Date post: | 05-Aug-2016 |
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POLÍTICAMENTEINCORRECTO
EDICIÓN NO. 1
E N T R E D O M I N A N T E S Y S U M I S O S
FOTOGRAFÍA POR JAMES NACHTWEY
Por cada despótico que existe, hay unsumiso dispuesto a sostener el peso de su
bota .
El rencor de 6 siglos expresado en unacalamidad social que dejaría su marca
en la historia.
¿Dónde está la línea entre el medir, mediary actuar, cuando de vidas humanas se
trata?
POR CADA DESPÓTICO: UNSUMISO Y UN ADULADOR
PAPAOUTAI CUESTIONES DEDIPLOMACIA
in correcto
sección 04
07 09
11 03
50 05
tabla decontenidos
02 Nota deleditor
03Papaoutai
05Por cadadespótico: unsumiso y unadulador
07
cuestiones dediplomacia
09
La guerra acabó11
No es extraño
13We want ourcountry back
Segundo año de Estudios PolíticosFacultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Sociología Política
1316anexos
NOTA DELEDITORP O RE N D E R S O N S E Q U E R A
Enfocada en la redacción de artículos donde seexpongan casos documentados, de relevanciahistórica, sobre las relaciones de dominación-sumisión, en el marco de la política internacional.En esta publicación, no le huimos ni a los datos, nia la crudeza de la argumentación. En las páginassiguientes, no encontrará el lector algúneufemismo, ni algún recurso literario o retorico quetrate de hacer más digerible la crueldad de loshechos que aquí pretendemos relatar.Aquí, expondremos casos tan complejos dedominación-sumisión, que van desde, el exterminiode los judíos por parte del partido nazi, enAlemania, pasando por el genocidio de Ruanda,atrocidad que hoy le da portada a nuestrapublicación, porque sí, las tragedias también tienenrostro. Y cada uno de ellos, en tan solo unacuartilla.Por último, estos serán descritos con firmeza y sinvacilaciones. Tanto así, que a veces pensará ellector que el trato que le damos a los mismos espolíticamente incorrecto. N O M A D I C | 2 4
P.02
30..Papaoutai...000 mil habitantes en Ruanda sonhoy fruto de una violación, África esun continente tan escarificado como supueblo. En 1994, 600 siglos de odio explotaronen una vorágine de violencia y unahecatombe de sangre que bien pudo seruna orgía. Un torbellino de muerte queno respeto a la inocencia de la infancia.Esta es su historia.
Escrito por Augusto Arvelo
P.03
"La guerra, como en elsexo, no vence quien
penetra sino quienresiste más".@AugustTheHuman
Papaoutai e supone que no
se debe confundir los
conceptos de
dominantes y sumisos cuando
están dentro del campo de la
sociología con términos
sexuales, pero si observas el
caso del genocidio de Ruanda,
tienes la viva encarnación del
burdel de las parafilias.
Además del exterminio a la
población Tutsi, en la que
murieron entre 500.000 y
1.000.000 de personas, por
parte del gobierno Hutu. Las
violaciones ocurridas a todas
las mujeres que sobrevivieron,
algunas incluso fueron
asesinadas luego de ser
violadas, se estiman entre
100.000 a 250.000 durante los
tres meses de genocidio en
1994.
Consecuencias como,
infectar de VIH, cambio de los
rasgos étnicos, destrucción de
familias consolidadas, fueron
los motivos por el cual los
perpetradores de las
violaciones, tanto hombres
como mujeres, llevaron a cabo
su cometido, una
aproximación de 10.000 a
50.000 infantes nacieron de esos actos, de los cuales 5.000 fueron
inmediatamente asesinados al nacer, lo que hace que para 2016
existen unos 30.000 habitantes adultos que son fruto de una violación.
La relación de dominante y sumiso entre los Tutsis y los Hutus
data desde hace más de 600 años, cuando eran tribus, junto a los
Twas. manteniendo una relación simbiótica de ganaderos,
agricultores y cazadores, los Tutsis reclamaban el “dominio” sobre
los Hutus alegando que aportaban más a las tribus por su calidad de
ganaderos, despreciando su labor de agricultores, lo que llego a que
los jefes Tutsis asesinaran a los príncipes Hutus para establecer de
una vez por todas el sometimiento hacia los Hutus. Fue así hasta
1959, donde empiezan las movidas Hutus para liberarse del
sometimiento Tutsi. Fue de tal manera que terminó en la carnicería
de 1994, el rencor de 6 siglos expresado en una calamidad social que
dejaría su marca en la historia.
