Universidad “Vladimir I. Lenin”
Las Tunas
Facultad de Ciencias Agrícolas
TRABAJO DE DIPLOMA
Tesis en opción al título de Ingeniero Agrónomo
Título: Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
Autor: Esteban Reyes Pérez
Tutor: MSc. Ernesto Nápoles Gallardo
Las Tunas, julio 2014Las Tunas, julio 2014Las Tunas, julio 2014Las Tunas, julio 2014
¨Año 5¨Año 5¨Año 5¨Año 56666 de la Revolución ¨de la Revolución ¨de la Revolución ¨de la Revolución ¨
AGRADECIMIENTOS
A la Revolución Cubana y al Comandante en Jefe Fidel
Castro Ruz por haberme dado la oportunidad de estudiar y
formarme como ingeniero.
A todas las personas e instituciones que me brindaron su
ayuda e hicieron posible la realización de este trabajo.
DEDICATORIA
A la Revolución, sin la cual no habría sido posible
materializar este sueño.
Al comandante en jefe Fidel Castro por darnos
educación y la posibilidad de soñar.
RESUMEN
El experimento se desarrolló en áreas de la CCS Rafael Trejo del municipio Jobabo
para evaluar el comportamiento agroproductivo de dos cultivares de frijol (Phaseolus
vulgaris, L.) Se utilizó un diseño de bloques al azar con dos tratamientos y cuatro
réplicas. Los tratamientos lo constituyeron los cultivares ¨Tomeguín-93¨, y ¨Delicia
364¨. Se determinó período de llenado y formación de vainas, Madurez fisiológica y
de cosecha, número de vainas por planta, número de granos por vaina, número de
granos por planta, peso de 100 granos y rendimiento agrícola. El material manifestó
una precocidad (80-87 días a la cosecha) con relación a los cultivares que se utilizan
tradicionalmente en el territorio. El rendimiento de los cultivares en estudio fueron de
1.57 y 1.93 t/ha, teniendo el mejor resultado la variedad ¨Delicia-364¨, se logró un
incremento de las ganancias entre los 9 473.08 y 12 497.91 $/ha por concepto del
costo de la producción y el valor de la misma. Se debe continuar los estudios con
esta variedad y lograr su generalización en el resto del municipio.
Palabras claves: frijol; cultivares; Phaseolus vulgaris, L.; rendimientos.
ASBTRAC
The experiment developed in areas of her CCS Rafael Trejo of the Jobabo
municipality to evaluate the behavior two cultivares's agroproductive of bean (
Phaseolus vulgaris, L.) A design of blocks was utilized at random with two treatments
and four replies. Treatments constituted it the cultivares Tomeguín 93 and Delicia
364. It was determined period of filling and formation of pods, physiological and
harvest maturity, number of pods for plant, number of grains for pod, number of
grains for plant, weight of 100 grains and agricultural performance. The material
manifested precocity (80-87 days to the crop) with relationship to the varieties that are
cultivated traditionally in the territory. The yield of the varieties in study is of 1.57 and
1.93 t/ha, having the best result the variety ¨Delicias-364¨, achieving an increment of
the earnings in the participant entity among 9 473.08 12 497.91 $/ha there are for
concept of the cost of the production and the value of the same one. You should
continue the studies with this variety and to achieve their generalization in the rest of
the municipality, since bill with conditions.
Key words: Bean; Cultivars; Phaseolus vulgaris, L.; Yields.
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 1 II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA ........................................................................................ 6
2.1 Origen e importancia del cultivo del frijol ............................................................ 6 2.2 Rendimiento del frijol en Cuba y en el mundo .................................................... 7 2.3 Clasificación Taxonómica .................................................................................. 8 2.4 Distribución en el mundo .................................................................................... 9 2.5 Introducción en Cuba ....................................................................................... 10 2.6 Características morfológicas del frijol .............................................................. 10 2.7 Características distintivas del frijol ................................................................... 15 2.8 Exigencias edafoclimáticas del cultivo del frijol ................................................ 15
2.8.1 Suelos ........................................................................................................ 15 2.8.2 Agua .......................................................................................................... 17 2.8.3 Temperatura .............................................................................................. 18 2.8.4 Luz ............................................................................................................. 19 2.8.5 Elementos nutritivos ................................................................................... 19
2.9 Selección de los cultivares ............................................................................... 22 2.10 Mejoramiento genético del frijol y agrobiodiversidad ...................................... 22
III. MATERIALES Y MÉTODOS. .................................................................................... 24 3.1 Localización, suelo y clima ............................................................................... 24
3.1.1 Ubicación del área experimental ................................................................ 24 3. 1. 2 Caracterización del suelo ......................................................................... 24 3. 1. 3 Caracterización del clima ......................................................................... 25
3.2 Montaje del experimento .................................................................................. 25 3.3 Fitotecnia aplicada ........................................................................................... 26 3.4 Indicadores Analizados .................................................................................... 26 3.5 Método de análisis empleado para evaluar las mediciones ............................. 27
IV. RESULTADOS Y DISCUSION ................................................................................. 28 V. CONCLUSIONES ...................................................................................................... 33 VI. RECOMENDACIONES ............................................................................................. 34 VII. BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................ 35
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
Esteban Reyes Pérez 1
I. INTRODUCCIÓN
El cultivo del frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) ocupa un lugar importante
en la agricultura mundial en cuanto al área cultivada, nivel de producción y
consumo, extendiéndose su producción en los cinco continentes, es la
leguminosa más consumida en el mundo y es producida en ambientes tan
diversos como América Latina, norte y centro de África, China, EUA, Europa
y Canadá.
Su producción mundial alcanzó más de 19 millones de toneladas en el año
2009, donde América Latina se encuentra entre los mayores productores
liderado por Brasil, México, Centroamérica y el Caribe (FAO, 2010).
El frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) es de las legumbres comestibles de
mayor consumo a nivel mundial, proporciona una fuente importante de
proteínas (22%), vitaminas y minerales (Ca, Cu, Fe, Mg, Mn, Zn) a la dieta
de las poblaciones en América, sobre todo en los países en vías de desarrollo. La
producción anual en los países desarrollados excede los 21 millones de toneladas
métricas y representa más de la mitad de la producción total de legumbres para el
consumo del mundo. Sobradas razones para que el frijol común constituya la
leguminosa alimenticia más importante para cerca de 300 millones de personas,
que, en su mayoría, viven en países en desarrollo, debido a que este grano,
conocido también como "la carne de los pobres", es un alimento poco costoso para
consumidores de bajos recursos constituyendo su principal fuente de proteína y
hierro. El frijol se considera como la segunda fuente de proteína en África oriental
y del sur y la cuarta en América tropical. Además, este cultivo tiene gran
importancia económica, pues genera ingresos para millones de pequeños
agricultores, a tal grado que la producción mundial anual es de cerca de US$11
mil millones (CIAT, 2001).
Por lo que hace al volumen de producción, México ocupó el quinto lugar con 1260.00
toneladas, superado por India (2750,00 t), Brasil (2836,153t), China (1577,197 t) y
Estados Unidos (1148,700 t). El rendimiento medio de los principales productores
es el siguiente: Estados Unidos (682.8 kg.ha-1), China (1318.4 kg.ha-1), Brasil
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713.3 kg.ha-1), México (674.3 kg.ha-1) y la India (348.1 kg.ha-1). Es importante
mencionar que el rendimiento promedio mundial es de 694.3 kg.ha-1 (FAO, 2010).
Actualmente uno de los principales problemas de los países tropicales y del cual
Cuba no está exenta lo constituye el déficit de proteínas en la dieta alimentaria, que
ubica al frijol como un cultivo estratégico por su alto contenido en proteínas vegetales
(Durán, 1991; CIAT, 1995; Viana, 2006). Su contenido proteico es aproximadamente
el doble al de la mayoría de los cereales y es rico en micro nutrientes
esenciales como el hierro y el ácido fólico (CIAT, 2001).
En Cuba, la producción de este cultivo en el año 2009 fue de 110.800
toneladas métricas, con un área cosechada de 150.584 ha (FAO, 2010). En la
campaña 2010 -2011 se debieron producir 80 mil toneladas de frijol, en un área de
siembra de 85 a 89 mil ha con semilla nacional. Durante la última década, la
producción de frijol en Cuba estuvo a cargo, en su gran mayoría, del sector
agrícola no estatal, constituido fundamentalmente por fincas y pequeñas parcelas,
con condiciones muy diversas y baja disponibilidad de insumos agroquímicos y
energéticos (Rodríguez, 2006).
