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Desmitificar los desgarros cutáneos, 1.a parte

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42 Nursing. 2011, Volumen 29, Número 5 > CUIDADO DE LA PIEL Y LAS HERIDAS LOS DESGARROS CUTÁNEOS son un tipo de laceración que se observa con frecuencia en ancianos, y aunque representan un reto, su abordaje no suele ser del todo correcto. En Estados Unidos, un millón y medio de pacientes hospitalizados o residentes en centros sociosanitarios padecen cada año desgarros cutáneos 1 . Este artículo se centra en la definición de los desgarros cutáneos y de los grupos de riesgo. La segunda parte incluirá la prevención y el tratamiento de este problema. Cizallamiento y fricción Los desgarros cutáneos son heridas traumáticas que afectan principalmente a las extremidades, en las que las fuerzas de cizallamiento o fricción provocan que la epidermis se separe de la dermis, o que la epidermis y la dermis se separen de las estructuras subyacentes 2 . Los ancianos son el mayor grupo de riesgo de presentar desgarros cutáneos por varios motivos relacionados con la edad. (Véase más adelante.) 3 Comparados con úlceras por presión más extensas y costosas, los desgarros cutáneos se consideran habitualmente heridas menores y sin consecuencias. Pero en realidad estas heridas son dolorosas y, si no se tratan correctamente, pueden producir complicaciones graves, como infecciones 4 . Aproximadamente el 80% de los desgarros cutáneos se producen en los brazos y en las manos, pero pueden darse en cualquier zona del cuerpo; en las nalgas y en la espalda pueden confundirse con una úlcera por presión grado II 1 . La clasificación de desgarros cutáneos de Payne-Martin ha sido ampliamente utilizada en la investigación y citada en la literatura para definir y clasificar estas heridas. (Véase el cuadro anexo Clasificación de los desgarros cutáneos.) 3-5 Cambios asociados a la edad Los cambios de la piel que se producen con la edad incrementan el riesgo de desgarros cutáneos e interfieren con el Desmitificar los desgarros cutáneos, 1.ª parte Kimberly A. LeBlanc, BSCN, MHSCN, RN, CETN-C, IIWCC, y Dawn Christensen, BSCN, MHSCN, RN, CETN-C, IIWCC Las laceraciones cutáneas tipo I no presentan pérdida tisular. Un desgarro lineal tipo I (a la derecha) se asemeja a una incisión, con separación de la epidermis y la dermis. Una laceración con colgajo tipo I (abajo a la derecha) presenta un grosor epidérmico que puede ser completamente aproximado o puede aproximarse para exponer como máximo 1 mm de la dermis. Los desgarros cutáneos de tipo II cursan con pérdida tisular parcial. Si la pérdida de grosor epidérmico es inferior o igual al 25%, se considera una pérdida tisular escasa. La laceración tipo II (derecha), con pérdida de más del 25% de grosor epidérmico, se clasifica como una laceración con pérdida tisular moderada a grave (abajo a la derecha). Las laceraciones cutáneas tipo III (a la derecha) cursan con pérdida tisular completa del colgajo epidérmico. Clasificación de los desgarros cutáneos 7
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Page 1: Desmitificar los desgarros cutáneos, 1.a parte

42 Nursing. 2011, Volumen 29, Número 5

> CUIDADO DE LA PIEL Y LAS HERIDAS

LOS DESGARROS CUTÁNEOS son un tipo de laceración que se observa con frecuencia en ancianos, y aunque representan un reto, su abordaje no suele ser del todo correcto. En Estados Unidos, un millón y medio de pacientes hospitalizados o residentes en centros sociosanitarios padecen cada año desgarros cutáneos1. Este artículo se centra en la definición de los desgarros cutáneos y de los grupos de riesgo. La segunda parte incluirá la prevención y el tratamiento de este problema.

