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El Patrimonio Arqueológico de La Guerra Civil

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  • 7/25/2019 El Patrimonio Arqueolgico de La Guerra Civil

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    Bolskan, 21 (2004), pp. 171-180 ISSN: 0214-4999

    RESUMEN

    La excavacin y posterior estudio del yacimien-

    to de Casas del Canal (Villa de Vallecas, Madrid) fue

    el punto de partida de nuestra propuesta: la conser-

    vacin y acondicionamiento de los yacimientos

    arqueolgicos de la guerra civil espaola.

    El proyecto pretende la divulgacin de la histo-

    ria a travs de un mecanismo no tradicional. De laguerra civil nos queda la documentacin escrita y

    alguna documentacin grfica, as como la abun-

    dante bibliografa que surgi tras acabar la contien-

    da y que la convierte en la guerra ms estudiada des-

    pus de la segunda guerra mundial. Pero, por el

    momento, no se ha acondicionado ninguno de los

    sitios fsicos en los que se desarrollaron los aconte-

    cimientos, el entorno que fue testigo de unos hechos.

    SUMMARY

    The excavation and subsequent study of the site

    of Casas del Canal (Villa de Vallecas, Madrid) was

    the starting point for our proposal: the preservation

    and fitting-out of the archaeological sites of the Span-

    ish civil war.

    The aim of this project is the spreading of the

    history by means of a non-traditional mechanism. We

    have written information and some graphic docu-

    ments, as well as the extensive bibliography that

    came out after the end of the conflict, which makes it

    the most studied war apart from the first world war.

    But, for the moment, none of the physical spaces

    where the events took place, the context which wit-

    nessed those facts, has been fitted-out.

    El patrimonio arqueolgico de la guerra civilespaola es hoy uno de los grandes desconocidos denuestro pasado ms reciente. Tal vez por la existenciade una abundante bibliografa, que la convierte en elconflicto ms estudiado despus de la segunda guerramundial, o por el hecho de que an no ha cumplidolos requeridos cien aos para su proteccin, segnla Ley de Patrimonio Histrico Espaol, el caso esque apenas existen iniciativas para su conservacin.

    En las siguientes pginas queremos presentarnuestra experiencia con una parte del patrimonio

    arqueolgico de la guerra civil espaola en la Comu-nidad de Madrid. A partir de la excavacin de unazona de las trincheras republicanas para la defensa dela capital, surgi el proyecto de investigacin y unprograma de conservacin y acondicionamiento deeste importante patrimonio arqueolgico1. Con estaaccin se persigue una doble finalidad: por un lado,la preservacin de un patrimonio sometido a conti-

    El patrimonio arqueolgico de la guerra civil.La proteccin de espacios asociados

    a la guerra civil espaola

    Amalia Prez-Juez - Jorge Morn - Rafael Barroso - Marta Escol

    Ernesto Agust - Mario Lpez - Fernando Snchez*

    * rea de Arqueologa Moderna y Contempornea delDepartamento de Arqueologa de Auditores de Energa y Medio

    Ambiente, S. A. Avda. de Alfonso XIII, 72. 28016 Madrid.www.audema.com; e-mail: [email protected].

    1 Para este proyecto hemos contado el apoyo de diferentesinstituciones y personas, entre las que queremos mencionar a la

    Direccin General de Patrimonio Histrico de la Comunidad deMadrid.

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    nuos peligros de degradacin y de destruccin; porotro, la divulgacin de una parte tan significativa denuestra historia gracias al acceso a los lugares donde

    esta tuvo lugar.

    EL CONTEXTO HISTRICO

    En otoo de 1936 las tropas del general Francocomenzaron la ofensiva sobre Madrid. Para l, tomarla capital y derrocar al Gobierno elegido implicabael rpido fin de la guerra y, por tanto, pondra derelieve el apoyo del pueblo espaol al ejrcito suble-vado. Con lo que no contaba el general Franco eracon la frrea defensa de la ciudad que hicieron no

    solo las tropas fieles al Gobierno sino tambin lasmilicias, las brigadas internacionales y los ciudada-nos de Madrid. Tras seis meses de dura contienda ysucesivos enfrentamientos entre los dos bandos(Casa de Campo, Ciudad Universitaria, batallas delJarama, Guarradama o Guadalajara) el ejrcito deFranco decidi concentrarse en otros puntos menosdifciles y aislar la capital del resto del territorio leala la Repblica. Madrid no caer hasta marzo de 1939y es precisamente esta cada la que marca el fin de laguerra.

