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8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
1/22
PR N P OJ
8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
2/22
R E V I S T A M E N S U A L T E R I C A Y P O L T I C A
E D I T A D A
P O R EE
C O M I T C E N T R A L D E L P A R T I D O C O M U N I S T A D E C H I L E
Direccin y Administracin:
Moneda
712.-^
Tel. 64530
SANTIAGO
D E CHILE
D I R E C T O R :
G A L O
G O N Z L E Z
SEGUND POC
Santiago, marzo de 1944
nmero
33
S
U M
R O
ELIAS
LAFERTTE:
GALO GONZLEZ:
HCTOR
ALBORNOZ^
JUAN JACOBO(
PELIKO:
COMIT DE ALUMNOS:
ALFREDO ESCOBAR:
La Unidad Nacional
Antinazi:
poltica
i Justa de est ora
50 aos de vida de
Vtctorio
Codovilla.
P R O B L E M A S D E C H I L E
Ganar
los
Municipios
para la De-
mocracia.
Pasado,
Presente y Futuro
del Cobre
en
nuestro pas.
Planificacin de
A S P E C T O S D E L P A R T I D O
Produccin Agrarls.
Experiencias de la Escuela Central
de
Cuadros.
i La disciplina en
nuestro
Partida
C U E S T I O N E S D E A M E R I C A L A T I N A
PAULINO GONZLEZ ALBERDI:
El Gobierno
de
Ramrez, pulmn
de
1
conspiracin
nazi en
Amrica
D E L P A N O R A M A I N T E R N A C I O N A L
ESTER QUILODRAN: En el Da. Internacional de la Muje,
D E L T E S O R O M A R X I S T A
L E N I N I S T A
M, SORKIN:. Marx y la Comuna de Pars.
E N E L
P A S
D E L S O C I A L I S M O
V
7,
WARES: .
Lenin
y el Estado Sovitico.
C O M E N T A R I O D E L I B R O S
DISS-O
MUOZ:
Fundamentos del Socialismo en Cuba, por
Blas Boca.
8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
3/22
Poltica usta
P o r ELIAS LAFERTTE-
?L glorioso Ejrcito
R o jo ha
iniciado
la
fa se f ina l
de la
expulsin
de
los invasores nazis
az i
j a r d n sovi-
tico.
El hitlerismo, condenado a la
derrota inminente, ahora no t iene
otro recurso que replegarse a
la'
es -
pera de l
golpe decisivo.
La prxima derrota del ms
prf i -
do enemigo de la humanidad mar-
car ,
p o > r
un a par te, la
def ini t iva
inauguracin de una era de plena
expansin
de los
pueblos,
y determi-
na, desde otro ngulo, elinstante de
lo s m x
:
m os esfuerzos y sacrif ic ios
a fin
d e.
derrotar cuanto
antes
al
enemigo y apiaslar los desesperados
esfuerzos
de la quinta columna mun-
dial y los munichistas que'extreman
sus maniobras a fin d que , au nq u e
per d id a l a g u er r a , pu ed an g ana r u na
pa z qu e bur le las
esperanzas
de los
pueblos y
conserve
las races de l
fascismo.
El camino recorr ido por las Jvacio- .
les
Un id as
hasta
llegar a la puer ta
te la. victoria, , presenta un inters
y
un a
leccin inapreciables
para las
fuerzas d em ocr t i ca s
de "todo el
mundo: en su curso se ha man:fes-
tado la
po l t i c a
m s
a c e r t a da
para
l i qu ida r al
h i t l e r i smo .
Esa. pol t ica se ha a sen t ad o sobr e
t os
bases
p r i n c ip a l e s : la
u n i d ad
na -
c iona l an t inaz i en el inter ior de cada,
pas y e l c rec iente entendimiento de
la.s
nac iones am an tes de la l ibentac
como consecuencia de ese proceso
i n t e rn o . Pases de d iverso g
v
ado de
desarrol lo ,
de
opuestos
r e g me ne s
pticos, ha n
de j a do
en s e gu nd o
p ia n o su s
intereses
particulares y
sus d i fe rencias
an t e
la
c o m n
dec i-
sin y neces idad de combat i r al ene-
migo
feroz
qu e amenazaba
re/rasar
la histor a ?n c en t en a re s d's aos.
Sobre esta u n i d ad nac ional e n-
t e r nac iona l
de
todas Ja s
fuerzas , y
naciones democrt icas, conseguida
tras
enconada batal la contra profas-
cistas, munichistas y t r o t sk i s t a s , ha
podido surgir el gran
v i r a j e
de la
g ue r ra ,
que en
este
a o
1944 llega
a su cspide.
Esta exper iencia , esta
leccin for-
midable que
nace
en la f r agu a
mis-
ma t e la guerra , debe servir de
b r j u l a al movim iento democrt ic o
de todos los pases. En todas par tes
se repite
el
mismo f en men o : all
donde los
sec tores
an t inaz i s au nan
su s
fuerzas ,
como en Yu g oes l av ia ,
C h in a , Francia C omb atiente, etc . ,
el
pueblo avanza
y el
fascismo
se
bate
en r e t i r ad a . All
donde
los-Gob
:
ernos
abrazan act ivamente la
causa
de las
N ?cienes U n i d a s no slo se re fuerza
el
im pu l so com n
sino qu e
t am bi n
se
a seg u r a
e l
por v en i r
de esa
nac i n ,
como
los casos
de Checoes 'ovaquia,
lala,
etc.
Esos p ro f u nd o p r oceso , m ad u r ad o
en,1a unidad y accin de Jo s pueblos
contra
el
hit ler ismo,
es el que ha
dado u n ca r c t e r t an t r a scend en ta l
a
esta guerra , superan do su mero
p lano m i l i t a r
hasta t r ans f o rmar l a
en un em ba te a f o n do contra todo
vestigio
de
opres 'n
n a c i o n a l o in-
tsrnacibna
1
.
EL
P A N O R A M A
DE
A M E R I C A
LATINA
L a t in o a mr i c a no es una nsula
a i s l ad a
de
mundo . Para nuestros
pases e."'.'os h ec h o s
revisten
la
mis-
m a h o n d a i m p o r t an c i a .
En n ue s t r as Re p b l i ca s , de real i -
da d
sem-icblonial
en
diversos
grades,
esa unida nac i o na l a n t i n a z i que en
otras nac iones se ha fo r jado en el
calor
mi s mo
de l
co mb a t e ,
nom a d u r a
t o d av a co n
'a
ne ce s a r i a envergadu-
ra y
rapidez.
El
predominio
de ol-
garqulas retardatarias, admiradoras
de l
salvaj ismo ant ipopular
y anl'i-
obrero del nazifascismo y l igadas
por
evidentes
intereses a loselemen-
to s munichistas de l
. imperia l ismo,
unido al
incipiente desarrol lo
y la
reducida influen cia de' las
capas
burguesas, de la clase obrera y el
campesinado, dan el cuad ro expli-
cativo de l retraso y la inestabil idad
de l
movimiento democrt ico.
Ahora bien :
en
n i n g n instante
de
nuestra historia
se ha dado un
momento m s favorable para supe-
rar
nuestro atraso,
robustecerla de-
mocracia, barrer con la pesada in-
fluencia
poltica y econmica de las
oligarquas
e
impulsar
a nuestros
pueblos
hacia
la conquista de una
mayor independencia
y
l iber tad .
M odio
a la
regresin fascista
envuelve
a
amplios sectores,
de
todas
las
clases
sociales, ideologasycreen-
cias,
en una formidable escala mun-
dial.
Po r
encima
de las
d iferencias
particulares
realmente existentes
hay una comn voluntad de luchar
contra lo que
significa
el
nazifascis-
mo como sistema de opresin y
esclavitud. Igualmente esos sectores,
en mayor o menor grado,
. aspiran
a
hacer efect ivas las fina l idades ex-
presadas
en las resoluciones de Te-
hern
que son condicin necesaria
para
el desarrollo de todas las
fuer-
zas' progresistas
de l
m u nd o .
Esa luchay
esas
aspiraciones estn
respaldadas por la formi dable coal i-
cin
anglo-sovit ico-nor teamericana
qu e no slo est destruyendo la
fuerza de
choque
de l
hit ler ismo, sino
que tambin est barrenando lo s
cimientos de toda t irana , de toda
opresin
imperialista, al planear la
postguerra segn los acuerdos, de
Tehern.
TRES HECHOS
Tres
hechos esenciales nos urgen
a
levantar tambin
en
nuestros pa-
ses esa unidad nacional ant inazi que
es la mejor
garanta
de nuestro fu-
turo.
En pr imer t rmino: en la mesa de
la paz,
cuando
llegue
la
1
'hora del..
reajuste y las naciones hagan o r
sus
aspiraciones,
el
d er ech o
a r
escuchadas, no hay duda, ser
ms.
.lido en parte pr incipal por la con-
t ribucin
a
la
victor ia
q u e - d e m a n d
tantas m u er t es
y
sacr ific ios.
As co-
mo ha ocurrido en el curso de la
guerra , en el cual el apoyo ha s 'do
proporcional
a la colaborac in da
cada pas, al fin de ella, si bien es
cier to que tendr que considerarse
la suerte de
todos,
en la
pr imera
fila
estarn aquellos pueblos.cuya
soli-
d a r id ad fu e m s vigorosa y act iva.
En segundo lugar : no podemos
caer en e l ' sue o iluso de creer que
el
colapso
fascista en el
cam po
de
batal la va a t raer el
t r i u nf o
au tom -
tico de la d em ocr ac ia en el m u nd o .
