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Tratamiento endoscópico de la atresia de coanas

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Acta Otorrinolaringol Esp. 2013;64(6):389---395 www.elsevier.es/otorrino ARTÍCULO ORIGINAL Tratamiento endoscópico de la atresia de coanas José Luis Llorente , Fernando López, Marta Morato, Vanessa Suárez, Andrés Coca y Carlos Suárez Servicio de Otorrinolaringología, Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias, Hospital Universitario Central de Asturias, Oviedo, Asturias, Espa˜ na Recibido el 16 de mayo de 2013; aceptado el 23 de mayo de 2013 Disponible en Internet el 27 de julio de 2013 PALABRAS CLAVE Atresia de coanas; Cirugía endoscópica nasal; Stents Resumen Introducción: La atresia de coanas (AC) es una obliteración congénita y poco frecuente de la vía aérea, resultante de la ausencia de conexión entre la cavidad nasal y el tracto aerodiges- tivo. Presentamos nuestra experiencia en el manejo de la AC mediante endoscopia nasal sin utilización de stents. Material y método: Se presenta una serie de 10 casos consecutivos de AC tratados en nuestro servicio mediante cirugía endoscópica entre 2006 y 2012. Exponemos nuestra experiencia y la técnica quirúrgica utilizada. Resultados: La muestra se componía de 5 varones y 5 mujeres. La edad media de los pacientes era de 8 nos (5 días-32 nos). El 50% de los pacientes eran casos de reestenosis posquirúr- gicas. En 7 casos la AC era bilateral y en 3 unilateral. Todas la AC eran mixtas. El 50% de los pacientes tenía una malformación asociada. Todos los pacientes fueron intervenidos mediante cirugía endoscópica nasal sin colocación de stents. Tras un seguimiento medio de 27 meses (11- 78 meses) la tasa de éxito es del 100%. No se observaron complicaciones. Conclusiones: El tratamiento de la AC mediante endoscopia nasal, tanto unilateral como bilate- ral, sin implantación de stents es un procedimiento eficaz y seguro. Consideramos que la cirugía endoscópica nasal debería ser considerada actualmente la cirugía estándar en el tratamiento de las AC. © 2013 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. KEYWORDS Choanal atresia; Endoscopic nasal surgery; Stents Endoscopic treatment of choanal atresia Abstract Introduction: Choanal atresia (CA) is an infrequent congenital obliteration of the airway at the level of the posterior nasal aperture resulting in the absence of connection between the nasal cavity and the aerodigestive tract. We present our experience with an endoscopic technique for congenital CA without the use of intranasal stents. Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (J.L. Llorente). 0001-6519/$ see front matter © 2013 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2013.05.001
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Acta Otorrinolaringol Esp. 2013;64(6):389---395

www.elsevier.es/otorrino

ARTÍCULO ORIGINAL

Tratamiento endoscópico de la atresia de coanas

José Luis Llorente ∗, Fernando López, Marta Morato, Vanessa Suárez,Andrés Coca y Carlos Suárez

Servicio de Otorrinolaringología, Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias, Hospital Universitario Centralde Asturias, Oviedo, Asturias, Espana

Recibido el 16 de mayo de 2013; aceptado el 23 de mayo de 2013Disponible en Internet el 27 de julio de 2013

PALABRAS CLAVEAtresia de coanas;Cirugía endoscópicanasal;Stents

ResumenIntroducción: La atresia de coanas (AC) es una obliteración congénita y poco frecuente de lavía aérea, resultante de la ausencia de conexión entre la cavidad nasal y el tracto aerodiges-tivo. Presentamos nuestra experiencia en el manejo de la AC mediante endoscopia nasal sinutilización de stents.Material y método: Se presenta una serie de 10 casos consecutivos de AC tratados en nuestroservicio mediante cirugía endoscópica entre 2006 y 2012. Exponemos nuestra experiencia y latécnica quirúrgica utilizada.Resultados: La muestra se componía de 5 varones y 5 mujeres. La edad media de los pacientesera de 8 anos (5 días-32 anos). El 50% de los pacientes eran casos de reestenosis posquirúr-gicas. En 7 casos la AC era bilateral y en 3 unilateral. Todas la AC eran mixtas. El 50% de lospacientes tenía una malformación asociada. Todos los pacientes fueron intervenidos mediantecirugía endoscópica nasal sin colocación de stents. Tras un seguimiento medio de 27 meses (11-78 meses) la tasa de éxito es del 100%. No se observaron complicaciones.Conclusiones: El tratamiento de la AC mediante endoscopia nasal, tanto unilateral como bilate-ral, sin implantación de stents es un procedimiento eficaz y seguro. Consideramos que la cirugíaendoscópica nasal debería ser considerada actualmente la cirugía estándar en el tratamientode las AC.© 2013 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS Endoscopic treatment of choanal atresia