En Cuba el frijol común se dedica exclusivamente al consumo humano, y constituye
un alimento estratégico, pues constituye junto al arroz, la dieta básica de los
cubanos, es además la fuente de la quinta parte de las proteínas totales consumidas
(García, 2003). Su producción está muy extendida en Cuba, ocupando 95,306
hectáreas en año 2008, con una producción total de 97200 toneladas en ese
año (FAO, 2010). Esta cantidad constituyó alrededor del 60 % del consumo interno
(AEC, 2008), lo que implica que para satisfacer la demanda nacional, se
requirió la importación del resto en el mercado internacional, lo que puede constituir
un riesgo para la seguridad alimentaria de nuestro país considerando la
importancia de este cultivo.
En los sistemas de producción del mundo en general y de Cuba en
particular, existe un problema, la baja diversidad de variedades dentro de las
especies cultivadas. El caso específico del frijol común, aunque se dispone de
un grupo bastante amplio de variedades comerciales a nivel de país, 34 según la
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lista oficial de variedades comerciales del Ministerio de Agricultura (MINAGRI,
2010), el acceso de los productores, principalmente aquellos pertenecientes a
organizaciones productivas de mayor tamaño como las Cooperativas de
Producción Agropecuaria (CPA), Unidades Básicas de Producción Cooperativa
(UBPC), que tienen una alta dependencia del sector formal de Semillas, por
diversos motivos, es limitado.
En la actualidad, en Cuba se dispone de 34 variedades comerciales de frijol
(MINAGRI, 2005). De éstas, solo se producen semillas de 23, con un promedio
nacional de 5 variedades por provincia, en cantidades muy inferiores a la demanda,
lo que causa que una gran proporción de campesinos no dispongan de
acceso a estas semillas y en consecuencia una parte importante de las variedades
empleadas para la producción del frijol común provienen del sistema informal
de semillas, principalmente de cultivares locales cuyas semillas son
conservadas y producidas cada año por los propios campesinos.
Todo lo anterior fue consecuencia de que en la década de los 80, más del 70 % de
la producción de este cultivo se realizaba en el sector agrícola estatal, sin embargo, a
partir de la década de los 90, con el derrumbe del campo socialista, principal socio
comercial de Cuba, sobrevino una crisis en la economía cubana que afectó
fuertemente el sector agrícola, disminuyendo de manera drástica la disponibilidad de
insumos agroquímicos y petróleo. En estas circunstancias, el sector estatal de
producción agrícola, cuyo modelo de desarrollo estaba basado en el empleo
de paquetes tecnológicos de altos insumos agroquímicos y energético,
disminuyó sus niveles productivos y el cultivo del frijol quedó en manos
fundamentalmente del sector no estatal (Cooperativas de crédito y servicios
(CCS) y Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA)), los cuales ya en el año
2008 estuvieron a cargo de cerca del 97% de la producción de este cultivo en Cuba
(AEC, 2008). En nuestro país son relativamente bajos los rendimientos (0.63
kg.ha-1) como promedio, y se invierten anualmente más de 32 800 000 dólares
en la compra de alrededor de 140 000 t de granos (Chailloux et al., 2006).
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El comandante Raúl Castro Ruz planteó: “Stenemos la obligación de producir
alimentos con calidad para sustituir importaciones y reducir paulatinamente la
dependencia existente del mercado exterior. Como todos comprenderán, este país
no puede darse el lujo de soportar gastos que es capaz de sustituir con la producción
nacional, meta que estamos en la obligación de proponernos a mediano plazo. En
esta dirección el programa de la agricultura suburbana está llamado a desempeñar
un papel decisivo bajo modelos de gestión que involucren tanto a la empresa
estatal como a las cooperativas, campesinos individuales, usufructuarios de la
tierra, y otras formas de producciónS” (Castro, 2009).
Por ello se hizo necesario la evaluación de nuevos cultivares de frijol con un
rendimiento potencial elevado que se adapten a las condiciones edafoclimáticas
de este municipio, pues en Cuba existe una alta variación de las condiciones
climáticas en que se siembra el cultivo, este se practica en todo el país, desde
septiembre hasta mayo, aparte de la posible variación climática entre los años
(Quintero, 2002). Las condiciones edáficas varían ampliamente en función de la
diversidad y categorías de suelos de todo el territorio nacional.
El bajo porciento de disponibilidad del grano evidencia la necesidad de aumentar las
producciones y los rendimientos a través de diferentes vías, siendo las más
recomendables en las actuales condiciones de nuestro país, la selección como
método de mejoramiento, pues en un menor período de tiempo se pueden encontrar
genotipos sobresalientes.
Problema Científico: se desconoce el comportamiento agroproductivo de las
variedades de frijol negro y rojo, ¨Tomeguín¨ y ¨Delicias 364¨respectivamente
sembrados en época óptima, en las condiciones edafoclimáticas de la CCS. Rafael
Trejo del municipio Jobabo.
Objeto: el cultivo del frijol.
Campo de acción: comparación de variedades de frijol común (Phaseolus vulgaris,
L.)
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
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Hipótesis: si se determina el comportamiento agroproductivo del Phaseolus vulgaris,
L), variedades ¨Tomeguín¨ y ¨Delicias 364¨en las condiciones edafoclimáticas de la
zona de la CCS. Rafael Trejo del municipio Jobabo, se pudiera incrementar la
biodiversidad y el rendimiento agrícola de este cultivo.
Objetivo General: evaluar el comportamiento agroproductivo de los cultivares de
frijol (Phaseolus vulgaris, L.) ¨Tomeguín-93¨, y ¨Delicia 364¨ en condiciones
edafoclimáticas de la CCS. Rafael Trejo del municipio Jobabo.
Objetivos específicos:
a) Realizar evaluaciones del desarrollo reproductivo de las variedades
estudiadas.
b) Determinar el rendimiento agrícola y sus principales componentes.
c) Realizar una valoración económica de las producciones.
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
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II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
2.1 Origen e importancia del cultivo del frijol
El origen americano del frijol común (Phaseolus vulgaris L.) se acepta sin el menor
asomo de controversia desde finales del siglo XIX (Debouck, 1986), y sugiere tres
centros de origen localizados en América Latina, definidos como Centro
Mesoamericano, Centro Norte Andino y Centro Sur Andino. Los Mesoamericano
extendiéndose desde el sudeste de los Estados Unidos hasta Panamá, teniendo
como zonas principales México, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Honduras y
Costa Rica.
El frijol en América Latina ha venido cultivándose desde tiempos ancestrales, como
lo atestiguan registros de hallazgos arqueológicos de esta leguminosa de 7000 años
de antigüedad en sitios diversos de Estados Unidos, México y Perú. Todos estos
descubrimientos arqueológicos corresponden a plantas completamente
domesticadas (CIAT, 1995; Voysest, 2000).
Estudios asociados con patrones geográficos, evidencias de proteínas de la semilla
Gepts y Bliss (1986), rasgos morfológicos y marcadores moleculares han revelado
que existen dos centros primarios de diversidad, un origen Mesoamericano y un
origen Andino (Acosta y Pérez, Patricia, 2008).
Autores como Acosta y Pérez, Patricia (2008), plantean que el frijol común
(Phaseolus vulgaris, L) fue domesticado en el nuevo mundo hace aproximadamente
7 000 a 10 000 años y ha evolucionado a través de su domesticación, desde las
formas ancestrales Phaseolus vulgaris var. Aborigineus (Buró) Baudet, una
enredadera anual que se distribuía en altitudes medias 1 500-2 000 msnm en
bosques claros o en las regiones del geotrópico en un rango superior a 8 000 Km.,
desde el Norte de México hasta el Norte de Argentina.
En el Caribe es un alimento básico en la dieta de países como Cuba, Haití y
República Dominicana, entre ellos se cultivan alrededor de unas 212 mil hectáreas
anuales, cada país de esta región gusta de uno o varios tipos de frijoles con
determinados colores y tamaños del grano (Varela, 2006).
