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diálogo, discursos referidos

Date post: 11-Nov-2015
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Diálogo. Discursos referidos A)Diálogo. Una primera manera de acercarse a los diálogos es analizar cómo se organizan sus tres secuencias básicas. - Inicio (saludos, preguntas, exclamaciones) - Desarrollo (mantenimiento, cambio, feedback, respuestas mínimas, etc) - Final (ofrecimiento, aceptación, cierre) Como han observado los analistas de la conversación, el inicio y el final de las interacciones orales suelen responder a fórmulas rituales específicas de cada grupo cultural o de cada tipo de evento. Saber iniciar y terminar una interacción de forma adecuada a las expectativas que generan los distintos tipos de eventos dialogales supone un grado de competencia comunicativo elevado. El cuerpo central de la interacción es el que puede estar sujeto a mayor flexibilidad y donde ha y que atender a la forma como se produce la co-construcción y la negociación en diferentes planos: - Interlocutivo - Temático - De la posición de hablantes - Del tono - De las finalidades, etc En los textos escritos, hay algunos con marcados rasgos coloquiales (la correspondencia personal) o que se distinguen por el modo como representan la coloquialidad. En la literatura, en los guiones de cine, se crean diálogos de acuerdo con el papel de los protagonistas y la situación. Son “diálogos construidos” que manifiestan la capacidad de observación y de percepción de la realidad sociocultural de sus autores. Se trata de una coloquialidad idealizada con el objetivo de lograr verosimilitud y conseguir efectos de realidad y, buscaremos proporcionar información o enfrentaremos actitudes contrapuestas, por ejemplo.
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Dilogo. Discursos referidos

A)Dilogo.

Una primera manera de acercarse a los dilogos es analizar cmo se organizan sus tres secuencias bsicas.

Inicio (saludos, preguntas, exclamaciones)

Desarrollo (mantenimiento, cambio, feedback, respuestas mnimas, etc)

Final (ofrecimiento, aceptacin, cierre)

Como han observado los analistas de la conversacin, el inicio y el final de las interacciones orales suelen responder a frmulas rituales especficas de cada grupo cultural o de cada tipo de evento. Saber iniciar y terminar una interaccin de forma adecuada a las expectativas que generan los distintos tipos de eventos dialogales supone un grado de competencia comunicativo elevado.

El cuerpo central de la interaccin es el que puede estar sujeto a mayor flexibilidad y donde ha y que atender a la forma como se produce la co-construccin y la negociacin en diferentes planos:

Interlocutivo

Temtico

De la posicin de hablantes

Del tono

De las finalidades, etc

En los textos escritos, hay algunos con marcados rasgos coloquiales (la correspondencia personal) o que se distinguen por el modo como representan la coloquialidad. En la literatura, en los guiones de cine, se crean dilogos de acuerdo con el papel de los protagonistas y la situacin. Son dilogos construidos que manifiestan la capacidad de observacin y de percepcin de la realidad sociocultural de sus autores. Se trata de una coloquialidad idealizada con el objetivo de lograr verosimilitud y conseguir efectos de realidad y, buscaremos proporcionar informacin o enfrentaremos actitudes contrapuestas, por ejemplo.

El dilogo, adems de estar en el sustrato de otras formas discursivas, aparece como secuencia secundaria o incrustada en otros modos de organizacin textual. El teatro o el cine toman el dilogo como forma en que se desarrolla el relato. La novela o el cuento incluyen muy a menudo fragmentos de dialogados. La explicacin y la argumentacin tuvieron su expresin primera en forma de dilogos (griegos, el renacimiento) e incluso la poesa adems de que es habitual que se dirija a una persona de forma ms o menos explcita incorpora forma dialogales en sus versos.

B) Discursos referidos.

Cita: es el procedimiento discursivo que incorpora un enunciado en el interior de otro con marcas que indican claramente la porcin de texto que pertenece a una voz ajena. En el discurso oral, la prosodia acta como sealizacin principal, junto con las marcas verbales. En la escritura, en cambio, se ponen en juego signos grficos y verbales que permiten

identificar la cita. Toda cita tiene un discurso de base (D1) que incluye un discurso citado (D2), cuyos responsables son respectivamente dos Locutores diferentes (L1 y L2).

Segn los rasgos lingsticos que las identifican, las citas pueden ser de estilo directo y de estilo indirecto.

Estilo directo: supone una ruptura /discontinuidad entre D1 y D2. Cambia la entonacin, la construccin sintctica y el centro dectico -quin enuncia, dnde y cundo- (el de L1 y el de L2). Cuando se da por escrito aparecen signos grficos que indican el inicio de la cita y s extensin (dos puntos, comillas). El estilo directo, por tanto, mantiene dos situaciones de enunciacin. Es muy habitual en las conversaciones cotidianas:

Ej. Entonces el vecino le dijo: ey, a estas horas est todo cerrado.