Choanal atresia;Endoscopic nasalsurgery;Stents

AbstractIntroduction: Choanal atresia (CA) is an infrequent congenital obliteration of the airway at thelevel of the posterior nasal aperture resulting in the absence of connection between the nasalcavity and the aerodigestive tract. We present our experience with an endoscopic techniquefor congenital CA without the use of intranasal stents.

∗ Autor para correspondencia.Correo electrónico: [email protected] (J.L. Llorente).

0001-6519/$ – see front matter © 2013 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2013.05.001

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Material and method: We analysed a series of 10 patients with CA treated in our departmentfrom 2006 to 2012 through endoscopic surgery. We present a description of the sample and thesurgical technique used.Results: The sample consisted of 5 men and 5 women. Mean patient age was 8 years (range:5 days-32 years). Fifty percent of patients were cases with re-stenosis requiring revision surgery.Bilateral presentation was 7 and unilateral was 3. All CA were mixed (bony-membranous). Fiftyper cent of patients had an associated malformation. All patients underwent nasal endoscopicsurgery without stenting. After a mean follow up of 27 months (range: 11-78 months), thesuccess rate was 100%. No complications were observed.Conclusion: Transnasal endoscopic repair for both unilateral and bilateral CA without intranasalstenting was found to be a safe, expedient procedure that afforded minimal complicationswith a high success rate. Endoscopic endonasal surgery may be considered as the mainstay oftreatment.© 2013 Elsevier España, S.L. All rights reserved.

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ntroducción

a atresia de coanas (AC) consiste en el estrechamiento omperforación de la apertura nasal posterior o coana, impi-iendo la correcta comunicación entre la fosa nasal y laasofaringe. Su descripción inicial fue realizada en 1755or Johan Roederer, aunque el primer intento de correcciónuirúrgica lo realizó Emmert en 18511.

Se trata de una malformación congénita poco frecuenteue afecta a 1 de cada 5.000-8.000 recién nacidos vivos yuede ser unilateral (más frecuente, 60% de los casos) oilateral (más grave)2. Existe una mayor frecuencia de ACn las mujeres (2:1) y cierto predominio en el lado derecho.a AC se asocia a otras anomalías congénitas craneofacia-es, más o menos graves, hasta en un 50% de los casos,iendo el síndrome de CHARGE la malformación asociadaás frecuente3.Se han propuesto diversas teorías para explicar su etio-

atogenia: 1) Persistencia de la membrana nasobucal deoschtetter (que se reabsorbe en condiciones normales en

a sexta semana de gestación) (hasta el momento es la másceptada); 2) Reabsorción incompleta del mesodermo ena región coanal; 3) Persistencia de la membrana bucofa-íngea; y 4) Migración anormal de las células de la crestaeural. Anatómicamente se manifiesta como una cavidadasal estrecha, crecimiento alterado de los procesos vertical

horizontal del palatino y engrosamiento del vómer y/o della medial de las apófisis pterigoides. Estudios histológicosevelaron que la placa pterigoidea lateral y el vómer poste-ior están expandidos por la formación de hueso endocondral

revestida por una delicada membrana fibroepitelial quebstruye la coana4.

