos, mientras la fragilidad
siempre se presenta por la disfunción de múltiples sistemas.
2. La discapacidad puede mantenerse estable durante años,
mientras la fragilidad siempre progresa en el tiempo.
3. La fragilidad puede presentarse en un número significativo de
adultos mayores que no están discapacitados.
Los 2 últimos aspectos justifican describir la fragilidad como una
discapacidad subclínica o preclínica. La fragilidad puede causar
discapacidad, independientemente de la existencia o no de
enfermedades, quizás sea un precursor fisiológico y factor etiológico
de discapacidad.(6)
11
Prevención y Tratamiento
Dos factores importantes relacionados con el estilo de vida están
directamente involucrados con el desarrollo de la sarcopenia y la
fragilidad y son puntos vulnerables para la prevención y el
tratamiento, estos son: la nutrición y la actividad física. Los estudios
continúan la búsqueda de medicamentos para prevenir, mejorar o
revertir el síndrome pero, aunque algunos muestran efectos
promisorios, hasta el momento no se dispone de un preparado con
efectividad demostrada. El tratamiento de la comorbilidad y
condiciones asociadas, detectadas mediante la Evaluación Geriátrica
Exhaustiva (EGE) reviste crucial importancia en la mejoría del estado
funcional y de la calidad de vida de los ancianos frágiles.
Nutrición: aunque el papel de la deficiencia nutricional en el
desarrollo de la fragilidad ha sido sugerido desde hace tiempo, las
investigaciones en esta área son relativamente recientes. Como
estrategia general se sugiere el ingreso adecuado de calorías y
proteínas para evitar la subnutrición crónica, a la vez que se
suministran micronutrientes con actividad antioxidante (vitaminas A,
C, D, E, α y β carotenos, licopeno, luteína) y elementos trazas como
selenio y zinc. La mayoría de estos elementos están contenidos en las
frutas y los vegetales, muchas veces deficitarios en cantidades
apropiadas (5 raciones al día) en la dieta de los adultos mayores. El
papel crítico de los micronutrientes en este contexto sugiere la
necesidad de mejorar la calidad del alimento ingerido por el anciano
mientras que la cantidad parece ser menos relevante. Algunos
autores realzan el valor de la ingesta proteica para prevenir la
sarcopenia y recomiendan un plan dietético que incluya 25-30 g de
proteínas de alta calidad por comida.
Una revisión sistemática reciente encontró sólo 10 artículos
metodológicamente consistentes sobre intervenciones para prevenir
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discapacidad en ancianos frágiles, de ellos, sólo 2 eran estudios
nutricionales. No se encontraron evidencias de los efectos de la
intervención nutricional sobre las mediciones de la discapacidad.
Para la osteopenia se recomienda la ingestión adecuada de alimentos
con alto contenido de calcio (leche, vegetales, frutas, sardinas),
vitamina D (leche, pescado, hígado), vitamina K (vegetales, hígado,
pescado) y vitamina C (cítricos). Debe restringirse el alcohol, no
fumar, y evitar las bebidas con alto contenido de fosfatos y oxalatos
(ej. bebidas gaseadas y de cola).El suplemento de vitamina D se ha
demostrado que mejora el rendimiento muscular, reduce la incidencia
de caídas y posiblemente mejora la composición y morfología de las
fibras musculares en ancianos con deficiencia de la misma. Por
último, la EGE permite la identificación de factores de riesgo para
malnutrición como aislamiento social, viudez reciente, depresión,
problemas dentales, enfermedades crónicas, alcoholismo, poli
medicación y pobres recursos económicos, los que deben ser
resueltos o mejorados mediante un adecuado plan de medidas.
Actividad física: varios estudios preconizan el valor preventivo de la
actividad física en la fragilidad y sus consecuencias, como
discapacidad y mortalidad. El entrenamiento progresivo con ejercicios
de resistencia ha demostrado ser beneficioso al incrementar la masa
muscular y el balance en los ancianos frágiles, aspecto sumamente
importante para la prevención de las caídas. Una revisión sistemática
reciente aporta evidencias de que los ejercicios de resistencia
mejoran la función física en los adultos mayores al mejorar la fuerza
y el rendimiento para actividades simples y complejas. Otros estudios
también mencionan los beneficios del entrenamiento Tai Chi en el
desempeño funcional de los ancianos frágiles y parámetros
cardiovasculares como presión arterial sistólica y frecuencia cardiaca
en reposo.