D e n.
:
ng u na m aner a .
Lo que
crea
esta
lucha y madurar la victo-'ia
son las
condiciones objet ivas
para
que las formas democrt icas de con-
vivencia nacional
e
in t e r nac iona l
se
impongan. Pero, para que esto ocu-
rra, ser ind ispensable que las
fuer-
zas ant inazis se hayan hecho tan
poderosas
en su
m ov i l i z ac i n
y
uni-
da d
como para frustrar todas
la s
maniobras del nazifascismo en ago-
na y las esperanzas munichistas da
p r iv a r
a la
Victoria
d e t od o con ten ido
v e rda de ra men t e
t rascendente para
los pueblos.
En t e r cer t J r r n ino :
debido
a la
rea l idad
econmico-social , ms o
menos comn a nuestras naciones,
el las const i tuyen uno de los frentes
d bJes
de la
democracia .
Es por eso
que el
fascismo t iende
f . - - i s ojos vo-
races hacia estas nac iones pa r a
establecer
campos
de fu turas accio -
nes.
Moviliza
ac t iv am en te su s
quin-
tas columnas y encuentra poderosos
aliados
' en las
ol igarquas
prof
ascis-
' t a s q u e t em en ju s t i f i c ad am en te l a s
consecuencias
de l
t r iu n fo democr-
t ico. Yaeste f r e n t e l a t inoam er icano
ha sufr ido dos roturas: Argent ina y
Solivia.
En ambos pases, va l indose
v
de lo s mismos factores que le dieron
el
t r i u n f o
en
m u ch as
naciones de
Europa, la quinta columna aprove-
ch la fal ta de una amplia un ida d
democrt ica
y el
desprestigio
de
lo r
.Gobierno^
antipopulares y
c o n c i a -
f AGINA
PAGINA TRES.
8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
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8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
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tuzca en la consecucin de ios obje-
tivos
q ueaseguran elfu turo de lpas.
Nosotros creemos que cualquier
teora, cualquier lnea pol t ica , debe
surgir de un anl isis-objet ivo de las
condiciones
reales
de cada momento
y que la experiencia y la
prctica
son
las supremas
verif icadoras
de
ellas. Po r ello,pese a los votos
Radi-
cal y Socialista,
ins i s t i remos
en
nuestra posicin de
u n id ad nacional
antinazi. Esa lnea no ha brotadode
especulaciones
abstractas ni de con-
clusiones formalistas.
Ha
surgido
de
la realidad misma de nuestra estruc-
tura
econmica
y denuestras
fuerzas
sociales^ y de la necesidad urgente
deaplastar al
fascismo
y aprovechar
para nuestra nac i n las condiciones
inmejorables
qu e para su desarrollo
y
progreso
ind epend ien te crea la
victor iosa lucha m u nd ia l
contra el
hitlerismo.
Se
trata
ahora de
redoblar
los es-
fuerzos po r ac la r a r y convencer a
las
masas
y a los sectores
democr-
ticos de la meridiana justeza de
nuestra pol t ica . Y nuestro
Partido
puede y tiene que hacerlo: es el
imperativo de estos momentos.
'fAGINA
SO
AMOS
DE
VIDA
DE
V I C TQ R I O
CO D O VILLA
P o r
GALO GONZLEZ'
V
I I C T O R I O Codovilla acaba de cumplir
medio iglo de
vida.
Victo- io
Codovilla
'es actualmente una de las f i gu r a s m s
grandiosas
y
esclarecidas
de
Amrica,
un
ejem-
plo
de
dirigente bolchevique completo,
qu e
re-
ne en s condiciones
c::'raordinarias
de
capa-
cidad e in tel igencia para abordar los proble-
mas que se
presentan
en
cada momento
de la
vida diaria, por ms complicados y difciles
que ellos sean.
Es un
ho mb r e
que une la teora
mar x i s t a y la prct ica revolucionar ia , que ha
ent regado toda
su
vida
a la
causa sagrada
de
la clase obrera y a la lucha de los pueblos por
su l iberacin . Mil i t an te de movimiento revo-
lucionar io y
popular desde
su ms
temprana
juventud, s iempre
ha
estado presente
y
com-
batiendo donde la lucha
del
pueblo era ms
ceia,
ardua
y decis iva. Ha sabido encauzar-
las
masas
con
decis in
y
valenta, conducin-
dolas por el camino j - ' s t o de sus conquistas
econmicas, sociales
y
polticas.
Victorio Codovi l la es un hombre que luch
por la formac in del Frente Popular francs ,
el cual conquist una s?n? de val iosas mejo-
ras sociales, que
acarrearon
un
aumc-.o
con-
siderable de bienestar al pueblo de la histri-
ca
Comuna de Pars .
CoHovil la v iv i
toda la
gloriosa
lucha
del
pueblo espaol cont ra
el
fasc i smo, poniendo la pleni tud H e sus conoci-
mientos .y
de su capacidad a su servicio. Ha
ent regado tambin su va lioso aporte de fo-
gueado
d i rigente
p o p u l a r
a la lucha po r la
unidad anti fasc i s ta en In glater ra . Tal es un
breve
r e s u men
de la
t a l l a r evo l u c i o n a r i a
de
este abnegado dir igente revolucionar io bol-
chevique.
Siendo apenas un muchacho y por oponer-
se a la aventura im per ial i s ta guerrera de Tr -
poli, el joven d i r i g e n te s o c i a l i s t a ya lo t.ra
K n
ese entonces
- - f u e
dester rado de I t a l i a , in-
corporndose,
a l soc ia li sm
a r gen t i n o . A l l e n -
cabez, ju n i o
con
a
gran 'gura
H e
Ro d o l fo
Ghioldi , l a corr ien te m a rx i s t a c o n t r a los re-
f o rm i s t a s
bernstein ianos
eme actuaban en else-
no
del Partido Socialista argentino en aquella
poca. A raz de la pr imera guerra imperialis-
ta, en
los
aos
1914-
18, dicha
corriente
mar-
xis ta adopt una posicin consecuentemente
revolucionar ia fren te
a
ella, combatindola
como una guerrade rapia , desencadenada con
f ines de apropiacin de las fuentes de riqueza
y de los
mercados,
que
persegua
un a
nue-
va redis t r ibucin del planeta , en
provecho
ds
l a s . g r ande s
potencia imperialistas
que s dis -
putaban el predominio del mundo colonial, a
objete
de
mantener
la
subyugacin,
opresin y
explotacin de los pueblos.
En e l
Congreso
de la
Ve rd i
t r iunf la
co-
mente
in ternacional is ta
de la
cual
Codovilla
era eldi r igente m s destacado. Pero la
direc-
cin del ^Partido Socialista no acat la reso-
lucin
del
Congreso
y
expuls
a los
interna*
c iona li s tas ,
quienes en enero de
1918
fo rma-
ron
un nuevo Par t ido , el Partido' Socialis ta
In ternacional ,
En
1917 dicha corr ien te marxis ta saludal-
borozada
la
gran Revolucin Social i s ta
de Oc-
tubre
y
mo vi l i z
a las
masas obreras
y popu-
l ares argent inas
en
apoyo del- nuevo
poder
que acababa de establecerse en Rusia ,el Poder
Sovi t ico ,
mi en t r a s l o s r e fo r mi s t a s d e
la
Se -
gunda
internac iona l
condenaban
y
combat an
la
revolucin bolchevique
y
pedan
el apoyo
para Kerensky. Este,
es un
hecho his tr ico
de
gran
importanc ia
y t rascendencia
comparable
a la
ac ti tud
de R ecaha rren , que, di r igiendo
nuestro Partido, asuma en esa poca la mis-
ma
posicin frente
a la
revolucin
bolche-
vique.
El Part ido Social i s ta In ternacional real iz,
a comienzos de 1918, grandes
demostraciones
en
apoyo
a la
Revolucin Bolchevique.
En
1919, cuando
e l ' E j r c i t o
Rojo se acercaba a .
Varsovia, h ubo ma huelga de sol idar idad con
la causa sovi t ica.
En el Par t ido .Socialista In ternacional , Co
dovi l la luch
por la
adhesin,
a Ja I.
C,
pr-
f'AGINA
SJ&TM
8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
6/22
va aceptacin
de" las 21
condiciones; asi
e
Partido Social ista Internacional se t ransform
.en Part ido Comunista-apenas,
f u nd a d a
la I. C,
siendo considerado Part ido Fundador de e l la.
En el I
Congreso
se
hizo r e p r e se n t a r
a
tra-
vs de la de legacin i t a l iana, y en el II Con-
greso
pa r t i c i p
directamen te a t ravs de Ro-
do l f o
Ghioldi .
Codovi l la
so s t uv o
una
ucha constante
y te-
tiaz
por la construccin,
formacin , pur i fica-
ein y consol idacin ideolgica de l Part ido
Comunista Argent ino,
del
cual
es uno de los
m s
eminentes
fundadores. Figur en su pri-
mera di rect iva, de la cual Luis E. Recabarren
fu e
Secre tar io General ,
y
Victqrio Codovil la,
tesorero. C o mb a t i , enrgicamente todas las
desviaciones
de derecha e izquierda que apa-
recieron en el seno
del
nuevo Part ido, y que
t ra taban de
mi n a r
su
un i dad i n t e r na
y an de
l i qu i dar l o . Tuv o
que
l ibrar grandes batal las
contra
el opor tunismo
de r e ch i s t a
de
Peneln
y de sus secuaces y contra e l "chispismo"
t r o t sk i s t a . Pero
su
vigorosa lucha
po r
d e fen -
der los principios de l marxismo no se l imit
n i c a men t e a las f i las de l
Pa r t id o;
abar caba
todo e l movim iento de la clase obrera argen-
t ina, impregnadoen tonces de anarquism o y re-
ormismo, exportados de l movimiento obrero
europeo. Luch por orientar e l Partido hacia
las masas, hacia las industr ias fundamentales ,
Jiacia los
obreros
y
campesinos.