¿Quién domina a quién, quien puede decirse el culpable de
esos hechos, el domino Tutsi y la sumisión Hutu o viceversa? Incluso
están sumisos y dominados, no solo entre personas, también entre
pasiones y sentimientos, los Hutus se dejaron dominar por la ira y el
rencor, los Tutsis fueron sumisos de su propio poder adquirido
durante años.
Las razones sean las que sean al final solo dejaron a miles de niños preguntándose. ¿Dónde
está mi padre?
S
POR CADADESPÓTICO:UN SUMISO YUNADULADORSOLEMOS FIJARNOS EN LOS QUE DOMINAN, SIN DARNOS CUENTA QUE,DETRÁS DE ELLOS, HAY MILLONES DE CÓMPLICES QUE APLAUDEN YASIENTEN COMPLACIDOS -@SEQUERAUC
ESCRITO PORENDERSON SEQUERA
P. 05
1932-1945
EN ALEMANIA, SEPRODUJO UNO DE LOSCASOS DE DOMINACIÓNMÁS ABERRANTES Y
DOCUMENTADOS DE LAHISTORIA MODERNA
Por cada despótico: un sumiso y un adulador
ara los
teóricos marxistas, la
historia de la
humanidad podría resumirse a
la historia de una lucha de
clases. Si quisiéramos
delimitar aún más los actores,
podríamos argüir que dicha
historia, al menos la que ha
acaparado las páginas
oficiales, ha girado alrededor
de dos variables
fundamentales: los
dominantes y los dominados.
Pero, ¿qué es la
dominación?
Para el destacado politólogo y
sociólogo alemán, Max Weber,
esta no es más que “la
probabilidad de encontrar
obediencia dentro de un grupo
determinado para mandatos
específicos (o para toda clase de
mandatos)”. En el mismo orden
de ideas, éste plantea que la
misma “puede descansar en
los más diversos motivos de
sumisión: desde la habituación
inconsciente hasta lo que son
consideraciones puramente
racionales con arreglos a
fines.”
En Alemania, entre los años 1932 y 1945, se produjo uno de
los casos de dominación más aberrantes y documentados de la
historia moderna. Con la asunción de Adolf Hitler al poder en la
nación teutona, éste implantó, de la mano de la ideología
nacionalsocialista, uno de los regímenes de dominación más crueles
e inhumanos contra todas aquellas minorías que habitaban en el país
europeo por aquellos años: gitanos, homosexuales, campesinos,
personas con discapacidad, pero muy especialmente, judíos.
Argumentando estar en búsqueda de la llamada “supremacía de la
raza aria”, por lo cual debía aniquilar a las minorías que retardaban
el avance de la sociedad que se proponía construir, Hitler ordenó
ejecuciones, torturas, violaciones, y todo tipo de humillaciones
contra estas poblaciones, hasta desembocar en el asesinato de 6
millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, en lo que se
denominó El Holocausto.
No obstante, ¿Qué permitió que dicha relación de dominación
se llevase a tal extremo? La respuesta es tan cruda que pudiese
incluso erizarnos la piel: la permisividad y aprobación del pueblo
alemán. Un pueblo que necesitaba un culpable por la humillación no
superada del Tratado de Versalles de 1919, y que estaba en medio de
la peor crisis económica de su historia, en donde un kilo de pan llegó
a costar 54 millones de marcos. A esa población, Hitler, en medio de
vibrantes piezas de oratoria y simplistas análisis sobre los causantes
de los problemas de la sociedad, les mostró un culpable: los judíos,
los discapacitados, los homosexuales; y dicha sociedad lo aceptó. Y al
hacerlo, se convirtieron, a su vez, en justificadores de la dominación
y en cómplices de la masacre. Porque por cada despótico que existe,
hay un sumiso dispuesto a sostener el peso de su bota y un adulador
que se ensangrenta las manos aplaudiendo, deshaciéndose en
halagos y consignas, porque dicha dominación le es favorable a sus
intereses. Y mientras tanto, la lógica de los despóticos parece
responder a aquella famosa y lapidaria frase de Iósif Stalin. Porque
para ellos, “una muerte es una tragedia”, pero un millón de muertes,
parece ser: una estadística.