    Con anterioridad al ataque de las fuerzas de

    Franco, las autoridades de la Repblica decidieronexcavar diferentes lneas de trincheras en torno a lacapital. Estos trabajos previos eran imprescindiblesde cara a una defensa eficaz de la plaza, ya que lapeculiar orografa de este sector sur la converta enuno de sus puntos dbiles. Muy grficamente el gene-ral Rojo defina el escenario de la batalla como unaextensa llanura, solo perturbada por colinas aisladas,o que forman sistemas de desarrollo limitado, comolas que se alzan sirviendo de divisoria de aguas entrelos ros Guadarrama, Manzanares, Jarama y Tajua, ode algunas quebradas y barrancas de cauce normal-mente seco2. Esta prctica ausencia de accidentestopogrficos de importancia determina que la zona demaniobras se preste bien a la observacin terrestre yarea. Sin embargo, aunque el Estado Mayor de laRepblica haba ideado un sistema de defensa inte-gral a base de un conjunto de centros de resistenciaque cubran linealmente la ciudad, relacionados a suvez con otros aislados para obstaculizar la maniobraenemiga, parece que dicho sistema estaba an lejos

    de considerarse terminado en el momento en que lastropas nacionales completaron el cerco a la capital3.

    Dentro de los trabajos de fortificacin llevados a

    cabo por la Junta de Defensa debieron contarse lastrincheras y casamatas de Casas del Canal, que tuvi-mos la oportunidad de excavar y estudiar. Entre el dis-positivo de defensa de este sector, que englobaba unorden de batalla de unos 15 20 000 hombres, se en-contraban las columnas mandadas por Lster y Bueno,encargadas de cubrir las zonas de Entrevas y Villa-verde con objeto de amenazar, llegado el caso, el flan-co derecho del ejrcito nacional, pero cuyos efecti-vos eran un misterio aun para el mando republicano.Parte de estas fuerzas se estaban reorganizando enVallecas. En total, el frente tena un desarrollo aproxi-

    mado de unos 32-35 km4.El mando nacional tena como objetivo principal

    lograr el control de la capital con la mayor brevedadposible sin arriesgar para ello la suerte del ejrcitoque sitiaba Madrid, indispensable para conseguir elobjetivo final del alzamiento, que era obviamente lavictoria en la guerra. El objetivo, sin embargo, se pre-vea imposible en funcin de la relativa capacidadnumrica de los efectivos nacionales, que puedencifrarse en torno a los 15 000 hombres. Por esta raznel general Franco fiaba el xito de la operacin en larapidez con que esta fuera ejecutada. Dada la urgen-

    cia que se demandaba, el mando de la misma se reser-v al general Varela5. Una circunstancia casual quisoque el elemento sorpresa quedara desbaratado al lle-gar a manos del mando republicano la orden generalde operaciones del ejrcito nacional, lo que produjoun inmediato cambio de planes y el reforzamientopor parte gubernamental del frente suroeste6.

    El plan de Franco, en el caso de encontrar unagran resistencia en la capital, consista bsicamenteen controlar el permetro defensivo para desde alldividir la ciudad en sectores y proceder a la sucesivaconquista de los mismos una vez desmoronados losrespectivos frentes7. Por su parte, el Mando SuperiorRepublicano ordenaba a los generales Miaja y Pozas8

    172 A. PREZ-JUEZ - J. MORN - R. BARROSO - M. ESCOL - E. AGUST - M. LPEZ - F. SNCHEZ

    3 Ibdem, pp. 30 y 31.4 Ibdem, pp. 42-44.5 MARTNEZ BANDE, J. M. (1982).La marcha sobre Madrid.

    Monografas de la Guerra de Espaa, I. Madrid, pp. 286-288.6 Ibdem, pp. 295-298; ROJO, op. cit., pp. 67 y 68.7 MARTNEZ BANDE, op. cit., pp. 292 y 293.8 El general de divisin Sebastin Pozas Perea estaba al mando

    del Ejrcito del Centro, encargado de la defensa de esta regin aexcepcin de la capital, que estaba sujeta a las rdenes de una Junta

    de Defensa dirigida por el general Miaja. Entre ambos generalestuvo lugar una sorda lucha por el control de los recursos militares.

