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Tapatio 1 de octubre

Date post: 24-Mar-2016
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Suplemento de El Informador
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Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G. Supervisor: Aimeé Muñiz / [email protected] Sábado 1 de octubre de 2011 PÁGINA 9-B El personaje Karlin, un viajero de luz en la ciudad Hay quienes dudan que las papele- ras inteligentes del Ayuntamiento de Guadalajara en verdad lo sean; y si bien no son capaces de diferenciar entre la basura orgánica e inorgánica, ni echan un pitazo cuando están llenas, sí se abs- tienen de desechar lo que se encuentra sobre ellas –lo que está dentro queda fue- ra del alcance de su inteligencia–. Fue así como el cuaderno que de- jó un tal Karlin no tocó fondo; la pape- lera, tan inteligente como es, decidió dejarlo ahí encima; aunque no fue lo suficientemente lista como para hacer algún llamado para que éste se fuera con su dueño. De esta forma, alguien más se to- pó con el cuaderno. Después de hojear- lo, en un intento por averiguar si había sido un olvido o prisa por abandonar- lo en el bote de basura, una historia apareció, la del propietario de Nóma- das, un estudio de tatuajes y perfora- ciones, situado ahí… casi a un costado de la inteligente papelera. “Hay que regresar el cuaderno”, fue el primer pensamiento del individuo que lo encontró, pues ahí había anotaciones de las ganancias del día y una especie de diario en torno a la creación y subsisten- cia del estudio; seguramente el propieta- rio podría notar la pérdida y, quién sabe, quizá hasta ponerse un poco triste. Bastaron unos pasos para llegar al lugar… pero después de mirar por úl- tima vez las letras, palabras y frases que contaban aquella historia, este “al- guien” decidió conservar el cuaderno unos días más para empaparse de la pasión de Karlin por la Naturaleza, los viajes, otras culturas, el body art y la creación y permanencia de un lugar como Nómadas, que comenzó una nueva etapa tras un incendio que sor- prendió a todos hace ya casi un mes, el 3 de agosto de este año. Las palabras de Karlin Quince días después de la llegada del fuego a Nómadas, Karlin comenzó a escribir en su cuaderno, haciendo un re- cuento de lo que fue y ha sido… con mi- ras a lo que será y de momento no ha po- dido ser. He aquí la historia a través de sus palabras: Mi nombre es Karlin, soy una perso- na entregada con su corazón al body art. Hace 19 años anduve por todos lados de pata de perro, dando el rol, me encanta- ba perforar… tanto que lo regalaba, mis amigos y otras personas me buscaban para perforarse y como andaba por to- dos lados no era fácil encontrarme. Guadalajara era una ciudad muy pe- queña y no había dónde perforarse, así que todos me decían que pusiera un lu- gar dónde me encontraran. La idea no me gustaba mucho, a mí me gustaba estar viajando, conociendo personas y andar en el campo; me gus- ta el contacto con la Naturaleza, me ha- ce sentir lleno de pureza... sentir cómo mi alma se relaja. Así que me la pensé mucho y con el paso del tiempo puse mi primer estudio. Me establecí en 1996, pero era muy pequeño el espacio. No me gusta- ba porque no podía acomodar las co- sas y eso no era buena idea, porque no era higiénico; duré poco tiempo hasta que encontré un local más amplio. El estudio no tenía nombre. Tomé el local y ahí es cuando nace Nómadas, en 1998, en Guadalajara. Antes de poner Nómadas pensé mu- chas cosas: quería poner un estudio completo que llenara todos los requisi- tos a nivel profesional, que todos y cada uno de los espacios tuvieran una función real, la decoración y más que nada la hi- giene, respeto y sinceridad total; tuve que pensar en la ubicación de todas las cosas, no quería poner un estudio tradi- cional, quería uno que tuviera motivos de la Naturaleza y de tribus, algo de don- de vienen los principios de las modifica- ciones corporales. Entonces pensé cómo tendría que ser el modelo del estudio, yo lo quería lo más natural y tribal que se pudiera; no me costó mucho porque todo era fácil de conseguir, lo más difícil fue mezclar el di- seño natural con la higiene. Mi mentali- dad era hacer sentir a las personas có- modas y tranquilas, que no tuvieran miedo al dolor, que sintieran y disfruta- ran su tatuaje o perforación, en un am- biente placentero y relajado. El primer estudio Nómadas fue pequeño, en un espacio de cuatro por 10 metros. Al principio parecía que las medidas eran perfectas, después ya no era suficiente para un acomodo apro- piado de las áreas. Poco después encontré otro local en la misma calle, a pocas cuadras, y me gustó mucho, tanto que lo renté pronto, no quería dejarlo ir. El lugar medía 7.5 por 14 metros, así que hice un plano de cómo acomodar las cosas adecuada- mente para cada área. Me gustó mucho, sentí que eso era lo que necesitaba, me sentí bien estaba feliz. La decoración era parecida a la an- terior, eso fue en el año 2002. Con el tiem- po le di más vida con diferentes remode- laciones con motivos tribales. Me gusta tener el estudio lo más cómodo para nuestros clientes y amigos; cada día es- toy pensando cómo hacerlo más cómo- do y limpio, así que lo que sale de dinero se lo regreso al estudio; realmente lo ma- terial y los lujos no me preocupan. Este año, el primero de mayo, am- plié el espacio en Nómadas, puse un lobby con alimentos y bebidas a la ven- ta, se hizo más cómodo y creo que le agradó mucho a los clientes y sus acom- pañantes, quienes aprovechaban para descansar ahí. He trabajado mucho en esto del es- tudio en los