Estilo indirecto: en este caso se inscribe verbalmente como un solo locutor (L1), que incorpora un solo centro dectico, un relacionante introductor, y un D2 que se representa con marcas decticas correspondientes al mismo locutor que el D1. Este discurso slo mantiene una enunciacin.

Ej. Entonces el vecino le dijo que a esas horas todo estaba cerrado.

Aunque se puede pensar que la cita directa es ms verdica que la indirecta, no es necesariamente as, y ambas admiten tanto la fidelidad como la distorsin del discurso del otro:

El E. Directo suele oponerse al Estilo Indirecto, un poco ingenuamente, diciendo que pretende reproducir literalmente los enunciados citados; sera ms exacto ver en ello una especie de teatralizacin de un enunciado anterior, y no una similitud absoluta. Dicho de otra manera, no es ni ms ni menos fiel que el EI: son dos estrategias diferentes para referir una enunciacin. (Mainguenau, 1987).

As como las palabras son de todos, y dichas ya por otros, se vuelven a enunciar y decir con otra intencin por cada hablante, en la cita de las voces de otros la subjetividad tambin aparece.

Aparece interpretado.

Se trae con un propsito: buscando vivacidad, dramatismo, veracidad, autenticidad, autoridad u orientacin argumentativa.

Se presenta a partir de un verbo anunciador de la cita (Verbum dicendi) que indica precisamente el acto de habla que se le asigna: criticar, gritar, amenazar, replicar, preguntar, afirmar, etc.

Por eso es interesante observar que, aunque las palabras sean las mismas, la intencin que se les adjudica puede variar. Y a la inversa: a veces las citas no tienen nada de literal y en cambio representan con fidelidad la intencin comunicativa del que habla.

Conjunciones discursivas

Son aquellas formas de referir el discurso que se caracterizan por implicar la superposicin de las acciones verbales de un hablante que refiere y de un hablante cuyo discurso es referido de modo que el resultado textual propone una polisemia enunciativa que el lector competente de textos literarios est en condiciones de reconocer y de integrar en el

complejo entramado de discursos que suele darse en este tipo de textos. Por ende, en los segmentos textuales que contienen tales conjunciones se reconoce en virtud de marcas verbales y/o indicios contextuales de diverso gnero- la presencia simultnea de dos actos de anunciacin. Sin embargo:

a) A pesar de que el discurso que refiere est asegurado por marcas especficas, hay que asumir la convencin de que el discurso referido aparece en quasi-literalidad, es decir, que la superficie textual es en buena medida producto de la enunciacin del hablante cuyo discurso se refiere.

b) Discurso que refiere y discurso referido estn ubicados en el mismo nivel: no hay incrustacin o cambio de nivel discursivo como en el caso del llamado discurso directo.

c) La co-presencia de dos discursos no se recepciona como una contradiccin sino como una adecuada forma de instaurar una dialogicidad discursiva, cuya tensin conlleva resultados varios y debe ser interpretada diversamente segn los casos.

Dentro de las distintas especies que subsuminos en el gnero de conjuncin discursiva estn:

1- Formas mixtas del referir, interpretables como transformaciones combinatorias del discurso directo (DD)y del discurso indirecto (DI).

2- Discurso Indirecto Libre (DIL)

1. Formas mixtas.

1.1. Discurso indirecto mimtico(DIM)

El DI que, como tal, no representa una conjuncin discursiva, puede dar lugar, sin embargo, a la superposicin fragmentaria de dos discursos. En verdad, lo que tradicionalmente se conoce como discurso o estilo indirecto incluye esta forma mixta, en la que asoma, en mayor o menor grado, la literalidad del discurso referido en oposicin al que sera el caso de un DI estricto, que reproduce slo contenidos del discurso referido sin atender a su individualidad verbal (despoja al discurso de todos sus elementos afectivos y al pensamiento de su forma personal). En DIM se producen infracciones a la estructura rgida de la construccin del DI. Por ejemplo, locuciones interjectivas que determinan, mantenindose el esquema sintctico del DI (verbum dicendi + subordinada conjuncional), se produzca una conjuncin discursiva. La cantidad de porciones literales podr ser mayor o menor, estar o no destacada por medios grficos. Pero difcilmente podr pensarse ya en infracciones cuando la literalidad aparece maximizada y por lo tanto hay un nivel borroso con el DIL.

La madre dijo que no, no, an no estaban decididas, y por eso queran ver todos los modelos otra vez, porque tambin de eso dependa todo lo dems, quera decir, detalles como el color de las flores, los vestidos e las damas, todo eso.

(Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz, P.19)

1.2. Discurso Pseudo-indirecto.(DPI)

Denominamos de este modo aquellos casos en los que un discurso se refiere en forma indirecta en lo que atae a la transposicin dectica pero no en lo que respecta a la construccin sintctica propia del DI (verbum dicendi + Subordinada conjuncional) o del DIL (ausencia del verbum dicendi y de conjuncin subordinante). En efecto, en esta forma de discurso referido el verbum dicendi ocurre en la construccin incidental caracterstica del DD: puesto que su presencia es una seal de que el discurso dentro del cual se inserta debe ser entendido como cita, resulta incompatible con la presencia simultnea de las marcas decticas de un discurso que refiere.

