avance manual

Pedro Martínez Borrego

Oscuro amanece el día.

Ayer la suerte me fue amiga y disipó mis dudas pero hoy, oculto el sol muy de mañana, nubes de

abatimiento embargan mi espíritu.

¿Por qué desaparece el perfume cálido y gozoso del bosque cuando se hace el ocaso?

¿Por qué la fragante brisa se aquieta sumida en la distancia?

¿Por qué se apagan los plateados rayos de las lunas de otoño?

¿Por qué la fresca y jugosa fruta se hace polvo en la generosa tierra que le dio su

encanto?

¿Por qué sin sentido se agosta la yerba exuberante en un laberinto de luces y fracasos?

¿Por qué el fin de los acerados arbustos, de las violetas solitarias, de las humildes lilas, de la pálida,

dulce y delicada azucena?

¿Por qué se acalla el grito jubiloso de las aves si se hace la calma?

¿Por qué no más gotas de rocío, ni amores juveniles, ni miradas de consuelo, ni auroras de

esperanzas?

¿Por qué el triunfo de la

carne sobre el alma?

¿Por qué siempre la misma respuesta inacabada?

¿Qué será de mis palabras, sentimientos y emociones?

¿Qué será de mis silencios y relatos, qué de mis pasiones y temores, qué de mis desdenes y

aplausos, qué de mis triunfos y fracasos?

¿Qué será de mi mente juvenil, elástica, fuerte y poderosa?

¿Qué de mis talentos y sentidos, luces y colores, distancias y espacios?

¿Qué será de mi?

¿Por qué polvo he de ser si fui creado?

¿Qué será de mi?

Oscuro amanece el día.

Ayer la suerte me fue amiga y disipó mis dudas pero hoy, oculto el sol muy de mañana, nubes de abatimiento embargan mi espíritu.

¿Por qué desaparece el perfume cálido y gozoso del bosque cuando se hace el ocaso? ¿Por qué la fragante brisa se aquieta en la distancia? ¿Por qué se apagan los plateados rayos de las lunas de otoño? ¿Por qué la fresca y jugosa fruta se hace polvo en la generosa tierra que le dio su encanto?

¿Por qué sin sentido se agosta la yerba exuberante en un laberinto de luces y fracasos?

¿Por qué el fin de los acerados arbustos, de las violetas solitarias, de las humildes lilas, de la pálida, dulce y delicada azucena? ¿Por qué se acalla el grito jubiloso de las aves si se hace la calma? ¿Por qué no más gotas de rocío, ni amores juveniles, ni miradas de

consuelos, ni auroras de esperanzas?

¿Por qué el triunfo de la carne sobre el alma? ¿Por qué siempre la misma respuesta inacabada?

¿Qué será de mis palabras, sentimientos y emociones? ¿Qué será de mis silencios y relatos, qué de mis pasiones y

temores, qué de mis desdenes y aplausos, qué de mis triunfos y fracasos? ¿Qué será de mi mente juvenil, elástica, fuerte y

poderosa? ¿Qué de mis talentos y sentidos, luces y colores, distancias y espacios?

¿Qué será de mí?

¿Por qué polvo he de ser si fui creado?

¿Qué será de mi?

Texto y composición: Pedro Martínez Borrego.

Imágenes: Internet.

Tema musical: Qué será, será… Doris Day.

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