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Date post: 19-Oct-2018
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Del buen salvaje al buen revolucionario Blanca Hirsch-Weber Este trabajo complementa el anterior y fue publicado por separado. En Los compañeros, un nuevo personaje entra en escena en la literatura guatemalteca . No se idealiza más al hombre salvaje a la manera de Rosseau, ni al joven re.volucionario a la maner a de Asturias, ni al indio como es frecuente en la literatura latinoamericana. El buen revolucionario no jugará el papel positivo en la novela. El personaje está despersonalizado, y no será visto bajo sólo un ángulo esquemáticamente. En consecuencia, se rompe con e'l mito del buen salvaje al buen revolucionario (ver Carlos Rangel, Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario, Caracas, 1976) Anonadar el personaje y mostrar ¡sus defectos debidos a su condición socio-histórica es esencial en la nueva orientación impuesta en la novela Los compañeros. Marco Antonio Flores rompe con el héroe tradicional aunque no con el anti-héroe de la escuela picaresca moralista ni con los héroes de las novelas freudianas europeas y americanas. Los personajes en Los compañeros sufren de un conflicto interior intenso. Ellos representan al hombre contemporáneo de Centro América. El autor le endosa sus propios problemas y su manera de percibir la sociedad injusta en donde los personajes se mueven . Marco Antonio Flores logra describir la violencia tal como él la siente en lo más profundo de mIsmo. 178 Volcanes taladrados por la pólvora y la violencia. Hoy me baño en el torrente de lava de tu vientre y huiré para siempre Me llevaré en el rostro el color de tus quemaduras. Después ya podré morirme de extranjero, ajeno a tus raíces. (p.26)
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Del buen salvaje al buen revolucionario Blanca Hirsch- Weber Este trabaj o complementa el anterior y fue publicado por separado.

En Los compañeros, un nuevo personaje entra en escena en la literatura guatemalteca. No se idealiza más al hombre salvaje a la manera de Rosseau, ni al joven re.volucionario a la manera de Asturias, ni al indio como es frecuente en la literatura latinoamericana. El buen revolucionario no jugará el papel positivo en la novela. El personaje está despersonalizado, y no será visto bajo sólo un ángulo esquemáticamente. En consecuencia, se rompe con e'l mito del buen salvaje al buen revolucionario (ver Carlos Rangel, Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario, Caracas, 1976)

Anonadar el personaje y mostrar ¡sus defectos debidos a su condición socio-histórica es esencial en la nueva orientación impuesta en la novela Los compañeros. Marco Antonio Flores rompe con el héroe tradicional aunque no con el anti-héroe de la escuela picaresca moralista ni con los héroes de las novelas freudianas europeas y americanas.

Los personajes en Los compañeros sufren de un conflicto interior intenso. Ellos representan al hombre contemporáneo de Centro América. El autor le endosa sus propios problemas y su manera de percibir la sociedad injusta en donde los personajes se mueven. Marco Antonio Flores logra describir la violencia tal como él la siente en lo más profundo de sí mIsmo.

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Volcanes taladrados por la pólvora y la violencia. Hoy me baño en el torrente de lava de tu vientre y huiré para siempre Me llevaré en el rostro el color de tus quemaduras. Después ya podré morirme de extranjero, ajeno a tus raíces. (p.26)

Nos encontramos frente a una sociedad fragmentada que, a través de la voz de esos que luchan de manera marcial, comiepza . a encontrarse las veritables claves del problema. La exteriorización de la violencia interior constituye un esfuerzo para mejorar la realidad. Es aquÍ donde la literatura guatemalteca sigue descubriendo una verdadera función social y crea un estilo propio. La descripción de la violencia de la vida inte­rior y de las realidades dramáticas del país dejan entrever la progresión de una revolución a través de sus conflictos, de sus dictaduras constantes, de su racismo y de la ausencia de verdaderos valores.

El sistema político dictatorial aparece en la obra sin estar totalmente explícito, pero la presencia de la policía, de las autoridades militares representantes del sistema dictatorial conllevan una connotación represiva. Los compañeros es la historia de una decadencia en todos los sentidos del término. A la decadencia social, económica y política sigue una decadencia moral.

Todos los fracasos de los personajes de la guerrilla, sus tentativas, sus años de lucha los aíslan, los destruyen interiormente y los empujan a exilarse. En el caos social, los personajes aspiran a la independencia moral y psicológica. Con el fin de su liberación se esfuerzan por descartar su fe y por esconder sus remordimientos de conciencia. La frecuentación de prostitutas y los deseos de alcoholizarse en cualquier momento son los síntomas del fracaso del que no pueden escapar.

Salí del carro y vislumbré que el Rata y Cabezotas se iban abrazados cantando el patojo y el Bolo estaban ya metidos en hoyos de arena tomando el sol, crudos gomosos, resacados, resacados, con una fría en cada mañosa, tostándose, tostados y una puta siniestra en la siniestra. (p.31 y 32)

La liberación total, sería mejorar, consistiría en comenzar desde el principio. ¿Cómo es posible realizarlo cuando la situación es insoportable?

