#ArtMeme: nuevos discursos y consumo de arte por Ana María Torres Valle Pons se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-‐NoComercial-‐SinDerivar 4.0 Internacional.
“Entre broma y broma, la verdad se asoma.” Anónimo
Fuente:sassyarthistory.tumblr.com Fuente: memesartisticos.tumblr.com Este estudio analiza el fenómeno de los memes de internet1 que conformados por la unión de
una imagen digital de una obra de arte visual con un texto, a los que me referiré en lo
subsecuente como #artmeme. El análisis responde a una preocupación autorreflexiva sobre mi
propia experiencia con dichas imágenes en diversas plataformas virtuales. Las presentes
interpretaciones exploran la relevancia del #artmeme como un fenómeno de consumo artístico
virtual desde la perspectiva de los estudios culturales, específicamente ancladas en los
enfoques de la antropología visual, la estética, las teorías de la comunicación y de la historia;
interdisciplina que se hace necesaria por la naturaleza inestable, polisémica y de contextos
personales múltiples del internet como medio.
Por lo anterior, se entrelazan la teorización sobre la imagen artística en medios digitales,
los discursos verbales usados en los #artmemes y las implicaciones como una forma de
consumo simbólico, permitiéndonos entenderlos como un proceso complejo de
reconfiguración del conocimiento desde las dinámicas comunitarias virtuales. Con esta
propuesta, el proyecto busca integrar a la discusión dentro de la historia del arte dinámicas
1 Limor Shifman describe a los memes de internet como un grupo de artículos digitales que comparten características comunes de contenido, forma y/o postura; que fueron creados con consciencia de mutua; y circulados, imitados y/o transformados por medio del internet por muchos usuarios. Shifman, Limor. Memes in Digital Culture. Cambridge: The MIT Press, 2014, p. 7.
contemporáneas extra-‐académicas que han permanecido ignoradas a pesar de su importancia
como formas de reinterpretación de la imagen artística.
El contexto posmoderno
“... segunda revolución, la del siglo XX, la de la posmodernidad, que es el inmenso proceso de
destrucción del significado, igual a la precedente destrucción de las apariencias. El que vive del
significado muere a causa del significado.”
JEAN BAUDRILLARD. Simulacres et simulation
El concepto de posmodernidad es polisémico y mutable, al igual que el fenómeno que intenta
describir. De acuerdo con Frederic Jameson, este no es sólo un término para denominar a un
estilo, sino una herramienta de periodización que correlaciona nuevas formas culturales,
sociales y económicas. 2 En su médula se encuentra la crítica a la filosofía moderna
(particularmente a la herencia de la Ilustración y sus nociones de progreso histórico3) y su
paralelo en el campo de los quiebres políticos del siglo XX, mismos que han servido a teóricos
del tema para colocar la marca de la posmodernidad en los movimientos estudiantiles y de
trabajadores de 1968. 4 Dentro del ámbito académico, la teoría posmoderna supone
cuestionamientos en torno a la identidad, la alteridad y la mediación del lenguaje en el
conocimiento. Sin embargo, no fue sino hasta la publicación de La condición posmoderna de
Jean-‐François Lyotard en 1979 que el concepto tuvo una aceptación mayor. En dicho texto,
Lyotard describe a la posmodernidad como un estado escéptico frente a los metarrelatos,5
narraciones enunciadas como verdades absolutas que dominaron el pensamiento moderno
como herramientas de legitimación social, política y ética de una idea a futuro, un proyecto por
2 Jameson, Frederic. El Giro Cultural: Escritos Seleccionados Sobre El Posmodernismo 1983-‐1998. Buenos Aires: Manantial, 1999, p. 17. 3 Quevedo, Amalia. De Foucault a Derrida: Pasando Fugazmente Por Deleuze Y Guattari, Lyotard, Baudrillard. Pamplona: Ediciones Universidad De Navarra, 2001, p. 23, 25. 4 Ibid., p. 22. 5 Ibid., p. 25.