últimos años, ya quería des- cansar de mi mente y el cuerpo. No he contratado a nadie para la decoración, entre todos los del estudio hemos hecho todo. El 80% es trabajo del equipo de Nómadas y mi familia; hemos hecho las vitrinas, los cubículos, puertas, fonta- nería, pintura, albañilería, carpinte- ría… Gracias a Dios tengo y he tenido siempre un equipo con mucho corazón y talento, así que les doy las gracias a todos los “nómadas” por lo que logra- mos con el nuevo estudio; sentía que triunfamos, fuimos felices… pero por un corto tiempo. Terminamos la remodelación el día 10 de julio de este año; acabamos muy cansados, pero felices. Fueron tres meses de trabajo diario. Cuando ya co- menzaba a dormir tranquilo, el día 3 de agosto pasó algo extraño. Bueno, se lo dejo a Waka… él escribió un poco sobre esto: “Para mí fue algo que no podía cre- er, sólo sé que lo presentía. Un día antes todos platicamos sobre los incendios y también el Charlie Dayaks vino de visi- ta; el día anterior, por equivocación, se fue un extinguidor en su mochila y esa misma noche me lo entregó”. Waka nos avisó por teléfono. Me le- vanté corriendo y cuando llegué al estu- dio no lo podía creer. No me sentí mal… no sé… me quedé seco de la boca; paré y me puse a reflexionar. Tomé las cosas con calma y tranquilidad. Soy una per- sona que siempre piensa en el desapego de lo material, claro que soy humano y lo material es parte de uno. Pienso que lo que sucedió fue una prueba muy grande y creo que esa prue- ba fue superada. Sí me dolió mucho por los esfuerzos y dedicación de todos, sen- tía que fueron en vano. El mismo día, entre todos los “nó- madas” y algunos amigos y clientes, co- menzamos a trabajar. Con lo que nos pasó me di cuenta- que tenemos un buen de gente que nos apoya moral y físicamente, les doy las gracias a todos y tiene mi corazón y las puertas abiertas de Nómadas, que es su casa, y así como ellos estuvieron con nosotros en estos momentos difí- ciles, estaré con ellos en la sonrisa y en cualquier otro momento. Les confieso algo: cuando sentí tanto apoyo de muchas personas, me sentí con mucha fuerza; me di cuenta que lo que pasó no era tan grave com- parado con las amistades y familia que me apoyaron. El incendio unió lo que tenía que unir y acomodar. El fuego hi- zo su trabajo, armonizó y purificó el principio de la etapa que viene. (Hasta aquí, concluye el relato de Karlin). Un nuevo horizonte Desde que Karlin –alias Juan Carlos Murillo– abrió Nómadas, no ha tenido el tiempo suficiente para encontrarse con la Naturaleza, su vieja pasión. Los viajes cada vez han sido más es- porádicos y menos libres. Siempre tiene en su mente un pensamiento relaciona- do con el estudio: “El lunes que regrese, debo checar” tal cosa del local. Aunque el lugar, antes tapizado de bambús, tiene una gran carga simbólica para él, la verdad es que no es lo mismo: “Me hace falta estar con mi gente”, dice. Y no es que estas personas con las que está ahora no lo sean, también lo son, pe- ro Karlin sabe –en lo profundo de su ser– que hay algo que falta. “Antes de viajar quise ser misione- ro, después me di cuenta que no era una religión (la católica) que me pertenecía, pensé que eso no era para mí. Después me fui a buscar culturas en las que hicie- ran rituales, ceremonias, y llegué a Indo- nesia, Tailandia, a Borneo (la tecer isla más grande del mundo); estuve reco- rriendo Asia y me gustó mucho. Sí hay una cultura muy bonita, nada más que te empiezas a meter y te das cuenta que no”, dice el perforador. “La verdad ando de rol y no me he encontrado, pero realmente trato de en- contrarme. No busco ni dinero, ni quie- ro ser rico ni nada, mi interés es saber que aquí estoy y hacia dónde voy, trato de buscarme en un lugar, pero realmen- te todavía no lo encuentro. No puedo es- tar aquí, estoy cansado, necesito seguir avanzando porque siento que hay algo que me está esperando en otro lado”. Por lo pronto, tras la reconstrucción de Nómadas, Karlin tendrá que quedar- se en la ciudad y postergar una vez más su andar por el mundo. Ya habrá tiempo después. Lo inmediato es conseguir que el estudio siga andando, porque es el sos- tén de todos aquellos que se pusieron las pilas para levantar el lugar; además, hay deudas por pagar. Tal vez sean unos seis meses más y ya; entonces Karlin abrirá de nuevo sus alas y surcará los cielos hasta encontrarse a sí mismo, mientras comparte su luz (una in- tensa luz que posee quizá sin saberlo) con los seres que toca en esta Tierra. “Pienso irme a Borneo, a Sarawak... es Asia, de donde son las únicas tribus que quedan que se tatúan; quiero irme a descansar unos días para allá. Quiero ir a la Naturaleza, quiero sentirme con mi gente. Sí estoy con ellos, ésta es mi gen- te (la de aquí) y todo, es mi alucín o no sé, pero no soy de aquí y me voy a sentar con los míos en el árbol… voy a estar con ellos”, dice este hombre de 36 años que no se ha cansado de andar. Este trabajo surge gracias a la casualidad: un cuaderno y una papelera inteligente son el origen; el destino, un hombre que comparte su energía y sus pasiones A través de los años Nómadas se ha ido transformando en una gran familia; quienes trabajan ahí sostie- nen una relación que va más allá de la laboral. Es gracias a esta gente que Karlin (y Nómadas) sigue en pie de lucha: Travis, Buzo, Pinky, Ramón, Bret, Stomper, Boludo, Waka, Ferko y Dany. El equipo PARA SABER • Karlin (Juan Carlos Murillo) fundó Nómadas para compartir una de sus pasiones: la perforación. EL INFORMADOR • A. MADERA
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Page 1: Tapatio 1 de octubre