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Se señalan como contraindicaciones absolutas para la realización de
un programa de ejercicios por el anciano frágil, las siguientes:
Enfermedad cardiaca severa: angina inestable, insuficiencia cardiaca
congestiva clase III – IV, taquiarritmias inducidas por la actividad,
estenosis aórticacrítica.
- Trombosis venosa profunda.
- Desprendimiento de retina.
- Condiciones espinales inestables.
Para algunos de estos pacientes, si sus condiciones lo permiten, el
caminar como ejercicio simple puede ser una opción.
Fármacos: hasta el momento no hay evidencias de los efectos
beneficiosos de hormonas y antiinflamatorios. Se ha postulado que el
reemplazo hormonal pudiera mejorar el curso de la fragilidad
incrementando la masa y la fuerza muscular, disminuyendo la masa
grasa y mejorando subjetivamente la calidad de vida, pero los
estudios aún no dan respuesta a estas expectativas.
Se ha sugerido el uso de la hormona de crecimiento (GH) como
tratamiento potencial de la fragilidad pero los ensayos clínicos
disponibles no han reportado beneficios significativos, y pudiera ser
peligroso el uso excesivo de GH en condiciones en las cuáles el
organismo ha decidido que decrezcan las acciones de la
misma.Basados en las evidencias actuales, el suplemento de GH no
parece ser efectivo para mejorar la fuerza muscular y el desempeño
físico en el anciano y considerando sus reacciones adversas
potenciales (edema, síndrome del túnel del carpo, artralgias,
ginecomastia, hiperglucemia) no debe aconsejarse como estrategia
para mejorar la composición corporal y la funcionalidad.
Las dosis farmacológicas de testosterona o el reemplazo de
testosterona en varones hipo gonádicos aumenta la masa, la fuerza y
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el poder muscular, pero estos cambios no se han demostrado que
provoquen mejoría funcional. Emmelot-Vonk y cols investigaron los
efectos del suplemento de undeconato de testosterona 80 mg dos
veces al día durante 6 meses en ancianos sobre la movilidad, función
cognitiva, densidad mineral ósea, composición corporal, lípidos del
plasma, y calidad de vida pero en sus resultados sólo se evidenció un
aumento de la masa magra y una disminución de la masa grasa y no
se afectó ni el estado funcional ni la cognición.
En general, los ensayos de tratamiento con testosterona reportan
beneficios en la composición corporal y la densidad mineral ósea,
pero los datos son limitados acerca del riesgo cardiovascular. Los
hombres con deficiencia androgénica deben ser considerados para
tratamiento con testosterona, no así los que no son hipo gonádicos,
donde sus beneficios aún no están claros.
La dehidroepiandrosterona (DHEA), un andrógeno débil, falló para
producir un efecto sobre la masa y fuerza muscular cuando se
administró a razón de 50 mg al día por un año a 288 ancianos de uno
y otro sexo. El uso de estos compuestos androgénicos se asocia con
efectos adversos como toxicidad hepática, hipertrofia y riesgo de
cáncer prostático y acción virilizante en las mujeres, entre otros. Se
están desarrollando los moduladores selectivos de los receptores de
andrógenos (SARMs) que tienen las propiedades beneficiosas de los
andrógenos naturales, pero con mejores índices terapéuticos y menos
efectos secundarios. Se necesitan futuros estudios (pres clínicos y
clínicos)) para determinar su eficacia en la sarcopenia y la fragilidad.
En resumen, las intervenciones farmacéuticas para tratar la fragilidad
no han demostrado eficacia o esta ha sido muy limitada hasta la
fecha, además de sus potenciales consecuencias adversas. El
entrenamiento de resistencia es la más efectiva y segura intervención
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para atenuar o recuperar algo de la masa y la fuerza muscular
perdida en este síndrome.