La contradiccin se resuelve, mediante la conversin metafrica de dichas marcas decticas en las del discurso referido. En verdad, el DPI puede ser considerado como una variante del DIL: de hecho los segmentos textuales que lo contienen podran ser interpretados como DIL, de no aparecer el verbum dicendi; la presencia de ste en posicin incidental no slo hace explcito el carcter referido del discurso sino que tematiza y de este modo enfatiza la propuesta de literalidad. Como en el DIL, el lector es invitado a entender los enunciados como resultado de la superposicin de dos actos de enunciacin.

Tena la ingrata sensacin, dijo el conde, de que los rusos actualmente hablaban la lengua de Pushkin como si estuviera traducida del ingls...

Otra cosa que lo haca dudar sobre las verdaderas intenciones de esa invitacin, dijo despus, era que en la tarjeta haban escrito Seor Anton Tokray...

(Ricardo Piglia, Respiracin artificial, Pp.148-150)

1.3. Discurso Pseudo Directo (DPD)

En la especie que denominaremos de este modo, un discurso contiene expresiones reconocibles como ajenas pero realmente integradas a su sintaxis. Aqu, la conjuncin discursiva no se da entre dos autnticas acciones verbales, en la medida en que la expresiones incorporadas a modo de citas explcitas o implcitas no constituyen, en sentido estricto, fragmentos de un verdadero discurso, sino tan slo patrones verbales y/o ideolgicos caractersticos de ciertos tipos humanos o de ciertos grupos sociales. Estas quasi-citas pueden ser presentadas a travs de marcas especficas o por medio de recursos extraantes que tienen por objeto ponerlas bajo una luz irnica, sugerir una crtica ideolgica, llamar la atencin sobre su carcter estereotpico o convertirlas en parodias de usos ideomticos, modas expresivas, etc.

En la lengua oral estas marcas y recursos extraantes pueden ser marcas de relieve fontico como acentos secundarios, pausas fonticas, silabizacin, etc.

En la lengua escrita, cualquier forma de relieve grfico puede cumplir estas funciones indicadoras: comillas, separacin en slabas por medio de guiones, unin de las palabras de un sintagma por medio de guiones, diferente tipografa, signos de exclamacin o de pregunta, etc. Hay que agregar tambin el SIC como signo de literalidad.

En el siguiente texto, la parodia de moldes expresivos ajenos se subraya mediante alteraciones de la norma ortogrfica y la unin de un grupo de palabras por medio de guiones.

Desde luego la crtica al uso koincide kategricamente en que se vive un decenio de sublevacin individual cuyas formas ms grotescas suelen ser los happenings de toda naturaleza, y esa misma crtica no-vacila-en-reconocer que los artistas y los escritores tienen razones sobradas para sublevarse contra los hrdenes hestatudos.

(Julio Cortzar, la vuelta al da en ochenta mundos, p.118)

La peculiaridad de estos textos en relacin con el DIL, parecera residir en el hecho de que el discurso referido anticipado y diseminado o DPD es un discurso narrativo contaminado de acentos ajenos pero que no llega a constituirse en un discurso que refiere otro discurso.

Otro ejemplo:

Hablaba de cosas sencillas e importantes, sin mirar a nadie en especial de la gente que lo rodeaba, o, ms bien, mirando, con sus ojos incandescentes, a travs del acrro de viejos, mujeres, hombres y nios, algo o alguien que slo l poda ver. Cosas que se entendan porque eran oscuramente sabidas desde tiempos inmemoriales y que uno aprenda con la leche que mamaba. Cosas actuales, tangibles, cotidianas, inevitables, como el fin del mundo y el juicio final, que poda ocurrir tal vez antes de lo que tardase el poblado en poner derecha la capilla alicada.

(M. Vargas Llosa, La guerra del fin del mundo, Pp.16-17)

Puesto que la evaluacin implcita en los enunciados subrayados no condice con la postura distante y objetiva que asume el narrador en otros casos, y puesto que tales acotaciones resultan reiterativas, cabe sospechar, si bien no directamente un subyacente fondo irnico, s tal vez la interseccin de un quasi-discurso fantico 8atribuible a quienes, con entusiasmo e ingenuidad, siguen la prdica) y un discurso paternalmente benevolente, caracterstico de quien comprende a distancia la adhesin apasionada de los oyentes del consejero, manteniendo su exotopa a la manera d un antroplogo.