Fundadores • Jesús Álvarez del Castillo V. • Jorge Álvarez del Castillo Z. • Editor-Director • Carlos Álvarez del Castillo G.

Supervisor: Aimeé Muñiz / [email protected]

Sábado 1 de octubre de 2011 PÁGINA 9-B

El personaje

Karlin,un viajerode luz enla ciudad

Hay quienes dudan que las papele-ras inteligentes del Ayuntamiento deGuadalajara en verdad lo sean; y si bienno son capaces de diferenciar entre labasura orgánica e inorgánica, ni echanun pitazo cuando están llenas, sí se abs-tienen de desechar lo que se encuentrasobreellas–loqueestádentroquedafue-ra del alcance de su inteligencia–.

Fue así como el cuaderno que de-jó un tal Karlin no tocó fondo; la pape-lera, tan inteligente como es, decidiódejarlo ahí encima; aunque no fue losuficientemente lista como para haceralgún llamado para que éste se fueracon su dueño.

De esta forma, alguien más se to-pó con el cuaderno. Después de hojear-lo, en un intento por averiguar si habíasido un olvido o prisa por abandonar-lo en el bote de basura, una historiaapareció, la del propietario de Nóma-das, un estudio de tatuajes y perfora-ciones, situado ahí… casi a un costadode la inteligente papelera.