Debido a que los neonatos son respiradores nasales obli-ados (al situarse la laringe retrovélica), la AC bilateralueden presentarse como un cuadro de asfixia neonatal,otencialmente mortal, sobre todo durante la deglución,ue requiere intervención urgente. La AC unilateral seresenta generalmente con obstrucción nasal unilateral yinorrea persistente en la infancia tardía, siendo diagnos-

icados algunos casos en la edad adulta. La cirugía en losasos de AC unilateral puede diferirse hasta que las fosasasales adquieran un tamano mayor, lo que facilitaría lairugía.

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NE

El diagnóstico de la AC, cuyo despistaje lo realiza ruti-ariamente el pediatra inmediatamente tras el parto, seasa en la exploración clínica. La tomografía computari-ada (TC) asegura el diagnóstico en casos de sospecha y esundamental de cara al tratamiento quirúrgico. La mayoríae las AC son de tipo mixto (70%), siendo menos frecuen-es las AC óseas (30%). Se considera que no existen las ACembranosas5.El tratamiento de la AC es siempre quirúrgico. A lo largo

el tiempo se han descrito diversas técnicas quirúrgicas paral tratamiento de la AC2. Además existe cierta controversian la utilidad sobre la colocación de stents, el uso adyu-ante de mitomicina y el momento de la cirugía, en casosnilaterales.

El propósito de este estudio es presentar nuestraxperiencia en el tratamiento de la AC, centrándonos funda-entalmente en el tipo de abordaje quirúrgico empleado, y

evisar el manejo de esta patología basándonos en la biblio-rafía existente y en nuestra propia experiencia.

aterial y métodos

e revisó el registro quirúrgico del servicio de Otorrino-aringología de nuestro hospital desde 2006 hasta 2012,ecogiendo datos de las historias clínicas concernientes aacientes con el diagnóstico de AC. La población a estudioe compuso de 10 pacientes intervenidos quirúrgicamente,e forma consecutiva.

La recogida de datos se basó en la revisión de historias clí-icas, registrando datos sobre su edad, sexo, realización dentervenciones previas, tipo de AC, malformaciones asocia-as, antecedentes personales y/o familiares, presentaciónlínica, técnica quirúrgica, complicaciones y seguimiento.efinimos reestenosis como la reducción del calibre de laeocoana en un 50%.

En todos los casos se realizó una TC previa a la interven-ión quirúrgica. En alguno de los casos de AC bilateral selevó a cabo una coanografía (fig. 1).

reparación preoperatoria

o utilizamos en ningún caso sistemas de navegación.l procedimiento se realiza con anestesia general e

Tratamiento endoscópico de la atresia de coanas 391

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Figura 1 Coanografía en la que se observa la ausencia de pasouna placa atrésica mixta bilateral (B).

intubación orotraqueal. En todos los casos se aplican enambas fosas nasales lentinas impregnadas en un anes-tésico local (tetracaína) y un vasoconstrictor (adrenalina1‰). El paciente se coloca en decúbito supino, con lacabeza ligeramente elevada en anti-Trendelenburg. A todoslos pacientes se les administra profilaxis antibiótica preo-peratoria con cefazolina por vía intravenosa (en casode alergia a betalactámicos se administra clindamicina ygentamicina) a las dosis adecuadas según la edad y elpeso.

Técnica quirúrgica

En todos los casos se realizó una cirugía endoscópica naso-sinusal (CENS). La cirugía fue realizada por 2 cirujanosotorrinolaringólogos simultáneamente. Se utiliza un endos-copio nasal de 0◦ de 4 mm (Karl Storz). En los casos en losque la AC es bilateral la cirugía comienza por la fosa nasalmás amplia y que permita mejor exposición. En estos casosla resección septovomeriana inicial permite posteriormentetrabajar por ambas narinas.

La técnica quirúrgica empleada es similar a la utili-zada por Stam et al.6 Antes de comenzar la cirugía es útilcolocar por vía oral una o varias lentinas en el cavum (perfec-tamente fiadas y contabilizadas) para ocupar la nasofaringey facilitar la orientación una vez perforada la placa atrésica.