cumplir. Son estas ideas, junto con el proyecto de la modernidad, las que se destruyen durante
la posmodernidad.6
Entre los ámbitos profundamente criticados por la teoría posmoderna está el
académico, tanto por su instrumentalización para la dominación creadora de saberes
especializados,7 como por la cuestionable validez de los conocimientos producidos en diversas
disciplinas. Para Lyotard, el sueño de la ilustración encarnado en la academia moderna termina
por ser insostenible en el pensamiento posmoderno. El conocimiento en la posmodernidad está
dentro de una relación de intercambio, no como un fin en sí mismo, sino como una nueva
fuerza de producción post-‐industrial junto con un nuevo cognoscente8 en el procesamiento de
información en el ciberespacio que se ha transformado en un consumidor de conocimiento,
rompiendo la necesidad del esfuerzo intelectual para lograr adquirirlo.9
Por su parte, Jean Baudrillard plantea a la posmodernidad como una era con nuevas
formas tecnológicas, culturales y sociales determinada por los conceptos del simulacro, la
hiperrealidad y la implosión.10 La producción entonces es sustituida por la computarización, los
mass media, los sistemas cibernéticos de control y la organización de la sociedad según los
códigos de la simulación.11 Para Baudrillard, el simulacro sucede cuando colapsa la distinción
entre el signo y su referente en el mundo, con el potencial de escalar a la hiperrealidad en caso
de que se pierda por completo la referencialidad a lo real, provocando que las imágenes se
generen mutuamente. El arte, como cualquier imagen, es alcanzado por el fenómeno del
simulacro, perdiendo las fronteras que lo separaban de la realidad se pierden hasta quedar
compenetrados.12 Mientras que en el occidente industrial la producción, los servicios, la
ciencia, la tecnología, las fronteras, la comunicación y el capital “explotaban”, Baudrillard
observa que durante la posmodernidad se da el fenómeno opuesto, al que denomina implosión
6 Ibid., p. 154. 7 Ibid., p. 22. 8 Cognoscente, según la Real Academia Española, se refiere a aquel que conoce o que puede conocer. 9 Quevedo, op. cit., p. 26. 10 Ibid., p. 167, 168. 11 Idem. 12 Ibid., p. 171.
como una manera de abordar el proceso de entropía social13 donde colapsan las fronteras, el
significado en los medios de comunicación, los propios medios y lo social en la masa;14
particularmente inquietante para la academia por la disolución de la distinción entre cultura
popular y superior.15
La preferencia del pensamiento posmoderno por la indeterminación, la multiplicidad y
la fragmentación, provocan que difícilmente este concepto sea limitado dentro de una
inclinación académica de estudio. Es evidente que se resiste a ser condicionado como
categorías de análisis; o tal vez como señala Jameson: la completa compresión del concepto de
posmodernidad está lejos de darse en la actualidad, mientras estemos tan cerca de su inicio.16
Estado de la cuestión
Mientras que no se han desarrollado estudios académicos extensivos dedicados a los #artmeme
como vertiente de un fenómeno artístico, es posible encontrar análisis superficiales en torno al
tema general de los memes de internet basados en datos estadísticos que omiten una
sistematización rigurosa con la perspectiva de un análisis sociológico profundo.
Entre los estudios más complejizantes se destaca Memes in Digital Culture de Limor
Shifman como uno de los únicos que exploran las problemáticas en torno al meme desde la
teoría de la comunicación y la sociología, uniendo la teoría de Richard Dawkings sobre la
memética (en la que postula al meme como un sistema de transmisión de unidades culturales
que se propaga a través de la imitación y la copia) con el fenómeno de la cultura digital en
internet. Dentro de los artículos contenidos en publicaciones antológicas más extensas se
encuentra "Online Memes, Affinities, and Cultural Production", parte de A New Literacies
13 Entropía se refiere a la tendencia de las sociedades o estructuras al caos con el paso del tiempo. Puede entenderse como la descomposición de las estructuras y distinciones sociales. 14 Quevedo, op. cit., p. 169. 15 Jameson, Fredric. Postmodernism, Or, The Cultural Logic of Late Capitalism. Durham: Duke UP, 1991, p. 16. 16 Ibid., p. XXII.