“Hay que regresar el cuaderno”, fueel primer pensamiento del individuo quelo encontró, pues ahí había anotacionesde las ganancias del día y una especie dediario en torno a la creación y subsisten-cia del estudio; seguramente el propieta-rio podría notar la pérdida y, quién sabe,quizá hasta ponerse un poco triste.

Bastaron unos pasos para llegar allugar… pero después de mirar por úl-tima vez las letras, palabras y frasesque contaban aquella historia, este “al-guien” decidió conservar el cuadernounos días más para empaparse de lapasión de Karlin por la Naturaleza, losviajes, otras culturas, el body art y lacreación y permanencia de un lugarcomo Nómadas, que comenzó unanueva etapa tras un incendio que sor-prendió a todos hace ya casi un mes, el3 de agosto de este año.

Las palabras de Karlin

Quince días después de la llegadadel fuego a Nómadas, Karlin comenzó aescribir en su cuaderno, haciendo un re-cuento de lo que fue y ha sido… con mi-ras a lo que será y de momento no ha po-dido ser. He aquí la historia a través desus palabras:

Mi nombre es Karlin, soy una perso-na entregada con su corazón al body art.Hace 19 años anduve por todos lados depata de perro, dando el rol, me encanta-ba perforar… tanto que lo regalaba, misamigos y otras personas me buscabanpara perforarse y como andaba por to-dos lados no era fácil encontrarme.

Guadalajaraeraunaciudadmuype-queña y no había dónde perforarse, asíque todos me decían que pusiera un lu-gar dónde me encontraran.

La idea no me gustaba mucho, a míme gustaba estar viajando, conociendopersonas y andar en el campo; me gus-ta el contacto con la Naturaleza, me ha-ce sentir lleno de pureza... sentir cómomi alma se relaja. Así que me la pensémucho y con el paso del tiempo puse miprimer estudio.

Me establecí en 1996, pero eramuy pequeño el espacio. No me gusta-ba porque no podía acomodar las co-sas y eso no era buena idea, porque noera higiénico; duré poco tiempo hastaque encontré un local más amplio. El

estudio no tenía nombre. Tomé el localy ahí es cuando nace Nómadas, en1998, en Guadalajara.

AntesdeponerNómadaspensému-chas cosas: quería poner un estudiocompleto que llenara todos los requisi-tos a nivel profesional, que todos y cadauno de los espacios tuvieran una funciónreal, la decoración y más que nada la hi-giene, respeto y sinceridad total; tuveque pensar en la ubicación de todas lascosas, no quería poner un estudio tradi-cional, quería uno que tuviera motivosde la Naturaleza y de tribus, algo de don-de vienen los principios de las modifica-ciones corporales.

Entonces pensé cómo tendría queser el modelo del estudio, yo lo quería lomás natural y tribal que se pudiera; nome costó mucho porque todo era fácil deconseguir, lomásdifícil fuemezclareldi-seño natural con la higiene. Mi mentali-dad era hacer sentir a las personas có-modas y tranquilas, que no tuvieranmiedo al dolor, que sintieran y disfruta-ran su tatuaje o perforación, en un am-biente placentero y relajado.

El primer estudio Nómadas fuepequeño, en un espacio de cuatro por10 metros. Al principio parecía que lasmedidas eran perfectas, después ya noera suficiente para un acomodo apro-piado de las áreas.

Poco después encontré otro local enla misma calle, a pocas cuadras, y megustó mucho, tanto que lo renté pronto,no quería dejarlo ir. El lugar medía 7.5por 14 metros, así que hice un plano decómo acomodar las cosas adecuada-mente para cada área. Me gustó mucho,sentí que eso era lo que necesitaba, mesentí bien estaba feliz.

La decoración era parecida a la an-terior,esofueenelaño2002.Conel tiem-po le di más vida con diferentes remode-laciones con motivos tribales. Me gustatener el estudio lo más cómodo paranuestros clientes y amigos; cada día es-toy pensando cómo hacerlo más cómo-do y limpio, así que lo que sale de dinerose lo regreso al estudio; realmente lo ma-terial y los lujos no me preocupan.

Este año, el primero de mayo, am-plié el espacio en Nómadas, puse unlobby con alimentos y bebidas a la ven-ta, se hizo más cómodo y creo que leagradó mucho a los clientes y sus acom-pañantes, quienes aprovechaban paradescansar ahí.