Tratamiento de los problemas asociados: El establecimiento de
un plan de cuidados integral ajustado a la solución de los problemas
detectados por la EGE es imprescindible, ya que el anciano frágil es
un paciente complejo donde gravitan problemas físicos, comorbilidad,
riesgos, abusos, desusos, aspectos psicosociales, económicos,
culturales y espirituales que no pueden ser desconocidos. Escapa a
los objetivos de esta actualización detallar cada uno de estos
problemas pero los señalaremos para que sean tenidos muy en
cuenta:
Prevención de las caídas: las caídas requieren una evaluación
multifacética y un manejo holístico. Los programas de ejercicios que
intervienen sobre el balance, la corrección de los trastornos de la
marcha, visión y audición, el uso de dispositivos de ayuda para la
deambulación (bastones, andadores, etc.), la revisión de la
medicación evitando la polifarmacia y la eliminación de riesgos
medioambientales (iluminación, obstáculos, etc.) son elementos
importantes en la estrategia preventiva en los ancianos frágiles.
Prevención y tratamiento de la osteopenia / osteoporosis: se ha
insistido en la dieta, los suplementos adecuados de calcio y vitamina
D y el ejercicio en el mantenimiento de la masa ósea. Los
medicamentos antirresortivos (bifosfonatos) representaron el mayor
avance en el tratamiento de la osteoporosis en la pasada década, con
resultados en los ensayos clínicos que demuestran su eficacia en la
reducción del riesgo de fracturas.
Corrección adecuada de los déficits visuales y auditivos: son aspectos
sumamente importantes que repercuten en la aferentación,
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orientación, detección de las señales de alarma o advertencia y en la
calidad de vida de los ancianos frágiles.
Tratamiento adecuado del dolor: el dolor, aunque es considerado por
algunos geriatras como el quinto signo vital por lo común de su
presentación en los adultos mayores, a menudo no es tratado. Es un
acompañante frecuente de la fragilidad y alrededor de la mitad de los
pacientes reportan que interfiere en la realización de sus actividades
diarias.Esto limita su inclusión en programas de ejercicios y puede
provocar contracturas y atrofia por desuso, razones de peso para no
pasar por alto su tratamiento.
Tratamiento de la comorbilidad: hay que insistir en el tratamiento de
las enfermedades y trastornos asociados como deterioro cognitivo,
depresión, diabetes mellitus, aterosclerosis, cardiopatías, neuropatías
crónicas, anemia, problemas vasculares y enfermedad de Parkinson,
entre otras.
Inmunizaciones: las vacunas recomendadas por el Advisory Comittee
on Immunization Practices para la protección de los adultos mayores
son las de influenza, neumococo, herpes zoster y tétanos. A pesar del
planteamiento de la limitada efectividad de la vacuna neumocóccica
en el anciano frágil a consecuencia de la inmunosenescencia, algunos
trabajos demuestran una respuesta aceptable por lo que recomiendan
su uso. Continúa en controversia el posible beneficio de la vacunación
para influenza sobre la mortalidad de los ancianos frágiles, sobre todo
por la carencia de ensayos clínicos que los incluya, por lo que las
evidencias son todavía insuficientes.
Problemas socioeconómicos: La movilización de recursos de apoyo
(social y/o financiero) suele ser, en muchas ocasiones, un aspecto
prioritario para mejorar la capacidad de afrontamiento de los
ancianos frágiles. El apoyo social (familiar, de amigos, recursos
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comunitarios) puede potenciar la capacidad del paciente para
adaptarse y superar la situación (resiliencia), además de fortalecer su
autoestima y autocontrol, reduciendo las tasas de ingresos y
reingresos hospitalarios, y favoreciendo su recuperación.(7-8)
Conclusiones
La fragilidad se reconoce, de manera creciente, como un síndrome
geriátrico que resulta de una reducción multisistémica de la capacidad
de reserva, confiriendo un alto riesgo para resultados adversos y es
potencialmente reversible y remediable. La fragilidad presenta como
trastornos asociados: la sarcopenia, disfunción neuroendocrina,
disfunción inmune y los factores ambientales. Recientes publicaciones
delimitan con claridad el estado de fragilidad con el de discapacidad,
categorías que frecuentemente son utilizadas como sinónimos. La
discapacidad es la incapacidad para realizar al menos una de las
actividades de la vida diaria. Dos factores importantes relacionados
con el estilo de vida están directamente involucrados con el desarrollo
de la sarcopenia y la fragilidad y son puntos vulnerables para la
prevención y el tratamiento, estos son: la nutrición y la actividad
física.
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octubre del 2019
Nota
Legna Marian Santa Cruz Hernández: Asesoramiento
metodológico y redacción del artículo.
Amanda Sánchez García: Asesoramiento metodológico y búsqueda
de bibliografía.