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
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El frijol común (Phaseolus vulgaris, L.), se considera uno de los alimentos básicos en
la dieta humana y su consumo diario desde el punto de vista nutricional aporta entre
el 15-30% del hierro y las proteínas de origen vegetal al organismo humano con
3400 k/cal cada Kg. de alimento consumido, por estas razones constituye la
leguminosa alimenticia más importante en la nutrición de mujeres y niños ubicándose
en una posición ventajosa respecto a otros alimentos de origen vegetal, además
tiene gran importancia económica pues genera ingresos para millones de pequeños
agricultores (CIAT, 2001).
Se plantea que el contenido de proteínas en las semillas secas de frijoles oscila
entre 12 y 25%, proporciones que son significativamente favorables en comparación
con los niveles de proteína de los cereales que solo contienen entre un 5 y 14% en
cuanto a su aporte energético, los granos secos de frijoles aportan aproximadamente
igual cantidad que los cereales, pero contienen además una pequeña parte de
grasas y una abundante gama de vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales de
gran interés (isoleucina, leucina, lisina, fenilalanina, metionina, triptófano) en
cantidades moderadas (Morales y Mosquera, 2010).
2.2 Rendimiento del frijol en Cuba y en el mundo
Hay por lo menos 184 países donde se cultivan actualmente leguminosas graneras y
en el año 2009 su producción total se estimó en 61.506.000 t, obtenidas de
71.807.000 ha cosechadas (FAOSTAT, 2011), lo cual arroja un rendimiento anual
promedio de unos 0.850 t.ha-1.
Los rendimientos en los principales países productores van de 2.6 t.ha-1 en Egipto,
2.4 en los Países Bajos, 1.9 en Canadá, 1.8 en Estados Unidos, 1.6 en China y 0.45
en India (FAOSTAT, 2011). Brasil, que es uno de los países con mayor producción,
tiene un rendimiento promedio de 0.92 t.ha-1.
El país mayor productor de leguminosas de grano en el mundo para el año 2010 fue
India, con una producción de 13,73 millones de toneladas, seguido de Canadá con
5,20 y China con 4,23. En América del Sur destaca Brasil con 3,55 millones de
toneladas. En relación a la producción percápita, los mayores valores los presenta
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Canadá con 153,3 seguido por Australia 83,9 y Myanmar 70,3 Kg./habitante
respectivamente, lo cual los convierte en países exportadores de estos granos para
el resto del mundo (CGIAR, 2006).
Los países que se destacan en la producción por orden de importancia son India con
18,49%; Brasil con 16,55%; China con 11,47%; Estados Unidos con 6,84%, y México
con 6,80%. Estas naciones, junto con Myanmar, contribuyen con el 63,86% del total
producido (FAOSTAT, 2011).
En Cuba el frijol común forma parte de la dieta básica de cada cubano quien lo
consume casi a diario, constituyendo la fuente de la quinta parte de proteínas totales
consumidas. Se estima que en Cuba se produjeron en el año 2004 unas 119 800
toneladas de frijol, esta producción a pesar de ser superior a la de la década anterior
no satisface la demanda nacional teniéndose que importar alrededor de 70 077
toneladas en el mercado internacional (FAO, 2007).
En Cuba según la Oficina Nacional Estadística (ONE, 2011) y en el año 2011 hubo
una producción total de 133000 t y un rendimiento de 1.07 t.ha-1 esta cantidad
constituyó alrededor del 60% del consumo interno (FAOSTAT, 2011).
Es importante destacar que en la producción nacional de frijol el sector cooperativo y
campesino lleva la mayor parte y no el sector estatal, la baja fertilidad de los suelos,
la sequía y las afectaciones por plagas y enfermedades son la causa fundamental
para que los rendimientos agrícolas se vean afectados (García, 2003).
2.3 Clasificación Taxonómica
Desde el punto de vista taxonómico esta especie es el prototipo del género
Phaseolus y su nombre científico es Phaseolus vulgaris, L, asignado por Linneo en
1753.
La clasificación taxonómica según Strasburger (1994) es la siguiente:
Reino: Plantae
División: Angiosperma
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Clase: Dicotyledoneae
Orden: Fabales
Suborden: Fabanae
Familia: Fabaceae
Género: Phaseolus
Especie: Phaseolus vulgaris, L.
2.4 Distribución en el mundo
El género Phaseolus, perteneciente a la familia de las leguminosas, comprende más
de 38 especies. Dentro de estas especies solo cinco han sido domesticadas, que son
Phaseolus acutifolius Gray., Phaseolus coccineus L., Phaseolus lunatus L.,
Phaseolus polyantuthus Greenman y Phaseolus vulgaris L. (Gepts y Debouck,
1991), (Beyra, Artiles, 2004), siendo esta última la más utilizada, ocupando más del
85% de las áreas dedicadas a todas las especies de Phaseolus cultivadas en el
mundo (Beyra, Artiles, 2004).
Se plantea que el proceso de domesticación redujo la diversidad genética, como lo
muestran los patrones de faseolina presente en la forma silvestre y cultivada de la
especie, durante y después del proceso de domesticación, la selección por los
agricultores del pasado aumentó la variabilidad Genética (Rodríguez, 2008).
Análisis realizados demostraron varios tipos de faseolina, donde los tipos “S” la
contienen las semillas pequeñas predominando en los Centros Mesoamericanos y
Norte Andino, en cuanto al tipo “T” presente en semillas grandes predominando en
los Centro Sur Andino. En centro sur Andino fueron encontrados también otros tipos
de faseolina como “C”, “H” y “A”, los tipo “B” se encontraron en semillas de frijoles
cultivados en Colombia establecieron un paralelo geográfico para la variación del tipo
de faseolina y tamaño de las semillas, entre formas de frijoles salvajes y cultivados.
(Faure, 2010).
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Según Castañeiras et al. (2010), los tipos actualmente cultivados son resultados de
hibridaciones entre dos o tres especies, además consideran interesante la hipótesis
de que los frijoles hayan sido esparcidos por el hombre más que por sus propios
mecanismos de dispersión. Propone dos rutas de dispersión, la primera para los
tipos de semilla pequeña, la cual comienza en México, continúa por la costa del
Caribe, Colombia y Venezuela y llega eventualmente a Brasil, alternativamente pudo
haber comenzado en México, continuar por las Islas del Caribe y de ahí a Venezuela,
Colombia y Brasil. La segunda ruta para cultivares de semilla grande comienza en
Los Andes y llega a Brasil. Castañeiras (2010), considera que esta ruta debe haber
sido la vía de introducción de los cultivares cubanos. Colombia parece ser centro de
encuentro de los cultivares de origen Mesoamericano y Andino.
2.5 Introducción en Cuba
Los cronistas han expuesto la diversidad de plantas cultivadas que encontraron los
conquistadores al llegar a Cuba, entre ellas los frijoles del género Phaseolus.
Voysest (2000), citados por Viana (2006), plantearon que en Cuba existía diversidad
para Phaseolus. Por su parte, Castañeiras (2010), en colectas realizadas en
diferentes zonas de la isla ha confirmado la amplia variabilidad en los materiales
cultivados.
Las primeras introducciones fueron cultivares de semilla grande con faseolina tipo
“T“, que pudieron haber llegado con los indios tainos de América del Sur. Las razas
con semilla negra pequeña y faseolina tipo “S“ que prevalece en el germoplasma
cubano puede haber llegado desde México, por la costa norte de América del Sur y
el Arco Antillano y reintroducidos directamente desde México después de la
conquista (Castañeiras, 2010).
2.6 Características morfológicas del frijol
El estudio de la morfología del frijol incluye raíz, tallo, semilla. Cuando a la semilla
viable se le proporciona humedad, buena aireación y a las ramas, hojas, flores y fruto
cierta temperatura, el embrión que estaba en reposo germina y reanuda su
crecimiento. Lo primero que asoma de la testa es la radícula (Kohashi, 1991).
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Dentro de las características morfológicas que distinguen los frijoles domesticados
provenientes de ambos centros de origen, el tamaño de las semillas es uno de los
más determinantes, caracterizándose el grupo mesoamericano por presentar
semillas pequeñas (menos de 25 g para el peso de 100 semillas) y medianas (entre
25 g y 40 g para el peso de 100 semillas), y los genotipos del grupo andino se
caracterizan por semillas grandes (más de 40 g para el peso de 100 semillas) (Faure,
2003).