He trabajado mucho en esto del es-tudio en los últimos años, ya quería des-cansar de mi mente y el cuerpo. No hecontratado a nadie para la decoración,entre todos los del estudio hemos hechotodo. El 80% es trabajo del equipo deNómadas y mi familia; hemos hecho lasvitrinas, los cubículos, puertas, fonta-nería, pintura, albañilería, carpinte-ría… Gracias a Dios tengo y he tenidosiempre un equipo con mucho corazóny talento, así que les doy las gracias atodos los “nómadas” por lo que logra-mos con el nuevo estudio; sentía quetriunfamos, fuimos felices… pero porun corto tiempo.

Terminamos la remodelación eldía 10 de julio de este año; acabamosmuy cansados, pero felices. Fueron tresmeses de trabajo diario. Cuando ya co-menzaba a dormir tranquilo, el día 3 deagosto pasó algo extraño. Bueno, se lodejo a Waka… él escribió un poco sobre

esto: “Para mí fue algo que no podía cre-er, sólo sé que lo presentía. Un día antestodos platicamos sobre los incendios ytambién el Charlie Dayaks vino de visi-ta; el día anterior, por equivocación, sefue un extinguidor en su mochila y esamisma noche me lo entregó”.

Waka nos avisó por teléfono. Me le-vanté corriendo y cuando llegué al estu-dio no lo podía creer. No me sentí mal…no sé… me quedé seco de la boca; paré yme puse a reflexionar. Tomé las cosascon calma y tranquilidad. Soy una per-sona que siempre piensa en el desapegode lo material, claro que soy humano y lomaterial es parte de uno.

Pienso que lo que sucedió fue unaprueba muy grande y creo que esa prue-ba fue superada. Sí me dolió mucho porlos esfuerzos y dedicación de todos, sen-tía que fueron en vano.

El mismo día, entre todos los “nó-madas” y algunos amigos y clientes, co-menzamos a trabajar.

Con lo que nos pasó me di cuenta-que tenemos un buen de gente que nosapoya moral y físicamente, les doy lasgracias a todos y tiene mi corazón y laspuertas abiertas de Nómadas, que essu casa, y así como ellos estuvieroncon nosotros en estos momentos difí-ciles, estaré con ellos en la sonrisa y encualquier otro momento.

Les confieso algo: cuando sentítanto apoyo de muchas personas, mesentí con mucha fuerza; me di cuentaque lo que pasó no era tan grave com-parado con las amistades y familia queme apoyaron. El incendio unió lo quetenía que unir y acomodar. El fuego hi-zo su trabajo, armonizó y purificó elprincipio de la etapa que viene.

(Hasta aquí, concluye el relato deKarlin).

Un nuevo horizonte

Desde que Karlin –alias Juan CarlosMurillo– abrió Nómadas, no ha tenido eltiempo suficiente para encontrarse conla Naturaleza, su vieja pasión.

Los viajes cada vez han sido más es-porádicos y menos libres. Siempre tieneen su mente un pensamiento relaciona-do con el estudio: “El lunes que regrese,debo checar” tal cosa del local.

Aunque el lugar, antes tapizado debambús, tiene una gran carga simbólicapara él, la verdad es que no es lo mismo:“Me hace falta estar con mi gente”, dice.Y no es que estas personas con las queestá ahora no lo sean, también lo son, pe-ro Karlin sabe –en lo profundo de su ser–que hay algo que falta.

“Antes de viajar quise ser misione-ro, después me di cuenta que no era unareligión (la católica) que me pertenecía,pensé que eso no era para mí. Despuésme fui a buscar culturas en las que hicie-ran rituales, ceremonias, y llegué a Indo-nesia, Tailandia, a Borneo (la tecer islamás grande del mundo); estuve reco-rriendo Asia y me gustó mucho. Sí hayuna cultura muy bonita, nada más que teempiezas a meter y te das cuenta queno”, dice el perforador.

“La verdad ando de rol y no me heencontrado, pero realmente trato de en-contrarme. No busco ni dinero, ni quie-ro ser rico ni nada, mi interés es saberque aquí estoy y hacia dónde voy, tratode buscarme en un lugar, pero realmen-te todavía no lo encuentro. No puedo es-tar aquí, estoy cansado, necesito seguiravanzando porque siento que hay algoque me está esperando en otro lado”.