Inicialmente, en el lado más favorable, se realiza unaincisión vertical hemitransfixiante en el septum, apro-ximadamente 1 cm anterior a la placa atrésica, conelectrobisturí. Esta incisión se continúa por el suelo de lafosa de forma oblicua en dirección a la cola del corneteinferior. Posteriormente se levanta un colgajo mucoso (quetendrá forma de L en la fona nasal izquierda y de J en lafosa nasal derecha) en dirección posterior, que expone elseptum osteocartilaginoso y la placa atrésica, y que debeser preservado durante toda la cirugía.

En el lado contralateral se realiza una incisión verticalen el septum a la altura de la incisión contralateral. Dichaincisión se prolonga superiormente, en ángulo recto, a laaltura del borde libre del cornete medio, hasta el reborde

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ontraste hacia la nasofaringe (A). TC axial en la que se observa

oanal. De forma análoga a la previa se levanta un colgajoucoso que permite exponer el septum.Una vez levantados ambos colgajos se procede a reali-

ar una septectomía posterior y a eliminar la placa atrésica.ara ello se utilizan diversos instrumentos, en función delipo de atresia: punch, curetas, electrobisturí, pinzas deerrison, microdebridador o, preferiblemente en nuestroaso, una fresa.

Inicialmente, tras retirar la mucosa que recubre la placatrésica se punciona en la región más débil e inferomedialara evitar penetrar inadvertidamente en la zona intracra-eal o en la órbita. La punción suele realizarse con la puntael aspirador, incluso en los casos puramente óseos (en aque-los casos en los que no sea posible, una fresa o un escoploodrían ser de utilidad). Tras abrir la comunicación con laasofaringe (se identifican fácilmente las lentinas colocadasreviamente), esta se amplía circunferencialmente con pin-as o microdebridador para los tejidos blandos y fresa paral hueso de la región pterigoidea y esfenopalatina. Es impor-ante realizar una separación correcta de la mucosa faríngeae la mucosa nasal en el borde lateral de la neocoanaara exponer la lámina medial de las apófisis pterigoides.a septectomía, que debe incluir parte de la lámina perpen-icular etmoidal y la parte posterior del vómer y el rostrumphenoidale (que suelen estar hipertrofiados), debe alcan-ar superiormente el borde inferior del cornete medio. Esteaso es clave para evitar la reestenosis.

Una vez establecida una amplia comunicación entre lasosas nasales y la nasofaringe, se deben reponer cuidado-amente los colgajos para tapizar el hueso expuesto enl suelo y el techo de la neocoana. Los colgajos se colocanegún mejor convenga pero, en general, el colgajo ipsilate-al lo rotamos superiormente para cubrir el arco coanal y elontralateral se rota inferiormente para cubrir el suelo dea cavidad nasal (fig. 2A). En ocasiones, dependiendo de laantidad de mucosa preservada puede ser recomendablea resección del exceso de la misma para una correcta adap-

ación, pero evitando siempre dejar áreas denudadas deucosa que cicatricen por segunda intención con forma-

ión de granulación, lo cual va a favorecer la reestenosis.ntes de colocar el taponamiento se suelen legrar las

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Figura 2 Imagen endoscópica intraoperatoria al final de una intervención de AC bilateral. Los márgenes coanales están recubiertosd cienta .

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e los colgajos mucosos (A). Imagen fibroendoscópica de un pamplia comunicación de las fosas nasales con la nasofaringe (B)

denoides, por el método que se prefiera, ya que evitaa molestia del eventual sangrado durante la cirugía si seiciese primero.

aponamiento

n todos los casos, tras realizar una hemostasia meticulosa,e coloca o bien un taponamiento con Merocel® o Netcell®

MedTronic Xomed, Jacksonville, FL, EE. UU.) o bien una len-ina neuroquirúrgica (en lactantes) que se retira entre uno

2 días tras la cirugía. No se colocaron stents en ningúnaso. Tampoco se aplicó tópicamente mitomicina ni corti-oides.

uidados postoperatorios

ras la retirada de los taponamientos nasales se recomiendaa realización de lavados nasales con suero fisiológico y admi-istrar una pomada con hidrocortisona y oxitetraciclina, yosteriormente vaselina, en cada fosa nasal.