    2 ROJO, V. (1987). As fue la defensa de Madrid. Madrid,p. 25.

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    EL PATRIMONIO ARQUEOLGICO DE LA GUERRA CIVIL 173

    Fig.

    1.

    TrazadodelaLAVMadridBarcelonafronterafrancesa.

    Conexi

    nconlaLAVMadrid-Sevilla,conlasituacindelyacimientodeCasasdeMurcia.

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    174 A. PREZ-JUEZ - J. MORN - R. BARROSO - M. ESCOL - E. AGUST - M. LPEZ - F. SNCHEZ

    Fig.

    2.

    YacimientoarqueolgicodeC

    asasdeMurcia(VilladeVallecas,Madrid).

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    la defensa de la capital a toda costa y, en caso de serexpulsados, un repliegue hacia la lnea del Tajo endireccin a Cuenca. La importancia que ambos con-

    tendientes atribuan a la campaa queda demostradaen el hecho de que las dos fuerzas absorbieron lamayor parte de sus reservas en hombres y materiales9.

    Fracasado el intento de asalto por el suroeste,por la Casa de Campo y la Ciudad Universitaria, eldesarrollo de la campaa quiso que los dos ejrcitosse vieran las caras finalmente en torno al Jarama.Como triste final hay que mencionar las 20 000 bajasy 2000 muertos que se ha estimado caus la batalla,cifras que dan idea de la magnitud del choque entredos ejrcitos que se batieron a orillas de un ro quepasara de forma dramtica a la historia.

    LA EXCAVACIN ARQUEOLGICA

    La intervencin en una parte de la segunda lneade trincheras de la defensa de Madrid surgi comoconsecuencia de la construccin de la Lnea de AltaVelocidad (LAV) Madrid-frontera francesa. En estazona de actual cruce de caminos M-30, M-45, LAVMadrid-Sevilla, etc. se proyect la conexin entrelas dos vas del tren de alta velocidad, la que conducedesde Madrid a Sevilla y la que unir aquella ciudad

    con Barcelona (fig. 1)10. El enlace deba construirsedesmontando un pramo en el que existan indicios dela presencia de un hbitat de la II Edad del Hierro. Lapresencia de este yacimiento, en una zona conocidacomo Casas del Canal, fue el punto de arranque de laexcavacin en rea de una zona de aproximadamente1000 m2, en la que el equipo de arquelogos decidi,a pesar de no ser una exigencia administrativa, exca-var el borde del pramo donde todava se adivinabanlas estructuras de la guerra civil espaola. La inter-vencin arqueolgica comenz en diciembre de 1999y finaliz en julio de 200011.

    Los vestigios de la guerra civil espaola corres-pondan a una pequea pero importantsima parte dela lnea de trincheras construida por el ejrcito y las

    milicias republicanas para la defensa de la ciudad deMadrid durante los ltimos meses de 1936. Las trin-cheras se haban abierto en los duros pramos yesfe-ros que, siguiendo el curso del ro Manzanares, seextienden por el sur de la ciudad. En esta pequeasuperficie se documentaron, adems, un puesto demando, un polvorn, nidos de ametralladora y puestosde tirador. Por ltimo, se recuper material de tipoblico y civil (alambrada, partes de la ametralladora,balas de fusil, cantimplora, hebilla, correas de abar-cas, frascos de medicina, tinteros, etc.).

    Los restos inmuebles tuvieron que ser desmonta-

    dos para la construccin de la infraestructura ferrovia-ria. Los restos muebles fueron limpiados, documenta-dos y entregados al Museo Regional de Madrid, endonde permanecen en la actualidad, a la espera de suubicacin definitiva dentro de la coleccin permanen-te. El estado de conservacin era tan magnfico queninguno de los objetos necesit de una intervencinespecfica.