Queriendo conocer
a
fondo
y en
f o r ma
di -
recta
el
mo vi mi en t o r e v o l uc i onari o mundi a l ,
Codovil la part ic ip despus
act ivamente
en la
lucha de l prole tar iado europeo
en
diversos pa -
es'. Fue
uno de los ms
notables dir igentes
y .
organizadores de los congresos mundiales con -
t ra e l imperial ism o y t raba j junto a
I l c nr i
Barbusse y
Ro ma i n
Rol land. Su gran amor
y cario sin l mites a la causa de la c lase
obre ra y e l pueblo, su
ta len to ext raordinar io ,
puesto por entero al servicio de e l la; e l
cau-
' tlal de
r i qu s i mas
exp e r i en c i a s 'r ec o g i d o en los
movimientos de masas, a c u mu l a d o y a s i mi l a -
do en sus
largos aos
de
l uch ador popul a r
y
ant ifascis ta en Francia, Ingla terra y , cspecial -
itnente, Espaa , lo conv i r t i en un gran
maestro revolucionario,
en
un
m a g n f i c o
f o r -
t r iador de cuadros proletar ios , en un
slido
or-
g an i zador
de las luchas de las
masas ,
en
un
, Valiente y claro escri tor marxista. Su excep-
pional
talento revoluciona rio
lo demuest ran
gus obras en cada uno de los pases
donde
ha
Actuado,
su gran
visin para encontrar
los
Hombres
y
saberlos colocar
a
cada
uno en su
aema
Sitio, d acuerdo conla capacidad, condiciones,
Vocacin y
cario
qu e
sientan
por un
de termi-
nado t rabajo. So n proverbiales su paciencia ,
senc i llez y
constancia para ayudarlos
en su
desarrol lo
y
f o r mac i n
a
t r av s
de
consejos
polticos, alentndolo s y estimulndolos para
que
a suman
su
r e sponsab i l i dad
de
dir igentes,
for talecindoles su lado "f laco", sealndolos
y
cr i t icndolos construct iva y
fraternalmente.
Es 'asi como ha sabido formar decenas y cen-
tenares
de
(
c u a d r o s
dir igentes
revolucionar ios
marxistas en Europa y Amrica. Sal iendo de
los marcos
del
Part ido, ha ayud ado ms
a ll
de sus
f i las
t ambi n a la.
f o rm a c i n
de lu-
chadores revolucionarios consecuentemente an-
t i fascis tas . Ha rodeado tambin de una atms-
fera
de
est mulo
y
cario
el
surgimiento
de
cuadros inte lectuales sanos, l igados al pueblo
y a la clase obrera.
El e jemplo ms reciente es e l de Argent ina,
cjond, a
pe sa r
de la
i legal idad
en que
mantena
al P ar t i do ' C omun i s t a el gobierno de Cas-
. t i l lo,
ayud al
desarrollo
de una p l y ade ' de
cuadros proletar ios , entre e l los dir igentes tan
magnficos como Arnedo A l va r ez , Secre tar io
General de l Part ido Com unista Argent ino.
Es-
tos cuadros han sido capaces de organizar la
lucha, en las ms d i f c i les
co ndiciones, con-
tra la
odiosa dictadura
de
R am r e z , man t e -
niendo en
al to
la
bandera
de la
U n i dad
N a-
c iona l Anti fasc i s ta , qu e
cada
d a
adqui e r em a-
}
r
orcs proporciones, abarcando
a
todas
las ca-
pas de la
poblac in,
a r g e n t i na an t i fascis ta
anhelante de lu c h a r por la const i tucional idad
y
l ibertades pblicas
de su Patria
Comjfrendiendo
que la
primera batal la
con
el enemigo n me r o 1 de l a H uman i dad ,
el
Fascismo,
se l ibraba en la t r inchera de la Re-
pbl ica
P opul a r Espao l a ,
si n
v ac i l a r
un
mo -
nien',0 y s in darse un ins tante de t regua, Co -
d o v i i i a se en t reg de
l i mo
a defenderla de
la
invas in
talo-germana
y de la
rebe l in
franquista .
Di o
a
ella toda
su
val iosa
conlr ibu- .
ion,
poniendo
sus
conocimientos
y
capac idad
al
servicio de la gran causa que d e f e n d a el pue -
blo
espaol.
Desplegando su g r an t a l e n to
'de
organizador , lo a y u d a orienta rse en la l u c i a
contra
la
rebelin
y la i n v a s i n del
a s c M nn .
Teniendo
je fes de l
e st i lo
y
t e m ple bo lchcvicme
.
de
Jos
D a z ,y Pasionaria', en cuyo
desarrol le
Codovil la jug un g r an papel, el pueblo espa-
o l fu e capaz de sostener la lucha ms tremen
da y d e s ig u a l
por espacio
de 32
meses ,
contra
fuerzas ab r umador ame n t e superiores enh o m -
bres y en material de guerra
EL APORTE DE
CODOT1LLA
AL
MOVIMIENTO LATINOAMERICANO
E
N seguida, comprendiendo con clar idad
que el fascismo
seaprestabaal
asalto
de
Amrica y, especialm ente , de su pa tr ia
adopt iva,
Argent ina, Codovil la entreg su
fer-
vor , act ividad y capacidad de dir igente ant i-
fascista
al
mov i mi e n t o
de
nuestro Cont inen-
te . La Unin Nacional de Mxico, de Cuba, de
Chile,
de
U r ug uay ,
etc.;
deben
a
Codovil la
su
Valioso
aporte de di r igente orientador. Nota-
bles son las ensean zas que Codovil la ha dado
a este poderoso movim iento en marcha en los
pases de l Cont inente Americano. La precisa
expresin de sus plan teamientos en cuanto a
organizacin , la
a m pl i tu d
que debe tener y
quienes
deben
partjcipar en l, son
p r ob l e mas
< j u e
Codovilla ha
cont r ibuido
enormemente a
resolver.
En su
mag n f i ca ob r a
"L a
U n i n Nac i ona l
es la Victoria", l lena de t i les enseanzas, Co-
dovil la
expresa respecto de la
ac ti tud
de los
comunistas f rente a los catl icos, lo s iguien-
tes pen samientos t
"Frente a esti noble
sentimiento
de
los
catlicos,
cul debe
ser la
acti-
tud de los comunistas, de todos los
antifascistas de
nuestro
pas?
D ebe
ser la de
valorar esas nobles senti-
mientos,
acercarse
cordialmente a
ellos, respetar sus creencias rcliyif*-
sns y obrar en forma de conseguir
que ese sentimiento cristiano se trans-
forme
en
fattor activo
de la lu-
cha comn
contra Ilitler y los de -
ms agresores de l Eje. De ese modo,
debemos tratar de incorporar a los
catlicos al movimiento de Unin Na -
cional para defensa de la
Patria,
pa-
ra la colaboracin con los Estados
Unidos en a defensa de Amrica
contra la agresin del Eje, para la
ayuda a
la
URSS,
a Inglaterra y a
todos os
pueblos
que
resisten
la
agresin nazi, y tambin para la lu-
cha contra las
actividades
nasifa.t-
cistas dentro de
nuestro
pas". (Pgs.
SO
-y 81).
'Al producirse e l alevoso y cobarde ataque de
Alemania a la
U n i n S ov i t i i ,
qu e
t r an s f o r -
m la
guerra
en una guerra de
l ihe ':i , i
na -
cional, por la l ibertad e independencia de los
pueblos
aplastados y
subyugados
por los ban-
didos hitlerianos,
i
una
guerra
de 1 e'vW*
zacin
contra
la
barbarie,
Codovilla.,
como
di
rigente
del
Partido Comunista argentino, im
puls y contr ibuy a crear y organizar
ua
fusrte y poderoso movimiento de Ayuda a lal
Naciones U nidas, especialmente a 1
URSSt
que alcanz e l segundo lugar en e l mundo, des
pues
de los
Estados Unidos, haciendo
va-
rios
envos por una suma de alrededor
de^ tf
mil lones de
pesos argent inos. Este
movimien-
to logr montar varios talleres de ropa, cal-
zado, laboratorios, que se dedicaban a confec-
cionar
y
preparar vestuario, calzado, al imen*
tos, y medicinas para ser
enviados
a las demo-
cracias en lucha. Adquir i tal mag n i t ud ,
po-
tencial idad y ampli tud que part icipaban, en
l,
representantes
de
todas
las
capas
sociales, sin
dist incin
de posicin social, ideologa poltica
ni
erado
religioso.
Su
f i na l i dad
era
ayudar
a
las naciones q u e con las a r mas en la ma-
no
estn luchando contra e l fascismo. Ad-
quir i tal arraigo en el pueblo, que, a
pesar
de la represin de la dictadura de Ramrez,
f|ue lo declar ilegal, cerrando sus locales y
conf iscando
sus
enseres,
ha
sido capaz
de re-
colectar,
en la
clandest inidad,
la
suma
de 125
mi l
nacionales argent inos, enviados a Monte-
video para ayudar
a las
Nac i one s
U n i d as .