Sampler, donde Michele Knobel y Colin Lankshear analizan la propagación de los memes en
internet como una dimensión cultural de producción y transmisión.
A pesar de este incipiente panorama especializado, persiste la necesidad de ampliar la
acción de los estudios de arte hacia los memes configurados a partir de la imagen de una obra
de arte.
Es indiscutible que las nuevas tecnologías transforman nuestra forma de acceder y
relacionarnos con el arte. El internet y los medios digitales encarnan un cambio de paradigma
en la manera en que el arte, como imagen, se difunde y percibe, con la posibilidad de ser
manipulado. Es entonces, esencial que desde el estudio del arte analicemos las maneras en
que esto sucede y las implicaciones que esto tiene tanto para el objeto artístico, así como para
la práctica de nuestra disciplina.
Pensar en la relación de la tecnología y la historia del arte abre muchas preguntas sobre
el proceder las disciplinas que estudian el arte: ¿Podemos seguir estudiando el arte de la misma
manera en la era de la imagen digital?, ¿es anacrónico que los productos de nuestra disciplina
ignoren la transformación de la percepción del arte con la tecnología?.
Ver arte y hacer memes
Fuente: arthistorysnap.tumblr.com Fuente: memesartisticos.tumblr.com
El humor, indiscutiblemente un aspecto predominante de la convivencia en internet ha
comenzado a hacer uso de los memes, poniendo en tensión una imagen con un texto para crear
un chiste y que posteriormente se difunde a través diversos sitios y redes sociales.
Puesto que la creación de estas imágenes es algo de todos los días y puede referir a
cualquier tema, estamos frente un fenómeno monstruoso que debe ser dividido para
comprenderse. La primera delimitación de este estudio es la ya mencionada restricción del
análisis a los #artmeme. Estos transitan entre las fronteras del humor, el arte y la crítica irónica;
pero mantienen su centro en las imágenes en formato digital. Se manifiestan como una nueva
forma de consumo y recepción de arte posible por la introducción de los medios digitales de
distribución de la imagen. La pantalla, entonces, nos permite poseer el arte no en su forma
corpórea sino en fantasma; en una imagen destinada a una proyección fugaz, pasajera donde el
medio original de la imagen, como un lienzo, es descartado por su imagen fotográfica. Nuestros
medios digitales existen en función de estas imágenes, son una plataforma incorpórea que
necesita a la imagen para hacerse visibles.17
17 Belting, Hans. Antropología de la imagen. Argentina: Katz Editores, 2007, p. 35, 49.
Detrás de la aparente simpleza en la creación de un #artmeme hay estructuras sociales y
culturales relacionadas con nuestra forma de concebir la imagen, 18 que hoy son
tangencialmente diferentes a lo que lo fueron el siglo pasado. El #artmeme se levanta como el
emblema de la postmodernidad, una imagen llena de símbolos visuales y verbales que es válido
interpretar de cualquier manera. El discurso del #artmeme está cargado de incredulidad y
prefiere imprimir algo de lo que tiene certeza, lo que ha vivido. Es así que en la imagen artística
se plasma la dimensión vivida de lo real en una imagen fantasmal que se ríe del discurso
institucional.
En el discurso del #artmeme hay una rebeldía que se resiste a ser ignorada, por lo que
se aglutina a la imagen y se vuelve presente como una capa simbólica que emerge de forma
dominante al primer plano. Este discurso trasciende la narración tradicional del arte para
revelar algo que no se quiere ver en la imagen: lo grotesco, lo perverso y lo ridículo.
Pareciera que el #artmeme advierte lo peligroso o parcial de estas narraciones y lo evita
para construirse desde un tropo diferente. Es una resistencia que al narrar la imagen identifica
la estructura retórica del discurso tradicional de la imagen y la altera, se construye desde un
planteamiento tan diferente que la forma del discurso tiene que transformarse. Esto abre la
posibilidad de la polifonía de estructuras discursivas en las lecturas del #artmeme, donde cada
persona narra el arte sin tener que ajustarse a un tropo retórico preestablecido por la
academia. El fenómeno del #artmeme nos reta a flexibilizar nuestra forma de leer la imagen
artística, para experimentarla en su forma polisémica, abierta a ser interpretada y consumida
por una creciente comunidad virtual.