Esta relación del peso de las semillas con los reservorios andino y mesoamericano,
no es únicamente producto de la selección de los agricultores, sino que es una
característica que distingue también a las variedades silvestres de ambos
continentes. Las variedades silvestres de Mesoamérica, presentan semillas de
pequeño tamaño como las variedades domesticadas a las que dieron origen y se
desarrollaron en un ambiente con una vegetación tupida, mientras las variedades
silvestres andinas, con semillas de mayor tamaño, se desarrollaron en bosques
húmedos y más templados (Koenig y Gepts, 1990).
Raíz
Según Quintero (2002), el sistema radical está compuesto por una raíz principal así
como por un gran número de raíces secundarias y raicillas. Al germinar es de
crecimiento rápido, su capa activa se enmarca entre los 0.20 – 0.40 m. de
profundidad y de 0.15 – 0.30 m. de radio. Con numerosas ramificaciones laterales.
Este sistema se mantiene durante toda la vida de la planta. Este cultivo posee la
capacidad de fijar nitrógeno atmosférico por la simbiosis con la bacteria del género
Rhizobium a partir de la formación de nódulos en sus raíces. Esto permite que estas
especies concentren en sus tejidos cantidades altas de nitrógeno, principalmente en
forma de proteínas y de aminoácidos libres.
Tallo
El tallo está formado por nudos y entrenudos que tienen un tamaño variable y de
cada nudo emerge una hoja, su altura depende del hábito de crecimiento
(determinado o indeterminado). Se les llama determinado cuando alcanzan poca
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altura (0.20 – 0.60 m.) y presentan en su extremo una inflorescencia, mientras que
los indeterminados pueden llegar a medir de dos a diez metros de longitud y no
presentan inflorescencia en su yema Terminal (Quintero, 2002). El tallo principal está
formado por una sucesión de nudos y entrenudos, con los cotiledones en posición
opuesta (Quintero, 2002).
Los primeros nudos (cotiledones y de las hojas primarias) son formados durante la
embriogénesis, por lo tanto existen ya en la semilla (Higuera y Ortega, 2009).
Diversos investigadores han apoyado la idea de conceptuar al tallo como un conjunto
de nódulos con un sistema radical común denominada fitómero. Cada unidad
modular está constituida de un entrenudo, la hoja en la parte superior y las yemas.
Este concepto biológico considera a la planta como una población de fitómeros en
diversos grados de desarrollo. De esta manera existe una demografía o población de
fitómeros, con fitómeros viejos, maduros y jóvenes, con características fisiológicas
diferentes de acuerdo a su grado de desarrollo (edad) (Kohashi, 1991).
El tallo puede seguir creciendo debido a la actividad de la yema apical. En el caso de
plantas de hábito de crecimiento indeterminado, esta puede permanecer en estado
vegetativo durante la vida de la planta, pueden ser arbustivas como los frijoles
mateado tipo II, o tener una guía larga o media correspondiendo a tipos de
crecimientos III y IV, pudiendo ser trepadora la guía o no, en algunos cultivares
durante la época reproductiva, la yema apical, tanto del tallo como de las ramas, se
pueden transformar en yema floral, dicho eje cesa su crecimiento y la planta presenta
entonces un hábito determinado tipo II (Kohashi, 1991).
El tallo es herbáceo, con sección cilíndrica o levemente angular, tiene generalmente
un diámetro mayor que las ramas. Puede ser erecto, semi-postrado o postrado,
según el hábito de crecimiento; pero tiende a ser vertical.
Algunas características del tallo en la identificación de cultivares, el color, la
pilosidad, el número de nudos, el carácter de la parte terminal, el diámetro, etc. La
pilosidad y el color varían según la parte del tallo, la etapa de desarrollo, el cultivar y
las condiciones ambientales (Debouck e Hidalgo, 1985 y Henríquez et al., 1995).
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Esteban Reyes Pérez 13
Hojas
Las hojas, a su vez, son alternas, compuestas por tres foliolos (dos laterales y uno
terminal o central). Los foliolos son grandes, ovalados y con extremos acuminado o
en forma de punta. Posee un nervio central y un sistema de nervaduras ramificadas
en toda el área del limbo foliar (Quintero, 2002).
En cada nudo se encuentra una estípula, una hoja y en la axila de las hojas,
estructuras vegetativas (ramas) o reproductivas (inflorescencias); se numeran en
forma ascendente, el primer nudo corresponde a los cotiledones, el segundo a las
hojas primarias, el tercero al de la primera hoja trifoliada y así sucesivamente.
En plantas con hábitos de crecimiento determinado el número de nudos normalmente
es bajo, en plantas de hábito indeterminado es mayor, ya que en la fase
reproductiva, el tallo sigue creciendo (Debouck e Hidalgo, 1985 y Henríquez et al.,
1995).
Además plantean que la planta de frijol es por naturaleza muy ramificada. Las ramas
principales pueden tener a su vez ramas laterales, se desarrollan especialmente en
los nudos de las hojas trifoliadas inferiores del tallo a partir de un conjunto de yemas,
denominado complejo axilar. Las yemas de los primeros nudos (cotiledones y hojas
primarias) pueden permanecer en estado latente pero tienen el potencial de
desarrollo generalmente como ramas asilares, la ramificación es muy reducida en las
partes terminales del tallo o de las ramas, en estas partes, el desarrollo tiende a ser
reproductivo (Quintero, 2002).
Las hojas son simples y compuestas, están insertadas en los nudos del tallo y de las
ramas, las primarias aparecen en el segundo nudo del tallo y se forman en la semilla
durante la embriogénesis. Son simples, opuestas, cordiformes, unifoliadas,
auriculadas, y acuminadas; caen antes de que la planta esté completamente
desarrollada. Las estípulas son bífidas (Quintero, 2002).
Flores
La flor es típica papilionácea, ocurre en inflorescencia en racimo, se van
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Esteban Reyes Pérez 14
desarrollando de la base hacia el ápice de la inflorescencia, las primeras en
presentar la antesis, son las que tienen mayor probabilidad de transformarse en
vainas normales o maduras, dicha posibilidad y disminuyendo según avanza el
período de floración, con el aumento de vainas que se caen posiblemente por
abscisión, especialmente menores de 3 cm de longitud, las de mayor longitud
generalmente ya no sufren abscisión (Quintero, 2002).
Las inflorescencias pueden ser axilares y terminales, se originan de un complejo de
tres yemas (tríada floral), botánicamente se consideran racimos de racimos, es decir,
un racimo principal compuesto de racimos secundarios, tiene tres partes principales:
el eje de la inflorescencia, compuesto de pedúnculo y raquis, las brácteas primarias y
los botones florales (Quintero, 2002).
Frutos
El fruto es una vaina con dos valvas, consta de semillas, pericarpio (vaina sin
semilla), dos suturas, dorsal o placental y la sutura ventral. Los óvulos (futuras
semillas) alternan en la sutura placental. Las vainas son generalmente glabras o
subglabras con pelos muy pequeños; a veces la epidermis es pilosa. El color
depende de la variedad; comienzan a crecer en longitud a partir del tercer día
después de la antesis hasta los 12 y 18 días, después el crecimiento es más lento
hasta la madurez fisiológica cuando prácticamente se detiene (Quintero, 2002).
La textura de la vaina presenta tres tipos de dehiscencia: el pergaminoso, el coriáceo
y el tipo carnoso o no fibroso. La semilla se origina de un óvulo compilótropo, es
exalbuminosa, es decir, no posee albumen en su madurez carece de endospermo,
las reservas nutritivas se concentran en los cotiledones. Según Quintero (2002), las
reservas cotiledonales suplen las necesidades de la plántula más o menos hasta los
12 días después de la siembra. Tiene amplia variación de colores, forma y tamaño
(pequeño, medio y grande) se expresa como el peso en gramos de 100 semillas
escogidas al azar.