Por lo pronto, tras la reconstrucciónde Nómadas, Karlin tendrá que quedar-se en la ciudad y postergar una vez más

su andar por el mundo. Ya habrá tiempodespués. Lo inmediato es conseguir queelestudiosigaandando,porqueeselsos-tén de todos aquellos que se pusieron laspilas para levantar el lugar; además, haydeudas por pagar.

Talvezseanunosseismesesmásyya;entonces Karlin abrirá de nuevo sus alas ysurcará los cielos hasta encontrarse a símismo, mientras comparte su luz (una in-tensa luz que posee quizá sin saberlo) conlos seres que toca en esta Tierra.

“Pienso irme a Borneo, a Sarawak...es Asia, de donde son las únicas tribusque quedan que se tatúan; quiero irme adescansar unos días para allá. Quiero ira la Naturaleza, quiero sentirme con migente. Sí estoy con ellos, ésta es mi gen-te (la de aquí) y todo, es mi alucín o no sé,pero no soy de aquí y me voy a sentar conlos míos en el árbol… voy a estar conellos”, dice este hombre de 36 años queno se ha cansado de andar.

Este trabajo surge gracias a la casualidad:un cuaderno y una papelera inteligenteson el origen; el destino, un hombre

que comparte su energía y sus pasiones

◗ A través de los años Nómadas seha ido transformando en una granfamilia; quienes trabajan ahí sostie-nen una relación que va más allá dela laboral.

◗ Es gracias a esta gente que Karlin (yNómadas) sigue en pie de lucha:

◗ Travis, Buzo, Pinky, Ramón, Bret,Stomper, Boludo, Waka, Ferko y Dany.

El equipo

PARA SABER

• Karlin (Juan Carlos Murillo) fundó Nómadas para compartir una de sus pasiones: la perforación.

ELIN

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•A.

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ERA

Page 2: Tapatio 1 de octubre

EL INFORMADOR

TAPATÍOPÁGINA 10-B Sábado 1 de octubre de 2011

Diario deun espectador

Truenos y centellas de la tormenta que despi-de la estación. Que luego no quiere irse y repite dosdías después la función con sus grandes aguas. Escurioso que algunos citadinos ingenuamente le pi-dan a la urbe funcionar igual bajo estas tempesta-des que durante el buen tiempo. Cosa sería de fijar-se cómo, en el campo, la gente y los animales (y lasplantas mismas, se diría) se aguardan prudente-mente mientras pasa el aguacero… Pero el jardín,agradecido y ahíto de lluvia, hace bendecir una vezmás toda esta maquinaria celeste que hace compa-recer, como a una muchacha recién levantada, elolor de tierra llovida. La casa reafirma sus poderes,la luz de la tarde recibe a los niños gozosamente fa-tigados por los juegos del día. Brillan las lámparasfieles. Te he echado tanto de menos/ patria peque-ña y fugaz, canta El último de la fila.

**Sehacontadoantes;secontarásindudaluego.El

viejoingeniero,paradoenlabanquetadelayuntamien-to, encarando la fachada de la catedral, dijo entoncesexactamente la misma historia. Salvo por una cosa,ciertamente central. Los tempranos años cuarentatranscurríansobrelaclaraciudadytodavíaelcruentomolinodeampliacionesdecallesydemolicionesnoseechabaaandar.Trabajabanlosdosjóvenesingenierosen el levantamiento, dirigido por el entonces ingenie-ro Ignacio Díaz Morales, de Catedral. Subían y baja-banporcornisasycontrafuertes,medíanbóvedas,re-gistraban entablamentos y linternillas. Recio pegabaelSol,faltabatodavíatantoporhacer.DeregresodelaascensiónenbuscadelamedidaexactadelatorredelNorte,unodeellos llegóal terrenosegurode lacorni-sa grande. Faltaba el otro, que aún negociaba el des-censo. Para abreviar el trámite, quien quedaba arribadecidiósaltardesdeunóculohasta lacornisasinmuybien medir el tramo. Allá va, en el irremediable vuelorumbo a la vieja calle, por un instante consciente dequehabíasidoexcesivalaconfianza,dequelainercialollevaría, fatal,a lacaídaylamuerte.Milagrosamen-te, la mano del compañero, atenta, lo detiene en el úl-timoinstante:allíyentonceselmuchachovuelveana-cer. Eso contaba el ingeniero de sí mismo: el salvado,el renacido.Peroelotroaprendiz,porsuparte,conta-baidénticalahistoria.Salvoquenohabíasidoélelsal-vador,sinotambiénel rescatado.