P
POR
- @ELIASTOVARD
"Este es un caso ejemplaren el que la víctima seconvierte en victimario"
ELÍAS TOVAR
NO ES EXTRAÑONo es extraño que todos lostitulares sobre Palestina e Israelestén tintados de sangre. Ya es eldía a día en Medio Oriente. ¿Quéimportan unas cuantas miles devidas?Todavía hay petróleo.
P.07
No es extraño
o es extraño.
Casi siempre que
aparece la palabra
Palestina en los medios de
comunicación viene en alianza
con términos como “guerra”,
“terrorismo”, “violencia en
Medio Oriente”, “aumenta la
tensión…”.
No es extraño, y no lo es
porque desde la retirada de
Reino Unido en 1948 de los
territorios que le habían sido
asignados por la Sociedad de la
Naciones para administrar en
1920, Palestina ha sido una zona
tan bélicamente activa como
sísmicamente lo ha sido Chile,
incluyendo, claro, sus picos y
valles.
Ahora, ¿por qué tan
convulsionada ésta zona? En
principio por una doble
promesa de los británicos,
relacionada con el futuro
político de la región, a
sociedades envueltas en
mantos religiosos que habían
mostrado ya anteriormente la
intolerancia entre los unos y
los otros: judíos y
musulmanes. Entre este par de
sociedades fue -quizás en un
intento de armonización intentado por Reino Unido y la ONU-
dividido el territorio en un Estado Judío, cuyo nombre se convirtió
en Israel; y en un Estado árabe, cuyo nombre es Palestina.
Lo interesante es que desde el mismo momento de la
declaración de independencia de ambos, estalló una guerra árabe-
israelí en la que una alianza entre Egipto, Líbano, Siria, Irak y
Jordania, en un intento de destruir el naciente Estado de Israel y
conservar el dominio musulmán en la región, culminaron derrotados
y con un enemigo fortificado que ocupó y se asentó en regiones más
allá de sus límites oficiales constriñendo al estado de Palestina y a su
gente a dos zonas desconectadas entre sí: Gaza y Cisjordania. Una
zona y la otra con direcciones políticas diferentes -Gaza con el
movimiento Hamás, considerado terrorista; y Cisjordania con la
autoridad nacional palestina y el movimiento, menos belicoso, Fatah-
, pero con condiciones socioeconómicas muy similares y violaciones
comunes a los DD.HH: escasez de agua potable, la cual es
proporcionada por canales subterráneos y a veces restringida desde
sus fuentes por Israel; ejecuciones extrajudiciales por parte de
fuerzas militares israelíes a poblaciones civiles palestinas, además de
arrestos y detenciones arbitrarias; sistemas de salud pública
precarios y la negación de la fuerza ocupante a prestar acceso a sus
hospitales -incluso en caso de mujeres embarazadas de origen
palestino que se ven obligadas a parir en condiciones inhumanas y
humillantes-; cierre de fronteras -incluyendo el levantamiento de
muros entre las fronteras construidas por la guerra- y graves
limitaciones a la circulación de personas y mercancías; y la
demolición de viviendas de ciudadanos palestinos.
Este es un caso ejemplar en el que la víctima se convierte en
victimario: Un pequeño estado recién formado se enfrenta a una liga
de países de afamada trayectoria bélica y no solo los vence, sino que
subyuga a sus miembros más débiles.
N
CUESTIONES DEDIPLOMACIA
P O R
¿Qué sucede cuando los tiempos de la diplomacia no dan con lostiempos de las víctimas? - @JoseDavidTR
J O S É D A V I D T O R R E S
P.09
Cuestiones de diplomacia
orría 1980 cuando la
muerte se lleva
consigo a uno de los
últimos remanentes del
totalitarismo soviético
personificado, Josip Broz
“Tito”. Al igual que en muchos
otros casos en distintas
latitudes y distintas épocas, la
muerte del tirano marca el fin
de un régimen. En el caso de
Tito era un régimen totalitario
de corte soviético-socialista,
aunque en inicios de la Guerra
Fría se aleja de la doctrina
stalinista.
Con la muerte del
tirano se rompe con un orden
instaurado desde fines de la II
Guerra Mundial, republicas
empiezan a declararse
independientes y se resquebraja
la identidad yugoslava -si es que
alguna vez hubo tal cosa-.
Surge la figura de Slobodan
Milosevic en Serbia y la de
Radovan Karadzic en Bosnia.