Codovil la al referirse a la ayuda, deca
te
siguiente :
"E s
preciso
comprender qvnmientrai
esa situacin
no
cambie,
a Hitler no
le
faltarn medios ni hombres para
continuar
su
obra criminal
de
des
traccin
y de muerte. He aqu a cati*
sa por que el
pueblo
sovitico necesi*
ta y reclama la ayuda de todos lot
pueblos civilisados.
Ayuda
en
armas,
vveres, medicamentos y ropas. Ayu-
da
militar
a fin de que la bestia
agresora sea acorralada, tomada en-
tre dos
fuegos
y exterminada sin ms
tardanza.
No es este un reclamo de l pueblo
Sovitico
solamente: es el
reclamo
im-
paciente y clamoroso de todos lot
hombres
civilizados,
de
todos
los pa-
triotas
previsores, en todas las latitu-
des de atierra. Y lo es, porque ayu-
dar
a la URSS significa para todoi
los pueblos una accin de defensa
dt
su
propia Patria,
de su
propia
inde-
pendencia, de su propia libertad,
dt
su, propio bienestar
y de su
propio
porvenir .
(Del libro "L a Unin N-
cional
u a Victoria . Pag.
62).
8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
7/22
E gobierno "'reaccionario y "neutral ista"
del seor Cast i l lo comprendi que tenia en
Codo villa un po deroso en emigo, que este in-
cansable y abnegado combat iente de vanguar-
dia no
s? dara
un momento de tregua en
la
tarea
que se
haba t razado, como dir igente
d el
Part ido C omunista Argent ino, de
uni r
a todo
il
pueblo
de su Patria en un poderoso y s-
lido movimiento de U n i n Nac i ona l A n t i f a s -
cista, para la lucha act iva contra los agentes
del
Eje , saboteadores
y
quintacolumnis tas ,
pa -
ra hacer marchar al pas, por e l camino del
honor y la dignidad rompiendo con e l E j e ,
Incorporndolo
al fren te Co nt inental y Mun-
dial A n t i naz i .
Por esto e l Gobierno de Cast i l lo t rat de
plastar su act ividad y de acal lar su Voz. Pa-
ra
conse g ui r l o
lo
apres
y lo
h i zo
c on f i na r
en
Un
pequeo
y so l i t ar io pueblo del i n t e r i o r de
la pampa. Pre tenda aislar lo, por cier to, va-
n a men t e ,
de las
masas obreras
y
popul a r e s ,
que
cada
d a
compr e nd an
ms y m s los
fer-
vorosos l lamados
de
Codovi l la
por la
U n i d a d
Nacional de todas las fuerzas an t i f a sc i s t a s ,
iin d i s tinc in de
ideologas pol t icas
ni
cre-
do s
religiosos, para
la
lucha act iva
por la li-
ber tad e
independencia
de su Patria.
Codovi l la cay en las garras de la prisin
Combat iendo
en
p r i me r a lnea contra
el
ene-
mi go
j u r ado
de la
H uman i dad ,
e l
fascismo.
Cay encabezando una de legacin de la di-
reccin de su P ar t i do , el P ar t i do Comun i s t a
Argent ino , que se
ent revis taba
con la
d i r e c -
cin de la U n i n C v i ca R ad i ca l , a fin de po-
nerse
de acuerdo sobre la es truc turac in del
gran movimiento
de
U n i n Nac i ona l A n t i f a s -
cista,
que se
gestaba
en
A r g e n t i na .
El Go-
b i e rno y la polica de Cas ti l lo vieron enton-
ces el
mome n t o opor tuno par a
detenerlo. La
r e u n i n
tena efec to en la Casa Radical , l a
que hizo si t iar para apresarlo, a .pesar de la
enrgica defensa hecha por el P ar t i do Ra -
dical
para
impedi r la vio lacin ,de su
d o mi -
cilio y la
comis in
de ese
ignominioso
a t r o -
pello.
Al
estallar
el
golpe mil i tar revolucionar
del
G r u p o de
Ofic ia les
U n i d o s ( G O U ) , s-
tos
sirvientes^
del Eje han
querido
deshacer-
se de l, pretendiendo
l iqu idarlo
fs icamen-
te, envindolo a l ' pe na l
de Ro Gal legos,
don -_
de sufre condiciones terr iblemente inhumanas.
No se le pe rm i te ropa ni
abrigo
que le
ayuden
n
sopor t a r
las inclem encias del clima en osa
zona a u s t r a l . Se le
obliga
a ves ti r el
t r a j e
de
pres id ia rio y a sopor t a r er r g i me n de un reo
comn,
s in .poder
leer libros
ni
peridicos,
co n
ua
sola
visita
a la
semana,
fr
rejas,
de-
l an te
de un pol ica. Debido a esta horr ible con-
dicin ha con t r a do en la prisin una cit ica
que
ha
puesto
e n
pel igro
s u
vida.
Slo su
g r an
voluntad de bolchevique combatiente, por la
sagrada causa de la clase obrera y de l pue-
b l o ,
le hit permit ido soportar esta dura prue-
ba. El
Gobierno dictatorial
d e
R am r e z
se ha
negado a permit ir su sal ida de l pas, a pesar
de
que
todos
los
tribunales
de
just icia com-
petentes ,
apl icando
la
Const i tucin argent ina,
han
acogido esta pe t icin.
Codovi lla , con su
gran visin
de
dir igente
marxista revolucionario, prevea ya e l golpe
de Ramrez
y
pona
en
aler ta
a la
clase obre-
ra y al
pueblo, llamndolo
a
for talecer
la
un i -
d a d ,
para
impedi r
que se
estableciera
en el
pas un rgimen d i c t a t o r i a ld e represin y de
ignominia , terminando
con las
poqus imas
li-
bertades que an permita el gobierno de Cas-
tillo. A este respecto, deca:
Pero, hay
que
estar alerta Es
un hecho que la banda hitleriana,
viendo
que se le cierran una a una
todas las
puertas
de los pases de
America, y temerosa de que el pue~
blo tambin e cierre las puertas en
Argentina,
acenta
en
estos
momen-
tos sus esfuerzos por empujar a los
sectores neutralistas y pro fascistas
de la oligarqua qu e ansia
instaurar
una
dictadura
'para sostenerse en el
poder contra
la
voluntad
de la
na-
yora del pas hacia un golpe de
fuerza con el apoyo armado de la
quinta
columna
del
Eje.
No hay
que
subestimar las
fuerzas
y las posibi-
lidades
de
maniobras
del enemigo. So-
bre todo, no hay que subestimar la
audacia
y la rapidez con que los ele-
mentos hitleristas pueden lanzarse al
asalto. Es "cierto
que,
por ms que
consigan algn xiio inicial en su
propsito criminal dando su golpe por
sorpresa
y alevosa, el
pueblo domi-
nara
a los
Quislings criollos
y los
liquidara;
pero, no es menos cierto
que eso provocara luchas sangrien-
tas
qu e
se puede y se
debe
evitar. Y
para evitarlas es preciso colocar, de
ms en ms al
gobierno
bajo presin
popular
incitndolo
a
cambiar
su pO'
llica neutralista , que hace el juego
a los fascistas de adentro y de afue-
ra.
Pero,
si a pesar de todo, los
ene-
migos
de la democracia y de la Pa-
tria,
la quinfa columna y os agen-
tes hitleristas intentaran el golpe, la
clase obrera y el pueblo argentino
no deben dejarse sorprender y en la
lucha
por
aplastar
a sus
promotores
deben crear
y
crearn las condi-
ciones para el surgimiento de un go-
bierno
de
Unin Nacional
que
aplas-
te con
mano 'd e hierro
a los
conspi-
radores
hitleristas,
que solucione
la
crisis econmica en favor de los in-
tereses populares,
que
restablezca
las
libertades constitucionales, y realice
en el orden nacional e internacional
la poltica antifascista
que
reclama
la inmensa mayora del pueblo ar-
gentino .
(Del mismo libro, Pgs.
367-368).
La clase obrera, los pueblos de Europa y,
especialmente, de Amrica, que conocen la ac-
t ividad y el
temple
de este ma gn f i c o d i r i g e n -
te revolucion ario, impulsan en Clile, en U r u =
guay,
en
Cuba, Mxico, Venezuela,
en
todos
los
pases
un
potente
y
ampl s imo
m ov i m i e n -
to solidario, para arrancarlo de las garras de
la pri s in en que lo
man t i e ne
e l
gobierno dic-
t a tor ial
de
Ra mr ez ,
hasta conseguir su sal i -
da de l pas conforme l lo ha pedido, a m p a -
rndose
en el
Art culo
23 de la Const i tucin
Argent ina, habiendo ya las Cortes dado su
fa llo
favorable .