18 Shifman, op. cit., p. 15.
El problema de la imagen-‐arte
Fuente: memesartisticos.tumblr.com Fuente: facebook.com/classicalartmemes
El #artmeme está fundado en la posibilidad de apropiarnos de la imagen artística que nos dan
los medios digitales. En estos medios es posible cambiar nuestra percepción de las imágenes,
ahora el conocimiento del espectador se interioriza en una concepción propia de la imágenes.19
El medio digital nos permite aproximarnos y apropiarnos de la imagen de arte como nunca
antes con el potencial de modificarlas, pero más importante es que podemos compararla con
cualquier otra imagen, artística o no, y juzgarla con la misma pauta aplicada a todas las demás.
Bernard Stigler propone que “la nueva tecnología inaugura la época de una percepción analítica
de las imágenes”,20 es decir que los medios digitales nos permiten someter las imágenes a la
crítica de una forma y escala sin precedentes.
La lectura crítica de la imagen ha permeado al mundo del arte a través de la
digitalización y disponibilidad de las imágenes de obras de arte en internet. El arte ya no es un
objeto artístico que se alberga en un espacio en donde puede ser percibido, sino que la imagen
parece desprender al arte de las barreras físicas y temporales. En este proceso el
funcionamiento del consumo de arte es alterado y el arte trasciende su modo de percepción.
19 Belting, op. cit., p. 52. 20Idem.
Ahora, el arte se difunde como imagen-‐arte, una imagen que conserva la cualidad sígnica con
una obra pero la trasciende para consumirlo en imagen visual y estática.
La imagen-‐arte depende ahora de su único mediador, la pantalla.21 Pero los medios
digitales son engañosos, tienden a ocultarse en la imagen. Hans Belting explica que los medios
son “un equivalente de lo que la escritura es en el caso del lenguaje”.22 Solo podemos ver el
lenguaje visual a través del medio en que se manifieste la imagen, por lo que el lenguaje visual
siempre está condicionado o atado a un medio.
Entonces, el lenguaje visual no es diferente de la medialidad de las imágenes. En la
imagen-‐arte se acentúa esto, la imagen solo es visible en el medio digital, mientras que al
mismo tiempo es imagen de una ausencia.23 No podemos suponer que los medios digitales son
externos a la imagen-‐arte, ya que existen en asociación a ellos. En la trasformación del
fenómeno artístico contemporáneo,24 la imagen-‐arte cobra una nueva dimensión; la imagen
digital no es el objeto artístico, pero parece difícil separar el valor artístico con su
representación.
La sutileza de los medios digitales al materializar la imagen hace que en la práctica estos
medios tiendan más a ocultarse en la imagen que ha referirse a ellos mismos.25 En la proyección
o animación de la imagen nace esta confusión. Según Belting, la percepción de las imágenes
implica una animación simbólica donde la imagen parece hablarnos desde su cuerpo medial.26
Pero la fuerza de la imagen en los medios digitales opaca al propio medio, la imagen entonces
parece existir por si misma. El medio digital esta oculto, niega su participación en la percepción;
aún sí deja un efecto inconsciente en el espectador, en su forma de experimentar la imagen.
Tanto en las artes plásticas como en medios contemporáneos como el performance, el
registro fotográfico adquiere la carga artística de la propia obra. La imagen-‐arte y su carácter
medial parecen haber rebasado la capacidad de difusión de las instituciones artísticas, al punto
21 Brea, José Luis. Cultura_Ram: Mutaciones de la cultura en la era de su distribución electrónica. Barcelona: Gedisa, 2007, p. 165. 22 Belting op. cit., p. 36. 23Ibid., p. 39. 24Ibid., p. 28. 25Idem. 26 Belting, op. cit., p. 16.
de que la imagen se vive independiente de su objeto físico. La imagen-‐arte funciona como un
nuevo modo de representación del arte, almacenado en su copia digital. En imagen, el arte es
difundido, observado y estudiado en los medios digitales, dejando en la práctica al objeto
artístico un estatus de curiosidad fetichista como la única comprobación de presencia real de la
imagen.27 La imagen-‐arte parece funcionar dentro de una “sociedad para la redistribución de la
realidad sensible a domicilio” como lo planteó Paul Valery, 28 abriendo la posibilidad de ser
convocada y consumida en cualquier lugar.