Cizallamiento y fricciónLos desgarros cutáneos son heridas traumáticas que afectan principalmente a las extremidades, en las que las fuerzas de cizallamiento o fricción provocan que la epidermis se separe de la dermis, o que la epidermis y la dermis se separen de las estructuras subyacentes2. Los ancianos son el mayor grupo de riesgo de presentar desgarros cutáneos por varios motivos relacionados con la edad. (Véase más adelante.)3 Comparados con úlceras por presión más extensas y costosas, los desgarros cutáneos se consideran habitualmente heridas menores y sin consecuencias. Pero en realidad estas heridas son dolorosas y, si no se tratan correctamente, pueden producir complicaciones graves, como infecciones4.

Aproximadamente el 80% de los desgarros cutáneos se producen en los brazos y en las manos, pero pueden darse en cualquier zona del cuerpo; en las nalgas y en la espalda pueden confundirse con una úlcera por presión grado II1.

La clasificación de desgarros cutáneos de Payne-Martin ha sido ampliamente utilizada en la investigación y citada en la literatura para definir y clasificar estas heridas. (Véase el cuadro anexo Clasificación de los desgarros cutáneos.)3-5

Cambios asociados a la edadLos cambios de la piel que se producen con la edad incrementan el riesgo de desgarros cutáneos e interfieren con el

Desmitificar los desgarros cutáneos, 1.ª parteKimberly A. LeBlanc, BSCN, MHSCN, RN, CETN-C, IIWCC, y Dawn Christensen, BSCN, MHSCN, RN, CETN-C, IIWCC

Las laceraciones cutáneas tipo I no presentan pérdida tisular. Un desgarro lineal tipo I (a la derecha) se asemeja a una incisión, con separación de la epidermis y la dermis. Una laceración con colgajo tipo I (abajo a la derecha) presenta un grosor epidérmico que puede ser completamente aproximado o puede aproximarse para exponer como máximo 1 mm de la dermis.

Los desgarros cutáneos de tipo II cursan con pérdida tisular parcial. Si la pérdida de grosor epidérmico es inferior o igual al 25%, se considera una pérdida tisular escasa. La laceración tipo II (derecha), con pérdida de más del 25% de grosor epidérmico, se clasifica como una laceración con pérdida tisular moderada a grave (abajo a la derecha).

Las laceraciones cutáneas tipo III (a la derecha) cursan con pérdida tisular completa del colgajo epidérmico.

Clasificación de los desgarros cutáneos7

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proceso de cicatrización normal1-2. Los factores de riesgo intrínsecos incluyen la pérdida de tejido de la dermis y la capa subcutánea, el adelgazamiento de la epidermis, los cambios en la composición sérica –lo que implica que los ancianos sufran una disminución de superficie hidratada–, una disminución de la elasticidad cutánea y una reducción de la resistencia cutánea a la tracción1. El riesgo de desgarros cutáneos aumenta además con la deshidratación, el déficit nutricional, el deterioro cognitivo, las alteraciones de la movilidad y la disminución de la sensibilidad3-6.

Los factores de riesgo extrínsecos incluyen el riesgo de traumatismos mecánicos y la necesidad de ayuda en la higiene, el vestido, el uso del inodoro o las transferencias. Los pacientes totalmente dependientes tienen mayor riesgo de desgarros cutáneos.

Puesto que los jabones reducen la lubricación cutánea natural, la frecuencia de la higiene junto a la disminución natural de la hidratación secundaria a la edad pueden contribuir a aumentar el riesgo4,5.

En un próximo artículo veremos de qué modo puede usted tratar y prevenir los desgarros cutáneos. N

BIBLIOGRAFÍA

1. LeBlanc K, Baranoski S. Prevention and management of skin tears. Adv Skin Wound Care. 2009;22(7):325-332.

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7. Payne RL, Martin MC. Defi ning and classifying skin tears: need for a common language. Ostomy Wound Manage. 1993;39(5):16-20, 22-24, 26.

COMPLEMENTOS

Ayello EA, Sibbald RG. Preventing pressure ulcers and skin tears. In: Capezuti E, Zwicker D, Mezey M, Fulmer T., eds. Evidence-based

Geriatric Nursing Protocols for Best Practice. 3rd ed. New York, NY: Springer; 2008.

Kimberly A. LeBlanc es enfermera clínica especialista y Dawn Christensen es enfermera asistencial de KDS Professional Counsulting en Ottawa, Ontario (Canadá).


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