    Los restos inmuebles

    Los vestigios arqueolgicos pertenecen a un pri-mer momento de la guerra civil, en que este cerroform parte del dispositivo de defensa republicano enel sector sur de Madrid. Se trata de un organizado sis-tema defensivo que aprovecha la excelente situacindel cerro de cara a su defensa y cubre al mismo tiem-po la vega del Manzanares (fig. 2).

    Todo el cerro se encuentra rodeado por una trin-chera de 80 cm de anchura y 1,20 de profundidad.Esta lnea de trinchera se encuentra jalonada porvarios puestos de tirador, as como por dos nidos deametralladoras excavados en la roca situados en losdos ngulos del cerro que dominan el paso del ro.Adems, en la parte de retaguardia, se detect unacasamata de planta rectangular excavada en el terre-no, que se encuentra conectada con dicha lnea de

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    vaciones arqueolgicas en un fortn republicano en la segundalnea de defensa de Madrid capital. Militaria. Revista de Cultura

    Militar 16 (2002), pp. 137-162; La ocupacin contempornea. Laguerra civil espaola y el hbitat en cuevas.El cerro de la Gavia.

    El Madrid que encontraron los romanos, Madrid, 2005, pp. 231-251; Arqueologa de la guerra civil espaola. Euroinformes 24

    (2004), pp. 50-56, y Archaeology of the Spanish civil war.Euroin-formes 24 (2004), pp. 57 y ss.

    9 ROJO, op. cit., p. 49-45.10 El estudio arqueolgico fue costeado por el Gestor de

    Infraestructuras Ferroviarias (GIF), promotor del proyecto de obracivil. Desde estas lneas queremos agradecer el apoyo de Luis dela Rubia, J. M. Carrasco y Adolfo Valderas.

    11 Sobre el tema nos hemos ocupado en: Arqueologa de laguerra civil. Excavaciones en las trincheras de Madrid.Revista de

    Arqueologa 250 (2002), pp. 22-31; Excavacin arqueolgica de unfortn republicano en la segunda lnea de defensa de Madrid capi-tal (1936-1937). Apuntes de Arqueologa 10 (2002), pp. V-VIII(encarte en el Boletn del Ilustre Colegio de Doctores y Licencia-

    dos en Filosofa y Letras y en Ciencias (octubre de 2002), pp. 17-24), y El yacimiento de Casas de Murcia (Villa de Vallecas). Exca-

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    trincheras y que, sin duda, debi actuar como puestode mando de este sector. El pasillo que conducadesde all a la parte meridional de la lnea de trinche-

    ra tena varios escalones tallados en el terreno y secomunicaba con un mbito auxiliar de planta rectan-gular situado a distinta cota, tal vez mediante unaescalera de mano. La casamata es un rectngulo de unos4,50 x 2,75 m aproximadamente y de 3 m de pro-fundidad; presenta una seccin irregular, producto devarios rebajes sobre la lnea de plomada, que servi-ran para alojar la techumbre y como asiento para susocupantes, en forma de banco corrido.

    Los nidos de ametralladora estn excavados auna cota inferior que la trinchera, de manera que aso-man al perfil del acantilado por una pequea abertu-

    ra desde la que se domina un amplio panorama. Ade-ms, existe un pozo conectado con la trinchera, nolejos del puesto de mando pero algo apartado delmismo, que debi servir como almacn de municiny que, aunque no ha resultado afectado por los traba-

    jos arqueolgicos, los perfiles de las trincheras mues-tran que se encontraba conectado con ellas. Todo elsistema de trincheras de Casas del Canal presenta lascondiciones que este tipo de construcciones deba dereunir de cara a una guerra convencional.

    Los vestigios muebles

    Entre los elementos de cultura material destacanabundantes restos de municin, una cantimplora,varios objetos de la vida cotidiana en el frente (tinte-ros, botellitas de medicamentos o aceite, una hebilla),tejas, etc., que nos hablan del sobrevivir diario duran-te los largos meses que dur la campaa de Madrid.

    El material constructivo queda restringido ni-camente a un nmero no demasiado elevado de frag-mentos de tejas, entre los que se encuentran cinco

    ejemplares casi completos. Se tratara de la forma decubrimiento de las dos casamatas que ocupan losextremos del cerro, a las que sin duda debieron per-tenecer.