1.4. Discurso Directo Libre (DDL)

Es un tipo de discurso directo no regido que mantiene como nica seal de su carcter de discurso referido e insertado como un cuerpo extrao en el discurso que lo refiere, la entonacin por diferenciacin en el caso de la lengua hablada, y la sola presencia de signos grficos como comillas o guiones ene l caso de la lengua escrita. El paso de un nivel discursivo a otro el cambio de voz tpico del DD en todas sus variedades aqu de un modo abrupto, sin que medie entre ambos discursos ninguna zona de transicin, no obstante lo cual el cambio y la demarcacin de fronteras estn asegurados por una sealizacin

mnima pero suficiente. El hecho de que sea mnima hace, sin embargo, que el directo no-regido sea poco apto para su utilizacin en la comunicacin pragmtica y muy eficaz, en cambio, para agilizar y volver ms vvido el movimiento dialgico en las ficciones literarias.

La radicalizacin de la tendencia a prescindir de las marcas de incrustacin culmina en el DDL. En l, en efecto, el discurso referido se reconoce nica y exclusivamente a travs de Shifters indicadores de un cambio de la situacin de enunciacin que no estn avalados, sin embargo, por ningn signo grfico que permitiese, independientemente de ellos, identificar el texto en cuestin como una combinacin de diferentes unidades locutivas en lugar de una sola. La entonacin por diferenciacin (procedimiento para detectar en la oralidad) carece en este caso de cualquier correlato grfico. La ausencia de seales explcitas est compensada en algunos casos por la inclusin, en el discurso que refiere, de comentarios metadiscursivos que si bien no llegan a constituirse claramente en discursos atributivos participan en alguna medida de su carcter anunciador. Ambos rasgos shifters y presencia de un discurso quasi-atributivo- confluyen en el siguiente texto:

Pregunt por la mujer, tratando de dominar la nusea que le ganaba la garganta. Mientras lo llevaban boca arriba hasta una farmacia prxima, supo que la causante del accidente no tena ms que rasguos en las piernas. Ust la agarr apenas, pero el golpe le hizo saltar la mquina de costado... Opiniones, recuerdos, despacio, ntrenlo de espaldas, as va bien, y alguien con guardapolvo dndole a beber un trago que lo alilvi en la penumbra de una pequea farmacia de barrio.

(Julio Cortzar, Final del juego, p.140)

Frase entre comillas= DD no regido

despacio, ntrenlo de espaldas, as va bien= DDL levemente sealizado por Opiniones, recuerdos...

Se puede sostener el parentesco cercano de los dos tipos, lo cual hace difcil diferenciarlos cuando se desecha el criterio de presencia o ausencia de marcas grficas como rasgo distintivo.

El parentesco se manifiesta en el hecho de que su empleo en las ficciones literarias permite acumular un mximo de informacin en un mnimo de superficie textual, con lo que se logra una combinacin difcil de imaginar en la comunicacin pragmtica: la de densidad informativa y economa de seales.

Otro rasgo: fragmentarismo y/o brevedad, que se deriva de la necesidad de disimular su status de discurso incrustado dentro de una unidad locutiva de nivel superior. Si los segmentos textuales correspondientes a una situacin enunciativa diferente pero no sealizados como tales, estuvieran ocupados por un discurso completo y extenso, se destruira uno de los efectos de sentido, especfico del DDL: crear la falsa expectativa de que los segmentos en cuestin forman un bloque con su contenido inmediato anterior o posterior, con el objeto de frustrarla a travs de la colisin de los respectivos indicadores de enunciacin.

Si consideramos que hay un cambio de nivel en lo que concierne a la voz, sera lcito preguntarse si DDL es o no conjuncin: la respuesta es semiafirmativa. Si lo incluimos es por su papel engaoso y su valor semitico derivado de ello. El DDL representa una pseudo conjuncin discursiva: tras la apariencia de fusin interferencial de dos discursos, se oculta un proceso de incrustacin que sorprende y choca por la falta de total seal anunciadora.

2. Discurso Indirecto Libre (DIL)

Es el caso ms sealado de imbricamiento, en la superficie textual, del discurso que refiere y el discurso referido, en la medida en que el primero se manifiesta fundamentalmente a travs de marcas decticas y el segundo abarca la casi totalidad de lo enunciado; pero las marcas decticas del discurso que refiere exigen, a su vez, en el proceso de recepcin, ser convertidas en las correspondientes al hablante del discurso referido. Nuevamente, el DIL plantea la co-presencia de dos instancias de distinta jerarqua en un mismo nivel enunciativo que resulta especialmente ntida en lo concerniente al origen del discurso: un hablante primario, narrador de una accin verbal ajena (o propia pero anterior al ahora de la enunciacin) adhiere lo ms estrechamente posible al texto resultante de una accin verbal pero sin cederle la palabra al sujeto que la ha ejecutado, sin permitir que diga yo. La cita, no supone un no hablar sino, por el contrario, la des-alienacin de lo ajeno, el hablante que refiere, cita parcialmente un texto incorporando el hablar de otro (o de s mismo concebido como un otro) a su propio hablar. As planteadas las cosas, la metfora de la voz dual - frecuente a partir de Pascal (1977)- adquiere un sentido ms claro: con ella se quiere significar que un hablante (el sujeto del discurso referido) habla a travs de otro hablante fagocitario a quien le pertenecen las marcas de enunciacin (el sujeto el discurso que refiere). Veamos un ejemplo:

El narrador nos hace saber, por el contexto, que se est refieriendo al personaje. Si leemos Qu feliz era! sabemos que esa exclamacin sale del nimo del personaje, aunque el narrador no la ha introducido con verbo dicendi y formas subordinadas.