La imagen-‐arte parece ser la forma del arte de adaptarse a la transformación del
entorno tecnológico. Para sobrevivir en el escenario de los medios digitales, la imagen-‐arte
debe ceder a transformarse en una imagen manipulable por el usuario. En la actual época de
percepción analítica a través de los medios digitales ya no somos solamente espectadores de la
imagen, somos portadores de la imagen.29 Su presencia en el entorno digital, un medio de
representación donde todos los demás medios podrían ser incluidos y analizados,30 altera la
forma en que consumimos el arte.
27Ibid., p. 78. 28 Brea, op. cit., p. 194. 29Belting, op. cit.,p. 16. 30Ibid., p. 49.
El meme y el discurso
Fuente:sassyarthistory.tumblr.com Fuente: arthistorysnap.tumblr.com
Es difícil decir si el protagonismo en el #artmeme lo tiene la imagen-‐arte o el enunciado; pero
sin importar su jerarquía con la imagen, los enunciados en los memes son el elemento que crea
un efecto humorístico a través de un giro a la narración tradicional de las imágenes artísticas. El
enunciado del meme se burla desde el absurdo de la imagen.
En esencia, el meme es un chiste que se ríe por señalamientos o comentarios irónicos
sobre una imagen. El funcionamiento de los memes a través del tropo irónico tiene
implicaciones interesantes alrededor de esta forma de revisitar la imagen-‐arte. La primera es
que el tropo irónico, según Hayden White, revela una duda sobre la capacidad del lenguaje
mismo para caracterizar los procesos de realidad. Es decir, el pensamiento irónico tiene
consciencia de lo problemático del lenguaje31. En la ironía, el lenguaje se pliega sobre si mismo
para cuestionar su capacidad de distorsionar la percepción.32
31White, Hayden. Metahistoria: La Imaginación Histórica En La Europa Del Siglo XIX. México: Fondo De Cultura Económica, 1992, p. 46. 32Idem.
Por esto, la ironía gira sobre un juego humoroso sobre el lenguaje mismo donde no es posible
de escapar “el mundo como una prisión de lenguaje, como una selva de símbolos”,33 pero
puede exhibirse en el humor.
La “selva de símbolos y de lenguaje” a la que se enfrenta el #artmeme es la configurada
por los discursos de la historia del arte, la colección occidental de enunciados artísticos
certificados, jerarquizados y codificados. La historia del arte es el documento que legitima
distintos paradigmas alrededor del arte, obedeciendo a sus propios planteamientos
conceptuales.34 La lectura irónica del meme desobedece y se resiste a decir lo ya narrado
entorno al arte; vuelca su mirada de nuevo a la obra, no como arte, sino como imagen.
La segunda implicación es que la configuración a través de la ironía requiere un
percepción más reflexiva de la imagen. En el #artmeme se da por echo que el lector es capaz de
percibir lo absurdo en la imagen que se señala en el enunciado. 35 Este aumento en la
complejidad del pensamiento irónico parece señalar la adquisición de la autoconciencia, que
fomenta un contextualización del mundo autocrítica.36
En este tipo de discurso, la ironía juega desde una reflexión sobre la propia historicidad.
La historia cambia su modo de ser significada, para configurarse como un hecho de la
conciencia y una realidad vivida.37 La ironía en el #artmeme se planta en el presente, en la
experiencia vivida. La atención de su discurso se dirige a la sensibilidad cotidiana, a la prosaica,
proyectando una experiencia sobre la imagen-‐arte completamente diferente.