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Esteban Reyes Pérez 15
2.7 Características distintivas del frijol
Según Castañeiras (2010), el frijol posee algunas características que convienen tener
presentes, y son las siguientes:
1. Realiza la fotosíntesis exclusivamente mediante el ciclo de Calvin.
2. Es una Planta C-3
3. La floración y el desarrollo de los frutos, son secuenciados o escalonados; en el
frijol, la apertura de las flores de una planta ocurre en forma continua, en un lapso de
dos hasta cuatro semanas, según el cultivar, el hábito de crecimiento y las
condiciones ambientales. Este ritmo de floración continua también ocurre a nivel de
inflorescencia individual.
4. El hábito de crecimiento, el cual está controlado genéticamente, puede ser
modificado por el medio, es importante, porque está relacionado con características
agronómicas y fisiológicas.
5. La producción de un número de botones, flores y vainas jóvenes, es mucho mayor
que el de vainas normales que llegan finalmente a alcanzar la madurez, debido a la
abscisión o caída controlada fisiológicamente, pero modulada por el ambiente;
además por la ocurrencia de vainas que son aquellas retenidas en la planta hasta la
madurez, pero no contienen ninguna semilla normal.
6. Tiene la capacidad de formar nódulos en las raíces, que le permiten la fijación
biológica del nitrógeno atmosférico.
7. Aborto de óvulos y semillas.
2.8 Exigencias edafoclimáticas del cultivo del frijol
2.8.1 Suelos
Actualmente existe una preocupación por la degradación del suelo y sus efectos
adversos sobre la productividad agrícola y calidad del ambiente. El deterioro del
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Esteban Reyes Pérez 16
suelo, que comprende procesos como erosión, pérdidas de materia orgánica,
compactación, salinización, contaminación y reducida actividad biológica, se ha
extendido ampliamente en los suelos agrícolas, como consecuencias de prácticas de
producción más intensivas y por la expansión de la agricultura en ambientes más
frágiles (FAO, 2007).
Para evaluar formas tradicionales de mantener la fertilidad del suelo (FAO, 2007),
concluyeron que, tradicionalmente, los agricultores que producían frijol y otros
cultivos dependían de los árboles y la vegetación arbustiva en pie para proveer el
nutrimento necesario para la restauración de la fertilidad del suelo y la productividad.
Además de proveer los nutrimentos a través de la ceniza y la quema, la vegetación
también proporciona cobertura para los suelos tropicales frágiles.
El cultivo del frijol común se puede desarrollar en suelos con topografía que van
desde llanas a ligeramente onduladas, con buen drenaje natural y de ser factible
drenaje artificial, expresa buen comportamiento en suelos con plasticidad media, que
posean una profundidad de la capa arable no menor de 20 cm (García et al., 2010),
con un pH comprendido entre 5,8 y 6,5 (MINAGRI, 2006). El pH por debajo de 5.0 las
plantas pueden tener problemas con el exceso de aluminio soluble.
En las áreas destinadas al cultivo del frijol común que posean pendientes mayores
del 2% deben establecerse la siembra en contorno y garantizar técnicas de riego
eficientes que eviten al máximo la erosión del suelo por arrastres y escurrimientos,
de ser posible mantener el suelo con cobertura que puede ser muerta o viva.
Los suelos con drenaje interno y superficial deficiente no son aptos para el cultivo del
frijol; no obstante, en suelos arroceros o de arcillas pesadas es posible realizar estas
siembras siempre que se tengan en cuenta las medidas agrotécnicas especiales que
garanticen el drenaje de los mismos. Los mejores suelos para el cultivo del frijol son
aquellos que contengan una buena proporción de materia orgánica, que ayude a la
fertilidad de estos, así como a la retención del agua, mejorando también sus
propiedades físicas (Duarte, 2008).
En suelos deficientes, para obtener una cosecha abundante de frijol, se requieren
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Esteban Reyes Pérez 17
entre 30 y 60 Kg.ha-1 de N, 90 y 150 Kg.ha-1 de P2O5, 30 y 60 Kg/ha-1 de K2O, 250 y
500 Kg.ha-1 de Cal dolomítica y/o 500-1000 Kg.ha-1 de gallinaza (Duarte, 2008).
A los precios actuales, la aplicación inicial de 6 ton/ha de estiércol complementada
con una aplicación anual de 2 t.ha-1 es más ventajosa que aplicar fertilizantes
químicos, plantean que se puede utilizar el compost derivado de desechos como
enmienda del suelo o fuente de nutrimentos para las plantas sin ocasionar impacto
desfavorable, la aplicación de suficiente abonos orgánicos de buena calidad ejerce
un efecto directo y residual notable en el rendimiento del frijol, mientras que el
fertilizante mineral escasamente ejerce un efecto residual (Duarte, 2008).
El incremento de materia orgánica provoca una disminución del efecto tóxico de los
herbicidas; sin embargo, la aplicación de iones al suelo produce una liberación de los
herbicidas absorbido al mismo, por lo que la fertilización, práctica indispensable en la
agricultura, contribuye a incrementar el efecto tóxico en las plantas. Se ha observado
que los cultivares de frijol de semillas negras son menos sensibles a la acidez del
suelo con altas concentraciones que aquellos con semillas de otros colores (Borges,
2006).
2.8.2 Agua
El requerimiento crítico de agua por parte del cultivo se presenta durante la
germinación y desde el inicio de la floración hasta que termina el llenado de las
vainas la carencia de agua puede acelerar la floración en detrimento del desarrollo
de la planta, ocasionando inclusive la caída de flores y la reducción del número de
vainas por planta, del número de semillas por vaina, de la longitud de las vainas y del
tamaño y peso de las semillas (Higuera, 2007).
En cuanto a los requerimientos de agua, el frijol se considera una leguminosa de
grano con gran habilidad para producir cosechas rentables con bajos suministros
hídricos, por lo que se acostumbra a sembrarlo de secano en la época de finales de
lluvias (Rodríguez, 2006) bajo esas condiciones materiales con hábito de crecimiento
determinado, requieren de 300 a 400 mm de precipitación bien distribuidos aunque
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Esteban Reyes Pérez 18
puede producir rendimientos aceptables con menos de 300 mm, es decir, con un
volumen inferior al indicado para su producción (Higuera, 2007).
Se plantea que dentro de los papeles principales del agua están su uso como
reactivo para la fotosíntesis, elemento estructural, medio de transporte y regulador de
temperatura (López et al., 1985; Higuera, 2007).
Acosta, (1991); Stone y Moreira (1992) y Loforte, (2007), plantearon que las etapas
más susceptibles a la deficiencia de agua son floración, formación y crecimiento de
las vainas. La falta de agua en las raíces, desarrolla tensiones hídricas que alteran
las funciones normales, provocando un desequilibrio fisiológico. El rendimiento de los
cultivos responde de manera muy compleja, las variedades tardías pueden volverse
inútiles porque no hay suficiente agua para alcanzar su potencial de crecimiento
(Loforte, 2007).
Un buen rendimiento se relaciona con la utilización eficiente del agua Khade et al.
(1992); Duarte, (2008) y Yontes et al. (1991), citado por Rodríguez (2006), plantean
una cantidad de agua entre 30 y 40cm incluyendo riego y precipitaciones, produce el
máximo rendimiento de frijol. Estudios realizados por Samadi y Sepasckhah (1991),
citado por MINAGRI (2006), sugieren el riego suplementario por surcos en la etapa
fenológica del llenado de las vainas para obtener el mayor rendimiento.
2.8.3 Temperatura
La planta de frijol crece bien a diferentes variaciones de temperaturas siendo el
promedio de 25 a 30 oC. Las bajas temperaturas retardan el crecimiento de las
plantas y las altas causan una aceleración, se puede decir que temperaturas
extremas traen consigo problemas irreversibles, como la falta de floración y
esterilidad a causa de la disociación de las proteínas enzimáticas y membranas
celulares. En Cuba se considera las altas temperaturas una limitante para la
producción en verano (MINAGRI, 2006).
Por lo que varios autores coinciden en señalar como temperatura óptima las
comprendidas entre 22 oC y 26 oC (MINAGRI, 2006), cuando la temperatura pasa los
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Esteban Reyes Pérez 19
26°C se afecta el sistema reproductivo debido al bajo poder germinativo del polen y
de la escasa formación de sustancias encargadas de retener los frutos.