Discurso directoDiscurso indirectoDiscurso indirecto libre

l dijo:

-Soy felizl dijo que era felizl era feliz!

l dijo:

-Yo era felizl dijo que haba sido felizl haba sido feliz!

l dijo:

-Ser felizl dijo que sera felizl sera feliz!

Dentro de los discursos referidos capaces de producir una intensa ilusin de realidad se ubican asimismo, en posiciones en las que el escndalo epistemolgico es menos notorio, el soliloquio tradicional en forma de DD (pens + texto con la sintaxis y el orden temtico de un discurso para el exterior) y el DIL, a condicin de que se lo utilice para representar procesos interiores.

El DIL no parece tener cabida fuera del mbito de la comunicacin literaria; las razones de esta limitacin poco tiene que ver con el carcter interior o exterior del discurso

referido. Su frecuente utilizacin en escenas de corte dramtico en las que domina por completo el dialogar a todas luces externo de los personajes, slo interrumpido por breves acotaciones descriptivas, ha dado precisamente origen, dentro de la narrativa ms reciente, a importantes modificaciones en la estructura sintctica del DIL:

1- La incorporacin del nombre del personaje (o una expresin identificadora equivalente) al enunciado referido. Veamos estos ejemplos:

Iban a esperar a los otros, sargento? Sera de nunca acabar y el prctico Nieves arroja su cigarrillo, los otros no volveran, si se fueron no queran visitas y stos se iran al primer descuido. S, el Sargento saba, solo que era de balde pelearse con las madrecitas.

(M. Vargas Llosa, la casa verde)

Pero el cabo no se estaba burlando, mi capitn y fjese, haba un remedio que no fallaba, una pomada que se echaban los urakusas, le traera un botelln, mi capitn, y el capitn quera que le hablaran en cristiano, quines eran lo urakusas. Slo que cmo iba a hablarle en cristiano el cabo si as se llamaban los aguarunas, sos que vivan en Urakusa,...

(M. Vargas Llosa, la casa verde)

En las frases subrayadas la esencia del nombre propio no acarrea como consecuencia la destruccin del DIL, esto es, la transformacin del discurso del personaje en discurso sobre el personaje. Es interesante observar, por lo dems, que las expresiones el Sargento, el cabo, el capitn son todas formas apelativas correspondientes a la perspectiva del interlocutor: el sargento es tal para el prctico Nieves, el cabo es tal para el capitn y el capitn es tal para el cabo. Ellas cumplen la funcin de identificar la fuente de la que procede cada enunciado evitando as cualquier ambigedad que hubiera podido resultar del uso de pronombres.

Al no haber verbum dicendi, que hace imposible en el indirecto conjuncional este rasgo del DIL por la sencilla razn de que despus de l el nombre propio est marcado como una tercera persona diferente del autor del enunciado referido (Cf. El Sargento dijo que s, que el sargento saba...), queda abierto el camino para que cualquier expresin identificadora pueda asumir, como el pronombre de tercera persona, un valor anafrico de transposicin : yo (discurso directo) > l (discurso indirecto).

2) Otra modificacin que, como la anterior, se deriva de la utilizacin del DIL para representar dilogos, consiste en introducir el enunciado referido mediante el nombre del personaje de quien procede (o mediante un simple pronombre cuando no hay dificultad para identificarlo), a modo de sinttico discurso atributivo:

Los ponan en unas hamacas que no eran de yute sino de culebras y ah se daban gusto con ellos y la Madre Patrocinio ya estaban hablando de supersticiones?, y ellos no, no, y se crean cristianos?, nada de eso, madrecita, hablaban de si iba a llover.

(M. V. Llosa, la casa verde)

Como se puede observar, ni la segunda intervencin de la Madre Patrocinio ni la subsiguiente respuesta de los interpelados exige ya una nueva advertencia, ya que el solo sentido del dilogo permite la identificacin.

3) De un modo similar al de los nombres y pronombres introductores, tambin los vocativos pueden servir para establecer las diferentes direcciones de la relacin dialgica. Tal es el caso del comienzo de uno de los textos arriba descriptos.

Pero el cabo no se estaba burlando, mi capitn y fjese, haba un remedio que no fallaba...