    Tambin aparecieron varios objetos de metal,entre los que destacan las piezas de hierro, como unahebilla de cinturn, un hacha, restos de una alambra-da de espino y un objeto de difcil interpretacin,quiz uno de los apoyos de una ametralladora. Entreel resto de los materiales metlicos destaca la apari-cin de una cantimplora de aluminio que presenta dosimpactos de proyectil en su base.

    De forma paradjica, y a diferencia de lo que eshabitual en las excavaciones arqueolgicas tpicas,

    los objetos de vidrio estn entre los materiales mejorrepresentados. La prctica totalidad de las piezas esde carcter civil, es decir, tinteros y recipientes

    para medicamentos. Aparecieron en el transcurso dela excavacin de la casamata que actuaba de puestode mando en este sector. Algunos de los tinteros con-servaban restos de tinta de color negro, azul o rojasolidificada en su interior.

    Por el contrario, en uno de los nidos de ametra-lladora se localizaron dos envases para aceite lubri-cante, probablemente destinado al mantenimiento delarmamento. Tambin se encontraron frascos quedebieron contener vitaminas o de otro uso indetermi-nado.

    Entre la municin encontrada destaca la perte-

    neciente a fusiles tipo Muser 7,92 mm, armamentohabitual del ejrcito espaol, si bien se han encon-trado tambin algunos ejemplares de proyectiles depistola de diferente calibre. Aparecen representadosasimismo numerosos cartuchos de otra arma noidentificada del mismo calibre que el fusil Muser yque podra tratarse de algn tipo de armamentoimportado de los pases aliados que abastecieron ala Repblica espaola: la URSS o Francia. Se dife-rencia de la municin de aquel en el remate final dela vaina, que termina sin la caracterstica escotadu-ra o gargantilla para engarce de la ua extractora delculote que presenta aquel. Esta ltima circunstanciahace suponer su empleo en armas de tambor, segu-ramente algn tipo de ametralladora. Sin duda eseste el tipo de municin ms abundante en el yaci-miento y esta circunstancia debe ponerse en rela-cin con los varios nidos de ametralladoras que cir-cundan el cerro. Adems se encontraron dos balasde punta redondeada que probablemente pertenecie-ron a dos tipos diferentes de pistola. La disparidadde la municin encontrada pone de relieve la difi-cultad del ejrcito republicano de armar de forma

    estandarizada a sus efectivos, siendo el abasteci-miento uno de sus principales problemas durantetoda la guerra.

    En cuanto al resto de los materiales hallados enel transcurso de los trabajos arqueolgicos, destacanunas correas de cuero para abarcas, calzado que erahabitual entre los combatientes de ambos bandos, unacacha de navaja y un fragmento de madera.

    En definitiva, el yacimiento ha proporcionadoabundantes restos materiales de la ocupacin delcerro durante la guerra civil, como privilegiado esce-nario que fue de la ofensiva nacional sobre el Jarama

    entre noviembre de 1936 y febrero de 1937. Todo ellonos habla de la vivencia o supervivencia diaria

    176 A. PREZ-JUEZ - J. MORN - R. BARROSO - M. ESCOL - E. AGUST - M. LPEZ - F. SNCHEZ

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    de un nmero importante de personas que luch enuna reciente contienda de la que an hoy podemosaprender para el futuro.

    INVENTARIO DEL PATRIMONIOARQUEOLGICO DE LA GUERRA CIVILEN LA COMUNIDAD DE MADRID

    La experiencia de Casas del Canal ha puesto demanifiesto la necesidad de conocer antes de actuar.Para ello, el primer paso que habra que dar es la rea-lizacin de un inventario de los restos arqueolgicosde la guerra civil.

    Nuestra propuesta para la Comunidad de Madrid

    se basa en la experiencia puesta en marcha por laDireccin General de Patrimonio Histrico de estaComunidad, que ya haba realizado el Catlogo deCastillos y Fortalezas de la Comunidad de Madrid.En esta recopilacin de patrimonio histrico no se harecogido, sin embargo, ninguna construccin de laguerra civil. Sin embargo, siguiendo el mismo mode-lo planteado en el catlogo, hemos realizado unaficha tipo de un fortn del ejrcito de Franco en la sie-rra de Guadarrama (fig. 3).