2.8.4 Luz
La luz juega un papel muy importante en la regulación del desarrollo de la planta,
principalmente por medio de los efectos de foto período y madurez. Obviamente el
papel principal está en la realización de la fotosíntesis y en defecto o exceso puede
afectar la fenología y morfología de las plantas por reacciones del foto período y
elongación (etiolación) y a intensidades altas puede afectar la temperatura de la
planta (Loforte, 2007).
La luz puede causar cambios dramáticos en el patrón de crecimiento por medio de
efectos del fotoperíodo, reacción muy importante para trabajo de adaptación de
nuevas líneas. Siendo el frijol una especie de días cortos, los días largos tienden a
causar demoras en la floración y madurez, generalmente cada hora más de luz
puede retardar la maduración de 2 – 6 días (López et al., 1985). Se especula que el
mismo sistema de pigmentos que controla respuesta a foto período regula la
elongación de tallos bajo condiciones de sombra o iluminación, usando luz con un
fuerte componente rojo (Loforte, 2007).
2.8.5 Elementos nutritivos
Nitrógeno
De los elementos nutritivos necesarios para el frijol, el nitrógeno es el que más rápido
provoca sus efectos en la planta. La cantidad de este elemento en el suelo
generalmente es considerado insuficiente para satisfacer las necesidades del cultivo
(Duarte, 2008).
El nitrógeno es un elemento indispensable para la multiplicación celular, el desarrollo
de los órganos, aumenta el área foliar y las masas protoplasmáticas activas. Este
elemento entra en la composición de la proteína, donde su contenido oscila entre 15
y 19%. El nitrógeno es necesario desde el comienzo del desarrollo de la planta; su
absorción aumenta rápidamente desde el inicio del crecimiento y se extiende hasta la
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Esteban Reyes Pérez 20
floración, en estudio realizado sobre la absorción del nitrógeno se han diferenciado
cuatro etapas fundamentales:
� Desde la germinación hasta el inicio de la floración.
� Durante la floración.
� Desde el final de la floración hasta el llenado de los granos.
� En la madurez.
Las máximas extracciones de nitrógeno se realizan a los 56 días de plantado el
cultivo (Etapa de floración) del total de nitrógeno extraído, las cantidades que
retornan al suelo con el resto de las cosecha no son despreciables (de 13 a 20
Kg.ha-1) y una vez mineralizado puede volver a ser utilizada por las plantas. En el
caso de que el frijol haya nodulado y obtenido nitrógeno por fijación biológica, la
parte de este incorporada al suelo puede considerarse como un aporte del nitrógeno
al sistema (Morales y Mosquera, 2010).
Fósforo
El fósforo es un elemento constitutivo de los tejido de las planta, así como de todos
los tejidos vivientes; es además indispensable para la actividad biológica y
desempeña un papel esencial como transportador de energía en las síntesis de las
proteínas celulares y en el metabolismo de los glúcidos. Las plantas bien abastecidas
por fósforo maduran con mayor rapidez. La máxima absorción de fósforo por la
planta se produce a los 41 días de plantado, cuando el riego es deficiente disminuye
el aprovechamiento del fósforo por la planta, lo que motiva un aumento de la fijación
del elemento en el suelo (Duarte, 1990).
Potasio
El potasio es de gran importancia para el cultivo, ya que es demandado en mayor
cuantía que el fósforo, pero menos que el nitrógeno. Este elemento tiene gran
movilidad dentro de la planta, no se encuentra en ningún compuesto de constitución,
interviene en la presión osmótica de las células, disminuye la transpiración y
contribuye a mantener la turgencia celular. También desempeña un papel importante
en la reacción que interviene en la asimilación clorofílica, en la formación de los
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
Esteban Reyes Pérez 21
glúcidos y en las síntesis de las proteínas. La absorción de potasio por la planta
durante su ciclo de vida es máxima entre 44 y 53 días (antes de la plena floración)
(Amaya, 2004).
Ha sido reportado que el 73.5% de potasio es extraído por la planta desde la
germinación hasta la floración total. Se plantea que aproximadamente 2/3 partes del
potasio total extraído y utilizado por las plantas durante su desarrollo, es devuelto al
suelo al realizarse la cosecha (Amaya, 2004).
Calcio
El calcio siempre debe estar presente en el suelo en cantidades adecuadas, todas
las leguminosas de grano necesitan de este elemento en abundancia. La presencia
de calcio en el suelo en forma de carbonado neutraliza la acidez de suelo y
suministra calcio asimilable por la raíces. No se recomienda que se aplique calcio en
forma de sustrato ya que se retarda la maduración en los frutos y produce semillas
de mala calidad (Beyra y Artiles, 2004).
Microelementos
Los microelementos, aunque son utilizados por las plantas en pequeñas cantidades,
son tan fundamentales como los macro elementos, pues los efectos acumulativos de
las cosechas sucesivas durante varios años pueden reducir rápidamente las
cantidades limitadas que existen en los suelos.
De todos los microelementos, los de mayor peso para la planta de frijol son el Boro y
el Molibdeno, por su activa participación en el proceso de fijación del Nitrógeno en
las plantas por el Rhizobium (Acosta et al., 2004).
La producción y superficie de siembra ha sido más o menos constante en los últimos
25 años. En los países desarrollados la tendencia ha sido hacia la disminución de la
superficie cultivada, y los rendimientos no han aumentado, e incluso la producción ha
descendido (Nadal et al. 2004).
Época de siembra
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Esteban Reyes Pérez 22
La época de siembra más adecuada para el frijol es aquella en que además de
ofrecer las condiciones climáticas para un buen desarrollo del cultivo, permite que la
cosecha coincida con el período de baja o ninguna precipitación para evitar daños en
el grano por exceso de humedad. El rango de siembra del frijol en Cuba es desde el
1º de septiembre al 30 de enero, con fecha óptima del 15 de octubre al 30 de
noviembre y áreas sin riego desde el 1º de septiembre al 15 de octubre.
Biodiversidad del cultivo
Los campesinos conservan cultivares locales de frijol, principalmente por tradiciones
culinarias y preferencias de los mercados locales. Esto ha permitido que se
conserven estos materiales de generación en generación (Gutiérrez et al., 2004).
Parte de esta variabilidad ha sido recolectada y es conservada en la Unidad de
Conservación de Recursos Fitogenéticos del CENIAP (Pérez et al., 2010).
2.9 Selección de los cultivares
En el país existen gran cantidad de cultivares de frijol con tonalidades de color que
van desde el rojo claro hasta el negro. Se cultivan 18 cultivares comerciales de las
cuales un 56% han sido mejoradas con resistencia incorporada a importantes
enfermedades del frijol, pero su adopción e impacto en la producción nacional esta
determinado por la falta de área propia para el cultivo. Los cultivares más cultivados
son los de granos negros opacos (85% del área) le siguen los de color rojo (13% del
área) y los de color blanco (2% del área) (Chailloux et al., 2006).
2.10 Mejoramiento genético del frijol y agrobiodiversidad
Un problema fundamental en el mejoramiento de plantas es la relación entre el
ambiente de selección y el ambiente de destino. Una selección directa en el
ambiente de destino siempre es más efectiva, siendo la participación de los
agricultores en la selección una solución viable al problema (Faure, 2010).
Si tenemos en cuenta que de las 250 000 variedades de plantas disponibles para la
agricultura, solo se usan alrededor del 3%, de ahí la gran importancia de darle libre
acceso a la diversidad a los agricultores, para que ellos mismos seleccionen las
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Esteban Reyes Pérez 23
variedades para sus fincas Ceccarelli y Grando, (2000) y Ríos (2003), por lo que el
Fitomejoramiento Participativo (FP) puede ser una alternativa de solución a este
problema, al involucrar a los productores en la selección, conservación, multiplicación
e intercambio de semillas mejoradas (Ríos et al., 2003).
El mejoramiento genético ha privilegiado la evaluación de cultivares destinados a la
producción de granos bajo diferentes condiciones agroecológicas y la evaluación y
selección de materiales resistentes a enfermedades (Faure, 2002).
La selección de germoplasma para la resistencia a la quemazón bacteriana, la roya y
la evaluación participativa de materiales genéticos promisorios para la producción de
frijol (Morros y Pire, 2003).
Recientemente se ha incorporado la biología molecular para el estudio de la
resistencia genética de frijol a la quemazón bacteriana causada por Xanthomonas
phaseoli Dowson (Faure, 2010).