Sin duda, la prueba ms clara de que la
r u p t u r a
de re laciones de l Gobierno de Ram-
rez no responde a n i ng n
sentimiento
sincera-
mente
democrtico de parte de l, sino que es
un a
simple mscara o recurso para seguir
t i r a n i z a nd o a
Argent ina,
la
tenemos
en el he-
ch o inaudi to desque Victorio
Codovi lla ,
el an-
t i fasc i s ta
Nmero 1 de ese
pas, sigue preso,
sufriendo
las mismas brutales condiciones de
penado que
conocemos. Ante
el
avance
de l
movimiento de U n i d a d
Na c i ona l
A n t i naz i ,
que se
for talece
en la
R e p b l i ca h e rmana ,
an-
te la pres in
de mocr t i ca
de los
pueblos
y
gobiernos de l Cont inente , ante las abrumado-
ras derrotas que
arrast ran
a la
ca t s t r o f e
a los
ejrci tos naz i s
en los
campos
de
batal la
de la
U ni n Sovi t ica, an t e la
inminencia
del Se-
gu n d o Frente , el clan m i l i t a r pr o naz i c u -
yas contradiccio nes internas se agudizan y
amenazan
es ta lla r
se vio obligado, en contra
de su deseo, a romper con el Eje . Pero iio ha
. ' ( O o p t a d o
n i ng u na
medida seria que ie.iaa a
ha c e r
de e s t a r up t ur a un paso efect ivo y no
una simple frmula, palabras
vacias,
ortlrl
de humo indispensables para po der seguir
opri*
miendo al pueblo argent ino. Vemos as
qu
los minist ros ms
teidamente
naz i s e n t r
ellos el ant isemita Mart nez Zuvir a, cuya re
nuncia se
haba
r u mo r ea d o ,
siguen
en el
ga
binete de Ramrez. Vemos que se clausura e l
diar io nazi "El Pampero", pero al dia si*
guente aparece
el
mismo diario,
con e l
mis
mo di rector , con e l mismo
personal ,
con las
mi s ma s caracter st icas, pero
con un
nombr
dist in to , "Bl Federal". El s inies tro g r upo^ de
los
coroneles
pro
naz i s
de l GOU
sigue
ma-
niobrando
e influyendo
sobre
las
esferas
ofi
cales. "El Cabildo", ot ro pasqun nazi , con
f i esa que la
posicinin ternacional
del
gpbieriv
no no ha cambiado en absoluto, no obstante la
r up t ur a .
Co n
toda justeza, e l Part ido Comunista Ar
gent ino, en su declaracin del 26 de enero de l
presente ao, ha dicho:
"La ruptura de relaciones con Ale*
mana
y con
Japn
a que se ha visto
forzado
el gobierno no ha sido pre-
cisamente por la accin del mismo
en
contra del nazifascismo y su desea*
rada
violacin
de nuestra
soberana^
sino
al
hecho
de que
eran tan
evi*
*
dcntes
los hechos criminales de es-\
pionaje
denunciados por Estados Un*
dos y oros pases que no quedaba
otro camino a emprender.
Que este gobierno est directa*
mente comprometido, y es el culpable .
principal en todas las maquinaciones
de espionaje por haber realisado una
poltica antinacional in terna y ex-
terna
contraria a los
intereses
de
la nacin
y
del pueblo,
y que por
consiguiente no es el actual
gobierna
garanta suficiente para
ir al
fondo
de la
investigacin contra
los
cu/pa-
bles de este atentado a la- patria ni
para garantizar
la adopcin de las
medidas necesarias
que
corresponden
ante la gravsima situacin que atra-
vesamos.
Que solamente un
gobierno
de
Unin Nacional que restablezca para
el pas el pleno imperio de la
Cons-
tfcicin y devuelva al pas sus
liber-
tades, puede garantizar las medidas
que
permiten asegurar la defensa
de
su integridad ante el atentado
nazi-
fascista v liquidar la quinta
colum-
PAGINA
NCS
8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
8/22
8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
9/22
P R O Y E C C I O N E S P O L T I C A S
Y
S O C I A L E S
D E
N U E S T R A L A B O R
M U N I C I P A L
N u e s t r a
administracin
se ha
empeado
en
proyectar
ampliamente el
rol del
Municipiohacia
las
diversas actividades
de la
ciudad. Nuestro Saln de
Honor, que haba permanecido cerrado para las masas ha servido para que es-
critofe^,
poetas
y
polticos di cten charlas sobre variadas
e interesante^
materias
N u e s t r a
Comisin municipal de Cultura ha prestado gran ayuda econ-
mica
a los
conjuntos
artsticos y
culturales. Tambin
se ha
estimulado
l de-
porte especialmente ej qu e practican ios jvenes y nios de los barrios popu-
lares.
Tambin
es de
importancia nuestra participacin activa
y"entus ias ta en
ia organizacin de la Unin para la Victoria la Defensa Civil y en el apQiyo e
impulso
del m o v i m i e n t o intermunicipalista de
nuestro pas tendiente
a
defen-
der la existencia delMunicipio Autnomo y ampliar sus importantes funciones.
LO QU E
HEMOS
HECHO
P R
EL
PROGRESO
Y EL
BIENEST R
DE LA
CIUD D
Nuestra administracin ha realizado una constante obra deprogre
so
ma,
terial en toda la ciudad. Hemos creado plazas d
e
.juegos infant i le s , hemos for-
m a d o
nuevos jardines
y
junto
co n
renovar
los que
existan hemos
real izado, en
f o rm a inquebrantable un plan para su cuidado y
mantenimiento,
hemos crea..,
do
nuevas plazas
y
como
una
comprobacin
de
nuestra iniciativa
en
este sen-
t ido , baste considerar
que
hemos invertido
ms de 15 mil
pesos
en la
plazuela-
de los
baos municipales hemos quitado terrenos
al mar
para ampliar
la
Ave-
nida Costanera
y
estos nuevos sectores
han de ser
urbanizados
en el
futuro;
hemos arreglado las calles de los barrios obreros m odificand osus niveles a fin
de
dar
comodidades
a los
transentes; hemos organizado
ei'
a?eo pblico
de las
calles y la
extraccin domiciliaria
de las
basuras.
Adems ,
hemos conseguido montar
una
magnfica
y
moderna maestran-
za
municipal
que nos
est permitiendo refaccionar
la
totalidad
de
nuestra
ma-
quinaria
y construir muchos artefactos para resguardo de los rbol-es, y tam-
bin para construir
columpios,
asientos
y
otros tiles para
las
plazas
de
juegos
Infant i le s .
He aqu nuestra labor. Ella representa en lo grande y en lopequeo elPro-
grama
de
nuestro Partido; representa
la
orientacin
y el
contenido de
nes,
tra
accin munici pal.
Las
experiencias recogidas nacionalmente permitirn
sin
duda alguna
que
en el
f u t u r o
hagamos mucho ms en todas la s comunas en donde se a de
nuestra re sponsabi l idad
;
a
administracin municipal pero en lo que hasta aqu
he m o s hecho *-nto en Antofagasta como en Tocopil]a y Galana , el Partido
sin
duda
a lguna ,
podr recoger grandes
y
positivas experiencias
y enseanzas.
ffl
PASADO
PRESENTE Y .FJTM
DEL CORRE ENNU STRO PAS
P o r JUAN JACOBO
D
E N TR O de la extraordinaria ri-
queza
minera de Chile el cobre
constituye
uno de los
rubros
fundamentale s . Solamente, los
yaci-
mientos
de hierro por las posibilida-
des que abren para i montaje de
u
na
industria pesada, pueden colocarse so.
bre l.
Si n embargo una poltica antipa.
triota,.
imprevisora y
nefasta
ha im-
pedido
que ese
metal juegue
su
verda-
dero
rol en la
economa
chilena.El im-
peria l i smo, que
controla
el 82 % de los
capitales invertidos en la industria si
bien ha trado la explotacin concen-
trada y moderna nos ha relegado
ai mismo papel que jugamos
res-
pecto
a otros
productos
c e
nuestro
subsuelo:
al de
simples proveedores
de
materia prima para
el extranjero al
que
tenemos
que
comprarle
los
pro-
ductos manufacturados.
Como en
& i caso
del
hierro
es
ins-
tructivo hacer un ligero bosquejo del
pasado
del
cobre para determinar qui-
nes son los responsables rte nuestra si-
tuacin actual.
PASADO DEL COBRE
En el
siglo pasado Chile estuvo
a
la
cabeza de los pases productores de
cobre.
Nuestros mineros gracias
a la
excepcional
ley de los
metales siguie..
ron explotendo la industria con los
mismos mtodos que usaban los ind-
genas d.eAtacama. Esa es una de las
razones de la enorme
desforestacin
de es
a
zona. A este respecto basta de-
cir que
slo
en
1872 vino
a
introducir,
se el horno de soplete con combusti-
ble de
coke empleado desde muchos
aos
atrs
en los pases
adelantados.
El avance de la tcnica de explota-
cin, el
descenso
en
lag leyes
de
f in o
de
los
metales cuprferos
las
reducidas
posibilidades de las pequeas
e
m
pre.
sas llevaron a la ruina a
los
mineros
chilenos. Incapaces
de
luchar
en el
mercado internacional
por su
explo-
tacin antieconmica dejaron el c ~ m -
po a otros pases... y al imperialismo.
A
este respecto el economista bu r-
gus
Machdavello
apunta
lo
siguiente:
"Si esta rama de la minera no ha
tenido el desarrollo que le corresponde
han sido la inactividad de nuestros
dirigentes
y la
falta
de
espritu
de
em-
presa
de
nuestros mineros
y
capitalis-
tas las causas primordiales de este es-
tagnamiento".
Para cerrar
este
prrafo inclumos
este dato revelador:
En
1876 cuando
la ley de
fino
alcanzaba al 15 %, el
90
% de los capitales Invertidos en el
cobre
eran chilenos;
en
1918 cuando
ya haba'descendido
al 5
%,
el 85.53%
eran capitales extranjeros.
PRESENTE DE L COBRE
P
ES E
al
casi absoluto predominio
del
capital extranjero
el
cobre siguesien-
do uno de los
productos vitales
para
nuestra
economa . A ese
metal
co^-
rresponde
el
72.3
% del
valor total
de la
produccin minera
y
provee co n
ms del 60% de las
divisas
que
precisamos para nuestras compras
n e;
extran-
j e ro .