(M. Vargas Llosa, La casa verde)

El vocativo mi capitn aparece acompaado por un modo verbal inusual en el DIL, el imperativo fjese.. El hecho de que fjese no haya sido traspuesto al Imperfecto del Subjuntivo se debe a que su funcin se limita aqu a focalizar la atencin del interloctor en el enunciado siguiente. El empleo de la forma normal para reproducir rdenes en DIL, a saber que se fijara, habra anulado el valor formulstico y ftico de la expresin en su versin directa.

Los vocativos permanecen como tales cuando van unidos a la forma traspuesta de un autntico imperativo, esto es, con valor de orden. Cuando no es el caso, pueden mantenerse o bien quedar encubiertos potencialmente presentes, descifrables- tras el sujeto sintctico de la frase. He aqu un ejemplo de ambas posibilidades:

...y ellas no gritan pero tironean y sus cabezas, hombros, pies y piernas luchan y golpen y vibran y el prctico Nieves pasa cargado de termos: que se apurara, Don Adrin, no se le quedaba nada? No, nada, cuando el Sargento quisiera...

(Mario Vargas Llosa, La casa verde)

En DD la respuesta de don Adrin habra sido: No, nada, cuando quiera, Sargento.

La utilizacin del DIL es pasajes en que las acciones verbales de los personajes son parte sustancial de los sucesos narrados, permite acortar la distancia entre el plano de la descripcin y el de la narracin en sentido estricto. Probablemente en razn de su mayor grado de artificio, el DIL parece admitir ms fcilmente que otras formas de reproduccin que se rompa la continuidad de los discursos referidos para intercalar acotaciones destinadas a recrear visualmente la escena dialgica. As ocurre en el siguiente ejemplo:

Los guardias y el prctico Nieves se sientan en el suelo, se descalzan, el Oscuro abre su cantimplora, bebe y suspira. La madre Anglica alza la cabeza: que hagan las carpas, sargento, un rostro ajado, que pongan los mosquiteros, una mirada lquida, esperaran a que regresaran, una voz cascada, y que no le pusiera esa cara, ella tena experiencia.

(Mario Vargas Llosa, La casa verde)

Semejante procedimiento resulta particularmente apto para crear la ilusin de una realidad puesta ante los ojos showing- y para representar la simultaneidad de acciones verbales y no-verbales. Tal caso sucede en el siguiente texto, en el que por momentos se borran las fronteras entre la acotacin escnica atribuible al narrador primario y el discurso referido por l:

El Sargento arroja el cigarrillo, lo entierra a pisotones, qu ms le daba, muchachos, que se sacudieran. Y en eso brota un cacareo y un matorral escupe a una gallina, el Rubio y el chiquito lanzan un grito de jbilo, negra, la corretean, con pintas blancas, la capturan y los ojos de la madre Anglica chispean, bandidos, qu hacan, su puo vibra en el aire, era suya? Que la soltaran, y el Sargento que la soltaran pero, Madres, si iban a quedarse necesitaban comer, no estaban para pasar hambres.

(Mario Vargas Llosa, La casa verde)

La separacin entre descripcin ambiental y relato de acciones verbales queda indeterminada en el caso de la presentacin visual de la gallina: lanzan un grito de jbilo se puede entender como una sinttica referencia a un enunciado del que slo se precisa su funcin emotiva o bien como discurso atributivo respecto de negra y con pintas blancas. Ambas expresiones se pueden identificar con el jubiloso grito antes aludido por el narrador y/o con otros gritos de personajes que se aaden a l en DDL; pero igualmente es posible interpretarlas como descripciones de la instancia narrativa primaria, que quiebran en dos puntos la lnea discursiva del relato de sucesos para sugerir, mediante dicha ruptura, la quasi-simultaneidad de acciones y percepciones, as como la relacin entre el desplazamiento del objeto focalizado por la conciencia de los personajes y la modificacin del correspondiente proceso perceptivo.

Por consiguiente, el DIL es tan eficaz para representar la interioridad del personaje como sus conversaciones con otros personajes.

Literalidad, verosimilitud, ficcionalidad de los discursos referidos.

Uno de los rasgos tipificadores de las conjunciones discursivas es que los segmentos textuales en que ellas se realizan contienen una propuesta de lectura conducente a la restitucin cuando menos parcial de la individualidad lingstica del discurso referido. Ante tales textos el lector competente reconoce y asume la convencin, eminentemente literaria, de que el discurso que refiere presenta el discurso referido en una quiasi-literalidad.

La propuesta de reproduccin literal puede:

1- abarcar parcelas fragmentarias del discurso referido: DIM DPD.

2- Abarcarlo en su totalidad: DIL, inautnticamente directo, a excepcin de las marcas de enunciacin propias del discurso que lo refiere.

Cuando de habla de literalidad, se trata de un modo particular de presentacin de un discurso ficticio dentro del discurso igualmente ficticio de otro hablante.