La condición de incredulidad que crea la ironía rechaza al heroísmo y a las visiones
romantizadas, a las que contradice acentuando el lado oscuro de la vida.38 El #artmeme, en su
discurso irónico, constantemente busca en la imagen-‐arte “el gusano en la fruta de la virtud”.39
Hay en su humor, una resistencia a endulzar o censurar lo inapropiado que se percibe en la
imagen.
33 White, op. cit.,p. 225. 34Mandoki, Katya. Prosaica: Introducción a La Estético De Lo Cotidiano. México, D.F.: Grijalbo, 1994, p. 130. 35 White, op. cit., p. 46. 36Idem. 37 White, op. cit., p. 105. 38Ibid.,p. 224. 39 Idem.
El #artmeme regresa con una carcajada a la imagen-‐arte a nivel de suelo donde lo
vulgar, lo sexual, lo irreverente y lo ofensivo participan en su narración. Sus reflexiones sobre la
imagen llevan la máscara de la verdad, dicen una cosa para significar otra y con ello develar
algo en la obra que no se había narrado, algo en el terreno de lo prohibido.40 El #artmeme
subvierte el discurso de las instituciones que se albergan, exhiben, comercian y estudian el arte,
reclamándola como propia.
40Idem.
Consumo memes, consumo arte
Fuente:memesartisticos.tumblr.com Fuente:arthistorysnap.tumblr.com
El #artmeme encierra una realidad novedosa frente al fenómeno del arte, en la que los usuarios
de internet han regresado al arte como imagen, se han apropiado de el y lo han alterado. Las
reflexiones que sustentan la creación de un #artmeme nos hablan de un fenómeno que no sólo
percibe de forma diferente a la imagen-‐arte y le da una nueva lectura, sino que también lo
consume en comunidades virtuales.
En nuestra época la imagen se transforma cualitativamente por su percepción colectiva.
Nuestra forma de ver las imágenes está ligada a las nuevas formas de concebir las imágenes
desde los medios digitales, donde la interconexión de la información difunde las formas
individuales de imprimir en ellas un significado y recuerdo personal.41
La potencia especial del #artmeme está en su carácter dialéctico, en la posibilidad de
producir conocimiento siempre y cuando sean intercambiadas y se conviertan en imágenes
colectivas.42 Al ser compartido, el #artmeme explota los efectos de sociabilidad de la imagen
digital y genera intersubjetividades comunitarias, donde la imagen-‐arte es consumida en tanto
41 Belting, op. cit., p. 27. 42 Brea, op. cit., p. 193.
que esté re-‐significada desde lo prosaico, lo irónico y lo contemporáneo. En el #artmeme es
posible tener un individualismo conectado, las personas pueden ser ellos mismos juntos.43
Las comunidades virtuales que siguen los #artmeme no están construidas a partir del
acuerdo en una narración, sino en una relación puntual y dinámica alrededor de los memes,
con los que se construyen relaciones de identificación y reconocimiento que los carga de la
memoria y el imaginario colectivo.44 La comunidades virtuales de sitios como Tumblr, Reddit y
9gag difunden las imágenes a través de un sistema de competición y selección,45 donde la
intención del consumo siempre es comunitaria; la experiencia desde su génesis se concibe
como compartida, auto-‐gestionada y extra-‐académica.
La naturaleza subjetiva de los memes y su posibilidad de ser realizados por usuarios en
cualquier lugar del planeta, inscribe en el fenómeno del #artmeme la dimensión de un
imaginario colectivo pero fragmentario. Las nuevas comunidades de consumo simbólico del
arte se apegan a esto para crear una comunidad de los usuarios para los usuarios.46 Si el
consumo del #artmeme es una forma de consumir arte, entonces nos enfrentamos a una lógica
nueva donde internet permite una forma de consumir arte echa a la medida por cada usuario
que desde su propia voz narra a las imágenes. El fenómeno del #artmeme permite una
narración polifónica, en la que la imagen-‐arte se convierte en algo culturalmente significativo
fuera de las élites intelectuales y económicas.
El internet es entonces el espacio donde se configura un no-‐lugar donde el arte se
mueve a través de barreras espaciales, culturales e institucionales para ser consumido en
formas experimentales, en gestos humorísticos que entre bromas se comprometen a una nueva
forma de vivir el arte.