Si la evolución es satisfactoria, tras el alta hospitalaria, larimera revisión se realiza al mes de la cirugía. A la mayoríae los pacientes se les recomienda continuar los lavados congua y aplicando la pomada tópica o vaselina, y en los casosn los que la mucosa no presente costras, se sustituye porn corticoide tópico en espray. Posteriormente las siguientesevisiones se realizan anualmente. El seguimiento y la veri-cación de la permeabilidad coanal se realizan mediantenamnesis dirigida y endoscopia nasal (fig. 2B).

esultados

n la tabla 1 se describen las características de los pacien-es. La muestra se compuso de 10 pacientes (5 varones y

mujeres) cuya edad media en el momento de la inter-ención fue de 8 anos (rango, 5 días-32 anos). El 50% de losasos (5 casos) fueron reintervenciones en pacientes previa-ente intervenidos en otros servicios mediante un abordaje

ranspalatino abierto. En 3 de los casos reintervenidos, en la

irugía previa se habían colocado stents. Siete casos (70%)resentaban una AC bilateral y en 3 casos (30%) la AC fuenilateral. En total se trataba de 17 lados. De los casos conC bilateral, 4 fueron intervenciones por reestenosis, por lo

esiu

e con AC bilateral intervenido mediante CENS. Se aprecia una

ue la edad de los pacientes fue mayor de 8 anos. En los casos de AC bilateral intervenidos por primera vez la ciru-ía se realizó a los 5, 8 y 23 días de edad.

Un 50% de los pacientes (5 casos) presentaba malforma-iones asociadas, siendo la asociación con el síndrome dereacher-Collins el hallazgo más frecuente, ya que aparecen 2 de los casos. De los pacientes que ya habían sido inter-enidos (5 casos), 3 (60%) presentaban una malformaciónsociada. Dos pacientes tuvieron un parto prematuro y enno la madre era hipotiroidea y tenía una colitis ulcerosan tratamiento con hormonas tiroideas e inmunosupresoresazatioprina), respectivamente.

En todos los casos el estudio por TC objetivó la presenciae una AC mixta.

Tanto en los casos de AC bilateral como en los unilateralesa cirugía fue programada inmediatamente tras la visita a laonsulta.

El tiempo quirúrgico medio fue de 45 min (rango 25-5 min). No se han objetivado complicaciones intra niostoperatorias en ninguno de los casos, cursando con muyuena evolución postoperatoria.

Tras la cirugía, en todos los pacientes se objetivó unaespiración por vía nasal despiertos y durante el sueno. Enos lactantes la lactancia oral se inició el mismo día en quee retiraron los taponamientos, sin ningún tipo de dificultadespiratoria ni aspiraciones. Todos los casos fueron dados delta al segundo día tras la cirugía.

Tras un tiempo de seguimiento medio de 27 meses (rango1-78 meses) no se ha constatado reestenosis en ninguno deos casos y no fue necesaria nueva cirugía o realizar dilata-iones.

iscusión

l análisis de los resultados obtenidos en la serie de0 pacientes (17 lados) intervenidos mediante CENS en nues-ro servicio es satisfactorio, ya que en ningún caso fueecesaria una nueva cirugía, ni observamos ningún caso deeestenosis. Aunque el número de pacientes intervenidoss pequeno, dado que la prevalencia de esta patología es

scasa y que la mayoría de los estudios en lengua inglesa pre-entan una casuística heterogénea de menos de 30 pacientesntervenidos1,2,7---10, nuestros óptimos resultados pueden sern dato a considerar.

Tratamiento endoscópico de la atresia de coanas 393

Tabla 1 Características clínicas de los pacientes

Casos Edad Sexo Antecedentespersonales

Antecedentesfamiliares

Malformacionesasociadas

Lateralidad Tipo Reintervención

1 32 anos M Mastocitosissistémica

No No Unilateral Mixta Sí (stents)

2 12 anos V No No MicrocefaliaOrejas en asa

Bilateral Mixta Sí (stents)