Con directo o literal se alude entonces a una regla de lectura: toda vez que aparezca un discurso atributivo o seales contextuales equivalentes a l, los enunciados por l introducidos han de ser interpretados como si se tratara de la cita exacta de un discurso ajeno. DD y DI no mimtico, no constituyen conjunciones discursivas, representan los casos paradigmticos de literalidad / no- literalidad, respectivamente. Voloshinov (1976), plantea que con respecto a los discursos referidos hay dos direcciones bsicas:

a) una tendencia a marcar los lmites rgidos entre ambos discursos con el din de preservar la integridad del discurso referido: DD

b) la tendencia, exactamente opuesta, a borrar las fronteras y a contaminar el discurso referido con las entonaciones propias del discurso que lo refiere, o bien a impregnar a ste ltimo de los matices afectivos y valorativos del discurso referido: DIL, Formas mixtas.

Las condiciones de recepcin en la novelstica contempornea, juzgada sta sobre el tasfondo de una tradicin realista, ostenta la inverosimilitud lingstica del DD no acorde con las caractersticas personales y socioculturales del emisor como unamtorpeza del autor o una voluntaria marca de extraamiento.

La literalidad del DD y de las conjunciones discursivas abarca un amplio espectro de posibilidades de reproduccin o pseudo- reproduccin: puede implicar la necesidad de respetar cuidadosamente el verosmil lingstico o, por el contrario, puede limitarse al aspecto puramente formal de la atribucin del discurso a una fuente lingstica distinta e la primaria.

El DIL, a diferencia del DD, supone la necesaria trasposicin del sistema personal y temporal del discurso referido, debe ostentar mayor nmero de rasgos lingsticos y/o ideolgicos individualizadores que el directo pues en ausencia de ellos dejara de reconocrselo como reflector (reproductor) de un discurso ajeno, imbricado en el discurso primario, y se confundira con ste ltimo.

Epistemologa del Discurso referido.

El problema de la literalidad en el sentido especfico literario-ficcional- no slo se conecta con el de la verosimilitud lingstica sino tambin, desde una perspectiva ms amplia, con el de la epistemologa del discurso referido. Este ltimo problema puede pensarse siguiendo una propuesta clasificatoria de Ron (1981), bajo los rtulos de motivacin epistmica (ME) y motivacin semitica (MS). El primero (ME) alude a la necesidad de satisfacer todas las preguntas relacionadas con la posibilidad de que un discurso efectivamente dicho o slo pensado sea captado por una conciencia distinta de la del emisor. El segundo (MS) abarca el conjunto de preguntas y respuestas en torno al proceso de fijar (en la memoria, por escrito o por otros medios) y de transmitir (oralmente o por escrito) un discurso ajeno.

La convencin literaria de representar todo pensamiento en forma de discurso sea ste coherente y ordenado como en el soliloquio tradicional o incoherente y catico como en el monlogo interior del s. XX- plantea, sobre todo y del modo ms agudo, interrogantes del primer tipo. A su vez la literalidad o no literalidad del discurso referido se vincula fundamentalmente con interrogantes del segundo tipo.

* DD - reproduccin exacta vs. DINM - versin abreviada de discurso ajeno.

El DI trtese de discursos dichos o pensados- es el epistemolgicamente menos escandalosos, el menos vvido y efectivo para crear la ilusin de realidad pero, a cambio de ello, el ms veraz vero-smil-, ya que constituye la forma ms corriente de referir el discurso ajeno en los usos no-literarios de la lengua. Especialmente en la lengua oral, el estilo directo no tiene mucha cabida por razones que no resultan difciles de comprender: la cita literal supone un cambio de nivel discursivo y, por ello mismo, un esfuerzo adicional del hablante primario, quien se ve obligado a quebrar la lnea de su discurso para incluir un cuerpo extrao en el normal desarrollo de su acto enunciativo. Este quiebre debe estar suficientemente sealizado, no slo por el verbum dicendi, sino tambin pr caractersticas meldicas distintas de las del propio enunciado. Puesto que desempear dos roles no parece concordar con la ley del mnimo esfuerzo que suele regir los actos de comunicacin oral, slo se recurre al DD cuando hay un inters especial en mantener exactas las palabras de otro, ya sea para evitar malentendidos, para deslindar responsabilidades, para conservar una determinada coloracin afectiva o por cualesquiera otras razones que muevan a adoptar una postra testimonial. Como, por otro parte, la posibilidad de la reproduccin fiel est severamente limitada por la capacidad memorstica de quien cita oralmente, el procedimiento slo alcanza a fragmentos breves de discurso ajeno. Solo en el caso de que ste haya sido registrado por escrito, en cinta magnetofnica o por otros medios de fijacin artificial- se hace factible una cita extensa. Tambin desde este punto de vista el estilo indirecto resulta no slo ms normal, sino, como lo dijimos anteriormente, ms veraz, ms acorde con las prcticas comunicativas no literarias.