Los dos ingenieros, desde entonces, se debie-ronlavidamutuamente.Deallílaposibilidaddetan-tas cosas, gentes, mujeres, hermanos, descenden-cias. De allí la cara invicta que lanzó a navegar losmil barcos que aún persisten en sus singladuras…

**Una vuelta por la indispensable librería del se-

ñor Cervantes, por Juárez a la vuelta del Madoka,casisiemprearrojagratoseinesperadosresultados.Mezclas duras. Es así que en la cosecha de esta vezse incluye una vieja edición de la “obra completa”de Francisco González León, el gran poeta laguen-se que debiera estar más presente entre lo más re-cordable y útil de la poesía mexicana. La música desus versos de repente electriza con su cadencia a lavez conocida y extraña. Casas de mi lugar que tien-denadesaparecer:/rarascasasqueaunsueloyoen-contrar.// Es de ver/ la amplitud de los patios empe-drados,/ el brocal con arcadas de ladrillo,/ losarriatesadosadosa losmuros/ (altosmurospatina-dos y sin brillo)/ y la parra que se afianza entre susgrietas,/ y macetas, y macetas, y macetas…// Porotra parte, aparece un tomo de Penguin de la auto-ría del bien recordado Buckminster Fuller, sabio yarquitecto, ingenierosobre todo,creadorentremu-chas otras cosas de las cúpulas geodésicas que tan-to prometían en el optimista pasado inmediato. Fuealumno en Harvard, al igual que su padre, su abue-lo, su bisabuelo y su tatarabuelo. De esa cuenta his-tóricaypersonalextraecuriosaseinteresantescon-clusiones científicas y filosóficas: ejemplar yvagamentefamiliarprocedimiento.Suconceptodelariqueza:laintegracióndeintelectoyenergía.Unaconfesión: “He despreciado adrede ‘el ganarme lavida’o‘elhacerdinero’enmisdisposicionesocupa-cionales, con mis esfuerzos sosteniendo, pero soloincidentalmente acrecentando, mi ingreso; ese in-greso –bajo y lento al principio– se ha incrementa-dogradualmentehaciamásefectivasmagnitudes”.Luego,tresespléndidosálbumesdemuyviejaspos-tales (de fines del siglo antepasado). Una es de Wa-terloo, con dedicatoria para todos los napoleónidasque han sido, y de los que Álvaro Mutis ostenta eldecanatoenlaparticularcuentadeesteespectador.El orgulloso monumento a la batalla fatal, por par-te de los ingleses, es una pirámide de cuarenta me-tros de altura, coronada por un gran león fundidoconelbroncedeloscañonesfranceses.Francia,porsu parte, erigió el monumento de los vencidos: unagran águila, caída y con las alas rotas. Además apa-recióotro tomodePenguin: laantologíade losPoe-tasmetafísicos.AndrewMarvel, inolvidablemente,recitaTohiscoymistress,y lainigualableversióndeOctavio Paz vuelve a resonar en la memoria. Hadwe but Word enough, and time,/ This coyness Ladywere no crime. Edmund Waller propone un poemacuyo tema el mismo José Alfredo no hubiera des-preciado: Una disculpa por haber amado antes…

Por su lado, la benemérita Enciclopedia Britá-nicaofrece,desdemediadosdelosañossesenta,untomo de preceptiva sobre el arte entonces contem-poráneo. Intrincados caminos que aún hoy siguensin encontrar mayores respuestas. La entrada so-bre arquitectura se titula, muy a la moda de enton-ces: “Hacia una arquitectura dialéctica”. Juarjuar.Otro de los álbumes está dedicado a Port-Said, Is-maila y el canal de Suez: triunfo de la ingeniería sies que los ha habido. La gran estatua de Ferdinandde Lesseps, príncipe de los ingenieros, se recortacontra el panorama de Port Said, tranquilo bajo uncielodeunrefulgenteazulcobalto.Loscamellos,in-terperritos ellos, se disponen a cruzar el canal enuna balsa bastante primitiva.