3 8 días M Prematuro/polihidramnios

No No Bilateral Mixta No

4 10 anos M No No Labio leporino Bilateral Mixta Sí5 12 anos V No No Estenosis de CAE Bilateral Mixta Sí6 4 anos V No No No Unilateral Mixta No7 8 anos V No No Treacher-Collins Bilateral Mixta Sí (stents)8 5 días M Gran prematuro No No Bilateral Mixta No9 4 anos M No No No Unilateral Mixta No

10 23 días V Prematuro H. materno Treacher-Collins Bilateral Mixta No

varón

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CAE: conducto auditivo externo; H.: hipotiroidismo; M: mujer; V:

La duración media del seguimiento de nuestros pacien-tes fue de 27 meses. Todos los pacientes fueron revisadosmediante anamnesis, en busca de síntomas y signos quehicieran sospechar una posible reestenosis (dificultad paracomer o respiración oral durante el sueno en los casos deAC bilateral y rinorrea e insuficiencia respiratoria nasal enlos casos unilaterales), y mediante endoscopia, hasta que,por la improbabilidad de que se produjera la reducción delmarco coanal, no se consideró necesario. Como previamentese ha demostrado que si se produjera reestenosis esta va aocurrir en el primer ano tras la cirugía11, podemos acep-tar como definitivos, con cierto margen de seguridad, losresultados obtenidos en nuestro estudio.

Aunque no lo hemos podido comprobar en nuestra seriedebido a la tasa de éxito del 100%, parece que las AC congran componente óseo muestran una mayor tasa de rees-tenosis al presentar fenómenos de neoosteogénesis12. Porello, es importante ampliar suficientemente en estos casosel marco coanal y tapizarlo con mucosa, como hemos des-crito. En algunas series se ha visto que la necesidad decirugía de revisión es más elevada en AC asociadas a otrasmalformaciones1. Sin embargo, Teissier et al.2 en su seriede 80 pacientes no identificaron esta relación. En nuestraserie el 60% de las reintervenciones fueron en casos con ACasociada a otra malformación.

En algunos casos de AC bilateral se ha observado ciertocomponente genético (fundamentalmente en casos asocia-dos a otras malformaciones causadas por un defecto en eldesarrollo de la cresta neural) autosómico dominante conpenetrancia incompleta y expresividad variable, aunque engeneral se considera una condición esporádica, como loscasos de nuestra serie. Se ha asociado la AC con el uso dediversos medicamentos como antitiroideos o inmunosupre-sores, lo cual observamos en un caso de AC bilateral.

El objetivo del tratamiento de la AC es restaurar elflujo de aire nasal sin lesionar estructuras que producenel desarrollo craneofacial mediante técnicas seguras y efi-

caces. Los cuadros de AC bilateral diagnosticados en elrecién nacido constituyen generalmente una urgencia pediá-trica neonatal. La alimentación oral en estos ninos puedeprovocar una aspiración pulmonar. Los síntomas pueden

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ariar desde sufrimiento respiratorio leve con la alimenta-ión, a obstrucción grave de la vía respiratoria. La cirugíaebe ser precoz y, mientras tanto, debe recurrirse a dis-ositivos especiales para controlar la vía aérea (chupetesipo McGovern, cánulas de Guedel) e incluso a la intubaciónrotraqueal si hay signos de distrés respiratorio. En nuestraerie, los casos primarios de AC bilateral fueron intervenidosn los primeros días de vida. Por el contrario, las reinterven-iones de AC bilateral se produjeron en pacientes de máse 8 anos, que tenían una respiración oral, siendo su trata-iento menos urgente. La AC unilateral puede ser detectada

ardíamente y, aunque no requiere tratamiento urgente, esconsejable intervenir lo antes posible para mejorar la cali-ad de vida de los ninos. La obtención de una correctaermeabilidad nasal bilateral es muy importante para elesarrollo craneofacial en los primeros anos de vida y, poste-iormente, para tener una óptima calidad de vida. Como see en los neonatos, por vía endoscópica no hay limitacionesécnicas o de espacio.

La TC de alta resolución es el estudio radiológico funda-ental para confirmar el diagnóstico. La realización de la TCiagnóstica sobre todo en la primera infancia tiene el incon-eniente de que puede ser preciso hacerla bajo sedación onestesia general. Sin embargo, la consideramos un estudiomprescindible para la orientación de posibles variacionesnatómicas y mucho más teniendo en cuenta que puedener individuos polimalformados.