En los relatos literario-ficcionales lo ms comn es que el narrador que cede la palabra a los personajes no haga ninguna referencia a los problemas vinculados con el proceso de fijacin y conservacin de los discursos que l mismo reproduce. Esta falta de MS, de la que el lector medio no llega a tomar conciencia o que, cuando ms, acepta como parte del verosmil genrico, est en franca contradiccin con una nocin absoluta de verosimilitud.

La verosimilitud absoluta del discurso novelstico se ve an ms seriamente afectada cuando lo que se reproduce son pensamientos o sentimientos de los personajes.

Puesto que tales procesos interiores no son discursos sino que son comunicables en forma de discurso, el uso del estilo indirecto sera, siguiendo esta perspectiva, el ms natural, el ms digno de credibilidad. Puede ocurrir, en efecto que el narrador d un MS, que explique cmo sabe lo que el otro pens (por ej. porque se lo cont) o bien lo que es ms frecuente cuando el narrador no aparece en la historia como un personaje ms que no d explicacin alguna. Si bien en este ltimo caso la instancia narrativa aparece implcitamente investida de una omnisciencia slo aceptable dentro del verosmil genrico, es ms notoria an la falta de MS- y con ella la ausencia de verosimilitud absoluta- cuando los pensamientos o sentimientos del personaje son presentados con el DD o el DIL. El uso del indirecto le da, en cambio, a lo narrado, cierto aire de vaguedad que deja margen a la conjetura de que el narrador pudo enterarse de la directamente inaprehensible por la va mediatizadora de discursos ajenos.

La mxima transgresin del verosmil absoluto, el verdadero escndalo epistemolgico del discurso novelstico moderno no es la omnisciencia de ese tipo de narrador, tan frecuente en la novela del s. XIX, que ofrece apretadas radiografas espirituales de sus personajes; ms inverosmil an pero, paradjicamente, ms convincente y eficaz para activar la imaginacin del lector es la fingida percepcin inmediata de lo inmediatamente imperceptible (la interioridad o la soledad ajenas).

En el extremo puesto por su realismo genrico y su irrealismo absoluto- se encuentra el monlogo interior o discurso inmediato (Genette) que se caracteriza por la desaparicin de la instancia narrativa, cuya voz es sustituida por el quasi-discurso catico, elptico, a modo de mmesis de conglomerado experiencial- de la conciencia del personaje.

* El caso del DIL

En los pasajes del DIL se manifiestan siempre al menos dos sujetos hablantes (o pensantes) y percipientes. Cuando se trata de discursos exteriores habra doble motivacin semitica (doble MS) implcita: el personaje dijo lo que el narrador dice junto con l y a la vez reproduce como odo (por lo cual habra, adems, motivacin epistmica simple).

Cuando se trata de discursos interiores el personaje percibe-piensa un objeto determinado y el narrador percibe- oye dicho pensamiento (doble ME) a la par que lo reproduce en forma de un texto que incluye el texto del pensamiento (pseudo MS doble pues no hay dos efectivos hablantes sino slo uno: el que refiere.). Dicho de otro modo, el DIL sugiere el filtrado de los discursos exteriores o experiencias interiores del personaje a travs de otra conciencia perceptiva, as como su comunicacin a travs de una voz que corresponde a esa segunda conciencia perceptiva pero que acoge dentro de s la voz del otro, de donde resulta una simbiosis perfecta de lo odo con lo referido. El narrador oye y reproduce a la vez, vivencia y relata lo vivenciado por el otro. En relacin al verosmil absoluto, el DIL carece de validacin epistemolgica si se lo considera desvinculado de su metatexto literario y parangonado con relatos no literarios de acciones verbales.

Reisz de Rivarola, Susana, Semitica del discurso referido, en Teora y Anlisis del Texto Literario.

Mc. Halle (1978, p.279); Voloshinov: modificacin analtica de la textura (1976, P.160-161).

Lips, 1926,p.33)

en trminos de Bajtin.

Harmer,1957; Ullman,1957.

Verschoor,1959

Posicin de Rojas

Cfr. Epistemologa del discurso referido.

Como dijimos en 1.2, la construccin sintctica del DIL es: ausencia de verbum dicendi +ausencia de conjuncin subordinante.

El imperativo del ED se transforma en que + imperfecto el Subjuntivo en el DIL. Cuando aparece la construccin que + Presente del Subjuntivo, se trata de un fragmento de DD o de DDL intercalado en el DIL, como en el siguiente texto:

La madre Anglica alza la cabeza: que hagan las carpas, Sargento, un rostro ajado, que pongan los mosquiteros...

Aqu la madre Anglica pide al sargento dar una orden a sus subalternos. Que hagan, que pongan son subordinadas que funcionan como objeto directo de un verbum dicendi elidido.

Discurso narrativizado (Gennette, 1972, Pp. 190-191) o sumario diegutico(Mc Hale, 1978, P.258).

En esta lnea, se ubican , por ejemplo, Paradiso de J. Lezama Lima o Casa de Campo de J. Donoso)

estilo reflector, Hilty (1973)


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