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JUVENTUDDaniel Asin: el músico que por amor, antepone a todo la lealtad por su familia Pág. 1

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S U P L E M E N T O

Trinidad, martes 05 de julio de 2016 • Año 2 • Nº 27

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DANIEL ASIN:

San Pedro de Canichana: el esplendor de la vieja capital

La música con amor, y ante todo la lealtad por su familia

Por: Ricardo Gutiérrez

Daniel Asin Franco tiene 17 años, es cruceño de nacimiento y estudia en el colegio La Salle,

turno tarde, vive en Trinidad hace muchos años, y encuentra en la música un placer que incluso para él, es difícil definir.

No es tímido, pareciera más bien educado, parco en su forma de hablar, tiene dibujada en el rostro siempre una sonrisa afable, responde todas las preguntas con el mismo tono amable, y por supuesto, sus gestos todo el tiempo son educados.

Sólo con esto, sin duda alguna, cualquier persona encontraría a Daniel muy interesante, pero, en nuestro caso, lo que más nos llamó la atención, fue otra cosa.

Daniel, es un joven de 17 años apegado a su familia, que denota un fuerte vínculo de lealtad, de cariño, y fortaleza.

Ayuda a su madre en la pensión que ella tiene y donde vende comida, ayuda a su padre en su trabajo, y por supuesto ayuda a su hermanos siempre que puede.

“Bueno vamos a empezar a describir mi día desde el hogar, tengo un tiempo a veces en la noche o en la mañana para hacer tarea, ayudo a mi mamá en

la pensión, porque aquí vende comida hasta las 12:30 o 1 de la tarde. Luego me alisto y voy al colegio. Algunos días me dan permiso para salir de clases e ir a los ensayos. Práctico con amigos o solo, mayormente los fines de semana, a veces vienen amigos a hacer un tecito y le pegamos una ensayada, para hacer una presentación, generalmente para la iglesia donde asisto”, relató Daniel.

“Somos una familia muy unida, mis hermanos, mis padres, nos colaboramos mutuamente, cuando hay posibilidad de ayudar a otras personas también lo hacemos. Somos 4 hermanos, todos hombres, el mayor es pianista, uno de mis hermanos menores tiene 12 años y está en el coro lasallista, también tengo un hermanito de 3 años, al que parece que también le va a gustar la música”, completó Daniel.

Y sin duda alguna Daniel es un músico de esos que pueden considerarse completos, toca una amplia variedad de instrumentos, desde guitarra, hasta cajón peruano. Es de esos músicos, que llevan la música en las venas, y pueden hacer arte con cualquier instrumento.

“¿Qué es lo que más me gusta de la música? Se puede decir que todo, sé leer notas, toco instrumentos como la guitarra clásica, la guitarra eléctrica, el bajo, en fin, me apasiona, cuando toco una guitarra o canto, siento como si la música fuera parte de mí”, concluyó Daniel Asin.

TURISMOTrinidad, julio de 2016

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San Pedro Nuevo de Canichana:

San Pedro Nuevo de Canichana, la antigua capital de Moxos, celebró un nuevo aniversario rodeado de fiesta, alegría

y con el apoyo infaltable de la Gobernación beniana a través de la Dirección Departamental de Turismo y Cultura.

La antigua misión jesuítica pareciera siempre bañada por un sol abrasador, y a tan sólo 65 kilómetros de Trinidad, aún hoy recuerda el tiempo donde fue el centro neurálgico de la región de Moxos.

San Pedro recibió con alegría la promesa del actual gobernador del Beni, Alex Ferrier, de volver a construir su iglesia, para poder colocar en ella una vez las míticas campanas que siglos atrás le dieron fama nacional.

La comunidad actualmente cuenta con unas 100 familias, y guarda en lo profundo del recuerdo los tiempos de grandes caciques que marcaron la historia del Beni, y entre sus recuerdos cuenta con haber albergado al último gobernador de Moxos, Pedro Pablo Urquijo.

Pero la fiesta este año fue esplendor, alegría, promesa de futuro -una promesa que años, décadas, tal vez siglos, no tenía- la fiesta de San Pedro fue un momento especial para que como benianos nunca olvidemos, que en otros tiempos, en otros siglos, fueron nuestros pueblos hoy vacíos, cuna de historias, cultura, color y sobre todo, mucho esplendor. Sí, hoy San Pedro pareciera volver a escuchar sus campanas repicar, y claro, con esa promesa al futuro, ¿cómo no celebrar?, ¿cómo no bailar y explotar en alegría, en felicidad?.