Un aspecto clave a valorar en la TC es el mejor o peor des-rrollo de la rinofaringe. Su correcto desarrollo va a facilitarucho la cirugía tanto en orientación y seguridad como en

n pronóstico más favorable. Slovis et al.13 han establecidoiertos parámetros en la valoración de atresia de coanas. Eneonatos el ancho del vómer es de de 0,23 cm, incremen-ándose a 0,28 cm a los 8 anos de vida. La distancia de laared lateral nasal al vómer en el neonato es de 0,67 cm, yuego se incrementa 0,027 cm por ano hasta los 20 anos. Loseonatos con AC no operada tienen un vómer ensanchado

en promedio 0,6 cm) y hay ausencia del espacio aéreo coa-al. La utilización de navegación intraoperatoria puede sertil pero prescindible como se demuestra en nuestra serie,onde no se ha usado en ningún caso.

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Tonnistrados en nuestra serie hacen que la CENS sin colocación

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Se han utilizado diferentes abordajes quirúrgicos para elratamiento de la AC: transmaxilar, transeptal, transpala-ino, transnasal, sublabial, paralateronasal y endoscópicoasal14. Dependiendo de la época y de la escuela se hansado uno u otro, pero con experiencias como la nuestra tra-amos de mostrar que el abordaje endoscópico nasal aúnaas mayores ventajas y debería ser considerado el estándar.l método ideal debería ser aquel que logre la mayor tasae éxito permanente en el restablecimiento de la comuni-ación entre las fosas nasales y la nasofaringe, generando laenor morbilidad posible.El abordaje transpalatino ha sido históricamente el más

tilizado. Los defensores de este abordaje refieren queermite un gran campo quirúrgico y por ello una mayorrobabilidad de resolver el problema. Sin embargo, estebordaje está asociado a una mayor tasa de complica-iones posquirúrgicas (necrosis palatina, fisuras palatinas,emorragias...) y a una mayor morbilidad (hasta un 52%e maloclusiones dentales y alteraciones en el desarrolloraneofacial)5,15. En nuestra serie debemos destacar queodos los pacientes intervenidos por reestenosis habían sidoreviamente operados mediante un abordaje transpalatino, tras la intervención mediante CENS, se consiguió una per-eabilidad nasal duradera.Desde que en los anos 90 Stankiewicz16 realizara la pri-

era corrección de una AC mediante endoscopia, la CENSs la técnica más utilizada, por su elevada tasa de éxito,omo se objetivó en nuestra serie, su seguridad, la ausenciae cicatrices externas y su escasa morbilidad postoperato-ia. La CENS disminuye el tiempo operatorio, permite unaisión directa, excelente iluminación y evita las complica-iones palatodentales. En los ninos y sobre todo en los reciénacidos al comienzo de la cirugía la entrada del endosco-io en las fosas nasales apenas permite el paso de otronstrumento. Sin embargo, la dilatación de las narinas, lauxación lateral de cornetes inferiores y el trabajo por las 2osas favorece la cirugía en todos los casos sin necesidad detilizar endoscopios pediátricos.

En este tipo de cirugía es importante destacar 2 pasosundamentales: el aumento de la superficie del marco coa-al mediante la eliminación de la parte posterior del vómerasta formar una neocoana «única» y la creación de los col-ajos mucosos que recubrirán las superficies óseas expuestasn el reborde de la coana, disminuyendo la formación deejido de granulación y los fenómenos de cicatrización.mbos gestos quirúrgicos reducen la incidencia de reeste-osis. Se ha comprobado que la eliminación casi total delómer no afecta el crecimiento facial17. Hay autores17 queo le dan valor a la creación de colgajos mucosos al contrarioue nuestro grupo y otros autores6,14. Los resultados obte-idos con la CENS descritos en la literatura refieren tasase reestenosis variables, debido a la heterogeneidad de losasos (AC uni o bilaterales y uso o no de terapias adyuvan-es), en torno al 10-20%18. Estas cifras son comparables aas del abordaje transpalatino pero con apenas complica-iones (< 1%)17. Un aspecto importante es la necesidad dena curva de aprendizaje en la reparación de la AC porENS, ya que la tasa de éxito se relaciona con una mayorxperiencia2.