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Hay que dejarlo todo por algo que no tenemos y que tal vez nunca tendremos. (p.25)

La ausencia de ideales en el revolucionario se hace patente en la obra. El guerrillero necesita el deseo de ser el macho delante de sus amigos y no emplear sus capacidades con fines definidos . El laisser-aller que caracteriza la conducta del guerrillero le impide cumplir sus tareas, y en consecuencia, lograr sus objetivos, por lo tanto, estos individuos exponen sus vidas a constantes riesgos. .

Un día que andábamos chupando (p.133) Bolo y Cabezotas fue un reverendo desmadre llegó la jura con radio patrulla y nos llevaron al botiquín fue topado ese día éramos cabrones nosotros pero ese día que nos dimos verga con todos los meseros del Gallito ... (p.133)

Los compañeros está cargada de una desesperada protesta. Mas a través de la obra, el fin de todas esas luchas despiadadas no se comprende claramente. Se describe la revolución como la palpa el autor quien no es sólo narrador sino también combatiente. El autor muestra la sociedad guatemalteca en toda su fría realidad. Esta forma de escribir estimula el interés del lector, ya que el escritor deja de usar su propia retórica. Con su estilo propio y despiadado trata de exprimir la diversidad de acontecimientos sociales e históricos como él los ve.

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Informe del Centro de Dirección Revolucionario. El CDR, tiene la dolorosa obligación de informar al pueblo de Guatemala, que el 1 de marzo de 1966 perdió la vida en combate con las fuerzas represivas que ensangrentan el país , el compañero. Qué combate, ni qué combate, lo prensaron por maje. No se por qué ocultar que el cuate andaba chupando

y ya bolo se puso a gritar pendejadas "Que vivan las PAR". (p.36)

AquÍ el autor describe cómo el guerrillero toma conciencia de la vanidad de sus esfuerzos de realizar la lucha armada. Los combatientes, por lo tanto, firmemente decididos y ciegos no se dan por enterados de lo que buscan realizar. Sin retroceso, ellos quieren ir adelant~ y ningún momento se preguntan si la revolución es viable o no.

Paz, tranquilidad, descanso que se juera muera toda la chontada, que tomarémos el poder pronto, que los nervios me aguantarán otros cinco años, tal vez para entonces ya tengamos una zona liberada y yo pueda descansar en el monte echadote a pierna suelta sin hacer ni droga nunca, instructor de marxismo de los indios pisados de la zona liberada. (p.34)

Desde el comienzo de la novela, el Patojo aparece como un personaje atormentado por los sucesos trágicos de la revolución. El es el único que está penetrado de bondad. Sin embargo, es el que está sometido a las más crueles torturas de la dictadura. Aunque él está en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) por endoctrinamiento, él no se corrompe. El es el único guerrillero que va a la revolución por idealista.

Después de esto no habría retroceso, sólo muerto, de cualquier lado y vida porque yo siempre he deseado vivir y que los demás vivan felices, quizá por eso estoy aquÍ entre los meados, entre los tufos inmundos de esta celda. (p.182)

La mistificación por la cual son víctimas un gran número de jóvenes es insoportable. Marco Antonio Flores revela la manera por la cual son frustrados de sus deseos ciegos de la

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revolución. Los compañeros no deja de ironizar la lucha ar­mada importada. Nos encontramos aquí frente a una desviación de la revolución que destruye al hombre ya que no es promovida por la colectividad sino por fuerzas políticas exteriores. El Patojo relata cruelmente la manera por la cual sus compañeros fueron ejecutados por aceptar el

Entonces los seguí, cuando llegamos allobi de la casa de becados había sólo doce compañeros, con sus chivas en los brazos, dispuestos a entrenar, dispuestos a morirse, el instructor cubano estaba como la chingada, insultando ... son treinta y hay sólo trece compañeros dispuestos, ¿dónde está su conciencia revolucionaria? ... trece, el número de la mala suerte, el embarque completo. (p.185)

En este párrafo, nos encontramos delante de una alienación, una deshumanización ya narrada en la novela Los de abajo. Es decir, en esta lucha armada los partisanos creen llegar a unos fines, pero estos son enseguida destruidos en el engranaje de la propia revolución. En la obra, lo que observamos desde el principio, es que no está claro qué es lo que buscan los combatientes en la revolución, no hay objetivos precisos.

En la novela leemos las largas confesiones de las experiencias íntimas de los héroes. Esta instrospección se da cuando estos individuos necesitan que su subconsciente se relaje. En los monólogos desordenados y atormentados es en donde Marco Antonio Flores les impone a éstos sus propias historias y los acontecimientos turbios en los que ellos han estado mezclados.

Los guerrilleros en el exilio proceden a hacer una rectificación de sus propias imágenes de héroes. Ellos desean olvidar el pasado, teniendo en cuenta que están transportados a otro universo. Al mudar de lugar se cambia indudablemente de espíritu. Los exiliados muestran su fracaso en ese mundo irracional y confuso. Cuando el Bolo se halla en exilio no se encuentra a sí mismo. Trata de dialogar inútilmente con sus compañeros.