En elcurso de la guerra se ha efectuados travs de ) cobre nuestra mayor
con tr ibuc in de materiales estratgicos y
C h i l e ,
segn algunos datos,
est
cu -
br iendo
ms de la
cuarta parte
de la
producc in
m u n d l a j
do sobre.
Pese
a .
nuestra condicin
dependiente en la
industria Ae cobre,
y que se
ref l e j a
claramente
en los
retornos
de divisas ya que la enorme
produccin
de las
empresas
a n g l o - a m e r i c a n a s con t r ibuye
solamente
co n
poco
naj 4
lo que
apor-
ta en divisas la incipiente minera nac iona l , es indudable
P U
en *stos momen-
tos el asegurar el mantenimiento de las cuotas actuales d exportacin es un
problema
primordialp ar
a
nuestra
economa.
La
s
?mpresa
s
norteamericanas de
cobre el valor de cuya produccin alcanza a ms de 550millone
s
e pesos deseis
peniques, nos
permiten
d isponer
actualmente
de
cerca
de 60
millones
de
dla-
res
anuales
en divisas. Si a esto unimos la
poblacin
quedepende de las
faena
PAGINA
CATOPCB
PAGINA
QUINCE
8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
10/22
del cobi, convendremos que como asunto Inmediato
lo
esencial e
el volrmen existente de exportacin.
Ya
conocemos
los
rumores amenazantes
que se ciernen
sobre
la industria'
del eebre.
Sehabla
de la
restriccin
de mercado,a la
proximidad
de] fin de la
guerra
y se
temen fundadamente
las consecuencias:
cesanta
y
oscense>
de
nuestros medios
de
importacin.
,
En este punto de problema, no puede negarse que su solucin es total-
Biente dependiente de una cuestin de
poltica
internacional. Tenemos a nes.
tro
favor
las claras resoluciones de
R o
de Janeiro sobre de fensa de lasindustrias
bsicas de
cada pas
y
podemos
con ta r con la
colaboracin
de losportavoces de
Ja
Buena Vecindad en el Gobierno de Estados
Un idos,
pese a que
"aparentemen-
te parece que el trmino de-i conflicto deber coincidir con una menor necesi-
dad de cobre, en la realidad esa previsin
derrotista
coincide co n la visin
muL
cista de la
post guerra
y no responde deninguna mane ra a las
lneas gene-
rales de reconstruccin mundial proyectadas por las Naciones Unidas. Por el
contrario, la prosecucin de
esas
lneas, dibujadas en Tehern y en la Carta
del.
Atlntico, dan base'para sostener que en la post guerra metales fundamen-
tales en la paz
como
en la
guerra,
como es el
cobre, tienen
amplias
posibilidades
mundiales.
Por tanto, en este sentido, la cuestin del reforzamientode
nuestras
lala-
ciones con las Naciones Unidas y con Estados Unidos por medio de una franca
'poltica de solidaridad y contribucin
a
la lucha antifascista, es el nervio y la
salida del problema. No menos impor tante en este aspecto es la posibilidad de
las relaciones comerciales y diplomticas con la Unin Sovitica, tanto por el
enorme mercado
interior
de la nacin socialista como por la evidente fac ilidad
para
conseguir
la
importacin
de
maquinarias,
por
e jemplo , cosa
que an
des-
pierta resistencia
en los
sectores
munichistas del
imperialismo.
FUTURO DEL COBRE
P
ES E
a que
esto e
s
lo
inmediato,
lo urgente, no hay duda que el
problema
central dei cobre re-
eide en cmo aprovechar en forma ms
conveniente
pa-ra
nuestro pas esa
*nrrme
riqueza potencial.
En primer lugar
se plantea
ej pro-
b l e m a de la industria extractiva na.
cicnal . Es indiscutible qu
e
en este sen-
tdo falta una maycr ayuda estatal a
Jos pequeos mineros, pero creemos
qu e
e
n
este aspecto lo
f u n d a m e n t a l
es or-
E ' :niz :r esas
f aen a? ,
concentrar
Ma
produccin,
a
grup.-r
a los
pequeos
m i-
neros.
Este es ei nico camino posible
para asegurar ur\a industria
de
ba jos
costos,
c a pa z
de emplear un a tcn ica
m r d s r n a y que
gravite
v e rd a d e re m e n -
te en ]a
economa
nacional sirviendo
de
base para u na
, m a y o r
indepen-
dencia econmica.
En
faenas
como
s tas , l as peq.uess empresas tienen
mu y poca chae* de subsistir y de~a-
rro"arse:
estarn s iempre csmo un
e n f e r m o a
ou
:
en
hay que aplicarle pe .
rid>,-mente e l ca lman te d
s
la ayuda
fiscal.
En segundo trmino tenemos qu e
plantearnos como msta cercana la no
exportacin de metales en bruto ,
cuyo
rstorno en divisas es
reducido
apre-,
ciableinente por los fletes y otros fac-
tores. Por lo tanto es indispensable
explotar y beneficiar en el
pas
tanto
ei cobre como el oro, manganeso, zinc,
etc.
En el proceso
transformador
de l
cobre tenemos
inicialmente la
fundi-
cin y la
ref inac in .
Ya
est resulto
el establecimiento de la Fundicin de
Paipo te que, aunque ma l
ubicada,
po -
dr llenar es e objetivo con el comple-
mento de la re f in er a
e'
e
ctroltica.
Es.
ta
nueva
indus t r ia , cuyo costo SG cal-
cilla
en 270millones de
pesos,
adems
de abastecer
a las
plantas laminadoras
nacionale s , permitir un aumento en
e retorno fie divisas que
?
calcula en
do s mi l lones de d la res anuales y fa-
cilitar la prov is in de los mercados
de lo s
pases
la t inoamer icanos
veci-
nos.
La e tapa
intermedia hacia la trans-
formacin comple ta de l cobre en
ma-
quinrr ias , ar t icu le s manufacturados,
etc., o cons t i tuye la laminacin y tre.
filscin. o Fea. ]a producc in de plan-
chas , cables y alambres.
Para so-luc
:
onar
r a d i c a l m e n t e
este
prob' ema se ha planeado un a Socie-
da d entre
MADEMSA
y la Corpora^
cin
de Fomento, a
base
de un
capi-
ta l
de 42
mi l lones ,
pa r a producir 8 000
toneladas anuales de laminados, ca-
bles y alambres de c^bre y otros m"-
f
AGINA DIECISEIS
tales
de los
tipos
que se
precisan
para
ei
consumo nacional y para la expor-
t acin. Ccn esa produccin se abaste-
ceran las necesidadesdeimercado in-
terno
y del
plan
de
electrificacin
y
podra exportar se u na cuota impor-
tante a los pases vecinos. Tenemos in-
formaciones de que ya la produccin
futura de esa planta est contratada
por Argentina, para su Ejrcito, con
una enorme utilidad para la sociedad
lormada.
A
primera vista parece claro el as-
pecto positivo
de
esta iniciativa.
Sin
embargo, en su organizacin hay fac-
tores
qu e oscurecen notoriame nte el
sentido
progresista d
e
la
idea.
Por de
pronto,
los intereses de laCorporacin
han
quedado
en
pesada minora fren-
te a los de MADEMSA que son, en el
fondo,
los del ms grande monopolio
del pas: elBanco de
Chile. Esto quie-
re decir que la actividad de esa socie-,
dad no estar
respaldada
por
ninguna
garanta slida de que los intereses
nacionales
sern
cor rec tamente pro-
tegidos. Adems de esta falla notoria,
que
se va transformando en un vicio
esencial
de
toda
la
labor
de la
Corpo-
racin, esta sociedad puede significar
en la prctica la liquidacin de todos
tos pequeos
industriales
laminadores
y trefiladores qu e trabajan en ei pas.
Y este es, sin duda, un problema in-
teresantsimo que surge de la cuest in ,
comentada. En primer trmino, si exa-
minamos en
forma
realista la existen.
cia de
esaspequeas industrias,
nopo.
demos menos dereconocer que su exis-
tencia es bastante precaria y que su
prosperidad
actuai
es
slo
posible por
las
contingencias internacionales
que
han
entrabado
la
Importacin
y,
por
ende,
la
competencia. Esas pequeas
empresas
por razones obvias no tienen
chance de disputar en los mercados
co n la industria concentrada Que tra-
b a j a a costos ms bajos y con mtodos
c ier tamente ms modernos.
A h o ra bien,
a
esos pequeos
indus-
triales
se les
invit
a
f o r m a r
parte da
la gran , sociedad
en
gestacin pero el
porcen ta je mnimo 10 % que se les
ofreci en el total de las acciones pa
rece
no haberles interesado, como
e
ra
lgico, y ya se habla de que ese 10
c
< >
:
se
repartir entre
Mademsa
y la
Ccr-J
poracin.
De este
mismo
hecho
pu-da
deducirse
que
seguramente
si. esa par
ticipacin hubiera sido mayor
no
sol
se habra
dado
una
justa
chance a los
pequeos industr iales sino que tam-
bin se habra reducido la influencia
de
la sucursal del Banco de Chile,
que-
dando la
Corporacin
en mayora.
Toda
esta situacin
reviste
una
gravedad indudable que, al
parecer,
no ha inquietado al Ejecutivo.