Milosevic como presidente de
Serbia tiene a su mando la
facción más numerosa y
poderosa de lo que antes conformaba el ejército Yugoslavo.
Pero es en Bosnia donde el horror de la Guerra Yugoslava
decide tomar su más pavoroso antifaz. Como cosa natural en
conflictos bélicos, afectados buscan moverse a otras ciudades dentro
de Bosnia, una de estas fue Srebrenica. Gran parte de la población de
Bosnia era étnicamente Bosnia y musulmana, conocidos como
Bosniacs. Luego de tomar gran parte del territorio bosnio con la
ayuda del ejército serbio de Milosevic, Karadzic rodea Srebrenica con
sus tropas, establece una forma de bloqueo; las primeras muertes
entre bosniacs empiezan a darse en los mayores y en los niños, por
falta de comida y medicamentos; luego, el horror.
Una masacre total, una limpieza étnica de horripilantes
proporciones. La mayoría de las mujeres y niñas se les deja huir
como estas puedan, pero son hombres y niños los que sufren las
peores consecuencias. En el mes de julio de 1995, más de 8000
bosniacs fueron vilmente asesinados por el ejército serbio. Ante esto
se da en el CS (Consejo de Seguridad) de la ONU una iniciativa
impulsada por el entonces embajador venezolano Diego Arria, y se
declara la zona bajo administración de las Naciones Unidas; poco
efecto surgió, siguieron los atropellos y la hambruna.
Finalmente debe
intervenir la OTAN con su
poderío militar y obliga a Serbia
a ir al campo de la negociación.
Cabe pues, preguntarse, ¿cuál
debe ser el rol de los organismos
multilaterales en los conflictos
bélicos? ¿Es concebible que la vida de un grupo de seres humanos
tenga que ser puesto en espera por cuestiones de diplomacia y sus
tiempos? ¿Dónde está la línea entre el medir, mediar y actuar, cuando
de vidas humanas se trata? Creo firmemente que son preguntas que
hay que hacerse, aunque perturben en lo más profundo de la psique
y en el hondo pozo de las ideologías.
C
Una masacre total, una limpieza étnica de horripilantes proporciones. La mayoría de las mujeres y niñas se les deja huir como estas puedan, pero son hombres y niños los que sufren las peores consecuencias.
LAGUERRAACABÓ
P.11
PorLorenzoRodríguez
REPARTIRSE EL MUNDO DEBE SERSENCILLO, SOBRE TODO SI TIENESARMAS NUCLEARES -@LORENZOERV
La guerra acabó
n 1945 cuando
en el ocaso del
poderío europeo se
erigían como los nuevos
pilares antagónicos del mundo
los Estados Unidos y la Unión
de Repúblicas Socialistas
Soviéticas, el viejo continente
todavía conservaba una
última carta bajo la manga.
Esta artimaña no fue otra que
la reconfiguración mundial a
través de la creación de un
organismo multilateral que, si
bien en principio ha sido la
institución más efectiva como
árbitro internacional, presenta
un vestigio imborrable del
antiguo orden.
Uno de sus órganos
característicos: El Consejo de
Seguridad, se presenta ante
nosotros como un botín de
guerra, un recordatorio de la
primera mitad del siglo XX.
Observando detenidamente a
los cinco Estados permanentes del Consejo, sale a relucir que esta
membresía distintiva se debe a que los integrantes son los
vencedores de la Segunda Guerra Mundial.
En base a esto, y con la teoría weberiana como sustento
académico se puede abordar
el dominio del Consejo de
Seguridad sobre la comunidad
internacional desde los tres
tipos de legitimación.
En principio, la
legitimación tradicional de este bloque puede notarse a simple vista;
países que consuetudinariamente han sido imperios, referentes
culturales y económicos ¿Parecería extraño no darles su asiento, no
es así? Ciertamente, expresiones de poder suave como el anterior se
complementan con dosis de legitimación carismático-caudillista que
no requieren más fundamentación que remitirse a la tesis del
Gendarme necesario de Vallenilla Lanz, solo que esta vez se tiene una
compañía entera.
Por último, en la legitimación legal basta acercarse a la Carta
de Naciones Unidas y a todo el aparataje jurídico emanado por el
Consejo para vislumbrar como cada acción coercitiva llevada a cabo
desde esa sala no es solo legitima, sino legal.