Tras conseguir una apertura adecuada de las coanas, algu-os autores aplican de forma tópica mitomicina C o colocann stent temporal para impedir el cierre coanal. En nuestra

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J.L. Llorente et al

erie no hemos utilizado ninguno de los 2 y los resultadosbtenidos son óptimos. La utilización de ambos métodosdyuvantes es fuente de controversias.

El uso del antimitótico mitomicina C es apoyado poruchos autores8,19 para evitar el crecimiento de tejido

icatricial y prolongar así la permeabilidad nasal. Sinmbargo, en otros estudios no han encontrado diferenciasignificativas2,20. Recientemente, Newman et al.21 no halla-on diferencias significativas en la tasa de reestenosis enu serie de 31 pacientes intervenidos mediante CENS, aun-ue observaron una mayor tasa con su uso (32% versus 10%).l uso de mitomicina C no es rutinario y con frecuencia setiliza en los casos más difíciles, lo que podría explicar elumento de la incidencia de reestenosis en los pacientesratados con este agente.

Clásicamente se han utilizados los stents para evitar laeestenosis. Sin embargo cada vez son menos los autoresue promulgan su utilización, como es nuestro caso. El fun-amento para la colocación de un stent es que mantendríaos colgajos mucosos en su posición y prevendría el estrecha-iento de la luz coanal a medida que ocurre la cicatrización.

in embargo, los autores contrarios a su uso argumentan queanan la mucosa nasal, lo que resulta en un aumento delejido de granulación, formación de cicatrices (sobre todon la columnela), sobrecrecimiento bacteriano y biofilms, ylteración del drenaje de moco. Todos estos factores iríann contra del objetivo final de conseguir una permeabilidaduradera7,22. Diversas publicaciones7,8,14,23,24 y una revisióne la Cochrane realizada por Cedin et al.25 han concluido queo existen diferencias en el uso de stents con relación a laasa de reestenosis. En el caso de colocar los stents pareceue, para que sean útiles, deben ser mantenidos más de5 días14. Como en el caso del uso de mitomicina C, aunqueo parece haber diferencias en la tasa de reestenosis, estoodría ser debido a un sesgo de selección; ya en la mayoríae las series se decide el uso de stents en función de unaayor gravedad de la enfermedad. Además la mayoría de

os estudios realizados son retrospectivos. Debido a esto, noe puede concluir que los stents deben ser universalmentetilizados o abandonados26, pero nuestra impresión es que,on una técnica quirúrgica adecuada, su uso es innecesario.

Hemos observado que la irrigación en el postoperato-io con agua salina y la succión de las cavidades nasaleson elementos beneficiosos, al igual que la utilización deorticoides tópicos nasales a partir de los 15 días de lairugía. Estas maniobras tienen como objetivo mantener lasosas nasales libres de desechos o costras y minimizar lanflamación durante las primeras 2-3 semanas después dea cirugía. Esto disminuiría las posibilidades de infección ye formación de tejido de granulación y, por lo tanto, laormación de reestenosis.

onclusiones

anto la secuencia quirúrgica planteada, que hace que sebtenga una excelente visualización de la coana y unaeoconana amplia, como los cuidados postoperatorios admi-

e stents sea un procedimiento sencillo, rápido, seguro yon una excelente recuperación de los pacientes. La CENSin colocación de stents ni terapias adyuvantes permite

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2012;2:CD008993.

Tratamiento endoscópico de la atresia de coanas

conseguir una permeabilidad coanal estable a largo plazosin morbilidad asociada, tanto uni como bilateral, inde-pendientemente del tipo de atresia, de la existencia demalformaciones asociadas y de la edad de la intervención.Por lo tanto, estimamos que la CENS debería ser consideradaactualmente la cirugía estándar en el tratamiento de las ACuni o bilaterales.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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