Cree-
mos que an es tiempo de darle otra
salida al problema ya que \ sentido
positivoquetienela creacinde esaSo-
ciedad est
siendo dsvirtuado en la
prctica al
colocarse
el control de
ella
en ei gran monopolio del pas que, por
de pronto, se prepone iervir los
obje.
tivos del Gobierno fascista de Ram-
re z despreciando tanto el inters na-
cionaj como
lasconveniencias interna,
cionales
ya
que Estados Unidos, ' lgi-
camente ,
no mirar con buenos ojos
que
su
apoyo
a estas iniciativas
s
aproveche para servir a un rgimen
de
tipo
nazi, opuesto
a la
unidad con-
tinental y a las
Naciones Wnidas.
PAGINA DIECISIETE
8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
11/22
Planificacin
de la
P r o d u c c i n
Agra r i a
E
N
tiempos
de paz la
produccin
nopla-
nificada, no organizada conforme a las
necesidades de la
masa consumidora,
que
Caracteriza al
rgimen capi tal i s ta , l l eva
en s
como una condicin in terna, los grmenes de
crisis econmicas. La produccin anrquica,
guiada solamente por el afn de obtener ma-
yores ut i l idades, sin tomar en cuenta las ne-
cesidades del
consumo
y las
posibi l idades
del
mercado, origina
un a
superproduccin
(apa-
rente ,
por lo
general )
y
sta,
a su
vez,
un a
paral izacin
de las
indust r ias
y
desocupacin ,
la que
disminuye
el poder adquisitivo de las
masas. Todo
este conjunto
de
fenmenos pro-
voca un des equi l ibr io general en la economa
qu e
se t raduce en una crisis. Las cr isis:
traen
1. 1 pueblo desocupacin , hambre
y
miseria.
GUERRA Y POSTGUERRA
En t iempo de guerra elproblema de la pro-
duccin catica se agrava m s an . La
guerra
misma impone cier tos cambios
en el
carcter
de la produccin y en la contextura econ-
mica.
Chile,
a pesar de noestar en
guerra ,
ha su-
f r i d o un a
serie
de
per turbaciones
de
carcter
econmico. Muchas empresas indust r ia les se
ha n vis to obl igadas a una parcial o to tal pa -
ral izacin
debida
a
escasez
de
mater ias
pri-
mas, po r fal ta de repuesto* o por las d i f i cu l-
tades
de
colocar
los
productos
en el
merca-
do . Todas
estas causas
ha n
s ido or iginadas
p or
la
s i tuacin in ternacional
y las
relaciones
po -
l t ico-econmicas, creadas
a
raz
de la
guerra
actual.
La
cr is i s econmica,
en el
pas, est
en
mar-
cha y toma cada da mayor desarrollo. Cada
da
aumenta
el
n mer o
de
obreros cesantes
sin
qu e
ha ya
la
posibi l idad,
en las
condiciones
ac -
tuales, qu e esas manos de t rabajo sean absorbi -
das por otras ramas de la produccin de las
que les dejaron desocupadqs.
La
poca
de
postguerra t raer ,
sin
duda,
Huevos cambios en la est ructura de la produc-
cin, capaces de or iginar considerables tras-
tornos en la
vida econmica
del
pas .
Estas consideraciones dejan ver cuan ur-
gente e imperante es la necesidad de estudiar
de
inmediato
la
fo r ma eficaz
para arontar
l a s i tuacin actual , tomando tambin en cuenta
las perspect ivas de
pos tguerra ,
y encont rar
la
so lucin adecuada.
N o hay so lucin m s lgica, m s real, m s
ampl ia
y ms consecuente que la p lani fica-
cin de la
economa
nacional.
LA
PRODUCCIN SIN PLAN Y LA
A GR I C U L T U R A
A la
fal ta
de un
plan
en la
produccin
agr-
cola por un
lado,
y a la
poltica
de mantener
los
altos precios
por el
otro,
se
debe
el si-
guiente fenmeno contradictorio: la dest ruc-
cin
de una
gran par te
de la
cosecha
al
mis
mo
tiempo
que las
necesidades
de las
masas
estn lejos de ser sat i sfechas. He aqu al*
gunos ejemplos tpico's:
Cuando hubo
un a gran
produccin
de maz
en Ar gen t i n a se le ut i l izaba como combust ib le
para
la ma q u i n a r i a
'agrcola;
en la costa del
Brasi l
se
echaron
al mar
mi les
de sacos de
c a f ; en Estados Unidos se dejaba muchas
veces pudr i rse las f ru t a s en los rboles, no
cosechndolas .
En
Chi le sucedi algo anlogo
con la
pro-
ducc in de camo. Debido a la guerra au"
ment la d ema n d a en f ibra de camo. El
cul t ivo
de esa plan ta dejaba ganancias
fa b u -
losas (10 mil a 20 mil pesos por cuadra) y
los hacendados poco escrupulosos, s in
consi-
derar
los
in tereses nacionales , aumentaban ca*
da ao la
superfic ie
sembrada con camo,
disminuyendo con eso la produccin de ce-
reales y horta l izas .
Esta
situacin dur
hasta
que
se
satur
el
mercado
en E E . UU.
Ar-
gent ina produce bastan te.
Bras il
ya tiene su
produccin-propia ,
y las
cosechas
del ao
1943
y
parte
del ao
1942
del
camo chi leno,
no
tienen comprador.
t
En el caso del trigo, la
leche,
la carne,
etc.,
los
ter ratenientes logran
el
efecto
no
slo da
mantener los precios, sino de alzarlos cada
d a , manteniendo una produccin escasa, en
vez de
dest rui r
un a
par te
de la
cosecha,
como
indicaban
los ejemplos ci tados an ter iormente.
Asegurndose
de esa
manera
sus
ganancias,
no
se preocupaban,
lgicamente, por
aumentar
la
produccfn
y elevar los rendimientos,
sin
qu e
les impor te el at raso del pas, la pauper iza-
cin de las modestas capas de
la
poblacin y
la
d es n u t r i c i n
de la
masa
obrera.
El
cuadro numr ico
qu e
viene
a
c o n t i n u a -
cin , refuerza
lo
expresado anter iormen te,
confrontando la produccin actual de algu-
no s
artculos
con las necesidades del consumo:
'Art.
Proa,de l
pas
ecesidades de
alimentacin
Carn*
. . . . 380 mi li . k. 160 mili.k.
Verduras
500
100
Leche 1200
mili,lit
230 mili.
lit.
Huevos
450 mi li .lit.
37mi l i .
lit.
La produccin
dc
pas
alcanza
a s a t i s fa c e r
las
necesidades al iment icias
del
pueblo
sola-
mente
en una
pequea proporcin . Apenas
abastece al c o n s u mo en
42,11
por cien to de
c a rne ; 20 por
cien to
de
verduras; 19 ,17
por
ciento
de
leche y
8,22 por
ciento
de
huevos
de la cant idad que Chi le realmente necesi ta
para la normal y sana nu t r i c i n de la pobla-
cin.
PLANIFICACIN
Y SUS
R E S U L T A D O S
Es ,
entonce:;,
un
problema pr imordial ,
po '
ne r
orden
en la
produccin agr cola .
Tal ob-
j et ivo se conseguir , encaminndose hacia el
estudio de la p l a n i f i c a c i n de la produccin
agrar ia , como par te in tegrante del p lan de la
economa nacional .
La
p l a n i f i c a c i n
de la
produccin agrar ia
s igni fi ca contemplar todos
los
factores
que
influyen di rectamente en el aumento de la
produccin; organizar la produccin de acuer-
do con los intereses nacionales, con las nece-
sidades del consumo, con las perspect ivas rea
les de in tercambios comerciales , con vis ta al
desar ro l lo de las indust r ias agr colas y como
fuente
de mater ias pr imas para o t ras indus-
t r ias; regular y racional izar la produccin
conforme a los adelantos c ientf i cos y a la
tcnica moderna; s i g n i f i c a
en
consecuencia,
la ruta hacia el n ivel ms' alto de progreso
de la agr icul tura, abundancia de productos,
aumento
de la riqueza
nacional ,
progreso del
pas.
La plani fi cac in debe
basarse
en las posi -
bilidades reales
qu e
presenta
la
agr icul tura
nacional, aprovechando
estas
posibilidades has-
ta
el mximo;
A U M E N T O
D E L
T E R R I T O R I O
A G R C O L A E I N T E N S I F I C A C I N
DEL A P R O V E C H A M I E N T O DE LAS
TIERRAS
Mediante
el
saneamiento
de terrenos,
habili*
t amiento
de
ter renos baldos ,
y
o t ros
proce*
dimientos anlogos se puede perfec tamen te
incorporar
a la produccin
agrcola grandes
extensiones
de ter renos. Actualmente la
agri-
cul tura nacional dispone de 27 mi l lones de
hectreas . Se est ima qu e
esta
superfic ie pue-
de
aumentarse
en
20,25
por
ciento,
lo que con"
t r ibuir a grandemente
al
aumento
de la pro-
duccin global del pas.
Apenas el 4,8 por ciento del ter r i tor io agr-
cola son ter renos de r iego.
De be r ' e mpr e nder -
se una ser ie de obras para aumentar l a
su* .1
perfic ie regada, obteniendo con eso mayores
posibi l idades de un incremento de la
explota-
cin agrcola.