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Esteban Reyes Pérez 24
III. MATERIALES Y MÉTODOS.
3.1 Localización, suelo y clima
3.1.1 Ubicación del área experimental
Esta investigación se realizó en las condiciones edafoclimáticas de la zona de Aguas
Blancas en el municipio Jobabo, provincia Las Tunas, en áreas pertenecientes a la
Cooperativa de créditos y Servicios Fortalecida ¨Rafael Trejo¨, ubicada
geográficamente a los 21o 02´ 35´´ de Latitud Norte y 77o 21´ 08´´ de Longitud Oeste
a una altura de 75 m sobre el nivel del mar. Se realizó la evaluación de 2
cultivares de frijol, los cuales constituyeron los tratamientos.
Tabla. 1 Cultivares estudiados
No. de tratamiento Cultivar Color del grano
1 Delicia 364 Rojo
2 ¨Tomeguín-93¨ Negro
3. 1. 2 Caracterización del suelo
El suelo del área es un pardo sin carbonatado típico (Hernández, 2002), sobre roca
intermedia, saturado 75 %, poco profundo, medianamente humificado, poco
erosionado (25%), débilmente salino de textura Loan arcilloso con muy poca
profundidad efectiva (13 cm) y de pendiente llana.
Tabla 2: Contenido de nutrientes del área experimental.
Prof. M.O. pH M 100 g-1 Cmol (+).Kg-1
cm % KCL P2O5 K2O Ca Mg K Na
0-30 2.9 7,00 4,50 22,80 27.90 4.59 8.20 0.16
Leyenda: Prof: profundidad; MO: materia orgánica; KCL: Cloruro de potasio; P2O5 : Fosforo; pH: Carácter acido básico o neutro; K: Potasio; Ca: Calcio; Mg: Magnesio; Na: Sodio; FUENTE: Laboratorio Provincial de Suelos y Fertilizantes, Camagüey., 2014.
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Esteban Reyes Pérez 25
3. 1. 3 Caracterización del clima
El comportamiento de las variables meteorológicas durante la investigación fue
según corresponde en la tabla 3, teniéndose en cuenta; temperatura (máxima,
mínima y media), humedad relativa (%) y las precipitaciones, pudiéndose apreciar
el comportamiento de estas variables meteorológicas durante el período de ejecución
de los ensayos ex situ. Los datos fueron suministrado por el departamento de
meteorología agrícola de la provincia Las Tunas, perteneciente al CITMA
procedentes de la estación meteorológica de la localidad de ¨Cayojo¨, del municipio
Jobabo.
Tabla 3. Comportamiento de las principales variables climáticas. CITMA. (2013).
Mes TEMPERATURA OC H.R (%) PRECIP.
(mm)
VIENTO
(km/h) MIN MÁX MEDIA
Octubre 25.2 34.4 21.5 84.0 244.4 0.43
Noviembre 22.7 27.2 18.8 82.0 2.4 40.0
Diciembre 23.0 28.1 19.2 83.0 33.8 40.0
Enero 23.1 28.6 19.0 82.0 87.3 47.0
Leyenda: MÁX: máxima, MIN: mínima, MEDIA, H.R: Humedad Relativa, PRECIP: Precipitaciones; VIENTO: velocidad del viento Fuente: Estación meteorológica presa Cayojo, Jobabo.
3.2 Montaje del experimento
El experimento se efectuó de octubre 2013 hasta enero 2014, se utilizó un diseño de
bloques al azar con dos tratamientos y cuatro réplicas, las parcelas tenían 7 m de
largo por 3 de ancho para un área de 21 m2 formadas por 10 surcos separados a
0,70 m y 0.07 m entre plantas, la separación entre tratamiento y parcela fue de 1 m
para posibilitar las observaciones.
La siembra se realizó de forma manual depositando una semilla cada 0.07 m,
utilizando 210 por semillas por parcela. Como fertilización biológica se aplicó
Rhizobium sp. al fondo del surco a razón de 1 kg.ha-1.
Superficie de cálculo / parcela ------- 19.2 m2
Número de surcos / parcela --------- 10
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Esteban Reyes Pérez 26
Surcos de cálculo -----------------------8
Surcos de borde ------------------------ 2
3.3 Fitotecnia aplicada
La preparación del suelo, siembra y labores culturales se realizaron de acuerdo las
especificaciones de la Guía Técnica para el cultivo del frijol (Ríos, 2003).
Riego: se realizaron dos riegos por aspersión con un intervalo de 7 días excepto
cuando la lluvia era suficiente, eliminándose cuando las vainas ya estaban bien
desarrolladas.
Fertilización: no se emplearon fertilizantes químicos.
Control de Plantas Indeseables: se realizó manual con azada cada 15 días.
Control de Plagas: durante el ciclo vegetativo se emplearon productos químicos
(Tamarón. BI-58, Zined y Azufre) para controlar el ataque de insectos y hongos.
Cosecha: se realizó de forma manual, depositando las plantas en saco y golpeando
las vainas con un mazo de madera. Para su evaluación se tuvo en cuenta el
rendimiento obtenido en cada parcela, posteriormente se transformaron estos datos
a rendimientos en kilogramos por hectárea.
3.4 Indicadores Analizados
Días a la floración. (Número de días desde la siembra efectiva hasta que el 50 %
de las plantas marcadas tengan la primera flor abierta en las plantas marcadas.
• Período de llenado y formación de vainas.(Días)
• Madurez fisiológica.(Días)
• Madurez de cosecha. (Días que transcurren desde la siembra hasta que el 90%
de las vainas de las plantas marcadas hayan cambiado a color claro.)
• Número de vainas por planta.
• Número de granos por vaina.
• Número de granos por planta.
• Peso de 100 gramos (g). (Se utilizó una balanza analítica).
• Peso de la muestra. Los granos cosechados en los dos surcos se pasaron con
una báscula de 10 Kg.
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Esteban Reyes Pérez 27
• Rendimiento agrícola. Con el rendimiento obtenido en los dos surcos centrales
de la parcela se determinó el rendimiento en por hectárea (t.ha-1).
3.5 Método de análisis empleado para evaluar las mediciones
Para procesar las observaciones y mediciones realizadas, se utilizó el análisis de
varianza de clasificación doble y las medias se compararon mediante la prueba de
Rango Múltiple de Duncan para el 5% de probabilidad de error, mediante el
programa ¨InfoStat¨ Versión 2013 (Di Rienzo et al., 2013) del departamento de
biometría y estadística de la Facultad de Agronomía de La Universidad Nacional de
Córdova, Argentina.
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Esteban Reyes Pérez 28
IV. RESULTADOS Y DISCUSION
Como se muestra en la Tabla 2, las características del suelo fueron adecuadas para
el desarrollo del cultivo, de la misma forma las condiciones de temperatura, luz y
humedad relativa (Tabla 3), excepto en el mes de noviembre, que las precipitaciones
fueron desfavorables y se pudo garantizar toda la humedad óptima a través del riego.
El frijol se desarrolla adecuadamente en ambientes con láminas de lluvia anuales de
1000 a 1500 mm y la ocurrencia de lluvias durante la floración provocan caídas de
flor (Ríos et al., 2003).
Benacchio et al. (2007), plantea que el cultivo requiere de 350 a 400 mm durante el
ciclo y prospera en regiones con precipitación anual entre 600 y 2000 mm. Son
convenientes 110 -180 mm entre siembra y floración; 50-90 mm durante la floración e
inicio de la fructificación. Las épocas más críticas por la necesidad de agua son 15
días antes de la floración y 18-22 días antes de la maduración de las primeras
vainas. Los 15 días previos a la cosecha, deberían ser secos.
Las necesidades de agua durante el ciclo son de 300 a 500 mm. Puede permitirse
hasta un agotamiento de 40 a 50% del total de agua disponible en el suelo durante el
desarrollo del cultivo (Doorenbos y Kassam, 1986) citado por Ríos, (2003).
En la tabla 4 se presentan algunos indicadores del desarrollo reproductivo de las
variedades estudiadas durante la realización del experimento.
Tabla 4. Indicadores reproductivos.