En 1945 la guerra acabó y ese año cinco gobiernos se
repartieron el control político de la comunidad internacional como
si hubiera sido una partida de baraja; poco importó, nadie dijo nada
a tiempo.
E Sale a relucir que esta membresía distintiva se debe a que los integrantes son los vencedores de la Segunda Guerra Mundial.
Brexit
We want ourcountry back
Las razones que han traído la secesión a Europa. El comienzodel fin dicen muchos, veamos que dicen los britancos
P. 13
El ocaso de Occidente-@DouglasVT
Escrito por Douglas Villasmil
We want our country back
ace poco menos de
un mes, el 23 de
junio, aconteció en
el Reino Unido un hecho de
histórica trascendencia para el
esquema geopolítico de la
Unión Europea, cuyos efectos-
especialmente económicos- no
han tardado en impactar las
relaciones de poder y el
sistema político británico e
internacional. Me refiero,
pues, a la salida del Reino
Unido de la Unión Europea, a
través de un referéndum -
propuesto por el líder del
Partido Conservador Británico
David Cameron, y promovido
por el Partido de
Independencia del Reino
Unido (UKPI)- que arrojó
como resultado la victoria del
abandono regional, con un
51,9% de los votos, frente a un
48,1% en favor de la
permanencia. Tal hecho
devino, en concatenación, en
dos consecuencias principales:
a) la caída en los rendimientos
de bonos financieros más alta
en la historia británica desde
1703, y la depreciación de la moneda nacional hasta mínimos de
1985; y b) el anuncio de dimisión del primer ministro Cameron para
antes de octubre. Ergo, el Brexit ha constituido, a posteriori, un
fenómeno generador de tensiones, polarización e inestabilidad en la
dinámica político-económica de esta nación.
Empero, la legitimidad de este proceso (todavía en curso, en
anuencia al artículo 50 del Tratado de Maastricht) ha de entenderse
más allá de los aspectos electorales, definida antes bien, con mayor
amplitud por los elementos de dominio esgrimidos por Max Weber
en su obra El Político y el Científico (1919), con arreglo a los cuales
toda legitimidad procede bien de la tradición, del carisma o la
legalidad.
Así, una examinación histórica de la composición del Estado y
la nacionalidad británica, desde los siglos XIV y XV hasta el presente,
dará cuenta de que en el RU existen fundadas razones para sostener una
idiosincrasia anti-europeísta, que incluyen guerras, conflictos, rivalidades
armamentísticas y culturales con Francia y Alemania -principales
promotores de la Comunidad Económica Europea (CEE) y de la UE-
y diversos movimientos socio-políticos que, bajo el orgullo del
carácter “insular y diferenciado” de la Gran Bretaña, rechazan la
unión, calificándola de “Cuarto Reich” o de “Nuevo Napoleón”.
En palabras de Weber, existe un “eterno pasado de la
costumbre consagrada por su inmemorial validez y por la
consuetudinaria orientación de los hombres hacia su respeto”, esto
es, la tradición histórica británica fundamenta legitimidad al Brexit,
como dominio de la expresión euroescéptica o nacionalista. En este
sentido, el carisma es otro significante elemento de legitimidad en
este fenómeno, contenida en la <<autoridad de la gracia>> del jefe de
partido, que, dado el sistema parlamentario británico y su inherente
democracia de partidos, representa una figura esencial en la
formación del referéndum. Difícilmente habría resultado victorioso
el Brexit de no ser por la campaña propagandística del UKPI y el ex
H
alcalde de Londres Boris Johnson, con proclamas como “We want our country back”, que apelaban a la
vocación de los jefes de partidos para conducir este proceso de secesión. La legalidad es la fuente de menor
legitimidad aquí, puesto que el referéndum no es vinculante a los actos ejecutivos del gobierno, y es
susceptible de anulación por el parlamento con voto mayoritario simple. Finalmente, si reducimos las
implicaciones de legitimidad a la cuestión electoral, encontraremos un crítico escenario de polarización y
división, tomando en cuenta el estrecho margen de diferencia entre ambas opciones, que en cierto modo
vendría a ser lo que el filósofo socioliberal inglés J.S. Mill llamaba “tiranía de las mayorías”, en tanto
imposición irrevocable de la regla mayoritaria sobre las decisiones que comprometen a toda una nación,
en desmedro de un importante 48% de la población.
Diseño y diagramación
Lorenzo Rodríguez
caricaturista
Augusto Arvelo