Y sí San Pedro bailó, bailó junto a las autoridades de la Dirección Departamental de Turismo y Cultura, bailó junto a Ximena Cortéz y su equipo de trabajo, la actual directora, bailó con los canichanas, con los macheteros, los toritos, las mamas, bailó invitando al forastero, al visitante, a recorrer sus viejas calles para conocer, la historia del Beni.

El esplendor de la antigua capital

El cuento inconcluso

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Trinidad, julio de 2016CUENTOen facilito

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Mario era un niño precoz, desde sus primeros meses de edad, se inquietaba por pretender gatear y luego caminar, y pese a no haber llegado a sus diez meses de edad ya balbuceaba.

Era hijo único. El orgullo de sus padres, quienes venían de unos ascendientes pudientes económicamente, por no decir multi, archi, mega millonarios. Lo tenía todo. Pero Mario vivía en una completa soledad.

Sus padres viajaban mucho, ya sea por negocio o por placer; sin embargo, este niño precoz siempre se quedaba en casa, no porque sus padres no lo quisieran llevar sino más bien porque él tenía pánico a volar. Este temor surgió cuando apenas contaba con cinco años, y sus padres acordaron comprar unas tierras rurales, con este fin decidieron hacer el recorrido en avioneta. Lamentablemente la avioneta en la que viajaban todos, de propiedad de sus padres, sufrió un desperfecto en el motor, que obligó a que la misma planeara y aterrizara en la pampa, colisionando contra una vaca, la cual resultó con un traumatismo cráneo encefálico. El piloto también murió inmediatamente, saliendo ilesos los demás pasajeros. Esto marcó de sobremanera la psiquis de Mario, que jamás pudo superar el trauma de la caída aérea y la muerte de una persona.

Este pánico que sufrió Mario le impidió volar y por lo tanto que pudiera acompañar a sus padres en sus viajes alrededor del mundo. Vivió en Soledad toda su niñez, acompañado de empleados y empleados que suplían el cariño de sus padres.

El sueño de Mario era viajar a Europa y conocer los grandes monumentos de Francia e Italia, primero la Torre Eiffel y luego la Torre de Pisa

Cuando Mario contaba con catorce años, recibió por teléfono la trágica noticia. Sus padres viajaban por Europa cuando el piloto del avión comercial que ocupaban, quien tenía problemas psicológicos, intencionalmente lo precipitó a tierra, chocando contra los cerros y matando a más de ciento cincuenta personas. Esto sin duda, ahondó aún más su temor a volar.

Pero este era el menor de sus problemas. Mario ingresó en una depresión que se profundizó más en los próximos años, vivía encerrado en su cuarto, dormía todo el tiempo y durante las pocas horas de lucidez que tenía, se metía a navegar en la internet, buscando un camino, un propósito, un destino. Antes de cumplir los diecisiete años, encontró que un grupo de investigadores habían descubierto el método de la crionización, que consistía en congelar al cuerpo humano y mantenerlo así, hasta que los avances de la ciencia lo pudieran despertar o resucitar. Esperó seis meses, y luego tomó conocimiento de que el mismo Walt Disney, había utilizado este método, siendo uno de los primeros. Sin pensarlo dos veces, Mario se dirigió –vía terrestre por supuesto- al estado de Texas de los Estados Unidos de Norteamérica, para someterse a este proceso.

Días después y con la disminución de la mitad de su fortuna, Mario se encontraba muerto –aclaro- crionizado. Todo eso fue como un abrir y cerrar de ojos, el tiempo no transcurrió en la psiquis y mente de Mario, puesto que cuando despertó, habían transcurrido ochenta años desde que fue “dormido”. Es decir que la ciencia había avanzado aceleradamente al extremo de que se encontró el método, la forma, la vía para resucitar o despertar a las personas que habían sido crionizadas.

Lo trágico es que nada ni nadie de lo que conocía Mario, seguía existiendo. Frustrado por lo que consideró una “absurda” decisión de querer vivir más allá de sus contemporáneos. Decidió continuar con su nueva experiencia de vida, entiendo que la experiencia para él era todo lo que para las otras personas no.

La experiencia siempre fue una forma de acabar algo y comenzar otra cosa, experiencia era miedo, era oscuridad, era sufrimiento, experiencia era existir, pero se existe también en la muerte, pensaba Mario.

De todas formas tambien esperiencia era conocer, andar, aprender, sumirse en lo nuevo, porque eso también provocaba miedo, y claro, para Mario miedo también era esperiencia [...]

Entonces Mario decidió…El resto de la historia queda abierta a la imaginación del lector, de tal

manera que el lector pueda concluir con la historia de Mario.

Por: Luis Fernando Galindo

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