Variedad Color
Grano
DF PLLFV
(días)
M.F
(días)
M.C
(días)
¨Tomeguín -93¨ Negro 38 35 b 73 b 80 b
¨Delicias -364¨ Rojo 37 38 a 75 a 87a
ES. 0.01 0.41 0.055 2.10
CV. (%) 5.54 6.8 9.1 10
• Medias con letras diferentes difieren entre si para p≥0.05.
Leyenda: DF: días a la floración; PLLFV: período de llenado y formación de la vaina; M.F: madurez fisiológica;
M.C: madurez de cosecha
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
Esteban Reyes Pérez 29
Días de Floración.
Como se pudo observar los días transcurridos hasta la floración no presentaron
diferencias significativas entre las dos variedades estudiadas para el nivel de
significación usado en el análisis estadístico, lo que parece demostrar que este
indicador no determina la duración del ciclo total del cultivo.
Resultados similares obtuvo Expósito (2009), aunque trabajando en otras
condiciones edafoclimáticas, pero en el mismo período de siembra y en el mismo
municipio.
Período de llenado y formación de la vaina.
En cuanto al período de formación y llenado de las vainas, concluyó en 35 días la
variedad ¨Tomeguín-93¨ tres días antes que el ¨Delicia-364¨, diferenciándose
significativamente en cuanto a su precocidad la variedad ¨Tomeguín-93¨, lo que
concuerda con lo planteado en los instructivos Técnicos de este cultivo y por los
resultados de las investigaciones realizadas por Yero, Damaris (2012).
Madurez fisiológica.
La madurez fisiológica de las dos variedades estudiadas se alcanza primero en la
variedad ¨Tomeguín-93¨ y fue un período de tiempo significativamente más corto en
esta que en la variedad ¨Delicia-364¨
Madurez de Cosecha.
La variedad ¨Tomeguín-93¨, fue significativamente superior en cuanto a su
precocidad, ya que alcanzó su madurez de cosecha 7 días antes que la variedad
¨Delicias 364¨, lo que coincide con la Guía Técnica para el Cultivo del Frijol,
(MINAGRI, 2000), que plantea que esta variedad alcanza su madurez de cosecha a
los 80 días y el ¨Tomeguín-93¨ a los 73 días y concuerda también con la
investigación realizada por Yero, Damaris (2012), donde se incluían esta dos
variedades.
En la Tabla 5 podemos observar, que el mayor número de vainas por plantas se
obtuvo en la variedad ¨Delicia-364¨, siendo superior estadísticamente a la variedad
¨Tomeguín-93¨, en cuanto al número de granos por vainas no se presentaron
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
Esteban Reyes Pérez 30
diferencias significativas, sin embargo en la cantidad de granos por plantas fue
superior la variedad ¨Delicia-364¨ a expensas de tener una mayor cantidad de vainas
por plantas, que junto a un mayor tamaño de los granos alcanzados por esta
variedad demostrado en el peso de 100 granos con diferencia significativa respecto a
la variedad ¨Tomeguín-93¨, hace que el rendimiento final fuera significativamente
superior en la variedad ¨Delicia-364¨ . Lo que concuerda con Yero, Damaris (2012) y
Marrero (2011).
Tabla 5. Rendimientos agrícolas y sus componentes.
Cultivares V/P G/V G/P Peso 100
(g)
Rend
t.ha-1
¨Tomeguín-93¨ 12,62 b 5,19 a 65,51 b 16,89 b 1,56 b
¨Delicia-364¨ 15,50 a 5,20 a 80,59 a 19,79 a 1.93 a
E S 0,18 0,14 1,91 0,08 0,05
C. V. (%) 2,93 5,51 5,98 0,86 5,68
• Medias con letras diferentes difieren entre si para p≥0.05.
Leyenda: V/P: Vainas/Planta; G/V: Granos/Vainas; Peso: peso de 100 granos; Rend: rendimiento en
toneladas por hectárea.
El comportamiento de estos componentes del rendimiento concuerdan con los
resultados alcanzados por otros investigadores tales como: Marrero (2011) y Yero,
Damaris (2012). También hace reportes entornos a estos valores la Guía Técnica
para el cultivo del frijol (Ríos, 2003).
Por su parte Gómez y Barrales (1999), expresaron que este es un componente que
depende de la variedad y no es muy influenciado por las condiciones ecológicas y
labores fitotécnicas, como es el caso del número de vainas y características
morfológicas, sobre todo la longitud del tallo y concuerda con lo planteado por
(Ponce et al.,2003) los cuales encontraron la existencia de una correlación entre
las variables, números de vainas por planta y número de granos por vainas con el
rendimiento por planta y por parcela.
Los rendimientos de los cultivares obtenidos en la investigación fueron altos en
sentido general, esto se justifica por que el cultivo se desarrolló en el período óptimo,
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
Esteban Reyes Pérez 31
se inoculó con una cepa del género Rhizobium antes de la siembra, aunque no se
utilizaron fuentes de fertilización química.
Según Socorro y Martín (1989), plantean que con excepción de los demás
componentes del rendimiento que tienen baja heredabilidad. El rendimiento
puede estar correlacionado positivamente con el peso de la semilla, siendo a su vez
negativa la correlación entre número y tamaño de las semillas. En caso extremo las
semillas grandes pueden tener efecto negativo sobre el rendimiento.
Es de destacar que los rendimientos del cultivo fueron inferiores a los reportados por
MINAGRI (2000), pues en Cuba se logran rendimientos de 2,8 t.ha-1 para el ¨Delicia
364¨ y en esta investigación también fueron altos, y superaron por amplio margen a
los rendimientos históricos de las variedades tradicionales en esta zona (MINAGRI,
2012). Los resultados obtenidos en este experimento coinciden con Benítez et al.,
(2008), quienes trabajaron con las mismas variedades aunque en otras condiciones
edáficas.
Para la obtención de altos rendimientos agrícolas es necesario emplear dosis
óptimas de fertilizantes minerales. Muñoz (1990) plantea que en suelos deficientes,
para obtener una cosecha abundante de frijol se requieren entre 30 y 60 kg.ha-1 ha
de N, 90 y 150 kg.ha-1 de P2O5, 30 y 60 kg.ha-1 de K2O, 250 y 500 kg.ha-1 de Cal
dolomítica y/o 500-1000 kg.ha-1 de gallinaza.
Análisis económico
Tabla 6: Principales indicadores económicos evaluados.
Cultivares Rendimiento
t.ha-1
Gastos Totales
($)
Ingresos($) Utilidad ($)
¨Tomeguín-93¨ 1,56 3714,96 13188.04 9473.08
¨Delicia-364¨ 1.93 3714,96 16212.87 12`497.91
En la Tabla 6 se puede apreciar el comportamiento de los diferentes indicadores
económicos, en los tratamientos evaluados existieron utilidades superiores en
el cultivar ¨Delicia-364¨. La evaluación de las dos cultivares de frijol se realizaron
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
Esteban Reyes Pérez 32
bajo las mismas condiciones, por lo que el gasto de producción no varió,
coincidiendo con el que tradicionalmente se tiene en la CCS, donde se desarrolló el
estudio. Teniendo en cuenta que se tomó el precio de venta de una tonelada de frijol
a la Unión Nacional de Acopio (UNA), los valores obtenidos permiten asegurar
que desde el punto de vista económico es factible la realización de estas
siembras, pues se pueden obtener incrementos en el ingreso por ventas de $
9473.08 - $12`497.91 pesos por hectárea del cultivo.
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
Esteban Reyes Pérez 33
V. CONCLUSIONES
1. El cultivar ¨Delicia-364¨ fue el que obtuvo los resultados más significativos en las
características morfológicas evaluadas.
2. Los mayores rendimientos del cultivo del frijol se obtuvieron en el cultivar ¨Delicia-
364¨.
3. Los resultados económicos fueron superiores en la variedad ¨Delicia – 364¨ en
correspondencia con sus rendimientos.
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Esteban Reyes Pérez 34
VI. RECOMENDACIONES
1. Desarrollar estudios posteriores durante dos ciclos vegetativos con estos cultivares
en condiciones edafoclimáticas similares o no para validar los resultados alcanzados
en este experimento.
Evaluación agroproductiva de cultivares de frijol común (Phaseolus vulgaris, L.) en la CCS Rafael Trejo, del municipio Jobabo.
Esteban Reyes Pérez 35
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