La estads t ica seala que mient ras en Ale-
mania,
Italia,
Dinamarca y Polonia hay 0,3
a 0,4 y en
Japn apenas
0.15 ha. de
t i e r r a
laborable por habi tan te, en Chi le l l ega ese
n -
mero a 1
ha.,
y, a
pesar
de
ello,
la
p r o d u c c i n
es muy baja , lo que demuest ra el gran atra-
so
de la
a gr i c u l t u r a
del
pas . Este estado
de
cosas no nos ext raa, puesto que solamente
el 22 por
cien to
del
ter reno agr cola
es
t i e r r a
arable, o sea actualmente apta para
cul t ivos,
y
apenas 1|4 de ese 22 por c iento se c u l t i v a
efec tivamente , quedando las t res cuar tas par -
tes en descanso o completamente abandonadas.
(Tratndose de los suelos en descanso, debe
dec i rse
que las
ro taciones cul turales
son muy
extensas y por lo tanto quedan las t i e r r a s in-
suficientemente aprovechadas).
Al plani fi car la produccin agrar ia se pen-
sar
aumentar
la
superfic ie arable
y en el
pt imo aprovechamiento de el la .
Caben, ahora, l as s iguientes
p r e g un t as :
En
qu
tipo
de
propiedades
agrcolas se
encuentran
las t ier ras arables y en qu t ipo las no ara'
b le s ?
i En las
propiedades chicas
o en las gran*
d es ?
La respuesta la encont ramos en los datos
que vienen a cont inuacin: en propiedades de
O a 5
ha.,
la
superfic ie
arable, ms la
ocupa-
da con fru ta les y vias, ocupa 79,7 por ciento,
mient ras en propiedades de ms de 5.000 ha,
apenas 5,36 po r cien to . En cambio , la super-
ficie
con bosques, matorrales y pastos natu*
rales es en las pr imeras el 13,6 por ciento,
8/10/2019 PRINCIPIOS N33 MARZO DE 1944 - PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
12/22
f i las oras 75,2 por ciento. Vemos que
en las propiedades chicas
se
aprovechan casi
los -4 5 de la t ie rra, mientras que en las gratr
des ms de los 3|4 de la
tierra
son terrenos
IHjrcolas 'n o
labrados.
Para
darse cuenta cabal
de
efecto
que
tie-
ne el
fenmeno
citado sobre el volumen de la
produccin agrcola, ser a, tambin, intere-
sante
ver qu
proporcin
de l
terr i tor io agr-
cola representan las propiedades grandes y qu
proporcin las propiedades
pequeas.
A este
respecto la estadst ica arroja los siguientes
nmeros:
43 por ciento de las propiedades son de 1
a S ha. y const i tuyen 0,5 p or ciento del
terri-
torio agrcola.
31
por
ciento
de
las propiedades
son de
i
s.
50 ha. y constituyen 4,2 por ciento del terri
torio agrcola.
0,31 por ciento de las propiedades son de
ns
de 5.000 ha. y
const i tuyen
52,8por ciento
del territor io agrcola.
El
resto
de la
t ie rra est dist r ibuido
en
pro-
piedades de
superfic ies
in termedian (entre SO
y 5.000
ha.).
El lengua je de
estos nmeros
es
sobrada*
mente claro: 74 por ciento de los propie tar io
de
la tierra poseen menos de
1|20
de la
tierra,
en
cambio
un
ins igni fi cante
nm ero de pro-
pie tar ios (apenas 0,31 por ciento) concentran
en sus manos ms de la mitad de la tierra na-
cional (52,8 po r ciento) .
I
La realidad r e f l e j a d a por estos datos nos
lleva a la conclusin que los intereses nacio-
nales urgen la necesidad de una intensa colo-
nizacin de la t ie rra.
RACIONALIZACIN
, La plani fi cac in de la p r oducc i nagraria
Se
basar
en el es tud io de la rac iona lizac in
de la explotacin de los suelos. La racional i -
zacin tiene por f i n p r oduc i r en cada zona
aquel los
rubros
qu e c onv e ng a n ms y que es-
tn en
c on f o rm i d a d
con las
apti tudes
de los
suelos,
las
condiciones
c limatricas , las
condi-
ciones econmicas, las necesidad.es del consu-
mo ,
etc.
Se
podr establecer
d e
acuerdo
con los
caracteres espec f icos de las diversas regio-
nes, zonas trigueras , rut colas .
ganaderas.
chacareras, de cul t ivos
indust r ia les ,
etc. Para
lograr l .mayor efec to en este obje tivo, debe
confeccionarse,
a la mayor brevedad posible ,
la
Carta
de
Sucios
de
Chile
e
intens i f i car
la
invest igacin
agrcola, a t ravs de estaciones
experimentales, para estudiar la apl icacin de
abonos, los mtodos de cul t ivos, la e labora-
cin
de productos, ensayar maquinaria, produ-
cir semilla gentica, etc.
La racional izacin aconse ja
fonr.:i..r
la
ar-
boricul tora
fores ta l y f ru t a l . Se est ir
-
que se
puede
aume n t a r
al
doble
el
rea ocupada
po r
rboles frutales . La real izacin de tal tra-
bajo sera de inca lcu lable
importancia
econ-
mica. Factores de
c a r c t e r
econmico junto al
fenmeno de erosin de los suelos, hablan en
favor
de la
fores tacin
Solamente con. reemplazar las praderas na-
turales por ar t i fic iales , se puede so lucionar en
gran parte e l problema de la baja produccin
de carne v leche. La r az n es muy
sencilla:
se necesi ta, por trmino medio, 3 ha. de
pra"
dera
natural para al imentar a un animal , pe"
ro
basta con solamente 0,75 lia. de
p r ade r a
ar t i fic ial ,
o
sea,
que la
pradera ar t i fic ia tie-
ne una capacidad de al imentar un nmero cua-
t ro veces mayor de animales que la natural.
Tambi n
es
necesario desarrol lar
el
cultivo
de
pastos
en
suelos
de
secano
o de
rulo.
MECANIZACIN
La agric ul tur a chi lena se caracter iza por
el uso general de manos de obra en la mayor
parte de los t rabajos,
efec tuando
solamente
una mnima parte de los t rabajos con
maqui"
naria agrcola. Al mismo t iempo, miles de ha.
de t i e r r a
f r t i l
quedan sin cu ltivar por la es"
casez de obreros, pr incipalmente en la poca de
la cosecha. Tambin e l nmero de e lementos
de
t raccin
en el
pas
es
bajo.
l
j
ara
i lust ra"
cin'podemos hacer la siguiente comparacin;;
en Chile
hay un
t ractor
po r
cada
93 5 ha,
s emb r a d a s ;
en la URSS, un t ractor por cada
29 7
ha .
se mbr adas . A ume n t ando
el
n me r o
de t ractores a
cuenta
de animales de t rabajo
s i g n i f i c a , t a m bi n , d i spone r
de ms
pastos p3"
ra
animales
de
carne
y
leche.
Con una
mayor aplicacin
de
maquinaria
en los trabajos agrcolas se obtendr un con"
siderable aumento en el volumen de la pro'
duccin. Al mismo tiempo, el mayor uso doi
maquinaria precisa
ocupar
mayor
nmero da
VEINT&.
obreros en
t rabajo
d
calidad superior,
y , por
o
tanto,
con
salar ios
ms
al tos, contr ibuyendo
as, a elevar el nivel de vida de los t rabaja-
dores
del
campo.
INDUSTRIALIZACIN
Actualmente Chile t iene que importar una
serie de productos e laborados de origen ve-
getal, exist iendo en e l pas las condiciones pa-
ra cul t ivar aquel las plantas y las
posibilidades
para e laborar los productos. Es as como se
importan
miles de litros de aceite, toda clase
de artculos textiles, azcar , e tc. Debe fomen-
tarse
el
cultivo
de
plantas oleaginosas
y
tex-
tiles desarrol lando parale lamente su industr ia-
lizacin, con el nico fin de satisfacer una
necesidad nacional. Pero hay que advert ir que
seria un f racaso cul t ivar plantas industr iales
con vista a la exportacin en forma de
mate-
ria prima, tal como se haca con el cultivo
del
camo, dest inndolo
a la
exportacin
de
su
f ibra ,
sin pensar en el desarrollo de la in"
clustrializacita
de las
fibras vegetales
en el
pas.
La agricultura, como fuente de materias
primas, proporciona una fuerte base para la
industr ial izacin
de una
serie
de
ar t culos
de
gran
consumo nacional , con e l resul tado con-
siguiente de ofrecer t rabajo a miles de obre-
ros.
Vemos, pues, que la planif icacin en gene-
ral , y la industr ial izacin agrcola en part i -
cular , pueden contr ibuir eficazmente, a la so-
Alucien del
problema de la
desocupacin,
sir-
viendo de resorte econmico para eontrarres*
tar los
efectos
de la
guerra
y de la
postguerra
sobre la vida econmica de Chile.
CONSEJO DE ECONOMA
NACIONAL
La real izacin de t rabajos de tal magnitud
plantea la necesidad de un organismo que
ela"
bore,
di r i j a y controle la ejecucin del plan
de la produccin agrcola-. Por eso es tan ia."
dispensable
la ms
pronta creacin
del Co n
=
sejo de la Economa Nacional , organismo
lla=
mado a cumplir tales funciones. El
Conseja
debe establecer las normas de la produccin
como debe tambin disponer
de las
armas
ne"
cesaras para l levarlas a la prctica y conver-
tir sus planes en una realidad.
R ESUMEN
1.
Problema: si tuacin cr t ica de la eco
0
noma nacional en general y de ia
produccin
agrcola en part icular , debido a ia
f a l t a
de un
pan en la
produccin,
a la
guerra
y
ante
las
perspec