    LA NORMATIVA SOBRE LACONSERVACIN DEL PATRIMONIODE LA GUERRA CIVIL

    Los importantes descubrimientos realizados enCasas del Canal y su posterior destruccin, ante laimposibilidad de cambiar el trazado de una va rgidacomo es la del tren de alta velocidad, nos llevaron areflexionar sobre el estado de proteccin de los restosarqueolgicos muebles e inmuebles de la guerra civilespaola.

    Como se ha mencionado, la decisin de excavarlas trincheras de la guerra civil fue una iniciativa queparti del equipo de arquelogos, bajo la supervisinde los Servicios de Arqueologa de la DireccinGeneral de Patrimonio de la Comunidad de Madrid ycontando con el apoyo de la constructora adjudicata-ria de las obras (ACS) y el Gestor de InfraestructurasFerroviarias (GIF). Se trataba de una iniciativa nove-dosa, en cuanto que la construccin de infraestructu-ras en Espaa no suele contemplar la excavacin devestigios arqueolgicos de poca reciente. En el casoconcreto que nos ocupa, el inventario de patrimonio

    cultural que se recoga en el Anejo de IntegracinAmbiental no inclua el estudio de los yacimientos

    arqueolgicos con una cronologa posterior a la EdadMedia.

    En el fondo de esta cuestin subyace la proble-

    mtica sobre la consideracin del valor histricodel patrimonio arqueolgico de cronologa contem-pornea. Para nosotros no ofrece ninguna duda que elpatrimonio arqueolgico no es una cuestin de pocasino de manifestacin de la cultura material del serhumano en cualquier momento, pero esta no es unaopinin generalizada ni entre los medios acadmicosni entre los investigadores.

    La Ley de Patrimonio Histrico Espaol, Ley16/1985, no se manifiesta explcitamente sobre lanecesidad de conservacin del patrimonio arqueol-gico reciente, aunque pudiera entenderse incluido en

    la definicin que ofrece de bienes inmuebles arqueo-lgicos (o patrimonio arqueolgico), es decir, aquelsusceptible de ser estudiado con metodologa ar-queolgica con independencia de su edad. Peor pro-tegidos se encuentran los restos muebles, ya que,entendiendo por analoga la posibilidad de exporta-cin de bienes con menos de cien aos, sera posiblela exportacin de aquellos objetos de poca republi-cana aparecidos en las excavaciones de Casas delCanal (y de los que no existe ninguna duda de queconstituyen patrimonio arqueolgico mueble), talescomo los tinteros de vidrio, las cantimploras o lanumerosa municin. Este patrimonio mueble queda-ra as desprotegido por la legislacin actual y serasusceptible de entrar a formar parte del comercio deantigedades.

    Mayor proteccin existe si tomamos como refe-rencia la Ley de Patrimonio de la Comunidad deMadrid (regin en la que se ubica el yacimiento), Ley10/1998, de 9 de julio, y nos acogemos a la definicinque en ella se hace de patrimonio histrico: dichopatrimonio est integrado, entre otros bienes, poraquellos de inters [] histrico [] arqueolgico

    [] relacionado con la historia y la cultura de laComunidad de Madrid (artculo 1.3). La Ley dePatrimonio de la Comunidad de Madrid va inclusoms all y protege a todos estos bienes con indepen-dencia de su declaracin ni inventario, siempre querenan los valores expresados en el artculo 1 (ar-tculo 8.1). Segn esta interpretacin, quedaran pro-tegidos los vestigios excavados en Casas del Canal,con independencia de que esta misma ley en su Dis-posicin Adicional Segunda b proteja directamentelos castillos, casas fuertes, torreones, murallas,recintos fortificados, estructuras militares y defensi-

    vas [] con ms de doscientos aos de antigedad.Esta disposicin no hace sino reforzar la tutela de

    EL PATRIMONIO ARQUEOLGICO DE LA GUERRA CIVIL 177

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    178 A. PREZ-JUEZ - J. MORN - R. BARROSO - M. ESCOL - E. AGUST - M. LPEZ - F. SNCHEZ

    Fig.

    3.

    Fichadelinventariodepatrimoniodelaguerraciv

    ilespaola.