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Pero qué necedad, si ella no te interesa más que como recuerdo, ¿Por qué estar reviviendo todo lo que pasó? ¿No te das cuenta que te haces daño? ¿Cuál es la onda esa de estar recordando? ¿Pero no te das cuenta que no soy yo el que recuerda? A mí me recuerdan. Alguien me está recordando a través mío y a través de tí Nosotros ya no existimos, ya somos pasado, ya somos recuerdo. (pp.154-155)

En París el autor se transporta con sus personajes hacia una muerte-exilio y ahora sólo hablan sus espíritus. Guate­mala conlleva una connotación negativa, no obstante, peor es el exilio en donde no se adaptan. Lejos de su tierra los personajes actúan como muertos en vida. Ellos se sienten perseguidos mentalmente por los recuerdos que los culpabilizan y que los atormentan. El Bolo evoca con nostalgia su pasado cuando recibe cartas de su ex-novia. Sus amigos le reprochan su comportamiento en el pasado:

Ahora estás solo, estúpidamente solo solo unas cuantas cartas que te llegan de vez en cuando es tu único contacto con el mundo exterior. ¿Eso es libertad? ¿Por eso luchaste tantos años? Somos palabras, puras palabras, déjanos tiradas y no nos conjures más porque estamos cansados de significar, de justificar cosas que no entendemos. piérdete. (p.162)

Estos monólogos interiores traducen el esceptlclsmo resentido delante la imposibilidad de mejorar el mundo. En el exilio, los guerrilleros se consideran en un vacío sin salida. Nadie de los personajes llega a la beatitud. El Patojo es seguramente el único en encontrar en la muerte la paz total. Todos los que parten en exilio, dan la impresión de muertos en vida, ya que la amargura es grande. El Bolo, por ejemplo,

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quien, antes del exilio, no valoraba el amor que su amante le tenía, ahora sufre por la distancia que los separa. Tatiana, con sus cartas le revive el pasado. El Bolo, en cambio, vive rememorando momentos vividos con ella, que sólo lo amargan. Esos momentos pasados sólo lo culpan y lo angustian. las voces de sus compañeros lo castigan.

Le dijiste que su pecado la iba a destruir eternamente y los papeles se cambiaron. Tú no lo quisiste así, siempre te has .engañado en oír, en sentir las emociones de los otros para guardarlas como coleccionistas de baratijas. (p.169)

La instrospección y los monólogos interiores confirman a personajes con problemas patológicos. El Bolo sufre un desequilibrio interior del cual no podrá escapar jamás. Las siguientes frases se pueden interpretar como el final trágico de la lucha armada y por lo tanto el de los combatientes.

Tú no eres ahora futuro, ni presente, ni pasado, eres un tonel lleno de palabras que no podrás borrar.nunca, que te persiguen siempre. (p.169)

Esos monólogos, esas reflexiones, estos diálogos se repiten a través de toda la novela. Las diferentes etapas de la vida de los personajes, aquí relatados, son alternadas unas a otras por Marco Antonio Flores. Es por eso que muchas veces las voces del presente y del pasado se confunden.

El hombre guatemalteco, según Flores, es profundamente marcado por su historia. El autor deplora la ausencia de ideales en el revolucionario. En Flores la revolución no progresa ni aporta cambios sociales positivos. Los exiliados (los guerrilleros) caen en una angustia amarga y pierden toda relación con la realidad. Marco Antonio Flores utiliza las técnicas de los novelistas europeos y norteamericanos y las técnicas del "nouveau roman" francés que son evideIlres en su obra. Vemos en Flores

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a sus personajes evolucionar en la realidad concreta y pronto, caer en un estado de alucinaciones y divagación. Flores encuentra en la escritura automática del surrealismo una manera "de penetrar en los múltiples aspectos de la conciencia interior y del medio social.

Blanca Hirsch- Weber

De nacionalidad alemana, realizó la carrera de Estudios Hispánicos en la

Universidad de Montreal 1973-1977, Y obtuvo los grados de Bachellor of

Arts y Maestría.

Estudió Ciencia Política en la Universidad McGill, Montreal. Otros

estudios incluyen Estudios Latinoamericanos en La Sorbona, París, Noviembre

1983, con el Profesor Charles Minguet. Sus tesis doctorales se llaman: Tiranía

y crisis de la sociedad guatemalteca a través de las obras literarias de Miguel

Angel Asturias a Marco Antonio Flores y El Pensamiento mítico y mágico dentro

de la crisis sociocultural a través de la poesía contemporánea guatemalteca.

Sus estudios los realizó patrocinada por becas otorgadas por el Ministerio

de Educación de Quebec, 1974-1977 y UNESCO, 1978-1979. Actualmente

reside en Alemania donde se dedica a los estudios literarios y la docencia.

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