**AtribucionesdePeel-boor.Sueleesteseñoren-

tregar, sacadas de su infalible memoria a veces,otras de su fértil imaginación, inapreciables visio-nes de gentes y tiempos que ya no son. “Como de-cía el ingeniero X...”, comienza. Y luego refiere contodo detalle la vez que ante un cierto predicamentoel personaje aquel había encontrado le mot juste, lasalida del apuro, la sabiduría de la situación, el hu-morqueredimióeldía.Locuriosoesque, conestasrecreaciones de lo que fue, de lo que pudo haber si-do, el relator arroja una luz segura y bienvenida pa-raloquehoyvasucediendo.Ydevuelve,depaso,unpedazo inapreciable de la vida, el genio y la figurade alguien querido y ahora ausente. Larga vida.

[email protected]

POR JUAN PALOMAR

• Vista interior del Teatro Ángela Peralta, uno de los espacios que acogerá durante la próxima semana al Festival Internacional de Teatro Escena en Mazatlán.

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Entre las piernas

El asunto “panamericano” co-mienza a agotarme, y es que me pare-ce (insisto) fatal que todo mundo seesté colgando de los juegos para ha-cer lo de siempre. Claro que entiendoque es normal, pues en realidad pare-ce que no hubo una verdadera planea-ción para enriquecer la justa deporti-va con actividades culturales.

Hasta ahora, ya se terminó el“panamericano” Festival de DanzaContemporánea Onésimo González,sin pena ni gloria, como es habitual; loque significa que –creo yo– el mote depoco le sirvió para ser más “pro”.

Ahora veremos qué pasa con elMercado de las Artes Escénicas, a tra-vés del cual se espera que las delega-ciones internacionales que aterricenpor estos lares durante los JuegosPanamericanos, conozcan el queha-cer teatral de la ciudad y –quesque–tengan la oportunidad de llevarse tanestupendos espectáculos a sus res-pectivas tierras.

Yo, con el nivel de escepticismoque me cargo, sinceramente creo queesto está más lejos del éxito, que miposibilidad de convertirme en la pri-mera mujer en habitar el planeta Jú-piter.Perobueno...alláellos,¿verdad?

Ahora, lo que me ha parecidofatal de esto, es que los organizado-res han dado a conocer los espectá-culos y grupos que participarán enesta bonita muestra, resultado –cla-ro– de una muy legal convocatoria y–¡no lo puedo creer!– los elegidosson los mismos organizadores, ¡quétalento, sí señor!

A otro con ese cuento, señores.¿Que acaso no era más sencillo solici-tar a la Secretaría de Cultura apoyopara presentar sus propuestas? Digo,¿para qué tanta faramalla? Aunque

debo confesar que dentro de mi cabe-cita loca, revolotea la idea de que pro-bablemente hubo cero respuesta paraeste proyecto y entonces se están in-ventando una historia.

En fin... esto tampoco es algo quedeba de sorprendernos en esta ciudad.

¡Vámonos a Mazatlán!

Pasando a temas más cálidos, meacabo de enterar que este fin de sema-na comienza en Mazatlán el FestivalInternacional de Teatro Escena, en elque se contará con las participaciónde montajes procedentes de Ecuador,Brasil, Chile, Cuba y México, por su-puesto.

“La idea del festival ha estadopresente por mucho tiempo en la co-munidad teatral de Mazatlán y cele-brar este primer festival de teatro nosolo permite concretar un proceso deintercambio entre compañías, sino deeducación a nivel técnico, actoral y ar-tístico”, dice Raúl Rico, director deCultura de aquel bonito lugar de are-na, mar y Sol.

El Teatro Ángela Peralta –un es-pacioprecioso,porcierto–seráunodelos escenarios de este encuentro.

Las obras que integran el pro-grama son: La balsa de los locos, Lacasa suspendida, La edad de la cirue-la, En blanco, Dios es un lujo, La len-gua de los muertos, Los días lilas deMaravillado Roca, As cores avessasFrida, Memorama, Careo y Donde secruzan los sueños.

Mazatlán no está tan lejos... quie-nes tengan tiempo, dénse una vuelta yde paso tómense una cerveza bien he-lada a mi salud.

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A otro con ese cuento

POR AIMEÉ MUÑIZ


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