    Elemento:bnkerdeColmenar

    deArroyo(Madrid).

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    dichos bienes al considerarlos sometidos automtica-mente al rgimen de proteccin previsto para losbienes incluidos en el Inventario de Bienes Cultura-

    les de Madrid.Si hemos entendido los vestigios arqueolgicosde la guerra civil espaola dentro del espectro de pro-teccin de la ley de la Comunidad de Madrid, nospreguntamos entonces si la no excavacin de los mis-mos hubiera constituido el incumplimiento de la nor-mativa vigente. Sea como fuere, nos alegramos dehaber tomado la decisin de excavar el rea corres-pondiente a las trincheras republicanas de la guerracivil, puesto que ha supuesto la recuperacin de unainformacin histrica de gran valor.

    La Direccin General de Patrimonio de la Co-

    munidad de Madrid estudia en estos momentos elproceso para la declaracin definitiva de patrimonioprotegido de todos los restos muebles e inmueblesasociados a la guerra civil espaola, a travs de ladeclaracin automtica de los mismos como Bien deInters Cultural.

    LA NECESIDAD DE PROTECCIN DE ESTEPATRIMONIO

    Todo lo que se ha documentado, aunque ahora

    no exista, y lo que se ha podido recuperar para elfuturo, constituye una novedad en la arqueologaespaola, en donde no conocemos iniciativas simila-res en el mbito de la prctica contractual, aunque sse deban sealar acciones aisladas, sobre todo en ladefensa patrimonial de los vestigios de la guerra12. Enotras palabras, toda la informacin que ahora presen-tamos y que consideramos de inters primordial en elestudio de la reciente historia de nuestro pas podraestar en estos momentos sepultada bajo los escom-bros de la dinamita que vol el cerro o bajo el hierroy hormign de la construccin de la lnea de altavelocidad, sin que nadie hubiera conocido su existen-cia. Nada nos alarmara ahora, porque nada sabra-mos de todo ello. De la guerra civil nos queda, claro

    est, la documentacin escrita y alguna documenta-cin grfica. Pero lo que resulta paradjico es que noconservemos, ni hayamos querido mantener para el

    futuro, el sitio fsico en el que se desarrollaron losacontecimientos, el entorno que fue testigo de unoshechos y muchos materiales que, en la mayora de loscasos, han llegado hasta nosotros por la destruccinfurtiva de un contexto.

    Lo que nos gustara proponer es muy simple: esnecesaria la conservacin de los yacimientos arqueo-lgicos de la guerra civil espaola, a travs de sudocumentacin, excavacin, conservacin y acondi-cionamiento, para que puedan, por una parte, servircomo importante fuente histrica en el conocimientoms profundo de la vida diaria durante la contienda y,

    por otra, como recurso pedaggico para ensear fun-damentalmente a las generaciones ms jvenes unmomento de especial trascendencia en la historia.

    Nos interesa sobre todo, por encima de fechas,porcentajes, nombres propios, datos y estadsticas,conocer cmo fue la vida de las personas que, en elcaso de Casas del Canal, permanecieron en las trin-cheras durante los largos meses de invierno. Solda-dos, milicianos, brigadistas, hombres y algunas muje-res de los que sabemos algunas cosas ms a partir delas excavaciones arqueolgicas. Sabemos, por ejem-plo, de su escasa vestimenta y de su peor armamento.Abarcas y botones nos hablan de un ejrcito malequipado; los frascos de vitaminas, de unos hombresmal alimentados, y la variedad de municin, de unosmilicianos peor armados. Y, sin embargo, consiguie-ron el objetivo que se haban propuesto: la defensa dela ciudad.

    La proteccin y acondicionamiento de esterecurso con fines didcticos

    Las lneas anteriores han puesto de manifiestouna inquietud que nos llev a la creacin de un equi-po de investigacin para la conservacin y acondicio-namiento del patrimonio arqueolgico de la guerracivil espaola. Gracias a un equipo interdisciplinarhemos diseado un proyecto a medio plazo, del queestamos empezando a ver por el momento algunosresultados.