La posibilidad de consumir arte, en forma de un #artmeme, a través de internet abre la
puerta a una fenomenología de la experiencia artística diferente. La imagen digital está
asociada a una experiencia telemática que desemboca en la negación o fuga del cuerpo,47 sin
43 Shifman, op. cit., p. 34. 44 Brea, op. cit., p. 193. 45 Shifman, op. cit., p. 22. 46Ibid., p. 18. 47 Belting, op. cit., p. 17, 31.
embargo está fuga no es más que una nueva relación entre la percepción de la imagen y el
cuerpo.48
El cuerpo que percibe imágenes digitales está presente, es un cuerpo mediatizado49 (en
nosotros reside la imagen) que adapta la percepción de los órganos corporales a medios que los
rebasan. Necesitamos la intermediación de la pantalla para acceder al mundo virtual de las
imágenes. Es entones que la imagen digital, como lo plantea Lev Manovich, rompe con la
conexión clásica entre imagen, sujeto y objeto.50
La imagen-‐arte niega su conexión al objeto y abriendo la experimentación a las
posibilidades tecnológicas de exhibición en pantalla y proyección, donde la imagen es dotada
de luminosidad; un efecto donde la luz no sólo a traviesa la imagen como lo haría en un vitral,
sino que la luz misma es la imagen.
En el #artmeme la experiencia del cuerpo trasciende la experiencia de la imagen, en un
fenómeno que plasma el sentir cotidiano, la percepción medial y el humor incrédulo de la
posmodernidad para deleite de cualquiera dentro de internet.
48Ibid., p. 31. 49Ibid., p. 17. 50Ibid., p. 51.
Conclusiones
Fuente: memesartisticos.tumblr.com
El #artmeme construye una nueva forma de consumir el arte que se apropia de ella, la re-‐
significa prescindiendo de instituciones mediadoras. Este carácter subversivo implica un cambio
de dirección entre los agentes del mundo del arte por la apropiación de la figura del creador-‐
consumidor de memes, que realiza una crítica historizable sobre el arte. En el #artmeme se
encarna una mirada crítica en imagen.
Las reflexiones que forman este trabajo buscan dejar más preguntas que respuestas en
el lector sobre las posibilidades de la imagen-‐arte y del espectador contemporáneo, como
cuestionar el papel de internet como mediador de arte y la posibilidad de la narración
polifónica en torno al arte que esto posibilita.
Desde la experiencia virtual se hace un llamado de atención a las disciplinas que
estudian el arte a incluir el discurso extra-‐académico y la experiencia cotidiana del arte, a vivir y
analizar el arte desde lo que este mueve hoy en nosotros, a no desprestigiar lecturas por su
humorístico.
El #artmeme nos invita a re-‐imaginar y expandir los límites de la experiencia y el
discurso artístico. Nos llama a experimentar el arte en su forma polisémica, abierta a ser
interpretada y vivida desde la colectividad.
Bibliografía
Belting, Hans. Antropología de la imagen. Argentina: Katz Editores, 2007. Brea, José Luis. Cultura_Ram: Mutaciones De La Cultura En La Era De Su Distribución Electrónica. Barcelona: Gedisa, 2007. Jameson, Fredric. Postmodernism, Or, The Cultural Logic of Late Capitalism. Durham: Duke UP, 1991. Jameson, Fredric. El Giro Cultural: Escritos Seleccionados Sobre El Posmodernismo 1983-‐1998. Buenos Aires: Manantial, 1999. Mandoki, Katya. Prosaica: Introducción a La Estético De Lo Cotidiano. México, D.F.: Grijalbo, 1994. Quevedo, Amalia. De Foucault a Derrida: Pasando Fugazmente Por Deleuze Y Guattari, Lyotard, Baudrillard. Pamplona: Ediciones Universidad De Navarra, 2001. Shifman, Limor. Memes in Digital Culture. Cambridge: The MIT Press, 2014. White, Hayden. Metahistoria: La Imaginación Histórica En La Europa Del Siglo XIX. México: Fondo De Cultura Económica, 1992.