    En primer lugar, para la proteccin de todopatrimonio es necesario saber con qu se cuenta. Esteautntico desconocimiento de lo que exista nos lleva realizar un inventario de los vestigios inmuebles de

    la guerra civil en la actual Comunidad de Madrid.Para ello, nos basamos en la experiencia puesta en

    EL PATRIMONIO ARQUEOLGICO DE LA GUERRA CIVIL 179

    12 Nos referimos concretamente a la publicacin Paisajes dela guerra. Nueve itinerarios por los frentes de Madrid, realizadapor Severiano Montero, y a la exposicinEscenarios de la guerra,ambos financiados por la Comunidad de Madrid en el ao 1987.Queremos sealar la iniciativa promovida por los ayuntamientosde Arganda, Rivas-Vaciamadrid, Morata de Tajua y San Martn dela Vega para la creacin de un Parque Histrico de la Batalla del

    Jarama en terrenos donde sucedieron importantes acontecimientoshistricos ligados a la defensa de la ciudad.

  • 7/25/2019 El Patrimonio Arqueolgico de La Guerra Civil

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    marcha por la Direccin General de Patrimonio de estacomunidad, que ya ha realizado el Catlogo de Cas-tillos y Fortalezas de la Comunidad de Madrid. En

    esta recopilacin de patrimonio histrico no se harecogido, sin embargo, ninguna construccin de laguerra civil espaola. Siguiendo el mismo modeloplanteado en el catlogo, hemos realizado una fichatipo y en la actualidad estamos inventariando los res-tos inmuebles de la guerra civil espaola en estaComunidad.

    Propuesta de acondicionamiento de espaciosasociados a la guerra civil espaola

    Una vez conocido el patrimonio, a travs de larealizacin del inventario, es cuando estamos en con-diciones de disear la propuesta para el acondiciona-miento de espacios asociados a la guerra civil. Comoejemplo de la misma estamos trabajando en el diseodel acondicionamiento de la denominada batalla deMadrid, que abarca un gran espacio en diferentesmunicipios.

    A partir de su delimitacin, habra que proce-der a la creacin de itinerarios, infraestructuras ydems servicios para facilitar la comprensin de losvestigios. En definitiva, de un proyecto integral de

    interpretacin que sirva tanto para la conservacindel patrimonio como para la divulgacin de la his-toria.

    Se trata, en fin, de conocer lo que pas a travsde un mecanismo no tradicional. Pero, sobre todo, deutilizar este recurso con un altsimo valor pedaggi-co como medio para educar a las generaciones jve-

    nes y menos jvenes en el conocimiento de su histo-ria ms reciente y en la necesidad de la paz.

    La recuperacin de la memoria:el patrimonio oral de la guerra civil

    Como complemento al acondicionamiento de lossitios arqueolgicos, todava estamos a tiempo de re-cuperar la memoria: vivencias y recuerdos de los pro-tagonistas de la guerra.

    El patrimonio oral, el testimonio de hombres ymujeres que vivieron la contienda de forma msdirecta, es fundamental en el acondicionamiento delos yacimientos arqueolgicos. No solo por la infor-

    macin que aportan de cmo sucedieron los hechossino adems porque la posibilidad de recorrer loslugares con estas personas, ofrece un componentehumano, difcil de suplir por cualquier otro mecanis-mo de musealizacin.

    En nuestro caso, pusimos en marcha una expe-riencia para recuperar la memoria, en septiembre delao 2001, cuando, acompaados por el ltimo co-mandante vivo del Batalln Lincoln de las BrigadasInternacionales, recorrimos los escenarios de la con-tienda en los que l haba jugado un papel sealado.

    De esta manera, de la mano de Milton Wolff,

    recorrimos las impresionantes ruinas de Belchite enTeruel y llegamos hasta la sierra de Pndols, en Ta-rragona. Subimos hasta la cota 666, desde donde sedomina un impresionante valle y, entre silencios yrelatos, fuimos recogiendo el testimonio de uno delos ms carismticos personajes de las BrigadasInternacionales13.

    180 A. PREZ-JUEZ - J. MORN - R. BARROSO - M. ESCOL - E. AGUST - M. LPEZ - F. SNCHEZ

    13Las Brigadas Internacionales en la guerra civil espaola

    con Milton Wolf (17-20 de septiembre de 2001, Instituto Interna-cional de Espaa, Madrid).


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